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Especialización cerebral
Índice
Esquema 3
Ideas clave 4
3.1. Introducción y objetivos 4
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
A fondo 23
Test 26
Esquema
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Objetivos:
Cuando observamos a los seres humanos, a los animales, a muchos de los organismos
que conforman la naturaleza e incluso a algunos de los objetos creados por el propio
hombre, comprobamos que existe un rasgo característico común en todos ellos y
sobre el que quizá nunca nos hemos detenido a reflexionar sobre su porqué. Nos
referimos a la simetría con la que se distribuyen sus cuerpos con respecto a un plano
medio.
Recordemos que el plano medio, al que se le conoce en ciencia como plano medio
sagital, es aquel que discurre perpendicular al suelo y divide cualquier cuerpo en
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dos mitades iguales: una a la izquierda y otra a la derecha. Si trazamos un eje central
imaginario que divida ambas mitades el resultado es similar al de una imagen en
espejo de cada una de ellas. De hecho, la mayoría de los organismos, entre los que
Muchas teorías evolutivas han intentado explicar las razones de esta tendencia a la
simetría corporal respecto a un eje medial encontrada en la mayoría de los
organismos. Las más conocidas argumentan que es una cuestión adaptativa, sobre
todo en aquellos seres vivos dotados de locomoción, ya que extremidades, patas,
aletas o alas emplazadas de forma simétrica van a proporcionar un movimiento lineal
(todos sabemos que la línea recta es el recorrido más eficiente al desplazarnos).
Asimetrías en este respecto crearían movimientos curvos o en círculo mucho menos
efectivos para escapar del peligro o desplazarse largas distancias para encontrar
alimentos o refugio.
Igualmente, estas teorías argumentan que cualquier asimetría sensorial crearía una
parte del cuerpo más vulnerable que la otra y, en un mundo en el que los peligros y
depredadores pueden aparecer por cualquier parte, es necesario que exista un
balance entre la izquierda y la derecha (Corballis, 2009). Por tanto, aparentemente
esta configuración corpórea parece que tiene sentido como adaptación al entorno,
al menos en muchos de los seres vivos.
Aunque no es exclusivo del ser humano, ya que se han encontrado ciertas asimetrías
en los cerebros de otras especies, principalmente en homínidos, el hecho de que los
hemisferios cerebrales presenten diferencias anatómico-estructurales es una
característica fundamentalmente propia en hombre, ya que, como veremos más
adelante, es una causa —o consecuencia (no está claro)— de su evolución a lo largo
de los milenios.
Por ejemplo, las conocidas como petalias frontal y occipital (Eberstaller, 1884). Las
petalias se refieren a protrusiones de la superficie de un hemisferio con respecto a
Otra de las asimetrías anatómicas que se describieron hace más tiempo es la relativa
a la cisura de Silvio, que es la que separa el lóbulo temporal del parietal y el frontal.
En un gran porcentaje de cerebros puede observarse que en su límite caudal
(posterior) la cisura del hemisferio derecho se curva hacia arriba antes que la cisura
del hemisferio izquierdo y la curva que realiza en el hemisferio izquierdo es mucho
más suave (Eberstaller, 1884).
Otras diferencias evidentes son el mayor tamaño y densidad neuronal del giro de
Heschl y el área de Broca izquierdos respecto a las áreas homólogas del hemisferio
derecho. El giro de Helschl se encuentra también situado en la zona perisilviana, justo
por delante del planum temporale, en la parte superior-media del lóbulo temporal,
mientras que el área de Broca se ubica en el lóbulo frontal.
Las diferencias anatómicas entre ambos hemisferios comentadas hasta ahora y otras
muchas más existentes a nivel microscópico (que no podremos describir porque
sobrepasan los contenidos abarcados por la asignatura), tienen, como ya podemos
imaginar, una traducción a nivel funcional. Es decir, estas asimetrías también se
corresponden a que el área en cuestión está desarrollando funciones diferentes a su
homóloga en el hemisferio contralateral. De hecho, los primeros avances sólidos en
el conocimiento de la neuropsicología se propiciaron gracias al interés por el estudio
de estas asimetrías funcionales y de su asociación anatómica (Le May y Kido, 1978).
En 1836, Marc Dax, tras haber estudiado a tres pacientes que presentaban problemas
del lenguaje y que habían sufrido daño en la parte izquierda de su cerebro, concluyó
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que este hemisferio era dominante para el lenguaje. Aunque en un principio sus
conclusiones no tuvieron muy buena acogida en la comunidad científica, era la
primera vez que se hablaba de diferencias a nivel funcional entre los hemisferios
cerebrales.
una revisión crítica de las aportaciones de Paul Broca consulta el apartado A fondo).
Algunos años más tarde, Carl Wernicke identificó lo que él denominó «centro de las
imágenes auditivas» situado en la primera circunvolución del lóbulo temporal
izquierdo, cuya lesión parecía producir alteraciones en la comprensión del lenguaje.
Por otra parte, el hemisferio derecho tiene un rol más dominante en el control
atencional, lo que puede estar muy relacionado con la protrusión frontal comentada
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Por otra parte, se habla de diferentes estilos de procesamiento cognitivo entre uno
y otro hemisferio (Ostrosky y Ardila, 1986):
de que las personas pueden ser más del hemisferio derecho o más del hemisferio
izquierdo, pensando que las dominancias hemisféricas influyen en el carácter de las
personas. Esto no es más que una malinterpretación de los hallazgos que durante
décadas se han producido en neuropsicología, mitos que es necesario desterrar para
no incurrir en malas praxis.
La lateralidad forma parte del proceso evolutivo del ser humano. El que algunas
regiones se especialicen evita duplicidades de estas, que sería una pérdida de espacio
neuronal y derroche de recursos metabólicos. No es necesario contar con dos
regiones cerebrales que realicen exactamente la misma función. Es mucho más
eficiente contar con especialización de funciones complementarias entre sí en cada
hemisferio. Reduciendo redundancias se aumenta la capacidad de expansión cortical.
Por otra parte, duplicidades de programación en los dos hemisferios podría llevar a
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Otro hecho interesante es que, en las personas diestras, a nivel motor, el hemisferio
izquierdo tiene un papel más predominante que el derecho en el movimiento de
ambas manos. Diferentes estudios realizados con fMRI han demostrado que el área
motora primaria y somatosensorial primaria del hemisferio izquierdo se activan de
manera casi similar cuando se realizan movimientos con la mano izquierda y con
mano la derecha.
Sin embargo, estas mismas áreas en el hemisferio derecho solo se activan cuando
se realizan movimientos con la mano contralateral (la mano izquierda). Estos
hallazgos apoyan la hipótesis de que en sujetos diestros las áreas motoras y
somatosensoriales del hemisferio izquierdo tienen un rol predominante en el control
de movimientos voluntarios. Es por eso por lo que lesiones en el hemisferio izquierdo
causan más déficits motores en ambas partes del cuerpo en comparación con
lesiones en el hemisferio derecho que afecta mayormente al lado contralateral del
cuerpo (Kim et al., 1993; Schroeder et al., 1995; Babiloni et al., 2003).
naturaleza (pueden ser palabras, sonidos, música, etc.), pero con contenido
diferente. Esta presentación se hace por separado en cada oído, para ello se utilizan
unos auriculares especiales. El sujeto solo puede atender a uno de los mensajes, por
lo que deberá favorecer la información que recibe de un oído respecto al otro.
El carácter del material para procesar es tanto o más importante que las funciones
que están implicadas en este procesamiento. Por ejemplo, se ha demostrado que, al
procesar estímulos que son nuevos para nosotros, hay mayor activación del
hemisferio derecho. Cuando son estímulos familiares la mayor implicación es la del
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El cuerpo calloso es la mayor conexión que existe entre ambos hemisferios, está
formado por más de 300 millones de axones que se distribuyen por toda la corteza
cerebral y cruzan de un hemisferio a otro formando una comisura situada en el fondo
del surco longitudinal.
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hemisferio debe ser integrado de forma unitaria y para ello es necesario que ambos
hemisferios cooperen y se comuniquen. En esta tarea el cuerpo calloso es
fundamental.
Por ilustrar con un ejemplo: se han descrito pacientes con cerebros divididos que al
mostrarles palabras que solo pueden ver con su campo visual derecho no podían
leerlas (la información visual en su hemisferio izquierdo no se podía transmitir a su
área lingüística), sin embargo, al pedirles que dibujaran la primera cosa que se les
pasara por la cabeza dibujaban el objeto que describía la palabra que se les había
mostrado, pero no eran conscientes de haber visto la palabra. (Consulta el apartado
A fondo para acceder a información más completa sobre estas investigaciones).
Existen niños que nacen con ausencia parcial o total del cuerpo calloso, lo que se
denomina la agenesia del cuerpo calloso congénita, que puede ser causada por
alteraciones genéticas, infecciones o exposición a tóxicos durante el embarazo.
Durante el período fetal las fibras del cuerpo calloso no cruzan la línea media para
constituir la comisura interhemisférica y la conexión interhemisférica no se produce.
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Se estima que este trastorno estructural afecta a entre un 3 y 7 por cada 1000
nacimientos. Los síntomas de la agenesia congénita son mucho menos evidentes que
en los pacientes comisurotomizados y esto es fundamentalmente porque en los niños
se han desarrollado muchos más mecanismos compensatorios a nivel de plasticidad
Babiloni, C., Carducci, F., Del Gratta, C., Demartin, M., Romani, G. L., Babiloni, F. y
Rossini, P.M. (2003). Hemispherical asymmetry in human SMA during
voluntary simple unilateral movements. An fMRI study. Cortex, 39(2), 293-
305.
Corballis, M. C. (2009). The Evolution of Language. Annals of the New York Academy
of Sciences, 1156(1).
https://nyaspubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/j.1749-
6632.2009.04423.x
Crow, T. J., Crow, L. R., Done, D. J. y Leask, S. (1998). Relative hand skill predicts
academic ability: global deficits at the point of hemispheric indecision.
Neuropsychologia, 36, 1275–1282.
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Foundas, A. L., Bollich, A. M., Feldman, J., Corey, D. M., Lemen, L. C. y Heilman, K. M.
(2004). Aberrant auditory processing and atypical planum temporale in
developlmental stuttering. Neurology, 63, 1640-1646.
Kim, J., Ashe, A. P., Georgopoulos, H., Merkle, J. M., Ellermann, R. S., Menon, R. S.,
Ogawa, S. y Ugurbil, K. (1993). Functional imaging of human motor cortex at
high magnetic field. J Neurophysiol, 69(1), 297-302.
Peters, M., Reimers, S. y Maning, J. T. (2006). Hand preference for writing and
associations with selected demographic and behavioral variables in 255,100
subjects: the BBC internet study. Brain Cogn, 62, 177–189.
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Wada, J. A., Clarke, R. y Hamm, A. E. (1975). Control speech ones in 100 adult and 100
infant brains. Arch Neurol, 32, 239-246.
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En este enlace puedes visualizar un caso real en el que se aplica la técnica de Wada
previamente a una intervención quirúrgica en el cerebro para detectar el hemisferio
en el que está situada el habla. Mediante esta técnica se puede observar como el
paciente, al ser anestesiado su hemisferio izquierdo, pierde la capacidad para seguir
contando durante unos segundos, también si te fijas puedes observar como pierde la
movilidad de ambas manos. Más tarde, cuando el hemisferio derecho es el
anestesiado, el paciente no pierde la capacidad para hablar, pero sí la movilidad de
su mano izquierda.
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En el siguiente enlace puedes ver al propio Gazzaniga con uno de sus pacientes
mientras realizan pruebas de visión dicótica.
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2. Según algunas teorías evolutivas, la razón por la que la mayoría de los organismos
han desarrollado una simetría corporal respecto a un eje central se debe a:
A. Una cuestión adaptativa ya que cuerpos simétricos posibilitan la realización
de movimientos lineales más eficientes.
B. Una cuestión adaptativa ya que cualquier asimetría sensorial crearía una
parte más vulnerable que la otra y eso sería un riesgo ante los depredadores.
C. Ambas respuestas son correctas.