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Título del original en inglés:

Rituals in Families and Family 1ñerapy


4') 1988 by Evan Imber Black, Janine Robcrts y Richard Whiting

Director de la Colección Terapia Familiar: Dr. Carlos E. Sluzli

Traducción: Margarita Mizmji

Este libro está dedicado afectuosamente


Realización de cubíer1a: Gustavo Macri a nuestros hijos,

Segunda reimpresión, 2006, Barcelona


JASON BLACK CLAY WHITING

Derechos reservados para codas las ediciones en castellano


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© Editorial Gedisa, S.A.
Paseo Bosanova, 9 1"-1°
08022 Bnrcelonn, España
Tel. 93 253 09 04
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Correo electrónico: gedisa@gedisa.com
\
NATALYA ZoE WEINSTEIN-ROBERTS

JENNIFER COPPERSMITH
NAOMI ROBINSON BLACK

)
hup://www.gedisa.com
BRYCE WHITING

ISBN: 84-7432-392-4
Depósito legal: B-7999-2006'European Union

forjadores de rituales del mañana


Printed by Publidisa

Impreso en España
Printed in Spain

1 Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio de im­


presión, en forma idéntica, extractada o modificada, en castellano o cual­
quier mro idioma.
Indice

PRÓLOGO. Peggy Papp, M. S. W. .............................................................................. 11

COLABORADORES............................................................................................................. 13

AGRADECIJ.UENTOS........•......•.............,. ................................................................... 15

PREFACIO. Euan Imber-Black......................................................................................... 17


L DEFINICIÓN Y ELABORACIÓN DE RITUALES........................ 23
l. Encuadre: Definición, funciones y tipología de
los rituale3 - Janine Roberts ............................................................25
2. Motivos rituales en las familias y en la terapia
familiar - Evan lmber-Black. .............................................................. 73
3. Pautas para la elaboración de rituales
terapéuticos -Richard A Whiting ................................................ 113

Il. RrruALES PARA PAREJAS, NIÑ"OS Y ADOLESCENTF.S ................................. 141


4. Rituales normativos y terapéuticos en la terapia
de parejas - Evan Jmber-Black ......................................................... 143
5. Magia imitativa y contagiosa en el uso terapéutico
de rituales con los niños - John J. O'Conrwr y
AaronNoahHoorwitz......................................................................... 166
6. El uso de rituales en familias con adolescentes -
WiUiam D. Laxy Dario J. Lussardi ................................................ 190
7. Mazel tov: el bar mitzvah como un ritual multigeneracional
de cambio y continuidad - Judith Da.vis ...................................... 209

IIL CóMO FACILITAR COMPLEJOS PROCESOS FAMILIARES


POR MEDIO DEL RITUAL........................•...................................•........• 243
8. Rituales terapéuticos para familias con miembros
adopt.ados - Richard A Whiting ...................................................... 245
9. Evaluación de rituales familiares en familias alcohólicas -
Steven J. Wolin, Linda A Bennett y Jane S. Jacobs .......................... 265
10. Rituales sistémicos en la terapia sexual -
Gary L. Sanders ..................................................................................................... 295
11. Creación de la identidad familiar gracias al cumplimiento
de rituales por parte de losque contraen segundas
nupcias - Mary F. Whiteside ...............................................................315 Prólogo
IV. RITUALES, FAMJLIAS Y CONTEXTO SOCIAL GENERAL. ................................... 345

12. Eluso del ritual en la redocurnentación de la historia Este libro no sólo se ocupa del uso de rituales en la terapia fami­
psiquiátrica - Janine Roberts, "Aluandra" y"JuliuS" ................ 347
liar sino que también trata de un modo particular de pensar acerca de
13. Mujeres y ritual en la terapia familiar - Joon Laird .................. 372 la familia. El supuesto terapéutico que da forma a este pensamiento se
14. Traumas políticos, opresión y ritua1es - Cecilia. Kohen. ............... 407 basa en lo que Evan Imber-Black denomina·el "modelo del recurson, se­
gún el cual el terapeuta concibe a la familia como esencialmente dotada
V. RrruALES y ENTRENAMIENTO EN TERAPIA FAMILIAR. .................................. 429 de recursos y sólo en forma secundaria y temporariamente necesitada
15. Rituales y aprendices - Janine Roberts ........................................ 431 de terapia. En este modelo el terapeuta busca y utiliza las propias fuer­
zas y recursos de la familia y no la considera como un ente deficitario y
EPÍLOGO. Evan Imber-Black .........................................................................................447 necesitado de ayuda correctiva proveniente de fuentes externas. Este es
el concepto subyacente en el que se basa el desarrollo de rituales meta­
INDICE TEMÁTICO ........................................................................................... 449 fóricos en la presente obra y es también el que les otorga sus caracteris­
ticas más coherentes y distintivas. La palabra clave es "coevolución". La
elaboración e implementación de los rituales supone una tarea de cola­
boración entre la familia y el terapeuta Lejos de ser algo impuesto o co­
ercitivo, los rituales aparecen como una extensión natural e integral del
proceso terapéutico.
En este proceso se convalidan los propios juicios de los miembros
de la familia, se movilizan sus aptitudes específicas y se utilizan su ima­
ginación y creatividad como elementos esenciales en las ceremonias de
autocuración. Los miembros de la familia se tranforman en "coterapeu­
tas" de sí mismos.
Sin duda el lector quedará impresionado por algunos de los gestos
conmovedores y poéticos que las familias se muestran capaces de hacer.
Se ponen de manifiesto pensamientos y sentimientos no expresados
hasta entonces y surgen inesperadas corrientes de afecto y cuidado en
la medida en que comienzan a participar en estos actos simbólicos. Los
miembros de la familia intercambian obsequios que transforman la ira y
el dolor de la separación en elementos de confianza y bienestar. Una pa­
reja diseña su propio tablero de juego y convierte peleas frustrantes en
un entretenido deporte; se suelta un globo que se lleva con él al infinito
pasados agravios, y una madre se convierte en la autoridad máxima so­
bre su hijo al redactar su propio infonne psicológico. Estos son algunos
testimonios de las capacidades a menudo inexploradas y mal apreciadas
de los clientes y con toda seguridad brindarán a otros terapeutas el estí­
mulo suficiente para descubrirlas y desarrollarlas.
A medida que avanzamos en la lectura de este libro tomamos cada
vez mayor conciencia de la omnipresencia de los rituales en nuestra vi-

11
da cotidiana y del profundo significado que tienen para nosotros. El sexo
al que pertenecemos, nuestra identidad, nuestras relaciones, n estras
tradiciones y preferencias personales, todas estas cosas se refleJan en
nuestros rituales comunes. Estos constituyen una fuente natural Y po­
derosa de autocuración que hasta el momento sólo ha sido utilizada por
los terapeutas en forma esporádica y en situaciones inusuales. Creo que
una de ltt.s razones para explicarlo es que nunca antes noshabían resul­
tado tan evidentes y aprovechables. Cuando los rituales se nos presen­ Colaboradores
tan como "impulsos creativos", "corazonadas intuitivas" o "destellos
geniales", todo lo que podemos hacer es abandonar las esperanzas y ad­
mirarlos desde lejos. Expresamos nuestra gratitud a los autores de esta
obra por sus instrucciones específicas para la elaboración e implementa­ "Alexandra" and "Julius" Wil1iam D. Lax, Ph. D.
ción de los rituales. La minuciosa explicación que ofrecen sobre cómo, Massachusetts Brattleboro Family lnstitute
cuándo y dónde utilizarlos más el proceso de pensamiento que opera de­ Brattleboro, Vennont
trás decada paso que se da en su elaboración manifiesta W1 gran respe­ Linda A Bennett, Ph. D.
to por el lector y coloca a esta obra en la categoría de cinco estrellas res­ Center for Family Research Darlo. J. Lussardi, M.A
pecto de su "utilidad". A través de una amplia variedad de temas, que George Washington University Brattleboro Family Institute
incluyen familias, adolescentes, nii\os, individuos, adopción, nuevo casa­ Medical Center Brattleboro, Vermont
miento, problemas sexuales, cuestiones de identidad sexual y entrena­ Washington, D.C.
miento, se nos muestra específicamente cómo recunir al poder de la John J. O'Connor, Ph. D.
conducta ritual para producir cambios. Judith Davis, Ed. D. Unified Services for Children
La obra cubre un espectro muy amplio y estudia los rituales no só­ University ofMassachusetts and Adolescents
lo dentro del contexto de las relaciones interpersonales sino como refle­ Amherst, Massachusetts Troy, New York
jos de nuestra historia, cultura, eblicidad y normas sociales. Nuestra
comprensión aumenta mucho a medida que tomamos conciencia de los Aaron Noah Hoorwitz, Ph. D. Janine Roberts, Ed. D.
múltiples significados que pueden tener las bodas, funerales, ceremo­ Unified Services for Children University ofMassachusetts
nias de graduación, cumpleaños, bar mitzvahs, y las relaciones estre­ and Adolescents Amherst, Massachusetts
chas que mantienen con el conjunto del sistema social. Esta visión tan Troy, New York
amplia sumada a1 respéto por la creatividad humana es lo que convier­ Gary L. Sanders, M.D., F.RC.P.
ten a este libro en una obra estimulante y práctica al mismo tiempo. Evan lmber-Black, Ph. D. (C)
Albert Einstein College of University of Calgary
PEGGY PAPP, M. S. W. Medicine Calgary, .Alberla, Canada
Bronx, New York
Mary F. Whiteside, Ph. D.
Jane S. Jacobs, Ed. D. Ann Arlxir Center for the Family
Center for Family Research Ann Arbor, Michigan
George Washington University
Medical Center Richard A Whiting, Ed. D.
Washington, D.C. Springfield College
Springfidd, Massachusetts
Cecilia Kohen
Buenos Aires, Argentina Steven J. Wolin, M. D.
Center for Family Research
Joan Laird, M.S.W. George Washington University
Smith College for Social Work Medica! Center
Northampton, Massachusetts Washington, D.C.

12 13
Agradecimientos

En primer lugar quisiéramos expresar nuestro profundo reconoci­


miento a todas las familias que participaron con nosotros en la explora­
ción de los rituales. Familías que nos han dado información sobre sus
rituales normativos, que han participado en rituales terapeúticos, que
han colaborado con nosotros en la creación de rituales y que nos han fa.
cilitado Wl acceso privilegiado a los significados de los rituales en su
vida
También queremos agradecer a todos los autores de este volumen.
Sus ideas y las amplias aplicaciones del enfoque ritual han mejorado
considerablemente nuestro trabajo con los rituales. El compañerismo
manifestado en esta tarea ha convertido en un placer la creación de éste
volumen.
Un reconocimiento al trabajo con rituales terapéuticos de Mara
Selvini Pala=oli, Luigi Boscolo, Gianfranco Cecchin y Guiliana Prat.a y
a las conceptualizaciones de Onno van der Hart, puesto que sirvieron
como importantes catalizadores para nuestra tarea ulterior.
Queremos agradecer a Pam Colorado, tanto por haber respaldado
nuestro trabajo como por su esfuerzo de revitalizar rituales indígenas
autóctonos, 1o cual ha permitido dar forma a nuestro pensamiento sobre
la importancia de los rituales normativos familiares.
Agradecemos a Helm Stierlin por sus inteligentes comentarios
acerca de los rituales terapéuticos.
Muchas personas nos han prestado ayuda en la elaboración del
manuscrito. Agradecemos a Gerry Weinstein y Michelle Patten por la
confección de gráficos y genogramas. Nuestro reconocimiento a Marie
Mele, Betti Swazey, Nancy Baer y Louise Whiting por su trabajo de me­
canograña
Por último, hay que mencionar que todos hemos recibido el apoyo
personal tan necesario para completar este proyecto. Nuestro profundo
reconocimiento por ello a Lascelles Black, Gerry Weinstein y Louise
Whiting.

l EvAN IMBER-BLACK
JANINE RoBERI'S
RICHARD A WHITING

15
Prefacio
Orígenes de este libro e influencias recibidas

Durante una década hemos trabajado en colaboración como tera­


peutas, autores y profesores de terapia familiar, y en esto nos ha guiado
nuestro mutuo interés por 1os rituales. Comenzamos a fines de 1970,
cuando Janine Roberts, Richard Whiting y yo trabajábamos juntos en la
terapia de familias en Western Massachusett.s, y continurunos superan­
do grandes distancias geográficas por medio de la enseñanza conjunta y
los talleres, llamadas telefónicas a altas horas de la noche para disrutir
el uso de rituales en nuestro trabajo y reuniones para desarrollar nues­
tras ideas, y siempre los rituales han sido el punto unificador de nues­
tros intereses. Como en el funcionamiento de los rituales, que expresan
dualidades y resuelven contradicciones, nuestro profundo interés por los
rituales ha sido el micleo que nos mantuvo unidos en estrecha colabora­
ción y al mismo tiempo lo que nos permitió ampliar los límites y las
fronteras. Nuestro interés por los rituales terapéuticos comenzó cuando
leímos los casos clínicos informados por el equipo de Milán. Como mu­
chos otros, comenzamos a experimentar sobre la base de esas inter­
venciones. Prácticamente no nos pudimos imaginar las sorpresas y
obsequios que recibiriamos de los colegas, aprendices y familias<
Tres influencias principales obraron en nuestra decisión de produ­
cir el presente volumen. En primer lugar, mientras trabajábamos con
rituales terapéuticos y presentábamos nuestros resultados en conferen­
cias y por escrito, comenzamos a entrar en contacto con otros cünicos e
investigadores cuyos intereses eran similares a los nuestros. Lo más lla­
mativo en esta relación con nuestros colegas fue el descubrimiento del
amplio campo de aplicación de los rituales terapéuticos a problemas re­
lacionados con el ciclo de la vida familiar así como también a cuestiones
sociales más amplias a las que se enfrentan las familias. Cuando conoci­
mos a personas que basaban su trabajo cünico en modelos muy diferen­
tes del nuestro pero que encontraban eficaces los rituales terapéuticos,
comenzamos a preguntamos si éstos podrían constituir un proceso ca­
paz de trascender modelos específicos de la práctica. El presente volu­
men, en el que confluyen teóricos, practicantes e investigadores prove•
nientes de escuelas tel'apéuticas de pensamiento muy diferentes ilustra
nuestra creencia de que los rituales no están ligados con ningún modelo

17
en particular y que se pueden explicar desde los más diversos puntos de se encarga de desmistificar el diseño de rituales terapéuticos. Los lecto­
vista. res conocerán allí los elementos para planificar los rituales, entre ellos
La segunda influencia provino de los participantes e n.uestros símbolos, aspectos abiertos y cerrados de las instrucciones para los ri­
cursos y talleres, quienes nos plantearon el des fio de desm1st1ficar el tuales y los usos del tiempo y el espacio. Se describen y se ilustran con
diseño e implementación de los rituales terapéuticos. Nunca nos queda­ ejemplos técnicas rituales espeeíficas, como por ejemplo liberar, utilizar
mos tranquilos con esa idea de que los rituales surgen a partir de algún las diferencias, dar y recibir, ritual.izar el juego y documentar. Por últi·
"chispazo de genio terapéutico" y nos hemos esfo ado por comprender mo, se describen también otras consideraciones útiles para la planifica­
los elementos que intervienen en la creación de ntuales eficaces y por ción, como el uso de la alternancia, t.anto dentro de un mismo ritual da-
lograr que tales elementos pudieran enseñarse y aprenderse tanto a los do o en dos o más rituales, el uso de la repetición, con la combinación de
terapeutas como a las familias. . .. motivos y acciones, y el uso de equipos, entre ellos equipos en los que
La tercera influencia provino de las familias que nos perm1t1eron participan los miembros de la familia.
el acceso a los rituales que se producen naturalmente en su seno, que En la segunda parte, Rituales para parfjas, niños y adolescentes,
participaron en todos los rituales terapeúticos descritos en nuestr obra se le ofrecen al lector muchas ideas para el enfoque de los rituales y se
y quienes, a su vez, nos ensefiaron por medio de un proceso de reahme ­ le present.an rituales terapéuticos relacionados con diversas etapas del
tación que las familias son participantes creativos en el de.s r:rollo de rI· ciclo vital familiar. En el capítulo 4, Rituales normativos y terapéutiros
tuales terapéuticos. En este hDro se intente captar la sens1b1hdad de las en l,a terapia de parejas, Imber-Black se refiere primero a los rituales
familias frente al enfoque de los rituales y comunicar toda la riqueza normativos en la vida de cualquier pareja, como casamiento, aniversa·
que surge cuando las familias colaboran con nosotros. rios, fiestas y vacaciones, y muestra cómo puede utilizarlos el terapeu­
ta con propósitos terapéuticos, y luego describe el uso de rituales tera­
péuticos para diversas cuestiones que las parejas traen a la terapia. Se
Organización del libro examinan también rituales específicos para parejas homosexuales.
En el capítulo 5, Magia imiJ.ativa y contagiosa en el uso terapéuti­
El libro está dividido en cinco partes. En la primera, Definición Y co de rituales con los niños, de O'Connor y Hoorwitz, se amplían las ba-
elaboración de rituales los tres compiladores le proporcionan al lector el ses teóricas de los rituales terapéuticos, con la inclusión de la hipnosis y
contexto que no sólo sirve para presentar el tema de los rituales en su ]a teoría cognitiva de Piaget dentro de una práctica estratégica de tera­
totalidad sino que tembién lo orientan en la comprensión del modelo de pia familiar. Por medio de cuatro casos diferentes se ilustra un proyecto
rituales krapeúticos que utilizan los compiladores. En el capítulo 1, ritual eficaz para tratar problemas emocionales o ñsicos infantiles.
Encuadre: Definición, funcicmes y tipolog(a de los rituales, Roberts defi· En el capítulo 6, El uso de rituales en familias con adolescentes,
ne el ritual, efectúa una amplia reseña de la bibliografía antropológica Y Lax y Lussardi, mediante el modelo sistémico de Milán para la práctica,
1 terapéutica sobre los rituales, enfoca las múltiples funciones de los demuestra la posibilidad de aplicación de los rituales terapéuticos para
rituales y describe una tipología de los rituales, que incluye rituales co­ familias que se enfrent.an con el desarrollo de un adolescente. Este capí­
tidianos tradiciones familiares, celebraciones familiares, rituales del tulo se complementa con el 7, Mazel Tov: el bar mitzvah como un ritual
ciclo vi l yrituales terapéuticos. En el capítulo se hace un8: diferencia­ multigeneracional de cambio y continuidad, en el cual el investigador,
ción muy útil entre rituales terapéuticos y tareas terapéuticas; apare­ Davis, describo el ritual del bar mitzvah en cuatro familias muy dife­
cen cuestionarios de entrevista acerca de la vida ritual de la familia que rentes, considerando sus efectos sobre el funcionamiento individual,
puede·emplear el terapeuta y se ilustra el material con ejemplos de ca­ fmiliar y comunitario. Se describen sus implicaciones de compromiso te­
sos clínicos. rapéutico para otros rituales que se producen naturalmente durante el
En el capítulo 2, Motiuos rituales, Imber-Black define y describe ciclo vital
cinco motivos rituales como la pertenencia a la familia, curación, defini­ En la tercera parte, Cómo facilitar complejos procesos familiare11
ción y redefinición de 'ta identidad, expresión y negociación de cree cias por medio del ritual, se demuestran las múltiples aplicaciones de los ri.
y celebración. Cada motivo aparece trabajado t.anto en el caso de ntua­ tuales para resolver cuestiones familiares a menudo diñciles. En el capí
les nonnativos, que se producen naturalmente, como para los rituales tulo 8, Rituales terapéuticos paro· familias con miembros adoptados,
terapéuticos con el fin de poder orientar las elecciones del terapeuta Whiting analiza en primer lugar la importancia que tiene recurrir a los
cuando trabaja con rituales. Cada motivo se ilustra con materiales ca­ rituales en familias con miembros adoptados, y diferencia su camino ri·
suísticos. tual del que siguen las familias no adoptivas. Se ilustra este capítulo
Con el capítulo 3, Pautas para la elaboración de rituales terapéuti­ con el ejemplo de un caso completo en el que se utiliza la técnica ritual
cos, de Whiting, se completa la primera parte. En este capítulo Whiting del docwnento.
1
18 19
En el capítulo 9, Evaluación de rituales familiares en familias al­
cohólicas, de Wolin, Bennett y Jacobs, se presentan los resultados obte­ !ª planificación y uSo de rituales dentro de un grupo de formación. Se
nidos durante una década de investigaciones por este grupo dedicado al mcluye una serie de ejercicios desarrollados por los compiladores.
estudio de familias relacionadas con el alcoholismo. De esta investiga­ El vol_umen concl1:1ye co!l un breve Epilogo de Imber-Black, que
ción han aparecido conceptos para el examen de los rituales en términos apunta hacia futuras onentac1ones en el trabajo con rituales.
más generales. El hallazgo decisivo de que la preservación de los ritua­
lesfamiliares puede cumplir una función preventiva en las familias per­ EVAN IMBER-BLACK
mite subrayar la importancia del enfoque de los rituales para el trabajo
clínico.
En el capítulo 10, Rüuales sistémicos en la terapia sexual, Sanders
coloca los rituales terapéuticos dentro de nn modelo recursivo de terapia
sexual en el que se incluyen conceptos e intervenciones biológicos, de di­
rección de la conducta y sistémicos. El trabajo se ílustra con un caso
completo.
En el capítulo 11, Creación de la identidad familiar gracias al
cumplimiento de rituales por parle de los que contraen segundas nup­
cias, de Whiteside, se combinan la investigación y la práctica clínica
para demostrar la importancia tanto de los rituales normativos como te­
rapéuticos en los problemas que enfrentan las familias y parejas con
nuevos matrimonios. Ilustran el capítulo diversos ejemplos de casos sur­
gidos de la investigación de Whiteside coh familias que enfrentan un
nuevo matrimonio en su primer afio de formación y con algunos casos de
su práctica clúrica.
En la cuarta parle, Rituales, famüias y contexto social general, el
tema central son las relaciones entre las contiendas familiares, los ri­
tuales normativos y terapéuticos y las influencias y fuerzas que provie­
nen de los sistemas mayores y el conjunto del contexto político.y social.
En el capítulo 12, El uso del ritual en la redocumentación de la historia
psiquiátrica, Roberts y sus coautores, "A1exandra'' y "Julius", describen
un ritual muy eficaz cocreado por el terapeuta y la familia que anuló los
efectos de décadas de rótulos psiquiátricos. Este capítulo tiene sus ca­
racterísticas propias, en el sentido de que está escrito por el terapeuta
con comentarios de los pacientes, lo cual está en consonancia con el mé­
todo utilizado en la elaboración del ritual
En el capítulo 13, Mujeres y ritual en. la terapia famüiar, de La.ird,
se plantean problemas cruciales acerca del sexo en los rituales, se criti­
can muchos rituales normativos en la medida en que funcionan para
preservar los roles sexuales tradicionales, y se ofrecen ejemplos clínicos
de rituales terapéuticos capaces de acreditar a las mujeres.
En el capítulo 14, 1raumas políticos, opresión y rituales, Kohen
describe los efectos sobre el funcionamiento familiar e individual que
produjo la dictadura militar argentina y, por medio de un caso completo
profundamente conmovedor, demuestra el poder curativo del ritual tera­
péutico.
En la quinta parte, Rituales y entrenamiento en terapia familiar,
aparece el capítulo 15, Rituales y aprendices, de Roberts, que se ocupa
tanto de los rituales en las familias de origen de los aprendices como de

20
21
I
Definición y elaboración
de rituales

1
1

Encuadre: Definición, funciones


y tipología de los rituales
Janine Roberts

Problema de la definición

Ritual es una palabra que se ha utilizado en fonna tan amplia tan­


to en términos popuJares COIIJO en las disciplinas académicas que es ne­
cesario plantear el problema de la definición. Para su utilización clínica
en la terapia familiar, es necesario definir a1 ritual en forma lo suficien­
temente estricta como para diferenciarlo de otros tipos de interven­
ciones, pero también en forma lo suficientemente amplia como para
abarcar toda la gama de intervenciones rituales que las familias y los
clínicos puedan crear. En primer lugar voy a considerar cómo ha sido
utilizado el término en el campo de la terapia familiar, luego me refiero
a las raíces antropológicas de los rituales, para terminar con la defini­
ción de ritual quese emplea en esta obra.

El ritual utilizado en la terapia familiar de sistemas

El ritual fue introducido formalmente en los modelos sistémicos de


terapia familiar en 1974 por Mara Selvini Palazzoli, en su libro: Self­
Staruation: From the Intrap chic to the Transpersonal Approach to
Anorexia Neroosa. Este libro (gran parte del cual fue publicado original­
mente en italiano en 1963) tiene varios capítulos al final, esc,-itos a
principios de la década de 1970, en los cuales Pala.zzoli comienza por
describir el primer trabajo del grupo de Milán (en el que participaban
en ese momento G. Cecchin, G. Prata, L. Boscolo y la propia Pala.zzoli).
Todos eran psiquiatras que desde 1969 intentaban pasar del enfoque
psicoanalítico en la terapia al enfoque sistémico. En Self-Staruation, eJ
ritual en la terapia se define como "una acción o serie de acciones, acom­
pañadas por fórmulas verbales y en las que interviene la familia en su
conjunto. Como todo ritual, debe consistir en una secuencia regular de
pasos dados en el momento oportuno y en el lugar adecuado" (pág. 238).
En Self-Starvation se incluyen dos breves viñetas casWsticas. La
primera es un ritual para una familia con un niño de seis años y medio,
muy egresivo, que había sido tratado con dosis masivas de sedantes. El
equipo de tratamiento quedó muy sorprendido por el modo en el que se
permitía al niño comportarse en la casa con total malignidad, en formas

25

,!
que no hubiesen sido toleradas en otros niños por su carácter "enfermo". (tiempo, lugar, orden, etcétera) para la familia y algunaB 11eces se ejecu­
Como un modo de dar un encuadre diferente a la conducta de] niño, los tan acompañadas de mensajes verbales Oa bastardilla es nuestra). Des­
terapeutas recomendaron el siguiente ritual Todos juntos los miembros tacaron que el poder del ritual reside en el hecho de que está más cerca
de la familia debían dirigin;e en procesión al cuarto de baño, y allí cere­ del código analógico no verbal que del digital. También pusieron de ma­
monialmente volcar todas las medicinas en el inodoro una por una. Se le nifiesto las dificultades que comporta planificar de nuevo cada ritual
pidió al padre que le dijera solemnemente a su hijo: "Hoy 1:'s. médicos para las distintas familias.
nos dijeron que debíamos desprendernos de todas.estas med1cmas por­ Otro cambio producido en la definición del ritual por el grupo de
que est.ás perfect.amente bien. Sólo eres un niño malcriado y simple­ Milán se publicó en 1978. Palazzoli y otros presentaron la prescripción
mente ya no vamos a tener en cuenta tus caprichos". A meditl.a que se ritualizada de los días pares/días impares, donde se recomendaban sólo
vaciaba cada frasco de medicina, el padre t.ambién repetía: "Estás per­ los aspectos formales del ritual (por ejemplo, en los"días pares el padre
fectamente bien" (Selvini Palazzoli, 1974, pág. 237). El ritual creó un se encarga del cuid8do de los niños y en los "días impares" la madre) pe­
marco que permitía esperar que el hijo siguiera las normas familiares ro no se hacía referencia a las interacciones reales. Por lo tanto, este
de conducta. El segundo ritual se le recomendó a una familia con una tipo de intervención podía utilizarse con una cantidad de familias diver­
hija anoréxica (más tarde identificada como "Nora") en una evaluación sas en las que se tuviera la sensación de que los padres no tenían apti­
crítica más amplia del caso (Selvini Pala.:zzoli y otros, 1977). En·esta fa­ tudes simétricas para ocuparse de la conducta del niño. En Paradox
milia nadie podía hablar mal del poderoso dan extenso, de modo que se and Counterparadox (1978b) los miembros del grupo de Milán continua­
pidió a los miembros de la familia nuclear que cerraran las puertas con ron dando algunos ejemplos de rituales con "familias esquizofrénicas",
llave se sentaran durante una hora y cada uno se tomara la misma can­ destacando siempre la importancia de presentar el ritual en el merco
tidad de tiempo para dar sus opiniones acerca de las familias de origen. más amplio de una connotación positiva del dilema familiar.
Este ritual se proyectó para poder cambiar implícitamente la regla A la larga se puede advertir que la definición del ritual dei grupo
familiar acerca de la expresión de opiniones negativas sobre la familia de Milán va perdiendo fuerza. Se van apartando de esa idea de que
extensa. siempre se necesitan elementos verbales, dan menos importancia al he­
En el mismo año, el grupo de Milán (Selvini Palazzoli y otros, cho de recomendar un lugar o momento concretos para ejecutar el ri­
1974) informaron acerca de otros dos rituales. El primero fue un ritual tual, y se dan cuenta de que es mejor utilizar partes abiertas del ritual
de entierro para una familia con una hija pequen.a que había dejado de y no sumamente prescriptivas (por ejemplo con el ritual de los días im­
comer después de ]a muerte de su hennanito, que se produjo cuatro días pareSl'días pares, en el que la familia elige el contenido).
después de haber nacido. Nadie había hablado directamente sobre la En el mismo año (1978) en que se publicó en inglés Paradox and
muerte del bebé. Se le pidió a la familia que admitiera la muerte del be­ Counterpcuad-Ox, se publicó en holandés el libro de van der Hart sobre
bé de un modo que la nií\ita pudiera comprender. Tomaron algunas de psicoterapia y rituales. Van der Hart se había interesado por la relación
las ropitas del bebé y las enterraron al mismo tiempo que conversaban entre rituales y terapia a partir del trabajo del grupo de Milán, y·pudo
sobre lo que había sucedido. El otro fue un contrato ritualizado con un ampliar sus bases conceptuales mediante el estudio de los rituales he­
niño: dejar de ensuciarse los pantalones si los padres abandonaban sus cho por la antropología. Sin embargo, no se tuvo mucho acceso a esta
pretensiones de que le enderezaran los dientes Y Je recetaran anteojos obra en los Estados Unidos hasta que se la tradujo al inglés y apareció
especiales (por otra parte, los especialistas no creían que estas cosas le en 1983 con el título de Rituals in Psychoterapy: 'lronsition and Conti­
resultaran de mucha utilidad). El equipo no se ocupó de 1a cuestión nuity. Van der Hart define aquí los rituales como:
de la definición en este artículo, pero en cambio pusieron el acento en la
eficacia de los rituales, al decir: "Los rituales fa¡p.iliares de eSte tipo· ... actos simbólicos prescritos que deben ejecutarse de un modo deter­
minado y en cierto orden, y pueden o no estar acompañados por fónnula.s
se encuentran entre las técnicas terapéuticas máiimporlantes y efica·· verbales.
ces que hemos concebido en el curso de nuestra investigación para fo.. Además de los aspectos fonnales, debe distinguirse un aspect.o de los ri­
grar una intervención rápida y decisiva con familias disfuncionales"' tuales relacionado con la experiencia. El ritual se ejecuta con una buena
(pág. 438). dosis de compromiso. Si no, estaremos hablando de rituales vados.
En 1977 Pala.zzoli y sus colegas volvieron al problema de la defini., Hay rituales que se ejecutan repetidamente a lo largo de toda la vida
ción cuando describieron en forma más detallada el ritual utilizado cor, de los participantes; oR"os, por el contrario, se ejecutan sólo una vez (pero
la mujer anoré:xica, Nora, centrándose en el modo en que se empleaba el pueden realizarlos nuevamente otras personas). (Págs. 5-6.)
ritual para influir sobre el mito de "uno para todos Y todos para uno"
que sostenía la familia extensa estrechamente unida. Definieron el ri·· Van der Hart an i:za también la importancia de las partes a r­
tua] como el punto en el que las acciones se prescriben detalladamentu t sy cenadas del ritual. Las partes abiertas proporcionan la suficiente
1
26 27

, le,
flexibilidad como para que los participantes puedan dotar a la experien­ ción de Tumer puede usarse para rituales seculares si se deja de lado la
cia de .su propío significado evolutivo e idiosincrático. Las partes cerra­ frase "que tiene referencia a creencias en seres místicos".
das proporcionan la suficiente estructura como para dar seguridad a La definición de Turnar (1967) también destaca que son los símbo­
fuertes componentes emocionales, transmitir importante información los las unidades constitutivas de los rituales. Explica la significación de
cultural nueva y dar forma a las acciones. los símOOlos en tres aspectos: 1) capacidad de acarrear múltiples signifi­
Van der Hart amplía la definición del grupo de Milán al introducir cados, con lo cual contribuyen a las partes abiertas de los rituales; 2) los
la noción de rituales "vacíos" o huecos. Esto significa que el ritual pres­ modos en que los símbolos pueden unir diversos fenómenos muy dispa­
crito en la terapia no puede considerarse solamente a partir de la pers­ res que no podrian asociarse en formas complejas por medio de pala­
pectiva de lo que el terapeuta dice acerca del ritual, sino que debe bras, y 3) la capacidad de los símbolos para trabajar simultáneamente
entenderse también a partir de la experiencia de los participantes. La tanto con los polos sensoriales como cognitivos del significado.
importancia del compromiso en el ritual también está subrayada por la Rappaport, quien se ha ocupado de }a cibernética y de los rituales,
necesidad de incluir tanto las partes abiertas como las cerradas. Por úl­ también hizo notar que el término ritual nose limita a las práctiC!as re­
timo, Van der Hart admite que el ritual puede darse sólo una vez y que ligiosas. Este investigador puso en claro (1971) seis aspectos clave del
no necesita que se lo repita para poder ser definido como ritua l.1 ritual, especialmente las ceremonias colectivas, de las cuales un sector
son los riW4les familiares:

El ritual utilizado en antropolog(a 1. Repetición: no necesariamente sólo de la acción mto también del conte­
nido y la forma.
En el campo de la antropología nos encontramos con que, aunque 2. Acción: no 6610 decir o penaar algo sino también hacer algo.
3. Conducta o estiliuición especial: en las. que las conductas y los símbolos
los antropólogos no están de acuerdo acerca de los límites operacionales
se apartan de sus usos comunes habituales.
del concepto de ritual, se ha aceptado comúnmente la definición de ri­ 4. Orden: algún comienzo y final y contención de la espontaneidad.
la representación
tual de Víctor Turner como "conducta formal recomendada para ocasio­ 5. Estilo de presentación evocativo: por el cual mediante
nes gue no se prestan a la rutina tecnológica y que tienen referencia a y el enfoque se crea un "estado mental de atención .
creencias en seres o poderes místicos. El símbolo es la unidad mínima 6. Dimensión colectiva: donde existe significado social.
del ritual" (1967, pág. 19). Pero el propio Turner trasciende esta defini­
ción en su trabajo ulterior y toma en cuenta los denominados rituales En su úJtima obra Myerhoff (1977) acepta estos aspectos clave del
seculares en los cuales símbolos que en un momento fueron decisivos ritual y los utiliza, pero también pone de relieve los aspectos fisiológicos
para la acción ritual se han trasladado hacia otros ámbitos, como lapo­ del ritual, con sus "trajes, máscaras, colores, texturas, olores, alimentos,
,.i lítica, la publicidad y la ley. Inclusive en 1974 Turner llegó a organizar bebidas, canciones, danzas, decorados, encuadres, y demás" (pág. 199).
" (junto con Max Gluckman y Sally F. Moore) un Congreso en Burg War­ Además, esta autora analiza la contradicción inherente del ritual, en el
tenstein, Austria, con el título de "Rituales seculares". En el libro que se sentido de que un ritual define la realidad pero se produce en un tiempo
compiló a partir de las actas de esta reunión Moore y Myerhoff (1977) y espacio "sagrados" que están fuera de la "realidad" habitual. La tera­
pusieron de manifiesto que el estudio antropológico del ritual siempre pia trabaja con esta misma contradicción, puesto que se la considera co­
se había limitado a los aspectos mágicos y religiosos de la cultura, en mo un proceso destinado a reelaborar las interacciones cotidianas pero
parte porque los antropólogos por lo general han trabajado con socieda­ se produce en un tiempo y espacio especiales que están fuera de los lími­
des "en las cuales todo tiene un significado religioso..." (pág. 3). Sin em­ tes usua.les de la interacción cotidiana.
bargo, advierten que a medida que las sociedades se han secularizado
cada vez más, igualmente continúan albergando en su seno principios El pensamiento crítico y analítico, las actitudes que pudiesen afectar la
incuestionables que cumplen la misma función en la sociedad que la re­ ilusión de realidad son estigmas para el ritual. La ficción en la que se apo­
ligión; más adelante, subrayan la importancia de reconocer el "carácter ya el ritual tiene doa as.pect.os: primero, que los rituales no son productos
sagrado" de esos principios y los rituales que se llevan a cabo en rela­ artificiales, y segundo, que se hayan borrado las contradicciones implícitas
ción con ellos. Su definición de lo "sagrado" va más allá de la definición en SUB símbolos... Los rituales se distinguen de la costumbre y el simple
religiosa tradicional y se centra en la idea de lo especial: algo dotado de hábit.o por su utilización de símbolos. Su significación va mucho más allá
un.significado fuera de lo corriente. Esto se corresponde con la idea de la información que transmiten. Pueden ejecutar tareas, acompañar pro·
de Durkheim (1915) de que el ritual funciona como un marco que pone cedintient.os rutinarios e instrumentales, pero siempre los trascienden por­
que dotan de un significado más amplio a las actividades con las que se
de relieve lo sagrado como un orden de cosas separado. Goody (1977), asocian. (Myerhoff, 1977, págs. 199-200.)
aunqU:e no acepta totalmente la palabra ritual, advierte que la definí-

28 29

,',;,,,
Por lo tanto en la definición del ritual queproviene de la antropo­ miembros de la familia o los clínicos incorporen múltiples significados,
logía se agrega l importancia del poder de los símbolos, la necesidad de as{ como también para una variedad de niveles de participaá6n.
la acción, los aspectos fisiológicos y la coordina ión del orden y la espon­ Un modo de convertir en operacional esta definición es comparar el
taneidad. Todos juntos, estos aspectos se combman para crear el marco ritual con las tareas más comunes que se dan en la terapia familiar
de lo "especial" que trasciende lo cotidiano. Además, también se han (véase el cuadro 1).
aceptado las tres etapas del ritual a las que se refirió por primera vez
Van Gennep en 1909. En la primera etapa, sepa1JlCión, se efectúan pre­
parativos especiales y se incorporan nuevos ooflócimientos con el fin de Ejemplo de un caso: mezcla, correspondencin
establecer el marco para caracterizar un acontecimiento determinado. y mascarada con sombreros
Este momento de preparación para el ritual es una parte tan importan­
te del proceso ritual como el acontecimiento real mismo. La segunda Para aclarar estas diferencias, se describirá un caso tomado de un
etapa es la liminal o transicional, en la que las personas de hecho párti­ equipo en la Universidad de Massachusetts que utiliza la hipnoterapia
cipan en el ritual, hacen nuevas experiencias y asumel'!, roles !1uevos, ericksoniana y los enfoques de Milán. Se recurre a una tarea y a un ri­
nuevas identidades. La tercera etapa es la de reagropacwn o rei_ntegra-· tual proyectado para resolver el mismo problema.
ción, en la que las personas vuelven a conectarse con su comunidad er., Una madre se presentó en busca de tratamiento con su hija adoles­
la nueva situación a la que han llegado. cente y su hijo de 10 años. La familia había identificado al niño corno la
Antes de llegar a la definición de ritual quese utiliza en el presen· persona que tiene problemas. Presentaba frecuentes rabietas en la casa
te libro, la cual tiene sus raíces tanto en la antropo1ogía como en la te y tanto la madre como la hija se quejaban de que no se adaptaba a las
rapia familar, es necesario hacer una importante distinción entre e!.
uso del ritual en contextos culturales (concepción antropológica) y el uso
del ritual en el contexto de la terapia. Ritual no es sólo la ceremonia e,
representación real, sino también el piOceso total de preparación parn CUADRO 1
el ritual, la experiencia misma y la reintegración posterior a la vida
cotidiana., Esto se debe tener en cuenta muy especialmente cuando se Diforen.c.in entre ritual y tarea
trabaja con rituales en la terapia porque en cierto sentido es necesario
desarrollar las tres etapas en su totalidad. En los rituales culturales, RITUAL TAREA
las tres etapas ya han quedado cl ramente definida e incor orada.5
l. Trabaja con significadO!i múltiples l. Mayor concentración en el nivel
en el proceso (por ejemplo, en Navidad, preparar el arbol, ocma,r las conductal de la tarea, las acciones.
comidas especiales, comprar los regalos en secreto, luego viene la ce­ en los niveles conductales, cogniti­
vos y afectivos.
lebración concreta de la Nochebuena y la Navidad, y finalmente desar­ 2. Se da más importancia a la pres­
1 mar el arbolito, escribir las tarjetas de agradecimiento, etc.). Estotl 2. La intervención incluye partes crip:;ión de la intervención con un
procesos tienen que llegar a convertirse en rituales terapéuticos. No ne­ abiertas y cerradas, con espacio resultado previsible. (A menudo el
cesariamente se pueden aprovechar en forma directa años de tradición. para que la familia improvise den­ tarapeuta puede prever: "si la fa-
Además, en los rituales terapéuticos conscientemente s trata de crea, tro de las partes más abiertas. El milia realiza la tarea de esta ma­
una nueva tradición y no de hacer las cosas "del mismo modo que terapeuta no necesariamente está nera, entonces ocurrirá esto".)
antaño". seguro de lo que la familia va a
crear con el ritual. Tampoco está
particularmente interesado en pre­
decir qué aspecto" tendrá la (ami­
Definición fund,onal del ri.tual lia después del ritual.
Los ri.tuales son actos simbólicos coevolutivos que incluyen no sólo 3. Apoyo en símbolos y en la acción 3. Más apoyo en lo concreto y poca
los aspectos ceremoniales de la presentación real del ritual, sino tam­ simb61ica. importancia de la polivalencia de
bién su proceso de preparacidn. Puede o no incluir palabras, pero con­ los símbo1ós.
tiene partes abiertas y cerradas que se "mantienen" unidas por medio de
una metáfora orientadora. La repetición puede formar parte de los ri­ 4. La preparación o de rrollo con­ 4. Se pone el acento en el verdadero
tuales ya sea en el nivel del contenido, la forma o la ocasión. Puede ha­ junto de la ceremonia es una parte hacer, no nece.5ariamente en la
ber espacio suficiente en los rituales terapéuticos para que los diúerso.; esencial del ritual. preparación.

30 31
normas familiares. El ex marido acababa de volver a mudarse cerca de
la :zona, después de haber permanecido lejos- aproximadamente durante CUADR02
6 años. La madre tenía una nueva pa-reja que vivía con el1os pero que no RITUAL TAREA
quiso concurrir a las sesiones ni hacerse cargo de los niños. Simplemen­
te quería ser amigo de los hijos. l. Significados múltiples de los som­ l. Acento en conductas específicas.
En el curso de las conversaciones con la familia, la madre dijo que breros "buenos" y "malos", quién Mami tiene que señalar doblemen­
e11a y su ex marido habían efectuado algún tipo de terapia de pa-reja an­ puede usarlos, ponérselos y sacár­ te las conductas positivas de su hi-
tes de divorciarse. En ese momento, en la terapia, el esposo estaba iden­ selos. jo y conversar doblemente con su
tificado como el "hombre del sombrero negro" y ella era "la inujer del pareja sobre cómo la lrija comenta.
sombrero blanco".2. Estos roles los habían traído cada uno de ellos de sus la.s conductas "buenas" del lrijo.
familias de origen (el niño malo y la niña buena). La madre declaró que 2. Una cantidad de partes abiertas, 2. Se orienta a los miembros de la fa;
en la terapia anterior había resultado muy útil explicitar estos roles. entre ellas si hay que comprar milia para que ejecuten acciones
A medida que avanzarnos en el trabajo con la famjlia, nos dimos sor.:ibreros para los gatos, localiza­ con pocas partes abiertas.
cuenta de que sorprendentemente se producía la misma distinción en la ción de los sombreros, momentos
generación siguiente. La hija era el "sombrero bueno", mientras que el en que se los cambian.
hijo era el "sombrero malo". La hija era la confidente de la madre y se 3. Símbolos clave y acciones simbóli­ 3. No se incluyen símbolos ni accio­
desempeñaba en gran medida como figura parental respecto de la disci­ cas como los sombreros y las posi­ nes simbólicas.
plina del niño "malo". El hijo se encargaba· de cuestiona-r las normas fa­ bilidades de usar sombreros de di-
miliares, era mucho más abierto y más susceptible a hablar de las cosas ferente color y/o del mismo.
que lo perturbaban. 4. Preparación: la familia en su con­ 4. Se eligen personas pe.re. desempe·
En la cuarta sesión, hicimos una cantidad de preguntas acerca de junto (incluyendo al novio que se ñar las tareas. No se da ninguna
quién usaba "sombreros blancos y negros" tanto en la casa como fuera manifestó ambivalente respecto de importancia a la preparación.
de ella y en qué momentos. Descubrimos que el hijo usaba algunos som­ la concurrencia a las sesiones), que
breros "buenos": tocaba la trompeta, tenía bastante talento musical y en va a comprar los sombrerns y elige
un lugar para colocarlos, aparece
realidad le iba bastante bien en la escuela. La hija usaba a veces el como pwte esencial del ritual.
"sombrero negro" cuando hacía trabajos de baby-sitter y algunas otras
tareas fuera de la casa y no las desempeii.aba totalmente bien. También
preguntamos qué sombreros usaba el novio como para incorporar su
presencia en la habitación. Para nuestra sorpresa, durante las conver­ ralos gatos. Luego, les pedimos que se sacaran los sombreros en un lu­
saciones nos encontramos con que tenían un gato blanco y uno negro y gar de la casa donde experimentaran la sensación de mayor conexión.
que percibían al blanco como el "bueno" y al negro como el "díscolo". Dijeron que era junto a una chimenea alrededor de la cual solían·Teu­
Si le hubiésemos dado alguna tarea a esta familia al final de la se­ nirse. A continuación les pedimos que usaran los sombreros cuando qui­
sión, tendría que haber sido más o menos la siguiente: "Mami, durante sieran llamar la atención porque estaban desempeñando roles diferen­
,.¡, la próxima semana, fíjese bien cuando su hijo muestra conductas positi­ tes de los habituales; por ejemplos, si el hijo quisiera llamar la atención
',, vas y doblemente déle las gracias por ellas en forma inmediata. Anote sobre el hecho de que se estaba portando como un sombrero bueno, po­
todas esas veces y trafgalas a la sesión. Además, analice con su pareja día ponerse un sombrero blanco. O bien otro miembro de la familia
por lo menos dos veces cada semana el modo en que su hija hace comen­ podría adoptar el sombrero malo, o dos sombreros al mismo tiempo, o
tarios sobre la buena conducta de su hermano." ponerle un sombrero a otro participante. Les pedimos que hicieran wia
Pero en cambio lo que les dimos fue un ritual de it:kntidad destina­ mezcla sobre quién podía usar los sombreros, cuándo y dónde.
do a reelaborar y establecer roles nuevos al favorecer la inversión de ro­ En muchos sentidos ésta es una tarea muy diferente de la descrita
les (véase el cap. 2 sobre Motivos rituales). Le pedimos a la familia, in­ anteriormente. En primer lugar, es_l;án los símbolos de los sombreros y
cluyendo a la pareja de la madre, que fueran a comprar dos sombreros las acciones simbólicas que implica hacer la elección consciente de po­
blancos y dos negros, que podían ser de diferentes tamaftos y formas nérselos y sacárselos (es decir, se puede controlar conscientemente la
(esta intervención se produjo en la semana de la fiesta de Todos los san­ propia conducta) o ponérselos a otra persona ("veo e interpreto tu con­
; ¡,
tos). Si ellos querían, podían probarse diferentes sombreros, ver cuáles ducta de modos determinados"). Esto abría la posibilidad de redefinición
les gustaban más para cada uno, en suma, divertirse un poco mientras de los roles, así como el cuestionamiento de las normas generacionales
se los probaban. Inclusive, hasta podrían buscar algunos sombreros pa- implícitas basadas en la pertenencia a un sexo. También hay muchas

32 33
'
partes abiertas en lo que se refiere a la e ecc ón de sombreros, si conse­ amplio espacio para examinar tanto los aspectos complajos de la carrera
guir sombreros para Jos gatos o no, locahza_ción de los sombrer s_e!1- la de la persona que se jubila como el proceso real de su retiro. Esta fue
casa y decidir cuándo usarlos; permite por cierto un ayor flex:ib h1ad. una ceremonia particularmente conmovedora porque la funcionaria que
familiar al mismo tiempo que introduce una nota lud1ca Y humonstica. se jubilaba, Susan Marks, directora de una escuela de enfermeria, había
El ritual es acción orientada en dos aspectos: salir juntos a buscar los estado enferma durante los últimos meses y nadie sabía exactamente de
sombreros y la movilidad de los sombreros de una persona a otra. Ade-· qué enfermedad se trataba, aunque habían circulado algunos rumores
más, el proceso·de preparación del ritual: ir a b scar losso. brero.co-· de que su vida corría peligro. Por lo demás no quedaba muy claro en qué
mo una familia y decidir dónde ponérselos, acentua la cohes10n fanuhar. medida su jubilación era voluntaria y había cierta confusión respecto de
La preparación para el ritual es tan i porlante o o elrit al mismo. la verdadera eficacia de su gestión. Una cantidad de gente que había
Por último se trabajó con múltiples niveles de s1gmficado, mcluyendo trabajado con Susan Marks prefirió no concurrir y aquellos que asistie­
relaciones Pasadas, actuales así como tambi n posibles roles_futuros. ron habían pasado un tiempo sin haber resuelto la ambigüedad acerca
Entre las distinciones decisivas entre ntual y tarea se mcluyen loti de si su retiro era voluntario, si la enfermedad era mortal, y la falta de
múltiples significados que entraña el ritual y us síi_nbolos, la impo ­ definición sobre la persona que los conducía. La gente se reunió para ce­
ciaque se le da a la coevolución del proceso ritual Junto _c_on la familia, nar, oír los discursos y entregar los obsequios correspondientes.
la inclusión de partes abiertas y el acento en la preparacion que se con­ De las diez personas que hablaron durante la cena, la mayoría co­
sidera tan import.ante como la ejecución misma del ritual (véase el cua­ menzó por hacer una semblanza personal de su relación con la doctora
dro 2). Marks. Esto les permitió fundamentar simultáneamente sus roles como
enfermeras, docentes, escritores subvencionados y administradores de
hospitales, con lo cual se pusieron de relieve las importantes relaciones
Funciones de los rituales que algunas personas habían tenido con la doctora Marks y su trabajo
en el contexto de la ausencia de muchas personas que no habían podido
Elritual es una expresión en términos metafóri- . mantener ese contacto con ella. A continuación de esas viñetas, todos
cos de las paradojas de la existencia humana. · los oradores continuaron refiriéndose a la significación del trabajo de la
C. Cr?Cker (Shaughnessy, 1973, pág. 47) doctora A medida que iban describiendo su trabajo a nivel nacional por
medio de sus contribuciones escritas, a nivel estadual prácticamente
Los rituales proporcionan "marcos de expectación" (Douglas, 1966) con un carácter de cabildera legislativa, y a nivel universitario por los
en los cuales, por medio del uso de la repetición, a familiaridad y la múltiples cargos que había desempeñado, comenzó a hacerse evidente el
transformación de lo que ya se sabe pueden producirse nuevas conduc­ alcance de su obra. En última instancia se bosquejó una concepción del
tas acciones y significados. En los rituales el tiempo se desintegra. Los trabajo de la persona que se retiraba mucho más amplia que la que pu­
ca bios presentes están basados en tradicio1;1es pasadas .mientras que diera haber presentado una sola persona. Al final, las personas hicieron
,!' se van definiendo las relaciones futuras. Particulannente import.ante es comentarios sobre cómo les gustaría que fueran sus nuevas relaciones
el componente de acción en los rituales, en el sentido de que éstos no he.­ con la doctora y cómo podrían trabajar con ella en el futuro. Por ejem­
blan acerca de roles, normas, relaciones y concepciones del mund?, sino plo, el tipo de proyectos sobre los que podrían consultarla, las clases que
en roles relaciones normas y concepciones del mundo en la medida en ella podría venir a dar y los lugares a los que les gustaría ir con ella. Se
que son'éstos los elementos que se "?1odifican e11: el ri.t l (Davis, 984). había comenzado a producir una modificación de los viejos roles y rela­
Más allá de la acción los rituales tienen a su disposmon la densidad .Y ciones a medida que la gente comenzaba a defmir nuevas posibilidades.
. la polivalencia de los 'símbolos. Los símbolos,. que s?n !ª unidad míni rn1. Además, una de las personas que habló recientemente había teni­
·_·¡jel ritual (Turner, 1967), pueden tener múltiples significados muy dife­ do un ataque de una enfenr:iedad muy grave. Sus comentarios acerca de
rentes y"también la posibilidad de describir lo que no puede expresarse cómo todo esto había afectado su vida y la felicidad que experimentaba
económicamente con palabras. Por ejemplo, una red puede verse tanto por haber tenido la fuerza de estar presente allí esa noche abrieron un
como un símbolo de avasallamiento como de seguridad. La capacidad de espacio sumamente conmovedor como para que la gente pudiera experi­
los rituales para vincular tiempos, mantener contradicciones_ y trabajar mentar indirectamente algunos de sus propios temores respecto de la
con cambios de relaciones en la acción nos provee de herramientas muy enfermedad de Susan Marks que no podían analizárse abierta.mente.
concretas para trabajar con las incongruencias entre lo ideal Y lo real y Al final de los discursos y las preguntas muy abiertas de los concu­
poder sostenerlas. ·· rrentes, se presentaron dos símbolos como obsequios del grupo. El pri­
En una ceremonia de jubilación que observé se representaron nue­ mero era la escultura de una bailarina de diseño abstracto que daba
vos roles y relaciones, en la medida en que el ritual proporcionaba un una sensación de potencia y energía con su movimiento hacia el e_spacio

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,IJ··! i
y al mismo tiempo parecía inmóvil con la pierna lev n da enunap si­ cial vigente (Comstock, 1972). Tumer (1974) propuso trascender este
ción fija. Esto recogía la dualidad que muchos atnbman a la gesbó análisis y tornar en cuenta las relaciones de tensión que mantiene el ri­
realizada por la doctora Marks, que se había mostrado sumamente acti­ tual respecto de la estabilidad y el cambio. Al mismo tiempo que el
va entre bastidores pero un tanto estática cuando se trataba de tomar ritual caracteriza el orden social, puede transformar y destruir la es­
import.antes decisiones cotidianas. El otro obsequi? era un retrato for­ tructura social y establecer nuevas normas y nuevas tradiciones. Por lo
mal de la jubilada que a partir de ese momento se 1ba 8: c?lgar en el sa­ tanto, el ritual nosolamente puede señalar una transición sino también
lón de conferencias de la administración. Cuando se exhibió el retrato se efectuarla al mismo tiempo.
hicieron una serie de comentarios del tipo de "Vamos a poder mirarla Por ejemplo en las bodas, algunas partes de la ceremonia parecen
cuando estemos reunidos en este salón y pedirle consejos" y "Sabemos estar centradas específicamente en señalarle al orden social que esta
que nos estará observando". A partir de ese momento sól? u presencia nueva pareja se une del mismo modo en que lo han hecho anteriormente
simbólica estaría en el edificio. AJ marcar las nuevas pos1c1ones y reco­ millones de parejas (intercambio de anillos, hacer los votos de "hasta
nocer el alcance de las antiguas, la ceremonia proporcionaba un e pacio quela muerte nos separe", y anunciar su nuevo carácter de "esposo" y
seguro en el que se podían sostener por un período brev la,s mcon­ "esposa"). En la cultura occidental éstos son losmodos comunes para in­
gruencias entre la gestión real de Susan Marks y una esbón ideal l dicar la transición a nna nueva familia nuclear. Esta transición no sólo
mismo tiempo que el hecho de reunirse en .un solo espac10 puso de re!1_e­ se señala sino que se efectúa al mismo tiempo. Los padres "entregan" la
ve quién había elegido no venir a homenaJear a S san Marks, ta b1en novia al novio con lo cuai simbolizan que éstos se desprenden de sus
proporcionó un escenario público en el que las demas per o as pud1ero_n respectivas familias de origen.4 Durante la boda, la posición de los pa­
admitir sus relaciones estrechas y duraderas con ella S1 bien no podía dres en relación con los hijos que se casan sufre un cambio. AJ final de
hacerse referencia a su enfermedad públicamente, la aparición en públi­ la ceremonia, la pareja ya sale junta y más tarde parten solos hacia un
co de la doctora Marks en un buen estado de ánimo y la descripción de lugar especial para pasar su luna de miel. Además de los nuevos roles
la enfermedad de su colega permitieron que se efectuara un reconoc)­ que adopta la familia cercana, es posible que también se les solicite
miento indirecto. El esclarecimiento de lo que Susan Marks había reali­ cumplir nuevos roles a la comunidad de testigos que se reunieron para
zado en su trabajo se combinó con una definición clara del abandono de festejar el acontecimiento. Un nuevo ritual que he visto recientemente
su antigua posición. . en las bodas consiste en pedir a los invitados que se pongan de pie, ex­
Los rituales cumplen múltiples funciones, a las que se han refen?o tiendan una mano hacia la pareja y les prometan que le proporcionarán
claramente los diversos estudiosos del ritual.3 En este apartado, relac10- apoyo comunitario tanto en losbuenos tiempos como en las épocas de di­
nado esencialmente con los aportes de la antropología, estudiaré las ficultades.
funciones de los rituales en la medida en que éstos ayuden a aclarar lo AJ mismo tiempo que la transición se efectúa y se sei'iala, en la ce­
que ocurre cuando las familias participan en rituales cotidianos, fami­ lebración se abre un espacio para el establecimiento de nuevas tradicio­
liares y también culturales y religiosos. nes. Por ejemplo, la pareja puede elegir para su luna de miel un lugar al
que podrán volver para celebrar sus aniversarios. Cuando se toca en la
fiesta el "Vals del aniversario", esto no solamente puede apuntar a re­
Estructura, acción y significado: gistrar los aniversarios de las personas que asisten a la boda sino que
el ritual como sistema de intercomunicación también puede iniciar la tradición de celebrar el aniversario de la pare­
ja que se casa. Turner (1975) criticó el paradigma sociofuncíonalista tra­
Visto desde su "interior" simbólico (y no desde su "exterior"' funcionalís­ dicional de la siguiente manera:
te., el ritual puede considerarse como un sistema de inte.rcon_iunJcación
simbólica. entre el nivel del pensamiento cultural y compleJOS s1gruficados ... no basta simplemente con considerar a las moléculas simbólicas del
culturales por un lado, y el de la acción social y el acontecimiento inmeclia­ ritual como unidades de almacenamiento de la informadón. Se trata de
to, por el otro (Munn citado por Doty, 1986, pág. 72). esto y de algo más, y con el "nÍás" pasamos al campo de la clinámica social
en la que el ritual no sólo mantiene las formas tradicionales de cultura si­
Los primeros antropólogos sociales pusieron de relieve cómo el ri­ no que se transforma en las épocas de grandes crisis en el instrumento
tual refleja y sostiene un orden social y señala vínculos.comunitarios e:­ que permíte adaptar nuevas normas y valores a las formas simbólicas
pecíficos (Hallowell, 1941; Radcliffe-Brown, 1952). El ntual fueconcebi­ constantemente vigentes y eliminar las antiguas de} polo ideológico de los
do como un elemento que promueve la estabilidad intergrupal, o bien símbolos decisivos (pág. 80).
ofrece un lugar controlado y seguro para resolver p_roblemas personales
y sociales y también como un elemento que convalida la estructura so- Por ejemplo, en el caso que describe lrnber-Black en el capítulo 2
de una pareja con dos hijos que decide "volver a casarse", los padres

36 37
compraron cuatro vasos especiales con el nombre de cada p rsona ins­ muy diferentes entre sí (mixta, nuclear, de inmigrantes '!'USOS y de mi­
crito en ellos. Est-Os vasos se utilizaron para que cada uno bnndara por sioneros jasídicos) encontraron los modos de transformar el mismo ri­
los otros en la ceremonia del "nuevo matrimonio". Luego los miembros tual y crearon significados para satisfacer sus necesidades evolutivas
de la familia comentaron acerca de cómo planeaban usar los vasos en específicas.
otros momentos especiales para la familia. Además celebraron su fiesta Desde el momento en que se combinan en él tanto la perspectiva
de "'nuevo matrimonio" en nn hotel y dijeron: "Volveremos al mismo ho- cultural como la perspediva social de la antropología, el ritual funciona
tel el año próximo". . como un elemento para mantener y al mismo tiempo crear la estructura
A diferencia de la importancia que otorgan los antropólogos socia­ social de individuos, familias y comunidades sociales, así como también
les a la estructura y el ritual, los antropólogos culturales han puesto el para mantener y crear concepciones del mundo. Puede actuar como me­
acento en el significado del ritual y en cómo la gente construye maP:as diador entre doscampos, el de la estructura y el del significado, en for­
de su realidad, cómo explican aquellas partes del cosmos a las que mn­ ma tal que cada uno defina, refleje y permita aclarar al otro. Como ex­
guno de nosotros puede permanecer indiferente: nacimien , Y rnue_rte, plicó Doty en su excelente reseña del estudio del mito y el ritual (1986):
noche y día, cambio de las estaciones, guerra y paz, ep racion y solida­
ridad (Culler, 1987). Los rituales conllevan un sigmficado cultural No es mi intención desarrollar solamente una posición sociofuncionalis­
transmitido a través de las diferentes experiencias de las generaciones, ta en la cual el mito y el ritual se consideren casi exclusivamente por su
al mismo tiempo que ofrecen la oportnnidad de crear nuevos paradig­ función constructiva de proporcionar la argamasa que mantiene unidas a
mas y nuevas metáforas. las sociedades y les permite adaptarse a las polarizaciones de la existencia
En la celebración de la Pascua exis_ten múltiples significados que personal... Me gustaría poder superar esa posición y para ello destaco que
han sido transmitidos con los símbolos del conejo y los huevos en térmi­ los mitos y rituales hacen eso y algo más. Específicamente, no sólo propor­
nos de fertilidad, la vida en una época del año en que la tierra comienza cionan soluciones funcionales de tales problemas sino que además son
creativos, en la medida en que constituyen medios de comunicación a tra­
a florecer nuevamente, y fecundidad. Inclusive la etimología de la pala­ vés de los cuales las personas encuentran sistemas significativos de. sím­
bra (en inglés Easter viene de la diosa Eostre) significa despertar. En el bolos para identificar sus propias experiencias. Los mitos y rituales son
conjunto de la cultura esta festividad puede significar un renacimiento portadores de las evaluaciones tradicionales que hacen las sociedades
desde una época del año en estado latente. Dentro de este contexto, l s sobre los valores atribuidos a tal o cual experiencia; además, ofrecen un
familias crean nuevas metáforas individualizadas que vuelven operacio­ instrumento importante para atravesar las propias experiencias vitales
nales algunos de estos significados, así como también algunos otros que cuando se transforman en recursos para identificar, rotular y relacionarse
son importantes para su propio desarrollo familiar. Los huevos se pue­ con las fuerzas que se sienten como activas dentro del propio entorno.
den decorar al estilo de la abuela, o se pueden entregar de una genera­ (pág. 127).
ción a otra huevos pintados de una manera especial.
En Massachusetts, un grupo de 10-12 familias se han reunido du­ La capacidad del ritual de funcionar como un sistema de interco·
municación entre estructura y significado le confiere vigorosas posibili­
/ rante varios años para Pascua cerca de un río al sur del Amherst dades de transformación.
College en un lugar que da sobre las colinas y se extiende hacia el sur
de la ciudad de Holyoke. Cada uno trae comida para compartir en un es­
pléndido picnic. Uno de los años en que participé de esa experiencia, los Otras funciones de los rituales
niños jugaban mientras los adultos escondían los huevos y las sorpresas
que cada uno de ellos había preparado con sus hijos para hacer luego la El ritual puede mantener al mismo tiempo los dos aspectos de una
búsqueda. Luego aparecía por detrás de la colina el conejo de Pascua y contradicción. Todos experimentamos las paradojas fundamentales co­
les explicaba a los niños lo que significaba emprender jnntos la búsque­ mo vida/muerte, conexión/distancia, ideaVreal, bien/mal. El ritual puede
da de algo con lo que podían alimentar tanto su cuerpo como su imagi­ incorporar ambos aspectos de las contradicciones de modo que sea posi­
nación y cómo los niños mayores debían compartir con los más peque­ ble manejarlos simultáneamente. Por ejemplo una ceremonia de casa­
ños todo lo que iban a encontrar. Entonces los niños corrían hacia el río miento conlleva tanto pérdida y dolor como alegria y festejo. La gente
y hacia los bosques y se ayudaban unos a otros en la búsqueda de los suele decir: "No pierdes una hija sino que ganas un yerno". Los padres
huevos se agasajaban mutuwnente y permitían que los más pequeños entregan a su hijo al mismo tiempo que reciben a un nuevo miembro de
tomar ladelantera. Estas familias crearon su propio significado de la la familia extensa.
búsqueda, colaboración y ayuda para sus fies s deorigen. En Kumasi, Ghana, una vez participé en una danza funeraria
En el capítulo que se refiere a los bar m1tzvahs de cuatro fam1has, ashanti: todos mirábamos en la misma dirección formando nn amplio
Judy bavis pone de relieve de qué modo cada una de cuatro familias círculo y nos movíamos en la ·dirección de las agujas del reloj al ritmo de

38 39
una orquesta de tambores. Cada persona a su turno se indinaba y se re­ agosto se reunieron todos los miembros de la familia provenientes de
torcía, como para experimentar el dolor y la pérdida por ]a persona que distintas partes del país y decidimos ir a ]as montañas y elegir una pie­
había muerto. Pero el movimiento se hacía dentro del contexto del gru­ dra de un senderito al que é] le gustaba mucho ir de excursión en las
po en su conjunto: cada uno sentía el dolor y luego volvía al grupo a en­ Cascadas del Norte. Entre todos acomodamos bien la roca en el auto y
contrarse con los otros, a movilizarse con su energía y a celebrar nues­ la llevamos a Seattle. El día de ]a ceremonia mi hermano mayor tocaba
tra propia vida y nuestros cuerpos. En el movimiento mismo aparecían un caramillo sureño mientras salíamos de la casa· en procesión y nos
los dos aspectos de la vida y la muerte. reuníamos alrededor de la piedra. Todos juntos la levantamos y la pusi­
El ritual puede constituir un medio de que la gente encuentre mos en el lugar que le habíamos destinado en medio de unas plantitas
apoyo y contención para las emociones fuertes {Scheff, 1979). Por ejem­ de siemprevivas. Luego compartimos recuerdos que cada uno tenía de
plo, para un velatorio, o para pasar los siete días, existen determinados Mark y hablamos de lo que nos gustaría para él en el futuro. Hubo mu­
tiempos prescritos para el duelo. Se reúnen grupos de personas para chas lágrimas y algunas risas mientras hablábamos y nos íbamos sin­
apoyarse mutuamente en su aflicción, se traen comidas compartidas, tiendo más unidos. Mi madre nos mostró wi álbum con fotos de Mark y
hay que usar determinada ropa y se dicen ciertas palabras. Proporciona recuerdos escritos y nos pidió que tratáramos de agregarle algo cada
seguridad el saber que uno puede experimentar los sentimientos más wio. Este álbum, que mi madre guarda en su casa, constituye un medio
profundos pero dentro de ciertos límites precisos y con el apoyo del gni- activo que hoy nos permite hablar confiadamente acerca de nuestros
po. Del mismo modo, los aspectos ritualizados de los funerales pueden sentimientos profundos respectq de.Mark Y. contribuye a que perduren
proporcionar cierta contención para lossentimientos profundos. nuestros recuerdos. También están allí las fotografías de la ceremonia
En mi familia de origen, tengo un hermano menor, Mark, que estu­ que tomó mi cuñado. Mi hija de cuatro años, que participó en el ritual,
vo ausente durante cinco años. Es alcohólico, y un día desapareció del eligió poner el nombre de "Ceremonia" a una muñeca traída de China
centro de tratamiento para el alcoholismo al que había concurrido volun­ que le habían regalado el día anterior, y con frecuencia pregunta por "el
tariamente. Tuvimos que vivir con la terrible ambigüedad de no saber si ausente Mark".
estaba vivo o muerto. Además, como no sabíamos si podía estar vivo, no El ritual puede facilitar la coordinación social entre individuos,
existe ningún ritual {como las exequias) que permita a la gente reunirse familias y comunidades y entre el pasado, el presente y el futuro. Davis
y señalar esa pérdida. En el primer momento, después de su desapari­ (1987), en su estudio sobre los bar mitzvahs, examinó de qué manera el
ción, los miembros de la familia solían hablar de él y se referían en gene­ proceso de esta ceremonia define un lugar para cada niño que se va con­
ral a los med.ios que se utilizaban para tratar de encontrarlo. Pero, con el virtiendo así en adulto y adquiere una situación diferente dentro de su
tiempo, como no aparecían señales de su paradero, cad_a vez .se hacía familia, del grupo de pares y de la comunidad. Tiene que mostrar que
más difícil tener una conversación acerca de él. Nos sentiamos impoten­ domina la lengua sagrada, el hebreo, y demostrar que puede dirigir a la
tes y sin saber bien qué hacer. Más adelante vinieron las culpas y acusa­ congregación durante un breve período. El ''joven" que hizo su bar mitz­
ciones {cada uno podría haber hecho algo más para ayudarlo), y empeza­ vah se transforma en un adulto para la comunidad judía y se puede con­
ron a actuar las supersticiones residuales de que si nos referíamos a él tar con él para formar un minián. Al mismo tiempo se reconoce la nueva
como si estuviese muerto eso podría en algún sentido matarlo. 'Tudas es­ situación de la familia. Ainstancias de la familia, todo el grupo familiar,
tas cuestiones se potenciaban asimismo por el hecho de que mis padres se reúne también con los amigos para celebrar estos cambios. Todos en­
estaban divorciados, la familia vivía dispersa en lugares muy alejados tregan obsequios al joven adulto para reconocerle su nueva situación.
entre sí y muyraramente llegábamos a estar todos reunidos. La comunidad en su conjunto se conecta también con toda la tradi­
Entonces mi madre comenzó una tetapia individual para hablar de ción religiosa y cultural judía. Se hacen lecturas especiales de la Torah,
su sentimiento de pérdida, que era algo que a todos nos resultaba bas­ y existen ciertos elementos estructurales del ritual que se han transmi­
tante dificil de expresamos mutuamente. El terapeuta sugirió que mi tido a través de los siglos. La ceremonia trabaja simultáneamente con
madre construyera algún tipo de monumento por su hijo perdido que una cantidad de niveles: efectúa y señala las transiciones individuales,
sirviera al mismo tiempo para ofrecerle un homenaje y reconocer el do­ familiares y grupales. Además, a través del contexto histórico de la tra­
lor que ella sentía. En un bote de remos en el que nos habíamos ido a dición judaica se conectan el pasado, el presente y el futuro, se hace el
las islas de San Juan, mi madre me habló de la idea de su terapeuta y reconocimiento de los logros actuales del joven y de su familia y la
comenzamos a considerar la posibilidad de hacer algo todos juntos como nueva situación del joven/hombre.
una fami1ia. Después de wi año, eligió un rincón de su jardín donde pu­ En el ritual nacional de la Acción de Gracias, también se pueden
diese asomarse y ver el monumento. Comenzamos a desmalezar y lim­ advertir estos mismos motivos de coordinación social establecidos en el
piar esa parte del jardín. En ese momento empezamos a hablar un poco tiempo. Los roles individuales se señalan por medio de preparativos
más de Mark, mientras estábamos arrodiUados cavando la tierra. En concretos. Por ejemplo, un ministro describió cómo su abuelo crió, mató

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'
y limpió el pavo en la granja de Kentucky y cómo su abuela 1o cocinó. los rituales curativos, que resulta muy útil tener en cuenta cuando se
Estas tareas representaban la distribución de los roles sexuales en su consideran los rituales en el proceso terapéutico. En la primera et.apa,
familia: el abuelo efectuaba esencialmente sus tareas fuera de la casa la de separación, se aparta al individuo o al grupo de la posición que
mientras que la abuela realizaba las tareas inte as. Suabuelo siempre ocupaba y con frecuencia se lo aísla de las rutinas o cont.actos habitua­
trinchaba el pavo y el ministro recordaba muy bien el momento en que les qlle mantenía. Por ejemplo, muchos rituales de la pubertad implican
esta tarea sele e comendó a su padre (el abuelo hasta le entregó el trin· separar a los jóvenes de los distritos habituales donde vive el grupo en
chante), y con esto quedó marcado el pasaje e su padr? a la generac!ón su conjunto y llevarlos a un sitio especial.6 En nuestra cultura todavía
de los mayores.' Asimismo, había ciertas, comidas que siempre_ e hac1an se mantiene la tradición en la celebración de las bodas de no ver a la no­
con recetas que les habían sido transmitidas y con esto la fam1ha apare­ via ni al novio antes de que comience la ceremonia; están en un lugar
cía siempre vinculada con sus familias de orig_e?. Good an_(1987) des­ especial separados del grupo.
cribió el Día de la Acción de Gracias en su fam1ha de la s1gwente ma,ne­ En la etapa marginal o liminal, la persona o grupo que va a pasar
ra: "Recetas intocables transmitidas de una generación a la siguiente por el ritual no está ni en su antigua situación ni en la nueva. Por ejem­
llegan a la mesa con los nombres de esos antecesores. Cada año la a plo, en un rito de adolescencia la novicia no es ni niña ni mujer. Se la
número uno imita hast.a en los menores detalles los rel1enos que haoa puede clasificar como carente de clasificación. Con frecuencia, en esta
su propia madre. Los presenta en una conmovedora ceremonia en la que segunda et.apa se produce la transmisión de un nuevo aprendizaje, de
las lágrimas las arrancan iguales proporciones de cebollas y de recuer­ información sagrada. La novicia ensaya nuevos roles, nuevas identida­
dos." des. En la reintegración, o tercera et.apa, la persona o grupo se reincor­
En el caso de otras familias, en el Día de .Acción de Gracias, ritua­ pora a la vida cotidiana. Generalmente se reconoce su nueva situación
les como contar relatos familiares, cocinar juntos, mirar un partido de con algún nombre nuevo, nueva vestimenta, o bien festejos y celebracio­
fútbol y reunirse en un lugar determinado, contrib11; en a definir rol:s nes comunitarios.
(inclusive roles sexuales) y normas y crean la cohes1on del grupo. Mas El ritual tiene la capacidad de sostener múltiples puntos de vista,
aun esto ocurre dentro del contexto comunitario más amplio de una na­ de ofrecer apoyo y contención de las emociones intensas, al mismo tiem­
ción' que da gracias al mismo tiempo. que recuerda 1? primera ole_ada de po que facilita la coordinación entre individuos y miembros de la familia
inmigración europea, mientras que ignora qué paso con los habitantes o de la comunidad que experimentan transiciones. Esto se ilustra en
nativos de ese país. forma espectacular en la película "Sorne Babies Die" (1986) en la que a
Rich Cowles {1985) compara las tradiciones de Acción de Gracias Tess, cuyo bebé Cosmo sólo sobrevivió un par de horas después de su na­
de sus dos familias extensas (su familia de origen Y la de su esposa) con cimiento, se le sugiere que junto con su familia elaboren recuerdos de
dos cajas de música t.alladas a mano que pasaron de una g neración a Cosmo sosteniéndola, mirándola y preparándola para su entierro. En
otra. Si miramos las cajas en un estante, parecen muy semeJantes, pero contraste, el dolor de Donna por su primer hijo, que nació muerto, se
cuando se las abre cada una ejecuta su melodía singular. mantiene oculto. Se llevan al bebé, no se lo dejan ver a Donna y se lo en­
tierra en una fosa común, sin ninguna marca. No hay ningún escenario
Las cajas de música son lo que e ag_radezco a es Día_ de Acción de público en el que la gente pueda reunirse para compartir sus penas
Gracias. A pesar de las muertes, div::ircms y de 1 distancra, a pesar e tampoco poner de relieve que la vida continúa.
nuestras vidas agitadas y de los cambios de mentalidad Y de nuestros esti­
los de vida, todavía nos reunimos para abrir las reliquias que heredarnos
de nuestra familia. y ponernos a cantar juntos. Agradezco por los rostros Cómo trabajan los rituales en el ca.so de los individuos
nuevos almas confiad8B que se relacionan con la tribu Y que le agregan
frescur y espontaneidad a nuestras canciones. Y agrade co por los niños,
futuros guardianes de nuestras tradiciones. Tal vez ellos mcorp ren m lo­ Al dest.acar la importancia del modo en que los rituales sonexperi­
días todavía no imagina.das y puede ser que mantengan e? func1onanuen­ mentados por los individuos, D'Aquili, Laughlin y McManus (1979) han
tos las cajas de música mucho después de nuestra desapanc1ón (pág. E5). estudiado la influencia neurobiológica de la participación en rituales.
Sobre la base de estudios sobre la conduct.a ritualizada de los animales
Se conectan el pasado, el presente y el futu oi representados por y también sobre la neurobiología éerebral, formularon la hipótesis de
las diversas generaciones y la evolución de las trad1c1ones. que las partes activas de ciertos rituales (repeticiones, símbolos múlti­
Además de ayudar a resolver contradicciones, enfrentar la angus­ ples, música, danza, etcétera) producen descargas límbicas positivas
tia y las emociones fuertes y facilitar la coordinación social, los rituales que permiten increment.ar el contacto entre las personas y la cohesión
respaldan las transiciones (van der Hart, 1983; Van G mnep, 1960}- Hay social, al mismo tiempo que también son estimuladas diversas partes
tres etapas, identificadas por los antropólogos en los ntos de pasaJe y en del cerebro. D'Aquili y sus colaboradores reflexionan sobre el hecho dé

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que los dos hemisferios principales del cerebro se efunden mutuamente.
'
Funciones del ritual y terapia familiar
Esto se puede experimentar corno un "escalofrio por la espalda". En mi
caso particular, mientras ejecutaba música en gran cantidad de bodas Las funciones de los rituales tienen consecuencias importantes pa­
durante los últimos 10 años, muchas veces sentí que asomaban lágri­ ra el uso del ritual en la terapia familiar precisamente porque ofrecen
mas a mis ojos y que me corría un escalofrío por la espalda/ inclusive gran cantidad de posibilidades de mantener la dualidad. En primer lu­
en los casos en que yo no sabía absolutamente nada acerca de las perso­ gar, si el ritual es un medio de conectar estructura y significado, se pue­
nas que se casaban. den poner en juego ambos aspectos de la vida familiar. Si un niño de
El modo en que funcionan los rituales en el caso de los individuos 7 años tiene dolores de estómago y de cabeza en la escuela y en su casa,
puede describirse de otro modo. En el ritual se combina la información es importante trabajar no sólo con las secuencias de interacción que ro­
analógica con la digital, de modo que el campo más verbal y analítico dean esa conducta sino también con el significado que le atribuyen el ni­
del cerebro izquierdo se conecta con el cerebro derecho, predominante­ ño, los padres, la escuela, el médico y otros miembros significativos del
mente no verbal e intuitivo. Omstein y Thompson (1984) informaron so­ sistema del niño. Algnnos modelos de terapia familiar (por ejemplo el
bre un estudio en el que se comparó la actividad cerebral de personas estratégico de Haley o el estructural de Minuchin, según lo describe
que leían un material escrito de dos tipos: 1) técnico o 2) relatos popu­ Sluzki, 1983) se concentran en la estructura de las pautas de interac­
lares: ción y en cómo trabajan las personas con ese problema. Si se trabajara
con el problema mencionado, se plantearían preguntas acerca de quién
No se produjo ningún cambio en el nivel de actividad del hemisferio lz­ hace qué cosa cuando el nií'l.o experimenta el dolor, con qué frecuencia
quierdo, pero el hemlsferio derecho se activaba más cuando el sujeto leía
los relatos que cuando leía el material técnico. El material técnico es casi los tiene, y qué conductas modificaron las personas para tratar deresol­
exclusivamente lógico. En cambio los relatos son simultáneos: pasan mu­ ver el problema. Otros modelos (por ejemplo el modelo de Milán según
chas cosas al mismo tiempo. La sensación de la historia surge mediante lo describe Sluzki, 1983) destacan el significado del problema por medio
una combinación del estilo, la trama y la evocación de imágenes y senti­ de preguntas tales como a quién molesta más y a quién menos, cómo ex­
mientos. Por lo tanto, parece que el lenguaje en forma de relatos puede es­ plican las personas el hecho de que el niño tenga el problema, quién es­
timular la aetlvidad del hemisferio derecho (pág.162). tá de acuerdo, quién en desacuerdo, etcétera.
Si trabaja con el modelo de Minuchin o el de Haley, el terapeuta
Los rituales también son simultáneos y pueden producir mayor ac­ podría llegar a modificar la estructura introduciendo algún desequili­
tividad del hemisferio derecho. brio, consiguiendo el apoyo de las personas menos comprometidas o bien
Otro modo de estimulación cerebral en el caso de los individuos interrumpiendo secuencias problemáticas de conducta. Esto podría ocu­
puede darse con el uso de símbolos. Los símbolos contienen una densí­ rrir directamente en el consultorio o por medio de instrucciones para ser
dad significativa que las palabras solas no pueden captar, pero que se seguidas fuera dela sesión. Por el contrario, el modelo de :Milán trabaja­
puede conservar en el cerebro derecho. Por ejemplo, cuando los habitan­ ría más en el nivel del siguificado que se atribuye a la conducta del niño
tes del Dixie Valley, en Nevada, se vieron obligados a abandonar sus ho­ (¿Se lo considera inmaduro, malo, enfermo, loco?) y cómo este significa­
gares y su tierra porque las fuerzas militares la tomaron para convertir­ do afecta las premisas familiares sobre qué es la familia como unidad y
la en un lugar de práctica de tiro, efectuaron un entierro simbólico de cómo deben.considerarse mutuamente la escuela y la familia. Podría po­
las "cosas que fueron importantes durante su vida en el Dix.ie Valley y nerse el acento en el trabajo dentro de la sesión para generar un nuevo
que ahora se pierden a causa de lo ocurrido" (Valley Advocate, 14 de sep­ significado por medio del proceso de interrogación circular. Sin embar­
tiembre de 1987, pág. 12). Entre los elementos que enterraron se encon­ go, ambos niveles, el de la estructura y el del significado, tienen que es­
traban "dos artículos de la Constitución, agua proveniente de los pozos tar coordinados en el tratamiento y el ritual proporciona un modo ele­
profundos y que mantenía verde el valle, y un frasco de bolsillo que sim­ gante de hacerlo. Tiene la capacidad de atravesar los modelos de terapia
bolizaba la última bebida que un hombre (sic) podrá volver a tomar en familiar para poner en contacto la estructura y el significado.
Dixie Valley". Estos elementos resumen sucintamente muchas capas de En segnndo lugar, mantener las contradicciones, como lo hacen los
posibilidades de interpretación que requerirían muchas palabras para rituales, es la esencia del trabajo terapéutico. Una persona que presenta
poder explicarlas. conductas sintomáticas tiene una gran influencia sobre la dinámica in­
teracciona} que la rodea y al mismo tiempo está fuéra del control.
Otra dualidad central en la terapia es la que presenta el dilema de
cambio/no cambio. La gente viene al tratamiento en busca de cambios
aunque el cambio es algo riesgoso y desconocido. También resulta útil
tener en cuenta en el tratamiento la contradicción que implica que la

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•"
conducta sintomática al mismo tiempo ayuda y estorba: los síntomas milia no tuvieron que enfrentar la posibilidad de que esta última hija
son soluciones y problemas al mismo tiempo. abandonara el hogar, puesto que literalmente no iba a ninguna parte. Al
El ritual permite que se experimenten emociones fu rles n un mismo tiempo las dificultades de Sara crearon otros problemas, tales co­
marco de seguridad al mismo tiempo que se producen coneno es mter­ mo su imposibilidad de concurrir a la escuela y adquirir una educación.
personales. Por lo general las fami a queestán en tratam1ei:ito han En la familia Jensen había una pérdida oculta que tuvo importan­
puesto un límite rígido a los acontec1m1entos q e les prod_uc n dificulta­ tes consecuencias para que Sara pudiera abandonar el hogar: unos diez
des y carecen del modo de señalar y compartir,a ntec1m1entos e l años antes, la hermana mayor, Diana, tuvo un diagnóstico de esquizo·
conjunto de su comunidad. Puede tratarse e perdidas en llD:ª f 1ha frenia muy poco después de abandonar el hogar, casarse y tener un hijo
quecarece de rituales culturales, como por eJemplo el aborto, n:9-c1m1en­ (con lo cual quedó caracterizada como separada de su familia).
to de un niño discapacitado, niños que nacen muertos, separación de la Después de asistir durante un año a un programa residencial, en
familia por causa de una guerra, pérdida de wi niño adoptadoº.d.i:'orcio el que la terapia familiar fue el tratamiento elegido, Sara caminaba, ha­
(lmber-Black, 1988a). Tal vez la familia ilo señala e7tos acon ec1m1entos blaba, bailaba, montaba a caballo y había bajado alrededor de 20 kg. Ya
a causa de la sensación de estigma que les transmite el conJunto de la estaba lista para volver a su casa y concurrir regularmente a la escuela
cultura. El uso del ritual en el tratamiento puede proporcionar un lugar secundaria: (Véase Roberts, 1984, para una descripción completa de es­
seguro para explorar emociones muy intensas al mismo tiempo que pro­ te caso.) Sin embargo, el modo de irse se consideraba una parte esencial
porciona el apoyo que puede dar el hecho de conectarse con las otras del tratamiento, porgue Sara había estado internada antes, había llega­
personas. En fonna reiterada se ha encontrado siempre un nexo entre do a caminar y hablar durante varios semanas, se la mandó de vuelta a
aislamento social y enfermedades mentales. . su casa y·a los poco_s meses había dejado nuevamente de hablar y cami­
La conexión entre el pasado, el presente y el futur:o por .ed10 del nar. Durante aquella internación, la_ familia no había tenido mucha
ritual también tiene amplias consecuencias en la terapia fam1har. u­ participación en el tratamiento y en realidad a veces no se les había per­
chas familias llegan al tratamiento con una.aparente falta de flmdez mitido verla. Además, Sara habló primero al personal del hospital, des­
entre los diferentes marcos temporales. Por eJemplo, están tan entram­ pués de haberse negado a dirigirle la palabra a su familia durante un
pados en las dificultades del pasado que creen que ay muy pocas es­ año. El reconocimiento de ambfis cosas, por otra parte, y las posibilida­
peranzas futuras para la familia. O están tan absorbidos po; los.reque­ des de que Sara pudiera volver a elegir no caminar ni hablar, no pare­
rimientos de la vida cotidiana que no pueden valorar la h1stona y la cían ser una parte esencial del trabajo hecho en el hospital.
herencia de la familia. Un ritual de transición para señalar que Sara deja el centro de tra­
Por último el ritual, con su capacidad de vincular los aspectos ana­ tamiento y se traslada a su casa permite poner de relieve muchas de las
lógicos y digitales de la comunicación, ofrece posibilidades de expresar y fwiciones de los rituales que hemos analizado. Se le pidió a cada uno de
experimentar aquello que no puede ponerse en palabras. Las palabras los padres de la joven que trajera a la sesión una descripción escrita del
no pueden soportar el peso de todo lo que necesita ser elaborado duran­ modo en que habían trasladado a Sara la primera vez que llegó al trata­
te el tratamiento. miento. (Se produjo una escalada simétrica entre los padres respecl;o de
quién usaba los mejores medios para cuidarla.) El terapeuta trajo una
cajita de lata con pájaros (Sara le había enseñado a hablar a un perico
Ejemplo de un caso: pericos, palas y rituales para caminar antes de volver a dirigirle la palabra a la gente, como un modo de evitar
el dilema de a quién le hablaría primero), una parte de un vídeo que
En la familia Jensen eu IR que la hija de 14 años, Sara, se negó a mostraba cómo estaba Sara cuando inició el tratamiento residencial, y
hablar y a caminar durante dus años, los padres y otros miembros de la Una pala. Durante la sesión, primero se_ dedicó un tiempo a asegurarse
familia estaban muy bien organizados para prestarle ayuda. La mayor de que las descripciones de los padres sobre los mejores modos de hacer
parte de la vida familiar estaba concentrada .en tr9:.sla a:la, vestirl_a '/ caminar a Sara fueran lo suficientemente detalladas como para que
proporcionarle alimento. Sin embargo, en el mvel mas bas1co Sara m si­ ellos pudiesen contar con estas instrucciones si alguna vez la niña vol­
quiera era capaz de controlar adónde podía llevarla su propio cuerpo. viera a dejar de caminar. El estilo de la madre había sido sostenerle el
Sara, que era la menor de una familia muy unida con cinco hijos, hombro izquierdo y moverle la parte posterior de la rodilla con la mano
dejó de caminar y de hablar cuando llegó a la pubertad, que en esta so­ derecha. El estilo del padre era sostenerla de la cintura con ambas ma­
ciedad constituye un hito importante que señ.ala el momento en que los nos y hacerle mover cada pie con sus propios pies en el empeine de la ni­
niños comienzan a madurar e inician el proceso de alejarse de la fami­ fia. Después de que se explicaron estas instrucciones, se les pidió a los
lia. La solución de la conducta sintomática de Sara mantuvo a la familia hijos que hicieran caminar a los padres de las dos maneras en que éstos
concentrada en sí misma y estrechamente unida. Los miembros de la fa- lo hacían con Sara y que se refirieran a los méritos relativos de cada

46 47
método. Todos los hijos lo hicieron, excepto Sara quien eligió' solamente Díferencias entre el funcionamiento
mirar. También se les solicitó a los padres que se hicieran caminar mu­ de los rituales terapéuticos y los rítuales culturales
tuamente en los dosestilos.
. Luego todos vieron un vídeo de 10 rnin .tos en el que a a e an Los rituales terapéuticos se diferencian considerablemente de los
Sara y sus padres que nos enseñaba cómo cmdarla ando sem1c10 l. que se producen en la vida cotidiana porque no están tan consolidados
programa de tratamiento. Todos hablaron de los carnb10s que ella hab1a en la historia corriente de la familia. Por lo tanto, en los rituales tera­
efectuado y de lo distinta que se la veía ahora. Luego se cortó esta parte péuticos puede no ser tan fácil llegar a la red de la familia en su conjun­
del vídeo y se la guardó en la caja decorada con pájaros, corno un modo to (por ejemplo, reuniones de la familia extensa, o vecinos que se reúnen
de recordar el pasado y de reconocer al mismo tiempo los progresos que para celebrar) o a las tradiciones ya fijas de diversos preparativos (por
Sara había realizado. Luego todos salieron de la habitación, y se le pidió ejemplo, decoraciones artesanales que se han transmitido). Esto confi­
a Sara que eligiera un lugar del centro de tratamiento con algunos hitos gura ventajas y desventajas para la planificación de· los rituales tera­
conocidos. Allí enterraríamos la caja. Eligió un sitio en la ladera de.la péuticos. Tal ve:z. existan posibildades más flexibles para crear significa­
colina al otro lado del mirador. Todos nos turnarnos para cavar el aguJe­ do en un ritual terapéutico porque allí no necesariamente tenemos que
ro para la caja. Durante ese tiempo se dijo_ muy poco. 9oloqu.é la caja en enfrentarnos con el peso de años de rituales vacíos. Además, la energía
el agujero y dije: "Sara, si alguna vez decides no cammar m hablar, ya se puede concentrar escrupulosamente en una o más zonas problemáti­
sabrás dónde encontrar esto para conseguir la información necesaria so­ cas, lo cual no siempre ocurre en el caso de rituales que ya incluyen una
bre cómo pueden cuidarte". Espontáneamente todos los presentes se serie fija de acciones. De todas maneras, en los rituales terapéuticos
turnaron para volver a echar tierra sobre la caja mientras decían cosas pueden faltar las resonancias históricas intrínsecas en los rituales cul­
del tipo de: "Nunca más tendremos que desenterrarla" y "Ya hemos ter­ turales, que vinculan a las personas con el pasado y forman la base para
minado con esta caja". el futuro. Al planificar los rituales terapéuticos hay que poner un cuida­
Este ritual funcionó de una cantidad de maneras. En primer lugar do especial en encontrar los modos de unir a las familias con el poder de
marcó un cambio que permitió abrir la discusión sobre las diferencias los símbolos que tienen un significado que va más allá de su simple uni­
respecto de cómo hacerse cargo de Sara. Ya no hubo dos guardianes que dad, en ayudarlos a crear tradiciones en los preparativos para la repre­
competían encubiert.amente acerca de quién era el mejor. Además, o­ sentación del ritual, y en encontrar los modos de comprometer a la
dujo una confusión de quién cuidaría a quién y de qué modo. Los h11os comunidad en su conjunto. Hay que prestar atención al poder de la pre­
hacían caminar a los padres, los padres se hacían caminar entre sí Y ya sencia del testigo por medio del uso de terapeutas como espectadores, de
nadie hacía caminar a Sara. En tercer lugar, mantuvo de múltiples ma­ la filmación en vídeo y su observación, mediante la presencia de invita­
neras la contradicción de que Sara al mismo tiempo hacía caminar y no dos especiales a las sesiones, o tratando de document.ar el ritual de al­
caminaba. El hecho de que Sara en el pasado no caminaba ni hablaba se guna otra manera que implique testigos. Pero además es necesario que
combinó con la situación presente en la que eligió hacer ambas cosas Y el terapeuta conciba las maneras de proteger el carácter sagrado del es­
con el futuro corno un lugar en que le quedaban abiertas ambas opcio­ pacio ritual, protección que ya puede estar presente en los rituales cul­
nes. Más aun, tenía a su disposición la representación simbólica del pa­ turales mediante la declaración de un día feriado o en los límites de la
sado para el futuro, por si le resultaba necesaria. No estaba en un lugar de iglesia o de la sinagoga, etcétera. Estas cuestiones las abordarnos más
fácil acceso, pero por lo menos era accesib le.8• Por último, los símbolos de extensamente en el capítulo 3.
los pájaros en la caja, los hijos haciendo cammar a lo.s padres y e e ­ tierro
todos ellos ofrecían una cantidad de maneras de mcorporar s1gm­ ficad¿
analógico a esta transición sumamente cargada. Ritual, familias y el proceso terapéutico
El ritual puede mantener simultáneamente la dualidad entre esta­
bilidad y cambio, al mismo tiempo que vi cula marcos temporales, da Laconsideración del uso de rituales en la terapia confamilias pue­
forma a la coordinación social y capta sigmficado más allá de las pala­ de ser útil en cuatro aspectos: 1) evaluación de la conducta ritualizada
bras. El ritual combina el acto y la creencia. Los acontecimientos se in­ de la familia fuera de la terapia; 2) la conducta sintomática como ritual;
corporan no porque se habla de ellos sino porque se los experimenta: un 3) ritualización del proceso de la terapia; y por último, 4) rituales tera­
mundo en el que el hacer y creer están interconect.ados. péuticos.

48 49
Evaluación de la conducta ritual de la familia milia. Por ejemplo, el marido dejó de beber durante la terapia pero esto
no fue reconocido ni celebrado por la familia de ninguna manera. Mien­
Antes de armar rituales con las familias en la terapia, es impor­ tras le preguntábamos sobre cómo se había desarrollado ese proceso de
tante comprender su relación corriente con el ritual en la vida cotidiana dejar la bebida, descubrimos que cuatro años antes (y el esposo recorda­
de la familia. Sobre la base de una ampliación de la obra de Solin y Ben­ ba el día exacto) había dejado de fumar y nm1ca había vuelto a hacerlo.
nett (1984), presentamos una tipología del uso ritual en las familias: 1) Este éxito tampoco había sido reconocido.
bajo nivel de ritualización; 2) ritu lización rígida; 3) ritualización sesg ­ Preguntas para la evaluación. Todas las preguntas son una forma
da· 4) ritual vacío como acontecimiento y no como proceso; 5) proceso r1- de intervención (Tomm, 1987). AJ hacer preguntas circulares, como los
t l interrumpido o imposible de ser experimentado abiertam·ente; y 6) modelos que se presentan más adelante, los clínicos pueden evaluar el
flexibilidad para adaptar rituales. Esta tipología puede utilizarse para nivel de ritualización de la familia y al mismo tiempo presentarle infor­
organizar los datos complejos q°:e presentan las familias. cua do se las mación sobre su propio uso de los rituales. Los modelos de preguntas
interroga acerca de su vida cotidiana. Se presentan cuestionarios estan­ orientadoras se presentan primero (denominadas orientadoras pór
darizados para evaluar cada una de las seis categorías. Tomm [1987] porque introducen al terapeuta en las experiencias vitales
No estamos sugiriendo en este libro que las familas se van a Cll;rar de sus pacientes y al mismo tiempo orientan al paciente hacia las pau
si se las hace experimentar el ritual solamente de W1 modo en particu­ tas). Las preguntas reflexivas, que se presentan en segundo lugar, están
lar ni que todas las familias deben tener W1 cierto nivel de ritual. Cada concebidas como para tener más influencia sobre posibles cambios. Al
fa ilia tendrá su propia relación singular, "saludable", con el ritual. hacer este tipo de preguntas, el terapeuta estimula a los miembros de la
Proponemos esta tipología con seis ítems como una perspectiva más des­ familia a convertirse en observadores de su propia conducta ritual. Y
de la que se puede evaluar a las familias. Si una familia obtiene la cali· también el terapeuta puede comenzar a comprender dónde quisiera la
ficación de bajo nivel de ritualización, esto no significa que automática­ familia efectuar algunos cambios.
mente haya que ponerse a armar más rituales con los miembros de esa
familia. Más bien, es necesario respetar sus conexiones específicas con Modelos de preguntas orientadoras:
la conducta ritual y examinar cuidadosamente una amplia gama de
otras cuestiones (ciclo vital evolutivo, organización alrededor de la con­ l. ¿Cuál fue el último acontecimiento familiar que celebraron?
ducta sintomática, soluciones ya intentadas, etcétera), como en cual­ 2. ¿Cómo celebran el 4 de julio, el Día de Acción de Gracias (algu­
quier otro tratamiento familiar. nas de las tradiciones de tipo cultural)?
En el tratamiento de una familia, puede utilizarse algún tipo de 3. ¿Cuántas veces por año se reúne la familia para celebrar algo?
intervención ritual sólo una o dos veces. No queremos decir de ninguna 4. ¿Ustedes piensan que se reúnen más o menos que otras familias
manera que el hecho de usar más rituales automáticamente signifique que conocen?
más salud. 5. ¿Quién se siente más/menos cómodo por la forma en que ustedes
suelen celebrar o señalar acontecimientos? Hagan una clasifica­
ción.
Tipología de los rituales familiares
Modelos de preguntas reflexivas:
1) Bajo nivel de ritualización. Por lo general las familias con un ba­ 6. Si ustedes se reunieran con mayor frecuencia para compartir o
jo nivel de ritualización no celebran i sefialan los cam.bios familia:es ni celebrar acontecimientos, ¿quién seria el que probablemente lo
se preocupan por rem1irse para lo .ntuales más amphos de la. soc1eda? disfrutaría más?
en su conjunto. Esto aleja a la fam1ha de algunos de los beneficios del r1· 2. ser el que probablemente diera la idea de empe­
tual mencionados antes, tales como cohesión grupal, apoyo para los zar a señalar ocasiones con mayor frecuencia?
cambios de roles y la capacidad de mantener las dualidades al mismo
tiempo. Por ejemplo, una pareja con dos hijos adultos que vino en busca Al oír las respuestas a las preguntas orientadoras y de influencia,
de tratamiento presentaba dificultades conyugales y la esposa se pre­ el terapeuta y la familia pueden formarse una idea de si la familia o al­
gunta si ella quería en realidad estar casada. La semana anterior a la gunos de sus miembros se consideran a sí mismos con un bajo nivel de
primera sesión había sido el 242 aniversario de su casamiento. No lo ha­ ritualización, entender qué acceso tiene la familia al contexto ritual
bían celebrado porque el hijo salía de viaje para su universidad y ellos de la sociedad en su conjunto para poder lograr respaldo, darse cuenta
querían ayudarlo a empacar y despe irl . Tfpic.am.ente .no celebraban de los modos en que el ritual es algo conocido para la familia o no, y lle­
cumpleaños ni señalaban otros acontecrm1entos s1gu1ficativos para la fa- gar a vislumbrar si podrían abrirse algunas ventanitas para el cambio.

50 51
2) Ritualización rígida. En las familias de este tipo hay muchas
conductas prescritas, una sensación de que "siempre debemos hacer es­ 5. ra quecambiar mínimamente sus rutinas, ¿qué haría?
tas cosas juntos de esta manera y en ese momento". Hay pocas parles 6. tratara de modificarlas, ¿quién podría ser esa perso­ na?
abiertas en los rituales y éstos tienden a mantenerse iguales con el 7. el que más probablemente estuviera dispuesto a
transcurso del tiempo y no evolucionan. En la familia Jensen a la que ·aceptar el cambio?
nos hemos referido antes, Sara no había caminado ni hablado duranté
dos años. Había estado internada durante varios meses, pero no se ha­ Estas pr 1:tas constituyen un medio para evaluar los aspectos
bían hallado datos fisiológicos para explicar su estado. Los miembros de en que una fam1ha puede tener est.ablecidos rituales rígidos así como
la familia estaban muy organizados para hacer muchas cosas juntos y para ayudar a la familia y al terapeuta a identificar pequeña; zonas de
hacían cosas muy concretas: veían determinados programas de TV, iban posibles cambios.
a comer a ciertos sitios, concurrían a salas de espectáculos específicas,
etcétera Si una persona se apartaba un poco de estas normas del grupo, 3) Ritualización sesgada. Existe este tipo de ritualización cuando
se ejercían intensas presiones para que volviera. se pone el acento en una particular tradición étnica o religiosa o inclusi­
Después de la tercera sesión familiar, les pedimos a los padres que ve un lado de la familia, a expensas de otros aspectos familiares. Por
salieran solos como premio por todos los cuidados que habían dispensa­ ejemplo, la familia para las vacaciones o se reúne para Januká o para
do a su hija durante dos años así como t.ambién a una abuela paterna festeJar los cumple8;ilos, etcétera, con los parientes maternos y hay poco
inválida que vivía con ellos. El equipo de terapia familiar les dijo a los cent.acto con los panentes paternos para celebrar acontecimientos
padres:"Para agradecerles a ambos por todo lo que han hecho por la fa­ . Por ejemplo en mi f3:111ilia, yo fui criada dentro del unitaris o y el
milia y para apoyarse mutuamente en esa tarea, ¿por qué no se toman eqmvalente del lado de m1 esposo es la religión judía. Cuando comenza­
los dos un breve y bien merecido descanso y salen solos y se reconocen mos a vivir junl;os, él no quería saber nada de celebrar la Navidad O Pas­
mutuamente la importancia del esfuerzo?" En la sesión siguiente la fa. cua o cualquier otra festividad según la tradición cristiana. Durante va­
milia informó que habían salido con todos a la pizzería y al cine a los rios años celebramos esencialmente las festividades judías. Con el tiempo
que habitualmente concurrían. Nos dijeron: "Ustedes no entienden a esto se ansf ó e un problema porque yo sentía que no podíamos
nuestra familia. Nos gusta hacer cosas juntos. De modo que eso es lo compartir_ t ad1oones importantes para mí. Yo me sentía muy sola duran­
que hicimos y lo pasamos muy bien". En este caso se puede formular la te las festiVIdades que se habían celebrado durante años en mi familia de
hipótesis de que, con poco o ningún espacio para la improvisación, los ri­ origen. Tuvimos que establecer algunas prácticas que nos permitieran ce­
tuales familiares está rígidamente definidos. Esa ritualización rígida lebrar a nuestro propio modo aquellos días que tenían connotaciones reli­
funcionaba como una metáfora de una estrecha gama de opciones para giosas para poder satisfacer así nuestras diferentes necesidades.
relacionarse dentro de esa familia. Según lo entendimos, parle del tra­ Las parejas que provienen de ambientes mixtos étnicos o religiosos
bajo de la terapia consistía en ampliar la flexibilidad de los roles de los se enfrentan con una t.area evolutiva singular respecto de los rituales
padres, considerar a la hija como una adolescente que tomaba ciertas En la7 celebraciones puede haber valores intrínsecos muy diferentes'.
decisiones "caprichosas" (y no como una niñita que requería euidados) y Por ejemplo en una investigación realizada por McGoldrick y Rohr­
fortalecer los vínculos fraternales. baugh (1987), los encuestados provenientes de familias irlandesas infor­
Entre las preguntas orientadoras que pueden formular los clínicos maron que sus familias valoraban "el autocontrol el sufrimiento la
para comprender las pautas de la ritualización rígida figuran las si­ b.e ida, la forlalez _ de las i:nujeres y el respeto por la normas de la Igle­
guientes: srn Y que a los mnos habia que verlos pero no oírlos. Por el contrario
:os encuestados judíos informaron con mayor frecuencia que sus fami:
L ¿Tiene esta familia algunas rutinas cotidianas comunes? has valoraban la educación, el éxito, estimular a los hijos, la expresión
2. modo celebran de la misma manera los cumpleaños de v rbal, compai:tir el sufrimiento, la cu!-p_a y la comida" (pág. 96). Si los
distintas personas? c?nyuges prOVIenen de estas dos tradICiones, el hecho de celebrar por
3. mantienen año a año para el Día de la Acción de Gracias? eJemplo, una fiesta de aniversario puede dar lugar a que surjan muchas
4. le resulta más cómodo hacer las cosas del modo anti­ guo y diferencias sobre los roles que tienei-t que desempeñar los niños sobre la
conocido? bebida, la comida y los modos en que habría que expresarse ve balmen­
te. Las parejas.t enen que encontrar las maneras de combinar y respe­
Los modelos de preguntas reflexivas que permiten introducir lapo­ t r ambas t adic10nes. Pueden llegar a provocarse conflictos cuando pla­
sibilidad de rituales más abiertos son: nifican los rituales sin darse cuenta siquiera que esto se debe a los dife­
rentes valores que se destacan en las tradiciones.
52
53
. En los casos en que las familias han pract.icado una -z:i ua ización l. ¿Quién es el que habitualmente planifica las fiestas, celebracio-
sesgada, el terapeuta podría examinar la 1;1estión del eqUihbno entre nes y vacaciones en su familia?
tradiciones étnicas y religiosas y la fam1ha extensa. Las preguntas 2. ¿Quién participa más/menos en estos acontecimientos?
orientadoras que podrían formularse para evaluar este aspecto son del 3. ¿De qué disfrut.an más, de la planificación o del acontecimiento?
tipo siguiente: 4. Si no tuvieran estos acontecimientos, ¿quién sería el que más los
echaría de menos?
l. Si van a la casa de parientes para pasar las vacaciones, ¿adónde 5. ¿Quién es el que menos quiere estar presente?
suelen ir habitualmente? 6. ¿Cuáles son los pensamientos y sentimientos que experimenta
2. les han transmitido sus familias de origen y cada uno cuando se termina la celebración?
para qué acontecimientos? , ..
3. étnicas se respetan mas en esta fam1ha y de Entre las preguntas reflexivas podrían incluirse:
dónde provienen?
4. ¿Qué festividades religiosas e respet e esta familia? ¿En 7. ¿Qué se necesitaría cambiar en la planificación del aconteci­
miento para quese volviera más significativo?
qué medida esto refleja el ambiente -fam1har. 8. ¿Cuándo podrían hacerse esos cambios?
Modelos de preguntas reflexivas podrían ser: Con las respuestas a estas preguntas, puede surgir información so­
5. ¿De qué modo podrían in l r en usrit l s as e tos. e la otra bre la energía de la família para los diversos rituales, quién participa en
familia de origen (o tradicion étmca o religiosa). .:,Qwen apoya­ el proceso de armarlos y si los rituales son significativos o no para los
ría esta actitud? ¿Aquién le molestaría? diferentes miembros. También se puede lograr algún conocimiento sobre
6. ¿Cómo cambiarían sus rituales si hicieran esto? las diferencias de sexo en la elaboración de rituales familiares.

Las respuestas a estas preguntas permi e_n formarse un idea bas­ 5) Proceso ritual interrumpid-O o imposible de ser experimentado
tante específica sobre la inclusión de la familia e un ampho con exto abiertamente. A veces, como consecuencia de cambios súbitos (muerte,
cultural, étnico y religioso. Puede ponerse de mamfiesto el 1!1-ºd? smgu­ mudanzas, enfermedad) o acontecimientos traumáticos en la familia o
lar en que cada familia ha combinado diversos aportes hered1tanos. en el contexto cultural (guerra, opresión, migraciones), las familias pue­
den ser incapaces de experimentar plenamente el proceso ritual comple­
4) Ritual vado como acontecimiento y no como proceso. Cuando la to. Por ejemplo, Davis (1987) describe una familia de inmigrantes rusos
gente celebra acontecimientos p r bligación y se le otorga muy poco judíos que llegó a los Estados Unidos ocho años atrás. La circuncisión
significado al proceso o al acontecimiento, estamos frente a lo que.se de­ (Bris) del híjo se había hecho en secreto en Rusia. La familia no estaba
nomina rituales "vacíos" (van der Hart, 1983). Esto puede ocurrir por­ en condiciones de celebrar abiertamente con toda la comunidad judía,
que los rituales se han vuelto muy cerrados, o se an degradado, o i n con lo cual el ritual quedaba privado de uno de sus múltiples niveles de
hanterminado por crear más tensión ent:e_ los miembros. de la fam l a. significación: la conexión de esta familia judía concreta con la comuni­
Por ejemplo, en la mayor parte de las fanuhas de esta sociedad trad1c10-· dad de familias judías a lo largo de la historia. Por tanto, esto tuvo mu­
nalmente han sido las mujeres las encargadas de preparar las celebra· chas consecuencias para el significado, importancia y alegria que pudie­
cienes familiares. Compran y cocinan la comida, decoran, preparan ron experimentar para la celebración en libertad del Bar mitzvah de su
ropas especiales, envían las tarjetas, e c?tera. Con el tiempo, e te rol hijo en este país.
primario puede llegar a resultarles fastidioso, de. odo quelosntuale_a Tambien trabajé con una pareja que describió el matrimonio de los
se siguen por obligación. Asimimo, si la elaboraci n del proceso del n­ padres del esposo en Viena a fin s dela década de 1930. Puesto que no
tual recae en una sola persona, queda poco espacio para que todos los era seguro celebrar abiertamente la boda judía, se hizo un festejo pe­
miembros de la familia puedan hacer sus aportes personales. queño y secreto. El hijo describió la fotografía de la boda como un símbo­
En algunas familias el sentimiento que p:edomina cuando se seña­ lo del temor que había presidido a los 45 años de matrimonio de sus pa­
lan los acontecimientos puede ser el de segwr el protocolo y no el d, dres. En la fotografía se veía a la feliz pareja en el centro, rodeadas por
crear y trabajar con significado. Las preguntas orientadoras que s po­ parientes muy tensos y angustiados. El hijo creció oyendo los relatos de
drían formular para darse cuenta si la gente est.á llevando a cabo ritua­ lo que le había pasado a cada uno de los parientes que aparecían en la
fotograíia, ya sea que se había escapado a Palestina y no tuvieron noti­
cias durante 25 años, o que había muerto en un campo de concentra-

l les"vacíos" son:

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ción, o que había huido de un campo de concentración y había pasado crear el espacio para reconocer importantes transiciones, aun si el con­
años viajando antes de encontrar un lugar seguro. Para s s. adre , Jos texto cultural nolo proporciona.
aniversarios de boda, que generalmente señalan una transic1on positiva
dentro de la familia, estaban cargados de otra atmósfera poderosa mu_v 6) Flexibilidad para adaptar rituales, El último aspecto para eva­
particular: la destrucción de familias, de ciudades y de la cultura judía, luar familias es considerar su flexibiliad para adaptar rituales. Por
Además, cuando se han producido migraciones, puede no haber ac­ ejemplo, los rituales para irse a la cama son centrales en las familias
ceso dentro del nuevo país a las comidas, símbolos, lengua y lugares es­ con hijos. (Véase Albert, Amgott, Krakow & Marcus (1979) para una
peciales de la antigua cultura que son hitos importantes para. el ritual. consideración sorprendente sobre los rituales para irse a la cama en do­
Por ejemplo, un estudiante puertorriqueño describió las dificultades que ce familias diferentes.) Sin embargo, un ritual para la hora de dormir en
tuvo para celebrar el Día de los Tres Reyes en Massachusetts cuando su el caso de un niño de 2 años debe ser muy diferente del que se practica
familia emigró y se estableció allí 15 año.s a trá s.9 No s podían co se­ con un joven de 15. El viaje nocturno constituye la primera separación
guir las velas especiales, había que pedu a Pue to Rico las c m1das importante del niño de su familia y se repite por siempre. ¿Cómo traba­
especiales y en el trabajo no se le concedía penmso para festeJar esa ja la familia con esta pequeña despedida y reconexión a lo largo de los
fecha. años?
Algunos elementos de estigma en el contexto cul ral ta bién pue­ Por ejemplo, trabajé con una familia con dos hijos, de 6 y 10 años.
den impedir que algunas personas tengan acceso a ciertos rituales tra­ Parecía haber muy poca diferenciación entre los dos. Con frecuencia se
dicionales que respaldan transiciones (lmber-Black, 1988a). Homose­ los englobaba con el rótulo de ios chicos" y los puntos fuertes singulares
xuales, lesbianas y concubinas no tienen ceremonia de b da; las fai_ni­ de cada uno nunca se destacaban. Cllando les pregunté sobre la hora de
lias con un niño adoptado no tienen modos de festeJar la mcorporacrón acostarse, descubrí que el de 10 años tenía la misma rutina y la misma
de otro hijo en la familia. En otro nivel, los veteranos de Vietnam volvie­ hora de acostarse que el de 6. El ritual nocturno no se había adaptado
ron desacreditados en muchas comunidades, sin desfiles militares que para reconocer la creciente autonomía del hijo mayor.
celebraran alguna victoria. Una de mis discípulas, para explicar por qué no quería ir a su casa
Las preguntas orientadoras que pueden formularse para compren­ para celebrar su cumpleaños con sus padres, describió cómo la celebra­
der cómo se puede cercenar el proceso ritual a causa de un cambio im­ ción había permanecido inalterable a lo largo de los años. Su madre to­
portante en la vida familiar o por algún sistema de opresión en el con­ davía hacía el mismo tipo de pastel con las velitas con números (ahora
texto cultural son: para 32, un 3 con un 2), sólo asistían al festejo los miembros de la fami­
lia y no había nada que señalara su cambio de situación como una per­
l. ¿Cómo cree que fue inte:rTI1mpido algún proceso ritual (por gue­ sona independiente fuera de la familia.
rra, muerte, suicidio, migración, etcétera)? Por el contrario, Jim Shaw (profesor de la Universidad de Massa­
2. ¿A quién afectó más esta interrupción? chusetts) describió cómo iba cambiando el ritua1 de Navidad dentro de su
3. ¿Cómo lo sabe? familia. Cuando los niños eran pequeños, siempre salían a dar un p03eo
en automóvil para ver si podían encontrar a Santa Claus en camino a la
Algunas preguntas reflexivas: casa. Por supuesto, nunca lo encontraban y cuando volvían a casa, todos
4. Si los miembros de su familia tuvieran la oportunidad de cele­ los regalos ya estaban acomodados en el arbolito (annado por los abue­
brar el ritual más abiertamente, o con mayor respaldo de la cul­ los). Cuando los niños se hicieron mayores y ya no creían en Santa Claus,
tura, ¿dequé modo diferente lo harían? . , igualmente insistían en salir en el automóvil y se transmitían relatos so­
5, Si tuvieran que completar de algún modo el ·ntual, ahora, ¿que bre el año en que "Papi le tocó la bocina muy bruscamente a otro automó­
podrían hacer? vil en Nochebuena", de aquella vez en que Janice confundido los gloOOs
6. ¿A quién sería importante incluir? . amarillos cuando íbamos a cantar los villancicos. Ahora que todos tienen
7. ¿A qué otros recursos se puede apelar para proporcionar un am­ más de 20 años, todavía salen en el automóvil todos los años y se inter­
biente seguro y de respaldo para el ritual? cambian recuerdos y relatos sobre los paseos de Navidad en el pasado.

Algunas preguntas orientadoras son:


Las respuestas a estas preguntas pueden poner de manifiesto los
modos en que los cambios en el proceso ritual afecta.ron la vida de las l. ¿Cómo cambió la hora de acostarse para el/los niño/s a lo largo
personas, al mismo tiempo que se introduce la idea de que se pueden re­ de los años?
elaborar algunos de los rituales del pasado: algo s puede hace con lo 2. ¿Cambiaron las fiestas de cumpleaños?
que fue cercenado antes. Asimismo se pone de relieve la necesidad de

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3. ¿Las mismas penonas participan en los rituales nocturnos?
hora de acostarse lo mo entos de recreación, acont.ecimientos que es­
¿Cómo cambiaron sus roles? tán cargados de sigruficactón en la medida en que la familia crea roles,
4. Cuando alguien se incorpora a la familia (por nacimiento, matri­ reglas y normas.
monio, nuevo matrimonio) o la abandona (porque sale de la ca­ A medida que se reúne información sobre estas cuatro zonas de la
sa, por muerte, divorcio), ¿cómo se han seffalado estos aconteci­ vida familiar --:elebraciones familiares, tradiciones, rituales del ciclo
mientos? vital y vida cotidiana- el clínico y la familia pueden comprender los
modos en que están rígidamente ritualizados, si tienen un bajo nivel de
Algunas preguntas reflexivas son: ritualización, o ritualización sesgada, o si experimentan los rituales co­
5. Dentro de 5 años, cuando Maria ya no viva en la casa, ¿cómo mo vados, cercenados o inalterables a lo largo del tiempo. Esta com­
piensan que se celebrará su cumpleaños? prensión es la base para iniciar un proceso de ajuste entre cómo trabaja­
6. Si experimentaran una pérdida en la familia, ¿cómo creen que rá el terapeuta con sus pacientes y las intervenciones rituales que se
podrían señalarlo? producirán en el proceso de la terapia. Si los miembros de le familia tie­
7. ¿Qué nuevos rituales creó la familia? nen un bajo.nivel de ritualización, la elaboración de rituales les va a pa­
recer algo 3Jeno. Tal vez marcar algunos cambios con pequeños rituales
La capacidad de modificar los rituales a lo largo del ciclo vital den r de1 sesi n podrí9:. er un medio adecuado para empezar. Si la
mantiene el vigor de los rituales familiares, le permite a las familias fam1ha sostiene ntuales ngidos, el clínico podría considerar la posibili­
contar con momentos especiales para marcar y reelaborar roles, reglas y dad de establecer pequeñas partes más abiertas en algunas ceremonias
relaciones, y refuerza la cohesión grupal. Las familias exp rimentan ya consolidadas, de modo que pudieran surgir algunos elementos nue­
cambios constantemente, a medida que cada uno crece, se tncorporan vos y .diferentes. Con los rituales sesgados, el t.erapeuta podrfa ayudar a
nuevos miembros y otros la dejan. La flexibildad para adaptar rituales los mi mbros de la familia introducir gradualmente algunos símbolos,
significa que estos cambios pueden elaborarse de modos significativos. con fl1:dos y valores proveru ntes de otros sectores _de su patrimonio he­
red1tano. En el caso de los ntuales vacíos, es necesario encontrar algún
pequ o sector en el que se pudiera introducir significación mediante el
Celebraciones familiares, tradicíones familiares, cambio del proceso de preparación del ritual Los rituales que han sido
rituales del ciclo uital y vida cotidiana interrumpidos o que se han celebrado en secreto pueden empezar a efec­
tuarse en forma más abierta; tal vez alg,.mas de sus partes :inclusive se
En la vida cotidiana de la familia, ¿dónde puede mirar el terapeute. puedan volver a representar. Al trabajar en forma flexible sobre los ri­
para evaluar aquellos aspectos que podrían entrar en esta tipología d8 tuales del ciclo vital, se pu e ayudar a los miembros de la familia a que
seis ítems? Se pueden examinar cuatro aspectos de la vida familiar que vean en qué casos han podido adaptar exitosamente sus rituales con el
se han ritualizado: celebraciones familiares, tradiciones familiares, d· tiempo y qué otros podrían necesitar que se los modificara.
tuales del ciclo vital familiar y vida cotidiana (adaptado de Wolin y . Por ejemplo, Dick Whiting y yo trabajamos con un hombre y una
1 Bennett, 1984). Las celebraciones familiares se definen como ritualen muJer que, durante los tres años que llevaban juntos habían creado una
que se practican ampliamente alrededor de acontecimientos que se fes· cantidad de rituales para ellos dos. Destinaban una :ioche por semana a
tejan en el contexto cultural, como el 4 de julio, el Día de Acción de salir a pasear Y estar juntos, trataban de preservar uno de los días del
Gracias, el Seder de Pascua, Navidad, etc. Por medio de expectativa'> fin de semana para pasarlo juntos y celebraban regularmente una canti­
culturales más amplias, la sociedad en cierta medida organiza el tiem­ dad de acontecimientos familiares y culturales con su familia (Navidad
po, espacio y símbolos de eStos rituales. Las tradiciones familiares están Día de la madre, cumpleaños, etc.). Sin embargo había un acontecí:
menos establecidas en la cultura y son más idiosincráticas de cada miento en la vid delamujer (Marisa) que quedaba singularmente al
familia y están basadas en lo que podría denominarse un calendario ""in­ margt!n de todo ntual. Suhermano se había suicidado hacía 20 años. Su
terior" en vez de "exterior". Los aniversarios, fiestas de cumpleaños, va­ muerte era algo de lo cual todavía no se podía hablar abiertamente en
caciones, etc. pertenecen todos a est.e categoría. El tercer aspecto a con­ su familia, ni se señalaba con visitas al cementerio ni se reunían todos
siderar es el de los rituales del ciclo vital familiar, como bodas, fiestas de alguna manera para conmemorar el aniversario de su muerte o de su
de regalos (para novios o recién nacidos), bautismos, graduaciones, jubi­ naci?Iiento.. El an ve.rsario de esa muerte iba a: ser el mes próximo.
laciones, etc. Estos son acontecimientos que marcan el paso de la fami­ Mansa tem1a depnmirse cuando se acercaba el momento del aniversa­
lia por el ciclo de la vida. Por último puede resultar útil examinar losr:'.- rio. Ta bién e taba preocupada porque, como había elegido nn marido
tuales de la vida cotidiana de la familia, como1a hora de la comida, la que tema el mismo nombre de su hermano, le parecía que alrededor de
esa muerte todavía tendría una serie de problemas sin resolver.
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1 59
En las sesiones anteriores al aniversario, hablamos de los modos en dos a trabajar con rituales por sus propios medios, hubiera sido mucho
que la pareja podría lograr que este anivers o fuese m s abierto, c o mejor armar el ritual de transformación en la sesión junto con nosotros.
una manera de dar más apoyo personal a Mansa y también a su fam1ha En última instancia, sus agravios perduraron como una metáfora muy
(visitar la tumba, decirle a la familia que ellos dos iban a ir e invitar a intensa y al cabo de varios meses más de tratamiento, concluyeron.
los otros miembros a que los acompañaran, mirar fotos familiares, hacer Varios meses después de esto, la mujer abandonó al marido.
algún tipo de homenaje al hermano en su casa). También formulamos
wia cantidad de preguntas sobre los aspectos en que Rand (el cónyuge de
Marisa) era distinto de su hermano, poniendo el acento en des.tacar que Laconducta sintomática como ritual
los dos eran individuos diferentes. Luego dejamos a criterio de Marisa Y
Rand que volvieran con wi ritual que pudiera funcionar en el caso de Una segunda zona en la que resulta útil examinar el ritual en el
ellos. Dado que ya habían manifest.ado cierta tendencia a usar rituales, proceso terapéutico es en lo referido a los aspectos rígidamente rituali­
nos result.aba cómodo dejar éste de final abierto. Varias semanas des­ zados de la conducta sintomática. Por ejemplo, en la familia Jensen, en
pués nos describieron cómo en su casa, durante las noches anteriores y la que la hija menor se negó a caminar o a hablar durante dos años, se
luego en la fecha en que el hermano se había matado, h_a-bí ence':1dido habían desarrollado una serie de conductas ritualizadas. Primero, el pa­
wia vela y se habían referido a lo que el hermano babia podido bnndar dre tenía wi modo particular de hacerla caminar, moviéndole los pies
al rnwido cuando estaba vivo. Además, Marisa había sacado algunas fo- mientras él permanecía detrás de ella y la empujaba hacia adelante.
tos de su famila incluso del hermano (explícitamente ella no habíamos­ También llevaba una provisión de caramelitos Tootsie Roll para darle
trado fotos de éÜ. Luego estas fotos las dejaron en la cocina Rand se sin­ como premio después de haberla trasladado de un sitio a otro. La madre
tió mejor cuando pudo respaldar a Marisa en Wl momento que sa ía.difi­ tenía una manera completamente diferente de hacerla caminar: le sos­
cil para ella porque aparecía una estructura de franco reconoc1m1ento tenía firmemente los hombros con una mano y luego se inclinaba y le
del tema de la muerte del otro Rand, y Marisa expresó que podía contro­ golpeaba con la mano la parte posterior de la rodilla para impulsarle la
lar mejor sus altibajos en ese momento. Después de discutirlo mucho, pierna hacia adelante. La niña sólo podía usar pantuflas para caminar
ella pudo llamar a su madre en esa semana y hablarle de cómo estaba (los zapatos eran demasiado pesados) y sólo mami o papi podían hacerla
señalando la muerte de su hermano. La madre no se desmoronó Y pudo caminar. Las diferencias entre los padres surgían en las disputas sobre
hablar un poco con Marisa sobre la ceremonia que ella y Rand habían ar­ cuál era el mejor modo de hacerla caminar. El padre pensaba que su
mado. Esta era una conversación que Marisa nunca pensó que pudiera manera era la mejor porque la persona que la hacía caminar no tenía
tener con su madre. En el proceso terapéutico, descubrimos cierta adap­ gue agacharse. La madre pensaba gue la suya porque la hija extendía
tación entre nuestro acceso al ritual y el dela pareja. más los músculos de la pierna cuando ella le doblaba la rodilla. A!.í, e!
En contraste, el doctor Whiting y yo trabajamos con otra pareja síntoma rigidamente ritualizado estaba sostenido por interacciones rígi­
que describí antes como de bajo nivel de rituali a ión (no cel braban damente ritualizadas que eran metafóricas de las relaciones familiares.
aniversarios ni cumpleaños ni señalaban acontec1m1entos especiales en La colocación de los utensilios domésticos de Wl modo particular
la familia). Se preguntaban si debían seguir casados. Gran parte del antes de poder salir de la casa, comer y salir de parranda, lavar la ropa
contenido de las primeras sesiones giró alrededor de agravios Y disgus­ a mano, tomar bebidas alcohólicas, el consumo de drogas y muchos tipos
tos pasados en sus 24 años de matrimonio. A medida que los cónyuges diferentes de conduct.a sintomática pueden depender de complicados ri­
aclaraban sus diferentes pwitos de vista sobre los agravios, resolvían tuales intrínsecos. En nuestras experiencias, t.ales síntomas rígidamen­
los malentendidos y se comwiicaban en forma más directa, les pedimos te ritualizados con frecuencia aparecen en familias que carecen de ri­
que diferenciaran los agravios entre aquellos que podían dejar pasar, tuales más significativos. Como lo hizo notar Schwart.zman (1982), "Los
aquellos que todavía necesitaban elaborar y aq.uell s que de a!gnna ma­ ritos de pasaje funcionan para facilitar que los individuos modifiquen
nera debían continuar formando parte de su h1stor1a compartida. Estas sus relaciones sociales de un modo culturalmente adecuado, mientras
listas las trajeron a wia sesión. Entonces les pedimos que transforma­ que la conduct.a sintomática funciona para legitimar el fracaso de los
ran los agravios que sentían que podían dejar pasar trabajando con cambios culturalmente ademados en el ciclo vit.al" (pág. 3). Continúa re­
ellos en casa de alguna manera. Hablaron de quemarlos afuera n lapa­ firiéndose a cómo tanto los rituales corno las conductas sintomáticas
rrilla (estábamos en medio del invierno en Massachusetts occ1dent.al). ayudan a mantener sus respectivos sistemas sociales, pero cómo los
Nunca llegaron a efectuar el ritual de la quema de avios Y v lvieron rituales trabajan con múltiples niveles de significado y organización y
dos semanas después diciendo que ya no e;a necesano. Al cons1derar!o partes abiertas, que entonces hacen posible el cambio. Considera que los
retrospectivamente, me parece que no pudimos adaptamos a su propio rituales (en especial los ritos de pasaje) trabajan con mensajes paradóji­
estilo de trabajar con rituales. Puesto que ellos no estaban acostumbra- cos simultáneamente, con lo cual estimulan el cambio.

60 61
El significado y el simbolismo de que están dotados los rituales Asimismo, en el comienzo del tratamiento, con frecuencia se traba­
sintomáticos pueden utilizarse para abrir otras opciones. Por ejemplo, ja con los miembros de la familia para alentarlos a que emprendan el
en el caso de la niña que no caminaba ni hablaba, elaboramos un nu':vo viaje todos juntos y no se concibe que una persona necesariamente ten­
modo de hacerla caminar que incorporaba ambos modos de trabaJar ga que estar "fija". A veces se invita a todos los miembros de la familia
de los padres en el curso del tratamiento, se hizo una videocinta en la coino viajeros comunes "con iguales necesidades y esperanzas de cam­
que la madre y el padre aparecían como expertos y les mostraban a bio" (Kobak y Waters, 1984, pág. 91). A veces ocurre que las familias no
todo el personal del centro sus estilos particulares para hacerla cami· se comprometen con el tratamiento porque esta idea de los vi.ajeros co­
nar. Este vídeo se les mostró a todos y finalmente el centro residencial munes no se trabaja con éxito. Por ejemplo, en un caso en el que traba­
llegó a adoptar un modo de hacer caminar a la niña, utilizando ':1 estilo jamos el doctor Whiting y yo, un hombre de 42 años (el mayor de tres
particular del padre para dar vueltas y el de la madre para subir esca­ hermanos) había estado viviendo en el sótano de la casa de sus padres
leras. Con esto se introdujo la idea de que ella podía adaptarse a dife­ durante aproximadamente ocho años y se había negado a salir. La fami­
rentes maneras de ..caminar". Aproximadamente cada dos semanas lia presentó a Herman como el único que tenía problemas. Les pedimos
se variaba el modo de hacerla caminar, de manera que gradualmente se a los padres, y también a los dos hermanos, que concurrieran a algunas
le sacaba un brazo del hombro, ya no se le tocaba la parte posterior sesiones para ayudamos a comprender las dificultades de Herman. En
de la rodilla, etc. Por último, en las semanas anteriores al momento en esas sesiones tratamos de llegar a ver el problema del hijo de un modo
que finalmente caminó ,.por sí misma", se "la hacía caminar" sólo con más interacciona), en la medida en que descubrimos que: 1) los padres
que una persona le colocara la palma de la mano suavemente en la es­ tenían peleas muy explosivas que Herman trataba de detener; 2) hacía
palda. 10 años los padres habían decidido airadamente tener dormitorios sepa­
rados, y 3) los padres tenían puntos de vista muy diferentes sobre cómo
manejar los problemas de Herman. (El padre pensaba que había que
La terapia como ritual obligar a Hermana salir del sótano y había llamado a la policía para sa­
carlo a rastras. La madre pensaba que había que dejarlo tranquilo y ha­
La terapia misma puede verse como un ritual. Kobak y Waters blar con él en la casa, que con el tiempo superaria la cuestión que lo
(1984) consideraron que las tres etapas propuestas por Van Gennep se agobiaba.) No tuvimos éxito en convencer a la familia de que los proble­
encontraban comúnmente en los ritos de pasaje y estudiaron cómo s mas que afrontaban eran algo compartido por todos ellos como viajeros
aplican en el proceso terapéutico. La primera eta e laseparación. n
s comunes y se incrementó la presión para que tratáramos a Herman in­
los ritos de adolescencia de muchos lugares de Afnca, se separa a losJÓ· dividualmente. Después de la tercera sesión, la familia se negó a concu­
venes y se da un alojamiento especial para las jóvenes que co ienzan rrir a otras sesiones. Varios meses más tarde recibí una tarjeta de
con la menstrnación y se destina un campo separado para los Jóvenef, Navidad de la familia en la que me decían que las cosas se habían esta­
que se inician. La separación física denota que est.án alejados de su an­ bilizado con la internación del hijo. Al entrar en una institución se res­
tigua situación, aunque todavía no están integrados al 15!UPO en s.u..nue· tableció su rol de "enfermo".
va posición. Además, los adolescentes aceptan a de ':rmmadas per7onas Con la pareja que describí antes, que elaboraron su propio ritual
como guías dentro de su grupo, quienes les transmitirán la nueva mfor.­ para reconocer el suicidio del hermano, terminé por realizar la primera
mación. También se efectúa una conexión grupal, puesto que formar,_ entrevista con ellos en mi despacho de la universidad y no en el
una especie de asociación de viajeros comunes que pasan por los cam·· consultorio en el que yo trabajaba con Dick Whiting (que tenía toda la
bios. · parafernalia habitual para la terapia familiar). Estaban ansiosos por
El tratamiento también se lleva a cabo en un lugar especial y sepa·· iniciar el tratamiento y como hubo una tormenta de nieve en la que ca­
rado, y en la terapia familiar con frecuencia se 1;1-tiliza un parafer alfa. yeron 30 cm, ninguno de nosotros quería manejar los 20 km hasta el
concreta, con espejos unilaterales, redes telefómcas y e u1pos de vtdeo consultorio. Mi despacho de la universidad no es un sitio tan privado (se
Hay una unión con el terapeuta, se lo.acepta como gu1 con el 9u Sé puede oír a la gente que habla en el corredor) y, cuando llegamos, lapa­
mantienen conversaciones especiales mientras se transmite conocnn1en-· reja se topó con uno de mis estudiantes al que por casualidad conocían.
to especializado. Como advirtió Tomm (1988): ,.El terapeuta puede inda­ Más tarde, se produjo cierta confusión respecto del término de la sesión,
gar legítimamente acerca d las experiencias. P :Va?as y personale dP. ya que ambos hicieron llamados telefónicos para volver a arreglar cier­
los pacientes" (pág. 2). Corrientemente tales mmabvas serí C?n 1de-· tos compromisos a causa de la tormenta, y le pregunté a Marisa si,
radas inadecuadas o extrañas fuera del contexto de una relac1on mtima. cuando se reuniera la familia para las próximas vacaciones, se haría al­
Así se puede trazar una línea demarcatoria: en la terapia se habla guna mención del hermano. Cuando comenzamos la segunda sesión,
acerca· de la vida cotidiana pero no estamos en la vida cotidiana. Marisa y Rand me dijeron que los había perturbado mucho que yo men-

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1
donara esa cuestión cuando no estaba claro si estábamos todavía en se­ nes personales que proporcionan las bases para los posibles cambios en
sión o no, pero lo comprendieron dentro del contexto de que no disponía­ la segunda etapa, el período liminaL
mos de un lugar especial para la reunión con una sala de espera separa­ La etapa liminal o de transición del proceso ritual es un periodo de
da, etc. En la segunda sesión nos reunimos en el consultorio habitual experimentación, en el que se ensayan nuevas identidades y se aprende
con el espejo unilateral y todo 1o demás. Dijeron que se sentían mucho información nueva. En los rituales, los que se inician· están en la "situa­
más cómodos. En cuanto a mí, me pregunté si era un error inclusive co­ ción de no tener ninguna situació1i"": ni niña nl mujer, ni joven ni
menzar la terapia fuera de ese lugar especial. hombre.
Los mismos modelos .de terapia parecen haber desarrollado sus En la terapia esta etapa resulta un momento decisivo para abrir
propios rituales para esta primera etapa de separación. Por ejemplo, el posibilidades de cambio en la familia. Si el terapeuta ha establecido un
modelo estratégico de Ha1ey se refiere a la importancia de la fase social buen contacto en la etapa de separación, tiene una ventana abierta ha­
(que tiende un puente importante entre la vida cotidiana de la familia y cia la familia, durante un periodo limitado, para cocrear nuevas pautas.
el carácter especial de la terapia), luego la etapa problemática (que deli­ Si esta etapa se prolonga demasiado, las familias pueden hacerse dema­
mita este momento como la etapa en la que hay un foco concreto), y lue­ siado dependientes del proceso mismo de la terapia en lugar de llegar a
go la etapa de intervención (el terapeuta como guía que puede dE?"los usar sus propios recursos. Además, cuanto más se prolongue esta etapa,
a resolver ciertas dificultades). Haley (1976). El modelo de Milan tiene más probable es que el terapeuta y la familia lleguen a tener un contac­
la sesión de cinco partes: 1) la reunión previa del equipo de terapia para to demasiado estrecho y se fijen determinadas interacciones, lo cual difi­
analizar a la familia y las hipótesis de trabajo; 2) la sesión con las ape­ culta más la introducción de información nueva. El proceso mismo de
laciones del terapeuta en la habitación; 3) la reunión intersesiones entre tratamiento puede volverse rígidamente ritualizado, especialmente en
el terapeuta y el equipo detrás del espejo para analizar la información cuanto a tiempo, lugar y contenido. El cambio de frecuencia entre las se­
proveniente de la sesión y cuáles son las intervenciones o señalamientos siones, momentos y lugares diferentes para realizar la sesión y el cam­
que se van a presentar a la familia; 4) la presentación a la familia, y 5) bio de los temas abordados pueden ayudar a evitar la posibilidad de que
la discusión posterior a la sesión para analizar la reacción de la familia la terapia se convierta en Wl ritual rígido.
ante el comentario o la intervención (Selvini Pala.zzoli y otros, 1978b). En la tercera etapa ritual, la reagrupación, las personas vuelven a
Este proceso distintivo en cinco partes parece delimitar los roles entre el conectarse con la comunidad en su nueva situación. En la terapia se
equipo de terapia y la familia, poniendo el acento especialmente en el produce Wl movimiento de distancia del lugar y tiempo especiales de la
momento en que el equipo introduce nueva información. terapia para volverse hacia las conexiones con los recursos de la familia
Los propios terapeutas pueden descubrir que tienen determinados y su vida cotidiana
rituales, como sentarse en la misma silla, o formular una secuencia de Por diversas razones la terapia familiar con frecuencia no tiene la
preguntas sobre el motivo actual de la terapia, o típicamente comenzar fuerza suficiente para explorar la tercera fase del proceso terapéutico.
con un genograma o dos en la primera sesión. O puede haber tipos Una de ellas es que se ha escrito más sobre las etapas iniciales de la te­
comunes de rituales que el terapeuta utiliza con la familia para compro­ rapia y muy poco sobre su terminación. Además, es más fácil escribir so­
meterlos con el tratamiento y separarlos de su vida cotidiana. Por ejem­ bre lo que ocurre en la sala de terapia que sobre las nuevas conexiones
plo, en los casos en que hay opiniones diferentes sobre si la familia nece­ que se producen fuera de la sesión. Por último lo típico es que el proceso
sita terapia o no, Imber-Black (1985) ha utilizado variantes del ritual de de terminación siempre ha sido muy breve en la terapia familiar. Tal
los días impares/días pares del grupo de Milán. En los días pares los vez esto estéTelacionado con los modelos de sistemas que tratan de dife­
miembros de la familia actúan y hablan como si no necesitaran trata­ renciarse de otros modelos terapéuticos, en los que el trabajo con la ter­
miento; en los impares, actúan y hablan como si efectivamente lo nece­ minación y la transferencia y contratransferencia llevó a finales dema­
sitaran. Se les pide a los miembros de la familia que observen escrupu­ siado prolongados (lmber-Black, comunicación personal, 1987).
losamente de qué modo difieren en los días pares e impares determina­ Un modo comllll de finalizar el ritual de la terapia que se desarro­
das conductas problemáticas sobre las que algunos de ellos están preo­ lló en mi propia práctica consiste en formular a las familias preguntas
cupados. En la siguiente sesión terapéutica lo principal es ayudar a los que los coloquen en el rol de metaobservadores del proceso de la terapia.
miembros de la familia a llegar a alguna decisión sobre si quieren ini­ Por ejemplo, les pregunto a los pacientes qué resultó más útil en la tera­
ciar el tratamiento o no. pia, qué fue lo menos útil y qué recomendarían para otras familias con
La primera fase de la terapia es el momento de establecer un nivel problemas similares. Esto saca al terapeuta del rol de metaobservador y
de confianza, seguridad y aceptación mientras los roles y posiciones ha­ comentador y estimula a los miembros de la familia a participar como
bituales no están fijos. Mientras se van reelaborando las normas y roles, colegas. También utilizo el medio de salir de atrás del espejo para mar­
los miembros de la familia necesitan cierto anclaje en algunas conexio- car el final del tratamiento. Esto puede hacerse tanto como Wl ritual

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f
formal (por ejemplo todos los miembros del equipo salen de atrás deles­ ' Mark: El simple hecho de que usted y los miembros de su equipo estu­
pejo, uso de determinada comida, interc bio d símbolos o egalos) o vieran afuera y no respaldaran.ni a unoni a otro. Esa fue la mayor
bien más informalmente, cuando la familia co enza a segwr más de á.yuda porque ustedes podían considerar el asunto en forma neu­
cerca las discusiones del equipo y hace comenta.nos sobre ellas, como en tral Lo bueno y lo malo de cada uno de nosotros. Ese fue el impul­
un modelo de equipo reflexivo (Anderson, 1987). Cuando se sale de atrfil'. so que Karen y yo necesitábamos, alguien que no estuviera del la­
del espejo de esta manera se produce un cambio re.specto de quién mira do de ninguno de nosotros.
a quién, quién ayuda a quién, quién agradece qwén. Se hace i:n pasa­ Terapeuta: Me agrada oírle decir eso (a Karen). ¿Usted piensa lo mismo?
je hacia la vida cotidiana y puede ser un modo importante de senalar lo Por supuesto que no funciona si usted no cree lo mismo.
puntos fuertes de la familia . . . Karen (asintiendo): Sí.
Además de pedirle a la famiha que haga comenta.nos sobre el pTO··
ceso terapéutico y la salida de atrás del espejo, con frecuenci trato dí, Entonces la terapeuta continuó preguntándoles qué había sido lo
efectuar intercambios de símbolos o regalos que pongan de reheve algu-· menos útil y qué recomendaban para otras familias. Luego trajo una ca­
na parle de la terapia. Esto puede hacerse de varios modos: el terapeutn ja envuelta para regalo, y dijo: "Gané mucho en mi trabajo con ustedes y
ofrece a la familia algo que permita reconocer sus puntos f'.uertes;_ se quiero darles a mi vez un regalito. Pensé en lo que esta familia repre­
produce un intercl;lmbio mutuo de símbolo o regalo.s en .la sesión, o bien senta para mí y siempre me surge la idea del equilibrio. Recuerdo que
un ofrecimiento de regalos fuera de la sesión penmte vmcular a los pa­ usted dijo, Mark, que el matrimonio es 50-50. Y me di cuenta de lo preo­
cientes más vigorosamente con su comunidad. (Véase el capítulo 3 para cupados que estaban ustedes por las mellizas, y cómo mantenían el
más ejemplos.) equilibrio para que cada una obtuviera lo que necesita. Y entonces pen­
Por ejemplo, en la sesión final con la familia La.wson, la terapeu­ sé en un móvil. Siempre pende en equilibrio aunque dentro de él existe
ta.to reunió a la madre al padre y a sus dos hijas gemelas. (Había hecho una gran libertad de movimiento. Pero en el móvil todo tiende al equili­
algún trabajo de pareJa sólo con los padres para considerar ciertos n:i· brio. Si se le saca una parte, nofunciona. Y cuando pensé en los móvi
pectos rígidos de su relación.) Cuando l s preguntó qué fue lo q e hai_)m les, me acordé de una historia sobre un par de cisnes que yo solía con­
resultado más útil en la terapia, Danmelle, la gemela que hab1a temd>J tarles a mis hijos". La terapeuta contó una parábola sobre una familia
fobia escolar y muchos problemas de aprendizaje (y a la que la madre la de cisnes que se correspondía con el trabajo que la familia había realiza­
había ayudado permanentemente todos los días), dijo: do en la terapia. Las niñas entonces abrieron el regalo: un móvil con cis­
nes que la terapeuta había hecho pnra ellos, y mientras corrían los
DannieUe: Resultó muy útil lograr que mami le preguntara a mi herma.­ agradecimientos, también el equipo telefoneó a la madre y al padre para
na (Davina) si necesitaba ayuda. agradecerles por los momentos compartidos.
Terapeuta: ¿En qué te ayudó eso? . . , . El tratamiento finalizó con el señalamiento de una relación de ma­
Dannielle: Me hizo pensar que mann no sólo me quiere a m1 smo que yor colaboración. Se resumieron y pusieron de relieve los puntos fuertes
nos quiere a las dos. (Dauina y la m e intercambian una miro.­ de la familia, se le pidió a ésta una devolución sobre el proceso de la te­
da de complicidad. La terapeuta les pide que todos se explayen un rapia y la terapeuta les entregó un regalo como un modo de agradecer­
1 poco más sobre el tema.) . . . les por los "regalos" que ellos le habían hecho. El móvil con }os cisnes no
Davina: Creo que es importante que Danmelle sepa que manu me qwe­ sólo encamaba profundos motivos familiares sino que también servía
re a mí también así no tiene que estar siempre pegada a mamü. para recordar la parábola de los cisnes, destinada a poner de relieve las
Creo que el hecho de que papi no salga ª. acer chan,¡ps (trabajo grandes aptitudes que la familia había demostrado para hacer algunos
extrapart time) verdaderamente fue muy util. Que papi esté en cn­ cambios tanto en las relaciones filiales como en la de pareja.
sa ayudó mucho. Puedo compartir con él mi_s sentimientos. En el seguimiento de este caso que se hizo al año, el padre orgullo­
Terapeuta: Gracias, Davina. ¿Qué fue lo más útil para usted, Karen Oa samente le contó a la terapeuta que ambas niñas habían figurado en el
madre)? cuadro de honor ese año, y que todavía disfrutaban del móvil con los cis­
Karen: Asegurarme de que tengo tiempo para las dos niñas, especial­ nes que estaba colgado en su salita de estar.
mente Davina.
Terapeuta: En su corazón siempre había lugar para lla...
Karen: Esa fue una de las más grandes, cuando Davma dijo que le par,?­ Tipología ritual yel proceso de la terapia
cía que yo no tenía tiempo para ella. Y en verdad me pareció que Estas tres etapas del ritual en el proceso terapéutico pueden anali­
todo el asunto surtió efecto. zarse desde el punto de vista de la tipología de seis elementos analizada
Thrapéuta: Y usted, Mark, ¿que fue lo más útil para usted? anteriormente.
66 67
1
:i;,·

1) ¿Su proceso de terapia tiene un bajo nivel de ritualización? '' Creación de rituales terapéuticos
¿Cómo se usa el ritual en las etapas de separación, de transición y de
reintegración? ¿Se hace alguna distinción entre estas t;es etap s en el Al trabajar con estos tres aspectos -evaluación del uso corriente
tratamiento? ¿De qué modo señala el ingreso al trat.am1ento? F1Jese es­ del ritual que hace la familia, aspectos ritualizados de la conducción
pecialmente en la última fase: reintegración. ¿Cómo reconecta a la fami­ sintomática y los rituales del proceso terapéutico-- el clínico está enton­
lia con su contexto y sus recursos? ces en condiciones de pasar a considerar los motivos rituales adecuados
2) ¿Su proceso de terapia está rlgidamente ritualizado? Siempre para wia familia en tratamiento así como planear determinados ele­
usa el mismo protocolo para las sesiones (es decir, una sola persona en mentos. En el capítulo 2, para orient.ar a los clínicos en cuestiones fami­
la habitación, una detrás del espejo, y esta persona por lo general entra liares que pueden abordarse muy bien con rituales terapéuticos, se de­
en el consultorio cerca del final de la sesión) o la misma modalidad (es t.allan cinco motivos rituales. Pautas para cocrear rituales que tienen en
decir, esencialmente hablar o hacer escultura o trabajar con genogra­ cuenta el uso del tiempo, espacio, símbolos y acciones simbólicas se ana­
mas)? ¿Hay cosas que cree que deben hacerse en la primera sesión o se­ lizan en el capítulo 3.
gunda? ¿Encuentra usted que hay ciertos tipos de intervenciones que
utiliza habitualmente (es decir, apartar un poco a la madre "supercom-
prometida" y tratar deincorporar al padre "periférico")? .
3) Ritualización sesgada. ¿Le parece que trabaJa esencialmente Notas
con un solo modelo o con ideas de una sola persona del equipo? ¿Existe
una historia de rit ales pasados que se han usado en la terapia con al­
gunas de las familias que atendió y que continúan apareciendo en detri­ I Cowo seilalaro11 Moore y MyerhoIT(l977): "Au11 si (un ritual) se lo ejecuta una. vez,
por primera y ilnica. vez, !IUS rigidece:;i estili:iticwi y sus repeticiones intemllll de forma o
mento de la incorporación de nuevas ideas? contenido pueden convertirlo en un elemento de tipo tradicional" (pág. 8).
4) El ritual vado como acontecimiento y no como proceso. 2 Nos damO!I cuenta de la o:;,nnotación de que el negro es "malon y el blanco "bueno"
¿Encuentra usted que hay ciertos tipos de acontecimientos que se si­ que hay en esta intervencíóo.. En este caso particular decidimos seguir el uso que hacia la
guen produciendo una y otra vez en el tratamiento, de modo que llegan familia de los sombreros blancos y negros, pero no IleU'3ariamente recoroend:unos que se
a adquirir un carácter predictivo? Por ejemplo, en un ambiente escolar, utilice esta idea Oln otras fo.millas, ya que indirectamente perpetila estereotipos raciales.
3 Para resellas wé.s amplias del cawpo del ritual, véase Ronald Grimes (1982)
¿se convoca automáticamente a una reunión del equipo interdis­ Begirmings in. Ritu.oJ Stu.dies, uuiham, Maryland, University Press of A.merica (especial.
cipHnario cada vez que un niño tiene una dificultad (foco en la "ceremo­ mente partea I y W) y William G. Doty (1986) Mythography: The Study o( Myths and
nia") en vez de que varias de las personas que trabajan con un niño ten­ Ritual:., University, Alabama, Univenity of Alabama Press (especialmente capítulos
gan la oportunidad de planificar y conversar sobre cuándo y dónde seria 2y3).
4 Lamentablemente, por lo general sdlo la mujer es "entregada" oficialmente en la ce.
adecuada una reunión del equipo (foco en el proceso)? El proceso de remonia, lo cual refleja 108 residuos patriarcales del matrimonio en el que el padre trans­
organización de la reunión puede ser tan importante como la reunión mite su "propiedsd" a otro hombre. VéatJe Tad Tuleja en Curi.ou.s Cusl-Oms (1987) donde se
misma. eocuentnrn cuentitos fascinantes sobre otros modos en que esto se manifiesta en las cele­
Las intervenciones pueden ser experimentadas por las familias co­ bra.cioaes de bodas., como por ejemplo atar loszapatos viejos al automóvil de la pareja. El
mo acontecimientos y no como procesos cuando se repiten a lo largo del autor sostieue que estR costumbre quedó de[ símbolo contractual de los zapatos en el
CeJ:"CSno Oriente antiguo, donde entregar una sandalia o un zapa.to signüica.ba que se ha­
tiempo. Por ejempo, si en una serie de cinco sesiones el mensaje del fi­ bía completado 111 tnu1sacci6n. Eotre loe anglosa.joues el padre de la novi11 le daba al mari­
nal de la sesión siempre se le presenta a la familia como una interven­ do uno de los zapatos de la jove11 para mostrar que su autoridad había pasado al 11uevo
ción del equipo separada, ¿se están creando marcos de expectación o cónyuge. "De modo significativo, la ceremonia concluia cuando el marido utilizaba el zapa­
to como una parodia de autorida,;l, dé.ndole golpecitos en la cabeza a la novia con él"
respuest.as predecibles? (pág. 67).
5) ¿Su proceso ritual está interrumpido? Por ejemplo, ¿planea algo 6 Tad 'l\deja ..dvierte que el varóu más anciano todav:fa es el encargado de trinchar
con la familia pero interfiere la crisis de otra familia y a usted le result.a en las f11milias, independientemente de ctÍánto tiempo haya pasado 111 mujer preparao.de
difícil retomar lo que estaba planificando? la comid11. Cree que e! ritual del trinchante "celebra el rol del varón como 'ciu:ador' mien·
6) ¿Qué flexibilidad tiene para adaptar los rituales a lo largo del trae deja en la sombra el aporte igualroeote esencial de las mujeres 'reoolecto:ras"' (1987,
pág. 98).
tiempo? ¿Cambia el modo en que usa el teléfono? ¿El equipo está siempre S Esto va!E! especialmente en el caso de los varones, puesto que !!U iogreeo a la puber·
detrás del espejo o puede aparecer en otros ámbitos? ¿Cuándo llega la fa- tad ee puede ...,da.lar mé.8 fácilmente como ao:;,ntecimíeuto gru¡ial. En el caso de las nidB.B,
milia detrás del espejo? ¿Cómo evolucionan sus rituales terapéuticos? el romienzo de la menatru11ei6n, que puede variar muchlsimo, con írecuenci11 se utiliza co­
La tipología de los rituales puede utilizarse no sólo para examinar mo u11 marcador decisivo de la eut:rada en la pubertad. Esto significa que hay meoos cele­
braciones grupales para las jóvenes.
la conducta ritual de la familia sino también para estudiar las etapas 7 En una amplia encuesta, la mitad de los norteamericanos i11tenogados dijeron que
del proceso terapéutico.

68 69
al escuchar m1bica en un momento determinado de su vida, tuvieron la experiencia fi11ica
de ese esc11lofr10 (Orn,;,tein y Thompson. 1984). American Sociological Reujew, 6, 869-81, Bobbs-Merrill reprtnt seri.&i A,.
8 Sara me invitó R su gradn.acidn en IR eJM:Uela secundaria --uuos tres a:oos despuh. 104. '
Congran orgullo vi cómo m11rchaba, se ponía de pie en la primera lila y entretenía a un Imber-Black, E. (1985): "'lbward a resource model in systemic family therupy'.
auditorio de varios miles do pel'SOnas con sn partidpacióu eu el coro. Cuando le entregué In M. Karpel (comps.): Fami!y resources, Nueva York, Guilford Press.
=
un regalo en la ri.est.. que se hizo en cRSa, me miró fijo y me preguntó: "¿Es la caja?
"No", le dije, "la caja sólo ea para que la desentierres si alguna vez la necesitas". Mieutre.s
Imber-Black, E. (198&): "Idiosyncratic life cycle transitions and therapeutic ri­
tuals". En B. Carter Y M. McGoldrick (comps.): The family üfe cycle: A fra.
tanto el perico parloteaba por toda la habitación diciendo:"Hola, hola". me.work for family therapy, Nueva York, Gardner Pres.s.
8 Mi agradecimiento a Edison s..ntana por ayudarme a comprender o'.mo la migra.. Imber-Black, E. (1988b): Families and Larger System.s, Nueva York, Guilford
cióu afecta el desanollo del ritual. Pre.ss.
10 Mi agradecimiento a la terapeuta a cargo de este caao, Doris Coheu, de la
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dual. Declaró que se había separado de su mujer e hijos y que acababa
Press. de perder su empleo. Dijo que se sentía muy deprimido y no estaba se­
Wolin, S. J. y Bennett, L. A. (1984); "Family rituals", Family Process, 23 (3), guro de que valiera la pena vivir. Le pregunté si creía que la separación
401-420. era definitiva y, puesto que no estaba seguro, le pedí que trajera a su es­
posa a la primera sesión. Durante la primera sesión, la señora Korner
manifestó que durante muchos años había tratado de que su esposo se
ocupara de los proble.mas que tenían: conflictos entre ellos y entre el se­
ñor Korner y su hijo de 12 años, Billy, pero que é.l siempre se había ne­
gado a hacerlo. Ahora estaban separados desde hacía un año y medio, y
en ese tiempo la señora Korner se había mudado a una casa nueva con
Biily y otra hija de 10 años, Sally. La señora Korner había vuelto a la
escuela y acababan de contratarla para un buen puesto. Durante ese
tiempo, el señor Korner había perdido su empleo y continuaba teniendo
relaciones muy problemáticas con su hijo. La seriara dijo que había in­
tentado que él buscara una terapia antes, cuando su matrimonio peli­
graba, pero que él se había negado y ella había ido sola. La señora
Korner declaró que en ese momento no queria concurrir a la terapia
junto con su esposo, pero que tendría mucho gusto en asistir "de tanto
en tanto".
El trabajo comenzó con el señor Korner y se puso el acento en sus
relaciones generalmente conflictivas con su mujer, su hijo y sus compa­
ñeros de trabajo. Admitió que había sido una persona muy critica y que
consideraba que era en verdad muy dificil convivir con él, ya que siem­
pre menospreciaba a su esposa, con frecuencia delante de otras perso­
nas. Dijo que durante los últimos años su esposa se había negado a te­
ner contacto con otras personas y que hasta las cenas en familia habían
disminuido. Se describió a sí misino como una persona poco imaginativa
y poco creativa. Una exploración de su familia de origen puso de mani­
fiesto que sus dos progenitores bebían en exceso, que a él lo habían criti­
cado extremadamente y con frecuencia lo habían humillado delante de
otras personas. Durante la terapia quese centró en las pautas interge­
neracionales y el lugar que ocupaba en ellas el sefior Korner, tanto de
niño como ahora en su posición de adulto, el señor Korner comenzó a
modificar su conducta, especialmente con su esposa. Pudo conseguir un
nuevo empleo. Comenzó a encontrarse con su mujer y ella volvió a la te-

72 73
losniños parecían más atemorizados que enojados. Billy también descri­
bió las viejas peleas que tenía con su padre, que generalmente deriva­
ban en disputas entre marido y mujer, y expresó su preocupación de que
todo esto pudiera volver a ocurrir. También manifestó que en esas dis­
putas Sally solía ponerse del lado del padre y que sólo hacía muy poco
tiempo que Sally y él habían logrado llevarse bien. Durante la sesión, el
señor Komer pidió disculpas a Billy por todos los antiguos agravios, y
ambos progenil:ores prometieron a los niños que nnnca volverían a com­
portarse como an es. Les explicaron a los hijo losn evos votos "?IBtri­
Sr. Karn...:-
Sr:a. Korner moniales que habian hecho. Les hablaron del tipo de padres que iban a
ca.oodos Noiiof ser para losdosy, mientras lo hacían, los niños visiblemente se tranqui­
separodn l,.o,,I. 1,5 años lizaron.
Al final de la sesión, solicité que Billy y Sally se reunieran sin los
padres y planearan una sorpresa para ellos en el momento en que el pa­
dre retomara al hogar. Entonces les pedí al señor y la señora Korner
que les dieran nna sorpresa a Billy y Sally en esa misma ocasión. Todos
estuvieron de acuerdo.
BI11y S ly Cuando vi nuevamente a la familia un mes después, el señor
Komer ya estaba instalado en la casa. Les pregunté por las sorpresas y
Figura l. Lafamilia Korner. renacimiento de una familia me comentaron lo siguiente:

Billy: Hicimos un pastel de boda. Cocinamos cuatro bizcochuelos blan-


rapia ruando decidieron reconciliarse. Aquí la t rapi_a empezó a tra? j,ar cos y los apilamos uno encima del otro. ¡Nos llevó todo el día!
con "nuevos votos matrimoniales", un proceso ntuahzado que pernut10 a 'Ierapeuta: ¿Quedaron sorprendidos sus padres?
la pareja ventilar sus diferencias pasada y e tablecer un .nuevo to o Sally: ¡Sí!!! ¡Y quedamos todos cubiertos de huevo y azúcar!
para 51,1 relación futura. El primer matnmomo ?e la pareJa se ha rn Sr.Komer (riendo): ¡Y toda la cocina también!
arruinado por la muerte del padre de ella, a qwen ado aba, dos dms
después de la boda. El señor Korner dijo q1,1e había sentido que nunca La señora Korner dijo que no podía darse cuenta de cómo habían
podría estar a la altura del recuerdo de su s_uegro. El esfuerzo que ha­ podido hacerlo, puesto que le dijeron que no habían vuelto a enmantecar
cían ahora se encuadró corno "un nuevo comienzo, nuevo punto de par· los moldes después de hornear cada bizcochuelo. También dijo que ha­
tida". bían dejado wi trozo en el freezer para el aniversario del año próx.imo,
Mientras el señor y la señora Komer elaboraban sus nuevos votos,
ya que la fecha en que el padre había vuelto al hogar la iban a celebrar
1 un día se presentaron a su sesión muy molestos '.'11 parecer. Co enzarof! ahora como su "nuevo aniversario". Billy, a quien antes se lo había con­
a describir la desconformidad de los niños, especialmente de B1lly, con eJ. siderado "poco imaginativo, como su padre", dijo con mucho orgullo que
proyecto de que el padre se reintegrara l h.o.ga -- El señ r Kome; man!.. la idea del pastel había sido suya.
festó que cuando fue a su casa Billy le d1Jo: Qwen te qu1ei:e_aqw. Vete Luego pregunté por la sorpresa que "los padres habían preparado
Poco tiempo atrás, ambos niños se habían negado a pa 1c1par en _una para los hijos. El señor y la señora Komer habían tomado dos cuartos
salida familiar que los padres habían planeado. E senor y la senom contiguos en un hotel y habían llevado allí a los niños para pasar wia
Korner que habían fijado la fecha para que el mando retornara al ho­ noche especial. Cuando llegaron a las habitaciones, los niños encontra­
gar de tro de tres semanas, ahora se s_en ían inseguros. Les pedí que ron unos vasitos dorados que tenían inscrito el nombre de cada uno y la
trajeran a los hijos a la sesión la noche s gu1ente. . fecha. Los padres rompieron wia botella grande de champagne y los ni
Billy y Sally se expresaban muy bien en la conversación Y fueron ños, una botellita. Si bien ambos padres habían participado en la mayor
capaces de manifestar que, si bien querían a s1;! padre y_es ban ver ­ parte de las ideas para la sorpresa, los vasos habían sido idea del señor
deramen te encantados con este hombre "nuevo que vema siempre a vi­ Korner y él se había ocupado de todo, algo que nunca hubiera hecho an-'
sitarlos también temían mucho que los cambios no duraran. Billy dijo: tes. Antes de la cena, los padres habían planeado intercambiarse nue­
"Ya nos' acostumbramos a vivir solamente con mamá. Nos llevó mucho vos anillos y, a último.momento, decidieron incluir a los hijos en esta ce­
tiempo. ¿Y si tenemos que pasar otra vez por todo esto? En este pwito remonia de los anillos. El señor Korner le dio a Sally el anillo para que

74 75
1
'
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se lo entregara a la madre, y la señora Komer le dio a Billy el del P?-dre, Cinco motivos rituales
en una ceremonia que metafóricamente expresaba las nuevas opciones
de relación ciue ahora tenía la f milia a su disposición. Cuando se planifican y ponen en práctica rituales terapéuticos con
Vi nuevamente a la familia al cabo de seis meses. Andaban muy individuos, parejas, familias, o familias y sistemas más amplios, hay
bien y fueron capaces de expresar muchas diferer:i ias respecto de us cinco motivos que sirven para orientar la toma de decisiones del ter a
anteriores pautas de interacción. El señor y la senora . mer podian peuta: 1) miembros; 2) curación; 3) identidad; 4) expresión y negociación
discutir cuestiones entre ellos. El señor Komer ya no cnticaba a su es­ de creencias, y 5) celebración. Estos motivos también aparecen en los ri­
posa ni a su hijo. El padre y el hijo salían y hacían cosas juntos, lo '71ª1 tuales normativos familiares, sea que se trate de rituales cotidianos,
nunca habían podido hacer antes. Me contaron que usaban los vasitos tradiciones familiares, celebraciones familiares y culturales o rituales
dorados en ocasiones familiares especiales. En esta sesión, les pregunté de transición del ciclo vital. Cualquier ritual puede incluir uno o más
si siempre había sido una familia que planeaba esas celebraciones tan motivos.
lindas que medescribían y dónde habían aprendido a hacerlo. La señora
Korner dijo que provenía de una familia en la que sie pre había aconfA:­
cimientos familiares encantadores. El señor Komer d1JO que en su fami­ Miembros
lia durante las vacaciones sus padres solían ·beber y disputar y que lo
m;ltrataban de palabra. El había decidido que, cuando tuviera su pro­ Todos los sistemas humanos se enfrentan con la cuestión de la per­
pia familia, no habría celebraciones familiares, con lo cual evitarían una tenencia, que incluye preguntas como quién es miembro y quién no,
cantidad de problemas. Durante 14 años la familia siguió el plan del se­ quién pertenece al sistema, quién define la calidad de miembro y cómo
ñor Korner y se mantuvo con un bajo nivel de ritualización, sin señalar se gana o se pierde la calidad de miembro. Con frecuencia estas cuestio­
de ninguna manera los acontecimientos familiares ni los cambios evolu­ nes resultan dificultosas para las familias, puesto que exigen un compli­
tivos. Sólo cuando la familia se reunió sobre la base de nuevos supues- cado trabajo de reelaboración de pautas familiares, reglas, opciones dis­
tos pudieron llegar a efectuar celebraciones con rituales. . . ponibles de relación y acuerdo previo sobre los roles.
Los rituales elaborados por la familia como respuesta a mis ms­ Los rituales de pertenencia se producen diariamente en las fami­
trucciones de "dar una sorpresa" funcionaron como un modo de reincor­ lias en las comidas familiares, durante las cuales la disposición de los
porar al esposo y padre como miembro de la familia, señalar e cazmen­ asientos, los temas admitidos y los afectos permitidos metafóricamente
te el proceso curativo entre marido y mujer y entre padre e hiJo, P,º?er definen y redefinen las concepciones de sí misma que tiene la familia. El
de relieve la nueva identidad del padre como protector y no como cnbco, análisis en la terapia de las horas de la comida familiar puede servir al
establecer una nueva identidad de la familia como un grupo capaz de terapeuta para informarse sobre las cuestiones de pertenencia. Así, en
celebrar juntos acontecimientos familiares especiales en los que partici­ una familia de padres divorciados, los tres hijos se quejaban de que la
paran todos, acentuar el proceso de negociación de creencias implícito en familia no se había reunido para comer juntos "desde que papá se fue".
los nuevos votos matrimoniales, y servir como un elemento de celebra­ En cambio, la madre cocinaba y comía sola en su habitación, mientras
ción de sus múltiples cambios personales e interpersonales. Eligieron que el mayor y el menor comían en momentos diferentes frente al apa­
símbolos que permitían definirlos como semejantes a otras familias, por rato de TV y el hijo mediano se quedaba a comer afuera durante la ce­
ejemplo, un pastel de bodas y anillos, y al mismo tiempo como único , na. Este ritual cotidiano reemplazaba al de la familia que se reúne para
por ejemplo, vasos especiales con sus nombres y la nueva fecha d.e am­ comer y servía como una metáfora dolorosa de la actual fragmentación
versario. Los símbolos y las acciones simbólicas pusieron de relieve a de la familia. Los rituales cotidianos de salir y volver también son ritua­
cada miembro individual (cuatro pasteles, cuatro vasos), relaciones diá­ les de pertenencia que definen cuestiones de 'proximidad y distancia.
dicas (por ejemplo, la botella grande para los padres y la pequeña para El motivo de la pertenencia acompaña muchas transiciones del ci­
los hijos} el cambio de alianzas que se presentaba (por ejemplo, la cere­ clo vital familiar que están sefÍaladas por rituales normativos, como en
monia d¡ los anillos) y la familia en su conjunto. Por último, el ritual en las bodas, en las que la pertenencia a dos familias de origen y la forma­
su totalidad conectaba el pasa-do, el presente y el futuro de la familia ción de una nueva unidad de pareja se redefine potencialmente, las fies­
por medio de un proceso que no negaba los agravios del pasado, señala­ tas onomásticas en las cuales se reéibe a un nuevo niño en la familia y
ba las nuevas relaciones en el presente y ponía en juego símbolos que en la familia extensa y con frecuencia se lo incorpora en una comunidad
utilizaría la familia en el futuro. étnica concreta, e1 bar mitzvah, que redefrne el carácter de miembro
tanto de la familia como de la comunidad judía, o las ceremonias de gra­
duación, en las que se pueden redefinir Ja relación de un joven con su
familia, las relaciones de los padres con el joven y entre sí, y las relacio-

76 77
nes de la familia con el sistema escolar. Tales rituales normativos pue­ dor que permita revitalizar viejos rituales de pertenencia o inventar
den señalar cambios que han estado en proceso, o facilitar caT?bios n ­ nuevos.
cesarios en las definiciones de las relac.iones, o marcar el cammo hacia
cambios que todavía no se han producid?. . . . . . Breve ejemplo. El terapeuta va a cenar. Una familia fue derivada a la te­
Las familias con transiciones del ciclo vital más id1osmcrátlcas con rapia a causa de un "trastorno alimentario" de la hija mayor. La familia
frecuencia no tienen rituales para señalar o facilitar los cambios de per­ estaba compuesta por el padre, Bob Wharton, de 33 años; la madre, Sue
tenencia (]mber-Black, 1988). Por ejemplo, no hay rituales e i:3blecidos Wharton, de 30, y dos hijas, Sandra de 12 y Ellen, de 8 años. Durante la
por consenso para señalar a las familias formadas_ por dopcrnn o las primera sesión, que estuvo dedicada a comprend"er el problema que se
familias que cambian de miembros a causa de un d1vorc10. No hay ntua­ presentaba dentro del contexto familiar, de la familia ex.tensa y de las
les de casamiento para parejas homosexuales que puedan marcar la relaciones con los sistemas de ayuda, los mierilbroS de la familia se mos­
creación de esa nueva unidad o que permitan conectarlas con la famili . traron particularmente tensos. Respondieron a las preguntas en forma
extensa. No hay rituales para abandonar el hog_a en el caso de las fami­ muy breve y con muchas risitas nerviosas. Como terapeuta me sentí
lias con miembros discapacitados que van a VlVIr en una casa grupaL completamente como un intruso para la familia.
No existen rituales especiales para facilitar los complejos cambios de Durante un análisis del problema de Sandra, que se refería a pre­
pertenencia que requiere la nueva formación de_ una familia: más biE:n, ferencias alimentarias poco comunes, a saber, por las P.atatas fritas, o el
tales familias con frecuencia comienzan con un ntual de boda q e sug¡e·· pan con mantequilla, alimentos que comía en forma totalmente exclusi­
re erróneamente que sus miembros son idénticos a los de u :"- nueva pa­ va sin probar otras comidas, descubrí que el único moment.-0 en que esto
reja nuclear. Un ejemplo extremo puede verse en u!la fam1ha de nueva provocaba algún conflicto era todos los días a la hora de la cena. Duran·
formación que llegó a la terapia a causa de un confhcto e?_tre padras :o­ te el desayuno y el almuerzo, que Sandra compartía con su hermana
hijastro que rápidamente iba a desemboca n la expul 1_on de un nmo. mientras su madre se dedicaba a otros quehaceres, Sandra comía pan
La boda de esta pareja se celebró en compama de l_a fam !1a extensa y de con mantequilla pero no provocaba ninguna pelea. Sin embargo, a la ho­
amigos pero no se permitió que concu'.rieran los croco h1Jos de su: ante­ ra de la cena, cuando ambos padres estaban presentes, Sandra y su ma­
riores matrimonios, cuyas edades oscilaban ente los 6 y los 12 nos. El dre entraban en una disputa acerca de lo que la niña comía. El padre
ritual de boda había reafirmado públicamente a la nueva pareJa, pero escuchaba en silencio durante un rato, terminaba de comer y entonces
no a la nueva familia. se levantaba de la mesa, en la que Sandra y su madre se quedaban to­
davía más de una hora, enredadas en un conflicto en el que siempre pre­
Rituales de pertenencia y el proceso terapé t.ico. Los rit al 7 de perte­ valecía Sandra.
nencia terapéutica pueden crearse para facihlar la amphac1on o reduc­ Así, la cena familiar se había convertido en un ritual cotidiano cu­
ción de los miembros, para redefinir el signific_ad_o de la pertenencia, pa­ ya metáfora relacional central era triádica. Cuando la familia lo analizó
ra facilitar las entradas y salidas y para dehm1tar las fronteras t:a-nt.) conmigo, quedó claro que la comida había llegado a simbolizar el poder
dentro de la familia corno entre la familia y el mundo externo. Los ntua­ y el control encubiertos de los miembros, en vez de las muchas otras co­
les descritos en el caso de la familia Komer permitieron la reincorpora­ sas que la comida puede simbolizar en una familia, como cuidado, dar y
ción del esposo y padre de un modo nu vo, al mismo tiempo_ que tam­ recibir, expresión étnica, etc. Además, parecía haber muy poco lugar pa­
bién se redefinieron las alianzas. Los ntuales de pertenencrn pueden ra la expresión de las diferencias individuales en la familia, con la es­
planificarse para señalar cambios definiti"'.o_s de mie bros, como la en­ pectacular excepción de las preferencias alimentarias de Sara.
trada de un -padrastro en una unidad fam1har preexist nte de madre Terminé la primera sesión pidiéndole a la familia que trajera la ce­
hijos, o para modificar los significados de la perte!1enc1 , como cuai:ido na a la siguiente entrevista clínica. Cambié la denominación del "tras­
un joven abandona el hogar, o para marcar cambios mas temporarios, torno alimentario" de Sandra por el de "tiene preferencias" y, entre
como la entrada del terapeuta en el sistema familiar. otras instrucciones, recomendé que ella y su padre hicieran las compras
El motivo de la pertenencia es particularmente intenso en las para la cena y eligieran algunos de los "platos favoritos" de Sandra tam­
cuestiones que traen a la terapia familias d_e nueva f rmación, familias bién para la familia y para mí.
divorciadas familias formadas por adopción, fam1has en las que la La familia llegó a la sesión siguiente con su cena. La madre le pi­
pertenencia' de sus miembros 'es ambigua, y familias profundamente dió a Ellen que "pusiera la mesa" igual que lo hadan en casa y ocupan­
comprometidas que carecen de sistemas de ayuda externa. Las con"(.eer­ do los mismos lugares. El lugar de Sandra estaba entre los padres.
saciones entre el terapeuta y la familia se yueden c?ncentrar muy Mientras Ellen ponía la mesa la madre le recordó que "Tenemos un in­
productivamente en los rituales de pertenencia normativa, tanto mo vitado" y preguntó: "¿Dónde se sientan habitualmente nuestros huéspe­
un medio para informar al terapeuta como en la forma de un catahza- des?" Así, en la apertura de la segunda sesión, que se llevó a cab enla

78 79
1
o o
"muy pnwcupada'
Curación

En toda vida humana, hay momentos en que es necesaria una cu­


ración personal y de los vinculas. Los rituales para lograr la curación se
pueden encontrar en los ritos funerarios de toda cultura, los cuales al
mismo tiempo señalan la pérdida de un miemhro, facilitan la expresión
del dolor y apuntan en la dirección de que la vida continúa. Tales ritua­
les con frecuencia requieren comidas compartidas o visitas a los deudos
durante un período prescrito con el fin de evitar el aislamiento disfun­
cional durante el período inmediato de pérdida y dolor. Puede haber
también medidas específicas para la reincorporación de los deudos en el
a,.ro,U>s hoce 13 a/los
contexto de la comunidad (Van Gennep, 1960).
Muchos grupos religiosos y culturales tienen rituales específicos
para recordar y honrar al miembro que ha muerto. Por ejemplo, en la
religión católica, los deudos pueden pedir que se diga una misa para

6Ell•s conmemorar el aniversario de la muerte de tm ser querido. En la reli­


gión judía, se lleva a cabo una ceremonia especial para colocar la lápida
en una tumba cuando se cumple un año de la muerte, y los miembros de
la familia recitan el Kaddisch tanto en losaniversarios de la muerte co­
mo en ciertas fechas sagradas. Tales rituales están delimitados en tiem­
Figura 2. Lafamilia Wharton: el terapeuta va a cenar po y espacio y permiten la expresión del dolor y de la pérdida de un mo do
0

que simultáneamentefacilita la idea de que la vida continúa.


Las naciones o comunidades pueden crear rituales curativos para
clínica y no en la casa de la familia, el ritual cotidiano de la cena había manejar las pérdidas producidas por la guerra. Un ejemplo contemporá­
empezado por transformar mi relación con. I.a familia. Yo era su i vita­ neo es el memorial por la guerra de Vietnam constrnido en Washington
do". Un "huésped". En suma, se me penmbó el acceso a la farn1ha por D. C. que constituye un ritual curativo activo en la medida en que los
medio de su ritual cotidiano de cenar juntos. El ambiente estaba mucho miembros de la familia y amigos de los hombres y mujeres desapareci­
más relajado que durante la primera sesión, y la familia comenzó a dos en la guerra, llegan allí, encuentran el nombre de la persona que
mostrar cierta aceptación del nuevo encuadre de "platos favoritos", que buscan escrito en la pared y lo frotan con las manos para llevarse el re­
según sugerí por medio de pregwitas, se aplicaba a todo - los mie bros cuerdo a casa, con lo cual afirman su propia pérdida personal al mismo
y no sólo a Sandra y que vino a reemplazar la concepcrnn anten_or de tiempo que se conectan con el conjunto de la comunidad. Tales viajes al
"tres personas que comían normalmente y una con un trastorno ahmen­ muro con frecuencia se denominan "peregrinaciones".
tario" (lrnber-Black, 1986a). Más recientemente, en la comunidad homosexual norteamericana,
En este caso y en otros similares en los que se invita a la familia a ha comenzado a efectuarse un ritual que consiste en la confección de tm
que traiga la cena a la clínica, el ritual cotidiano_ de pertenencia familiar cobertor hecho con parches individuales para recordar a las personas
relacionado con la comida se utiliza para facilitar el acceso del terapeu­ que han muerto de SIDA Cada retazo lo pone una persona que perdió a
ta al sistema familiar con e} fin de formar un sistema temporario de alguien y contiene expresiones personales destinadas a captar algún as­
familia-terapeuta. La habitual complementariedad entre paciente y pecto esencial de la persona que murió. Aquí, la elección de un cobertor
terapeuta se confunde temporariamente por medio d_e la extraña com­ en vez de, por ejemplo, un cuadro, puede considerarse que simboliza las
plementación de una familia que prepara y trae comida al terapeuta y posibilidades de calor y cordialidad que puede permitir la conexión de
también por medio del acto simétrico de compartir todos .ª comida. e los sobrevivientes entre sí, con lo cual se afirma la vida aun frente a es­
este modo se ponen a disposición del terapeuta y la fam1ha una vane­ ta terrible enfermedad. Este ritual" dolorosamente incompleto funciona
dad de opciones temporarias de pertenencia. en múltiples niveles para recordar a cada persona que ha muerto, para
Otros motivos rituales de pertenencia se ilustrarán más adelante conectar a una comunidad que padece conjuntamente, y sirve como un
en los capítulos sobre adopción (cap. 8), cuestiones de pareja (cap. 4) y austero recordatorio visual al conjunto de la comunidad de la magnitud
familias con nuevos matrimonios (cap. 11). de la pérdida.

80 81
Rituales curativos y el proceso terapéutico. Si bien es cierto que existen se a sí misma como "una persona que no termina nada". Durante el pe­
rituales curativos prescritos para manejar a pérdida de una p:rsonH ríodo de escolaridad secundaria, Carolyn le pidió dos veces a su padre
muerta, puede faltar la conexión de estos n uales con las n cesidades que le permitiera visitar su antigua casa. Las dosveces él se negó, argu­
de wia persona O wia familia concretas. Por eJemplo, en 1 soCiedad con-· mentando que "sería demasiado perturbador para ella". Luego ella dejó
temporánea, el panegírico puede estar a cargo de wi clérigo que ap nas de pedirlo. Aparentemente había que cancelar el pasado. Durante nues­
conocía al extinto, y el ritual funerario, por sí solo, puede ser un tua.1 tra conversación, Carolyn dijo que ella pensaba que su incapacidad de
vacío. Como la mayoría de las personas ahora mueren en los hosp1ta.les terminar algo estaba conectada con la muerte de su madre y todo lo que
y no en sus hogares, la proximidad est cha con la muerte y l.a pérdidf! pasó después, pero puesto que todo esto estaba en el pasado, ella no sa­
como parte del ciclo vital humano prácticamente ha desaparecrdo, con lo bía verdaderamente qué hacer. Le pedí que pensara qué era lo que le
cual el consuelo es más difícil de lograr. De este modo, el terapeuta pue·· parecía más "incompleto" de todo aquel período de su vida y le dije que
de encontrarse con que el proceso curativo rel?cionado con la pérdid_a de lo analizariamos en la sesión siguiente. Le dije que ella podía hacer es­
un miembro por muerte está bloqueado y ha si.do reemplazad? por smto­ tas consideraciones de cualquier modo que le pareciera apropiado, pero
mas que tienen la función de desviar la atención de la necesidad de. cu­ que yo le sugeria que revisara cuidadosamente cada aspecto de esa épo­
ración. Aquí los síntomas también puede estar cone tados con pérdida,$ ca, incluyendo la muerte de su madre, el funeral al que no asistió, la
no reconocidas ni remediadas en generac10nes anten res (Walsh, 1983,. graduación en la que no estuvo presente, el abandono de su casa, la
Los rituales curativos terapéuticos pueden estar destinados a comenzar mudanza a una zona nueva, y la imposibilidad de volver a visitar su an­
a manejar tales pérdidas, especialmen«: si .los rit1;1-ales nonnativos .d· tigua casa. Sonrió y dijo que no estaba segura de poder completar la ta.­
curación ·o no se han producido o han sido msuficientes .para maneJar rea, pero que trataría dehacerlo.
los complejos procesos personale .e ii:aterpersonale r lac1onados con la Carolyn volvió y me dijo que había decidido estudiar cuidadosa­
muerte. Las pérdidas en la famiha, mcluyendo perdida del .embar z , mente cada aspecto de esa época de un modo diferente, y que pensaba
suicidio, muerte súbita, violenta o inesperada'. pueden req enr especia,· que por lo menos podría completar un sector cada día. Dijo que la taTea
mente el uso de rituales curativos terapéuticos. Tales ntuale :be;1 le había resultado muy dolorosa y que había estado tentada de inte­
respetar la magnitud de la pérdida y ti;nen que tener la_ sens1b1hdad rrumpirla, pero no lo hizo. Me comentó que había decidido que lo que le
suficiente como para comprometer al paciente en la cocreación. parecía más incompleto era el asunto de la casa en que había vivido y a
la que no le permitieron regresar en la adolescencia. Esta desconexión
Breve ejemplo. Retorno a casa. Una joven, Car?lYI? Bell, de 28 años,. lk­ con su casa parecía una metáfora muy vívida de la desconexión en otros
gó a }a terapia quejándose de que "nunca babia sido capaz e tennmar aspectos de su vida. En un análisis muy conmovedor, dijo que sabía que
nada". Había abandonado la universidad después de dos anos y des e mucha gente visitaba los cementerios, pero que ella personalmente sen­
entonces había tenido una serie de empleos en 1.os que nunc sehabia tía que la mayor parte de la presencia de su madre y de su relación con
sentido bien. Vivía sola y había dejado a dos pareJas desd; la epoc? d; la ella estaba en aquella casa. Comenzamos a hablar de lo que significaría
universidad. En la primera sesión, dijo: "Todo lo que hice en mi VIda, para ella volver a visitar esa casa.
siempre estuvo incompleto". Cuando hicimos jwitos su genograma,_de ­ Entre la segunda y la tercera sesión, Carolyn hizo muchísimo tra­
cubrí que su madre había muerto inesperadamente cu do ella tema 14 bajo. Habló con una amiga suya sobre la antigua casa y descubrió que la
años y estaba a punto de terminar la escuela s:cundana., . habían vendido nuevamente a gente que ella no conocía. Se ingenió pa­
Me contó que había quedado tan conmovida que el medico de la fa­ ra conseguir el nombre y el número de teléfono, pero todavía no los ha­
milia recomendó que no se le permitiera asi.s r a las exequias d: s1:1,ma­ bía llamado. Se preguntaba si su padre se enojaría si ella volvía para
dre porque eso seria "demasiado perturbador , y que su padre s1gmo e ver la casa. Mientras hablábamos, parecía como si Carolyn todavía estu­
consejo. Poco tiempo después de la muerte de a madre, s adre vend 10 viera relacionada con su padre como una adolescente y que, en realidad,
la casa en que vivían a unos vecinos y s mudo c?n la famiha para esta.r la relación entre ellos no había madurado después de la muerte de la
cerca de su propia madre de modo que :sta pudiera ayudarlo en e.I_cm­ madre sino que más bien se había congelado con el tiempo. Decidió que
dado de los niños. Carolyn no pudo asistir a la fiesta. e su graduac1on, Y quería decirle a su padre que tenía el plan de visitar la antigua casa e
el acontecimiento en sí quedó perdido, ya que la fam1ha se hallaba pre,;a invitarlo a acompañarla si él quería.
del dolor y se ocupaba de los preparativos de la mudanz:3. A Carol Entre la tercera y la cuarta sesión, Carolyn se puso en contacto con
simplemente se la inscribió en la nueva escuela secundaria y se conf10 la gente que había comprado la casa, les explicó por qué quería visitarla
en que le iría bien. Muy rápidamente los profesores come zaron a que­ y consiguió su consentimiento para hacerlo. Todavía se sentía atemori­
jarse de que ella no completaba sus tareas, pero se le otor o much_a com­ zada por la posible respuesta de su padre. La preparé para que le agra­
presión debído a la muerte de su madre. Carolyn comenzo a considerar· deciera al padre por la protección que le había dado cuando era niña, en

82 83
1
lugar de expresarle su enojo, como le había aconseja ? un terai:,ieuta an­ rat.ivos, como visitar una tumba, entierro, cremación etc., los casos par­
terior. Entonces Carolyn dijo que tal vez ella tamb en lo hab1a estado ticulares deben ser sumamente individualizados para adaptarse a las
protegiendo, puesto que el hecho de que ella no termmara sus tareas es­ necesidades de la persona o la familia En esta terapia, sin ninguna du­
colares y otros asuntos domésticos habían ayudado a mantenerlo apar­ da elegí no poner el acento en la concepción que Carolyn tenía de sí mis­
tado del dolor de su pérdida. Señalé entonces que, pue to que ella era ma como "una persona que no termina nada" sino reencuadrar todo el
adulta ahora y ya habían pasado 14 años, tal vez ya nmguno de ellos caso para darle la oportunidad de poder completar un período decisivo
necesitara ahora tanta protección. de su vida y seguir adelante con la sensación de que ya no necesitaba
A la altura de la quinta sesión, Carolyn ya había hablado con su cancelar el pasado sino incorporar aspectos de ese pasado en su vida de
padre y lo había invitado a ir con ella a la tigua casa. El pad_r,e no un modo totalmente nuevo. Puesto que las pérdidas no resueltas con
aceptó pero dijo que comprendía que ella qws1era hacerlo. Tamb1en le frecuencia funcionan de un modo que mantiene a la gente anclada en el
entregó a ella unas o:uantas fotografías que se habían· sacado en la ca a pasado, aun cuando estén trabajando intensamente para negar ese pa­
y quenolas habían mirado desde la mue_rte de la madre. Carolyn raJo sado, e impiden que se tenga la sensación de un desarrollo presente y
las fotografías a la sesión y las miramos Juntos. En algunas aparecia_la futuro, los rituales curativos por lo común están destinados a proporcio­
madre y se veía que verdaderamente le gustaba la casa. Carolyn lloro Y nar una conexión temporaria del pasado, el presente y el futuro.
exclamó que no había visto fotografías de su madre durante much s
años. Hacia el final de la sesión, dijo que ya estaba preparada para ir Rituales curativos terapéutícos para otras pérdidas. El alivio también
sola a ver la casa. Le sugerí que tal vez quisiera sacar algunas nuevas puede ser necesario en el caso de pérdidas que resultan de una ruptura
fotografías de la casa. irreparable en una relación, como la separación y el divorcio o la finali­
Carolyn regresó al cabo de un mes. Había :stado en la casa y había zación de relaciones no conyugales. En la cultura occidental, no hay con­
recorrido cada una de las habitaciones. Me traJo un plano de la planta senso respecto de rituales que señalen el fin de un matrimonio y que fa-
de la casa y hablamos de lo que recordaba. abía recue os felices Y ciliten el alivio necesario para recobrar el equilibrio personal o para es­
otros dolorosos, lo cual permitió cambiar su antigua sensacion de que en timular un nuevo tipo de relación entre los cónyuges cuando se termina
el pasado sólo existían recuerdos dolorosos. También había sacado una un matrimonio, lo cual resulta especialmente necesario cuando deben
fotografía de la fachada de la casa. Era ahora muy diferente de la época seguir siendo padres de sus hijos. Una de mis pacientes me comentó cí­
en que ella la habitaba, puesto que los dueños había1; hecho algunas re­ nicamente que la asistencia a los tribunales fue su ritual de divorcio, y
facciones. Dijo que esto la había perturbado en un pnmer momento pero que esa experiencia legal la dejó (On una sensación de amargura y va­
que se daba cuenta de que, por supuesto, las cosas deben cambiar. Se cío. Tampoco existen rituales para facilitar las relaciones de la familia
sentía orgullosa de sí misma por haber ido y por haberle hablado de eso extensa en casos de divorcio.
a su padre después. Expresó que le gustaría tomarse algún tiempo p_ara Ciertas religiones efectivamente tienen rituales de divorcio, como
pensar en todo lo ocurrido y que luego me llamaría. Me quedé con la por ejemplo el gel judío, que está aceptado por la autoridad rabínica y
pregunta de si la terapia no estaría "incompleta", pero decidí espe ar. marca el fin de un matrimonio como algo que ocurre dentro del contexto
Carolyn me llamó al cabo de cuatro meses. D ran te ese_tiempo, de una comunidad mayor. El gel consiste en romper concretamente el
había hecho otro viaje hasta la casa y su padre la habia acompanado. La contrato de matrimonio o ketubá, que suele ser un documento muy her­
primera vez ambos lloraron juntos. Carolyn había decidido volver a la moso adornado con ilustraciones hechas a mano.
universidad y su solicitud había sido aceptada. Nunca antes había sido Los rituales curativos terapéuticos resultan especialmente eficaces
capaz de concentrarse en lo que quería hacer con su vida, per? d sde en el caso de la finalización de relaciones que no están confirmadas por
que la vi la última vez, había decidido que s ntía unaprofunda mchna­ la comunidad en su conjunto, El fin de una relación de concubinato no
ción por la antropología. Dijo que su sensación de ser una persona que sólo no tiene un ritual curativo, sino que además con frecuencia no es
"'no podía terminar nada" había "desaparecido". considerada una pérdida por la familia y los amigos, o se la considera
En este caso Carolyn y yo cocreamos el ritual curativo de su regre­ algo "menos serio" que un divorcio. Esta misma falta de confirmación de
so a la casa. En lugar de suponer que lo que se requería era, por ejem­ la pérdida hace más difícil el alivio, y no existe ningún contexto para la
plo, una visita al cementerio, seguí escrupulosamente su orientación y expresión del dolor y la tristeza.
funcioné esencialmente como entrenador y como la persona a la que ella Tanto en el caso de divorcio como. del fin de relaciones no conyuga­
le podía informar sobre sus propios logros. Así como el dolor y la pérdida les, los rituales curativos terapéuticos con frecuencia comienzan por la
son algo intensamente personal e individual, lo m!s o ocur_re con Ja cu­ afirmación de la pérdida y luego se pasa a un proceso gradual de alivio
ración de la pena y la pérdida. De modo que, s1 bien existen ciertas que respeta escrupulosamente el ritmo del paciente. Con mucha fre­
acciones simbólicas que al parecer son comunes en muchos rituáles cu- cuencia, se alternan simbólicamente períodos de contención con perío-

84 85
dos de liberación, para permitir que e] paciente examine ambos aspectos -
- ,r-
-

y determine su propio ritmo. La acción sim lica, como l! metáforas


del entierro o la quema de ]a antigua relación pueden utihzarse par.Et
simbolizar la fina1ización cuando el paciente indica que está preparad(I
para esa finalización. , , .
Los rituales curativos terapéuticos pueden ser eficaces para perd1··
das de partes del cuerpo y funciones debidas a en enne ades, frecuente.­
mente acompañadas de pérdida de roles, expectativas vttales Y esp ran­
zas. La falta de tales rituales que permitan reconocer la pérdida ·
comenwr a abrir otras alternativas, según una hipótes s de trabajo UH
ha sido formulada seria uno de los factores que contnbuyen al ráp1d(l
deterioro de la gedte mayor que sufre múltip es pérdidas_ no e]aborada:;
por due1o. En estos casos los ritua]es curabv s deb;n incorporar le­ 38 Sm. 'lbm,s
mentos que permitan lamentar ]a pérdida al rmsmo tiempo que comien-
cen a apuntar hacia las posibilidades futuras. . Sr.'lbnui eml.gnuú> al Bronx
1 Los rituales curativos terapéuticos pueden servir para profunda3 1 1
pérdidas cu]turales, como las que ocasiona la migración. Aquí _los ritua­
les deben permitir incorporar aspectos irrecuperab]es de la vida, como
cuando una persona o una familia no pueden regresar al país en que na­
c-ieron, y al mismo tiempo efectuar conexione intercultura]es actu l s,
locual se hace posible mediante la reafirmac1ón de recuerdos, trad1cw­ prubkmas escoians
nes, relatos.

Breve ejemplo. El Salvador y el Bron.x. Una familia, compuesta por una Figura 3.Lafamilia 'Torres: El Salvador y el Brome:
madre sola, ]a señora Torres, y dos hijos ado]esc ntes, un varón: Mt:.­
nuel, de 15 años, y una niña, María, de 13, fue denvad ª.la terapia de­
bido a que el hijo tenía problemas escolares. En las ultimas semanas
había comenzado a faltar a la escuela y vagabundear por las calles. La preocupación de los hijos por la madre se hacía evidente cuando la con­
familia provenía de El Salvador, de donde habían huido 4 años an_te,s versación pasaba a ocuparse del padre muerto, en tanto que ambos hijos
después de que el padre fuera encarcelado y luego lo mataran por act1v1- cambiaban rápidamente de tema, para proteger a su madre, y pasaban
dades políticas. Los hijos hablaban inglés mientras que la madre habla­ a ocuparse de asuntos ¡que podrían perturbarla de modos más maneja­
ba fundamentalmente español. Actualmente vivían en el Bronx. bles! Así, la aparente negativa de los hijos a reafirmar sus vínculos con
En la primera sesión, la madre dijo que habían sido muy un_id_o.s, El Salvador no sólo expresaba la típica rebelión adolescente, bastante
1 tanto en El Salvador como en los dos primeros años que habían vivic:.o común en situaciones de migración, sino que también cumplía una fun­
en el Bronx, pero que ahora se sentían muy distan ados. Dijo que ya no ción protectora, si bien mal encaminada, de mantener a la madre enoja­
podía comprender a sus hijos y que tenía mucho miedo de perd rlos, es­ da en vez de triste.
pecialmente a su hijo. Ambos hijos declararon que ya no pod1_an com­ Al final de la sesión les pedí a todos que para la próxima vez traje­
prender a su madre. Dijeron que ellos querían ser norteamencanos Y ran elementos que representaran a El Salvador y al Bronx, para poder
que ella quería que fueran salvadoreños. Les molestaba que ella rio iniciar un proceso que afirmara losvínculos de los tres con ambos sitios.
aprendiera mejor el ing]és, y el hijo dijo: "¡Mi madre vive en _el pasado!" En la segunda sesión se dedicó el tiempo a que cada uno expusiera sus
Mientras Jos hijos hablaban, la madre lloraba. Cuando termmaron, ella elementos. La madre quedó sorprendida de que ambos hijos trajeran
dijo que ellos se negaban a escucharla cuando quería hablar del hogEr. elementos de El Salvador que repreSentaban recuerdos muy tiernos, en­
El hijo inmediatamente replicó: "¡Nuestro hogar es el Bronx ahora!" tre ellos fotografías y juguetes. Dijo que no tenía idea de que hubiesen
Describieron un día típico en el que la madre trataba de hablar so­ guardado algo. Los elementos del Bronx eran una piedra, una cinta
bre El Salvador y ambos hijos se marchaban. Cuando los hijos trataban magnetofónica y un cartel de un concierto. El hijo expresó su sorpresa
de hablar de lo que les ocurría diariamente, la madre se perturbaba. de que esto no le molestara a la madre, puesto que en casa frecuente­
Madre e hijo se distanciaban cada vez más. Al mismo tiempo, el cariño y mente disputaban por la música que ]os hjjos querían escuchar. La ma-

86 87

1 .f
,..,
dre trajo comida salvadorei'ia que había preparado. Tambié trajo 1;1-n'.3-
yf
en el caso de la familia Korner, en la que los rituales marcaron la recon­
pizzeta que había comprado para representar al Bronx, y dtJO que ult1- ciliación del marido y la esposa, y entre padre e hijo.
mamente los hijos siempre comían pizza en vez d la comida q1:e ella les
preparaba. Nos sentamos y comimos jW1tos la pizza y la comida salva­ Breve ejemplo. Reconciliación entre padres e hijos. La familia Simpson,
do'reña. compuesta de dos progenitores mayores, George, de 74 años, y Carrie, de
Al final de esta sesión en la que ambas culturas fueron refirmadas 73 y dos hijas maduras, Catherine, de 48 años, y Ellen, de 47, que no vi-
por todos los miembros de la familia, les pedí que una vez por semana ví¡n con los padres, llegó a la terapia a causa de que la madre lavaba la
destinaran un tiempo a "contar historias", donde los hijos escucharían ropa a mano compulsivamente. La relación entre los padres y las hijas
los relatos de la madre sobre El Salvador y a continuación la madre es­ parecía rígida y helada. El lavado que hacía la madre era el único tema
cucharía lo que contaran sus hijos sobre el Bronx. Este ritual de los re­ que los miembros de la familia podían discutir juntos. Todos los miem­
latos se preparó para impedir el patrón anterior de distancia y disputa, bros estaban muy distantes entre sí. En el transcurso de la terapia con
para afirmar ambas culturas, para conectar a la madre con sus hijos la pareja mayor, apareció un secreto guardado durante 40 años. Antes de
adolescentes y para permitir una continuidad entre el pasado y el pre­ que se casaran, la mujer había quedado embarazada y sus respectivas
sente. La familia continuó con este ritual de los relatos más allá de las familias de origen los enviaron a ambos al extranjero. Después del naci­
tres semanas que les había pedido que lo intentaran, y llegó a conve:í-Jr­ miento de la primera hija, la pareja se casó. Ningún miembro de la fami­
se en una parte de su vida familiar. Con el tiempo, los relatos perm1 1e­ lia asistió a la boda y ellos sintieron que se casaban en medio de la ver­
ron la expresión de las pérdidas y la tristeza de todos y el temor que im­ güenza. No hubo ningún festejo de casamiento y no se celebró de ningu­
plicó la migración que se vieron obligados a realizar, mientras que al na manera el nacimiento de la hija. Entonces decidieron que sería mejor
mismo tiempo los anclaba en W1a nueva vida que podía incluir muchos no revelar a las hijas el secreto del origen de su matrimonio. Evitaban
elementos de su herencia cultural. Además, los relatos que contaban los todo lo que pudiera tener relación con ese secreto. Por lo tanto, nunca ce­
hijos sobre el Bronx permitieron que el joven comenzara a analizar sus lebraban su aniversario. Cada vez más temas entraban dentro de la res­
problemas escolares, que había temido plantear frente a su madre ante­ tricción, hasta quesólo el lavado de ropa de la madre era un tema seguro
riormente. de conversación. La pareja cada vez quedaba más separada de la familia
Este ritual compuesto de dos partes comenzó cuando los miembros extensa y del mundo externo. Hasta que se analizó este secreto en la te­
de la familia trajeron a la sesión los elementos que representaban a El rapia, no se lo habían dicho nunca a nadie, aunque ellos creían que en
Salvador y al Bronx. Durante ese periodo que se llevó a cabo dentro de realidad sus hijas lo sabían y pretendían no saberlo para protegerlos.
la sesión, la madre pudo darse cuenta de que sus hijo todavía tenían Entre la pareja y yo cocreamos un ritual curativo de reconciliación
conexiones con El Salvador y los hijos pudieron advertir que su madre dentro de la sesión. Invitaron a sus hijas a la sesión y trajeron símbolos
no estaba totalmente cerrada para admitir las nuevas experiencias en el de su boda, entre ellos la licencia matrimonial, que la habían mantenido
Bronx. Una pequeña dosis de simetria tuvo la virtud de eliminar el pa­ oculta en el fondo de un viejo baúl durante casi medio siglo. Durante la
trón anterior complementario de disputa. El ritual de los relatos conta­ sesión cada uno de ellos le contó a las hijas su versión de la historia.
dos en casa permitió avanzar en la modificación de esa pauta, al mismo Mientras los padres hablaban, las hijas lloraban y dijeron que habían
tiempo que hizo posible el proceso curativo necesario para una familia conocido el secreto durante años y que se habían sentido tan mal que no
que se había visto obligada a huir de su propio hogar. podían discutirlo con los padres sino que sentían que sería un error de­
Los rituales curativos terapéuticos para ayudar a familias que han senterrarlo. Luego que los padres contaron su historia y escucharon las
pasado por experiencias de terror político serán analizados e ilustrados respuestas de las hijas, comenzaron a aparecer muchas ruestiones aue
en el capítulo 14. nunca se habían analizado. La reconciliación de toda la familia se seña­
ló luego con la ulterior celebración del matrimonio de los padres por pri­
Rituales curativos terapéuticos para la reconciliación. En el curso de re­ mera vez en casi 50 años. (Véase Imber-Black, 1986b, para una descrip­
laciones adultas de pareja, relaciones entre padres e hijos y amistades ción completa de este caso.)
íntimas pueden tener una parte importante las cuestiones del perdón y En este caso, el comienzo de la reconciliación entre padres e hijas
la recon'ciliación. Engaños extramatrimoniales, relaciones matrimonia­ se produjo con W1 ritual de relatos dentro de la sesión, en el que se saca­
les o entre padres e hijos en las que se han establecido años de resenti­ ron a luz símbolos de un pasado anteriormente prohibido. Después de
miento, y la revelación de secretos prolonga mente ardados, t< das esto, también pudieron aparecer otras cuestiones ocultas, con lo cual se
éstas son oportunidades en las que resultan ubles los rituales curativos pudo reemplazar el patrón de distancia por WlO de compromiso. La re­
terapéuticos. Con estos rituales se puede iniciar un proceso de perdón y cuperación de los padres del ritual de su propia boda puede verse como
reconciliación o bien pueden señalar el logro de la reconciliación, como un signo del proceso de reconciliación.

88 89
0 Curie
·r
..
t•. en el hogar a la situación de una pareja con hijos maduros que ya no vi-
ven con ellos. ·
· Muchas tradiciones y celebraciones familiares tocan cuestiones de
""8adoshaa!48oliM
¡,. que/cua a mena• identidad. Las fiestas de cumpleaños implican el motivo de la identidad
{i,cha de La bode e,...ecreto•
en la medida en que incluyen aspectos que aluden simbólicamente al
cambio de edad y al desarrollo de una persona. En mi propia familia, to­
dos ]os años celebramos la adopción de mi hija con un día de la adop­
ción cuyo contenido específico varía año a año para permitir que la afir­
macÍón de su crecimiento y desarroUo se constituya en un elemento del
Cath"1ine 48 47 Ellen ritual. Por ejemplo, cuando era muy pequeña, su día de adopción se se­
ñalaba con una fiesta familiar en casa Cuando llegó a ser una mujer jo­
ven elegía maneras especiales de efectuar esta celebración, como ir a
cen r y a ver algún espectáculo con los miembros de la familia. A dife­
rencia de .una fiesta de cwnpleañ.os, a este ritual asisten sólo los miem­
bros de la familia. Con este ritual, que también incluye el motivo de la
1 pertenencia, se celebra su identidad como persona adoptada y como hija
y hermana en nuestra familia.
Las celebraciones familiares religiosas y étnicas pueden contribuir
al sentimiento de identidad. Comidas, vestimenta y ceremonias específi­
Figura 4.Lafamilia Simpson: reconciliación entre padres e hijos
cas pueden servir para simbolizar el motivo de identidad. Tales celebra
ciones definen la identidad de un individuo como parte de un grupo cul­
tural más amplio. En la sociedad multiétnica de los Estados Unidos, la
participación en rituales como por ejemplo el Año Nuevo chino o la
Definición y redefinición de la identidad Pascua ortodoxa griega permiten inclusive a las personas altamente asi­
miladas mantenerse conectadas con su identidad religiosa y étnica.
Individuos, familias y los sistemas más amplios se conocen a $Í
mismos y a los demás a través de identida.des concretas, que pu dei:i ser Ciertos rituales culturales, como el Día del veterano, el Día de la
positivas, amplias y flexibles o bien .n gatlv ' estrechas Y. rest mg¡da_s. madre y el Día del padre, todo ellos implican el motivo de la ide tida ,
Los rituales normativos en las fam1has fac1htan las mod1ficac10n s e.te enla medida en que señalan y celebran aspectos concretos de la identi­
identidades tanto de los individuos como de las familias. Así, una boda dad de las personas. Las reuniones de Alcohólicos Anónimos suponen
opera no sólo para redefinir la per en n ia, sino tam ién para red finir un proceso ritualizado que puede contribuir a la identidad de una perso­
identidades en }a medida que dos md1viduos se convierten en marido y na como "alcohólico recuperado". Algunas actividades como las de las
personas adoptadas que buscan a sus padres biológicos, o las de quienes
mujer y div rsos miembros de la familia se :onvierten en p rientes polí
investigan su.genealogía histórica para descu rir sus orígenes, o las que
ticos. Un rito de pasaje, como el bar o bas m1tzvah está destmado a cam­
hacen largos viajes a países de los que provienen sus antecesores, con
biar la identidad de una persona, que pas_a de ser un niño a la situación
frecuencia adquieren cualidades rituales de definiciones y redefinición
de adlllto joven con nuevas responsabilidades dentro de la comuni­ de la identidad, en la medida en que se siguen pasos prescritos, entre
dad judía. Una colega me contó que se había señalado este cambio de ellos la recuperación de las propias "raíces" y congregaciones.
identidad haciendo que sus hijos eligieran muebles nuevos para s or­
mitorio en ocasión de su bar mitzvah con el fin de expresar metafonca­ Rituales de identidad y el proceso terapéutico. Las familias pueden lle­
mente el pasaje del niño a la situación de adulto joven. Se les P!dió a los
gar a cosificar la identidad de sus miembros. Así, un determinado
niños que eligieran el mobiliario que les gustaría llevarse cons1 0 c n­
miembro puede ser conocido como ".el obstinado", "el niño enfenno" o "el
dodejaran la casa paterna, con lo cual e lograba conectar el c1cl vit.:l
de mal carácter" o "se parece al padre". A los niños se los puede rotular
actual y el cambio de identidad con un Ciclo futuro en el cual sus 1den.t1-
dades se modificarían nuevamente, esta vezpara pasar a ser adultos in­ con roles complementarios, como el niño "malo" o el "bueno". Los miem­
dependientes. Cuando los hijos abandonaron el hogar y.s llevaron cvn bros de la familia pueden esforzarse por lograr determinadas identida­
ellos el mobiliario los padres entonces se enfrentaron visiblemente con des y pueden llegar a sentirse muy desdichados cuando esto les resulta
el carribio de sus ropias identidades al pasar de ser padres con los hijos imposible de alcanzar.

90 91
f¡_
Breue ejemplo. Los padres "imperfectos". yna famil.i.a compuesta por 1os La familia volvió al cabo de un mes. Comenzaron por informarnos
dos pTQgenitores, el señor y la señora E1hs., y dos_ lJOS adoptados, Andy, que a Andy le iba mucho mejor en la escuela, que había·hecho algunos
de 11 años, y Cathy, de 8, llegó a la terapia farmhar a causa de.P. ?ble* amigos y que los dos niños peleaban menos. La madre dijo que ellos ha­
mes con Andy. Los padres declararon que les resultaba muy dtfícrl de bían tomado una determinación frente a la pelea fingida, pero que cada
manejar y que se comportaba muy mal en casa y en.la escuela. Co e vez-que Andy hacía algo que la perturbaba, ella simplemente se decía a
cuencia Andy no seguía las reglas. A menudo se peleaba con otros nmos, sí misma: "Gracias por enseñarme que no tengo que ser una madre-·per­
incluso con Cathy. Los padres pensaban que Andy era el "instigador" de fecta", y luego proseguía con sus propias ocupaciones. El padre describió
esas disputas y describieron c6mo Cathy solía presentarse ante ellos Y entonces un ritual sorprendente, planeado y ejecutado por los hijos, con
contarles cuando Andy "la estaba molestando". No atribuían los prob1e* la dirección de Andy. Dos semanas atrás los padres habían regresado de
mas a la adopción de· Andy, puesto que Cathy ta1:'1bién era doptada su iglesia y se habían encontrado la casa llena de vecinos. Los niños ha­
era una "niña muy buena". Durante la conversac1ón, el eqwpo observo bían preparado bocadillos para todos. Cuando entraron en la casa vie­
que Cathy sonreía, ¡mientras disimuladamente daba patadas. a Andy ron que en la pared había un enorme letrero que decía: "Feliz Día de los
por debajo de la mesa! . . , , . padres para nuestros padres imperfectos". El padre sintió que le asoma­
Los padres eran muy rehgiosos y s ;1tian que tem laresponsa,bt· ban las lágrimas a los ojos y dijo: "Yo no sabía, simplemente no tenía
Jidad especial de ser "padres perfectos para es!os mnos que h b1a_n idea de que fuese tan creativo", y ambos progenitores continuaron des­
adoptado. Esta presión para ser "padres perfectos al parecer contr1buia cribiendo aspectos de Andy que ahora advertían pero en los que no ha­
a su malestar presente, puesto que creían qu la conducta e Andy era bían reparado antes.
un fuerte indicio de que ellos estaban muy leJos de ser los padres per­ Este ritual terapéutico de identidad fue concebido originariamente
fectos", por lo cual se sentían mal consigo _1 tismos y con Andy. Su con­ para presentar a los padres una nueva identidad y, mediante ese proce­
fianza parecía disminuir cada vez que el orno se portaba mal, Y se sen­ dimiento, impedir la escalada de pautas de conducta que se daba entre
tían cada vez menos capaces de manejarlo. padres e hijo, y entre hermano, hermana y padres, que con frecuencia
Durante la segunda sesión, el equipo sugirió que tal vez Andy, por culminaba en el mal comportamiento de Andy, en la sensación de los pa­
medio de su mala conducta, estaba tratando de enseñar a los padres que dres de un malestar cada vez mayor consigo mismos en su rol, y en que
no tenían necesidad de ser "padres perfectos". Durante este análisis, Cathy asumiera la posición de la "niña buena". La creatividad de Andy
Andy sonrió. Se les pidió a los padres que fingieran una pelea entre los y su gran sentido del humor, que se pusieron de manifiesto cuando las
niños, en la que ellos le dieran instrucciones a Andy de que la comenza. paulas cambiaron, agregó una gran profundidad y riqueza al ritual, que
ra y Cathy viniera a decirles que él la estaba moles ando y que busc_l_lba permitió que se ampliara la identidad de los miembros de la familia con­
camorra. En este punto los padres tenían qu7 decirles a los dos h1Jos: sigo mismos y con los demás.
"Gracias por ensefiarnos que no tenemos necesidad de ser padres perfec- Puede existir la expectativa de que los niños que nacen a continua­
tos". ción de una pérdida significativa en la familia tengan una determinada
identidad y encarnen cuahdades del pariente muerto. Con frecuencia la
ST. Ellis Sra. Ellis conducta que no se adapta al rol no se observa ni se tiene en cuenta. Los
rituales terapéuticos de identidad pueden armarse con el fin de ayudar
a diferenciar al individuo del pariente muerto. Tales rituales, que a me­
nudo implican la afirmación específica de cualidades que no están aso­
ciadas con el familiar muerto, influyen tanto sobre el funcionamiento in­
dividual como sobre el familiar.
Cethy
Una cuestión similar se plantea frecuentemente en las familias di­

0 vorciadas, cuando un progeriitor insiste en que un niño "se parece al


otro progenitor", por lo general de modos negativos. Aspectos no solucio­
nados del viejo conflicto conyugal comienzan a aparecer entre el padre y
el hijo, con lo cual queda congelado el desarrollo de los individuos y del
(ad.optad,:,) (adoptada)
"problemas c<md.ucta gr,Ma buena" sistema. Los aspectos del niño que difieren de esta definición simple­
m nte nose ven. En este caso se puede elaborar un ritual terapéutico de
identidad que ponga de relieve no sólo la singularidad del hijo sino tam­
Figura 5. La familia Ellis: padres "imperfectos bién los modos en que comparte rasgos de ambos progenitores.
Los sistemas grandeS a veces contribuyen a estrechar y lim_itar la

92 93
identidad, como cuando la escuela pone rótulos a los niños, por ejemplo funcionaba, que la niña se portaba muy mal y que el padre estaba dis­
"es igual a su hermano" o "niños de hogares destruidos". La derivación a puesto a abandonar el intento.
la terapia puede identificar a una familia como un "-caso desesperado".
La identidad de un individuo o de una familia queda subsumida y tota­
. ! equip terapéutico decidió que se necesitaba un enfoque más
si bohco Y mas_ espectacll;lar. Se le pidió a la familia que viniera a una
lizada por nna frase que conlleva implicaciones para interacciones y ex­ sesión Y que traJeran consigo el resto de la medicación. La sesión comen­
pectativas ulteriores. zó cuand? el terapeuta les entregó a cada miembro de la familia fichas
Muchos in.dividuos y familias están limitados en su sentimiento de cartulma con el título de "'viejos roles", que eran: "niña hiperactiva"
de identidad por roles rígidos o rótulos que constituyen un estigmi1. " a1re ocupada d niña hiperactiva" y "padre distante de niña hiperac:
Todas las enfermedades y discapacidades físicas y mentaleS implica,, twa . Todos estuVJeron de acuerdo en que efectivamente tales eran sus
rótulos que con frecuencia sirven para definir la identidad de una perso­ roles. El terapeuta les preguntó si estaban dispuestos a abandonarlos
na de modo que limitan las posibilidades del individuo y sus relaciones aun cuando toda.vía no estaba muy claro por cuáles los iban a reemp]a
y no permiten ampliarlas. Si bien las categorías de diagnóstico pueden zar, Y todos manifestaron que estaban más que dispuestos a intentar al­
resultar útiles para la planificación y ejecución de un tratamiento, o nuevo. l terapeuta.entonces invitó a la niña a que quemara lastar­
y aunque constituyen un requisito de la terapia en nuestra cultura, los Jetas. Lo hizo muy cUidadosamente y apagó el fuego. Las cenizas se
terapeutas deben recordar siempre que los rótulos se vuelven nocivos mezclaron entonc s. con el resto de Ritalin y se guardaron en un sobre
cuando se los usa para captar la esencia de una persona o de una fa­ grande que la fam1ha enterró a continuación, con el terapeuta como tes­
milia. tigo de esta ceremonia.
El funcionamiento de los rituales terapéuticos de identidad permi­ Seis semanas_ más tarde la niña tuvo que someterse a una cirugía
te eliminar los rótulos que constituyen un estigma y permiten también men r. La madre mformó que era una excelente paciente, tanto en el
el surgimiento de nuevas identidades. El ritual elaborado por el equipo hospital como en la casa. En la escuela se la trataba como a una niña
de Milán, en el cual se le dio instrucciones a una familia para que tirara normal Y se le aplicaban sanciones disciplillarias como a los otros niños
todos los remedios de su hijo al tiempo que le decían que era un niño cuando era necesario. _La. madre buscaba un empleo fuera del hogar y eÍ
normal, es un ejemplo de un ritual de redefinición de la identidad padre se .ostraba mas 1 resado por su mujer y por su hija. Los pa­
(Selvini Palazzoli y otros, 1977). Tales rituales operan en un nivel indi­ dres admrtieron que su h1Ja era simplemente una niña normal que de
vidual, familiar y de grandes sistemas. vez en c ando se comportab de modo díscolo (Imber Coppersmith,
1982). <y_ease el c p. 1 de Janme Roberts para un ritual más amplio de

l
Breve ejemplo. De hiperactiua a normal pero díscola. La familia WeUs redefimc16 de la identidad que incluye rótulos terapéuticos.)
llegó a la terapia y nos presentó a su hija de 11 años como "hiperactiva". Los ntuales
dad resultan terapéuticosútiles
especialmente de definición y redefinición
para familias de con
e individuos la identi­
enfer­
queniña
La habíadellevado
era hora eseotras
explorar rótulo durante ocho
alternativas. En laaños. La familia,
primera cor;1-
sesión quedó
puesta por los dos progenitores y la hija, fue derivada por su pediatra, eda.des graves o crónicas o con otras discapacidades. En tales casos, la
quien había estado recetando Ritalin para la niña pero ahora pensaba identidad completa de la persona se confunde con la enfermedad o dis
claro que todas las interacciones con la niña llevaban implícito el rótulo
/ de "hiperactiva". No se le corregía su mala conducta ni en la casa ni en "distant,"
la escuela, debido a su hiperactividad. La madre pasaba una cantidad
de tiempo haciendo consultas por su hija, mientras que el padre se man­
tenía alejado tanto de la madre como de la hija.
El equipo consideró que había una serie de alternativas que no se
habían intentado con la niña y recomendó un experimento: los padres
tenían que abandonar el rótulo de "hiperactiva" durante tres semanas y
tratar a su hija como una niña normal. En ese momento el padre co­
menzó a mostrar mayor interés. El pediatra estuvo de acuerdo en un in­
tento de suprimir el Ritalin. Los padres concurrieron juntos a la escuela
para explicar el experimento y solicitar la colaboración de los maestros.
Este enfoque muy directo, en el que se explicaba a los padres los posi-·
--
Grandes lriBtem.aa inleMnientea.:

atenci6o médic..o.
terapia familia"
"

bles efectos de los rótulos, tuvo un éxito momentáneo, seguido de w1.a Figura 6. Lafamilia Wells: de hiperactiva a normal pero díscola
recaída. La madre llamó, muy enojada, diciendo que el experimento ;1o

94 95

1
capacidad como "paciente canceroso", "víctima de] SIDA", etc, Y se pier­ y que se concentró en primer lugar en la expresión de cada miembro de
den otros 'aspectos suyos. En un programa te]e sivo sobre e,1 Síndrome los alimentos que no le gustaban, como una metáfora que diera permiso
de Down, "Niños como éstos", el ní'ño de 11 anos con el smdrome de para la discusión de otras diferencias, y luego en la transformación de
Down, que aparece siempre mien ras su madre les da c)ases a otros pa­ esta comida que no les gustaba en algo más apetitoso mediante el es­
dres, finalmente le dice a ésta: Estoy harto y abumdo e tod e e. fuerzo conjunto de todos los miembros de ]a fami1ia. La dependencia de
asunto del síndrome de Down!", con lo cual expresa-su propia conVICCIOn ]a familia respecto de los asistentes externos disminuyó mediante un
de que él es algo más que ese rótulo. proceso ritualizado en el que los padres se convirtieron en los "terapeu­
La Comunidad L'Arche, que tiene filiales en muchos países Y que tas" de la niña al elaborar y poner en práctica un plan para que ella
ha sido fonnada especialmente par per.sonas con. efici.encias yyerso­ "ampliara su repertorio de comidas". Cuando los padres redefinieron su
nas sfo deficiencias evidentes que viven Juntas, ubhza diversos ntuales propia identidad como "'expertos en su hija", despidieron a la dietista
cuya finalidad principa] es la de desarrollar en todos los partici 31:1tes que criticó su plan y trató de que Sandra siguiera otro plan. Esta fue la
su identidad como ser humano y no someterse a rótulos restncbvos primera vez que los padres se vieron a sí mismos como personas quepo­
(lmber Coppersmith, 1984). . . dían cuestionar la autoridad externa. En la última sesión, se llevó a ca­
Después de que un miembro de la fam1ha se recupera de. na grave bo una segunda cena entre el terapeuta y la familia. Durante esta comi­
enfennedad la identidad de esa persona y la de toda la fam1ha tal vez da ritual, un análisis sobre el futuro dio como resultado que la familia
necesiten ta bién unaredefinición. Asimismo puede requerir nna rede­ redefiniera a Sandra cómo una niña que llegaría a convertirse en mujer
finición la relación de la familia con los grandes sistemas. y que sería abogada, en lugar de ser una niña que moriría pronto (Imber-
Black, 1986a).
Breve ejemplo. El tempeuta viene a cenar (continuación). En la f milia La definición y redefinición del motivo de la identidad se ejemplifi­
Wharton a la que nos referimos antes en el apartado sobre el motivo de ca con más detalles en los capítulos sobre adopción (cap. 8), familias y
la perten'encia, en la que había una niñita a quien le staban as.pata­ grandes sistemas (cap. 12) y familias y opresión política (cap. 14).
tas fritas y el pan con mantequilla, una de las cuesbon pnnc1pales
que influían sobre la posición de Sandra dentro de a fam1ha era. q?-e la
niña había nacido con un problema cardíaco con é 1to, lo que o hgo a la Expresión y negociación de creencias
familia a interactuar con una cantidad de especiahsta.s provementes de
sistemas externos durante muchos aífos. Su prob ema c díaco, _su1;1era­ Los rituales normativos con frecuencia funcionan para expresar
do un año y medio antes del comienzo de la terapta, hab1a ntnbmd? a creencias y para configurar y negociar otras nuevas. Los rituales religio­
queocupara Ja posición de "'niña especial" dentro de 1 fam1ha. Inclusive sos y culturales en particular permiten la expresión de las creencias de
después de una operación de éxi;o a la que f e sometida, se mantuvo su un grupo. Aquellos rituales que siguen vivos y que conservan su signifi­
identidad de miembro "enfenno de la fam1ha, a causa de su problema cación tienen nn espacio para variaciones que expresan el cambio de
alimentario. Su madre la abuela materna y la dietista le pusieron el ró­ normas y creencias al mismo tiempo que afirman la conexión con el. pa­
tulo de "anoréxica". E la primera sesión, ambos progenitores predije­ sado (véase Davis, cap. 7). El Seder de la Pascua judía es nn ejemplo de
ron que la niña dejaría de comer totalm nte y que orirí.a en un par. e tales rituales. Las variacioens del Seder, tanto en las tres ramas del ju­
años. Aquí se puede formular la hipótesis de_ que la 1d; tidad de la_nma daísmo como en ]as familias concretas, permiten la expresión de creen­
como niña "enferma" con un problema cardmco congemto que poma en cias generales y específicas. Por ejemplo, en una Haggadah (el libro que
peligró su vida nunca se había redefinido. espués de la operación ui­ contiene el orden del Seder de Pascua) recientemente reformada, se
rú.rgica. Más aun, el compromiso de·la fam1ba con la ayuda externa sim­ agregó una quinta copa de vino a las cuatro tradicionales. Esta copa,
plemente se mantuvo, y ahora se trataba de nuevos asistentes que se llamada la "Copa de la redención", es dejada aparte para el futuro, con
ocupaban del pro ema alim ntario _vez de cardí '?°· De este mo_do ?º lo cual quedan conectados los que celebran la Pascua con aquellos que
se ponía en cuesbon la propia defimc1 n de a fam1ha acerca de s1 mis­ todavía no están libres. Así se expresa la creencia de que el Seder en sí
ma como una familia que necesitaba as1stenc1a externa. noes simplemente la conmemoración de un acontecimiento pasado, sino
En un primer momento se usaron dos rituales para su rim r la también una celebración viva del presente y el futuro (Bronstein, 1974).
identidad de la niña como "'anoréxica" y reemplazarla por una identidad En muchas familias, incluyendo la mía, después de la sección del Seder
familiar común de personas que tienen "preferencias". Estos rituales en el que se recitan las diez plagas, se agregó un momento para que los
fueron la cena en la clínica durante la cual se analizaron en detalle los participantes expresen sus creencias sobre las "plagas" contemporá­
platos "favoritos" y los aliU-:entos que no les gustaban a todos los miem­ neas, como el racismo, el sexismo, la pobreza y la guerra.
bros de la familia, y un ritual para la cena que se llevó a cabo en la casa A medida que las creencias se amplían, se modifican o se po?en en

96 97
cuestión, pueden aparecer nuevos ritu.ale o pued n modificarse aspe-e­
tos importantes de los ya existentes. U:n eJemplo l puede_ verse e? 1a
misa católica romana después del Vaticano II. Si bien la rrusa en SI no
ha cambiado, el paso del latín a la lengua vernácula y el cambio n :a
r
.
!
l
res" (Selvini Palazzoli y otros, 1978). En este ritual, el equipo de Milán
utilizó el tiempo para establecer una distinción entre el modo en que
uno de los progenitores abordaba la conducta del hijo y el modo en
que lo hacía el otro respecto de la misma conducta, en familias en las
''
posición del sacerdote que antes daba la espalda a la congregac1ón_y
que al parece lospadres.soc"':vaban mutuamen e su a_ut ri ad al enviar
ahora está defrente a ella, ejemplifican el cambio de creencias sobre .la
al hijo mensaJes·contradictonos. En tales conflictos simetncos, se le da
participación de los laicos, que antes eran pasivos y ahora son activo_s.
crédito implícitamente al modo en que cada progenitor se relaciona con
Algunas culturas tiene rituales destinados a la negoc_iación de el hijo por medio de un ritual que le otorga a cada uno la misma canti­
creencias entre partes que no pueden ponerse de acuerdo. Un colega, dad de días para "hacerse cargo" mientras el otro se limita a observar.
John Rolland, me relató un ritual de este tipo que sus pacientes le ha­
bían enseñado. En una tribu africana, las tapas de las cacerolas se usan Breve ejemplo. El terapeuta viene a cenar (continuación). En el caso de
para negociar creencias conflictivas entre marido.Y mujer..En las ?casio­ la familia Wharton, en la que Sandra comía papas fritas y pan con man­
nes en que una esposa está enojada con .su mando por ciertas diferen­ tequilla, la madre creía que Sandra tenía un problema "grande", mien­
cias entre ellos reemplazará la tapa habitual de la cacerola por otra en
tras que el padre creía que era "pequeño». Estas creencias se expresa­
la que haya gr;badas figuras que expresen proverbios aplicables al con­
ban en la acción, ya que ]a madre permanecía en la mesa todas las
flicto. La esposa tendrá una variedad de esas tapas que se las habrá en­
noches instando a Sandra para que comiera, mientras que el padre se
tregado su madre en el momento del matrimoni . <?u"':ndo el esposo ve
iba a mirar televisión. Una primera intervención uti1izada fue el ritual
la otra tapa, comprende el significado del proverbio md1cado '( cuál es la
de los "días impares y pares". Cuando la familia volvió, informaron que
cuestión que plantea su esposa. En este momento el esposo tiene dos e.1- "Sandra comía mejor las noches en que papi estaba a cargo". La madre
ternativas. Puede aceptar la posición de la mujer Y pedir disculpas, o declaró que esto se debía a que era muy diferente porque el padre se in­
puede refutar su posición reemplazando la tapa que puso la esposa por
otra de una colección que él posee y que se las habrá entregado su pad-re .

teresaba y que ella estaba contenta con este compromiso. Este ritual en
última instancia llevó a negociaciones entre los padres sobre toda la
en el momento de la boda. Si las tapas disponibles no son suficientes pa­ cuestión del cuidado de los niños, lo cual dio como resultado el surgi­
ra zanjar las diferencias o si no se adaptan bien a la situación, ento c2s
miento de la nueva creencia de que los dos progenitores trabajando jun­
la pareja puede ir a ver a un especialias , un escultor que confe.ccJOna tos eran necesarios para resolver el problema.
esas tapas, ¡y hacerse fabricar una a pedid para en.c rar las diferen­ Se pueden crear variantes de este ritual para expresar y negociar
cias! En nuestra propia cultura muchas pareJas y familias van a consul­ creencias en muchas circunst ancias.1 Se pueden utilizar el tiempo y la
tar a terapeutas cuando se quedan sin "tapas disponibles" para manejar
sus creencias conflictivas. ' acción como variables clave y pedirles a los miembros de la familia que
actúen y crean según un conjunto de creencias durante un periodo con­
creto y según otro en un período diferente. Este proceso interrumpe dis­
Rituales para expresWn y neeociacíón de cre ncias y el f!r0t;eso terapéu­ putas simétricas interminables, permite a las personas escucharse mu­
tico. Los rituales terapéuticos para la expresión y negociación de creen­ tuamente, estimula la empatía y comunica la creencia del terapeuta de
cias resultan especialmente útiles cuando los pacientes manifiestan
queambas posiciones tienen sus méritos relativos.
creencias conflictivas acerca de una cuestión concreta. Pueden poner de
1 relieve esas creencias conflictivas por medio de su conducta, como cuan­ Breve ejemplo. Permitir una conversación diferente. Una pareja, el señor
do uno de Jos progenitores aplica sanciones disciplinarias al hijo y el y la señora Colling, vino a la terapia para resolver una sola cuestión.
otro Jo protege, o el conflicto puede ser e su mayor parte verbal, como Durante cuatro años habían estado divididos en sus opiniones sobre si
cuando uno de los miembros de una pareJa expresa el deseo de separar­ tener o no un tercer hijo. La pareja, que casi llegaba a los 40 años, tenía
se mientras que el otro expresa el deseo de continuar juntos. A m nudo dos hijos, de 7 y 9 años. La señora Colling quería otro hijo pero el sefior
los miembros de una familia consideran malas o censurables ciertas Colling, no. Los cónyuges estaban muy consustanciados entre sí y pen­
creencias, y buenas y correctas, ot_ras, generaJm ?te las prop as. Los -ri- saban que la mayor parte de }os aspectos de su matrimonio y su familia
tuales terapéuticos para la expresión y negociac1on de creencias propor­ eran muy sólidos.
cionan a los miembros de la familia la oportunidad de escucharse y Describieron el siguiente patrón de conducta: cada tantos meses, la
experimentar mutuamente sus posiciones sin censurarse ni echarse cul­ seiiora Colling planteaba la cuestión de tener otro hijo. Presentaba to­
pas, con lo cual se logra crear un nuevo coyitexto para_ la _relaciones.. das las razones por las cuales ésa le parecía una buena idea y todo lo
Un ejemplo del motivo de la expresión y negociacion de creencias que significaba para e11a. El hijo
señor
puede verse en el ritual del equipo de Milán de los "días pares e impa- nes por las cuales tener otro noColling
era unarespondía conytodas
buena idea las razo­
explicaba por

l
1
98 99
qué él no quería. Entonces la señora Colling daba respuestas a todas las familia significaban para él. Dijo que se había sentido mucho más cerca
objeciones del marido. Cada uno de ellos se iba poniendo más inflexible de él de lo que lo había estado en mucho tiempo. El señor Colling mani­
y adoptaba una posición más defensiva a medida que avanzaba la con­ festó su sorpresa por lo bien que su mujer había comprendido los proble­
versación. Entonces el señor Colhng se marchaba y solían mantenerse mas actuales que se presentaban en su carrera, ya que siempre había
distanciados y alimentando una ira sorda durante varias semanas, pensado que ella no tenía en cuenta esos aspectos en sus discusiones an­
Cada uno sentía que el otro no lo escuchaba en esta cuestión decisiva. teriores. La señora Colling también pudo expresar lo preocupada que
Al final de la primera sesión, les pedí que tuvieran dos conversa­ estaba por su madre muy anciana y enferma, un tema que ella nunca
ciones en su casa. En la primera iban a examinar todas las razones por había planteadO por temor a que su esposo lo utilizara como un nuevo
las cuales sería una buena idea tener otro hijo. Se le solicitó al señor argumento para no tener otro hijo. Fueron capaces de examinar esta
Colling que dejara en suspenso su posición habitual y se compenetrara cuestión tan importante por primera vez. Si bien no habían llegado a un
completamente con la posición de la mujer en este problema. En la se­ acuerdo satisfactorio sobre el tercer hijo, ambos pudieron registrar cua­
gunda iban a examinar todas las razones por las cuales sería mejor no lidades nuevas en el otro, en especial empatía y sensibilidad, que queda­
tener otro hijo. Se le solicitó a la señora Colling que dejara en suspenso ban oculta con el modelo anterior de relación. El final habitual de sus
su posición habitual y tratara decomprender profundamente lo que opi­ discusiones sobre el tema, que era la distancia y el enojo, fue reemplaza­
naba su marido sobre el problema. Se les pidió que eligieran un lugar y do por un sentimiento de conexión. Este ritual de conversación le permi­
momento especiales para esas conversaciones, con el fin de que pudie­ tió a cada uno de ellos Presentar sw propios puntos de vista sin tomar
ran destacarlas como algo especial y singular. Tal utilización del tiempo una posición defensiva, escuchar las opiniones del otro sin distancia, y
para los rituales de expresión y negociación de creencias proporciona un sentirse comprendido.
marco seguro para que los participantes exploren territorios nuevos, sa­ Pueden desarrollarse variantes de este ritual de conversación para
biendo que eso quedará reducido a un tiempo limitado. situaciones en que hay creencias contradictorias estancadas, ya sea en­
Cuando volvieron, cada uno expresó que se había sentido compren­ tre cónyuges, otros miembros de la familia, una familia y sus asistentes
dido por el otro de una manera que nunca se había dado. La señora externos o dentro de un individuo. También pueden formar parte del ri­
Colling dijo que se había sentido muy conmovida por lo que había expre­ tual algunas acciones específicas. Por ejemplo, una madre sola expresó
sado su esposo sobre la cuestión de tener otro hijo y lo que los hijos y la su sensación de estar atrapada entre un sistema escolar que la presio­
naba para que internara a su hijo adolescente que manifestaba un gran
rechazo escolar, y un programa de terapia familiar que le aconsejaba "ir
en{umo despacio". La creencia de la escuela era que se trataba de un paciente
psiquiátrico, mientras que la creencia del terapeuta familiar era que su
conducta estaba relacionada con cuestiones familiares. Incapaz de elegir
entre creencias contradictorias, la mujer se sentía paralizada y cada vez
menos competente. Se le pidió que dividiera la semana. Loslunes; miér­
coles y viernes iba a comportarse como si la internación fuera el mejor
El señor Coning "110 La eedora Co!li11g 'quien' un =r /,.¡jo" curso de acción y sostener esa creencia. Esto incluía visitar gente, con­
quien untercer 1,Jjo•
seguir información sobre la institución hospitalaria y relacionarse con
su hijo como si fuera un paciente. Los martes, jueves y sábados iba a to­
mar la posición de que ya no se necesitaba ningún tratamiento. En esos
días tenía que repasar todos los fracasos del tratamiento, que eran con­
siderables, no mantener conversaciones con aquellas personas que reco­
mendaban la urgente internación, y relacionarse con su hijo como un ni­
ño normal que necesitaba tiempo para peQsar. La mujer llevó a cabo el
ritual según las instrucciones recibidas y decidió no internar a su hijo
(véase Imber-Black, 1985 para una ·descripción completa del caso). Tal
Ve-L mucho más importante que el contenido de la decisión inmediata de
la madre fue su capacidad de mostrarse activa en un sistema mayor que
el de la familia en el cual antes se sentía paralizada e incapaz de expre­
Fjgul"á 7. La familia Colllng: pemritir una conversoción diferente sar sus propias creencias.

100 101
Cuando las personas se encierran en la consideración de que sólo den quedar encerrados en una disputa entre sí sobre cuál es la creencia
sus propias creencias son correctas y las e los demás erróne s y censu­ "correcta". En estos casos se pueden armar rituales para esclarecer y es­
rables, por lo corriente desaparece el sentido del humor: Los. tuales pa­ tablecer distinciones entre las creencias de los diversos asistentes, al
ra la expresión y negociación de creencias con frecuencta bhzan e.l ?u­ mismo tiempo que se vuelve a dotar al paciente de la capacidad de to­
mor con el fin de interponerse dentro de los esquemas rígidos y fac1htar mar decisiones y ejecutar acciones. Los rituales pueden tener la función
la resolución de problemas. de cuestionar creencias rígidas acerca de una familia, como cuando una
familia que cuenta con un sofo p ogenitor y los asistentes creen todos
Breve fjemplo. "Bocana" y "Malvado". Una joven pareja, Mavis Y Ken
Sutter, vinieron para nna terapia de pareja. hí3?- e tado c sados d ­ r que "las familias con un solo prog nitor o pueden funcionar ien".
Tales rituales pueden usarse despues de mult1ples consultas a asisten­
rante cuatro años y se sentían incapaces de discutir diferencias de op,­ ' tes familiares, o pueden aparecer cuando un terapeuta descubre que
nión sin entrar en peleas acaloradas, extensas e interminables. I dec­ una familia está consultando a múltiples asistentes o ha consultado a
pendienternente del tema el proceso que se desarrollaba entre ellos m ­ muchos sucesivamente.
vitablernente derivaba en que se ponían motes. La palabra que MaV1s
usaba más comúnmente para referirse a Ken era "malvado", mientras Breve ejemplo. Una tercera opinión. Una familia con un solo progenitor,
que Ken llamaba a Mavis "bocona". Una vez que esto:- términos se la señora Montero, y sus dos hijos, Ida, de 11 años, y Joseph, de 8, con­
extendieron entre ellos, sus peleas empeoraron. Mamfestaron que sultaban a múltiples ·asistentes debido a problemas identificados en
creían que peleaban alrededor del diez por ciento del tiempo, que Joseph, tales como rabietas y negativa a escuchar a los adultos. Entre
su matrimonio era satisfactorio en muchos aspectos y que ambos est.E­ los asistentes había un terapeuta familiar, un pediatra, nn psicólogo
ban preocupados porque las disputas pudieran destnrir una relación p(l­ que le aplicó tests a Joseph y un protector de menores para el niño.
sitiva. Los tests psicológicos aplicados a Joseph dieron como resultado un
Les pedí que salieran de compras a una gal.ería er_cana. Allí de­ informe muy pesimista que afirmaba que probablemente Joseph necesi­
bían dirigirse al negocio que vendía re eras con mscnpcton s de paIE1- ta.ria un tratamiento de internación. Entre los asistentes había creen­
bras y dibujos.2 Juntos tenían que elegu una remera que stmbohzara cias marcadamente diferentes acerca de la señora Montero, como pudo
"bocona" y otra quesimbolizara "malvado". Ambos.se echaron a reír. Les verse en la devolución del informe, ya que el psicólogo se negó a mos­
pregunté si estarían de acuerdo en que, en la próxn_na pelea, en lugar de trarle los resultados directamente, afirmando que "ella no seria capaz
ponerse motes, se pusieran las remeras para continuar la pelea. Acep­ de manejar su conocimiento del informe", mientras que el pediatra sí se
taron. Jo mostró. En esta coyuntura, aparecieron creencias conflictivas acerca
En la sesión siguiente, Mavis y Ken entraron con una va ija en l del futuro de Joseph tanto entre losasistentes como en la familia exten­
que habían traído sus remeras para mostrármelas. Juntos hab1an elegi­ sa de la señora Montero, varios de cuyos miembros insistían que había
do una remera para Ken que tenía impresa una gran serpiente, que que consultar "otra opinión".
simbolizaba "malvado", y una para Mavis que tenía nnos labios rojos gi­ En una consulta, la señora Montero manifestó una gran confusión
gantes, para simbolizar "bocona". Habían usado las remeras durante sobre los consejos que recibía de los diversos asistentes. Dijo que se sen­
dos peleas. En la primera, se habíllil entregado mutuamente las reme­ tía obligada a seguir la sugerencia de su familia acerca de la "otra opi­
ras, en lugar de ponerse los motes habituales. En la segunda, cada ur,o nión", annque en realidad no quería que se sometiera a Joseph a ningu­
1 había ido en busca de la suya y ¡se la había puesto! Describieron las ri­ na otra prueba. También informó al asesor que, en verdad, Joseph había
sas que les habían provocado y que les habían permitido enfrentar la estado mejorando, tanto en la casa como en la escuela, pero que no ha­
cuestión de un modo nuevo. Había cesado el hábito de ponerse motes y ·bía habido muchas oportunidades de discutir esto con ninguno de los
cada uno se sentía mejor con el otro. asistentes.
Los rituales para la expresión y negociación de creencias pueden El asesor le pidió a la señora Montero que recogiera información
resultar especialmente útiles para familias que cuentan con múltiples sobre sus hijos y sobre ella misma, las transiciones y cambios que ha­
asistentes provenientes de varios sistemas grandes, cada uno con sus bían experimentado y que elaborara nna "tercera opinión" escrita para
propias creencias sobre la naturaleza de un problema y sobre el trata· utilizarla como guía en su trabajo con los asistentes y en sus interaccio­
miento adecuado. En tales circunstancias no es infrecuente que un indi­ nes con su familia de origen. Este ritual documental estaba destinado a
viduo o una familia vayan perdiendo su propia capacidad de resolver volver a dotar de poder a la señora Montero como la experta en su fami­
problemas o que expresen nna confusión paralizante respecto de la ac­ lia, para informar a todos los asistentes sobre los cambios advertidos en
ción a seguir. Simultáneamente los multiples. asistentes externos pue- Joseph, y situar la conducta del niño en el contexto de su familia
Í' (Imber-Black, 1988).
'
102 103

1
da es el marcador más visible y espectacular del cambio y definición del
individuo, la familia y la comunidad, aunque la celebración en sí por lo
general sól_o es la culm nación de un pro? so más prolon ad .
Losntuales que mcluyen telebrac10n con frecuencia tienen aspec­
tos familiares y esperados, que·existen tanto en la cultura en su conjun­
to como en una familia concreta. Estos procesos familiares y previstos
funcionan como metáforas sumarias de normas y roles familiares y cul­
turales. Como tales, pueden expresar el calor, la comodidad, el apoyo y
el contacto humanos que se producen en las celebraciones. A veces per­
miten la expresión de Wl desarrollo cultural y familiar clave. A la inver­
Sr. M<:>111.ero sa, también pueden anunciar en forma intensa un sentimiento de pérdi­
quúre wu, da, como durante la celebración de una festividad luego de la muerte de
segunda opinión' un familiar, o bien las retiradas muy evidentes por falta de invitación o
rechazo a participar en una celebración, o como expresión muda de la
Sra.M<>11tero hipocresía y el estancamiento de las relaciones, por ejemplo cuando
la forma de la celebración permanece inalterada a pesar de los cambios
vitales en las relaciones aunque con frecuencia inexpresados.
11

J09eph Rituales de celebración y el proceso terapéutico. En forma semejante al


lds
motivo de la pertenencia, el motivo de la celebración se presta fácilmen­
te para conversaciones entre los terapeutas y las familias. Cuando se
Figura 8. Lafamilia Montero: una ten:era opinión
reúne el genograma con los problemas del ciclo vital de una familia, el
análisis de las celebraciones de Wl ciclo vital concreto puede comenzar a
dar información tanto al terapeuta como a la familia sobre la participa­
ción, toma de decisiones, conexiones y alejamientos en la relación. Por
Otros rituales de expresión y negociación de creencias serán ilus­ ejemplo, una pareja que planea casarse pero cuyos planes se posterga­
trados en los capítulos sobre problemas de pareja (cap. 4), el bar mi?z­ ron debido a un alto nivel de conflicto, respondieron a una pregunta so­
vah (cap. 7), famili.as transformadas (cap. 11) y problemas de la muJer bre su posible lista de invitados diciéndome que las hermanas adultas
(cap. 13). del hombre no serian invitadas y que se invitaría a la madre de la mujer
"por pura cortesía". Esta información llevó a un análisis más profundo
de los problemas de las familias de origen y los modos en que los conflic­
Celebración tos actuales de la pareja podían comprenderse dentro de este contexto
más amplio, del que la pareja no había tomado conciencia.
El motivo de la celebración acompaña muchos rituales normativos. El análisis de la celebración de festividades específicas, como el Día
Si bien el término "celebración" por lo general evoca la idea de festivida­ de Acción de Gracias o la Navidad, puede resultar muyimportante para
des también puede referirse a rituales más solemnes Y sagrados. Así, el terapeuta, pues le brinda información sóbre conflictos y puede llevar a
tod s los rituales que acompañan las transiciones del ciclo vital, como que.se elaboren nuevos rituales capaces de transformar las relaciones.
bodas nacimientos ritos de pasaje de la adolescencia Y funerales, impli­ Con este análisis muy fácilme.nte se pueden poner al descubierto los pro­
can Ja' celebración orno uno de sus motivos. El motivo de la celebración
también está presente en las festividades religiosas y culturales y en blemas de la familia de origen. Durante mis épocas de estudiante, yo
muchas tradiciones familiares, como cumpleailos y aniversarios. El mo­ vendía árboles de navidad durante un invierno y purle escuchar intermi­
tivo de la celebración se aplica a aquel aspecto de los rituales conectado nables variaciones de: "Necesitamos un pino albar, señorita, porque mi
con la afirmación, homenaje, conmemoración y demarcación del tiempo familia siempre lo usó", o respuestaS como:"los pinos albares son magní­
regular del tiempo especial. Los rituales de c.elebración_frecuentemente ficos, pero nosotros necesitamos un pino Oregón, porque mi familia
incluyen la expresión étnica, comidas y bebida especiales reser aqas siempre lo usó". Sin ninguna duda, tales argumentos sobre cuáles son
para determinadas celebraciones, música especial, regalos Y vestimen­ los símbolos más adecuados para }a celebración están cargados de cues­
tas determinadas. El aspecto de celebración de los rituales con frecuen- tiones de lealtad, poder, creencias "correctas", etc. y pueden ser analiza­
dosprovechosamente en la terapia y también reelaborados.

104 105
Las parejas que integran matrimonios mixtos desde el PU!1to de la sensación de pérdida y congoja con frecuencia inunda y supera todo
vista étnico y religioso enfrentan des.afíos concretos durante los ntuales sentimiento de celebración. Otros individuos o familias hacen una espe­
de celébración. En la terapia, los matrimonios mixtos desde el punto de cie de moratoria de la celebración y se mantienen en un estado perma­
vista religioso suelen describir que se llevaban muy bien hasta diciem­ nente de dolor. Los miembros de la familia pueden no estar sincroniza­
bre cuando se enfrentan con los problerrías de las dfferencias, o bien c<i­
1 dos mutuamente respecto de la resolución de una pérdida, lo cual da co­
mo pudier on '"ignorar" el problema hasta que nacieron los hijos. Algt'.· mo resultado celebraciones cargadas de tensión. En todas estas situacio­
na.!I familias intentan resolver la disputa dejando totalmente de lado las nes, un ritual terapéutico biel1. diseñado, que incorpore tanto la pérdida
celebraciones, pero entonces se encuentran con que deben afrentar una. como la celebración, puede abrirle a la familia nuevas posibilidades.
sensación de vacío y alejamiento. Los rituales de celebración en los mtt­
trimonios mixtos desde el punto de vista étnico suelen poner de relieve Breve ejemplo. "¿Y la Navidad?" Una familia, compuesta del señor y la
diferencias que por lo común no se analizan. En estos casos el t:erapeuta señora Franco, de 58 y 57 años respectivamente, y su hijo Alan, de 33,
puede ayudar eficazmente a los có yuges en a tar:a evolutiva clav1 : llegaron al sector de atención de crisis de un hospital comunitario, a
ser capaces de afirmar sus diferencias por med10 de ntuales de celebra­ principios de diciembre. Alan vivía con los padres y no trabajaba ni sa­
ción que respeten el patrimonio hereditario de cada uno y faciliten la lía de la casa. Tenía una larga historia de consultas a terapeutas sin
e1aboración de nuevos rituales, que simbolicen su nuevo sistema fami­ ninguna modificación en su conducta. Durante la semana anterior, la
liar decaracterísticas singulares. conducta negativa de Alan respecto de su madre había aumentado mu­
1 Los rituales terapéuticos de celebración pueden utilizarse con pa­ cho, por lo cual la familia había terminado por concurrir al hospital.
rejas para seña1ar un nuevo comiei:izo de su matrimonio, como en l ca­ Una vez que el terapeuta obtuvo el genograma, los padres relata­
so de la familia Korner. Las pareJas de homosexuales, que no tienen ron que habían tenido otro hijo, Michael, muerto súbitamente 15 años
acceso al matrimonio legal, tal vez deseen elaborar un ritual de celebra­ 1 atrás a causa de un cáncer maligno. Michael era dos años mayor que
ción que proclame públicamente la relación que mantienen. El motivo f Alan y sobresalía como estudiante y como deportista. Se había casado
de la celebración puede acompañar ciertos rituales terapéuticos para se­ en diciembre, muy poco antes de Navidad, y había muerto en febrero,
ña1ar logros particulares, transiciones del ciclo vital idiosincráticas o tf dejando una esposa embarazada. Los miembros de la familia relataron
normativas, o pueden utilizarse para un reencuadre, como la causa de .{ al terapeuta que cada uno había sufrido solo la pérdida de Michael. La
una celebración que una familia mantuvo oculta hasta ese momento, madre iba a la iglesia para lamentarse, el padre iba frecuentemente al
por ejemplo el caso de la pareja que no habí celebrado su aniversario cementerio, y Alan, quien sufrió una depresión intensa después_ de la
durante casi 50 años. Puesto que en la teraprn generalmente se tratan muerte de su hermano, iba a una terapia individual. La señora Franco
asuntos dolorosos, el terapeuta debe vigilar qué momentos son adecua­ señaló que sus entrevistas anteriores con terapeutas siempre la habían
dos para los rituales de celebración y no dejar que se celebren fuera del hecho sentir una mala madre. Como cada uno respetaba el dolor del
consultorio. Ya que el ritual terapéutico de celebración con frecuencia otro, nunca analizaban juntos el tema de la muerte de Michael. Más
señala un giro clave en la vida de un individuo, pareja o familia, y bien, la familia estaba distraída por la preocupación por la conducta ca­
probablemente lleguen a formar parte de la tradición actual de la fami­ da vez más extraña de Alan, que parecía tener la función de posi:ergar
lia como los vasos dorados de la familia Korner que luego se siguieron el duelo y pasar por alto el desarrollo individual y familiar.
utÚizando en las celebraciones familiares, estos rituales tienden a de­ En las primeras sesiones, cualquiera fuese el tema tratado, Alan
pender fuertemente de la energía de la familia para su diseño y puest.a insistía: "¡La historia de Michael, la historia de Michael, tenemos que
en práctica. analizar la historia de Michael!" Gradualmente comenzaron a analizar­
se muchos aspectos dolorosos de la muerte de Michael, incluyendo el
Celebración y pérdida. Un análisis de las celebraciones de festividades alejamiento de la esposa y el hijo de Michael, que ya era un adolescente.
con las farnílias en 1a terapia puede poner de manifiesto los problemas Entonces, en una sesión centrada en las relaciones familiares actuales,
de pérdidas. La pérdida de miembros de la familia por muerte, o por .e­ Alan insistió: "¡Navidad! ¿Y la Navidad? ¡Tenemos que hablar de la
paración y divorcio con frecuencia se experimenta en forma muy aguda Navidad! Lo que surgió fue la descripción de una Navidad muy triste
en los momentos de celebración. Los intentos de la familia por manejar porque, aunque la familia adornó la casa y la señora Franco preparó
esas pérdidas en los momentos de celebración inadvertidamente pueden una cena especial, el e.!lpectro de la muerte de Michael impregnó toda
impedir tanto la aceptación de la pérdida como la oportunidad de expe­ festividad, pero no se habló de ello. Alan siempre interrumpía la cena y
rimentar el apoyo y la conexión que permite la celebración. Así, algunas actuaba de modos tales que hacía que los padres pensaran que no po­
familias establecen una regla tácita de no reconocer la pérdida o, como dían invitar a nadie ni tampoco salir a visitar a otras personas. Durante
describió una madre, "fingir que somos felices". Aquí, paradójicamente, la conversación sobre los adornos, la señora Franco describió uno ador-

106 107
" , :C
·' f
compartir espontáneamente la culµa secreta hasta ese momento que ca­
da WlO sentía respecto de la muerte de Michael. Los miembros de la fa­
milia lloraron juntos por primera vez. La señora Franco abrazó al tera­
peuta dando muestras de un gran agradecimiento.
A continuación de este conmovedor ritual, la familia comenzó a ha­
Michael blar de la Navidad. Alan aceptó que no perturbaría la fiesta y que no
trataría de impedir que sus padres hicieran visitas, como lo había hecho
duranté muchos años. Entonces comenzó a hablar de su propio futuro.3
Este ritual, en el que se combinaron las necesidades humanas de
alivio y celebración, ofreció a la familia un medio de compartir la enor­
me pérdida de Wl hijo y un hermano, juntos y abiertamente, lo que les
dio la posibilidad de reconectarse y celebrar la Navidad por primera vez
en 15 años. En términos más generales, el caso ilustra la interrelación,
con frecuencia oculta pero muy sutil, entre pérdida y celebración, y de­
muestra que los rituales de celebración pueden resultar viables para al­
gunas familias cuando hay que aceptar pérdidas.

Celebración y obsequios. Muchos rituales de celebración normativos in-


cluyen la entrega de regalos. Cumpleaños, aniversarios y festividades
como Navidad, Janucá o el Día de San Valentín, en todos se entregan
regalos. Muchas familias desarrollan sus propias tradiciones para este
intercambio de obsequios en las que se destacan los elementos de sor­
presa o creatividad. A menudo, el proceso de entrega de regalos se modi­
fica a medida que los hijos crecen y funciona como una metáfora del
Figuu 9.Lafamilia Franco: ¿y la Navidad? cambio evolutivo. En cambio, en otras familias el aspecto de la celebra­
ción que incluye la entrega de rega1os sirve como un símbolo de disgusto
y resentimiento, como por ejemplo en el caso de la esposa a la que su
nos que Michael había hecho durante su niñez y que ella siempre colo­ marido le regaló un intercomunicador para "que escuchara mejor cuan­
caba Entonces dijo: "En realidad no están muy bien hechos, y si él vi- do los hijos la necesitaban", o la pareja que me contó con tristeza que
vier; creo que hace muchos años que ya hubiera dejado de ponerlos. ninguno apreciaba los regalos del otro, ya que él siempre devolvía lo que
Creo 'que ya no los voy a poner este año". Este fue el primer indicio de ella le regalaba, y ella siempre dejaba colgado en el placard lo que él le
que esta Navidad podría ser un poco diferente y que podría convertirse regalaba, sin advertirlo y sin usarlo. Analizar los regalos que se hace la
en un medio para expresar que la familia no es. ba fijad ? años atrás. familia en la terapia y cerca de las festividades apropiadas puede ser un
Entonces la terapeuta analizó con la famtha la pos1b1hdad de efec­ tema terapéutico muy sutil, pues pone de relieve las reglas de la familia
tuar un ritual que les permitiera hablar todos juntos de Michael y al sobre el dar y recibir, y con frecuencia abre zonas de discusión anterior­
mismo tiempo celebrar la Navidad. Les preguntó si les gustaría traer un mente prohibidas.
símbolo de Michael a la próxima sesión, que estaba programada para En nuestro trabajo con familias, hemos descubierto que los obse­
tres días antes de Navidad. Estuvieron de acuerdo.·ouránte la sesión si­ quios pueden constituir un elemento importante en losrituales terapéu­
guiente, la terapeuta les pidió que cada uno mostr ra los.símbo1os que ticos de celebración. En particular, Wl ritual que hemos utilizado cons­
había traído. El padre trajo un anillo que perteneció a Mtchael, la ma­ tantemente, denominado "la entrega de regalos", ha demostrado su
dre trajo un poema y Alan, una fotografía. La terapeuta les pidió que e eficacia para encuadrar partidas precipitadas o violentas, como cuando
intercambiaran los símbolos, como un modo de conectarse y compartir un niño abandona el hogar para ir a vivir con el otro progenitor, o para
la pena que antes habían experimentado en soledad. Luego les pidió que facilitar transiciones difíciles, como cuando Wl hijo ya adulto con defi­
cada uno relatara un recuerdo preferido sobre Michael. Alan, que fre­ ciencias deja el hogar para vivir en una institución grupal Para este ri­
cuentemente se mantenía distante y distraído, estaba sentado muy tual, se les pide a los miembros de la familia que traigan regalos para la
tranquilo y prestaba mucha atención mientras sus padres hablaban. La sesión siguiente. A cada uno se le pide que traiga un regalo para el
conversación sobre los recuerdos favoritos llevó a que también pudieran miembro que parte. Al miembro que se va se le solicita que traiga obse-

108 109
quios para los otros. Se les dice ª. todos que no compren r galos, sino bros de la familia que quería que pusieran estas doscasas en el congela­
que hagan algo o traigan algo prop10 que deseen regalar. El ntual e lle­ dor con la convicción de que, en el futuro, cuando alguno de los miem­
va a cabo con la sugerencia del terapeuta de que los regalos se mter­ bros de la familia sintiera que era necesaria una conversación familiar,
cambien con pocas palabras excepto para dar alguna explicación sobre descougelara la patata y la fruta k.iwi como una señal de convocatoria a
el regalo en sí que pudiera ;er necesaria. Esto se.hace para excluir los esa reunión. La familia me agradeció y dejó la terapia con una celebra­
modelos habituales, especialmente cuando _h_a habido gran encono, y pf,­ ción y con los símbolos del tr1:_1.bajo en su poder.
ra lograr un tono de receptividad en la fam1ha.

Breve ejemplo. "La entrega de regalos". E:1:1 un caso reciente en el que e Conclusiones
utilizó este ritual conuna familia cuya h1Ja abandonaba el hogar para 1r
a una institución grupal, y en la que los padres estaban muy preocupa­ Los cinco motivos rituales analizados en este capítulo, que son
dos por su bienestar, el padre le entregó a la joven.su sartén favorit:1-, perten nci.a, curación, definición de identidad, expresi-On y negociaci-On
que ella siempre quería usar pero nunc:i se lo e!"rmtfan, y la ma re le de creencias y celebración, son aspectos claves de los rituales normativos
diosu perfume, que tampoco se le hab1a penmttdo usar, y pendientes y como t.alés proporcionan al terapeuta una orientación tanto para ana­
pertenecientes a la madre de la madre. En suma, los regalos de los pa. lizar los rituales con las familias como para el diseño de rituales tera·
dres eran indicios del permiso para crecer y abandonar la casa, aunque péuticos. A lo largo de una terapia determinada, se puede hacer usa de
manteniendo siempre una importante conexión con la familia. La hija, a uno o más de estos motivos. Los motivos también pueden interactuar
la vez, le dio al padre una fotografía que le habían to ado enla institu­ dentro de un mismo ritual. Por último, si bien como terapeutas, tal vez
ción grupal, rodeada por un grupo de jóven s, y le 10 a su mad su queremos utilizar un motivo en nuestro trabajo con una familia, en últi·
animalito de peluche favorito, con el que babia dormido desde su I?-me.z, 'f. mainstancia sólo la familia determinará los significados de los motivos,
con lo cual indicaba a su manera que en verdad estaba creciendo (Imber- mediante una puesta en práctica única y singular de sus rituales.
Black, 1988).

Rituales de celebración para finalizar la terapía. Los rituales de celebu­


?
ción pueden resultar útiles para señalar el de la ter pia o el final de Notas
las relaciones muy prolongadas de una fam1ha con los sistemas grand, s
en general. Tales rituales pueden ser cocreados por el ter?pe ta y la fa-
milia, y/o pueden incluir acciones del terapeuta con algun tipo de sor­ l Expreso m:i agradecim.i.ento a Karl Tomm, M. D., oon quien trabajé en oolaboración
presa. sobre variaciones del ritual sobre Los días impares-d.!as pares".
2 Mi agradecimiento a Richard Whiting por sus humonsticas iwiovaciones de los Ji.
tuale:!1 de las rem'*aa.
Breve ejemplo. El terapeuta viene a cenar (concl ión). En el trabajo con 3 Quiero expresar ,:ni agradecimiento a la terapeuta Donna Wolf y a la supervú.ora
la familia Wharton, se Hevó a cabo una segunda cena dentro de la se­ Ellen Landa.u quieoes trabajaroo oownigo en oolaboradón en estecaso.
sión para señalar los cambios que había experimentado Sandra y tam­
bién la familia. En concordancia con el motivo de los "platos favoritos"
1 que se.había utilizado a lo largo de la ter Pi3:· la familia aceptó que cada
uno de ellos traeria un elemento "favonto para esta cena de celebra­
ción con lo cual iban a comunicar en la acción la naturaleza, ahora más Bibliografía
simétrica, de las relaciones familiares, que reemplazó a la escalada com­
plementaria anterior. Después de la comida, saqué d_os elementos para
la familia: una patata (la favorita de Sandra todo el tiempo) y una fruta Bronstein, H. (1974) (comp.): A Passover Haggadah: The New Un.ion Haggadah
kiwi (lo más odiado por Sandra, a la que la había obligado la dietista), (nueva ed.). Nueva York, The Central Conference of American Rabbis.
que representaban los motivos de gustos y disgustos, elementos favori­ lmber-Black, E. (1988) (comps.): "Idiosyncratic Hfe cycle transitions and thera­
tos y despreciados, la capacidad para expresar 11.ref rencias directame ­ peutic rituals". En E. A. Carter y M. McGoldrick (comps.): The changing
te, etc. La patata y la fruta kiwi provocaron la hilaridad de toda la farm­ f'amily Ufe cycle, Nueva York, Gardner Press.
lia. y el padre bromeó. diciendo que ésas eran ¡dos cosas que Sand.ra lmber-Black, E. (1986a): "Toward a resource mO<iel in systemic family therapy".
En M. A. Karpel (comp.): Family Resources: The Hidden Partner in
adoraba.! Vinculando la patata y la fruta kiwi con una variedad de cu, s­ Family Therapy, Nueva York, Guilford Press, págs.148-174.
tiones·evolutivas normales de una familia, les dije entonces a los miem- Imber-Black, E. (1986b): "Odysseys of a learner". En D. Efron (comp.):

110 111

1
Journeys: Expan.sion.s o{ strategic an.d systemic tlu!rapies, Nueva York,
·.r·.···
.

Brunner!Mw:el, págs. 3-29.


Imber-Black, E. (1985): "Women, families and larger systems". En M. Ault.
: '(
3
Riche (comp.): Women and Family Therapy, Rockville, MD, Aspen
Systems Publishers, págs. 25-33.
Imber Coppersmith, E. (1984): A special 'famíly' with handica.pped members: Pautas para la elaboración
One family therapist's learnings from the L'Arche community". En E.
Imber-Coppersmith (comp.): Famili.es with a handicapped membu, Rock­ de rituales terapéuticos
ville, MD, Aspen Systems Publishers, págs. 150-159.
Imber Coppersmith, E. (1982): "From hyperactive to normal but naugbty: A Richard A. Whiting
multisystem partnership in delabeling", Internation.al Journal o{ Family
Psychiatry, 3 (2), 131-144.
Selvini Palazzoli, M.; Boscolo, L.; Cecchin, G. y Prata G. (1978): "A ritual.ized
prescription in family therapy: Odd days and even days", Journal of Durante los últimos años, en nuestros talleres sobre rituales tera­
Marriage a.nd Family Counseling, 4 (3), 3-9. péuticos, mis colegas y yo nos hemos formulado preguntas que van des­
Selvini Palazzoli, M.; Boscolo, L.; Cecchin, G. y Prata G.(1977): "Family rituals: de "¿Cómo planificó ese ritual?" hasta "¿Por qué decidió llevar a cabo un
A powerful tool in family therapy", Family Process, 16 (4),. 445-454. ritual dentro de la sesión en vez de un ritual fuera de la sesión?". Tales
Van Gennep, A. (1960): The rites o{ passage, Chicago, University of Chicago preguntas nos han ayudado a pensar más reflexivamente sobre qué es
Press. lo que en realidad supone el proceso de elaboración y han puesto de re­
Walsh, F. (1983): "The timing of symptoms and critical events in the family life lieve el hecho de que, con excepción de van der Hart (1983), nadie ha
cycle". En H. A Liddle (comp.): Clinical impli.catione oftlu! family life cy­ publicado indicaciones sobre la elaboración de rituales terapéuticos. En
cle, Rockville, MD, Aspen Systems Publications, págs.120-133. este capítulo, en que se reflejan las discusiones y presentaciones de casi
una década con Evan Imber-Black y Janine Roberts, se ofrecerán pau­
las mucho más específicas que las sugerencias de Palazzoli (1974) de
que se trata de"chispazos de genio" (pág. 239), y se ampliarán las reco­
mendaciones del precursor van der Hart. Est.as pautas están destinadas
a esclarecer y ofrecer una orientación y a desmistificar el proceso de ela­
boración de los rituales terapéuticos. Se describirán en detalle tres
categorías principales: 1) elementos de elaboración comunes a todos los
rituales; 2) técnicas rituales y acciones simbólicas, y 3) otras considera­
ciones sobre la planificación. Un esquema de la organización de este ca­
pítulo aparece en el cuadro l. Puede servir como una list.a de verifica­
ción de las cosas que hay que tener en cuenta cuando se ingresa en el
proceso creativo de elaboración de rituales terapéuticos.

Elementos de elaboración
En 1977, el equipo de Mihín, en un artículo publicado n Family
Process, llegó a la conclusión de que "la intervención en un ritual siem­
pre exige un gran esfuerzo de parte del terapeuta. Primero un esfuerzo
de observación y luego un esfuerzo creativo" (pág. 453). Los motivos y
las cuestiones de un ritual aparecen desde una posición de observación
y recolección de datos. Aunque los terapeutas siguen distintas orienta­
ciones y modelos teóricos, las ideas para el ritual deben adecuarse a las
cuestiones y problemas emergentes que se le presentan a la familia, la
pareja o el individuo. Para ayudar en la elaboración creativa, se presen­
tan a continuación los siguientes elementos.

112 113
CUADRO 1 clonarle a su hija algún tipo de estructura y estimularla para que pro­
gresara en su vida, la idea de tratarla con guantes blancos impedía to­
Categoría I Categoría 11 Categoría IlI mar esa orientación. Con el lenguaje de la madre, lmber-Black le acon­
Elementos de elaboración Técnicas rituales y Otras consideraciones sejó a la madre y a la hija que compraran un par de guantes blancos y
acciones simbólicas para la elaboración los congelaran. La próxima vez que a la madre le pareciera que había
que tratar a la hija con guantes blancos, tenía que sacarlos del congela­
A. Símbolos A. Liberación A. Alternancias dor, descongelarlos y tratar a su hija basándose en sus propios instintos.
l. Lenguaje del paciente B. Utilización de diferencirui B. Repetición En este caso, la elección de los guantes blancos obviamente provino del
2. Dirección del terapeuta 1. Inversiones l. De acciones propio uso del lenguaje de la madre.
3. Elección del paciente C. Dar y recibir 2. De contenido
B. Aspectos tibiertos 1. Entre los miémbros a. Por medio ¡- Direccidn del terapeu'ta. Si bien los pacientes pueden proporcionar direc
de la familia del habla tamente a los terapeutas los símbolos adecuados que hay que usar, oca
y cerrados
2. Al terapeutp.:· b. Por medio
'' sionalmente el terapeuta ofrece los símbolos. En el capítulo 8 describo
C. Tiempo y espacio
l. Rituales dentro 3. Entre el te½.tiJhte dela carta un ritual que incluía motivos relacionados con la pertenencia y la adop­
de la sesión yla familia c. Poi- medio ción, aun cuando la familia no los veía como problemas explícitos. En
2. Posición del terapeuta D. Rito.alizar eljuegCY de acciones ese caso, escribí una carta que los padres aceptaron copiar, firmar y des­
3. Rituales fuera prescribir el súitoma C. Combinación de pachar en una habitación de su casa. Los símbolos eran las palabras y
de la sesión E. Documentación motivos y acciones frases de la carla, que a mi entender era necesario que los miembros de
4. .Alternancia entre l. Para aumentar el D. Uso de equipos la familia vieran y oyeran para facilitar un cambio en las creencias y re
rituales dentro y compromiso l. La familia como ladones. Según el resultado del uso de símbolos prescritos por el tera­
fuera de la sesión 2. Para modificar pautrui equipo peuta, la elección de continuar, modificar o cambiar complet.amente los
de interacciones símbolos se transforma en una decisión terapéutica entre pacientes y te­
3. Para consolidar el ca:fubio rapeuta.

Elección del paciente. Una tercera posibilidad para la selección de sím­


bolos adecuados puede basarse exclusivamente en los pacientes. Hace
muy poco tiempo vi a un estudiante universitario que buscaba ayuda
S!mbolos para dejar de beber. Aunque él definía su conducta como menos proble­
mática que cuando comenzó sus estudios cinco años atrás, había sufrido
Como afirmó van der Hart (1983), los símbolos y las acciones sim­ un accidente automovilístico y lo habían arrestado por conducir en esta­
bólicas son las unidades de construcción de los rituales. Como elemento dode ebriedad durante sus vacaciones de Navidad. No creía ser un alco­
de elaboración, los símbolos constituyen la base del proceso de elabora­ hólico ni la abstinencia era su objetivo. Quería ser capaz de beber con
ción. Es importante advertir que los símbolos deben W,cluir los objetos o moderación y dejar de beber antes de llegar a la ebriedad. Al pensar en
las palabras que representan la posibilidad de modifiear creencias, rek­ el caso, conceptualicé ese modo de beber como wia conducta ritualizada,
ciones_ o el significado de los acontecimientos. A causa de que los símbo­ y empecé a pensar sobre diversos modos de modificar este ritual proble­
los desempeñan un papel tan importante en el proceso de elaboración, mático. Puesto que no aparecieron símbolos concretos en su lenguaje en
es· decisivo que se conecten con el individuo, la pareja o la familia y se esta primera entrevista, y como yo pensé que era necesario que él asu­
adapten a ellos. La selección de los símbolos adecuados se logra típici:t­ miera responsabilidades por su conducta, le pedí que trajera a la sesión
mente de una de estas tres maneras: 1) lenguaje explícito del pacienUi; siguiente todos los símbolos que a su entender pudieran estar relaciona­
2) elección del terapeuta basada en motivos y problemas, o 3) elecció,n. dos con los aspectos positivos/sociales y negativos/destructivos de su
del paciente. conducta. Sonrió y dijo que le gustaba la idea, por lo cual pensé que ven­
dría a la sesión siguiente con una Variedad de elementos. Si se le daba
Lenguaje del paciente. Imbert-Black (1986) describió un caso en el cual la elección de los símbolos, esto le permitiría elegir elementos pertinen­
la madre habló de tener que tratar a su hija con "guantes blancos". La tes, al mismo tiempo que nos ayudaría a los dos a comprender mejor el
hija, que ahora vivía en la casa, recientemente había sido dada de alta significado de su condq.cta de beber.
derm hospital psiquiátrico después de haber abandonado la universidad Independientemente de cómo se elijan los símbolos, sólo mediante
en el primer año. Awique la madre pensaba que era necesario propm.·- el proceso actual de evaluación y tratamiento aparecerán éstos en los

114 115
'F
motivos metáforas y problemas que se presentan. A causa de este r¡ ida hacia la urna tenía que decir qué lo llevó a sentirse desesperanzado
proceso de aparición, los símbolos utilizados en el ritual.en sí seadap ­ y ofrecer tres cosas que quisiera que el otro hiciese para mejorar el ma­
ránentonces adecuadamente a los problemas, lenguaJe, cultura, reh­ trimonio. El otro, que tenía que permanecer en silencio durante ese
gión, valores y concepción del mundo de las personas con 1as cuales se tiempo, sólo escucharía y, después de oír el pedido del otro, diría "gra­
trabaja. cias" y consideraría cuál de los tres pedidos que cumpliría de su propia
manera podría satisfacer el reclamo. En la sesión siguiente los cónyuges
informaron que habían ido a la urna en dos ocasiones y que habían
Aspectos abiertos y cerrados podido resolver·algún problema y satisfacer las necesidades mutuas de
a)gunos modos nuevos.
Una vez que se han determinado el otivo y lossímbolos ?decua­ Los aspectos cerrados destacados aquí se reflejan en la especifici­
dos del ritual se vuelve decisiva la cuestión de los aspectos abiertos Y dad de todas las directivas: anotar cuestiones y sentimientos en momen­
1l
cerrados de elaboracíón. Es decisiva porque estas variab es afectará-? tos específicos, quemar las tarjetas, colocarlas en la urna, ponerla sobre
enormemente el proceso del ritual. Puesto ue _la elaboración de n­ la repisa y, cuando se sienten desesperanzados, el ritual de darse lama­
tual debe incluir espacio para la improvisación y la espontaneidad no en silen'cio frente a la urna durante un minuto, oír los tres pedidos,
(abierto) y también para la especificidad (cerrado), lo que qued.a es pre­ decir gracias y ponerse a resolver el problema Este proceso cerrado y
guntarse cuál de los aspectos ha de subrayars en la_el rac1ón. Creo prescrito incluía, sin embargo, la oportunidad de cierta espontaneidad
que la respuesta reside esencialmente en e estilo del mdividuo, la pare­ puesto que cada uno, en su propia manera, intentaría cumplir un pedi­
ja O la familia, y cómo se presentan a sí mismos y al problet?ª• además do para mejorar el matrimonio.
de cómo enfocan el proceso terapéutico. Un par de breves eJemplos ca- En contraste, tuve una pareja que había estado casada durante
suísticos pondrán de relieve estos puntos. . , siete afios. Ambos eran introspectivos, artistas creativos y se quejaban
En cierta oportunidad yo trabajaba con una P9:1"eJa que .hab1? esta­ de repetir siempre un mismo ciclo: pasaban de un esquema en el cual se
do casada durante 22 años. Más de la mitad de su vida matrimonial, es­ sentían muy cen::a uno del otro, a otro que llevaba a una profunda sen­
tos cónyuges la habían pasado en terapia junt s o por separado con un? sación de distancia, a un "inmenso estallido" que se resolvía en una
variedad de terapeutas diferentes. Lo que sen an era que, ?unque h.ab1- reconciliación con lo cual volvían a sentirse cerca otra vez. Describieron
an hecho una buena dosis de terapia, en reahdad no hab1an cambiado esta situación como un "juego" que se hacían mutuamente y dijeron que
mucho las cosas y continuaban los problemas conjuntos. Ambos infor­ les podía llevar entre uno y seis meses completar todo el ciclo, En la
maron que frecuentemente se sentían di gusl:8-dos.Y de esperanzado , y tercera sesión, después que les hice un somero esbozo, les pregunté si
ambos se preguntaban si se sentirían meJor s1 se divorctaban. Al vemr a podían diseñar un tablero circular que pusiera de relieve todos los movi­
la terapia, esperaban que la situación mejorase, pero no estaban segu­ mientos que intervenían en este esquema. Volvieron a la sesión siguien­
ros de poder superar esa sensación de "¡No, ya comenzamos _otra vez. te con un tablero de juego muy bien diseñado, dados y las reglas para el
Esta relación no vale la pena!" Se expresaban en un tono relativamente juego. Además, habían armado pilas de "'fichas de relación", cada una de
desesperado cuando se acercaban a la terap a pidiéndome q e hiciera las cuales contenía aspe'ctos que valoraban en la relación y "fichas del
algo para ayudarlos. Les sugerí que la próxima vez que tuV1eran esa perdón", ya que consideraban que era necesario perdonarse mutuamen­
sensación desesperada de "ya comenzamos otra vez", pararan tod? lo te por una cantidad de cuestiones. Describieron cómo, si llegaban a un
que estuvieran haciendo y anotaran en fichas todo l_o que los ub1era espacio del tablero marcado "relación" o "perdón", elegían entonces la fi­
llevado a esa sensación. Después de unas cuantas sesiones, con mterva­ cha adecuada y discutían el motivo identificado. Los cónyuges indicaron
losde tres semanas entre las sesiones, ambos habían acumulado una pi­ que ya habían jugado el juego de mesa en varias oéasiones y que se pro­
la de fichas de 10 cm. ponían afinar las reglas. Las partes cerradas del ritual incluían la pala­
En la sesión siguiente analizamos las posibilidades de liberarnos de bra "juego" que ellos utilizaban y la idea de que era cíclico.
las fichas de alguna manera. Después que me comentaron que tenían Proporcionarles un esquema aproximado de un tablero de juego circular
una urna, por sugerencia mía aceptaron quemar las fichas .una por una fue una prescripción cerrada. Pedirle a la pareja que diseñara luego el
en el consultorio. En una habitación llena de humo, la pareJa aceptó lle­ tablero para identificar mejor qué es lo que suponía jugarlo ponía de re­
varse las cenizas a su casa, ponerlas en la urna y colocarlas sobre la re­ lieve y destacaba los aspectos abiertos.
pisa de la chimenea. Les pedimos que la próxima vez que alguno de ellos En los dos ejemplos que di, los elementos de los aspectos cerrados y
comenzara a sentirse desesperanzado, tenía que tomar al otro de lama­ abiertos estaban incluidos en el diseño de la intervención en el ritual
no y que los dos pennanecieran junt s de pie durante_ un inuto desi­ Enel primer ejemplo, el acento se puso en los aspectos cerrados porque
lencio frente a la urna. Pasado un mmuto, el que hubiera impulsado la se adaptaba mejor al estilo de los cónyuges y a su modo de enfocar el

116 117
proceso terapéutico. Querían hacer algo,más específico que abiar si ­ elementos específicos, conviene hacer unos cuantos coment.arios genera­
plemente de sus dificultades, como habia ocurn.do en te apias ant o­ les relacionados con los conceptos de tiempo y espacio.
res. Además, la especificidad también intentaba mtrodueir má_s _cland d Probablemente uno de los conceptos más importantes relacionados
y modificar una secuencia y un e quet11;a q_ue se hab an vuelto mm_aneJa·· con el tiempo tiene que ver con la idea de señalar la experiencia como
bles y problemáticos. Si yo hubiera disenado un ntual. que pusiera el algo distinto y diferente de las actividades habituales de la vida cotidia­
acento en la apertura y la improvisación con est.a pareJa, creo que hu-· na. Esta frontera temporal sirve para destacar la experiencia como
hiera tenido muy poco valor terapéutico ya que no hubiera alc8J!-zado un tiempo ritual y en algunos casos permite que el ritual sea más maneja­
punto de anclaje unificado, que los aspectos cerrados sí propor ionaban. ble. Los rituales de curación pueden producir intensas reacciones emo·
En contraste, la pareja de artistas se present.aba orno. personas creado-. cionales en los participantes y el hecho de ponerle un límite temporal a
ras innovadoras que no est.aban a la espera de d1rect1vas en el proceso ¡ la experiencia a menudo ofrece cierta seguridad para la expresión emo­
ter péutico. C do puse el acento en la espontaneidad, la pareja creü ' cional. Simplemente saber que el ritual va a duí-ar sólo 30 minutos pue·
un ritual quesuperó mi imaginación. . . de proporcionar un límite importante de seguridad·y comodidad. Pero
Estos ejemplos destacan la idea e que todos los ntuales deben m­ más allá de esta comodidad y seguridad, los parámetros temporales a
cluir en su diseño ciertos aspectos abiertos y cerrados. Cuál de ellos se menudo facilitan la participación. El "tiempo del ritual" se convierte en
destaque llega a convertirse en un juicio clínico acerca. de eleme tos un tiempo específico en el que los participantes experimentan con nue­
tales como de qué modo las personas. enfocan .la terap1 susestiloi; vas conduct.as e intentan soluciones nuevas. En efecto, a algunos parti­
personales y la realimentación a partu de las mterv.enc1ones de otra cipantes les proporciona una sensación de libertad y pennisividad para
persona. Una parte importante del proceso de tr8;tam1en!,o en curso e3 actuar o pensar de modo diferente.
lograr un equilibrio adecuado entre apertura y cierre. S l?s per Il;a:3 Por último, en conexión con el tiempo, la experiencia ritual se ve
informan que la ejecución del ritual les parece muy restn tlva, _esta .m­ como una intervención temporaria. No hay que darles a los participan·
dicado analizar los modos de incrementar la apertura. Si la. eJect1;ción tes la impresión de que esto es algo que tendrán que hacer por el resto
del ritual les parece muy difícil de manejar, puede ser necesan re 1sar­ de su vida. En la mayoría de los casos, el ritual proporciona a los parti­
lo para incluir más aspectos cerrados. Como ocurre en. cu!lqwer. mter­ cipantes y al terapeuta nueva información que influye sobre la modifica­
vención, existe un componente de ensayo y error en el diseno de ntuales ción del diseño original en la medida en que los cambios, las interaccio·
terapéuticos. nesy las experiencias se producen alrededor del problema presentado.
Un elemento clave para el diseño y represent.ación del ritual puede
ser el lugar donde éste se lleva a cabo. En los rituales normativos del ci­
Tiempo y espacio clo vital, confrecuencia el lugar está prescrito en la cultura. Por ejem·
plo, los matrimonios religiosos en la cultura occident.al por lo general se
El tiempo se refiere simplemente al mo ento en quese va a llen',r llevan a cabo en un sitio sagrado. Cambiar el lugar tradicional de una
a cabo el ritual: por la mañana, día por med10, en el fin de seman?,.du­ boda, por ejemplo, llevarla a cabo en el bosque, es un modo importante
rante 30 minutos a la noche, etc. En casa, efl' el bosque, en el hvmg­ de "hablar" acerca del cambio de normas y creencias. Las familias pue­
room son frases que aluden al espacio donde se lo va a ejecutar. De qu.é den desarrollar tradiciones específicas sobre los lugares "adecuados'' pa·
modo se dest.acan los elementos de tiempo y espacio con frecuencia está ra el Día de Acción de Gracias o la Navidad, de tal modo que ciertos
relacionado con los elementos anteriores de los aspectos abiertos y c ­ cambios de lugar se hacen evidentes y pueden provocar mucha discu­
rrados. Por ejemplo, en un ritual donde se destacan los aspectos cerra­ sión, como por ejemplo cuando los adultos jóvenes comienzan a celebrar
dos, los ingredientes de tiempo y espa io están prescrptos generalmen',;e en su propia casa y no en la de los padres.
de modos determinados. La espec1fic1d0.d puede ser presentada a los En los rituales terapéuticos, el terapeuta debe prestar mucha aten­
participantes de un modo tal que cada uno sepa exactamente cuándo y ción al lugar que elige, lo cual puede ser motivo de análisis entre el tera­
cómo se va a producir el ritual y quién va a hacer qué y.e qué secuen­ peuta y la familia. Dos elementos de elección amplia son los rituales
cias durante el tiempo del ritual. En contraste, los part1c1pantes en un dentro de la sesión y los rituales fuera de la sesión. Estas elecciones pue­
ritual principalmente abierto pueden no saber en qué momento o lugar den luego afinarse más según el ritual concreto.
exactamente se va a llevar a cabo el ritual. Como ejemplo, se les podría
sugerir a los miembros de la familia que decidieran hacer el ritual en un i Rituales dentro de la sesión. Varios autores han descrito rituales que se
momento y lugar de su conveniencia ntes dela róxima sesión. Así, el ' llevaron a cabo en la sesión de terapia (Imber-Black, 1986; lmber
modo de destacar el tiempo y el espacio está relacionado con el modo en Coppersmith, 1985; Kobek y Waters, 1984; Papp, 1984; Seltzer y Selt­
que se equilibran los ingredientes abiertos y cerrados. Más allá de estos zer, 1983). Todos se refieren a cómo utilizar la sesión terapéutica de un

118 119

1
modo inusual e inesperado para comprometer a las familias, romper Las directivas del terapeuta para los preparativos de un ritual
marcos rígidos -e introducir el cambio. La decisión de_ armar un ritual dentro de las sesión también pueden poner de relieve ciertos cambios en
dentro de la sesión generalmente surge de la evaluación del terapeuta la familia Por ejemplo, en la familia Wharton, descrita en el capítulo 2,
de que: 1) ejecutar realmente el ritual es importante, Y que es m s pro­ cuya hija, Sandra, prefería las patatas fritas, el pan y la mantequilla,
bable que esto suceda en la sesión que en la casa; 2) tener un testi o del las instrucciones para el primer ritual de comida dentro de la sesión
ritual es importante con el fin de agregar elementos de confirmacrón y fueron muy precisas y estaban destinadas a señS.lar abiert.amente las
verosimilitud· 3) la terapia en sí se ha vuelto "rígidamente ritualizada" alianzas existentes y comenzar a introducir una mayor simetría en un
de modo que ritual dentro de la sesión puede ser capaz de .troducir sistema marcado por la escalada complementaria. Estas instrucciones
pautas nuevas en el sistema formado por el terapeuta y la f.am1ha; y/o 4) fueron planeadas por el terapeuta y el equipo. En cambio, las instruccio­
la emoción intensa queacompaña al ritual requiere un lugar "'seguro". nes para el segundo ritual, celebrado al final de la terapia, con las que
Los rituales dentro de la sesión pueden resultar toda una sorpresa simplemente se pedía a cada miembro de la familia que trajer-a su comi­
para la familia. Por ejemplo, una pareja _se refería con frecuencia a un da favorita para compartir, anunciaban tanto la desaparición del "tras·
pasado secreto que interfería en su relación pre ente pero se ne aba a torno alimentario" de Sandra como las relaciones más simétricas que
analizar esta situación en la terapia. En una sesión, la conversación ha­ ahora se daban en la familia.
bitual se interrumpió e inesperadamente se l s. pidió que ano r en Puesto que los rituales dentro de la sesión tienden a ser inusuales
un papel la cuestión pasada. Después de escnb1r el secreto, se mvrtó a y espectaculares, fácilmente pueden llegar a formar parte de una mito­
la pareja a enterrarlo en una colina nevada que había detrás de la clíni­ logía compartida de la familia, y otorgarle a la terapia una "fuerza para
ca (Imber-Coppersmith, 1985). En este c?so, 1 elemento de sorpresa resistir" que puede no tener en las sesiones ordinarias. Se traen a la se­
ayudó a romper una terapia rigida ente ntua_l zada, e la cu l la pare­ sión los símbolos y la acción metafórica. En la medida en que las fami­
ja se lamentaba de su pasado, sesión tras ses10n, al mismo tiempo que lias y los terapeutas participan en los rituales dentro de la sesión, como
se negaba a analizarlo. La pareja primero se rió de todo esto y luego en­ comidas, bodas, entierros, intercambio de obsequios en el consultori.o, en
terró solemnemente el secreto con el terapeuta como testigo de la cere­ forma implícita e intensa las actividades quedan enmarcadas por la pre­
monia, y así el forcejeo anterior que se daba entre el t rapeuta y la gunta: "¿Estamos fingiendo o no?" Estos rituales generan un tipo de
pareja y entre el marido y la esposa se pudo recontextuahzar para con­ "confusión creativa" ya que la posición del terapeuta cambia de conduc­
vertirse en una relación que ahora estaba marcada por el hecho de com­ tor de la sesión a testigo o participante, los miembros del equipo pueden
partir un acontecimiento extremadamente inusual. . entrar a la sala, y los acontecimientos cotidianos corrientes, como una
Cuando utiliza el elemento de sorpresa en un ritual dentro de la comida familiar, se convierten en algo extraordinario.
sesión, el terapeuta debe evaluar estrictamente las r_espuestas ?e los pa­
cientes para no tener que obligar a las personas a eJecutar 2:'-cc1one que Posición del terapeuta. Los rituales dentro de la sesión requieren del te­
no les gustaría realizar. Los elementos de sorpresa en este tipo de ntua­ rapeuta mucha fexibilidad, un agudo sentido de la oportunidad, una ac­
lessiempre deben estar contenidos en un contexto de respeto porel otT?· titud de aceptación y gran capacidad para variar de posiciones. En tales
Al mismo tiempo, el terapeuta tiene que e tar prep?rado para asumir rituales se suele invertir la jerarquía terapéutica habitual, pues el tera­
ciertos riesgos, manejarse con lo desconocido y utilizar el humor y lo peuta queda colocado en la posición de seguir y adoptar directivas que
inesperado. . . . . da la familia, como en los rituales en los que los miembros de la familia
Algunos de estos rituales pueden mclwr mstrucc1ones para hacer pasan a formar parte delequipo de consulta que asesora al terapeuta. O
ciertoS preparativos entre sesiones. Por ejemplo directivas para modifi­ bien estos rituales pueden eliminar directamente las jerarquías, como
car alianzas e impedir la escolada de pautas son preparativos que al es el caso cuando el terapeuta y la familia coparticipan en un ritual, por
mismo tiempo pueden unir a la familia en una empresa común y aumen­ ejemplo, un ritual de intercambio de regalos que marca el fin de una
tar la curiosidad de ciertos modos que estimulen la propia capacidad y terapia determinada. El terapeuta puede actuar como testigo, como
creatividad de la familia para resolver sus propios problemas. Aquí, co­ cuando las parejas hacen nuevos votos matrimoniales en el contexto
mo también ocurre en el caso del ritual normativo, la preparación para de una sesión, o puede f'irmar·documentos que son el producto del traba­
el ritual terapéutico dentro de la sesión se convierte en un "tiempo espe­ jo terapéutico (véase Roberts, cap. 12, y Kohen, cap. 14 para la explica­
cial" que contribuye para un contexto de cambio más amplio. Por ejem­ ción completa de algunos casos en los que el terap·euta actuó como testi­
plo, los preparativos para el ritual de."'entreg? de r galos descrito en el go y firmó documentos en rituales dentro de la sesión). Por último,
capítulo 2 por lo general opera para mtroducrr la snne a, y queca del mismo modo que los rituales dentro de la sesión resultan de gran in­
miembro participa. del acto de elegir el regalo, y para :impedJT el enoJo tensidad emocional para las fami1ias, con frecuencia también conmue­
que con frecuencia producen las partidas precipitadas o no anticipadas. ven profundamente a los terapeutas, quienes suelen tener el pri_vilegio

120 121
de acceder a ciertas zonas familiares que de otro modo permanecen una técnica ritual. Las siguientes categorías de liberación, empleo de di­
ocultas. ferencias, dar y recibir, ritwilizar el juego y documentación constituyen
tipos de técnicas/acciones simbólicas incorporadas frecuentemente en el
Rituales fuera de la sesión. Estos rituales son utilizados con mayor frn­ diseño de rituales.
cuencia que los rituales dentro de la sesión. La elección de recomendar o
cocrear un ritual fuera de la sesión en el curso de] proceso terapéutico
se hace cuando: 1) La situación del ritual en un lugar fuera dela terapia ¡¡í Liberación
se estima importante, como cuando el ritual se va a celebrar e.o el patfo
de la casa, en un lugar sagrado, o en lug_ar especial de la casa;, 2) los í Las acciones simbólicas descritas dentro de esta categoría se utili­
efectos de repetir el ritual durante vanos d1as o se anas seconsideran
un aspecto importante, y 3) es importante la conexión con personas que
¡' zan con frecuencia, aunque no exclusivamente, en rituales de curación y
de identidad. Las acciones de liberación facilitan el proceso de depura­
no concurren a la terapia, como en los rituales externos en los que parti- f ción y_ curación. Durante años le hemos pedido a la gente que queme,
cipa laf lia extensa. . .
El lugar específico para ejecutar un ntual fuera de la sesión P°;e le
1 congele, entierre, vierta o envíe en un globo una variedad de elementos
simbólicos, como fotografías, anillos, cartas, recuerdos escritos, registros
sugerirlo el terapeuta, puede n goc_iarse entre terapeuta y la fam1ha, f psiquiátricos y ropas. Tales acciones rituales han ayudado a la gente a
o puede dejarse totalmente a cnteno de la fam1ha, como cuando el tern.­ j superar acontecimientos y significados traumáticos que interferían en
peuta dice simplemente "escojan un lugar adecuado" y se entera en la su vida presente.
sesión siguiente cuál fue el lugar que eligió la familia para ejecutar el ,'', A menudo en los rituales de curación, especialmente si ha habido
ritual. ¡ un período muy prolongado de sufrimiento y agonía, estas acciones pue­
den utilizarse como parte de algunos rituales. Hace muchos años, mien­
Alternancia entre rituales internos y externos. En una determinada tera­ tras trabajaba con una pareja en la que el marido había tenido una
pia se pueden utilizar ambos tipos de rituales en una.secuencia signEi­
cativa. Por ejemplo, un ritual para el final de la sesión con el cual se
trabaja algún aspecto de curación pue e ser seguido por un rit al den­
f ¡
e
aventura, se les pidió que experimentaran con este doloroso problema
proveniente del pasado. En diferentes ocasiones tenían que enterrar,
quemar, congelar y verter una variedad de símbolos que representaban
tro de la sesión concertado para contmuar el proceso de curación me­
'f este pasado doloroso. Entre los símbolos había fotografías de la pareja
diante un entierro o fogata con testigos. A la inversa, un ritual interno,
como la cena final realizada con la familia Wharlon (cap. 2) puede ser
seguido por un ritual para el final de la sesión, tal como pedirle a los ¡'i
't tomadas durante la época de la aventura, una tarjel:a de Navidad, y fi­
chas en las que la esposa había registrado sus sentimientos de ira.
Después de cada acción ritual, tenían que analizar cómo se sentían al
r'f!
Wharl.on que congelaran la patata y la fruta kiwi, con instrucciones con­ realizar esa actividad y hacer una escala de la eficacia de cada acción.

l cretas para su uso ulterior en casa. ¡


¡

Esta pareja decidió que arrojar dentro del inodoro era la acción rituali­
zada. más adecuada y eficaz. El hecho de tener algunos símbolos swner·

En algunos casos la actividad ritualizada de liberación tiene que


Técnicas ritualesy acciones simbólicas
r gidos dentro de su sistema sanitario le proporcionó a la pareja, especial­
Lasacciones simbólicas, en combinación con los elementos mencio­
' mente a la esposa, una sensa ión nueva de placer y alivio.
nados antes, como los símbolos, partes abiertas y cerradas y tiempo/es­
pacio, son las que acercan la interv nció rit°:81 a la vida.. '.fudo ritual combinarse con algún tipo de acción de mantenimiento. Una estudiante
debe incluir en su diseño alguna acción s1mbóhca. La elecc1on de la ac­ universitaria registró algunas experiencias infantiles traumáticas en
ción simbólica adecuada depende del motivo o motivos rituales que se hojas de papel separadas. Las colocó dentro de illl globo inflado con he­
utilicen y de los tipos de acciones posibles para las personas que siguen lio al que le colocó una cuerda. En determinadas ocasiones prescritas,
el tratamiento. Por medio de su lenguaje, metáforas y problemas que hacía la experiencia de liberar un poco el globo y atraerlo nuevamente.
traen, las personas proporcionan las accion_es simbó icas típicas que h_Elll A medida que se fue sintiendo mejor con la idea de liberarse de su pasa­
de incorporarse al diseño del ritual. Por eJemplo, s1 se hacen comem..a­ do, se dio cuenta de que cada vez era más capaz de soltar más la cuerda.
rios del tipo: "Daríamos cualquier cosa por ser capaces de enterrar euta Con el tiempo pudo dejar que el globo se volase totalmente. Esta acción
situación", "Los problemas pasados nos dejan conge,!ados Y no podemos ritualizada combinaba la necesida.d de liberar con la necesidad de rete­
movernos" "Tenemos que arrinconar algunas cosas , tales comenta.nos ner de un modo que tenía en cuenta su ritmo y su posibilidad de tomar
sugieren a'igunas de las acciones que podrían utilizarse como parte de decisiones.
Estos dos ejemplos también ponen de relieve de qué modo los ri·
tuales son una parte del proceso terapéutico_. Es típico que los rituales

123

l
122
1
se ejecuten durante un lapso determinado y luego s modifiqu n se Inversiones. También son muy útiles en situaciones donde se negocian
los avances y retrocesos terapéuticos. No se los considera soluciones ra­ diferencias. La inversión se analiza aquí porque generalmente se la uti­
pidas y sencillas de los problemas terapéuticos. liza dentro del marco de un ritual delosdías impares/días pares. Las in-
versiones se emplean cuando se intenta ampliar un repertorio de roles y
de opciones de conducta. Las diferencias que se presentan en la terapia
Utilización de las diferencias pueden r fl jar una co pl mentariedad distorsiona a o bi n un1; esca­
lada simetnca. El equilibno de una complementariedad distors10nada
Las acciones rituales en las que se utilizan las diferencias son los supone una relación conyugal que implica sobrefuncionamient.o/subfun­
típicos rituales de negociación de creenci s, ya que abordan cree1;1?as cionamiento. Entre otros ejemplos estarían las relaciones en las que una
opuestas y escalada simétrica de los confhctos. Los aut?res han ubhza­ persona esencialmente conduce y la otra sigue, o aqll;ellas en la que uno
do la recomendación del equipo de Milán sobre los días impares/días pa­ habitualmente enseña y el otro aprende. En las relaciones marcadas por
res (Palazzoli, Cecchin, Prata y Boscolo, 1978a, 1978b) como base )?ara una escalada simétrica, cada participante siente que sus ideas son "las
muchas acciones ritualizadas relacionadas con creencias y motivos mejores", lo cual produce una escalada competitiva. Independientemen­
escindidos. En nuestra experiencia, cuando se presentan diferencias te de cómo se manifiestan las diferencias, pedirle a una persona que
respecto de las soluciones, roles sexuales, cultura o concepciones del piense y actúe como la otra durante períodos espe íficos puede dar lugar
mundo la acción ritualizada de los días impares/días pares es muy ade­ a qne vayan surgiendo las semejanzas frente a las diferencias.
cuada 'con frecuencia las personas informan que, mediante esta técnica Hace pocos años Janine Roberts y yo trabajamos con una pareja
ritual, han logrado apreciar mejor el punto de vista del "'otro" y llegar a cuya relación estaba basada en roles sexuales estereotipados. Esta con­
modificar su propia conducta. figwación les había servido· en el pasado pero en este momento se había
Cuando se planifica un ritual que utiliza la técnica de los días im­ vuelto problemática porque los llevaba a una lucha sobre el mejor modo
pares/días pares, existe cierta flexibilidad para poner el acen o s re los de cuidar a su hija. En un intento de modificar esta escalada en la lu­
aspectos cerrados o abiertos, o presentarlos ambos en combmac1on. La cha, les pedimos que experimentaran con la siguiente inversión incluida
recomendación original del equipo de Milán destacaba los aspectos ce­ en una acción ritual delos día impares/días pares: los lunes, miércoles y
rrados, ya que uno de los progenitores tenía que realizar ?i,ertas con uc­ viernes la mujer tenía que anunciar: "Hoy pensamos como una mujer" y
tas o sostener determinados puntos de vista los lunes, m1ercoles Y Vier­ tenía que enseñarle a su marido qué significaba pensar como una mujer.
nes, mientras el otro ensayaba su solución los martes, jueves y sábados. Los martes, jueves y sábados, él tenía que anunciar: "Hoy pensamos co­
Los aspectos abiertos aparecían con la recomendación para los domin­ mo un hombre" y tenía que enseñarle a ·su esposa qué significaba pen­
gos de "'sea espontáneo" y con la elección de conducta de cada uno. Se sar como hombre. Además, antes de la próxima sesión, al mes siguiente,
destacarían los aspectos abiertos si se le pidiera a una esposa, sin co­ él tenía que llevar a su esposa a una "salida nocturna masculina" y a
mentárselo al marido, que pensara y actuara como él dll;rante tres días ella se le pidió que lo llevara a una "'salida nocturna femenina". Los cón­
por semana, y se le pidiera al marido que hiciera lo _IIl:ismo ot os tres yuges volvieron a la sesión siguiente con un aumento en sus semejanzas
días. Este ritual seria abierto, pues las personas decidirían cuando se como personas y como padres e informaron que habían tenido menos pe­
iban a comportar como el otro. Los aspectos cerrados serian la cantidad leas por sus diferencias, que podían apreciar mucho mejor.
de días ya especificada.
La técnica ritual de los días impares/días pares se puede usar efi­
cazmeilte cada vez que se negocian diferencias en la terapia. Alas pare­ Dar y recibir
jas que no saben si separarse o continuar casadas se les puede pedir qu_e
actúen "como si" estuvieran casadas en determinados días y "como s1" Como acciones, las de dar y recibir son comunes a una variedad de
estuvieran separados en los restantes días de la semana. Se ha solicita­ rituales normativos. Muchas celebraciones y tradiciones familiares es­
do a los padres que se relacionen con sus hijos en días diferentes según t.án marcadas por el intercambio de regalos, comida y tarjetas. En la vi­
ciertas concepciones dicotómicas como: sentirse deprimido biológica­ da cotidiana, dar un beso de buenas noches al hijo o al cónyuge es un
mente vs deprimido situacionalmente; deterioro genético vs necesidad modo de dar y recibir amor y afectó. En los rituales terapéuticos el in­
de orientación; necesidad de ayuda psicológica vs sin necesidad de ayu­ tercambio de regalos se utiliza de diversos modos: 1) intercambio mutuo
da; planes para la muerte del hijo (maltrato es nciaJ) vs pl nificar el fu- entre los miembros de la familia; 2) los miembros de la familia le entre­
turo del hijo. Sin ninguna duda, esta técnica ritual tiene muchas gan elementos simbóli.cos al terapeuta, y 3) intercambio de rega1os entre
aplica_ciones clínicas. el terapeuta y los miembros de la familia.

124 125
Entre las miembros de la familia. Janine Roberts supervisó _un caso, u
cargo de Linda Lewandowski como tera e1;1ta, e!1 el que los _nnemb"?s d.
la familia informaron que estabWl en cns1s. Alice, de 15 anos, hab1a vt·
vido con su madre, su padrastro y los doshijos de ambos, de 7 Y 5 _años,
desde que sus padres se habían divorciado hacía 10 años. Muyrectente­
r
¡


A la semana siguiente, el señor y la señora Malley, los niños y
Alice vinieron con paquetes para intercambiarse. La terapeuta y el
equipo tr jeron una_j9:rra de zumo y fr sas frescas y los miembros de_ la
familia dieron y rec1b1eron sus obseqwos. El señor Malley le entrego a
Alice una de sw; camisas preferidas, que antes ella había usado muchas
mente, Alice había decidido, junto con su padre, s i e Massachusett; veces sin su permiso. La madre de Alice le leyó y luego le entregó una
para trasladarse a vivir con él en Oregon. Esta dec1s1ón, apoyada por la carta en la que le hablaba de perdón, aceptación, libertad y alegría.
madre y el padrastro, estaba basada casi coI?-ple mente en e hecho d, t
f También le regaló El profeta, de Khalil GibrWl (uno de los temas de este
que desde hacía muchos años había una s1tuac1ón de con-fhcto entra
ellos con marcada tensión y frecuentes peleas. El padrastro y·la madre ¡' libro es el desprendimiento y aceptación de los padres del crecimiento
de sus hijos). Cada uno de los niños le entregó a Alice un animalito de

'
de .Alice pensaban que la crisis se debía a que Alice abandonaba el ho­ felpa preferido. Alice le entregó a la familia su aparato de radio, que era
gar con tal enojo que ellos temían que nunca la volv_erían a ver. u?que ¡' un símbolo importante para ella, ya que la familia vivía en una vivienda
AJice ya tenía un pasaje de ida a Oregon y su partida se produc1na e'Ct colectiva y no tenían radio ni televisión. Además, le regaló a la familia
10 días su madre y el padrastro vinieron con ella a la primera sesión. un dibujo que decía,.en colores brillantes y llamativos, "Te quiero". Este
Al finalde la sesión la terapeuta propuso un "ritual de trm1sición" Y les dibujo representaba sus disculpas. A _-,al la terapeuta participó activa­
pidió a la señora M lley, a su esposo y a Alice que trajeran a la se_sió,u mente en el ritual y entregó a cada miembro de la familia un tulipán
siguiente algunas cosas especiales que los ayudaran a despedirse. morado y les dijo que, aunque eran todos iguales, cada uno era único y
Duxante la sesión el señor Malley reconoció que, si bien habían existido diferente.
muchos conflictos entre él y Alice, también había habido algún tipo de Sin ninguna duda, este ritual dentro de la sesión, que puso el acen­
armonía. La terapeuta propuso que él trajera algún símbolo de esa ar­ to en el dar y recibir, le dio a la familia la oportunidad de poner de relie,..
monía que Alice pudiera llevarse a Oregon. A la señora Malley se le pi­ ve que Alice se marchaba del hogar con un sentimiento de conexión y
dió que trajera algún símbolo de su amor que ice bién pudiera lle­ preocupación en oposición a la separación violenta y el enojo. La acción
varse. Los niños que fueron invitados a la sesión s1gmente, tenían que ritualizada de dar y recibir permitió el acceso a sentimientos de ternura
traer algo especi l para el nuevo hogar de .Alice. Durante la sesión Alke y vulnerabilidad e hizo posible el comienzo le un proceso de cuxación
dijo que esperaba que algún día podría disculparse con su madre y su que anteriormente era inaccesible.
padrastro por la conducta que había tenido con ellos. Se le pidió que tni­ Del mismo modo que en caso de la "entrega de regalos" informado
jera doscosas: 1) un símbolo creativo de lo que po rian.ser sus discul.pHs por Jmber-Black (1988a, b), en el que los miembros de la familia inter­
si algún día podía darlas, y 2) algo que le gustana deJar y que pudiera cambiaron obsequios para marcar la partida de Karen hacia un hogar
quedar exhibido en la casa para que su familia se acordara de ella. grupal para adultos retardados, aqtú se creó un significado nuevo y po­

l Q uiuir n O""!l'Jn
1
sitivo para Alice y su familia. Como dijo la madre de Alice al final de la
sesión:"Este ritual mepermitió aclarar un montón de cosas".
son consideraciones importantes en el proceso terapf,,,.tico, en particular
Entrega de elementos simbólicos al terapef,Jia. La oportunidad y el ritmo
cuando se planifican rituales de curación. He descu!Jierto que una ma­
1 nera de respetar el ritmo en el que las personas son capaces de liberarse
1977 de los recuerdos de acontecimientos dolorosos para ellas, es que yo mis­
mo me convierta en el guardián o depositario de los símbolos de esos
acontecimientos. Hace unos añ.os una estudiante buscó ayuda terapéuti­
ca porque experimentaba conflictos con muchos recuerdos dolorosos de
su pasado que interferían con su capacidad de tener buenas relaciones
Afüe con los hombres. Se trataba de una niña adoptada maltratada, que ha­
bía pasado por muchos hogares, y por primera vez en su vida pudo co­
partir hacia la casa d,,l pad,.., en Q,..,gon menzar a compartir su dolor y su angustia. Con el transcurso del tiempo
pudo comenzar a registrar por escrito los sentimientos negativos y vio­
lentos hacia sí misma y hacia los demás, así como también muchos
Figura l. Ritual para marcharse del hogar acontecimientos traumáticos. Guardé las tarjetas en mi consulf:orio y

126 127
después de varios meses pudimos colocarlas en dos sobres: uno llevaba
el rótulo de "liberarse de" y el otro "retener". Corno una experta y expe­
T
'k
[lituali:zar el juego I Prescribir el sfntoma
rimentada excursionista y mochilera que había hecho varios viajes soli­ ''' Esta acción ritualizada intenta modificar un esquema de conducta
tarios a las Montañas Blancas, me describió un día cómo, cada vez q e -jntomático o rígido mediante la recomendación de la conducta pautada
llevaba a jóvenes a una excursión, solía encender una fogata ceremomal :n una forma explícita. Pedirles a las personas que realicen la conducta
la última noche. En estas ocasiones le pedía a cada persona que descri. pautada dentro de un ritual prescrito introduce un elemento de confu­
hiera todo lo que había visto, olido, oído, tocado y saboreado durante la sión absurdo y humor que modifica el esquema y su significado. Una
excursión, tanto lo negativo como lo positiVo. Después de que ,cada uno vez Iterado el esquema y su significado, surgen nuevas opciones para
se refiriera a sus experiencias, ella les daba un trozo de carbón de la fo. la resolución de problemas. Esta acción ritual está muy bien docu.men·
gata. ta.da y se ha demostrado su eficacia como elemento de intervención con
Como podrán imaginar, una noche de verano pasamos tres horas, individuos, parejas y familias (Andolfi, 1979; Madanes, 1981., 1984; Pa­
junto a una fogata, para hablar, y ocasionalmente llorar, sobre cada una lazzoli y otros, 1978a, 1978b, Watzlawick, Weakland y Fisch, 1974;
de las tarjetas del sobre rotulado "liberarse de", antes de irlas queman­ Weeks y L'Abate, 1982).
do. Al día siguiente ella volvió sola al mismo sitio para llevarse algunos Hace unos años Janine Roberts y yo trabajábamos con una familia
trozos de carbón y cubrir de tierra las cenizas restantes. Tengo en casa en la que se había identificado al hijo de 12 años como el problema pre­
mis trocitos de carbón y en mi consultorio algunas tarjetas del sobre sente (véase figura 2). Hacía muy poco lo habían pescado robando cintas
marcado para "retener". magnetofónicas en una disquería. Los padres también informaron que
su rendimiento en la escuela no había sido demasiado satisfactorio últi­
Entre el terapeuta y la familia. El intercambio mutuo de regalos y sírn· mamente y que hacía poco lo habían suspendido por un día a causa de
bolos puede ser un medio para señalar los puntos fuertes de la familia su participación en una pelea. Esta conducta alarmaba a los padres,
para la resolución de sus problemas y también para finalizar la terapia puesto que sus hijas se definían como excelentes alwnnas, que partici­
(Imber-Black, 1986). Janine Roberts y yo trabajamos sobre los proble­ paban activamente en las actividades deportivas y en las organizaciones
mas conyugales y parentales con una pareja y sus dos hijos pequeños escolares. Los padres, que eran personas cariñosas y sensibles, tenían
durante 10 meses aproximadamente. Para la última sesión les pedirnos un estilo parental un tanto informal, aunque prestaban apoyo a los hi­
que trajeran símbolos que representaran el proceso de tratamiento. Se jos. después de unas cuantas sesiones, los padres se sentían más tran­
presentaron con una canasta de ropa llena de prendas limpias y plan­ quilos porque el hijo había dejado de robar aunque su rendimiento esco­
chadas (quién hacía las tareas domésticas había sido uno de los proble­ lar todavía era inadecuado. En una discusión sobre las consecuencias de
mas tratados); ejemplares de The Velueteen Roabbit y Dr. Gardner's la conducta del hijo en relación con la escuela, los padres se pusieron ca­
Stories about the Real World, y una caja imperfecta, sin terminar, pero da vez más ansiosos. Señalaron que muy raramente aplicaban a sus hi­
muy especial, que contenía toda clase de artículos hechos a mano. Una jas sanciones disciplinarias, ya que éstas generalmente aceptaban los
de las cuestiones centrales en la terapia había sido la expectativa de los requerimientos de los padres. Recientemente habían intentado ser más
padres de que ellos mismos y sus hijos debían esforzarse por alcanzar la estrictos, poner límites y crear consecuencias para la conducta de su hi­
perfección. Nosotros les entregamos a cada uno de los progenitores una jo, pero ambos sentían que no eran capaces de llevarlo a cabo. Habían
remera estampada. En una decía: "Celebremos a las madres imperfecta­ intentado limitar sus privilegios sobre el tiempo para salidas y la canti­
mente especiales, y en la otra, "Celebremos a los padres imperfectamen· dad de tiempo para ver televisión o usar el teléfono.
te especiales". Cuando les pregnntamos a los padres cómo entendían esta dificul­
Pasarnos la sesión hablando sobre el significado de estos diferentes tad de querer poner límites pero no sentirse cómodos al hacerlo, apare­
símbolos y de los modos en que podían utilizarse en casa para consoli­ cieron dos importantes informaciones relacionadas con sus propios ante­
dar los numerosos cambios que la familia había realizado. Cuando está­ cedentes. La seifora Jones era la menor de cuatro hermanos y tuvo una
bamos a punte de finalizar, la señora Burke dijo: "Tenemos algo más pa· relación muy conflictiva con su madre. Consideraba que la relación con
ra ustedes en el aute". Salió y volvió con un kilo de helado de crema y su madre habfa·sido mala, era mala ahora y continuaría siéndolo en el
chocolate, recipientes y cucharitas. Esto marcó claramente el fin de la futuro. "Odiaba" a su madre, y los ñiños de la señora Janes describieron
terapia ya que terminarnos hablando entre nosotros en términos de una a su abuela como nna "bruja". La.señora Jones reconoció que se había
reunión social. esforzado muchísimo por tener una relación afectuosa con sus hijos, pa­
ra que ellos no sintieran por ella lo mismo que ella sentía por su madre.
Esta creencia influía claramente sobre su estilo parental. El señor
Janes, el mayor de cuatro hijos, funcionó como un niño paternal en el

128 129
neras, hasta que no completes tus tareas de matemática y ciencias, no
puedes salir, ni usar el teléfono ni mirar televisión".
En la sesión siguiente los padres sefialaron que las cosas iban mu­
cho mejor en la escuela, pues su hijo había realizado sus tareas y había
sacado buen puntaje en varios tests. Los padres lo habían ayudado en
los temas que ellos comprendían solamente después de que el hijo había
dicho, "No hago nada hasta que ustedes lean su discurso". Todos los días
los padres leían Sus"discursos" y el hijo hacía sus tareas escolares.
39 40 111A<> pat.lrnol
Esta acción ritualizada incoYporó las creencias existentes de los
padres y las hizo explícitas. A1 expresar sus creencias de esta manera,
los padres comenzaron a experimentar sus temores más explícitamente
y por lo tanto, con menor intensidad, lo queles permitió ejercer su auto­
ridad parental de modo más coherente y sostenido.

I¿ ¿ I
S:ra . Janes Sr. Janes

Documentación
at:ting-out
Existen innumerables ejemplos en la vida cotidiana del modo en
Figura .2.La familia. Jones que el proceso de documentación señala a los acontecimientos como ofi­
ciales y a menudo como legales. Hacer un testamento, recibir un diplo­
ma desde el nivel preescolar hasta la universidad, y conseguir una li­
cencia de matrimonio o una licencia para pescar requieren la firma de
seno de su familia de origen. Se había esforzado mu ho pora dar asus documentos oficiales para llevar un registro y con propósitos legales y
hermanos, a su madre y a su padre, que era alcohólico y médico de cabe­ ceremoniales. Hace muy poco, mi ahijado, que se prepara para su confir­
cera El señor Jones recordó que regularmente llevaba a su padre en au­ mación en la Iglesia Católica, me llamó para informarme que yo necesi­
to c do lollamaban para una emergencia en las casas rurales del taba un certificado de garantía extendido por el sacerdote de nuestra
Maine, ya que su padre había perdido la lice_ncia por con ucir en e_s do parroquia. Después de interrogar nerviosamente a mi esposa sobre las
de ebriedad El señor Jones creía que en su Juventud nadie lo babia im­ diferencias entre los pecados veniales y mortales, me entrevisté con el
pulsado a luchar por mejores logros y que ahora, ya adulto, aunque i?s­ sacerdote. Aunque no me examinó, me entregó un sobre que contenía un
taba satisfecho con la vida que llevaba, raramente se esforzaba por p,·o­ documento con el sello impreso de la parroquia y su propia firma. Este
gresar más. documento oficial significaba que yo era un buen católico practicante y
Con esta importante información planifica os un _ritual en el que que tenía derecho a participar activamente en la ceremonia de confir­
se incorporaban estas creencias, que parecer 1mped1a? a los pa res mación de mi ahijado. Sin este documento, yo no podía apadrinado.
ponerle límites al hijo en forma sostemda. es ll:é_s de fi.Jar la próxnn_a A causa de que el document.o tiene un significado prestigioso y se­
entrevista para dentro de dos semanas, se les pidio a los p1;1dres que tu­ rio, la documentación puede ser una acción ritual utilizada en el diseño
1 cieran lo siguiente: En la primera semana, _no hacer nada diferente d_; lo de los rituales terapéuticos. Aunque existen otros modos creativos de
habitual en sus estilos parentales; sólo te!11an que tener en cuenta co;110 utilizar la documentación, a continuación.se ofrecen tres como ejemplos.
las ideas de la madre sobre la importancia de tener una buena relación
con sus hijos y la idea del padre de que no lo habían estimulado ejercían ,.' DocumentacWn para aumentar el compromiso. Puest.o que la mayoría de
¡'
influencia sobre su conducta. En la segunda semana.la madre tenía que ¡,_ las personas consideran a los documentos firmados como un elemento
decir, diariamente, "M:e doy cuenta de que corro e! nesgo de que tengas oficial y serio, hay situaciones en las que resulta útil lograr que se fir­
una relación conmigo como la que yo tengo_ con 1Til madre; d; t-Oda ma­ ;' men acuerdos respecto de las conductas. Hace unos años, Janine
neras hasta que completes tus tareas de mglés y de estudios socrnle ,
no pu es salir ni usar el teléfono ni mirar televisión". Al padre se le pi­
,' •. Roberts y yo trabajábamos con una pareja que buscó ayuda por sus con­
tinuas peleas y porque no estaban seguros sobre la permanencia de su
dió que dijera, e doy cuenta de qu rro elrie go de estimularte del matrimonio. La relación estaba marcada por estallidos intensos y vio­
modo que yo hubiera querido que lo hicieran conmigo; pero de t-Odas ma- !¡ lentos, con golpes mutuos, gritos, maldiciones y destrucción de elemen­
tos de su propiedad al arrojar objetos y golpear puertas y p redes.
130

l 131

1 ;
Aunque cada uno tenía sus propias explicacion s ?e la causa del co­
mienzo de las peleas, intentamos poner algunos hmi s 8; s conducta
por medio de un contrato. La mayo! parte de la seSión m1aal la pasa­
,r·
,_, .

La documentación también puede ayudar a consolidar cambios en


los diversos momentos de transición durante la terapia Cuando se cam­
bia el enfoque de un tratamiento, y se pasa del niño a los problemas
mos trat.ando de que los dos se puSieran de acu rdo obre lo qu esta­ conyugales, esto se puede señalar presentándole al niño y a la familia
rían dispuestos a hacer para impedir un estallido v10lento, as1 como uri documento en el que se reconocen todos los cambios producidos du­
también sobre algo que les permitiera apreciar un poco más al otro. Una rante la etapa centrada en el hijo. Este tipo de documentación sirve pa­
vez que hicimos una lista, se hiciero copias para cada p_erso a Y las fir­ ra poner de relieve que ha finalizado una etapa del tratamiento y que
maron la pareja, yo y Janine que salió de atrás delespeJ unil teral. Se comienza otra. La finalización de una terapia señalada por un documen­
lespidió a los participantes que llevar_an el contrato cons1 0 en todo mo­ to se presenta en el caso de los Robert en el capítulo 12.
mento, y que en caso de que se produJera una co travención, me llama­
ran inmediatamente en cualqwer momento del d1a. Este documento del
dominio de su propi; conducta funcionó bie':1 con esta _parej , Y.ª que no Otras consideraciones para el diseño
hubo más estallidos violentos y las interacciones hostiles disnunuyeron
significativamente, aun cuando eligieron luego separarse en el transcur­ En los apartados anteriores hemos hecho referencia a los elemen­
so deltratamiento. tos necesarios para el diseño de los rituales terapénticos así como tam­
bién a las acciones técnicas simbólicas utilizadas en forma más común y
Documentac'ión para modificar esquemas ck interacc'ión. l. documento frecuente. En este apartado analizaré otros conceptos e ideas que no
también sirve para llevar un registro: Dur te aiios_ he solicitado a mu­ siempre son necesarios pero que vale la pena tomar en cuenta.
chas personas que grabaran secuenc1a:5 de mteracc10n s que ellos defi­
nían como problemáticas. Con frecuencia les hem pedido esto a pad;es
que informaban sobre disputas o peleas con sus hJJOS o entre é_stos. Si la Alternancias
familia no tiene un grabador, se los presto y les _entrego también los ca­
setes virgen. Se les pide que tengan el aparato s1 mpre ª.mano. Cuand Para los rituales en los que se combinan las acciones de liberarse y
se dancuenta de que comienzan a entrar en la mteracc1ón problemáti­ las de retener, o sugerencias para comportarse de determinados modos
ca, alguno de la fami1ia pnede anUilciar, "Esto le sta ía escu;har al en días específicos y en forma diferente en los días restantes, o también
Dr. Whiting", y enciende el apara.1;_0. Co e!te anun o la mteracc,ión que los rituales de identidad que incluyen wia celebración, el concepto de al­
sigue queda señalada como alg especial . Lo t pico es que la interac­ ternancia es un elemento común dentro del diseño. Como los sistemas
ción qne sigue se dé en forma d1fere1:1te de lo habitual, ya 9-ue la secuen­ tienen la tendencia a permanecer iguales y a cambiar simnltáneamente,
cia de interacción ha sido interrumpida por la documentación grabada. la planificación de algunos rituales tendrá qne incorporar esta dicoto­
Puesto que las videograbadoras tie·1en hoy cierta difusión, hf_lJ: mu­ núa dejando cierto espacio para pensamientos y/o acciones alternativos.
cha gente que la tiene en su casa. MuchG gente reemplaza el tradicional Las alternancias no solamente sirven para respetar esta dicotomía de
álbum de fotografías de boda por alguna filmación en vídeo. C_°;ando es igualdad y diferencia sino que también ayudan a comunicar que el cam­
accesible, el equipo para grabar v:ídeo , n casa se puede utih.zar con bio es un proceso qne ocUire en el tiempo.
fines de documentación en forma similar al grabador. Se ha demostrado Por ejemplo, una estudiante universitaria experimentaba dificulta­
que nna acción ritualizada útil es que la gente filme tanto interacciones des para comer, dormir y concentrarse en sus estudios. Informó que su
insatisfactorias como satisfactorias. primera relación "importante" con un hombre había terminado, puesto
que él la había dejado hacía un mes. Después de unas cuantas sesiones,
Documentación para consolidar el cambio. Üc8;sionalmente e _les pide a aceptó traer una fotografía grande con la imagen del hombre. Durante
los terapeutas que presenten informes a los tJ:ibunales, servicios de tra­ la sesión le pregunté si le gustaría liberarse de ella. Como respuesta, la
bajo social o direcciones escolares, para refenr e al progr so de los pa­ rompió en cientos de pedacitos. Estuvo de acuerdo en llevar los pedaci­
cientes y familias. En esas ocasiones les he pedido a los m1e_mbros de. la tos consigo en todo momento, para representar su deseo de aferrarse a
familia que me ayudaran a corredactar el docume.nto que se iba a env:iar la relación. También aceptó preguntarse a sí misma dos veces por día,
al sistema externo. Ese proceso sirve para annnciar, de un modo _oficrnl, "¿Hasta qué punto estoy dispnesta a desprenderme hoy?" Según la res­
a la familia y a los demás los diversos mo os en que an.cambiado la ·puesta, tenía que buscar su cartera y sacar más o menos cantidad de pe­
conducta y las relaciones durante el tratami nto. Por anad1dura, s ñala dacitos y arrojarlos de allí. Después de un periodo de tres meses, ya le
que Ja experiencia de la terapia es coev? utiva, puesto que o se mter­ quedaban unos pocos trocitos de los cuales decidió desprenderse un día
cambian entre "profesionales secretos m informes confiderciales. en un valle cercano donde había pasado muchos momentos cuando ella

132 133
(
;_
!
1
era niña. Al incluir en este ritual de curación .la alterna cia entre afectaban su capacidad para ejercer eficazmente su función parental.
retener y liberarse, pudimos respetar la ºJ?orturudad Y el ntmo de su Como se recordará, la madre le decía diariamente a su hijo, "Me doy
proceso de curación. Aunque las alternancias no son comunes a todo,, cuenta de que corro el riesgo de que tengas conmigo la misma relación
los rituales, pueden ser un elemento importante en el diseño de al­ que yo te11;go con mi madre; de todas maneras, hasta que completes tus
gunos. tareas de mglés y de estudios sociales, no puedes salir ni usar el teléfo­
no ni mirar televisión". El padre también repetía un mensaje específico
sobre su sensación de "estimular" a su hijo. La realimentación de este
proceso resultó interesante: después de un día en que los padres recita­
Repetición
ron sus mensajes, el hijo, de una manera lúdica, comenzó a verbalizar
La repetición generalmente e asocia con ri!uales religio o Y cu"J. también el mensaje simultáneamente con los padres. Al final del trata­
turales y no con rituales terapéubc s: La mayona de los sei:v1c1os reli­ miento, los padres informaron que se habían producido varios cambios y
giosos han prescrito acciones repetitivas en las ue. l oficrante y. los la madre señaló que a veces miraba a su hijo y decía, "Sí, ya sé. Me doy
miembros de la congregación participan en forma mdiV1dual o colectiva. cuenta de que corro el riesgo", y ambos se reían,
Estas acciones se repiten en forma de conductas y en forma verbal. n
la Iglesia Católíca, los feligreses se arrod:!llan, se. entan o e ponen de Repetición via la carta. En el capítulo 8 Whiting describe detalladamen­
pie durante las diferentes et.apas de la misa. También hay dive!sas re->· te un caso en el que los padres despacharon una carta firmada en el ba·
puestas verbales que se dan en forma oral o canta ª: Estas ccion s ,3· t ño de su casa como parle de un ritual terapéutico. El mensaje de la car­
t.a era fuerte, ya que contenía ideas y creencias muy diferentes de las
tán acept.adas casi universalmente y algunos catohcos repiten diai:i,:-i· 1 que sostenían habitualniente los padres. A causa de que les hubiera re­
mente esta misma ceremonia de la misa. Durante toda nuestra V1d.a
tenemos la expectativa de que se repita la e ecució.n del rit1;1-al de lus ¡ sultado difícil a los padres comunicar verbalmente el contenido de la
maneras prescritas. Esta es una imp?rtante diferen entre ntuale ;,e·
lígiosos y terapéuticos ya que no_. e::u te la e pe.ctativ:3 de la repet!c10n
ni como lo señaló Tomm (1984), ... nmguna ms1stencra en que el ntual
! carla, decidió despacharla como un modo de repetir el mensaje tanto
a los h1JOS como a los padres. Se recomendó que se hicieran varias co­
pias de la carta, de modo que el mensaje pudiera repetirse en caso de
d ba ejecutarse verdaderamente, sino sólo la afirmación de. que h c rlo que la carla se eliminara o se destruyera. Después que se eliminó la car·
puede resultar muy útil" (pág. 266). Pero, a pesar d esta diferenc1 un. ta y lospadres enviaron copias nuevas en dos ocasiones, uno de los hijos
1
¡'
portante con respecto a la expectativa Y.l _frecuencm, en algunos ntua­ escribió, "Ya leí esto", y decidió escribirles una carta a los padres.
les terapéuticos, hay lugar para la repetic1on.
¡· Repetición vía acciones lúdicas. Hace pocos años atendí a una pareja no
Repetición de acciones. La acció ritualizada de lo días impares/d a_s casa a que había est.ado de novios aproximadamente durante un año y
pares tiene un componente repetitivo, ya que se sug:ier_e que los parti-ci­ li medio. Ambos eran solteros, mayores de 30 años y se habían conocido en
pantes realicen determinadas conductas en días esl?ec1ficos d1:1-rante ··ID un restaurante/discotheque. Durante los primeros nueve meses de no­
periodo de tiempo. Independientemente de que el diseño del _ntual p n­ viazgo, Gary habló muchísimo sobre Sandy, su novia anterior. Jean se
ga el acento en los aspectos abiertos o rrados, 1 ase delntual e tos iba poniendo cada vez más molesta ante cualquier mención de Sandy y
días impares/días pares tiene una cualidad repetitiva cuyo propósito es de las experiencias que Gary había tenido con ella. Recurrieron a la te­
el de aumentar la claridad y facilitar la aparición de nuevas conductas rapia porque habían comenzado a pelearse y cada vez había más conflic­
para lá resolución del problema. tos entre ellos. Por más que Gary insistiera en que prefería a Jean y no
! a Sandy, Jean no se dejaba convencer. Después de unas cuantas sesio­
Repetición del contenido. Hay situaciones e? las que el pro lema e:;tá nes les pregunté si estaban dispuestos a comprar remeras en las que se
identificado en el contenido o en la formulación de las creencias y no en podían grabar leyendas. Tenían que ir juntos a la tienda y Gary iba a
la conduct.a. En estos casos, la repetición vía 1) el lenguaje, 2) la cartao, comprar una remera que dijera, "Tú eres lo mejor que me ha pasado en
3) acciones lúdicas se ha utilizado para trabajar creativamente con el la vida". En la de Jean había que imprimir, "Te creo". Cada vez que co­
lenguaje o las creencias de los pacientes. rr.ien aran a disput.ar sobre la importancia de su relación o sobre lo que
s1gmficaba Sandy, tenían que ponerse las remeras y luego continuar.
Repetición vW el lenguaje. En el ca.so que se de:c"?bió anterio1;11ente en , Como en el caso de Ken y Mavis descrito por lmber-Black en el ca­
el apartado titulado "Rítualizar el u go, prescnbir síntoma, s ntco­ pitulo 2, en el que la pareja compró las remeras con la '\rmora" y los "la­
mendó que los padres repitieran dmnamente a su hiJo un mens?Je muy bios", Gary y Jean fueron capaces de usar las remeras con un nuevo
específico. Este contenido provenía directamente de sus creenCias, que sentido del humor y la diversión. Aunque con el tiempo Gary y Jean no

135
134
continuaron con su noviazgo, las remeras les dieron la oportuni. d de
modificar la escalada de interacciones entre ellos y la de la relac1on con
1.
.

rienda. Compartir rituales que han formado parte de las experiencias


de los miembros de un equipo es una rica fuente de datos que pueden
Sandy. En estos ejemplos, las remeras se usar n pera repeti; mensajes incorpo'rarse al proceso de planificación. Una fuente "de equipo" que
y creencias de un modo lúdico. Anot.ar afirmaciones o creencias en ropa probablemente ha sido muy poco utilizada han sido los miembros de la
"para imprimir", globos o "tarjetas comerci.ales". es un r curso que e ha familia o los individuos en tratamiento.
empleado para introducir el humor y la diversión. en ciertas relaciones
caracterizadas por la seriedad y el enojo. . . La familia como un equipo. Creo que en la medida en que mis colegas y
En todos los casos mencionados se han puesto de relieve diferentes yo hemos ido evolucionando en la planificación de rituales, se ha dado
modos de usar la repetición en los rituales terapéuticos como una mane­ una mayor colaboración con las familias respecto de sus aportes para el
ra de trabajar conlas conductas, afirmaciones y cree cias de 18:s p_erso­ diseño de cualquier intervención, incluso los rituales. Antes preferíamos
nas. Aunque la repetición no es un elemento necesano en el diseno.de hacer una pausa en la sesión, salir a planificar un ritual y luego volver
rituales terapéuticos, hay situaciones en las que constituye una acción con la familia y recomendárselo sin ninguna ayuda de los miembros de
ritualizada sumamente útil. la familia. Hoy preferimos discutir, en forma directa y mediante pregun­
tas circulares, siempre en presencia de la familia, sus pensamientos e
ideas sobre la ejecución de un ritual. Decidir si se va a llevar a cabo el
Combinación de motivos y acciones ritual o no se transforma en una tarea de colaboración entre la fatlUlia o
el individuo y el terapeuta/equipo. Con frecuencia este proceso no sólo
Con frecuencia los rituales pueden estar basados en acciones Y con­ da como resultado que se planifique en colaboración un ritual que se
ceptos simbólicos provenientes de dos o más motivos rituales. Este tipo "adapta" mejor a la familia, sino que también proporciona una reali­
de rituales combinados por lo general aparecen en las últimas etapas de mentación inmediata para el rechazo o la aceptación de las hipótesis
la terapia cuando ya se han utilizado rituales separados durante el pro­ sistémicas existentes.
ceso de trat.amiento. Imaginemos una pareja que lucha durante años
por un acontecimiento doloroso ocurrido en el pasado. Un ritual combi­
nado eficaz puede incluir acciones rituales de liberación en combinación Conclusiones
con acciones de dar y recibir comunes a los rituales de celebración. Este
ritual combinado señalaría la curación de un acontecimiento y de un El objetivo de este capítulo fue el de ofrecer principios y pautas pa­
viejo proceso de interacción, así como el comienzo de una nueva interac­ ra la construcción de rituales terapéuticos "a medida" para satisfacer
ción y un renovado compromiso con la relación. las necesidades singulares de cada familia, pareja o individuo. Si bien
La medida en que se combinan motivos y acciones rituales en un se ha puesto el acento sobre los elementos y técnicas rituales y sobre las
ritusl complejo depende de la diversidad de los problemas y de las habi­ acciones simbólicas necesarias para elaborar el ritual, es importante re­
lidades del terapeuta para planificar. Un ritual adecuado podría ser la cordar que el proceso de prepararse para ejecutar el ritual también es
firma de un documento de "salud" por todos los miembros de la familia terapéutico. El estudiante universitario al que se le pidió que trajera
después de dar y recibir regalos en una fiesta donde se celebra que se símbolos de los aspectos positivos y negativos de su afición a la bebida
han enterrado todos los rótulos y creencias sobre el miembro "enfermo" se ve obligado a examinar su conducta mientras se prepara para nuevos
de esa familia. En ese ritual se aprovecharían conceptos de la totalidad rituales, aunque todavía no di.senados. Aunque no hay ningwia certeza
de las cinco categorías temáticas y se utilizarían diferentes tipos de ac­ sobre la naturaleza precisa de los rituales, lo cierto es que en su diseño
ciones simbólicas. Si se comprenden bien los problemas terapéuticos, las habrá que incluir todos los elementos comunes, algwias técnicas ritua­
categorías relacionadas con los motivos 1:Ituales, los _elem ntos d l dise­ les o acciones simbólicas, y uno o dos ingredientes de las otras conside­
ño y las acciones simbólicas, se hace posible la planificación de ntuales raciones para el diseño. Estoy seguro de esto porque me hago pregwitas
en losque se combinan diferentes motivos y acciones. relacionadas con estas tres categorías cada vezque elaboro un ritual.
Por ejemplo, en el caso del estudiante que bebía, entre las pregun­
tas de la Categoría I, elementos para el diseno, podrían incluirse:
Uso de equipos
l. ¿El estudiante se siente satisfecho con su elección de símbolos y és­
Aunque por cierto el trabajo en equipo no es un requisito para el tos captan el significado de los aspectos positivos y negativos de su
diseño de rituales terapéuticos, puede decirse que proporciona la opor­ afición a la bebida?
tunidad de aportar ideas y conceptos que trascienden la propia expe- 2. ¿Cuál seria el mejor lugar para ejecutar un ritual inicial, e incluye

136 137

r
K
.d .
este ritual tanto aspectos abiertos como cerrados y de qué modo es­ tuals". En B. Carter y M. McGoldrick (comp.): The changing famüy life
tán destacados? cyde: A framework far famil y tWi!rapy, Nueva York, Gardner Presi..
Jmber Coppersmith, E. (1985): "We've got a secret: A non-marital marital the­
rapy". En A. Gurman (comp.): Ca8ebook of marital tWi!rapy, Nueva York,
Preguntas posibles que reflejan la Categoría 11, técnicas rituales_"/ Guflford fuss.
acciones sjmbólic8.s, podrían ser: _Kobak, R. y Water.., D. (19S4): "Fawily therapy as a rite of passage: Play's the
thing", Farnily Process, 23 (1), 89-100.
L ¿Decuál de los símbolos podría uno desprenderse más fácilmente ."/ Ma.danes, C. (1981): Strategic Family TIU!rapy, San Francisca, Jossey-Bass.
mediante cuáles acciones ritualizadas? Madanes, C. (1984): Behind the one-way mirror: AdvanceB in the practice of
2. ¿Seria ri.til pedirle que documentara todos los símbolos en un gra­ strategic therapy, San Francisco, Jossey-Bass.
bador de modo que pudiera oír esta grabación en intervalos dif{)­ Papp, P. (1984): "The creative leap: The links between clinical and artistic crea­
rentes cuando se disponga a beber? tivíty", The Famil y Therapy Networker, 8 (5), 20-29.
Seltzer, W. y Seltzer, M. (1983): "Material, myth, and magic: A cultural ap­
La Categoría III, otras consideraciones para el diseño, se tendría proach to fam.ily therapy", Family Procese, 22 (1), 3-14.
en cuenta conpreguntas como las siguientes: Salví.ni Palazwli, M.(1974): Self-starvation: From tWi! intrapsychic to the trans­
person.al approach to anorexia nervosa, Londres, Chaucer Publisheng Co.
Selvíni Palazzoli, M.; Boscolo, L.; Cecclrin, G. y Prata, G. (1977): "Family ri­
l. ¿.Refleja el ritual la dicotonúa de los aspectos positivos y negativc,s tuals: A powerful too! in family therapy", Family Prnces6, 16, 445-453.
de la bebida, y debería incluir alternancias? Selvíni Palazzoli, M.; Bosc:olo, L.; Cecchin, G. y Prata, G. (1978a): Paradox and
2. ¿Qué pasaría si después de cada vez que terminara de beber se le cou.nterparadox, Nueva York, Jason .Aronson.
pidiera que se parase frente a un espejo durante un minuto, deci­ Selvíni Palazzoli, M.; Boscolo, L.; Cecclrin, G. y Prata., G. (1978b): "A ritualized
diera si quiere tomar otro trago, y luego se pusiera una remera qv.e pre.scription in family therapy: Odd days and even days", Jou.rn.al of
tuviera impresos un símbolo negativo y otro positivo? (¡Esto pro­ Marriage and Farnily Counseling, 4, 3-9.
mete!) 'lbmm, K. (1984): "One perspective on the M:ilan systemic approach: Part 11.
Description of .sessíon format, interviewing style and interventions ,
Journal of Marital and. Family Therapy, 10 (3), 253-271.
Honestament.E-. es muy interesante lo que acaba de ocurrir. ¡No e.:;­
van der Hart, O. (1983): Ritua.ls in psychotherapy: 'lh:msition and continu.ity,
toy bromeando! En este mismo momento, la idea de usar las remeras se Nueva York, Irvington Publishers, lnc.
me acaba de ocurrir mientras me hacía las preguntas relacionadas con Watzlawick, P.; Weakland, J. y Fisch, R. (1974): Change: Principlea of prob/.em.
la Categoría III. Sólo hacer una lista de preguntas posibles que refleja­ -formation and problem resolution, Nueva York, W. W. Norton.
ran conceptos de cada una de las tres categorías ha sido una gran ayuda Weeks., G. y L'Ahate, L. (1982): Parado:r:ical psychotherapy: Theory and pradice
para proporcionar una cantidad de orientaciones para un ritual ant<.:1- with individua.Is, couples, arul families, Nueva York, Brnnner/Mazel.
riormente desconocido. Familiarizarse con las categorías presentadas en
el cuadro I y utilizarlas como guía para generar preguntas sobre uno
mismo y sobre las familias,. parejas e individuos que atiende, y para for­
mulárselas a uno mismo, también, será el mejor modo de diseñar ritua­
les terapéuticos creativ9s.

Bibliografía

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138 139
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Rituales para parejas,
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,- niños y adolescentes
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Rituales normativos y terapéuticos


en la terapia de parejas
Euan Imber-Black

Muchos de los problemas que las parejas traen a la terapia se pue­


den abordar muy eficazmente con una perspectiva que utilice tanto ri­
tuales normativos, como rituales que se producen naturalmente y ritua­
les terapéuticos.
El ciclo vital evolutivo de las parejas casadas está lleno de oportu­
nidades para rituales normativos, empezando por el compromiso, donde
se anuncia la intención de casarse. El ritual dela boda traza unafronte­
ra proclamada públicamente alrededor de la pareja, señala la pertenen­
cia al sistema de la pareja, pone de relieve la naturaleza de los vínculos
con la familia extensa y los amigos, y anuncia la creencia en un futuro
compartido. En este ritual de boda pueden expresarse creencias especi­
ficas religiosas, étnicas o personales. Los aniversarios posteriores -ofre­
cen una oportwüdad anual para la ejecución de un ritual en el que se
refleje y se celebre la relación de la pareja. Puesto que existen muy po­
cas normas definidas para los -rituales de aniversaTlo, salvo las de aque­
llas celebraciones que se consideran hitos, como las de los 25 y los 50
años de matrimonio, los aniversarios de boda le dan una oportunidad a
la pareja de desarrollar sus propias tradiciones rituales.
Las parejas heterosexuales y homosexuales que cohabitan pueden
desarrollar rituales para señalar y celebrar la relación que mantienen.

\ La creación de rituales de confirmación de relaciones es especialmente


importante para más
en un contexto parejas de de
amplio homosexuales o lesbianas,
desconfirmación para quienes no
(Roth, 1985).
existe ritual de boda culturalmente aceptado y que con frecuencia viven

'Ibdas las parejas crean rituales diarios y semanales,- como ritos


1 para separarse y reencontrarse, comidas, salidas nocturnas y ritos se­
:males. Feriados, salidas especiales y vacaciones de a dos suelen ser
parte de }a vida ritual de una pareja.
Si bien los rituales del ciclo vital, como bodas y aniversarios, y mu­
chos de los rituales cotidianos y estacionales de las parejas tienden a
evocar imágenes de placer y gozo, en realidad para las parejas con pro­
blemas estos rituales con frecuencia se conectan con recuerdos des­
dichados, cortes con la famila extensa, expectativas insatisfechas e
interacciones poco satisfactorias y estereotipadas en el presente. La ex­
ploración terapéutica de la vida ritual de una pareja le permite tanto al
terapeuta como a la pareja tener acceso a cuestiones claves evolutivas,

143
existenciales e interacdonales. Revitalizar rituales estáticos que se han expresar su enojo por la demora como lo hacía habitualmente, la señora
vuelto metáforas de relaciones rígidas, cambiar rituales destructivos y Polk lo acompañó en las tareas. Más tarde salieron juntos y lo pasaron
desmoralizantes y participar en rituales terapéutico _poco usuales pue­ 01uy bien.
de facilitar el surgimiento de nuevas pautas de relacion en la terapia de
parejas. Este es uno de los muchos ejemplos en los que el terapeuta escu­
cha a las parejas pensando en los rituales como una base conceptual es­
pecial para la organización de la información. Las parejas que carecen
Exploración de rituales en la terapia de parejas de rituales cotidianos satisfactorios armarán otros insatisfactorios. Pue­
den desarrollar rituales individulales que tengan la función de evitar el
El punto de partida para el empleo de rituales en la terapia de contacto, como en el caso de las parejas que muy pocas veces comen jun­
parejas es la entrevista misma. Aquí el terapeuta cómodamente puede tas. El análisis terapéutico de los rituales cotidianos habituales de una
indagar sobre el carácter de los rituales cotidianos, estacionales Y evolu­ pareja puede dar lugar a cambios espontáneos, como en el ejemplo ante­
tivos, y puede atender a las descripciones 9-ue hace la pareja de su situa­ rior, o puede llevar al diseño de un ritual terapéutico.
ción actual contextualizando la información adecuada en un arco de Durante una entrevista destinada a recoger información para el
referencia ritual. genograma con una pareja, el terapeuta muy fácilmente puede averi­
guar algo acerca de los rituales del ciclo vital. La pregunta: "¿Cómo fue
su boda?" puede proporcionar una buena cantidad de información al te­
Breve ejemplo. Un ritual de fin de semana rapeuta y a la pareja sobre la concepción que tienen de sus orígenes co
mo pareja, sus expectativas mutuas y acerca del matrimonio, problemas
En la segunda sesión de terapia, una pareja crónicamente desdi­ de compromiso, y el contexto mayor de la familia extensa y los amigos
chada, el señor y la señora Polk, me contaron el si ente _relato en res­ que rodean a la pareja. Preguntas acerca de cuándo es el aniversario de
puesta a mi pregunta sobre cómo pasaban su tiempo hbre: estaban la pareja y el modo de celebrarlo o no, pueden dar luga; a que se utilice
casados hacía 23 años y los fines de semana de los últimos 15 años los la fecha de aniversario como marcador de contexto en la terapia y a que
habían pasado repitiendo un esquema insatisfactorio en el que se sen­ se armen rituales terapéuticos con "nuevos votos matrimoniales" como
tían acorralados. Todos los viernes a la noche, la señora Polk le enume­ una metáfora de la exploración y cambio de la relación.
raba al señor Polk todas las tareas que era necesario hacer durante el
fin de semana. Losdos se ponían de acuerdo en que después de termina­
das las tareas, saldrían juntos de paseo. El sábado a la mañana, el se­ Breve ejemplo. "¡Nuestro boda fue un ínfkmot'
ñor Polk encontraba miles de razones para no hacer las tareas. Laseí\o­
ra Polk se enojaba y la pareja comenzaba a pelear. Las tareas quedaban En una entrevista de control vimos a uua pareja, William y Ellen
sin hacer y la pareja no salía sino que se quedaban en casa haciendo ca­ Coburn. El terapeuta adujo que la razón para pedir la consulta era que
da cual lo suyo. Las tareas incompletas quedaban como una metáfora la pareja ''al parecer no podía involucrarse en la terapia". Describió que
del enojo latente durante toda la semana hasta que el ritual volvía a re­ habían visto a varios terapeutas durante el tiempo que llevaban casa­
petirse el fin de semana siguiente. La pareja aceptó que había "15 años dos, que se habían separado tres veces pero siempre se habían vuelto a
de polvo en los estantes". reunir, que en este momento estaban al borde de una cuarta separación,
Hay que advertir que el señor y la señora Polk me comentaron y en las sesiones que realizaban con él oscilaban entre analizar su pro­
también que casi no se producían celebraciones entre ellos. Pasaban por pia relación en una sesión y luego querer pasar a poner el acento en la
alto los aniversarios y cumpleaños. Los festejos con la familia extensa conducta de los hijos en la sesión siguiente. Tenían dos hijos, una hija
daban lugar a continuos forcejeos. Durante la semana, el señor Polk tra­ de 14 años, con fisura del paladar y labio leporino congénitos, y un hijo
bajaba hasta tarde y tampoco cenaban los dos juntos. El rígido ritual de de 12 años. El terapeuta explicó que las sesiones solían estar marcadas
la pelea del fin de semana les daba la ocasión del principal contacto mu­ por amargos intercambios entre marido y mujer y que se producían muy
tuo. Durante nuestro análisis, acoté que su esquema del fin de semana pocos progresos.
tenía la connotación de un ritual confiable, aunque insatisfactorio. No Después de oír el punto de vista de los cónyuges sobre sus proble­
les di tarea para el hogar, no hice nada para limitar el cambio. En la se­ mas, que se correspondía estrechamente con los del terapeuta, les pedí
sión siguiente la pareja describió que el fin de semana anterior, el señor que me describieran un día típico. El esposo trabajaba en el turno de no­
Polk, .después de demorarse durante una hora el sábado a la mañana, che y pasaban muy poco tiempo juntos. No comían juntos, excepto los
comenzó su parte de las tareas por primera vez en 15 años. En lugar de jueves, que era el único día que él tenía libre. Cuando estaban j.untos,

144 145

1"
1
d!:.
peleaban con frecuencia. Entonces sugerí que retrocediéramos un po_c_o El análisis de rituales futuros
en el tiempo y les pedí que me hablaran de su boda Ellen respond10:
"Nuestra boda fue un infierno!" Luego explicó que estaba embarazada Además de analizar los rituales pasados y presentes con una pare­
de su primer hijo cuando se casaron. Elif?-eron una ig si queno_ fre­ ja en la terapia, como se describió antes, con frecuencia resulta út!l
cuentaban ninguna de las familias de ongen. Ellen d1Jo, No tuvtmo:, analizar rituales futuros. En estos casos la atención se concentra. en ri­
ninguna prueba y, cuando llegamos, el sacerdote no explicó que te a­ tuales como la celebración de días feriados, como el Día de Acción de

¡1
mosqueponernos frente a la congregación para dectr los tos. Yo d1Je: Gracias o la Navidad, o en las vacaciones ya que con frecuencia están ri­
'¡De ninguna manera! ¡No voy a decir mis votos frente a mis padres y a tualizadas.
los padres de él!'." La exploración en la terapia de cómo pasan los días de fiesta las
Luego de est.a descripción se produjo ll!1 discusión muy conmov ­ parejas con -frecuencia orienta la atención hacia las relaciones de l pa­
dora sobre su sentimiento de vergüenza Wtlham aclaró que era la pn­ reja con la familia exte.nsa,. Tanto el terapeuta orno la parej stán en
mera vez que la oía hablar de sus sentimientos, y en ese momento pare­ condiciones de descubrir ciertos esquemas mediante un anáhSis de -las
cía respaldarla mucho. Entonces él me dijo que cuando nació la hija, no
1 prácticas e la pareja du ante losdías feriados..Tales e uemas pueden
hubo ninguna celebración porque se sentían abrumados por'su incapaci­
dad. La familia extensa se distanció. Ellen dijo que sentía que "Dios la
había castigado". La pareja comentó que les dijeron a sus hijos que la
¡¡'
}.
ser aislamiento, celebraciones marcadas por la mfluencia de un solo la­
do de las familias de origen; o participación obligada, aunque con ten­
sión en las celebraciones de los días festivos. Frecuentemente, durante
boda se había realizado en una fecha anterior para ocultar el hecho da

1
que el embarazo era anterior al matrimonio. Ellen ijo que habitual­
mente tenían tal confusión con las dos fechas que simplemente no
't
¡ este análisis surgen cuestiones no resueltas sobre diferencias étnicas y
religiosas. A menudo la pareja no ha tenido ninguna oportuni?,8d de
examinar estas cuestiones·con una tercera persona que ho sea miembro
molestaban en celebrar su aniversario. de la familia extensa que en general puede arrojar más calor que 1112. Si
El material reunido en esta entrevista de control, que dio un cua­
dro de una pareja en la que se habían salido de cauce los acontecimien­
tos principales de su ciclo vital y los rituales que señalaban esos aconte.
cimientos, y que compartía pocos rituales cotidianos satisfactorios, se
l se encuadra el dilema de la pareja para celebrar el feriado como una ta­
rea evolutiva normal que enfrentan todas las parejas mixtas desde el
punto de vista étnico o religioso, esto puede ayudar a la pareja a crear
rituales que le puedan servir. Puesto que las pautas de relación con fre­
utilizó para imprimir una nueva orientación a la terapia. Le pregunté ,1 cuencia adquieren mayor intensidad en los momentos de festejo, éstos
la pareja cuándo era verdaderamente su aniversario y me respondieron
que sería dentro de seis meses. Les pregunté si estarían dispuestos ::t.
comprometerse en una terapia por los próximos seis meses cent!ada :­
clusivamente en su relación, dejando de lado el esquema antenor ubh­
zado en la terapia y en su matrimonio que había excluido cualquier tipo
de compromiso. Estuvieron de acuerdo. Le sugerí al terapeuta que la te.­
''
!
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r
proporcionan oportunidades para entrenar a las parejas en formas de
modificar la participación en el ritual y a su vezmodificar los esquemas
que metaforiza la práctica ritual.
Para muchas parejas, la regularidad de los rituales de losdías fe­
riados también puede permitirle a un miembro de )a pareja advertir
cambios que habían pasado inadvertidos en las rutinas cotidianas. Por
rea principal de esta terapia sería explorar la posibilidad de efectuar ejemplo, antes de Navidad, una mujer advirtió 9-ue su esposo se sentía
nuevos votos matrimoniales, ya que el contexto de los votos origina e.s
había sido coercitivo y no participativo y había estado plagado de d1f1-
1 deprimido porque no participaba en los preparativos de la fiesta del mo­
cultades y frustraciones. Para terminar sugerí que esta modalidad le
penn.itiría a la pareja decidir si querían continuar como marido y mujer
' do en que siempre lo había hecho. Durante la sesión, el esposo dijo que,
en efecto, durante varias semanas se había,sentido deprimido pero no se
lo había comunicado a su esposa, ni ella había podido advertirlo, puesto
1 en el futuro. que sus rutinas cotidianas usuales no habían cambiado.
En este ejemplo, el análisis de los principales acontecimientos del Las vacaciones, como las festividades, son una pauSa en el "'tiempo
ciclo vital y los rituales de boda, nacimiento y aniversarios permitió tm regular" de una pareja. Del rnismo modo que en el caso de las festivida­
intercambio basado en el respaldo mutuo y no en el resentimiento entre des, cada nuevo período de vacaciones existe en el contexto de l s vaca­
marido y mujer en la sesión, una conmovedora exploración del halo de ciones anteriores, y evoca recuerdos de satisfacción o insatisfacción, una
vergüenza que había impregnado a la familia, y la planificación de una sensación de éxito o de fracaso. Muchas parejas tienen ritnales de vaca­
nueva orientación para la terapia.
¡' ciones que repiten todos los años. Entre éstos puede incluirse la asigua­
ción de roles concretos para planificar, como cuando el esposo o la espo­

¡
sa hacen todos los preparativos del viaje, o peleas la noche anterior al
viaje, lugares favoritos que se visitan y se vuelven a visitar, forcejeos es­
t.ereotipados sobre el tiempo para estar juntos y para estar separados

146 147

J
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durante el viaje, o peleas después de volver de un viaje que ha sido muy períodos concretos cada día para quecada uno lo destinara a sus intere­
<
satisfactorio. Algunas parejas afirmarán que, independientemente de ses autónomos, y períodos concretos para estar juntos, incluso el mo­
que se lleven bien en todo momento, "las vacaciones son siempre un de­ mento de la cena. Las cenas en las·vacaciones anteriores siempre ha­
sastre". El análisis de los rituales de vacaciones durante la terapia de bían sido acontecimientos lamentables, ya que en general estaban eno­
parejas puede pennitir la creación de nuevas pautas de conducta más jados. Dijeron.que les parecía que las noches juntos iban a ser mejores
satisfactorias. en estas vaca.Clones.
En la sesión siguiente al período de vacaciones, describieron que la
mayor parte de las cosas habían ido mejor que en viajes anteriores.
Breue ejemplo. El terapeuta como"agente de uiajes" Mantuvieron el plan para el tiempo de autonomía y se habían dado
cuenta de que esperaban ansiosamente el momento de estar juntos por
Eugene y Ella Carne vinieron a una terapia de pareja aunque esta­ la noche. Por primera vez en un viaje tuvieron relaciones sexuales muy
ban separados. Expresaron que querían reconciliarse pero que su rela­ placenteras. Eugene señaló que, cuando la relación se ponía tensa, Ella
ción era sumamente explosiva. Una vez comenzado el trabajo, apareció recordaba que tenían que seguir el "'itinerario planeado con su 'agente
un cuadro de dos personas que eran muy parecidas en su necesidad de de viaje' en la terapia" y que podían reírse y actuar por separado por un
una gran autonomía y distancia interpersonal para sentirse cómodas en rato. La capacidad que demostraron de modificar su ritual anterior para
una relación. Al mismo tiempo, cada uno creía firmemente que las pare­ lasvacaciones reforzó la idea que tenían de sí mismos como una pareja
jas ikben pasar juntos casi todo el tiempo libre, y que algo andaba mal viable.
en su relación porque eran totalmente incapaces de estar juntos dema­
siado tiempo sin pelear. Las primeras sesiones de terapia las pasamos El escenario de la terapia de parejas también proporciona oportu­
en la exploración y cuestionamiento de estas creencias, y tratando de es­ nidades para analizar futuros ribJ.ales del ciclo vital, especialmente con
tandarizar un estilo diferente de relacionarse, que les permitiera una parejas que están por casarse. Con parejas ya casadas, el concepto de
mayor distancia. Eugene y Ella se tranquilizaron y comenzaron a desa­ "votos matrimoniales" puede constituir una parle eficaz de la terapia El
rrollar un ritmo mucho mejor para estar juntos y estar separados que análisis de los planes de matrimonio reales de la pareja puede dar infor­
funcionaba muy bien. mación sobre el contexto de la pareja, sobre zonas potenciales de conflic­
En la quinta sesión vinieron muy preocupados por un próximo via­ to en la relación y la posible necesidad de curación, al mismo tiempo que
je de vacaciones a California. El viaje estaba planeado tanto como un permite la cocreación de un ritual de boda que verdaderamente sea el
viaje de placer como para explorar las posibilidades de trasladarse a vi­ que necesita la pareja.
vir allí. Les pedí que me hablaran acerca de vacaciones anteriores.
Mientras me relataban la historia de otros viajes, se hizo evidente que
las vacaciones habían sido una metáfora condensada de la cuestión de Breve ejemplo. "Desde que fijamos la fecha para la boda..."
la necesidad de distancia al mismo tiempo que se creía que las "buenas"
parejas pasan todo el tiempo juntas. En todas las vacaciones anteriores Una pareja formada por Karen, de 42 años y Will, de 48, llegó a la
siempre había tremendas disputas antes de la partida y muchas inte­ terapia antes de su boda que tendría lugar seis semanas después. Cada
racciones desdichadas durante los viajes acerca de cómo pasar el tiem­ uno de eUos había estado casado y se había divorciado. Will lo había he­
po. C11da uno sentía que el otro no respetaba sus intereses autónomos, cho hacía siete años, pero el divorcio de Karen se había producido sólo
lo cual arru.inaba incluso los momentos de hacer las cosas de las que hacía un año. Dijeron que peleaban muchísimo y estaban considerando
ambos disfrutaban. Les planteé la posibilidad de planear un tipo de va­ la posibilidad de suspender la boda. Karen dijo: "'Desde que fijamos la
caciones diferentes. Ambos dijeron que nunca habían planeado cómo se fecha, ¡las cosas han empeorado!"
iban a desarrollar sus vacaciones y que estaban de acuerdo en intentar· Les pregunté a quiénes pensaban invitar a la boda. Sus respuestas
lo ahora. El resto de la sesión lo pasamos explorando qué les gustaría pusieron de manifiesto una serie de distanciamientos y algunas pérdi­
hacer a cada uno por separado, así como también qué les gustaría hacer das dolorosas y no resueltas. Will dijo que no creía que sus hijos adultos
juntos. Les pedí que elaboraran nn plan para el viaje que les permitiera asistieran, ya que esto podría molestar a la madre. Karen dijo que aun­
tener unas vacaciones diferentes de las anteriores y que lo hicieran an­ que a eUa le gustaría invitar a sus hijastros de su primer matrimonio,
tes de la próxima sesión. creía que tampoco asistirían. Cada uno manifestó su sorpresa cuando se
Cuando volvieron dijeron que habían hablado largamente sobre có­ enteraron de que los hijos o hijastros del otro probablemente no asisti­
mo les gustarla pasar las vacaciones a cada uno. Esa discusión constitu­ rían, ya que no lo habían conversado entre el1os. Will dijo que sus pa­
yó una nueva experiencia para ellos. Se pusieron de acuerdo en destinar dres irian pero que su padre no aprobaba este matrimonio. El padre de

148 149
Karen había muerto hacía un año y medio. Karen describió su sensación Ejemplo de un caso. Congelar un asunto
de confusión respecto del dolor por la pérdida de su padre Y la pena que
le había causado su divorcio. Mientras analizábamos estalis d invi­ Una pareja fue derivada a la terapia por losservicios sociales. Sus
tados, las disputas de Karen y Will comenzaron a tene_r un s1gnific o hijos estaban en ese momento a cargo de una institución y la condición
diferente, como de algo que los protegía de tantos confbctos de relación para que los devolvieran a su hogar era que la pareja recibiera una tera­
que habían tenido. En la sesión apareció la empatía mutua. En lugar _de pia conyugal.
suspender la boda, decidieron postergarla 1;1D poco, para po er.t:abaJar La pareja, Joan y Sam, habían tenido matrimonios anteriores.
dentro y fuera de la terapia sobre los múltiples problemas m 1':'1duales Joan tenía dos hijos de su anterior matrimonio; Sam, uno, y tenían un
y de relación que se habían planteado a raíz de nuestro anáhs1s de su. bebé propio. La pareja Uevaba casada cuatro años y habían vivido jun­
posible lista de invitados. tos durante un año antes de casarse (véase fig. 1).
El informe de derivación estipulaba que Joan y Sam eran una pa­
reja "caótica" y que el pronóstico era "malo". Sam tenía antecedentes de
Rituales terapéuticos en la terapia de parejas alcoholismo. Joan había tenido recientemente una aventura espectacu­
lar y pública que terminó en la separación de la pareja cuando ella "se
Eneltranscurso de una terapia de pareja, los rituales terapéuticOEl fugó" con su amante. Los hijos fueron colocados en una institución y
pueden resultar eficaces para resolver pr?blemas 9 e i?volll:cren algunü Sam, que había quedado cesante, intentó suicidarse: En el momento de
de los cinco motivos rituales: pertenencia, curac10n, identidad, expre-­ la derivación, la pareja se había reconciliado hacía poco tiempo y Sam
sión y negociación de creencias y celebración, qu se analizaron en 1 ca­ había dejado de beber. Concurría a Alcohólicos Anónifilos.
pítulo 2. La terapia de pareja en sí puede coi:is1derarse como u? ntual Durante la primera entrevista, la pareja me dio la siguiente infor­
amplio de expresión y negociación de reenc1as capaz de mod1fi ar In mación. Se habían conocido en un momento en que cada uno de ellos sa­
identidad de una pareja. Así, una pareJa puede llegar a la terapia con lía de un divorcio doloroso y enconado. Cada uno había jurado que nun­
una identidad estrecha y limitada de "pareja que siempre pelea" o ""que ca más tendría nada que ver con "un miembro del se:xo opuesto"'. Una
no se comunica". A lo largo del proceso de una terapia, que proporciona vez que se dijeron todo esto, ¡comenzaron a vivir juntos la noche en que
una frontera de tiempo y espacio para la expresión '! negoc.iaciói:1 de se conocieron! La nueva unidad formada incluía a todos sus hijos y cons­
creencias entre la pareja y el terapeuta, puede surgir una identidad tituía lo que Joan denominó ¡una familia instantánea! Sus respectivas
nueva y más amplia. . , . familias de origen desaprobaron grandemente su elección de vivir jun­
Los problemas concretos que las pa eJas traen a la terapm, sm tos y la elección de un nuevo compañero. Abundaron los pronósticos de
embargo, con frecuencia se prestan para ntuale másespe_ctaculares y fracaso, Joan quedó embarazada y se casaron. Explicaron que la mayor
específicos, en los que superponen con frecuencia los motivos de cura­ parte de los miembros de sus familias de origen se negaron a asistir a la
ción, pertenencia y celebración. boda y que se sentían un poco avergonzados por el embarazo de Joan.
Así, el ritual inicial de la formación de una pareja, la boda, estaba fuera
de cauce, y los parientes definieron a la pareja como una "mala pareja".
Perdón y curación en la .terapia de parejas Muy poco después de casarse, Sam perdió su empleo y comenzó a beb r
intensamente, con lo que adquirieron mayor peso los pronósticos de que
Muchas parejas llegan a la terapia inmediatamente después d la pareja y la nueva familia no eran viables. Cuando nació el bebé, la
una ruptura específica en el tejido de la relación. P e tratarse de una mayor parte de los parientes se negaron a asistir al bautismo. La pareja
1 aventura extramatrimonial, la revelación o descubnm1ento de un sec:e­ se sintió aislada y sin respaldo y, a su vez, dejó de participar en los ri­
to o bien porque alguien se siente traicionado en _una nteracción crnc1?l
con la familia extensa o los amigos. Otras pareJas vienen a la terapt!l
muchos años después de tal suceso y manifiestan que no pueden supe­
¡
¡ 1l.
rarlo y quetodas sus interacciones presentes se producen en el co?_texto
de un sentimiento de traición o falta de confianza. Esta sensac1on de
identidad de las parejas relacionada con qué tipo de pareja sonla mayor
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1t'
parte delas veces es negativa. En estos casos. e puede diseñar un rilm1l
terapéutico para facilitar el perdón y la curac1on.
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1
150

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tuales de la familia extensa, como el Día de Acción de Gracias, Navidad o
reuniones familiares. Su propio funcionamiento como pareja se dete­ rioró y
culminó en la aventura de Joan y la consiguiente separación de los hijos.
Aunque Joan y Sam se habían reconciliado, sentían que no tenían
ningún apoyo externo para su matrimonio. La identidad que tenían co­ mo
pareja en sus respectivas familias de origen era la de una pareja "lo­ ca". Su
identidad para los grandes sistemas de ayuda era la de una pareja "caótica"
incapaz de seguir ciertas directivas para el cambio. Su visión actual de sí
mismos era la de una pareja que luchaba por. resta-

151
cuantos parientes y amigos que los apreciaban. Después que se descon­
gelaran los elementos, entonces podrían pelear por la aventura si así lo
deseaban. La pareja se echó a reír por primera vez en la terapia y acep­
e.oda /a ¡ñ,nilio e%Ú"80 taron probar con el "experimento".
desaprobaba la pan,ja
Cuando volvieron a las tres semanas informar.on que habían segui­
do la mayor parte de mis sugerencias, con algunas variantes propias.
Decidieron consultar a las personas que los apoyaban antes de que se
.¡ iniciara una pelea, anotar lo que les decían y guardarlo en un lugar es­

o
s,m pecial. Como objetos, Joan trajo "una familia de muñecas rotas yledijo
a Sam que así se sentia antes y durante su aventura, y que ahora sentia
vivúmnfanl<ls un año
lo mismo cuando peleaban por eso. Sam trajo algunos dólares en billetes
cw,ad,,s 4 anos;bNu separacidn y expresó que el asunto lo había hecho sentir tan avergonzado que ha­
bía perdido su empleo. Cuando fueron juntos a poner los objetos en el
congelador, Joan pidió disculpas a Sam por su aventura, cosa que nunca
había hecho antes, y Sam, a su vez, le pidió perdón por haberla herido
con sus respuestas verbales por el asunto. Cada uno se refirió por pri­
' mera vez a la tristeza individual que sentía ántes de la aventura. Rela­
taron que habían tenido dos peleas. Durante la primera, mientras los
símbolos se descongelaban, siguieron la recomendación de analizar los
aspectos positivos de su matrimonio. Una vez descongelados, tuvieron
una breve discusión sobre la aventura pero no llegaron a una gran dis­
Figura l. Joan y Sam: "Postergar un asunto" put.a. En cambio pudieron terminar satisfactoriamente la pelea anterior.
Durante el periodo de descongelamiento en la segunda pelea, decidieron
que era necesario usar ese tiempo para pensar estrategias que les per­
mitieran sacar a los niños de la institución y traerlos de vuelta a casa.
blecer su matrimonio, pero cada uno temía que las ideas de las familias Vinieron a la terapia con una list.a de cuestiones y pregunt.as para co­
y los asistentes probablemente fueran correctas. Parte de la base para menzar a planificar el regreso de los niños.
esta concepción era un modelo de disputas que había aparecido entre
ellos desde que Joan volvió al hogar, que consistía en comenzar a pelear
por un tema determinado y luego seguir peleando con gritos e insultos .Análisis del ritual
sobre la aventura de ella. Ambos sentían que era decisivo cambiar este
modelo pero no sabían cómo hacerlo. Les recomendé el siguiente ritual Esta pareja se había definido a sí misma como una "mala" pareja
que ap ntaba tanto a la curación como a cuestiones de identidad: cuando llegaron a la terapia, y lo mismo habían hecho los miembros de
Una vez en casa, cada uno de ellos por separado tení queencon­ sus familias extensas y los asistentes de los grandes sistemas. La con­
trar un objeto o símbolo que le recordara "el momento desdichado por el ducta que ellos tuvieron antes, durante e inmediatamente después de la
que estamos pasando". Luego tenían que reunirse, discutir los símbolos aventura a menudo sirvió para destacar y cosificar esta definición. Sus
que habían elegido y luego colocar estos objetos en un gran recipiente, propios rituales importantes del ciclo vital se habían distorsionado. No
echarles agua y ponerlos en el congelador. Se le pidió entonces a la pare­ habían sido capaces de curar las heridas inflingidas por la aventut a y el
ja que aceptara intentar un experimento. La próxima vez que pelearan contexto en el que se produjo. Los repetidos intentos de discutir sobre la
por cualquier asunto, se les pidió que interrumpieran la disputa, fueran aventura no hicieron más que continuar el círculo vicioso que culminó
hasta el congelador para sacar el recipiente, y esperaran hasta que se en la sensación de estar mal consigo mismos.
descongelaran los elementos antes de comenzar a pelear por la aventura t' El ritual terapéutico apeló a sú creatividad, sentido del humor y de
extramatrimoniaL Durante el período de descongelación, se les pidió la diversión, elementos todos que faltaban cuando me consultaron por
que analizaran las cualidades positivas de su relación, tanto en el pasa­ . primera vez. Al pedirles que cada uno eligiera un símbolo y los congela­
do como en el presente. Se les dijo que podrían enriquecer esta discu­ ' ran juntos, el ritual introdujo simetría en un sistema en el cual el mari
sión, si lo deseaban, pidiendo opiniones sobre ellos mismos de cualquier do aparecía antes como la víctima y la esposa como victimario a causa
persona que a su entender los apoyara como pareja, ya que tenían unos
'
!'
de la aventura y viceversa a causa del alcoholismo del esposo. La cuida-

152 153
dosa selección que hicieron de sus símbolos personales facilitó un nuevo desde la separación él estaba haciendo grandes esfuerzos, pero su enco­
tipo de discusión sobre la aventura, esta ve2 marcada por la empatia no contra él por todos los años anteriores seguía siendo muy alto. Carl,
hacia el dolor del otro y no por la ira y la posición defensiva. En la medi­ a su vez, se quejó de que Sara no lo apoyaba en su carrera, interfería en
da en que la coparticipación en el ritual recontextualizó la aventura, la relación con sus dos hijos y tenía más confianza en su terapeuta indi­
empezó a aparecer la propía capacidad de la pareja para resolver su:, vidual, al que visitó durante muchos años, que en él. En un momento
problemas. Este ritual de curación facilitó el perdón entre ambos y le:> Sara dijo:"Como ve, tenemos un rio de resentimientos".
dio a Joan y a Sam una nueva sensación sobre sí mismos como persona,, Les pedí a los dos que anotaran sus resentimientos por separado
capaces de resolver problemas, divertirse y trabajar por un futuro para en casa y que los trajeran a la próxima sesión. Carl lo hizo, pero Sara se
ellos y para sus hijos. negó, argumentando que necesitaba tiempo en la terapia para analizar
todo lo que le había pasado en el matrimonio.
Durante varias sesiones apareció una dolorosa historia sobre la
Resentimientos crónicos y :rituales de curación adicción de Sara a ciertos medicamentos durante muchos años. Ambos
admitieron que no se habían preocupado por esa adicción. El admitió
Muchas parejas llegan a la terapia tras años de infelicidad, frm.­ que había sostenido la posición de que la adicción era "problema de ella"
traciones y resentimientos. Los intentos de poner el acento en las inte­ y que esto le había permitido no sólo negar la gravedad de la adicción de
racciones actuales o en las posibilidades futuras se enfrentan con res· Sara sino también su propia responsabilidad como pareja de ella. En úl­
puestas que describen décadas de resentimientos. Con frecuencia estas tima instancia, había que internarla. En su periodo de recuperación,
parejas no se han separado "a causa de los niñosn y llegan a la terapia ella asistía a Narcóticos Anónimos, pero Carl se negó a ir al grupo de
de pareja por primera vez cuando los hijos ya abandonan el hogar. Uno parejas de los enfermos. A medida que continuaba la terapia, aparecían
1 de los miembros de la pareja, con frecuencia la mujer, tal vez ha est.ado cada vez más recuerdos amargos, especialmente de Sara. Se discutieron
pidiendo durante muchos años que se hiciera una consulta, de modo que cuestiones que nunca habían sido capaces de conversar anteriormente.
el hecho de ir o no a la terapia ha pasado a formar parte de losforcejeos La posición de Carl varió desde la distancia hasta una cierta predisposi
habituales. Con estas parejas los rituales de curación terapéutica se ción a escuchar a Sara. Expresó un sentimiento de vergüenza por su
planifican con el objeto de proporcionarles un nuevo escenario para VeI:· c,:mducta hacía ella. Mientras se producía en la terapia este relato del
tilar sus resentimientos y liberarse de ellos gradualmente. pasado, la pareja informó que abara se llevaban mucho mejOr que nunca
!
1
en todo su matrimonio. Dejaron de hablar de separarse. Sin embargo,
mis intentos de concentrar más la atención en el presente y en el futuro
Ejemplo de un caso. Un rlo de resentimientos chocaban con la negativa de Sara. Decía que simplemente todavía no es­
Una pareja, Sara y Carl Jackson, vino a la terapia d pareja des­ 1 taba preparada.
En esta coyuntura, les pedí que cada uno trajera a la próxima se­
pués de una separación de seis meses que acababa de termmar. Habían sión símbolos de los resentimientos que le quedaban. Sara trajo un fras­
estado casados durante 22 años y ahora se enfrentaban con el problema
de que su hijo mayor abandonaba el hogar. Carl era médico y Sara, una 1 co de píldoras vacío y dijo que, aunque intelectualmente sabía que era
un error culpar a Carl por su adicción, todavía le quedaba el resenti­
funcionaria escolar. En la primera sesión el tono fu.e amargo y resent.i­ miento de que él la hubiera ignorado durante años. También trajo una
do, especialmente de parte de Sara. Ella había aceptado v nir ª.la. tern· vieja agenda de él, donde se registraban los años y años que él había
pia a instancias de Carl, aunque él no había aceptado pedidos s1milaris-s trabajado hasta las 10 u 11 de la noche. Por último trajo un juego de im­
1
de ella durante muchos años. Ella dijo que estaba dispuesta a "hacer un
último intento". Como terapeuta, yo no estaba seguro sobre si ella creía ¡
1
plementos para el auto y dijo que él se lo había entregado como primer
regalo de Navidad después de su casamiento. Describió cuánto se la ha­
que ya la terapia pudiera ser de utilidad. Cuando les pedí que me habla­ bía herido a causa de ese regalo, cosa que nunca le había dicho antes.
ran sobre alguna época en que su matrimonio había funcionado bien, Carl expresó su sorpresa de que ella todavía lo conservara y que no lo
ambos dijeron que nunca había sido bueno. Se refirieron a su decisión ¡ hubiese tomado como una broma, que era su intención. Carl trajo una
de casarse que había estado llena de ambivalencias. Sara dijo que estu­ tarjeta comercial del terapeuta individual de Sara y dijo que se sentía
vo a punto de no casarse, pero que su madre "la había convencido". J?u­ resentido porque el terapeuta parecía tener algo contra él sin siquiera
rante las dos primeras sesiones, cada uno presentó amargas quejas conocerlo. También trajo un viejo boletín de calificaciones escolares de
acerca del otro. Sara se quejó de que Carl nunca la había acompañado, uno de sus hijos y dijo que se había sentido excluido como padre aunque
no discutía los problemas con ella, era un adicto al trabajo y que con fre­ admitió que él también se había distanciado de los hijos. Por último
cuencia se mostraba muy sarcástico con ella y con los hijos. Aceptó qt1e también trajo un frasco vacío de píldoras. Dijo que se había sentid.o muy

154 155
indeciso sobre si traer o no la botella, porque nunca había querido ex:­
presar enojo a Sara por su adicció_n. Sara jo que se alegraba de que
··r,<
•,• • -
nrienzo de la terapia, tuve la esperanza de separar los viejos resenti­
mientos de las cuestiones actuales. Las respuestas de Sara y de Carl me
sus sentimientos finalmente estuV1eran al aire hbre, porque ella había
experimentado resentimiento y enojo durante muchos años, pero él '
1
dieron indicios de que existía un modelo de conducta en su matrimonio
en el que la ansiedad de Carl por liberarse de pasados agravios se en­
siempre se había negado a admitirlo. frentaba con la insistencia de Sara en aferrarse a ellos. La posición de
Les pedí que se llevaran los objetos a s1;1 casa y pensaran de cuáles uno llevaba a una escalada de la del otro. La terapia procedió de un mo­
de esos objetos o partes de ellos estaban dispuestos a desprenderse y do que permitió cambiar este esquema por otro en el que ambos pudie­
cuáles objetos o partes de ellos todavía necesitaban ?n erva: por°;11 ran examinar los elementos dolorosos del pasado. Desapareció la nega­
tiempo. También les pedí que tuvie an una conversa n Juntos des_pues ción anterior que hacía Carl de los problemas y gradualmente disimuló
que hubieran pensado acerca de nu pre ta. I_'or _uit1_mo, les pedí que la insistencia de Sara de poner el acent.o en el pasado. Por lo tanto, el ri­
volvieran a traer todos los objetos a la sesión s1gmente para dentro de tual pennitió puntuar este proceso y dio lugar a decisiones compartidas
tres semanas. sobre lo que se iba a conservar y lo que se iba a dejar de lado.
Cuando regresaron, primero me dijeron que durante las tres sema­ En el caso denominado "Congelar una aventura" que se describió
nas Carl se había hecho un tiempo libre en su trabajo para acompañar a antes, el ritual de congelación tuvo lugar en el comienzo de la terapia
la hija mayor a ver universidade . Antes de esto, i amente Sara_hacía como respuesta a una aguda crisis por la que atravesaba la pareja. En
esto con su hija. Sara había planificado hacer un VlaJe con una amiga. A el caso presente, el ritual se realizó en un momento muy posterior de la
Carl esto le había molestado al principio, pero lo discutieron juntos, y terapia, después de otros cambios y para consolidarlos.
pudieron reemplazar el esquema anterior en el 9-ue Carl retendía que En ambos casos se les pidió a las parejas que eligieran los símbolos
algo no le importaba y después mostraba su enoJO tangencialmente me­ para los rituales y, en ambos casos, se les pidió al marido y a la esposa
diante la distancia y el sarcasmo. Finalmente se eron a pasar_ un fin que hicieran esta selección de símbolos individualmente y luego vinie­
de semana con algunos amigos y lo pasaron maravillosamente bien por ran juntos para compartir estas elecciones. Este proceso facilita la indi­
primera vez en muchos años. viduación, confirma los puntos de vista autónomos sobre un dilema con­
Trajeron los objetos en dos carteras. Una contenía los elementos de junto, provoca la curiosidad sobre la elección del otro, implícitamente
los que se sentían dispuestos a liberarse, y que eran la agenda, el equi­ refuerza una verdadera simetría y comunica en la acción que el ritual
po de implementos para el auto, la tarjeta comercial del terapeuta y el pertenece a la pareja.
boletín de calificaciones. También contenía la mitad superior de una bo- En ambos casos yo mismo, como terapeuta, recomendé la acción
tella y la mitad inferior de la otra. Sara explicó que, en la conversación simbólica (por ejemplo, congelar la aventura y hundir los resentimien­
que habían mantenido, ambos sintieron que todavía no podían liberarse tos en el río). En el primer caso, la pareja había sido considerada por los
totalmente de la época de su adicción, pero que ninguno de los dos que­ demás y se veía a sí misma como "impulsiva" y "descontrolada". Por
ría conservar la botella entera. Carl dijo que tenía una parte de la añadidura, un aspecto de su relación, la pelea no productiva sobre la
responsabilidad de lo que les había pasado durante ese periodo, y que fi- aventura, había quedado fijo o congelado. La participación en el ritual
nalmente pudo decírselo a sí mismo y a Sara. Ambos admitieron que to­ de congelamiento (y descongelamiento) puso de relieve esta rigidez de
davía quedaba trabajo por hacer juntos acerca de sa época _de s vi . una manera absurda y permitió que surgieran ciertas cualidades como
Eneste punto les recordé la frase de Sara en la primera sesión, un no la paciencia, la capacidad de planificar y de resolver problemas. En el
de resentimientos", y les sugerí que cuando se sintieran en condi ones segundo caso, la acción simbólica inicial inclµía la posibilidad de retener
de hacerlo podrían arrojar al río los elementos de los que estuvieran y liberarse, que es un elemento comrin a muchos rituales de curación y
dispuestos'a liberarse. Sara dijo que tenía miedo de "contaminar el río" al mismo tiempo específico para los problemas de esta-pareja. La acción
y ambos rieron. En la sesión siguiente, me contaron que habían ido has­ simbólica consiguiente de hundir losresentimientos en el río se eligió en
ta un arroyo cercano a su casa y que efectivamen se_habían desprendi­ correspondencia con la primera metáfora utilizada por Sara, un "río de
do de los objetos. La terapia pudo pasar a una discusión sobre el futuro resentimientos". El ritual simbólicamente puso de relieve que ese "río"
y comenzamos a trabajar sobre nuevos votos matrimoniales. ya no fluía através de su relación sino que estaba fuera de ella.
El lugar en que se llevó a cabo el ritual fue diferente en estos dos
casos. En el primero, la búsqueda de los símbolos, la posibilidad de com­
Análisis del ritual y comparación con el ritual de congelación partirlos y el procedimiento de congelación y descongelación se produjo
en la casa de la pareja. La inmediatez del lugar le permitió a la pareja
En este ritual terapéutico de curación, la oportunidad y el respeto un fácil acceso al proceso del ritual y recontextualizó su hogar como un
por la disposición de los pacientes fueron elementos decisivos. Al co- lugar donde podía haber humor y capacidad para resolver problemas en

156 157
lugar de catástrofes. Los participantes también habían sido rechazado : menta una doble pérdida, de las relaciones y los ritualesfamiliares, y la
por los grandes sistemas que no tenían una buena opinión de ellos. Sj.. pareja puede seguir siendo incapaz de crear rituales que tomen elemen•
tuar el ritual en el hogar les permitió demostrar que podían controlar tos de ambas familias extensas e incluir nuevos elementos propios. Aquí
una situación difícil sin la presencia de un asistente. En el segundo ca-. e1 terapeuta puede estimular W1 análisis de los rituales de ambas fami­
so, el ritual se desarrolló y se ejecutó en múltiples lugares. La parejf\ lias y la creación de rituales y participación en ellos que afirmen los as­
buscó y analizó los símbolos en su casa. Luego los trajeron a la terapia pectos positivos de la historia de ambos miembros de·la pareja.
para su análisis y para destacar ]a cuestión de los procesos de retener y Un aspecto especialmente doloroso y decisivo de los rituales del ci-
liberarse. Por último, el arroyo situado fuera de su casa les permitió un clo vital para parejas homosexuales comprometidas aparece cuando se
mayor alejamiento de sus viejos resentimientos. praduce la muerte de uno de ellos. Si la familia de origen se ha negado a
aceptar a la pareja, en esta coyuntura t.ambién puede negarse a permi­
tir que el sobreviviente participe en las disposiciones para el entierro o
Rituales y parejas homosexuales en el ritual funerario. Los miembros de parejas que han convivido du­
rante muchos años pueden encontrarse muy aislados en el momento de
Las·parejas de lesbianas y de homosexuales presentan problema,; la muerte. Este problema ha cobrado particular relevancia para las pe.·
relacionados con los rituales que son semejantes y al mismo tiempo dife­
rentes de los de las parejas heterosexuales. Si·bien los rituales cotidia­ 1¡ rejas homosexuales y resulta muy doloroso a causa de la epidemia de
SIDA. En este caso WlO de los miembros puede proporcionar al mori­
nos y semanales, como las comidas, salidas y entradas a la casa, y sali­ bundo amor, cuidados y apoyo y no obstante eso puede no tener la capa­
das de paseo pueden ser bastante similares, el terapeuta y la pareja a cidad legal de participar en los rituales de duelo sancionados por la
menudo encontrarán profundas diferencias en los rituales del ciclo vital tradición. Los terapeutas que trabajan con parejas en las que hay pro­
1
y en la participación en las celebraciones y tradiciones familiares junto
con las familias de origen.
1 blemas de SIDA deben plantear estas cuestiones. Cuando sea posible
debe hacerse algún trabajo de reconexión con las familias de origen. El
El ritual inicial del ciclo vital de la pareja, la boda, que define J terapeuta también puede proponer la idea de que el moribundo exprese
afirma públicamente a wrn pareja y pone de relieve la conexión con h.
1 en vida su última voluntad acerca de las disposiciones para el ritual de
familia extensa y los amigos y el respaldo proveniente de éstos, por lo
general no se da en el caso de las parejas de homosexuales. Por eso tam­
bién falta el consiguiente ritual tradicional del aniversario. Muchas
parejas de homosexuales comprometidas crean su propio ritual para
¡ los funerales. Esta última volW1tad o cualquiér tipo de testamento debe
redactarse en un lenguaje que señale las conexiones emocionales con la
familia de origen pero al mismo tiempo reafirme la primacía y legitimi­
dad de la pareja (David Barr, comunicación personal, 1988). El análisis
anwiciar públicamente este compromiso, y muchas crean nna fecha de
aniversario, que puede ser la del día en que se conocieron o cuando co­
menzaron a vivir juntos, o alguna otra fecha importante. Indagar sobre
la creación o la falta de tales rituales le permite al terapeuta de.scubri-r
! general de los rituales del ciclo vital en la terapia con parejas de lesbia­
nas y homosexuales también puede referirse a tales procesos mucho
tiempo antes del momento en que la pareja enfrente el problema de la
muerte.
problemas de relaciones conflictivas con la familia extensa, diferencia:, 1 Una terapia que utilice la perspectiva ritual en el caso de parejas
entre las familias de origen respecto de la aceptación y confirmación d<l
la pareja y el apoyo que ésta puede recibir. Este análisis también puede
llevar .a la creación de rituales para celebrar a la pareja como tal, po·r
¡¡ de homosexuales debe estimular el desarrollo de rituales para la cura­
ción de aislamientos y escisiones familiares toda vez que sea posible. Al
igual que los rituales terapéuticos para cualquier pareja cuyos caminos
ejemplo la celebración de su wiión o nna fiesta de aniversario.
1
· El pone
cuencia análisis
de de las tradiciones
relieve y celebraciones
aspectos dolorosos familiares
relacionados con fre­
con alejamien­ !'r para el ciclo vital difieran de los de la mayoría, los rituales con parejas
de homosexuales deben celebrar la singularidad y diferencia de la pare­
ja, al mismo tiempo que afirmar simultáneamente sus elementos nni­
tos de las familias extensas. Puede hacerse algún trabajo de entrena­
miento para facilitar la salida de la familia o la reconexión. Tal vez s<2:
invite a un miembro de la pareja a celebraciones familiares, sin su com­ ¡ J
pañero, con lo cual se impide la participación en los rituales familiare'3
que son los que respaldan la existencia de una pareja. En aquellas si­
tuaciones donde nna de las familias de origen acepta a la pareja y la
otra no, el terapeuta y la pareja pueden encontrar rituales que se incli­
nen hacia la familia de origen que acepta a la pareja. En tales circuns­
tancias, el miembro de la pareja aislado de la familia extensa experi- 1 1
158 ¡
t
versales.

Rituales y problemas de separacíón y divorcio

En muchos tratamientos de pareja aparecen problemas de sepa­ ración y


divorcio. Los motivos rituales de [J(!rtenencia, tanto en el siste­ ma de la pareja
como en su contexto más amplio, sus hijos y la familia extensa, y el de curación son
los más comunes en las situaciones en las

159
que est.án en juego la separación posible, la separación de hecho Y el di­ puede modificarse y pasar de la rápida inversión de roles acerca de la
vorcio. separación o no al análisis de la "decisión de no decidir".1

Cuando las parejas pie.nsan en la separación Cuando las parejas se separan y se divorcian
Algunas parejas llegan a la tera ia con rma ambivalen a extrema Las parejas pueden llegar a la terapia ya separadas o tal vez deci­
respecto de la separación. En rma se 1ón dada, uno de los rmembros e dan separarse durante el tratamiento. Cuando la reconciliación no es
la pareja parece querer separarse, m ntras queel otro al.parecer . we­ posible, esta terapia se concentra generalmente en los aspectos emocio­
re mantener el matrimonio o la relac1on. Dentro de esa m.1sma ses1on, o nales de la separación y el divorcio para la pareja, sus hijos y otros
en otra posterior, estas posiciones se invierten. O bien ambos hablan de miembros de la familia y amigos, y en los aspectos prácticos, aunque a
la separación pero retroceden inmediatamente cuando el tera euta tam­ menudo tempestuosos, de los alimentos, la tenencia y régimen de visi­
bién se refiere a eso. En la medida en que el terapeuta cambia un poco tas. En vista de los tremendos cambios que suponen la separación y el
las bases y trabaja sobre problemas presentes para poder resolverlos, la divorcio, el enfoque ritual puede orientar tanto al terapeuta corno a la
pareja se pone inflexible sobre el tema de la s paración. Este modelo de pareja.
inversiones rápidas impide tanto el comprormso para· resolver los pro­
blemas o bien la ru.ptura genuina o la separación. Con -frecuencia la te­
rapia queda en un punto muerto. Rituales nonnativos en la separación y el divorcW
En estas circrmstancias suele ser útil un ritual que emplea el mo­
delo de los días impares/días pares (Selvini Palazzoli, Boscolo, Cecchin y En el momento de la separación, faltan todos los rituales de la vida
Prata 1978). El problema de la pareja se conceptuahza primero como la cotidiana familiar que los cónyuges pueden haber compartido entre sí y
dificuÍtad para decidir si van a seguir juntos o van separars - Se le:pi­ con los hijos. Si bien a menudo se produce un alivio inicial al desapare­
de a la pareja que ensaye un experimento con las siguientes mstru.cc10- cerde la escena aquellos particulares rituales familiares y rígidos de pe­
nes, adaptadas a sus problemas concretos: los l es, miércoles Y viernes lea y hostilidad, muchas parejas rápidameante los hacen resurgir en el
tienen que comportarse y pensar como companeros que están compro­ momento de la separación y el divorcio. Durante un tiempo, aquellos ri­
metidos a constru.ir rm futuro juntos. Los martes, jueves y sábados tiene tuales cotidianos más agradables que se mantenían a pesar de la discor­
que comportarse y pensar como una pareja ya separada. Los domingos dia, tal vez no se reemplacen por otros. El análisis en la terapia de este
se les pide que analicen la experiencia de la semana. aspecto de la separación a menudo ayuda para el diseño de nuevos ri­
Este ritual cumple una cantidad de funciones. Impide la rápida in­ tuales, al mismo tiempo que interfiere en el proceso de continuar con los
versión de posiciones de la pareja y les ofrece, en cambio rma experien­ rituales rígidos de la disputa.
cia en la que ambos están del mismo lado de la cuestión durante un Los rituales religiosos o estacionales, como el Día de Acción de
periodo prolongado. Libera al terapeuta del forcejeo de la pareja entre Gracias y la Navidad, y los rituales consiguientes del ciclo vital, tales
separarse o seguir juntos y loca el problema con la p reja n el lugar como las bodas o graduaciones de otros miembros de la familia, pueden
que le corresponde. Por último, saca el problema de la discusión y lo po­ plantear problemas concretos a las parejas separadas o divorciadas. El
ne en la acción, ya ·que la pareja actúa verdaderamente de un modo poder de tales rituales es evidente en las hostilidades que con frecuen­
"comprometido" o "separado". cia se desencadenan entre los ex cónyuges sobre la concurrencia y parti­
Cuando las parejas ejecutan este ritual se hace mucho más clara la cipación en determinados rituales. A1 mismo tiempo, la pérdi<:fa del
orientación para la pareja y la terapia. Por ejemplo, los part::icipan es matrimonio o de la relación de pareja y la pérdida frecuente de las rela
pueden decir que han decidido, después de habers compromeb o serta­ clones con parientes políticos y amigos con frecuencia se vive en forma
mente con la opción de la separación, permanecer Juntos, trabajar sobre muyintensa en los momentos que se celebran esos rituales. Una terapia
los problemas que tienen y descartar la amenaza de la s paración. eficaz para parejas que se separan o se divorcian debe pasar por un pe­
Otras parejas describen que, después de haber probado sene.mente la ríodo en el que se analicen y se anticipen estos rituales normativos. Al
opción de pennanecer juntos, finalmente pudieron decidir que se sepa­
rarían y eligen utilizar la terapia para ese fin. También existen ras
parejas en las que el programa oculto de uno de los cónyuges, de util ar
la terapia para facilitar la separación, finalmente se po e al descub1e;­
l
¡_
normalizar la experiencia de pérdida y enojo que con frecuencia acom­
paña estos rituales, las parejas pueden llegar a ser capaces de abando­
nar las recriminaciones y elaborar nuevos modelos rituales.

to. Cuando las parejas no quieren llevar a cabo este ntual, la terapta ¡,

160 161
Rituales terapéuticos en la separacWn y el divorcio

En nuestra cultura no existen rituales comunes para la separación


y el divorcio. La relación matrimonial, que tiene un ritual de comienzo,
no tiene ritual de finalización.
Cuando las parejas separadas o divorciadas vienen juntas a la
Tí cómoda idea de que Brent, en efecto, ya había tomado su decisión de irse
y veía a la terapia sólo para tranquilizar a Candice, pero mis intentos
para aclarar esta situación fueron infructuosos. Continué sobre la base
de la definición que ellos mismos hadan de la terapia y que era "'descu­
brir si podían salvar su matrimonio". Entre la segunda y la tercera se­
sión, Brent se fue y le dejó a Candice una nota en la que se lo comunica­
terapia para trabajar los problemas y llegar a acuerdos sobre los ali­ ba. En la. terce a sesión an':1nció que el matrimonio había terminado y
mentos, tenencia de los hijos y visitas y relac ones con los parientes po­ que también deJaba la terapia, ya que en este moment.o no le parecía ne­
líticos puede resultar útil un ritual terapéutico en el que queden docu. cesaria. También le dijo a Candice que había conocido a otra mujer y que
ment;dos esos arreglos. En este caso el terapeuta puede funcionar como le gustaría C?nseguir el divorcio 1o antes posible". Can dice me. preguntó
testigo de la firma del documento. Del mismo modo, al cabo de algún si podía continuar con una terapia individual y acepté.
proceso de mediación para el divorcio, se les pide a las parejas que fir­ Nuestro trabajo s·e concentró primero en dar apoyo a Candice en
men documentos de un modo que queden ritualizados los acuerdos a los los co ienzos de I! separación. Estaba hondamente preocupada por una
que se llegó. sensac1ó de pérdida, no sólo de su matrimonio y de las esperanzas de
En raros casos ambos miembros de la pareja que se divorcia pue­ compartir su futuro con Brent, sino también de la familia de él y de los
den venir juntos a la terapia para tratar aspectos particularmente dolo­ amigos comunes. La metáfora principal de sus preocupaciones se cen­
rosos de la separación. En estas parejas habitualmente se han superado traba en la casa. Ella y Brent la había comprado tres años antes con
las cuestiones de recriminación y culpa. En tales circunstancias el tera­ l mucha alegria Y esperanzas. Muy poco antes de la separación, estaban
peuta puede ayudar a la pareja a diseñar un ritual de divorcio que per­ l
pensando decorar una habitación para un niño. Me dijo que esa casa ha-
1 mita captar las dualidades de la situación: la tristeza por lo que se ha il bía sido un centro de actividad para ambas familias extensas y para los
perdido y la afirmación de una nueva vida para cada uno. Puesto QUE.
los problemas de divorcio de cada pareja son únicos y singulares, y
puesto que es decisivo dotar a estas parejas de una nueva sensación de
dominio sobre sus vidas, es importante que el terapeuta no les imponga
un ritual sino que invente uno con el1os.
¡1
amigos. Habían creado un ritual que consistía en reunirse una vez por
mes para cenar con todos 1os parientes políticos y frecuentemente ve­
nían amigos. Puesto Que ambas familias políticas estaban compuestas
por ente de_edad, las celebraciones del Día de Acción de Gracias y de
Nav1da_d ha i':n pasado a esta casa. Desde la partida de Brent, Candice
Después de una separación o divorcio, muchas personas concurren no babia rec1b1do a nadie. No se sentía segura de invitar a la gente y es­
a la terapia individualmente para tratar los problemas de la ruptura. t taba aterrada ante la posibilidad de perder sus apoyos sociales. Dijo que
Aunque se trate de una terapia individual, los problemas son casi siem­ la c sa era "su soledad y sus recuerdos". También comentó que era de­
pre de pareja, o bien el paso de haber formado parte de una pareja a en.. masiado pronto para pensar en venderla ya que sentía que eran dema-
contrarse solo. Los rituales terapéuticos resultan útiles en este proceso. siados cambios por el momento. '
Tales rituales habitualmente implican la curación; sin embargo, tam­ Pasamos una sesión analizando los modos en que podía dar nueva
bién pueden incluir otros motivos rituales, como la pertenencia, la iden­
tidad y la celebración. 1 da a 1a casa, Y hacerle ciertas modificaciones que pudieran ser expre­
s ón de su nueva vida sin pareja. Decidió que el primer paso era cam­
biar aJgunos muebles. Brent quería llevarse buena parte del mobiliario
Y pudieron hacer un trato que a ella le permitiera comprar algunas co­
Ejemplo de un caso. Una fiesta para refrescar la casa
r 1
sas nuevas. No invit.ó a nadie para que viera esos cambios. Sus propios
padres hablaban continuamente de visitarla, pero Candice se excusaba
1 Brent y Candice Meyers, de 30 y 29 años respectivamente, vinieron ¡ sie?J.pre e iba ell avisitarlos. Dejó de lado algunos elementos recorda­
a la terapia de pareja un mes después de que Brent le anunciara a Can­ tonos de la rel'.1c1on que la ponían particularmente triste. Dijo que toda­
dice que "no sabía si quería seguir casado". La pareja había estado casa­
da durante 6 años y estaban considerando la posibilidad de tener su pd­ ''' via no e taba hsta para desprenderse de ellos, pero que no quería verlos
tod elti mpo..Con el tiempo, muchos de los amigos, que al principio se
mer hijo cuando se produjo esta crisis. En la primera sesión, Brent di :o hab1an d1stancrado, la llamaban para encontrarse, pero ella iba a visi­
que ya no se sentía atraído por Candice y no se sentía seguro de la rela­
ción entre ambos. Dijo que ésos habían sido sus sentimientos desde hacía 1 tarlos o s e?contraban en restaurantes, y no en su casa. Dijo que el
hect;io de i_nv1 rlos a su casa y agasajarlos ella sola de alguna manera
un añodesolada
estaba pero quey no había
dijo que comentado nada de
no había tenido esto hasta
ninguna ahora.
noticia acercaCandice
de fos daría
sentíaelcomo
d1vorc10 por raro
"un tipo hechodeyprisionero"
que esto la en
aterrorizaba. Comentó
su propia casa que"No
y aclaró: se

sentimientos de él hasta hacía dos semanas. Como terapeuta, tuve la in-


162
1 estoy encerrada, pero los demás me cierran la puerta".

163
En este punto }e pregunté a Candice si quería comprar una cerra­ les normativos, y en el que cada habitación de la casa se eligió como lu­
dura nueva para }a puerta de su casa. Me miró inquisitivamente pero gar para reflexionar, hizo posible el duelo, la expresión del enojo y el re­
aceptó. Entonces le pedí que comprara la cerrad11;ra pero.que todavía no descubrimiento de su sentido del humor. Entonces Candice diseñó su
la inst.alara. Le solicité que la trajera a la prónma es1ón. En. es se­ prl?pio ritual de divorcio en la fiesta para refrescar la casa, con el que
sión, le pedí que destinara una hora por día para considera! la sigwente anunciaba su nueva identidad, profundizaba el proceso de curación y
pregunta: "'¿Cómo sería colocar esta cerradura n?-eva ? m1 pu.erta?-;; ce­ expresaba su derecho a hacer celebraciones.
rradura conla que puedo abrirles la puerta a nufannha Y anngos. Por
último, puesto t¡ue toda la casa se había convertido en la "prisión" de
Candice, le pedí que esta hora para pensar se la tomara cada vezen una Conclusiones
habitación diferente. .
Cuando volvió, me dijo que los primeros tres días habían,,sido muy Losproblemas de pareja se presentan muy bien para el examen de
tristes. Cada vez que pensaba en "poner wia_cerradura nueva para po­ rituales normativos y para la CTeación de rituales terapéuticos. Las con­
der abrirles la puerta a la familia y a los armgos, lloraba al recordar to­ versaciones en la terapia sobre los rituales normativos en las relaciones
dos los buenos momentos pasados. Al cuarto día se dio cue ta dequese \ a·e pareja facilita la apreciación de los modelos cotidianos, el camino del
sentía muyenojada Era la primera vez que hablaba de enoJo por la con­ ciclo vital, los problemas de vergüenza y los vínculos y forcejeos con la
ducta de Brenl Alquinto día se le ocurrió una_id a. Decidió _l acer una familia extensa de cualquier pareja. Los rituales que se producen natu­
"fiesta pare refrescar la casa" en la cual anun !ana a la fBIIllha Y.a los ralmente en la vida de las parejas, junto con el ciclo vital y la perspecti­
amigos su nueva vida y su nueva situación. D1JO que la gente habitual­ va étnica, le proveen wia orientación a cada miembro de la pareja y
mente hada "fiestas pera calentar la casa'" cuando se mudaban a un también al terapeuta para el diseño de los rituales terapéuticos. Los ri­
nuevo hogar, y había decidido que con un.a "fiesta para refrescar la casa" tuales descritos anteriormente señalan wi proceso en el cual la pareja o
se podía marcar su divorcio con wi poqwto de h1;1mor. La hora ? l sexto el individuo con problemas de pareja y el terapeuta trabajan.juntos para
día la pasó diseñando wia invitación para enVJarla a la farmha Y los revitalizar rituales existentes, reelaborar rituales insatisfactorios o per­
amigos. Una parte de la invitación deda: "'Po favor traigan regalos ade­ mitir la aparición de nuevos rituales.
cuados para la encantadora casa de wia muJer sola... tengo que re? ­
plazar los artkulos de'ella y él'.". El último día antes de nuestra ses10n,
había hecho colocar la cerradura nueva en la puerta.
Después de la fiesta para refrescar la casa, Can.dice volvió a invi­ Nota
tar a su casa a la familia y a los amigos.

1 Quiero expre:iar mi recaooeimiento a Karine Rietjeos, M. S. W., en !& Univer5id,,.d


de Calgary, Prograwa de Terapia Familiar, por plantearles a las parejaB la opción de "deci­
Análisis del ritual dir ru:, decidir'.
Trabajé con Candice durante·tres m!ses antes_ de q?e se apareciera
con la encantadora idea para su propio ntual de_ divorcio, 1 fiesta pa1:9
refrescar la casa. En muchas de sus conversaCiones conmigo aparec1a
un esquema de retener y liberarse que es común en.el proceso de a­
Bibliografía

ción. El problema principal sobre si invitar a los.armgos y a fam1ha a
su casa era un indicador del cambio que se reqwere en los ntuales nor­ Barr, D. (1988): Comunicación personal, "La.rada Legal Defense", Nueva York,
mativos después de un divorcio. Candice sentía.que continuar con los Nueva York.
antiguos rituales, sin Brent, le resultaba excesivamente doloroso. Su Roth, S. (1985): a'_Fsychotherapy with lesbian couples: Individual issues, female
primera solución, utilizada frecuentamente p_or persona _que sufren socialiuüion, and the social context", Journal of Marital ami Family
una gran pérdida, fue abandonar del todo lo ntuales fanuli res. Como Therapy, 11 (3), 273-286.
Qcurre con frecuencia, este abandono de los.ntuales la puso igualmente Selvini Palazzoli, M.; Boacolo, L.; Cecchin, G. y Prata, G. (1978): "'A ritualized
triste, le recordaba constantemente su pérdida, y subrayaba Y exacerba­ prescription in family t.herapy: odd days and even days", Journal of
ba su soledad. Marriage and Family CounJJeling, 4 (3), 3-9.
El ritual en casa utilizando la cerradura nueva como símbolo de la
nueva identidad posible de Candice como persona sola con nuevos ritua-

164 165
. re
/ '

5 ¿Qué es un ritn.a.l?

Nuestra definición del ritual es funcional y deriva de una cantidad


Magia inútativa y contagiosa en el de fuentes (Hoorwitz, 1978; Jilek, 1982; O'Connor y Hoorwitz, 1984; Pa­
la.zzoli, 1986). Para nuestros propósitos, un ritual es una secuencia es­
uso terapéutico de rituales conniños 1 pecífica de aetos que supone que puntúan o promueven un cambio en la
! vida de un individuo, una familia o un grupo social. En los ritos tera­
péuticos que construimos nosotros, un ritual también tiene un comienzo
John J. O'Connor claro, una estructura y una secuencia de acciones organizadas alrededor
Aaron Noah Hoorwitz 1 de wt motivo; además a menudo se lo ejecuta repetidamente. Puede se­
ñalar el final de una etapa de la vida y el comienzo de la siguiente, o
puede producir un cambio, como la resolución de un problema o la cura­
Había una vez un médico famoso que para curar verrugas eneen- ción de una herida. En la terapia nosinteresan los dos tipos de rituales.
día un aparato impresionante y pintaba las _verrugas de. un color vivo. El primero, que de algún modo puntúa una histeria, puede ser uti­
La máquina y la pintura eran irrele':" tes pa:a la curac1?n,. excepto e:ft lizado a veces para modificar la concepción del mundo o realidad de la
la medida en que ayudaban a constitwr un ntual terapeutico. Las sa­ familia, así como el bar mitzvah puede cambiar la concepción que tiene
bias abuelas usaban la misma artimaña en un tipo semejan deri m:il la familia de la hija o el hijo. Esta concepción modificada puede enton­
de curación cuando eliminaban el dolor de un golpe en la rodilla hacrerc­ ces facilitar conduct.as e interacciones que ayudan a la familia a tras­
do que el niño diera seis eltas, contar hast.a diez y luego le e ZCf1· cender una et.apa concret.a de la vida. El segundo tipo consiste en un
banla otra rodilla. Los eJemplos son innumerables, sean exoticos o conjunto prescrito de actos que se supone pueden producir un cambio en
mundanos, ya se los saque de las prácticas cham.ánicas y. culturales algún problema. Ya que éstos son los que utilizamos comúnmente
observadas por los antropólogos en otr3:s cult°;r s, o de los ntuales fo -- en nuestro trabajo terapéutico y los que nos proponemos ilustrar en este
males e informales que existen en la vida cotidiana en nuestra propia capítulo, nuestro análisis se concentrará en este último tipo.
cultura. Un ingrediente decisivo en el ritual es la creencia de que efectiva­
El propósito de este capítulo es el de describir de qu modo los .ri­ mente producirá un cambio o mantendrá un status quo deseado. Un
tuales pueden utili,;arse con buenos resultados en el trabaJo terapéutico ejemplo de-esto último es una cena de familia el domingo, que mantiene
con niños. Se presentarán cuatro ejemplos de casos* para ilustrar un ti­ las creencias, valores y la cohesión de la familia La creencia en el ritual
po particular de ritual en el que se utilizan _princip os de la m a i°;lita­ aumenta cuando el conjunto de actos que constituyen el ritual tiene sen­
tiva y contagiosa. En los rituales de este tipo, ubhzamos una reahdad tido dentro de la lógica o sistema de creencias del niño, la familia o la
mágica" y tomamos elementos d l campo de la antropología para ob!e· cultura. Cuando los rituales se arman con los niños y sus familias, la
ner indicios y ejemplos sobre el ntual Dependemos del campo de la hip­ creencia en el cambio aumenta de varios modos. Primero, es esencial
nosis como ayuda para orientar la habilidad de la intervenciones y utilizar la concepción del mundo del niño y los modos de pensar caracte­
para conceptualizar por qué los rituales.pareC?n cionar cuando lo ha­
cen. Además utilizamos la teoría y la investigación sobre el desarrollo
1 rísticos de la etapa de desarrollo infantil. Segundo, la creencia en el
cambio aumenta si hay un consenso social de que el conjunto de actos es
cognitivo par'a entender la lógica que emplea el niño y por qué el e pleo ! eficaz. Específicamente esto se refiere a un consenso entre la familia y
de rituales resulta particularmente adecuado con él. Antes de continuar el terapeuta sobre la realidad de la creencia. Por añadidura la creencia
con el análisis de estos temas, es importante articular nuestra compren­ también
quien losaumenta por pedido
padres han la autoridad del
ayuda. Alterapeuta
terapeuta como una un
se le paga persona a
honora­
sión del ritual y los aspectos que a nuestro entender son responsables
/
del cambio terapéutico. 1 rio, tiene diplomas colgados en la pared, tiene autorización legal para
1 ejercer, est.ablece una rutina de entrevistas, etc., todo lo cual aument.a
su autoridad y la creencia en sus recomendaciones. Del mismo modo, en
otras culturas el chamán o los curanderos y curanderas extraen su auto­
ridad de un consenso social, reforzado a lo largo de las generaciones.
1
• LoB autores quieren agradecer a Linda Ford., ACSW, de los Servi.cioB Unificadoti, su
aporte 00010 terapeuta en uno de loB casoB.
¡ Los chamanes se comportan de un modo prescrito y utilizan ciertos obje­
tos para aumentar la creencia en su eficacia.
Otra característica del ritual es que comunica un mensaje sobre el
proceso de cambio que es idéntico al mensaje hipnótico (Hoorwitz,

166 167
·
if
1987). El mensaje es el siguiente: si se ejecuta un conjunto de actos r y confusión. En la medida en que existe este elemento de incomprensibi­
prescritos, entonces se logrará un efecto deseado o urativo. La relación
entre el conjunto prescrito de actos y el efecto curativo supone un víncu­ i
1
lidad, la atención se aparta del problema de determinar si la causa pre­
sunta·(es decir, el ritual) producirá el efecto buscado. En otras palabras,
lo causal muy cuestionable dentro de la lógica proposicional o aristoté­ la impenetrabilidad distrae del problema de saber si el ritual efectiva­
lica. 1l' mente contiene un ingrediente eficaz. Es una ironía que los rituales ten-
Este vínculo causal dudoso aparece en cualquier sugerencia que gan más probabilidades de ser eficaces cuando son incomprensibles y
adopte la forma siguiente: "Si cuenta hasta 10 muy lentamente mien­ cuando al mismo tiempo poseen un aspecto preponderante de validez.
tras seconcentra en el aire que entra y sale de sus pulmones, va a notar A partir de la bibliografia sobre hipnosis, podemos ver que la ca­
que sus párpados se ponen más pesados". Contar hasta diez lentamente racterística de incomprensibilidad cumple la función de potencializar
mientras uno se concenb'a en la respiración, por sí mismo no es algo que las expectativas conscientes. Es decir, inmoviliza los conjuntos-de estra­
cause el efecto hipnótico. Se presume que causa el efecto hipnótico; esta tegias y expectativas conscientes de una persona para negociar las de­
presunción, contenida en el lenguaje de ª.sugestión h pnótica, ?s la ue mandas de la realidad, de un modo tal que la persona queda en condi­
facilita el efecto. Contar hasta 10 y parlmpar en un ntual son idénticos ciones de recibir la influencia de las sugestiones. Es importante apartar
en el sentido que constituyen una causa presunta de un efecto terapéu­ 1á atención de estas estrategias usuales, o despotencializarlas, porque
tico buscado. Aun más que los adultos, los niños utilizan conceptos de podrían llevar al eKamen consciente y crítico del dudoso vínculo causal
causa y efecto que los hacen muy suscep ibles a la "lógica" e Wl'.1 s g s­ entre una causa presunta y un efecto buscado. La distracción deja a la
tión hipnótica. El vínculo causal contemdo en toda sugestión h1pnotica persona más abierta a las sugestiones implícitas de que se producirá el
no es tan dudoso para losniños como para los adultos. Como se mdaga­ cambio y le da tiempo para que los procesos cognitivos, autónomos y
rá rilás adelante, los niños piensan de un modo precientífico sobre el otros procesos internos respondan a la sugerencia de cambio. Por lo
mundo y habitualmente mantienen estos modos de pensar sobre sus general a los niños se los aparta másfácilmente de sus soluciones habi­
problemas mucho después de que sus estilos y estructuras cognitivas se tuales que a los adultos y habitualmente están más dispuestes a acep­
asemejan estrechamente al pens miento del adulto. , tar las sugerencias del terapeuta. La característica de incomprensibili­
Otra característica de los ntuales es que suelen contener metáfo­ dad, además de cumplir una función de distracción, también puede
ras y símbolos que representan o se refierer,t a aco_ntecimientos, acciones conferir un aire de misterio que suscita reverencia y respeto, lo cual, a
y objetos que no están presentes de modo mmediate. En su forma más su vez, puede facilitar la creencia en la eficacia del ritual.
simple, un ritual está destinado a causar algún efecto y, al hacerlo, s.e En suma, éstas son las características que consideramos decisivas
supone que comparte cierta identidad con ese efecto. Por lo tanto, los1;- para definir y comprender los rituales de curación. Se las puede aplicar
tuales son intrinsecamente metafóricos de alguna otra cosa, o analógi­ con adultos también, aunque nuestro análisis se ha concent,ado princi­
cos. En las formas más complejas de los rituales, cada aspecto de todo palmente en los niños. Pero existe un factor por el cual la modalidad de
acte en una secuencia ritual se carga de símbolos potentes y redundan­ los rituales resulta particularmente adecuada para niños, y que se refie­
tes referidos a diversos aspectos de la historia, valores y concepci_ón del re a las etapas singulares del desarrollo cognitivo del niño.
mundo de una persona o de una cultora (Tumer, 1969). Cuando l?s
símbolos son suficientemente numerosos y redundantes, la resonancia
simbólica del ritual sirve para validar y perpetuar esa historia Y concep­ El pensamiento ínfantíl
ción del mundo.
éuando se usan rituales con las familias, es importante emplear Los niños fabrican rituales naturalmente en los juegos, pasatiem­
secuencias de acciones y objetos que se refieran simbólicamente a ele­ pos y en las rutinas cotidianas. En el caso de los niños, los rituales son
mentos significativos para sus miembros. El propósito de la interven­ tranquilizadores y curativos. Alivian la angustia y proporcionan una
ción puede ser impedir las interaccione h bituales .que perpetúan el sensación de dominio en un mundo duro e imcomprensible. La predispo­
problema, pero esto sólo puede lograrse s1 la mterve c_1ón está mt ada sición de los niños al uso de rituales puede explicarse por el hecho de
dentro de los valores y concepción del mundo del nmo o la familia, de qne tienen mayor acceso qne los adultes a las formas de lógica más pri­
modo que refuerce los puntos fuertes de la familia. . / mitivas.
Los rituales también pueden estar reforzados po""f,:-ifflo grado de Sólo en la adolescencia desarrollaremos lo que Piaget e Inhelder
incomprensibilidad (Hoorwitz, 1987; O'Connor y Hoorwitz, 1984). Esta (1969) describen como pensamiento operacional formal, la lógica propo­
impenetrabilidad simplemente p ede reflejar y o cµrecer el exo ntre sicional formal que utilizamos como adultos. Muchas de estas formas de
el ritu.al y el efecto buscado. Los ntuales son ás mcomprens1bles_s1 so.n lógica aparecen durante la etapa del pensamiento operacional concreto
exóticos, si manejan procedimientos impredecibles o engendran m1steno (aproximadamente desde los 7 a los 12 años}, pero sólo pueden emplear-

168 169
se con objetos que están presentes fisicamente. La etapa más caracteri­ Cuando entran en la etapa del pensamiento operacional concreto,
zada por el pensamiento mágico y la predilección por el ritual es la que los niños desarrollan mayores capacidades cognitivas para enfrentarse
Piaget describe como el pensamiento preoperacional, que se observa tí- con·el mundo y para defenderse de la angustia. Estas nuevas capacida­
picamente entre los 2 y los 7 afios. des las ejercitan haciendo cosas, coleccionando cosas, contando cosas y
A lo largo de est.as etapas de desarrollo, los niños avanzan desde el haciendo muchas otras cosas que tienen el aspecto de actividad compul­
razonamiento mágico y animista hacia un enfoque más científico. Hasta
!'
siva. Es natural que a esta edad se desarrollen obsesiones, compulsio­
cierto punto, la historia del pensamiento científico queda recapitulada en nes y angustias idiosincráticas que reflejan secuencias repetidas de pen­
la epistemología y ontología característica de cada et.apa del esarrollo, samiento o acción. La compulsión y la repetición, combinadas con un
ya que los niños permanentemente cambian sus concepciones del mundo. poquito de pensamiento mágico, es todo Jo que se necesita para la crea­
Los niños son cosmólogos en miniatura, que inventan y reinventan el ción de un ritual que pueda anular todo lo que el niño tome. Los niños
universo, hasta que su concepción del mundo llega a ser la que nosotros arman rituales para jugar, para alejar el peligro, para verificar creen­
como adultos acept.amos como la realidad validada por el consenso. Sin cias y para poner a prueba los límites de su poder y su impotencia.
embargo, un residuo del pensamiento supersticioso de et.apas anteriore Por ejemplo: "Llevarme el osito conmigo a la cama me protegerá de
queda inclusive en los adultos. En los momentos de tensión y de conmo-· tener malos sueños o de que venga un monstruo a la noche". "Si conten­
ción emocional los niños de cualquier edad, e inclusive los adultos, pue-, go la respiración un tiempo suficiente en medio de-Jos truenos, mis pa­
den regresar U:mporariamente a algunos aspectos del pensamiento preo.. dres estarán seguros. Si no puedo contenerla, respiro rápido tres veces y

1
peracional. Sin embargo, puesto que este tipo de pensamiento está tan
alejado
El de nuestras formas
pensamiento adultas de
preoperacional se razonamiento,
caracteriza porlos
el adultos pueden
razonamiento ¡ est.arán a salvo". "Estaré a salvo si confieso mis pecados en forma ritual
y recito tres plegarias seguidas". Sean los rituales formales o informa­
venganza, retribución y la anulación de actos o sentimientos vengativos.
considerarse como extraterrestres cognitivos en su intento por compren-­ les, colectivos o individuales, a menudo reflejan y organizan los motiv.os
der los modos de pensar del niño en esta et.apa del desarrollo. infantiles de pérdida, agravio, poder, preocupaciones sociales, juego,
sincrético, que significa que el niño cree que existe a conexión causal En los rituales también se emplean a menudo objetos mediadores,
entre dosacontecimientos en virtud de que aparecen Juntos o en una se-­ es decir, una experiencia u objeto que les recuerde un padre ausente y
cuenda. Por ejemplo, una niña podría creer que Dios le hizo golpearse por medio de ello le aporte tranquilidad. Un buen ejemplo podría ser
la rodilla porque no se puso la chaqueta como le indicó su madre. En es­ 1 cuando un niño canta una canción que su madre le canta durante la no­
ta et.apa el pensamiento t.ambién es animist.a, por ejemplo creE¡ir que la che en el momento en el que ella no puede estar con él. La relación del
luna est.á viva porque a uno lo sigue cuando camina. Como dioses, los
niños dan vida a los objetos inanimados y se constituyen en el centro del
universo. El pensamiento mágico también es característico de esta eta­
pa. En la mente de los niños, un pensamiento es equivalente a un
¡ niño con una manta o con un osito puede reemplazar metafóricamente
la relación con uno de los padres que está ausente. El desarrollo de ri­
tuales que incorporan objetos mediadores ayuda a los niños a sentirse
mástranquilos, recuperar el control, a ser activos y no pasivos y a ejecu­
hecho. Es decir, si en medio del enojo llegan a desear que uno de los pa­ tar acciones que disminuyen el desamparo y la impotencia.
dres muera, entonces sienten como si efectivamente hubieran realizado En resumen, los rituales son particularmente adecuados para los
el acto y pueden sentirse tan culpables como si realmente hubieran in­ niños porque la secuencia repetitiva propia de muchos rituales les per
tentado el asesinato. Esta confusión entre realidad interna y externa mite poner en juego los mecanismos compulsivos de dominio tan fre­
podría provocar que el pensamiento de un niño de 4 años pareciera cuentemente utilizados por los niños. Y lo que es más importante, los
psicótico en el cuerpo de un adulto. niños están predispuestos a acept.ar la validez de un ritual. Tienen me­
Por lo tanto es muy fácil ver de qué modo el ritual ágico es una nos tendencia que los adultos a cuestionar el dudoso vínculo causal
expresión natural de pensamiento preoperacional. Cu o un niño de­ t¡ entre una causa presunta (es decir, el ritual) y el efecto busciido. En la
1 sea la muerte de su madre y teme que como resultado de su deseo ti medida en que el niño piensa con una lógica sincrética, o recurre a ella,
acontecimiento pueda ocurrir, es lógico que el niño invent un ritual pa­ no tiene ninguna duda sobre la conexión causal.
í
¡
ra deshacer el acontecimiento, por ejemplo fingir hacer re citar a una
muñeca a la que ha "matado". Como puede observarse, los niños de esta
edad oscilan entre un sentimiento de omnipotencia y una sensación de Magia imitativa y contagiosa
fragilidad. Sólo con el tiempo y a través de una permanente verificación
de las creencias y la realimentación proveniente del mundo, los niños
aprenden gradualmente que no son tan poderosos como desearían ni ta'l
' Los rituales de magia imitativa (Frazer, 1959) utilizan la ley de se
mejanza o "lo semejante produce lo semejante". El supuesto es que se
frágiles como temen. puede producir un efecto si se lo imita anticipadamente en forma meta-

170
l
l
171

Ji.
fórica o simbólica. Por ejemplo, algunas culturas sostienen la creencia
'F problemas infantiles
colectiva de que se puede afectar a una persona si se daña su imagen o f
efigie. Se puede facilitar el nacimiento sí se arrojan piedras o muñecos
desde la zona genital de una mujer. Para ablandar el corazón de una
persona, derretir una imagen de cera. Para resolver problemas :onyuga­
¡ Cuando los niños tienen problemas, en general son de dos tipos: 1)
la relación o participación de la familia en el problema, se trate de un
miedo, obsesión, compulsión o dolor, y 2) el conflicto. o relación del nido
les, atar juntas dos imágenes con el hilo del cinturón de la mujer. Para con el problema. El primero se refiere a las acciones que lleva a cabo la
curar la ictericia arrojar objetos amarillos. familia para enfocar el problema y las respuestas del niño ante éstas.
El principio del contagio contiene el supuesto de que las cosas que Habitualmente se produCen secuencias repetitivas de interacción con
han estado en contacto continúan actuando una sobre la otra. Las pro­ las cuales los padres intent.an ayudar al niño pero fracasan. Pqr ejem­
piedades de un objeto se trasladan a otro. Por ejemplo, a un iniciado in­ plo, un niño desarrolla una fobia en cuanto a dejar de respirar pensando
dio se lo golpea con un bastón lleno de "poder" en una ceremonia de la que, si deja. de pensar en la respiración, en realidad puede dejar de res­
danza de los espíritus y entonces un poder lo posee (Jilek, 1982). En la pirar. El nifi.o recurre al padre, que entonces tranquiliza al niño pero in·
búsqueda de un espíritu, un iniciado es visitado por una visió desutó- fructuosamente. El padre se esfuerza más y el niño encuentra alivio
tem unespíritu con forma de animal del cual derivan las cuahdades ca­ temporario, lo cual refuerza la solución encontrada por el padre de darle
ract'erísticas de ese animal. Un niño tiene una pata de conejo y el objeto seguridades. El temor del niño reaparece y el padre trata de tranquili­
le transmite "suert.e". zarlo y no lo logra. De este modo la familia puede llegar a quedar orga­
A1 examinar estos dos principios, puede verse que ambos son ca­ ni1:ada alrededor del problema.
racterísticas o conceptos que conectan acontecimientos, objetos o accio­ En situaciones de este tipo, las soluciones de los padres para ma­
nes. No son conexiones "causales" de un modo formal, pero puesto que nejar el problema con frecuencia sirven para mantenerlo (Fisch, Weak­
pueden utilizarse para categorizar, organizar o relacionar acontecimien­ land y Segal, 1982; Watzlawick, Weakland y Fisch, 1974). Esta es la
tos es muy fácil ver por qué podrían percibirse como causales desde una concepción "estratégica" desarrollada por el equipo de investigación del
pe;spectiva infantil. Son un modo de establecer identidad entre aconte­ Instituto de Investigación Mental de Palo Alto. También son posibles
cimientos. otras concepciones compatibles. Por ejemplo, la situación problemát:ica
Para nosotros, la significación de estos principios reside en que también puede considerarse en términos "estructurales" como incon­
ayuden a dictar la elección de objetos o acciones en un ritual. A1 onec­ gruencia jerárquica (Madanes, 1981), en la cual los padres, quienes co­
tar objetos, acciones o acontecimientos separados, ap lan a un,tipo de rrientemente desempellan roles superiores de protectores de los niños,
razonamiento infantil y ayudan a producir una sensación de vahdez del se encuentran en la posición incongruente de sentirse desamparados y
ritual. no poder influir en un problema importante. Es típico que los terapeu­
Cuando se utilizan estos principios para orientar el proceso de ela­ tas estratégicos, estructurales o que practiquen otro tipo de terapia
borar rituales curativos para los niños y las familias, se pueden comen­ familiar ayuden a la familia a superar esa impasse modificando la es­
zar a generar ciertas posibilidades. Un niño ímido e insegu o podría c?· tructura de las relaciones familiares o tratando de interrumpir las se­
mer el cereal preferido de su padre, ser semejante a su padr , comp_artu cuencias de interacción. Un enfoque común seria darles alguna tarea
su fuerza, coraje y confianza. A una niñita que sufre l?ºr la u encrn de quepermita bloquear las soluciones de los padres que mantienen el pro­
su padre se le podría dar un anillo que él usó, como obJeto me dor que blema.
alivia·la angustia de la separación trayendo metafóricamente la pre en­ Lo que a veces se deja de lado en el tratamiento familiar es la con­
cia del padre. Un niño con dolor de cabeza puede trasladar la dolencia a sideración de la relación del niño con el problema. Los niños pueden ha­
uÍl animalito de felpa al tocarse la frente con el objeto. Una niña queoye cer grandes esfuerzos para estar en condiciones de enfrenta.r sus miedos
voces puede estrujar a una muñequita y trasladar las voces desde ella a o evitar sus síntomas, pero estas medidas frecuentemente fracasan e in­
1
la muñeca, y así sucesivamente. clusive pueden llegar a mantener el problema. El resultado es que los
El tipo de intervención que estamos describiendo puede aparecer niños piensan que no han hecho los esfuez:os suficientes para resolver
en la superficie como engañosamente simplista. Esto se debe a que nos f sus problemas pero al mismo tiempo sienten que éstos los derrotan y los
referimos a lo que puede considerarse un tipo o forma de ritual cuyo uso
se asemeja muchísimo para gran cantidad de problemas. De nii?-g,.ma
i
1
tiranizan irremediablemente. La relación del niño con el problema es un
forcejeo continuo con un conflicto doloroso.
manera pretendemos minimizar la complejidad de los problemas mfan­ A veces los clínicos elaboran intervenciones que permitan enfocar
tiles y los modos complejos en que se anudan las interacciones familia­ simultáneamente la relación de la familia con el problema y también la
res en esos casos. del niño. Magníficas condensaciones de este tipo a veces toman la forma
de rituales familiares, pero no es necesario que una terapia eficaz siem-

172 173
pre mate dos pájaros con un solo tiro. Con.frecuencia: las instru.cciones madre de Matt no dormía con él o le impedía quedarse en la habitación
a los padres sobre cómo modificar las soluc10nes que sirven para mante­ de ella, entonces Matt terminaba en el suelo de la habitación de su her­
ner el problema resultan útiles al combinárselas con la recomendación mano mayor, que tenía 11 años.
de un ritual que el niño puede utilizar para modificar su relación con el El padre de Matt había vuelto recientemente a la casa después de
problema una internación de seis meses por complicaciones secundarias de una
La representación de rituales cumple una cantidad de objetivos. Se esclerosis mútiple. Se había debilitado mucho ñsica y mentalmente, y la
bloquean las soluciones qlle mantienen el problema utilizadas por el ni­ rutina de la familia est.aba concentrada en su cuidado. Inclusive todas
ño éste pasa de la posición pasiva de víctima a la activa de participant.e las comidas familiares se hacían alrededor de su cama. La madre era
en'la resolución del problema, y se apart.a al niíio de los conocimiento y enfermera y había inst.alado un hospital casero para el padre en la sala
sentimientos habituales conectados con la lucha por superar el proble­ de estar familiar. El padre padecía una debilidad orgánica con niveles
ma que a veces t.ambién suele servir para mantener el forcejeo. El nillo fluctuantes de conciencia. El cuidado del padre requería bastante dedi­
est blece una relación con el ritual que modifica su relación con el p:ro­ cación y la madre había establecido un programa para proporcionarle la
blema: ya no lucha con él, el problema queda atrás y ya noocupa total­ atención necesaria y al mismo tiempo cuidar a sus dos hijos. Ella misma
mente el centro de atención. se había quedado en último lugar y a menudo caía en la cama rendida,
El terapeuta no le pide al niño que haga má: esfuerzo o que pie_nse pero no podía descansar lo suficiente debido al problema de Matt.
correctamente lo cual sólo sería una recomendación para una obsesión. De la entrevista de la terapeuta con la familia surgió la hipótesis
En cambio, le ide quele haga algo a algún objeto, como oprimir,un bo­ de que los miedos de Matt se relacionaban con la enfermedad y la inva­
tón o usar una pulsera perteneciente a la madre, o trash_1.dar un sm';oma lidez del padre. Matt no podía recurrir a su padre por la noche para que
a un objeto mediador al tocarlo. Por ejemplo,"'... a medida que apnetes lo tranquilizara, sino que sólo podía acercarse a su madre que ya estaba
cada vez más fuerte el amuleto de tu madre, te vas a ir sintiendo menos exhaust.a para ayudarlo a alejar los temores que le producía un mundo
nervioso". El ritual es nuevo, misterioso y, para un niño, intuitivamente duro e incomprensible. A causa de la "demencia" del padre y del firme
lógico. deseo de la madre de que no se "molestara" al padre con ningún proble­
ma que ella tuviera con sus hijos, la terapeuta llegó a la conclusión de
que no era posible lograr la intervención del padre en la toma de deci­
Ejemplos de casos siones de la terapia. La madre también impidió que la terapeuta le
pidiera al padre algún mensaje para su hijo, que podría haber restable­
A continuación se presentan cuatro ejemplos. Cada caso ilustra el cido la jerarquías y proporcionarle a Matt un mayor sentimiento de pro­
uso del ritual que hemos descrito aquí, específicamente el uso de lama­ tección. Por lo tanto, la atención tendría que concentrarse en Matt y su
giaimitativa y contagiosa. En vez de tratar deilustrar la div rsidad que madre.
existe en el empleo del ritual, deliberadamente hemos elegtdo un col!­
junto de casos caracterizados por un grado sorprende de homqgene1-
1 En la primera sesión Matt parecía angustiado y triste. Estaba an­
sioso por resolver el problema del terror que le producía el hecho de que
dad. En cada caso se utiliza o se usa un objeto que a ivia _un problema. un monstru.o pudiera entrar en su habitación. Cuando se le pregnntó si
Nuestro propósito es mostrar que·una intervención ri al, sencialml'on­ alguna vez había visto un monstruo, contestó que había visto uno en la
te la misma en cada caso, puede utilizarse como una unón para una 1 TV. No estaba seguro sobre si su monstruo era "real" o era "parte de su
variedad de diferentes tipos de problemas. imaginación'"'. Aunque está. ambigüedad no ayudó a mitigar el terror que
Matt experimentaba todas las noches.
Hacia el final de la primera sesión, la terapeuta pidió a Matt que
Caso 1: El monstruo contra Ralph, el mapache decidiera qué noche de la semana siguiente quería pasarla en su propia
habitación. El resto de las noches podía dormir con su madre. A la ma­
Matt tenía 8 años en el momento en que se lo derivó a tratamiento. dre se le pidió que duplicara el tiempo que dedicaba a acostar a Matt.
Estaba aterrorizado por un monstruo que entraba en su habitación y es­ La madre y el hijo hicieron lo que se les solicitó y Matt pasó tres
ta conducta de temor se estaba convirtiendo en un problema cada vez horas en su habitación esa noche cantándose para dormir. Inventó le­
mayor para su madre. Durante los seis meses anteriores, se aterroriza­ tras para las canciones que decían que "era un pollito sin músculos, no
ba en el momento de irse a dormir, se quedaba dormido y luego se volvía tenía amigos y no se sentía querido". La madre estaba asustada, aunque
a despertar aterrorizado. Se despertaba gritando cinco o seis veces por fascinada, por este atisbo en el pensamiento de Matt. Con esto se sintió
noche. Cada noche o dormía en la habit.ación de su madre o ella en la de aun más impotente y frustrada, porque había hecho esfuerzos heroicos
él, y éste era el único modo de que ella pudiera descansar de noche. Si la por darle a Matt una sensación de seguridad, protección y amor.

174 175
Esa primera noche el niño dejó encendida la luz del velador y lla­ dijo que todavía le gustaba oír a su madre cuando hablaba por teléfono
:
"í'
mó a su madre varias veces, pero permaneció en su habitación. Estaba ,''
cu.ando él se iba a dormir, pero que se quedaba dormido inmediat.amen­
prevenido pero se sentía orgulloso de sí mismo por pasar una noche en t.e cada noche y no se despertaba. También levantaba pesas tres noches
su habitación aunque se castigaba a sí mismo por tener miedo. por semana. La madre y Matt también habían establecido una relación
En la se da sesión la terapeuta recomendó un ritual mágico pa­ t diferente entre ellos; por ejemplo, nriraban por TV los especiales del Na­
ra Matt. Primero le preguntó qué animalitos de felpa había en _su habi­ ' tional Geographic, en vez de dormir juntos. La madre dijo que Matt pa­
tación y se enteró de que el mapache Ralph tenía connotaciones de recía más fuerte emocionalmente y que notaba una "gran diferencia en
poder para el niño. Entonces la terapeuta le pidió a la madre que conti­ Matt". Mientras escuchaba esto, Matt estaba radiante. Entonces dijo
nuara dedicando el doble de tiempo para acostarlo y le leyera un relato que ya no tenía más miedo. Cuando le preguntamos dónde había ido el
heroico en ]a cama. Además, Matt tenía que decidir cómo quedaría orde­ monstruo, dijo que "con otros chicos". Su rendimiento escolar seguía
nada. su habitación para que él se sintiera más seguro, es decir, cómo siendo muy bueno y el entrenador escolar de fútbol había dicho que era
había que disponer los animalitos de felpa. el mejor jugador del equipo. Matt había vestido a Ralph con un conjunto
Entonces la terapeuta le dijo a Matt que el mapache Ralph podía para jugar al fútbol y lo había llevado a la escuela para mostrárselo a
ayudarlo, que Ralph era un mapache poderoso que podía quedarse con sus amigos. Por sobre todas las cosas, se estaba produciendo la adapta­
sus miedos durante la noche. La terapeuta le pidió a Matt que recorda­ ción al regreso del padre al hogar. El padre había comenzado un trata­
ra otras veces que hubiera sacudido o estrujado a Ralph, y que éste miento con un neuropsicólogo y la madre había vuelto a su trabajo.
podía llevarse cualquier cosa que el niño le diera. Le dijo que podía en­ El ca.so ejemplifica un problema muy común con los niños. Es fácil
tregarle a Ralph sus miedos del modo en que deseara, por ejemplo, pensar por qué los problemas de Matt aparecieron en ese momento: po­
apretándole el torso o el estómago, o estrechando a Ralph contra su siblemente se sentía desprotegido por un padre inválido y una medré
cuerpo y abrazándolo. La terapeuta le repitió varias eces que Ralph abrumada, por el regreso de su padre y su posición ambigua en la fami­
era un mapache muy fuerte y que podía llevarse c alquier cosa que lia, por la sensación de aislamiento de la madre y su necesidad de comu­
Matt le diera. También le comentó que, cuando estruj ra o sostuviera a nicarse con sus amigos, por la inversión jerárquica entre padre e hijo,
Ralph para darle sus miedos, Matt advertiría que se se tía menos teme­ etc. Si se buscan las funciones de un síntoma, podría decirse que el de
roso y más fuerte y que se iría quedando dormido. La te euta dijo que Matt servía para distraer a los padres respecto de la invalidez del padre
si Matt le entregaba a Ralph sus miedos de este modo, los temores desa­ o intentar que su padre y su madre se comprometieran a ser más com­
parecerían. En este punto Matt no parecía muy convencido, pero aceptó petentes de lo que Matt sentía. Matt y su madre habían quedado enre­
hacer lo que se le solicitaba. La madre asentía con la cabeza ante esas dados mutuamente y en relación con el problema. Los intentos que am­
recomendaciones. bos hacían para resolver el problema sólo servían para mantenerlo. Al
Hacia la tercera sesión, dos semanru, mas tarde, Matt había dormi­ introducir un ritual en el que la madre pudiera participar, que reempla­
do todas las noches en su habitación, con Ralph colocado en el piso junto zaba sus métodos de ayuda habitualmente ineficaces, y al introducir un
a su cama. Dijo que se despertó unas cuantas veces pero se había olvi­ ritual para Matt, que bloqueaba las soluciones que comúnmente inten
dado de sus miedos cuando oyó que su madre hablaba por teléfono con taba, la terapeuta ayudó a esta madre y su hijo a superar un impasse.
un amigo. También declaró que el ritual con Ralph no funcionaba verda­ Mediante un seguimiento telefónico, un año después nos enteramos que
deramente bien porque Ralph no estaba vivo y él todavía no estaba se­ a Matt le iba muy bien, que se sentía seguro y confiado.
guro de si el monstruo sí estaba vivo. El tratamiento de Matt ilustra un subproducto habitual del empleo
A pesar de la afirmación de Matt de que Ralph no le resultaba útil, del ritual: es decir, que los nii\os y las familias a menudo transforman y
sumadre informó qne Matt estrujaba, golpeaba y arrojaba a Ralph ca­ adaptan -el ritual para que se adecuen mejor a su concepción singular
da vez que estaba asustado. Durante esta sesión, Matt también dijo 9ne del mundo. A veces, un ritual sólo necesita una pequeña adecuación pa­
se sentía más fuerte y había comenzado a levantar pesas en su habita­ ra servirle a una determinada familia y resultar útil
ción. La madre informó que 1't'latt parecía tener más confianza en sí liris­
mo y que le iba mucho mejor en la escuela.
La terapeuta felicitó a Matt por resolver sus problemas y le dijo Caso 2: David
que pensaba que era una gran idea que levantara pesas para ponerse
más fuerte. También recomendó que Matt y su madre continuaran los David era un niño de cinco años brillante, de buena conducta, pre­
rituales del modo especificado, aun cuando Ralph no estuviera vivo. coz y enérgico hasta que se le declaró un cáncer en la médula y el cere­
En la quinta sesión, varios meses después, la madre de Matt infor­ bro. Su madre nos llamó porque se sentía deprimida y abrumada por
mó que los temores del niño "prácticamente habían desaparecido". Matt una sensación de pesadumbre. No se sentía con derecho a "cargar" a su

176 177
esposo con la inmensidad de su pena. David, que era el menor de des cabeza y eu.el cuello. David le preguntó cómo podía hacer eso Pelusa y
hermanos tenia una hermana de 7 años. La madre estaba nuevamente el terapeuta le dijo que de cualquier modo que él quisiera: tocando su
embarazada, lo que agregaba una nota conmovedora a la vida de David cabeza y cuello con Pelusa o de cualquier otro modo que él quisiese. El
y a la situación trágica de estafamilia. terapeuta repitió que Pelusa era mi animal muyfuerte y podía llevarse
En un periodo muy breve, se hizo evidente que David moriría y en su dolor. Dijo que, si David se tocaba la cabeza con Pelusa y contaba de
un plazo relativamente coi:to- El cáncer era parlicularm nte virulento. 1 a 10, cosa que sí podía hacer, se daría cuenta de que su dolor iría dis­
La mayor parte de la terapia se hacía con los padres y se mtentaba ayn­ minuyendo cada vez más. El terapeuta le pidió a David que hiciera esto
darlos a pasar .esta enorme tragedia en su vida: Se los ayudaba_ a tener ahora y el niño lo hizo. Después de hacerlo, David dijo que quería volver
compasión de sí mismos, a hacerse tiempo s c1ente para estar J ntos y a mirar TV. El terapeuta dijo "muy bien" y le recordó que en cualquier
hablar y a compartir su angustia, su enoJo y su enorme tnstezn. momento que quisiera pedirle ayuda a Pelusa para aliviar su dolor, po­
Ademá , se los ayudaba a hablarle a su hijito sobre su muerte inmi- día tocarse con Pelusa la parte del cuerpo que le doliera, contar hasta
nente. . 10yeldolor iría disminuyendo a medida que contara
La madre pidió que el terapeuta viera a David. El mño sufría El terapeuta vio a David dos meses después en su casa Según in­
grandes dolores y se quejaba débilmente cada e.z que se movía o lo mo­ formó la madre, Pelusa estaba constantemente con David. El terapeuta
vían. Estaba muy debilitado pero podía decITles a sus padres cómo advirtió que David estaba más débil y más pequeño, y sólo podía mover­
quería que se ordenaran las cosas en su habitación y en el mundo, y qué se muy lentamente y con gran dolor. El terapeuta se quedó a almorzar
rutinas podía tolerar. . - con el niño y con sus padres, y más tarde habló a solas con David para
El terapeuta vio a David en dos ocasiones. La pnmera fue en ul reforzar el ritual que había recomendado. David dijo que había ejecuta­
TY·
hospital, donde estaba mirando Recibía un tra miento radiactho do el ritual, pero entonces habló de sus padres y de sus compañeros de
para reducir los tumores pero continuaban los dolore cll:ando se movía. escuela y habló metafóricamente sobre su muerte. Hablamos y jugamos
También se le administraba Tylenol cuando era nece ano. En la entre­ con algunos juguetes y luego el niño se cansó y la visita llegó a su fin.
vista con el terapeuta, David .miraba fijamente el televisor pero sin nin­ Murió tres semanas después.
guna expresión. Su rostro se animó brevemente y volvió a mirar TV. ¿Resultó útil para David el ritual? Su madre dijo que Pelusa lo
El terapeuta le preguntó a la madre si podía hab ar on David a acompañaba constantemente. Cuando el terapeuta estaba con David, no
solas. Ella contestó, "por supuesto" y abandonó la hab1ta ón. El te ­ era adecuado evaluar precisamente los efectos del ritual sobre el dolor.
peuta se presentó como un médico que sólo hablaba a los mfl.os.. d1:io Estaba demasiado débil y distraído y resultaba más útil seguir lo que él
que no tenía inyecciones ni jeringas sino que les hablaba a los nmos so­ proponía.
bre cómo se sentían, que a veces jugaba con ellos y que a menudo fie En este caso hay que destacar tres puntos importantes. Primero,
sentían mejor después de hablar con él. dentro del ritual, el terapeuta no le dijo a David que su dolor desapare­
El terapeuta le preguntó a David si le dolí mucho y él ijo q.ue "sí" cería, sino simplemente que iría disminuyendo. No encuadró la sugeren­
y que "era peor" cuando se movía. Le pregun 5?,?re los animalitos de cia de este modo para mantener su credibilidad col(J.o terapeuta en el
peluche y los juguetes que estaban en la hab1tac1on_y se enteró de ql:!.e caso de que el dolor persistiera con la misma intensidad. Lo hizo, en
había recibido varios como regalois. Los padres hab1an arreglado ya .,a cambio a partir de una sensación de impotencia y humildad, de que el
habitación del modo en que quería David. El terapeuta le preguntó por ritual ue ofrecía para el dolor era demasiado poco para este niñito que
un conejo de dos patas y David le dijo que e_r8; un regalo al q e todav·'.a f
enfrentaba la enormidad de su muerte.
no le había puesto nombre. El terapeuta le p1_d1ó que se lo pusiera en ese r- En segundo lugar, el terapeuta no utilizó un objeto mediador. pre­
mismo momento. David aceptó y lo llamó "Pelusa". viamente dotado de poder. Una razón fu.e que no había objeto mediador
El terapeuta le dijo que Pelusa era un animalito muy especial y disponible; además, en las aplicaciones previas (O'Connor, 1984) los ni­
que parecía muy fuerte. Le pidió a Da.vid que se acordara de otros "8!1i­ ños a veces no querían dañar a un animalito favorito de felpa. Tercero,
1
males" que tenía en casa y que también eran muy fuertes Y. e, pod1an
llevar cualquier cosa que David les diese. El terapeuta le p1d10 que se
t cuando David preguntó cómo podía Pelusa.llevarse su dolor, el terapeu­
ta no se embarcó en explicaciones arcanas ni de lógica mágica y ni si­
acordara de cuando los estrujaba, los estrechaba, los golpeaba o los sa­
cudía, y cómo no se rompían sino que volvían otra ve.z a su forma nor­
mal para volver a empezar. Podían llevarse cualquier cosa que David les
diera.Le dijo que Pelusa se parecía a ellos, except? que era muy, muy
! quiera pseudocientí:ficas. Los conceptos de David derivaban de la causa­
lidad preoperacional, un universo de fenómenos físicos sicológicamen e
motivados. El terapeuta creía que, en la mente de David, Pelusa podía
cumplir el objetivo terapéutico de cualquier modo que el niño quisiera,
tocando su cabeza con la cabeza de Pelusa, estrujándolo, etc. Estos dos
fuerte
178 y podía llevarse una parte del dolor que DaVId sentía ahora en la

l
179

. ..
puntos ilustran claramente la necesidad de tener en cuenta el .status
cognitivo y la concepción del mundo del niño, cuando se elaboran inter­ cupación y miedos y que comen.zara a atormentarse durante 30 minutos
venciones. a. la noche en una "silla de preocupación" especial. También se les pidió
a. la madre y a Dottie que buscaran un objeto especial que "incluyera el
poder de la madre para tranquilizar a Dottie". El padre había podido
Caso 3:"¿Voy a dejar de respirar si no pienso en eso?" dominar sus miedos pero, según Dottie, su madre tenía más capacidad
de tranquilizarla. Se le pidió a la madre que continuara tranquilizándo­
Dottie tenía 10 años, era la mayor de tres hermanos, y tenía un la hasta que se encontrara un objeto mágico. El fundamento era que
hermano de 7 años y una hermanita de un año. Le iba muy bien en la Dottie tenía que controlar sus miedos por sí misma pero todavía no sa-
escuela, tenía relaciones normales con sus pares, le gustaban los depor­ bía cómo hacerlo. - ·
tes y le encantaba alentar a su equipo favorito en las competiciones. Sin En la segunda reunión, el terapeuta indagó ]as consecuencias sis­
embargo, Dottie tenía muchísimos miedos y preocupacio s. Tenía mie­ témicas de la mejoría, pensando que las obsesiones de Dottie podrían re­
do de irse a la cama por temor a dejar de respirar. C ando comía una flejar la presencia de problemas conyugales, pero llegó a la conclusión
patata frita, pensaba que se le atravesaría en la ga ta y la asfixia­ de que el matrimonio era bueno. En esta sesión se descubrió que la ma­
ría Cuando se quedaba en la ca.sa de un amiguito, abitualmente co­ dre solía atormentarse, como Dottie, mientras que el padre había aban­
menzaba a dolerle el estómago y tenía que regresar a u hogar. Cuando donado ese rol y había pasado al del que resuelve los problemas, consi­
oía la noticia de un secuestro inmediatamente le daba miedo salir a la derándolos como desafíos. En esta sesión, la madre y Dottie también
calle. Con frecuencia estaba Preocupada por morirse o contraer enfer­ identificaron una "estrella" de un collar que el padre había regalado a la
medades. Tenía miedo de que se le estuviera produciendo un cáncer y de madre.
quedarse ciega cuando en algún programa de TV se mencionaban enfer­ En este punto, el terapeuta recomendó que, durante 30 minutos
medades o cuando se enteraba de que algún familiar estaba enfermo o por día, Dottie tenía que preocuparse, en su silla especial, por la posibi­
con algún problema. lidad de contraer una enfermedad. Si a Dottie no se le ocurría ninguna
Los padres consideraban que era una niña demasiado seria, dema­ enfermedad concreta, podía consultar a los padres que le nombrarían
siado preocupada por las enfermedades y fundamentalmente que no era cualquier enfermedad terrible que se les ocurriese. Antes ellos habían
feliz. Querían que disfrutara más de sí misma y hacían todo lo posible evitado escrupulosamente mencionar enfermedades por temor de que
para estimularla. Se desarrolló un esquema según el cual Dottie se Dottie se obsesionara.
acercaba a su madre cuando estaba aterrorizada y compartía su preocu­ El terapeuta le comentó a Dottie que la estrella era algo muy espe­
pación, la madre la tranquilizaba y trataba _de dis inuir su miedo di­ cial para la madre porque se la había regalado el padre. En este sentido,
ciéndole que era tonto o poco realista, y Dottie contmuaba asustada. De la estrella contenía en sí todo el poder y la capacidad de la madre para
los dos progenitores la madre era la que más se preocupaba y la que t;ranquilizarla, así como todo el control del padre sobre sus propios mie­
participaba más de l s problemas con la niffa. Dottie muy raramente se dos.
acercaba a su padre ya que éste trabajaba durante muchas horas. El terapeuta dijo, "Si quieres, puedes usar la estrella para dismi­
Sin embargo, el padre de Dottie también estaba preocupado aun­ mtir tu miedo y tu preocupación. C=do adviertes que comienzas a pre­
que participaba con menos frecuencia para tratar e ayudarla. Reveló ocuparte, puedes tomar la estrella y apretarla. Cuanto más la aprietes,
que, cuando la niña era muy pequeña, él era obses1vamente sobreJ:'.ro­ másvas a ayudarte a controlar estos miedos. Cada vez que sueltes la es­
tector y constantemente le pedía a su esposa que la llevara al médico, trella después de haberla apretado, vas a notar que te sientes más tran­
temiendo que pudiera haber contraído alguna enfermedad o que dejara quila y libre de preocupaciones. Cuando sueltes del todo la esb-ella, tus
de respirar. Dijo que solía llamar a su hija su "florecilla, delicada" o mi temores y preocupaciones habrán desaparecido."
"ángel". Comentó que su familia de origen era "grotesca" y que e taba Estas instrucciones fueron repetidas y adornadas. También se le
formada por personas plagadas de "hipocondría". Después que nacieron pidió a la madre que se negara a ofrecer seguridades verbales más allá
sus otros hijos, el padre se tranquilizó un poco y dis uyó sunec s_idad de "recuerda la estrella", ya que Dottie tenía que dominar sus miedos
de sobreprotección. Ahora quería muchísimo que Dotbe se tranqmhza Y por sí sola.
gozara de la vida. . _ 1 En la tercera sesión, tres semanas más tarde, se nos informó que
Antes de la terapia, Dottie se obsesionaba y se preocupaba aproxi­ ' Dottie había utilizado la estrella unas cuantas veces. Dijo que la estre­
madamente de una a tres veces por semana, pero se la veía tensa y des­
dichada otras veces también. El tratamiento incluyó ocho sesiones, que
se describen a continuación. La primera sesión finalizó cuando el tera­
peuta le pidió a Dottie que siguiera con atención sus episodios de preo-
¡ llaera como la seguridad que le daba su madre, como "sangre que te co­
rre por el brazo... la estrella te da vuelta el cerebro". El terapeuta la fe-
licitó por haber comenzado ya a controlar por sí misma este problema
muy difícil. Durante las tres semanas anteriores, Dottie se había obse-

180 1 181
1
.J
sionado sólo dos veces, una con la idea de quedarse ciega qua rl'!s. En la última sesión, Dottie dijo que su hermano tenía que venir a
su garganta se cerraría. En esas ocasiones no tenía Ja.esireHa a m'anc,,
puesto que la había dejado en casa. El terapeuta le pulió a la madre qua
r
las sesiones porque tenía un dol r que a ella e gus ría que arse en
casa y jugar a la pelota. Un segwm1ento telefómco realizado seis meses
}e diera a Dottie una estrella más pequefia que tenía en un arete, para después reveló que Dottie continuaba libre d.e problemas.
que Dottie la llevara siempre consigo. El terapeuta repitió .las i1:struc­ Es importante analizar aquí tres cuestiones que surgen en este ca­
ciones sobre el poder de la estrella, y agregó que abo Dottie tema una so Primero, un ritual mágico habitualmente no se utiliza solo y por sí
nueva y más pequeña que era tan pod rosa como 1!1 pnme:"ª· , mÍsmo y es más probable que sea eficaz cuando se lo emplea en el
En la cuarta sesion, la madre dtJO que Dottie parecra mucho mas contexto de otros métodos y técnicas. A medida que progresaba el trata­
feliz y más tranquila, y que bailaba y cantaba por 1 casa d ante mu.­ miento de Dottie, el empleo del ritual mágico se apuntaló con el uso
cho tiempo. No se había seguido regularmente la mstrucc1on de que estratégico de la prescripción del síntoma, el bloqueo de las soluciones
Dottie se sentara dianamente a la silla especial para preocuparse. El te­ habituales de la familia y el nii'io, la terapia de la ordalía y otras técni­
rapeuta habló con ellos para planificar una recaída", que es una m io­ cas y habilidades del repertorio del terapeuta.
bra estratégica para consolidar un cambrn que ya se ha producido. En segundo lugar, los niños con obsesiones piensan de modos idio­
Prescribió la recaída felicitando a Dottie por resolver su problema dán­ sincráticos y peculiares. Parecen muy precoces en el uso del lenguaje
doles permiso para tomarse un tiempo para preocuparse en las dos se­ pero comunican muy poco. El terapeuta que trate de entender una obse­
manas siguientes. Le dijo que esto sería perfectamente normal puesto
que ocurre confrecuencia cuando la gente resuelve sus problemas de eH­
te tipo.
Hacia ]a quinta sesión, Dottie había visto la película Mask y se
l sión en términos racionales o lógicos terminará en un confuso laberinto
de pseudológica, que casi parece lógico pero no lo es. La fluid delniño
está al servicio de crear un velo lógico y no para comunicar ideas con
claridad. Los niños con obsesiones sobreestiman las pa1abras y se efe.
preocupó de que pudiera contraer la neurofibromitosis, la enfermedad rran a rituales verbales y estrategias mentales como si éstos fueran per­
descrita en la película. Otra vez no pudo encontrar la estrella cuando la sonas u objetos reales. De modos disfuncionales, estos niños utilizan un
necesitaba. La buscó durante doshoras, pero no pudo encontrarla hasta pensamiento causal dudoso y mágico: "Si aunque sea papito me dijera
el día siguiente. Ya que la prescripción del síntoma no se seguía re la;­ que no tuviera un mal sueño, entonces yo no lo tendría". Este niño no
mente el terapeuta recomendó una ordalía (Haley, 1984) que cons1st:,a sólo tiene miedo de la enfermedad, sino también de pensar acerca de la
en obs sionarse durante una hora a causa de un "episodio de preocupa­ enfermedad, lo cual, en la modalidad mágica de su pensamiento, equi·
ción". Dottie detestaba el momento de preocupación y dijo que la tenfa vale a contraer la enfermedad. Así, el miedo de un niño rápidamente
totalmente harta. El terapeuta dijo que solamente tenia que sentarse a puede llevar a un temor obsesivo del miedo.
preocuparse si se obsesionaba por su salud en otra arte. Entonces q _:­ El terapeuta contrarresta o reemplaza el ritual mágico disfuncio·
daria claro que tenía que preocuparse de modo planificado. Antes del ,.1- na] del niño con un ritual curativo mágico. La estructura de la 16gica ob­
nal de la sesión, el terapeuta también repitió el conjuro mágico relacio­ sesiva del niño se preserva al mismo tiempo que la ejecución del ritual
nado con la estrella. interfiere con el estilo habitual del niño de obsesionarse o de tratar de
En la sexta sesión se nos informó que Dottie no había tenido m:is evitar la obsesión. El nuevo ritual modifica la r lación del niño con el
episodios de preocupación obsesiva ni ya embarcaba a los padres en la síntoma al establecer una relai:ión entre el nii'io y el objeto mágico o la
solución ineficaz de tranquilizarla. El terapeuta se enteró de que se ha­
bía producido una grave caída en el rendimiento esco ar de la ni a; los 1 acción mágica.
En tercer lugar, la sugestión hipnótica implícita que conlleva el ri­
padreS pelearon abiertamente acerca de esto y :esolvieron sus diferen­
cias durante la sesión. Mientras se producía la disputa, el terapeuta blo­
queó los esfuerzos de Dottie por ser la tercera en discordia; el terapeuta
! tual se hizo particularmente explícita en este caso. La prescripción del
ritual de Dottie contenía el conector causal "si... entonces" que tenía
una estrecha resonancia dentro de su propio proceso de pensamiento.
y la niña permanecieron apartados de la pelea de los padres. Más tarc!e, "Si aprietas fuerte, entonces puedes ayudarte a ti mismo. Cuando suel·
1 el terapeuta le comentó a Dottie que sus adres ahía hecho un excele ­ tes, vas a advertir que te sientes más tranquilo." Si la nii'ia suelta la es­
te trabajo al hablar claramente de sus 1fe enetas y que resultaba e'!l­ trella, ya no existe ninguna razón lógica formal por la que pudiera sen­
dente que no necesitaban ayuda de Dottie m del erapeuta.. tirse más tranquila. Sin embargo, ló estaba. "Soltar" la estrella también
No aparecieron otros problemas en las sesrnnes séptima y octava. significaba sugerir metafóricamente la "liberación" de la preocupación,
Dottie trajo a una de estas sesiones u a blusa adornada c? estrellru: Y la tensión, etcétera.
parecía más feliz y mucho más tranqmla. Lospadres y la nma se refine­
ron al SIDA y otras enfermedades, cuando estos te!'las suf1?erOf! natu­
ralmeil.te, sin que esto llevara a ninguna preocupación obsesiva m temo-

182 183
Caso 4: el niñoque quer(a ser bueno
\ ·

Vimos dos veces a Philip y a sus padres. El niño tenía 6 años Y era
hijo único. El matrimonio de los padres parecía no tener problemas. Se­
! que tenía que llorar a la noche porque a la mañana no había tiempo su­
ficiente para hacer.se cargo de sus preocupaciones mientras se prepara­
ba para ir a la escuela, mientras que por la noche su padre podía pres­
tarle toda la atención necesaria. Si necesitaba llorar y preocuparse, el
gún su padre, Philip "lloraba por cosas que no tenían im ort.ancia". Llo­
raba cuando su padre le poIÚa en la fiambrera un bocadillo con mante­ 1 padre estaría dispuesto a sentarse con él Si Philip no necesitaba todo
ese tiempo para llorar y preocuparse, su padre y él podrían hacer otras
quilla de cacahuete porque temía que sus compañeros se rieran de él. cosas como jugar a las escondidas, mirar una película o jugar a algo. Pe­
Lloraba en la escuela y luego en la casa porque se sentía culpable por ro sólo los hombres podían hacer todo esto si Philip ya había llorado lo
haber visto el encaje de los calzones de la maestra o la silueta de sus suficiente por esa noche.
piernas a través de la falda. Permanentemente estaba preocupado de El terapeuta también le pidió al padre que se sentara con Philip
que pudiera tener algún problema en la escuela. durante ese tiempo por la noche y que compartiera con él los sentimien­
Estaba totalmente perseguido por las eventualidades "y si": "¿Y si tos que experimentan los hombres. Le solicitó al padre que actuara c:on
pierdo mi bocadillo para el almuerzo?", "¿Y si viajo?", "¿Y si corro en el Philip como lli1 asesor y le recomendó a Philip que podía hablar con su
recibidor?" Tenía miedo de hacer lo que pensaba hacer y entonces tener padre sobre cualquier preocupación o sentimiento que tuviera. Le dijo a
problemas a causa de eso. Se sentía culpable y lloraba como si hubiera Philip que su padre conocía la sensación de estar excitado, y que sentir­
realizado el acto, como si pensar fuera hacer. Comenzaba a llorar a las se excitado por hal:;ier visto las piernas de la maestra era algo natural en
6.30 de la mañana y hacia las 7.45 su llanto no se había mitigado. Gene­ ]os hombres. Se le dijo al niño que sentir y pensar eran muy diferentes
ralmente dejaba de llorar cuando entraba en la escuela, pero las maña­ de hacer cosas.
nas eran espantosas para la familia. Philip volvía de la escuela con pre­ También se le dijo a Philip que cuanto más hablara con su padre
guntas que sus padres describían como su ""dev9:stadora obses.ión sobr: sobre los sentimientos que tienen los hombres, y sobre todas las preocu­
si es bueno o no". Les preguntaba a sus padres, sm descanso, s1lo quer1- paciones que tuviera, se sentiría mucho más tranquilo y se preocuparía
an, si era bueno, y si era malo por hacer o pensar ciertas _cosa,s. . y lloraría mucho menos. El terapeuta le pidió al padre que sacara una
Philip había tenido sus primeras dificultades en el Jardm de mfan­ moneda de su bolsillo y se la diera a Philip, y le dijo a Philip que ésa era
tes con una maestra particularmente rígida y poco sensible. El niño pa­ una moneda especial de su padre y que podía utilizarla para que lo ayu­
saba la mayor parte del tiempo en el vesb.bulo de la escuela. Los padre.s dara a no preocuparse. Se le dijo a Philip que, en la escuela o cuando su
de Philip habían cambiado de programa y su maestra actual era sensi­ padre no estuviera cerca, podía Wmar la moneda y apretarla. Cuanto
ble, cordial y comprensiva. Sin embargo, la experiencia del niño con su más la apretara, iría dándose cuenta de que se sentía cada vez menos
an-terior maestra disconforme probablemente había exacerbado una preocupado, y cuando soltara la moneda, su preocupación habría desa­
preocupación obsesiva por su idoneidad. Philip se refería a una "curiosa parecido. El terapeuta adornó esta orden, la repitió varias veces y finali­
sensación interior" cuando intentaba precisar sus estados emocionales zó la sesión.
indiferenciados. La sesión programada para dossemanas después fue reprograma­
Al parecer Philip se desarrollaba dentro de límites normales en da por los padres para tres semanas después. En esa sesión, los padres
muchos sentidos, a juzgar por sus actividades y sus logros. Jugaba al informaron que el problema estaba resuelto. Philip lloraba cuando hacía
hockey, se llevaba bien con los otros niños y jugaba bien solo. Se había algo mal y lo pescaban pero esto se consideraba adecuado. Según los pa­
mojado en la cama durante años, pero sus padres no se preocuparon por dres, la cantidad de llanto disminuyó "muchísimo", y como "por arte de
esto ya que dormía profundamente. magia, el problema cesó". Todos los conjuros recomendados.Jos había
Los padres habían intentado una_ cantidad de soluciones para en­ cumplido el niño y pasaba muy buenos momentos con su padre a la no­
carar los temores del niño: tratar deestimularlo, indagar racionalmente che. Dijo que no quería "perder tiempo" llorando. Un seguimiento reali­
su sensación de culpa, cambiar de tema y gritar para "esclarecerlo". Phi­ zado a los seis meses reveló que Philip andaba muybien.
lip respondía a todas estas medidas sin dejar de e presar sus_temo es, a Las intervenciones utilizadas en este caso produjeron un cambio
lo que los padres respondían con algunas de las mismas soluciones mefi­ rápido en el problema presentado. Esto puede deberse a la elección de
caces. las intervenciones, puesto que la mayor parte de las veces éstas han si­
Hacia el final de la primera sesión, el terapeuta le había pedido al do eficaces con problemas similares. Algunas de ellas se pueden identifi­
padre que cambiara el momento y el contexto del llanto habitual de Phi­ car claramente en el tratamiento de Philip. Primero, el contexto en el
lip de 1.30 horas por la mañana a 1.30 horas po la noch.e. El terape1:1ta que se producía el problema se pasó de la mañana a la noche. Paradóji­
les pidió al padre y al hijo que hicieran por escnto una hs _exhausti:-:a camente, a Philip se le dio permiso para llorar en ese contexto, en vez de
de todo aquello por lo que Philip pudiera preocuparse. A Ph,hp se le d1Jo pedirle que no lo hiciera. Estos cambios modificaron el significado tran-

184 185

•.L
saccional del prnblema Segundo, la ornen de llorar durante) periodo Queda por decir unas pocas palabras sobre los objet.os mediadores.
determinado conmás público constituyó una especie de ordalía Estos objet.os son implícitamente poderosos dentro de la experiencia in­
Tercero el terapeuta recomendó una relación más estrecha entre fantil y constituyen un recurso que habitualmente se deja de lado. El
padre e hij para promover un equilibrio estructura] en la familia. poder del objeto deriva de la et.apa evolutiva del niño, de su estilo de
Cuarto las soluciones habituales utilizadas por los padres fueron blo. pensamient.o y de sus necesidades psicosociales. Un objeto mediador se
queada's al proporcionarse orientación para realizar conductas diferen. le consiguió a Matt en la forma del mapache Ralph. No se le consiguió
tes, tales como que el padre atienda las preocupacio!1-es de Phi p, hacer ninguno a David. El uso que hizo de Pelusa podría interpretarse como el
una lista de cosas para preocuparse, dar asesoramiento a Ph1hp sobre empleo de un objeto mediador sólo en la medida en que constituia una
cosas importantes para los hombres, y divertirse juntos. fuente de mayor bienest.ar y un objeto medicinal al que le podía trasla­
Por último, a Philip se le dieron varias órdenes hipnóticas c do dar su dolor. Pero el uso que hacía Dottie de una estrella de su madre y
seleprescribió el uso ritual de la moneda de su padre. Estas teman el el que hacía Philip de la moneda de su padre pueden entenderse como
propósito de permitirle que comenzara a experimentar cierto dominio y la construcción de objetos mediadores. Estos objetos venían a represen­
competencia. La moneda tenía que representar al padre de Philip y co­ tar el poder y la seguridad que proporciona el progenitor en ausencia de
mo tal asumía el poder de un objeto mediador. Este poder probablemen­ éste.
te aumentaba al estimularse también más la relación entre el niño y su En estos dos últimos casos el uso de objetos que representan el po­
padre. Ahora, la relación de Philip con la moneda, y las acciones mági­ der y la seguridad que proporcionan los padres son aplicaciones del
cas que realizaba con ella, podían reemplazar su relación con su proble­ principio de la magia imitativa. Estas aplicaciones son de forma imit.ati­
ma. va en el sentido de que los objetos simbolizan a otra persona con pode­
El terapeuta se equivocó al suponer que un niño de 5 años como res mayores que los del niño, poderes que al niño le gustaría poseer. Son
Philip sabía cuánto eran 1.30 horas. Si sus conceptos del tiempo no erail ejemplos de imitación simbólica, puesto que la estrella y la moneda em­
claros sino poco diferenciados el tiempo se le podía haber comunicado pleadas por Dottie y Philip son símbolos de los padres y del poder y la
como la duración de tres progl'amas de TV, o de una película o de una seguridad que proporcionan, y no represent.aciones físicas de ellos. El
t.anda completa de dibujos animados. principio imitativo también se aplica cuando Dottie suelt.a la estrella y
Philip, la moneda; estas acciones imitan o son metafóricas de la libera­
ción del miedo y la preocupación. El principio imitativo es más evidente
Di.scusi6n en ]os casos en que se da una representación verdadera y no la simboli­
zación de un objeto o persona, por ejempln en el uso de efigies. En el
Los rituales que se ilustran con estos ejemplos de casos comparten exorcismo para liberarse de voces alucinadas, que se logra transmitién­
todos un alto grado de semejanza en su forma. En cada ritual hay un ni­ doselas a una muñeca, la muñeca representa físicamente a la persona
ñoquecontrola un problema. En cada uno se bloquean las soluciones an­ que padece las alucinaciones (Hoorwitz, 1987).
teriores de lospadres y del niño. 'Todos utilizan la lógica preoperacional Y Los dos primeros casos, el de Matt y el de David, representan muy
una construcción causal "si-entonces" que es isomórfica a la construcción claramente una aplicación de la magia contagiosa. Un niño saca un sín­
mágica disfuncional del niño, en la que se ha encuadrado y perpetuado el toma o problema de sí mismo y lo traslada a un objeto. El niño no imita
problema. El niño establece un nuevo tipo de relación con un objeto que una acción que es una metáfora de un efecto deseado, sino que en cam­
puede. ser viejo o nuevo. En la mayor parte de los casos, el uso del ritu .l bio proyecta el problema a algo que está fuera de sí mismo. Por otra

l
se da en el contexto de otras directivas e intervenciones, y el ritual se parte, el principio del contagio no se aplicó en los dos últimos casos. La
modifica para adaptarse al estilo o tiempo singulares de cada niño. estrella de Dottie y la moneda de Philip no se utilizaron para absorber
Una vez más tenemos que señalar que este uso del ritual n.o se li­ los temores y preocupaciones. En cambio se actuó sobre ellos, se los
mita sólo a los niños. Uno de nuestros colegas utilizó también este tipo apretó y se los soltó. Estas acciones realizadas sobre el objeto tenían el
1 de ritual con un adulto que experimentaba una migraña, y en este caso propósito de disminuir el problema.
el objeto mediador no se presentó como una fuente de poder y magia si­ La semejanza formal del empleo del ritual en este conjunto de ca­
no más bien como una oportnnidad de "ventilar'' o expresar sentimien­ sos sugiere que se puede utilizar la-misma intervención básica para una
tos. El mensaje hipnótico y la forma del ritual eran idénticos a los que variedad de problemas. Esta indicación no se corresponde del todo con
hemos descrito aqui y se pudo eliminar en el adulto el dolor provocado un supuesto básico de la terapia estratégica que dice que la estrategia
por la migraña. Puede ser que en momentos de gran tensión los adultos debe estar especialmente adaptada a los aspectos singulares del proble­
vuelviµi muy fácilmente a la lógica preoperacional, que es lo que hace ma y de la familia y no a la inversa. Como resultado de este supuesto,
tan eficaz al ritual. en la bibliografía se encuentra una cantidad de soluciones creativas y

186 187
singulares. Una solución creativa y singular para un problema es algo M,:adanes, C. (1981): Strategic family theropy, San Francisco, Jossey-Basa.
meritorio, y nos sentimos muy complacidos cuando formulamos una so­ O'Connor, J. (1984): "The resUITection ofa magicW. realil;y: Tceatment offunctio­
lución eficaz. Sin embargo, una solución singular puede no resultar ge­ nal migraine in a child", Family Proce88, 23, 501-509.
neralizable para su uso por otros terapeutas en casos futuros. O'Connor, J. (1983): "Why c.ant't get hives: Briefstrategic therapy w:ith an ob-
Como todos sabemos, la mayor parle de la terapia familiar no se sessional child", Family Proce¡¡s, 22, 201-209.
hace con el brillo y los chispazos geniales de los enfoques que se publi­ O'Connor, J. Y Hoorwitz, A. N. (1984): "The bogeyman cometh: A strategic ap­
can como típicos, sino que más bien se trata de repetidos intentos de proach with difficult adolescents", Family ProoetJB, 23, 237-249.
Piaget, J. e lnhelder, B. (1969): The psychology of the child, Nueva York, Be.sic
aplicar a una Cantidad de casos aquello que se ha descrito en la biblio­ Books.
grafía. La mayor parte de Jos terapeutas de familia ponen a prueba si­ Selvini Palazzoli, M. (1986): "'Ibwards a genera] model of psychotic family ga­
lenciosamente la generalidad de Jos modelos o enfoques que otros han mes", Journal of Marital and Family Therupy, 12, 339-349.
descrito. Tiene un valor especial el descubrimiento de métodos que pue­ Tumer, V. (1969): The ritual proceBS: Stru.cture ami anti-structure, Ithaca, NY
den utilizarse repetidamente en una variedad de casos, de Shazer Cornell University Press. '
(1985) y sus colegas en Milwaukee están experimentando con ciertas so­ Watzlaw:ick, P.; Weakland, C. E. y Fisch, R. (1974): Change: Principle8 of pro.
luciones que son aplicables en un amplio espectro de problemas. Palaz. bkm {ormation and probkm resolution, Nueva York, Norton.
zoli (1986) informó recientemente que utiliza un ritual invariante, es
decir, un ritual que se prescribe en la misma forma a una familia tras
otra, a pesar de ]as enormes diferencias de modelo, configuración o es­
trnctuTa. La tarea de investigación es un esfuerzo audaz pero necesario
para delinear con mayor precisión el carácter generaHzab]e o 1a validez
eterna de]osenfoques teTapéuticos.

En este capítulo se resumen y se ilustran algunos aspectos de


nuestro trabajo con rituales que tienen una forma similar para tratar a
una cantidad de familias dentro de un espectro de problemas. Los niños
tratados de esta manera tienen problemas de angustia, obsesiones, com­
pulsiones, temores y dolor de diversos tipos, tanto orgánicos como fun.
eionales. Con los niños, encontramos rituales que utilizan un objeto me­
diador y otros objetos "mágicos" como una extensión· natural del juego,
]a simulación, la fantasía, la magia, el símbolo y la metáfora, es decir,
una extensión natural de lospensamientos, creencias y acciones infanti­
les. Esta forma de intervención simplemente capitaliza ]a forma de
"realidad mágica" en que los niños experimentan e] mundo.

Bibliografía

deShazer, S. (1985): Keys to solution in brieftherapy, Nueva York, Norton.


Fisch, R.; Weakhmd, J. H. y Segal, L. (1982): The tactics of change: Doing the-
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Haley, J. (1984): Ordeal therapy: Unusual ways to change behaVior. San
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Irvington Publishers.
Jilek, W. G. (1982): lndian healing: Shamanic ceremonialism in the Pacifi-c
Northwest today, Washington, Hancock House Publishers.

188 189
adolescencia consiste en desarrollar una identidad propia diferente de
6 la de la familia de origen, y lograr la propia independencia aunque
siempre en conexión con la familia (Zilbach, Bergel y Gass, 1969).1 La
El uso de rituales en familias adolescencia propiamente dicha se considera en términos generales co­
mo la etapa que se produce entre la niñez y la adultez: el adolescente ya
con adolescentes no se considera un niño aunque tampoco es un adulto. Esta descripción
de la adolescencia pone de relieve uno de los dilemas principales de este
William D. Lax periodo: existe confusión y ambigüedad, no se sabe si el individuo es un
niño o un adulto. ¿Son "ni/ni" o "tanto/como" niños y adultos? En este es­
Dar(o J. Lussardi tado "intermedio", al adolescente no se le conceden los derechos y privi­
legios del adulto, aunque se espera que sea más responsable que un ni­
ño y que se comporte en forma diferente. Seria más exacto considerar
La adolescencia es un momento de grandes cambios tanto para e·1 que el adolescente es a veces un niño, a veces un adulto, o alguna combi­
joven como para su familia. Puede ser una etapa llena de confusión y nación de las dos cosas, aunque siempre dentro de un mismo cuerpo.
ambigüedad acerca de qué conductas son adecuadas y/o aceptables. Se Tradicionalmente la adolescencia se definía por la edad del indivi­
cuestionan las anteriores "reglas" y expectativas a medida que se intro-­ duo. El comienzo estaba marcado por el inicio de fa pubertad, con su es­
ducen en el sistema familiar nuevas conductas e ideas y los padres Y el pectacular maduración fisica y la aparición de los caracteres sexuales
adolescente comienzan a adaptarse a estos cambios. Las formas familia­ secundarios. El final estaba marcado más formalmente porque e} ado­
res de estímulo y disciplina tal vez ya no resulten útiles ni adecuadas: lescente llegaba a la edad "legal", terminaba la escuela secundaria o co­
una actividad familiar planificada que antes entusiasmaba puede consi­ menzaba a trabajar como un adulto autosu:ficiente.
derarla el adolescente como una carga que tiene que soportar, mientras Sin embargo, la cronología ya no parece ser el factor determinante.
que "encerrarse en su habitación" puede ser experimentado como un ali­ Los niños tratan de crecer más rápido y asumen roles de adolescentes
vio no sólo para el adolescente sino también para los padres. mayores, entre ellos mayor preocupación por la moda, como la de usar
Durante esta etapa nuevas formas de conducta y de experimenta­ tejanos de alta costura y maquillaje y parecer "sexy". la inversa,.tam­
ción pueden llevar posiblemente a consecuencias mucho más graves. bién ha aumentado el tiempo en que el adolescente sigue dependiendo
Habitualmente se ejerce una supervisión más escrupulosa de las activi­ de su familia. En muchos niveles de nuestra cultura, las demandas de
dades de los niños menores, quienes no tienen la libertad y el acceso al especialización y las necesidades de mayor educación han prolongado
mundo de los adultos que tienen la mayoría de los adolescentes. Estos bastante el tiempo requerido para completar una formación desde el
ejercen nuevas actividades, entre las que se incluyen conducir automó­ punto de vista educacional. Así, la definición de la adolescencia depende
viles, beber, el sexo y las drogas, con resultados potencialmente devasta­ menos de la edad cronológica y más de los "significados" que le atribu­
dores. yen el individuo, la familia, la subcultura y el sistema social en su
Mientras se producen estos cambios, las familias se enfrentan con conjunto. Oada vez es más evidente que las cosmovisiones de muchas fa­
otras transiciones evolutivas. Por ejemplo, con frecuencia los abuelos se milias "ban dado lugar a un conjunto más vago e ininteligible de expec
acercan a la edad de la jubilación y a la vejez, y en muchas familias tativas y afirmaciones adolescentes" (Quinn, Newfield y Protinsky,
se produce la muerte de los miembros mayores. Todo esto le presenta a
la familia otros tipos de desafíos, como tener que manejar problemas d.?,
¡ 1985). Esto sólo sirve para aumentar la ambigüedad y la confusión so­
bre las definiciones y expectativas durante esta etapa del desarrollo.
salud y/o la dependencia cada vez mayor de los miembros de más edad.
Entretanto los padres se enfrentan con las transiciones individUA­
les de la mitad de la vida. Se discuten cambios en la carrera profesional
y en el estilo de vida cuando se consideran las consecuencias del aleja­
¡ Ritos de pasaje y rituales
1
miento ·de los hijos. A veces, enfrentarse con los estados de ánimo Y con­ Sibien existen diferentes concepciones de la adolescencia en las di­
ductas erráticos del adolescente puede ofrecer una distracción muy ferentes culturas, religiones y zonas geográficas, también existen dife­
apreciada respecto de los cambios mayores, por momentos abrumado­ rencias en una misma cultura y entre las familias. Diferentes familias
res, que enfrent.an los miembros de la familia. Estos cambios comple­ tienen diferentes significados, reglas y conductas en relación con esta
mentarios pueden producir más tensiones dentro de la familia que pn:­ etapa evolutiva. Las historias individuales e intergeneracionales si;m
para el ingreso del adolescente en el mundo. factores muy importantes para determinar la idea que tiene una familia
En nuestra cultura occidental, una de las tareas principales de la sobre lo que puede ser adecuado para el adolescente (Carter y McGol·

190 191
drick, 1980). Algunos padres tal vez deseen mantener o corlar con los añadidura, frecuentemente no existe ninguna claridad sobre los roles y
valores y estilos con los que fueron educados. Los que desean mantener­ expectativas para el adolescente. Esto se debe a experiencias discrepan­
los encuentran que los viejos valores no se adapt.an al mundo de hoy; "lo tes con los padres, los grupos de pares y los docentes, y también a men­
que sirvió para mis padres debe ser bueno para ti" a menudo no funcio­ sajes provenientes de influencias culturales más amplias tales como la
na hoy. Las familas que tratan de cambiar los viejos valores tal vez des-. televisión y la publicidad.
cubran que no tienen un esbozo familiar para el desarrollo. Las familias se presentan con alguna forma de síntoma, ya se lo
Si bien existen algunos rituales y ritos de pasaje reconocibles para describa como un síntoma dentro del individuo o dentro de una relación.
los adolescentes y sus famiHas, muy pocos son daros y/o "'apropiados" Cualquiera sea el problema, el síntoma o pauta puede considerarse co­
Entre éstos se incluyen la graduación escolar, conducir un automóvil, mo un ritual conductista y contextual que intenta ayudar a la familia a
llegar a la "edad para poder beber" y tener la primera relación sexual pasar por una transición o impedirle continuar su camino habitual
Con frecuencia éstos corresponden a la adolescencia tardía y la adultez (Schwarlzman, 1983). Puede ser la solución que se ha intentado para
joven. otros problemas suscitados por una transición en el ciclo vital Keeney
Haley (1973), al analizar la transición de la adolescencia a la adul­ (1983) describió cómo "en esta perspectiva nn síntoma se considera co­
tez, comentó sobre la escasez de rituales adecuados para esa etapa: !Ilo parte de la lógica organizativa de su ecología... El punto importante,
a veces oscurecido, es que la conducta sintomática siempre proporciona
En muchas culturas, la independencia mutua de los hijos y los padres la dirección para el cambio terapéutico (pág. 8). De modo que el "ritual
se realiza con la ayuda de una ceremonia que define al hljo como un adul­ sintomático" puede considerarse como un modelo que "adapta" el mundo
to nuevo. Estos ritos de iniciación le dan al hljo un nuevo status y exigen de los pacientes al limitar lingüística y contextualmente a los partici­
que los padres lo traten en forma diferente desde ese momento en adelan.
te. En la clase media norteamericana no existe esa demarcación clara; la pantes en sus interacciones, distinciones y elecciones. Este ritual en sí
cultura no tiene ningún modo de anunciar que el adolescente ahora es un mismo adquiere significado, puede necesitar atención y/o puede conside­
adulto individualizado(pág. 60). rarse como una metáfora de otros procesos dentro del sistema social
(Haley, 1980).
Debido a la aparente falta de rituales adecuados para esta etapa Cuando consideramos a los esquemas sintomáticos como rituales,
evolutiva, las familias pueden crear sus propios ritos para facilitar y nuestro trabajo como psicoterapeutas es tratar de entender estos ritua­
marcar las transiciones de una etapa evolutiva a la otra (Quinn y otros, les dentro del contexto del sistema familiar, comenzar a transmitir esta
1985). Un amigo me contaba una vez cómo encaraba su familia la tran­ comprensión a la familia y ofrecer nuevos rituales potenciales que
sición a la adolescencia: Cuando a un niño se lo considera "suficiente­ contengan posibilidades para modificar la conducta sintomática. Las
mente responsable", se lo traslada abajo a la "sección juvenil" de la casa. cualidades metafóricas subyacentes del ritual sintomático deben ser
Esta transición se señala con una cena especial a la que asisten todos respetadas sin que las censuremos o les atribuyamos connotaciones pe­
los miembros de la familia y los niños mayores dan instrucciones al nue­ yorativas. Los rituales terapéuticos también deben atender a aquellos
vo miembro sobre las "reglas" que rigen en su nueva morada. Este era otros procesos subyacentes dentro del sistema familiar con los cuales
un cambio deseado por todos los miembros de la familia y todos los ni­ el ritual puede estar conectado, sea como una solución o como una metá­
ños lo hacían. fora.
Hemos descubierto que los rituales terapéuticos pueden utilizarse
muy eficazmente en las familias con adolescentes. La mayoría de los
Los rituales en la terapia con adolescentes adolescentes quieren efectuar la transición de niños a adultos y se seña­
lan muy claramente a sí mismos como individuos independientes. Con
Cuando la transición y el cambio resultan difíciles y aparecen los frecuencia se sienten censurados, están enojados y experimentan un al­
síntomas, los padres a menudo intentan usar "más de lo mismo" (enfo­ to grado de confusión sobre su problema. Como muchas otras interven­
que exitoso en un momento dado) para resolver el problema. En las fa. ciones terapéuticas, los rituales ofrecen a las familias distinciones cla­
milias que buscan tratamiento, pueden faltar los rituales o tal vez sean ras, diferentes de lo que había hasta ese momento. Además, la mayor
demasiado rígidos. parle de los adolescentes que hemos entrevistado tiene un gran sentido
Las familias que llegan a la terapia con sus hijos adolescentes a del humor (aunque a veces latente), y la idea de los rituales suele poner­
menudo están confundidas y a veces enojadas por la eonducta de sus hi­ lo en juego a menudo.
jos, ¡del mismo modo que lo stán los adolescentes por la conducta de Para la planificación de los rituales deben tenerse en cuenta diver­
sus padres con ellos! Los padres pueden diferir entre sí acerca de lo que sos factores. Entre las pautas esenciales que consideramos se encuen­
deben esperar de sus hijos adolescentes o cómo deben tratarlos. Por
1' tran (lmber Coppersmith, 1985):

192
¡ 193

,1'
•-"'
"' respetar los valores de la familia; .. sentida con la madre y sentía que ella la trataba como a un bebé, pero
• "adaptar" el ritual a la cosmovis ó dela f ; . " además le pedía que se comportara como un "adulto" y asumiera res­
• incluir a todos los miembros del sistema sigruficativo . ponsabilidades propias de una niña mayor. Kim afirmó que no podía es­
perar hasta los18 años para irse de la casa. El señor Walker acept.ó que
Prestamos la mayor atención al sistema que se ha desarrollado al.. él t:rataba a Kim de un modo muy diferente a como lo hacía su esposa y
rededor del problema (Anderson, Goolishian y Winderman, 1986). que no tenía tantas exigencias con ella.
Durante la primera entrevista la señora Walker informó que eUa
era la mayor de una familia con tres hijos. Su padre, un obrero fabril,
Ejemplos de casos había muerto cuando ella era muy pequeña, y ella compartió consuma­
drelas responsabilidades por los otros dos níños. El señor Walker expli­
Caso 1: La famili.a Walker. Diferentes estilos de cuidado parental có que él era el menor de dos hermanos. Sus padres eran profesionales y
él tenía muypocas responsabilidades hogareñas.
La sellara Walker nos llamó y nos explicó que su hija era "contesta. Ambos padres coincidieron en que la señora Walker había comen­
dora" y no la escuchaba. La familia estaba compuesta. por el esposo, de zado a advertir los problemas al mismo tiempo que había decidido vol­
37 años, la señora, de 35, dos hijas, Kim, de 14 años Y Debbie de 8, y ur1 ver a trabajar. Todos los niños estaban ya en la escuela en ese momento,
hijo, Mike, de 6 años (véase fig. 1). Requeri os que se presentaran t.o­ y ella disponía de mucho más tiempo libre del que nunca había tenido.
dos los miembros de la familia, para que pudiéramos lograr sus punt.o:1 Al señor Walker no le gustaba la idea de que ella trabajara, ya que él
de vista sobre la situación. En la entrevista inicial el señor Walker dejó pensaba que ella tenía que dedicarse a los niños, particularmente cuan­
bien en claro que él no tenía ningún tipo de dificultades con su hija. Dijo do volvían de la escuela por la t.arde. Cuando comenzaron las dificulta­
que él y Kim tenían una relación estrecha y que la niña era tan"dulce" y des con Kim, la señora Walker dejó de lado la idea de volver a trabajar.
reflexiva como siempre había sido. No podía entender los problemas quri Durante la primera reunión los terapeutas hicieron una pequeña
! tenía su esposa con la hija. Kim siempre hacía lo que él le pedía y él pausa y analizaron delante de los padres la idea de que sería importan
pensaba que ella se comportaba bien. La hija menor estaba de acuerdo te descubrir si los padres podían acept.ar que los miembros de la familia
con la madre y dijo que Kim "fastidiaba" a su madre cada vez que podía tenían algunos problemas, aunque tal vez no se pusieran de acuerdo so­
y que aunque Kirn no se negaba a cuidar de ella y del hermano, siem­ bre el alcance de estas dificulta.des.2 Los padres admitieron que la seño­
pre p-:Ovocaba una prolongada disputa verbal cuando tenía que hacerlo. ra Walker tenía problemas con Kim, que las calificaciones de Kim en la
Kirn afirmó que su madre la trataba como una "esclava", porque escuela disminuían mucho y que no era tan sociable corno antes. Tam­
siempre le pedía que cuidara a los dos niños más pequeños. Estaba n:- bién coincidieron en que ambos tenían las mejores intenciones para cui­
dar los intereses de Kim.
Los padres declararon que tenían expectativas divergentes con res­
pecto a la hija, debido a sus propios antecedentes diferentes. El señor
muri6 Walker dijo que solía relacionarse con ella como si fuera más pequeña
cuando kn A/fes de lo que era y pensaba que era mejor que siguiera siendo niña y no cre­
"'"Y pequeilos
el'tllt
ciera tan rápidamente. La se'ñora Walker pensaba que la hija tenía que
tener más responsabilidades domésticas. Kim estaba confundida y sólo
queria ser más independiente.
En este punto los terapeutas se preguntaron si tal vez Kim no era
el "vocero" de los pensamientos y deseos del señor Walker acerca de las
niiiopo4mal intenciones de la señora Walker de volver a trabajar. A él no le resulta­
ba posible oponerse más abiertamente a "prohibir" a su esposa que hi­
1 ciese lo que ella quería. Lo analizamos con ellos y coincidimos en que el
padre había tenido ciertas reservas respecto del trabajo de su esposa.
• Sin embargo, él dijo que nunca sería un obstáculo en su camino y que se
KJm Debbie Mílra había "resignado" a que ella' volviera a trabajar.
Pensamos que lo mejor sería concentramos en la cuestión que les
preocupaba a todos y que nos habían traído: los problemas de Kim. Con­
Figura. l. Lafamilia Walker sideramos el dilema desde la perspectiva de Kim así como desde la de

194 195
los padres: dado que los padres estaban confundidos acerca de cómo harían un gran problema por la nota. Hablamos con la señora Walker
traerla, ya queambos tenían en mente un model? ?istint:.o, l;im también un año más tarde y nosdijo que todo continuaba bien.
podría sentirse confundida. Su madre le transmitía que se comportara
como una persona mayor" y su padre, que "continuara siendo una niña".
El problema que enfrentaban los padres parecía un reflejo de su ambi, An.álisis
valencia y sus deseos relacionados con sus popios problemas de creci­
miento: el padre quería comportarse con ella como si fuera más joven ¡y Este caso pone de relieve la confusión de roles que muchos adoles­
la madre quería que creciera y fuera·a trabajar! centes experimentaban, lo cual en esta familia estaba intensificado por
Desarrollamos con ellos una variante del ritual de los días impa­ el desacuerdo de los padres. Hasta que IGm llegó a la adolescencia los
res/días pares (Selvini Palazzoli, Boscolo, Cecchin y Prata, 1978). Divi- estilos parentales del señor y la señora Walker no habían constituido nn
dimos la semana en bloques de tres días. En el día uno tenían que tra­ problema: sus diferentes modalidades no habían sido cuestionadas, to­
tarla como a nna hija de más edad, como quería la madre; en el día dos dos los hijos podían ser tratados como nií\os pequeiios y no había habido
la tratarían como a una niña más pequeña, como quería el padre, y en el ninguna indicación de que había que tratarlos en fonna diferente. Sin
día tres no quedaba nada previsto acerca de cómo relacionarse con Kim embargo, cuando IGm llegó a la adolescencia y comenzó a luchar por
y cómo actuaria ella. una mayor independencia, y al tiempo que la señora Walker considera­
A todos les gustó la idea y Kim aceptó seguir los requerimientos de ba la posibilidad de otros cambios (ir a trabajar), la concepción de la fa­
los padres para cada día y comportarse en consecuencia. milia entró en crisis. Antes de la introducción del ritual se manejaban
Cuando los miembros de la familia volvieron para la siguiente reu­ con una posición rígida, y/o, el punt:.o de vista de la madre o el del padre.
nión, informaron c:;¡ue habían ejecutado el ritual unos cuantos días y lue­ El ritual les pennitió pasar a una posición tant:.o/como. La solución no
go dejaron de hacerlo. Kim declaró que le había gustado mucho. Vivir era que la idea de la madre o la del padre fuera la correcta, sino que la
con los padres era más fácil cuando las expectativas respecto de eila familia encontrara un nuevo modo en el cual pudieran considerarse úti­
eran claras. Sin embargo, en los "días de niña pequeña", echaba de me­ les aspect:.os determinados tanto de la modalidad de la madre como de la
nos el tipo de conversaciones que había tenido con su madre cuando se del padre. Habían pasado de posiciones de competencia a otras de cola­
la trataba como a una "igual". En los "días de hija mayor" echaba de me­ boración.
nos el contacto que había tenido con su hermano y hermana y la aten­ Antes de la terapia la familia estaba en un punto de transición pe­
ción que le había dedicado el padre. El señor Y la señora Walker ro tenían dificultades para efectuar el viraje. Ki,m quedó atrapada en el
comenzaron a hablar más entre sí y menos a través de Kim. "Espontá­ medio tanto de las diferencias entre los modos antiguos y el nuevo como
neamente" empezaron a discutir la posibilidad de que la señora Walker de las diferencias entre su padre y su madre. Mediante el ritual fue po­
volviera a trabajar y decidieron una fecha para esto. El señor Walker se sible poner de manifiesto estas diferencias, para ayudar a la familia a
dio cuenta de que había tratado de mantener pequeña a su "niñita", hacer una importante transición evolutiva. Los miembros de la familia
mientras que la señora Walker comprendió que le atribuía a Kim un rol fueron capaces de detenninar qué antiguas conductas querian conser­
demasiado adulto como le había pasado a ella misma cuando era niña. var para el futuro y cuáles querían dejar atrás. Esto se hizo sin que hu­
Kim comenzó a relacionarse mejor con su hermanita y para el verano si­ biera necesidad de dejar d.e lado t:.odas las conductas anteriores al tiem­
guiente pasó con ella una gran cantidad de tiempo. Conversamos sobre po que se agregaban otras nuevas al repertorio existente.
qué aspectos de las conductas mutuas les habían gustado y quería man­
tener y cuáles querían cambiar.
· Tuvimos dos reuniones más para continuar el análisis de lo que Caso 2: los Marks. La moneda en el tarro
habían realizado en su casa, y una reunión sólo con los padres para ana­
lizar los problemas entre ellos relacionados con el trabajo de la señora El siguiente estudio de caso es un ejemplo de cómo diseñamos y
Walker. Los vimos nn total de seis veces. Un año más tarde nos encon­ modificamos un ritual simple para una familia con un hijo de 14 años
tramos una vez más con los padres que estaban preocupados por el posi­ que les robaba dinero a otros miembros de la familia. Tuvimos con ellos
ble consumo de drogas de su hija. La señora Walker trabajaba a tiempo seis sesiones más una conversacióÍl de seguimiento telefónico un año
completo de 3 a 11 p. m. y el señor Walker se hada car o de los niño_s después.
mientras ella trabajaba. Había encontrado una nota escnta por un ami­ La familia Marks es.taba com,puesta por los padres, Heleo, de 38
go de Kim acerca de drogas que se vendían en la escuela y la posibilidad años y Steven, de 39, y tres hijos: el paciente identificado, Jack, de 14
de con;iprarla. Analizaron sus diferencias respecto de las drogas, losado­ años, su hermana Susan de 12, y una media hermana mayor, Sarah, de
lescentes y su hija, y decidieron que simplemente la vigilarían bien y no 20 aiios (véase fig. 2). En la primera llamada telefónica, la madre infor-

196 197

1
¡
conodan muy bien entre sí y no tenían que "hablar tonterías entre sí".
1985
Coincidiei-on que antes de dos años atrás se "comunicaban" muy bien
entre sí, de muchos modos no verbales.
Sarah comentó que comprendía lo que estaba haciendo Jack: cuan­
do ella tenía esa edad había ,vendido a unos amigos cerveza que sacó de
una tienda, para conseguirse algún dinero, y la descubrió la policía. Su
padrastro se hizo cargo de la situación y resolvió el problema sin que le
quedaran registrados antecedentes delictivos.
Ambos terapeutas advirtieron que se habían producido cambios
38
muy importantes en la familia en los últimos dos años, entre ellos los si­
Helen
guientes: el padre comemó a trabajar a tiempo completo, la hermana
mayor partía para la universidad, la madre inició actividades comercia­
les de verano a tiempo completo, Jack comenzó la escuela secundaria, el
Padre de la señora Marks recientemente sufrió una apoplejía y su ma­
dre había muerto dos meses antes de que abriera el comercio minorista.
Una de las ideas que tuvieron los terapeutas fue que tal vez algo le ha­
bría sido "quitado" metafóricamente a la familia, ya que hubo tantas
pérdidas y transiciones. Los terapeutas eligieron no comentar sobre esto
Jack Suaan Sarah por el momento.
roba
Después de la tercera sesión, los miembros de la familia informa­
ron que habían reali ado "reuniones familiares" en la casa y que desde
Figura 2. La familia Marks. Fe.Ita dinero
el comienzo de la terapia no había faltado ningún dinero. Una vez du­
/ rante la semana alguien descubrió que faltaba dinero de una cómoda, y
los padres inmediatamente pensaron que había sido Jack. Después de
ma que est.á "asustada y nerviosa" y que parecía haber un "misterio fa. una breve búsqueda por la casa, encontraron el dinero en otra parte, sin
miliar": habían faltado "cantidades de dinero" en la casa y en su nego· siquiera preguntarle a él.
cio. Al principio sospecharon de Jack y lo interrogaron sobre el dinero y Comenzamos a pensar que el robo tal vez podía ser parte de una
los objetos faltantes, pero él negó haberse l evado nada. La señor dijo comunicación ritual, ya sea que ayudara a la familia en su transición
que hacía unos días ella y su esposo descubrieron a Jack robando dmero hacia una nueva etapa de desarrollo, o que tratara de retrasarla, para
y que Jack dijo que está"contento de que lo pescaron". indicar que la familia quizá no est-.aba preparada para efectuar esa tran­
La madre y el padre comentaron c;_ue a ninguno de ellos les resul­ sición tan rápidamente. Todos los miembros de la familia habían coinci­
taba fácil pasar a situaciones nuevas, como venir a una terapia, y que dido en que les resultaba difícil ser "escuchados" y hacer conocer a los
todos los miembros de la familia eran "personas reservadas" y que les otros sus pensamientos y sentimientos y que tenían problemas para
resultaba "difícil hablar de las cosas". Aunque todos coincidieron en que "adaptarse a todos los cambios". No estaban contentos con el estado ac­
hacía aproximadamente dos años que faltaba dinero y que esto era un tual de las cosas porque pasaban muy poco tiempo juntos.
grave problema para ellos, el señor Marks in or ó quedarel paso de Entonces nos preguntamos si en realidad Jack se había convertido
iniciar una terapia le resultaba sumamente d1fíc1l. Ellos estaban "acos­ en el vocero de este malestar y había aprendido este "mecanismo señali­
tumbrados a manejar este tipo de problemas en casa a nuestra propia zador" de su hermana Sarah, cuando ella antes había tenido problemas
manera"· hablar con un extraño era muy incómodo. y su padrastro la había ayudado a resolverlos. Pensamos que el sistema
La familia informó que los robos comenzaron aproximadamente al de comunicación de la familia se había alterado cuando el padre y la
mismo tiempo que la señora Marks puso un comercio minorista y el se­ madre comenzaron a trabajar a tiempo completo y murió la madre de la
ñor Marks comenzó a trabajar a tiempo completo. Una de las razones de señora Marks.
estos cambios era que los hijos "se hacían grandes". Describieron ese ve·· Puesto que la familia había introducido previamente la idea del ro­
rano como un periodo de muchas adaptaciones, entre ellas que el señor bo como una fonna de comunicación, decidimos que podíamos incorpo­
y la señora Marks se veían muy poco. rarlo en la forma de un ritual y que se adaptara a la cosmovisión del sis·
Antes de este cambio, la familia había tenido "buenos" medios parn tema familiar. Le dijimos a la familia lo siguiente:
comunicarse entre sí, aunque no siempre con palabras. Dijeron que se

198 199

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··
' .-:l
Nos hemos estado preguntando si podría r ultar útil para Wdos uste­ Cuando los vimos tres semanas más tarde, la familia informó que
des que colocaran una moneda en un tarro, en un lugar que estuviera a la no se había producido ningún robo durante ese tiempo y que no hubo
vista de todos los miembros de la familia. Les pediríamos que todos estu­ necesidad de dar señales de ningún tipo. Hubo acuerdo en que las reu­
vieran muy atentos a la conducta de los demás para ver si alguno, inclusi­ niones les habían resultado útiles y que les gustaría continuar por su
ve usted mismo, quiere comunicar algo a otro, pero tiene dificultades para
hacerlo. Si advierte esto, ¡saque la moneda del tarro! El que primero se dé 1 cuenta con ellas. Declararon que ahora eran capaces de analizar el pa­
cuenta de que falta la moneda, llama a una reunión familiar. Inclusive po.
sado más abiertamente entre ellos y de pensar en el futuro. Hubo acuer­
drfan turnarse para observar a la familia y el tarro. Precisamente en esa do en que nos volveríamos a reunir en cuatro meses para rih "chequeo",
reunión familiar podrfan discutir cualquier cosa de la que qui¡¡ieran ha­ La madre sugirió que conservaran la moneda en el tarro de la cocina, de
blar, como hicieron en otras reuniones familiares y como lo hacen aquí. modo que hubiera siempre un recordat.orio por si alguno de la familia
pensaba que era necesario hacer alguna señal.
A la familia le gust.ó la idea y decidieron colocar la moneda en el Cuando volvieron cuatro meses después, el padre comenzó la se­
tarro sobre la fregadera de la cocina, en un lugar muy evidente pero "di­ sión diciendo que "falta la moneda". Dijo que él la había sacado y que
fícil de robar". habían pasado tres días antes de que alguien se diera cuenta de que fal­
Parte de este ritual estaba basado en la idea de que la reunión fa- taba. La familia analizó cómo en el pasado a cada uno le había resulta­
miliar había resultado beneficiosa para todos los miembros de la familia do muy difícil discutir con los otros sus pensamient.os y sentimientos. El
y en que ellos creeían que habían podido comunicarse entre sí de otra señor Marks dijo que recientemente habían empezado a encontrar una
manera. Además los puso a todos en un pie de igualdad (cada uno tenía "distancia bastante estrecha"' y un nuevo equilibrio entre ellos, parecido
las mismas posibilidades de "'robar" la moneda), le dio una connotación aunque diferente del que habían tenido hacía años. 'Todos pensaban que
diferente al robo, y lo normalizó. Se programó una sesión para el messi­ tenían una idea mucho más clara de cómo les gusta.ria comunicarse en­
guiente. tre sí. Estaban listos para dejar de concurrir a la terapia. Todos los
La sesión siguiente comenzó con la declaración de la madre de que miembros de la familia coincidieron en que querían que la moneda si­
"¡la moneda no salió del .tarro!" El padre hizo algunas bromas sobre la guiera en el tarro de la cocina, y que de hecho le destinarían una sema­
idea de sacarla para comprar sellos, pero nadie tomó la moneda. Lama­ na a cada miembro de la familia durante las cuatro semanas siguientes
dre informó que estuvo tentada de sacar la moneda, ya que se había para que observara y señalara a los demás.
producido un "creciente malestar" como el que había antes de las vaca­ Decidimos modificar levemente el ritual en esta etapa de finaliza­
ciones de verano, pero decidió no hacerlo. Ambos padres informaron que ción. Coincidimos con ellos en que éste era un buen momento para con­
tampoco se había robado ninguna cantidad de dinero durante todo este cluir la terapia y sugerimos que, aunque conservaran la moneda en el
tiempo. Declararon que cuando se equivocaban en las cuentas en el ne­ tarro como recordatorio, posiblemente alguno de ellos podía decir sim­
gocio la madre todavía creía que era Jack. plemente "'alguien ha sacado la moneda" y la familia sabría que alguien
La señora Marks infonnó que no era fácil saber cómo usar la mo­ piensa que la familia no ve algo importante.
neda, y entonces entró en un prolongado análisis de las pérdidas que Nos comunicamos telefónicamente con la familia un año despu,és.
habían experimentado en los últimos dos años, entre ellas la muerte de La señora Marks dijo que "nadie roba". Su padre vivía ahora con ellos y
su madre y la apoplejía de su padre. Analizamos los modos en que la fa- se estaba recuperando mucho. Había dejado el negocio minorista y tra­
milia había encarado estos infortunios en los dos años pasados y cómo bajó durW1te un año en otro empleo con horario regular, lo cual le per­
los hijos y los padres se comunicaban entre sí y qué señales se daban so­ mitía estar en casa con la familia a una hora "razonable"'. Jack estuvo
bre sus sentimientos y las respuestas que daban ante estas pérdidas. trabajW1do después del horario escolar durante el último invierno y ve­
Por la profundidad de esta conversación, comenzamos a creer que las rano para gW1ar dinero para hacer un viaje a Francia. Estaba mucho
pérdidas eran un núcleo central del robo y que los miembros de la fami­ más sociable y tanto el señor como la señora Marks habían dejado de
lia tal vez comenzaban a encontrar otro modo de comunicarse entre sí preguntarse si recaería en sus W1teriores conductas. Nos dijo que el se­
sin recurrir al esquema sintomático manifiesto. ñor Marks mencionó que desde que había hecho la terapia con nosotros
El equipo le comentó a la familia que la "'señalización" había resul­ están más "conscientes de las señales" y de "cómo vigilar" en la familia.
tado bastante importante para los miembros de esta familia. Decidimos Ella dijo que "algo había mejorado'\ que todos estaban "más conscientes
modificar levemente el ritual, con la esperaD2a de wnpliar el uso de este que antes" y que los ayudamos a superar una "etapa dura". Conserva­
mecanismo. Les recomendamos que utilizaran el ritual "en la forma más ron la moneda en el tarro hasta querepararon la cocina.
amplia que se les pudiera ocurrir", y que cualquiera de los miembros de
la familia podía utilizarlo para señalar cualquier cosa que quisiera.. To-
dos coincidieron que esto era menos restrictivo para ellos y más fácil.

200 201

1
e-el.
.
.
.
Análisis Cuando la familia describía sus inquietudes respecto de Dotti, hu­
bo muchas referencias y comparaciones con la hija mayor, Tina, que te­
El ritual fue una modificación de un modelo de interacción y comu­ nía 19 años y no había vívido con ellos durante el último año y medio
nicación que se había desarrollado por medio de una conducta específica (véase fig. 3). Los padres estaban perturbados porque Tina tenia ahora
1 (robar). Antes de que se instalara este esquema, la familia tenía un mo­ una relación "'inmoral" porque vivía con su novio desde hacía. cinco me­
do implícito de comunicarse entre ellos, que funcionaba bastante bien. ses. Sólo tenían con ella contactos ocasionales por teléfono. Su partida
Cuando experimentaron una transición en el ciclo evolutivo que consis­ 1 estuvo precedida por intensos conflictos relacionados con su negativa a
tía en una serie de pérdidas, entre ellas una muerte, un miembro de la aceptar los deseos de lo padres. Refirieron que Tina había sido una níña
familia que sufrió una apoplejía, y uno de los hijos que fue a la universi­ muy buena, con una relación particularmente estrecha con su padre y
dad, este esquema se modificó. Nuestra concepción fue que el robo era que su repentina partida, después de haberse negado repetidamente a
parte de un esquema que se había desarrollado durante esta transición aceptar las restricciones que le imponían los padres, los había dejado en
en el ciclo vital de la familia. El síntoma se interpretó como una metáfo­ un estado de gran confusión. Los padres destacaron que la conducta de
ra de est.as pérdidas pasadas y de las posibles pérdidas futuras: "algo Dotti los perturbaba especialmente a la luz de las dificultades que ha­
sacado" de la familia. Puesto que la transición normal había quedado bían sobrellevado con su hermana.
tnmca por las pérdidas, el síntoma podía encuadrarse como un intento La familia también informó que habían experimentado otra pérdi­

l de ayudar a la familia a pasar esta transición dificil.


dentro Eldel
ritual terapéuticio
sistema y ayudóen sí le dio unel significado
a modificar esquema dediferente al roboe
comunicación
pecto de la situación como para comenzar a generar un cambio en el sis­
interacción dentro de la familia. El ritual era parecido al problema que
da hacía 2 años, cuando murió la abuela paterna Describieron a su fa­
milia como
resultado '"muy
esta unida"
pérdida y hablaron
para todos losextensamente defamilia.
miembros de la lo difícilLa
queabuela
había

traían, aunque lo bastante distinto de la concepción de la familia res­


tema familiar. Esta simple modificación permitió a los miembros de la 1978 1984 uiuía arriba 1980
1 familia desarrollar un nuevo método de comunicación adaptado a su
nueva etapa evolutiva así como a su concepción del mundo, y continuar
la transición. El ritual se incorporó con una connotación positiva de la
conducta de robo, que la familia había sugerido --el robo corno una for­
ma de comunicación que modificaba el carácter culposo de la interac­
ción familiar y les dejaba libertad para hacer otras elecciones. También
introdujo la simetría en un sistema complementario al darles a todos los
miembros las mismas oportunidades de sacar la moneda. Todas las vo­
ces eran iguales, lo cual otorgaba validez a los deseos, pérdidas y dolor
de cada uno.

l Caso 3: los!Ang."La fiesta de la pizza"


(un ritual para salir del hogar)
sa de su hija menor, Dotti, que tenía 14 años y había comenzado a ac­
El padre de la familia Long llamó para pedir asesoramiento a cau­ reb<lde

tuar en forma rebelde. Explicó que recientemente ella había faltado mu­
1 cho a sus clases, alternaba con jóvenes mayores, salía de noche muy
tarde y "'andaba por ahí con malas compañías". También había vuelto a
casa en estado de ebriedad por lo menos en dos ocasiones. El padre de­ uivían juntos inmom1'rwnt,,•deS,U hocía li meses
claró que él y su esposa estaban particularmente preocupados por la L ..J
cuestión de la bebida. Se invitó a los padres a concurrir a una sesión ini­
cial junto con su hija para que el terapeuta pudiera comprender mejor
todas sus preocupaciones. Figura 3. Lafamilia Long

202 203
··;

vivía en el piso superior y era una parle de su vida cotidiana. Dotti afir­
' ·r.·.
, .

mó que desde la muerte de la abuela su padre se había puesto "tacitur­


no y malhumorado". Continuó explicando que él también había comen­
¡ )
Cuando ellos señalaron que estaban dispuestos, en parte porque no te­
nían otra alternativa, se recomendó que la familia planificara una fiesta
de despedida para Tina.
zado a ''fastidiar" a Tina y a hacerle pasar malos ratos cada vez que ella Este ritual se recomendó con la idea de que sería importante esta­
quería salir a pasear. Dotti se quejó de que a sus padres nunca les ha­ blecer una puntuación diferente para Tina y su familia acerca del aleja­
bían gustado sus amigos ni los de su hermana. Los padres replicaron miento del hogar, tanto a causa de los fallidos intentos anteriores corno
que las niñas habían elegido mal sus amigos y que "afuera había mu- porque a esta familia unida le resultaba particularmente difícil despe­
chas influencia negativas". . dirse. El análisis del ritual en el consultorio sirvió para apuntar la deci­
También analizaron el modo en que acostumbraban hacer las cosas sión, y el "acontecimiento" real podría formalizar, de un modo positivo,
en familia, como salir de excursión, pero que no lo habían hec o última­ una transición que había sido confusa y dolorosa en el pasado. La idea
mente. Muy rara vez realizaban actividades con otras fam.ihas porque era que esta partida podía ser diferente ahora, pero no tan diferente co­
les "gustaba mantenerse apartados". mo para oponerse a los valores de la familia respecto de la unión estre­
Puesto que gran parte de la conversación se concentró en Tina, se cha entre ellos. AJ recomendar este ritual el terapeuta se refirió que
les preguntó a los padres si les gustaría invitarla a la próxima sesión y ellos habían sido una familia muy unida y a que continuarían siéndolo.
aceptaron de muy buen grado. En este momento el terapeuta se pregun­ Por esta razón el terapeuta pensó también que un ritual hecho en la ca­
taba si los problemas de esta familia estarían relacionados con la etapa sa tendría más sentido que un ritual dentro de la sesión.
evolutiva de tener un adolescente en casa y con la perspectiva de perder Tina dijo que queria que su novio fuese aceptado por la familia y
una hija. El terapeuta también se preguntaba si las conductas y los pro­ que se sintiera cómodo al visitarlos. Los padres replicaron que siempre
blemas de Dotti (y de Tina) podrían ser un modo de formular una pre­ pensaron que a aJl!bas niñas no les gustaba traer a sus amigos a la ca­
gunta: ¿Cómo se deja a una familia tan unida? sa, y que ellos harían el esfuerzo de que el novio de Tina se sintiera más
Tina concurrió a la sesión siguiente y a algunas otras. El análisis cómodo. La discusión se volcó entonces al modo en que se pueden incor­
se concentró en las esperanzas y expectativas de los padres re pect? de porar "intrusos" en la familia sin que al mismo tiempo quede amenaza­
sus hijas y en los planes para el futuro. Entre éstos estaban mclwdas da la unión entre sus miembros.
las ideas que tenían los padres para su propio futuro cuando los hijos A medida que continuaba la discusión, cada vez les gustaba más la
fueran grandes. Expresaron el deseo de que Tina volviera a la casa y idea de una fiesta de despedida y decidieron organizar un fiesta de la
también analizaron las diferentes expectativas que tenían para cada pizza, ya que era algo que a todos les gustaba mucho. También decidie­
una de sus hijas. Tina no estaba segura de que fuer ? ª buena idea ron invitar sólo a unos cuantos amigos íntimos y a algunos parientes. El
volver a su casa pero dijo que había considerado la pos1b1hdad. terapeuta recomendó que cada miembro de la familia le ofreciera a Tina
Después de algunas reuniones, Tina anunció que ha a C?nseguido un "obsequio pequeño pero perdurable".
un empleo a tiempo completo y que, después de haberlo discutido exten­ Varias semanas después se efectuó una reunión de seguimiento sin
samente con su novio, había decidido no retornar a la casa. Aunque los la presencia de Tina, que había ido a la fiesta de regalos de una amiga
padres se mostraron escépticos y todavía estaban preocup8:dos de que !al que se casaba. Dotti informó que la fiesta fue un éxito. Ella le había re­
vez ella no estuviera lo suficientemente preparada para VIVIr en forma m­ galado a Tina una cinta magnetofónica que era su preferida y Tina le
dependiente, comenzaron a aceptar la idea un poco más. Después que se había dado una blusa que antes le había pedido prestada.
discutió un poco sobre cuáles eran los signos que indicaban que uno esta­ La madre de Dotti mencionó que ella y su esposo le habían regala­
ba preparado, la idea pareció más aceptable. Ent.onces la madre comentó do a Tina un collar y un amúo que "tenían por ahí". Entonces el padre
lo dificil que había sido para su esposo perder a su madre y que ahora po­ modestamente hizo notar que el anillo había pertenecido a su madre.
día resultarle más dificil al perder también a su hija. En ese punt.o Dotti Dotti también informó que sus padres ya no estaban tan to en su
sugírió que si los padres no aflojaban podrían perder a Tina de todos mo­ "estuche" y que habían conocido a su novio. Los padres informaron que
dos. Los padres estuvieron de acuerdo y Tina. destacó que ellas siempre la hija había invitado a la casa a algunos de sus amigos y que su con­
serían sus hijas. El padre se puso lloroso y res¡xmdió que él só.lo había ducta había mejorado pero que "se salía con la suya".
querido lo mejor para sns hijas y que sabía que ellas estaban creciendo.
Respetando las diferencias de tono y de comprensión, el terapeuta
sugirió que podría considerarse el empleo de un ritual si lo padres en Análisis
realidad estaban dispuestos a aceptar la decisión de na. Le pareció
que sería importante para esta familia establecer_un h1 0 en este mo­ En un análisis retrospectivo parece muy significativo que en este
mento si se estaba tornando la decisión de que Tina de1ara su hogar. caso (al igual que en el caso 2), mientras la familia se prepara para la

204 205
partida de loshijos, otras pérdidas contribuyeron a la cantidad de dolor una solución nueva. Las familías que llegan a la terapia a menudo han
emocional conectado con el cambio inminente. CUB11to más centrada en hecho todo lo posible para resolver su problema, pero en general sólo se
el niño sea una familia, probablemente más difícil resultará perd rl . han concentrado en el ritual sintomático, que es en sí mismo un intento
En lafamilia de Dotti la carga emocional estaba compuesta por la pe · desolución pero fallido.
dadelaabuela paterna, que se produjo en el momento en ue fa familia, Nuestro empleo de rituales se dirige a estas dos"capas" del siste­
se preparaba para la partida de Tina y la entrada de!)otti en a 8:doles­ ma familiar: el problema que se presenta y los procesos subyacentes con
cencia En una familia que se definía como muy umda, la perdida de los cuales puede conectarse el ritual, ya sea como solución o como metá­
una abuela y rma hija al mismo tiempo que Dotti comenzaba a separar- fora. Este otro problema puede ser una transición en el ciclo vital o al­
se podía llegar a ser algo muy amenazante. _ . gún otro proceso, y el problema presentado puede conectarse con él y
El ritual estaba destinado a puntuar la partida de Tina Y señalarla reflejar una premisa tácita o inclusive una orientación para ]a solución.
como un paso evolutivo normal, separado de otros acont.ecimient_os. El primer caso (la familia Walker) sirvió para demostrar el uso de
También podía considerarse como un modelo para la eventual partida un ritual terapéutico dirigido tanto hacia el adolescente "desobediente"
de Dotti. El ritual marcó este acontecimiento como algo diferente de como a la desaprobación de los padres, elementos ambos conectados con
otros alejamientos: la familia se reúne, comparten comida, compañeris­ las dificultades que plantea una transición en el ciclo vital. En el segun­
mo, regalos, y esto implica una pe anente conexión. La f ilia pu de do caso (la familia Marks) el ritual enfocó tanto el robo como los proble­
continuar unida, aunque de modos diferentes. Regalarle a Tina el amllo mas subyacentes de pérdida y transición de todos los miembros de la
de la abuela parecía ser una declaración significativa de que se acepta­ familia. Nuevamente en el tercer caso Oos Long), la pérdida y la transi­
ba la pérdida de la abuela y se pasaban sus cosas a la generación si­ ción eran los temas encubiertos del ritual
guiente. La afirmación de los padres acerca de que Dotti "se salía con la Los rituales resultan perticularmente útiles en familias con ado­
suya" también significaba que ahora se reconocía que ella estaba en una lescentes, porque permiten efectuar puntuaciones y delimitaciones en
etapa evolutiva diferente de la de Tina y que la familia tenía tiempo de un momento en que se producen muchos cambios, y ayudan a poner ma­
prepararse para su eventual alejamiento. Este esquema también podría yor claridad en momentos de confusión y desaliento. Esto es evidente en
1 reducir las "apuestas" o carga emocional que la familia asignaba a Dot­ el primero caso, donde se pudieron separar mensajes parentales confu­
ti definir su rol como diferente del de Tina y de la abuela y darle tiempo sos y conflictivos, lo cual le perntitió a la familia desarrollar nuevas po­
p ra crecer. Una vez visto el eventual éxito de Tina y al saber que exis­ sibilidades de atención parental y relacionarse mutuamente de modos
te un medio de lograr independencia, tal vez ella tuviera menos "apuro" diversos. Los Marks habían sufrido varias pérdidas en un periodo muy
por crecer. También vio que sus padres podían cambiar sus puntos de breve y el ritual del "robo" les permitió enfocarlas a su propia manera.
vista. Al igual que la familia Marks, los Long estaban abrumados por las pér­
didas, si bien al separar bien los acontecimientos, las conductas y las
personas, los cambios parecieron volverse más manejables. En la fami­
Conclusión lia Long, también aparecían mensajes confusos relacionados con los de­
seos de los padres que sus hijas permanecieran en el hogar o se alejaran
Durante la etapa de la adolescencia se producen nwnerosos proble­ de él.
Es particularmente importante ayudar a los adolescentes a que

l
mas y transiciones que suponen cambios para toda la familia. Como se
demostró en los tengan en cuenta una relación con los padres diferente de la que tuvie­
exped.ativas paracasos
todosanteriores, puede
los miembros dehaber cambios
la familia, así en las diferentes
como reglas y
ron antes. Sin ningrma duda los adolescentes no son adultos, sino que
Los rituales son medios útiles para ayudar a los individuos y a las
demasiado complementarias, suelen resultar útiles. En un sistema que
ideas acerca de transiciones vitales como carreras profesionales Y pérdi­ necesitan que se les delimite su situación de niños. Los rituales que su­
das tanto de los hijos como de los abuelos. ponen "crecimiento" o inversiones de relaciones demasiado simétricas o
familias a efectuar transiciones del ciclo vital, al proporcionarles una ha estado signado por el sufrimiento emocional y lleno de recriminacio­
1 puntuación diferente dentro de su situación dada. A causa de la escasez nes, un ritual aceptable para la familia tiene que permitirles disfrutar
de rituales que se producen naturalmente en nuestra cultura, losritua­ en su realización y puede incorporar el humor y la diversión.
les terapéuticos son una técnica útil para ayudar a los adolescentes Y
sus familias a negociar esas transiciones.
Como en los casos mencionados, a menudo consideramos el proble­
ma que nos traen como un ritual en sí mismo, que intenta ayudar a los
miembros de la familia a pasar una transición o llevarlos a encontrar

206 207
Notas 7
l Cu!llldo enalli.smos e adolescentes y e BUS families y de bimos eltrabajo que ha­
cemos, en general nos referimos a fam.ilie.s blaru:es, de ingresos medios y bajos, que viven
en un ambiente suburbano O rural. Esto no ee debe a ningtln prejuicio segregacionista; lo Mazel tov:1 el bar Mitzvah
que orurre simplemente es que éste.s son la.a familias que viven dentro de la tona en lllB
que trebejllUlílS y que son derivadas a nuestro instituto.
2 El modelo terapéutico utilizado en este trebejo es uu.a ampliación del enfoque de
como un ritual multigeneracional
Milán (véa.se Tumm, 1984a, 1984b) desarrollado por el psiquiatra noruego Tom Andenien
Q987) y suscolegas.
de cambio y continuidad
Judith Davis
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Psicoterapia Grupal, Verlag der Weiner Medizinischen Akademie. Viena, riencia de mi familia no fuera simplemente idiosincrática; tal vez exis­
157-162. tiera algo más en este acontecimiento que lo que indican los clínicos es­
tereotipos de los cuentos y la falta de atención aparentemente universal.

208 f 209

'
¡'
!.
Con el tiempo me convencí -en teoría- dela relación de facilitación Esbozos familiares
entre el ritual y las transiciones evolutivas normativas. Lo que yo que­
ría hacer era una investigación que pudiera humanizar la teoría. Quería "El salón de recepcWn"
ver cómo funcionaba en realidad el proceso. Tenía la esperanza de que
mediante el estudio atento de algunos bar mitzvah familiares no.clíni­ La primera familia de nuestro estudio fueron los Steinberg,9 una
coss y en funcionamiento, podría comenzar a entender mejor lo que su­ familia de divorciados, de segunda generación en la cual el padre (Ken)
cedía bajo la superficie y detrás del escenario de la actuación pública. y la madre (Sta.cy) compartían la custodia de su único hijo. Después de
Con el fin de explorar la premisa de que el bar mitzvah facilita el una prolongada separación y un divorcio difícil, Ken se había vuelto a
cambio evolutivo, observé a cuatro familias (una familia conservadora casar. Su nueva esposa (Janet) no era judía y se sentía verdaderamente
"mixta", una familia reformista de tercera generación, una familia de como una intrusa en relación con el bar mitzvah. Apenas comenzado el
inmigrantes rusos y una familia jasídica)6 a lo largo de 6 meses durante período de observación, quedó embarazada. Micah, de 12 años y 9 me­
los cuales planificaron, participaron y reflexionaron sobre el bar mitz­ ses, vivía un mes con cada WlO de sus padres, que participaban ambos
vah de su primer hijo.1 Observé la interacción familiar mediante el uso muy activamente en la planificación del acontecimiento pero con gran­
de entrevistas semiestructuradas que comenzaron aproximadamente 3 des diferencias. Para la madre judía sola, el bar mitzvah marcaba el fi­
meses ante's de la ceremonia y que terminaron aproximadamente 3 me­ nal de sus años de crianza. Para la pareja casada recientemente, marca­
ses después, y por medio de la observación participante de la ceremonia ba el comienzo de su preparación para Wla nueva familia. Para Micah,
del bar mitzvah en un fin de semana ("investigador como invitado"). la tarea principal consistía en seguir siendo igualmente leal a sus dos
El período de 6 meses fue dividido en tres etapas: planeamiento; familias al mismo tiempo que aprendía la haftorah (lectura profética
ceremonia/fin de semana, y resultados. Estas fases se corresponden des­ que canta el joven que hace el bar mitzvah) y se preparaba para la cere·
de el punto de vista teórico con el proceso ritual tradicional tripartito monia.
que incluye separación, transición e incorporación (Van Gennep, A pesar de las evidentes dificultades, desde el principio los padres
1909/1960) y las correspondientes condiciones emocionales prelimina­ estaban decididos a que el bar mitzvah fuera una experiencia positiva,
res, liminares y postliminares (Tumer, 1969, 1982). La Fase I e concen­ independientemente de las tensiones que pudiera provocar la situación.
tró en las decisiones y toma de decisiones para los preparativos de la Uno de los primeros detalles de la planificación ilustra tanto la tensión
ceremonia y en los motivos que aparecían como centrales en el sistema intrínseca en el sistema como el modo en que se la resolvía reiterada·
familiar. La Fase II se concentró en el clima emocional y el impacto ob­ mente. A medida que se acercaba la fecha del bar mitzvah, aumentaba
servado de la ceremonia. En la Fase III se exploró la propia interpreta­
ción de la familia sobre la experiencia. Durante todo el proceso, para
parafrasear a Tomm (1985), me dediqué a explorar las conexiones circu­
lares entre quiénes eran las familias, qué estaban haciendo y qué signi­
ficaba todo esto para ellas.
El resultado del estudio fue una serie de detallados cuadros etnó­
graficos que revelaban cronológicamente cómo utilizaba cada familia el Nr,e1.14 63
0
Nu.euo Dor:a.
Y rk York
proceso ritual para negociar el·cambio evolutivo normativo. Como resul­
tado secundario, los cuadros y análisis incluidos revelaron el modo en
que el investigador, como WlO de los elementos coevolutivos en el proce­
so dialógico de la investigación (Keeney y Morris, 1985, pág. 101) "cons­
/ Ken cagados
truyó" los descubrimientos. hace 2 cña& Jane'/
Lo que se presenta a continuación son breves esbozos de estos cua­
dros familiares. Aunque ponen de relieve los acontecimientos y los moti­
vos principales, se omiten los detalles, matices, argumentos sec darios

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dio y no su carácter vital. Esta presentación parcial tiene sus riesgos. Al
presentar estos extractos se corre el riesgo de no hacerle verdadera jus­
ticia nj a la riqueza de la experiencia familiar ni a la investigación.6
Figura l. Lafamilia Steinherg --
210 ¡ 211
la presión de tener que enviar las invitaciones. Pero el problema era la "educación del adolescente". Fue eomo si cada uno hubiese aceptado iJn-
redacción. ¿Quién enviaría la invitación? El nombre de Stacy no podía plícitam nte utilizar ese tiempo para consolidar y fortalecer los puntos
aparecer sin el de Ken ni el de Ken sin el de Janet. ("Después de todo", fuertes del sistema antes de abordar el conjunto siguiente de problemas
dijo Janet, ¡yo pago una parte de este baile!") Pero Stacy se mostraba in­ que se precipitD.ban a causa de la madurez creciente del hijo y las evolu­
flexible y no quería que apareciera el nombre de la nueva esposa de ciones de los subsistemas. En este contexto, la planificación del bar
Ken. ("Micah es mi hijo, no de ella. No le cambió los pañales ni lo cuidó mitzvah se convirtió en lUIR oportwiidad para que los adultos, con sus
cuando estaba enfermo.") historias de ambivalencia respecto de la religión judía y también de sus
Durante semanas éste fue un caUejón sin salida que parecía ingo­ familias de origen, intensificaran sus vínculos con estos aspectos. Sta.cy
bernable y sumamente amenazador. Stacy, a cargo de diseñar las invita­ comenzó a relacionarse cada vez más con su familia de Tennesse (y su
ciones, fue la que :finalmente apareció con una transacción posible. Fue "incretble espíritu judío") y a recibir mayor apoyo de ellos. "Siempre su­
una solución perfecta. a la que tanto Ken como Janet adhirieron sin re­ pe", dijo, "que esta familia era muy import.ante para mí pero esto lo re·
paros. Resultó que el segundo nombre del niño, Lemer, era el apellido fuerza... Ellos quieren mucho a Micah, pero (vienen) por mí." Y también
de soltera de Stacy (que ella nwica había dejado de usar) y el apellido se hacía cada vez más evidente la conexión cada vez mayor de Ken con
(Steinberg) era el de Ken. Al utilizar el nombre completo del niño y co­ sus padres -(y su historia). Hablamos wios meses después acerca de lo
menzando la invitación con "La familia de Micah Lemer Steinberg tiene que él había aprendido de la experiencia: "Sentí un vínculo intenso en­
el agrado de invitar a usted...", se nombraba a los padres biológicos sin tre las generaciones... Creo realmente que el bar mit.zvah para Micah y
nombrarlos y no se nombraba ni se excluía a la madrastra. Este tipo de para mí fue que, cuando él crece, entonces yo tengo que crecer... y una
delicado equilibrio entre los adultos era lo que la familia se esforzaba parte de esto es conservar más la historia, la tradición y el ritual"
grandemente por mantener. La redacción de la invitación fue una reso­ Noresulta sorprendente entonces que el proceso se haya converti­
lución creativa no sólo dio el tono para todas las decisiones futuras, sino do, también, en una oportunidad de que el niño comenzara a realinearse
que también informó implícita.mente a los invitados sobre el compromi­ personalmente t.anto con sus padres como con el sistema cultural del
so de cooperación de la familia y les daba instrucciones para respaldar que él y sus padres formaban parte. A medida que se acercaba la fecha
ese compromiso. del bar mitzvah, Ken y Micah estaban cada vez más unidos visiblemen­
El "salón de recepción" fue otro detalle que puso de manifiesto la te, compartían "un secreto de bar mitzvah", iban a comprar juntos el
determinación de la familia. A pesar de algunas importantes limitacio­ traje para la ceremonia, y hablaban del judaísmo y del crecimiento per­
nes económicas que condicionaron muchas otras decisiones, la decisión sonal.
sobre qué hotel reservar para la familia, que vivía fuera de la ciudad, se Cuando el proceso de planificación iba llegando a su fin y se acer­
tornó en forma muy diferente. El hotel que eligieron era el que tenía el caba ya el fin de semana de la fiesta, el sistema quedó impregnado de
mejor salón de recepción, es dedr el salón en que se iban a reunfr para una sensación de compromiso y logro. Los tres adultos se habían unido
cenar las tres familias extensas la noche de] viernes anterior al día de la mucho y apreciaban los esfuerzos que realizaba cada uno. Ken hablaba
ceremonia, donde iban a descansar entre la mañana de la ceremonia y de respeto mutuo entre su ex esposa y su nueva esposa, Janet ya nose
la fiesta de la noche, y donde tornarían el desayuno a la mañana si­ sentía tan excluida y Sta.cy reconocía la generosidad de Ken y la impor·
guiente. Sta.cy estaba resuelta. a que este espacio fuera muy acogedor, t.ancia de] proceso por el que pasaban. "Aun cuando nos traguemos una
para que todas las familias pudieran estar juntas de modo que Micah cantidad de cosas y aunque nos salga una úlcera, querernos que esto
"no se sintiera tironeado". funcione. Queremos que sea lindo para Micah. Queremos que la familia
Aunque en ese momento parecía que se dedicaba una excesiva can­ tenga nachas (placer)".
tidad de energía y se ponía mucha angustia en ese deta.Ue concreto, Y tuvieron nachas. La. actuación de Micah superó todas las expec·
cuando se lo analiza retrospectivamente se ve que constituía una metá­ ta.tivas, y el espectacular suspiro de alivio que se le oyó cuando terminó
fora de cómo se utilizaba el bar mitzvah. Tanto desde el punto de vista su hafforah resonó en toda la congregación. Había pasado la prueba.
pragmático corno simbólico, el salón de recepción se refería a la inten­ ¡Maze] tov! ¡Mazel tov! exclamaron todos y Micah se sonreía muy com­
ción de esta familia de mantener e] período del bar mitzvah corno un placido y el presidente de la congregación se acercó "a darle la bienveni­
"espacio sagrado", un espacio en el cual todas las partes del sistema pu­ da a la comunidad de los adultos".
dieran unirse para celebrar el logro del hijo (y al hacerlo celebrar el lo­ Sin embargo, el toque emocional del acontecimiento fue el discurso
gro compartido de la familia). de Ken después de la ordalía de su hijo. Conteniendo apenas las lágri­
En correspondencia con esta intención, durante el periodo de pla­ mas, Ken le entregó a su hijo el tallís (el chal para rezar) y los teffilin
nificación se postergó la discusión de ]as "cosas duras" (ta.les como cam­ (filacterias) de su difwito padre, así como el libro de rezos de éste en el
bio del horario de visitas, problemas económicos y filosofías sobre la que se habían registrado cuatro o cinco generaciones de bar rnit;zvahs.

212 213
Cuando le entregaba cada uno de estos elementos, Ken se refería a lo "El proyecto familiar"
que su padre hubiese deseado para _su nieto si hubiese estado vivo hoy.
"Lo que creo que él hubiera dicho es que tú debes... vivir tu vida plena La segunda familia del estudio fueron los Goldstein, una familia
mente... y hacer siempre lo que tll creas que es lo correcto... Y !o que compuesta por la madre, Sandy, el padre, Maxk, el hijo en edad del bar
mi padre me proporcionó por sobre todas ]as cosas es la sensación de mit:z:vah, Seth, y una hija de 10 años, Cindy. Se trataba de una familia
que siempre fui amado. Me hizo sentir siempre una buena persona y reformista, asimilada, en muy buena situación económica y que tenfan
que el mundo era un lugar segul'o. Y si yo puedo darle algo, será eso". límites excepcionalmente claros alrededor del sistema nuclear. Por el la­
No había muchos ojos sin lágrimas cuando Ken besó a su hijo_y bajó de do de Mark, era el primer bar mitzvah en muchas generaciones. Del la­
la bimn.h (tarima). do de Sandy, sólo su padre se sentía fuertemente conmovido por el acon­
La fiesta de la noche resultó especialmente animada. 'lbdos comen tecimiento religioso.
taban lo bien que se había desempeñado la familia y todos se esforzaban PaTa esta familia, sumamente desconectada de la influencia emo­
al máximo por ser amables y acogedores. "Los bar mitzvah" dijo una de cional de la cultura, el bar mitzvah era "un proyecto familiar" Y, como
las tías que nunca había estado muy cerca de .Stacy, "unen a las fami­ todos los proyectos de ese tipo, lo planeaban todos "juntos como una fa-
lias. Para esosirven". Pero fue la madre de Ken, con sus ojos brillantes milia". Aunque Sandy estaba a cargo de los detalles, ambos progenitores
y su pesado acento yiddish, la que resumió todo el asunto: "Los tres lo participaban por igual en las principales decisiones y los niños partici­
manejaron maravillosamente bien. Lo digo seriamente. Una pareja di­ paban adecuadamente en aquellas decisiones que los afectaban directa­
vorciada y una nueva esposa. Realmente funcionó en forma notable". mente. Aunque se preocupaban rm poco por las deficiencias en la educa-
Como medio de dar un cierre a un acontecimiento tan exitoso (y
para celebrar simbólicamente el modo en que todos se habían relaciona­
do entre sí para bien del sistema) los tres adultos (junto con Micah) pla­
adÍUQJ deseOS<J de i,e,¡ir
nearon encontrarse para cenar juntos el lunes siguiente al fin de sema­
na, después de que todos los invitados hubieran partido. Esta cena fue
cancelada y el espacio sagrado y celebratorio que marcaba quedó corta­
do abruptamente por una tragedia. El hijo del amigo de Stacy, Bob, re­
sultó gravemente herido en un accidente de tránsito en F1orida ese día y
ella corrió a verlo al hospital. Cuando Stacy regresó 5 días después, el
bar mitzvah ya había pasado a ser un recuerdo del pasado y alrededor 69
de su pérdida sobrevino una intensa tristeza.
Tres meses después, Stacy todavía lamentaba la tragedia y la pér­
dida del "crepúsculo" del bar mitzvah, pero se sentía reconfortada por el
modo en que sus padres y la familia extensa habían acudido para darles
apoyo a eUa y a Bob durante el acontecimiento traumático. Ella atribu­
yó este respaldo a que habían podido hacer todos juntos la experiencia
del bar mitzvah.

l En el otro hogar, Ken y Janet se ocupaban de mudarse a una casa


nueva y se preparaban para el nacimiento inminente. El investigador
sugirió que la entrevista programada para dentro de 3 meses se convir­
tiera en una sesión conjunta (para reempla:z.ar la cena cancelada). Stacy
Mm Sandy

aceptó, porque todavía queria recapturar algo de lo que había p rdido,


pero Ken y Janet se negaron, ya que estaban más claramente dispues­
tos a seguir adelante. 'Todos habían comenzado provisoriamente a en­
1 frentarse con los difíciles problemas de crianza del niño que habían que­
dado postergados, y resultaba obvio que era imposible retomar a la eu­ Seth Cindy
foria liminar del fin de semana.

Figura 2.Lafamilia Goldstein

214 215
ción hebrea de Seth y su correspondiente capacidad para aprender la pusieron para una segunda visita. Para el momento en que Mark Y
hafioroh en última instancia tenían confianza en que se desempeñaría Sandy se encontraban ya en la planificación de los últimos detalles, esta
adecuad;mente y que todos los planes que habían realizado con el servi­ fuente de tensión había cedido casi por completo. Después de este éxito,
cio de lw1ch, los fotógrafos, los floristas y los músicos funcionarían per­ Mark se dedicó a convencer a su madre de que cambiara de opinión con
fectamente. respecto al viaje de la abuela. Cuando ya resultaba evidente que su pe­
El núcleo principal de los planes y el que despertaba mayor excita­ dido no sería satisfecho, Mark le permitió a su hermano menor que se
ción era la cena celebratoria formal que tendría lugar el sábado a la ocupara de intervenir en su favor, lo cual no era habitual en aquél, Y le
noche. A ésta concurrirían la gran cantidad de amigos que habían hecho agradeció mucho sus esfuerzos. Aunque esta acción no dio como resulta­
en muchos años y con los que los unía una relación estrecha. En cierto do que la abuela concurriera a la fiesta, permitió fortalecer el vínculo
nivel esta fiesta era la que asumía el carácter de lo Sagrado Y no la ce­ entre losdos hermanos.
remo ia religiosa. Fue la única fiesta a la que no me invitaron. Aun bajo No sólo se unieron más ellos dos, sino que se dieron cuenta de la
presión, no permitirían la entrada de un investigador en ese espaci . importancia de que sus hijos se relacionaran más con sus primos y con
"Lo siento muchísimo", dijo Sandy, "Mark y yo verdaderamente no_ c:e1- la familia extensa. "Creo", dijo Mark después del bar mitzvah, "(que)
mos que usted tuviera interés en la fiesta. Con mucho gusto lo reCibITe­ sirvió para unir un poco más a la familia extensa... una pequeña opor­
mos durante el servicio religioso, pero realmente no querernos que nues­ tunidad de relaciones familiares más permanentes. Esto fue probable­
tros invitados... es que algunas cosas son privadas... Pueden ver la gra­ mente lo mejor de todo. Los niños aprendieron a considerar que la fami­
bación en vídeo". Üa va illl poco más allá de los primos hermanos".
Para esta familia, el eje de la tensión durante el periodo de planifi­
Por su parte, Sandy se fue sola a visitar a sus padres (tres meses
cación no estaba dentro de la familia nuclear sino en el nivel de la gene­ antes dela ceremonia) por primera vez desde que se había casado. En el
ración de los abuelos. Además de la tristeza que les producía darse nivel manifiesto, fue a ver si'a causa de la deteriorada salud de suma­
cuenta de que sus familias extensas eran pequeñas Y que disminuían dre se necesitaba contratar algún personal adicional para ayudarla (pa­
cada vez más a medida que tíos y tías envejecían y morían, predomina­ ra asegurase de que estaría lo suficientemente bien corno para asistir al
ban tres problemas fundamentales: El primero Y más agudo er que, bar mitzvah). Pero en otro nivel esta visita constituyó una oportunidad
durante los 15 años de matrimonio de Sandy y Mark, sus dos pareJas de para que Sandy (y sus padres) comenzaran a prepararse para el cambio
padres (que vivían en estados diferentes) se habían encontrado sólo una inminente en la asunción de roles que significaba el hecho de que muy
vez: ¡el día de la boda! Aquella había sido una reunión terriblemente pronto habría que ocuparse de ellos a causa de su edad y sus problemas
tensa y tanto Sady como Mark temían que eso pudiera repetirse en el de salud. "...Fue un tiempo cualitativamente diferente", reflexionó
bar n{itzvah. La segunda fuente de tensión era el hecho de que, aunque Sandy, "lo pasé con ellos. No fui a entretenerme ni a visitar a amigos.
todos querían que la abuela de Mark, de 95 años, asistiera al bar mitz­ Resultó muy interesante."
vah de su bisnieto, su hija (la madre de Mark) se negaba a traerla. (Se­ El rasgo más significativo de la ceremonia de bar mitzvah que rea­
gún decían Mark y Sandy, la bisabuela estaba en condici_o s físicas y lizó esta familia fue que, durante todo el acontecimiento, la familia nu­
mentales de hacer el viaje, pero la madre de Mark, en opm10n de ellos, clear completa estaba sentada en la bimah (tarima). Aunque en un pri­
no estaba de acuerdo o no quería cargar con la responsabilidad de traer­ mer momento el investigador había interpretado esto como la pérdida
la.) La última fuente de ansiedad era la salud de la madre de Sandy, de una oportunidad para poner en juego y facilitar la creciente autono­
que se deterioraba rápidamente y todos estaban muy preo?upados de mía del hijo, fue significativo que los padres manifestaran una decisión
que definitivamente no pudiera estar pr sente en _la ceremoma. muy positiva de participar en la ceremoriia de esta manera. "A algunas
A medida que aumentaba la presión refenda a estos problemas personas les gusta ver cómo su hijo toma el bar rnitzvah y no sentarse
cuando se acercaba el momento de la ceremonia, tanto Sandy como frente a él... (Pero).nosotros queríamos que toda la familia... (estuviera
Mark emprendieron cursos de acción que eran nuevos para ellos. Mark, junta)... El servicio resultó más acogedor y a todos les gustó verdadera­
que tenía un sentido de las fronteras intergeneracionales particular­ mente de esa manera." Cuando reflexionamos sobre esto, se hizo eviden­
mente fuerte, hizo una mediación ante sus padres para que esas fronte­ te que esta disposición, en efecto, les había permitido a Sandy Y a Mark
ras se corrieran de sus límites habituales. Primero, se fue hasta la casa tomar (vicariamente) el bar y el bat mitzvah que no habían hecho en su
de sus padres y los convenció de que visitaran a los padres de Sandy la adolescencia. Al haber madurado en relación cota sus propios padres,
próxima vez que fueran a Florida, de modo que J?Udiera e tarse la si­ ahora celebraban simbólicamente sus propios ritos de pasaje. Y, al ha­
tuación tensa que los preocupaba a todos. Esta mtervenc10n de Mark cerlo sirnultá11eamente se ponían en condiciones de aceptar y celebrar
(varios meses antes del bar mitzvah) tuvo completo éxito. Las dos pare­ el pa aje de su hijo. Ade_rnás, esta disposición de los asientos_l s permi­
jas de· abuelos congeniaron sorprendentemente bien e inclusive se dis- tió celebrar simbólicamente las -fronteras que habían adqUindo_ como

216 217
unidad, al mismo tiempo que se preparaban para que esafrontera fuese de Dios y los hasidim reconocen constantemente este hecho. La frase
cada vezmás flexible como lo requería la creciente madurez del hijo. :>aruch hashem", que aparece prácticamente en todas las expresione
Así no resulta sorprendente que el pasaje de Seth haya quedado 1r.icluso de.!os_ habl8:'1tes más pequeños, se refiere no sólo a su gratitud
demostrado más claramente durante la fiesta que durante la ceremonia smo tam nen 1mplíc1tamente a su relación con todo lo que es s ado.
religiosa en la cual le habían acortado la haftorah y así prácticamente . Adiferencia de las otras familias de este estudio, en las que el bar
no tuvo dificultades en su ledura). Aquí Seth sorprendió a todos por su IDJtzvah repres ta unodel?spocos ritos religiosos que la familia ejecu­
gran sociabilidad y sus aptitudes de anfitrión. Cantó y bailó con la can­ ta, en esta faIDJlia el bar m1tzvah era uno de los miles de rituales que
tante principal, muy sexy, y así se lo veía actuar más como un joven que lleva a cabo ("una gota de agua en el mar", dijo el padre al comenzar el
como un niño. Fue una representación en la que él fue la únicil estrella proceso de planificación). Para los judíos jasídicos, hay'ritos y rituales
{es decir, no compartía el escenario con sus padres) y en la que demostró que estructuran cada aspecto de su existencia. No sólo estos rituales
una competencia más altamente valorada en este sistema que la de la fwicionan para mantener las conductas prescritas, sino que las conduc­
lectura de la haftorah. tas, a su vez, mantienen la eficacia del ritua1. Para los judíos jasídicos,
En relación con este cambio, resultó muy significativo que en la en­ el ritual es un modo de vida y no wi aspecto de ella.
trevista que realizamos a los tres eses después del bar mit.zvah, Seth ntro deeste c.ontexto, la entrada en la adolescencia de un pri­
no estuvo presente. Acababa de sahr para un campamento y sus padres mer. l.JO con fre uenc1a genera mucha mayor tensión que dentro de las
se habfan olvidado de mencionármelo cuando llamé para programar la fam1has seculanzadas. Las expectativas por la conducta del hijo y la
entrev1Sta Era como si el sistema hubiera incorporado la nueva distan­ conducta de la familia y los miembros de la comunidad en relación con
cia del hijo y la diera por sentada, aunque no sin algo de pena. "Creo él son claras e incuestionables. Las reglas para efeduar esta transición
que hice cierto aprendizaje", dijo Mark al reflexionar sobre el bar mitz­ hacia la adultez judía son concretas, y los hitos de este nuevo status son
vah, "aprendí algo acerca de las emociones que me despierta la creciente esp ctacular s e incoi:if:widibles. Después de su bar rnitzvah, el joven
madurez de mis hijos. ¿Qué sentí respecto a eso? Los pros y los contras. Mo1she usarta los tef{Llm todas las mañanas, seria incluido como miem-
Me e!1tí muy bien de verlos (Cindy también había tomado parte en el

1
serv1c10) cada vez más maduros y en cierto modo autosuficientes. Por
otra parte, creo que me molesta wi poco que se esté acercando el mo­
mento de que ab onen elnido." Al decir esto, tanto Mark como Sandy
abrazaban a su .h1Ja, que estaba senlada entre los dos en el diván, y
Mark exclamó, riéndose, "¡Pero nunca te dejaremos ir!".
o"Z..yda"
Albania
o".Bubbie•

"Baruc.h Hashem (Gracias a Dios)"

La tercera familia del estudio fueron los Sheinman, que tenían seis
hijos y sus familias de origen estaban terriblemente entrelazadas. Se
trataba de hasidim ultraortodoxos. Tanto la madre, Leah, como el pa­
dre, Ya kov, p:ove!1ían de_ muchas generaciones de rabinos jasídicos, y
la pareJa babia sido enV1ada a Massachusetts como misioneros del
Rabinato, el líder mundial del movimiento del Lubavitchor.1º "
Para esta familia, la fe en Dios y la creencia en la ley judía eran al­
Yaakov
go abs?lu Y omnipresente. Para ellos, la vida judía y la vida familiar
eran smómmos y totalmente prescritas por decretos divinos. Dentro de
esta leyy el mundo que crea, todos los r<'les y las reglas están prescritos
1 en detalle y con gran claridad. No hay ,1.1gar para la ambigüedad en co­
sas tales corno las fronteras interpersonales, las jerarquías generaciona­ Shm11d
l s o las transiciones evolutivas. Las expectativas de conducta son explí­
citas, se comparten a través de las generaciones y est.án reforzadas por Moiehe
la ejecución de los rituales.u
'Todas las bendiciones grandes y pequeñas provienen directamente Figura 3. La familia Sheinman

218 219
bro del minyan (quónnn), se sentarla a la cabecera de la mesa con los só inclusive las normas más exigentes de sus padres ("Toda la ciudad
hombres, y seria espiritualmente responsable de sus actos. hablaba de esto. Todos los conocedores de la lectura de la 'Ibrah dijeron
Tanto en lo que se refiere al centro como a los efectos emocionales, que ¡nunca habían escuchado un bar mitzvah como éste!") el padre evo­
el bar mitzvah en la familia jasídica parecía muy diferente de los de có la memoria de su propio padre "de pie en el cielo" y, con lágrimas que
otrá.s familias. En las familias seculares, el bar mitzvah anuncia esen­ le corrían por las mejillas, bendijo a toda la congregación con la alegria
cialmente el hecho de que que el niño se está "preparando" para con­ de los hijos que siguen las huellas de sus padres y abuelos. Inclusive en
vertirse en adulto, es decir, llega a la edad de la adolescencia. En las esta ceremonia, en la que el núcleo esencial se concentraba en el pasaje
familias seculares, la localización de la energía d11rante el período de del niño, este padre, como el padre de la primera familia, hacía uso del
preparación generalmente se pone menos en el cambio de status del va­ ritual nosólo para reforzar las conexiones entre el pasado y el futuro, si­
rón y más en la dinámica dentro del sistema emocional de la familia. no también para lamentar la pérdida de su padre e implícitamente tam­
Pero en esta familia, como en todas las jasídicas, el bar mitzvah verda­ bién la pérdida de la infancia de su hijo.
deramente marca el cambio del niño en términos de su relación con Duxante el refrigerio, lo que causó mayor impacto fue el baile. Des­
Dios, con la ley judía y con la comunidad. Aqui la energía emocional no pués de la comida y una vez que Moishe completó la recitación, comenzó
se apartaba hacia otras cuestiones. El ritual (y sus correspondientes el canto. Enseguida los hombres hicieron un círculo alrededor de Moishe
preparativos) funcionaba esencialmente (aunque no exclusivamente) pa­ y su bisabuelo, gue bailaban juntos en el centro del salón. El anciano,
ra efectuar el pasaje de] oficiante y no en relación con otras cuestiones con su larga barba y los hombros encorvados, sostenía las manos y bai­
evolutivas del sistema. En el mundo jasídico, donde el ritual es tan po­ laba con su bisnieto con las mejillas arreboladas, para celebrar la mayo­
deroso y donde existen otros rituales para cubrir las necesidades de los ría de edad del niño. La imagen de los dos varones tan notablemente pa­
demás miembros de la familia en ese momento, el ritual del bar mitzvah recidos a pesar de la enorme diferencia de edad (no sólo vestían en for­
parecía tener una influencia directa y no indirecta sobre el cambio de ma idéntica con traje negro, sombrero negro y camisa blanca, sino que
status del niño. Nada podía desviar la energía del propósito central del tenían aproximadamente la misma altura) era la verificación visual del
acontecimiento: ni una crisis familiar en la familia extensa de la madre, vínculo de las generaciones. Y todos lo hombres de traje negro que baila­
ni la dificultad del padre para completarle a su hijo el pilpul (discurso ban alrededor de ellos, con niñitos sobre los hombros y bebés en los bra­
talmúdico en yiddish) gue su difunto padre había escrito originalmente, zos, celebraban y reforzaban estas conexiones. (Era una escena sacada
ni las necesidades de ninguno de los otros hijos, etcétera. de un relato de Sholom Aleichem. Apenas podía creer en la buena suer­
Una vez gue este niño jasídico, cuyas creencias y valores funda­ te gue tuve de haberme encontrado con esta familia. Sentía como si
mentales eran idénticos a los de sus padres y los padres de éstos antes accidentalmente hubiese descubierto una civilización que creía extingui­
que ellos, hubo realizado su primera aliyah (es decir, bendecir el Torah da.)
por primera vez en la congregación del Rabinato al día siguiente de su Inmediatamente después del bar mitzvah, la familia se dedicó a
13er. cumpleaños) su pasaje era incuestionable. Este hecho me produjo los preparativos rituales para la siguiente festividad judía, y cuando lle­
una terrible impresión mientras yo estaba en la cocina familiar unos gó el momento de la entrevista de seguimiento tres meses después, ya
días antes del bar mitzvah, cortando verduras para la comida del feste­ estaban hablando de los planes para el bar mitzvah de su segundo hijo.
jo. Para remover unos fideos que yo le ayudaba a cocinar para su al­ Cuando les pregunté sobre la significación del bar mitzvah de Moishe,
muerzo, Moishe me alcanzó un tenedor que enseguida se dio cuenta que me volvieron a hablar de los vfuculos intergeneracionales. Después de
no era el adecuado. (Era un tenedor para carne y la cacerola era de le" admitir que, por supuesto, el bar mitzvah había sido especialmente im­
che: una violación de la prohibición alimentaria de mezclar carne con portante para el niño, el padre habló de sus bisabuelos. Contó una histo­
leche.) Me quitó el tenedor antes de que yo pudiera usarlo, se disculpó ria sobre cómo habían llegado a este país con el temor de que no podrían
profusamente y pareció muy contrariado. Tratando de tranquilizarlo, le criar a sus hijos como verdaderos judíos. "Para mi abuela, ver a su bis­
dije en broma que estaba bien, que todavía no era "responsable", puesto nieto criado precisamente como lo fueron sus hermanos... que ella viera
que todavía faltaban algunos días para el bar mitzvah. Yo me había ol­ esto, ella diría queya nada más puede pedirle a la vida que poder ver lo
vidado que él ya había hecho su primera aüyah. "¿Qué dices?" Me pre­ que ha visto."
guntó incrédulo, "que no soy responsable? ¡Voy a tomar el bar mitzvahl"
Fue durante la ceremonia pública, más amplia, casi una semana
después de la primera bendición del Torah, cuando se pudo compartir el "Crece (y logra) pero quédate"
núcleo emocional de la transición. Aquí, como en el bar mitzvah de la
primera familia, el discurso del padre provocó las lágrimas de toda la La última de las familias investigadas fueron los Godovsky. Se tra­
congrégación. Después de la brillante actuación de su hijo, que sobrepa- taba de una familia de inmigrantes rusos con un solo progenitor, en la

220 221
que el bris (circuncisión) del niño en Rusia se había hecho en secreto. La
madre, Lena, se había divorciado del padre del niño, Félix, muy poco
después de emigrar a los Estados Unidos, casi 7 años atrás, y con la
ayuda de sus propios padres, que habían emigrado unto con ella Y que
vivían a la vuelta de su casa, crió a su hijo, David, sm mucha ayuda del
padre del niño. Muy poco antes del período de planificación, Félix se ca­
só con una mujer no judía, con lo cual se debilitó un poco más su ya
menguada relación con el hijo.
Aunque los abuelos vivían en su propia casa y no con ellos, las tres
generaciones componían una sola unidad emocional con roles complejos
y confusos. A menudo los abuelos funcionaban como padres tanto para
Lena como para David, y éstos en realidad interactuaban como herma­
nos. Aunque estos múltiples roles podían constituir habitualmente la
norma en la cultura rusa, y podían ser más :funcionales que disfuncioI1:a­ Jake
les en los sistemas con un solo progenitor (Wood y Talmon, 1983), exis­ L_
tía en esta familia una enorme cuota de ambivalencia multigeneracio­
na1 sobre el crecimiento tanto de la madre como del hijo. Por momentos
Lena estaba claramente a cargo de David, quien a menudo se aferraba a
ella puerilmente pero en otros momentos los roles se invertían y el hijo 12-314
actuaba como p¡dre de Lena y se alineaba con la abuela para mimar o
proteger a su madre. David no podía tolerar que su madre se relaciona­ David
ra con otros hombres y ella (una mujer joven y muy hermosa) no podía
satisfacer sus necesidades en este aspecto. La confusión de Lena Y Da­
vid era alimentada y amplificada por los abuelos, quienes, por su parte, Figura 4.Lafamilia Gordovsky
les decían a la madre y al hijo que fueran menos dependientes de ellos y
entre sí, y por otra parte, actuaban en formas q e negaban la P?sibili­
dad de tal independencia. A medida que se aproximaba el bar m1tzvah,
el símbolo de éambio inminente en el niño, se intensificaron los mensa­ naje sacerdotal) como el padre de s°; madre ra una expre i?n e su
jes contradictorios que presionaban el sistema hacia el movimiento pero identificación no sólo con su abuelo, smo también con la tradmón Judía
al mismo tiempo impedían que se produjera el movimiento. A medida que la familia reivindicaba a través de él.
que David crecía (y se acercaba el momento de convertirse en un "'hom­ Tanto en Rusia como en los Estados Unidos, resultaba igualmente
bre"), su apego a Lena y la tolerancia de ésta de tal situación se hacían clara la valoración que hacía la familia del trabajo duro, el logro y la ac­
cada vez menos acepta.bles y más pronunciados. tuación pública. La historia del abuelo en la escena en yiddish, los lo­
Pero si el sistema no era claro respecto del crecimiento, sí era abso­ gros intelectuales de ambos abuelos y los esfuerzos de la madre para
lutamente claro respecto de la identidad judía y del valor de los logros y graduarse con el título de master, todas eran expresiones de esta valora­
el rendimiento. Tanto en Rusia como en los Estados Unidos, la actua­ ción. No sólo se esperaba que el niño tuviera una actuación brillante en
ción de la familia estaba dirigida a mantener los vínculos de su herencia su bar mitzvah, sino tambien que ejecutara en,fonna impecable un reci­
judía. En Rusia, el bris realizado en forma clandestina y la solicitud de tal de piano unos cu.antos di.as antes y que ganara un trofeo en un
una visa (porque io que se les permite hacer a los judíos en Rusia es torneo de karate al día siguiente de la ceremonia.
muy limitado") fueron dos afirmaciones muy evidentes. En los Estados En contraste con el bris clandestino, el bar mitzvah fue una cere­
Unidos el niño se matriculó inmediatamente en una escuela diurna ju­ monia trascendental y totalmente pública. Para muchos de la congrega­
día ("'para darle la oportunidad que yo no tuve: ser un judío reconoci­ ción que habían emigrado del mismo pueblito de Rusia, este aconteci­
/ do"). miento fue un hito. Era el primer bar mitzvah a1 que hubieran asistido
La oportunidad :funcionó bien. No sólo David se convirtió en el nunca y, para el padre, abuelo y tíos llama.dos ante el Torah, era la pri­
miembro de la familia más versado en cultura y religión judías, sino mera vez en su vida que tenían una aliya.h (el honor de ser llamados pa-
que, al parecer, la tradición se había convertido en algo más important:e ra bendecir el Torah). En cierto modo también era el bar mitzvah de
para él que para su madre y abuelos. Su deseo de ser un Cohen (del h- ellos, además de ser el de David.

222 223
Cuando le tocó el turno a David de recitar la bendición y cantar la
ra venido a los Estados Unidos. Si no fuera por ella, yo no hubiera naci­
haftorah, la congregación se quedó en silencio y prestó total atención. do. Y también quiero agradecer a esa señora y ese seóor, mis abuelos,
La vo:z de David resonó dulcemente y sin vacilaciones. A diferencia de por haberme ayudado tanto. Y quiero a adec rle 3: mi m jor amigo por
las generaciones anteriores, se había convertido en un judío versado.
Entre las mujeres se oyó un evidente suspiro de admiración y todos mo· haber venido desde Nueva Jersey. Ha sido nu meJor amigo desde que
vían la cabeza con signos de aprobación. David "se desempeñaba bien". llegué a los Estados Unidos. Espero poder asistir a su bar tzvah el
Cuando terminó, la congregación rompió a cantar la canción tradicional año que viene y que salga tan bien como el mío". L ego a ego unanota
del Mazel tov y las felicitaciones. de comicidad qne hablaba precisamente de la ambivalencia de su desa­
Una vez que el Torah se guardó nuevamenate en el arca., llegó el rrollo. Al terminar su discurso se dirigió a su madre y le preguntó si po­
momento del sermón del rabino. En ausencia de un padre interesado, a día quedarse levantado después de la hora,h3:bitual fijada para acos ­
él le tocó establecer las conexiones entre generaciones y su discurso pro· se.Todos se rieron cuando el joven se convirtió nuevamente en un mm­
porcionó el matiz emocional del acontecimiento. Dirigiéndose a la fami­ to y la fiesta continuó.
lia extensa y a la comunidad rusa, el rabino destacó que el bar mitzvah ' Aunque eran muy intensos los sentimientos de conexión y logro
de este niño en los Estados Unidos era un "milagro" y que tenía un gran que siguieron al bar mitzvah, se interrwnpieron abruptamente muy po­
significado para el futuro de la supervivencia judía. Les recordó a todos co después del fin de semana cuando la abuela revelo un secreto que le
lo cerca que habían estado en Rusia de perder completamente su cultu­ había estado ocultando a la familia. Unas cuant.as semanas antes de la
ra y les recordó que muy fácilmente se los podía llevar a seguir el sueño ceremonia, le habían descubierto un cáncer potencial. Como no quería
materialista norteamericano si se olvidaban de su pasado y de sus valo· "estropear" el bar mítzvah, no se lo había dicho a nadie. Afortunada­
res judíos. "David, con su familia y sus amigos son hoy y aquí el testi­ mente en última instancia sólo fue necesaria una cirugía menor pero,
monio vivo de la perdurabilidad de los judíos y del hecho de que no en el omento de la entrevist.a a los tres meses, el bat mitzvah ya era
debemos permanecer en países que nos priven de nuestra libertad reli­ algo del pasado.
giosa... David, estás aquí para damos una lección. Estás aquí para con­ Pero no la confusión de roles y expect.ativas. Aun cuando Lena pro­
ducir a quienes vinieron de la Unión Soviética y las futuras generacio­ gresaba en su carrera y se le había asignado una tar a fuera de la
nes provenientes de ellos". ciudad y David salió de vacaciones con su padre, todavia eran proble­
mática's las cuestiones evolutivas de progreso y salida en esta familia.
Entonces el rabino se dirigió a la familia directa y habló en
En este punto, estos problemas no sólo se expresab a trav.és.de la re­
yiddish. Utilizó palabras simples de bendición y congratulaciones, pero
lación ambivalente de Lena con su pareja y la relación confhct,va entre
el mensaje analógico contenido en ellas era muy profundo. En inglés ha­
este amigo y su híjo, sino también a través de la gran preocupa ión que
bía apelado al aspecto intelectual de la familia y había explicitado la
significación internacional e intergeneracional del acontecimiento. En todos tenían por la inminente transición que iba a efectuar David desde
yiddish, la lengua del exilio, el rabino les habló directamente al corazón. el ambiente protegido de la escuela judía al "mundo salvaje" de la escu ­
Esa noche en la fiesta la familia y los amigos reforzaron el signifi­ la secundaria pública. ''Tenemos miedo", dijo el abuelo, "de este cambio
cado propuesto por el rabino con sus brindis en ruso que reafirmaban la que va a experimentar".
importancia del acontecimiento en la vida de todos ellos. El abuelo, por
ejemplo, destacó que su amor era único y continuó refiriéndose a lo or­ Rasgos salientes del trabajo evolutivo
gulloso que se sentía de David y el placer que le había proporcionado.
facilitado por el proceso
Un viejo amigo íntimo de la familia también hizo un brindis. Le dijo a
David que "recordara este día por siempre. Todo el amor que te rodea en Se estudiaron cuatro familias del oeste de Massachusetts, cada
este día de tu bar mitzvah y la ceremonia en sí misma, te darán fuerza. una de las cuales efectuaba los preparativos para el bar mitzvah de su
Nunca olvides este día". Este discurso, al destacar el efecto del ritual, primer hijo. En términos de pertenencia, estructura, historia, elemento.s
reforzó el sermón del rabino. de tensión y nivel de identificación religiosa, no podía haber mayores di­
El último brindis lo hizo David. De pie sobre una silla, con un vaso ferencias entre ellas. Pero desde el _punto de vista evolutivo, estas fami­
de vino blanco en la mano, David habló a sus invitados fluidamente, en lias estaban en una "etapa" muy parecida del ciclo vital y todas "utiliza­
forma madura e improvisada. "Quiero agradecerles a todos por su pre­ ban" el ritual de acuerdo con sus necesidades idiosincráticas. Para los
sencia en mi bar mítzvah. Especialmente quiero agradecerle a esa seño­ Steinberg, se trataba de la adaptación de las fronter interperso ales.
ra que está allí (y señaló a su madre que estaba al otro lado del salón). Para los Gúldstein, de la adaptación de las fronteras mter enerac1ona­
Si no fuera por ella yo nunca hubiera podido hacer este bar mitzvah ni les. Para la familia jasídica, el problema era la "transformación" anacró­
hubiera tenido esta maravillosa fiesta. Si no fuera por ella, yo no hubie- nica del nióo en adulto. Y en el caso de los Gordovsky, en esta etapa se
224 225
intensificaron tanto las conexiones culturales como la presión para el sentido positivo que la familia tenía de sí misma y su concepción del
camino evolutivo. mundo. Por añadi ura, l permit!ó a Yaakov hacer el duelo por la pérdi­
Sin embargo, en ténninos generales, el modelo circular de movi­ da de su padre y erenc:iars masd:e él en el proceso. Sin embargo, aun
miento era muy parecido en todos estos sistemas. El desarrollo del niño, cuando no se hubiera producido esta oportunidad, la capacidad ritual en
marcado y realzado por el bar mitzvah, presionaba para el cambio en el el ontexto de esta familia era tan grande que nada podría haber inter­
sistema adulto. Estos cambios, a su vez, estimulaban mayores cambios fendo con el logro del propósito central del bar mitzvah.
en el niño (quien teóricamente presionará para lograr mayor cambio, et­ En la famili? QQrdovsky, el proceso intensificó la presión de cambio
cétera). para Lena y David. Cada vez resultaba más inadecuado que el niño se
A través del proceso el bar mitzvah, Stacy, Ken y Janet, los tres apegara a ella y que Lena lo aceptara, y los mensajes contradictorios
adultos de la primera familia, establecieron un nuevo tipo de relación que aumentaban con frecuencia e intensidad, presionaban a todo el sis:
entre ellos y con sus familias extensas y de este modo facilitaron la cre­ te a. Por_aña_didu · el acontecimiento reafirmó el significado más am­
ciente autonomía y cone:ri6n del niño. Durante la fase de planificación y plio de la 1mmgr c10!1 de la familia y fortaleció la conexión entre su pa­
la ceremonia, los padres divorciados volvieron a unirse temporariamen­ sado Y su futuro Judio. A través de este proceso, la familia demostró su
te como para que su hijo no tuviera que elegir entre ellos. Este compa­ éxito y la impor cia desuslo_gros en los Estados Unidos, y el niño pu­
ñerismo temporario les permitió a los padres biológicos llevar a su fin y do poner de anifies_to sus aptitudes para sobresalir a pesar de los con­
celebrar el éxito de los arreglos que habían hecho para la tenencia com­ fusos m nsaJes el sistema a a de su capacidad. A la luz del signifi­
partida y así poder "completar" un proceso de divorcio poco claro y muy cado mas amplio del acontecrrmento, esta demostración tiene además
lento. una mayor significación. Por medio de esto el niño indiscutiblemente el
Stacy utilizó este proceso con todo éxito para acercarse más a su juafo más versado de la familia, se transforma en l líder familiar en re­
gran familia extensa y participar mejor en ella. Este paso permitió po­

l
1
tenciar una eventual liberación de su hijo. Para Ken, el bar mitzvah le
permitió no sólo hacer el duelo por la pérdida de su padre y la pérdida
de la infancia de su hijo, sino en realidad, asegurar la conexión entre su
hijo y su padre (es decir, su pasado judío) de modo que él también pudie­
lación con la cuJtura judía hacia la que tienden. Este rol de liderazgo
agrega un mayor impulso a su creciente madurez.

Para sacar conclusiones


ra empezar a liberar a Micah. El hecho de que su hijo se conectara con
su pas do judío era especialmente importante para este padre, que no Las siguientes conclusiones no tienen ninguna pretensión de ver­
tenía bien a!;egurada la identidad judía de su nueva familia. Para Mi­ dad universal ni de validez cientifica. En cambio se presentan como re­
cah, el proceso le permitió intensificar su identificación con su padre y sultado de la exploración intuitiva de datos sumamente impresionistas
su cultura, al mismo tiempo que le hizo posible poner de manifiesto su que podrían servir mejor para explicar un poema que para realizar
competencia cada vez mayor y su logro de una mayor independencia. experimento científico.
Por medio del bar mit:zvah, los padres en la familia Goldstein Metafóricamente, las cuatro fam.ilas eran como poemas que el in­
adaptaron las fronteras entre ellos y sus padres, lo cual les permitió en vestigador leía y trataba de comprender. Los cuadros que resultaron del
última instancia adaptar la frontera de su sistema nuclear de modo que proce o de -fragmen r '! reagrupar los elementos de cada poema (pala­
se hiciera posible que el hijo pudiera atravesarla. Durante el período de bras, imágenes, sentmuentos, etcétera) reflejan el análisis que hace de
preparación, tanto Mark como Sandy precisaron las fronteras jerárqui­ ese po ma el.investigador como lector en el contexto de todos los poe­
cas entre ellos y sus padres, con lo cual se pusiera de manifiesto el au­

l
mas. 81 ampliamos la metáfora, puede decirse que las conclusiones que
mento de su propia Madurez. Sentados en la tarima, confirmaron su de­ se sacan de este proceso se lograron como si los cuatro poemas indivi­
la -frontera de sí misma, al mismo tiempo que permitía simultáneamen­
las conexiones en todas las otras. Por lo tanto la "verdad" o validez de
sarrollo al celebrar vicariamente el bar y el bat mitzvah que nunca dua1e se hubieran convertido en las estrofas de un poema mayor, y las
habían hecho. Sentados de este modo y en ese lugar, la familia reforzaba conex10nes encontradas dentro de cada estrofa se relacionaran con
las conclusiones se relacionan más con la ve d que
surge de la poesía
te que esa frontera se hiciera más flexible. Durante la fiesta, el hijo
1 Seth demostró su sorprendente competencia y disposición para superar que con la verdad que surge de los cálcuJos matemáticos. Aunque se las
los límites anteriores.
En la familia jasídica, con una "determinación cultural" (Quinn y plantea como h chos, hay que leerlas como hipótesis que, por definición,
se encuentran siempre en permanente evolución.12
otros, 1985, pág. 102) tan grande, el ritual transformó al nillo en adulto
en términos de la práctica religiosa. Secundariamente, el acontecimien­
to, al que asistieron tanto judíos practicantes como secuJares, reforzó el

226 227
Conclusiones nivel lógico más alto, el periodo liminar abarca la preparación y la rein­
tegraciQn tanto como la ejecución. En este nivel, los participantes en el
l. El bar mitzvah facilita el cambio. euolu uo. Las familia que li e ritual se encuentran en el estado liminar y están abiertos al poder de
señalar el 13er. cumpleaños de su pnmer h1Jo con un bar nntxv utili­ transformación del proceso mucho antes y mucho después de la ceremo­
zan" el proceso para negociar el cambio en las fronteras emocionales nia real.
dentro del sistema nuclear y entre ese sistema y su contexto general. En Lo que sucede en la ceremonia liminar también ocurre (en forma
su mayor parte, este uso no es explícito ni c,onsciente, siJ.lo que.es a más difusa y sumamente sutil) en los periodos pre y postliminares. No
consecuencia natural de la presión de cambio del mecarusmo_ biológico sólo durante la ceremonia sino durante el prolongado proceso en su con­
natural yde la función clásica del ritual de.facilit r l_a transiciói:1- junto, el bar mitzvah permite sincronizar la acción individual y grupal a
La entrada en la adolescencia del pnmer hiJo induce al sistema a través de la estimulación de las emociones y la intensidad en el contexto
modificar adecuadamente su equilibrio entre autonomía y cohesión. Co­ de una estructura segura. (Con esto ampliamos el elocuente concepto de
rno ritual de iniciación, el bar mitzvah pennite prec s:8-mente.aurne t.ar Friedman de que "el rito de pasaje se da en todo el año alrededor del
la distancia del oficiante respecto de sus padres/fam1ha, al rmsmo tiem­ acontecimiento que lo celebra", y que este período completo constituye
po que intensifica su sensación de conexión con el sistema en .su conjun­ una "bisagra cronológica" {1980, pág. 430] en la que el ritual familiar es­
to al que pertenecen tanto ellos como él. tá más abierto al cambio).
2. El bar mitzvah produce el cambio evolutivo en forma diferente n ca­ 4. En el contexto de estos múltiples niveles, la mayor parte del trabajo
da familia. El bar mitzvah difiere en ciertos pectos que re!].eJan la evolutivo ha comenzado durante el periodo de planificación. A causa de
constitución la dinámica y la historia de la familia.13 Cada familia enfo­ que los periodos de transición requieren cambios sustantivos en las fa-
ca el aconte imiento nodal con un conjunto diferente de recursos y nece­
sidades, que determinan cómo será y qué se sentirá en :J bar m tzvah y
milias, y a causa de que las familias con un bar mitzvah están ya en el
estado liminar y transicional cuando están planificando el ritual, resul­
en qué lugar del sistema el proceso ejercerá su mayor _mfluencia. A1;111- ta claro que sus acciones durante este periodo son significativas. En es­
que el resultado "último" es el aumento de. la autonomrn y la sen.s ción te periodo, la familia liminar está en la situación de "ni lo uno ni lo otro"
de conexión del adolescente, el proceso es diferente para cadafamilia.
(Turner, 1982, pág. 28), ya no se encuentra con un niño pero todavía no
Como todos los rituales el bar mitzvah tiene partes cerradas y tiene a alguien que ha demostrado su "disposición" (Van Gennep,
abiertas. Además de sus rasg s rígidamente definidos, le pe ite acada 1909/1960) a tranformarse en adulto. Se encuentra con alguien que lle­
Íamilia aportar al proceso su propia interpretación Y sus matices..Puede va el rótulo que (si no es un oxímoron por si mismo) capta adecuada­
destacar, agregar, quitar o modi car element s. de la .representaCJón, d.e mente el carácter paradójico de esta edad.
modo que se refleje la configuración de la fam1l1a y atienda a sus necesi­ Durante este periodo comienza a crearse el "espacio sagrado" que
dades. va a salvaguardar y proteger el viaje de los participantes. La familia co­
Aunque algunas de estas "modificaciones" son conscientes y delibe­ mienza a pensar que es algo especial, se la trata como algo especial, se
radas, una gran parte del proceso queda fuera del conocimiento de la fa­ va concentrando cada vez más en el futuro acontecimiento y previene
milia. Lo importante para ellos es "simplemente" cómo lo hacen. E activamente. que los problemas o conflictos "contaminantes" (por ejem­
el caso de los Goldstein, la decisión de sentarse todos juntos en la tan­ plo un divorcio en la familia extensa, un problema médico, cambios pro­
rnafue una modificación deliberada de la ejecución tradicional, pero la gra'mados) no perturben su concentración o disminuyan la probabilidad
idea del acontecimiento como un proyecto familiar se refiere a un nivel de éxito del acontecimiento.
diferente de configuración. Del mismo modo, en el caso de los Steinberg, Durante este período de planificación las presiones logísticas y
la decisión de Ken de entregar a su hijo las reliquias-de su padre fue emocionales se intensifican en forma exponencial. A medida que se
una adaptación deliberada de la transmisión simbólica de los sacra (ob­ acerca el acontecimiento, el sistema cada vez más asume las caracterís­
jetos o secretos sagrados), pero en otro nivel refleja una configuración de ticas de la caja cibernética (Hoffman, 1981), en la cual la acumulación
la necesidad del padre de hacer el duelo. de disonancia presiona para que se dé un salto discontinuo hacia una
organización más funcional. El proceso ritual (igual que la terapia) reca­
3 El proceso comienza y continúa durante meses antes y tkspués de la lienta los problemas emocionales intrínsecos del sist.ema y esta intensi­
c remonia pública. Este fenómeno refleja el hecho de que. el proceso r ­ ficación potencia la transformación del sistema.
tual opera en múltiples niveles simultáneamente. En un mve , los parti­ Los preparativos para el ritual son parte del ritual mismo. Esta es
cipantes en el ritual están en la etapa li in r )'." tran formabva del pro­ la parte que les corresponde a los padres en la ordalía en la cual se los
ceso tripartito sólo durante la ceremoma pubhca. Sm embargo, en un pone a prueba por sí mismos y por los demás. Al poner el acento en los

228 229
detalles que son importantes para ellos o que l s resultan diñciles (re­ man, 1981), en la que la familia responde a la desarticulación cada vez
dacción de la invitación, disposición de los 1 ntos, ;eservas _en los mayor entre losmodelos antiguos y las nuevas necesidades con la adap­
hoteles) la familia maneja no sólo el acontec1m1ento smo también las tación de las fronteras y el cambio de modelos que las mantienen. En la
presion s emocionales que el acontecimi n!,o precipita .Y saca a la :uper­ escena tercera y última, el nivel de afectividad disminuye, en la medida
ficie. Esta conexión entre las tareas log¡sticas y emocionales exp 1ea en en que los testigos confirman y celebran una nueva situación del inicia­
alguna medida la cantidad de energía aparentemente desproporcronada do y se preparan para integrarlo en el mundo cotidiano al que todos es­
que se pone en el esfuerzo de planificación o la angusti aparente ente tán a punto de retomar.
irracional que a menudo lo acompaña Durante el penado de planifica­
ción los componentes analógicos de las decisi.ones l?gís cas actúan me­ 6. El trabqjo evolutivo comenzado en las dos primeras etapas del proce­
tafóricamente para comenzar el proceso de smcromzac16n y preparan a so continúa durante el periodo que sigue a la ceremonia. El ritual fun­
los participantes del ritual para el proceso dramáticamente emocional ciona mdgicamente pero no hace magia. Aunque el ritual resuelve la
de la representación simbólica. paradoja existencial en un nivel mítico o metafórico, no ofrece una reso­
Incluso antes de que llegue el primer invitado, la familia ya ha co­
lución en el nivel concreto y pragmático. En cambio, ayuda a identifi­
menzado a activar sus conexiones con las generaciones pasadas, a sen­
car, reforzar y activar la capacidad natural de la familia para elaborar
tirse fortalecidos por aquellos que les han demostrado su apoyo y a sen­
tirse orgullosos de lo que ellos y su hijo ya han sido capaces de hacer.
las soluciones prdcticas y emocWnales con el ti.empo.
Durante el periodo que sigue a la ceremonia/fin de semana, la fa­
5. La ceremonia del bar mitzvah es la afirmación pública de la familia milia se encuentra en el proceso de integrar y asimilar el trabajo prag­
mático y emocional del período de planificación y los efectos simbólicos
de su proceso privado. El drama simbólico de la familia es el qu procla­ de la representación ceremonial. Como participantes en el ritual, los
ma culmina y amplifica lo que ya ha sucedido y prepara el cammo para miembros de la familia se encuentran en el proceso de volver al mundo
lo que está por venir. El "argumento" del drama está centrado en el mo­ profano y corriente que han abandonado temporariamente. Como una
vimiento simultáneo que hace el niño de alejarse de sus padres Y acer­ entidad cibernética, la familia trata de reorganizarse en un nuevo nivel
carse a la comunidad en su conjunto. El "argumento secundario" supone de coherencia (Dell, 1982), que le permita dar cuenta de las perturbacio­
el movimiento de todos los otros actores principales en relación con el nes que acaba de experimentar y satisfaga mejor las demandas de su
viaje del prot.agonista. Los invitados, como auditorio, se congregan para campo de cambio (Hoffman, 1981).
reconocer el movimiento de los actores, celebrarlo y reforzarlo. El efecto
El modo en que se adapta la familia y qué ll.'IO hace de la experien
de esta experiencia consiste en que los actores y el público se unen en
cia depende en gran medida de cómo "comprende" el significado de lo
un sentimiento comunitario de placer y satisfacción (la communitas de que ha sucedido (Bogdan, 1984; Quino y otros, 1985). Con excepción de
Turner, 1969). . las familias observantes del ritual para quienes el significado está su­
Por medio del uso de símbolos condensados y muJtivocales, reforza­
mamente prescrito, la mayor parte de las familias "crean" el significado
dos por la estimulación rítmica de los cantos, himnos procesionarios, ju­
que le atribuyen a la experiencia, un significado que es idiosincrático
ramentos conjuros, etcétera, el drama suscita la emoción y transmite
para cada familia y que por lo general está fuera de su conocimiento.
análogam'ente mensajes que no podrían transmitirse d.isc siva ente.
Este "significado" se expresa indirectamente en términos de modifica­
Enel estado "hiperactivo" (Wolin y Bennett, 1984, pág. 41) inducido por
ción de emociones, modelos de conducta, autoimagen, etcétera.
esta ejecución, las tensiones y conflictos idiosincráti_cos de la familia

l
Mientras que en un nivel la familia vuelve a introducirse en la
temporariamente dan lugar a una abrumadora sensación de apoyo y co­
normalidad postliminar y deja que "cale" el efecto de la experiencia, en
operación. La crisiscuidar
de la familia "se pone en 1974,
la ce.lle" y "la36).
comunidad se_
reúne para
avanza mediar,
gradualmente en yelabsorber" En la "escenapál?i·
tiempo. (Slater, primera", las plega­ un nivel superior la familia tndavía está 'en el estado liminar del proce­
cambio en un sistema que todavía está en la caja antes de su salto dis­
En el micronivel este drama cóndensado metafónc8.mente recapi­ so en su conjunto. En es.e estado, el acontecimiento ceremoniaJ (y todo lo
tula el rito de pasaje 'tripartito más sutil· por medio del cual la familia
que condujo a él) se experimenta simplemente como más presión para el
rias preliminares dan el tono y refuerzan la sensación de diferencia en­
continuo (Hoffman, 1981). En este ivel hayqueesperar una lucha per­
tre la acción cotidiana normal y la acción ritual especial que está porco­
manente de la familia con las demandas paradójicas del desarrollo del
menzar. Esto se "corresponde" con la creciente sensación que tiene la fa-
adolescente, así como su propia conducta, aparentemente regresiva
milia de la diferencia entre su pasado y su futuro. En la segunda esce­
(por ejemplo, la negativa de los Steinberg a reunirse en conjunto, la re­
na se eleva el nivel de la afectividad y se requiere que el iniciado lleve a tención de la hija en el caso de los Godstein, la ambivalencia de los Gor­
cabo e·l acto de transformación. Esta es la "síntesis trascendente" (Hoff- dovsky).
A pesar de las proclamaciones públicas y la elaborada actuación, el

230 231
niño no ea un hombre y las relaciones de la famHia con él, entre sí y con culinos. Una vez que ha sobrellevado con éxito "exact.amente la misma"
el contexto general no son de total armonía y claridad. En cambio las re­ pru.eba que soportaron su padre y los padrea de éste antes, el niño que
laciones fa.milares posteriores a la ceremonia continúan evolucionando hace el bar mitzvah reclama su lugar entre los varones de la tribu. Ya
en la medida en que los pequeños cambios producidos en las primeras está preparado para que se lo identifique con su padre y su abuelo y lo
etapas del proceso continúan resonando en el sistema con el paso del "merece" también, de un modo que no era posible antes. Del mismo mo­
tiempo. do, después de haber guiado a su hijo a través de la ordalía que recuer­
da vívidamente y después de haberle entregado los objetos sagrados de
7. El ritual del bar mitzvah se refiere directamente a las tareas evoluti­ su pasado (por ejemplo, Ken, que entrega los objetos rituales de su pa­
vas de la famüia contemporánea cuyo primer Mio se transforma en ado­ dre y el padre jasídico con la bendición de su propio padre), el padi: d l
lescente. Se trata de un rito de transición perfectamente adaptado a una hijo que al hacer el bar mitzvah se siente más cerca no sólo de s11; h1JO _si­
edad de transición en una sociedad de transición. Dados los problemas no también de su propio padre. El varón más joven ha quedado identifi­
asociados con la invisibilidad de la transición a la adolescencia (McGol­ cado como "Wl hombre" y en este proceso se han fortalecido los vínculos
drick y Carter, 1982) en una cultura contemporánea profundamente entre todos los hombres de la fw:n:ilia. Aunque este aspecto de la vincu­
confundida respecto de cómo manejarse con esta etapa de la vida (El­ lación es más evidente en la familia jasídica en la que las distinciones
kind, 1981), el bar mitzvah permite aportar visibilidad y claridad. Es un de género se refuerzan física y filosóficamente, en todos los casos es muy
señalador espectacular que hace visible el cambio, ú.n mecanismo regu­ visible. (Inclusive en la familia ru.sa en la que el padre no desempeñaba
lador que controla su velocidad y un recurso educacional que atribuye al nn rol significativo, el rabino se transformó en el padre sustituto y esta­
cambio significado positivo. bleció las conexiones de identificación entre las generaciones masc;uli­
Expresado en términos de las tareas evolutivas primarias de la fa- nas pasadas y futuras. Lo mismo vale para la familia reformist.a, en la
milia (Culler, 1987), el ritual promueve la autonomía del niño, les per­ que ni el padre ni el abuelo habían hecho el bar mitzvah, y de todos mo­
mite a él y a sus padres manejar el impacto emocional de la separación dos el nin.o se identificó con los varones mayores al demostrar su compe­
que provoca la creciente autonomía y les da a los padres la posibilidad tencia como anfitrión, competencia que tanto su padre como su abuelo
de comen.zar a poner cada vez más el acento en ellos mismos y en la re­ se sentían orgullosos de poseer.)H
lación con sus propios padres. Es un ritual que facilita las "tareas inter­
crernalleras" (Golan, 1981, pág. 6) del sistema rnultigeneracional en la B. El bar mitzvah es un mecanismo de gestión natural para famüias
primera etapa de sus años intermedios, un rito de pasaje para la familia
que enfrentan las crisis normatiuas de la transición adolescente puesto
completa.
Más específicamente, en términos de las necesidades del adoles­ que potencia los recursos internos: Así corno el niño q e _comien a 1 pri­
cente, el ritual proporciona un formato en el cual se le da al niño un mo­ mero de sus años de adolescencm con este acontec1m1ento púbhco de
do de mostrar su "disposición" a que se lo trate en forma diferente, se afirmación adquiere fuerza para sus futuras luchas, del mismo modo se
les da a los padres un modo de ayudarlo a demostrar su disposición y al beneficia la familia en su conjunto. Por medio de la actuación privada
mismo tiempo hacer el duelo por la pérdida que esto implica, y al resto (en la que los padres, en particular, demuestran una madurez y una
competencia sin precedentes, y en la que negocian los cambios no sólo
de la familia extensa se le da un modo de apoyar al niño y a sus padres
en relación con su hijo sino también en relación consigo mismos y con
en la nueva relación que han establecido.
sus propios padres), y por medio de la actuación pública (en la qu.e
A través de esta "prueba por la recit.ación" (Arlow, 1951, pág. 358), est.án literalmente rodeados por la buena volWlt.ad y el apoyo de la fami­
el niño sale del "aislamiento del estudio, acepta el desafío aterrador de
la ordalía pública, pasa con éxito la pru.eba y es aceptado por un 'público ª!
lia y amigos en un estado de communitas pa ecido del tran ), descu­
bren y refuerzan recursos no sólo en sí mismos smo tamb1en en los
cariñoso'". En el centro de la escena y en el centro de la familia, el niño sistemas extensos.
demuestra su competencia y experimenta el hecho de ser alguien "espe­ Para lafamilia que se prepara para entrar en el territorio inexplo­
cial" y su "poder" (Zegans y Zegans, 1979, pág. 123). Por medio de esta rado (y aterrador) de los años de adolescencia, esta consolidación de las
versión moderna del "rito en los matorrales", el niño anuncia que es­ fuerzas es natural y oportuna. Es un modo de que la familia "se haga
tá cambiando y demuestra que su cambio es positivo. Por medio de cargo de sí misma", lo cual, según Ackerman (1980, pág. 148) s "lo me­
esta demostración y de la respuesta que suscita en todas las personas jor que puede hacer por el adolescente" que la integra. Por eJernplo, la
importantes para él, el niño adquiere fuerza para futuras ordalías pri­ aprobación y aceptación de Stacy por sus familiares de Tenne ee la
vadas de cambio. prepara para un menor compromiso y un mayor apoyo de su fa ulia nu­
Una fuente de esta fuerza que no se ha mencionado específicamen­ clear. Al sentir y reconocer su éxito como compañeros en la crianza del
te pero que, por supuesto, es obvia, tiene que ver con los vínculos mas- hijo la pareja divorciada de los Steinberg se prepara para efectuar cam-

232 233
bias en la educación de su hijo. Su propia madurez en relación con sus le dio la expresión más tangible a los viejos símbolos y sus significados
padres prepara a la pareja refonnista, S8;fidY y Mark, para la mayor se hicieron más explícitos. Por ejemplo, los Steinbei:g entregaron fisica.
madurez de su hijo y la mayor dependencia de us padres. La afirma­ mente el 'lbrah de los abuelos a los padres y luego al hijo, y el padre lite·
ción pública de un modo de vida a menudo cuestionado pr para a la fa. rahq.ente entregó los objetos sagrados de su padre a su hijo. Tanto la fa­
miliajasídica para que la generación siguiente pueda continuar c.on ese milia conservadora como la reformista agregaron una ceremonia con ve­
estilo de vida, y la ampliación del significado de los logros de Davtd pre­ las encendidas a la fiesta, y con esto otorgaron homenajes de cumplea­
para a la familia ru..sa para susfuturos logros. dos que todos podían comprender fácilmente. Y en cuanto a la familia
rusa, tomó la explicación del rabino para que se pudiese entender plena­
9. La naturaleza paradójica del bar müzvah es lo que. le otorga su P ­ der para mente la significación internacional e intergeneracional de la práctica
facilitar el cambio evolutivo. . <?orno todos los 1;1t,uale de tr.anst· ción, el pública de David.
bar mitzvah resuelve paradóJ1camente l:9-s cns1s xistenc1:1les. Puesto que Tales innovaciones permiten que cambien los rituales culturales
tiene la capacidad de mantener los ruveles lógicos al. mo en la medida que cambia la relación de·los participantes con la cultura.
tiempo separados y en interacción, el bar mitzvah es. capaz d dingirse
En la medida en que las familias que necesitaban de las innovaciones
a 10. necesidad simultánea de individuación y conenón del sistema de las incluyeron en su actuación, el ritual pudo tener poder afectivo y po­
múltiples niveles. . .. . tencial transformador.
El ritual se dirige analógicamente a las tensiones p adÓJJCSS bási­
cas que implica el mantenimiento e la salud de,1:1 familia en el trans­
curso del tiempo. Se trata de un ntual de tr món tan como de un Resumen del proceso
ritual de continuidad. En el contexto de la fannlia, es un ntual de leva·
ción (es decir, transición), y en el contexto del sistema en u conJU(.lto, Para resumir del modo más simple la forma en que el bar mitzvah
un ritual deconsagración (es decir, continuidad). Ayuda al niño a aleJar­ trabaja para facilitar el cambio evolutivo: la entrada en la adolescencia
se de la familia nuclear al mismo tiempo que lo une más con ésta a tr.1:l· del primer hijo sume a la familia en el desequilibrio. Las tensiones au·
vés de todo su pasado; es un vehículo para separar a los padres del h1Jo mentan, los viejos modelos no funcion!¡.n y la familia se ve forzada a
al mismo tiempo que los une m..:o; estrechamente entre sí Y con sus pro· adoptar un nuevo modelo de organización, más funcional. El bar mitz­
pios padres; celebra el movimiento del hijo al mism tiem o quese hace vah facilita esta reorganización tanto porque intensifica la tensión en el
el duelo por su pérdida; forlalece las fronteras al mismo tiempo que las sistema y proporciona un modo de manejar esa tensión.
hace más flexibles. Los preparativos para el bar mit.zvah agregan una capa de tensión
pragmática "por encima de" la capa emocional de tensión evolut va de la
10. En la medida en que la familia está desco ada e. su cultu a Y familia. Estas dos capas est.án conectadas. Los detalles logísticos que
del significado de sus ritos y símbolos, la familia modifica esos ritos, aparecen como difíciles o importantes reflejan aquellas cuestiones emo­
agrega otros nuevos y en general hace más ex.pUcitos lo_s significado . cionales que son difíciles o importantes en la familia y sirven para con­
Aunque yo había esperado que la eficacia del poder del r1tu para fac1· centrar y canalizar la energía emocional de la familia.
litar la transformación evolutiva estaría altamente correlacionada con Durante la ceremonia, la familia refuerza y amplifica el trabajo
el nivel de conexión de la familia con la tradición Y sus símbolos, no pu· emocional que ha comenzado en la etapa de preparación al representar
de sacar esa conclusión a partir de este estudio. un drama condensado, sumamente cargado que, en efecto, proclama pú·
Si bien no quedó ninguna duda acerca del poder transformador del blicarnente que se ha hecho el trabajo: que el niño ha comenzado a ma.
ritual en la familia ultraortodoxa, no se dio la misma cl dad en cuanto durar y está listo para sus crecientes responsabilidades y privilegios, y
a la falta de poder del ritual en las familias sólo margmalmente conec­ que los padres están dispuestos a otorgárselos (y están preparados para
tadas con su pasado cultural. De hecho, hubo i;>ruebas considerables del todos los cambios que esto les supone). Esta proclama la oyen y la re­
movimiento evolutivo aun en la familia refonmsta, que era la más apar· fuerzan todas las personas que son importantes para la familia.
ta.da emocionalmente de su pasado religioso y cultural. No importa lo que pase despu s, la familia ha hecho la afmnación.
Sin embargo_. lo que pudo observarse en este sentido fue el 1:11º º en No sólo resulta más dificil "retractarse" de una afirmación pública, sino
que las familias con diverso grado de desconexión. respecto_del. s1gmfica­ que en cierto modo el acto mismo de afirmar el cambio permite comen­
do original de los símbolos y mitos tendían a odtficar o.anadtr elemen· zar el proceso de cambio (Madanes, 1986). No importa la forma inmadu·
tos al ritual con el fin de aumentar su capacidad de estimular los afec­ ra en que actúe el niño o que se lo trate en el futuro e independiente.
tos. En aquellas familias cuyas conexiones emocionales con,los ritos Y mente de qué otro trabajo la familia necesite hacer todavía, el niño y la
símbolos de la ejecución eran débiles, se agregaron nuevos s1mbolos, se familia efectivamente llevaron a cabo su empresa y esto fue reconocido

234 235
públicamente. Ese hecho y sus repercusiones pasan a formar parte de la este material sería oportuno y posiblemente muy útil para ayudar a las
realidad de la familia, de cómo se entiende a sí misma. familias a sacar el mayor provecho del proceso ritual que han elegido
emprender.
Al trabajar en la consulta. con rabinos, docentes y familias que van
Aplicaciones terapéuticasy educacionales a hacer el bar mitzvah, se podría planificar un conjunto de sesiones edu­
cativas que podrían resultar sumamente importantes para "entrenar" a
Surgen por sí mismas una cantidad de posibilidades terapéuticas Y los participantes para ayudarlos a lograr una mayor conciencia de la
educacionales inclusive en esta etapa de investigación, en su mayor par­ significación evolutiva del proceso (sin quitarle la magia por convertirlo
te exploratoria. en una experiencia demasiado autoconsciente), y podría ayudarlos a
concentrar sus energías en formas que pudieran aumentar el potencial
del ritualis por ser lo que Friedman (1980, pág. 437) llama wia "oportu­
Terapia nidad de oro para el crecimiento".
Más allá del uso obvio de este material por los terapeutas que
están trabajando con familias en el proceso de planificar un bar m_itz­ Consecuencias para el trabajo con
vah el ritual se presta. para que se lo desar:rolle como una herramien­ otros problemas y acontecimientos del ciclo vital
de
ta evaluación para los terapeutas que trabajan con familias judías.
Una exploración de cómo fu.e el bar mitzvah del adolescente (y/o el del Aunque esta. investigación está centra.da en el bar mitzvah y su
padre) tiene un evidente valor diagnóstico.. Las preguntas so re los_de­ utilidad en términos del desarrollo del adolescente, son obvias las impli­
talles del acontecimiento (por ejemplo, qUién lo planeó Y como, como
caciones potenciales que tiene para otros rituales de otras etapas evolu­
eran las invitaciones, quién vino, quién no, dónde se sentaron, qué .c?­
tivas. Nuestra comprensión del modo en que aparece la presión y cómo
mieron cuál era el tono emocional cuál de los miembros de la fam1ha
la utiliza el sistema antes de la ceremonia pública, de la influencia que
están ás/menos nervioso o angu;tiado, qué hubieran cambiado, etc.)
ejerce la ejecución simbólica y del modo en que los participantes inte­
podrían proporcionar al terapeuta (y a la familia) una gran cantidad de
gran el efecto de la preparación y de la ceremonia, todos son elementos
información.
que pueden extrapolarse y aplicarse muy fácilmente a nuestro pensa­
De modo similar, el bar mitzvah se presta para que se lo desarrolle
como una interoenci6n terapéutica. En las familias judías en las que el miento sobre otras transiciones multigeneracionales,
Sea que se trate de diseiiar un ritual del ciclo vital con familias
paciente identificado es un adolescente, un padre deprimido ?Jl varó que se aproximan a un hito reconocido (un casamiento, un nacimient..:i,
adulto que tiene una relación afectiva inadecuada con su famt ia de on­ una muerte, un divorcio) o con familias que desconocen que han queda­
gen, etc., el terapeuta y la familia podrían de rrollar el ar m1tz ah co­ do fijadas a modelos más adecuados para una etapa evolutiva anterior,
mo un rito de pasaje que marque algún cambio.necesano .(por eJem-elo, el terapeuta puede hacer mucho para aumentar el potencial de la cere­
"volvamos a hacer el bar mitzvah que no funcronó la primera vez , o monia. El ritual es tanto un elemento que facilita el cambio como una
''hagamos el bar mitzvah que no se tuvo en su momento"). El a o de metáfora de ese cambio. En la medida en que se puede ayudar a la fami­
elaboración o de carácter "público" que pueda tener el acontecnmento lia a concentrarse en el proceso de preparación y no simplemente la eje­
por supuesto será una función de las necesidades y circunstancias de la cución, a hacer uso del tiempo que precede.y sigue a la ceremonia, a in·
familia pero, en todo caso, la preparación para el ritual podría ser un corporar a múltiples generaciones y a adaptar e incorporar símbolos que
aspecto significativo del trabajo terapéutico. sean significativos, se puede hacer mucho para que funcione la "magia"
del ritual.
Educación
En términos de la educación, hay mucha información en esta. in­ Notas
vestigación que podria beneficiar a las familias que comienzan a planifi­
car el bar m.itzvah de su primer hijo. Dado que estas familias transicio­
1 Frase yiddfah que se traduce como "Felic.ids.de.s" o "Gracias a Dio3.". La dice un.a
nales se encuentran en lo que Havinghurst (en Golan, 1981, pág. 15) persona tanto enforma individual romD e¡¡ función de represeutar implícitamente a la eo-
denomina "un momento educable", en el que se da una "inclinación má­ munided. Da a entender que la peraona a la que se le dice ha hecho algo dillcil o ha atre.­
xima a adoptar nuevas direcciones", un programa educativo basado en ves.ado por algúu peligro (Rost.,u, 1970, pág. 277).

236
237
2 En el u!IO moderno el t.érmioo ee refiere a la cen,monia n,Jigioaa en la Blllagoga que 8 Para UD tratamiento más completo de este material, remitimos al lector II Davill, J.,
sell.ala que un vardn de Ú a6oa h"- llegado a la mayoría de edad re o . E fonna J?ú
n Me.1.el 'fuv: A Syirtema Elf.ploration of Bar Mitzvah aa a Mult.igenerational Ritual of Chan•
precisa, la pelabu describe la adultez del oficiaote. La P.alabra es m1tad at>1mea, mttad ge aDd ConUnuity (1987). Disertación inédita, Universidad de Musachueetts.
hebrea. Bar es la palabra aramea que signilka hijo, y md:zvah es la palabra he rea que 9 Por supuesto, todos los nombres y detalles identlllc8torios ha.11 sido cambiados.
aiguifica mandamieutoa. Por lo tauto, el oiAo que hace el bar mlt.zvah et1 -J¡IJO de loa 10 L:is Lubavitchers son eae g:i:up:i de jasídicoa que tuvieron su origeD eD Luhavitch,
mandamieotos". Deede el punto de vistade la ley judfa, el .que hace el bar mitzvl)-h es una Polonia. SoI1 18 dinastía más grande que sobrevivid a la destrucciÓII de Hitler (Hania,
persona que ah.ara ya es cap!IZ de ejecutal' eeos mandamientos en forma adecuada..ª m 1985).
edad y su capa.:idad. Ahora es responsable de sus propio& errores, i:mede dar imon10 eo u •LJ.s IWlos jaQCl.icos re.r9me11te se rebelan oontra BUS p8dres, sino que se rebelan
untribunal, y puede fonnar plll'W de un minyan (quórum necesano pera realli:ar un ser- contra la sociedad secular. Lle objetivos modernos de innovacidn, i.Ddependencia y origina.­
vicio p,lblico). . . lid.ad que cumple11 UD papel en la JI1J1yor parte de las rebelioI1eB adolesceI1tes, 110 tienen
La ceremonia ptopis.we11te dicha varia de oougtegación a co_ngregaaón, D la ra­ ningún lugar eiiese medio (ll,qri,s,1985, pág. 167).
ma del judiúsmo de que ae trata y segt1D las costumbres loeales. Sin embargo, en la m yor u Además del ce.rácter subjetivo de todas estaa investig,Lci011es y el carácter eapecial­
parte de las ceremonias rontempenlD.eas se iuduye: al vardn ea lo llama para bendecir el meiite impresionista de este estudio especlfico, hay UD problema metodólogiOJ que iK' des­
TonUl {eu oUyoh), el varón canta el aed:or profético de la semana\ ha/toro ), pl"ODUD• taca e11 particular. se trata delce.ril.cter 8utoselectivo de la población observada. Dado el
cia UD di8Cllno (eD el que explica la lectura y/o agradece a su fallllli_a }'. a loe mvitados). A Divel de teneión con el que ee enfrentan las familias que comieru:an a planificar el bar
la ceremonia sigue UIIB fieste/reuI1ióI1eDla que ae celebra el acoI1teeu111t1I1to. mitzvah de su primer hijo, re.wlta claro, retrospectivamente, que la,¡ familias que aoepta­
El bat miUNah u11a lllllOvaci.611 moderna es el equivalemte femeDlllo del bar mitz- ron fonnÚ parte de este estudio eerfan familias con un alto nivel de co11.lianza y expectati­
vah. Se illlltituyó por Primera vez a comiemos Je 1920 y ae ha CW1.vertido eD u?-8 prácticB. vas de éxito. Ser1aD familias que desde el principio sent(an que podls.n manejar \B. teruñón
generalizada sólo a partir decomienzos de1970. Antea de esa fecha Do hahia Ilingú11 reco- que enfrentaba11 no !IÓio lo suflcienteme11te bie11 romo para. manejar el acontecimiento, si­
nocimie11to pd.bliro de la mayoría de edad de iajoveD. . no t8lllbién lo euficie11teme11te bie11 como para prestarse a que los imiagara. un investigB.­
3 Si ea que e11 algú11 mome11to lo toman e:u. .cue':1tª: loa aociól?goa descartan. el bar dor que probable1mmte podrfa provocar aun máe te11Bió11. &gura.mente loo resultados y
mitzvah, e11tre otroa rituales, como u11 ):"e1DS.11ente mdtil a1 DO regresivo de un.a époc;1 ante­ conelusiol'U/s de este estudio hubiuaJJ. sido muy diferentes 6i aJ,gi,no d,¡ las {am.i!i.08 hubie­
rior, loa novelistas 11e buriaD de esta práctica y la. mayor parte de loa legos lo coIIBl.dera.n., se funcionado peor o hubkt1e tenido menos recurso¡¡. Reaulta decieivo eieduB.l" más i11veati­
e11 el mejor de los caBOS, como UIIB actueci,SD vacíB. y, e11 el peor de lo! casos, co u11a f . geciorn.'s roD uDa pobl!ilcióD selea,io11ada más 81 azar, si queremos deeanullar máe estas
se hipócrita. L:is teóricos paicoana!Jticos lo explican como u expres1óI1 del co11ílicto edíp1• hipdtesiB.
co y muy pocoe antrop:ilogos, si es que hay alg11110, lo estudian de alguna manera. Hasta 13 Dado el modD e11 que el proce80 del bar mitzvah trabB.ja e11 fonnB. diferente en dis-
loseducB.dores profesionales judíos 110 estWl totalmeDte r s valor.
?
s
u tintossistemas, a pesar de BU uniformidad de estnlctura y funció11, se puede comparar con
4 El bar mitzvab, que ae remonta por lo me11os e.l siglo XV s1 no al xvm, es uno de loa lB. "prescripdó11 inv8ri8nte de Palazzoli (1986). Además del hecho de que se prescribe la
pocos, si 110 el dnico, ritos religiosos de inir:iacióD de s sdoleocentes q?e _ae conaerv en mism.a eccidn formal (o sea. porMmandeto" divino) a todes laa familias judfas. y del hecho
la cultura occidental ro11temporáuea. A pesar de los mtentos l moVI.llllento_ reformurta de que lB. prescripción/mandato funciona analdgicamen y 110 discun1ivamente, el bar
por elimi11ar lo (y reemplazarlo por u11a ceremonia de ronfinmu:16 que se real.iza a los 16 mitzv,,.}¡ se p,uece a la prescripción invariaDte porque cada familia i11te?preta y ejecuta el
anos cua11do, i,e argumente, el niño ha estudiado mÁII y es lo.mfi I1temeI1tegrande ritual en forma diferente según loa problemas y necesidades má11 importantes en. eee mo-
parB. realizar uDa eleo:ión roI1sciente), y a peear de u11a decÜI1ac1ó11 general de las prácti­
ca,¡ rituales eD toda la cultun1.., el bar mitzvah co11tintla prosperando. -"H'-Resultará intereaa11te observB.l" el proceBO de ide11tificadó11 de gé11ero en. el caso de
ó Como educadora y tambié11 como estudiosa de la terapiB. fB.ID:i.liar, _tengo la eaparan­ 111..8 nidas que ha.cen el bat mitzvah y aus madres, cua11de el bat mitzvah se traI111forme en
za de que eate estudio resulte útil 110 sólo parB. los terB.pa!1t.aa que trabaJaD con un encua­ UD8 ceremonia compartida durante generaciones. Dado que relativamente muy pxa.e ma­
dre cl;nico sino tB.mbién para los asiateDtes miturales (aaoerdote11, maeatl'Oll, tutores dres de s que htteen el bat mizvah lo han hecho tambié11, DO es probable que el proce­
para el bar mit:r:vah, etcétera) cuyo trabajo ro11 famili9:9 "sanaa" puede co tribuir a mante­ so fuI1cioI1e actualmente para lll8.Ilejar cueatUmes de ide:u.tificacid11 de gé11eI'O e:u. el caso de
nerlas sanas y puede evitar que "necesitell." la terapia, lo cual hasta cierto pu11to se ha laa niiia.s del llllllmo moda que ocurre con los VB.IODes.
convertido en el rito de pasaje moderno para la.a fami 9:9 0011 ado!es«mtes. {El peuta T8lllbié11 es improbable, sospecho, que el proeeBO funcione del mismo modo parB.!as
como sacerdote secular es hoy por hoy unB. imagen familiar y los ntusles,ter péubcoa que nm.as y loa niflos eD lo que se refiere al logro de la identií ación sexual El bB.l" mit.zve.h es
rewmienda SOII extensiones lógicas de este rol, si es que no son comentanos 1rónicoa 80bre un ritual de iniciacióD par8 el varón. En 18 medida eD que la m:aa, que hace el bar mi'-:"­
la pérdida contem¡x,ránea de la práctica ritual.) uah ejecute al mismo ritual queel vardn (es decir, bendice el Tore.h, cantB. la h.a{t.oroh, dice

l
s El jasidismo es UD movimiento ultt>1ort.odom inici enPolonia e11. la primera mi- un dí8Cllreo, etdtera), en un.a cultura identilic8da con el VB.rdll do11de el punto de vista re­
tB.d del siglo xvrn. Losjasfdícoe moderaoe co11 barba y tt>1,Pe ne :y l"-ll mu1erea roD l:""lucB. ligioso (y seculB.r), puede sentirse realizeda; puede hacer lo wismo que su hermano. EDes­
y modes1t!I.Jllente vestidas que ae veD eD la época modemB. ee dís mguen de losotros dfO!I te Divel y en este ro11texto, ae refuerza su sensación de incipieDte fuenB. y poder. Si11 em­
ortodoxos ¡x,rque cree11en u11a expresión doljuda1smo apas1on"4a, goi:05a y mllltica y bargo, en el nivel de u11a eeneació11 femeDin.a única de realizllción (K. Turoer, 1978; en
se apegan a la orie11tllción de UII llder espiritual reve": ciado. elRabmato (Be _r,1985). Doty, 1986, pág.102) la forma típica actual de bat mitzvah probablemeDte 110 ea pertinen­
7 0B.do que generalmente el desBIUllo del primer hij es elque ll va a lar .ª a"lbor­ de te. Pero, tal v , romo el ritual del bat mitzvah evoluciona con la creciente iníluen.cia de la
del crecimiento" (Duval e11 Gole.n 1981, pág. 33), relltn.ngf el estudio eólo a familia,;, e11laa conciencia feminista, el 90011tecimien.to se modífice.rá de ma.nerB. tal que las semeja.nz"-8 y
que el primer hijo vivo era vru:ón y trataba delprimer bar mitzvah en la fe.milla. Delimité diferencia.!I entre loa hijos y l"-ll hijas de los m8Ildamie11toa no sólo se puedan recoDocer si-
el estudio eólo al bar y 00 al bst miti:vah, por dos rs.ioDeS: 1) simpleweD cl ir D.Íllll..8 Y no también celebrar.
1 bat w.iti:vah corm si 110 hubieran eristido diferencias de géuero en la tradíc1ó11 Judfa (y en la A la luz del énfasis que ee pone en esta nota en lu. pre nta.s diferenciB.s e11tre ba.r
sociedad e11 au conju11to) iier1B. wenoapreci.ar B.Un mM B. las mujeres, y 2) da \B. 11parición y bat w.it.zvahs, tengo que dejar bien e11 claro mi sensacióD de que ron referencia B. lama­
relativamente reciente del bar mitzve.h (véase la nota 2) ser:la mucho más dificil encontrar yor parte de la otra dtnám.ica fa.miliB.r que se activa con el proceso ritu l. los problemas
fe.milirui eD las que se pudieran explorar las semejanzas y difereI1cias geDeracionales. que aparecen e11 el bar y eD el bat mib;vah sustancialmente san 109 mismoe. Según Fried­
man{1981, pág. 55). El factor decisivo que determinB. lB. intensidad emocio11al del 8conte-

238 239
cimiento no es el sno del hijo, sino la importancia de ese hijo para el equilibrio del matri­ Fri.edma.n, E. H. (1985): Genuation togeneration: Farrtíly pnxess in church and
monio de los padres, y para el equilibrio de la relación de cada progeo.itor con sus propios syriagogue, Nueva. York, Gw1ford Presa.
padre!!ª. Gar:fiel, E. (1958): Service of the heart: A guide to the Jewish prayer book, Nueva.
I5 Por ejemplo, podrta sugerirse a los padree que incluyeran en el sefficio una plega­
ria que en general todos han abandenado excepto los más ortodoxos. Esta plegaria, recita­
York, T. Yoseloff.
da tradicionalmente por el padn, después de la primera aliynh de ,m hijo, agradece a Dios Gelcber, E. (198.3): "Mourning is a family affair",Famüy Procesa, 22, 501-516.
porque ba hecllo que "ya no iiea responsable por ér. Una adaptación contemporánea po- Golan, N. (1981): Passing throu.gh tranaitions: A guide'fiv pr=tition.ers, Nueva
drta ser pedrrles a loe pa<mls que reciten esta plegariajuutos y luego que ellos o el rabüio York, Free Presa.
hablen acen:a de la madurez evolutiva del adolescente y cómo esto influye e.o ls relacióu Haley, J. (1973): Unc<>mmon the,upy: the psychiatrie techniqu.es of Milton H.
de los padres 0011 él, es dedr, dequé modos nuevos ellos y él son :responsables ahora. Erickson, M.D, Nueva York, W. W. Norton.
Otra E<Ugerencia podrta ser que los padrea y el niño que hace el bar niit:r:vah deter­ Harria, L. (_1985): Holy days: The world of a Hasidic family, Nueva. York,
IIUilen juntos, al comieino del período de plallificación, cuáles son las nuevas responsabili­ Sunumt Books.
dades esperadas y qué nuevos privilegios se le otorgará.u después de la ceremonia ritusl. Hoffin.a.n, L. (1981): FoundatU.ms of family therapy: A conceptual frnmework for
Tales slmbolos tangibles del cambio ayudan a coucretizar el pasaje.
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III

Cómo facilitar complejos


procesos familiares
por medio del ritual
!

242
8

Rituales terapéuticos confamilias


conmiembros adoptados
RichardA. Whiting

Cuando se consideran todas las actividades y significados "ritualis­


tas" asociados con el embarazo y el nacimiento, resulta muy evidente
que la adopción acarrea un conjunto mny diferente de rituales y signifi­
cados. Aunque existen diferencias entre las clases y las culturas, los pa­
dres biológicos experimentan una variedad de acontecimientos, como
sentir las primeras patadas del bebé, asistir a los cursos relacionados
con el parlo, asistir a las fiestas de regalos y enviar tarjetas con el
anuncio del nacimiento. Estas actividades tienden a "normalizar" este
proceso evolutivo ante la pareja, parientes y amigos. Tener el primer
hijo o agregar a alguien a la familia como en el caso de los padres adop­
tivos, son experiencias evolutivas muy diferentes. Las razones para
adoptar son variadas: la idea con frecuencia es una solución viable para
dificultades tales como abortos repetidos, enfermedades genéticas, este­
rilidad o infertilidad. Para otros la motivación esencial pueden ser cier­
tas razones humanitarias, como adoptar un niño discapacitado o vícti­
ma de alguna catástrofe. Independientemente de las razones, existen
unos pocos, si puede decirse, rituales normalizadores relacionados con
la adopción. Mientras que los padres no adoptivos aguardan la llegada
de su hijo y participan en una variedad de rituales, a los padres adopti­
vos se los selecciona y se los evalúa. Se les piden cartas de recomenda­
ción y el padre o padres potenciales sienten que en las entrevistas deben
presentarse a sí mismos como candidatos aceptables ante los represen­
tantes de la institución encargada de la adopción. Mientras que el perío­
do de gestación es claro y está bien definido, el período de espera para
los padres adoptivos es típicamente lo opuesto, especialmente si el niño
proviene de otro país.
Una vez que el niño Uega, a menudo continúan las düerencias ri­
tuales entre familias no adoptivas y adoptivas. Mientras que los padres
no adoptivos disponen de una variedad de ceremonias religiosas y cultu­
rales que señalan la llegada del nuevo miembro a la familia, los padres
adoptivos carecen de marcadores siIIlilares. Aunque los miembros de la
familia extensa, amigos y vecinos puedan responder en forma ceremo­
nial y con regalos ante la llegada de un niño adoptado, generalmente es­
ta ceremonia no se produce si el niño ya empieza a caminar o es un po­
quito mayor. Cuando consideramos las variables adicionales como la
adopción de un progenitor solo, o cuando el adoptado es inválido o perle-

245
nece a una raza o cultura diferente, es evidente que como sociedad_ tene­ Ejemplo de un caso: la familia West
mos un bajo nivel de ritualización respecto del proceso de. adopción.
las familias se las deja solas para que definan esta expenenc a por si En el caso siguiente se describe cómo se utilizaron los rituales con
m.lsmas y creen sus propios rituales. Después de haber trab9Jado con una familia cuyo tratamiento consistió en una evaluación inicial, cinco
una cantidad de familias con miembros adoptados, saqué la conclusión sesiones real.izadas en un período de tres meses, una entrevista de se­
de que los rituales terapéuticos son un modo particularmente útil de in- guimiento dos meses después del tratamiento, y una llamada teléfonica
tervención. dos años después. La adopción no se presentó como uno de los proble­
Todos los tipos principales de rituales (véase el capítulo_2) pueden mas, pero se transformó en un ingrediente clave en el proceso de trata­
utilizarse cuando se trabaja con familias en las que la adopcrón sea un miento.
componente explícito o implícito. Los mot vos rituales --:-pertenenci !cu­ El director de un agencia de colocaciones le sugirió al padre, James
ración, identidad, negociación de creencias y afirmac1ón/c lebrac1on-:­ West, que llamara a mi consultorio para concertar ·una entrevista.
constituyen zonas frecuentemente marcadas por la confusión Y e! bajo Cuando hablé con el señor West, me señaló que me habían recomendado
nivel de ritualización en las familias adoptivas que buscan tratam1ento. mucho y que él y su esposa pasaban momentos muy difíciles con su hijo
Por ejemplo, hace unos años una estudiante universitaria me describi de 20 años, Andrew. Andrew vivía con ellos, no tenía empleo, bebía exce­
cómo siempre se sentía deprimida en su cumpleaños. Sus padres adopti­ sivamente y volvía a casa a muy altas horas de la noche, a menudo heri­
vos lo celebraban, pero ella siempre se preguntaba: si celebrar su cum­ do a causa de alguna pelea. Cuando pregunté si tenían otros hijos, el
pleaños era un acontecimiento tan maravilloso ¿por qué sus padres señor West me dijo que tenía una hija mayor, Susan, de 24 años y gra­
biológicos la abandonaron? Después que la estimulé a hablar con sus duada universitaria, que trabajaba y vivía por su cuenta más o menos a
padres adoptivos acerca de esto, descubrió la fecha en que el1a había pa­ 25 km de distancia. El hermano gemelo de Andrew, William, estaba en
sado a formar parte de la familia, y todos juntos decidieron celebrar ese la universidad, más o menos a dos horas de viaje, y la hermana menor,
aniversario en vez de su cumpleaños. Esta intervención aparentemente Jeniffer, de 18 años, estaba en la u.ruversidad, a una hora de viaje (véase
muy pequeña ayudó a facilitar una nueva sensación de pertenencia y la fig. 1).
autoestima. En •..m caso parecido descrito por Imber-Black (1988), los Cuando pedí que vinieran todos a la sesión, el señor West me seña­
padres se sentían como "malos padres" a causa de la conducta del niño ló que seria difícil, si no imposible, para toda la familia, porque Susan,
adoptado y como "malas personas" porque eran infértiles. Un ritual de William y Jennifer estaban sumamente atareados. Nodel todo convenci­
1 celebración facilitó que se produjera un cambio de significado Y se pasa­ do, acepté concertar una entrevista de evaluación con los padres y An­
ra de la vergüenza a la alegría por la presencia del hijo adoptado en la drew. El día de la entrevista el señor West me llamó para informarme
familia. que su esposa, Beth, estaba en cama con "una de sus migrañas" y se
Los rituales de negociación de creencias son muy útiles para cam­ programó una reunión para la semana siguiente.
biar significados, particularmente mitos alrededor de. la c?nd1:1ct .del
adoptado. Como informaron Talen y Lebr (1984), la histona 1ologica,
social y cultural del niño adoptado puede Uevar a los padres a eJercer su 4S
función en forma excesiva o a .proponer racionalizaciones para explicar
la conducta inadecuada. Un ritual de los días impares/días pares se le
recomendó a los padres de un niño adoptado de 7 años que robaba. En
determinados días de la semana los padres tenían que continuar con su
conducta habitual de no hacer nada pero sí preocuparse porque sabían
que su padre biológico había tenido problemas con la ley y este niño"lle­ ! \
vaba sus genes". En los otros días de la semana tenían que disciplinar mul"á& a los 2 mews ! \

é--G
al niño de una manera adecuada y similar a las estrategias que utiliza­
ban con sus hijos biológicos. Casi inmediatamente cesó la conducta de
robo cuando los padres comenzaron a relacionarse con él como un nifio 18
que 'necesitaba orientación y consejo y no como un niño cuya dotación " gerruh.adáptad;¡s
genética era deficiente. en la prim,ern inft»1cib.
Amino,. Willi.am

Figura l. Lafamilia West

246 247
Entrevista de evaluación Mis impresiones sobre la evaluación inicial se orientaron en una
variedad de direcciones teóricas según modelos de terapia estructura­
Al comienzo de la entrevista el señor West me comunicó lo difícil les/estratégicos, sistémicos. Por ejemplo: 1) lajerarqWa estaba distorsio­
que había sido convencer a Andrew para que asistiera a la sesión. Hun­ nada y era necesario lograr que los padres se hicieran cargo (Minuchin,
dido en el diván, Andrew aceptó que habían ten.ido que arrastrar o, y 1974; Haley, 1980); 2) la madre y Andrew constituían una alianza ínter­
agregó que no había ningún problema y que no tenía nada que e.cu. A generacional en contra del padre (Minuchin, 1974; Haley, 1980); 3) las
medida que avanzaba la sesión, la sensación que me ?aba la familia era soluciones de los padres eran "más de la misma solución equivocada"
que sus modelos preferidos de interacción se caractenzaban po_r una red (Fisch, Weakland y Sega!, 1982); 4) la conducta de Andrew era una .solu­
enmarañada, y que los padres vacilaban entre l afecto y la exaspera­ ción para el dilema que significaba hacer la transición entre una familia
ción, especialmente con Andrew. La tensión y tuantez que se daba en con niños pequeños a una familia con adultos jóvenes (Tomm, 1984).
esta tríada eran muy intensas. Unas cuantas semanas antes de la se­ Al final de la entrevista de evaluación, sugerí que nos reuniéramos
sión el señor West había tenido un enfrentamiento cou Andrew, que ba­ cinco veces más y después hiciéramos una reevaluación. Los padres
hía bebido en exceso, a las dos de la mañana. Se dieron empujones y em­ también aceptaron mi pedido de ver a William y a Jennifer junto con la
pellones mutuamente y la pelea "terminó" cuando Andrew arrojó una si­ familia cuando ellos estuvieran en casa al mes siguiente durante las va­
lla por la ventana del dormitorio de los padres. La señora West informó caciones de Navidad. Les exphqué el uso de las tareas para el hogar
que, casi todos los días, cuando ella intentaba despertar a Andrew para entre las sesiones y planté algunas semillas al decirles que quizá les pi­
que éste comenzara a buscar trabajo, él le decía, "Tengo ganas de gol­ diera que hicieran algunas cosas desacostumbradas en el transcurso del
pearte". Los padres admitieron que los conflictos entre ellos habían au­ tratamiento. En un intento de conseguir más información, al mismo
mentado y que, como ellos tenían ideas diferentes sobre cómo tratar a tiempo que para despegar esta triada, recomendé un ritual de los días
Andrew, la relación entre ellos como pareja se veía ectada eu forma impares/días pares (Selvini Pala:uoli, Boscolo, Cechin y Prata, 1977):
negativa. El señor West le aconsejó a su esposa que deJara de hacer las los lunes, miércoles y viernes el señor West tenía que tornar todas las
cosas por Andrew, pero ella no podía hacerlo porque era una )ersona decisiones relacionadas con Andrew, y los martes, jueves y sábados de­
muy solícita". La señora West informó que se sentía en el medio. Com­ bía quedar a cargo la señora West. También se les pidió a los padres que
prendía el temperamento de su esposo pero estaba muy perturbada po.r observaran y registraran el estilo parental delotro en sus días libres. Se
los enfrentamientosfísicos entre él y su hijo. Mientras los padres descri­ programó un encuentro para la semana siguiente.
bían sus preocupaciones, Andrew prestaba mucha atención pero perma­
necía en silencio.
Cuando se les preguntó si habían tenido peleas similares con algu­ Primera sesión
no de sus otros hijos los padres informaron que Susan se había compor­
tado en forma rebelde durante un periodo breve y que el resultado había A la semana siguiente el señor y la señora West aparecieron con
sido una disminución de la tensión sobre ellos. El trato con William Andrew e informaron que traerlo con ellos había sido una lucha. Todos
siempre había sido una lucha, pero por lo menos estaba en la universi­ parecían un poco más tranquilos y Andrew verbalizaba un poco más.
dad, aunque tenía algunos problemas académicos. Los padres sentían Los padres informaron que no se habían producido grandes enfrenta­
que Jennifer nunca había sido un problama y que nunca lo seria. Con mientos, sino que pudieron ponerse de manifiesto sus diferencias acerca
algunas dudas, la señora West reveló que Andrew y William eran geme­ de Andrew como resultado del ritual de los días impares/días pares.
los y que los habían adoptado cuando terúan seis días de vida. Cuando Otra vez se reconoció el conflicto existente en la pareja matrimonial, pe­
les pregunté por qué habían tomado la decisión de :adoptarlos, ella dijo ro el señor West fue muy claro al eXpresar que él decidiría cuándo que­
que los adoptaron un año y medio después de la temprana muerte de su rría mejorar sus relaciones con su esposa. Dio un mensaje claro: ése no
hijito de 2 meses, Ben. También informó que se habían presentado para era un problema que se iba a tratar en el contexto de la terapia. La se­
la adopción antes de la concepción de Ben, ya que ella tenía dificultades ñora West estuvo bastante de acuerdo, ya que consideraba que si su
para quedar embarazada y había tenido un embarazo dificil con Susan. esposo y su hijo se llevaban mejor, también lo haría ella con e} sefior
No dieron mucha importancia a mi comentario de que los mellizos ocu­ West. Durante la sesión traté de coÍlseguir más información sobre la so­
paban un lugar especial en la historia de la famiha, y ella señaló que to­ lución que proponían los padres respecto de la conducta de Andrew: qué
dos los hijos habían sido tratados en forma similar. Ambos progenitore_s habían intentado, qué había funcionado, qué había fallado. Repetida­
afirmaron que la adopción no constituía ningún problema, ya que los m­ mente se refirieron a las frustraciones que les significaba tratar decon­
ños supieron que habían sido adoptados desde que eran muy pequeños: trolar a Andrew y cómo se sentían impotentes y derrotados individual y
nunca había sido un secreto. colectivamente como pareja. Les pedí que continuaran con el ritual de

248 249
los días impares/días pares y se fijó una entrevista para dentro de dos Hacia el final de la sesión los padres volvieron a concentrarse en
semanas. Andrew y su conducta provocativa e irresponsable. Aunque Andrew ha­
bía encontrado un empleo de medio día desde la última sesión, los pa­
dres lo consideraron como un progreso insignificante. La señora West
Segunda sesión sostuvo que su esposo no había tratado de llevarse mejor con ella y que
todavía no se ponían de acuerdo sobre cómo tratar a Andrew. Tuve la
En la sesión siguiente todos, incluso And:ew, i?formaron que ha­ sensación de que comenzaban a sentirse frustrados por mi causa, ya que
bía habido menos tensión y ningón enfrentaDllento importante. La ex­ la terapia no les había proporcionado un gran alivio.
plicación que dieron fue que todos tomaban dist.ancia Y ninguno hablaba
realmente; por lo tanto, no era una buena solución. Seguía ªP:8-re iendo
una obstinada resistencia cuando alguno de los padres le ped1a directa­ Reflexiones del terapeuta
mente a Andrew que hiciera algo: buscar trabajo, sacar la basura, hacer
las compras, hacer su cama, dejar de beber, regresar a casa te1;11pran . Consideré que la sesión fue útil, puesto que dio apoyo a muchas de
Los padres seguían sintiéndose impotentes y comenzaron_ a pedirme di­ mis primeras hipótesis de evaluación y a otras actuales. Además, puso
rectamente la "respuesta". Andrew dij? qu esperaba ansi?samen que de manifiesto algunas de las dificultades que tenía la família para reco­
William y Jennifer volvieran de la universidad a casa, asi él podna de­ nocer a quien era diferente y manejarse con las diferencias. La idea que
jar de ser el centro de las quejas de los padres. Los padres lo aceptaron tenían los padres acerca de una familia parecía ser la de una unidad es­
en parte, ya que sentían que William constifuiria un P!oblema. cuando trecha, cerrada, afectuosa y leal que ponía el acento en la semejanza.
estuviera en la casa, puesto que ellos no teruan mucha influencrn sobre Cuanto los padres más ponían de manifiesto esta concepción, más resis­
su conducta. Se programó la sesión s.iguiente para den .ro de dos sema­ tencia oponían Andrew y William, y cuanto más los desafiaban Andrew
nas y se les pidió a los padres que traJeran a todos los hijos. y William, más se aferraban los padres a su deseo de una familia unida.
Mis intentos de hacer comentarios sobre este modelo se enfrentaban con
los recordatorins del señor West de que mi función era ayudar a Andrew.
Tercera sesión En cierto sentido me estaba convirtiendo en un hijo de la familia, pues
Susan, la mayor, tenía pensado asistir pero a último omento tuv.o los padres se sentían conectados conmigo pero se exasperaban.
Para responder a algunas de las presiones de los padres de que
un problema de trabajo. Vinieron los padres, Andrew, Wilham.Y Jen?l· hiciera algo, y como sabía que William y Jennifer no iban a pasar sus
fer. Aunque hubo menos tensión en la sesión, los padres y J nnifer. c?m· vacaciones en la terapia, invité a la familia a que volvieran la noche si-
cidieron en que en la casa se había producido.much tens1ó1_1. Wilham guiente. Tenían que venir en dos autos para que los hijos pudieran irse
manifestaba ante sus padres una obstinada res1stencra, parecida a la de antes de la sesión. Como yo ya tenía alguna idea de lo que quería hacer
Andrew, pero habitualmente era más brev y menos.intensa. El modelo la noche siguiente, les pedí a los padres que escribieran por separado
de vacilación entre el efecto y la exasperación era evtdente entre la ma­ qué quería cada uno de ellos hacer respecto de Andrew, y también qué
dre y el padre y los gemelos adoptados. mayor Pl_ll'te de la entre sta medidas o soluciones serian las mejores para su relación. Antes de la se­
sededicó al interrogatorio circular (Selvtm Palazzoh, Boscolo, Cecchm Y sión siguiente, escribí una carta para usarla como parle de una pres·
Prata, 1980; Tomm, 1985) centrado en los motivos de cercanía y distan­ cripción ritual.izada.
cia entre los miembros de la familia en relación con el pasado, el presen­
te y el futuro hipotético. Los padres con frecuencia. e sorprendían ante

l las respuestas de los hijos, especialmente cuand_o dijeron que l?s, padres
se sentían seNo
humorístico. habían sentido
hablaron y probablemente
en tono siempre
Sirado m hmente. se sentinan
El senor más
y la sena­
Cuarta sesión: ad-Opcitm de una soluci6n nueva

ca de cómo querían que fuera la familia. Andrew, William y Jennifer


cerca de s s hijos biológicos que de los hijos adoptivos. Andrew, William A la noche siguiente despedí a los hijos después que esculpieron
y Jennifer expresaron sus opiniones. de un o tajante y p_or momen s (Simon, 1972) la imagen que tenían de la concepción de los padres acer­

ra West adoptaron una posición defensiva y afirmaron que querían a to­ mostraron cada uno de ellos un grupo unido y correcta.do. Los miembros
dos sus hijos por igual y que no hacían diferencias entre los hijos bioló­ de la familia estaban colocados en una estrecha proximidad y a menudo
gicos y los adoptivos. Admitieron que en este momento se sentían más se tenían de las manos. Jennifer dijo que ella creía que sus padres que­
cerca de las hijas porque éstas eran muy buenas y no les causaban el rían que todos los días fueran Navidad. Después que todos hablaron
dolor y la pena que les ocasionaban William y Andrew. sobre las diversas esculturas, les agradecí a los hijos y les dije q.ue me

250 251
gustaría no tener que verlos nunca más. Una vez que me .quedé a solas
con el sefior y la señora West, les pregunté cómo les.h ía ido con las ta­ Señor: Yo tengo dos planes, uno de los cuales es mi plan inmediato, que
reas asignadas. Lo que sigue es parte de la transcnpc10n del resto de la es que él tiene siete días para encontrar un lugar para vivir por su
cuenta.
sesión. Whiting: Muy bien, usted le dio menos tiempo.
Whiting: ¿Qué ideas tienen? ¿Qué les gustaría hacer? Señor: Es que simplemente...
Señora: Sentémonos, los tres, y hagamos planes o reglas por lo,s cuales Whiting: Eso fue un plan, a pesar de todo. El tiene siete días para en­
podamos guiamos, o revisemos los que tenemos Y. luego <;l.e?1osle a contrar un lugar.
Andrew dos semanas como máximo para que empiece a regirse po.r Señor: Sí, si no sucede nada. A partir de hoy tiene siete días. Al séptimo
las normas, sin excepciones. Y que también comien e. a tener consi­ día, le voy a sacar sus cosas al patio si aún no se fue, y se pueda
deración y respeto por los otros miembros de la familia, que no con­ encontrar su propio lugar. Mi segundo plan, que es un plan más
teste mal ni haga muecas. Me doy cuenta de que esto le va a llevar positivo, digamos que, desde donde empiece a contar, tiene catorce
días. Dentro de esos catorce días tiene que encontrar un empleo,
algún tiempo porque...
Whiting: ¿Entonces no dentro de las dos semanas? obedecer todas las reglas que nosotros establezcamos, tiene que co­
Señora: No, dentro de las dos semanas. menzar a hacer pagos semanales por la casa y la comida, comenzar
Whiting: Muy bien. a hacer pagos semanales para saldar su deuda, y dentro de los ca­
Señora: Le estoy dando dos semanas para que deje esos dos hábitos. torce días, si hace todo eso, lo consideraré un día por vez. Perdón,
Whiting: Muy bien, ¿y si no? (pausa). . .,. una semana por vez, y si no hace eso dentro de los catorce días,
que se arregle. Si lo intenta durante un par de semanas y luego

Señora: Entonces tendrá que irse. Y hágalo pensar sobre prohi 1cion vuelve a las andadas, bueno, muy bien, una semana por vez y si
de bebidas alcohólicas y no beber en exceso, y no sahr para ir a la
Linterna y emborracharse porque se mete en peleas. con una semana por vez no se logra nada; eh, yo diría démosle
Whiting: Muy bien. . . . treinta días para encontrarse un lugar propio. Por lo menos la dife­
Señora: Incluso tendría que cambrnr de amigos si hace falta rencia sería que lo intentó y no pudo y ahora sabemos que no va­
Whiting: ¿Sabe cuáles son los que quiere que cambie? mos a hacerlo; por lo tanto, le damos un poquito más de margen, le
Señora: Yup. damos treinta días para encontrarse un lugar.
Whiting: Muy bien.
Whiting: Suena como un ultimátum, darle dos semanas. ¿Qué cree us-
ted que sucederá?
Señor: Esos serían más o menos los dos planes alternativos originales
que tengo.
Señora: Si quiere vivir en casa, cambiará. Si no, no. .
Whiting: ¿Qué cree que sucederá? ¿Qué apostaría ahora unsmo? Whiting: Muy bien, y ¿qué ponemos bajo el rubro de lo que sería lo me­
jor para ustedes dos?
Señora: El dirá que va a cambiar y tal vez trate de hacerlo durante un
tiempo (pausa), tal como lo ha hecho antes, pero luego volverá a las Señora: Yo pensé algunas otras cosas que me olvidé de anotar, sólo las
recordé. Eh... , lograr que comience a asistir a una universidad lo­
andadas. Pero se va a tener que dar cuenta esta vez de que a las
cal comunitaria, tal vez seguir un curso nocturno para que pueda
antiguas mañas ya no puede volver.
Whiting: Muy bien. ¿Por qué es diferente esta vez? trabajar durante el día. Obligarlo a volver a sus estudios. Un plan
que sería lo mejor para nosotros sería lograr que Andrew Sf: fuera
Señora: Porque ya estamos hartos de la forma en que actúa. Ya es hora voluntariamente. Otro plan en el que.pensé fue lograr que decidie­
de que crezca. ra ingresar en alguna rama del servicio. Hemos hablado acerca de
._Whiting: Bueno, ¿qué cree que ocurrirá? (pausa). esto.
Señora: ¿Sobre qué? , Whiting: De modo que usted dice que la idea de tomar alguna medida
Whiting: Bueno, ¿usted cree que elF de febrero el estará buscando un que no significara echarlo de la casa probablemente sería lo mejor
lugar para vivir? ,
para la relación de ustedes.
Señora: Bueno, en cierto modo me parece... tal vez s1, tal vez no. Tal vez Señora: Ajá, ajá. (El señor asintió con la cabeza.)
si realmente se da cuenta de que lo decimce en serio no se queda­
rá, porque francamente, las cosas se le dan muy fáciles ahora y Whitin.g: Muy bien, los dos parecen seguir la dirección de "éstos son los
creo que a él le gusta que sea así. límites y si pasas de esta línea, finalmente te atraparemos. Si tras­
Whiting: ¿Qué más me puede decir? pasas esto, esto es lo que sucederá". Pero persiste la sensación de
Señora: Esto es solamente un proyecto. que si eso sucediera, probablemente, a la larga, no sería lo mejor
Whiting: ¿Qué puede decir, Jim? para nosotros. O sea que, una vez más, si él llegara a esto por su
cuenta, o entrar al servicio o decirles que va a conseguir un lugar
252
253
'
propio, si eso le surgiera de adentro, si en verdad lo hiciera, eso se­ dres era problemático. La actitud de los padres de que "esta vez en se­
ría bueno para ustedes dos. rio" sólo continuaría alimentando la escalada de peleas con Andrew.
Señor: Mm... Es la idea que yo tenía de lo que sería mejor para noso­ Puesto que creo que la separación física no es un comienzo saludable pa­
tros, cuando me di cuenta de las preocupaciones de Beth y Andrew, ra los adultos jóvenes ni para sus padres, yo había esperado que los pa­
y yo no sabía lo que ella estaba escribiendo aquí. O sea, darle a dres propusieran soluciones mejores para la relación entre ellos que no
Andrew las reglas y los modelos de conducta, lo que se espera de incluyeran la expulsión. Muy complacido con el modo en que habían
él, aquí están las reglas, ya sea hacer tu cama todos los días antes realizado la tarea, dediqué los minutos siguientes a hablar de lo prede­
de darle una ducha, cualesquiera que fuesen las reglas. Si no las cibles que se habían vuelto los padres y si estarían dispuestos a experi­
acata, eh, dejamos de lavarle la ropa, dejamos de hacerle la limpie­ mentar y probar una solución muy diferente que requeriría cierta crea­
za, no le permitimos más usar el teléfon_o, no le pennitimos más tividad en sus respuestas. Sugerí que, si ellos modificaban su conducta,
ver la televisión. En otras palabras, esencialmenl:.e lo proveemos de la conducta de Andrew también cambiaría. Esencialmente trataba de
casa y comida motivarlos para que hicieran algo diferente. Una vez que aceptaron, les
Whiting: Muy bien, muy bien. dije que tenía el borrador de una carta con la que quería que me ayuda­
Señor: Tal v.ez se pueda ir más lejos, digamos, según cómo funcionen es­ ran. En la siguiente transcripción se Pone de manifiesto esta discusión.
tas cosas, que sólo pueda usar la casa cuando nosotros estamos
allí. Por ejemplo, si salimos esta noche para venir aquí, él no po­ Whitírlif: En esto necesito la ayuda de ustedes. Primero, ustedes me di-
dría quedarse en casa. Tendría que encontrarse algún lugar para cen, muy bien, queremos desprendemos de algunas cosas y hacer
pasar las horas en que nosotros salimos. Así, si salimos por un fin algo diferente. Lo que tengo aquí es básicamente el borrador de
de semana, tendrá que encontrar un lugar para pasar el fin de se­ una carta que me gustaría completar con ustedes. Cómo les suena
mana. No va a ser fácil de oír, en cierto modo, no lo creo. Inclusive podría
Whiting: ¿Quieren pregwitarse algo entre ustedes sobre tod? esto? "parecer un poco violento. Hay algwias cosas que quiero que hagan
Señor: Lo que me preocupa de lo tuyo es qué vas a hacer SI él no acata con ella, pero también les va a requerir un poquito de creatividad,
las reglas. Nodijiste aquí... creo, o sea tratar de buscar una solución muy diferente. Les voy a
Señora: Tiene 2 semanas para acatarlas. Si no lohace, se va. leer lo que escribí, tal vez oración por oración, y les pido su opi­
Señor: Oh, muy bien (pausa). ¿Todo esto es un solo plan? nión, y luego lo que quisiera hacer es tomar esto o hacer algunas
Señora: Ajá, ajá. . . . revisiones que todos pudiéramos acordar, y luego entregársela a
1 Señor: O, muy bien. Supongo que considerarnos deJar l s bebidas al­ los dospasada en limpio para que la tengan. Pueden conservarla y
cohólicas no beber en exceso ni entrar en peleas, y SI no lo hace, es podrían hacer algunas copias y tenerlas a mano en su casa, despa­
lo mismo'. ¿Crees que podrás vivir con eso si él se va de casa? charla o e!!mibirla Les voy a leer el primer párrafo: "Aunque he­
Señoro: No lo sé. mos tenido algunos problemas y peleas como padres de Susan y
Señor: Si lees en los periódicos que robó 30 autos (pausa). muypocos con Jennifer, nuestras hijas, con nuestros hijos, hemos
Señora: Creo que tendré que hacerlo. tenido más problemas y peleas cuando tratamos de ser los padres
Whiting: ¿Usted podría, Jim? ¿Podría? de William, y especialmente con Andrew, a quienes consideramos
Señor: Sí, sería muydifícil. y queremos como si fueran propios". ¿Algún problema con ese pá*
rrafo?
Señora: Yo nunca hago diferencias y usted hace una diferencia entre los
Reflexiones del terapeuta dos.
Whiting: Es verdad.
Esencialmente la soluciones del señor y la señora West eran loque Señoro: Entre losadoptados y los no adoptados.
yo había anticipado' y esperado. Con esto quiero decir que la carta que Whiting: Es verdad.
Andrew Existen
hizo algunas diferencias.
diferencias. Ustedes
Ellos dicenlos escucharon
que anoche.
sienten que uste­
yo había escrito en borrador y mi estrategia de intervención se basaban
\ en la cTeencia de que sus soluciones individuales se referirían a que
Andrew acatara sus reglas o que lo expulsarían de la casa como conse­
des dos tienen relaciones más estrechas con sus propios hijos y que
ustedes tienen una trayectoria que parece mejor, por una parte, so­
1 cuencia de no acatarlas. También había esperado que las soluciones que bre cómo ser padres y cómo ser una familia. Esto significa que us­
podrían ser las mejores para la relación entre ellos incluyeran no echar­ tedes han hecho un trabajo mejor con sus propios hijos que con
lo de la casa. Desde el punto de vista terapéutico, consideTé que este Andrew y William. Creo que hay, bueno, veremos dónde vamos, pe­
model particular de no acatamiento de Andrew y amenazas de los pa- ro lo que ustedes hacen ahora es decir que yo estoy sobre la pista.

254 255
Whiting (Después de releer el primer pdrrafo tU la carta.): "Pero nosotros palabra por palabra y firmaron ambas copias y aceptaron despachar
no somos su madre y su padre. Sólo somos sus padres adoptivos. una de ellas en el baño esa noche. Les dije que hicieran copias de más
Hemos tratado de brindarles cuidados parentales para transfor­ porque probablemente se las destruiría. Los padres aceptaron hacer co­
marlos en nuestros propios hijos. Sin embargo, los dificultosos es­ pias, pero dijeron que no sería necesario puesto que los jóvenes no des­
fuerzos que hicimos con ustedes. nos acercaron más a Susan y a truirían la carta. Después de haberlo anafu:ado un poco más, la respues­
Jennifer. Aunque una parle de nosotros cree que hemos hecho un ta de los padres ante un conflicto o pelea con Andrew o William se había
buen trabajo como padres adoptivos, nos hemos dado cuenta con ampliado. Aceptaron entregarle una moneda y decirle: "Lo siento mu­
dolor y tristeza de cómo hemos tratado de apartarlos d su heren­ chísimo, no he sido un buen padre", y, en lugar de marcharse simple­
cia y de su lealtad hacia su padre y madre naturales qwenes, aun­ mente, llamar al cónyuge y sentarse juntos en la sala de estar y conso­
que ustedes puedan negarlo, sin duda tienen un lugar en sus cora­ larse mutuamente mientras aparentaban sentirse muy deprimidos.
zones. Todo esto lo lamentamos mucho. Todavía esperamos que También se les recomendó, para poner de relieve su presunta depresión
algún día, pero ahora no lo piensa ninguno de ustedes, especial­ y sufrimiento, que podrían olvidarse de hacer cosas deliberadamente,
mente Andrew, podrán perdonamos por haber tratado de que for­ como despertarlo a Andrew por la mañana. Se programó una entrevista
men parle de nuestro sueño de la familia West. Probablemente to- deseguimiento con los padres solamente para dentro de 3 semanas.
do lo que podemos hacer es proporcio arle.s comida, abrigo, ropa En la última etapa de esta entrevista fueron importantes mis in-
- limpia y dinero. Por favor, tengan paciencia con nosotros porq1;!"e tentos de lograr la cooperación de los padres para el diseño y participa­
.1
'I
nos llevará algún tiempo aceptar que no podemos ser sus padres. ción en el ritual. Busqué su cooperación por medio de la redacción., copia
Señora: ¿Dijo usted podemos o no podemos? y despacho de la carta y con la respuesta que darían a los conflictos que
Whiting: "No podemos ser sus padres" (pausa). "Con amor, su pad e y pudieran surgir en el futuro inmediato. Aunque yo había escrito la carta
madre adoptivos." Muy bien, tengan esto en su casa y la prónma antes de la sesión, la idea de que los padres se sentaran juntos y semos­
vez, la próxima ve:z y en cualquier momen o n. que empiecen a pe­ traran deprimidos apareció durante la sesión.
lear con Andrew o William, tienen que decir, Smceramente lamen­ El propósito de esta carta y la respuesta prescrita a los padres pa-
to mucho no haber podido ser un buen padre", y le dan una mone­ ra el conflicto apuntaban a niveles de contenido y proceso. El contenido
da y se dan vuelta y se van. específico de la carta intentaba dirigirse al problema de la pertenencia y
Señora: ¿Una moneda? participación en la familia. La idea de las diferencias entre loshijos bio­
Whiting: Si, porque todo lo que ustedes pueden darles es refugio, comi­ lógicos y los adoptivos se manifestó abiertamente en ]a entrevista y en
da, ropa limpia y dinero. Sólo entréguenle una oneda y márchen­ la carta ritual. Cuando se cuestionaba la nritología de los padres de que
se. Esto es radicalmente diferente de una solución con amenazas, no había diferencias, las reglas de la familia podían comenzar a modifi.
una solución con frustraciones, porque creo que eso es lo que suce­ carse y pasar de la negación de las diferencias a enfrentarlas. Con este
derfa Porque creo que se produciría una escalada, porque hay una cambio se podía facilitar un abierto reconocimiento de los sistemas de
historia de escaladas hasta el punto en que las personas se hacen alianza, con lo cual se hacía posible efectuar distinciones entre
cosas mutuamente, y todos abemos que eso.no funciona. Pero no los miembros. La posibilidad de hacer distinciones podía servir para que
estoy seguro de que estén dispuesto a apaciguarse por un rato y las relaciones fueran menos constreñidas, ya que las alianzas dejarían
digan que tenemos que hacer algo diferente. Realmente queremos de ser ocultadas o negadas.
hacer algo más. Parte de esto suena un poquito extravagante, pero En el proceso o nivel interaccional, el contenido tanto de la carla
creo que hay algo de verdad alh, así como también hay un _intento corno de la respuesta de los padres fue el de prescribir para los padres
de darle algo. Cuando digo que me gustaría que ustedes fueran una posición "definida". Al lograr que dijeran:"Sinceramente lo lamento
creativos, quiero decir que tal vez ustedes pudieran sentirse dolo­ mucho, no he sido un buen padre", y que se unieran en un presunto es·
rosamente deprimidos y heridos por esta información. Que ustedes tado de depresión se crearía una nueva posición definida que pudiera
no han sido sus padres, que ustedes están perturbados }'. que les introducir una diferencia que podria modificar el modelo de interacción
han fallado y que usteden lamentan mucho haberlos pnvado de de la familia que era la escalada simétrica. Mi esperanza era que si se
una parte de su patrimonio y lealtad hacia sus padres natural s, modificaba la conducta de los padres, esto podría dar como resultado un
esto es deprimente porque no encaja en el cuadro que ustedes tie­ cambio en la conducta de los otros miembros.
nen de la familia West. La imagen de la familia West es la de seis
miembros unidos, conectados, cercanos y cariñosos.

Al finalizar la sesión el señor y la señora West copiaron mi carta

256 257
Quinta sesidn - &al.imentaddn Señor: Bueno, no estoy seguro. Después que William regresó a la escue·

l
la, la volvimos a poner y no se cayó la primera noche. Andrew le
Puesto que no había tenido noticias de los padres desde la última escnbió algo encima. Luego la segunda noche se cayó. Pero no se
sesión, estaba
Señor: Lo ansioso
primero quepor ver loa que
sucedió, las había ocurndo.
dos de En ela apartado
la mañana, la una deque
la cayó la primera noche, de modo que realmente no sabemos cuál de
en ella?
sigue me concentro en la realimentación al ritual. los dos la sacaba.
Whiting: ¿Cuál era el mensaje para mí en esa nota? ¿Qué había escrito
mañana. Señor: Oh, la nota decía, esto, después de una semana más o menos, an­
1 Whiting: Era la noche de la Linterna. , tes de que William regresara a la escuela, Andrew escribió encima:
Señor: Sí, los dos habían ido a la Linterna, ¡esverdad! William regresó a "Esto ya lo leí",
casa. De él conseguimos la primera reacción. Me despertó, o nos Whiting: Muy bien, ya no necesito oír nada más.
despertó, o me despertó. Señor: (risas) y abajo de todo decía algo de intentar, intent.ar o preocu­
Señora: A los dos. parse o algo así. ¿Qué había al final? ¿Recuerdas? Teníamos que
Señor: A los dos, y dijo algo como: "Yo no sé qué les dijo ese tío", algo así. haberla traído.
"Yo no sé qué les dijo este tío." El tío era usted (risas). Sen.ora: Era en la que escribió...
Whiting: Por supuesto. Serl.or: Estoy tratando de recordar. Escribió algo al final sobre que uste­
Señor: Eran las dos de la mañana. "Yo no sé qué les dijo ese tío, pero en des no tratan, noles importa o algo así,
lo que a mí respecta, ustedes son mis verdaderos padres", y en Sen.ora: Tuvo la sensación de que ya no nos importaba nada acerca de
cierto modo parecía muy conmovido en ese momento. él.
Whiting: No fue una cosa muy positiva, como... Whiting: Muy bien, y usted se sintió herida.
Señor: "Yo no sé qué es ese tío o qué les dijo, pero en lo que a mí respec- Señora: Sí, pensé, oh no, tal vez no sedeesté
ta, ustedes son mis verdaderos padres." Serl.or: Bien, de todos modos, después esologrando lo que queríamos.
ya no la volvimos a colocar.

l
otra nota que a usted le gustaría leer. ¿Recuerda la carta original?

Whiting: ¿Y qué hicieron ustedes, amigos?


Señora: Estaba muy conmovido. Nos ha dado el mensaje de que recibió el mensaje. Con todo, inclu­
Señor: Y se fue, se fue de nuestra habitación. Eh, ésa fue su reacción. so antes de eso; oh, su reacción ante la nota fue contestamos con
Señor: ¿En ese momento? Esta es la carta con la que nos respondió poco después.
1 Whiting: Sí. . . . Whiting:(lee la carta en uoz alta) "Queridos mami y papi, os escribo es­
Señor: Nada. El se fue de nuestra hab1tac1ón y yo simplemente pensé: ta carla para haceros saber cómo me siento. Vosotros decís que no
Eh, por lo menos tenemos algo que ver aquí." habéis sido buenos padres, pero yo siento que habéis hecho todo lo
Whiting: Muy bien. humanamente posible para damos un buen bogar a William Y a
Señor: Habíamos hablado de no tratar de hacer las cosas por ellos, ni mí. Estamos bien criados, bien educados y tenemos un lugar ma­
tratar de quese establecieran. Esto nos pareció un poco dificil de ravilloso donde vivir. Nos habéis dado amor y afecto. ¿Qué más
hacer, por lo menos a usted le pareeió. podíamos pedir? Tal vez William y yo, mayormente, no estemos
Señora: Ajá por el buen camino ahora, pero en el futuro todo lo que nos habéis
Señor: Creo que sí. enseriado resultará invalorable. Lo que siento ahora es que por
Señorá: Ajá, ajá. primera vez he perdido a mi madre y a mi padre verdaderos y que
Señor: Pero hubo momentos en que hubiéramos dado vuelta todo, por yo viviría mucho mejor si supiera que todavía me quieren. Nunca
así decir y hubiéramos dicho: "Ah, enredé todo, lo siento. No sé có­ supe que mi padre arrojara la toalla. Espero que no vaya a co·
mo hace'r las cosas". Oh, la nota la arrancaron del espejo varias menzar ahora. Con amor, vuestro hijo Andrew" (pausa). Mi padre
veces y la tiraron al suelo y nosotros la recogimos del cesto de l s eres tú.

l papeles, la estiramos y la volvimos a poner en su lugar. A la vez s1-


gtriente la rompieron en pedacitos (risas). Recuerde que le dije que
yo no estaba seguro. Yo no pensé que la romperían, pero lo hicie­
ron, lo cual quiere decir que les produjo algún impacto.
Señor: Correct.o. Creo que lo que dice allí es que su padre y su madre
verdaderos somos nosotros, es lo que dice. Así lo interpreto.
Whiting: Muy bien, como una sensación de pérdida. ¿Qué hicieron con
est.o?
1 Whiting: ¿Saben quién lo hizo? Señor: Nada.
Señor: Creo, bueno, no, no sé. Señorá: Pensamos que fue Andrew,
Whiting: ¿No lo discutieron ni lo Señor: No.
hablaron?

258 259
Whiting: ¿En cierto modo se preguntaron por eso, o trataron de ver qué Whiting: ¡Realmente!
hacer con esto? O simplemente... Señor: Y verdaderamente no tuvimos que decir muchas cosas. Bueno,
Señor: Yo decidí sentarme para esperar y ver qué pasaba durante un pe­ cada tanto, yo digo: "Bueno, enredé todo" y (chasquea los dedos) Y
ríodo. Ver cuál era su actitud. En verdad pienso que lo que haría él para inmediatamente. Tan rápido como ·el chasquido de los de­
sería escribirle otra carta. En realidad, lo planeé antes pero pasa­ dos. ¿Lo que hace contigo?
ron cosas y no lo hice. Pensaba en esto principalmente porque a él Señora: Sí.
le resultaba dificil sentarse a hablar sin conmoverse emocional­ Señor: Apenas empieza a ponerse pesado, sabe, a veces comenzamos a
mente. ponemos pesados, él empieza a vociferar y yo también, yo simple­
Whiting: En cierto modo tomarlo como un estilo personal de él, contes- mente digo, "Enredé todo".
tar con otra carta. Wliiting: Muy bien.
Señor: Bueno, nosotros le escribimos y él nos contestó. Señor: El para. No lo uso permanentemente, pero no he tenido que lle-
Whiting: Correcto, correcto. gar a la modalidad de la depresión. . .
Seffor: Bueno, en parle ésa fue la reacción ante la carta que le escribi­ Whiting: Entonces, ¿usted dice que las cosas están ternblemente dife­
mos. rentes, ligerame.nte diferentes...?
Señora: (mds tarde) Las cosas han estado mucho más tranquilas en ca­ Sefwr: No. Terrible, terriblemente diferentes. (La señora asiente con la
sa. cabeza y sonrle.)

Refkxú:mes del terapeuta Seguimiento - Llamado telefónico


Resultó muy evidente que la realimentación ante la carta fue in­ Dos años después 1lamé a la señora West y le seña!é_ que es ba in­
mediata. Pareció haber interrumpido un modelo de interacción de un teresado en saber cómo andaban las cosas con la fam1ha. Me mformó
modo espectacular. Sólo tres semm1as antes, los padres habían estado que las cosas andaban muy bien y que Andrew se había mudado más o
considerando seriamente la exclusión física de Andrew de la casa. menos hacía un año después de haber terminado los cursos de barman.
Ahora los padres parecían más tranquilos y se reían. Reconocieron que Actualmente vivía en Nueva York y trabajaba como barman en un pres­
les había resultado difícil fingir que estaban deprimidos, puesto que ha­ tigioso restaurm1te. Dijo que ella y,su esposo es f!:ban muy contentos co
bían experimentado una tristeza genuina a causa de las desavenencias el tipo de contacto que Andrew tema con la fam1ha y que llevaba una vi­
con la familia. Sin embargo, dijeron que se habían apoyado mutuamente da muy adecuada.
y que eso había sido muy bueno. El resto de la sesión la pasamos dándo­
les más confianza para que asumieran mayor riesgo y estimulárniolos
para que continuaran usando la moneda y dándose apoyo mutuamente Ref!.exiones finales
en su tristeza real o fingida cuando se enfrentaran con alguna pelea.
Los padres aceptaron realizar una entrevista de seguimiento a los dos Existen muy variados modos de explicar el éxito del uso de una in­
meses. tervención que toma aspectos de los rituales de pertenencia y la acción
ritualizada de la prescripicón del síntoma o el absurdo. Una explicación
podría ser que los padres comenzarm1 a trabajar juntos eficazmente co­
Seguimiento - Ultima sesión mo resultado del cambio que se produce en sus emociones que pasan del
enojo a la tristeza. Aunque se les dijo que fingieran estar deprimidos,
Cuando el señor y la señora West me saludaron, comentaron que apareció un sentimiento genuino de tristeza. Este cambio uni.ó a los pa­
Andrew les había dicho que no quería que se deprimieran y que debían dres de una mm1era que modificó las fronteras entre los subsistemas de
¡cancelar la sesión! Lo que sigue es una breve transcripción de nuestra padres y hermanos. Como antes no habían podido unirse, los padres
última sesión.
ahora habían encontrado un modo de apoyarse mutuamente con toda
sinceridad. Este proceso facilitó la evolución de una nueva estructura
Señor: Bueno, la última vez que hablamos, dijimos que continuaríamos organizativa con nuevas reglas de interacción. . _.
con la depresión, pero en re¡:tlidad no lo hicimos. Estuve pensando Otra explicación factible se refiere al cambio de s1gmficado de la
en eso y creo que fue la carta la que se llevó todo. Realmente les pertenencia a la familia. Se invirtió el modelo de los padres que·trata­
quitó las cadenas.
ban deconvencer a Andrew y William de que cambiaran para pod r per-
260
261
'
tenecer a la familia. Ahora los jóven s trat:ahan de 01;1vencer a los pa­ portante. En el caso de la familia West, la fip:na de la carta agregó un
dres de que cambiasen. La respuesta inmediata de Wilham en _la habita­ nivel de legitimidad al contenido de la carta y un nivel de compromiso
ción de los padres y la carta de Andrew representaro!1 camb10s fun a­ de los padres para participar en las intervenciones rituales.
mentales en el modelo. Anteriormente los padres hac1an denodados in- También podría imaginarme que, porque el señor y la señora West
tentos por definir la naturaleza de la pertenencia a la familia drew Y escribieron y firmaron la carta, con lo cual la volvieron oficial, Andrew y
William ahora admitían cómo se sentían al pertenecer a la fam1ha. Este William la interpretaron como un documento serio y oficial. Aunque el
camino de pautas al parecer pennitió que surgiera la creencia de que señor West indicó que la carta "verdaderamente derribó las barreras",
las personas pertenecen a una familia porque así lo quieren. . . me parece que el ritual derribó, destrabó y abrió la puerta de la jaula
Una consideración importante en este caso fue que el contenido de del sistema familiar y proporcionó una mayor sensación de libertad a to­
la carta noera compatible con la creencia de los padres acerca de la per­ dos sus miembros.
tenencia a la familia ni con la concepción que tenían de sí mismos como
padres. El contenido hacía diferencias entre,,los hijos_ biológicos Y os
adoptivos y decía: "No podemos ser tus padres . En el mvel de contemdo Conclusión: los rituales confamilias adoptivas
y creencia esos mensajes no se adaptaban realmente al ID;arc de refe­
rencia de los padres. Con esto se plantea el problema de s1 la interven­ Hace poco visité a unos amigos que adoptaron su primer hijo hada
ción estaba mal planificada a causa de esta falta de adecuación. Puesto 4 años, después de varios años de infertilidad. Seis meses después de
que la carta permitió un cambio espectacular en_ esta escaJada de con­ haber recibido a su hija de una semana de edad, descubrieron con sor­
flictos dentro de la familia, esta falta de adecuación resulto un enfoque presa que la esposa estaba embarazada. Al hablar sobre la experiencia
eficaz. Tal vez la explicación resida en su adecuación en el nivel de la a ­ de criar a dos hijos, el marido señaló que se sentía especialmente unido
ción y no en el nivel del significado. Como terapeu tuve un amplio a su hijo adoptivo porque había participado en igualdad de condiciones
margen de maniobra (Fisch y otros, 1982), porque verua sumamenf;e re­ en la alimentación con el biberón. Como su esposa había amamantado
comendado; los padres querían que yo les diera la respuesta, y pudieron al otro bebé, él Sentía una sensación de acercamiento diferente con la ni­
aceptar que sus intentos no funcionaban. Su_ disposición a inte tar algo ña adoptada. Cuando partí, me sentía muy optimista y positivo sobre
diferente, al mismo tiempo que yo los empuJaba a hacer, al o d1fere te, esta familia, en la medida en que el esposo era capaz de hacer y de ha­
sin duda contribuyó muy positivamente al proceso terapeutico. Tam 1én blar sobre las semejanzas y las diferencias en su relación con los hijos.
en el nivel de la acción, una de las soluciones del señor West era "básica­ En mi opinión, una de las tareas principales que enfrentan las fa-
mente proporcionarle casa y comida", y esto sí concordaba con el conte­ milias adoptivas es lograr un equilibrio entre las semejanzas y diferen­
nido de la carta. cias entre sus miembros. En las familias con uno o varios miembros
El uso de la carta tiene implicaciones para el tratamiento de fami­ adopta.dos, que buscan tratamiento, es típico que sufran una distorsión
lias en las que la comunicación verbal directa es intensa y altamente respecto de la posibilidad de ser demasiado semejantes o demasiado di­
conflictiva. Me imagino que la intervención hubiese tenido me o é:rito ferentes. El ejemplo del caso presentado en este capítulo constituyó un
si los padres les hubiesen referido verbalmente a Andrew o a W1lh.am el ejemplo de una familia en la que los padres ponían excesivamente el
contenido de la carta. Puesto que el mensaje escrito no coincidía con las acento en la semejanza y no hacían distinciones entre los hijos adopta­
ideas de los padres, probablemente ellos no hubieran podido decir_ las dos y los no adoptados. En el otro extremo, el acento se pone en las dife­
palabras, aunque fueron capaces de despachar la carta. Este hecho, Jun­ rencias. Los miembros de la familia informan que los hijos adopt.ivos no
to con la respuesta prescrita a un conflicto, les permitió a los padres se parecen a los otros miembros de la familia en todos los modos imagi­
mantener cierta distancia emocional. Esto les facilitó la posibilidad de nables.
no involucrarse tan intensamente y aumentó la de no volverse a enre­ A causa de que los rituales terapéuticos manejan sist.emas de
dar en el modelo anterior. La comunicación por medio de la carta tam­ creencias y motivos de pertenencia, creo que constituyen una interven­
bién le facilitó á Andrew la decisión de escribir y comunicarse de un ción eficaz en el caso de familias en las que la adopción es una preocu­
modo que antes le había resultado inaccesible. pación implícita o explícita. Independientemente de la categoría del mo­
Por último el hecho de que los padres copiaran la carta en borra­ tivo ritual que se utilice, en mi experiencia he visto que los rituales
dor y le pusier sufirma también constituyó un ritual en sí mismo. En terapéuticos producen cambios espectaculares en los aspectos de perte­
esta cultura, los documentos y acuerdos no son "oficiales"' hasta que no nencia y creencias porque equilibran los motivos de semejanzas y dife­
1 se les pone una firma. En todo proceso de_ fir_ma de un documento, e rencias.
produce ua modificación en los niveles de s1gn1ficado: e.gar elpropio
John Hancock ratifica un documento de wi modo ps1cologicamente 1m-

262 263
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tes adultos.
rapy: Tlu Milan approach, Nueva York, Grnne & Stra.tton. En este capítulo describiremos brevemente los rituales familiares
que hemos estudiado, vamos a compartir e] desarro1lo de nuestro pensa­
miento durante la realización de cada proyecto de investigación sucesi­
vo, y describiremos el modo en que utilizamos nuestro instrumento
principal de investigación, la entrevista ritual familiar. Por último ana­
lizaremos las implicaciones clínicas y de investigación que tiene la con­
sideración del ritual como un factor importante del funcionamiento fa-
miliar.
Los primeros que estudiaron sistemáticamente los rituales familia­
res fueron Bossard y Boll (1950). Documentaron la práctica de rituales
en 186 familias no clínicas y observaron una importante relación entre
estas actividades familiares simbólicas repetidas y compartidas y lo que
ellos denominaron e] nivel de "integración" de la familia. Consideraron
a los rituales como los transmisores de los valores, actitudes y objetivos
de la familia: el núcleo de ]a cultura familiar (Bossard y Bo1l, 1950).
David Reiss (1981) propuso que la perpetuación de un paradigma
familiar, o creencias compartidas sobre el mundo, es una función nu­
clear de los rituales. Identificó diversos tipos de rituales familiares idio­
sincráticos que, mediante su representación repetida, captan la cosmo­
visión familiar, refuerzan esa perspectiva y de este modo perpetúan el
paradigma familiar.
Los rituales que hemos estudiado se pueden dividir en tres grupos:
celebraciones, tradiciones y rutinas pautadas." Las celebraciones.(ami-
264 265
·r
i
liares incluyen los días de fiesta y otros tipos de ocasiones que se practi­ terrecen a esta categoría. Est.as rutinas pautadas ayudan a organizar la
can extensamente en toda ]a cultura. También entran en esta categoría vida cotidiana familiar y definen los roles y las responsabilidades de sus
los ritos de pasaje, como bodas, funerales, graduaciones y bar mitzuahs; miembros. Los símbolos que subyacen en tales rutinas pautadas permi­
celebraciones religiosas anuales como Navidad, Pascua y el Seder de ten reforzar el sentimiento de identidad de los miembros de la familia y
Pascua, y la observancia de festividades seculares.corno la ena del. Día también distinguir los rituales de simples interacciones pautadas. En el
de Acción de Gracias o el picnic del Cuatro de Juho. Este tlpo de ntua­ ejemplo siguiente, la hora de la cena constituye una oportunidad para
les están relativamente estandarizados, con frecuencia son específicos el contacto, uso de símbolos y experiencias compartidas:
de una determinada subcultura y contienen símbolos universales. Los
ritos de pasaje ofrecen a los miembros la oportw:iidad de bsei-var ritos Casi todos los días nos reunimos para la cena y nos quedamos de sobre­
evolutivos. Por medio de Jos rituales de celebrac16n los miembros de la mesa hablando y riendo. Lo mejor de todo es enterarse de la vida de cada
familia pueden aclarar su posición, afinnar una identidad grupal y sig­ uno, descubrir lo que hacen. Si alguien está callado no lo dejamos irse sin
nificar su conexión con una comunidad más amplia, étnica, cultural o hablar... Julie literalmente toca una campana para llamar a todos para la
cena; cada uno se sienta y nos tomamos las manos para dar las gracias
religiosa. Como lo describió una mujer, juntos.
Navidad no sería Navidad sin algunos toques: Frances siempre me ayu-
da a cocinar las galletitas de Navidad y Paulin se va en automóvil con Los rituales constituyen una ventana particularment.e rica y acce­
John hasta la granja de mi hermano para cortar el árbol... La Cuaresma Y sible para asomarse al mundo privado de la familia. No sólo ayudan a
el Adviento en el año cristiano verdaderamente tienen la función teológi­ regular y otorgar significado a los acontecimientos cotidianos, sino que
ca de prepararse, y nuestros hijos nos lo han oído a nosotros y lo han oído también son component.es observables y altamente memorables de la vi­
en la iglesia. Creo que ya se ha convertido en una parte importante de la da familiar. Cuando los clínicos o los investigadores les piden que carac­
tradición el hecho de que verdaderamente ellos pueden empezar a com­ tericen a su familia, es muy probable que t.anto los adultos corno los ni­
prender lo que en verdad significa para nuestra propia fe interior, y eso es ños describan un ritual significativo que capte la esencia de la vida en
bueno.2 su familia de origen.
Los rituales también pueden decirnos algo sobre la patología fami­
Las tradiciones familíares son menos específicas de una cultura y liar. Las familias disfuncionales a menudo informan sobre wia grave
más idiosincráticas de las familias concretas. Las vacaciones de verano, fractura ritual o desorganización de sus actividades rituales, lo cual su­
las visitas a la familia extensa, costumbres para los aniversarios y cum­ giere que la est.abilidad y coherencia de los rituales clave puede propor­
pleaños, y fiestas especiales o reuniones familiares son algunos de l s cionar importante información sobre la coherencia social y emocional de
ejemplos comunes. Si bien la cultura influye en la forma de estas prácti­ una familia. Por ejemplo, la baja ritualización se hizo evidente en una
cas (tarjetas de cumpleaños y pasteles de cumpleaños, por ejemplo), la familia investigada que había sido profundamente afectada por el alco­
familia misma elige las ocasiones a las que va a considerar como tradi­ holismo del padre y los problemas de conducta de los hijos. En esta fa­
ciones y con frecuencia le pone su propio sello a las actividades. La tra­ milia, la cena no ofrecía muchas oportunidades para el contacto o para
dición para las vacaciones de esta familia constituye un tiempo limil:3-d compartir; los miembros de la familia se servían solos la comida en la
especial en el que )os miembros de la familia dejan de lado otras pnon­ cocina y miraban televisión en la sala de estar o en el estudio. Las vaca­
dades y se dedican a disfrutar de la mutua compañía: ciones eran impredecibles; si el padre bebía en exceso en ese momento,
Habitualmente tratamos de ir a Friendship Beach todos los veranos. la familia no llevaba a cabo sus planes originales y no hacía cambios pa­
Nunca hemos llevado con nosotros a otros niños. Es una oportunidad para ra sustituirlos.
que nuestras hijas pasen más tiempo juntas. Por lo general no tienen mu­ Desde 1974 hemos estado estudiando el papel de los rituales fami­
chos intereses en común pero durante esa semana verdaderamente se in­ liares en la transición del alcoholismo de una generación a la siguient.e.
tegran en la modalidad famlliar y se llevan bien. Caminan por el paseo de Comenzamos con la hipótesis de que las familias que no permiten que el
entablado y admiran
que podernos elapaisaje.
ponernos El chalet
jugar a algo por laque alquilamos
noche no tienecon
o nos reunimos TVotra
así abuso del alcohol en wio de los progenitores perturbe )a realización de
importantes rituales familiares tienen menos probabilidad de transmi­
\ familia que también ha ido allí durante años.
Las rutinas pautadas son los rituales familiares más frecuente­
tir graves problemas de alcoholismo a sus descendientes. Muchos años
más tarde y luego de tres proyectos, nuestra hipótesis se ha tornado
1 mente represent.ados pero menos conscientemente plwlificados. Las ho­ más compleja (y más extensa) y nuestras convicciones se han profundi­
zado. Estarnos impresionados por el poder de los rituales para reflejar la
ras de la cena, las rutinas para acostar a los niños, y las actividades cultura familiar y la patología familiar. Aunque todavía no sabernos si
habituales de recreación durante losfines de semana o por la n1Jche per-

266 267
T
los rituales constituyen e] proceso que efectivamente transmite valores en contacto. Realizamos dos entrevistas: una historia personal indivi­
familiares nucleares, o si son simplemente marcadores de tales valores, dual de cada progenitor y descendientes adu]tos participantes, y una
estamos convencidos de que les permiten por igual a los clínicos y a los entrevista individual que abarcaba las tradiciones familiares cuando los
investigadores esclarecer cualidades interiores de la vida y de la identi­ hijos adultos estaban creciendo (ésta fu.e ]a primera versión de nuestro
dad familiar (Wolin y Bennett, 1984). instrumento de investigación, la entrevista ritual). También llevamos a
cabo una sesión familiar "de arte" en la que los miembros formularon
sus impresiones de la familia bajo la influencia del alcoholismo. Todas
Tres estudios del ritual familiar las sesiones se realizaron en el Centro para la Investigación Familiar.
Las dos primeras se grabaron y ]a tercera se filmó en vídeo. Codificado·
Transmisión del alcoholismo a través dd ritual familiar (1974-1977) res entrenados que no conocían el status de transmisión de la familia
codificaron las transcripeiones de ]as sesiones de entrevista según las
En nuestro primer estudio consideramos solamente la relación en­ dimensiones del grado de ritualización y la medida del cambio o estabi·
tre la inteTTIIpción del ritual y la transmisión del alcoho1ismo. Como lidad ritual bajo ]a influencia de la conducta parental de abuso del alco­
hemos mencionado antes, nuestra hipótesis era que las familias con ri­ hol. Luego examinamos la relación entre mantenimiento del ritual y
tuales más intactos tendrían menos probabilidad de transmitir el alco­ transmisión del alcoholismo. Cuando se suprimieron del análisis las fa-
holismo a la generación siguiente. Definimos tres niveles de la interrup­ milias transmisoras intermedias y las subsumptivas intermedias, y sólo
ción del ritual, elaboramos wia entrevista para eva]uar el grado de de· se examinaron las diez familias en las categorías extremas (véase el
sorganización del ritual en cada fami1ia y, por último, comparamos ]a di. cuadro 1), los resultados fueron significativos (p< 0,025 por e] Test
mensión de] ritual de las familias con la tasa de alcoholismo entre los Exacto de Fisher), ya que indicaban una relación entre un cambio sus­
descendientes adultos. tancial en los rituales familiares y la transmisión del alcoholismo a la
Para examinar la dimensión de la desorganización del ritual, eva­ generación de los hijos (Wolin, Bennett, Noonan y Teitelbaum, 1980,
luamos el impacto de la conducta de afición más intensa a la bebida del pág. 210).
padre alcohólico sobre los rituales familiares durante los años de creci­
miento de los hijos, por medio de la codificación de datos de la entrevis­
ta. En las familias "'subsumptivas", los rituales han experimentado un Alcoholismo y herencía familiar (1977-1980)
cambio considerable, es decir el abuso de alcohol había "subsumido" los
rituales y alterado su ejecución y significado. Las famiHas "distintivas" Si bien estos resultados eran atractivos y apoyaban nuestra hipó­
eran aquellas cuyos rituales habían manifestado relativamente poco tesis, también planteaban nuevas cuestiones. El tipo de ritual familiar
cambio; la familia había mantenido las consecuencias de la conducta re­ por sí solo (subsumptivo vs. distintivo) no podía explicar por qué algu­
lacionada con la bebida como algo "distinto" de su vida ritual. Las fami­ nos niilos dentro de una familia concreta se vuelven alcohólicos mien­
lias "subsumptivas intermedias" eran las que tenían una mezcla de ri­ tras que otros no. Sin dejar de lado que el núcleo de nuestra investiga­
tuales distintivos y subsumptivos, por lo cual no seguían una pauta ción estaba. centrado en la pérdida y la continuidad ritual, consideramos
muy definida. la importancia de las decisiones de los hijos adultos en la elección del
El resultado de este primer estudio se refería a la extensión de la cónyuge y en la continuación o rechazo de las tradiciones rituales de sus
transmisión intergeneracional del alcoholismo. "No transmisoras" eran familias de origen.
las familias que no manifestaban ninguna evidencia de problemas alco­ Estas preocupaciones nos llevaron a la segunda fase de la investi­
hólicos en la generación de los hijos. Las familias "transmisoras" tenían gación, el Estudio del alcoholismo y la herencia fo.miliar (1977-1980). En
uno o más hijos que se volvían alcohólicos o bebedores problemáticos, o este pwito agregamos una variable de segunda predicción, la selección
se casaban con alcohólicos o bebedores problemáticos (Goodwin y otros, de la herencia ritual de una familia. Nuestro razonamiento fue que si
1973). Las familias "transmisoras intermedias" tenían por lo menos un negociar las reglas y tradiciones de su nueva familia nuclear, los descen­
hijo que tenía o había tenido intensa afición a la bebida. Esta última ca­ dientes de una familia alcohólica tienen cuatro opciones. Pueden mante­
tegoría la consideramos no decisiva respecto de la transmisión. ner su propia herencia ritual, rechazar ese pasado y adoptar el legado
Entrevistamos a 25 famihas de Washington, DC, de clase media y de la familia de origen del cónyuge, repetir los modelos de ambas fami­
media alta, predominantemente blancas; por lo menos uno de los proge­ lias de origen, o crear un modelo ritual enteramente nuevo, que no ten­
nitores de todas las familias cumplían los criterios aceptados de alcohó­ ga tradición. Nosotros señalamos que el grado de riesgo de transmisión
lico o .bebodor problemático. También entrevistamos a la mayor canti­ depende tanto del resultado de los rituales practicados durante la expe­
dad de sus hijos adultos (media 24,5 años) con los que pudimos entrar riencia de la familia de origen como de los rituales elegidos para repre-

268 269
CUADRO 1
sentaba algunas ventajas importantes que compensaban las desventa­
Tipo de cambio ritual por categorla de transmisión jas potenciales (Bennett y McAvity, 1985). Una consideración importan­
(n = 25 familias) te fue nuestra convicción de que una sesión conjunta podía realzar el
'Totales proceso de recolección y análisis de los datos. El formato conjunto le da­
Transmisora Transmisora No transmisora
ba á la pareja la oportunidad de discutir más exhaustivamente los pro­
intermedia blemas. Los participantes tenían la posibilidad de cuestionar sus per­
cepciones mutuas antes de llegar a un punto de vista compartido por
Subsumptiva rn 2 [I] 7
ambos o de reconocer aquellas zonas en las que veían las cosas de modo
1 Subsumptiva diferente. Al pedirle a los miembros de la pareja que aclararan sus
intermedia 2 2 6 10 acuerdos y desacuerdos acerca de sus percepciones de las tradiciones fa­
miliares, el entrevistador podía colocar la responsabilidad en la pareja,
Distintiva @] 3 rn '
y no en el codificador, para determinar cuál era la concepción comparti­
da de la familia sobre sí misma.
Totales 6 7 12 25 Los resultados del estudio refirmaron nuestra hipótesis original
sobre la interrupción del ritual, en el sentido de que aquellos descen­
dientes de familias con horarios distintivos para la cena evidenciaron
menor transmisión del alcoholismo que los otros. La variable de heren­
cia familiar más importante que surge de este estudio fue el grado de
sentar la identidad de la familia de la generación que sigue. Así, se for­ "'deliberación" utilizado por la pareja en la formación de sus prácticas y
muló la hipótesis de que un hijo de una familia subsumptiva que conser­ tradiciones rituales familiares. La deliberación representa la capacidad
vaba los rituales de su familia de origen estarla expuesto a un °.1ayor de una familia para ejercer control en la planificación y ejecución de ri­
riesgo de transmisión que un descendiente que adoptara la herencia del tuales. De las 12 parejas con un alto nivel de deliberación, el 75% fueron
cónyuge de una familia no alcohólica. no transmisorai.; de las 31 parejas de baja deliberación, el 77% fueron
Entrevistamos a 68 descendientes casados y sus cónyuges, de 30 transmisoras (Bennett, Wolin, Reiss y Teitelbaum, 1987).
familias con un padre alcohólico por lo menos. En esta :muestra la per­
sonas tenían mayor edad (media 33 años) que en el _pnmer estudio. De Ambiente de la familia alcohólica:
1 cada familia por lo menos participaron dos descendientes y sus cónyu- consecuencias para los hijos (1980-1986)
ges. A causa de que en este estudio se ponía 1 1 . .ó
e acento en a negociac1 n En nuestro estudio más reciente investigamos la relación entre
de las parejas de sus propias tradiciones familiares nuevas! _pensamos factores del ritual familiar y trastornos infantiles en los descendientes
que nuestras entrevistas de historia familiar y de ritual fam1har podían de alcohólicos. Formulamos la hipótesis de que las familias con ciertas
llevarse a cabo en forma más ventajosa con los dos juntos. Por lo tanto características rituales -incluyendo alto nivel de ritualización, alta de­
pudimos concentramos en las percep1?ion s individu e_s que t nían e liberación para elegir una herencia ritual, y baja interrupción del ritual
descendiente y su cónyuge de la expenenc1a de s1;1 fam1ha de o_ngen, .ª 1 frente a la afición parental a la bebida (o sea, familias distintivas}­
como de las percepciones compartidas de la pareJa de su propia fanuha tendrían menos probabilidades de tener hijos disfuncionales.
nuclear. Antes de que comenzara la recolección de datos, sopesamos los Una vez más la muestra de edades que tomarnos difería de nues­
puntos fuertes y débiles de las entrevistas co juntas Y. no i diyi?uales. tros estudios anteriores. Investigamos 82 familias intactas cuyos padres
Nospreocupaba que uno de los cónyuges pudiera sent rse mh1 1do por tenían entre 40 y 50 años, y por lo menos con un hijo entre 6 y 18 años.
la presencia del otro y por lo tanto proporcionar n_ienos mfo!'11act?n, que Treinta y siete familias alcohólicas y 45 controles correspondientes no
los cónyuges pudieran confabularse y dar una imagen d1stor 10nada, alcohólicos sobrellevaron múltiples evaluaciones. Entre los factores fa­
que pudieran suscitarse conflictos matrimoni les y quedaran sm _resol­ miliares se incluían características de la familia relacionadas con el ri­
ver o que el formato pudiera llevar a la pare3a a esperar una sesión de tual y no relacionadas con el ritual; pautas alcohólicas y de consumo de
ter pia conyugal. También nos preguntamos si el entrevistado pod ía drogas durante tres generaciones; inteligencia de los padres y psicopato·
tener dificultades para conducir las sesiones o para manejar cualqmer logía de los padres. Las mediciones resultantes para los 144 hijos del
hostilidad matrimonial que se expresase. estudio incluyeron fudices de funcionamiento conduct.al, cognitivo, emo­
En última instancia descubrimos que la entrevista de pareja pre- cional y social. Llevamos a cabo una entrevista de historia famili con-

270 271
junta durante nuestra primera reunión con los padres en la que abarca­ roles familiares. El entrevistador preguntaba sobre las tradiciones de la
mos ternas tales como demografía familiar, relaciones entre familia nu­ familia de origen y las de la familia nuclear actual. Preguntas especifi­
clear y familia extensa, historia aJ ohólica de la famili y cualidades cas sobre el desarrollo de la familia de sus propias tradiciones, semejan­
afectivas y estructurales de la farn1ha nuclear actual. Utihzarnos nues­ zas y diferencias entre la familia de origen de cada cónyuge, y el grado
tra entrevista ritual conjunta en la segunda sesión, durante la cual les de planificación en la selección entre tradiciones rituales ayudaban a
pedimos a los miembros de la familia que describJeran aquellas zon s elaborar el predominio relativo de la herencia familiar de cada cónyuge
del ritual familiar que previamente habían seleccionado como las mas en la nueva familia nuclear.
importantes. Esta versión permitió un análisis más detallado .del grado En nuestro tercer estudio incorporamos el concepto de deliberación
de continuidad de la herencia ritual decada cónyuge. . en el formato de nuestra entrevista y ampliamos el centro de atención
Nuestro análisis de los datos sobre los hijos demostraron diferen­ sobre las actividades rituales corrientes. La pareja seleccionó dos ritua­
cias significativas entre los hijos de padres no alcohólicos y alcohólicos les de la familia nuclear y dos de la familia extranuclear para un análi­
(Bennetty otros, 1987). En el segundo paso analítico determinaremos si sis de su significado emocional y simbólico, así como de su estructura y
las familias alcohólicas, pero protegidas por el ritual, producen un sub­
grupo de hijos menos problematizado.
CUADRO 2

La entrevista ritual familiar Formulario de entrevista ritual


(segunda entrevista de la pareja)
A medida que refinábamos nuestros conceptos de ritualización y la
continuidad de la herencia familiar, hemos revisado nuestra entrevista Se seleccionaron cuatro zonas de la vida familiar --dos ejecutadas principamen­
te por los miembros de la familia inmediata y dos en la que se incluÍan parien­
ritual familiar para cada Wlo de los estudios sucesivos. En nuestro pri­ tes, amigos u otros =ociados--- sobre la base de la información recogida durante
mer estudio nos preocupaba esencialmente identificar las áreas del la primera entrevista de la pareja. Al corrúenzo de esta sesión, les pedimos a loa
ritual familiar y determinar si habían sido perturbadas significativa­ padres que coincidieran sobre las dos zonas má:. importantes de la vida familiar
mente por el alcoholismo del progenitor. En consecuencia revisamos seis en cada una de estas categorías. Los siguientes puntos se cubren en una entre­
zonas de la vida familiar durante el periodo de crecimiento de los hijos: vista de final abierto acerca de las percepciones de los miembros de la familia en
la cena, las festividades, las noches, fines de semana, vacaciones y visi­ cada una de esta:. cuatro zonas;
tantes a la casa. Las preguntas apuntaban a distinguir la conducta
"pautada" de los rituales. Mientras que la conducta pautada es repetiti­ I. Nivel de ritualización
va, estable y permanente, los rituales también están caracterizados por A. Descripción general: modelo básico y variación
B. Role:. que asumen típicamente los diversos miembros de la farrúlia
la aceptación de la familia de la continuación de la actividad en el tiem­
C. Aspectos po81tivoo y negativos
po y la presencia de símbolos significativos. La familia transmite el
mensaje de que "'esta actividad dice algo importante sobre nosotros". II. Pr=ba!l de los cambioo euolutiuos
Las preguntas apuntaban a los cambios en la conducta ritual fami­ A. Desempeño actual
liar antes y durante el periodo en que el progenitor se dedicaba a la B. Experiencia anterior en el matrimonio
bebida con mayor intensidad. Estas preguntas abarcaban el uso del ';11- C. Si es una farrúlia alcohólica, cambios que se produjeron durante el perio­
cohol durante el ritual familiar; la respuesta de la familia ante la ebne­ do alcohólico más intenso
dad del progenitor; el cambio en la participación de los miembros en el D. Grado de estabilidad durante losaiíos de matrimonio
ritual cuando estaban ebrios; la respuesta de la familia a ese cambio, y E. Otras influencias perturbadoras sobre esta actividad
el cambio generalizado en el ritual en sí durante el período de mayor de­
dicación a la bebida. III. Comparación con loa mi.oimos a.conlecimientOB en laB familia!l de origen
A. Semejanza o diferencia con la farrúlia de la esposa
Para el segundo estudio se agregó el concepto de "identidad fami­
B. Semejanza o diferencia con la farrúlia del esposo
liar" a la variable subsurnptiva/distintiva. Con el fin de investigar la
continuidad de la herencia ritual se exploraron zonas paralelas tanto en !Y. Papel de la b.ebida.
la entrevista a la familia de origen como en la realizada a la familia nu­ A. Sea la farrúlia alcohólica o no, la importancia de tomar bebidas alcohóli­
clear actual. En estas zonas se inchúan demografía familiar, relaciones c= sobre la ejecución de esta actividad
de la familia nuclear, relaciones de la familia extensa, historia alcohóli­ B. Cambios en el papel del alcol).ol a lo largo de los aiíos
ca de la familia, los rituales de la hora de la cena y de las festividades, y

272 273
continuidad. El entrevistador entonces trataba de averiguar si cada ri­ de identidad familiar), y seis de las cuales apuntaban al complejo ritual
tual seleccionado representaba u.na continuación ? un cambio respe<:to actual de la familia (denominada la sección de ritual familiar), Puesto
de la herencia de cada familia de origen y la medida en que se trataba que había múltiples secciones en cada una d!;! las preguntas generales, y
de unacto deliberado. Por último, en las familias alcohólicas se examinó puesto que seleccionamos cuatro rituales para su análisis en este estu­
para cada ritual la interrupción debida a la conducta alcohólica del pro­ dio, el número total de preguntas formuladas era de 24.
genitor. Para cada pregunta, el codificador determinaba si la familia era al­
En la entrevista ritual sistemáticamente exploramos cuatro aspec­ ta, moderna o baja en esa dimensión. El manual de codificaciónª ofrecía
tos de estas actividades familiares clave (véase el cuadro 2). Primero una amplia descripción de cada elección posíble para cada una de las 14
examinamos el nivel de ritualizacWn: nos interesaba la coherencia de la preguntas. También se proporcionaban palabras clave, con lo cual se po­
conducta ritual en el tiempo; la medida en que cada miembro de. la fami­ nía al codificador sobre la pista de frases más frecuentemente usadas
lia desempeñaba un rol específico; el grado de afecto y simbolismo aso­ que indicarían una respuesta alta, media o baja. Puesto que estábamos
ciado con el acontecimiento, y cuánta catexia ponían los miembros de la interesados en un punto de vista familiar compartido, se les pidió a los
familia en el mantenimiento del ritual. En segundo lugar, evaluamos el codificadores que llegaran al punt.aje que mejor reflejara el consenso fa-
cambio y desarrollo del ritual a lo largo de la historia de la familia. miliar. El.manual de codificación t.ambién proporcionaba pautas refe­
Partiendo de la primera ejecución del ritual, preguntamos por cualquier rentes a qué preguntas en el ritual o en la entrevista de historia fami­
tipo de acontecimiento, como el uso del alcohol, que pudiera haber alte­ liar debían remitirse a cada respuesta. Por último había ejemplos que
rado o interrumpido el ritual de modos significativos. ilustraban respuestas de pareja típica.
El tercer aspecto importante de cada ritual era su semejanza con
los rituales en la familia de origen de cada cónyuge. Nos interesaba sa­
ber si cada miembro de la pareja había continuado la práctica de su fa­ La sección de identidad familiar
milia de origen o había adoptado un nuevo conjunto de tradiciones de la
familia del cónyuge o de alguna otra fu.ente. Para loshijos adultos de al­ Las ocho preguntas de esta sección abarcan vínculos familiares,
cohólicos, sto loconsideramos como un punto de elección importante al herencia familiar y otros aspectos de la identidad familiar. Las pregun­
reducir el poder de la herencia de alcoholismo de su familia. También tas 1, 2 y 3 abarcan tres problemas relacionados: el nivel familiar actual
tratamos de comprender si tales elecciones eran deliberadas o simple­ de etnicidad, religiosidad y su atención a la historia familiar. Para cada
mente sucedían como resultado de las circunstancias. Por último explo­ una le pedimos al codificador que determinara el nivel de la familia Por
ramos el papel de la conducta alcohólica en el ritual, independientemen­ ejemplo, respecto de la etnicidad, el manual instruye al codificador para
/ te de si la familia era alcohólica o no. que seleccione un "bajo" nivel de etnicidad si
la familia apenas conoce su herencia. étnica y, de ser así, simplemente se
Codificación de la identidad de la familia la toma como información con muy poco significado para el sistema axio\6-
y dimensiones rituales gico de conducta de la familia. Tal vez se describan a sí mismos simple­
mente como norteamericanos. A lo que efectivamente saben no se le da
Después que las familias respondieron a todas las preguntas en la mucha importancia en su conversación sobre la familia ni tampoco en sus
entrevista de historia familiar y la entrevista ritual, se elaboró una actividades familiares. A algunos puede incomodarles hablar sobre eso, o
tal vez piensen que se trata de un tema sumamente aburrido. En tales fa-
transcripción a partir de las sesiones grabadas. Esta transcripción se milias los hijos no suelen formular preguntas sobre la herencia étnica y
convirtió en la base de las decisiones acerca de las dimensiones del ri­ los padres no tienen mucho para decirles.
tual familiar que tomaron dos codificadores, un psicólogo y un antropó­
logo. Se elaboró un manual de codificación para proporcionar pautas pa­

l
En contraste, se determina un "moderado" nivel de religiosidad
ra el proceso de codificación. Los codificadores leyeron y codificaron tres cuando u.na familia muestra algún tipo de afiüación a un grupo religio­
alcohólicas en el proceso de codificación.
d_o de la familia. El manual da esta descripción para un "alto" nivel de
conjuntos de registros familiares por vez. Siguiendo una lista al azar de so, annque no excesiva, y una familia con un "alto" nivel de atención a
ordenamiento de las familias, alternaron entre familias alcohólicas y no la historia familiar demuestra ampliamente su compromiso con el pasa­
atención a la historia familiar:
Las 14 preguntas cubiertas en el procedimiento de codificación
(véase el cuadro 3) estaban divididas en dos subgru.pos generales, ocho
1 de las cuales correspondían a las principales actitudes y conductas de la conocer y valorar la historia familiar es una parte esencial de la identidad
familia relacionadas con la continuidad ritual (denominada la sección de la familia. Los extraños rápidamente llegan a conocer a los pe: entes

274 275
r
CUADR03 CUADRO 3

Preguntas relacionadas con el ritual (continuacidn)

l. Evaluar el nivel de etnicidad para: 11. ¿Cuál es el ritual más importante de la familia extra.nuclear?
a. Familia de origen de la esposa a. Ritual 3
b. Familia de origen del esposo b. Ritual 4
c. Familia nudeSI actual
12. Con respecto a cada ritual, ¿en qué medida la herencia de la familia de ori­
2. Evaluar el nivel de religiosidad para: gen de la esposa se ha trasladado a la observancia del ritual dela familia ac­
a. Familia de origen de la esposa tual?
b. Familia de origen del esposo a. Ritual 1
c. Familia nuclear actual b. Ritual 2
c. Ritual 3
a. Evaluar el grado de atención a la historia familiar en: d. Ritual 4
a. Familia de origen de la esposa
b. Familia de origeu del esposo 13. Con respecto a cada ritual, ¿en qué medida la herencia de la familia de ori­
c. Familia nuclear actual gen del esposo se ha trasladado a la observancia del ritual de la familia ac­
tual?
4. ¿Hasta qué punto esta familia nuclear actual manifestó proximidad física, a. rutual 1
contacto social y conexión emocional con la: b. Ritual 2
a. Familia de origen de la esposa c. Ritual 3
b. Familia de origen del esposo d. Ritual 4
c. Familia nuclear actual
14. En las familias alcohólicas, ¿cuánto ha cambiado cada ritual debido a la in-
5. En los primeros momentos del matrimonio, ¿hasta. qué punto la pareja pen­ fluencia de la conducta alcohólica parental?
saba y analizaba eue intenciones de desarrollar una identidad fa.miliar (in­ a. Ritual 1
cluyendo rituales, pautas de interacción y organi-zación familiar) que fuera b. Ritual 2
semejante o diferente a alguna de sus fam.ilia.s de origen? c. Ritual 3
d. Ritual 4
6. Alo largo de la h.ist.oria de esta familia nuclear, ¿hasta qué punto la pareja Y
sus hijos delinearon un rumbo e:xplícit.o respecto de sus rituales, pautas de
interacción familiar y organización de la familia?
de estas familias porque se los exhibe notoriamente en la casa y se habla
7. ¿Hasta qué punto se desarrollaron en esta generación los vfoculos de la fami­ de ellos frecuentemente. Con:frecuencia existe orgullo del pasado familiar
lia nuclear con personas y/o organizaciones fuera de la familia directa y ex­ inclusive sobre sus características desagradables. Se cuentan relatos co
tensa? entusiasmo Y e!egancia. A los nifios se les enseñan las h.ist.orias, especial­
mente las refendas a generaciones anteriores. Lah.ist.oria de la migra.ción
8. En las familias alcohólicas, ¿en qué medida los miembros han enfrentado la puede ser importante en tales familias con alto nivel de historia familiar.
afición a la bebida de los padres akoh6licos? Las características actuales de los miembros de la familia con frecuencia
se atribuyen a acontecímieritos y personalidades del pasado.
9. ¿En qué nivel está ritualizado el ritual específico?
a. Ritual 1 La pregunta 4 examina la conexión social y emocional que la fami­
b. Ritual 2 lia actual mantiene con ambas familias de origen. Incluimos la frecuen­
c. Ritual 3 cia de los contactos, los tipos de actividades que reúnen a las dos gene­
d. rutual 4 raciones y la importancia suprema que se le atribuye al mantenimiento
de fuert:.es conexiones entre las generaciones. El grado de conexión se
10. ¿Cuál es el ritual más importante de la familia nuclear?
a. Ritual 1
evalúa por separado para las familias de origen de la esposa y el esposo,
b. Ritual 2 ya que es posible que mantengan diferentes niveles de apego con estas
dos familias. Un ejemplo de nuestra descripción de Wl nivel "moderado"
de conexión es el siguiente:

276 277
"Conexión selectiva." es probablemente la frase más adecuada parn. des­
r
mir el control de sus vidas para llevarlo a cabo. Las pe.labras clave para
cribir a esta.a familias. Reconocen su relación con la familia de origen, una familia con estas características "bajas" son: sorpresa, impredeci­
aunque no organizan su vida familiar alrededor de esta relación en gran ble, incoherente, frustración, resignación, desazón. Un ejemplo utilizado
medida... Los vfneulos con ciertos miembros de la familia pueden ser más en el manual de wia familia con esta baja calificación es: "Por más que
alta.mente apreciados y desarrollados que con otros, pero al menos existen
algunos con los que la familia experimenta una sensación de proximidad. lo intentamos, no podemos llegar a organizar las cosas en casa. Son una
En términos generales la familia extensa es menos importante en su vida cantidad de idas y venidas y cada uno de nosotros hace lo suyo.
social que los amigos, compañeros de trabajo o vecinos. Al mismo tiemPo Detestamos que venga alguien a vemos puesto que la casa están en rui­
mantienen a la familia al corriente sobre los principales sucesos... Los ri­ nas. No queremos que suceda esto pero ningún plan parece modificar
tuales típicamente no giran alrededor de estos miembros y de su presencia las cosas." En cambio, una familia que tuviera una calificación "alta" en
o ausencia. esta dimensión diría: ..Aun cuando tuvimos que enfrentar algunas posi­
bles demoras para tomamos nuestras dos vacaciones anuales para el
Las preguntas 5 y 6 indagan el nivel de la pareja para planificar y descanso de la familia, nos hemos ingeniado para poder hacerlo todos
poner en práctica una identidad familiar explícita. Consideramos im­ los años. Por supuesto se requiere mayor flexibilidad para otras cosas,
portante que algunas parejas jóvenes presten un alto grado de atención como la concurrencia a la escuela y los deportes. Pero aprenden tanto en
al tipo de identidad familiar que establecen. Otras parejas están suma­ estos periodos de descanso que pensamos que tienen prioridad".
mente desorientadas acerca de su consecuente identidad familiar y La pregunta 7 se refiere al nivel de vinculación que tiene la gene­
ejercen poco control sobre ese aspecto de su vida. Esta diferencia la cap­ ración actual con la red social no familiar. Vínculos con lo que no es la
tamos mediante dos preguntas: la primera centrada en el nivel de ex­ familia incluyen la participación en actividades comunitarias así como
pectativas de la pareja y la segunda sobre el curso ulterior del desarro­ la red de amistades de la familia. Mientras que las familias de nivel
llo familiar. bajo en esta escala se describen como "apartadas, aisladas e indiferen­
En la pregunta 5 los codificadores consideran el periodo de noviaz­ tes", las familias altamente conectadas con su comunidad se describen
go y los primeros años de matrimonio. 'Thmpranas expectativas sobre la en el manual como "expansivas, socialmente comprometidas y participa­
identidad familiar se refiere a la medida en que la pareja pensó y habló tivas". Una vez más las familias de calificación media están en una posi­
acerca del tipo de familia que deseaban crear. Esto incluye en qué medi· ción intermedia en su nivel de conexión, con una participación intermi·
da deseaban continuar el estilo de sus familias de origen o dejarlo de la­ tente y selectiva.
do, y cuánto hablaban específicamente de su nueva familia. ¿Se dan
cuenta de las posibilidades, las ventajas de algunos y las limitaciones de Los Cha.it son una familia que tiene pocos vfnculoe no familiares. Al
1 otros? ¿Había acuerdo entre los cónyuges acerca de sus planes ideales? describir la partí.cipadón de sus hijos, Caroline Chait dijo: "Durn.nte un
¿Cuán diferentes de sus familias de origen deseaban ser? Algunas de las tiempo practicaron algunos deportas. Luego dijeron que ya no querían ha-
palabras clave incluidas en el manual para describir a un área califica­ cerlo más y loe dejaron. Realmente no existe ningún grupo alrededot de
nosotros". Caroline y John no los estimulan a participar en grupos porque
da como "alta" en esta cualidad de planifiación deliberada son las simplemente no constituye una prioridad.
siguientes: "voluntarioso, motivado, explícito, intencional, dirigido, de·
terminado, proactivo, deliberado". Maureen y Roy Bish op,4 una de las La pregunta final de esta primera sección se refiere solamente a
parejas de nuestra muestra, estaban decididos a no repetir las experien­ familias alcohólicas y está codificada sólo para ellas. Queremos saber el
cias de sus propias familias cuando se casaron. La madre de Maureen nivel de confrontación del progenitor alcohólico que manifiesta la fami­
era alcohólica y ambos padres de Roy "distantes y relativamente desin­ lia como grupo. ¿Qué grado de actividad tenían los miembros de la
teresados de la vida familiar". La descripción de Roy constituye un "alto familia no alcohólica para enfrentar directamente la conducta de abuso
nivel de deliberación": del alcohol? Esta pregunta la consideramos central para nuestro modelo
Pienso que los sueños que tenemos para nuestra familia están configu­ de identidad familiar/ritual familiar porque a las familias que protegen
rados en gran medida por lo que fueron nuestros propios anteeedentes fa- activamente sus rituales hay que distinguirlas de aquellas que no lo ha­
milia.res. Reeuerdo que cada uno de nosotros hablaba de lo que füe nuestra cen. Como hemos mostrado en un estudio anterior (Wolin y otros, 1980),
experiencia en la familia y que no queríamos que fuese así en la mayoría la confrontación del alcohólico es un modo importante en que las fami­
de los ea.sos. h.e.s sin identidad alcohólica protegen sus apreciados rituales no alcohó­
licos. En consecuencia, queremos establecer el nivel de confrontación de
La pregunta 6 se refería al rumbo verdadero que asumió el desa­ cadafamilia.
rrollo de la identidad famü.iar. Aquí nos ocupamos de la conducta y no La familia se calificaba como "baja" si los miembros ignoraban el
de las aspiraciones. Existía un plan definido y los cónyuges podían asu-

278 279
T
'
problema de las bebidas alcohólicas y desalentaban la discusión activa Se selecciona un nivel "'moderado" de ritualización si la familia
de la cuestión. En la categoría de "moderado", los miembros de la fami­ otorga alguna prioridad a la ejecución del ritual, pero existe considera­
lia individualmente intentarian influir sobre el alcohólico, pero estos in­ ble fluctuación respecto de los miembros de la familia que concurren, los
tentos eran intermitentes y carecían de la fuerza que podía tener un es­ roles que desempeñan y la forma que adopta el ritual. La familia disfru­
fuerzo familiar concertado. En las fami1ias con una calificación "alta", ta dél acontecimiento ritual pero espera que pueda cambiar significati­
"por lo menos un miembro de la familia ha tomado medidas verbales, y vamente o desaparecer a medida que se desarrolla la familia. Entre las
por lo tanto ha realizado una acción eficaz, y ha sido respaldado por el palabras clave para esta categoría se incluyen: "moderadamente varia­
resto de la familia". Si bien tal vez no se ha detenido la conducta alcohó­ ble, altibajos y afecto intermedio".
lica, "al alcohólico se lo ha puesto en evidencia y la familia ha dejado En contraste, los acontecimientos familiares altamente ritualiza­
clara constancia de que no permitiría que se continuara bebiendo de la dos se caracterizan por su estabilidad y predictibilidad y por el especial
misma manera". valor que la familia les confiere. El ritual con frecuencia resulta memo­
rable a causa de las prácticas especiales que la familia siempre incluye
La espo5a y los hijos de Bob Ttuehea.rt han hecho intentos intermiten­ como parte de la actividad. Dice en el manual: "Los roles están clara­
tes, aislados y en ultima instancia fallidos para enfrentar su conducta a}.
cohólica. "Lo he enfrentado verbalmente", dice Ann 'Iruehea:rt., "pero tam­ mente asignados, la ausencia de los concurrentes habituales no se toma
bién lo he protegido y le he pedido disculpas. John (su hijo) se enojó con a la ligera y los cambios en la rutina tienden a discutirse y resolverse
Bob el año pase.do y lo golpeó, pero no le hizo ningún bien ya que él !Ulora por anticipado. El ritual contiene símbolos especiales y suscita senti­
simplemente lo evita". mientos fuertes, aunque no siempre son positivos. La familia trata de
preservar este ritual para el futuro". Un ejemplo tomado del estudio de
Esta familia recibiría un puntaje moderado. un ""alto" nivel de ritualización:
Acausa de que nuestras familias viven tan lejos de nosotros nos hemos
propuesto celebrar una reunión familiar por año. Realmente nos diverti­
La sección de ritual familiar mos mucho. Cocinamos y hacemos los preparativos como una familia y en
r alidad destacamos el rol de los niños. Después que se fueron todos, los
Las seis preguntas de esta sección examinan aspectos de la obser­ 1;Ji'ios siempre_hacen montones de preguntas sobre quién hizo qué cuando
vación del ritual familiar en sí. Cada familia habría elegido dos rituales eramos pequenos.
de la familia nuclear y dos rituales de la familia extranuclear, que cons­
tituyeron la base sobre la que se hicieron las evaluaciones restantes. En Para la categoría "alta" es muy importante la capacidad del ritual
las entrevistas exploramos los modos en que las parejas 11egaron a una para suscitar una sensación intensa de identidad familiar.
perspectiva compartida, y le pedimos al codificador que eligiera un códi­ Las preguntas 10 y 11 tratan de la importancia relativa de los ri­
go que reflejara un consenso de nivel familiar sobre la actividad ritual. tuales. Mediante el uso de los seis criterios considerados para determi­
La pregunta 9 cubre el nivel de ritua.lización de la familia. Lls co­ nar el nivel de ritualización, los codificadores decidían cuál de los dos ri­
dificadores lo determinaban mediante la consideración de seis dimensio­ tuales de la familia nuclear y cuál de los dos de la familia extranuclear
nes de los rituales seleccionadas por la familia: la asignación de roles a tienen mayor valor para la familia. Una vez más los rituales más esta­
los miembros de la familia en la ejecución del ritual; la rutina y oportu­ bles y más asociados con el afecto familiar intenso se codificaban como
nidad del acontecimiento; concurrencia de los miembros de la familia; los más importantes. Estas preguntas están destinadas a categorizar a
afecto que rodea al ritual; la importancia de continuar con el ritual a lo las familias según el núcleo de sus prácticas rituales, es decir, dentro o
largo del tiempo, y la atribución de un significado y simbolismo especia­ fuera de la familia nuclear.
les al acontecimiento. Las preguntas 12 y 13 enfocan el traslado de las herencias de ori­
El manual da instrucciones al codificador para que seleccione un gen a la observancia actual del ritual. Los codificadores consideran a ca­
"bajo" nivel de ritualización si existe incertidumbre y considerable flexi­ da cónyuge por separado, y una vez más utilizan los seis criterios para
bilidad en el modo en que se lleva a cabo el ritual La familia con califi­ evaluar el grado en que las cuatro zonas rituales constituyen una conti­
cación baja no otorga al ritual un significado importante ni ninguna nuación de las tradiciones de la familia de origen. Para decidir que se
prioridad y es muy vuinerable a cambios internos y externos en la fami­ trata de un traslado "'bajo" de la herencia originaria, los codificadores
lia, tales como horarios de trabajo de los padres y actividades extracu­ buscan "prácticamente ninguna semejanza con la observancia actual del
niculares de los hijos. El ritual tiene un significado funcional y no sim­ ritual. Tal vez la pareja ha hecho un esfuerzo explícito por hacer }as co­
bólico para el grupo. sas diferentes en este ritual o para crear otro nuevo donde antes no
existía ninguno".

280 281
T
!
Se selecciona un grado "moderado" de traslado cuando la semejan­ Análisis
za con la observancia de la generación anterior es más accidental que
planificada. Ckneralmente existen más diferenci s que sern janzas, y Después de realizar estos tres proyectos de investigación, estamos
las familias muestran de alguna manera que consideran el ntual como mucho más cerca de tener wi formulario de entrevista para la evalua­
"propio". Un ejemplo: "Cuando éramos niños no ten/amos sufi iente di ción de los rituales en el seno de las familias, que esperamos resultará
nero para regalos de modo que recibíamos \Ul8 tar:ieta y mam1 nos ha­ útil tanto para los clfuicos como para los investigadores. Aunque la con­
cía un pastel Ah¿ra les hacemos un regalo a los niños y gep.eralmente firmación de este instrumento necesariamente debe aguardar la finali­
tratamos de salir a comer algo que a ellos les guste"'. zación de los estudios de confiabilidad y validación que actualmente se
En el caso de traslado "alto"', el ritual de la generación anterior cla­ llevan a cabo, se pueden sacar algunas conclusiones acerca de los ri­
ramente constituye un modelo para la familia actual. El manual advier­ tuales de la familia. En este apartado final haremos un repaso de nues­
te que, si bien los detalles del acontecimiento m y rara vez idénti­ :º? tro pensamiento actual sobre el ritual, ofreceremos sugerencias para el
cos, ]a pareja es "capaz inmediatamente de i entificar y descnb.1r las se­ uso clínico de estos conceptos y señalaremos algunas áreas en las que
mejanzas". El sentimiento y el valor simbólico que rodean al ntual son podrían necesitarse mayores precisiones.
losmismos, y se le da gran importancia a la continuidad con la genera­
ción anterior.
En la pregunta 14 consideramos el grado de cambio ritual bajo la Característ.icas de lns rituales familiares Qlll los
influencia de la afición a la bebida parental. Para las familias alcohóli­ convierten en elementos útiles para investigadores y cUnicos
cas solamente evaluamos si el ritual ha conservado su carácter original
a lo largo del ciclo vital familiar o si ha sido sustancialmente alterado o En primer lugar, los rituales se encuentran uni.uersalmente en las
destruido. Cuando se ha producido W1 '"'cambio considerable", "los acon­ familias de todos los tipos. Puesto que la vida familiar adquiere forma

l
tecimientos relacionados con el ritual han cambiado en forma perma­ por medio de actividades repetidas, pautadas y simbólicas, los rituales
nente o han fluctuado tanto de un momento al otro que parece que el son algo
parte de intrínseco enel
las familias las familias.
uso Hemos
del ritual descubierto
se encuadra quetres
en las en la mayor
categorías
abuso del alcohol ha subsumido el ritual. Losroles, las rutinas y la con­
evitar los sentimientos negativos". En el caso de cambio "moderado", la

estructura, el ritual puede definirse fácilmente como una actividad fa.


currencia han cambiado de modo notable. Cualquier afecto positivo se de ceremonias, tradiciones y rutinas pautadas. Independientemente de
ha desgastado y tal vez la familia evite la celebración del ritual para la etapa evolutiva de la familia, su orientación étnica o su composición y

familia ha adapt.ado algunos elementos del ritual para poder incluir la miliar. Puesto que los rituales tienen tal ubicuidad, nos permiten com-
conduct.a del padre ebrio, pero el ritual todavía se parece mucho al modo parar a familias que a primera vista parecen diferentes. Los rituales de
en que se lo ha ejecut.ado en los años anteriores. La familia gasta una la hora de la comida, los ritos de pasaje y aquellos relacionados con las
enorme cantidad de energía para mantener a raya la bebida, y la pre­ actividades de los momentos de ocio, por ejemplo, convierten a todas las
servación del ritual a largo plazo parece incierta. Cuando una familia se familias en más parecidas que diferentes.
codifica bajo el rubro de "cambio leve o ningún cambio", la esencia del En segundo lugar, los rituales familiares contienen, mejor que
ritual se ha mantenido a pesar de las ocasionales interrupciones produ­ cualquier otro aspecto de la vida familiar, los mitos, historia e identidad
cidas por el progenitor alcohólico. Las palabras clave de la categorí de la familia. Un ritual grupal transmite y enseña la identidad de la fa.
"distintiva" incluyen: const.ante, int.acto y estable. La semblanza s1- milia a todos sus miembros. No hay mejor camino para llegar a losmoti­
guient·e ilustra la categoría "distintiva": vos de las familias concretas que entrevistar a sus miembros para pre­
guntarles por sus rituales más apreciados (o despreciados). "El modo en
Durante los últimos 10 años Charles y Ruth Woodson han asistido a un que hacemos la Acción de Gracias", informó un hombre, "con todos nues­
eampamento musical durante dos semanas en agosto. Charles toca el tros relatos repetidos, nuestras peleas recurrentes, nuestras grandes
oboe, su hijo, Bobby, toca la flauta y los otros miembros de la familia asis­ tradiciones y nuestras pequeñas disputas, el día es realmente nosotros.
ten con el mayor entusiasmo a sus conciertos todas las noches. Como ha ¡Es realmente nuestra familia!
empeorado el consumo de bebidas alcohólicas por parte de Ruth, con fre­ En tercer lugar, el ritual es en gran medida una actividad consis­
cuencia se queda donnida en el diván de su cBhina en el momento del con­ tente, de la que la familia puede, y·en general quiere, hablar con los
cierto. Después de muchas veees que trataron de despertarla, acordaron extraños. En nuestra experiencia las familias se entusiasman ante la
taparla con una manta y marcharse sin ella. Aunque Ruth no asiste, los posibilidad de hablar de sus actividades rituales, ya se refieran a esta
miembros de la familia han conservado gnm parte de la alegría de sus
1 conciertos compartidos. generación o a las pasadas. Esta respuesta común es muy diferente de
la reacción que a menudo se suscita cuando le hablamos a una familia

282 283
de problemas como la "proximidad" o la "intimidad", cosas.qll:e para mu­
forma de su ritual en wia u otra de las familias de origen, mientras que
chos miembros de la familia son más abstractas Y más difíciles de des- otras párejas han forjado nuevos rituales a partir de ambas familias.
cribir. _ .. Un cuarto grupo se ha aparlado de las tradiciones y pautas provenien­
En cuarto lugar, los rituales se les pueden. nsenar a las f has
n
u
qtienen, se pueden cambí ': en las famih,as que estén dispues­
eo
s
l tas tes del patrimonio de ambas familias de origen y han adoptado rituales
totalmente nuevos o prácticamente ninguno en absoluto. Si bien no po­
a hacerlo, y eliminar en las fannhas que colectivam n tomen estas
decisiones. Existen pocos instrumentos que, como clímcos, podamo.s demos decir cuál de estas posibilidades produce la situación más salu­
usar t.an fácilmente con las -familias para educarlas y moldear sus vi- dable o la más disfuncional, hay algunas tendencias sugestivas_.
das. Como conductas grupales, los rituales son P,ripritarios: una vez es­ Habitualmente predomina el patrimonio ritual de wia familia; a causa
tablecidos son prioritarios respecto de otras ac vt ades; cu o selos de que nuestra cultura estimula las actividades de "mantener el paren­
elimina permiten el desarrollo de nuevos acontecimientos f8:m1hares.. En tesco" por parte de la esposa, es típico que prevalezcan los modelos ri­
nuestra opinión los rituales familiares son una fu rza am mente ma­ tuales de la familia de origen de la mujer. Esto fimciona bien excepto
preciada y potencialmente poderosa en el repertono del chmco. cuando se ha producido wi desequilibrio excesivo y el esposo se siente
excluido o privado de su patrimonio hereditario. Lo más adecuado pare­
ce ser alguna integración del pasado de ambas familias, particularmen­
Calificacién cl!nica de las familias sobre te cuando ha habido wia decisión clara respecto de esa adaptación.
dimensiones rituales nucleares Cuando los rituales de ambas familias de origen han sido elimina­
dos en la nueva generación, y la pareja desarrolla intensos VÚlculos co­
Nivel de ritualización. Las familias varían considerablemente en su ni­ munitarios, vemos allí una a1temativa viable para el traspaso de los ri­
vel ritual. Algunas familias, de alto nivel ritual, tienen m chos. aconte­ tuales del pasado. Sin embargo, cuando la nueva familia es de muy baja
ritualización y lucha por una identidad significativa sin estructura, so­
cimientos grupales. Se manejan con rm alto grado de plamficac1ón y or­
mos pesimistas. Postulamos que tales familias son sumamente propen­
ganización, prestan considerable atención al modo pasado d hacer las sas a la respuesta caótica cuando aparece lo inesperado, porque cuentan
cosas y formulan directivas fuertes l:'ªra segurar la cohere cta y.el con­ con pocos respaldos interiores o exteriores para poder ayudarlos. Desde
trol. En estas familias allamente ntuahzadas abunda el s1mbohsmo Y nuestra perspectiva, estas familias, con bajo ritual y bajo patrimonio he­
se encuentra un gran significado en acontecimientos relativamente pe­ reditario, están en situación sumamente precaria.
queños. Para los miembros que se encuentran cómodos en tales estruc­
turas la ritualización alta puede sentirse como correcta y adecuada. Deliberación. Vemos una gama considerable de diferencias cuando ob­
Pero ara losotros miembros, estas actividades pueden resultar vacías servamos a las parejas jóvenes que negocian el desarrollo de las tradi­
y obligatorias. Tal vez el ritual haya perdido su significado y lo que que­
ciones rituales de su propia familia. Las familas con wi alto nivel de de­
da puede ser sólo la orden de ejecutarlo y la cáscara de lo que alguna liberación piensan de modo consciente y toman decisiones voluntarias
vez fue.
acerca de sus rituales y tradiciones familiares. A lo largo del ciclo vital
Las familias de bajo ritual, porotra parte, ponen mucho menos én­
de la familia, inmediatamente después de los cambios comunes y de las
fasis en el rol y la jerarquía en su vida colectiy . Cuando se !as c mp ra crisis fimdamentales, los miembros de la familia mantienen su compro­
con familias de alta ritualización, estas famthas son más 1guahtanas, miso con las tradiciones importantes. En el otro extremo, las familias
más orientadas hacia el presente y menos organizadas en las activida­ con un bajo grado de deliberación manifiestan una actitud pasiva frente
des de la vida cotidiana. El ritual sólo cumple un pequeño papel en la a la creación y mantenimiento de una identidad ritual compartida. La
vida de estas familias; sienten poca necesidad del ritual o les depara po­ joven pareja puede caer simplemente en la continuación de las tradicio­
cos beneficios, y rápidamente sienten las coacc ones i i:mestas por el or­ nes de una o ambas de sus familias de origen, sin ninguna discusión de
den y las presiones planteadas por la expectativa fam.1har. Por otra par­ los valores compartidos que pudieran motivarlos para tomar esa deci­
te los miembros de familias de bajo ritual, que necesitan más de lo que sión. Por lo tanto estos rituales quedan vaciados de todo significado
of ecen esas familias sentirán una acusada sensación de vacío y de falta especial para la nueva familia nuclear.
de valores. Pensamos que los hijos de tales familias encontrarán el or­ Nos ha impresionado la observación de hijos de familias alcohóli­
den y el significado en otra parte, a menudo en conductas destructivas cas que eligen a futuros cónyuges que se han formado dentro de tradi­
fuera de la familia. ciones altamente ritualizadas, de familias no alcohólicas. Tomar la deci­
sión deliberada de descartar los rituales relacionados con el alcoholismo
Familia de herencia. Como hemos advertido antes, las familias varían en la propia familia y adoptar las tradiciones no alcohólicas del propio
con respecto a la fuente de su ritual. En una palabra, algunas basan la cónyuge en la nueva familia nuclear al parecer proporciona ciel't:8 pro-
284 285
tección al hijo adulto de un alcohólico. Con este tipo. e or enamiento los
rituales de la nueva familia nuclear pueden ser casi idénticos a los de la
¡ parecer son muy importantes para la evaluación de familias individua­
les.
familia de origen del cónyuge o pueden incorporar cambios desa olla­
dos por la nueva pareja. Si bien el. efecto r tector e s':8- elecc1on es .Adaptabilidad. A lo ]argo del ciclo vital fami1iar las necesidades rituales
apremiante, el cónyuge de la ,famili8; al.co ohca al pnncip1 pue e sen­ de la familia se modifican considerablemente. Las parejas jóvenes sin
tirse abrumado por la intensidad e mbmtdad e las practicas n les hijos con frecuencia distorsionan los rituales de sus familias de origen,
no alcohólicas. Si las diferencias parecen demas1do grandes y demasiado especialmente cuando su práctica significa un amplio compromiso con
difíciles de manejar, al principio ese cónyuge tal vez resista lo cambios los elementos del pasado. Tal vez rechacen forzosamente su pasado en
o se aísle. esta etapa de su matrimonio, sólo para encontrar un significado renova­
do en los rituales a medida que transcurre el tiempo.
Subsumptivo/ distintivo. Las familias varían ampliamente en su capad· Es típico que los hijos saquen a la superficie los deseos de los pa­
dad para mantener sus tradiciones importantes frente a] abuso grave dres respecto del establecimiento de rituales. Esto puede ocurrir cuando
de la bebida por parte de los padres. Algunas familias persisten. on se toman decisiones por razones de identidad religiosa o cuando los pa­
un compromiso incólume, como en el caso_.de na de nuestras famihas dres sienten la necesidad que tienen sus hijos de estructura y familia.
investigadas en la que la esposa y los iJoS hteralmente arnu; r ban Los hijos mismos suelen pedir la institución de rituales familiares, des­
al padre ebrio para acomodarlo en el as1en trasero del automovd fa­ de el habitual cuento para irse a dormir hasta las cé]ebraciones anuales
miliar de modo de poder iniciar sus vacaciones de verano como esta­ para conmemorar todo tipo de aniversarios. Aquí se demostrará en pri­
ba programado. Las familias subsumptivas p rmiten que la conduc­ mer lugar la capacidad de la familia para diseñar fie:xiblemente rituales
ta alcohólica modifique sustancialmente el ntua], de modo tal que adecuados. Algunas familias aprovecharán inmediatamente la oportuni­
éste queda privado de su significado original o, en algunos casos, d r c­ dad para deshacerse de rituales desgastados de la generación anterior.
?e
tamente deja de funcionar. Uno de los cónyug s de una las fa ilias Por lo general el proceso se desarrolla sin sobresaltos. Otros padres, que
investigadas describió los cambios que se,ha 1an pr?ducido en. el ntu I nunca han tenido esas tradiciones o cuyas celebraciones se recuerdan
delahora de ]a cena, que alguna vez babia sido el pilar de la vida fann­ con dolor y disgusto, dotarán a los rituales de elementos que satisfagan
liar. "Parece ]a sombra de lo que alguna vez fue, un fantasma. Ed ]as necesidades de su familia, lo cual es otra adaptación saludable. Por
permanece de pie en un rincón de] come or con un .vaso en la mano otra parte, .algunas parejas, a causa de que no coinciden sobre la mane­
mientras los demás comemos. Tenemos miedo de decu algo que pueda ra adecuada de proceder, o se manifiestan contrarias a toda estructura y
molestarlo". formalidad en su vida, o son insensibles a los requerimientos en ese mo­
Las familias que pueden mantener sus rituales distintivos a pesar mento, nunca crean las tradiciones. La hora de la cena puede no ser
de la bebida manifiestan una capacidad de desprenderse de] alcoholismo considerada como un momento importante para la interacción familiar
de un modo saludable. En condiciones óptimas, tales familias son capa­ regular. Tal vez se olviden o se dejen de lado los cumpleaños. Pueden
ces de continuar con prioridades importantes sin que el alcoholismo las evitarse o rechazarse las celebraciones religiosas. En cada una de estas
desvíe de ese camino, aunque sin Uegar a rechazar totalmente al alco ó­ situaciones, sugeriríamos que las fami1ias pueden obtener beneficios de
Jico. Los miembros de estas familias pueden recordar y llevar consigo la introducción de los rituales en su vida. La familia incapaz de seleccio­
]os elementos positivos de la vida de su familia de origen, al mism.o nar entre todas las posibilidades, en nuestra opinión es no adaptativa y
tiempo que pueden desprenderse sel ctivamente de Jos e]eme?tos noci­ con el tiempo sufrirá las consecuencias.
vos relacionados con el alcohol El dilema para estos descendientes ge­ Más adelante en el ciclo vital de la familia se produce una necesi­
neralmente se presenta cuando van a establecer y profundizar sus pro­ dad semejante de flexibilidad alrededor del ritual. Con frecuencia el ri­
pios vínculos familiares nucleares. El estil.o.de despr ndimiento que les tual es un blanco fundamental del disgusto y el rechazo durante la rebe­
resultó tan útil para separarse de su fam1ha alcohóhca puede hacerles lión del adolescente. Los adolescentes están demasiado ocupados en ]a
muy difícil el establecimiento de víncu1os íntimos satisfactorios con su relación con sus padres como para sacar a relucir una vez más las anti­
cónyuge y sus hijos. guas tradiciones. Suelen sentir que las celebraciones familiares corrien­
tes no tienen ningún significado para elfos, de modo que se niegan a
asistir a el1as. En nuestra opinión la familia flexible adapta su uso del
Zonas para futuras investigaciones rituales ritual para satisfacer ]as necesidades de esta etapa del desarrollo fami­
Dos aspectos del ritual -la adaptabilidad de la familia en el uso líar. Se eliminan
intere5€s o se
actuales. Se modifican los rituales como
adapta la pertenencia vacíosun
para aprovechar
medio Jos
adecuado
v del ritual y la utilización de símbolos para la ejecución del ritual- a] para incluir nuevas amistades importantes. Algunos rituales se mantie-

286 287
T1
nen a pesar de las protestas y, quizá, sin a presenci8: de los. miembros sión y salud familiar. Sin embargo, puesto que se trata de hipótesis no
1
de la familia que protestan. Habrá que estiT?ularl s, sm presiones, para ' verificadas, 1:Dda conclusión acerca de su importancia debe aguardar a
que vuelvan al afio siguiente, cuando su actitud bien puede haberse mo­ que se realicen futuros estudios.
dificado. Si se puede captar el significado del ritual, probablemente vol­
verán.
De modo que para nosotros la adaptabilidad del ritual a lo largo Aplkaciones cltnicas de la dimensión del ritual familiar
del ciclo vital constituye una dimensión importante, aunque todavía no
aprovechada, para evaluar los recursos de la familia. Ya se rate defa. Los clínicos pueden hacer uso de estas ideas al considerar a las ac­
milias con un nivel de ritualización básicamente altD o baJo, de todos tividades rituales familiares como wia fuente de información importan­
modos obtendrán beneficios de un enfoque flexible. La familia con bajo te acerca de la dinámica familiar, así como una zona potencial de inter­
nivel ritual debe instituir alguna observancia del ritual para satisfacer venciones significativas. Como parle de la tarea de evaluación de la
las necesidades de sus hijos pequeños, especialmente en cuanto a las familia, un terapeuta podría pedirles que describieran importantes ri­
festividades celebración de cumpleaños y rutinas cotidianas. La familia tuales familiares. Las respuestas pueden considerarse como una venta­
altamente ritualizada debe prepararse para adaptar, modificar e inclu­ na para penetrar en los motivos, símbolos y valores nucleares de la
sive descartar rituales que ya no son eficaces o pertinentes. Con este ti­ familia. Al efectuar una evaluación clínica sistemática de los rituales fa­
po de adaptabilidad, las familias de alto ritual tienen las mejores opo ­ miliares, el clínico podría 1:Dmar en cuenta los aspectos siguientes:
tunidades de motivar a sus hijos para que transmitan estos aconteci­
mientos importantes a las generaciones sucesivas. Nivel de ritualización. El terapeuta pide a la familia que describa uno o
dos rituales importantes, incluyendo los detalles de los acontecimientos
Simbolismo. De modo similar, nuestra impresión es que las familias va­ mismos, los participantes y los cambios en los rituales a lo largo de los
riarán considerablemente y de modos importantes en su uso de símbolos anos. Reviste particular interés el significado simbólico que tienen para
y del simbolismo durante las celebraciones rituales. En algunas familias los miembros de la familia objetos o actividades especiales, así como la
los símbolos del pasado, tantD de la generación actual como de las .fami­ "palanca" de los rituales: su poder para dar prioridad a acontecimientos
lias de origen, desempeñan un papel importante en la observ3:11cra del apremiantes en la vida de la familia.
ritual. A veces se sacan reliquias heredadas para las celebraciones de
festividades anuales, como por ejemplo la cena del Día de A ción e Herencia de la familia. El terapeuta pregunta por el proceso mediante
Gracias. En estas familias, con un alto grado en la escala de s1mbohs­ el cual estos rituales fueron transmitidos -o no- desde las familias de
mo, se prepararán comidas especiales, se tocará o se cantará I"?ús.ica fa­ origen de los cónyuges a su propia familia nuclear. La familia reflexiona
miliar y se usarán vestimentas tradicionales para captar el s1gmficado acerca de cuál es la herencia familiar que predomina en la familia ac­
a través de objetos simbólicos. El poder del sentimiento ritual se incre­ tual, y si esta elección se refiere a que uno de los cónyuges ha adoptado
menta cuando se usan esos objetos, por lo cual entonces es típico que las un modelo familiar más saludable.
familias de alta ritualización utilicen muchos objetos de importancia
simbólica cuando practican sus tradiciones, celebraciones e inclusive las Deliberación. Esta zona se relaciona con la anterior y apunta al grado
rutinas ritualizadas cotidianas. de voluntad de la familia actual de establecer sus tradiciones rituales.
En contraste hay familias que parecen evitar cuidadosamente las El clínico se concentra en la primera fase del ciclo vital familiar, cuando
conduétas simbóli as y los símbolos mismos. Inclusive pueden renunciar la pareja desarrollaba su identidad y sus valores singulares. El terapeu­
al·uso de objetos que representan el pasado, tratando de borrar la me­ ta se procura información sobre la conciencia que tení .loscónyuges
moria como si tuviera algún poder sobre ellos. Las familias que sólo en­ acerca de las tradiciones familiares que deseaban mantener o descartar,
cuentran en sus rafees dolor y negatividad son incapaces de reproducir su capacidad para elaborar y planificar un conjunto de rituales signifi­
ese pasado con sus reliquias religiosas o las comidas tradicionales por­ cativos para su familia, y su capacidad para mantener los rituales im­
que los ven como recursos obligatorios y desprovistos de sentido. Sospe­ portantes durante toda la vida de la familia.
chamos que esas familias sin símbolos han ido demasiado lejos 8:1 des­
prenderse de los símbolos rituales, así como la familia con i:ir?fus1ón de Adaptabilidad. El terapeuta evalúa la capacidad de la familia para efec­
símbolos puede incitar a la rebelión al estrangular la creatiVJdad en la tuar cambios necesarios en los aspectos rituales clave a medida que los
observancia del ritual. hijos crecen, cambian los horarios de trabajo y de asistencia a la escue­
Mediante estas dos dimensiones del ritual -adaptabilidad y uso la, y aparecen nuevas prioridades individuales y familiares. Al clínico le
de sí bolos---- predecimos una relación entre una gama media de adhe- interesa en qué medida la familia puede lograr un punto intermeQio en-

288 289
tre la continuidad ritua1 y el respeto por la individualidad de sus miem­
l
El mnndo de esta familia se modificó irremisiblemente cuando a
bros. los 32 años Sarah descubrió que tenía cáncer de mamas. Se le hizo una
cirugía, pero durante el largo período de recuperación Joshua comenzó a
Mantenimiento de los rituales. Este aspecto le permite al terapeuta ev':­ beber intensamente. Desaparecieron las prolongadas cenas familiares y
luar la capacidad de las familias alcohólicas para continuar con los n­ los há.bituales paseos de la familia durante el fin de semana, ya que nin­
tuales que han descrito cuando la afición a la bebida de los padres ame­ guno de los progenitores podía hacerse cargo de la responsabilidad. Por
naza con destruirlos. El clínico pregunta qué hacen verdaderamente los último Sarah recuperó sus fuerzas físicas, pero durante tres años
miembros de la familia cuando la afición a la bebida se hace m_uy grave. Joshua continuó poniéndose ebrio todas las noches.
Muy importante resulta aquí la capacidad e la familia para espaldar Cuando Sarah amenazó con dejarlo, Joshua aceptó iniciar una
los significados
mismo y sentimientos
tiempo que especial
se desprenden s mherentes
del miembro ?- losdentuales_
alcohóhco ?-1
la faIDJ.lia terapia. En este punto Sarah y Joshua ya nose hablaban y proporciona­
1 de un modo respetuoso. ban a sus hijos solamente el nivel más básico de atención. La informa­
ción que era necesaria transmitir de un progenitor al otro se comunica­
También recomendamos que los terapeutas tengan en cuen a el po­ ba a través de los hijos.
der de los rituales para planificar intervenciones en el trataIDJ.ento. A En lugar de ocuparse directamente de los acontecimientos de los
causa de que los rituales pueden erÍcamar símbolos y valores cent.r les últimos tres años y de los sentimientos que habían producido, el tera­
de la familia el terapeuta puede ayudar a los miembros de la fam1ha a peuta intentó restaurar una estructura familiar básica y predecible.
movilizar un' sentimiento de significado e intención compartidos al ayu­ Apeló a la preocupación de los padres por sus hijos y los ayudó a conce­
dar a los miembros de la familia a movilizar un sentimiento de signifi­ bir juntos un plan para una rutina familiar para el desayuno (un ritual
cado e intención compartidos al ayudarlos a elaborar un ritual perti- construido). Aunque las negociaciones resultaron penosamente lentas,
nente. ) . con el tiempo llegaron a establecer una rutina funcional. El hecho de
Hemos descrito en otra parte (Bennett, Wolin y McAvity, 1988 cm­ compartir la responsabilidad por la comida y ofrecerles a los niños un
co intervenciones posibles para clínicos que han evaluado el papel de los tiempo compartido confiable alivió un poco la tensión.
rituales en la familia. Entre las intervenciones se incluyen construir un A continuación la pareja se dedicó a restaurar una rutina para la
ritual que no ha existido nunca en ella, reirn:tituir un ritual q e alguna hora de la cena (un ritual reinstalado). El terapeuta se enteró de que·
vez fue altamente valorado y reorientar un ntual queha expen_mentad.o durante las horas de la cena antes de la enfermedad, los miembros de la
cambios destructivos debido a un problema perdurable en la vida fami­ familia se sentaban y conversaban sobre su día de trabajo o de escuela,
liar. Y los ayudó a iniciar nuevamente este ritual. Por medio de esta activi­
dad los padres y los hijos comenzaron una vez más a compartir entre to­
dos sus experiencias personales, lo cual los ayudó a rememorar la unión
Breve ejemplo: recuperacidn de la intimidad a través de. los rituales de la familia antes de la enfermedad de Sarah, aunque todavía estaban
muy lejos de ese punto.
Joshua de 25 años había estado solo durante ocho años hasta que Una vez que Joshua y Sarah pudieron llegar a restaurar un grado
conoció a Sa ah, tambié de25años. Al ser segundo hijo de una familia limitado de estabilidad y contacto entre los miembros de la familia, el
con un padre alcohólico Joshua había podido observar cómo su madre terapeuta comenzó a ayudarlos en la dificil tarea de manejarse con los
trataba infructuosamente de lograr una sensación de normalidad en las catastróficos acontecimientos de los últimos tres años. Durante unos
rutinas familiares cotidianas. El padre de Joshua frecuentemente mon­ cuantos meses siguientes la presencia de estos rituales de la hora de la
taba en ataques de cólera cu.ando bebía, asustaba mucho a sus cuatro comida ayudó a constituir cierta base de estabilidad en la familia mien­
hijos y era la causa de que Joshua pasara la mayor parte del tiemp.o e.n tras que la pareja pasaba por el proceso gradual y doloroso de reparar
casa de su mejor amigo. Una de las razones por las que Joshua se smtió su relación. Después de mucho trabajo, cuando Sarah y Joshua final­

l
atraído por Sarah fue queella provenía de una familia unida Y cariñosa mente habían recuperado gran parte de su capacidad para hablar entre
con muchas
Joshua tradiciones y rituales valorados. ellosrituales
y tenerse confianza mutua, elLas
terapeuta losayudó a instituir
y Sarah se casaron y muy pronto tuvieron un hijo y una hi­ vos para las vacaciones. vacaciones habían quedadonue­
im­
gunas veces se excedía un poco en la bebida en las reuniones sociales,

ban a planificarlas (un ritual reorientado).


ja. Joshua estaba encantado de adoptar los rituales que practicaba pregnadas con los alborotos que armaba Joshua cuando estaba ebrio;
Sarah en su familia de origen, con algunos cambios menores. Joshua al­ ahora se los guiaba hacia los intereses de los dos hijos, quienes ayuda­
El terapeuta también puede m.odific.ar un ritual que no constituye
pero Sarah lo ayudaba al hacerle saber en forma amable pero muy fir­
f me que ya era suficiente. una forma aceptable para la pareja debido a su herencia familiar o dife-

290 291
rendas culturales. Puede ocurrir que ambos míembros de la pareja ha­ de su esposo con esas prácticas, así como que le resultara más claro cuá­
yan traído elementos de los rituales d sus resp ctivas fami1ias de ori­ les eran las prácticas que ella podía acompañar y respaldar.
gen a la nueva familia nuclear pero sm haber sido capaces de enfocar Joseph continuó durante un tiempo sintiéndose molesto con la idea
diferencias importantes ni de reunir las piezas separadas para formar de la Navidad como un acontecimiento social Sin embargo, una vez que
un todo coherente. En esta situación, el terapeuta puede ayudar a la fa­ se sintió satisfecho de que se respetaban SUB valores espirituales, pudo
milia a integrar los compúnentes separados en un acontecimiento que planificar una reunión anual de Navidad para la familia extensa y ami­
tenga un significado genuino para todos. gos especiales (un rüual tanto modificado como integratiuo). Por medio
de un ampHo análisis y una cuidadosa atención a los valores centrales
de cada cónyuge, con el tiempo el ritual se transformó en un aconteci­
Breve ejemplo: dilema de Navidad miento familiar coherente y significativo.
Evelyn y Joseph Laudry solicitaron los servicios de un terapeuta
porque "no se comunicaban". Con frecuencia no coincidí'.311 so?re la for­ Conclusión
ma de educar a sus hijos. Por medio de un extenso cuestionano, el tera­
peuta descubrió que Evelyn había crecido en una familia urbana protes­ En resumen, la experiencia de llevar a cabo sucesivos proyectos de
tante y de buena posición económica, mientras que Joseph provenía de investigación nos ha convencido de que los rituales familiares proporcio­
una familia católica irlandesa, que vivía en una comunidad más peque­ nan información accesible y valiosa sobre las tradiciones y valores cen­
ña y contaba con medios más modestos. Si bien Evelyn y Joseph tenían trales de la familia. Nuestra entrevista ritual es la herramienta esen­
en común muchos íntereses intelectuales, no habían sido capaces de ma­ cial de evaluación para apreciar esta dimensión de la vida familiar.
nejar las diferencias de valores y prácticas de sus familias de origen. Actualmente usamos esta entrevista tanto con poblaciones de alcohóli­
Las diferencias se reflejaban de muchas maneras. Un ejemplo eran cos y de no alcohólicos con el fin de mejorar nuestra comprensión de lo
las prácticas diferentes que cada familia de origen había desarrollado que los rituales nos dicen acerca de la familia y para poner a prueba el
para celebrar las fiestas de Navidad. En la fami1ia de Evelyn la Navi­ poder de los rituales para predecir el funcionamiento psicológico ulte­
dad era una celebración gozosa de generosidad y compañerismo. Estos nor.
valores se expresaban mediante el ofrecimiento de regalos muy .atentos
a todos los miembros de la familia y con una hospitalidad ampha y ge­
nerosa hacia la familia extensa durante el desarrollo de la festivídad.
Para la familia de Joseph, la Navidad representaba la expresión de Notas
convicciones religiosas muy profundas. La familia estudiaba el significa­
do religioso de la Navidad durante las semanas anteriores a la fiesta,
siempre concurría a misa en Nochebuena y pasaba el día de la fiesta só­ 1 La iovestigación en la que se basa este trabajo fue respaldada por subvenciones del
lo con la familia más directa. Una bendición especial durante la cena de National In:;títute on Akohol Abuse a.od AlOJholiam (2R01AA04784) y de la Still Water
Navidad simbolizaba el significado espiritual central de la festividad. Foundation.
La terapeuta ayudó a los cónyuges a que vieran estas diferencias 2 Los ejemplos de casos se condE!nsan a partir dE! tra.oec:ripciones de las entrevistas

como un resultado natural de sus diversas culturas, y no como modos reales y se madifica.o lDs rasgos identificat.orios,
"corre-etas" o "equivocados" de conducir las actividades familiares. 3 Se lo coneiguió por pedido a loa autores.

Alentó a cada uno de ellos a que pensara cuáles eran los elementos más 4 Loa nombres usados son ficticios.
significativos para ellos entre las prácticas rituales de su familia de ori­
gen. Cuando cada cónyuge comprendió la esencia del significado del ri­
tual, la terapeuta ayudó a la pareja a elaborar un ritual de Navidad que
incorporara los valores centrales de cada uno de un modo coherente. Bibliografía
La pareja planificó una serie de actividades religiosas familiares
en las semanas anteriores a la fiesta, que culminaron con la concurren­
cia a misa de toda la familia. En el pasado Evelyn había pensado que el Bennet, L. A. y McAvity, K. (1985): "Family research: A cese for interview:ing
interés de Joseph por las lecturas biblicas y por la iglesia no significaba couples". En G. Handel (comp.): The psychosocial interior ofthe family, 311
ed., Nueva York, Aldine Press.
nada para ella. El hecho de reencuadrar la cuestión en términos de la Bennett, L. A; Wolin, S. j. y McAvity, K. (1988): "Family identity, ritual and
cultura de dos familias le permitió a Evelyn comprender el compromiso

292 293
mith: A cultural perspective on fe.cycle transitiomi". En C.. Falicov
(comp.): Family transition.s: con.tinu.dy and change over the life c:,cle, 10
Nueva York, Guilfor'd Presa.
Bennett, L. A.; Wolin, S. J.; Reiss, D. y 'Thitelbaum, M. (1987): "Couples at risk
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Wolin, S. J.; Ben.nett, L. A.; Noonan, D. y 'Thitelbaum, M. (1980): "Disrupted fe.. s_e encuentran tan envueltas por la mitología como sucede con la sexua­
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Jourrw.l o( Studie3 on Alcohol, 41 (3), 199-214.
Wolin, S. J. y Bennett, L. A. (1984): "Fa.mily Ritua.ls", Farnily Proce1UJ, 23, 401· rían considerablemente de cultura en cultura, de un área geográfica a
420. otra, entre religiones, de comwiidad en comunidad y de una familia a
otra. La sexualidad humana se complica más aun por las expectativas
que han de satisfacer una variedad de necesidades culturales y sociales
sentidas por el individuo. Estas pueden incluir la reproducción, la reali­
zación del deber y la obligación, expresiones de intimidad y unicidad
interpersonal así como también los lazos interpersonales. Con tan com-
plejas demandas que se originan en nuestra sexualidad, no es soTJ)ren­
dente que nosotros, en las culturas norteamericanas, que a menudo nos
preocupamos por temas sobre la sexualidad y aun así, paradójicamente,
nos sentimos cohibidos por tabúes sexuales sociales y familiares, termi­
nemos por tener síntomas y disfunciones sexuales. Estos síntomas y dis­
funciones a menudo los consultan con profesionales del cuidado de lasa­
ludaquellos que esperan encontrar una solución satisfactoria por medio
de la terapia.
En este capítulo trataremos la naturaleza y uso de los rituales sis­
témicos utilizados en los aspectos sexuales de las relaciones interperso­
nales. Mostraremos un caso clínico y el análisis de su tratamiento, y a
partir de esta base se mostrará la elaboración de la metodología y uso
de los rituales sistémicos. Además, presentaremos wia breve inscripción
de un modelo recursivo de intervenciones en las inquietudes sexuales.

Estado ideal
Antes de examinar los rituales sistémicos y su aplicación clínica en
la terapia sexual, es necesario hacer una advertencia Como sabemos
que muchas medicinas vendidas sin receta (como el alcohol y el tabaco),
muchos medicamentos recetados y gran cantidad-de enfermedades mé­
dicas y traumas físicos pueden afectar severamente la capacidad fisioló­
gica del funcionamiento sexual, el médico clínico primero debe evaluar
las áreas correspondientes biológicas y tratarlas si fuera posible.
1 Se ha avanzado mucho, especialmente en los últimos quince años,

294 295
en cuanto a la interpretación y tratamiento biológico de los problemas vasculares y musculares que intervienen en la respuesta sexual fisioló­
sexuales. La obra de Masters y Johnson (1970) aclaró muchas dudas SO· gica actúan en aquellas ocasiones (ya sea en forma interpersonal o auto­
bre las bases fisiológicas y anatómicas de la a tividad sexual, y otr.os in· estimulatoria) en las que el individuo siente deseos, la fisiología sexual
vestigadores han continuado con este t"!'abaJo (Hoon, Hoon.y Wn cze, se mantiene losuficientemente intacta. para queel ciclo de respuesta ac­
1976; Hoon, Wincze, y Hoon, 1977; Lo P1ccolo, 1980). A partir del mte­ túe en forma potencial en otros contextos.
rés más reciente por la dirección médica (Morales, Surridge y Marshall, Las otras preguntas valoran la capacidad de un individuo para mo­
1981; Morales, Surridge, Marshall y Fenmore, 1982), las intervenciones dificar su respuesta sexual por razones interpersonales. La capacidad
biológicas vinculadas especialmente con la sexualidad se han. centrado de wi hombre de poder controlar el mometo de su eyaculación o la capa­
casi exclusivamente en métodos quirúrgicos tanto para la implantación cidad de una mujer de tener un orgasmo es una modificación adquirida
de prótesis eréctiles o la creación de vaginas artificiales. Si bien estas con el aprendizaje de las capacidades de la respuesta sexual fisica co­
intervenciones están más allá del ámbito profesional de la mayoría de mún. La conveniencia de aprender estas situaciones depende del con­
los terapeutas que trabajan conproblemas sexuales, la valoración de la texto sociocultural de la actividad sexual. Por ejemplo, en Estados
necesidad de una intervención biológica no lo está. Unidos y Europa, se supone que los hombres controlarán el momento de
En todos los casos de problemas sexuales, una evaluación adecua­ su eyaculación durante las relaciones sexuales para permitir un acto
da del funcionamiento biofisiológico de los individuos implicados es ne­ sexual mutuo para cada persona de la pareja. En otras culturas, como
cesaria antes de suponer que el método más útil de intervención seria los países árabes (Katchadourian, 1985), esto no es lo que se espera. Las
una intervención no orgánica. Por ejemplo, una serie de preguntas de culturas no son estáticas en sus expectativas de actividad sexual ade­
investigación directa para analizar el ciclo de respuesta sexual de W1 cuada. No hace mucho que nuestra cultura agregó la expectativa de que
paciente podría ser la siguiente: el contacto sexual entre una pareja sea W1 lazo mutuo y nna oportuni­
dad de sentirse excitado. En verdad, hace poco que se ha agregado a la
• "¿Siente en algunas ocasiones deseos sexuales, ya sea q e l s n:ia­ actividad sexual interpersonal la esperanza de que la mujer tenga illl
nifieste o no?" "¿Le parece que éstas han aumentado o dismmmdo orgasmo.
en los últimos meses?" (fase de deseo). Si se sospecha que hay nna anormalidad sexual debido a wia inca­
• "¿En esas ocasiones cuando usted siente deseos sexuales y elige ac­ pacidad global (es decir, cualquier tipo de incapacidad, incluyendo mas­
tuar sexualmente, ya sea con usted mismo o con otra persona, turbación, suefios, como nn reflejo simple y actividad sexual interperso­
¿puede aumentar su sensación de excitación según las acciones se­ nal) de alcanzar una respuesta sexual física, se recomienda consultar a
xuales que realiza?" "¿Notó cambios físicos como (para hombres) un médico competente en la valoración del sexo. Por otra parte, si la se­
erección, etc. o (para mujeres) flujo vaginal y sensación e p enitud rie de preguntas detallada anteriormente excluye un importante compo­
pélvica cuando está excitada?" ¿"Puede controlar su exc1tac16n pa­ nente orgánico al revelar por lo menos una respuesta. física total, el te,
ra los propósitos sexuales que desea?" (fase de excitación). rapeuta tal vezdecida trabajar psicoterapéuticamente.
• "¿Llega al punto en el cual siente la necesidad de liberar su excita­ En la actualidad, la mayoría de las intervenciones de la terapia se­
ción por medio de una descarga rápida y rítmica generalmente Ha· xual se centran en soluciones con sentido común, psicoanalíticas, de
mada orgasmo?" Para mujeres: "'¿Puede llegar a tener Wl orgasmo conducta o de interacción simple. La aplicación de principios sistémicos
más a menudo cuando usted así lo desea?" Para hombres: "¿Puede (a los que el autor se refiere como principios cibernéticos de segundo or·
controlar el momento de su eyaculación?" (fase del orgasmo). den como se utiliza en la terapia de Milán)I en temas de índole sexual es
• "¿Cuánto tiempo necesita su cuerpo para volver a la no alidad un aspecto poco desarrollado en la bibliografia (Sanders, 1986). Aun así,
después de haber participado en una actividad sexual: mmutos, corno algunas inquietudes son difíciles de tratar conlas técnicas de la
horas o días?" (fase de la resolución) terapia sexual tradicional, la implantación de principios sistémicos ha
• "¿Le parece que la actividad sexual es tan placentera o agradable traído otra herramienta útil para el tratamiento de los temas sobre el
como usted lo desea?" (fase de placer/ eualuación). sexo.
Como ejemplo puedo citar que he observado clínicamente que nna
Dado que el individuo experimenta su deseo sexual (es decir, no só­ vez que se cura el vaginismo, la pareja confrecuencia termina teniendo
lo curiosidad sexual sino una urgencia sexual) en algunas ocasiones y disfunciones eréctiles. Otro ejemplo es la creencia de que nn trastorno
en algunas de estas ocasiones ella/él puede llegar a ser capaz de tener del d seo sexllil.l reside en el individuo que desea las relaciones sexuales
una respuesta sexual completa, incluyendo indicaciones físicas de exci­ menos que su pareja, esto es lo que generalmente se denomina deseos
tación y resolución, las probabilidades de anormalidades orgánicas que sexuales inhibidos (OSI) (Kaplan, 1979). Yo prefiero considerar el sínto­
justifican los síntomas son pocas. Es decir, si los reflejos neurológicos, ma como el indicio de una discrepancia en el deseo sexual de los dos.

296 297
Esta interpretación opcional orienta el terapeuta hacia una _concepción píaporsí misma son considerados los "agentes de cambio" responsables.
interpersonal del deseo sexual en vez de darle un panorama lineal de al­ Cuando el terapeuta ve su responsabilidad como el efecto interpersonal
goque se "rompe" dentro del individuo. , . potenciál de sus propias acciones, -tiene más opciones para actuar en for­
Tales síntomas clfnicos pueden entenderse no solo dentro del domi­ ma diferente 01 brindar más ayuda) en el proceso terapéutico que si se
nio de la relación sexual o marital de la pareja, sino también dentro de concentrase en las acciones de los pacientes.
otro dominio, inc1uyendo las ireglas sobre sexo inculcadas por la familia Con frecuencia la simple provisión de información es todo lo que se
de origen, el pasado de la pareja, creencias subculturales o basadas en necesita para "poner en marcha"' los mecarúsmos para que el paciente
el género, mitos populares y aun mitos hisl:.óricos y ?ulturales p ofunda­ resuelva sus propios problemas. Por ejemplo, una pareja de unos cua­
mente arraigados. Cuando se nota una comprens16n de los sintomas renta años que se habían casado por segunda vez fue derivada por sus
mayor y más relacionada, uno puede volcarse_ co ,mejores res1;1Itados a peleas constantes sobre lo poco satisfactoria que era su vida sexual.
1 los métodos sistémicos, agregándolos a los pnnc1p1os de terapia sexual Desde el comienzo de su actividad sexual, tres añ.os antes de comenzar
ya establecidos. Los lazos comunes entre las terapias sexuales directi­ el tratamiento, la mujer no había podido tener un orgasmo durante las
vas habituales y la terapia sexual dirigida s.istémica1,11ente inc111;ye. una relaciones. Nunca había tenido un orgasmo durante el coito en sus rel.a­
orientación conductista, el uso de intervenciones activas prescnpbvas, ciones previas y no creía que esto fuese un problema. Sin embargo, su
un enfoque en la construcción del contexto y el uso de connotaciones po­ nuevo marido creía que terminaría perdiéndola, como, había sucedido
sitivas (generalmente llamados logros sucesivos del paciente en la tera- con los otros hombres que ella había tenido en su vida, si no le hacfa te­
pia sexual tradicional). . . . ner un orgasmo. Se discutió el hecho· de que laS diferencias en la anato­
También existen diferencias entre las terapias sexuales directivas mía genital entre los sexQs es importante para poder tener una satisfac­
y la terapia sexual desde una perspectiva sistémica. En primer Jug r, ción sexual mutua. Se hizo referencia a que las personas del sexo
por supuesto, se usa un erúoque cibernético. o circular en la.ter1;1pi;"l s.1s­ femenino tienen el aparato reproductor (vagina, útero, trompas de falo­
témica. Segundo, aun cuando se emplean ntuales,.la terapia siste i.ca pio, ovarios) separado del sexual{clítoris, monte de Venus, senos y otras
tiene un propósito directivo, mientras que las terapias sexuales tradicio­ zonas erógenas) mientras que los hombres tienen tanto el aparato re­
nales son puramente direccionales. De acuerdo con la tradición, cuando productor como el sexual en la misma estructura genital {pene, testícu­
se recomienda una tarea, su propósito es "alcanzar la perfección a tra­ los, escroto). También se señaló que las mujeres no necesitan una res­
vés de la práctica", pero en las terapias sistémicas los rituales se reco­ puesta sexual para ]a reproducción pero sí los hombres (para depositar
miendan para obtener información que con frecuencia marcará u a el semen en donde actuará la reproducción). Lo que ayudó a esta pareja
diferencia en la capacidad de la pareja para resolver el problema. La m­ fue el saber que las relaciones sexuales no otorgan una oportunidad se­
tención del terapeuta. a menudo determina su respuesta a las acciones xual igual para hombres y mujeres (aunque sí para la reproducción).
1 anteriores de los pacientes. Por ejemplo, el terapeuta puede suponer Esto los ayudó a encaminar sus esfuerzos sexuales hacia un placer se­
que los pacientes "'están fracasando" en su camino hacia la perfección; xual mutuo sin importar cómo se lograba.
esto puede causar que e] terapeuta adopte la postura de echarles la cul­ Otras veces, la solución de interferencias biofisiológicas otorga la
pa sin intención alguna. Por otra parte, es casi imposible que las accio­ libertad física para crear una relación sexual útil y mutuamente satis­
nes del paciente no le brinden al terapeuta información; por consiguien­ factoria. Esto puede suceder dejando simplemente que "la naturaleza
te, este enfoque le permite al terapeuta y a los pacientes evitar el adop­ actúe por sí misma" (por ejemplo, curarse después de una operación o
tar una postura despectiva o de culpabilidad. Tercero, se considera a la accidente) o con la ayuda de profesionales médicos entreh'a.dos para tra­
terapia sistémica como no experta, es decir, el terapeuta no supone que tar la enfermedad.
tiene mayor o mejor conocimiento que ellos mismos de las experiencias Con frecuencia, las estrategias terapéuticas directivas le dan al pa­
de la pareja, ni de la comprensión de aquellas experienci3;s o cómo de­ ciente el ímpetu suficiente para encontrar la solución a estos síntomas.
ben sentir o actuar a partir de ese momento. Esto transrmte el respeto Sin embargo, hay ocasiones en las que estas estrategias no son suficien­
del terapeuta por la autonomía de los pacientes. Por último, la atribu­ tes. Aquí puede aplicarse en las relaciones sexuales el uso adecuado de
ción del cambio es bastante diferente. Desde el punto de vista de un en­ preguntas, opiniones y rituales sistémicos creativos y confeccionados pa­
tendimiento sistémico, los integrantes de la pareja y su sistema signifi­ ra las necesidades del individuo. Una vez que se considere que los indi­
cativo son considerados los responsables de determinar los cambios que viduos están en una situación mejor que les permita usar los recursos
ocurren. El terapeuta es responsable de sus propias acciones y los efec­
\ tos potenciales que aquellas acciones 01 declaraciones) puedan tener so­
bre los pacientes, pero no por las acciones de los pacientes en sí mismos.
existentes, se puede volver a indicar una terapia más directiva o infor­
mativa. Al usar lo que llamo modelo de intervención recursiva, el tera­
peuta cambia los niveles de comprensión al ir de un nivel de abstracción
conceptual a otro más complejo y comprensivo cuando sea necesario.
En terapias sexuales más tradicionalistas, ya sea el terapeuta o latera-
1
298 299
T

CUADRO 1
' pacientes, sería mejor que el terapeuta comenzase un entendimiento ?e
los síntomas más directivo, informativo o biológico. Si, por el contrano,
Modelo recursivo de intervención
se advierte el uso inadecuado de los recursos ezistentes seria mejor des­
plazarse a un marco de entendimiento más complejo y a una posterior
Indicadores para pasar a un Indica.dores para pasar a
un nivel inferior de
intervención en la cual la función sistémica positiva de ese uso inade­
nivel superior de
abstracción conceptual abstracción conceptual cuado pueda ser entendida.
Por lo tanto, podemos observar que en una situación de entrevista.
TERAPIA - Ausencia de recursos este modelo de intervención pasa a ser una interacción recursiva entre
SISTI:MICA existentes (información, varios niveles de comprensión del terapeuta y acciones de los pacientes.
finanzas, etc.) El uso específico de rituales en la terapia sexual puede ser un agregado
- Una vez más poder usar importante para tal modelo recursivo de intervención.
los recursos existentes

TERAPIA - Uso inadecuado de re­ - Lea respuestel'I sexuales Rituales sistémicos


SEXUAL cursos existentes son independientes del
DIRECTIVA - La terapia se "detiene" o contexto (es decir,
entra en etapa de disfunción global) Para darle una mejor orientación al lector sobre los usos de los ri­
regresión - Comienzo de tuales sistémicos en la terapia sexual, se describirá un caso. Se trata de
- Respuesta negativa o enfermedades corpocales unahistoria a largo plazo de vaginismo en primer grado (es decir, total).
núnima a losmétodos de importancia Sin embargo, antes de pasar a describir el caso en sí mismo, permítase
terapéuticos comunes - Uso prolongado de explicar el contexto clínico.
medicamentos

INTERVEN­ - Respuesta.11 individuales Cuadro clínico


CIONES del pacientes las
BIOLOGICAS preguntas sobre el El Programa de Sexualidad Humana (HSP), Departamento de
funcionamiento ffsico
Psiquiatría, Facultad de Medicina, es un pequeño programa de entrena­
renla episodios de
síntomas sensibles a1 miento profesional que opera gracias a los auspicios de} Programa de
Terapia Familiar de la Universidad de Calgary. Los pacientes son deri­
contexto
- Los pacientes no vados a este lugar por orden de sus médicos de cabecera, especialistas,
cooperan con el profesionales en el campo de la salud mental y hospitales cercanos y por
tratamiento el mismo Programa de Terapia Familiar. Los profesionales que trabajan
aquí son terapeutas de familias, psicólogos, asistentes sociales y médi­
cos residentes, que se dedican de lleno a este trabajo. Como n_o se cobra
a las personas que concurren, los gastos son solventa.dos por el progra­
Esto permitirá pasar de una conceptualización biológica a una informa, ma de asistencia médica universal de Alberta. Los pacientes que con­
tiva, luego a un entendimiento conductista, y a uno interaccional para curren son aquellos que no pueden o no quieren pagar tratamientos pri·
terminar en una formulación sistémica (véase el cuadro 1). vados de terapia sexual con otros profesionales de la comunidad por no
Un indicador de la necesidad de moverse entre losniveles de integra­ estar cubiertos con asistencia médica. Como se carece de recursos tera­
ción conceptual es el grado de aceptación de las instrncciones d l péuticos pagos para problemas sexuales, cuando le toca el turno al pa­
terapeuta. Si existiese "resistencia" a los niveles actuales de oonceptuah­ ciente por primera vez, generalmente ya estuvo esperando en alguna
zación y tratamiento del terapeuta, sería el momento de pasar a U?- parte de dos a seis meses desde que lo derivó un médico o un profesional
nivel de comprensión más complejo y extenso. Por otra parte, la confomu­ en salud mental.
dad útil con las sugerencias e instrucciones del terapeuta es una buena se­ Como uno de los propósitos básicos del programa es mejorar el en­
ñal de que las intervenciones más directivas o informativas serán efic".1 s. trenamiento de los profesionales en salud mental que trabajan juntos
Otro indicador de los cambios de nivel tiene que ver con la utilua­ en el área de la sexualidad humana, al comenzar el tratamiento se les
ción de recursos. Si se percibe una ausencia de recursos existentes en los advierte a los pacientes que otros profesionales, generalmente se forma
un equipo, pueden llegar a participar. Aunque los integrantes del equipo
300
301
.

generalmente son aprendices profesionales P8;ra el estudi delostemas


clin.icos de la sexualidad humana, se les explica a los paaentes que ) s
aprendices son todos profesionales avanzados en el.campo de la medici­
na o la salud mental Se presenta al equipo como una fuente de mentes
múltiples. Además, se les pide a las parejas que permitan filma en ví­
i abU<1a <k ala>li.al m.1980

deo para un mejor análisis clínico y el entrenarmento de profesionales.


No obstante como sucede con todos los pacientes que vienen por inter­
medio de lo Programas de Sexualidad Humana y Terapia Familiar de
la Universidad de Calgary, se les da a las parejas la posibilidad de elegir
si quieren ser grabados y observados, sin perjudicar su trata?1iento.
Esto también se tiene en ruenta en loscasos en que las observac10nes se
hacen a través de un vidrio espejado.
Generalmente se ve a los pacientes sólo como parejas en la prime­
ra o segunda sesión de evaluación, durante las cuales se determina la " se co11oc;.,ro,i Mloe 20 aiios
información biofisiológica y la valoración de recursos. Aquí se puede in­ SIK!ila ·ca&adcs dun>nte 13 aflos
cluir la realización de un Inventario de funcionamiento sexual cajem de baflCIJ L---==:.:::-=:=.=.==----
Derogatis y un Inventario de ajuste marital Lock Wallace modificado.2

Figura l. Sheila y Tud


Historia médica
Sheila y Ted, una pareja de unos treinta y cinco años, fueron no­
vios desde la adolescencia y se casaron cuando Ted tenía 22 años y
Sheila 20 (véase fig. 1). Derivados por el médico de cabecera, se queja­ Habían creado un estilo sexual opcional que incluía sexo oral hasta
ron de no tener hijos. Cuando les tocó el turno en el programa, ambos no que cualquiera de los dos tenía W1 orgasmo, estimulación manual hasta
tenían esperanzas de que se hallase una solución rápida, pero lo intere­ alcanzar el orgasmo y coito interfemoral (entre los muslos).
sante era que ambos estaban motivados a seguir buscando una solución. Estos actos parecían satisfacer sus necesidades sexuales indivi­
Gracias al interrogatorio se descubrió un problema de vaginismo en pri­ duales, pero los dos sentían que eso no era lo adecuado como esposos ni
mer grado. Durante los trece años de su relación sexual habían tratado como individuos por no poder llegar al coito. Ahora que la edad presen­
1 cooperativamente una o dos veces por semana de efectuar, sin éxito, la taba un panorama más perspicaz en cuanto a formar una familia, este
penetración vaginal. El ritual sexual que ellos habían creado consistía sentido de lo incompleto y lo inadecuado fue suficiente para buscar ayu­
en que Sheila le comunicase a Tud su intención de tratar de prolongar la da externa. Aunque los cónyuges estuvieron de acuerdo en que estaban
actividad sexual por medio de un abrazo o una caricia, o provocándolo preocupados por no tener hijos a causa del vaginismo, también comenta­
sexualmente al pedirle que la "atrapase" en un juego parecido al de las ron que las disrusiones matrimoniales habían aumentad.o y que en los
escondidas. En ese momento se permitían la excitación personal hasta últimos meses habían disfrutado juntos de pocos momentos placenteros.
el purito en el cual Sheila le pedía a Ted que se le subiese en la posici.ón
de misionero (el hombre arriba). En ese momento, Ted trataría de m­
serlar su pene en la vagina de Sheila y atentamente miraría la expre­ Tratamiento inicial
sión en la cara de ella. Cuando su expresión de malestar pasaba a ser de
dolor, como lo demostraba al mostrar los dientes al tratar de dominar el Luego de varios resultados positivos con Sheila y Tud al usar una
dolor, él sacaría su pene. terapia tradicional más informativa y directiva que incluía ejercicios de
Tenían W1 número de modificaciones en el ritual que dependían del ajuste percibido por medio de los sentidos3 y la preparación de Sheila
estado general de la relación matrimonial. Si en los días anteriores al

l
para que aprendiese cómo "acomodar" objetos intravaginalmente, se
momento había habido tensión o enojo, con frecuencia se rulpaban o re­ produjo un retraso repentino en la terapia (véase el cuadro 2). Los espo­
criminaban el uno al otro. Ella diría que él no se empeñaba lo suficien­ sos comenzaron a quejarse de que había habido un aumento en las dis­
temen_te, él que ella no se esforzaba por relajarse. Si los dos estaban en cusiones además de irritabilidad; no hicieron sus tareas, a las que co­
paz, tratarían de realizar el acto sexual de otra manera. menzaron a llamar "pruebas". En esta fase de la terapia el terapeuta,
1
302 303
ien se dio cuenta de que había cierta "resistencia" a hacer la ta.rea re­
¿;tada, cambió el método terapéutico directivo qu estaba usando por CUADRO 2
un interrogatorio sistémico en el proceso de a terapia. . Resumen de una historia clínica
Tedadmitió que prefería que todo hubiese pennanectdo como esta­
ba antes de que la pareja comenzase con las "pruebas" por9ue por .lo me­ Sesión Intervalo Intervenciones iniporlantes
nos en ese entonces sabía dónde estaba con respecto a Sheila. Sheda ha:
blóde sus temores a perder el cariño de Ted con la llegada de un b bé,.si 1 3 semanas ,\juste pormedio de los sentidos
tenían hijos en el futuro. Se investigó a fondo el campo de las obligacio­ (manos, cabeza o pies)
nes parentales y conyugales por medio de un interrogatorio circular y
2 4 semanas ,\juste percibido por los sentidos
así se elaOOraron las intervenciones sistémicas específicas.
(cuerpo en forma parcial) y e.utoexamen
3 3 semanas Intervalo, ajuste por medio de los
'.leor(a sentidos (cuerpo entero s:in genitales),
ejercicios de acomodación
Como se ha mencionado anteriormente en este libro, los rituales 4 4 semanas Intervalo y e.juste percibidos por los
describen hechos del comportamiento establecido de significados múlti­ sentidos incluyendo los genitales.
ples que expresan realidades sociales y por lo tanto permiten su defini­ Repetir loa ejercicios de acomodación
ción (lmber-Black, 1986). Son ta.reas específicas dadas al sistema del 5 4 serna.nas Opinión sistemática dividida
paciente, recetadas cuidadosamente en lo q?-e respecta. a deta.l es y la 6 4 semanas Opinión si.ñemática y enumeración
secuencia de acciones, y generalmente ofrecrdas como un expenmento,
7 4 semanas de tareas de hechos pasados
prueba o gesto simbólico, o un rito de tr9?sic ó . Lo rituales con fre­
cuencia son prescritos como algo temporano, sm 1mphcar que son, a de­ Ritual para quemar hechoo pasados
cir verdad de la forma en que las cosas deberían ser. Desde este punto 8 1 semana Ritual para enterrar el pasado
de vista s n bastante diferentes de las "tareas" de la terapia sexual co­
Seguimiento 6 semanas "'Ir con calma"
mún como el ajuste a través de los sentidos. Los rituales son un intento
deintroducir algo nuevo, inusual o inesperado.
AJ trabajar con rituales, los principios de entrevista señalados por
los colaboradores originales de Milán son de suma importancia. De las
tres pautas originales -formular unahipótesis, circularidad y neutrali­ un terapeuta trata de usar rituales terapéuticos, creo que es necesario
dad- talvezla neutralidad sea la más importante al hablar de temas examinar el gran contexto social en el cual nosotros, como terapeutas,
sobre la sexualidad. La neutralidad no fue concebida como una postura trabajamos para evitar fomentar sin intención otros problemas o sínto­
estratégica que puede usarse para aumentar las probabilidades de que mas. En ningún lugar este examen es más necesario que en nuestra de­
se haga la voluntad del terapeuta sino cou_io una dirección de pe_rc .1;1ción finición y expectativas de las actividades sexuales.
interpersonal que es percibida por los pacientes en forma no enJmciado­ Es muy interesante destacar que, para que los individuos experi­
ra, no favorecedora y sin expectativas. El fin de las intervenciones sis ­
menten lo que nuestra sociedad llama buen sexo, debe darse un número
micas, incluyendo los rituales, es muy diferente a 1 9ue nosotros consi­ de condiciones o contextos diferentes. En primer lugar, la excitación per­
deramos como objetivos de resultado. En contraposición al resultado de sonal, física y emocional debe ocurrir en un contexto en el cual wio de
conducta específico, el objetivo es la intensificación de la capacidad del los integrantes de la pareja está casi, o igualmente, excitado emocional
sistema del paciente de crear soluciones no sintomáticas al continuar y físicamente. En segundo lugar, debe existir la oportunidad de poder
con su camino de evolución por el ciclo de la vida. Esto acaece, espera­ experimentar la propia excitación sin tener que monitorear la excitación
mos, por un cambio en la manera en que las parejas pueden cambiar del compañero. Por último, debe existir un contexto interpersonal de
(véase Tomm, 1984a, b, para un análisis más completo de la teoría sisté­ vulnerabilidad emocional y ñsica junto con suficiente confianza de que
mica y su aplicación clínica). no se va a abusar de la vulnerabilidad (es decir, intimidad). Si existen
La finalidad de los rituales relacionados con los temas sexuales todas estas condiciones, se dice que la experiencia es sexualmente
puede ser considerada como la de proporcionar oportunidades en au­ significativa.
mento para satisfacer mutuamente y satisfacer las necesidades de la vi­ Una definición pragmática del sexo de acuerdo con el metacontexto
da sexual de la pareja, sin definir qué es la vida sexual per se. Cuando norteamericano es: el sentir personalmente la experiencia de excitación
304 305
T'
se:w.al en un contexto interpersonal de vulnerabilidad y confianza emo­ ideas o conceptos detrás de rituales diferentes pueden usarse repetida­
cional y fisica mutuas (es decir, la intimidad) que ocurre dentro de las mente con diferentes casos, el ritual exact.o en sí mismo sólo ocurre una
º.º
relaciones <Ueptadas por la sociedad. Todo lo que se encuen ra en es: vez.
te marco es considerado no sexual por nuestra sociedad. Por eJemplo, s1 Al establecer rituales sexuales, debemos analizar un número de zo­
una- persona se encuentra sexualmente excita a y su c?mpañero no_ lo nas fuera del campo sexual de evaluación común. El contexto interper­
está, y se encuentran en un contexto de violencia,, la soc!edad denomma sonal de la pareja que practica la actividad sexual y los métodos
este acto corno abuso sexual. Si, por otra parle, solo un integrante de la reales de actividad sexual deben examinarse bajo la óptica de si las acti­
pareja está excitado y el otro no, juzgamos a la actividad como deb r o el vidades rituales actuales aparecen desritualizadas, estrictamente ritua­
satisfacer las necesidades de uno. Estén o no ambas personas excitadas lizadas, tergiversadas hacia un miembro de la familia de origen, flexible
sexualmente, si el contexto gira alrededor de un niño y un adulto, la so­ en la creación y tal vez ampliando rituales, o bien si las actividades son
ciedad califica este acto como abuso sexual. vacías y huecas, sin significativa experiencia interpersonal (Wolin y
Por lo tanto, los rituales se diseñan para intensificar las probabili­ Bennett, 1984; véase también el capítulo 9).
1 dades de que la pareja tenga experiencias sexuales que puednn satisfa­ Por ejemplo, deben evaluarse los rituales involucrados en el mane­
cer las necesidades individuales, interpersonales y sociales de lo que jo del tiempo para el sexo y otras actividades. Muchas parejas quieren
culturalmente se define como "'buen sexo". El diseño y ejecución poten­ ser sexuales sin otorgar tiempo para acceder a exp_eriencias sensuales y
cial de un ritual puede en sí mismo ser un método para promover la sa­ sexuales. Es como si algwias parejas esperasen que sus reflejos biofisio­
tisfacción sexual en las prácticas cotidianas de la pareja. Sin embargo, lógicos de la excitación sexual se encendiesen o apagasen como un apa­
la intención de la alternativa ritualizada es proporcionar información rato de televisión, y esperan de alguna manera poder tener un rápido
sobre cualquíer alternativa a las más comunes y más sintomáticas con­ vínculo interpersonal durante una pausa comercial. Además las parejas
ductas sexuales y no sólo a las conductas ritualizadas. parecen sentirse atraídas porconsiderar los actos de la vida del otro co­
mo más importante que la relación matrimonial Muchas parejas jóve­
nes otorgan más importancia a las necesidades de sus hijos o a las nece­
Indicaciones para el uso de rituales sistémicos sidades económicas de la familia en vez de centrar la imporlnncia en las
necesidades de la pareja. Las parejas que no hacen tiempo para sí mis­
Las intervenciones y rituales sistémicos en la terapia sexual pue­ mas con frecuencia tienen problemas sexuales, ya que los contactos se­
\ den ser yútiles
sonales con una
sociales cantidad
existentes, de gro.pos:
parejas parejas que
que muestran un de algwia
alto gradoma­
nera han continuado haciendo uso inadecuado de los recursos interper­
de xuales a menudo se vuelven intentos rigurosamente ritualizados para
La capacidad
satisfacer de la
necesidades pareja descuidadas.
íntimas para diferenciar entre losafectos y la se­

confusión en cuanto a la naturaleza de sus problemas; personas que son xualidad es otra zona útil de exploración. Muchas parejas parecen ha­
1 propensas a expresar sus inquietudes en forma no verbal; y aquellos ber elaborado rituales que no consideran esta distinción. Defino como
que han tenido diferentes formas de terapia y que no las encuentran afecto {ísko a aquellas actividades físicas entre individuos que tienen
útiles (es decir, personas que "saben de terapia"). Miembros de culturas como intención primaria un mensaje de cuidado, y que dejan cualquier
enclavadas en otra más grande (por ejemplo los orientales en un barrio sentimiento o muestra sexual en un plano secundario. En la se.xualidad,
chino urbano o los nativos norteamericanos que, viviendo en reservas, por el contrario, el intento de excitación física compartida y su experien­
pueden encontrar los rituales vinculados con su propia cultura más úti­ cia en un contexto íntimo es primario, y la muestra. afectiva es secunda­
les para acceder a sus sentimientos sexuales personales que aquéllos ria. Como dijo Zilbergeld (1978) los hombres y mujeres en nuestra socie­
vinculados con la cultura dominante). dad tienen gran dificultad en diferenciar entre muestras afectivas y
acciones sexuales. Desde temprana edad tanto los hombres como las
mujeres luchan contra sus creencias de que un hombre para ser sexual
El usode rituales se:w.ales sistémkos debe ser físico. Cuando se involucra en una relación afectiva y muestra
sus sentimientos fisicamente, él y su compañera pueden considerar esto
Los rituales terapéuticos crean una experiencia emocional y física como un requerimiento sexual en vez de algo tan simple corno una ex­
que es una opción a la que respaldan los síntomas de los pacientes y por presión de sentimientos profundos. Con frecuencia, las mujeres se que­
lo tanto produce novedades de una diferencia (Keeney, 1983). Se gene­ jan de que los hombres sólo quieren relaciones sexuales, mientras que
ran detalles rituales basados en la historia narrada por los cónyuges de los hombres, por su parte, dicen que las mujeres sólo quieren afecto.
sus propias experiencias. Esto explica el hecho de que los rituales sirvan Cuando el hombre se acerca a una mujer con lo que él considera es una
para Ún sistema específico, y sólo para uno, de pacientes. Aunque las muestra de afecto pero lo hace con un comportamiento sexual, la mujer

306 307
a menudo se retira, pensando que él sólo quiere el coito. En las ocasio­ por si se les ocurría algo. Se les dijo que no se preocupasen por poner
nes en las que ella se siente excitada y se acerca al hombre con una con­ muchas cosas en la lista pero sí en alternar losmomentos en los que la
ducta de afecto con la que ella quiere llegar al sexo, él tal vez no respon­ lista estaba en sus mentes y los momentos en que tenían prioridad los
da por miedo a ser visto como alguien a quien sólo le interesa el sexo. sucesos de la vida. También se les pidió que estudiasen los puntos de la
Si retomamos el caso de Sheila y Ted, debemos recordar que si lista para determinar cuán importante era su interferencia en el pre­
realmente hay una hipótesis sobre la posible relación entre alguno de sente. Este estudio podía tomar la forma de una conversación casual con
los síntomas sexuales y otros hechos interpersonales IlIBS abarcativos la gente involucrada, discutir el hecho abierta o secretamente con ami­
-pero dealguna manera no se puede orientar a los cónyuges a que los gos o familiares, o revisar lo que los conocidos podían pensar en una si­
resuelvan de un modo más fácil-, crear un ritual terapéutico más claro tuación parecida. Antes de venir a la próxima sesión de la terapia, cada
puede brindarles la oportunidad de "descubrir" el tema y solucionarlo. uno debía escoger un lugar tranquilo y privado donde se pudiese sentar
La construcción ritual exige que el ritual se adapte a la hipótesis sisté­ por la tarde y ordenar los puntos enunciados según el grado de impor­
mica. Los rituales, como una forma de intervención sistémica, deben tancia en cuanto a los efectos de su interferencia en la relación presen­
t.ambién adaptarse a otros métodos de intervención sistémica. No obs­ te. Se diseñó este ritual de confeccionar y ordenar una list.a de hechos
tante, para poder elaborar una hipótesis sistémica sería mejor abando­ pasados que cada uno consideraba que aún interferían con la relación
nar temporariamente las ideas e interpretaciones no sistémicas. actual para permitir que Sheila y Ted tomasen una perspectiva de ob­
El terapeuta de Sheila y Ted usó la percepción de resistencia como servadores con respecto a sus propias contribuciones a los síntomas ac­
una señal para pasar a una posición conceptual más compleja. El pri­ tuales. Incluía en su diseño y ejecución conceptos de construcción ritual
mer paso después de que el terapeuta advirtió que sus pacientes "se re­ como el de la alternancia entre el pensar y el estudiar los puntos de la
sistían" fue el de preguntar sobre el proceso de la terapia desde una lista, el ordenamiento de acontecimientos pasados que interfieren en la
perspectiva sistémica. Esto cambió la naturaleza de la terapia. Los pa­ relación, y el actuar "'espontáneamente"; evaluar repetitivamente la im­
cientes reaccionaron con una renovada curiosidad por sus propias expe­ portancia relativa de cada hecho recordado, la recomendación de una
riencias y posteriormente retomaron el proceso de la terapia. Parte de hora y lugar para que se produzcan las conductas ritualizadas; y el uso
esta reacción puede ser atribuida a la neutralidad en aumento del tera­ de instrucciones muy específicas sobre cómo realizar el ritual, aun acep,
peuta, quien se involucró activamente en una reformulación realmente tando instrucciones abiertas de qué acontecimientos deberían ser ritua­
curiosa de los comportamientos e informes de la pareja desde una lizados (véase también el capítulo 3 para un análisis más detallado
perspectiva sistémica. La novedad y originalidad de las acciones del te­ sobre el diseño de rituales).
rapeuta también pueden haber influido sobre las respuestas de los pa­ Cuando Sheila y Ted vinieron a la otra sesión con las listas en
cientes. mano, incorporé un ritual dentro de la sesión. Se los invitó a leer la lis­
A] principio el terapeuta usó opiniones sistémicas que dividieron ta mentalmente, a recrear intrapsíquicamente el tono emocional que
su posibilidad de comprender mejor el "retraso" en la terapia. Se les pi­ acompañaba al hecho original, y luego a decirle adiós al acontecimien­
dió a los cónyuges que ayudasen al terapeuta a entender si la molestia to como una influencia activa en su vida actual Aceptaron gustosa­
en la terapia era sólo uno de esos hechos comunes en los que las cosas mente mi "invitación". Si hubiesen asumido una actitud renuente o
se retrasan por un inst:.ante o si era un indicio de que el terapeuta esta­ hubiesen completado el ritual de enumeración, mi respuesta hubiese
ba cometiendo un error al usar la terapia sexual cuando en verdad su sido la de aceptar lo que se presentase y usar eso como la información
"verdadero" problema tenía más que ver con ser una familia. Respon­ en la cual se basaría mi próxima sesión. Yo no insistiría ní los obliga­
dieron al volver a la próxima cita y discutir sus temores sobre la pater­ ría a hacer lo que yo deseaba. Al completar la recreación intrasíquica,
nidad y perderse uno al otro. Esto parecía tener rafees en los comienzos sugerí que quemasen los recuerdos de a poco. Esta era una tarea más
de su relación y fue Sheila quien lo mencionó al referirse a él como un dificil para Sheila. Comenzó a llorar y, cuando le tocó el turno al punto
hecho temprano que ella "nunca discutiría y nunca olvidaría". que ella había calificado como de mayor influencia en los problemas de
En esta fase de la terapia, el terapeuta dio una opinión que los co­ su vida actual, le resultaba dificil quemarlo. Por último, con aire de
locó a los dos como víctimas del concepto del matrimonio, y se refería a envalentonamiento aTTojó el papel al fuego y terminó la actuación. El
que cuando ellos se casaron en su juventud cesaron de ser amantes. Se propósito de quemar estos "hechos" era el de crear un hito en el tiempo
les recetó un ritual Se les pidió que confeccionaran una lista en forma para cada cónyuge, es decir, cada uno tendría la opción de escapar a la
individual de los hechos más import.antes de su pasado, ya sea como pa­ paradoja del pasado, presente y futuro que se derrumbaba en su expe­
reja o individuos, que interferían para que ellos fuesen la pareja que riencia del tiempo. Los rituales permiten que uno delimite el pasado
querían ser. Se les pidió que anot.aran todo lo que se les viniera a la del presente y el presente del futuro. Decidí incorporar un ritual den­
mente apenas terminasen la sesión, pero que guardasen la lista a mano tro de la sesión por varias razones: servirse de la sorpresa, ya que an-
308
309
tes no bahía incorporado tareas o actividades dentro d la se ió_n; o ha­
cer partid-par a la pareja del uso de he¡hos. te apéuli s on ales y
para permitirme personificar el rol de testigo en la colocación del
1
1
peuta si estaría bien que siguiesen teniendo relaciones sexuales para
ver si quedaba embarazada. El terapeuta recomendó que fuesen con cal­
ma y practicaran lo que mejor sabían.
pasado en su lugar". . , . . .
Una semana después, en la siguiente ses ón, _lllclu1m :Uº entie­
.
¡ En su seguimiento de ocho meses (la pareja pospuso su cita),
Sheila no quedó embarazada y habían iniciado los trámites de adopción.
rro como ritual. Se le pidió a la pareja que traJeran un rectp1ente que Contaron que de vez en cU8Ildo tenían relaciones pero dependían más
simbolizara su relación actual pero del que podían desprenderse. Esto de sus prácticas sexuales comunes. A Sheila la habían ascendido en el
se hizo para poder usar un objeto de simbolismo familia que ra espe­ trabajo y Ted abandonó su trabajo para ir a la escuela y tomar clases co­
cífico para la pareja. Resultó interesante que esta pareJa, a la cual se mo técnico en computación.
podría colocar bajo la hipótesis de que tiene dificultad e? "consumar"
su relación, trajo el recipiente donde antenormente bab1an guardado
1 los anillos de boda. Las cenizas de la sesión de quema fueron "enterra­ Análisis del caso
das" en la caja. Se les dijo a Sbeila y a Ted que encontraran un lugar
de entierro privado para estos hechob del pasado que eran "abandona­ Al reflexionar sobre el tratamiento de Sheila y Ted, se pueden ha­
dos" y "a los cuales se colocaba a d scansar en paz". _U breve_ discu­ cer una cantidad de inferencias sobre la terapia. Parece ser que cuando
sión de potenciales reacciones emocronales ante la aflicción suscitada y tenían problemas en utilizar la terapia sexual directa, la interpretación
se le dio cita a la pareja para que volviese en seis semanas. La inten­ de esta "resistencia" como un suceso en la relación terapéutica y no una
ción del terapeuta con esto fue la de usar un acto simbólico familiar, propiedad de los individuos involucrados conducía a diferentes acciones
aceptado socialmente, para crear una oportunidad de interactuar como e interpretaciones por parte del terapeuta. Esto tal ve:.;r; baya liberado
parejn. Una manera diferente a su clásico "más de la solución errónea" tanto al terapeuta como a los pacientes de la obligación de que cada rmo
(se le recomienda al lector consultar el artículo de Luckhurst (1985), lograse que el otro "lo vea a su manera". Esta libertad puede entonces
"Resistencia y la 'nueva' epistemología"). Le. intención no era_ realme ­ ser tomada por el terapeuta para crear oportunidades interpersonales
te "poner el pasado en su lugar" por medio de la representación del n­ originales para lospacientes que confían más en un pa.norama sistémico
tual. de los acontecimientos que en la causa más usual y la perspectiva efecti­
Cuando regresaron parecían casi transformados. Sheila contó que va. Los rituales en sí mismos se pueden considerar como algo que pro.
tuvo que tomar licencia en el trabajo durante una semana después del vee sucesos concretos que permiten estas oportunidades. Al hacer y or­
entierro porque se largaba a llorar. Durante esta licencia de una sema­ denar las listas, el concepto de separar en el tiempo sus experiencias del
na se encontró a sí misma constantemente pensando en el pasado. pasado, presente y futuro esperado puede examinarse indirecta y expe­
Re ordó que un día, unas dos semanas después del entierro, de repente rimentalmente. Al quemar y enterrar esos símbolos escritos de aconteci
1 se iluminó y comenzó a pla.near su futuro. Tedcontó su experiencia, que mientas emocionales del pasado, tanto Sheila como Ted tuvieron la
era diferente. Dijo que al principio las sesiones de quema y entierro le oportunidad de delimitar el tiempo experimentado personalmente de
resultaron ridículas. Sin embargo, unas dos semanas después de que una manera más interpersonal. Con la tolerancia interpersonal en au­
la pareja había enterrado la caja de los anillos de boda llena de cenizas, mento generada a partir de esas distinciones originales, aumentaron las
se dio cuenta de que se enojaba por nada. Después de una ocasión en el opciones de conducta y de experiencia de la pareja. Se pudieron enten­
trabajo en la cual se cortó con uno de sus cuchillos de carnicero, repenti­ der coherentemente las nuevas experiencias, mieritras que se experi­
namente se dio cuenta de que estaba viviendo en el pasado y comenzó a mentaron personalmente lossucesos del pasado.
hablarle a Sheila sobre cómo sería su relación en el futuro si tuviesen
hijos. A su vez, Sheila decidió continuar con sus ejercicios de ajuste va­
ginal, y los encontró más fáciles que antes. Cu.ando se les preguntó cómo La terapia sexual y los rituales terapéuticos
había andado su vida sexual durante las últimas seis semanas, admitie­
ron tímidamente haber tenido relaciones sexuales en varias ocasiones. Hay un gran número de rituales posibles relacionados con aswitos
Esto había ocurrido en una situación de placer mutuo y con relativa sexuales. Están limitados sólo por la creatividad de los terapeutas y las
tranquilidad. Al principio, a decir verdad, Sheila no podía creer que Ted conveniencias sociales de los rituales.
la había penetrado. Los rituales de acción tales como congelar realmente un símbolo
Como dato interesante dijeron que el coito no era lo que ellos ha­ relacional cuando se piensa que la introducción del tiempo es necesaria
bían esperado. Los dos estuvieron de acuerdo en que sus actividades se­ pueden ser útiles. A cada cónyuge se le enseña a sacar el objeto y des­
xuales previas (caricia oral y mutua) era mejor. Le preguntaron al tera- congelarlo cuando perciba que los acontecimientos se le están yendo del
1 310 311
control (discusiones, expectativas sex.uales, e!,c). Se les enseña a 1;º con­ "tarea" del otro es observar el disfrute del primero. En el siguiente in­
tinuar con el comportamiento que inten:umpieroI?- duran eJ p nod? d_e tervalo, los compañeros invierten los roles. Los rituales de intervalos y
descongelantiento sino a reflexionar o a tuar se na disf:inción sisté­ otros, tales como los rituales de celebración, ayudan a distinguir los con­
mica que el terapeuta considera potencialmente utd (por e,Jemplo, pen­ textos de oportunidades personales de los de obligaciones hacia los de­
sar si las discusiones sirven más para necesidades sexuales o afectivas). más, los roles genéricos de los hechos de pareja, y así sucesivamente.
Después que se descongela el objeto, se sugiere que los cónyuges conti­ Los rituales mixtos mezclan las distinciones deseadas, digamos en­
núen con sus vidas hasta quese necesite introducir tiempo nuevamente tre la acción y el contexto, tales como Wia cena sensual o el ritual del
(véase el capítulo 4). Los rituales de quema y entierro usados con Sheila baño sensual. En el ritual de una cena sensual se prescribe la oportWii­
y Ted también son rituales de acción. dad de cocrear el contexto deseado a través de acciones específicas. Se
Muchos rituales sexuales caen en la categoría de acción. Aun los les dice a los compañeros que confeccionen un menú para una cena es­
ejercicios de ajuste percibido por medio de los sentidos pueden ser utili­ pecial Cuando se decidió el menú, se les dice que vayan jWitos al alma­
zados ritualísticamente (en contraposición a la idea de que con la prácti­ cén y compren los ingredientes. Una vez que compraron las provisiones
ca se perfecciona una tarea) para resaltar la distinción entre un enfoque deben preparar la comida juntos, aunque uno actúe como "mano dere­
autosensual y un enfoque del desempeño de otra persona. Otras formas cha" y el otro como "jefe" de cocina Se les ordena comer la comida en un
de rituales que puede usatse para describir la distinción entre sensuali­ lugar poco común en comparación con las comidas de todos los días.
dad (como un acto basado en la sensualidad) y desempeño (propio, de Finalmente, se les pide que no usen cubiertos para alimentarse ellos
otro de los genitales, etc.)), pueden incluir lo que en general se conoce mismos, sino que cuenten con que su compañero los alimentará. Pueden
com tareas de terapia sexual. AJgunas de éstas son: para la mujer pre­ hacerse más sugerencias según el propósito del terapeuta y las necesi­
orgásmica, la representación de un orgasmo, primero en forma p vada dades específicas de la pareja, tal como una directiva contra cualquier
y luego ante la presencia de su compañero; para los cónyuges con discre­ comunicación verbal. Los rituales de este tipo pueden ayudar a las pare­
pancias en el deseo de tener relaciones sexuales, la relación sexual pres­ jas a construir lU\ lenguaje interpersonal de sensualidad y diversión dis­
crita alternada con la relación sexual que se mantiene sólo cuando am­ tinto del comporta.miento y el deber.
bos lo desean mutuamente, y como una alternativa para obligar a tomar
la responsabilidad en el orgasmo de la pareja, el uso de autoestimu1a­
ción prescrita ante la presencia aceptada del compañero. El intento del
terapeuta, así como su consecuente representación del ritual, distingue Notas
a los actos ritualizados de las tareas simples.
Los rituales de pensamiento y sentimiento tales como la prescrip­
ción de los días pares/días impares para examinar si la experiencia de 1 El uso del tér:mino si,;témiaJ en todo este capítulo hace referencia al coajunto de
un hecho de la relación está más al servicio de las necesidades sexuales ideas y teotfllS a las que nos referimos alternativamente come,: Miláo, ecoaistém.iro, o ci­
de la pareja y personales o más al servicio de las necesidades de intimi­ bernética. de segundo orden. La teorta oomún tejida entre todas e11tas Vliliones es una vi­
dad de la pareja y personales, pueden usarse junto con los momentos en sión esquemática circular de pmcesos interpenonales. Esto ae diferencia de las visiones
más fisicalistas de loa sistemas que ba.n sido ÍOmimtadas dentro de la teorta de los siste­
que se prescribe ser "espont.áneos" y actuar naturalmente. El ritual con mB.S geners.\es y las visiones que han sido construidas en su epíE<temologfa flsica original
Sheila y Ted de enumerar hechos importantes del pasado que fueron de fuerza Y podor. Para un análisi9 más detallado de est.oe problema.a se remite al lector al
considerados influencias negativas en el presente, es un ejemplo de WI libro de Bradford Keeney, The kstheti.cs o/ e han.ge (1963).
ritual de pensantiento. 2 El Inventario del funcionamiento sexual de Derogatis es un cueetionario bastante
extenso del tipo de elección múltiple. Pregunta acerca del conocimiento sexual, actitudes,
Los rituales de contexto facilitan oportunidades para distinguir valores, romportamíentoe, fantaefas, imagen corporal, sintomatologfa general y a.llnídad
significativamente los contextos diferentes y para responder adecuada­ sel(Ual. Ejemplos normativos pueden obtenerae del editor original.
mente. Por ejemplo, la prescripción de intervalos es para que uno de los El Inventario de ajuste marital de I...ock Wallace es un breve cuefitionario para com­
miembros de la pareja encuentre una actividad con la que disfrute po­ pletar, que e)(aIDÍoa la relación ms.rital de la pareja desde el punto de vista internctivo y
de loe roles. El autor usa este cuestionario particular para comparar la reacción de un cón­
tencialmente y para que se pongan de acuerdo para realizarla. El otro yuge con la del otro. También he modificado el ruestionario para incluir las relaciones de
compañero lo acompaña entonces de una manera "obligatoria". El tiem­ convivencia y para ponerlo en términos menos sexistas.
po de esparcimiento es limitado y los hechos están restringidos a aque­ 3 L:>s ejercicios de ajuste percibido a través de los sentidos fueron popularizados por
llos que no requieren de la participación del compañero en el placer de Masters y Johnson en 1970 y han constituido uno de los principios M_.iicoe de la terapia se"
la primera persona (ejemplo: "bailar y jugar a las carlas" est.án descar­ irual a partir de ese momento. :&.Los ejercicios son una sesión prescrita en pareja de mimos
y caricias 9e11-'iUales que se oentra en la información sen¡¡ual en contrapo,:,íción al desempe­
tados pero no lo est.án "cenar e ir a caminar"). La "'tarea" del compañero üo sensual o sexual. La actividad sexual abierta así oomc, la relación Bel[]Jal están general­
que elige es disfrutar él mismo tant.o como se lo permita el hecho. La mente "prohibidas" durante estas sesiones. Se inteota reducir o eliminar lwi expe,;tatívas

312 313
T
mieotrBS ee crea ll.tL J;l:lan:O en el cual la pateja pueda practicar las ba8'eS de la estl.mulación
1
sexual; c,apacidad para ooocentru.J:Sesensualmente en laseenaat:ionea del propio cuerpo. 11

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,.,.__
C.B.S. Publicatione, 41 ed.
Keeney, Bradford P. (1983): The aesthetics of change, Nueve York, Guilford
tieron. Pero todos hicimos un esfuerzo en comWl por nuestro viaje en
f.amilia al campamento. Mi primer marido era el responsable de la
tienda de campaña y cuando la abrimos notamoa que le faltaban los
LoPiccolo, L. (1980): "Low sexual desire". En S. Lieblum y L. Pervin (romps.): dos postes en el centro. Fue una l"Ula... en el medio de ninguna par­
Priricipks and pro.ctice of se:i: therapy, Nueva York, Guilford Presa. te...Las payasadas de Bob mientras se las arreglaba para armar esa
Luckhurst, P. (1985): "Resist.ance and the 'new' epistemology", Journo.l o( tienda de campaña con los presentes ayudándolo con contribuciones
Straf€8ic and Systemic Therapies, 4, 1-12. poco prácticas...Todavía nos reímos cuando pensamos en planear
Masters, W. H. y Johnson, V. E. (1970): Human se:.:ual inadequacy, Boston, otras vacacioIJBs.
Little, Brown. -Ka.y describe las primeras vacaciones de su segunda famHiií.
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"Nonhormonal pharmacological treatment of organic impotence", Journal ¡El primer viaje de campa.mento al que fuimos como familia fue
o/Urology, 128, 45-47. un desastre! Cometimos el error de ir a un lugar que babia sido mi fa­
Morales, A.; Surridge, D. H. C. y Marshsll, P. G. (1981): "Yohimbine treatment oí vorito en mi primer matrimonio. Los recuerdos interferían. nada salía
impotence in diabetes", New Englo.nd Joumal of Medicine, 305,1221. bien. 8am. y yo tuvimos nuestra primera gran pelea. Nuestros niños
Sanders, G. L. (1986): "The interview as intervention in sexual therapy", no quisieron dormir juntoa en la tienda de campaña. para niños, así
Journal of Strategic o.nd Systemic Thernpy, 5 (1,2), 50-63. que terminamos con su hijs en nuestra tienda de campaña... Pasaron
Selvini Pala.zzoli, M.; Boscolo, L.¡ Cecchin, G. y Prut.a, G. (1978): Parador. and semanas antes de que olvidásemos esta experiencia.
coun.terpa Nueva York, Jason .Aaronson. -Andrea describe el primer verano
Selvini Palazzoli, M.; Boscolo, L.; Cecchin, G. y Prata, G. (1980): de eu nueva vida JilH.trimonial.
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'Ibmm, K M. (1987): "Interventive interviewing: Part 11. Rellexive questioning cada una de estas familias se enfrentó a una pequeña crisis en la cual
as a means to enable selfhealing", Fo.mi/y Procese, 26 (2), 153-183. t.anto las herencias positivas como las negativas de sus matrimonios an­
Tomm, K. M. (1984a): "One perspective on the Milan systemic approach: Part l. teriores estaban presentes en una experiencia nueva para el nuevo gru-
Overview of development, theory and practice", Journa.l of Marital and po familiar. Durante los primeros años de un matrimonio en segundas
Family Therapy, 10, 113-125. nupcias, las familias se encuentran con una cantidad de situaciones en
'Tumm, K. M. (1984b): "One perspective on the Milan systemic s.pproach: Part II. las cuales no sirven los modelos que servían antes. Experimentos con
Description of session format, interviewing atyle and interventions",
Journal o(Marital o.rui Family Therapy, 10,253.271. éxito pueden pasar a ser los comienzos de Wla nueva vinculación ritual
Wolin, S. J. y Bennett, L. A. (1984). "Family Rituale", Family Process., 23 (3), en la familia. La ejecución de rituales, desde las situaciones diarias a
401-420. los más formales ritos de pasaje pasan a ser oportunidades para redefi­
Zilbergeld, B. (1978): Male Se:.:uality: A Guide to Sexual Fulfillm.ent, Nueva nir la pertenencia a la familia, revisar, respetar o deshacer los recuer­
York, Little, Brown. dos del primer matrimonio y establecer modelos de organización fami­
liar que tendrán un impacto duradero. La fonna y el tono emocional de

1 314 315
estas soluciones reflejan e influyen sobre el desarrollo de la organiza­ res familiares deseados. La repetición consciente de las rutinas cotidia­
ción de la familia. nas ayuda a desarro11ar el sentido de normalidad dentro y fuera del ho­
En la primera fase de las segundas nupcias el proceso de integra­ gar. Por otra parte, cada una de estas ocasiones se usan, también, para
ción de la-s herencias de la esposa y del marido es parecida a la fase ini­ crear distancias, poner de manifiesto una lucha perpetua y consolidar
cial del primer matrimonio, salvo que, en vez de ser una negociación, diferencias dentro y entre los subgrupos de la segunda familia. En este
entre dos adultos es una negociación entre dos subgrupos de adultos y capítulo aparecen ejemplos de familias clínicas y no clínicas para ilus­
niños fuertemente ligados. Esto hace que las diferencias se noten más trar el papel de la ejecución de los rituales que facilitan e impiden la
fácilmente y que sea más dificil adaptarse. Además, muchas de las re­ creación y la integración de la organización del nuevo matrimonio.
glas comunes de la vida en familia se basan en el núcleo familiar y no
continúan siendo útiles o adecuadas. Estas reglas ordenan una unidad
familiar que reside en un hogar en el cual los dos adultos están unidos Definición de ritual
biológicamente y son completa.mente responsables de los niños y con dos
redes de familias extensas. Los matrimonios en segundas nupcias tie­ Identidad familiar
nen miembros de la familia que viven en diferentes hogares. Los lazos
económicos, legales, biológicos y emocionales se extienden más allá de La definición de ritual que aparece en este capítulo es la propuesta.
loslímites de los hogares, y las redes de parentesco se extienden a seis o por Wolin y Bennet (1984):
más familias. Todavía hay pocas pautas sociales para la organización de
las familias en los sistemas de parentesco en matrimonios en segundas Forma simbólica. de comwúcación que, debido a la satisfacción que ex­
nupcias y pocos modelos para los roles de relaciones normales de pa­ perimentan los miembros de la familia a través de su repetición, se ejecu­
drastros, hijastros y ex esposas, esposos, etc. Hay pocos modelos forma­ ta de une. manera sistemática. a lo largo del tiempo. A causa de su 5:ignifi-
les para las fami1ias casadas en segundas nupcias que atraviesan los cado especial y su naturaleza repetitiva, los rituales contribuyen en forma
periodos de transición normales en la vida fami1iar. Además, no existen significativa a la consolidación y preservación del sentido colectivo de sí de
ceremonias tradicionales para las transiciones evolutivas propias de es­ la familia, y a esto lo denominamos "identidad fa.miliar" (pág. 404).
tos matrimonios.
Debido a la naturaleza evolutiva, no tradicional, compleja e inter­ El desarrollo de un sentido satisfactorio de identidad familiar en el
dependiente del sistema familiar de las segundas nupcias, la atención al caso de un segundo matrimonio es la clave de la lucha en los primeros
cumplimient.:i del ritual es decisiva en la situación terapéutica. En las años y, en verdad, muchas familias no triunfan. Al observar el "pasado
primeras etapas, la creación de sentimientos de pertenencia, de cohe­ enclavado en el presente" (Wolin y Bennett, 1984, pág. 402) se pueden
rencia. y normalidad es un problema que hay que resolver. La mayoría ver restos no sólo de las familias de origen, sino también de los primeros
de 1os autores notan la ausencia de apoyo social para la segunda familia matrimonios de los años pasados con un solo progenitor. En los segun­
(Papernow, 1984; Sager, Brown, Crohn, Engel, Rodstein y Walker, 1983; dos matrimonios se disputa acerca de a cuántos de los parientes ante­
Visher y Visher, 1979). Creen que una de las ta.reas importantes de esta ri res y de losnuevos incluir en el concepto de familia mientras que, al
familia es desarrollar nuevos rituales para su consolidación. Estos se mismo tiempo, se trata de preservar un sentido integrado de hogar.
elaborarán de manera tal que algunas formas convencionales se man­ Además, la definición, de "hogar" y de "pariente cercano" varia según
tengar, y otras cambien de modo irrevocable. Sin embargo, se ha explo­ cada miembro. Una mujer con hijos de su matrimonio anterior tiene
rado muy poco en el campo del comporta.miento familiar o de los conse­ vínculos familiares con su esposo actual e hijos y también con su ex es­
jos para los terapeutas, los que serían de gran utilidad para el trata­ poso e hijos. Su marido, sin matrimonios anteriores, se limita a tener
miento de las diferentes etapas del desarrollo del matrimonio en segun­ esa sola familia. Los hijos del primer matrimonio de la esposa tienen su
das nupcias. hogar materno y paterno, más los de sus dos nuevos padres y sus fami­
En mi opinión, en la primera etapa, prestar atención al desarrollo liares. Debido a la difusa delimitación de la composición familiar es ne­
de las ceremonias y costumbres familiares puede ser una intervención cesario elaborar un concepto de identidad que incluya esta cad na de
preventiva muy poderosa para mantener la estabilidad y disminuir el parentescos altamente compleja y .ta normalice. No se debe ignorar el
grado de estrés psicológico experimentado por cada miembro. La incor­ hecho de que el divorcio y el segundo matrimonio cambian la naturaleza
poración de la estructura familiar del matrimonio en segundas nupcias de las relaciones anteriores pero no las dan por terminadas.
en los rituales formales utiliza la influencia de la tradición para dar le­
gitimidad a esta nueva forma de familia. Las ocasiones especiales ofre­
cen la oportunidad de expresar, públicamente, las conexiones y los valo-

316 317
Celebraciones familiares
T fuerte lazo en la segunda familia, con el mensaje para los niños de que
"somos una familia normal', otra vezcon dos progenitores bajo el mismo
Wolin y Bennett (1984, véase también el cap. 9) describen tres ca­ techo". Pero este mensaje contradice la realidad de que hay una diferen­
tegorías de rituales familiares, cada una de las cuales implica un desa­ 1 cia en la calidad del parentesco entre las díade.s biológicas y las de nue­
fío especial para la elaboración de la identidad familiar en el caso de un va formación, diferencia que se hace más notable cuanto más grande es
segundo matrimonio. Las celebraciones familia s se definen como el el hijo. También niega la vida anterior del primer matrimonio y le resta
festejo de los días especiales o los ritos de pasaje de un modo que "afir­ importancia al contacto permanente del niño con el padre en el otro ho-
men la identidad de grupo total para la familia nuclear" (pág. 404). En gar, además de que alimenta sentimientos de enojo y denigración en el
el caso del segundo matrimonio estos festejos son t.an importantes como hogar del padre biológico en el que no vive el hijo.
lo fueron para el primero; más aun, deben reestructurarse de manera Por otra parte, si bien reconoce la realidad de los vínculos cruzados
armoniosa para adaptarse a ese requisito singularmente único que es el existentes, la nueva familia debe crear tradiciones que refuercen los la­
de extender el vínculo familiar a más de un hogar. Y deben adaptar más zos dentro del nuevo subgrupo e integren el subsistema familiar del
elementos de herencia ritual, ya que la familia extensa ahora incluye i::sposo y de la esposa. Tal vez sea necesario que estas tradiciones se
1 parentescos adquiridos y anteriores. adapten de un modo flexible a las entradas y salidas de la familia de al­
Los ritos de pasaje "ayudan a definir la lista de miembros" (Wolin gunos de sus miembros. En las parejas que contraen segundas nupcias
y Bennett, 1984, pág. 405). Siguen haciéndolo en la segunda familia, pe­ muy rápidamente, muchas de estas tradiciones son cambiantes y expe­
ro estas listas ahora incluyen nuevos parentescos y definiciones de roles rimentales, aun cuando sea muy avanzada la etapa de desarrollo de la
que no se adecuan fácilmente a las fórmulas convencionales para ocasio­ familia de acuerdo con la edad de los hijos.
nes altamente ritualizadas. ¿Qué lugar tienen nuestros hijos en la cere­
monia de casamiento? ¿Cómo se acomodan cuatro padres con dos entra­
das para una graduación? ¿Quién le presenta al rabino al niño que toma Modelos de interacciones familiares
el bar mitzvah? ¿Quién está a cargo de la recepción en la boda de la hi­
ja? Los ritos de pasaje de los hijos son importantes para la familia ex­ Por último, los modelos de interacción familiar "ayudan a definir
tensa t.anto de los padres como de los padrastros, pero puede no haber los roles y responsabilidades de los miembros; son un medio de organi­
consenso entre los miembros de la familia acerca de quién pertenece a zar la vida diaria" y "por medio de estas actividades cetidianas, las fa­
ella y quién no. milias expresarán sus creencias compartidas y su identidad común"
La ceremonia del segundo casamiento es la señal formal del com­ (Wolin y Bennett, 1984, pág. 406). En las primeras etapas del segundo
promiso de la nueva familia. La manera en la que se lleva a cabo consti­ matrimonio no existen todavía creencias compartidas ni identidad co­
tuye una declaración sobre el parentesco en la red de la familia extensa, mún. Por eso se ponen en juego en lo cotidiano la confusión, la lucha y
así como también sobre ideales relacionados con la forma que tendrá la la tensión. Lo que una vez fue invisible y automático se convierte en ex­
nueva unidad. Generalmente todas las celebraciones familiares se con­ plícito y se negocia interminablemente. Las disputas sobre qué es ser
1 vierten en oportunidades para dramatizar conflictos permanentes, padres y hermanos, y todos los otros "caminos correctos para vivir jun­
actuar públicamente para expulsar a algún miembro en particular o re­ tos", no reflejan necesariamente las dificultades comunes de un nuevo
definir creativamente los parentescos de forma inclusiva pero diferen­ grupo social que comparte el mismo espacio. También reflejan la reali­
ciada. dad de que las creencias del núcleo familiar no se trasladan fácilmente
a la nueva familia. Se deben reinventar muchas reglas de la vida coti­
diana, lo que perturba la sensación de estabilidad social y la identidad
Tradici.ones familiares personal y familiar de cada miembro.
Hay que destacar que en este capítulo se pone el acento en un mo­
Las tradiciones familiares que "represent.an simbólicamente a una delo integrativo del sistema familiar por casamiento en segundas nup­
familia" (Wolin y Bennett, 1984, pág. 404) contienen hábitos desarrolla­ cias. En un modelo como éste se considera que ambos progenitores bio­
dos por una familia nuclear dentro de un hogar. Para los acontecimien­ lógicos son importanes en lo afectivo y se los alienta a que continúen
tos en los
ciones queque participan
superen los niños,
los límites la segunda
de la familia familia puede
y reconozcan crear
el hecho detradi­
que ocupándose activamente de sus hijos, aun cuando no vivan cerca.
Además, se respaldan y se aclaran los vínculos cruzados en la familia
los hijos tienen parentescos primarios, por lo menos en dos lugares. extensa. (Por ejemplo, las relaciones entre la madre y la madrastra, el

l Para algunas familias, la declaración simbólica se convierte en que so­


mos una "familia binuclear" y no una "nuclear". Para otras, se crea
318
un
padre y la ex suegra, etc.) Esta tendencia surge de la idea de que los te­
rapeutas, así como otros asistentes sociales, pueden tener una fue_rte in-

319
fl encia preventiva en la estructura familiar a través de su idea de la
T'
Definición de la familia decasados en
" rmalidad". L:is problemas de los hijos e"? las familias d un segundo segundas nupcias dentro de la:red de la familia e:x:tensa
matrimonio son exacerbados por la ausencia de los p geruto;es q e no
tienen la tenencia y por padrastros sobrecargados. Si se realizan mter­ La definición de "familia" que surge del segundo matrimonio con
venciones terapéuticas con la idea de que de n tomarse en cuenta t?­
dos los adultos existentes en la vida del niño, si se elabora un repertorio hijos es más inclusiva que la de la familia "nuclear". L:is miembros de la
de pautas de cortesía y respeto para los in rcambios ntre.lospadres, y familia están compuestos por la gran cadena de personas y relaciones
si se estimulan en los niños los lazos emocionales y biológicos entre los que se crea a raíz del divorcio y el nuevo casamiento. Estos lazos inclu­
yen vínculos de sangre, parentesco político, ex parentesco político y nue­
doshogares, se desarrollará una estructura másflexible. -
vo Parentesco. El trabajo inicial es la formulación de una concepción de
la familia extensa que pueda, de alguna forma, incluir a toda esta gen­
te. Dentro de esta definición, cada miembro debe esclarecer luego el gra­
Muestreo de familias de casados en segundas nupcias
do de cercanía o distancia de los ex parientes políticos, los actuales y la
nueva familia extensa.
Losejemplos de este capítulo fueron extraídos de tres fuentes e
Furstenberg y Spanier (1984) sugieren que 4as relaciones adquiri­
información distintas. Primero, estoy tratando de completar un estudio
das por matrimonio son automáticamente elegidas como parientes... pe­
exploratorio intensivo sobre el desarrollo de rituales en las nuevas fami­
ro no se las considerará de este modo a menos que se produzca algún
lias con hijos adolescentes, a partir del primer año de cas dos. Estas fa.
contacto íntimo durante un período prolongado (pág. 303). También ob­
milias las pude conseguir de palabra, al comentarles a anugos, c l gas Y
servaron que, en el caso de los adultos, los parientes políticos son reem­
al público de mis conferencias locales que estaba buscando fam1has de
plazables y sustituibles, mientras que para los hijos el vínculo con la fa­
este tipo que "se llevaran bien". Se entrevistaron tres familias en sus
milia extensa aumenta y se extiende con el segundo casamiento de los
hogares durante una hora y media mensual por el periodo de un año.
padres. Johnson y Barer (1985) destacan el rol de las mujeres como
La segunda fuente de información representa un intento de usar el
"guardianes del parentesco", a quienes les corresponde la responsabili­
material clínico de una manera más focalizada y cruzada. Les pedí a ca­
dad principal de la interacción. Describen diversos modelos de parentes­
da uno de los 12 miembros del centro Ann Arbor para la Familia que to­
co con los abuelos después del divorcio y el segundo casamiento, que van
maran una familia de segundas nupcias para sus prácticas e investiga­
desde la "red de parentesco contractual", donde las ex relaciones políti­
ran las celebraciones en las que participaron durante diciembre de 1985
cas son distantes y formales, hasta los "sistemas de parentesco en ex­
y noviembre y diciembre de 1986. Luego entrevisté a los miembro.s del pansión", que incluyen relaciones estrechas a lo largo de complejas ca­
plantel durante el mes siguiente para enterarme de las observaciones denas de divorcio y de nuevo casamiente en dos generaciones.
realizadas. El Centro Ann Arbor para la Familia es una clínica privada Cuando las familias de casados por segunda vez dan su versión de
para pacientes ambulatorios en la que trabajan reconocidos terapeutas lo que "debe ser" una familia, sus planes ilustran la diversidad de las
familiares provenientes de diversas disciplinas, como trabajo social, psi­ estructuras de organización posibles para una integración satisfactoria.
quiatría y psicología. Como se usa una escala ta.rifarla móvil, !os pacie ­ Un grupo consideró a su nueva familia extensa como una serie de círcu­
tes del centro representan a una amplia gama del estrato soC1.oeconóm1- los concéntricos (la pareja con su hijo biológico, luego este grupo más los
co así como también a una amplia gama de antecedentes étnicos típicos hijastros y finalmente la inclusión del ex esposo y de los parientes políti­
de't sudeste de Michigan (polacos, italianos, árabes, hispanos, griegos, cos). Su plan de vacaciones incluyó una diversidad de acontecimientos,
holandeses y alemanes, entre otros, y además blancos y negros del su­ con variedad de miembros, todos vistes como partes integrantes de un
deste cuyos padres emigraron para trabajar en las fábricas automo ri­ t.odo complicado. Otra familia respaldó conscientemente la inclusión de
ces, y una variedad nacional e internacional de familias y de pobl c1ón los hijos en los festejos de la familia extensa en los dos hogares, acomo­
universitaria estudiantil). Este estudio dio como resulta.do una sene de dando los horarios y ocupándose del traslado cuando era necesario; pero
descripciones anecdóticas de 16 familias que llevaban desde 4 meses a mantenían una prudente distancia entre las dos casas. Sus hijos se mo­
12 años de matrimonio (media= 4,4 aiíos). vían entre dosorganizaciones, admi_nistradas por separado y con un mí­
La tercera fuente de infonnación es mi propia práctica clínica en la nimo contacto entre ellas.
terapia familiar. Este proceso de definición de la nueva familia supone opciones
complejas sobre la aceptación del parentesco en el nuevo grupo. Si se
acepta esa relación, ¿cuánta responsabilidad y compromiso implica? El
padrastro tiene que encontrar un medio para ser un adulto que partici­
pa en una familia unida sin asumir plena responsabilidad como padre.

320 321
El nuevo y el ex esposo no tienen a Telac Ó1_1 socialmente de nida, pe­
T el aeropuerto cuando va a ver a. su padre. "Cuando bajo del avión, est.án
ro tal vez se encuentTen compartiendo dec1s10nes sobre cuestiones im­ todos allí: mi padre, sus padres y los padres de mi madre. Todos me
portantes de la educación de los niños (véase Ahro s y Perlmutter, abrazan, hablamos unos minutos y luego nos vamos a casa separados,
1982, para un análisis de varios modelos de estas relaciones). Los abue­ Veo a los padres de mi madre otra vez durante la semana cuando nos
los deben ocuparse de ver a los nietos, aun cuando pasen la mayor parte llevan a mi padre y a mí a cenar." A Andy lo tratan igual los padres de
del tiempo con la madre, que era su ex nuera (Johnson y Barer, 1985). David. "Después de la cena del Día de Acción de Gracias que pasamos
En una red de parentescos tan compleja es imposible encontrar una en su casa, mi nueva abuela me mandó pistachio; a mí no me gusta de·
pauta clara sobre los límites familiares. Sin embargo, las ocasiones del masiado, pero se lo manda a todos los nietos."
ritual ofrecen oportunidades para esclarecer y promover sentimientos

l
1
de acercamiento.

Breve ejemplo: los Bernstein


En ambas poblaciones, clínicas y no clínicas, las parejas dieron
ejemplos del poder de la generación de abuelos para brindar apoyo a la
nueva unidad familiar o para colaborar en las responsabilidades. La
madre de la seffora Bernstein hizo grandes esfuerzos desde el divorcio
para mantenerse en contacto con el padre de los niños y con los padres
David y Barbara Bemstein forman una pareja no clínica cuya f - de éste. El resultado fue lograr tranquilidad durante el tiempo que los
milia inmediata está compuesta por los dos hijos de Barbara, de su pn· niños pasaban con su padre, y la sensación de que siempre encontraban
mer matrimonio, y los tres de David (figura 1). El ex esposo de Barbara parientes que los respaldaran.
vive al otro lado de la costa y sus hijos lo ven durante las vacaciones. La
ex esposa de David vive a una hora de viaje y tiene la tenencia de los
tres hijos. El mayor va a la universidad en la misma ciudad donde vive Breves ejemplos
David y los dos más pequeños lo ven fin de semana por medio. La fami­
lia de Barbara y sus ex parientes políticos viven cerca de su ex esposo. En una familia clínica (véase la figura 2) en la que la hija de 6
1...os Bernstein creen que la cadena familiar debe incluir a sus hijos años, Heidi, había sido derivada por enuresis, los padres de la madre,
y han hecho esfuerzos conscientes para no perder el contacto de sus hi­ que fueron los principales niñeros de Heidi, nO aceptaron a la nueva es­
jos con sus ex parientes políticos, así como también para crear conexio­ posa del padre. Heidi se sintió desplazada cuando la trasladaron de un
nes nuevas. Andy C., de 13 años, hijo de Barbara, describe la escena en lugar a otro. Tuvo muchas dificultades para admitir sus sentimientos
positivos hacia su madrastra. En Navidad surgieron mayores proble·
mas, ya que cada parte de la familia se disputaba la presencia de Heidi
abu.,/os del medfu oeste abudo,, de la costa mas/e en esta fecha clave. Además, el padre de Heidi sintió la pérdida de con.
tact:.o con su ex cuñado. Causaría problemas verlo en forma indepen·
diente, aun fuera de losfestejos familiares.
v Por el contrario, en una familia no clínica, Bob Anderson siente
que se debería conservar la relación que creó su ex esposa con su fami­
lia. Así, él usa lo que llama "ausencia estratégica". En Navidad, cu.ando
ella viene a buscar a !iU hija de la casa de sus padres, Bob sale a hacer
un largo paseo, permitiéndoles "el tiempo de contacto".
En la búsqueda de ,ejemplos clínicos, un subgrupo de cuatro fami­
lias quese habían casado por segunda vez hada ya varios años (prome­
dio= 8,1 años) había abandonado la idea de integrar la familia nueva a
las de origen. Pa.ra las vacaciones de diciembre, todos los padres con sus
hijos biológicos f.1cron, cada uno por su lado, a los festejos con sus fami.
lias de origen y no se preocuparon por programarlas juntos. El hecho de
que estas parejas busquen tratamiento y estén a punto de separarse, se
" simboliza a través de su incapacidad para crear rituales que transfor­
Rebe<r.a Alan Sam men y estabilicen sus nuevas unidades dentro de un sistema integrado
de parentesco. En el ejemplo siguiente, el terapeuta de la familia Smith
Figura l. Le. familia Bernstein
deseaba revertir esta tendencia destructiva.

322
v 323
T
' en años anteriores. Carol quiso congraciarse con ella diciéndole que
tambiél) estaba preocupada por la opinión que pudiera tener la familia
del padre acerca de ella Pero, para ella, contrariamente a la madre de
Shanna, el contacto de Dwayne con su familia era importante.
Una vez que Shanna escuchó la verdadera preocupación de su pa­
dre, aceptó un plan para que toda la familia asistiera a la cena. Dwayne
le permitió volver a trabajar después de cenar. Una vez aclarado esto,
Dwayne le dio un mensaje directo a su ex esposa sobre sus planes, los
que ella aceptó. Más tarde informaron, con gran sorpresa y satisfacción,
que se habían divertido mucho en la cena. Shanna había descubierto
nuevos amigos en sus primos. Carol sintió que Dwayne la apoyaba, que
la incluía en las conversaciones y no la abandonaba por mirar la TV con
su hermano.
Las elecciones, los cambios y las posibilidades de relación con la fa-
milia extensa se pueden explorar fructíferamente en las entrevistas te­
rapéuticas. La anticipación de las ocasiones de festejo, en las que el con­
Heidi
tacto es inevitable, les permite a los miembros de la familia aclarar la
relación que desean mantener. En este proceso uno se puede enterar de
la incomodidad de un miembro de la familia acerca de un contacto de­
masiado estrecho ("Iré a la graduación de tu hijo pero ¡no me quedaré
Figura 2.Lafamilia de Heidi: conflictos en Navidad

Breve ejemplo: la familia Smith


Dwayne y Caro! Smith (véase la figura 3) llegaron a la clínica con
dudas sobre la idea de la hija de Dwayne de 16 años de irse de la casa,
sobre las relaciones sexuales y sobre su fracaso en la escuela. Como se
conf1i,,ti.ado
acercaba la fiesta de Acción de Gracias, se aceleraron los conflictos en­
tre Dwayne y su ex esposa y la hija, Shanna, quien anunció que trabaja­
ría todo el día y no le preocupaba lo que hiciera nadie. Durante una reu­
nión familiar su terapeut.tl los alentó a elaborar un plan explícito para el
día, dándole la oportunidad a cada miembro para decidir lo que queria
hacer. Al principio, Dwayue insii;tió furioso en que teníB.!l que ir con él a Dwayne
Q Carol
ver a su abuela. Shruuia, ne"Yiosa, replicó que iba a trabajar porque ne­
cesitaba el dinero para mudarse prrmto. Carol amenazó con irse de la
casa si no dejaban d gritarse.
Con el apoyo del terapeuta, Dwayne pudo decirles a sus hijas que
el origen de su preocupación era su madre, que estaba tan enferma que
no se sabía si iba a vivir un año más. Era muy importante para él que
ellas dedicaran ese poco tiempo a est.ar con ella. Shanna consiguió ex­
presar que estaba preocupada porque no se adaptaría, que la familia de
su padre la miraría mal y que se sentirla humillada. Además, argumen­
tó que nunca habían pasado el Día de Acción de Gracias de esta forma Figura 3. Lafa.milla Smith: planes para el Día de Acción de Gracias

324 325
toda la noche en la casa de tus ex familiares políticos!"), así como tam­
Tl
bién de las posibilidades de abrir nuevo territorio ("Fuimos los únicos
que nos presentamos los cuatro como padres de Josh en la fiesta de ba­
loncesto, atm cuando muchos de los otros chicos tienen madrnstras y pa­
drastros"). Cuando tma ocasión de festejo tuvo érito, puede haber tma
marcada disminución en la sensación de tensión y ansiedad, así como
1
Q Q Pa.111 Linda
un aumento de la sensación de normalidad. Sin embargo, muy a menu­
do los padres que no tienen la tenencia, los ex parientes políticos o los
medio parientes en otros hogares son excluidos intencional o inadverti­
damente de los ritos del pasaje de la familia central. Si no participan
significativamente en un festejo emocional importante, se crean senti­
mientos de alienación y desconocimiento que ponen en peligro la conti­
nuidad de la relación cotidiana.
/ La única oportunidad para una definición formal de la identidad
de la familia nueva dentro de la cadena de la familia mayor es la que t,,eron a utuir c,m P<>W y
ofrecen los hechos que rodean a la ceremonia de la boda. Lind,, antes de ca.oan,e

Figura 4.Lafamilia Adams


La ceremonia de la boda
La ceremonia de la boda es la señal pública formal del comienzo
del nuevo matrimonio. Einstein (1982) sugiere que la ceremonia de ca­
samiento en segundas nupcias le da a la pareja la oportunidad de "usar puntos de vista acerca de cómo educarlas, se puso de manifiesto la am­
la ceremonia para simbolizar declaraciones importantes y poderosas" y bivalencia sobre las obligaciones a largo plazo, y decidieron que el ma­

l
que generalmente los ritos de pasaje "les dan la oportunidad a las nue­ trimonio establecería su hogar. Sabiendo que al hijo de Linda le moles­
vas
biénfamilias de informar
de mostrar a losrelaciones,
cómo viejas amigos y a pueden
la comunidad, así comodentro
compatibilizar tam­ ta.ria
pasarlaesta
condecisión,
su padre.planearon
Sin tenerlaenceremonia
cuenta la para un fin de
importancia desemana que
las costum­
de cohesión para todos los nuevos miembros, para establecer nuevos lí-
una ceremonia sencilla.
del esquema de las nuevas" (pag. 33). Como acontecimiento transforma­ bres religiosas de Linda y sin poder acordar sus creencias con el vigoro­
dor, la boda puede ser también una oportunidad para una experiencia so rechazo de Paul de la religión formal, decidieron casarse por civil, con
mites y describir los contornos de la nueva estructura. Alternativamen­ Luego hicieron una reunión para los amigos. El hermano de Paul
1 te, el casamiento en segundas nupcias puede ser un hecho difícil y com­ fue el único miembro de la familia presente. Paul pasó la noche bebien­
plicado que simboliza el fracaso y desconcierta a los hijos y a la familia. do mucho y finalmente se fue a la cama. Linda se sintió abandonada,
deprimida y furiosa con Paul por su comporte.miento frente a sus ami­
gos. Ella terminó de limpiar la casa al día siguiente, sin ayuda de Paulo
Breve ejemplo: un mal comienzo desus hijas, sintiéndose como si hubiera cometido un grave error.
El mito de que se podría recrear la estructura de la familia nu­
La primera boda de Linda había sido una gran ceremonia formal, clear, la pauta de evitar el conflicto y la negación de la diferencia, dejó a
llevada a cabo en la Iglesia Católica con todas las ideas tradicionales. la familia sin opciones para elaborar una nueva visión. No podrían reco­
Cuando su marido la dejó por otra mujer ocho rulos más tarde, sintió nocerse las diferencias de vínculos y de autoridad entre los padres e hi­
que se desintegraban todo su mundo y su identidad. Entró en una seve­ jos biológicos y los padrastros e hijastros, sin amenazar el pacto estable­
ra depresión. Su romance con Paul la transformó y le hizo sentir, por cido en la pareja. Sin apoyo de la familia extensa, no tenían alivio en
primera vez desde su divorcio, que su sueño de tener una familia feliz sus responsabilidades con los hijos y, además, poco tiempo para estar so­
era posible nuevamente. Las hijas adolescentes de Paul también sofla­ los. Un año más tarde, su matrimonio terminó en divorcio.
ron y precipitadamente decidieron mudarse con Paul y Linda para esca­ Al describir los ritos nupciales a través de las culturas, el antropó­
par de la relación conflictiva con su padrastro. logo Ven Gennep (1960) ilustra tres motivos en las ceremonias de bodas:
ritos de unión con la nueva pareja, ritos de incorporación a la nueva fa-

\ 326
Como se suscite.ron tensiones entre Linda y Paul por sus distintos

327
1
milia extensa y ritos de separación de la familia de origen. Explica que había muchas declaraciones que querían hacer. A propósito invirtieron
estos procesos matrimoniales en muchas culturas se desarrollan uran­ la tradición y se sentaron en la puerta del templo y saludaron a sus in­
te unlargo período y diversos segrnenf:os se umplen en forma senal. vitados a medida que llegaban. Además, honraron el pasado al incluir
Las ceremonias de boda establecidas tienden a adaptarse a las ne­ una oración en memoria de la madre de Bob, que había muerto el año
cesidades de ritual de los primeros matrimonios. Para la persona que anterior. Además de sus votos matrimoniales, les hicieron hacer a sus
contrae segundas nupcias, la atención a todos estos temas es muy com­ hijos wia promesa de aceptar a los otros como "hermano/hermana y
pleja. Si una pareja en tratamiento decide casarse, una discusión explí­ amigo". Todos se sintieron muy impactados. Se sintieron cálidamente
cita de las acciones simbólicas de la unión, la incorporación y la separa­ alentados por sus amigos y por la familia que asistió. Fue wta oportwii­
ción puede ser productiva. Aunque el rito cent.mi de la wiión es i l al dad para que los nuevos parientes políticos se conocieran y para conec­
del primer matrimonio, el segundo trae consigo el programa adicional tarse con amigos y parientes de hacía años.
de que se lo compara con el primero en vez de crearse por derecho pro­ Debería destacarse que las sugerencias de demostraciones públicas
pio (Furstenberg y Spanier, 1984)._ Además_,_ la unión no. ólo si ifica de modelos de familias inclusivas de casados en segwi.das nupcias no
sueños para el compañero adulto smo tambten responsab1hdades mme­ son aceptadas por otras opiniones públicas comúnmente declaradas.
diatas en el cuidado de los niños. Cuando wia pareja planea su ceremo­ Westoff (1978) observa: "Muchas de las parejas casadas en segundas
nia de casamiento aparece el valor del matrimonio frente a las priorida­ nupcias evitan todos los problemas de quién está en el asiento del tem­
des que l)lantean Íos hijos y esto se puede e licitar en un.a dedarac! n plo o de cómo reunir a dosex familias para la ocasión... omitiendo todas
pública. Pueden hacer promesas sobre su unión y sobre la mcorporac10n las trabas. Se casan en el registro civil o en la. casa de wt amigo y, gene­
de los hijos a la nueva familia. ralmente, les piden a sus hijos y a Wl grupo de amigos que vayan. No
incluyen a la gente que no quieren y que no quieren asistir y a menudo,
tampoco a los padres" (pág. 64). El mensaje es que ésta es wia situación
Incorporación ch los hijos a la nueva familia difícil y complicada. Se debe evitar herir sentimientos; la importancia
de la ceremonia es celebrarla. Para las parejas casadas en 1950,
Un estudio hecho por Margan infonnó (1984) que en el caso de los Hollingshead (1952) encontró que, si la boda era la segunda de la mujer,
estudiantes universitarios cuyos padres se habían vuelto a casar, la el viaje costaba menos y había menos regalos. La pareja estaba menos
asistencia a la boda se relacionaba con la actitud del estudiante respec­ predispuesta a una boda fonnal o por iglesia, había pocos invitados, y
to del matrimonio en segundas nupcias. Por supuesto, es factible que era poco posible que hubiera una recepción. La consecuencia, además,
cuanto más dispuesto esté el hijo para el segundo casamiento, TI'} S posi­ es que se le ofrece a la pareja poco apoyo material y de red. Una pareja
ble sea su asistencia. Por otro lado, cuando se define a un h110 como casada bajo estas condiciones terminó sintiéndose sola, aislada, tironea­
miembro de la familia desde el principio de la nueva familia, aun cuan­ da en direcciones distintas por familias sin interconexión. A veces se
do no resida con la pareja, se consigue establecer lazos. Algunas fami­ preguntaban si "estaban realmente casados". Todavía tenían que enca­
lias conciben a la ceremonia como wt modo de reflejar los distintos nive­ rar estas situaciones difíciles y complejas, pero con poca ayuda.
les de parentesco con aquellos que asistan. Pueden elegir tratar a los
hijos de ambas familias de igual manera y darles Wl rol central en la ce­
remonia. Alrededor de los hijos hay otros familiares, luego Wl grupo de Conexiones con el pasado
amigos y parientes más lejanos. Los símbolos están en círculos: todos to­
mados de la mano para la bendición, sillas colocadas en anillos concén­ Mientras que el primer casamiento significa la separación de las
tricos, un grupo pequeño en la sala del rabino, seguido por wia gran ca­ familias de origen, el segundo a veces señala en forma positiva wia re­
sa abierta. conexión con las familias de origen. El tema de la separación se enfatiza
en relación con el primer matrimonio. El material clínico sugiere que
una preparación importante es wia comwiicación directa con el ex: cón­
Breve ejemplo: un matrimonio intencional }Uge sobre la decisión de volver a casarse. De esta manera hay un reco­
nocimiento explícito del significado de otra etapa en la separación entre
Bob y Kay Anderson anunciaron su "intención de casarse" a través ellos y la oportunidad de decir adiós de wia nueva manera. Como la ce­
de una carta a sus amigos cercanos y a las familias extensas que comen­ remonia marca una transición vital, vuelve a traer la experiencia de las
zaba con una foto de Bob, Kay y los hijos de ambos, presentado con hu­ pérdidas del primero y el resurgimiento de recuerdos y emociones. Estos
mor y algunos datos sobre su historia. Planearon su ceremoma con el sentimientos, que aparecen justo en el momento de un nuevo y esperado
sacerdote de la iglesia a la que asistían juntos, dejándole en claro que comienzo de felicidad, son muy desconcertantes. Por ejemplo, una mujer

328 329
describió el día que e11a y su novio fueron a hacerse las pruebas de san­ La reorganización de la familia nuclear a raíz del divorcio resulta a me­
gre. De pronto se sintió muy triste y extrañó mucho a su primer marido. nudo en la creación de dos hogares, el materno y el paterno. Eetos dos ho­
Confundida, terminó discutiendo con su novio y, de pronto, dudó si era gares relacionados entre sí, o núcleos de la fa.milis. de orientación del niño
prudente "casarse tan pronto". fonnan un solo sistema familiar: el sistema familiar binudear... Algun
Prestarle atención al pasado en la ceremonia formal sería une car­ familias h n u°:1 división bien marcada entr elprimero y el segundo
ga. Provoca sentimientos de pérdida, culpabilidad y le posibilidad de se­ hogar del niño, T.lllentras que en otras eate.s divisiones son más dífusaa y
guir con el conflicto con los ex cónyuges. Sin embargo, dos cie las famlias ambos hogares tienen una importancia principal. Por lo tanto el término
no clínicas investigadas hicieron referencia explícita a sus matrimonios (:zmilia bi?uckar i dica un sistema familiar con dos núcleos, iengan o no
importancia en la vida del niño (pág. 500).
anteriores. Explicaron en la entrevista que querían usar la boda para
"redirigir la energía en forma positiva". También coincidieron en que
era importante para los hijos seguir con los lazos con sus otros padres En el matrimonio en segundas nupcias se establece, generalmen­
claramente reconocidos. En una familia cada uno hace su voto marital te, un patrón de reglas que definen cuándo y cómo cada progenitor debe
para apoyar al nuevo cónyuge y al padre fuera del hogar pera las deci­ contactarse con sus hijos y el tipo de relación que deben mantener con
siones como padres. sus ex cónyuges. Si la nueva pareja discute y toma decisiones en con­
junto sobre los horarios, el dinero y los problemas de educación de los
Es útil notar en los trabajos clínicos que el grado en el que se pue­ hijos, la naturaleza de la relación entre dos casas y educación conjunta
de usar la ceremonia de bodas como experiencia transformadora depen­
de, en parte, de lo que le pareja piense y hable acerca del tipo de familia debe cambiar. Esto puede resultar en un"equipo ejecutor", coQperativo,
que quiere crear, la suma de acuerdos o las ganas de enfrentar desa­ con tres o cuatro formas de entender la paternidad y la maternidad.
cuerdos que muestran, y su sensación de que pueden controlar este pro­ Pu.e e quedar un equipo primario de progenitor biológico con el apoyo
ceso. La tres parejas no clfuicas investigadas expresaron un alto grado adicional de fondo del padrastro; o un triángulo fortificado en el cual el
de control, intención y placer sobre sus ceremonias matrimoniales. cónyuge del segundo matrimonio queda atrapado en una lucha sin
Comentaron: "Eramos los encargados", "Tienes la segunda oportunidad cuartel de posesividad, celos y defensa Cualquiera sea el modelo que se
de hacerlo en la forma que quieras", "Revertimos todo". desarrolle, existe ui:_ia clara interdependencia entre ambos hogares, da­
Si viene una pareja después del casamiento, la pregunta por la his­ do que los padres biológicos están involucrados con sus hijos (Ahrons y
toria de la ceremonia se transforma en una intervención útil Sisecuen­ Rodgers, 1987). Las interacciones clave que definen el modelo de esta
ta una historia positiva, se ayuda a la pareja a reexperimentar una interdependencia se manifiestan en la ejecución de los rituales en todos
época de buenos sentimientos y a reflejarse en sus expectativas. Una ! los niveles.
historia negativa puede crear la negación al casamiento en segundas En las ocasiones en que se necesita une participación de ambos ho­
1
nupcias y la falta de apoyo familiar. Para estas familias la tarea de ela­ gares tienen muy poco apoyo social para un modelo de copaternidad, pe­
borar un acontecimiento en el que se declarará públicamente su com­ ro so decisivos para prevenir la ruptura de la continuidad del rito por
promiso de matrimonio, traerá a menudo a la superficie muchos proble­ los hijos. Un modelo funcional de copatemidad es necesario no sólo para
mas para resolver. Si se los enfrenta con éxito los cónyuges se sentirán las vacaciones acostumbradas con la familia extensa sino también para
satisfechos y apoyados al elaborar una nueva ceremonia para ellos que muchos de los encuentros públicos donde se envían mensajes a miem­
simbolice el compromiso real y que brinde oportunidades para revisar bros de la familia y a extraños. Estos mensajes de relación producen un
las conexiones de parentesco. fu te impacto en los sentimientos de la identidad propia y la de la fa.
A pesar de que la ceremonia pueda ser une declaración pública de m1ha.
una nneva y audaz visión de la estructura familiar, los años que la si­
en están llenos de una serie de experimentos y experiencias que for­
Jan el verdadero marco de la familia. Los problemas que rodean a la Breve ejemplo
crianza conjunta de los hijos en el hogar son particularmente complica­
dos y contradictorios. Adam pudo finalmente decirles a sus padres que no le importaba q?-
e no se senta ll:11 _juntos en sus partidos de hockey. Lo único que que­ na
era que se dirigieran la palabra cuando se lo intercambiaban. Sabía que
Definición de la nueva familia en dos hogares: no llegaban a un acuerdo en muchas de las cosas referidas a él y se estaba
la familia binucleer adaptando a eso. Sin embargo, siempre se mortificaba con las de­
mostraciones públicas frente a sus compañeros de equipo y sus padres.
Áthrons (1979) definió el concepto de "familia binuclear" como: usan se desilusionó mucho durante la noche de los padres en el
colegio. Estas eran las ocasiones en las que la madre y la madrastra ri-
330 331
de
banencu anto a quién era .l.a más afectub
v.al1za
Ja madre,
osa.
. aSia¡se
la madrastra la cnticaba Y tam 1én
vestía en la casa
ma dre, por desa.
·r·
" .,

rreglada. Si se olvidab:t Ia letra, su m dre acusaba, al padre a la ma­


?
drastra de que la preswnaban. Despues la función su 8;'1ª1edad cre­
cía. Si iba primero junto a su madre, la cnticaba el padre. S1 se acercaba
primero al padre, heria los sentiuúentos e su madre. En su esquema
normal Susan podía evitar las confrontaciones. Cuando estaban todos
juntos en público se le hacía imp?sible complacer a todo el m do.
Como mínimo, el comprom1so con el modelo de la fam1ha extensa
requiere actuaciones públicas de c rtesía y urbani d, auncuando no.se
tengan sentimientos positivos hacia el otro progemtor. En las entreVls­
tas terapéuticas ]as familias pueden anticipar y ensayar esc nas en el
colegio, en la casa de los ex parien e políticos, en las grad c10nes y n
eventos similares. Los padres deciden el grado de acercamiento o dis­
tancia que quieren tener con sus cónyuges, mientras que los hijos expre­
san cuál es la diferencia para ellos. Actuar el modelo deseado _prueba
sus posibilidades y hace más probable que pueda efectuarse nn verdade-
ro cambio. _ Steve
Cuando esto no sucede pueden ocurrir intromisiones destru.cttvas
"'"
durante las ceremonias. Figura 5.Lafamilia Miller: un Día de Acción de Gracias conflictivo

Breve ejemplo: los Miller incluye a todos los adultos de ambos hogares para negociar planes con­
cretos que involucren a los chicos. En estas reuniones se entrena a los
Jim y Betty Miller, una pareja que vino a la clínica a solicitar_ ayu­ padrastros y madrastras para ofrecer información pertinente y evitar el
da matrimonial, describieron los efectos desgastantes de sus continuas rol del "caballero blanco", protector de su cónyuge ante los conflictos con
peleas con la ex esposa de Jim sobre el cuida.do de los hijos. Pa .ª la cena su ex pareja. A veces se los desplaza físicamente y se los coloca detrás
del Día de Acción de Gracias Jim y Betty incluyeron a su htJO de dos del cónyuge, para apoyarlo pero sin interferir. Los nuevos padres en es­
años, Ben, al hijo de Jim de 14 años, Steve, a su hija de 10, .Kar n, Y al ta situación constituyen una fuerza motivadora importante para la im­
hermano de Jim y su familia (véase la figura 5). Temprano, mientras plementación de un modelo cooperativo de copaternidad. Ven con clari­
Jim trabajaba en su despacho, Betty tuvo una discusión c?n Steve por­ dad cómo pasa a su matrimonio actual la tensión continua del anterior.
que se negaba a cooperar con ella. Aunque acordaron term!nar la pelea, Además, si los padrastros pueden apoyar abiertamente a los padres en
no se dirigieron la palabra hasta la cena. Adem s, en.medio d la ceo , el otro hogar y si el padre biológico asume la responsabilidad por su hi­
la exesposa de Jim llamó para hablar con sus h11os. J1m ateud1ó. el tele­ jo, se consigue un marcado alivio de las tensiones entre padrastros e
fono y luego le colgó. Este se repitió cuatro veces, hasta que deJÓ el te­ hijos. Una vez que se haya llegado a Wl acuerdo, habitualmente se en·
lefono descolgado. Karen perdió el apetito y se contuvo para no llorar. contrará una forma de manejar los festejos en que se respeten estas re­
Steve permaneció malhumorado; Betty estaba preocupada por no laciones.
crearse una úlcera. Jim tuvo que contenerse para no levantarse de la
El reconocimiento de la herencia de los padres biológicos dentro de
mesa y volverse a su despacho. El hennano de Jirn se compadeció de las tradiciones de la nueva familia es importante para los hijos, aun
Betty diciéndole que la madre de los chicos era una persona difícil
cuando el otro progenitor esté ausente.
de ttatar. Steve murmuraba que no importaba dónde estuviera, el otro
padre seria desplazado. Para todos, la batalla crónica n.o resuelta de su
primer matrimonio siempre interfe _a en las épocas criticas de construc­ Breve ejemplo: ritual perdido
ción de la cohesión de la nueva fam1ha.
Si la familia no puede proyectar un modelo funcional independien­ Leah, estudiante universitaria, le contó a su terapeuta la desilu­
temente el terapeuta puede cubrir una función importante ofreciéndole sión que sufrió la primera Navidad que pasó después de que su madre
su cons ltorio como lugar neutral para las reuniones copatemas. Esto se volvió a casar. Su madre y el padrastro eran viudos. Su matri_monio
332 333
T
era una oportunidad para ellos de obtener una nueva :ensación e bie­ desarrollo de nuevas tradiciones pueden ser decisivos en la formación de
nestar adulto y liberarse de la carga que respresenta cnar a l?shiJOS so­ 1 una identidad familiar viable. Al negociar las conexiones dentro de la
lo. Todavía no llegaron a un acuerdo acerca -de la forma de msertar el amplia red familiar, la familia de reciente formación consolida su propia
pasado en esta nueva visión.
Después de la muerte del padre de Leah, su familia elaboró un ri­ ! organización interna, pues las fronteras alrededor de la unidad familiar
básica son claras. Todos saben dónde está el hogar y si pertenecen o no a
tual de Navidad haciendo una corona santa y colocándola alrededor de la familia. Para la nueva pareja de casados el ritmo cotidiano, las coali­
un cuadro de la familia que incluía a su padre. Esto mantuvo el senti­
ciones emergentes y la idea de "hogar base" para loshijos están estable­
miento de ser parte de una familia cálida y unida que se rewtj.ó para la
cidos por un programa sumamente estructurado para dividir el tiempo
ocasión. Después del segundo casamiento el cuadro desapareció de su
entre Wl hogar y el otro. En una familia que acuerda la tenencia com­
funda. En Navidad Leah no tuvo apoyo para continuar el ritual. Se sin­
partida de ambos grupos de hijos, un niño expresó sentido de hogar en
tió vacía, fuera del grupo. "No parece Navidad."
ambas casas. Pero en el caso de su hermanastro, quien pasaba menos
Uno se puede imaginar, en este caso, la modificación de este ritual tieÍnpo en el hogar, el esquema hizo que llegara siempre un día más tar­
para honrar las memorias del padre de Leah y la ex esposa del padras· de. Nunca sintió que formaba parte de la familia ya que le parecía que
tro. Debe ser un ritual penoso, pero con un impacto reconciliador. Sin habían pasado muchas cosas entre sus hermanastros y sus padres antes
1 haber podido lograrlo, la pareja tuvo que enfrentarse con Leah, lo que deque él llegara.
implicaba un rechazo creciente por su padrastro, así como también la
L:is niños que pasan la mayor parte del tiempo en wio de los dos
disminución del apoyo de sus hermanos. hogares, lo llaman "hogar" y lo consideran el más influyente para defi­
En suma, la interrupción del ritual ocurre con más frecuencia nir su identidad. Para los queestán poco, la tarea de la nueva familia es
ruando hay peleas permanentes, luchas competitivas sobre quién es el la creación de sentimientos de hogar en ese segundo hogar. Un ingre­
mejor padre o la negación de la penosa historia. Los arreglos coparenta­ diente importante para crear este clima es el esfuerzo y el respeto mu­
les para las fiestas acarrean desde acaloradas discusiones, lo que hace tuo y una relación de pareja confiable. Algunas parejas dan la sensación
imposible cualquier tipo de festejo al evitar a un sector de la familia, de "nuestro hogar" y "nuestra estructura familiar" que perdura más allá
hasta reuniones tensas pero civilizadas. del reconocimiento de los más seguros subsistemas biológicos y oportu­
Por otra parle, existen festejos que reconocen la complejidad de la nidades diversas de inclusión. El plan es la wlión pero la ejecución si­
relación y se adaptan bien para reflejarla. Por ejemplo, en la familia gue las líneas biológicas.
Miller (figura 5), Betty, como madrastra, trató activamente de incluir a
los hijos de su esposo en la nueva familia. Una de las tradiciones de su
familia de origen era que todos los mayores de 12 años participaban del Breve ejemplo: un "hogarH para los Bernsteín
sorteo de los nombres para el intercambio de regalos. Ese año Steve fue
incluido en el sorteo, aunque pasó Navidad con la madre. No estuvo pre­ Cuando Bárbara y David Bemstein (figura 1) se mudaron a su pri­
sente en la entrega de los regalos, pero se lo tuvo en cuenta para losre­ mera casa juntos, se cercioraron de que todos sus hijos estuvieran
galos en una cena especial a su retorno. presentes la primera noche allí, aun cuando los hijos de Barbara la ten­
Cuando experimentos como éste tienen éxito, se afirman los senti­ drían como residencia principal y los de David no. A pesar de estos es­
mientos entre los miembros y la interacción puede convertirse con el tiem­ fuerzos, cada uno de los niños sentía algo distinto con respecto a la "ca­
po en ritual. A pesar de los grandes cambios estructurales de la familia, sa". Andy dice: "El hogar es donde están mis padres". Sin embargo, sus
todos se sienten normales, J)'artes integrantes de una familia nspetuosa y hermanastros, Alan y Sam, sienten que el "hogar" es la casa de la ma­
tolerante. Así como un modelo de copatemidad respetuoso permite la dre. La hermana de Andy, Susan C,, de 16 años, tiene en claro que "ho­
unión familiar, el desarrollo de la cohesión por medio de las experiencias gar" está al lado de su madre, pero duda acerca de quién pertenece a su
que tienen éxito en las nuevas familias hace que los padns sesientan más familia inmediata. Le gustan sus hermanastros, pero siente que necesi­
aliviados y flexibles con respecto al trato con los otros hogares. ta una invitación explícita para que se la incluya en los acontecimientos
especiales. Se siente cómoda con su hermanastro, pero es la opinión de
su padre y no la del padrastro la que influye en su rendimiento escolar.
Sentido de "hogar": elaborar la unión
familiar a través de los rituales diarios La técnica principal para elaborar un sentido de "hogar'' es confiar
en la repetición y la rutina delos actos cotidianos relativamente neutra·
Eldesarrollo de la cohesión en la familia de reciente formación es les. Dentro de las restricciones del horario, la familia puede hacer es­
un desafío especial. La atención de los problemas cotidianos así como el fuerzos explícitos para crear tiempos regulares en los que todas las per-

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t
T
1
sones consideradas "familia inmediata" hagan algo juntas. Este es qui­ versación con su padrastro durante la cena, aun cuando participaban en
zás el intento más consciente para definir a la familia en el sentido tra­ el ritual. Todos sus comentarios iban dirigidos hacia la madre.
dicional de familia nuclear. El éxito logrado en estas ocasiones tiene La repetición continua y el compromiso firme por parte de los adul­
mucho peso para que la pareja adquiera la sensación de progreso y lo­ tos fue efectivo. La sensación de calma aumentaba en los horarios diarios
gro. Para muchas familias la "'familia inmediata" parecía incluir a todos y disrniruria la lucha Ocho meses después de comenzar la rutina de la ce­
los miembros que vivían en la casa en algún momento del mes. Los hijos na, Gregocy y Alice dijeron con gusto que habían dejado solos a los chicos
más grandes que vivían solos fueron invitados a unirse (algunas veces para la cena en el hogar ya que las nenas habían actuado como si el pa­
explícitamente) pero se les aceptaba que tuvieran el control de sus pro­ drastro estuviera allí. El ritual había comenzado a tener vida propia
pios horarios. Podían llegar o marcharse en horarios irregulares, para Para muchas familias clínicas un núcleo importante del tratamien­
elaborar por sí mismos una fórmula aceptable de pertenencia. Los adul­ to es la lucha para desarrollar la visión de que son una combinación
tos sentían que no tenían mucho control sobre las idas y venidas de sus única de miembros y hogares y para traducir esta visión en una rutina
hijos y expresaron nerviosismo por el hecho de tener que adecuarse. que funcione. Es importante prestar atención durante este período por­
Para los hijos que todavía vivían en la casa, existían mensajes claros que los niños en particular podrían resistir todos los planes de los adul­
acerca de cuál s eran las ocasiones que "'requerían su presencia" y cuá­ tos. Aunque las familias no clínicas investigadas informaron acerca de
les eran "opcionales". experiencias de coherencia familiar con éxito, también manifestaron lu­
chas continuas. Los niños visitantes olvidaban las ropas adecuadas, sa­
biendo que su familia estaba afuera. Los planes con amigos siempre in­
Breve ejemplo: los Johnson terferían con los de la familia. Noimportaba cuántas opciones distintas
se ofrecieran para el desayuno, siempre alguien estaba disconforme. No
Para los Johnson (figura 6), familia no clínica, el acontecimiento es necesario decirlo, los núcleos familiares con adolescentes manifiestan
organizador central del horario diario era una cena altamente ritualiza­ las luchas con ellos por la resistencia ante las rutinas que los definen
da con una bendición al comienzo y al final, una autorización para le­ como hijos. También existe una creciente falta de dedicación de tiempo
vantarse de la mesa y la exclusión de los ajenos. Para Gregory y A1ice para la familia debido a que los amigos, el trabajo y las actividades esco­
Johnson el compromiso de constituirse como una unidad familiar valía lares los mantienen alejados. La lucha más común con el adolescente
el esfuerzo para organizar su día alrededor de la comida. Para los hijos refleja la necesidad de flexibilidad en los rituales para adecuar los cam­
de Alice, sin embargo, el compromiso no fue claro. Tenían lealtad para bios evolutivos. Este proceso se genera dentro del marco de la estabili­
con la madre y el padre y sentían la necesidad de mantener viva la ima. dad y de la falta de cuestionamiento de los modelos de familia. Para la
gen de la vieja familia. Cuando se organizó más el hogar de su madre, familia de reciente formación la resistencia está referida no sólo a las
se sintieron tironeados. Durante meses se negaron a mantener una con- necesidades del adolescente normal (que se aprecian claramente) sino
también a todo lo referente a la incorporación en el nuevo modelo de fa-
milia básicamente diferente.
Además, en las familias clínicas y no clínicas, los hechos cotidianos

y o
Gregory Alice
ofrecen oportunidades muy importantes para rechazar la relación al de­
finirse corno un intruso. Por ejemplo, un niño se niega a sentarse al lado
de su madrastra en la iglesia. Una hija adolescente recibió carlas sema­
nales de su madrastra que nunca contestó o reconoció. La hija del señor
Bernstein, en edad escolar, rechazaba a propósito invitaciones a cenar,
pero se aparecía justo cuando habían servido el postre.
En muchas familias siempre hay un niño que está más en contra
del nuevo casamiento que otros. Este niño tendrá dificultades para defi­
nirse como miembro. Por ejemplo: más a menudo estará ausente en las
cenas y en las reuniones familiares. Esta es la combinación entre la re­
•e rehúsan a hablar ron sistencia del niño a ser incluido por autoconsiderarse un intruso y la lu­
GrEgor, dumnü la na cha del padre porque no sea incluido a la fuerza. Este proceso puede lle­
var a una interacción compuesta; cuando se siente extraño el niño no
quiere participar; luego, gracias a su ausencia, se convierte más aun en
Figura 6.Lafamilia Johnson: la cena un extraño.

336 337
'i
l
Creación de una herencia con valores diferentes puede usar una variante del ritual de los días impares/días pares
(Boscolo, Cecchin, Selvini Palazzoli y Prata, 1978). Una vez explicitadas
La mayor dificultad para una nueva familia es. la resoluci?n d l las diferencias entre las familias, el terapeuta les encomendará la tarea
choque de las pautas cotidianas que encarnan concepcrones de la ide??-ti­ de alternar las dosrutinas, una semana cada una, con la. idea de que ca­
dad sumamente valorados en cada familia. Todas las parejas de recién da cónyuge haga cumplir a sus hijos las reglas del otro.
casados tienen ciertas diferencias, que llegan a ser simbólicas, de las
identidades de sus familias de origen. Generalmente la pareja experi­
mentará, luchará y llegará a un acuerdo, adecuación o transfi;irmaci.ón. Nuevas tradiciones en la familia de reciente formación
Lo mismo sucede con las parejas de recién casados en segundas nupcias.
Sin embargo, para estas familias la elabor ción de los val !es varia les Durante los primeros años del matrimonio en segundas nupcias,
toma nuevas dimensiones ya que las identidades de los h1Jos están im­ las tradiciones de la familia se extraen de diferentes fuentes. Algunas
plícitas. Las diferencias en los valores influyen sobre las reglas de acep­ surgen del recorrido e:x;itoso que pueden hacer juntos de las situaciones
tación en el hogar, las relaciones entre los hogares de los ex cónyuges Y nuevas y/o dificultosas. Otras salen de una parte de la familia o de la
entre losnuevos padres e hijos. otra. El resto representa una solución creativa para el conflicto entre las
1 dosherencias.
Breve ejemplo: ¿el tiempo de quién?
Dominio de la experiencia nueva
En la familia Bernstein (figura 1) el tiempo tiene un significado
distinto para las dos familias. Para la de Barbara, estar a tiempo, pla­ Muchas familias consideran que pasar las vacaciones juntos, en un
near con anticipación significa ser responsable, estar a cargo y poder lugar nuevo, constituye una experiencia consolidadora importante. El
encontrar el camino p'ara llegar a lo que es importante para uno. ara tiempo transcurrido fuera de la rutina ofrece una gran variedad de oca­
la de David, postergar el compromiso hasta último momen , seguir l siones para negociar y definir nuevas relaciones. Así, existen discusio­
corriente, significa ser flexible, maximiza las opciones indi duales, e"'.i­ nes sobre dónde se sienta cada quien en el auto, quién maneja con quién
ta herir intencionalmente los sentimientos de los otros y da 1mportanc1a si hay muchos en el auto; cómo se decide quién duerme en el piso o en la
a las oportunidades de poder alcanzar lo que uno quiera cuando esto tienda de campaña o en el coche, etcétera. Se enfrentan a la tarea de po­
ocurra y no quedarse afuera de algo bueno. A1 estar casados, David y ner una tienda, bajo la. lluvia, cW111do se olvidaron los pilares. Cuando
Barbara pudieron adecuar sus diferencias. Sin embargo, todos su hijos se llega a una solución con el aporte de ideas de todo y haciendo algunas
y la ex esposa de David no compatibilizaron tan bien. Todos se sienten bromas, todos el grupo se siente más unido y confiado. Mientras se to­
confundidos y luchan para encontrar sentido a las interacciones cotidia­ man estas decisiones, se ponen de manifiesto nuevos valores familiares.
nas que solían mantenerlos unidos en forma coherente. Para loshijos de Por ejemplo: "'No habrá favoritos. Sortearemos la cama más cómoda".
David planear algo de antemano los enfrenta a una lucha de lealtades "Alquilaremos un camioncito para las vacaciones para que haya lugar
con sus padres, aun cuando personalmente estén de acuerdo con los va­ para todos." ..Se formaron nuevos gi-upos en esta familia por edad, los
1 lores de la posición de uno de los progenitores. más chicos en un auto y los más gi-andes en el otro." "Cuando se lasti·
Así, las diferencias que normalmente tiene la relación matrimonial men y su madre esté lejos, su madrastra loscuidará."
mientras construye su propio sistema de valores se despliega por vías
muy complicadas a través del sistema. Esto hace que la elaboración de
una identidad familiar en común sea más dificil. Incorporación directa de viejos rituales
En el encuadre clínico es importante quebrar la escalada y despato­
logizar el alboroto que provocan tales diferencias poniéndolas en contex­ Una de las formas de manejar un acontecimiento en día de fiesta
to. El terapeuta necesita saber que el examen explícito de tales es continuar la propia tradición familiar sin modificar viejas fonnas ni
supuestos básicos de la vida cotidiana es perturbador pero a la vez nece­ crear tensiones serias en la nueva familia. Es probable que suceda esto
sario. Uno podría sugerir que ninguna familia cambiaría tan rápidamen­ cW111do uno de los cónyuges tiene incorporadas tradiciones altamente ri­
te. Sólo se llega al más alto nivel de integración cuando se mantienen vi- tualizadas y organizadas y el otro no.
vas ambas tradiciones. Las reuniones familiares son un excelente lugar Por ejemplo: en la familia Bemstein, Barbara aprendió a-cocinar al
para las discusiones sobre los problemas cotidianos que provocan tensión. estilo de su suegra y ahora lee la receta en un libro en el que su nombre
Para dramatizar la importancia que tiene mantener ambos modelos, se está escrito sobre el de la anterior esposa que está tachado. Puesto que

338 339
8 daba importancia al festejo de Pascua, aprovechó la su 1
, ·¡-, no le ratu
mn1idad
r técnicas usadas comúnmente por las familias de casados en segundas
f ·¡ · h b' d
para adoptar tradiciones que su ann 18 a 1 a escw a o. ·d d
nupcias representan la esperanza de que todos los miembros se unan
iJºnuevo casamiento del señor Bernstein no alteró el modelo básico del por lo menos una vez por semana a comer y/o la de asistir a las reunio­
ritual. La vieja estrnctw-a continúa con otros adore.. nes familiares para charlar sobre los problemas _hogareños. Otras ruti­
Sinembargo, muchas de las celebraci es fam1Ii.ares de casados en nas reSpet.an las interacciones a partir del tiempo que se pasa con el pa­
segundas nupcias se adaptan a las de!os h Jos, trabaJ sa ente ela ra­ dre solo en el contexto de la nueva familia.
dasdespués de los difíciles años del d1vorc10. Un sentmuento comW1 es Por ejemplo, Eleanor, de 12 años, se quejaba de no tener nwica
que no quieren amarrar el bote, así que se prestan a comenzar a cons­ tiempo a solas con el padre desde su segundo matrimonio. En años ante­
truir un hogar coherentemente dentro del marco elaborado. riores el tiempo juntos era planear las comidas del fin de semana, ir de
compras y volver al departamento para hacer la cena. Una vez que ella
le dijo todo esto, pudieron elaborar un plan para salir de compras juntos
La integración de lo nuevo y de lo vW.jo para toda la familia. Generalmente, la madrastra de Eleanor se sentía
excluida por ella y su padre. Sin embargo, este plan se adecuaba a las
Algunos festejos hogareños estáll compuestos por a mezcla de necesidades de todos.
pequeil.as tradiciones de ambos hogares.en una comb1i:1ae1ón de_ lo nuevo Para los niños .con horarios cambiantes puede resultar útil trans­
y de lo viejo. La familia Johnson, po; eJemplo, ad ptó -w1a _sene de ele­ formar en rutina los tiempo de transición. Una madrastra notó: "Susan
mentos de ambas familias -para Navidad. La farn1ha de A11ce agrega a se pone nerviosa los domingos a la tarde antes de que la pase a buscar
un nuevo adorno especial cada año al decorar el árbol. Este año, la hiJa la madre. Aprendimos a no plantearle cuestiones disciplinarias en ese
mayor de Gregory, aunque no iba a estar presente, les envió adorno. momento y fijar una actividad agradable. Cuando vuelve el viernes a la
La familia de Gregory encendía la velas en la guirnalda de Adviento an­ tarde esperarnos que se vaya a su habitación y deshaga la valija.
tes de la cena del domingo. En la nueva familia se agregó a la ceremo­ Esperamos que al tener la ropa en los cajones se sienta másen su casa".
nia de las velas un tiempo para quecada uno dijera unas pocas palabras La mayoría de las familias de casados en segundas nupcias experi
sobre algo importante. Así, la forma del viejo ritual se usó para que la menta tensión y ansiedad al llegar las fiestas más importantes y se en­
nueva familia se pudiera conocer más profundamente. frenta. con la necesidad de reconciliar celebraciones en conflicto. Esto se
lleva a cabo en acalorados debates sobre los detalles del festejo en sí o
se refleja en una tensión creciente en otras áreas. En una familia clínica
Consecuencias terapéuticas la batalla sobre las finanzas quitó la energía para planear una celebra­
ción de Navidad y Jánuca con la vuelta de los hijos adultos y oscureció
otras diferencias importantes, demasiado amenazadoras como para dis­
En ]a terapia con familias de casados en segundas nupcias, la cutirlas. Los planes de celebración hogareña de otra familia se perdie­
atención al proceso ritual en sus tres niveles sugiere una amplia gama ron en el furor de una acción judicial renovada, ya que el padre y la ex
de intervenciones. AqW no se aconseja W1 ritual inventado por el profe­ esposa se peleaban por el tiempo que su hijo pasaría con cada uno du­
sional como herramienta terapéutica sino que él debe alentar a los rante el receso escolar. Los terapeutas manifiestan tener dificultades
miembros de la familia a que creen sus propios ritos. El profesional po­ para ayudar a muchas familias ¡l. negociar las vacaciones en las que se
·ne el tema de los rituales y las ceremonias para su discusión explícita. y mezclan tradiciones competitivas ya que se generan una serie de con­
facilita las oportunidades de crear ritos. La visión del terapeuta resJX,C· flictos y tensiones que ponen en peligro la estructura misma de la rela­
to.de la naturaleza transitoria de la estru.ctura familiar y su visión de ción marital o de la nueva familia.
los objetivos familiares es particularmen!e importante: Los movimi n­
Es posible que la atención en la terapia sobre la elaboración de
tos terapéuticos refuerzan de modo creabvamente_ fle ble la evolución una celebración hogarella positiva permita enfrentar terribles diferen­
de la organización -familiar, o agregan peso a los mitos malcanzables del cias de una forma manejable, mientras que a la vez se cree una nueva
idealizado núcleo familiar. Al no existir una guía social establecida para fuente de cohesión. Esta intervención no puede eliminar las graves
favorecer o sancionar los roles y modelos de las familias de segundas fuentes de problemas de estas famibas, pero puede disminuir la intensi­
nupcias, el terapeuta actúa como representante social, ofreciendo suge­ dad de los sentimientos y proveer fuerza para seguir adelante.. Para. la
rencias para los modelos y alentando la innovación. mayoría de las familias, sin embargo, los sentimientos no se aceleran
Cuando las familias describen situaciones caóticas con poca cohe­ hasta el punto de destruir toda tradición. Por el contrario, los debates
sión y apego, la atención a las rutinas cotidianas es valiosa_ para dar sobre los días de fiesta permiten el intercambio de historias de la fanti­
una sénsación de control y dar oportunidades de crear conexiones. Las lia así como la manifestación de la variación de planes de lo que se espe-

340 341
nueva estructura familiar. El impulso emocional para la resolución (ya
que los miembros se protegen entre sí) le otorga poder a cualquier solu­
Bibliografía
ción simbólica que funcione.
Finalmente, los principales ritos de pasaje que incluyen rituales Ahrons, C. R. (1979); "The binuclear family: Two households, one family",
formales y públicos de toda la familia extensa pueden considerarse co­ Altemative. Lifestyle.s, 2, 499--515.
mo acontecimientos decisivos de la historia familiar, que tienen un po­ Ahrons, C. R. y Perlmutter, M. S. (1982): "The relationship between former
tencial de gran influencia estructural y psicológica. Todo es importante: spouses: A fundamental subsystem in the remarriage family". En L.
la anticipación de estos sucesos, la discusión de cómo manejar estas su­ Messinger (comp.): Therapy with remarriage. families, Rockville, MD,

l tilezas diplomáticas para que se transmitan los mensajes de adaptación


y
el se plantee la investigación
reconocimiento
nupcias comprometede las de los problemas emocionales, y el apoyo y
dificultades.
a las familias en la búsqueda explícita de opciones

En suma, la atención terapéutica que se preste al proceso de for­


Aspen, págs. 31-46.
Ahrons, C. R y Rodgers, R. H. (1987): Divorced familie.s: A rnultidiscipliriary
de.uelopmental view, Nueva York, Nort.on.
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Furstenberg, F. F. (h.) y Spa.n.ier, G. B. (1984): Recycling the family Beverly
complejas sobre los valores, de preconceptos sobre los modelos de paren­ Hollingsbead, A B. (1952): "Marital status and wedding behavior", Marriage
ami Farnily Living, 308-311.
f tesco, de atención a las responsabilidades familiares y de resultados de Johnson, C. L. y Barer, B. M. (1985): Marital in.1Jtability ami the cho.nging J.in-
experimentos innovadores de la vida cotidiana. Tanto en las familias clí­ ship networks. Presentado en el encuentro anual de la Gerontological
nicas como en las no clínicas entrevistadas, existían oportunidades para Society of Anterica, Nueva Orleáns, LA.
establecer los comienzos de rituales familiares que funcionaban y otros Margan, A (1984): "Stepparent wedding", Ste.p{o.mily Bu.lú!.tin, Spring.
que no. Las familias clínicas tenían más problemas para relacionarse Papernow, P. L. (1984): "The stepfamily cycle: An experimental model of stepfa.­
con los ex cónyuges y unas pocas no disponían de ningrin momento para mily development", Family Relo.tions, 33, 355-363.
que ]osmiembros de la familia se reuniesen amistosamente. Aunque en Sager, C.; Brown, H. S.; Crohn, H.; Engel, T.; Rodstein, E. y Walker, L. (1983):
todas las no clínicas había ejemplos de celebraciones muy exitosas, tam­ 'lreating the remarried.(o.mi/y, Nueva York, Brunner/Mazel.
Selvirri Palaz.zoli, M.; Boscolo, L.; Cecchin, G. y Prata, G. (1978): "Rituali.zed
bién tenían momentos de tensión y dificultad con los ex cónyuges. Como
prescr:iptions in family therapy: Odd and even days", Journo.l o( Marriage
ya saben que los primeros años del segundo matrimonio son momentos ami Farnily Counseling, 4, 3-9.
en los que la familia se ve forzada a reexaminar los modelos de interac­ Van Gennep, A (1960): Tlw rites o{ passage, Londres, Routledge and Kegan
ción en todos los niveles, los terapeutas pueden constituir un respaldo Paul.
para esos períodos que parecen interminables en los que "nada sale Visher, E. B. y Visher, J. S. (1979): Stepfamilies: A guide to working with step•
bien". Si se evita el apuro de tratar de consolidar demasiado pronto los parents and stepchildren, Nueva York, Brunner!M:a.zel.
modelos que niegan la realidad de la complejidad de la nueva familia, se Westoff, L. A (1978): The secomi timó! around: Rem.arri.age. in America Nueva
puede estimular el desarrollo de una nueva estructura que permita York, Penguin Books. '
incorporar a todos los miembros y deje lugar para el crecimiento de rela­ Wo\in, S. J. y Bennett, L. A. (1984): "Family rituals", Fo.m.ily Process, 23, 401,
420.
ciones verdaderas. Por medio de planes explícitos y negociaciones cuida­
dosas se puede hacer un lugar en las ceremonias formales y en las tradi­
ciones informales para todos los miembros emocionalmente importantes
de la familia. En especial cuando las conexiones con los hijos hacen ne­
cesaria una relación común más amplia, las ocasiones rituales se trans-·
forman en un medio para expresar el cambio -ha habido un divorcio y
un nuevo casamiento- y, al mismo tiempo, la continuidad: la familia
continúa y con el paso del tiempo las tradiciones se afianzan. En t.ales
circunstancias, tanto los niños como los adultos experimentan una sen­
sación de pertenencia que les permite una conexión segura con el pasa­
doy la libertad para explorar las posibilidades del futuro.

342
343
T
'

IV

Rituales, familias y
el contexto social general
1
12
El uso del ritual en la redocumentación
de la historia psiquiátrica
Janine Roberts
''Alexandra"
«Julius,,

l Hace 20 años, cuando Alexandra estaba internada en W1 prestigio­


so hospital psiquiátrico se le diagnosticó "esquizofrenia". Varios años
después, y luego de ser admitida en otro hospital, se le diagnosticó "es­
quizofrenia crónica no diferenciada". Unos 10 años más tarde, durante
su terapia individual, se le diagnosticó "personalidad esquizoide". Hace
poco, en otra evaluación psiquiátrica, se determinó que sufría el "com­
plejo del mártir". Mientras tanto, los rótulos usados con Alexandra cau­
saban los siguientes efectos: 1) distanciamiento tanto de ella como de su
marido de los recursos sustanciales que podían ofrecerse mutuamente
porque "de seguro los expertos son los que más saben"; 2) hacer que Ale­
xandra dependiese más de la ayuda externa; 3) causar que sus dos hijos
actuasen cautelosamente con el "estado" de su madre y con la manera

l
de ayudarla; 4) enmascarar la forma en que la conducta sintomática de
Alexandra estaba ligada con preocupaciones muy serias dentro de la fa-
milia, lo que incluía problemas médicos, el abuso tanto de alcohol como
de drogas de su hijo, los divorcios de sus dos hijos, etcétera, y 5) colocar
a Alexandra en un aprieto en el cual ella no podía hacer uso de su pro­
pia inteligencia para resolver sus dificultades. Como dijo ella: "Si yo es­
taba eufenna, ¿cómo se podía confiar en mi juicio sobre la 'enferme·
dad'?". En última instancia, los rótulos agregaron un grado de preocupa­
ción mayor entre los integrantes de esta familia, quienes pensaron que
Alexandra nunca se repondría.

El modelo médico: el proceso de poner :rótulos

El modelo médico de enfermedad psicológica ha tenido implicacio­


nes muy profundas en el campo de las disciplinas de salud mental, ya
sea por cómo se define la relación terapeuta-paciente y por cómo se
identifican los problemas. Por ejemplo, el método 'por el cual se abonan
los pagos del seguro se basan en una taxonomía de enfermedades iden­
tificables dentro de una persona (DSM-III). El uso de este tipo de siste­
ma de clasificacióñ (que se basa en el modelo médico) ignora el contexto
social de los problemas de salud mental en dos niveles"

347
Primero, se diagnostica con la idea de que la enfermedad está alo­ de la Asociación Norteamericana de Psiquiaria (ANP) nos muestra cómo
jada dentro de los límites de una persona. En segundo lugar, DSM-111 }as categorias del diagnóstico no son "verdades" sino que existen en un
no admite que sus categorías de diagnóstico existen y se presentan en contexto cultural relativo. La homosexualidad, que por varios años fue
un contexto social mayor en el cual los rótulos y el significado que se les incluida en la lista de DSM-111 como una subcategoria de trastornos de
otorga varian con el tiempo y entre las diferentes culturas. Al trabajar la personalidad, pasó a formar parte en 1973 de "alteraciones en la
conla teoría del rótulo social, Waxler (1981) explica cómo los resultados orientación sexual (homosexualidad)"'. La homosexualidad a partir de
de diferentes enfermedades mentales en general son congrnentes con ese momento comenzó a ser mirada como una enfermedad si una perso­
las expectativas de la cultura: ua manifestaba preocupación por el tema. Este es un nuevo criterio pa­
ra los trastornos (Robitscher, 1980). Los debates públicos en la ANP so­
Un seguimiento de cinco años en pacientes diagnosticados como "esqui­ bre si la homosexualidad debía o no ser considerada una categoría de
zofrénicos" (las commas las puse yo) que vivían en Sri Lanka muestra que diagnóstico de disfunción, y el consenso que aparecía acerca de que se
la adaptación social y el estado clínico al cabo de \05 5 años es notablemen­ debía presentar del modo en que acabamos de describir, comprobaba los
te bueno. Los descubrimientos con pacientes de Sri Lanka son compatibles cambios en la sociedad en cuWlto a la consideración de la homosexuali­
con los de otros individuos similares en otras sociedades tradi­ dad. Durante el proceso de 5 años para la creación del manual de DSM­
cionales, tales como Nigeria e India, y uniformemente diferentes de los III, se expusieron diferencias entre el hecho de que la diagnosis es una
resultados de pacientes con esquizofrenia seguidos en sociedades indus­
tiia\es. Por ejemplo, el nUmero de individuos calificados de "esquizofréni­ realidad construida y si se debía agregar el cafeísmo como una categoría
cos" que no han tenido episodios de la enfermedad después de haber sufri­ de diagnóstico, dejar de lado la histeria y cambiar las neurosis por de­
do el primero es de 58 por ciento en Nigeria, 51 por ciento en la India, 40 sóJ"denes de la ansiedad, etcétera.
por ciento en Sri Lanka, compare.do con un 7 por ciento en Rusia y 6 por "La diagnosis es un hecho social" (Glenn, 1984, pág. XXIII). El signi­
ciento en Dinamarca, Estas enormes y con6:istentes diferencias nos indi­ ficado se crea en el proceso de diagnóstico entre la persona que ayuda y
can que las sociedades industriales procesan a los pacientes esquizofréni­ el paciente respecto de }a etiología de la enfermedad, cómo se curará, y
cos de manera tal que grandes proporciones se apartan de sus roles nor­ qué impacto a largo plazo tendrá. Glenn habla de la necesidad de que el
males y ccntinUan t:eniendo síntomas. En contraste, en las sociedades no diagnóstico sea un proceso de más colaboración y más descriptivo en vez
industriales, las creencia.s y prácticas alientan las enfermedades de corto de ser un rótulo estático y misterioso.
plazo y una pronta mejorfa. L:i.s diferencias cultur-ales en el pronóstico,
por- lo tanto, p1.1-eden ser el resulta.@ de procesos de calificación y descalifi­
cac-ión basados en ta cultura {pág. 300).
Los rituales yel proceso de la terapia
Además de la influencia del contexto cultural de calificación en la Unos 20 años después de su primer diagnóstico, Alexandra comen­
manera en que uno ve las enfermedades mentales, el proceso de poner zó a asistir a terapia familiar junto con su esposo, Julius. Este capítulo
rótulos presenta consecuencias en la manera en que se define la rela­ lo escribió el terapeuta que los atendió, junto con Alexandra y Julius.
ción entre el paciente y la persona que brinda ayuda. Con sus raíces en En él consideramos el tratamiento de la terapia familiar durante 9 me­
el modelo médico de la enfermedad, el diagnóstico en la psiquiatria tra­ ses, y también la manera en que el proceso de diagnóstico tradicional
dicionalmente define un modelo jerárquico en el cual un experto hace afectó a la familia en inteivenciones anteriores. Se utilizaron tres ritua­
un análisis estático que counota varias cosas. En primer lugar tenemos les para poder acceder a los recursos de la familia y poder sacar los cali­
el concepto de que el psiquiatra sabe más y el paciente debe seguir su ficativos dados a Alexandra.
punto de vista más concicedor del tema. En segundo lugar el diagnóstico Alexandra tenía una identidad particular que hacía que los siste­
supone el concepto de causas por descubrir con un tratamiento que el mas mayores la definieran como una persona enferma mentalmente.
experto indica y que el paciente debe seguir (Robitscher, 1980). Tercero, Algunos aspectos del yo pueden perder importancia cuando se pone un
el problema se considera como algo interno en la persona que presenta rótulo, y las restricciones de la calificación hacen que la gente se vea a
la conducta sintomática y reifica la "enfermedad" como algo que existe sí misma muy diferente de los demás. En este caso, utilizamos un ritual
dentro, dejando de lado los niveles múltiples de interacción en cuanto a de redefinición de la identidad para: 1) realinear las relaciones entre la
la conducta problemática. familia y los ayudantes "expertos" externos; 2) quitar el estigma de los
Sin embargo, como lo ha documentado escrupulosamente Michael rótulos Wlteriores, y 3) alcanzar nuevas elecciones de relación dentro de
Glenn (1984), la diagnosis en la medicina psiquiátrica y en la psiquia­ la familia que destacasen y equilibrasen los puntos fuertes de ambos
tría es un proceso de ensayo y error más habitual de lo que se cree. Ade­ miembros de la pareja. Además, dos rituales fuera de la sesión ayuda­
más los hechos en la historia del desarrollo del sistema de clasificación ron para que la familia saliese de la terapia y para marcar la importan-

348 349
cia de las conexiones familiares en oposición a las conexiones entre Ale­
T
xandra y los"expertos" extemos. 1Uti/7i08 a>losen
Un documento final escrito con lafamilia y firmado en forma ritual un MsQital·ucata.l
con el equipo pasó del plano de los calificativos en el tratamiento a un
resumen de las dificu1tades y fuerzas de la familia, hecho en forma cola­ m. 1973 maestra thspuk m. 1930
ª"
,¡,,.e muri6 esp,,oo

borativa y descriptiva. Presentamos los datos obtenidos durante un se­


guimiento de 3 años.

.Al comenzar el tratamiento


no 6'0 '""
suicidW
Esperamos que esta historia familiar no asigne roles de héroes o villa­
nos a loa integrantes de la fomilia, sino que solamente se trata de perso­
nas que comparten sus miedos y esperanzas, fuerzas y debilidades, éxitos
y fracasos. Al escribir sobre la iglesia san Pablo dijo: "Si un miembro su­
fre, todos sufren juntos; si un miembro es agasajado, todos se alegran". La
familia es así también.
Alexandra y Julius

Una mujer y su esposo, de unos 65 y 70 años respectivamente, fue­


ron derivados a nuestro equipo familiar por una agencia de servicios de
Figura l. AlexandrayJulius
emergencia del vecindario. La mujer, Alexandra, tuvo varios días de tre­
gua luego de haber tratado de ingresar a un hospital psiquiátrico priva­
do y haber sido rechazada su admisión; luego de esto trató de ingresar
en un hospital mental público. Alexandra se quejaba de estar deprimida
(desde que tenía 12 años) y de tener temor a suicidarse -un temor a miento existente. En cambio, me pusieron en un pabellón llamado "El agu­
encontrarse un día tan deprimida que tal vez la llevara a suicidarse---­ jero", donde un médico joven me proporcionaba cantidadea enormes de
aunque nunca había experimentado ese momento. En 1966 y 1972 ha­ drogas para alterar la mente. A las 6 semanas me traaladaron en ambu,
bía estado internada y en la primera oportunidad la habían calificado lancia a un hospital donde me trataron con esteroides a causa de un enve­
de "esquizofrénica" y luego "esquizofrenia crónica no diferenciada". nenamiento agudo por drogas debido a una reacción alérgica. Además, el
También había estado en terapia individual durante un tiempo, y se le calificativo me colocó en un doble vínculo cláslco porque, al desafiar su va­
lidez, yo podría llegar a aparentar que estaba refonando su precisión al
había diagnosticado "personalidad esquizoide" (fig. 1). resistirme.
Alexandra describió el impacto de los diagnósticos de la siguiente Por cierto que la.a palabra.a tienen poder y pueden usarse para esclare­
manera: cer o para confundir. Pueden usarse para. ayudar B alguien o para prote­
gerse uno. Lrui palabras que al paciente lo cortan como una eapada pueden
Se puede desperdiciar tiempo y esfuerzo discutiendo la exactitud de un ser un escudo protector para el médico. En mi caso, me sentía como si me
calificativo dado a una persona, y sería mejor utilizar el tiempo y los es­ hubieran entregado anticipadamenate un examen escolar calificado con
fuerzos discutiendo la cuestión real de su efecto en la persona. El efecto de una "F". Julios estaba aterrado e intimidado por los rótulos psiquiátricos
un "mal informe médico" puede ser deeastroso. En m:i caso, eae :rótulo des­ que amenazaban su confianza en sí mismo.
trozó lo que yo sentía por mf misma. No puedo negar haber t.enido sínto­
mas nefastos, a la vez que sentía que no había concesiones para estas t.en­ La pareja no estaba del todo jubilada, ya que Julius trabajaba fue­
siones emocionales y físicas que acompañaban estos episodios desafortu­ ra de la casa unas horas por día. Algunos de los elementos que precipi­
nados y a las que se sumaban mi incapacidad para. poder tomar medica­
mentos sin correr el riesgo de efectos secundarios por mi alergia. Est.e cali­ taron a la mujer a buscar la presente hospitalización parecían deberse a
ficativo me infundió el temor de aer psicótica y de matarme un dfa. Pero una pelea con la hija adulta y con su consejero pastoral. Alexandra se
tal vez el propósito de este calificativo era otro, proteger a una inatitución sentía muy cerca del consejero pastoral y durante más de un año le ha­
en el caso de que·ocuniese un desastre. Cuando ingresé al prestigioao ins­ bía pedido ayuda. Cuando él se dio cuenta de que no la podía ayudar
tituto en el cual me dieron el calificado de "esquizofrénica", me interné más le dijo: "Tienes que consultar a un psiquiatra". Julius y Alexandra
tranquila, segura. de mis convicciones de que iba a recibir el mejor trata- ya buscaban tratamiento de pareja en ese momento. Es de entender que

350 351
T
!
Julius no creyese en el proceso de la terapia; como dijo Alexandra más En la última fase nos alejamos de la centralidad del proceso de
tarde:"Yo no era un buen ejemplo". nuestra terapia en el consultorio y miramos el proceso terapéutico fuera
Con la notable excepción de la vez en que el terapeuta individual se n­ de este marco. Se cambiaron los rótulos de los diagnósticos anteriores
trevistó conmigo y con Julius (cuando yo me sentía atrnída por un a.migo de Alexandra. Los tres rituales que describiremos a continuación fueron
que teníamos en comó.n), Julius no participó e 1.as .otras ii:tt.erv:enciones: utilizados en la segunda y tercera fases.
Se lo forzó a cumplir un pa.pel pa.si.vo de sufrimJento en silencro por Dll
errónea confianza en los así llamados expertos (una lección que aprendí
muy bien cuando trabajé en estudios de aboga.dos) y tamb én por la ética Primera fase de la terapia: construir los cimientos
de los métodos de terapia tradicional que pe.redan requenr que el trata­
miento se llevara a cabo en un vado. Las primeras tres sesiones se usaron para recolectar suficiente in­
Alexandra formación para entender por qué Alexandra había sido considerada la
"paciente" por varias décadas entre los miembros de su familia y para
construir una base desde la cual observarían sus síntomas más sis­
Encuadre clínico temáticamente. También queríamos determinar cualquier preocupación
actual sobre su seguridad o la de cualquier otra persona de la familia, y
Esta pareja y la familia fueron tratadas en una clínica para pa­ también consideramos la dinámica de la familia más allá de la pareja en
cientes externos en la cual yo trabajé en un equipo con el Dr. Sandy sí, e incluimos a sus dos hijos adultos y a los ayudantes externos.
Blount, el Dr. Stuart Golan y Lynn Hoffman. Trabajamos más que nada Al trabajar con la gente importante del sistema durante las tres
con el enfoque de Milán, aunque, como ya se explicó (Roberts, 1986), yo primeras reuniones surgió una polaridad sorprendente. Julius era el
estaba muy interesada en localizar y trabajar con los propios recursos "tronco", como dijo Alexandra, bastante poco conversador en compara­
de la familia. Esto a veces puede significar la incorporación de otros mo­ ción con ella y con mayor predisposición a estar solo. No obstante, había
delos de sistemas familiares que encajan mejor con el propio estilo de en él una especie de solidez y generosidad de espíritu que ella en verdad
búsqueda de ayuda de la familia. apreciaba, especialmente durante losprimeros años del matrimonio. Ju­
Trabajaba con la familia frente al espejo. Al comienzo de la prime­ lius veía a Alexandra como "brillante y chispeante", como más inteligen­
ra sesión, cuando la pareja me dio una respuesta positiva al preguntarle te que él, más conversadora, sociable, y como a alguien a quien le gusta­
si quería conocer al resto del equipo, éste vino a la habitación y fueron ba estar congente. Estos dos estilos de estar en el mundo se reflejaban
presentados. Stuarl, Sandy y Lynn fueron en seguida apodados por Ale­ fuertemente en las diferentes maneras que tenían Julius y Alexandra
xandra como "los chicos y las chicas detrás del espejo" (por la canción de ser padres, enfrentar el estrés e interactuar con los "extraños".
que cantaba Marlene Dietrich: "¿Qué tendrán los chicos en la pieza del Alexandra vivió más de cerca el rol parental, y como sus hijos a lo
fondo?"). "Los chicos y las chicas" se quedaron detrás del espejo hasta la largo de los años habían experimentado ciertas dificultades con el abuso
última sesión. del alcohol y de las drogas, dos divorcios y la muerte de un cónyuge, era
más factible que se la arrastrara en las dificultades y que se preocupase
por ellos. Bajo el estrés, no podía donnir y se sentía ansiosa. Su necesi­
Rápida reseña del tratamiento dad por estar en contacto con alguien aumentaba y generalmente desea­
ba hablar conJulius. Julius generalmente hacía frente a esto alejándose
Duran!€ los nueve meses que trabajamos con la familia hubo tres de la gente para convertirse cada vez más en un "oso invernando". Como
fases difer€htes en el tratamiento. Las fases se pueden subdividir en Alexandra veía que su esposo no estaba presente para ella; iba a buscar
más o menos tres sesiones porfase (en total nueve sesiones). ayuda fuera de la familia poniéndose en contacto con consejeros, amigos
En la primera fase, la creación de un cuadro sistémico, reunimos o con el hijo con el que no tenían problemas (los hijos parecían alternar­
datos del pasado e hicimos una revisión de su vida. También trajimos a se de algwia manera en su conducta sintomática). Aparentemente se
los hijos adultos para que nos dijesen cómo veían la crisis y qué harían produjo una intensificación tanto dentro como fuera del sistema, ya que
para ayudar. se lo consideró a Julius en una posición desfavorable con respecto a es­
En la segunda fase, al desplazarnos hacia los cambios (muchos de tos ayudantes externos. Como dijo Alexandra varias veces: "Tengo que
los cuales fueron producto de la iniciativa de los cónyuges o bien surgie­ pagar para que meescuchen". Las cosas se volvían más problemáticas y
ron del proceso de interrogación circular), nos concentramos principal­ se iban de las manos cuando alguno de los ayudantes externos (un ami­
mente en el anclaje de los cambios a través de las diferentes partes del go íntimo, el terapeuta individual, el consejero past-Oral, o Alyssa, la hi­
sistema. ja) se distanciaban o no estaban presentes por alguna razón. Alexandra

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1
entonces buscaba aun más ayuda fuera de la familia. Una conducta dra­
mática traería nuevos ayudantes y pasarían a intervenir los hospitales.
T ted: Alsxandra no subestimaría el peligro si pel1.58Ia que podría proteger a
alguien más.
Esta espiral hacia afuera acrecentaba aun más la dist.ancia entre ella y
Julius. Este mensaje refleja la hipótesis del equipo de que a lo mejor en
La historia de la familia nos comenzó a dar un sentido de la poten­ los pedidos de ayuda de Alexandra a los sistemas exteriores ella estaba
cia del estilo de cada progenitor y el rol especial de Alex:andra. En la fa­ pidiendo ayuda para otros miembros de la familia. Se preguntaron si
milia de Julius, él era el hermano mayor de la casa cuando su padre acaso ella no estaba protegiendo a otra persona
murió sorpresivarnent.e a causa de una intervención médica inadecuada La respuesta de Alexandra fue: "Es verdad, trataba de proteger a
que ocasionó su muerte en el lecho de la casa por una hemorragia. Re- alguien más. Nunca pensé que mi hermana se mataría". Julius y Ale­
pentinamente Julius, que era un adolescente, tuvo que hacer a un lado xandra también estaban atentos a las diferencias percibidas entre el te­
sus necesidades y deseos para ayudar a su madre con el cuidado de la mora lossentimientos suicidas y a cometer el suicidio. Parecían conten­
familia. Como dijo Julius: "Se me enseñó a llevar las cargas sobre los tos de invitar a sus hijos a que participaran y de inmediato comenzaron
hombros y a guardarlas dentro". Uno de los efectos de tener esta respon­ a hacer planes para invit.arlos.
sabilidad, o sea de "hacer lo que tenía que hacerse", parecía ser un obs­ En la segunda sesión los hijos vinieron con sus padres y comenza­
táculo con sus hermanos; aunque no vivían lejos, sólo los veía una vez al mos con preguntas circular s sobre los dos estilos diferentes de los pa­
año. dres. A pesar de que los hijos ya tenían cuarenta años, Julius y Alexan­
La familia de Alexandra era más explosiva, había un montón de dra seguían con el rol de padres. La hija, Afyssa, hacía poco se había
1 peleas, un padre que amenazaba con suicidarse, y una hermana, de casi mudado una vez más de la casa de sus padres. Ben iba y venía, vivió con
la misma edad que Alexandra, se había suicidado hacía unos 30 años. ellos después del cese del servicio y la disolución de su primer matrimo­
Alexandra también sabía que era una "niña no querida" (sus padres no nio. Hasta cierto punto, el rol de padres que seguían manteniendo se de­
la habían "planeado") y como ella lo dijo: "En segundo grado aprendí a ir bía al hecho de que cuando eran pequeños los niños habían necesitado
fuera de la familia cuando quiero ayuda". También la madre de Alexan­ un cuidado especial: Afyssa nació prematura y Ben tuvo numerosas
dra había pasado los últimos años de su vida en un hospital estatal, de­ alergias y sarpullidos en la piel. Por lo tanto, los dos hijos salían y en­
bido a un deterioro rápido ocasionado por la muerte de su esposo, quien traban del consultorio del médico, había que prestar mucha atención a
murió de causas naturales. sus dietas, medicamentos, comidas nocturnas, etcétera.
En la primera sesión, mientras juntábamos de a poco los datos Además, Alyssa tenía un problema en la glándula pituitarfa, lo
mencionados, nos fijamos en si actualmente había algún miembro de la que hizo que ella no creciera en ta.maño (a los 6 años usaba talle 2, por
familia que corriese algún riesgo. Lo que surgió no fue el temor a que ejemplo). También se detuvo su desarrollo sexual secundario; sus padres
Alexandra se suicidase sino un temor intenso a que ella en algún mo­ la describen como si pareciese tener menos años que cuando era adoles­
mento experimentase sentimientos suicidas. También prestamos aten­ cente. Debido a las dificultades físicas, no hubo gran identificación
ción a un comentario que hizo Alexandra sobre lo tedioso que era revi­ cuando ella pasó de ser niña a ser adolescente y a ser una adulta joven.
sar nuevamente estos datos, y también hizo alusión a que yo (la tera­ Durante los primeros años de vida familiar, papá trabajaba mu­
peuta) podía no entender porque era más joven. chas horas (12-13 horas) en horario nocturno y la familia era muy po­
Despedimos a la familia después de la primera sesión con el si­ bre. Julius dijo que trataba de no inmiscuirse en la educación y trabajo
guiente mensaje: con los niños cuando ellos crecieron porque pensaba que Alexandra era
más inteligente y hacía mejor las cosas. Con el correr del tiempo a Ale­
Durante varios años han trabajado muy duro con estos temas. Necesí­ xandra comenzó a molestarle esta situación, ya que Julius siempre tar­
tamos tiempo para recolectar toda la información y pensar cuidadosamen­ daba más en preocuparse por las cosas. Durante la adolescencia de los
te las cosas que han probado para no pedirles que hagan algo que ya han
hecho. hijos, por ejemplo, ella no se sentía respaldada por Julius cuando empe­
Queremos pedirles a Alyssa y Ben que vengan a la próxima seslón para zaron a salir, estar de novios, dejar de respetar los horarios de salidas, y
comprender más sus puntos de vista sobre las cosas, y lo que parecen los experimentar conel alcohol.
puntos de trueque del pasa.do cuando uno tenia problemas y luego el otro. También formulamos algunas 'preguntas sobre el papá y su jubila­
Tamblén queremos que sepan que quedarnos sorprendidos por los vai­ ción, sobre cómo vivía estas últimas décadas de su vida y qué preocupa­
venes en la preocupación por si Alexandra se iba a lastimar o no. Parecía ciones tenían otros miembros de la familia en cuanto a él respecta. Se
ser que el temor más grande era el temor hacia los sentimientos sobre el hicieron preguntas reflexivas sobre cuánto tiempo más irían a necesitar
suicidio, un temor a tenerlos y no una preocupación por que Alexandra a sus padres los hijos y cuándo necesitarían los padres a los hijos, desta­
rElalmente se suicidase. Ale:mndra, tengo un mensaje del equipo para ns- cando que el hecho de que Alyssa y Ben ya eran adultos y que, a decir

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verdad, necesitaban pensar cómo y cuándo necesitarían estar a disposi-
!
trabajar sobre los temores por el suicidio, el temor a que en algún mo
ción de sus padres. . mento Alexandra pu.diera sentirse suicida. En nuestra intervención de
A1 finalizar esta sesión, agradecimos a Ben Y ,?uyssa por .venu a esta sesión, les presentamos nuestra disyuntiva terapéutica. En primer
ayudar a sus padres y los previnimos de hacer demasiados cambios muy lugar les dimos una connotación positiva al estilo conjunto de tomar una
rápidamente (la pareja nos informó que estaban hablando más y que decisión que Julius y Ale:xandra habían descrito; exponían su posición
apreciaban la fuerza de sus dos estílos diferentes, y Alexandra agregó sobre las cosas que había que decidir, controlaban el nivel de tensión en­
que se sentía mejor). También mencionamos cómo el temor a los pensa­ tre ellos si sostenían diferentes posiciones, y con el tiempo llegaban a un
mientos suicidas parecía ayudar a retrasar las cosas. consenso. Luego les dijimos que teníamos un problema: "Podemos traba­
En la tercera sesión preguntamos más sobre las experiencias de jar con ustedes para que pierdan el miedo al suicidio; no obstante, ese
crecimiento y de matrimonio del papá, ya que siempre perecía más fácil temor es algo que en el pasado parece haber funcionado como un grito
conseguir la información por Alexandra, la "conversadora" de le familia. de ayuda, y la ayuda le llegó a la familia aun antes de que Alex:andra se
Así nos enteramos de que Julius había estado asustado por el trata­ sintiera suicida. Si sacamos esto de la familia, ¿qué es lo que lo va a
miento psiquiátrico de Alexandra, un. proceso en .el c l nunca intervi­ reempla:zar? Además, ¿qué trabajaríamos en la terapia si no trabajamos
no. Al haberse definido como una persona no tan mtehgente o capa2 co­ con esto, ya que ustedes no manifiestan problemas diarios?" Por último
mo Alexandra y por la seriedad del problema que se reflejaba en el diag­ dejamos a la pareja con un equipo dividido, y les dijimos que cr íamos
nóstico, su postura era: "Que los expertos trabajen con ella. No sé cómo que Alexandra. todavía quería seguir con la terapia, que no se habían to­
ayudarla. Ellos deben saber. Si ellos no la pueden ayudar, ¿cómo voy a cado algunos temas mientras que Julius estaba más distante del proce­
hacerlo yo?". Cuanto más sostenía esta postura, más triste estaba Ale­ so. "Ale:xandra, las mujeres del equipo piensan que usted es más procli­
xandra por el distanciamiento y más buscaba que interviniera una per­ ve a continuar con la terapia y los hombres piensan que usted, Julius,
sona ajena. es más propenso a dejarla." Les dimos un descanso de un mes para re­
flexionar sobre nuestro dilema y sus diferentes posiciones y para usar
su estilo compartido de resolución de problemas para solucionarlos.
Segunda fase: los cambios A la sexta sesión vinieron y Alexandra dijo que había pensado
y pensado en por qué las mujeres habían dicho que ella necesitaba tra­
Durante las tres sesiones siguientes, la pareja siguió informando bajar otras cosas en la terapia (su interpretación del mensaje) y que
de varios cambios. Alexandra dormía, comía Y se sentía mejor. Alexan­ se daba cuenta de que tenía que hacerle frente a algo. Había hablado
dra y Julius conversaban. Julius había avanzado para ayudar más con del tema con Julius varias veces y habían ideado un plan; lo habían usa­
interacciones con los hijos, y ellos se ayudaban mutuamente al ponerse do durante las últimas tres semanas y había funcionado bien. Lo que
límites entre ellos. (Por ejemplo, cuando Alyssa iba con frecuencia a la dijo entonces la pareja fue que, cuando Alexandra estaba bajo estrés o
hora de comer, ellos esperaban y no servían la comida hasta que ella no deprimida, su tolerancia alcohólica disminuía, lo que agravaba los
se fuese a su casa. Corno dijeron: "Esto finalmente dio resultado".) Du­ problemas para dormir y su agitación total. Alexandra rotuló al beber
rante esta fase, la pareja viajó a Europa. Siempre habían querido hacer­ como su "agenda secreta" porque no la había compartido en las terapias
lo (éste era su primer viaje importante), pero Alexandra estaba preocu­ anteriores y también porque durante años lo había utilizado para ver
pada porque pensaba qne se iba a deprimir tanto que no iba a poder ir. secretamente si Julius se preocupaba por ella. En el pasado habían
Como pareja, se divirtieron mucho y no se preocuparon por los hijos. ideado un plan que consistía en guardar el licor en una nevera del
Nos enviaron varias postales a la clínica. Algunos de los comentarios sótano; Julius era el encargado de guardarla bajo llave y no debía per­
eran: mitir que Alexandra tomase las llaves. Sin lugar a dudas este sistema
¡Lo estamos pasando tan ma.gnificamente bien que ya no recuerdo por no hubiese funcionado si no hubiesen cerrado la nevera con candado o si l
qué me preocupaba! ¡Esto es súper! ¡Me hubiese gustado haberlo hecho hubiesen dejado la llave en cualquier lugar. Alexandra se hubiese
antesl ¡Mejor tarde que nunca! ¿No? ¡Saludos a los chicos y a las chicas de dicho a sí misma: "¿Viste? El no se preocupa por mí. Puedo volver al al­
la pieza del fondo"! cohol".
En el nuevo sistema, que comenzaron a poner en práctica entre la
Cuando volvieron nos trajeron chocolates suizos a todos. quinta y la sexta sesión, decidieron no tener alcohol en la casa para no
El propósito de esta fase del tratamiento era el de calmarlos, an­ seguh con el juego. Vivían a corta distancia de un restaurante y de un
clar los cambios, y continuar elaborando una visión más sistemática pa­ bar donde Ju\ius podía conseguir une cerveza de vez en cuando.
ra toda la familia de cómo Alexandra pedía ayuda. Para la quinta sesión Nos asombró la forma en que los esposos resolvieron el problema
ya no manifestaban ningún problema diario, pero dijeron que querían de este asunto por su propia cuenta. Todavía no mostraban pro lemas
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diarios que no pudiesen resolver. Sin embargo, hablaban de temores a medida que los padres envejecen, el cuidado tiene que cambiar, para
futuros problemas que podían llegar a tener con sus hijos. que loshijos sean indepedientes y para que puedan demostrar que pue­
El equipo comenzó a sentir que Julius y Alexandra estaba listos den asumir la responsabilidad de ayudar a sus padres si hay necesidad.
para comenzar a alejarse de la terapia, para acercarse a sus propios re­ Esto no había sucedido en esta familia.
cursos; no obstante queríamos ayudarlos a hacerlo en nna forma estruc­ Como cambio inicial, queríamos que Julius y Alexandra, quienes
turada que conectase algunas de sus experiencias en la terapia con su se sentían con buena razón orgullosos de su propia capacidad para ser
tiempo fuera de las sesiones. También queríamos acrecentar la nueva independientes, nci pidiesen ayuda, pero que practicaran. pidiéndoles
conexión entre la pareja y sus hijos, en vez de reconectar a AJexandra ayuda a sus hijos. Queríamos que experimentasen lo que significaba ne­
con los terapeutas, lo que fue el esquema predominante durante los últi­ cesitar a alguien más de la familia, en vez de ser la persona necesitada.
mos 20 años. Le pedimos a Julius que arreglase esta reunión, como acto simbólico
que representaba su preocupación creciente con respecto a los hijos.
Escogimos estos rituales fuera de la sesión para marcar el movi­
Rituales fuera de la sesión: transiciones e inversiones miento fuera de la terapia, así como también el cambio evolutivo para la
familia necesitada por el envejecimiento de los padres. El hacer que los
Durante la sesión conversamos largamente sobre las señales de cónyuges se reunieran fuera de la terapia pero el día y a la hora de la
atención que mostraban que las cosas comenzaban a desequilbrarse y terapia, era como si los dos estuviesen en terapia y a su vez no lo estu­
advertimos que estas señales generalmente eran más dramáticas para viesen. Les pedimos a Alexandra y a Julius que se reunieran para dis­
1 Alexandra que para Julius. Algunas de las señales eran: Julius dormía cutir ciertos temas aunque no se estuvieran reuniendo con nosotros.
más, Alexandra, menos; Alexandra y Julius no se hablaban; Alexandra Aquí recurrimos a los elementos comunes a los ritos de transición en la
volvía a tomar y Julius dejaba licor a la vista; problemas con los hijos y cultura tradicional. Las personas que experimentan los cambios no son
ellos dejaban de apoyarse mutuamente; y desilusiones en otras relacio­ "ni una cosa ni la otra" (Turner, 1969). Por ejemplo, cuando un novio y
nes íntimas. Decidimos trabajar con estas señales de advertencia (a las una novia se comprometen, no están ni casados ni no casados, y forman
que apodamos Sistema de Advertencia en su Etapa Inicial o SAEI) con una unidad separada de la de sus familias. En los ritos de la pubertad,
dos rituales fuera de la sesión. Escogimos los rituales fuera de la sesión el novato es niño y adulto a la vez. En los bat y bar mitzvahs, los adoles­
porque sentíamos que en el pasado Alexandra había dependido mucho centes cantan la sagrada Haftorah de ese sabat para toda la congrega­
de ayudantes y queríamos unir a loscónyuges. También queríamos reco­ ción como un adulto, pero cuando él o ella terminan, generalmente se
nocer las fuerzas enormes que tenían (por ejemplo, el trabajo que ha­ arrojan bolsitas de golosinas, símbolo de la niñez.
bían hecho con respecto al problema de la bebida). Con el segundo ritual estábamos buscando un cambio en el rol del
En el primer ritual, destinado a comenzar con la transición fuera ayudante y del ayudado de la familia. Este cambio de roles es un ele­
de la terapia, le pedimos a la pareja que se encontrase todos los viernes mento común en los rituales culturales que usan las inversiones. Por
a la 1.30 horas (hora y día en el cual tenían terapia) durante los dosme­ ejemplo, en algunas tribus bantúes, nn día al año las mujeres hacen el

l
1
ses siguientes. Debían elegir el mismo lugar cómodo para hacer esto:
sentarse, tomar el té o algo, y hacer que la reunión fuese placentera pa­
ra los dos. Durante este tiempo debían hablar de las SAEI (esquemas
del dormir, alcohol, comunicación, etcétera) y decidir los dos juntos si al­
trabajo de los hombres (como ordeñar las vacas) y usan ropas de hom­
bres (Van der Hart, 1981). En los Estados Unidos se espera que los hijos
cuiden y alimenten a sus madres en el Día de la Madre.
Van Gennep (1960), al estudiar los ritos de pasaje de cultura en
guna de estas áreas que señalaban una falta de equilibrio se les estaba cultura, encontró tres etapas en común: separación, transición y de in­
yendo de las manos. Si sentían que un área o áreas se estaba volviendo corporación, en la cual la gente era reintegrada a la sociedad con un
problemática, tenían que decidir corno pareja qué necesitaban hacer pa­ nuevo estatus. Con esta familia nos colocamos en la fase de separación
ra que estas interacciones diarias volviesen a la normalidad. ¿Podían al sacar el tema de si debía continuar con el tratamiento o no, y al mar­
manejarlo ellos? ¿Había necesidad de acudir a sus hijos para que ayuda­ carles, además, nuestro dilema terapéutico de si debíamos trabajar con
sen? ¿Al terapeuta individual de la madre? ¿A nosotros? Ellos debían ellos los temores a que surgieran sentimientos de suicidio. Con cada una
decidir cómo iban a manejar el problema. de estas intervenciones, tanto el terapeuta como el paciente se encon­
También leS pedimos que tuviesen una rennión con sus dos hijos y traban separados de las definiciones de estatus claro de quién era el
que incluyeran un cambio de roles. Debían practicar pidiéndoles a los ayudante y de quién necesitaba ayuda.
hijos que los ayudasen. En esta familia las reglas parecían decir que Con los rituales fuera de la sesión pasamos a la fase de transición.
estaba bien que los hijos pidiesen ayuda a los padres, sobre todo a la No estuvieron en tratamiento con nosotros durante dos meses, pero ha­
madre. Ella había sido la guardiana durante 40 años. No obstante, a cían tratamiento solos y con sus dos hijos. Algunas partes de estos ri-

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1
"'"f•

tuales fuera de la sesión eran bastante cerradas. Por ejemplo, las reu­
!
Alexandra trajo wia carta de doshojas con correcciones a la histo­
niones de los viernes tenían que ser en ese día, a la misma hora y en el ria de su psiquiatra, que ella había escrito para su terapeuta individual.
mismo lugar elegido. Esto era para marcar la conexión con la hora de la La comenzó diciendo:
terapia. Otras parles eran más abiertas: por ejemplo, el poder elegir có­
mo iban a resolver un problema que tenían, y cuándo y dónde Julius iba Gracias por revisar mís informes conmigo hoy. Sé que mucha gente ve­
a rewiir a los hijos. Al diseñar losdos rituales fuera de la sesión para la rifica con las oficinas de créditos la información, y me parece igualmente
fase de transición, usamos el lenguaje de la familia y los ternas que ha­ importante que mis informes sean lo más precisos posible.
bían sido considerados para señalar dificultades (dormir - no dormir; te­
ner acceso al alcohol, etcétera). Luego hizo algunas correcciones importantes en su informe, tales
También los dejamos con wia frase sin final dirigida a Alexandra: como aclarar que había errores en cuanto al tiempo que había estado in­
"Tienes una manera de encontrar cómo pueden funcionar las cosas para terns.da (cirn::o semanas en vezde ocho o nueve meses), que "ella no salió
ti. Tal vez tengas que encontrar otra 'agenda secreta' que podrá ayudar­ corriendo desnuda por la calle" y que su madre nunca había amenazado
te a comprobar tu umbral de respuesta, como lo hiciste conla bebida". con matar a su padre delante de los hijos. Como dijo en la sesión: "¡Que
La pareja regresó dos meses más tarde, habiéndose reunido todos dijesen que yo corrí desnuda por la calle es un mentira total!"
los viernes, sin excepción, y además otros días. Prestaron especial cui­ La carla termina con algunos comentarios sobre su pwito de vista
dado a las SAEI y sintieron que ninguna de esas conductas se había actual de sí misma y de su esposo, de su familia:
desviado. También se reunieron con los hijos por separado y habían
adoptado nuestro concepto de praclicar el pedirles ayuda por sus valo­ No puedo negar el haber tenido episodios psicóticos. Estos se produje­
res y necesidades. ron a raíz de un período de estrés y deserios problemas fis.icos que necesi­
taban decirugía. Todo esl:o se suma al hecho de que yo siempre tendré que
No les pedimos a los hijos en el sentido común de la palabra, pero los tener cuidado en períodos de estrés. Gracias a Dios, la terapia en familia
alentamos a que nos dieran tiempo y espacio para estar juntos y trabajar está construyendo una base sólida para quela familia me ayude.
en nuestra propia relación con cada uno, sin estar constantemente presio­ Hay una larga historia de problemas maritales que no puede hacerse a
nados para hacer cosas para ellos o escuchar sus problemas. Sentíamos un lado; la mayoría surgieron del hecho de que me casé muy joven y cuan­
que habíamos dedicado baBtante de nuestras vidas al cuidado de nuestroo do todavfa estaba inmadura emocionalmente. ¿Hay alguien que sepa qué
hijos y queríamos que ellos nos devolviesen con la misma moneda, dándo­ es lo que está haciendo cuando se casa? Sin embargo, sería un error decir
nos tiempo. que nu8!éltro matrimonio fue un fracaso. Hemos tenido tiempos muy felices
Alexandra y Julius también, pero a vece:. los recuerdos amargos tapan a los buenos. Sé que a
pesar de estos problemas hay amor entre nosotros dos. Ju\ius se benefició
tanto como yo con la terapia familiar, y estoy de acuerdo con ustedes en
Alexandra se asombró por el comentario hecho sobre cómo funcio­ que tendríamos que haber dado est.e paso mucho tiempo antes.
naban la agendas secretas para ella. Como ya lo había hablado con Ju­ Tundré que estar muyatenta en los momentos de estrés, como elije an­
lius, ella tenía que admitir que la habían diagnosticado como enferma tes. 'Tongo que observar mis ciclos de suefio muy cuidadosamente, porque
mental y admitir lo que la gente decía de ella en los informes médicos sta es unaseñal de advertencia temprana de que se avecina un proble­
que habían permanecido secretos y que nunca se mostraron. Julius y ma. Mi balance entre conciencia /inconsciencia es como el filo de una
Alexandra hicieron un buen trabajo durante esos dos meses. Alexandra, navaja, siempre lo ha sido y probablemente lo será. Es extremadamente
primero por su cuenta y luego con Julius, fue a los lugares donde tenía peligroso, lo sé, pero ¡puede ser interesante!
ficha psquiátrica. Pidieron copias de los informes y trataron de poner to­
dá la información junta para ver cómo habían diagnosticado y calificado Alexandra y Julius han demostrado una vez más tener una fuerza
a Alexandra. sorprendente al hacer frente a esos temas. De manera más cuidadosa,
han introducido la posibilidad de trabajar conlos rótulos de los trata
Era dificil de hacer, pero mi deseo de encontrar una lógica y una consis­ mientos del pasado. Con esto no habíamos trabajado profundamente en
tencia así como también una explicación coherente del pasado, me instaba
la terapia familiar. Tampoco era algo que habíamos tenido para nues­
a moverme en esa dirección. Estudiarnos informes viejos de la compañía
de seguros (por los diagnósticos); estudiamos las leyes para la liberación tros primeros informes psiquiátricos (de nuestro terapeuta individual
de información; contactamos a nú terapeuta y al hospital estatal. En todos sólo conseguirnos los informes desde 1972 en adelante).
los casos la primera respuesta era negativa., nadie quería responder, pero Alexandra, al escribir sobre el proceso de investigación de los infor­
al mencionar las leyes y al asegurarles que no se les iba a causar dafio al­ mes, dijo que "los errores inquietantes me estremecían, sobre todo los
guno, se nos brindaba la información. que se referían a mis informes hechos por el terapeuta individual, por­
Alexandra que yo siempre creí que ella comprendía mí caso perfectamente bien.

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Pero tales discrepancias señalaba lo ontr rio_". S.in embargo, al hacer
1 La tercera fase: examinar procesos terapeúticos
el resumen de los errores en su h1stona ps1q átnca, "la tarea que co­ del pasadoy del presente
menzó con tal trepidación terminó co un se tid.o mayor del poder sobre
mi propia vida". Ella comenzó a definirse a s1 misma como la experta en Esta decisión nos llevó a la tercera fase de la terapia y al ritual fi­
su propia vida. . . . nal, que era principalmente dentro de la sesión pero incluía componen­
Se construyeron los cimientos para un ntual de redefimc1ón.de_la
tes de fuera de ella. Al cocrear este documento resumido, a propósito no
identidad, ya que ahora teníamos: 1) todos los rótulos que los ps1qw1;1-
lo llamamos un resumen de'conclusión, porque el trabajo, hasta cierto
tras le habían puesto (identificación previa); 2) un cuadro más ampho
punto, no estaba completo". En cambio, iría progresando con el docu­
creado en la terapia familiar sobre cómo se iban a inte elaci nar as di-
mento, a medida que la pareja lo tomaba y lo usaba. Al cabo de la sépti­
ferentes dificultades de la familia (pasar a otra nueva 1denbficac1ón), Y ma sesión señalamos cómo veíamos el proceso de confección de los docu­
3) una delineación clara de las fuerzas de la fanrilia (para anclar en la mentos. Primero redactamos una descripción aproximada de cómo
nueva identidad). veíamos las cosas. Luego le pedimos a la pareja que nos diese más infor­
Los rituales de redefinición de"la identidad se centraban en la re­ mación. Ellos tenninaron reaccionando y escribiendo secciones extensas
clasificación y en el establecimiento de nuevos _roles. Exi te una distin­ sobre momentos especiales de estrés que tuvieron en el pasado y que los
ción entre los calificativos viejos que se auto1mponen, impuestos por habían llevado a solicitar la intervención terapéutica. Entonces junta­
una fuerza exterior a la familia (escuelas, tribunales, etcétera) o dados mostodo lo escrito y revisamos el documento final.
en la terapia, y nuevos roles. Por ejemplo, una familia se pr entó para Nuestra novena y última reunión fue un ritual dentro de la sesión,
1 tratamiento con una niña de 11 años que la escuela, la farmha y el pe­ en el cual firmamos el documento. Esto marcó el paso de la terapia a la
diatra habían calificado de "hiperactiva" (Imber-Coppersmith, 1983).
vida cotidia a, así como también la nueva. identidad de la pareja como
Hacía años que tomaba Ritalín pero la medicación no parecía ser eficaz
una unidad que no contenía llil paciente psiquiátrico. Escribimos a má,
a esa altura. En la terapia, como la identidad de la niña pasó de hipe­ quina el resumen final y le adjuntamos llila hoja al final para las firmas
ractiva a normal pero traviesa, se le diseñó un ritual de entierro para de nosotros seis (cuatro miembros del equipo y la pareja). La primera
deshacerse del Ritalín y del rótulo que éste le daba, y de esa manera se parte de la sesión fue para revisar el documento con Alexandra y Julius
ponía de relieve la nueva identidad de la niña. . . para que ellos diesen su aprobación final. También se hicieron pregun­
Cuando nos estábamos apartando de la terapia, la pareJa nos pre­ tas para saber cuáles habían sido las partes más útiles de la terapia
sentó otro tema. ¿Cómo iban a salir de las experiencias de los trata­ ("que viniesen los hijos"); la que menos ayudó ("recordar la historia de la
mientos pasados y de la naturaleza estátic deloscalificativos, que ha­ familia"); y qué consejo les darían a otras familias con el mismo poble­
bían dejado a la pareja sintiéndose traicionada, pre cupa_da sobre la ma ("vayan a terapia familiar con un equipo"). Luego se le pidió al equi­
prognosis e impotente? Ya que pensábamos que los cahficabvos puestos po que se reuniera con nosotros en el consultorio, lo que originó una es­
a Alexandra no eran del todo descriptivos de los procesos complejos que pecie de simetría entre la primera y la última sesión, ya que el equipo
conducían a sus dificultades, queríamos arrojar el peso de nuestra ex­ había venido a la sesión nueve meses antes para que los presentáramos.
perta opinión detrás de una discusión más precisa de los problemas del Cuando entraron los tres miembros del equipo, Alexandra dijo: "Ah, los
pasado y de los recursos actuales. A la vez, no queríamos contrib r a chicos y las chicas de detrás del espejo". El equipo (todos mayores de 40
otra relación de uno arriba/otro abajo si terminábamos el tratamiento años) se rió y Sandy Blount dijo: "Me gust.a esa descripción".
sin permitir que Alexandra y Julius vieran nuestros informes sobre el Luego de estrecharse las manos y de volver a presentarse, nos sen­
1 caso. tamos todos en círculo e hicimos el ritual defirmar las dos copias del do­
Decidimos escribir un informe oficial junto con la pareja. Este no cumento de seis páginas, una para la clínica y otra para la pareja.
sólo se referiría a nuestro trabajo y al de la familia sino también al de Cuando dije "Tendríamos que tener una bonita pluma de oro", Lynn
las personas que habían ayudado anteriormente. La intención era colo­ Hoffman trajo una bonita pluma y dijo: "Parecería que estamos en la
car los otros documentos en un plano diferente al identificar claramente Declaración de la Independencia". Cada persona firmó el documento por
la vieja identidad y luego marcar la nueva que había emergido del tra­ turno; comenzamos con Alexandra y Julius, y se le dijo a la pareja:
tamiento. También estaríamos continuando la transición fuera de la te­ "Confiamos en ustedes tácitamente, con todas las fuerzas y recuxsos que
rapia al trabajar juntos como colegas. demostraron tener al trabajar con el problema de la. bebida, los proble
mas de interacción, y los rótulos que anteriormente se le pusieron a Ale"
xandra; y sabemos que sabrán usar este documento si alguna vez co­
mienzan a tener dificultades. También saben manejar bien el Sistema
de Advertencias en su Etapa Inicial. Por favor, guarden este documento

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1
en una caja fuerte y si alguna vez se inmiscuyen en sistemas exteriores Le. inform.e.ción resultante de la familia
lo tendrán como recurso". durante loatres años después de la culminación de la terapia
Ent.onces Alexandra dijo: "'Siempre sé cuando me siento mejor. Es­
toy trabajando arduamenate con pasteles, probando nuevos estilos de Durante los últimos .añ.os continué recibiendo información por es­
pinturas que nunca antes había probado. Julius también ha estado ha, crito de la familia y también información verbal que ellos me dieron
ciendo varias cosas creativas. Tal vezla nuestra sea la única puerta em­ unas pocas veces cuando me encontré con ellos. Esto da la idea del im­
papelada de Montage. Y me hizo una cartelera grande para que yo cuel­ pact.o del proceso de la terapia sobre la pareja. Mientras escribía est.o,
gue mis cosas mientras estoy pintando". recibí una postal que la pareja me envió desde su viaje por el sur.
El terapeuta comentó que ellos tendrían que haber traído alguna Decían: "Todavía pensamos en el equipo con mucho afecto".
de las cosas en las que habían trabajado para compartir en la sesión, co­ La primera carta la recibimos unos cuatro meses después de finali­
mo si fu.ese la inauguración de una exposición de cuadros. Lynn Hoff­ zado el tratamiento. Comienza así:
man le dijo a la pareja; ''Una de las cosas que nunca palpamos son los
talentos maravillosos de la gente porque ellos no vienen aquí para eso. QueridaJan.ine:
Así que no llegamos a conocer la mejor parte". Julius estaba muycontento el otro dfa cuando vino a casa al mediodía y
Luego compartimos un pastel de manzanas (lo trajo el terapeuta, me dijo :"¿Adivina a quién vi en la escuela esta mañana?". Estoy muy con­
ya que ésW era un símbolo para la pareja cuando las cosas andaban bien tenta de que ustedes dos tengan una relación tan buena. El nullCa tuvo
entre ellos), té y café, y hablamos de las pinturas de abedules y de las re­ mucha confianza en la "terapia." y no lo puedo culpar porque yo no era un
novaciones que Julius había hecho en la casa. Alexandra prometió hacer­ buen ejemplo para él, pero nuestra experiencia junto con ustedes y el equi­
nos un cuadro. (Ahora lo tenemos colgado en el consultorio donde traba­ po con seguridad cambiaron algunas cosas.
jamos con ellos.) La pareja también pidió una copia de la cinta de la se­ El les contó sobre nuestro próximo viaje a Creta. Estamos muy conten­
sión en la cual estuvieron sus dos hijos, ya que allí había algunas prome­ too con es viaje y nos estamos divirtiendo preparando las cosas. Una de
sas que los chicos habían hecho y que ellos querían volver a escuchar. las cosas que hemos estado haciendo es caminar por todo Monta.ge, su­
biendo y bajando colinas, etcétera, para estar en forma cuando tengamos
Terminamos la sesión fuera de la terapia. Ahora estábamos juntos
que ir de ex:cu.rsión. A voces caminamos durante dos horas y nos parecie­
como un grupo social, comiendo, hablando de cosas de la vida diaria y ron mínutos nunca creerían las grandes conversaciones que tenemos. Y
no como familia, terapeuta y equipo. Como dijeron Julius y Alexandra: debes decirle al eqtripo que ya no soy la única que habla (¡por lo menos no
siempre!). Creo que Julius ha sído un "gígante durmiente" en lo que a ser
El ritual final fue una especie de "graduación". La solemnidad de la un convel'3ador se refiere.
ocasión fue simbolizada adecuadamente al firmar el documento, a lo que Pero en esto estoy trabajando y, porque es una experiencia tan maravi­
le siguió una reunión en la que compartimos refrescos que simOOlizahan llosa, quiero compartirla con ustedes. A comienzos de esta semana, me
que Janine y el equipo habían sido miembros de la familia, hasta cierto desperté a la noche y sentí las primeras señales de mis depresiones anua­
punto, a lo largo de la terapia. les de la primavera que golpeaban a la puerta de mi conciencia. Como el
El momento tradicional de ,.seguir adelante" fue crucial para nosotros y primer petirrojo, parecería que siempre viene. De cualquier manera, no
pensamoa que Janine y el equipo compartían un sentimiento similar. Bill funcionó porque yo estaba segura de que si íbamos de viaje yo iba a poder
Cosby escribió que su padre le pidió la llave de la casa después de gra- deshacerme de esto. La desilusión que sentí me redujo a un pánico deses­
duarse, e indicó que él tomó el seguir adelante" seriamente, pero Jan.ine y perante. Por supuesto, pensé: "Me pregunto si debería \lam:ar a Janine".
el equipo dejaron compasivamente una hendija en la puerta al asegurar­ Luego, cuando Julius y yofuimos a ca.minar, le solté todos mis temores y
nos que tenian un interés permanente en nuestro progreso. mis lágrimas y cobardías, entonces él me tomó de la mano y me dijo que le
El uso de rituales durante la terapia familiar fue de crucial importan­ contase todo. Por fortuna, caminábamos por los espacios abiertos así na.die
cia para nosotros por nuestra familiaridad con su uso en la liturgia de la podía verme o escucharme. Derepente me di cuenta de que era posible en­
iglesia., en la cual se usaba e} ritual para marcar cada gran periodo de contrar la ayuda que yo necesitaba con mifamilia "actual" y me sentí dife­
transición en la vida de un individuo. rente. Fue la mejor sesión de rapia quetuve, y fue porque confié en que
Julius meayudaría. iBravo! ¡Avances! Les tenía que contar esto.
Juntos habíamos renombrado y reivindicado la historia que hacía Nomeolvido de que les prometí que les iba a llevar otro dibujo. Cuando
resaltar los recursos de la familia. En la información sobre Alexandra y estemos en Creta voy a sacar una foto o haré un bosquejo para trabajar y
Julius durante los últimos años uno puede advertir cómo hicieron uso los tendré a ustedes presentes.
de sus fuerzas. Si quieren compartir esta carta con el equipo está bien porqu.e todos
ellos colaboraron en educar a Alexandra".
Cariños,
AJexandra

364 365
'T
Un año después de finalizado el tratamiento, recibimos Wl8 postal
!
un lugar seguro es algo bastante diferente a que el terapeuta escriba wi
para el Día de Acción de Gracias que decía "Janine Y Cía.". En ella, informe que nwica se les muestra ni se comparte con ellos. En los casos
Alexandra escribió: en los cuales hay un servicio social, o donde intervienen los tribunales o
la asistencia social, esto puede ser una manera de otorgarles poder a los
UnS.9 líneas para decirles que una de las cosas que Julius y yo agrade­
ceremos en este día de Gracias es toda la ayuda que recibimos de usted y pacientes para que trabajen con el sistema. También puede ser una ma­
del eq\llpo. (Pienso en la parábola que habla de dark a un hombre pescado nera importante para que losterapeutas definan clara'mente la posición
o eMeñarU! a pescar.) Julius está muy contento de saber_ que podemos ­ en la cual se encuentran frente a temas de control social (Imber-Black,
bajar juntos y que él realmente puede ayudar con su sóhdo y buen sentido 1988),
comlln. Cada vez que obtenemos un buen resultado, aeoen su confianre y Por ejemplo, en los rasos en los cuales ha habido abuso de meno­
la mía. res, en vez de que el terapeuta vaya a los tribunales con recomendacio
... Fue muy amable de su parte lograr que nuestra últimEi. sesión fuese nes desconocidas por los padres sobre si piensa que es seguro para el ni­
tan memorable. Y fue algo muy bueno ver al resto del equipo, que habfa ño volver con la familia, la familia y el terapeuta juntos informan sobre
tenido que sentarse sin participar durante todo el tiempo. ¡Me brota una el trabajo, cambios y problemas actuales en el hogar. Esto desplaza al
lágrima al recordar esto! Julius les envía sus mejores deseos, junto con los terapeuta fuera del campo del control social. El terapeuta le dice a la fa-
míos. milia: "Puedo trabajar con ustedes en estas áreas y juntos redactaremos
un informe, y la corte puede tomar las decisiones adecuadas para el con­
Dos años y medio después, para una Navidad, recibí una postal en trol social".
la cual Alexandra escribió: El acceso libre a los informes escritos también puede alejar altera­
peuta del lazo de conocer las agendas de otros organismos que se les es­
¡Hola! Julius y yo n03 acordamos de usted y del equipo muy seguido. conden a las familias. Por ejemplo, un organismo de salud mental de la
Nos ayudaron mucho y les estamos agradecidos. Hemos tenído muchas
oportunidades para practicar el trabe.jo en equipo y (jper ón si suena co­ comunidad, al hacer una derivación a un equipo de admisión en un
mo si me estuviese jactando!) creo que nos estamos volVIendo expertos. equipo de tratamiento residente, puede recomendar una "parentecto­
Los dos especialmente Julius, hemos adquirido un montón de con:fianre. mía" (separación del adolescente de sus padres sin miras a que él o ella
No tene'moe una hora o un dfa fijos, pero vamos derecho a la acción como vuelvan a la casa), ya que la familia va admitir que es más probable que
si fuese una sesión regular a medida que surgen las cosas. ¡Ahora que se hagan tales recomendaciones, y que el trabajador de admisión se vea
Julius escucha tiene un.a guía interior más fuerte! Nos llevamos mejor que inmediatamente atrapado en Wl triángulo con la familia y el organismo
nunca, as( que creo que pueden escribir "misión cumplida" en nuestro ex­ que los envía
pediente. Trabajar juntos es mejor que buscar ayuda en las páginas runa­ En loscasos en los cuales se calificó a la gente psiquiátricamente,
rillas. el proceso de "redocumentación" "de su experiencia por medio de un in­
forme conjru1to puede brindar la fuerza del trabajo escrito, que es más
El que Alexandra me escribiera una o dos veces al año me indicaba poderosa que Wl reencuadre verbal de la experiencia previa. Por ejem­
que la terapia todavía estaba con ella y con Julius de maner importan­ plo, en este caso fue importante lograr que cuatro terapeutas "expertos"
te. No lo vi como un indicador de que se mantuviesen dependientes de la en familia firmaran y verificaran este documento, para contrarrestar a
terapia, ya que el contenido de las cartas era muyclaro y positivo sobre todos los expertos previos que habían dado sus diagnósticos. El docu­
lo que ellos estaban haciendo por sí mismos. mento también permite que tanto los clientes como el terapeuta salgan
de ese círculo tan intrincado que se crea cuando wi terapeuta, por ejem­
plo, califica diciéndole a alguien "usted es paranoico". El paciente puede
Las implicaciones de este caso para el usode responder: "¡No lo soy! ¿Cómo puede pensar eso?". Cuanto más se resis­
rituales con otras familias ta el paciente, más serán sus protestas tomadas como evidencia de sus
problemas. Alexandra, en verdad, comentó sobre este aprieto en su caso,
Hay tres rituales que se utilizaron en este caso y que pueden apli­ y dijo que cuanto más cuestionaba el diagnóstico durante los años, en su
carse a otras situaciones --de alguna manera son rituales "genéricos"-. cabeza, más se decía a sí misma: "Bueno, ¿Cómo puedes saber si estás
Primero, el haber hecho de la redacción del documento un proceso abier­ sana o no?, porque si est.ás 'enferma' no puedes juzgarte a tí misma". En
to y ritualizado en las profesiones de la salud mental tiene implicacio­ la última sesión, Alexandra encontró el camino para salir de este círculo
nes para los casos en que: 1) se archivan informes sobre individuos o al decir con una buena y profunda risa:"Sé que no estoy loca. Leí El ca­
sobre las familias y 2) se les ponen rótulos a la gente. Cocrear un docu­ zador oculto y sé que no estoy asf'.
mento con los pacientes y luego darles una copia para que la guarden en La importancia del diálogo sobre el diagnóstico, el cual c rtifica

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v
T
1
que el diagnóstico es un evento social, sale a la luz :n un es udio sobr.e Las indicacíones para usar este tipo de inversión de roles incluyen:
hospitales psiquiátricos hecho por Waxler (1981): ½1s pacientes ps ­ los momentos en que las familias no se dan cuenta de que los padres es­
quiátricos que sienten que han 'vuelto a la normalidad un mes despues tán llegando a su última etapa evolutiva, cuando hay una historia de
de su primera internación no son diferentes, en cuanto a diagnóstico, concentración en los problemas de un niño, lo que deja poco tiempo y es­
del grupo de los que 'todavía están enfermos'; en cambio, el mejor resul­ pacio para los adult.os y, por último, cuando los hijos parecen inseguros
tado clínico puede ser explicado por el gran poder que ciertos hospitales de cómo ayudar a los padres. Algunas cosas a tener en cuenta al crear
les dan a los pacientes para renegociar su estado legal, los planes de este ritual son: 1) un motivo principal claro de por qué les están pidien­
tratamiento y diagnósticos con el personal del hospital" (resumido en do que lo "practiquen"; 2) quién va a llamar a los hijos: cómo hay que
Waxler, 1981, pág. 283). hacer para cambiar más productivamente las pautas de ayuda y, 3) en
Los elementos importantes a tener en cuenta al crear un ritual de qué aspectos los hijos pueden practicar con este tipo de ayuda.
documentación más allá de las pautas señaladas en el capítulo 3, inclu­ El tercer tipo de ritual "'genérico" que aparece en este caso es la ce­
yen: 1) examinar de qué manera el proceso de cocrear una documenta­ remonia de finalización en la que de lo que se hace dentro de la sesión
ción otorga poder; 2) asegurarse de que se tienen suficientes datos acer­ se pasa afuera. Por ejemplo, cuando los miembros del equipo entran al
ca de los calificativos y documentos anteriores para "redocumentaTlos,,., consultorio, fisicamente rompen la frontera del vidrio espejado y ponen
y 3) pensar cuidadosamente sobre el lugar que se le dará a losdocumen­ a todos en el mismo espacio y nivel. La interacción cara a cara con los
tos, dónde se los va a guardar, quiénes tendrán acceso a ellos, etcétera. miembros del equipo también permite el cierre, o sea despedirse de per­
Los ritos trad:icionales de pasaje transmiten importantes tradicio­ sonas reales en vez de dejar al equipo como a un ente desconocido. Otro
nes culturales y mitológicas de tres maneras principales (Turner, 1967): componente importante es formularles a los pacientes preguntas acerca
de la terapia, el terapeuta y el equipo. Si tuvieran que cambiar algo en
l. Demostración -"qué se muestra" (por medio de reliquias, más- la terapia, ¿qué seria?; ¿qué consejo le darían al terapeuta, al equipo, et­
caras, estatuas); cétera? Esto coloca a la familia fuera de la terapia y en un metanivel
2. Acción - "qué se hace"; respecto del proceso. Hablar de sucesos cotidianos en vez de sobre pro­
3. Instrucción -"qué sedice". blemas terapéuticos también puede marcar el límite de que la terapia
ha terminado, así como "compartir juntos una comida", algo que nor­
Estos pueden ser elementos importantes a tener en cuenta en la malmente no se hace en un tratamiento.
construcción de esta clase de ritual de rede:finición de la identidad. AJ mi­ Un último elemento importante para tener en cuenta en las cere­
rar el ritual dentro de la sesión desde esta perspectiva, el informe en sí monias de finalización es el intercambio con la familia, o simplemente
mismo se convierte en lo que se muestra. Contiene las tradicione,i cultu­ darle algunos regalos o declaraciones simbólicos. Este puede ser un mo­
rales creadas recientemente. Las acciones de la ceremonia incluyen la fir­ do especial de poner de relieve los puntos fuertes de la familia, así como
ma del infonne, con los integrantes ocultos del equipo como testigos, y co­ de devolverles algo a sus miembros por todo lo que nos han dado. Se
mer y conversar juntos fuera de la terapia. Las instru.cciones eran poner cambia esta relación de ayudante/ayudado por otra más recíproca.
el infonne en un lugar seguro por si alguna vez lo llegaban a necesitar. Los aspectos sobre los que hay que reflexionar al diseñar este tipo
El segundo ritual "genérico" de este caso es la idea de reunir a los de ritual de finalización son: 1) formular preguntas circulares sobre ei
hijos adultos juntos para ayudar a sus padres. Aquí adaptamos las téc­ proceso de la terapia; 2) el momento oportuno (cuándo quiere que salga
nicas de fingimiento de Madanes (1984) para adultos al usar la termino­ el equipo, que se aparte de la "'terapia") y, 3) qué símbolos del proceso te­
logía de práctica (en vez de fingir), que era más apropiada parn la edad, rapéutico se les pueden dar a los miembros de la familia para convali­
y al enfatizar con preguntas reflexivas y circulares que, en verdad, en el dar sus propias fuerzas.
futuro este cambio realmente iba a tener que suceder.
Como los Estados Unidos continúan "encaneciendo" y hay menos
estigmas alrededor de la terapia para esta generación de gente mayor, Conclusión
se llega a necesitar este ritual con más frecuencia. Las interacciones
diarias de muchas familias se encuentran ritualizadas en forma rígida Coneste caso se ilustran las diferencias en el tratamiento entre un
alrededor de la ayuda de los padres hacia los hijos. Con este tipo de ri­ modelo jerárquico tradicional en el que el diagnóstico es una agenda
tual de "práctica", se puede invertir quién va a ayudar a quiénes en las oculta, y un modelo colaborativo en el que el diagnóstico se reconoce co­
familias. También, cuando alguien finge tener un síntoma (Madanes mo proceso construido socialmente:
1981, 1984), la distinción entre lo que es real y lo que no lo es -lo que
es posible y lo que no- comienza a quebrarse.

368 369
1 Modelo jerárquico MO<U!lo colobor-atii.>o í Madanes, C. (1981): Strategic fam.ily t/u?rapy, San Francisco., Jo95ey-Basa.
Madanes, C. (1984): Behiml tM.o,u-way mirror, San Fnmc.ii.co, Jossey-Bass.
l. Informes redactados por el cliTU­ 1. lnfonnes redactados por el clfnj.
coy los pacientes en coajunto. Roberts, "J. (1986): "An evolving mOOel: Llnks between the Milan approach and
co. No lo leen los pacientes.
2. Diagnósticos dados por e) clínico. 2. Los "diagnósticos" se deciden en strategic modela of family then1.py". En Don Efron (comp.): Jou.rneys:
No los comparte inmediatamen­ cal.aboración. Expansion oftM strategic-systemic therapiea, Nueva York, Brunner/Ma.zel,
págs.150-173. . .
te con los pacientes. 3. Supervisor/equipo entran al con­ Robitscher, J. (1980); TM. powera ofpsychw.try, Boston, Houghton Miffim.
3. Supervisor/equipo siguen siendo sultorio. Se observa el proceso Turner, V. (1967); The foreat o( symbola: Aape.cl'B of Ndem.bu. ritual, lthaca, NY,
desconocidos. del equipo.
Cornell University Press.
4. Intervenciones presentadas con 4. El proceso de las intervenciones
se considera 1-,an importante co­ Turner, V. (1969): The ritual prvceas, Chicago, Aldine Preu.
el acento puesto en la realiza­
mo la intervención misma. van der Hart, O. (198.3): Ritual, in. p;,ychot/u?rapy: 'lh:in.sition and continuity,
ción de la tarea y no en el proce­
so. Nueva York, lrvington.
5. El proceso de cocreación se con­

l
Van Gennep, A. (1960): Th.e rite, o( passage, Chicago, University of Chicago
5. No se considera decisivo el pro­ sidera esencial. Presa.
ceso de cocreación.
Wa.x:ler, N. E. (1981); "The social lab@ling perspect:ive on illness and medica!
pract:ice". En L. Eisenberg y A Kleinman (compa.): TM. releuance o( social
acience fer medicirn!, Boston, D. Reidel Publishing Co., págs. 283-306.
Se pone el acento en el uso de rituales colaborativos creados du­
rante el proceso de la terapia y no en los rituales establecidos rígida­
1 mente por la institución de salud mental. Como escribió Alexandra:
Trato de recordar que la. vida. siempre está en movimiento y nunca esta,
rá libre de tonnenta.s; entonces se debe t.ender hacia. el eqllllibrio en el
centro. Julius y yo deseamos que todas las familias tengan muy buena
suerte en su viaje.

Notas

l Quiero agrade,cer etipecia1meote a "AJexandra y a "Julius" por su buena voluutad


para compartir sus opiniooea sobre el proceálo terapéutico en este capitulo. Continué
aprendiendo de ellos mieotraa red_aetábamoe este cap_ltulo en oolaboraci n COrrJ? lo hice
durante todo el tratam.ieuto. También me parece muy Importante el trabl!Jo realiza.do por
el equipo, AJexander Blount, Stuerl Golann y ltfnn Hoirman. J. R.
2 Como lo hiw oatar AJe:x:andra mientrB!! trabajáb.,moa en este capitulo, ella todavfa
E<e e'!!tá curando por dentro, como si drenara una herida.

1
Bibliografía

Glenn, M. (1984): On diagnoaia: A ayatem.ic approach, Nueva. York, Brun­


ner/Maiel.
Imber-Black, E. (1988): Fam.iliea aml larger aystem.a, Nueva York, Guilford
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Imber-Coppersmith, E. (1983): "From hyperact:ive to normal but na.ughty: A
multisystem partnership in delabeling", lnterrw.tion.al Jou.rn.o.l o( Family
Psychiatry (3/2), 131-144.

370
371
··
1

13 rol genéricos, tal como están expresados y configurados en la familia y


en otros grupos sociales, son determinantes muy poderosos de la identi­
i;lad y de la actividad individuales. En los últimos años, en la medida en
Mujeres y ritual que la critica feminista se ha difundido en la terapia familiar, en este
campo se han comenzado a examinar, a veces con mucha dificultad, las
en la terapia familar construcciones sociales y las prescripciones normativas de género im­
plícitas en las principales teorías y modelos sobre la familia y sus su­
puestos subyacentes acerca de la salud mental.1 Al mismo tiempo, los
Joanwird terapeut.as familiares y otros profesionales de la salud mental han co­
menzado a cuestionar las principales metáforas organicistas, mecanicis­
Hace muchos, muchos años, en la ti.erra del Mundurucu, en tas y sociológicas que han predominado en la construcción del modelo,
Brasil, todas las trompetas sagradas de la tribu lee poseían las mu­ así corno los tipos de lenguaje que no sólo expresan sino que también
jeres. Estas guardaban las trompetas doradas en el bosque, donde crean y recrean nuestras concepciones del mundo.2
habían convenido tocarlas en secreto. Pero, ¡ay! las mujeres dedica.­ En los últimos años algunos han pasado a adoptar una metáfora
ron tanto tiempo a tocar las trompetas que con el tiempo ebandona­ sociocultural, que pone el acento en la construcción social e individual
ron a sus maridos y sus obliga.dones domésticas. Las mujeres, como del significado. Una postura de este tipo requiere una concepción dife­
poseedoras de las trompetas, habían ganado con esto ascendencia so­ rente de la realidad y de la conducta normativa y lleva a la adopción de
bre los hombres. Los hombres tenian que acBrTear leñe.y traer agua, nuevas metáforas para la práctica. Los terapeutas familiares han rede­
y también tenfrut que hacer pan de mandioca.... Pero los hombres to­ finido la terapia como un relato (Hartman y Laird, 1987) o como una
davía cazaban y esto los enojó porque había que suministrar carne a conversación (Hoffrnan, 1985), lo cual supone un proceso recursivo y co­
\as trompetas... Así que uno de los hombres sugirió que les quitaren
las trompetas e. las mujereB. Asf que lo hicieron y obligaron a las evolutivo entre terapeuta y paciente en el cual cada uno experimenta un
mujeres a volver a sus domicilios y a que continuaran sirviendo a los cambio en la medida en que se desarrolla nn nuevo "relato" o constrnc­
hombres. Ulteriormente se le enseñó al pueblo que a la.a mujeres no ción de realidad. Si la. metáfora sociocultural indica la búsqueda de sig­
se les debía permitir entrometerse en los 11.!'!untos de los hombres ni nificado, entonces resulta claro que los terapeutas deben buscar fuentes
tomar parte en los ritos secretos de los varones cuando se tocaban importantes de significado para los modos en que las familias constru­
los instrumento.s musicales sagrados. A la mujer que violara esta yen su mundo y lo dotan de significado y transmiten sus valores y tradi­
prohibición se la condenaba a muerte, y cualquier hombre que mos­ ciones. Y así, los terapeutas familiares han comenzado a interesarse ca­
trara estos instrumentos o revelara las leyes secretas a su mujer era da vez más por muchas de las categorías que son conocidas desde hace
obligado a matarse o lo mataría su compañero. tiempo por los antropólogos para el estudlO de las sociedades pequeñas,
(Mito elaborado a partir de texto y cit.as en Bamberger, 1974, pág. 273) como por ejemplo lenguaje y metáfora, concepción del mundo, folclore y
mito, creencia y espiritualidad, religión y ritual.
Las trornpet.as doradas son, por supuesto, símbolos de poder sexual Desde hace muy pocos años esta última categoría, la de ritual, du­
y político. En oposición a esta reflexión, hasta la fecha existen muy po­ rante mucho tiempo ignorada en el campo de la terapia familiar, ha des­
cas pruebas firmes de que las mujeres, en cualquier época o en cual­ pertado considerable atención tanto entre losinvestigadores corno entre
quier sociedad, hayan poseído efectivamente los símbolos secretos de la losclínicos. Este libro es una clara expresión de ese interés. Sin embar­
autoridad. Más aun, el mito de los Mundurucu sugiere que las mujeres go, lo que no se ha tomado en cuenta es la relación muy poderosa entre
no saben cómo manejar el poder y la responsabilidad públicos, Esto nos género y ritual. En este capítulo se ofrece una perspectiva inicial de esa
advierte acerca de los riesgos que corren las mujeres y los peligros que relación, particularmente en lo que se refiere a la vida de las mujeres y
enfrentan si, en verdad, se les permite el acceso a los ídolos de la tribu o a las mujeres en la terapia. Se introduce el concepto de género corno
a los ritos centrales que expresan el código cultural de la sociedad. Est.o construcción cultural, seguido por un enfoque sobre la vida ritual de las
nos dice que, por lo menos en la sociedad mundurucu, el género es lo mujeres, tanto en otras sociedades como en la nuestra. A este material
que está en el centro de la definición misma de la cultura y del poder. Y le sigue un análisis de las mujeres y el ritual en la terapia familiar. Se
también ocurre lo mismo en nuestro propio mundo. presenta una cantidad de ejemplos de casos, que ilustran el uso del ri­
El sexo, que es un dato biológico en el momento del nacimiento, de­ tual en la terapia familiar sistémica de las mujeres, en fonna individual
be distinguirse del género, que es una construcción social, definida y o en familias.
moldeada a lo largo del tiempo en ciertos contextos históricos, políticos y
sociorulturales. A su vez, las construcciones sociales de identidad y de

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."'!'
!
La construcción cultural delgénero Nueva Guinea, observó que la iniciación del joven y otros rituales socia­
les centrales celebraban la unidad y poder de los hombres. Como él lo
El ritual es posiblemente el mecanismo más poten e de socializa­ señala:
ción que poseen el parentesco y otras formas de agrupac1?n para prepa­
rar a los miembros individuales para comprender los s1gmficados del Celebran y refW!rzan el predominio del varón frente al poder visible de
grupo, continuar con sus tradiciones y desempeñar los roles sociales que las mujeres para. crear y sostener la vida, y frente a loa vínculoa ent e l
se consideran esenciales para su permanencia. En tant.o varones y mu­ niños y sus madres que deben quebrarse para er reafirmar a sohdan­
jeres, por medio del ritual, aprendemos q iénes va_mos a ser, qué pala­ dad y el predominio de los varones. El control figco de las muJeres sobre
bras vamos a dirigir a quién y en qué ocas10nes, que podemos hacer, qué los procesos reproductivos y el control emocional sobre sus hijos deben SU·
perarse por medio de la Politica, el secreto, la ideología, y el poder drama­
haremos y cómo lo haremos, con quién vamo7 a estar Y .ª qué podem.os tizado del varón (pág. 23).
aspirar. Nuestras identidades no sólo se refleJan en los ntuales que eJe­
cutamcs sino que se refuerzan, cambian de alguna manera y se vuelven
Los rit.os de iniciación masculinos en las tierras altas nosólo trans-.
a crear en cada acción. El ritual implica acción y ejecución. Más aun, forman a los jóvenes en hombres, sino que son transformaciones en las
nunca hay dos ejecuciones idénticas ni tampoco lo son los context.os en cuales los hombres de más edad se autodefinen como seres especiales en
los que se llevan a cabo (Moore y Myerhoff, 1977). Como lo expresó algu­ relación con las mujeres y con los jóvenes no iniciados. Langness (1974)
na vez Kenneth Burke, "El ritual consiste en danzar una actitud" (cita­ sostiene que "la solidaridad social (expresada en el ritual) se basa en
do en Myerhoff, 1983). una estructura de poder enteramente en manos de los hombres, una es­
Los antropólogos Gregory Bateson y Margaret Mead fueron de los tructura de poder respaldada cuando es necesario por una variedad de
primeros que prestaron atención al mundo cultural de las mujeres y que actos que son mágícos, pura y simplemente, y destinados a :0nservar el
apuntaron a la conceptualización cultura delgé ero, concepto q_ue sur­ poder en manos de los varones" (pág. 19). Este poder se obtiene porque
gió en gran medida a partir de sus estudios.del ntual en la.s sociedades se mantiene una clara polarización sexual en el mundo de la producción
tradicionales. Bateson, en su esfuerzo por mterpretar el ntual Naven, económica, y porque se controla el poder productivo y reproductivo de
demostró que el análisis de un ceremonial tan complejo requería pers­ las mujeres, en la medida en que los hombres o grupos de parentesco
pectivas multidimensionales acerca del ritual, .la cul ura y 1 roen.te. dominados por hombres intercambian mujeres y dotes. Puesto que el po­
Para comprender un ritual individual, o una sene de ntuales, mclus1ve der el status y el prestigio de los varones dependen en gran medida del
en la sociedad menos compleja, se requiere no sólo una exploración de trabajo de las mujeres, "los lazos con las mujeres son los que constitu­
los rituales en términos de la ecología de esa sociedad, su economía, su yen la mayor amenaza, tanto desde adentro como desde afuera. El
psicología y su sociología, su política sexual, su concepción del mundo y vínculo entre madres e hijos podría impedir que los jóvenes se convier­
de su sistema simbólico, sino también una "'.isión de "cómo esos modos tan en hombres: debe romperse en forma espectacular y traumática"
parciales de comprensión pueden llegar a unJTse n un P.roceso co eren­ (Keesing, 1982, pág. 24). Los secretos rituales compartidos por los hom­
te de explicación" (Keesing, 1982, pág. 17). Keesmg adVIerle. que cons­ bres contribuyen a mantener una supercomunidad en la que las muje­
truir un puente entre explicaciones parciales entraña _en sí mayores p ­ res o son excluidas de los rituales de la sociedad central o desempeñan
ligros. Probablemente sólo nos qu dem s connad _mas q1;e.una _matru: roles complementarios y subordinados a los de los hombres, "como es­
funcionalista todavía más compleJa de mterconex10n, en ultima mstan­ pectadoras y participantes marginales en el espectáculo ritual y en la
cia estática y circular: 'el sistema' que se refuerza y se perpetúa a sí política dominados por los varones" (Keesing, 1982, págs. 24-25).
mismÓ" (1982, pág. 33). Una parte esencial de esa visión es prestar mu­ Si bien las tierras altas orientales de Nueva Guinea llegan a pro­
chísima atención a la construcción del género de esa sociedad y a las re­ porcionaI un ejemplo espectacular de estos temas, en general los ritua•
laciones entre lossexos. les masculinos de todo el mundo tienden a ser más públicos y más cen­
Resulta claro que muchos rituales, particularmente ritos de inicia­ trales respecto de la cosmología social que los femeninos. Los rituales de
ción y otros ritos de pasaje, se relacionan muy direct :1!1-ente coi:i las efi­ las mujeres habitualmente son menos espectaculares o coloridos, menos
niciones de poder y de status, así como con las defimc1ones de identidad importantes en términos de las de niciones del poder, y tienden a defi­
genérica y de rol social. En los análi is antrop lógicos trad!cionale , nir el domino de las mujeres en el ámbito doméstico. Los rituales exis­
desde Durkheim (1915) hasta la actuahdad, los ntuales han sido consi­ tentes tienden a celebrar el rol de la mujer en la crian.za y cuidado de
derados como formas de dominar el caos y de imponer orden, en la me­
los hijos y señalan que está destinada a un linaje concreto y a determi­
dida en que refuer:zan la integración social y celebran a la sociedad nado varón. Los rituales que describen y con esto otorgan gran poder y
misma. Sin embargo, más recientemente, Keesing (1982), al hacer una
autoridad, así como el respeto que proviene de la acumulación de ese po­
reseñá. de los estudios antropológicos de las tierras altas orientales de der, por lo general no son accesibles a las mujeres. Cualquier tipo de
374 375

l
aporte que hagan las mujeres a la vida pública muy rara Y'l:;z se hace ex­ vida y aport.es de las mujeres o están bajo su control. La reproducción
plícito; }os personajes sociales que representan por lo comun se definen constituye un ejemplo. En las sociedades preindustriales, sostienen
en virtud de sus relaciones con los hombres. Paige y Paige (1981), los rituales de reproducción son esencialmente po­
Si bien las interpretaciones y generalizaciones mencionadas sw-­ líticos, constituyen un medio por el cual los hombres controlan los pode­
gen del estudio de sociedades menos complejas! di ersificadas q e l_a res reproductivos de las mujeres con el fin de ganar poder político y
nuestra sociedades en las cuales las fuentes pnmanas de aprendizaJe económico. Rich (1986) describe vívidamente de qué modo en nuestra
son las xperiencias rituales y no la palabra escrita o los conceptos abs­ sociedad el alumbramiento fue despojado del control de las mujeres y se
tractos· de todos modos permiten llamar la atención sobre algunas de convirtió en una experiencia en la cual las mujeres quedan aisladas y no
las cue tiones de poder y de las definiciones de género implícitas _en el pueden recibir el apoyo y el aliento de otras mujeres. Se estimuló a las
ritual norteamericano. Se pueden hacer unas cuantas observaciones mujeres a que abandonaran el amamantamiento, que se transformó en
acerca de nuestros propios rituales culturales e ilustrarlos brevemente. una práctica aislada, engorrosa y de algún modo "'primitiva". A pesar de
lo que parece ser una reivindicación contemporánea del alumbramiento
l. Los rituales de las mujeres en los Estados Unidos son menos por parte de las mujeres, Paige y Paige sostienen que la profesión médi­
centrales y menos definitoriós de los valores nacionales que los ca dominada por los varones todavía controla el proceso del alumbra­
de los hombres. miento. El movimiento del "parto natwal" sólo consiguió escasas modifi­
2. Los rituales nacionales tienden a definir y a confirmar la asig­ caciones y, de hecho, su innovación más importante es la participación
nación del dominio público (y por lo tanto mayor poder y presti­ del padre en el momento del parto, práctica a la que consideran como
gio) a los hombres, y el ámbito doméstico a las mujeres. una forma nueva de la cavada Más aun, si bien algunas mujeres pue­
3. Muchos rituales, tanto sociales como familiares, siguen defi­ den haber asumido un mayor control sobre sus propios rituales de naci­
niendo la deferencia y subordinación de lru, mujeres a los hom­ miento, son los hombres los que dominan los cuerpos legislativos y judi­
bres. ciales que decidirán en última instancia si las mujeres pueden tomar la
4. En esta sociedad, los hombres continúan temiendo el poder de decisión de interrumpir su embarazo, quiénes y en qué condiciones ten­
las mujeres; ru,í, como en muchas sociedades tradicionales, las drán acceso al control de la natalidad, a quién se otorgará la custodia de
mujeres se consideran peligrosas y contaminantes y deben su­ los hijos, etcétera.
frir complicados rituales de purificación. En }e teoría del parentesco de Lévi-Strauss, se considera al matri­
monio como "1a forma más básica del intercambio de obsequios, en el
cual las mujeres constituyen el regalo más preciado" (Rubin, 1975, pág.
Poder y autoridad 173). Rubin sostiene que "el parentesco y el matrimonio siempre forman
parte de lossistemas sociales totales y siempre están ligados a los orde­
En este país los espectáculos nacionales más pintorescos, que en­ namientos económicos y políticos" (pág. 207). El contrato de matrimonio
vían poderosos mensajes sobre lo que más debe celebrarse y valorarse, y las obligaciones de parentesco sirven como un permiso legal para otor­
están asociados con lo militar y con los deportes dominados por el varón, ga.ro limitar derechos sobre la persona y sobre la propiedad. En opinión
particularmente fútbol y baseball. En estas representaciones pública_s de Rubin, si en la sociedad precapit.alista se mantenía a las mujeres en
se celebra el complejo militar-corporativo, así como ciertas característi­ su lugar por medio de los cultos e iniciaciones secretas, etcétera, de los
cas asociadas con los varones, como la agresividad y la destreza física. hombres, "el capit.alismo se ha hecho cargo, y los redelimitó, de concep­
Las mujeres tienden a desempeñar roles subordinados y de apoyo en tos de lo masculino y de lo femenino que lo precedieron durante siglos"
estas representaciones espectaculares, alentando a los verdaderos auto­ (pág. 163). La idea del intercambio de mujeres toda.vía se pone en prác­
res del drama. No existen rituales conelementos equivalentes de visibi­ tica en la ceremonia tradicional del matrimonio norteamericano, en la
lidad o espectáculo que celebren los símbolos, roles o características que el padre le "da" la hija al novio y en este proceso se le cambia el ape­
femeninos. Los ámbitos públicos (y, por lo tanto, los rituales públicos) llido de un varón por el de otro. Se podrá argumentar que en nuestra so­
que están asociados con el poder en esta sociedad, los de la política, lo ciedad el poderoso simbolismo y el lenguaje de este tipo no tienen los
militar, la banca, la corporación e inclusive la academia, continúan am­ significados literales de pertenencia y las connotaciones de las mujeres
pliamente bajo el control de los hombres. Les resulta muy difícil a como propiedad que se encuentran en muchas sociedades tradicionales.
las mujeres verse reflejadas en esos rituales o saber cómo participar en Sin embargo, tales palabras y símbolos crean mundos de significado re­
ellos. cursivos que continúan diciéndoles a las mujeres quiénes son y en qué
Inclusive se puede preguntar si aun aquellos rituales de nuestra se pueden convertir. Las mujeres deben tornar decisiones conscientes y
sociedad altamente identificados con las mujeres celebran claramente la poco habituales para modificar estos símbolos y reglas de relación y, de

376 377
"f
hecho en muchos matrimonios resulta claro que lo que se ha comprado 1 ras feministas, la distribución de los roles de trabajo es dave respecto
1 es e] t abajo doméstico de las muj res. . de las cuestiones de igualdad de los sexos y de distribución del poder.
Los conceptos de intercambio de las muJeres entre los hombres y
de control sobre eHas a través del matrimonio y de las alianzas de pa­
rentesco tienen otras aplicaciones muy concretas en los modelos nortea­ Ritos de pasaje femeninos
mericanos de matrimonio y familia. Por ejemplo, los hombres siguen
ganando mucho más dinero que sus esposas que trabajan o que no tra­ En nuestra sociedad no existen ritos iniciáticos de pasaje clara­
bajan y, como señala la socióloga Pepper Schwartz (1987), en el matri­ mente definidos ni universales, y este fenómeno contribuye a las dificul­
monio, al igual que en la sociedad en su conjunto, "el dinero habl "­ tades que enfrentan los hombres y las mujeres jóvenes para dejar el
Su investigación ha demostrado que el dinero o el poder que se qme­ hogar y pasar a la adultez. El período de la adolescencia es muy prolon­
ren permiten comprar en el matrimonio el derecho a tomar dec1s1oneE!7 gado y no está muymarcado. Para muchos, la graduación en la escuela
decisiones respecto de quedarse o de marcharse, qué comprará la fami­ secundaria sirve como un difuso rito de transición; para otros, el iugreso

l lia, dónde vivirá, cómo se educará a los hijos, si se les pagará una .tera­
pia, si el padre
humillación, concurrirá,
puesto etc. Más
que muchas aun, carecen
mujeres en muchos casos
de los el dmero
recursos para
en el Aquellos
servicio militar,
ritualese inclusive para ótros,existen
que efectivamente el matrimonio.
para las jóvenes en

la en relación con los varones y bajo la dependencia de éstos. El imagi­


compra el derecho de los hombres a mantener atadas a las mujeres a nuestra sociedad son portadores de mensajes confusos y ambiguos que
no sirven para prepararla para la vida pública, que continúa definiéndo­
matrimonios desdichados y en algunas familias a rituales de violencia y
nario que proviene de la fiesta de los "dulces dieciséis" y de la fiesta de
vivir en forma independiente o de las habilidades para competir en la
esfera pública.
1 "presentación en sociedad" de las debutantes pone el acento en la belle­
za, la femineidad y la gracia... y en la disponibilidad de las jóvenes para
Público: el varón - Doméstico: la mujer maridos potenciales. Estos mensajes están descritos en forma muy po­
tente y se ejemplifican mejor en el espectáculo nacional de la elección de
Miss Estados Unidos, que es el rito anual de caída orientado hacia los
Eu todas partes los rituales masculinos celebran la entrada de los varones en el cual las mujeres exhiben su cuerpo en un ritual que re­
hombres en la vida pública y su participación en ella. En todas partes cuerda de alguna manera a la subasta de esclavos o de ganado.
los rituales femeninos celebran y definen el ingreso de la mujer en la vi­ Existen muy pocos ritos, por lo menos ritos que pongan a disposi­
da doméstica y su participación en ella. Rosaldo (1974), cuyo propio ción de la familia individual el material cultural (con excepción de la bo­
campo de trabajo se constituyó entre los Ilongot en las Filipinas, señala da, el cumpleaños y su propio funeral), que ayuden a las mujeres a se­
que en muchas sociedades existen divisiones tajantes entre la vida de ñalar algunas de las transiciones principales de su vida. La vida de la
los hombres y la vida del grupo doméstico. Tales ordenamientos les de­
mujer casada está muyclaramente marcada por ritos familiares que ce­
jan a los hombres libertad para diseñar rituales de autoridad que los

l
lebran
esto. Si elbien
ciclo
el vital de sus hijos;
alumbramiento la mujer
puede soltera
significar no tiene y
privilegios nireconoci­
siquiera
definen a sí mismos como superiores, especiales y autónomos. Estos ri­
tuales aumentan la distancia entre los hombres y sus familias, y crean
Esta autora sostiene que "a causa de que los hombres pueden estar se­
saje conespeciales
miento riqueza depara
símbolos quemadre,
la nueva ayudena amenudo
las mujeres a incorporar
carece el
de ritos de pa­
barreras ante las demandas de intimidad que supone la vida familiar.
nuevo status de la maternidad. Lo que se celebra es su reproducción
parad s, pueden ser 'sagrados' y que, al evitar determinado tipos de in­ (producto). Del mismo modo, la transición que se produce al finalizar la
1 timidad y de compromiso directo, pueden desarrollar una imagen y un
manto de integridad y valía (pág. 27). Se puede establecer una analogía etapa de crianza de los hijos se distingue en forma inadecuada, ya que
lo que se lamenta es la pérdida de los hijos. El hecho de que estas tran­
con la sociedad norteamericana, pues resulta claro que aun en las fami­ siciones no se marcan con iutensidad por medio del ritual puede contri­
lias de doble carrera las mujeres continúan teniendo una responsabili­ buir a que surja tan corrientemente la depresión durante estas dos eta­
dad mucho mayor en el cuidado de los hijos Y en la ateución del hogar. A pas de la vida. Las mujeres nunca se "'jubilan" de sus tareas domésticas,
las mujeres les resulta mucho más difícil, inclusive a aquellas que tra­ aunque el movimiento temporal de la familia está marcado por la carre­
bajan fuera de la casa, elaborar o controlar imágenes públicas de autori­ ra del esposo, el nacimiento de los nietos, etcétera. No existen rituales
c,lad, pues tienen el contrapeso de las demandas del cuidado de los hijos ampliamente sancionados que celebren a la mujer o que la ayuden a in­
y el peso de la vida doméstica. En la vida pública, los hombres son los corporarse a roles públicos, que la acerquen a la compañía de mujeres
autores y las mujeres los ayudantes, mientras que en la vida doméstica de más edad, que respeten sus logros y su sabiduría a medida que llega
se da ·el caso inverso. Para Rosaldo, así como para muchas investigado- a la vejez. Puesto que los ritos de pasaje son elementos importantes pa-
378
379
ra facilitar la definición de sí mismo en relación con la sociedad, resulta Dominio y sometimiento
muy claro que las mujeres tienen necesi.d?d de reivin c?r, de eelabo­
rar o de crear nuevos rituales que le facrhten las trens1CJones vitales y Otro motivo que se representa repetidamente tanto en el ritual do­
le permiten una inco-rporación más significativa y más c1ara tanto de los méstico como en el público es el del predominio y la subordinación, ya
roles familiares como públicos. que en el ritual las mujeres desempeñan roles que definen sus posicio­
Si bien las mujeres han hecho incursiones sustanciales en muchas nes auxiliares y de apoyo con respecto a los hombres. En muchas socie­
profesiones y ocupaciones definidas y dominadas por los varones y, por dades, la deferencia de las mujeres ente loshombres se demuestra sim­
eso mismo, dentro del dominio público, con frecuencia los riesgos son bólicamente, por ejemplo, cuando caminan unos cuantos pasos por de­
muy altos y algunos logros se adquieren con costos importantes en trás de sus maridos, o porque se cubren el rostro en presencia de los
cuanto a la degradación y humillación del ritual. La heroína contempo­ hombres, o cuando mantienen los ojos bajos, o cuando duermen a los
ránea con frecuencia es criticada y ridiculizada tanto por los hombres pies de los hombres (Bamberger, 1974). En nuestra sociedad, las imáge­
como por las mujeres, en un proceso de construceión del mito controlado nes no son menos potentes ni los mensajes menos claros. Por ejemplo,
por los hombres, lo que nos recuerda permanentemente que la esfera en los rituales hospitalarios (habitualmente), las enfermeras les entre­
pública pertenece a los hombres. Por ejemplo, Eleanor Roosevelt fue re­ gan las herramientas profesionales a (habitualmente) cirujanos varo­
petidamente vilipendiada, y su aspecto y sus cualidades maternas esta­ nes. A las enfermeras y a las doctoras con frecuencia se las llama por su
ban sujetas il la apropiación pública. Más recientemente, el ataque a la nombre de pila, mientras que a los doctores se los llama por.sus títulos
obra de Margaret Mead que llevó a cabo Derek Freeman (1983) tuvo en profesionales, acciones que no sólo simbolizan sino que también otorgan
vilo a los medios masivos de comunicación durante muchos meses, autoridad y prestigio. En muchas familias norteamericanas los hombres
mientras que el afecto y el encendido recuerdo de sus padres que mani­ se sientan a la cabecera de la mesa, las esposas los esperan y con fre­
festó Mary Catherine Bateson (1984) les dio licencia a Jos críticos mas­ cuencia les sirven primero, y habitualmente se les ofrece la parte más
culinos para menospreciar no sólo los aportes de Mead a la ciencia so­ selecta de la comida.
cial sino también su capacidad como esposa y madre. La advertencia di­
rigida a todas las mujeres norteamericanas era clara: las mujeres que
traten de conseguir las trompetas doradas fracasarán tanto en el ámbi­ Pureza y peligro
to público corno en el doméstico.
También se nos recordó que las mujeres que actúan públicamente, Un último conjunto de símbolos comunes a muchos rituales en to­
independientemente del éXlto que logren, están encadenadas a las elec­ do el mundo identifican a las mujeres con conceptos de contaminación y
ciones de sus maridos. Mientras que Gerald Ford al parecer no sufrió de peligro sexual. Por un lado, en todas partes se describe a las mujeres
ningún desprestigio a causa de la afición a la bebida de Betty, a como virginales y puras y, por otro como peligrosas y contaminantes. En
Geraldine Ferraro no le fue igualmente bien en relación a las decisiones esta posición paradójica, a las mujeres se las identifica más con la "na­
financieras de su marido. Y hace muy poco, Elizabeth Dole, la única mu­ turaleza" y se las considera más cerca de ésta, y a los hombres con la
jer en el gabinete del presidente Reagan, renunció para dedicar sus "'cultura", proceso dicotómico falso pero útil en el mundo de la política
energías a la campaña presidencial de su esposo, con lo cual envía de sexual (Ortner, 1974). Las mujeres son el "otro", una categoría marcada
una vez un poderoso mensaje acerca de la carrera de quién tiene mayor en relación con la categoría genérica y no marcada del ""yo", que es pro­
importancia. piedad de los varones.
En el campo de la terapia familiar, tal vez Virginia Satir sea la En muchas sociedades las mujeres sufren complicados ritos de pu­
única heroína popular genuina, aunque están surgiendo otras. Las con­ rificación en determinados momentos, por ejemplo después del parto o
tribuciones de Satir en este campo cada vez se desdibujan más, a medi­ de la menstruación. Si bien tales ritos de limpieza contienen múltiples
da que se co-nstruye y se reconstruye la historia de la terapia familiar capas de significado, se los puede utilizar, de acuerdo con la antropóloga
durante los rituales principales del campo, es decir, conferencias y reu­ Mary Douglas (1966), para afirmar la superioridad masculina, para rei­
niones organizativas, que son los lugares donde se definen y transmiten vindicar esferas sociales separadas para los hombres y las mujeres, o
sus tradiciones. Las mujeres tienen que controlar los procesos de cons­ para echarle la culpa de losfracasos masculinos a las transgresiones de
trucción del mito en los rituales centrales de la profesión, ya que las las mujeres. Los rituales de purificacíón, sostiene Douglas, reflejan y re­
ideas y aportes femeninos con frecuencia se ridiculizan, se soslayan o se fuerzan al mismo tiempo cosmologías, estructuras sociales y equilibrios
trivializan. de poder ya existentes, y atan a loshombres y a las mujeres a sus roles
sociales prescritos. En su opinión, cuando existen sistemas sociales es­
tables y bien articulados, tales ritos de purificación pueden ser. total-

380 381
T
mente innecesarios, pero cuando la estructura social está muypo o arti­ ' bre el sentido" (1977, págs. 12-13). En nuestra sociedad por lo común la
! culada y los roles y las relaciones genéri_cas son altamente _ambiguas ? joven no sale de esta crisis con un renovado sentimient.o de orgullo por
cambiantes, aquellos que pudieran cue t1onar la hegemonms. estab ec1-
da constituyen un peligro y deben defimrse como agentes de contannna- su propio cuerpo ni con nna sensación de valor e integridad como indivi­
ción. d rifi · duo. Más aun, toda la cuestión muy bien documentada sobre los tabúes
Si bien existen en nuestra sociedad muy pocos ritos e pu cac ión vinculados con las relaciones sexuales duxante la menstruación, duran­
te el embarazo y durante el periodo de posparto, a pesar de que no
claramente definidos, estamos sometidos a nn, tipo de discurso y a un
existen pruebas de riesgos para la salud, "indican claramente que el di­
conjunto de rituales difuso.s que definen_ a las mujeres co1:00 persona no
fundido concepto de contaminación sexual es compartido por los nortea­
limpias y sexualmente peligrosas. Un eJemplo lo proporciona e1 comien­
mericanos" (Paige y Paige, 1981, pág. 276).
zo de la menstruación.
Si la menstruación está asociada con la impureza y con la sucie­
El Señor les dijo a Moisés y e. Aarón... "Cuando una mujer segrega. la dad, también está vinculada con ideas de poder. Weigle (1982) recolecta
sangre que es la secreción regular de su cuerpo, estará en estado de impu­ una rica muestra intercultural de ritual, mito y folklore que demuestra
reza duren«! sieU! días, y cualquieni que la toque estará sucio hasta la no­ que la mujer con la menstruación se ve como peligrosa, corno alguien
che. Y cualquier lugar donde se tienda durante su esta.do de impureza, que emite un mana de poder sobrenatuxal. No sólo los hombres deben
estará sucio; también cualquier lugar donde se siente estará sucio. Y cual­ protegerse de la contaminación, sino que en algunas sociedades los ritos
quiera que toque su cama deberá lavar sus ropas y bañarse con agua, y es­ masculinos simbolizan la asunción de los poderes reproductivos que im­
tará sucio hasta la noche... " plica la menstruación, como en los rituales de la cavada o en el caso del
(Levítico 15:1, 19-24) ritual de corte de los genitales masculinos como la circuncisión o super­
cisión. De hecho, la sexualidad de la mujer por lo general se ve como po­
En algunas sociedades, por ejemplo entre los navajos, la menarca derosa y potencialmente peligrosa, concepción que ha sido transmitida
es una ocasión de alegría y celebración. La ceremonia Kinaalda "intro­
desde la antigua mitología y que todavfa·hoy se expresa en el mito y en
duce a la joven en la sociedad, invoca para ella bendiciones positivas,
el ritual. Si en las sociedades tradicionales los hombres deben abstener­
asegura su salud, su prosperidad y su bienestar y la protege de posibles se del sexo antes de una cacería o de nn ataque sorpresivo, también en
desdichas" (Weigle, 1982, pág. 180). Sin embargo, en las sociedades más nuestra sociedad algunos atletas deben observar tabúes sexuales seme­
tradicionales, el comienzo de la menstruación es un suceso ambiguo, ce­
jantes. Por ejemplo, "durante la concentración de entrenamiento en ve­
lebrado y temido. Dice Washburn:
rano -período preliminar anterior al comienzo de la campaña futbolís­
tica- losjugadores profesionales están alejados de sus esposas o de
Esto explica porqué los rituales parecen dividirse en dos categorías, un
motivo para la danza y un motivo para el aislamiento de las jóvenes. En otras mujeres. También se espera que los jugadores universitarios y
ambos casos, el ritual marca la comprensión de que la joven necesita un profesionales se abstengan del sexo la noche antes de un partido"
marco de referencia simOOlico e interpretativo mientras negocia las prime­ (Arens, 1976, citado en Kottak, 1978, pág. 513).

l ras crisis de su vida y se redefine como una mujer madura. Estos rituales
también
una forma expresan la comprensión adetravés
de autotransfonnación que descubrir nuestra
de pruebas, actosidentidad
simbólicosco­y
Si en algunas sociedades a la mujer que menstrúa se la ve como
poderosa y peligrosa para sí misma y para los demás y, por lo tanto, de­

miso en su trabajo o un descanso. En ambos casos se aleja del mundo


mo mujeres no ha de ser una lucha solita.ria sino que ha de llevarse a cabo be ser aislada, en nuestra sociedad una fonna de aislamiento se lleva a
dentro del contexto de la comunidad. En cada ritual primitivo se expresa cabo cuando se la define como "enferma" y se dice que necesita nn per­
palabras que promueven la curación e integran las fuerzas que están en público y de la compañía de los hombres. Más aun, resulta irónico que,
1 juego. Las jóvenes y la comunidad pasan a tener una nueva identidad por en un momento en que nuestra sociedad parece acercarse hacia la libe­
medio de la crisis. ración sexual y la igualdad para las mujeres, muchas jóvenes literal­
(Washburn, 1977, pág. 9) mente se matan de hambre y en forma ritual se atiborran de comida y
la vomitan. Este último tema, que no es muy diferente del ayuno o de la
En nuestra sociedad, el comienzo de la menstruación en la joven privación durante la menstruación que aparecen en las mitologías de di·
con frecuencia ha sido una experiencia solitaria, secreta y vergonzosa, versas sociedades tradicionales, puede expresar la vergüenza femenina
marcada solamente por un viaje furtivo a la farmacia, y tal vez por su por su propia imagen corporal y por sus procesos corporales, con lo cual
primer examen ginecológico, que a menudo constituye un ritual de hu­ niega su sexualidad y se adapta a estereotipos de belleza definidos por
millación. El acontecimiento no se reconoce, como dice Washbum, de un los varones.
modo que le proporcione a la joven "un marco de referencia simbólico
dentro del cual encontrar recursos para responder a sus preguntas so-
382
383
Mujeres y ritual en laterapia familiar dos en la estru.ctura de toda la vida de la mujer, en sus relaciones con el
trabajo, con la recreación, con la religión y con la espiritualidad, de he­
Elritual impregna la vida familiar y así proporciona tanto al.tera­ cho en todas las redes sociales y culturales en las que está integrada.
peuta como a la familia ricas t,'tientes ara compre ,der las cuestiones Buena parte de la comprensión del ritual se produce en un nivel analó­
genéricas que afectan a las muJeres, _a 1 como tamb1en poderosas en­ gico y el participante no la interpreta conscientemente. Más aun, la par­
tespara el cambio. El terapeuta fam.1h"';r debe desarroll r a cap c1da? ticipación en un ritual a menudo estimula emociones muy profundas, ya
para comprender e interpretar los s1gmficados y prescnpc10ne.s mclw­ que ordena la vida de modos muy concretos y es un refuerzo poderoso de
dos en los rituales familiares existentes, para ayudar a las muJeres y a las conductas representadas o ejecutadas. Así, la mayoría de nosotros
las familias a preservar rituales importantes para la identidad i divi­
no se da cuenta. de los modos en que nuestra parlicipación en el ritual
dual y la coherencia familiar, para recuperar aquellos que pudieran
ordena nuestro funcionamiento social y emocional y crea y recrea nues­
haber desaparecido o que todavía existen en forma trunca, obsoleta o
tras autoimágenes. A menudo las mujeres se dan cuenta de que se sien­
destrnctiva, y para participar en la elaboración de nuevos rituales: _La. ten tristes, enojadas o descontentas, sin conectar estos sentimienOOs con
forma y el contenido ritual se pueden utilizar pa a ayudar a las!ªm.1ha.s los poderosos rituales en los que participan. Es necesario que el tera­
con un bajo nivel de ritualización a ordenar su vida en forma mas s1gm­ peuta sea sensible a los acontecimienOOs y al discurso que acompañan
ficativa para ayudar a las parejas recientemente constituidas a elabo­ los rituales de interacción cotidiana y a los modos en que las mujeres
rar cre tivamente nuevos rituales y a incorporar tradiciones de ambas participan en rituales periódicos o intermitentes, tales como las vacacio­
herencias (tareas que a menudo se hacen más complejas en caso de nue­ nes familiares o los momentos de dolor o de enfermedad. Además, el te­
vo matrimonio o de diferencias étnicas o religiosas), para ayudar a las rapeuta debe estar alerta a las transiciones normativas e idiosincráticas
familias a superar las crisis y las transiciones vitales esperadas, o para de la vida de los individuos y de la familia en su conjunto, así como a los
interrumpir rituales rígidos, destructivos o humillantes (Laird, 1984).
modelos que rigen las festividades religiosas y seculares en las familias.
Todos estos acontecimientos rituales de alguna manera tienen inciden­
cia en la identidad de la mujer y en su bienestar. En la medida de lo po­
Interpretación del ritual sible y, por supuesOO, según los propósitos que tenga en cuenta la tera­
pia, hay que "desempaquetar" estos acontecimientos e interpretar el
En primer lugar, es necesario que el terapeuta familiar atienda a
simbolismo familiar y las capas de significación. La interpretacior:i del
los modos en los que el rol y la identidad genéricos se configuran en los ritual es un asunto riesgoso. Cada uno de nosotros verá significados di­
rituales centrales de la vida del paciente. Entre las preguntas por explo­ ferentes en el simbolismo y en la acción de la familia, influidos por
rar se incluyen: nuestro propio género, nuestra herencia étnica, ideologías políticas, ex­
periencias familiares y muchos otros factores. Así, el terapeuta. ha de te­
l. ¿Cómo se describen y se desempe an las m eres y losrole_s feme­ ner cuidado de no "corregir" cualquier ritual familiar sin comprender de
ninos en las principales celebrac10nes fam1hares y en la mterac­ qué modo ese ritual encaja en el contexto cultural total de la familia y
ción ritual cotidiana? en su sistema de significación.
2. ¿Qué mensajes envían tales rituales acerca de cómo se definen y
En el ejemplo siguiente se examinan los significados potenciales en
autodefinen las mujeres?
relación con la vida de las mujeres de la celebración de una festividad tí­
3. ¿Cómo se describen y definen las relaciones entre loshombres y las pica. Cada uno de nosotros verá disposiciones diferentes de colores y de
Illujeres? símbolos en este caleidoscopio. El cuadro compuesto se basa en los rela­
4. ¿De qué modo se valorizan y se celebran los aportes femeninos y tos de muchas mujeres, colegas, amigos, alumnos y pacientes, y los pre­
por qué razones? sentamos aquí como recuerdos de una hija y se concentran principal­
5. ¿Cómo se ponen en práctica esas definiciones? ¿Qué recompensas y mente en la visión que tiene de su madre durante esta celebración.
castigos se sancionan en el ritual?
6. ¿Cómo interpretan estos significados las mismas mujeres y los de­
más en sus redes interpersonales? Canción de Navidad
7. ¿Qué influencia tienen esOOs mensajes sobre la fiesta familiar y so­
bre la vida y la autoimagen de las mujeres? Mi madre comenzó a hacer anticipadamente los preparativos para
Navidad; compraba y envolvfa regalos, hizo nuevos arreglos en la casa y en­
El terapeuta ha de ser sensible a los rituales familiares puesto que viaba tarjetru. Comenzó a preparar y a poner en el freezer algunos platos
las mújeres participan en ellos, y también a los otros rituales entretejí- tradicionales de nuestra familia con varias semanas de anticipación, budín
de cime\as, los paetelitos de cala.haza y carne molida, su colección d galle-
384 385
titas, las mermeladas, salsas y dulces, las carnes y verdurs11 al horno.
1 Hay partes de la fiesta que me producen temor. Porque hasta donde lle­
Puesto que ella trabajaba durante todo el dfa como aristente administra.ti
gan mis recuerdos, se ha producido alguna pelea dolorosa durante la cena·
va, a medida que se ácercaha la Navidad se quedaba a menudo hasta muy
altas horas de la noche para envolver regalos, lograr que mi padre firmara en l?s primeroa año ca siempre una discusión entre mi hermano y yo'.
Habitualmente a1gu1en tiene dolor de cabeza, y mi madre termina lloran­
las tarjetas de los regalos que ella había comprado para 109 padres, herma­
do por lo menos una vez durante el día y noshace sentir a todos culpables
nos u otros miembros de su familia política. Mami to(iavfa trata de hacer Y enojados, porque ella está sobrecargada y nosotros lo sabemos. Por otra
por lo menos un regalo para cada pe!"llona de la famfüa, se pone nerviosa
parte, parece una fuente de orgullo para ella "hacerlo todo" y a menudo
cuando no logra tener todo terminado y suspire. mientras dice que está con­ niega a recibir ayuda.
tenta de que llegue la Navidad pero sólo una vez por año. Todos los años de­
cía, y todavía lo hace, que se sentirla aliviada cuando ee termine. Después de la cena loa varones se repliegan; algunos van a jugar a las
Siempre parece que la Navidad ha estado exclusivamente be.jo au res­ c o a ver ás televisión y o.tr01:1 a dormir un ratito, núentrlilj que 18.3
ponsabilidad, aun cuando todos nosotros hemos ayudado de alguna mane­ mujeres}'. las hiJas mayores conuen.zan la tarea ]argay tediosa de limpiar
ra. Mi hermana y yo solíamos ayudar a decorar las masitas cuando todo, y nu hermano pone otro leño en el fuego. Este es el momento en que
éramos niñas, y ahora ayudamos con los preparativos de óltimo momento suelo experimentar el mayor resentimiento, pues aun cuando disfruto de
para la cena y con la limpieza. Una. de la.a tareas de mi padre consiste en este_1 10mento especial para hablar y compartir cosas con las mujeres de la
traer el árbol a la casa con todas las seguridades, pero se niega a partici­ fanuha, nada !lle taria m su
q
á ees abullirme escaleras arriba para
echar un sueñito, Jugar a 18.11 cartas, nurar un partido de fútbol o pedir
par en la decoración. Recuerdo que ,1 se sentaba a leer el diario y ocasio­
una cerveza.
nalmente criticaba la disposición de un adorno o el modo en que colgába­
. Trato d_e segufr con las mismas tradiciones, aun cuando tengo un traba­
mos el oropel. Mi madre se afanaba con las luces y siempre se quejaba de
Jo muy engente. Simpleme!1te no parece_ Navidad si falta algo. Mi esposo,
que le tocaba el peor trabajo, mientras mi hermana, mi hermano y yo de­ que ayuda un poco y me dice que no qwere una esposa "tradicional" 11in
senvolvíamos cada adorno eapecial con gran placer porque descubríamos embargo parece que quiere, como yo, juna vida tradicional! No e11 Íácil
antiguos elementos favoritos. Finalmente se encenderian las luces y, des­ comprender por qué este día especial, tan esperado durante todo el año
pués de un momento de admit'adón, mi madre comenzaba a tratar de do­ habitualmente me deja exhausta, agotada y con una sensación de alivio'
minar el caos en el salón. de pérdida, pero ya pensando en el año prÓJíÍmo. '
Si bien a veces venían amigos o parientes a cenar o a visitarnos en
Nochebuena, la mañana de Navidad por supuesto era algo muy especial
cuando éramos niños. Ahora sé, mientras los preparo para mis propios hi- Caplow y otros (1982) han señalado que el simbolismo y las activi-
jos, que los calcetines navideños, tal vez la tradición más excitante que re­ dades de las celebraciones de las festividades norteamericanas celebran
cuerdo, requerían una gran cantidad de pensamiento y de trabajo. Mima­ el rol de la mu er en la alimentación y cuidado de los hijos, particular­
dre siempre preparaba un desayuno especial en la mañana de Navidad, mente en relación con sus tareas de crianza. Según la opinión de estos
después del cual se nos pennitfa entrar en el salón. Mi padre, por supues­ aut:ores, la familia es la institución que corre más riesgos en nuestra
to, adoptaba el papel de Santa Claus Y presidía la distribución de los rega­ sociedad, por lo menos en su forma tradicional ya que se trata de una
los hasta que se aburría y entonce11 todos nosotros compartíamos e11e rol. institución que sufre cambios, conflictos y co tradicciones. La parte
Mi madre corría de un lado a otro del salón, tratando de no perderse nada
mientras levantaba la vajilla del desayuno, rellenaba el pavo y se ocupaba secular del ritual navideño "glorifica la casa y el hogar y por sobre todo
de que la cena estuviera lista para cuando llegaran los otros miembros de a quien gobierna la casa" (pág. 235). Se recompens a las esposas y
la familia. madres con regalos y alabanzas, con el respeto y la admiración de los
Aunque ahora nosotros e11tamos todos casados y pasamos la mañana de parientes, amigos y vecinos por un trabajo bien hecho, mientras que el
Navidad en nuestras respectivas casas, el resto de la fe11tividad no ha rol del padre se reconoce en el simbolismo de Santa Claus. Este perso­
cambiado mucho con el transcurso del tiempo. Nos reunimos todos en cSHa naje, como el padre, deja caer los regalos (el cheque al portador),
de mis padres alrededor de la 1.00 p.m. Después 4e una media hora apro­ "y aporta cosas buenas a la familia que provienen del mundo externo
ximadamente de saludos y conversación familiar, los hombres habitual­ hostil" (pág. 235), pero de ahí en más desempeña un papel secundario.
mente pasan al salón a mirar televisión, los niños juegan y las mujeres a madre es la que transforma los regalos/dinero en maravilla y entu­
ayudan a mi madre a llevar los manjares a la mesa. Cuando estamos to­ siasmo, la que afirma y simboliza los complejos vínculos sociales de la
dos sentados, m.i madre, con grandes ceremonias, coloca el pavo en el lu­ familia, en los que cada regalo simboliza y define una relación 5-0cial
gar de mi padre en la cabecera. Después de los correspondientes oh" y
ah", él levanta su pulido y afiladQ trinchante y con un floreo teatral hace concreta. Según estos autores, a medida que cada vez más mujeres in­
el primer corte. Mi madre nunca permanece sentada durante mucho tiem­ gresan al m rcado de trabajo, Ja Navidad ha desempeñado un pape] ca­
po, ya que corre de aquí para allá, del comedor a la cocina a buscar la co­ da vez más nnportante en lo que respecta a recordarle a la comunidad
mida, mantiene los platos llenos y pasa al próximo plato. Todos nos queja­ los riesgos que esto implica para la familia. "Al glorificar la crianza de
mos de esto, pero inútilmente. los niños y al insistir sobre su importancia, los símbolos del ciclo festivo
suprimen cualquier duda que los padres puedan tener y apuntala la

386 387
··"'f'
convicción emocional de que los sacrificios que se hacen por los hijos va­
'
vechan al máximo la forma en sí de la terapia ritual, con su habilidad
len la pena" (pág. 244). para el uso del tiempo, el equipo, el secreto y demás, y han sido pioneros
Si la interpretación mencionada tiene algún mérito, paradójica­ en el empleo de las prescripciones ritualizadas así como de las represen­
mente (puesto que los rituales pueden enmascarar las paradojas en la taciones elaboradas del ritual (1974). En años recientes ha experimen­
vida de las mujeres) las mujeres son las que deben ejecutar las tareas tado con la "prescripción invariante", que en realidad consiste en una
difíciles y agotadoras que se dice que culminan en sus elogios y su re­ serie de prescripciones ritualizadas destinadas a modificar las pautas
compensa personal. Si bien algunas mujeres que trabajan fuera de su de interacción de la familia y su sistema de significados y creencias
hogar informan que sus maridos "ayudan", el ritual familiar de Navidad (Pirrotta, 1984; Viaro y Leonardi, 1986).
en general no se ha modificado para reflejar los cambios en la vida de En las terapias familiares orientadas de un modo más cognitivo,
muchas mujeres y puede representar una enorme carga de tiempo y an­ particularmente en las que se dedican al crecimiento y diferenciación y
siedad. El ritual también refleja la posición de las mujeres como subor­ no al alivio del síntoma o al cambio estructural, o en aquellas que recu­
dinada a la de los hombres. En todo momento se nos recuerda que las rren a la metáfora del "relato" o la "conversación", el terapeuta puede lo-
mujeres "sirven" a los hombres y que el varón se sienta en la "cabecera" grar que las mujeres y las familias exploren e interpreten su propia vi­
de la mesa o en el sillón más confortable, Así como se glorifica al caza­ da ritual y diseñen cambios que reflejen los significados que desean. El
dor después que trae a casa sus trofeos (el árbol, la comida, los regalos), terapeuta familiar, por ejemplo, puede ayudar a las mujeres y a las fa­
se celebra al esposo norteamerícano por medío del rito del trinchante y milias, en la medida en que participan en tales celebraciones familiares,
de los juegos festivos. Su compañera tiene que realizar las tareas de co­ a que consideren qué significados se expresan, a manifestar y tal vez su­
cinar, servir y limpiar para él y para su progenie, aun cuando en nues­ brayar o intensificar los que desean preservar, y a descartar o transfor­
tra sociedad tal vez sea ella la que trajo a casa el sustento. mar aquellos que ya no expresan la vida o la identidad que desean. En
Muchas mujeres que están en terapia informan que están agota­ este enfoque, el terapeuta toma el lugar del '"'extranjero" o el "etnógrafo"
das y resentidas cuando se refieren a estas celebraciones familiares. A que desea conocer en la fonna lo más completa posible la cultura del
menudo están enojadas con sus esposos y recuerdan que sentían pena "otro", conocer el punto de vista del nativo, sus significados e interpreta­
por sus madres y resentimiento hacia sus hermanos. Muchas mujeres se ciones. Sin embargo, a diferencia del antropólogo, el terapeuta tiene la
quejan de que ellas "dan" mucho en esas oportunidades, mientras que responsabilidad de proporcionar un contexto en el que se pueda produ­
sus esposos tal vez ni siquiera recuerden sus cumpleaiíos. Pero tales ri­ cir el cambio. Tal vez refleje allí sus propias interpretaciones e ideas, al­
tuales son muy difíciles de cambiar porque se han ejecutado de modos gunas de las cuales se adaptarán al sistema significativo de la familia.
similares durante muchas generaciones y cada sexo conoce los pasos A las mujeres individualmente o en grupos se las puede entrenar para
adecuados de la danza. Si los hombres han sido renuentes a ser.ir, a de­ que desarrollen estrategias para negociar tales cambios en su matrimo­
dicarse a las tareas domésticas, a las mujeres no les gusta abandonar su nio o en su familia. A las parejas y a las familias se las puede invitar a
lugar central en la familia, la satisfacción y el orgullo que acompañan al que consideren qué significados les transmiten a los hombres y a las
éxito del ritual, la gratificación que se saca de alimentar y de dar, y el mujeres sus rituales familiares centrales, y qué les gustaría preservar o
poder que proviene de la orquestación de las relaciones sociales. cambiar. En los ejemplos que siguen, se ilustra la posición etnográfica
en el uso terapéutico del ritual.
Uso del ritual para el cambio
Controlar las transiciones femeninns
El terapeuta que pudiera aprovechar el poder del ritual para el
cambio tiene dos opciones. Primero, puede elaborar y recomendar un ri­ Se ha sostenido que en nuestra sociedad existen muy pocos ritua­
tual para que lo ponga en práctica un individuo o los miembros de la fa- les significativos para marcar o celebrar el paso de la joven por el ciclo
milia sin tener que apelar necesariamente a sus interpretaciones, sus vital y para ayudarla a configurar su propia identidad como mujer. El
significados ni a la comprensión cognitiva de su propia vida ritual. nacimiento y la muerte se han convertido en asuntos médicos de los
Sobre la base de que el terapeuta comprende un modelo disfuncional y hombres y las mujeres desempeñan roles periféricos en estos fenómenos
que mantiene el síntoma, se puede orientar a la familia para que ejecu­ absolutamente universales. Los ritos de pubertad de las jóvenes, por
te un nuevo conjunto de conductas ritualistas aunque no comprenda ejemplo, que pueden tener significados muy potentes estrechamente in­
muy bien por qué se les pide eso. Este tipo de intervención, central en tegrados con las estructuras sociales y de parentesco y con las cosmolo­
las terapias estructurales, estratégicas y sistémicas, es un sello distinti­ gías de las sociedades más tradicionales, en nuestra sociedad han sido
vo del trabajo de Mara Selvini Palazzoli. Ella y sus colaboradores apro- cercenados. Como hemos mencionado anteriormente, en nuestra socie-

388 389
1 !
dad el comienzo de la menstruación con frecuencia resulta una ocasión
no gozosa, no se señala con ninguna celebración y está acompañada por
la vergüenza, el secreto, la confusión y una sensación de suciedad. La
menarca podría incluirse como un acontecimiento que define nuevas po­
sibilidades y da la bienvenida a las jóvenes a un nuevo mundo de poder
y de realización, que la vinculará de manera diferente con el contexto
total y con los hombres y las mujeres. Muy raramente las familias le Daoal.d Riggs Maggie Spencer Rlgg,,
otorgan a este acontecimiento los siguificados más profundos y perma­
nentes que potencian el ritual. Los terapeutas familiares pueden ayu­
dar a las familias y a sus hijas a incorporar esta experiencia de modo
nuevo y ayudarlas a considerar las implicaciones que tiene esta transi­
ción para su vida individual y familiar, como en el ejemplo siguiente.
"
Breve ejemplo: Convertirse en mujer
Fipra l. La familia Riggs
La familia Riggs est.á compuesta por el reverendo Donald Riggs,
ministro de una congregación, su esposa Maggie, asistente legal, y sus
tres hijas: Bonnie, de 17 años, Trudie, de 12, y Diane, de 10 (véase la fig.
1). La familia se presentó originalmente para buscar ayuda para
Bonnie, alumna del último año del colegio secundario, que parecía cons­ El comienzo de la menstrnación de Tru.die fue un acontecimiento
tantemente deprimida. Bonnie era una alumna con muy altas califica­ "divulgado" por Diane con risitas nerviosas en una sesión con la madre
ciones y muy seria y responsable como hija mayor. Pero como no podía y las hijas. Esto dio lugar a que Trudie se sonrojara y se enojara mucho
decidirse por la universidad a la que concurriría, parecía cada vez más y creó una oportunidad para que la terapeuta averiguara cómo había re­
angustiada a medida que se acercaba el momento de su graduación y accionado la familia en esta ocasión. Preguntó, por ejemplo, cómo se ha­
sufría prolongados accesos de llanto. Se formuló la hipótesis de que bía manejado la menstruación de Bonnie y qué significados tenía la
Bonnie, fuertemente identificada con su madre, que nunca había podido menstruación para las mujeres de la familia. Maggie, con cierta turba­
superar sus disgustos y desavenencias con su propia familia de origen, ción, se refirió al hecho de que los temas del sexo y de la maduración
lloraba por su madre y se negaba a dejarla con su tristeza. Inicialmente nunca se habían discutido en su familia. Su madre le había entregado
el terapeuta familiar sostuvo que las mujeres jóvenes maduran a ritmos una caja de toallitas sanitarias y le había dicho algo acerca de "Ja maldi­
diferentes, que no necesariamente están preparadas para abandonar su ción". Recordó que se había sentido avergonzada y humillada, con algún
hogar a los 17 ó 18 años, y que Bonnie debía conseguir un empleo y per· tipo de mácula, al mismo tiempo que se la ponía en evidencia: algo dife­
manecer en la casa por lo menos durante un año más. Esta prescripción rente había en ella... y "todos se darían cuenta". Sus períodos mens­
se hizo junto con la recomendación de que Maggie, con la ayuda de la te­ truales eran doforosos y perturbadores, y sdlo hacía unos cuantos años
rapeuta, trabajara para resolver algunos de los problemas pendientes que había podido est.ahlecer una cone:x:ión entre la menstruación y el
con su propia familia. Con estas intervenciones se recuperó el sentido alumbramiento. Si bien ella había tratado de ser más franca y positiva
del humor de Bonnie y su disposición a prepararse para la universidad, con Bonnie, se había sentido muy incómoda al hablar sobre la mens­
/ y por primera vez se pudo lograr que Maggie compartiera con sus hijas truación y Bonnie informó que experimentaba confusión e ignorancia
algunos de los acontecimientos "reales" ocurridos en su familia de ori­ respecto de los significados del hecho. Maggie informó que Trudie, a co­
gen, inclusive una historia secreta de alcoholismo de su padre. Sin em­ mienzos de la semana, le había dicho: "Yo sé todo sobre eso, no necesito
bargo, la terapeuta estaba más preocupada por Trudie, sumamente re­ que me lo digas", cuando había intentado conversar con ella.
belde, la bromista de la familia, excesivamente intensa y delgada, po­ La terapeuta sugirió que los miembros de la familia hablaran de
tencialmente anoré:x:ica y llena de rencor hacia su madre y hacia su her­ sus ideas sobre la menstruación y sobre qué significados tenía para cada
mana mayor. Trudie consideraba la posibilidad de irse a Australia Y de uno de ellos. Esta discusión reveló que hasta la propia Maggie sabía
convertirse en una famosa actriz o escritora, apenas cumpliera los 18 muy poco sobre la biología femenina y no podía permitirse sentir orgullo
años. por sus capacidades de reproducción ni por su sexualidad femenina.
Bonnie, inmersa en sus estudios y en su tristeza, sentía muy poc orgu-

390 391
Uo por su femineidad, mientras que Trudie manifest.'.1-ba.gran is .sto elegir sus ropas (sus gustos eran mucho más extravagantes Y andrógi­
con toda la dis sión y anunciaba que nunca se casana m tendna h1JOS. nos respecto de la norma familiar), y dejarla participar en las activida­
Diane, la menor, dijo que tenía !Duchas p_regunt_as p na hacer pero que des escolares y comunitarias, cosa que hasta el momento babia sido de­
nadie queria decirle nada. Nadie exp;eso ale a, mplacer ru orgu!_lo. salentada.
Donald parecía el miembro de la familia menos mcómodo. Para él, sena­ Las dos semanas finalizaron con una celebración familiar, a la que
laba el hecho de que sus hijas maduraban y que tal vez por eso se ha­ fueron invitados la madre y la tia de Maggie, y el padre y la hennana de
cían más "vulnerables". Indicó que no se sentiría turbado al hablar con Donald. A estos miembros de la familia se les explicó el carácter de la
sus hijas sobre la menstruación, pero que .todos los embros d lafami­ ocasión y se les pidió que trajeran un regalo para Trudie, mientras que
lia consideraban que ésta era una cuestión femeruna, una zona en la a Dona]d y a su padre, ambos expertos cocineros, se les pidió que prepa­
que no querian que el padre asmnier elliderazgo familiar: La terap u­ raran una cena celebratoria. El regalo que más apreció Trudie fue el de
ta sugirió que tal vez lo que se necesitaba era que las muJere.s.ensena­ su abuela, un hermoso anillo de oro que había pertenecido a su bisabue­
ran y celebraran las cosas de mujeres, puesto <! e en esta fam1ha .se ha­ la. Hay que destacar con interés que la abuela también les entregó a
bían frustrado la curiosidad natural de las ornas y las oporturudades Maggie y a Bonnie reliquias familiares: un hennoso edredón hecho por
para sentirse orgullosas y desarrollar su autoestima. . . su madre para Maggie, y un vaso de cristal tallado para Bonnie, c n lo
Con el consentimiento del padre, durante las semanas s1gwentes, cual conectaba a estas mujeres jóvenes con ]as generaciones de muJeres
en una parte de la terapia definida como "momento femenino", las muje­ que las habían precedido. Donald compuso una bendición especial para
res de la familia y la terapeuta trabajaron juntas en la tarea de enseñar honrar la especial maduración del yo de su hija y los dones especiales
y de aprender a convertirse en mujeres y en celebrar el comienzo de la que traía a la familia de alegria y de creatividad. Diane leyó su poema y
femineidad biológica de Trudie. Por primera vez, Maggie fue capaz de la celebración terminó con un brindis por las mujeres recientes de la -fa-
hablar con sus hijas sobre sus propias desilusiones, sus luchas para de­ milia.
finirse como mujer, esposa y madre, aporte que pareció particularmente Después de unas cuantas sesiones familiares más, durante las cua­
significativo y liberador para Bonnie. Después de un período de "educa­ les Bonnie, que hacía mucho tiempo que había dejado de llorar, tomó la
ción durante el cual se invitó a las niñas a formular preguntas y a decisión de ingresar a una universidad cercana y Maggie y Trudie mejo­
aportar sus ideas sobre lo que podía significar convertirse en "mujer" y raron muchísimo su relación. Maggie decidió continuar con la terapia
sobre qué querian ellas que esto significara en su familia, en la escuela, para trabajar con los problemas de su familia de origen.
en ]a iglesia y en la comunidad, se planificó una celeb ación final co .el En este ejemplo, una transición vital normativa que se produce en
uso de antiguas costumbres y con los símbolos propios de la fam1ha. ocasión de la terapia familiar no se ignora sino que se convierte en ma­
Este rito tuvo lugar durante un período de dos semanas. La terapeuta terial para e] cambio y para el crecimiento. Se examinan los rituales
había sugerido que primero era necesario que Trudie se despidiera de existentes y sus definiciones, se exploran los significados de la familia y
una etapa de su niñez. Durante una semana tenía que pasar algún se estimula a la familia a ritualizar la transición de una manera que
tiempo sola cada día, para pensar muy cuidadosamente sobre lo que vincula positivamente a la joven con un mW1do más amplio de orgullo y
abandonaba y dejaba atrás y qué es lo que pensaba que deberia cam­ de significación. Otros acontecimientos pueden proporcionar oportuni­
biarse en la familia para reconocer su maduración. AJ final de la sema­ dades similares. Por ejemplo, en nuestra sociedad, a las mujeres se les
na, ella y Diane iban a estar solas en un momento especial. Trudie le hacen "fiestas de regalos" cuando están por casarse o por tener un bebé.
transmitiría a Diane aquella posesión de la niñez que le parecía que po­ No existen rituales de rica elaboración en el nivel societario para cele­
día ser más valiosa para su hermana. Trudie escribió y le dedicó a brar el paso a una nueva posición de una joven que no está por casarse o
Diane un poema muy hermoso sobre los últimos dfas felices de la niñez tener un bebé, excepto la graduación en la escuela secundaria o en la
de una joven, se lo leyó en voz. alta y le regaló un relicario que, según universidad, y estos rituales a menudo celebran el completamiento pero
Trudie era como un hijo para ella. dejan en la indefinición, particularmnete en el caso de las jóvenes, cuá­
C mo segunda tarea, Maggie tenía que presidir una reunión fami­ les son las implicaciones del nuevo status en la familia y en la comuni­
liar durante la cual Trudie le describiría a la familia aquellos cambios dad.
qu¡ a su entender definirian adecuadamente su nuevo status. Trndie, Los terapeutas familiares ex¡:Íloran con las familias qué significa
que por primera vez no estaba enojada, fue capaz e dar sus razones p ­ para la familia y para la persona joven el hecho de abandonar el hogar y
ra no asistir a la iglesia todos los sábados y dommgos, para no recibir cuáles pueden ser los términos de esa nueva independencia. Algunas fa­
mayor instrucción, etc. Aceptó concurrir una vez por mes y dejar de ha­ milias han creado celebraciones de la "independencia" con fiestas y re­
cer una serie de travesuras en la iglesia que habían molestado muchísi­ galos. En estas situaciones, es particularmente importante ayudar a la
mo a los padres. Los padres aceptaron permitirle mayor autonomía para familia a que reflexione sobre cómo deberán cambiar los roles de los pa-

392 393
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i
dres en especial el rol de la madre, para que se pueda definir también, Breue ejemplo; celebración de la mitad de la vida
mar ary celebrar su nueva posición cuando el hijo se va. Hay que poner
el acento en este último punto, ya que dentro de este campo al parecer Janice (véase la fig. 2) se aproximaba a cumplir sus 50 años, fecha
se ha prestado mucha más atención a separar a los hijos de sus madres que la "'aterraba". Se había divorciado hacía unos años y se habfa adap­
"'supercomprometidas" que a ayudar a las tn.adres a definir qué significa tado bien a vivir sola y disfrutaba. de su trabajo como asistente de servi­
esta partida para su autodefinición y su lugar en la sociedad. cios hu.manos. Su hijo estaba a punto de graduarse en una universidad
local y planeaba seguir cursos de posgrado en otro Estado. Los padres
de,Janice, a quienes estaba muy ligada por una relación conflictiva y ge­
&configuración de la autoimagen d€ las mujeres por medio<kl ritual neradora de ansiedad y cuya aprobación continuaba buscando, se había
mudado recientemente a California. Una de las decisiones que Janice
También se puede ayudar a las mujeres a que tomen en cuenta había tomado durante el tratamiento era la de inscribirse en un curso
cómo se reflejan y se recrean en los rituales familiares cotidianos e in­ de posgrado de salud pública, en parte porque reconocía la necesidad de
termitentes. Por ejemplo, una mujer puede parecer triste o deprimida continuar definiéndose a sí misma independientemente de sus roles
durante la época de la festividad, después del nacimiento de un hijo o de esposa, madre e hija, y también por reemplazar sus pérdidas por algo
después de una reunión familiar. En estas situaciones es necesario que nuevo y atractivo. Sin embargo, se sentía ya demasiado vieja y pensaba
la familia y el terapeuta exploren juntos los significados implícitos en que no podria competir con los estudiantes más jóvenes; más aun, se
los símbolos, el lenguaje y las acciones que se ejecutan durante toda la sentía totalmente abandonada. La mayor parte de estos acontecimien­
transición y en la representación celebratoria. tos se manifestaron en relación con la cercanía de su 5 cumpleaños, fe­
L ¿Cómo están definidas las mujeres? ¿En qué se diferencia del modo cha que al parecer ella veía como un ••final" y no como un "comienzo". En
1 en que se define a los vnrones? realidad parecía rodeada de "finales".
La terapeuta sugirió que tal vez Jan tenía que pensar en este cum-
2. ¿Qué imágenes de la mujer se proyectan? ¿Qué roles se desempe­
ñan?
3. ¿Cómo se practican las relaciones entre hombres y mujeres?
4. ¿Reflejan estas definiciones y representaciones lo que la mujer y la
familia quieren para sí mismas? Thomas L:,rd
5. ¿Se adaptan en función de las necesidades individuales y familia­
res contemporáneas y de las relaciones de la familia con la socie­
dad en su conjunto?
6. ¿Existen elementos que colocan a la mujer en una posición poster­
gada y subordinada? Geoi-ge Pott.er Ann Potte:r
7. ¿Cómo la vinculan los rituales familiares con el pasado y qué pre­
dicen para elfuturo?
8. ¿Qué desean ellas preservar o reivindicar del pasado y qué quieren Stan!ey Lord
modificar para el futuro?
Janice Pott.orr Lanl
ca..8<>do.ten1960
Los terapeutas pueden ayudar a las familias a encuadrar estas
preguntas en sí mismas y a negociar la modificación de pautas para las
1 celebraciones familiares, pautas que preservan valiosas tradiciones del ,.,_ 1960 Timothy L:,n[
pasado pero que también reflejan las condiciones modernas.
Para las mujeres de nuestra sociedad, el cumpleaños con frecuen­
cia constituye un acontecimiento traumático, puesto que gran parte de
8 tres hijas
la autoestima femenina puede depender de mensajes culturales que
exaltan la juventud y la belleza. En el ejemplo siguiente, una mujer q e
está en tratamiento para analizar su "familia de origen" se enfrenta con
muchos de los cambios típicos asociados con la mediana edad.
Figura 2.Janice

394 395
pleaños de un modo muy especial, como una oportunidad para nti­
nuar con la evaluación de su pasado y dejarlo saldado, para refle1ar la
gran cantidad de cambios que le habían ocurrido y le seguirían ocu­ Harold Metzge,:-
rriendo, y para definir más claramente su futuro. A medida que se exa­
minaban est.as preguntas, y mientras consideraba qué queria que signi­ ThereGa Mannino
ficara para ella ''llegar a los 50", con la ayuda de la terapeuta comenzó a
elaborar una celebración muy especial. En primer lugar decidió invitar
a 55 personas, una por cada año de su vida y una por cada década futu­ Ca'6lica o,,u,utida
olfadat.&mo
ra, puesto que había decidido que su vida había llegado solaniente a la
mitad. Entre estos invitados se incluían miembros de la familia, viejos
amigos y también nuevas amistades a las que quería conocer mejor.
De muchas maneras los símbolos y acciones de la fiesta reflejaban
su vida pasada, pero con una diferencia: en lugar de repetir antiguos
agravios, decidió expresar algunas cosas positivas. Por ejemplo, el menú Psic61,igo ftuiia
consistía en dos platos que habían sido una de sus especialidades du­
rante su vida de casada. Contrató una pequeña banda de percusión, re­
miniscencia de sus primeras vacaciones en el Caribe con su marido, y la
Figura S.Lorraine Metzger
música que planeó ejecutar atravesaba unas tres décadas de su vida. El
padre de Jan se había dedicado a actividades vinculadas con un restau­
rante y, durante sus años de adolescencia, a menudo con gran resenti­
miento, ella había trabajado en la venta de helados después de.la escue­ mente un título de doctora en psicología, pero sentía una intensa necesi­
la y durante los fines de semana. Para la fiesta, con gran deleite de los dad de volver a la ciudad en la que vivían sus padres y había experi­
invitados y para satisfacción de sus padres, instaló un pequeño puesto mentado dificultades tanto para participar en relaciones ·positivas con
de helados con diversos tipos de cucuruchos y copas de helados, en ho­ los hombres como para dejarlos cuando las relaciones se volvían insatis­
nor de la actividad de la familia. El padre y la madre la. ayudaron en es­ factorias. Era una mujer excepcionalmente brillante y de talento, pero
ta parte de la celebración y su hijo la ayudó a atender el bar, con lo cual menospreciaba su propia capacidad y no estaba dispuesta a asumir mu-
lo vinculó positivamente con su abuelo y su bisabuelo, que habían sido chos riesgos profesionales. Expresó que se sentía deprimida periódica­
propietarios de tabernas. mente y que queria tener menos dependencia emocional de su familia.
La terapia de Lorraine, centrada en la resolución de los problemas
con su familia de origen, se llevó a cabo en sesiones de terapia indivi­
Marcharse de casa por fin dual, en un grupo de desarrollo profesional y en entrevistas con la fami­
lia extensa con la. presencia de sus padres. En determinado momento se
Marcharse de casa, física o psicológicamente, lo cual para muchos realizaron varias sesiones con ella y con un hombre con el que había
jóvenes constituye una empresa difícil y prolongada en nuestra socie­ mantenido una relación durante tres años. El uso del ritual se incorporó
dad, parece particularmente difícil para las mujeres que eligen no ca­ a la tarea en una cantidad de modos significativos, algunos de los cuales
sarse, o que se casan tarde, como ocurre en el siguiente ejemplo. resumiremos aquí. Unode los acontecimientos en particular, un rito de
iniciación de una mujer adult.a que ella misma planificó, se describirá
en forma un poco más detallada.
Breve ejemplo: Lorraine y su búsqueda espiritual Gran parte de la terapia intergeneracional sistémica de la familia
consiste en cambiar algunos de los pasos de la danza ritualista de la fa-
Lorr3.lne, de 33 años, hija de un padre judío no practicante y de milia, en alterar las comunicaciones u otro tipo de acciones con el fin de
una madre que se había convertido al judaísmo al casarse (véase la fig. iniciar nuevos modelos de interacciones en los cuales el paciente pueda
3), informó que todavía se sentía como "una niñita". Aunque había vivi­ desempeñarse en forma más activa y autónoma. Muchas de estas inter­
do en forma independiente durante varios años, durante su paso por la venciones se planificaron y se llevaron a cabo con éxito durante la tera­
universidad y por la escuela de graduados, sus padres se preocupaban pia de Lorraine. La joven aprendió a ser una adulta con padres adultos,
constantemente por ella, si comía bien, con quién salía, si mantenía una a ver a sus padres más frecuentemente y con menos conflicto, a com­
buena calefacción en su departamento, etc. Había obtenido reciente- prender la vida. y los problemas de ellos con mayor empatía, a modificar

396 397
1
las coaliciones disfuncionales de la famllia, a derribar algunas barreras Lorraine tenía u.na visión de cómó podría reivindicar este rito como fe-
que los separaban, etcétera. Muchas de las intervenciones más potentes minista y mujer judía, y una interpretación evolutiva de los modos en
/ tuvieron lugar durante los ritos familiares, su cumpleaños, la gradua- que el simbolismo podía expresar un conjunto de significados importan­
ción, el Seder y, con el tiempo, su boda. . . tes para su propio proceso de crecimiento.
Uno de los motivos que impregnó buena parte de esta act1V1dad fue Sus preparativos para este acontecimiento le llevaron illlOS cuan­
su búsqueda de significado religioso y espiritual. Su identidad judía era tos meses. Entre ellos se incluyeron entrevistas a rabinos y la elección
extremadamente importante para ella, aunque de muchos modos había del rabino que quería que ejecutara el rito, la selección de quiénes iban
sido una zona de conflicto, particularmente porque sentía que no podía a participar y de qué modo, qué acciones deseaba ejecutar como parte
reivindicar plenamente wia herencia judía. Esto significaba que tenía del mikvah, y u.na reflexión cuidadosa sobre cómo podía prepararse me­
que esforzarse más para que la aceptaran de modo genl.llno en las orga­ jor para esta transición significativa.
nizaciones judías locales y en su trabajo en favor de causas judías. Como parte de sus preparntivos, Lorraine intuitivamente reconoció
Como feminista, le molestaba mucho la antigua hegemonía patriarcal que de alguna manera tenía que separarse de lo viejo, el "tiempo sin
en el judaísmo y las diferencias que todavía se hacían en los modos de tiempo", un período liminar en el cual ya no seria u.na niña pero todavía
definir a los hombres y a las mujeres y cómo se les permitía practicar su no sería illla mujer adulta. Decidió asistir a wi retiro espiritual, un lu­
fe en las sinagogas locales. gar especial donde las mujeres meditan, leen, caminan, pueden estar so­
En el nivel familiar Lorraine fue capaz de hacer cambios importan• las o con otras mujeres, hablar o no hablar sobre sus significados indivi­
tes. Puesto que estudiaba el ritual judío y estaba profundamente intere. duales y colectivos. Los preparativos para este momento especial fueron
sada en las cuestiones religiosas y espirituales, en un sentido se convir sumamente concienzudos: u.na selección de lecturas que simbolizaban
tióen el rabino familiar para esta generación, ya que aprendió lo que su los vínculos
padre y su madre podían enseñarle pero de muchas maneras superó sus cómo pasaríacon el pasado
el tiempo allí,y1os
suspreparativos
esperanzas para
para el futuro,
cómo un plan sobreo
se comunicaría
v enseñanzas con nuevas interpretaciones. Ella fue la que comenzó a dar­ no se comwiicaría con su familia durante este periodo.
le una nueva importancia al Seder familiar y a incorporarle nuevas tra­ El mikvah, que forma parte dela conversión judía tradicional, sim­
diciones, al planificar, organizar y asignar roles que no estaban basados boliza un renacimiento y, para Lorraine, un modo de separar ceremo­
en el género sino en la habilidad y en el interés, lo que se tradujo en el nialmente una parte de su vida de otra. También representaba para ella
hecho de que ella misma realizaba las lecturas centrales. Esta tarea un modo de convertirse formalmente al judaísmo y reafirmar su lugar
también cumplió la función de aliviar la tensión y el conflicto en la rela­ en él, de acuerdo con la tradición conservadora. Se preparó para el mik­
ción con su padre, quien durante mucho tiempo había manifestado des­ vah del mismo modo que lo han hecho las mujeres judías desde las épo­
precio por las prácticas judías y había sido ampliamente excluido de la cas antiguas, purificando cuidadosamente su cuerpo para prepararlo
coalición formada entre Lorraine y su madre. El interés y el respeto de para las tres inmersiones sucesivas. Posteriormente Lorraine adoptó un
Lorraine por la tradición judía, su deseo de aprovechar el conocimiento nombre nuevo, un nombre hebreo no tradicional, en una ceremonia rea­
del padre y de discutir los problemas, al parecer no sólo les permitieron lizada en la sinagoga local.
acercarse más sino que también contribuyeron a que se renovara el or­ Un año después de este acontecimiento, Lorraine se casó con el
gullo del padre por su identidad judía. Al mismo tiempo, Lorraine u ili­ hombre con el que había salido durante tres años, en una ceremonia
zó estas importantes ocasiones rituales para presentarles a su am1_go, muy conmovedora y significativa en la que se combinaban y se preser
que profesaba una fe diferente y provenía de una herencia étnica dife­ vahan valiosas tradiciones de cada una de sus herencias religiosas, rein­
rente a su familia y a sus tradiciones de significado, con lo cual puso a terpretadas y reivindicadas de modo apropiado para la definición de las
pFueba el potencial de incorporación de su familia que, como ella y el te­ identidades y el significado del matrimonio mixto. Según la interpreta­
( rapeuta sospechaban, no la soltarían tan fácilmente. ción de Lorraine, el mikvah y el cambio de nombre rituales la liberaron
Aproximadamente a los dos años de terapia, Lorraine anunció que de tener que "probar" su judaísmo constantemente y le permitieron co­
quería hacer algo para reconocer y celebrar su posición de mujer adulta, menzar a seguir su propio camino con menos culpa. Esto significó que
de mujer judía y de la mujer en que sentía que se había convertido. podía renunciar a su rol de "superjudía" (su expresión) en la familia y
Pensó que podría utilizar el mikvah o baño ritual en el que participan podía casarse con un no judío sin Sentir que corría riesgo su identidad
:as mujeres después del nacimiento o de le. menstruación. Al principio el judía. En sus propias palabras, todavía continúa explorando "'qué signi­
terapeuta, que era cristiano, quedó sorprendido puesto que el baño, que fica para mí ser judía y emprender una búsqueda espiritual, que a me­
en épocas antiguas era un reql.llsito para ambos sexos y en la época mo­ nudo conduce fuera de las fronteras del judaísmo".
derna por lo menos en la tradición ortodoxa, sólo era un requisito para
las m·ujeres, al parecer las asociaba con suciedad e impureza. Pero

398 399

l
..,.
'
Rituales para familias innovadoras dad. David era un educador destacado y miembro de una familia de bue­
na posición económica en la pequeña ciudad universitaria en la que
En el ejemplo anterior, la fonha y el contenido de ritu les existen­ residía la familia. Muchos de estos problemas se resolvieron en el trans­
tes se modificaron y se reconfiguraron de modo creativo', jr sEi-,reinterpre­ curso de la terapia, a medida que la familia de nueva formación gra­
taron los significados de acciones rituales. Sin embargo, exi.sben algunas dualmente se iba definiendo a sí misma, se separaba de algunos aspec­
experiencias vitales centrales para las que nuestra, sode8.a práctica­ tos del pasado pero al mismo tiempo -las-.incorporaba, y a medida que
mente no ofrece ritos sancionados culturalmente sino que las'.mujeres y Julie comenzaba a superar la pérdida d su madre, la aceptación de
las familias deben contar con sus propias innovacioneS. Cuando estas Jennifer, y logr ba una definición más clara de sus propios problemas.
experiencias no se celebran, con -frecuencia las mujeres se quedan con Aproximaa,ment.e dos años después, la familia buscó ayuda nue­
una sensación de desilusión, vacío, culpa o fragmentación. En algunos vamente, esta ve.z porque Julie le había anunciado a la familia que era
casos esto ocurre porque existe una ambivalencia cultural o una falta de lesbiana. David estaba muy perturbado por la noticia que le dio su hija,
aprobación respecto del acontecimiento o de la transición, como en los pero su esposa y la hermana de ésta pidieron urgentes reuniones fami­
casos de divorcio o de aborto; en otros casos porque el acontecimiento es liares en las que se pudiera enfocar el impacto de las "revelaciones de
relativamente idiosincrático o poco común, como en el caso de adopción, la hija en las relaciones familiares. Se llevó a cabo una breve serie de
la entrada o salida de algún tipo de institución, o como ir o volver de la reuniones familiares, proceso durante el cual el terapeuta ayudó al pa­
guerra. Existen inclusive otros casos en los que la pérdida u otro impac­ dre a superar su culpa; se produjo una especie de duelo pero también se
to no se estima suficientemente, o en los que hay un deseo de evitar o de definieron nuevas posibilidades, todo lo cual culminó en que David acep­
negar, como ocurre a veces en el caso de aborto espontáneo o de parto tara con reservas pero con afecto la elección de su hija.
de un feto muerto, o del comienzo de la menopausia en algunas mujeres. Una vezmás, aproximadamente dos años después del trabajo men­
En tales situaciones el terapeuta familiar ayuda a las mujeres y a las cionado, la familia buscó ayuda. Esta vez Julie vino a ver al terapeuta
familias a examinar los significados de la experiencia y el impacto de los con su amante/pareja, Donna. Las mujeres, que habían vivido juntas
cambios, a explorar el simbolismo y la otra familia o el material cultural durante varios meses, experimentaban conflictos en su relación, gran
disponible para uso ritual, y a elaborar el ritual mismo de un modo que parte delos cuales tenían que ver con la dificultad para relacionarse con
se adapte a la experiencia y a la culturn de la familia. sus familias de origen y con la falta de todo reconocimiento público de
Más aun, gran parle del material de nuestros rituales racionales su vida en pareja. Los padres de Donna, a quienes ella estaba suma­
asume un encuadre familiar y la forma tradicional de la familia, pero la mente ligada de modos ambivalentes y negativos, se negaban a definir
vida de las mujeres en otros contextos suele tener un bajo nivel de ri­ ni a reconocer el lesbianismo de Donna y Di su relación con Julie. Esto
tualización y les falta la riqueza y la significación rituales. El terapeuta significaba que ellas podían visitar a la frunilia de Julie, que las acepta-

66
familiar puede ayudar a la mujer soltera, a la familia con un solo proge­
nitor y a la pareja lesbiana con hijos o sin ellos a reivindicar rituales in­
terrumpidos o a reconfigurar rituales familiares para que se adapten a Dorid S<oroed
sus circunstancias. En esta tarea se puede recurrir a los símbolos y ac­
ciones que ofrecen el material cultural y la tradición familiar, pero a
Je.,nifor LeW"is
menudo se necesita reivindicarlos y recrearlos de modo que se adapten
a nuevos contextos y a significados modificados. En el ejemplo expuesto
a continuación se sigue este proceso en el curso del trabajo con una fa-
milia en la cual los problemas que presentaron y los subsistemas exis­
tentes se modificaron con el transcurso del tiempo.
Julie Schroeder Donna Man,h

Breve ejemplo: Juli.e y Donna (fi.gura 4)

En un primer momento, a David, su nueva esposa, Jennifer, y la


hija de 17 años de David, Julie, los atendimos en diversos agrupamien­
tos, esencialmente teniendo en cuenta las dificultades para formar una
C2 9
nueva familia y los problemas de "deserción" de Julie, a quien le costaba
mucho hacer una elección clara respecto de su carrera o de la universi- Figura 4. Julie y Donna.

400 401
ba, pero Julie no podía visitar a la familia de Donna ni la familia de és­ mo muchas personas del círculo de amigos cada vez mayor de la pareja.
ta las visitaba. El resultado era que a menudo tenían que estar separa­ De la familia de Donna vinieron su hermano y dos primos, un comienzo
das durante importantes rituales familiares, como Navidad o el Día de pequeño pero significativo en la tarea de reparar la red de parentesco.
1 Acción de Gracias. Además, la familia de Donna estaba aterrada de que
otras personas pudieran enterarse sobre la cuestión lesbiana, lo cual lle­
vaba a otras restricciones en la vida social de las mujeres, puesto que Rituales de reparación: el acontecimiento poco ritualizad<J
Donna no concurría a reuniones sociales en las que se la pudiera identi­
ficar como la pareja de Julie. Julie, naturalmente gregaria, tomaba a Otra situación ante la quedebe estar alerta el terapeuta defamilia
mal esta falta de definición y el aislamiento forzado. Quería un matri­ es la transición que no está completamente superada en la vida de una
monio que fuera aceptado y convalidado por ambas familias y, en la me­ mujer. Por ejemplo, el comienzo de la pubertad que se ha ignorado, un
dida de lo posible, un contexto más amplio de relaciones sociales y profe­ matrimonio llevado a cabo de modo apresurado y secreto, una pérdida
sionales. por la que se ha hecho un duelo parcial, o cuando el paso hacia su inde­
En el curso del trabajo con la pareja, la familia de Donna aceptó pendencia de una persona joven no se ha definido ni celebrado adecua­
presentarse para llevar a cabo una sésión con ella. En esa sesión resultó

l
damente. Esto puede significar que una mujer se ha quedado con dudas
evidente que los padres, por una cantidad de razones, no iban a convali­ acerca de su autonomía
dar de resolución acerca de y
sucon una sensación
condición de ambivalencia
de persona. Tal situacióno se
depresen­
falta
faltala
deelección de su
tolerancia, hija.
pero porElprimera
padre anunció: "Prefenria
vez fue capaz verla
de dejar muerta";
en claro que
da cuando ella tenía 10 años.
mientras que la madre, que parecía menos afectada, no se animaba a di- tó en el caso siguiente, en el cual una mujer de 57 años todavía expresa­
sentir con su esposo. Donna expreso una buena dosis de tristeza por su ba enojo y una tristeza incontrolable por la muerte de su abuela, ocurri­

tenía necesidad de hacerse cargo de su propia identidad y de sus pro­


pias elecciones. Ella estaba formando una nueva familia y quería conti­ Breve ejemplo: un.a ceremonia de
1 nuar conectada con sus padres, pero si las dos cosas no eran posibles, conmemoración e:tcesiuamente prolongada
ella iba a elegir a Julie.
En el curso de los meses que siguieron, Donna comenzó a asumir Barbara, cuya familia de origen estaba compuesta por un grupo de
más riesgos, al reconocer que el aislamiento social afectaría negativa­ profesionales, lloraba siempre que hablaba de su abuela y reiteraba su
mente las posibilidades de supérvivencia de la pareja. Donna y Julie co­ enojo con los padres porque no la habían ayudado a superar esta pérdi­
menzaron a desarrollar sus propios rituales familiares, con el aporte de da. Barbara se había ido a un campamento de verano e inesperadamen­
tradiciones de ambas familias pero también con la incorporación de una te la enviaron de vuelta a su casa con paperas. Cuando llegó, su abuela,
red de amigos, y por otra parte participaban en los rituales de la familia que vivía con ellos, no estaba en la casa y sus cosas habían desapareci­
de Julie, momentos que para Donna resultaban tan agradables como di­ do. Barbara recuerda que recorría toda la casa buscando a su abuela y
fíciles, puesto que echaba de menos las ocasiones especiales que había tratando de lograr alguna explicación, pero sus padres no le decían ab­
pasado por su propia familia. En la terapia, Donna continuó trabajando solutamente nada. Uno o dos días después, alcanzó a oír una conversa­
para enriquecer su comprensión de sí misma en relación con su familia, ción telefónica de su padre, en la que le contaba a un amigo de la fami­
y para iniciar nuevos modos de comunicación con diversas partes de la lia que la abuela había muerto. Esta familia judía no se había sentado
familia, proceso que todavía contintla y que ella comprende que será durante lossiete días o, si lo hicieron, Barbara no pudo participar, ni se
lento y requerirá considerable paciencia. le pennitió asistir a la ceremonia y en realidad no sabe si la hicieron. La
Aproximadamente un año después de comenzar a trabajar con la madre pasó luego casi todo el resto de su vida en un hospital mental y
pareja, el terapeuta recibió una invitación para una ceremonia de casa­ murió cuando Barbara tenía 18 años, y el padre, a quien Barbara re­
miento, redactada por Donna y Julie y planificada con ayuda de la fami­ cuerda como alguien igualmente frío y reservado, también murió joven,
1 lia de Julie, el terapeuta y el sacerdote, una ceremonia en la que se in­ de modo que ella no tuvo oportunidad de resolver las cuestiones pen­
corporaban algunos de los símbolos y palabras del rito tradicional, recu­ dientes con sus padres.
perados para esta situación en particular. La música del Holly Near y La relación de Barbara con su hennana era muydifícil y sumamen­
otras canciones femeninas tuvieron un lugar central. Los trajes para la te angustiante para ella. Aterrorizada por una separación, no había sido
ceremonia reflejaban el estilo personal de cada una de ellas. Julie se pu­ capaz de afrontar los graves problemas de su matrimonio, incluyendo el
so un elegante traje pantalón de satén blanquecino y Donna una túnica distanciamiento de su esposo y la cantidad de otras relaciones que tuvo
floreada con hermosos diseños. Fue una fiesta prolongada y alegre, a la durante muchos años. Ambos habían estado en tratamiento individual
que asistieron todos los parientes de Julie y amigos de su familia, así co- durante muchos años y en dos ocasiones habían seguidn una terapia con-

402 403
yugal. Si bíen ella sentía que había logrado un crecimiento personal du­ los rituales de trabajo de los hombres pueden estar acompaiiados de hu­
rante su propio tratamiento, nosentía que el matrimonio había mejorado. millación y monotonía. Más aun, es posible que se excluya a los hom­
Barbara había hecho un trabajo muy productivo acerca de la fami­ bres de una participación significativa en muchos de los rituales impor­
lia de origen con su única hermana y había retomado el contacto con una tantes de la vida familiar. Losrituales públicos y domésticos claramente
anciana tía, lo que le permitió comenzar a reconstniir e interpretar los les acarrean recOD1pensas y costos a ambos sexos,
significados de sus experiencias familiares para su propia vida. A partir No solamente es necesario que aprendamos más acerca de los ri­
de su trabajo en el grupo surgió la indicación de que durante un tiempo tuales norteamericanos nacionales y familiares y de cómo comenzar la
Barbara pensara en planificar una ceremonia de conmemoración por su difícil tarea de su interpretación, sino que comprendamos la vida ritual
abuela. Ella se entusiasmó mucho con esta idea y comenzó a planificarla de los hombres y de las mujeres en los contextos más amplios sociocul­
con ayuda del grupo. Barbara eligió una sinagoga que le pareció que a su turales y políticos de las relaciones genéricas. Como terapeutas familia­
abuela le hubiera gustado y, junto con el terapeuta familiar y un amigo, res, tenemos la responsabilidad de entender nuestro rol en la vida
se entrevistó con el rabino. Al principio el rabino estaba muy sorprendi­ ritual contemporánea y considerar de qué modo podemos participar en
do y era bastante escéptico sobre la eficacia que podía tener una ceremo­ la construcción de definiciones y relaciones genéricas.
nia para recordar a alguien que había muerto hacía casi 50 años, pero
después que Barbara, con alguna ayuda ocasional del terapeuta, expresó
su propósito y el significado que la ceremonia podría tener para ella, co­
menzó a apoyar la idea e hizo una cantidad de sugerencias útiles. Notas
Barbara y el rabino planificaron la ceremonia en forma muy aten­
ta y concienzuda: qué lecturas incluir, el contenido de la contribución
del rabino, quiénes quería ella que concurrieran, y qué aportaría ella 1 VéB.l'le, por ejemplo, Goidner, 1985; Hare-Mustín, 1987.
2 Véase Fraser, 1984; Hoirman, 1985.
personalmente. El grupo formado por la hermana y la hija de Barbara,
su marido y algunos de sus amigos asistió a esta ceremonia muy conmo­
vedora para recordar a la mujer que había sido para ella la única perso­
na cálida y afectuosa en sus primeros años y con la cual estaba tan ín­ Bibliografía
timamente identificada. Barbara leyó para su abuela una carta muy
emotiva, en la que le expresaba no sólo su afecto, su frustración y su. Arens, W. (1976): "Professional football: An American aymbol and ritualn. En W.
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cularmente en lo que se refiere a cuestiones de identidad y relaciones Press (reedjt.e.do en 1965).
genéricas. En este capítulo se han intentado identificar algunos de los Fraser, .J. (1984): "Process level integration: Corrective vision for a binocular
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ciones entre el ritual y las mujeres. Por cierto, si se pone el acento en la king of an anthropological myth, Cambridge, MA, Harvard Univenri.ty
vida ritual de las mujeres y se trata dedar cuenta de los costos persona­ Press.
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429-4-42. ilustrará esta cuestión. Se analizará el rol del terapeuta y su participa:
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Washburn, P. (1977): Becoming woman: The quest for wholeMss in female ex ­ tables obviamente son muy diferentes de los altamente inestables. En la
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Weigle, M. (1982): Spiders and spinsters: Women and mythology, Albuquerque, te la organización, los valores y el funcionamiento de la vida familiar
NM, University _ofNueva Mexico Presa. durante el periodo de 14 años que va desde 1970 a 1984.
Uno de tales aspectos fue el económico, turbulento, impredecible y

406 407
con una inflación mensual que trepó hasta el 30% o más. Las familias mas de la represión extrema del terrorismo de Estado. Por lo común es­
experimentaron vaivenes económicos extremos a medida que el país se tas familias habían sufrido la pérdida de uno o más de sus allegados du­
precipitaba en el desastre económico. rante la "guerra sucia" argentina.
Otro aspecto extremadamente violento y peligroso fue el sociopolí­ En muchas de estas familias se observó una construcción de la rea­
tico, en el cual quedaron profundamente afectados la vida y los ri uales lidad apoyada en el "tal vez", ya que los miembros de la familia creían y
familiares. Las familias adquirieron niveles de ritualización excesivos o se comportaban como si "los que desaparecieron reaparecerán". En un
sumamente bajos, mantuvieron rituales vacíos de significado o fueron caso, los padres mantuvieron la habitación de sus dos hijos tal como ha­
sometidas a rituales coercitivos. AJgunas de estas familias posterior­ bía sido, y la limpiaban ritualmente todos los días, y además también se
mente buscaron una terapia. Muchas de estas familias habían tenido les reservaba su lugar en la mesa para cenar. De acuerdo con las ideas
una militancia activa o algunos de sus miembros fueron terroristas; al­ del invariante estructural, Crescini y Droeven {1985) consideran que es­
gunos de ellos eran librepensadores y otros sufrieron una severa repre­ to es un invariante mítico. Este invariante estructural está acornpaiiado
sión por error o "por las dudas". por un fenómeno de det.ención del tiempo cronológico para las familias
afectadas y por la cristalización del modelo de los modos posibles de or­
ganización. Se remiten a Morin (1984), quien ha ofrecido una descrip­
Antecedentes generales ción de la aparición de un nuevo acontecimiento -en un sistema que ha
experimentado la catástrofe y el trauma.
La Argentina tuvo una dictadura militar brutalmente represiva En otros casos se registraron construcciones míticas del tipo
que ejerció sobre el pueblo de ese país nada menos que el terrorismo de "ella/él está viva/o en otro lugar". En otras palabras, "los que se esfuma­
Estado. Antes de esto, desde 1973 hasta 1976, había grupos nacionalis­ ron i:ealmente no están desaparecidos ni muertos". Las familias desa­
tas de extrema izquierda y de extrema derecha que también operaban rrollaron conductas ritualizadas alrededor de este mito, como en el caso
con fuerzas paramilitares y escuadrones de la muerte con total impuni­ citado por Crescini y.Droeven (1986) de una abuela y tres niñas que re­
dad. pitieron ritualmente durante 9 años que la madre se había ido a otra
Durante esos años, miles de personas "desaparecieron". Fueron ciudad, a 30 km. al sur de la capital, Buenos Aires, y que no podía vol­
"chupados" (en la jerga argentina, "absorbidos", secuestrados por fuer­ ver porque estaba demasiado ocupada con su trabajo de enfermera. No
zas de tareas paramilitares por razones políticas), brutalmente arranca­ admitían su desaparición ni su muerte y querían considerarla viva y
dos de sus hogares o de sus lugares de trabajo, o levantados en la calle, bien. Además, también sistemáticamente informaban lo mismo a la
muchas veces a plena luz del día. De la mayor parte de ellos nunca se escuela, hospitales, amigos y al resto de la familia, corno una comunica­
volvió a saber nada y fueron las bajas de la llamada "guerra sucia" ción verbal ritualizada para proteger/mantener el mito que habían cons­
Unos pocos tuvieron más suerte porque fueron liberados después de truido. El padre, que entretanto se había exiliado en Europa y había vi­
unos años y otros, más afortunados todavía, después de algunas serna- vido con otra persona durante seis años, todavía usaba el anillo de boda
nas. de su anterior matrimonio. Obviamente, él tampoco había completado el
Las familias de estas personas padecieron un dolor insoportable, proceso de aceptación de la desaparición/muerte de su primera esposa.
mientras buscaban a sus parientes a través de diferentes canales, o gol­ Más aun, su nueva esposa no fue reconocida por ninguno de los miem­
peaban las puertas oficiales sólo para encontrarse con el silencio. Para bros de la familia, aun cuando ellos volvieron a la Argentina con su bebé
la mayor parte de ellos, la búsqueda ha sido inútil. Todas estas familias recién nacido.
que han sido objeto de represión severa, han experimentado una siste­ La observación clínica también ha demostrado que, en muchas de
mática perturbación de su vida ritual y quedó dañado su funcionamien­ estas familias, el impacto de la pérdida traumática causada por el terro­
to eficaz. Los rituales normativos perdieron su significación, se vaciaron rismo es tan devastadora que destruye algunos paradigmas anteriores.
de significado o su ejecución resultó imposible porque les faltaban Así nacen y luego se cristalizan nuevas creencias o metarreglas
miembros importantes debido al secuestro, la necesidad de esconderse o (Bateson, 1972; Ritterman, 1985). Un ejemplo es el de un padre que,
el exilio. después de la muerte "en acción" de su hijo guerrillero {el hijo había re­
cibido órdenes de sus superiores del movimiento guerrillero de no llevar
a cabo ese ataque específico porque era equivalente a un suicidio), dejó
Aparición de nuevos rituales enfamilias bajo de hablarle a su hija adulta porque ella no había estado a la altura de
extrema opresión política las "pautas necesarias de conducta" corno lo había hecho el hijo. La jo­
ven tenía ideas de izquierda, no era guerrillera, y no había "vivido y
Nuevos rituales han aparecido en las familias que han sido vícti- muerto corno corresponde". El padre adoptó un nuevo paradigma.

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Elaboró una significación y un valor para la muerte de su hijo y constru­ Durante el proceso de la terapia con seres humanos sometidos a
yó una nueva actitud ante la vida. Esto cristalizó y, de hecho, se quedó una severa represión política, también aparecen losfenómenos de la eje­
luego con dos muertes: la real, la de su hijo, y la simbólica, la de su hija cución espontánea de los rituales, es decir, rituales no elaborados por el
1 a la que había rechazado. Se aba'ndonaron los antiguos rituales familia­ terapeuta pero realizado por la persona o personas. Tal fue el caso de
res, la hija ya no participaba en las celebraciones y apareció un nuevo una pareja que había perdido a sus dos hijos en la "guerra sucia".
ritual; el dolor en el aniversario de la muerte del hijo. Originariamente ellos venían de otra provincia. Para una de las sesio­
nes alguien telefoneó en su nombre para decir que no podían concurrir a
su cita. En la entrevista siguiente dijeron que repentinamente habían
Consideraciones generales para la terapia decidido volver a su pueblo y aUí rastrearon y volvieron a representar
confamilias que han experimentado el terror toda su vida juntos, desde el día en que se conocieron, el noviazgo, el
enamoramiento, su case.miento. Fueron a los lugares donde trabajaban
Durante la dict.adura, las familias y los rituales familiares fueron y vivían en ese momento. Revivieron el nacimiento y el crecimiento de
atacados sistemáticamente por la violencia proveniente del contexto so­ cada uno de sus hijos y la migración final a Buenos Aires. Este viaje les
cial. De modo que el uso de rituales en el proceso terapéutico ayuda a la pi"ovocó re.cuerdos y emociones profundas, hasta que "llegW'on" a la de­
familia a volver a adquirir conductas afectivas ritualizadas. Losrituales saparición y posterior período de aceptación de la muerte. Se enfrenta­
proporcionan modelos, sancionan las transiciones y ayudan en la expre­ ron con su dolor pero estaban más tranquilos.
sión de las emociones. Algunos rituales les dan a los miembros de la fa- Cuando se diseña el tipo de terapia y el uso de rituales con fami­
milia la posibilidad de explorarse profundamente, al darles sentido a lias que son víctimas de la represión política, no se debe caer en el error
sus vidas y proporcionarles una sensación de pertenencia y de compro­ de creer que sólo el contexto social era violento. Aunque el terrorismo de
miso. Hacen posible la libertad individual al mismo tiempo que preser­ Estado fue en realidad indiscriminado, hubo muchos miembros de fami
van la intimidad y los vínculos. Puesto que el terrorismo social y la re­ lias que estaban activamente comprometidos en la violencia política y
1 presión atacan todos estos aspectos de la vida humana, el valor curativo que practicaban y creían en el valor de la ludia terrorista armada para
de los rituales en la terapia es considerable. conseguir sus metas. De modo que para que los rituales terapéuticos
Los rituales curativos también permiten la expresión de emociones puedan considerarse adecuados, es importante que se tome en cuenta
profundamente arraigadas, como el dolor, la desesperación, la pena, la esta cuestión: la violencia y el terrorismo dentro de la estructura fami­
"locura". Puesto que después de la "desaparición" muchas familias tu­ Har. Personalmente creo que, puesto que la violencia o la complicidad
vieron que esconderse o huir, y puesto que la expresión pública de esos pasiva fue un problema tan importante en nuestro país, debe enfocarse
sentimientos fue condenada y prohibida durante un tiempo muy prolon­ con nuestras lentes terapéuticas.
gado, el impacto emocional fue catastrófico y afectó a todos los miem­ Aquí se le plantea t.ambién al terapeuta la delicada cuestión de
bros de la familia. Wilson (1957) habló de rituales para la desdicha que qué temas tocar, si algunas cuestiones de alta sensibilidad se deben in­
son similares a los rituales curativos. Constituyen un grupo dentro de troducir una y otra vez, y hasta dónde llegar. Este es un problema
los rituales de transición, pero tienden a ser menos estandarizados que común en la práctica terapéutica en general y está presente especial­
estos últimos. Están dirigidos específicamente a resolver problemas mente en el tratamiento de familias que pasan por situaciones extre­
transicionales específicos, detenciones o perjuicios. Apuntan a modificar mas. ¿Se debe mencionar un determinado tema? ¿Cómo? ¿En el contexto
las relaciones perturbadas y proporcionan la oportunidad de expresar familiar o con la pareja solamente? Por ejemplo, "¿qué se debe hacer
las emociones (van der Hart, 1983). En Argéntina la necesidad era la de cuando los abuelos consultan sobre el funcionamiento de su nueva si­
curar una calamidad grave. tuación familiar, en la que sus tres nietos pequeños viven con ellos pues­
Hay familias que pueden tener una necesidad específica de pasar to que tanto el padre como la madre desaparecieron? ¿Y qué pasa cuan­
por todas las etapas de un ritual especial de muerte (secuestro, desapa­ do el terapeuta descubre, como me pasó a mí, que el padre de familia es
rición, tortura, muerte y entierro del cadáver) y dolor. La dificultad resi­ un activo torturador paramilitar, y su mujer y los hijos lo "ignoran"? ¿Y
de en el hecho de que el cunpo de la persona ausente tal vezno ha apa­ qué hace el terapeuta si los miembros de la familia están sentados en el
recido nunca, o tal vez nur1,.a se la ha declarado oficialmente muerta, y consultorio del hospital y hablan de los problemas de aprendizaje del
por eso la familia no puede aceptar su muerte. No hay cadáver sobre el pequeño Peter mientras que dentro de la cartera del padre que está de­
que hacer el duelo, no hay tumba para colocar al muerto, no hay fune­ bajo de la silla hay una picana eléctrica? Obviamente la ideología del
ral, no hay nada. Estas familias deben tener la posibilidad de "enterrar terapeuta está presente de un modo intenso.
a sus muertos" y no continuar manteniéndolos "vivos" o en el limbo. En También está el problema de cuán detallada debe ser la informa­
estos casos, un rito claro de despedida podría incluirse en la terapia. ción dada a los niños, especialmente a los niños muy pequeños, y cuánto

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es lo que pueden tolerar en lo que se refiere a la descripción de ac_onteci­ afirmativa y, entretanto, yo consideraría mis propias posibilidades. El
mientos, pánico, dolores y humillaciones intensos que han padecrdo. La caso era extremadamente complicado ya desde el comienzo. Al vivir bajo
oportunidad es un factor muy importante, además, y el terapeuta debe el terrorismo de Estado era necesario que cada terapeuta tuviera en
tomar especialment..e en cuenta los diferentes deseos expresados por las cuenta el peligro que presentaban algunos casos. Obviamente esto in­
familias en lo que se refiere al manejo de estos problemas. Diferentes cluía la constante revisión de las ideas y creencias sociopolíticas del te­
terapeutas han informado acerca de enormes dJ erencias entre las.fam ­ rapeuta. La posibilidad de tomar el caso también variaba enormemente
lias: losque les mintieron a los niños, los que d1Jeron una verdad s1mph­ según el terapeuta. Muchos profesionales no aceptaban casos con algún
ficada, otros que lo "divulgaron" todo. tipo de compromiso sociopolítico puesto que esto significaba algún riesgo
'Todavía no existen estadísticas adecuadas, y tal vez nunca las ten­ para su vida.
dremos, pero los profesionales de la salud I"?;nt_al que trabajan c?n fa­ La decisión de ver a la familia fue muy difícil, puesto que al
milias que han sido víctimas de la represton mfonnan sobre ciertas convertirme en su terapeuta yopodría poner en peligro mi vida. Los ser­
observaciones coincidentes. Las familias que no han escapado de su rea­ vicios profesionales prestados a librepensadores o pensadores de iz­
lidad y han aceptado su verdadera situación en lugar de continuar vi­ quierda por abogados, médicos, psicoterapeutas, etcétera, dieron como
viendo con una esperanzada mentira han logrado una mejor adaptación resultado numerosos casos de secuestro, tortura y asesinato de los pro­
en su vida. Además, aquellas familias que han tomado un contacto acti­ fesionales. Toda la familia de parte del padre estaba ahora acusada le­
vo con otras -por éjémplo, organizaciones de derechos humanos- es­ galment..e de haber manejado ciertas inversiones de dinero para el movi­
tán mejor psicológicamente que aquellas que se mantuvieron apartadas miento de la guerrilla izquierdista. La madre y el padre, así como los
en la Argentina o que se aislaron en el exilio. Los criterios generales pa­ abuelos de ambas parles, habían sido secuestrados, torturados, encarce­
ra medir que estén "mejor psicológicamente" son menos manifestación lados durante años y luego liberados. El caso había tenido una amplia
de síntomas, participación en un claro proceso de d1;1elo Y continuación publicidad y el apellido de la familia constituía un estigma.
del desarrollo de su ciclo vital. Los rituales terapéuticos pueden promo­ Tuve que tomar en cuenta varios aspectos de este caso. Por una
ver vigorosamente estos desarrollos. parte, habían sido liberados y había un proceso en curso para decidir su
culpabilidad o su inocencia. La legalización de su existencia y el recono·
cimiento oficial daban lugar a una zona de seguridad" para trabajar
Estudio de un caso con ellos. Por otra parte, yo no podía someterme a la posibilidad de re­
presión, estigmatización y tenor ciego. Durante todo el período de la
Contexto polftico del caso dictadura, uno estuvo pennanentemente enfrentado con la cuestión de
hasta qué punto arriesgarse personalmente. Por otra parle, hay un lími­
Este caso se refiere a las dificultades que experimentaron unos pa­ te hasta el cual se puede vivir como una tortuga, protegido siempre den­
dres para poder reunirse con sus hijos y la reafirmación de u función tro de la propia casa. Además, no me sentía cómoda en el papel de "juez"
parental, que se habían Vlsto obligados a abandonar cuando fueron se­ que decide que "no trabajaría con esta gente". Todos estos factores me
cuestrados durant..e la dictadura. l!evaron a la decisión de tomar el caso. Yo sabía que un caso como éste
En 1983, cuando se yjo este caso, Argentina atravesaba por su dé­ me obligaría a trabajar "en secreto". con un estilo diferente del secreto
cimo año de cataclismo político, por la actividad t..errorista y por una dic­ profesional habitual. Aquí el secreto proporcionaba beneficios tanto al
tadura militar extremadamente represiva. Sin embargo, ya resultaba terapeuta como al paciente.
claro Para todos que se celebrarían elecciones generales a fines de ese
año y que asumiría un gobierno democráticamente elegido.
Algunos antecedentes sobre la familia
Primera llamada y dudas del terapeuta La familia estaba compuesta por el padre, Gabriel, la madre,
Esther, y los tres hijos, Roberto, de 16 años, Jaime, de 13, y Ana, de 10
La madre, Esther, telefoneó a mi consultorio; parecía muy agitada (véase la figura 1). El padre provenía de una familia judía fuertemente
y dijo que estaba muy deprimida y necesitaba una entrevista urgente. orientada hacia el trabajo y se ocupaba de negocios financieros. Los
Declaró que se sentía muydesdichada, que ya no podía soportar más la miembros de esta familia se comportaban entre ellos con mucha agresi­
sensación que tenía y que estaba completamente abrnmada por las ci ­ vidad. La familia de la madre, también judía, tenía una educación más
cunstancias. Le dije que si yo aceptaba hacerme cargo del caso, necesi­ esmerada y los miembros expresaban más ternura entre ellos. Ninguna
taría ver a toda la familia. Tenían que llamarme si la respuesta fuera de las dos familias era religiosa ni tradicional.

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l cho tiempo después se les permitió pasar a la misma habitación, donde

podían hablar con sus padres a través de un panel de vidrio, y sólo mu­

Clara 70 Simén escuchaban los relatos de los padres sobre las diferentes cárceles en las
que habían sido alojados.
Gabriel y Esther estaban en un estado físico relativamente bueno
y, aunque habían sido torturados, eso había pasado hacía ya algun tiem­
po. Una vez, por ejemplo, Esther habló acerca de "ratas en la celda, alre­
dedor de nosotros". Gabriel no les dijo a los hijos tales cosas. En una
ocasión en que Ana visitaba a su padre y a su abuelo paterno, que tam­

Gabriel
.,. , bién estaba en la cárcel en ese momento, pidió permiso para ir al bario.
Su abuelo la llevó a un bañito interior, al otro lado de la puerta trasera
de la sala de visitas y pasaron un "horrible corredor" donde vio a los
presos en sus celdas, detrás de las rejas, que miraban, simplemente mi­
raban y la saludaban. Aunque en verdad esto estaba prohibido, los
guardias le permitieron ir allí por pedido del abuelo. Más tarde Ana dijo

l J11.ime An,
que nunca
hombres enesas
con su vida olvidaría
horribles ropasesa
de espantosa escena,
la cárcel, que todos aquellos
la llamaban por de­

permitió escribirse por medio de cartas censuradas. Por último ella fue
trás de las rejas.
Durante los dos últimos años de cárcel, a Esther y a Gabriel se les
Figura l. Opresión política
liberada y, pocos meses después, también él. "'Y todos juntos volvieron a
vivir felices." Esto puede parecer irónico o incomprensible si no lo pone­
mos en el contexto de que la reunión de esta familia fue una excepción.
En, el padre y muy poco después la madre fueron secuestrados por En la mayoría de los casos, la gente que "se llevaron" ;,unca reapareció.
una fuerza de tareas paramilitar. Un grupo de hombres encapuchados y Nunca fue posible que toda una familia volviera a reunirse. La mayoría
fuertemente armados entraron en la casa, con gritos, golpes y empujo­ nunca volvió a: "verse" otra vez.
nes. Haciendo mucho ni.ido, rompieron y robaron muchas cosas. La hiji­
ta menor do,mía mando ocurrió esto, mientras que los dos varones se
despertaron. A ambos abuelos también se los llevaron de sus respecti­ Primera mirada a la familia
vas casas. Dos veces, después de cada vez que secuestraron a uno de sus
progenitores, Jaime intentó suicidarse arrojándose por un balcón del Se presentaron a la consulta un año y medio después de que los li­
tercer piso de la escuela. Después del segundo intento de suicidio, se le beraran, de modo que había transcurrido algún tiempo antes de que la
pidió a la abuela materna que retirara al niño de la escuela. familia buscara ayuda psicolcigica. Por entonces, ya habían podido hacer
Durante los cinco años siguientes a estos acontecimientos, los ni­ algo por ellos mismos. Habían realizado un largo viaje una vez que se
ños quedaron al cuidado de su abuela. Después de dos años, el abuelo habían "reunido". Pero de alguna manera esto no fue suficiente.
materno fue liberado. Al abuelo paterno lo soltaron después de cuatro Las fronteras que definían a la familia no eran claras. Ellos consi­
años. deraban que la familia estaba compuesta por las cinco personas presen­
Cuando se llevaron a Esther y a Gabriel, nadie sabía si estaban vi­ tes, pero cada vez que se discutía alguna cuestión problemática, se men­
vos y habían sido torturados o si ya los habían matado. Dos meses des­ cionaba a los abuelos maternos. Esther parecía angustiada y deprimida,
pués, los abogados y la familia descubrieron que estaban en prisiones y consideraba como fuera de control muchas situaciones familiares.
separadas. Se los trasladaba con frecuencia y no podían recibir ningún Gabriel, un poco menos involucrado, se preocupaba por sus negocios y
tipo de visitas. Una vez reconocidos oficialmente como prisioneros, su por un importante proceso judicial pendiente. Ambos estaban preocupa­
seguridad estaba relativamente garantizada. Aproximadamente diez dos por "diferentes síntomas" que presentaban los niños. El hijo mayor,
meses después del secuestro, se les permitió a los hijos visitarlos, pero Roberto -un hijo "parental"- se mostraba rebelde y con malos moda­
sólo uno por vez y siempre acompañados por su abuela. Al principio sólo les, daba órdenes y no quería presentarse a participar en la sesión.
Jaime, el segundo, constantemente trataba de colocarse en el centro de
la escena: iniciaba la conversación, señalaba los problemas, interr_umpía
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a los otros o hablaba por ellos. Aunque en la escuela estaba en el nivel Trabajamos con fantasías "futuras": ¿cuánto tiempo más, cuántos
correcto para su edad, se desempeñaba bastante rnaL Siempre lo habían años más creía cada uno de ellos que tendria las "rejas" a su alrededor?
ayudado profesores particulares y, durante toda la escuela primaria, Cada uno pensaba dónde sentía las rejas en relación con su cuerpo: alre­
solía quedarse en la cama mientras su profesor le terminaba sus tareas dedor del cuerpo, contra el cuerpo, encima, por debajo, tal vez delante
escolares. En el momento de la consulta, estaba sumamente retrasado de las piernas y entonces no se podía mover, o todo alrededor, o dentro
en la escuela y estaba en peligro de repetir el año. Desde hacía seis o de la cabeza, etcétera.
siete años había desarrollado el hábito de chupar constantemente su Durante una sesión, Esther tornó un gran almohadón y se cubrió la
chaqueta. Pedía ayuda continuamente para las mínimas cosas. cabe.za con él. Inmediat.ameute Gabriel le dijo: "Tienes la cárcel encima
Físicamente, estaba atrasado en su desarrollo. Era de baja e·statura y tuyo". El uso de esta metáfora en la sesión llevó a una prescripción ri­
parecía un niño de 10 años. La hija menor, Ana, daba la impresión de tualizada para realizar en la casa. Cada dos días tenían que formar una
ser una niria muy dulce, pero los hermanos dijeron que era "una mal­ pequeria cueva alrededor de ellos (una prisión) con almohadas y almo­
criada y lloraba por todo". Durante los cuatro o cinco años anteriores, hadones, y quedarse allí durante cinco minutos cada vez, en silencio,
frecuentemente había tenido pesadillas terroríficas. pensando acerca del periodo de cárcel, amboc. al mismo tiempo pero sin
Los recursos adaptativos de los miembros de la familia estaban mirarse. Tunían que hacerlo durante dos semanas. Esto les provocó a
agotados y no podían resolver fácilmente pequeños problemas. Cualquier ambos un efecto profundamente movili.zador. Si bien no hablaron mucho
estímulo leve podría constituirse para ellos· en un problema de desequili­ de esto, mencionaron que había sido increiblemente conmovedor. Esther
brio. Mi hipótesis era que, durante el período en que los niños vivieron se enojaba cada vez más por "tener que estar en la cárcel" y decía: "¿Por
con su abuela, había un "hijo parental", Roberto, un segundo hijo, Jaime, qué no puedo elegir la libertad?". Gabriel se descubrió dos veces lloran­
considerado por todos en la familia corno el paciente identificado y que do dentro de los almohadones. Varias veces permanecieron juntos du­
tenía un fuerte vínculo con la abuela, y la niña, Ana, que al parecer ha­ rante un rato llorando y hablándose.
bía tenido la función de "mascota" o de "tesorito". Aunque la familia ha· Después de esta sesión, la metáfora de la "cárcel" ya se usó muy
bía vuelto a unirse, esta estructura permanecía intacta. pocas veces en nuestras reuniones, pero su impacto gráfico funcionó co­
rno Wl punto de viraje en la terapia. Esther dijo: "Ahora quiero dejar
atrás ese horror". Este uso ritualizado de las "rejas" se llevó a cabo du"
El uso de "rejas" en la terapia rante dossesiones solamente con la pareja.
Esther siempre parecía más frágil y encerrada que Gabriel. La cár­
Dos o tres veces Esther había mencionado que, en la cárcel, ella se cel había sido para ella un prolongado proceso de desintegración y salió
sentía mucho más segura y que allí las cosas eran verdaderamente más de allí destrozada. Por su parte, Gabriel se sentía mucho más furioso y
fáciles para ella. En ese sentido, echaba de menos la prisión, donde había erigido un "muro" para protegerse de la firme creencia de que eso
otros la controlaban, y "ah0ra siempre pierdo el control, me siento desdi­ había sido un cruel ataque de la estructura de poder del país, fuerte­
chado y no puedo controlanne". Corno terapeuta, traté de aumentar la mente antísemit.a. Puesto que eran completamente inocentes, él creía
presencia y la presión de "las rejas" alrededor de ellos, para ver si que se los habían llevado injustamente y los habían estigmatizado sim­
Esther y Gabriel luchaban por liberarse de ellas, puesto que Gabriel plemente porque eran judíos.
coincidía, "es muy difícil", o simplemente se sentaba en silencio y acep­ Trabajé son los aspectos positivos que tenían estas dos actitudes
taba la situación. Si realmente no querian estar libres, nuestra tarea diferentes en el momento presente de su relación. Esther ayudaba a
quedaba blo_queada. Una metáfora gráfica, "las rejas de la cárcel", me Gabriel a ponerse en contacto con sus propios sentimientos y su mundo
permitió hi3;cer un movimiento terapéutico entre los extremos del confi­ interior. La "debilidad" de ella lo ayudaba porque alimentaba su fuerza.
namiento y la libertad. Est.a metáfora también me pennitio clnramente Tenía que ser fuerte, más agresivo y convertirse en un luchador contra
llegar al absurdo. Las diferencias que existían entre estar detrás de las el ambiente hostil. A su vez, ella comenzó a "ponerse de pie".
rejas o sin rejas las configurarnos del modo siguiente:

0En la prisión, detrás de las rejas: "¡Ah! Así que otra vez está detrás Algunos retrocesos
de las rejas", dicho en un tono ligero y humorístico.
• Fuera de la prisión, sin rejas: "Una de las cosas más difíciles de no Dos meses después ocurrió un incidente que puso a la pareja
tener rejas es que tiene más responsabilidades y compromisos. Tal al borde de un grave trastorno. El padre de Gabriel se puso muy violen­
vez pueda volverse allí nuevamente para no tener responsabilida­ to y le lanzó a Esther comentanos muy ofensivos acerca de su padre.
des". Corno resultado, ella se negó a recibirlo en su casa o a verlo en la ofici·

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na. Gabriel pidió perdón porque su padre era un hombre anciano y vio­ parejas de abuelos, con el fin de analizar la cuestión en todos sus pro­
lento. fundos aspectos emocionales, así como las actitudes diferentes de los
Para peor, esa misma semana la Corte anunció que hab:ía un.a miembros de la familia.
sentencia preliminar contra ellos, y su caso nuevamente comenzo a reci­ Durante este reunión, Jaime estaba claramente de parte de suma­
bir una amplia publicidad. Los abogados decidieron apelar. Estos inc ­ dre y de su abuela materna, y lo dijo, y sostenía en forma vacilante la
dentes amenazaron la estabilidad de las lealtades y afectos de la fami­ mano de la abuela casi todo el tiempo, hasta que cambié la disposición
lia Jaime comenzó a empeorar otra vez, molestaba a todos, pedía ayuda de los asientos. Trajeron diferentes problemas, pero lo principal y lo más
pa a lascosas mínimas y no se concentraba en sus estudios. Ana lloraba importante fue que discutieron y votaron sobre lo que pensaba cada uno
constantemente. Esther decía nuevamente que ya no podía soportar la acerca de que Esther y Gabriel asumieran finalmente el liderazgo en la
situación. Gabriel comenzó a tener síntomas de úlcera. En suma, la fa­ familia. Los cuatro abuelos admitieron claramente que los padres no só­
milia pasaba por un momento de aguda zozobra y los mecanismos de ca­ lo podían sino que debían hacerse cargo totalmente de los nifios. Para
da uno para superar la angustia habían llegado al límite de sobrecarga. ellos esto era terminante.
Estas situaciones de emergencia fácilmente podrían desembocar en una Analizamos el problema durante cuatro sesiones. Con el fin de fa-
nueva crisis destructiva y llevar al sistema a la desorganización total. éilitar los cambios deseados, elaboré un "ritual de separación".
Como dijo Reiss (1981), esta familia est.aba e peligro de pasar po un
nuevo proceso crítico en el cual su propia realidad quedana subordma­
da nuevamente a la de una comunidad social (legal) más amplia Y más Etapa preparatoria: El "ritual de separación"
poderosa. En esta situación, se c rría el riesgo de_ que sus paradigmas
básicos, sus actitudes ante la vida, fueran sacrificados nuevamente Este ritual estaba destinado a restablecer y destacar la función de
frente a la estructura más fuerte. Tanto la familia corno yo creíamos que los padres e incluía también la redistribución de los roles de los miem­
la terapia los ayudaría a superar esta amenazadora crisis. bros individuales de la familia. En este aspecto esperé lograr por lo me­
nos dos cambios importantes: que Roberto modificara su rol "parental" y
que Jaime disminuyera su "mala conducta mientras aumentaba su ca­
La cuestión de la deuda de gratitud pacidad de aprendizaje. En ese momento no esperé ningún cambio en la
conduct.a de Ana. Todavía no había descubierto dónde ni cómo encaja­
Durante las primeras sesiones terapéuticas, Esther había insistido ban las pesadillas con el resto del cuadro, y no pensé que desaparece­
en que ella tenía una "deuda eterna" con sus padres, especialmente con rían al modificarse el esquema de esta familia. Se esperaba que ella ac­
su madre "una de esas deudas que nunca se pueden pagar en la vida", tuara como una muñequita, dulce como un caramelo, y ella los obligaba
porque la'madre se había hecho cargo plenamente de sus hijos mientras porque siempre les devolvía una sonrisa. Esto tendría que cambiar tam­
ellos estaban presos. Gabriel coincidía en que tenían una deuda, pero no bién, pero no era un objetivo inmediato.
le atribuía tanta intensidad. Esta "deuda eterna" incrementó el vínculo El ritual también estaba destinado a facilitar la cohesión y la inti­
estrecho entre la madre y la abuela. midad de la pareja. Después de t.antos años en la cárcel, donde llevaron
Trabajé con esta cuestión de la deuda de gratitud de la siguiente

l manera:
l. Con un enfoque humorístico y utilizando el absurdo y otras in­
2. Después de esto, de un modo totalmente casual, comencé a jugar
vidas separadas, ya no estaban sincronizados como pareja. Finalmente,
yo esperaba volver a equilibrar los vínculos de los abuelos con los nifios
y reencuadrar la cuestión de la deuda, la gratitud y el amor.
na, ya que habíail ciudado tan bien a los niños durante varios afias. La
tervenciones paradójicas, amplifiqué la imagen de una deuda Durante la sesión siguiente, hablé de un "homenaje" o una "cele­
grande-enorme-inmenS1J-infinita-etema.
bración de agradecimiento" para los abuelos, o tal vez ofrecerles una ce­
con los conceptos de "deuda" y "gratitud". Una deuda lo deja a
uno endeudado, hay que pagarla. La gratitud es diferente. Y familia decidió invitarlos a una cena especial en la casa. Gabriel sería el
también el amor. encargado de invitar formalmente a los abuelos y de decirles que esto se
haría en honor a eUos y que se los consideraría invitados especiales.
Todos se vestirían de fiesta, pondrían flores por toda la casa y sacarían
La meta era sembrar una semilla que pudiera conmover su creen­ fotografías. Una fotografía de la familia nuclear, que ya tenían, la pon­
cia y hacerla más flexible y susceptible para la intervención. Pedí per­ drían en un marco; cada miembro de la familia le pondrIB una dedicato­
miso a los padres para hablar con los abuelos de este y otros asuntos. ria y se la regalarían a los abuelos. Después de esta cena, la madre te­
Cuando aceptaron, tuvimos una sesión especial con la familia y las dos nía que pedirle algún consejo a la abuela materna una vez por semana
Me sorprendí mucho cuando, más tarde en esa misma sesión,

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Esther trajo la idea de hablar con Gabriel para ver si podían pensar al­ der mejor a sus hijos. Habían discutido todos los asnntos y estaban can­
guna nueva actividad para que asumiera su madre. Interpreté esto co­ sa.dos de que los hijos no ayudaran en las tareas domésticas, pero toda­
mo un indicador positivo de cambio. vía dependían de ellos prácticamente para todo. También querían lograr
El ritual de separación iba a servir corno un marcador contextual que los hijos dejaran de entrar en su dormitorio cuando se les orurria.
del "adentro/afuera" y como un marcador temporal del "antes/después". Decidí que era necesario un Segundo ritual, un ritual de transición.
Se esperaba un reconocimiento formal de la separación de los abuelos de
los padres y de los niños, tanto de un modo directo (celebración y agra­
decimiento explícito) como indirecto (el mensaje de que la situación an- Unrito de pasaje:"El ritual de transición'"
terior ya terminaba sin ninguna duda). ·
La fiesta se celebró del modo planeado. Gabriel invitó a los abuelos Planeamíento de la ceremonia. El ritual consi.stia en una ceremonia
con una explicación muy clara. Esther tuvo algunas dificultades y se pu­ muy especial, con la entrega de un documento que restablecía la
so muy nerviosa con el menú. Comenzó por expresarle a Gabriel que te­ posición de los padres en la familia. Para la planificación de este ritual, to­
nía muchas dudas sobre su capacidad para preparar esa cena. De modo mamos diversas medidas. Les presenté a Gabriel y a Esther un abogado
que pensaron juntos sobre la comida que querían servir. Roberto había que cumplíó todos los requisitos necesarios que fijé. 'Thnía que ser alguien
comenzado a dar órdenes, pero los padres le dijeron que ellos se iban a ajeno y distante del sistema terapéutico, puesto que yo quería una figura
hacer cargo de todo. Se Prepararon· con gran animación, aunque Jaime que representara claramente la sociedad exterior: un hombre, ya que yo
estuvo inquieto y quejoso antes de que llegaran los abuelos. soy mujer; un cristiano, ya que tanto la familia como yo somos judios.
Durante la cena, Jaime continuó con su conducta conflictiva, de El abogado era importante aquí porque representaba a los grupos
modo que su padre lo llamó aparte y lo tranquilizó. La abuela lloró ha­ secundarios y simbolizaba la ley de la comunidad en general. No había
cia el final de la cena, y la madre también. Como dijo la madre: "¡Fue elegido a su propio abogado penalista, quien los defendía públicamente
tanto lo que nos pasó a todos!". Más tarde, el padre le pidió a Roberto en el proceso que se les seguía, como figura de autoridad para la cere­
que le entregara la fotografía a los abuelos. Corno sorpresa, el padre tra­ monia.. Tul vez mis propias limitaciones o temores en ese momento me
jo charnpagne e hizo un brindis "por el futuro". llevaron a no hacerlo. En un país con una represión sociopolítica indis­
criminada, podía ser sin duda peligroso para mí que me identificaran
con alguien que tenía un compromiso con ese grupo. Yo estaba dispuesta
Algunos cambios positivos a correr el riesgo de trabajar con ellos, pero tenía que poner ciertos lími­
tes. Si mis límites eran demasiado rígidos, yo me consideraría cobarde.
En la primera sesión a las tres semanas del ritual de separación, Corno parte de mi autoimagen personal y profesional, yo podía aceptar
la madre y el padre me comentaron que había un mejor funcionamiento tener miedo, pero no ser cobarde. Por otra parte, yo no correría riesgos
en la familia. En una ocasión, al salir de un restaurante, Roberto, el innecesarios de vida o muerte. Ademés el ahogado no era un especialis­
mayor, había empujado groseramente a su madre "porque ella estaba ta en familia, y en este caso yo necesitaba ese tipo de especialista.
nerviosa" y la había tratado con notable rudeza. Ella comenzó a gritarle Acordamos que tanto la madre como el padre estarían presentes y
en el medio de la calle, pero Gabriel intervino, lo hizo parar confirmeza participarían en este ritual con sus hijos. Los blancos principales de es­
y le pidió que se fuera. Por primera vez el padre se había hecho cargo de ta ceremonia eran los padres como e.gentes activos, pero también se
las cosas y había puesto a Roberto en su lugar. Roberto respondió bien. esperaba que tuviera efecto sobre los otros miembros de la familia.
Además, los padres decidieron que Jaime tenía que cambiar de e ­ Había unos cuantos puntos sobre los que yo tenía dudas: por ejem­
cuela, y junto con él eligieron otra; una prueba más de su nueva posi­ plo, qué palabras debía dirigir a los hijos. Decidí actuar a través de los
ción de padres capaces de ejercer la autoridad y la responsabilidad. padres, restableciendo la línea generacional que se había roto, y no dar­
Sin embargo, Gabriel continuaba desconectad de muchas sit ac o­ les a los hijos un lugar especialmente activo en la ceremonia. A los hijos
nes cotidianas, que Esther resolvía sola y como pod1a. A veces ella insis­ no se les pidió que firmaran el certificado. Gabriel y Esther discutieron
tía en discutir algunas cuestiones con Gabriel y así lo hacían. Esther la posibilidad de invitar a alguna otra persona para esta ocasión, pero
todavía veía a su madre casi todos los días a pesar de sus horarios ajus­ decidieron que preferían asistir solamente con sus hijos, con lo cual tra­
tados. Le había pedido consejo tres veces. Continuaba sintiéndose sobre­ zaban una frontera alrededor de su familia nuclear. La lectuxa del docu­
cargada y con frecuencia descontrolada. mento estaría a cargo del aboga.do; las introducciones, la asignación de
Tanto el padre corno la madre continuaron manifestando que toda­ posiciones a las personas presentes y las palabras finales estaban a car­
vía sentían que no tenían un control real sobre muchas situaciones go del terapeuta.
familiares. Dijeron que querían mejorar su propia relación y compren- Si bien nuestra modalidad cotidiana de comunicación era el "tuteo"

420 421
(la forma fa.miliar en segunda persona del singular), se decidió en este medio de la ceremonia repentina.mente dejó de hacerlo. Roberto estaba
momento utilizar el modo formal a causa de la solemnídad de la ocasión. sentado de costado en la silla y no prestaba mucha atención al principio,
Este cambio es importante, puesto que acentuó claramente la importan­ pero más tarde se acercó y prestó mucha atención. Ana estaba muy con­
cia y seriedad del acontecimiento. Establecimos desde el comienzo que centrada y observaba la ceremonia con gran sorpresa.
tendría lugar en nuestra sesión siguiente y, como se trataría de un día Al final de la ceremonia se incluyeron las congratulaciones. El abo­
muy especial, fijé la cita con Wl mes de anticipación. Esta ':'ez, a _dif ren­ gado y yo felicitamos a Gabriel y a Esther. Ellos se besaron y luego, ca
cia de nuestro procedimiento habitual, fijamos la entrevtsta s1gmente da uno de ellos, uno por vez, con su propio tiempo y espacio, besaron a
antes decomen-z;ar nuestra sesión de ese día. los tres hijos mientras el resto los miraba. Por Ultimo, cuando lo indi­
qué, todos abandonaron el consultorío sin otros comentarios.
"La ceremonia ritual En la fecha arreglada previamente, nos en­
contramos todos: Gabriel, Esther, los hijos, el abogado y yo. La ceremo­
nia ritual se llevó a cabo en una habitación formal donde había un escri­ Discusión
torio junto al cual estábamos de pie el abogado y yo, mientras que los
dos progenitores estaban parados al frente y los hijos estaban sentados Este ritual fue concebido para dar un "impulso" muy fuerte que
en un lado de la habitación. A continuación está el texto del certificado pennitiera incrementar la ejecución y función de los padres. Marcó UJl
que leímos y firmamos: punto dP- viraje entre Wl periodo y otro. Tenía la intención de lograr
UJ1 mejoramiento en las relaciones familiares. Según las palabras de
En Buenos Aires a los 16 días del mes de junio de 1983, con la presen­ Van Gennep (1960), un ritual debe ser un acto que vaya más allá de sus
cia del Dr. X.X., do, especialista en derecho de familia, y de Cecilia
Kohen, psicóloga clínica, especialista en desarrollo familiar, y con el con­ pasos. Debe trabajar como un modelo de y UJ1 modelo para.
sentimiento de los mayores y de la comunidad, representadas por la ley de Con este ritual, pudimos abarcar la mayor parte de los factores
este país, nos reurúmos aquí con el fin de reconocer plenamente los dere­ idiosincráticos, situacionales y culturales que estaban en juego. Además,
chos y obligaciones parentales de Gabriel y de Esther, que son los padres se realinearon las alianzas y coaliciones, distancias y jerarquías dentro
de los niños Roberto, de 16 años, Jaime, de 13, y Ana, de 10; y que siempre del sistema familiar. Tanto este ritual como el anterior ritual de separa·
han ejercido su función parental con sus derechos y obligaciones, amor y ción fueron planificados en paralelo con el contexto de cambio social y
autoridad, dedicación y decisión, responsabilidad y goce, con sus dificulta­ político que se producía: la entrega del poder en el país a sus c.onductores
des y problemas, desde el momento del nacimiento de cada hijo, excepto naturales. Pronto se iban a celebrar elecciones generales. Un gobierno
cuando un caso de fuer-za mayor les impidió durante cinco años llevar a elegido democrática.mente -nuestro sistema político constitucional y le­
cabo sus funciones parentales cotidianas por razones que estaban más allá gal- ibaa gobernar y dirigir la república. De modo que la acción del te­
de su control y libre voluntad. En este acto solemne y finalmente declara­
mos que se hacen cargo plenamente de sus funciones familiares, con la rapeuta, destinada a producir un cambio dentro del área. del sistema te­
confirmación de la ley argentina; siendo éste el linico resultado natural y rapéutico, estaba reforzada isomórficamente en Wl nivel más amplio. El
justo en reconocimiento del hecho de que los padres hacen lo mejor por sus contexto general le daba al ritual unametasignificación.
hijos, aunque pueden pasar por períodos de mayor tensión durante los La ceremonia, en sí, estaba destinada a tener:
cuales puede ser necesario que se ayuden mutuamente en su función. Por
lo tanto, ahora ponemos a los tres hijos a cargo total de la madre, Esther, • un tiempo y espacio especiales;
y del padre, Gabriel, para que ellos ejerciten plenamente sus funciones pa­ • un marco sociopolítico;
rentales y su capacidad para: amar y hacerse cargo de SUB hljos, guiarlos y • un modo de recuperar para la familia los viejos tiempos;
aconsejarlos, ayudarlos y asistirlos, guiarlos en su conocimiento del mun­ • una referencia al período de ausencia de los padres, destacando
do, protegerlos de los peligros, enseñarles a cuidar de sf mismos cuando que la falta de ejercicio de la función parental no implicó que per­
sean mayores, estar juntos y pasarlo bien, limitar sus errores, dejarlos que dieran su amor;
sean ellos mismos, permitirles explorar sus propias posibilidades, ayudar­ • inclusión de una entrega total del "mando" a los padres;
los en los momentos difíciles, aliviarles el dolor, poner límites a sus exce­
sos, corregir sus faltas. Ahora preguntamos a cada una de las personas • un aspecto legal para reafirmar los derechos y funciones parenta­
presentes si han comprendido claramente esta declaración, y procedemos les, especialmente puesto que la pareja todavía terna Wl proceso
a firmar este documento que certifica esta ceremorúa. legal pendiente de 4.a Nación" contra ellos y tenían un estigma so­
cial;
Comenzando por el padre, los cuatro adultos, es decir, la pareja, el • elementos que apuntaban hacia el éxito de los padres en su mejor
abogado y yo, firmamos el documento. funcionamiento;
Mientras escuche.be., Jaime comenzó a chupar sus ropas, pero en • una confinnación de que los tres hijos realmente "comprendieron".

422 423
Puesto que habían estado inmersos en un contexto social de confu­ niños estaban bien cuidados y que se desarrollaban satisfactoriamente.
sión y violencia, con una ausencia total de legalidad y respeto por el in­ Dijo que tanto él como la madre se sentían felices de que .Ana hubiera
dividuo, que culminó en que se los estigmatizara personalmente de un sido capaz de jugar y de sentirse bien. Esther seguía acariciando a la ni­
modo específico, un ritual socialmente simbólico era especialmente útil ña Y asentía a las palabras de Gabriel, mientras que ella también llora­
para esta familia. La solemnidad de la ceremonia cultural, con un for­ ba, y por primera vez en una sesión, el padre tomó el brazo y la mano de
mato isornórfico al de la ceremonia de boda, proporcionaba una acción la madre.
simbólica poderosa especialmente en la Argentina, donde no había di­ Después del ritual se prodttjo la reestructuración y un nuevo ma­
vorcio legal y donde el matrimonio tenía la implicación legal de la indi­ nejo de las emociones en una familia en la que sus miembros habían
solubilidad del vínculo. En este ritual se puso de relieve que los vínculos manifestado que "no querían volver a abrir el equipaje".
entre padres e hijos eran indisolubles del mismo modo.
Este ritual se concibió teniendo presentes los valores y creencias
de la familia y también de sus mayores. Con esta ceremonia contribui­ Seguimíento
mos a sancionar y perpetuar el sistema social específico de la familia
nuclear y su funcionamiento (van der Hart, 1983). Después de esta entrevista desaparecieron las pesadillas de Ana.
El ritual también resultó curativo para mí, corno terapeuta de la Al año de seguimiento no se había vuelto a producir. El hábito de Jaime
familia, ya que me pennitió cumplir una función para lograr el bienes­ de chuparse las ropas se pudo controlar en el proceso de la terapia
tar de otras personas de un modo en que no me habían permitido hacer­ de una manera paradójica. Disminuyó pero no desapareció completa­
lo los años de opresión política. mente.
Poco después de esta sesión los padres se fueron a pasar un fin de
semana solos. Era la primera vez que dejaban a los niños desde que ha­
La sesíón siguíente bían sido liberados. Puesto que durante esos años de prisión habían per­
dido mucho tiempo para estar todos juntos como una familia, estaban
La familia llegó para su sesión siguiente un mes después. El ritual tratando de recuperarlo y hacían siempre las cosas juntos y en grupo
resultó un catalizador eficaz para reordenar el funcionamiento jerárqui­ durante su tiempo libre. Aquí estaba funcionando un proceso de cambio,
co y afectivo. Algunos sentimientos se les hicieron más accesibles. Los también, pues no sólo Esther y Gabriel se hicieron espacio para estar
padres dijeron que las cosas funcionaban con mayor tranquilidad. La solos, sino que además decidieron no poner a los hijos al cuidado total
madre todavía le pedía consejo a la abuela una vez por semana, como de los abuelos cuando se fueron. Con este movimiento espontáneo se
estaba planeado. Ahora sugerí que el padre le recordara a la madre que cumplía uno de mis objetivos, que era faciütar la cohesión y la intimi­
pidiera ese consejo una vez por semana y que se interesara por saber dad de la pareja.
cuáles eran las preguntas y las respuestas. Roberto estaba de mejor hu­ Después de dos sesiones mensuales más, dijeron que querían in­
mor y el contacto con él era más divertido. A Jaime le iba mejor en la tentar arreglarse por sí mismos. Yo pensaba que esta familia vendría a
escuela y en todas sus otras actividades. Todavía se chupaba las ropas consultar si tuviera algún problema importante.
pero escuchaba mucho más a su madre. . Posteriormente, en 1985, casi dos años después de haber finalizado
Todos habían quedado muy conmovidos por la ceremonia de la se­ el proceso terapéutico, fueron absueltos legalmente en el juicio de toda
sión anterior. Me di cuenta de que, mientras hablábamos, .Ana estaba responsabilidad, y se les devolvieron bienes que no les habían robado
muy inquieta y se ponía cada vez más nerviosa, hasta que finalmente se durante la penosa experiencia por la que pasaron. Esto constituyó un
echó a llorar. La madre trató de tranquilizarla y en un momento la hizo factor muy positivo para su desarrollo. Si bien es cierto que 'quedaron ci­
hablar. Lloraba y lloraba mientras decía: "Lo peor, verdaderamente lo catrices, los padres continuaron funcionando mejor y se sentían más
peor de todo es cómo pude pasarlo bien a veces, cuando mamá y papá dueños del control de la dirección de la vida de su familia.
estaban en la cárcel. Inclusive recuerdo que a veces era feliz cuando ju­
gaba con mis amigos". Lloraba con un profundo sentimiento de pena y
de culpa. Mientras los niños observaban en un silencio total, la madre y
el padre también lloraron, y yo con ellos. La desesperación que sentía la
niña nos abrumó a todos los que estábamos en la habitación, porque to­
caba emociones muy profundas que todos sentíamos en este sufrid.o
país. Ana estaba en brazos de su madre, y su padre le dijo con firmeza y
cariño que en la cárcel había sido una tranquilidad para él saber que los

424 425
El terapeutay su compromi o person . de llegar a convertirse en un "ritual de cristalización", obviamente con
enlosrituales cuando trabaJa en una s1tuactón de extrema el resultado de llevar a un importante fracaso. Esto es exactamente lo
violencia sociopolítica. Rituales para el exilio interno opuesto al proceso terapéutico como rito de pasaje o como rito de transi­
ción (Kobak y Waters, 1984).
El terapeuta que trabaja en un contexto.sociopolítico de gra-:e re Otra forma de conducta ritua.lizada del terapeuta era la inmediata
presión tiene que considerar su propia supernvenc1a y otras cu stiones interrupción del tratamiento de personas comprometidas, como activis­
éticas y funcionales. Algunas de ellas so b stante claras Y_ evt?ente;, tas políticos o simplemente librepensadores, así como también de víc­
como: "Si trabajo con estas personas, ¿nu vtda correrá algun nesgo.. timas inocentes llevadas por error o denunciadas por otras partes
Algunos otros puntos pueden traslucirse de modo mucho m involunta­ interesadas. Puesto que en verdad se produjo esta persecución de libre­
rio en el estilo de intervención del terapeuta. Corno breve eJemplo, des­ pensadores y de víctimas inocentes, esta actitud del terapeuta, que
pués de que se había celebrado el ritual de transi?ón, per1:sé que tal vez llevaba a interrwnpir el tratamiento, era parte de la adaptación a un
hubiera sido importante que la ceremonia se hubiera reahzado en el es­ sistema de represión extrema generalizada.. Hemos visto pacientes que
tudio del abogado para poner el acento n el aspecto legal. Esto:r segura habían sufrido una experiencia traumática a raíz de estas interrupcio­
de que ni siquiera pensé en eso antes, s1mpleme porque tema dema­ nes por parte del terapeuta. También hemos visto pacientes que se des­
siado miedo de "salir" a alguna parte con la fanulia y de que, como con­ pertaron una mañana y fueron a su sesión para descubrir súbitamente
secuencia los "'otros" pensaran que yo "tenía algo que ver" con ellos Y que su terapeuta había sido secuestrado o asesinado, o que había tenido
me convi;tiera así en un blanco posible de las fuerzas paramilit8;res. que abandonar el país abruptamente.
Ahora quiero destacar que mi temo estaba presente y que se;D-ani[es­ Algunos terapeutas se fueron del país a causa del compromiso so­
taba en aquello que no pensé. Este tipo de temor hace que uno no pien­ ciopolítico de sus pacientes. Podria ocurrir que los atacaran algunos
se" lo transforma en un "creador mutilado". grupos extremistas y en muchas situaciones eso fue lo que ocurrió.
' Aparte de los rituales terapé ticos analiza os has!& aquí, se deben Otros terapeutas efectuaron un ritual de silencio o un ritual de evita­
tomar en cuenta también las posibles adaptaciones ntuales que hace ción. Lamentablemente, mucho terapeutas evitaron sistemáticamente
-a veces sin darse cuenta- elterapeuta, para sobrevivir en una situa­
todo análisis o preocupación por cuestiones que les traía la gente, rela­
ción de riesgo personal. Ciertas conductas protectoras ritualizadas e­ cionadas con los aspectos sociopolíticos de la vida. Algunas veces el te­
ran adoptadas durante el trabajo con familias some1.1das a la r pr s1ón rapeuta lo hacía inadvertidamente. Otras veces era una elección delibe­
sociopolítica, tales como mirar para todos lados al sahr de un e fic10, no rada para mantenerse al margen. El terrorismo, la grave represión
llevar ningún registro de la sesión terapéutica, no hacer anotat:1ones en política y los ataques indiscriminados de la dictadura afectaron podero­
la agenda, o a veces encontrarse en lugares difer ntes. La necesi d de samente a la persona del terapeuta y a la práctica de la terapia.
mantener el secreto era absoluta y estas precauc10nes se convert1an pa­ Para nosotros, como seres hlllilanos y como terapeutas sistémicos,
ra el terapeuta en una herramienta "mágica" para preservar su vida. caer en tales rituales es haber dejado que la cobardía penetrara en
Otra era quemar los libros "comprometedores". Todas estas conductas nuestros corazones, en nuestro cuerpo, en nuestro ser. En el trabajo que
ritualizadas tipificaban la transición hacia un estado de "exilio intemo se describió aquí he tratado a mi modo de superar los rituales negativos
quesedaba en este país. correspondientes a la dictadura política, y compartir con mis pacientes
Cuando considerarnos las entrevistas terapéuticas, encontramos rituales positivos y vitales.
que otra forma de conducta ritualizada que desarrollaron los terapeutas
era formular una gran cantidad de preguntas, mucho más allá de loque
puede considerarse información necesaria y suficiente, acerca de los
acontecimientos traumáticos que se habían producido. Aparte de un Bibliograña
cierto grado de curiosidad morbosa por parte del terapeuta,.e.sto parecí
representar una fonna de compartir un ritual conu.na fam1ha en parti­
cular, en el que tanto la familia corno el terapeuta eJ cutaban l.os aspec­ Bateson, G. (1972): Steps toan ecology o/mind, Nueva York, Ballantine.
tos ceremoniales que consistían en repasar y exammar excesivamente Camarasa, J.; Felice, R y González, D. (1985): El juicio: Proceso al horror: de la
los hechos y los acontecimientos relacionados con la represión sufrid8;· recuperación democrática a la iientencia, Buenos Aires, Sudamericana­
Este tipo de conducta ritualizada nofunciona como un modelo o un .e t1- Planeta.
mulo para una transformación positiva dentro de la estructura fam1har. CONADEP (1986): Nunca más, Buenos Aires, Editorial Universitaria de Buenos
Por el contrario, ritualiza un estado de trauma permanente y puede lle­ Aires.
var a empeorar o a congelar ese estado. Así, el proceso terapéutico pue- Creacini, S. y Droeven, J. (1985): La familia con miembros desaparecidos.

426 427
Impacto de la violencia represil){J en la familia. Presentación en el Congre­
so de Terapia Femiliar de Buenoo Aires.
Kobak, R. y Waten1, D. (1984): "Femily therapy as a rit.e ofpassage", Family
Prooess, 23, 89-100. ·
Morin, E. (1984): Comunicación personal.
Reiss, D. (1981): T"he femily's coruitr!Wtion of renlity, Cambridge, MA, Harvard
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Ritterman, M.(1985): Symptoms, social justke and pesonal freedom", Journal
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Van Gennep, A. (1960): The rites of pa,;sage, Chicago, Al.dine Press.
Wilson, M. (1957): Ritu.,:,ls of kinship among the Nyakyusa, Londres, Oxford
University Press.

Rituales y
entrenamiento en
terapia familiar

428
15

Rituales y aprendices
Janine Roberts

Los distintos cambios y transiciones que acontecen durante el en­


trenamiento pueden señalarse en forma profunda mediante el uso cons­
ciente del ritual durante el proceso de aprendizaje. Es más, los aprendi­
ces, al articular y comprender su propio uso de los rituales, tanto en su
familia de origen corno en su rutina diaria, comienzan a valorar el papel
que han cumplido en su propia vida, así como su potencial de uso y las
di.ficutades que plantea trabajar con rituales con las familias en trata­
miento.

l Encuadres del entrenamiento


Primeras etapas del entrenamiento

Los rituales pueden utilizarse para marcar las diferentes fases del
grupo, tanto de los que se encuentran regularmente en clases académi­
cas, como en clínicas estables o en grupos de supervisión. En mis clases
frecuentemente comienzo con Wl ritual de denominación, transmitido a
través del laberinto de ejercicios de entrenamiento usados en la terapia
familiar (de origen desconocido). Todos los miembros del grupo compar­
ten lo que saben sobre sus nombres: qué significan, c.ómo cambiaron a
través del tiempo por inmigraciones, casamientos o conversiones religio­
sas, porquién llevan sus nombres y quién se los puso, cuá1 es su signifi­
cado étnico y cultural y cómo quieren que se los llame en clase. La gente
comienza a nombrar su identidad dentro del grupo mientras comparte
la evolución de cambios en su pasado. Por ejemplo, Tom Wise advirtió
que su apellido había sido acortado, de Wisegarlen en Ellis Islandox
cuando su abuelo llegó de Rusia, y que a los 31 años todavía estaba tra­
tando de conseguir que su familia lo llamara Tom. Seguían llamándolo
Tommy, su sobrenombre de la niñez. Tom t.enía pensado volver a llamar­
se Wisengarten, para reivindicar su identidad judía.
Al concluir cada persona con el nombre por el cual quiere que se
llame en el grupo, confirma los nombres de cada una de las personas
que la antecedió al mirarla y llamarla por su nombre. Una vez que to­
dos se han presenta.do, me paseo por todo el grupo nombrando a cada
uno de sus integrantes y dándole la bienvenida. Este ritual comienza

431
por presentar a la clase el contexto familiar de cada persona del grupo, Un hombre divorciado de wios 40 años describió cómo adaptó sus
convalida su importancia y es un modo ·de que comiencen a conocerse rituales para días festivos con sus tres hijos, y cómo continuó con un ri­
entre ellos. tual proveniente de su famiia. de origen:
En las primeras etapas de la formación del grupo, también les he
pedido a los integrantes que relaten en forma breve el uso de rituales Como preparativo para Navidad, se compra un árbol vivo eu North 0.-
en. sus propias familias de origen., Después de hablar en clase sobre la ti­ ange, donde viven mis hijo_1:s. El árbol se decora el último domingo que
pología de los rituales familiares que se encuentra en el capítulo 1 (bajo los nin.os están c.onnúgo antes de Navidad, Luego pasan con au madre la
nivel de dtualización, rígidamente ritualizadas, con flexibiliad para Nochebuena y yo los busco la mañana de Navidad para que pasen unas
adaptar rituales a través del tiempo, etcétera), los estudiantes exami­ vacaciones counúgo hasta el 2 deenero, El árbol queda en la casa hasta el
primero de año, y ese dia lo plantamos. El ritual de plantl!r los árboles co­
nan sus propias familias. Una alumna de alrededor de 30 años escribió:
menzó el año en que me divorcié, e incluye la prepar5ión dela tierra al fi-
nalizar el otoño antes delas heladas.
En un comienzo, y en forma muy simple, coloqué a mi familia dentro de C0da año, en enero, hacemos una fogata para dejar limpio el monte de
la categoría del ritual vacío. Las palabras que lo describían se ajustaban los trabajos efectuados el año anterior. Metafóricamente, representa la
perfectamente a los rituales que yo había experimenta.do dentro de mi fa­ transición al Año Nuevo y es una tradición que se remonta a mis abuelos
milia de ,:,.rigen. El protocolo, mucho más que la creación o que el trabajo de amboo lados de la famllia que fueron agricultores y leñadores.
significativo, cani.cteri:zaba a nuestros acontecimientos familia.rea, Le. for­
ma, más que los sentimientos o los contenidos, era el elemento organizati­
vo preponderante, L= mesas se decoraban profusamente y se llenaban Otro estudiante, David, describió el do ritual nocturno que efec­
de comida festiva.y, par supuesto, aparecía el pavo obligado para el Día de tuaba de niño, con su madre, antes de acostarse:
Acción de Gracias, todo lo suficientemente hennoao como para ser tapa
de cualquier revista pero que, sin embargo, no lograba apartar a nadie de 1bdas las nochea, antes de acostarse, Rache\ repetía las núsmas pala­
un insidioso ambiente depresivo, denso y de tristeza apenaa disimulada, bras a cada nin.o, luego de lo cual nosotras debíamos repetir la misma fra­
al tiempo que cada. uno de nosotros, cada año, volv1a a experimentar en ao­ se. Rachel: "'Tu quiero, David". Y David: "Te quiero, mamá .
ledad la discrepancía entre \aa formas Y los sentimientos. Todo parecía
perlecto y, sin embargo, no había contacto, no había significa.dot1 comparti­ Luego continuó describiendo cómo los vestigios de este ritual sub­
dos. Era un intento por recrear el ritual de otros, y cada. año dejaba a aus sisten en los llamados telefónicos que tiene todos los donúngos a la ma­
participantes solos en medio de muchos, esperando que terminara. ñana con su familia. Su madre siempre le dice: "Te quiero, David", y él
Pues bien, estos rituales vacíos dentro de mi familia recién comienzan se siente obliga.do a responder lo mismo.
_¡, a tener sentido cuando los examino dentro del contexto de la categorfa si­
Una vez que contesto a estos relatos con comentarios y preguntas,
guiente: la del proceso ritual interrumpido o incapaz de ser experimentado
en forma abierta. Mis padres, tías, tíos, tías y tíos abuelos pasaron por la los estudiantes intercambian de a dos lo que hwi escrito, leen los co­
experiencia de un mundo desgarrado, de parientes y amigos asesinados, mentarios y polemizan sobre las siguientes preguntas:
de comunidades y culturas destruidas (durante el Holocausto): pérdida de
sentido que aún me resulta dificil de comprender. Sin embargo, esta tre­ l, ¿Cómo evalúa que su experiencia con los rituales de su familia de
menda pérdida no provocó un duelo, no fue ritualizada, no fue abierta­ origen influye en su trabajo con rituales en la terapia familiar?
mente vivenciada y compartida, sino más bien fue negada, privatizada y 2, ¿Cuáles son las implicaciones del uso del ritual en su familia de
escondida. En un comienzo fue porque había tanto para hacer; primero origen para la fonnación de modelos de rituales en su familia ac­
había que sobrevivir, luego había que comenzar una nueva vida en un tual?
nuevo lugar' y luego, cuando hubo tiempo y suficiente seguridad física co­ 3, Si tuviera que intervenir en el uso del ritual en las familias descri­
mo para.pernútir alguna expresión de pesar, ya estaba todo demasiado en­
terrado, era demasiado aterrador e incomprensible, Por lo te.nto nú fami­ tas en estos relatos, ¿qué medidas tomarla?
lia no hizo el duelo por sus pérdidas y no creó rituales conecte.dos con estoo
terribles hechos y este.s terriblemente importe.ntes transiciones, Si no se Losestudiantes luego se encuentran y comparten (si así lo desean)
hace un duelo por la muerte, ¿puede celebrarse un nacimiento? Al no asu­ cualquier parte del material conel que trabajaron en clase. Por ejemplo,
mir el significado de las principales transiciones, ¿puede una familia mar­ un joven de alrededor de 30 años, Michael, comentó que en su familia
car significativamente otras transiciones?, ¿o de alú en adelante todo ri­ extensa libanesa, muy numerosa, los rituales tenían características tan
tual de transición será firmemente contenido para evitar que se acerque rutinarias y predeterminadas, que no había pensado en ellos como un
peligrosamente a los sentimientos conectados con otros tiempos de cambio, recurso que sirviera para la terapia familiar. Al comenzar a vislumbrar
a aquellos que ya no están, a sentimientos no permitidos? la posibilidad de flexibilizar los procesos rituales y al darse cuenta de
que la preparación de acontecimientos rituales era un importante mar-

432 433
l cador de la dinámica familiar, se pudo conectar con los típicos roles de
género vinculados con la Navidad que, sin saberlo, estaba transmitiendo
desde su familia de origen a su familia actual. En la familia de Michael,
bién les he pedido a los aprendices que trajeran simbol.os que caracteri­
zaran su relación con su familía actual o con su familia de origen, para
que los compartieran con el grupo. Cuando un grupo se reunió para ha­
las mujeres acostumbraban comprar los regalos de Navidad. En su fa- cerlo, una de las aprendices, Portia, se colocó en el medio del círculo con
milia actual, aunque su mujer era judía y no se sentía particularmente un caño metálico cubierto con una loneta. Dijo: "Debo ser la primera" y
identificada con la Navidad, de todos modos se esperaba que comprara al quitar la loneta, vimos un cartel que decía: "Entierro. No estacionar".
los regalos. Micha.el decidió que, para la Navidad siguiente, él compra­ Portia dijo: "Hoy es el 122 aniversario del entierro de mi marido y de mi
ría los regalos. Pasado un tiempo descubrió que su esposa se interesaba hija, que se ahogaron. Pensé mucho antes de traerles este símbolo.
más y estaba mucho más receptiva para celebrar la Navidad con su fa- Parece raro. No quiero que nadie piense que no podemos hablar sobre
milia. toda la gama de sentimientos que me suscita este acontecimineto. Este
Otro modo de iniciar el trabajo con un grupo es hacer que sus inte­ cartel me lo dio mi hennano varios meses después del entierro. Lo sacó
grantes traigan comida de sus familiares de origen1 con la que puedan de delante de la casa mortuoria. Me dijo: 'No sé por qué lo llevé, pero
compartir algún aspe'cto de sus tradiciones étnicas. Las personas com­ sentí que debías tenerlo'. Así, en un principio estuvo detrás del establo,
parten con el grupo el significdo del plato que trajeron y lo utilizan corno y luego, lentamente, comencé a colocarlo donde podía verlo y usarlo.
un modo de introducirse en el contexto de sus familias. Las comidas Siempre que me sentía vencida por el dolor, lo llevaba hasta el cartel y
operan en fonna de símbolo y penniten percibir a la familia más eficaz­ decía: 'Bueno, llévatelo por un tiempo'. Y lo colgaba en el cartel. Ahora

l
mente que las palabras. Por ejemplo, una mujer, Sue, trajo una torta de aparece mucho más fuera del establo y la gente lo mira y pregunta para
chocolate muy decorada que había comenzado a preparar a las 22:30 hs. qué sirve... para mí ha sido un consuelo y un sitio donde colocar mi do­
de la noche anterior. Al describir a su familia alcohólica, Sue comentó lor".
que podría haber traído sandwiches o la torta, pues ambas cosas simbo­ Otra mujer, Kelly, trajo una foto de su madre como ella quería
lizan los dos extremos del afecto en su familia. Dijo que, por fin, se deci­ recordarla (exuberante, con los brazos abiertos en la playa) y de su her­
dió por la torta porque representaba para ella las épocas en que su fa­ mana (más tranquila y contemplativa). Ambas habían muerto inespera­
milia funcionaba mejor y que estaba intentando transmitir esa herencia damente durante el semestre, con pocas semanas de diferencia. Kelly
a su familia actual. Otra mujer, Chinwe, trajo foo-foo,2 una sopa y chi­ hizo circular las fotos dentro del grupo y encendió una vela que había
chi de su Nigeria natal. Explicó que el foo-foo es el plato principal de la traído. Habló de cómo la vela produce luz, pero cómo también es finita y
comida y que, si no hubo foo-foo, es como si no se hubiera comido. termina por apagarse.
También habló sobre la importancia del chi-chi (pequeñas crucecitas de También les he pedido a los grupos de entrenamiento que creen sím­
pastelería) para cualquier acontecimiento celebratorio en Nigeria. No se bolos y acciones simbólicas como grupo para marcar transiciones. A gru­
considera que la ocasión es festiva si no hay chi-chi. pos Bowen de cuatro personas (donde la gente se entrena mutuamente
Al comparar 25 personas sus costumbres culinarias ancestrales, se en distintos modos de reelaborar algunas de las relaciones de su familia
pone de relieve cómo las familias van transmitiendo sus hábitos de co­ de origen [FO]), luego de presentarles la infonnación del capítulo 3 so­
mida, cómo las comidas típicas se valorizan o se pierden, qué papel im­ bre el diseño de rituales, se les pidió que armaran un ritual de despedi­
portante desempeñan las comidas en la vida de las personas y también da. Todos habían compartido un año de clase, y los grupos Bowen se ha­
en sus diferencias de género. Como comentó uno de los aprendices al bían reunido por separado durante un semestre. La etnicidad había sido
terminar de compartir estas experiencias; "No escuché ninguna de estas un tema durante el año, con grupos étnicos, ej rcicios experimentales y
historias que incluyera hombres en la cocina". lecturas sobre las diferencias culturales. La gente de la clase venía de
Estos tres ejercicios son distintos modos de dar una idea de las Sudáfrica, China continental, Alemania, Australia, Puerto Rico y Vene­
posibilidades del ritual para el trabajo con familias. No sólo crean cohe­ zuela, al tiempo que provenían de un amplio espectro de grupos de in­
sión en el grupo a través del mutuo conocimiento, sino que también esti­ migrantes (irlandeses, franceses, canadienses, africanos, judíos, etcéte­
mulan la atención que presta cada persona a su propia capacidad de ra). Un grupo Bowen estaba constituido por un español, un griego, un
ritualización. canadiense y un chino. Se reunieron antes de la clase y.cada uno se des­
pidió en su propio idioma, notando que la forma de despedida que había
elegido connotaba "Te volveré a ver" (como por ejemplo hasta luego).
Ejercicios de entrenamiento medios y finales: Luego mencionaron su apreciación de lo que habían aprendido en clase
traer, crear y rescatar símbolos y también el grupo Bowen debido a la voluntad general de compartir
sus características étnicas.
Al hablar de la importancia de los símbolos en los rituales, tarn- Otro grupo armó una escultura con tres sillas, dos en la base y una

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tercera que se balanceaba delicadamente arriba. Explicaron que habían A1 comenzar con Terapia Familiar III en el otoño siguiente, se leyó
elegido sillas porque )a habitación estaba llena de ellas, pero siempre este poema en la primera clase para asociar ambos serne6tres.
había lugar para todo el mundo. La silla de arriba también representó La comida también puede ser utilizada como Símbolo al finalizar el
para ellos, durante su semestre de estudios, la importancia del equili­ grupo Bowen. Evan Imber-Black les había pedido a los aprendices que
brio para el control constan-re de la concepción sistémica de una familia trajeran comida que ellos consideraran que representaba su diferencia­
(aun cuando se tratara deliberadamente de desequilibrar un subsiste­ ción con su familia de origen (por ejemplo, comidas que ellos habían
ma). Además, las tres sillas formaban un triaJlgulo. creado a partir de una nueva tradición, o comidas preparadas en fonna
Un tercer grupo, al darse cuenta de que algunas personas en la un poco diferente, o platos que no hubieran comido en su familia de ori­
clase seguirían juntas durante dos cursos más, mientras que otras, que gen).
no se especializarían en terapia familiar, no iban a continuar, pidieron a También se les puede pedir a los grupos que salgan a buscar el_e­
las que se iban que formaran un círculo interno mirando hacia afuera, y mentos que representen lo que han aprendido juntos durante el ario. Le
que las que se quedaban en el grupo formaran un círculo externo alre­ pedí a un grupo de asesores y psicólogos escolares con los que había es­
dedor de ellas, mirándolas. Luego se les pidió a las personas que toma­ tado trabajando que salieran en grupos de tres y encontraran algo, ya
ran contacto entre losdos círculos, nombrándose o con cualquier tipo de fuese dentro del colegio en el que nos encontrábamos o por los alrededo­
acción física que consideraran apropiada (darse la mano, abrazarse, et­ res, para armar W1 collage de símbolos para nuestro último encuentro
cétera) y que se despidieran en su idioma materno. Entonces el círculo en junio. Un grupo trajo del taller herramientas que representaban las
externo rotó alrededor del interno hasta. que todos pudieron despedirse. distintas técnicas que habían aprendido para ayudar a las familias a re­
En otra clase, que también trabajó durante el semestre.con grupos construirse. Otro grupo trajo flores silvestres y me las dio, agradecién­
Bowen, se escribió un poema grupal, luego de que comparberon expe­ dome por el florecimiento que sentían dentro de sí mismos gracias a mi
riencias y símbolos. (Entre los símbolos había uná gran pelota de bow­ apoyo al grupo. Por mi part.e, devolví algunas de las flores a cada perso­
ling azul que rodaba df' aquí para allá en la clase, porque cada vez que na del grupo, aclarando que el florecimiento provenía de la inreracción
algún miembro del grupo le decía a su familia que iba a su grupo del grupo. Otras personas trajeron un marco vacío y dijeron que se ha­
"Bowen", la familia entendía "bowling" y respondía: "¿Cuándo ernpezas­ bía ido llenando durante el año con todas las imágenes que se habían
re a jugar al bowling?". Algunos miembros del grupo trajeron huevos de creado al ir trabajando el grupo en conjunto. Hicieron circular el marco
diferentes colores, sacados de variedades diferentes de gallinas, para para que pudiéramos vernos enmarcados por él. Seguimos agregando
simbolizar las multicolores diferencias el grupo, al mismo tiempo que símbolos sobre una mesa central (un mapa, un espejo, una esponja,
¡ las cualidades de ternura y protección de la clase. Un tercer grupo entró guant.es plásticos, pelotas de tenis, un paraguas, un manómetro, un cac·
portando distintos tipos de sombreros y habló de los distintos tipos de tus, una línterna), y loscolocarnos de manera tal que cada símbolo infor­
sombreros que deben usar los rerapeutas de familia. Alguien trajo una maba algo a los demás. (Por ejemplo, el paraguas, que era un símbolo de
muñeca "Raggedy Ann", ajada por los años de ternura, para simbolizar la protección que la gent.e sentía dentro del grupo, se colocó abierto y
todas las importantes relaciones y recuerdos de infancia que se evoca­ apoyado sobre la mesa.) Entonces una persona, que por casualidad tenía
ron al hacer el trabajo de Bowen.) Es-re grupo Bowen comenzó el poema una cámara de fotos en su automóvil, sacó una fotografía del co\lage tri­
porque había hecho la primera crítica de su trabajo en poesía al comen­ dimensional que habíamos armado para guardarla para el grupo.
zar el semestre.

Quisiéramos cerrar esta clase en verso, Breve ejemplo: entrega de regalos y un equipode supervisión
por ser éste el ritual que comenzamos primero.
Invitamos a todos a agregar una línea
sobre lo que Turapia Familiar II les ha evocado. Luego de haber trabajado durante 9 meses en forma conjunta con
un equipo de supervisión modelo O (observación) y T (tratamiento), los
Interconexiooes: individuos, sistemas y cambio social, diez que formábamos el grupo (dos supervisores, seis aprendices y dos
una manera eficaz de reordenar nuestras FO. estudiantes de prepráctico) decidimos realizar un ritual de conclusión.
Todos individualmente como parte de un todo. La comida había sido un importan marcador para el grupo, ya que va­
La alegria de la comunión de almas unidas. rias personas habían traído los almuerzos cada semana para que todo el
grupo los compartiera detrás de un biombo espejado mientras trabaja
Abrazos a Raggedy Ann, ¡alcemos nuestros sombreros, todo el día. Habíamos hecho muchas bromas sobre lo saludable de la co­
reunidos alrededor de huevos multicolores con nuestra mida, los aditivos, los tipos de comida que la gen-re consumía o no, etcé­
pelota de Bowen! tera. Asíque decidirnos tenninar con un juego de azar y que cada persa-

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na trajere alguna sorpresa para compartir. También sorteamos nombres
guien tomara notas de lo que se hablaba para queyo pudiera llevármelo y
de adentro de un sombrero, y cada uno debía hacer o comprar un regalo ofreció papel verde para simbolizar el crecimiento.
de menos de U$S -3 que fuera metafórico de su trabajo o de la relación Cada persona habló de aspectos de mi desarrollo personal y profesional
de esa persona con el resto del grupo. Yo recibí un par de guantes de al­ que le llamaba la atención. Mi consejera, por ejemplo, habló sobre su expe·
godón que representaban las manos cariñosas que estaban siempre riencia al observarme buscando mi propia voz. Janine me desafió a encon­
presentes para ayudar a los demás. El otro supervisor recibió un calei­ trar la magnitud de lo que yo podría hacer, que a su entender era mucho
doscopio que representaba la utilidad de su manera de percibir las dife­ má.5 que lo que yo pensaba. Una vez que cada uno me había dado sumen­
rentes realidades en el mundo, así como también su estilo juguetón. saje, yo les hablé a ellos.
Uno de los estudiates de prepráctico que había estado de observador re­ Le W una flor a cada uno y hablé de su simbolísmo en relación a lo que
me habían brindado durante mi experiencia en la escuela de graduados.
cibió un retoí\o. Le di a m.i consejera un.a rosa roja para representar el nivel de excelencia
que ella se exige a sí misma y a sus alumnos. Destaqué que la rosa tam·
bién representaba una paradoja al decirle: "Yo sé que te gustan las para­
Breve ejemplo: cómo ayudnr a las personas a marcar dojas, Janine. Esta rosa tiene espinas, lo cual impide que la gente la
las transiciones en los programas de entrenamiento tcx:¡ue, pero yo siempre encontré que tú eras muyaccesible".
Los símbolos se enriquecen por su uso en otros contextos y yo tuve oca­
Es posible ayudar a las personas a elaborar rituales que sean espe­ sión de usar un símbolo para mi marido que tenía muchos estratos signifi;
cíficos para sus cambios concretos. Una estudiante en nuestro programa cativos. Le regalé un gran crisantemo blanco, la flor que habíamos usado

l de la Universidad de Massachusetts, Amy Leos-Urbe}, describió su ex­


periencia:

Durante el período en que fui estudien.te graduada de tiempo completo


en terapia familiar, una lección particularmente importante para mi fue
para la decoración en nuestra boda. La habíamos elegído entonces, y la
volví a elegir en esta ocasión, JXJr su infinita cantidad de pótalos, símbolo
del infinito o de la imortalidad. Hablé de su constante amor y de su pa-
ciencia, y del lazo eterno que nos unfa. Mi elección de símbolos florales se
tornó más significativa porque dos de los participantes en la graduación
también me habían traído flores, y las ofrecieron como símbolos de cele­
que las normas que yoconsideraba necesarias para cualquier otra. persona bración y de crecimiento.
(por ejemplo, las cosas que yo recomendaba a un pacíente como elementos El ritual de graduación fue conmovedor e importante para todos los que
básicos para tratarse en forma correcta), sentía que también debía apli· participamos en él. Lo más destaca.ble fue que me dio la oportunidad de
carlas a mi misma. Hice mi práctiC!l clínica en un establecimiento para el escuchar lo que cada una de estas personas claves pensaba de mi l;rabajo a
tratamiento de alcohólicos donde s,, le prestaba mucha atención a la ruüu­ esa altura y sobre la dirección en que yo estaba encaminada. También fue
raleza de los procedimientos en equipo, tratando siempre de evit.ar la re­ una oportunidad para despedirmos, no en un sentido final, pero sí del tipo
petición del "sistema alcohólico" que tratábamos de curar. de relación que habíamos tenido hasta entonces. Vi que la experiencia de
Además, yo era muy conscient.e del valor de maz,:ar los acontecimientos trabajar juntos, o de ser espectador del proceso (como en el caso de mima­
significativos de la vida con rituales apropiados. Mi experiencia con los ri­ rido), por la que yo había pasado, fue una profunda vivencia compartida, y
tos tradicionales judíos, así como con otros recientemente creados, me lo que el ritual de graduación ofrecía un tiempo y un espacio en el cual po­
había enseñado, y además había sido testigo de cómo el ritual se podía díamos ahondar y expresar el vínculo que nos unía como resultado de
convertir en un elemento poder060 en la terapia familiar. nuestra experiencia compartida.
Con estos antecedentes, tuvo perfecto sentido para mí cuando mi conse­
jero docente me sugírió que, como el proga.ma CAGS en el cual est..aha ma­

l triculada no tonía una graduación formal, quizás yo querría elaborar un Estos pocos ejemplos presentados aquí dan una idea de la creativi­
ritual para marcar la finalización de mi período de estudios. Decidí pedir­ dad que puede libeTarse en los gro.pos sólo con unas pocas de las ideas
les a mi supervisor de prácticas, a otro miembro del equipo de terapia fa. presentadas anteriormente en este libro sobre el diseño de rituales.
miliar y a mi marido que participaran en el ritual con mi consejero y con­ Puede ser particularmente importante usar rituales para marcar la
migo. Le pedí a cada uno que se dispusiera a hablar sobre mf y sobre mi creación de gro.pos, sus transiciones, sus finalizaciones o los cambios en
trabajo, mis puntos fuertes y sobre su visión o sus esperanzas para mi fu. su comportamiento. A partir de estas experiencias pueden originarse
turo. Este modelo está directamente correlacionado con el formato de "au. tradiciones para los programas. Por ejemplo un año, cuando le pidieron
toestima" que utilicé muchas veces en Asesoramiento de Reevaluación a un estudiante que trajera un símbolo de lo que la experiencia de la
(AR), donde la autoestimación la hacen regularmente líderes y profesores clase había :significado para él, escribió una canción y le pidió la grupo
f y, como parte del proceso de certificación para nue'los profesores, participé
intensamente en el AR durante más de 10 años, asf que agregar este ele• que la cantara (era una clase de modelos estratégicos y sistémicos de te­
mento le daba pura mf un sentido de integracíón. rapias familiares)·ª Ahora, al finalizar la clase cada afio, traigo mi vio­
El dia de mi "graduación" nos reunimos en la oficina de mi consejera lín, distribuyo copias de esa canción y la entonamos juntos:
(Janine Roberts). Antes de comenz:ar a compartir, Janine sugírió que a}.

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El Metahimno de la República delos. Luego Je pedimos a ]a gente que considere cómo las comidas per­
(al t.ono de "El Himno de Batalla de la República") miten destacar los roles familiares, las diferencias entre los sexos, los
códigos familiares (incluyendo los temas tabú, quién inicia la conversa­
Letra de Tum Zink ción, quién se sienta a la mesa, cuánt.o tiempo necesitan estar en la me­
sa) y loscontactos con la familia extensa y-con otras personas cuando se
Mis ojos han visto la gloria del paradígma que viene, . agregan a la mesa. Se preguntan mutuamente lo siguiente, en grupos
que atropella nuestm percepeión del cambio, del tiempo y del espacio, de a dos:
ha aflojado nuestro pensamiento hasta metaniveles sublimes,
y múltiples verdades llegan marchando. l. ¿Dónde se sentaron los miembros de la familia? ¿Se sentaron t.o­
dos?
Coro:
2. ¿Cuáles eran las normas sobre temas y afectos? (Por ejemplo, "no
Terapia familiar por siempre, terapia fami]jar por siempre pelear durante las comidas", "deja que tu padre termine de comer
terapia familiar por siempre, antes de inicíar una discusión serian.)
y la familias giran, y giran y. giran 3. ¿Cuáles eran los significados simbólicos de la comida? (Por ejemplo
y giran y giran. premios y castigos.)
4. ¿Cuáles eran los significados simbólicos de la elección de las comi­
¿Qué es lo que ayuda a diferenciar. el distanciamien o o : compromiso? das? (Por ejemplo, dar y recibir, expresiones de preferencias, expre­
Los rituales y las paradojas ayudan a la metacomumcaclon siones de diferencias individuales., control, poder.)
que tendrás que puntuar su morfogénesjs 5. ¿A quién se le servía primero, a quién último?
y las verdades sistémicas llegan marchando. 6. ¿Cuáles eran las expresiones de etnicidad involucradas en las co­
(Can/a el coro)
midas?
7. ¿Cuáles eran las normas de género o de sexo expresadas vía las
Con el proceso de desviación-amplificación en clase,_ compras, 1as comidas, el servicio, la conversación, la limpieza?
somos como una masa de egos familiares indiferenciados, 8. ¿Cuáles eran las diferencias entre las comidas cotidianas y las co­
y debo preguntar a riesgo de parecer grosero, midas festivas?
"¿Será suliciente la homeostasis? 9, ¿Cuáles eran las diferencias cuando venían invitados a comer?

(Termina el coro) Al compartir sus discusiones con un grupo más grande aparecen
diversos temas en común. La.s mujeres invariablemente se sientan más
cerca de la cocina. La posición en la cabecera de la mesa tiene un status
Rituales de la familia de origen del terapeuta especial. A menudo hay sólo una cabecera en la mesa, a pesar de que
tiene dos extremos. En general los hombres son los que tienen la prime­
Además de usar conscientemente los rituales en los grupos con los ra elección de la comida y frecuentemente son los que cortan las carnes.
que trabajamos, Evan lmber-Black, Dick Whiting Y yo hemos hecho ta­ Los nifios más pequefios en general se sientan más cerca de la madre.
lleres donde la gente se reúne durante unas pocas horas o durante unoo Las distintas alternativas de relaciones se aclaran, tanto como las di­
dosdías para observar los rituales en sus familias de origen y en las ac­ versas interacciones entre dos o tres personas.
tuales. En los talleres, los participantes (la mayoría de ellos terapeutas) Una estudiante, Ava, describió detalladamente sus comidas fami­
comienzan a reconocer pautas que quisieran elaborar o modificar me­ liares:
diante su experiencia con el ritual. Nosotros pensamos que, a medida
que \os terapeutas reconozcan los roles rituales en s _vida diaria, Lashoras de las comidas: difíciles de digerir.
podrán comprender mejor cómo pueden usarlos las fam1has en trata­ Mi madre se sentaba en la cabecera de la mesa. Mi hermano se sentaba
miento. a su faquierda, mi padre a su derecha y yo a la derecha de mi padre.
Comenzamos con rituales cotidianos, como la comida familiar. Cuando yo t.enía más o menos 10 años, quizá ya potendalmente en mi rol
Hemos mostrado clips de películas que incluyen comidas familiares ("El de t.erapeut.a familiar, sugeri que esto era muy rutinario y que nos sentá­
gran escape", "Fiebre del sábado a la noche", "Annie Hall") para pfmer ramos en dístintos lugares durante las comidas.4 Esta nueva coreografía
de manifiesto la gama posible de reglas de interacción para los temas y desordenó la homeost.asis y se hizo dificil hablar. El experimento duró po­
afectos permitidos, y la influencia que tiene la etnicidad sobre estos mo- co: mis padres lo trataron como una molestia fastidíosa, y volvimos a
nuestros lugares habituales.

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Las eenas eran el !uge.r más importante de conts.cto y de conflicto cuan­ otros cambios el individuo puede querer iniciar en una ceremonia fami­
dp mi hermano Brian y yo tratábamos de convertimos en indiriduos dife­ liar. Se le preguntaba a la gente del grnpo si quería trabajar sobre los
rencie.dos. Aparecíamos con nuestras propias opiniones, distintas de la
Kopinión familia.rn, y con nuestros propios hábitos (yo había deje.do de co­ cumpleaños, vacaciones o aniversarios y luego se forman parejas para
mer carne). Ambos trataron de restarle importancia a nuestra diferencia contestar preguntas de una de las áreas siguientes:
("yo he vivido más que ustedes, asf que escúchenme..." deda mipadre; "si
comen distinto que nosotros, es como si no pertenecieran a la familia", de­
cía mi madre). Cumpleaños
1 Yo cargaba con gran parte de la tensión de este falso frente de consenso
familiar; me obsesioné secretamente con la comida y me convertí en una l. ¿Qué tradiciones de cumpleaños han recibido o querrían transmi­
persona algo aBCética. Comencé a restringir lo que conúa, eliminando todo tir? ¿Dequé manera representan distintas características de su fa-
lo que juzgaba impuro (¡durante 3 años no comí helado!) y ocasionalmente
vomitaba después de una comi,;l.a familiar (aliviándome simbólicsmer.te de milia de origen o distintas tradiciones étnicas?
la basura que había tenido que tragar). Aunque mis problemas con la co­ 2. ¿Qué saben sobre cómo o por qué se transmitieron?
mida eran dolorosos, estaba contenta de poseer un secreto que me separe.· 3. ¿Cómo ha cambiado para ustedes o para otros miembros de la fa­
ha de mi familia. Mis padres no sospecharon que yo tenia bulimia hasta milia la celebración de los cumpleaños a través del tiempo en tér­
que se los con 3años después cuando ya estaba en psicoterapia. La res­ minos de símbolos, quiénes se reúnen, dónde se reúnen, la comida,
puesta de mi madre fue: "¡Y yo que pensaba que éramos tan felices! la planificación? (¿Quién se hace cargo?)
¡Nunca me preocupé por ti!" Creo que mis problemas se centraron en la co­ 4. ¿Qué efecto tiene la celebración del cumpleaños para su familia?

l mida por ser éste el momento en que estábamos todos juntos.


El rol de mi madre como operadora familiar era más evidente a las ho­
ras de las comidas. "Brian, ¿quieres decir algo?" "FTed, déjalo termina.r la
oración". "'Toma el último pedazo de brócoli, Ava." Manejaba la conversa­
ción y la comida romo si hubiera sido una cena corporativa para cien per­
(¿Marcar transiciones, recordar lo sagrado del nacimiento, produ­
cir cohesión e identidad grupales, o...?)
5. ¿Cómo le gustarla celebrar su cumpleaños o el de alguna otra per­
sona en el futuro (quizás eligiendo un momento de significado es­
pecial para usted tal como un año en particular o una determinada
sonas y no una comida familiar de cuatro.
Yo formé una alianza con Ling Oa mucama con cama adentro), la ayu­ década)?
daba a cocina.r, y ponía y sacaba la mesa. Me reconfortaban la calidez y la
ternura de Ling en la cocina que contrastaban con el oscuro y frío comedor Vacaciones
1 (que también hada las veces de oficina casera de mi madre). No importa­
ba que Ling hablara poco inglés: nuestra comunicación era abierta y enri­
,quecedora. l. ¿Qué metáforas le evocan los lugares donde pasa las vacaciones?
(Por ejemplo, hacer u.n campamento como un modo de volver a una
Cuando tiempo después Ava tuvo ocasión de hacer una escultura vida más simple.)
de la familia, nos llamó la atención que eligiera recrear esta escena de 2. ¿Qué roles asume cada uno en el planeamiento anticipado de las
la comida. A1 tratar decomprenderla pidió a la gente que tomara los ro­ vacaciones?
les de su familia y que intentara algunos modelos diferentes de interac­ 3. ¿Cómo han variado a través del tiempo para su familia las vacacio­
ción y meditó sobre su reacción ante ellos. nes, en cuanto a lugar, tiempo, actividades y quiénes van? (Tanto
Otros rituales cotidianos que pueden examinarse con utilidad en la familia de origen como la actual)
ejercicios parecidos son los rituales de las buenas noches y de las entra­ 4. ¿Qué tipos de actividades son consideradas relajantes y de recupe­
das y salidas diarias de la casa. ración por los miembros de la familia? ¿Qué significado se les da a
En otro ejercicio miramos más allá de las interacciones diarias, a estas actividades?
las tradiciones especiales que se crean con las celebraciones familiares 5. ¿Cómo cambian las normas y los roles (incluyendo los de sexo)
de cumpleaños, de aniverarios y de vacaciones. Estos son acontecimien­ cuando están de vacaciones?
tos que se marcan en días particulares en el "calendario interno" de la 6. ¿Qué símbolos trajo de sus vacaciones? ¿Dónde los guarda? ¿Qué
familia (opuesto al "calendario externo" de eventos como el Día de uso les da en su vida cotidiana?
Acción de Gracias, Jánuca, etcétera..., que son fochas compartidas con
todas las familias). El objetivo de este ejercicio es ir más allá de la sim­
ple comprensión de roles, de normas y de visión del mundo que están
contenidos dentro del ritual, para comprender el desarrollo interno mis­
mo de la vida del rit11al: cómo se va transmitiendo, cambiando y qué

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Aniversarios (mudanzas, muertes, dejar de fumar pectativas que rodean a las celebraciones, que pueden ser producidas
o (U beber, etcétera, bodas, divorcios, convivencia) por la publicidad o por expresiones de deseo, y la realidad. La noción de
que estos eventos deben parecerse a un cuadro de Nonnan Rockwell no
l. ¿Que ha aprendido de su familia de origen sobre el sentido de los hace más que marcar la diferencia con la realidad. Como nos recuerda
aniversarios? Dick Whíting, "Norman Rockwell le pagó a esa gente para que se dejara
2. ¿Cómo ha influido esto en su modo de celebrar aniversarios? pintar".
3. Además de los miembros de la familia más directamente involu­ Al finalizar nuestros talleres, a menudo le pedimos a la gente que se
crados en el aniversario (por ejemplo, la pareja), ¿lo celebra al­ lleve todas las rosas con las que hemos estado trabajando (tipología ri­
guien más? tual, elementos de diseño, rituales delciclo vital, rituales deinteracciones
4. ¿En que forma se marcan los aniversarios? (Tarjetas, lugares espe­ diarias, etcétera) y que los usen para comenzar a redisellar un ritual en
ciales, símbolos, ceremonias.) su vida. Un participante del taller, Kerry, decidió ocuparse del 8()!! cum­
5. ¿Hay algunas fechas que no se están señalando que a usted le gus­ pleaños de su madre, para el quefaltaban algunos meses. Primero identi­
taría celebrar? ficó que le parecía que la familia terúa poca ritualización. El padre los ha­
bía abandonado cuando los tres hijos eran pequelloa y la madre tuvo que
Los temas comunes que surgen son: una conciencia más clara so­ esforzarse mucho para sobrevivir. Ya adultos, los tres hijos estaban bas­
bre las cosas que han sido transmitidas (y no simplemente: "las cosas tante desvinculados. Kerry nunca se había casado y se había sentido muy
son de tal manera"), los cambios evolutivos a lo largo del tiempo, una triste cuando la casa familiar se vendió unos meses atrás porque su ma­
mejor expresión de a cuál parte de la familia de origen se sienten má'S dre ya no podía vivir sola allí. A pesar de ello no hubo una reunión fami­
ligados y una comprensión de sus propios roles. Un consejero escolar, liar en t.orno de una transición tan importante en la vida de todos. Kerry
Bob, describió un ritual reciente para el cumpleaños de su hijo de 20 quena que esta celebración de cumpleaños marcara un momento en que
años, Robbie. Este se encontraba en la universidad a varias horas de pudiera reconectarse con sus hermanos en relación con su madre (más
distancia y entonces la familia empaquetó la lasagna, que era su comida que sólo una celebración de su propia relación con la madre). También
favorita, y el pastel (de chocolate) que lo había acompañado durante t ­ quena quefuera un momento en que pudiera marcar, como grupo, la pér­
da su infancia decorada con un jugador de béisbol, que siempre había si­ dida de la casa familiar. Planificó con mucho cuidado dónde vivina y a
do un símbolo de sus cumpleaños. (Cada uno de los ocho hijos de la fa­ quién le pedina ayuda con algunos aspect.os del cumpleaños, corno una
milia tenía una figura para los cumpleaños guardada en un cajón espe­ manera de reconstruir el contact.o con sus hermanos. Kerry también le pi"
cial en la cocina.) Lo primero que hizo el hijo cuando vio el pastel fue dió a cada hermano que trajera a la fiesta alguna cosa que perteneciera a
qnitar la figura, tirarla al suelo y decir: "No quiero verla nunca más", la casa de la madre (muchas de sus posesiones ya habían sido divididas
Silenciosamente el padre la sacó luego de la basura, se la llevó a su casa entre ellos) que representara para cada uno algo significativo de la casa
y la puso en el cajón con la bailarina y las otras figuras. Al hablar sobre familiar. Para completar, él traería fotos de la casa.
este episodio Bob comprendió que era necesario reelaborar su ritual de
cumpleaños para marcar los cambios en el desarrollo de su familia.
Como una manera de comenzar este proceso, pensó en sacar el jugador Resumen
de béisbol del cajón y apartarlo con otros recuerdos familares para, qui-
zá, pasárselo a su hijo cuando tuviera su propia familia. . .. Trabajar con rituales como parte del proceso de entrenamiento le
También hemos trabajado en el examen de celebracwnes familia­ permite al terapeuta familiar aprender sobre el uso de los rituales en fa­
res que existen en el calendario externo, como eventos religiosos o cultu­ milias distintas de la propia, examinar ·su propia capacidad de crear ri­
rales de la comunidad en su conjunto (Día de Acción de Gracias, Jánuca, tuales y darse cuenta de los momentos en que quizá no sea tan fácil pa­
Pascua, Pascua Judía, 4 de julio, etcétera). Una vez más pasarnos pelí­ ra muchas familias tener rituales. Además, se estimulan la creatividad,
culas para ver a la familia que celebraba su ritual. Algunas secuencias el sentido lúdico y el humor. Al examinar el proceso del ritual, se intro­
de "Hannah y sus hermanas" muestran cómo ciertas partes del ritual duce un punto de referencia por el cual los estudiantes pueden compren­
del Día de Acción de Gracias permanecían iguales a través del tiempo der mejor a sus propias familias y a las familias en tratamiento. Más
(música, mesa para los niños, las mujeres muy conectadas en la cocina, aun, se facilita la formación de fuertes vínculos entre los grnpos de en­
lugar central para las bebidas, intercambio de chismes) mientras que trenamiento. Los diversos elementos del diseño del ritual nosólo se exa­
los cambios evolutivos tambien se marcaban al crecer los niños, produ­ minan en abstracto, sino que se aplican en trabajo directo. 'rodas estas
cirse los divorcios y reagruparse las familias. experiencias pueden ayudar a los terapeutas a trabajar luego con ritua­
Es útil llamar la atención aquí sobre las diferencias entre las e::r.:- les en la terapia.

444 445
Notas
1 Estaidea provillo originanau>i!nte de Evan Imher-Black.
2 El foo-foo e:rtaba hecho COII cretILR de maíz cocin&da OOII llDa pequetia caDtidad
de agua para espesarla. En Nigeria se he.ce CODyams grandee.
3 En las clasee de Evan !mber-Bla.ck iie desarrolló Ulla tradición de comida en la
que se lee pedia a los estudiantes que tre.jeran un plato que representara u.u concepto sill­
témico o estratégico. Algunos estudiantes trajeron un par de pato11 cocidoe (pal'Hdoja), sopa
de gallina (m.á.e del miamo error) y saroosa (un copetfn hindú hecho en fonna de trith1gu­
Epílogo
ios). Otros hicieron pastelillos con mensajes estratégicos en su interior.
Pruebe esto en 111J propia casa y verá qué rucede. O, sin decir nada, si.lintese ea
otro esieoto.

En este volumen se ha intentado captar sobre el papel la magnitud


de aplicación y la profundidad de sentidos posibles de los rituales tera­
péuticos. Durante el proceso de crear jwlt.os este libro corno compilado
res, nos hemos dado cuenta de los cambios en el interés y en la dirección
de nuestro propio trabajo con rituales. Nos hemos interesado cada vez
más en los rituales normativos o espontáneos en las familias y en cómo
podemos aprender de ellos para mejorar el curso de la terapia en gene­
ral y el diseño de los rituales terapéuticos en particular.
Como hemos puesto el acento en los rituales propios de cada fami­
lia y tantas familias han dado respuestas creativas a nuestras sugeren­
cias sobre rituales terapéuticos, esto ha influido en la elección que he­
mos hecho de comprometer a las familias a que colaboren con nosotros
en la creación de los rituales, alejándonos de una posición anterior de
prescribir rituales y adoptando la de cocrearlos.
1 Al explorar los rituales normativos en las familias y al descubrir el
impacto positivo de estas conversaciones, continuarnos explorando los
rituales en las familias de los aprendices y de los terapeutas practican­
tes. La potente integración de lo existencial y de lo sistémico frecuente­
mente surgió en esta zona de trabajo con los rituales.
Todos estos factores, junto con la excelente investigación y el tra­
bajo clínico hecho en el área de los rituales, tanto por los colaboradores
de este volumen corno por muchos otros colegas con los que nos hemos
puesto en contacto, nos llevan a concluir que hay múltiples direcciones
en las que se puede seguir trabajando con los rituales.
La investigación de Wolin y sus colegas con respecto a los rituales
y la transmisión rnutigeneracional del alcoholismo, junto con nuestra
propia impresión sobre el desarrollo de síntomas en familias donde los
rituales normativos se han desquiciado, nos sugieren la necesidad de es­
tudiar con más profundidad el interjuego de síntomas y rituales. Los te­
mas que se nos ocurren en este momento están vinculados con la in­
fluencia de los rituales interrumpidos, perdidos o abandonados, y otros
renovados, reinstaurados o revitalizados y con su efecto sobre indivi­
1 duos, familias y fW1cionamientos culturales. El estudio de estos temas
puede llevar a programas de prevención vinculados con familias que ex­
perimentan enfermedad crónica, divorcio, migraciones u otras pérdidas
graves.

446 447
P r ser los rituales capaces de proveer estabilidad al mi.smo tiempo
que facilitan el cambio, nos interesan especialmente las distintas expe­
riencias de hombres y mujeres con rituales normativos y terapéuticos
como una forma de examinar los actuales temas sexuales de estabilidad
y cambio, tanto en el pequeño e íntimo sistema de la familia como en el
mayor del trabajo y de la comunidad.
Seguramente los lectores de este volumen tendrán muchos otros
temas y aspectos para continuar con el trabajo con rituales. Janine
Roberts, Richard Whiting y yo estamos dispuestos al diálogo. Indice temático
Evan Imber-Black
Nueva York, 1988
Abandono: AHRONS, C. R., 330-334
del ritual, 164-165 Alcoholismo, 265-294
Aborto, 400 en los hijos adultos, 2.65; uso del
Abuelos, 190 alcohol en el ritual familiar, 273-
en las familias con nuevos matri­ 274; problemru; de conducta de los
monios, 322-323 niños, 267; e intern.1pción del ri­
Acción de gracias, 42, 58, 119, 146, tual, 273; disolución familiar a
266, 2B8, 442, 444; en la separa­ causa del, 286; y ambiente fami­
ción y el clivorcio, 161 liar, 271-272; transmisión VÍa el ri­
ACKERMAN, N. J., 233 tual familiar, 265-294
Actividades df' los momentos de ocio: Alternancias, 133
ritual familiar, 267 Alumbramiento:
Activida<lEs nocturnas: control mas<:ulino del, 377
rutinas para irse a dormir, 266, ANDERSEN, Thm, 20Bn
287; como ritual familiar, 272; co­ Anglosajones:
mida, 336-337 hábitos nupciales de los, 70n
Actuación: Aniversario, 143,266
en el ritual, 29 Anorexia nerviosa, 25-26
Adaptabilidad: Antropología:
en el uso ritual familiar, 50, 57, 68, ritual en, 28-30
286-289 motivos nupciales, 327
Adolescencia: Año nuevo chino, 91
bar mitzvah, 209-242; en las fami- Aprendíces, 431-446
liasjasídícas, 218-221; e identidad, señalar sus transiciones, 4.38-440
191; rebelión de la, 238n, 287; uso Asesoraniiento de reevaluación, 438
de rituales durante la, 190-208; ri­ Autoestima, 438
tos de pasaje occidentales, 238n Autoridad:
Adopción, 245-254 y poder, 376-377
e identidad, 90-91
Adviento, 266
Aesth.etics of Change, The (Keeney), Bajo nivel de ritualización, 50-52, 68
313n en el proceso de adopción, 246; y
Afecto: alcoholismo, 267; niños dísfuncio­
comparado con la sexualidad, 307- nales, 271; de acontecimientos es­
308 pecíficos, 403-405; uéase también

448 449
Ruptura contagio, 172; de los niños obsesi­ ción ritual, 119; y expectativa.a se­ Disolución familiar:
Bar mitzvah, 90,167,372 vos, 182; y pensamiento preopera­ xuales, 297 a ca.usa del alcoholismo, 285
ritos de pasaje adolescentes, 239n; cional, 179; razonamiento sineréti­ Cultura occidental: Divorcio:
como herramienta de evaluación, co, 170-171; y validez del ritual, ti.tos de pasaje de los adolescentes, y rituales, 159-165
235-236; y manejo de la adolescen­ 171 238n Documentación:
cia, 233-234; y cambio evolutivo, CECCHIN, G., 25 Cumpleaños, 266 uso terapéutico, 131-133
209-242, 228, 234-235; aplicacio­ uéase también Gru.po de Milán como ritual familiar, 58, 287; y ri­ DoLE, Elizabeth, 380
nes educacionales, 236-237; impac­ Celebraciones familiares, 104-111, tual deidentidad, 91; y rituales fe- DoTY, William G., 69n
/ to en la familia, 209-242; como 265-266, 318 meninos, 379-380 DoUGLAS, Mary, 381
prescripción invariante, 239n; y Cena: CurioUJJ CUJJtoms (Tuleja), 69n DSM-111, 347.343
Vlnculos masculinos, 232-233; sig­ como ritual familiar, 77-80, 96-97, Duelo:
rúficado ffi!l, 237, 238n; como ritual 99,110,266,272,286 Vla.s rituales de celebración, 220,
multigeneracional, 209-242; apli­ Cena del domingo, 167 Chamán, 166 226
caciones terapéuticas, 236; poder Ceremonia: DURKHEJM, E., 28, 374
transformador, 234-235 en el ritual, 30
BARER, B. M., 322 Ciclo vital dela familia, 287-288 D'AQUILI, E., 43-44
Bat mitzvah, 90,167, 238n Circuncisión, 55 0AVIS, Judy, 38, 55, 239n Ejecución:
y diferencias sexuales, 238n; iden­ COHEN, Doria: DE SHAZER, S.: del ritual, 30, 69n; y sexualidad,
tificación sexual, 239n desarrollo y migración, 70n y soluciones rituales específicas, 312
BATESON, Gregory, 374 Compromiso, 143 188 Ejercicios de sensorialidad, 304, 312,
BATESON, Mary Catherine, 380 Comunidad UA:rche: Deficiencias, 313n
Beginnings in Ritual Studie.s (Gri- uso del ritual deidentidad, 96 y rituales de identidad, 95-96 Elementos verbales:
mes), 69n Conducta ritual: Deliberación, 285-286 y 289 en la definición del ritual del Gru­
BE:NNET, L. A., 50, 317-320 evaluación de la, 50-61 y elección de la herencia ritual, po de Milán, 27
Bienes heredados, 288 Conducta sintomática: 271 Emociones:
BLOUNT, Alexa.nder, 370n como ritual, 61-62, 129-131, 134, Dependencia: contención por medio del ritual, 40
Boda, 143,161,266 193 de los adolescentes, 191 Enfermedad:
ceremorúa, 327; contexto cultural, Conexión: Deportes como espectáculo: y rituales de identidad, 95-96; y ri­
119, 327; remanentes patriarcales de las familias nuclear y de origen, ritual público de los, 376 tuales preventivos, 447
en la, 69n; segundas nupcias, 318, 277-278 Depresión: Entrevista de historia familiar, 272-
326-330; como acontecimiento de Confrontación: y rituales femeninos, 380 274
transformación, 326-330; y ritua­ con un progenitor alcohólico, 279- Deseo Sexual Inhibido (DSI), 297 Entrevista de ritual familiar, 266,
lesfemeninos, 380 280 Dia de la madre. 59, 91 268
BOLL, E., 265 Confusión, 248 e inversión de roles, 359 modificación de la, 293
Boscow, L., 25 Consenso social, 167-168 Oia de los Tres Reyes Magos, 56 Entrevistas:
v, ase también Grupo de Miliin Coordinación social: Día del padre, 91 principios de Milán, 304
BossARO, J., 265 por medio del ritual, 41 Día del veterano, 91 Equipos:
Bris, l>OO.se Circuncisión COWLES, Rich, 42 Dictadura militar: O y T, 437-438; uso terapéutico de
BORKE, Kenneth, 374 Creencias compartidas, 266 y opresión política, 407-408 los, 136-137
Cuaresma, 266 Dimensión colectiva: Equipoo de O (observación) y T (trata­
Cuatro de Julio, 58, 266 en el ritual, 29 miento), 437-438
Calendario externo: Cuestionario circular, 304-355 Dinero: Estabilidad:
de las celebraciones familiares, en la evaluación del ritual, 51 y poder, 378 por medio de la ritualización, 291,
442,444 Cultura.: Discapacidad: 448
Carta, expectativas de celebraciones fa­ y rituales de identidad, 95 Estados Unidos:
usoritual de la, 254-260, 262 miliares, 58; y rituales familiares, Diseno: rituales de festividades, 387-388;
1 Causs.lidad: 265-267; y género (sexo), 373-383; de rituales terapéuticos, 113,139 rituales femeninos en, 376
y su_gestión hipnótica, 168, 169;y jasfdica, 219-221, 226; y especifica-

450 451
Estigma: Familia con progenitor único, 221 Funcionamiento biofisiológico: Homosexualidad, 349
y acceso al ritual, 56; e identidad, 225,400 evaluación del, 296-297 terapia con parejas, 158,159; uéa­
93 Familia de nueva formación, 315-343 Funciones: se también. Turapia de parejas
Estilización: en dos hogares, 330-334; defini­ del ritual, 34--49 Horarios de las comidas:
en el ritual, 29 ción, 321; parentesco en, 321; im­ FURSTENBERG, F. F. (h.), 321 y roles, 440,442
Estrés: plicaciones terapéuticas, 340-342;
en la familia por el bar mitzvah, tradiciones en la, 339-340; compa­
239n; y expectativas por las festi­ rada con la familia nuclear, 316; Género (sexo), 372-406 Identidad:
vidades, 444-445 véa.se tambúin Familia adoptiva y poder, 372-373; comparado con el de los adolescentes, 191; de la fa-
Estructura social: Familia de origen (FDO): sexo, 372-373; construcción cultu­ milia, 272-343 (creación por medio
y ritual, 39 y observancia de rituales presen­ ral del, 372-383; igualdad, trabajo del ritual, 315-343); y género (se­
Etapa deseparación: tes, 281; rituales en la, 272-274, y poder, 378; diferencias (en la tra­ xo), 315-343; 373
en el ritual, 30,43,62-64 285; y familia adoptiva, 324; véase dición judía, 238n; en las celebra­ Identidad familiar, 272-280
Etapa liminal, 43, 65 también Grnpos Bowen ciones del ciclo vital, 69n, 238n); creación por medio del ritual, 90-
del ritual, 30,210 Familia inmediata: identificación (y rol social, 374; y 97, 315-343; desarrollo de la, 278-
Etapa posliminar: composición, 317; y familias adop­ bar y bat mitzvah, 239n) 279; expresada a través del ritual,
del ritual, 210 tivas, 335-336 G€nograma: 283; rituales de, 90-97, 317-320
Etapa preliminar: Familia nuclear: como ritual, 64 lMBER-BLACK, Evan, 37, 113, 127, 246
del ritual, 210 comparada con la familia de nueva Gu:rm, Michael, 347-348 Incomprensibilidad:
Etapa transicional: formación, 316 GLUCKMAN, Max, 28 para ampliar el ritual, 169
en el ritual, 30, 64-65 Familias de doble carrera, 378 GDL.ANN, Sruart, 370n Incongn¡encia jerárquica:
Etnicidad, 275 Familias seculares: GooDMAN, E., 42 de roles, 173; uiase también. Inver­
y celebraciones, 91 núcleo del bar mitzvah en, 220 Graduación, 266 filones
Expectativa: Feminismo: Graduación en la escuela secundaria.: Incorporación:
y días de fiesta, 444-445 influencia en el bat mitzvah, 239n como rito de pasaje, 378 proceso ritual de, 210
Expectativas de conducta.: Fenómeno de detención del tiempo: GRIMES, Ronald, 69n Ú.'l-lELDER, B., 169
y bar mitzvah, 219 cronológico, 409 Grnpo de Milán, 113, 124, 208n, 297, Inten<alos:
FERRAR.O, G€raldine, 380 313n en la terapia sexual, 312
Festividades: definición del ritual, 25-28; modelo Invariante nútica, 409
Familia: y expectativas, 444-445; como ri­ de terapia familiar, 45, 64, 352; Inventario de ajuste marital Lock
progenitores sin la tenencia, 324; tuales familiares, 272 principios para entrevistas, 304 Wallace, 302, 313n
evaluación de la conducta ritual, Fiesta de los quince años: Grupos Bowen, 435-436 Inventario de funcionamiento seKual
50-61; ritual en el proceso terapéu­ como rito de pasaje, 379 véase también Familia de origen Derogatis,302,313n
tico, 49-69; rituales en la, 57-61, Fiesta de presentación en sociedad: Guerra, 400 Inversiones:
209-242 como rito de pasaje, 379 de roles, 173, 177, 358-362, 368;
Familia adoptiva: Fin de semana: utilización de diferencias, 125
rituales cotidianos en la, 334-340; como ritual familiar, 272 HALEY, J., 192
y familia de origen, 324; ceremonia Flexibilidad: modelo de terapia familiar estraté­
de boda en segundas nupcias, 318; en la adaptación del ritual, 50, 57, gica, 45, 64 Jasid.ismo, 218-221
y rito de pasaje, 326-330; roles en 68, 287-289 Herencia familiar, 289 y rebelión adolescente, 239n; nú­
la, 316; tradiciones en la, 339-340; FORO, Betty, 380 Herencia ritual familiar: cleo del bar mitzvah en el, 219-
véase también Familia de nueva FORO, Gerald, 380 y trastornos infantiles, 272; deter­ 220; y detenninación cultural, 226;
formación, segundas nupcias FORD, Linda, 166n minantes de la, 269-270 historia del, 238n; y VÍnculos mas­
Familia binuclear, 318-319, 330-334 FREEDMAN, E. H., 209, 229,237, 239n Historia fantiliar, 275 culinos, 234
definición, 330-331; véase también FREEMAN,Derek,380 HOFFMAN, Lynn, 370n JOHNSON, C. L., 321
Familia nuclear; Nuevo matrimo­ Fuerzas Armadas: Hogar: JoHNSON, V. E., 296, 313n
nio ingreso como rito de pasaje, 378; concepto de, 334-335
ritual público de las, 376 HOLLINGSHEAD, A. B., 329

452 453
Judaísmo, 41 Migración: Majeres: Pascua cristiana, 38, 266
jasídico, 238n; y privacidad del ri­ y rituales, 70n, 86-88, 447 y festividades norteamericanas, ortodoxa griega, 91
tual, 55; véase tombién Bar mitz­ Mikvah: 887-888; y poder, 372, 378; y ri­ Pascuajudía,68,266,444
vah; Bar mitzvah; Jasidismo uso innovador de la, 398, 399 tual, 372-406; como intercambio de PAIGE, K., 377
Misa católica. romana, 98 regalos, 377-378; paradoja pure­ PAIGE, M., 377
Miss Estados Unidos, 379 za/peligro, 381; ritos de pasaje de Paradoja pureza/peligro, 381
KEENEY, Bradford, 193, 313n Modelo de tratamiento en colabora­ las, 379-380; rituales de las, 875- Paradox and Counterparadox {Selvini
KEESING, R., 374 ción: 376; rol de la.a, 387; autoimagen y Palazzolü, 27
desarrollo del diagnóstico, 369- ritual, 394-396 Parentectomfa, 367
L 370; uéase también Modelo de tra­ Mythography: The Study of Myths Parentesco, 377
LANDAU, Ellen, 111n tamiento jerárquico amiRitual (Doty), 69n en familias de nueva formación,
LANGNESs, L. L., 375 Modelo de tratamiento jerárquico: 321
LAUGHIJN, C. D., 43 desarrollo del diagnóstico, 370; Parto de un feto muerto, 400
LEHR, M. L., 246 uéase tombién Modelo de trata­ Navidad, 30, 58, 107-110, 119, 146, Patología familiar, 267
Lenguaje: miento en colaboración 266 Pensamiento operacional, 169,170
como símbolo, 114--115 Modelo estratégico de terapia, 45, en la separación y el divorcio, 161 uéase también Niños
L VI-STR.Auss, C., 377 173, 248, 388 Nifi.011: Pensamiento operacional concreto,
Liberación, 183,209 y soluciones rituales específicas, y ambiente familiar alcohólico, 170-171
en el ritual terapéutico, 123 188 271-272; nacidos después de una Pensamiento preoperadonal,170
Localización: Modelo estructural de terapia, 45, pérdida familiar, 93; ritualea fami- y causalidad,. 186
importancia para el ritual, 118-119 173, 248, 388 liares con, 287; lógica de los, 168- Pérdida:
Lógica: invariante estructural, 409 171; rituales mágicos con, 166-189; y celebración, 106-109; en rituales
de los niños, 168-171; y sugestión Modelo estructural de terapia fami­ en el nuevo matrimonio, 328-329; infantiles, 171; y expectativaa de
hipnótica., 168 liar de Minuchin, 45 con obsesiones, 183; pérdida poste­ los niños, 94; del primer matrimo­
LUCia-tURST, P., 31 O Modelo recursivo de intervención, rior a la crian:r.a, 379; problemas nio, 329; duelo a través del ritual
299,300 de, 173-174; reacción ante el nuevo de celebración, 220, 226; y abando­
Modelo sistémico de terapia, 209, matrimonio, 337¡ pensamiento de no ritual, 106, 164; en la separa­
MADANES, C., 368 248,313n,388 los, 188 ción y el divorcio, 161; y traniricio­
Magía contagiosa, 171-172 y terapia sexual, 295-314; uso ri­ Nueva Guinea: nes, 202, 207
definición, 187 tual en el, 301-314; véase también rit.os de iniciación masculina, 374- Perdón:
Magía imitativa: Grupo de Milán 375 en la terapia de parejas, 150-153
definición, 187; en rituales, 171- MooRE, Sally F., 28, 69n Nuevo matrimonio, 318-319 Pertenencia:
172; uéase también Niños; Ritual MoRGAN, A., 328 e identidad familiar, 319; mito de de la familia, 287,318
mágico MoRlN, E., 409 recreación, 329; ceremonia de bo­ PlAGET, Jean, 169
MAsTERS, W. H., 296, 313n Motivos: da, 326-330 Poder:
Matrimonio: rituales, 73-112; y miembros de la y autoridad, 376-377; y menstrua­
eomo intercambio de regalos, 377; familia adoptados, 245-264; en la ción, 383; y dinero, 378
como rito de pasaje, 379; aconteci­ terapia de parejas, 143-165; crea­ Objeto transicional, 186 Polarización sexual:
miento de transformación, 326-330 ción de, 69; pautas de diseño, 113- en el ritual mágico, 179; uso ritual y predominio del varón, 375
McMAI-rus, J., 43 139; liberación, 123; en la separa­ del, 171 I'RATA, G., 25
MEAD, Margaret, 374, 380 ción y el divorcio, 161; y t.era.pia se­ Obsesiones, 180-183 uéase también Grupo de Milé.n
Menarc:a, 390 xual, 311-313; sintomáticos, 193; Opresión política.: Predominio del varón, 375-381
uéase tambü.n menstruación utilización de las diferencias, 124; y rituales, 407-427; efecto sobre los y las festividades norteamerica­
Menopausia, 400 comparados con el ritual religioso, t.erapeutaa, 426-427 nas, 388; control del alumbramien­
Menstruación, 381-383 134 Orden: to, 378; y la esfera pública, 380; y
Metarreglas: Movimiento Lubavikher, en el ritual, 29 ritos de purificación de las maje­
1 respuesta a la pérdida, 409 véase también Jasidismo ÜRNSTEIN, R., 44 res, 381; en las profesiones médi­
MEYERHOFF, B. G., 28, 69n cas, 377

454 455

Preparativos: RrcH, A., 377


interrumpido, 400, 432; manteni­ la terapia de parejas, 150-154; li­
como ritual en sí, 229 RIETJENS, Karine, 165n
miento del -y alcoholismo, trans­ beración, 123; con niños obsesivos,
Prescripción del síntoma: Rito de pasaje, 90, 266, 359, 421-423
misión, 269, 270, 290; modificación 182-183; en los rituales de separa­
y ritual mágico, 183 bar mitzvah, 229; y pertenencia fa.
del, 291-292; motivos en el, 73-112; ción y divorcio, 162
Presentación evocativa: miliar, 318; y género (sexo), 374; y
nacional, 400; Navidad, 39, 58, Ritual de identidad, 32, 76, 90 97, 111
en el ritual, 29 poder, 374; en familias de nueva:
119, 146-147, 161, 266; negociación celebración de cumpleaños, 91; li­
Presunción: formación, 340-342; y rituales,
de creencias, 97-104; objetivo del, beración, 123; en la redefinición de
y sugestión hipnótica, 168 192; y familia adoptiva, 326-330;
173-174; para contener las emocio­ la identidad, 362; en rituales de
Prevención: transmisión de tradiciones, 368;
nes, 39-41; para el terapeuta, 426; separación y divorcio, 162; y proce­
por medio del ritual, 447 para mujeres, 379-380
para judíos jasídicos, 218-221; pa­ so terapéutico, 91-97; transmisión
Primer matrimonio, 328, 329 Ritos de iniciación:
ra redocumentar la historia psi­ de tradiciones, 368
Profesión médica: y género (sexo), 374; y poder, 374;
quiátrica, 347-371; perpetuación Ritual de infortunios, 410
predominio del varón en la, 377 y rol social, 374-379
de creencias compartidas, 266; po- véaJJe también Ritual de curación
Progenitor que bebe en exceso: Ritos de purificación, 381-383
!><!ase también Predominio del va­
der de tra.rnrl'orma..ción, 234, 326- Ritual de los días pares/días impares,
y subsunción, 286
,ón 330; recientemente desarrollado, 64, 11111, 124, 196, 246, 249, 339;
Prohibición: 408-409; reinsta1ación del, 291; re­
Ritual: separación y divorcio, 160;·en la te­
de soluciones ineficaces, 186
orientación del, 291; ruptura del, rapia sexual, 312; vé<Uie también
abandono del, 165; abierto, 27-28,
267, 333; seculw-, 28; separación y Grupo de Milán
116, 117, 118, 124, 228, 359-360;
divorcio, 159-165; símbolos en el, Ritual de nominación, 431-432
RAPPAPORT, R. A., 29 adaptación del, 433; ausencia para
mujeres, 379-380; bar mitzvah, 114-116; sintomático, 61-62, 193; Ritual de pensamiento/sentimiento
Razonamiento sincrético, 170
218-221; celebración, 104-111; cele­ técnicwi del, 122-133; tipología. del, en la terapia aex.ual, 312
Reagregación, 65-67
braciones pUblicas, 376; cena, 266, 50-58, 67-68, 432; transiciones del Ritual de pertenencia, 77-80, 111
en el ritual, 30
ciclo vita1, 206; tres etapas, 30; uso en el proceso de adopción, 246; sig­
Reconciliación: 272,286,287,336,337; ceremonia
de la carta ll!n el, 254-260; uso den­ nificado de la pertenencia familiar,
por medio del ritual de curación, para culminar acontecimientos,
tro de la sesión, 119-122; va.do, 28, 262; por medio de la carta ritual,
88-89 368-369; cerrado, 27-28, 116-118,
50, 54-55, 68, 287, 432; validez del, 257; en los rituales de separación y
Red social: 228, 360; cocreado, 447; como
171; y aprendices, 431-446; y coor­ divorcio, 161-162
apego a famílías alcohólícaa, 279 "práctica\ 369; como agente de
dinación social, 41; y estructura Ritual de prescripción invariante,
Redacción de informes: cambio, 388-405; como mecanismo
social, 39; y género (sexo), 372-406; 188,239n
como ritual, 366 de sociali11ación, 374; con parejas
y mujeres, 372-406 (en la terapia Ritual dentro de la. sesión, 119-122
Regalos: homosexuales, 158-159; construc­
familiar, 384-388); y objetos tmns:i­ Ritual doméstico, 378
en la celebración, 109; en el ritual ción del, 290; creación del, 158;
cionales, 171, 179, 186; y opresión Ritual fuera de la sesión, 122
terapéutico, 109 cultural, 49; curación, 410-412; de
política, 407-428; y preparativos, uso del, 358-362
Reintegración: identidad, 32, 362; de vida fami­ Ritual funerario, 266
229; y tarea, 31, 33; y terapia, 30,
en el ritual, 30 liar, 58-62; definición del, 25-72,
49-69; y transición, 37, 42, 210, y SIDA, 159; y rituales femeninos,
RBIS.S, David, 265 167-169, 318-320; definición fun­
410, 421-435 379-380
Religiosidad, 275 cional del, 30-31; desarrollo y mi­
Ritual abierto, 27-28, 116 118, 126, Ritual interrumpido, 50, 55-57, 68
Repetición: gración, 70n; diseño de_l, 193-194; e
228,359 véase también. Ruptura
y pensamiento mágico, 171; en el inversión de roles, 358-362; ejecu­ Ritual mágico, 166-189
Ritual cerrado, 27, 116-118, 124,228,
ritual, 29; en el ritual terapéutico, ción única del, 69n; en familias al­ contexto del, 183; y pensamiento
359
134-136 cohólicas, 265-294; en familias ba- Ritual contextual: preoperacional, 170-171
Reproducción: jo opresión política., 407-412; en la Ritual nacional, 400
en la terapia sexual, 312
rituales de, 376, 377 familia de origen. 432-434; en la Ritual de acción, en la. terapia sexual, Ritual público:
Resentimiento: redacción de informes, 103, 366; en
3!2 predominio del varón en el, 376,
y ritual decuración, 154 la terapia de parejas, 150; espontá­ 379, 404-405
Ritual de congela.miento, 156-158
Re.sis/anee and the. 'New' Epistemo­ neo, 411; funciones del, 34-49; in­ Ritual religioso:
Ritual de curación, 76, 81"89, 111,
logy {Luckhurst), 310 fluencia del progenitor que bebe, celebraciones, 287; en la separa-
172
Reuniones familiares, 266 282; interpretación del, 384-388;
en el proceso de adopción, 246; en

456 457
ción y el divorcio, 161; y ritual ­ Roles: SIDA: Terapia familiar:
rapéuti.co, 134 confusión de, 222-225; e identidad y ritual funerario, 159 función del ritual en la, 45; moti­
Ritual secular, 28 genérica, 373; inversión jentrqui­ Símbolos, 114-116, 168,310, 434-437 vos rituales en la, 73-112
Ritual vado, 28, 50, 54, 68, 28 ca, 173-177; de los varones cszado­ en las aeciones, 122-133; en la ce­ Terapia sexual, 295-314
Rituales ootidianos: res, 69n; e identidad, 94, 373; y ri­ lebración de las festividades norte­ Terapias sexuales directivas:
y familias adoptivas, 334-340 tos de iniciación, 374-375; investi­ americanas, 387; trinchar la carne, y nfoque sistémico, 298
Rituales culturales, 49, 91 gador como invitado, 209-242; in­ 69n; rito de pasaje concretizador, TorrOrismo, 407-408
llitUH.!es de celebración, 77, 104-111, versión de, 358-362; de la familia 239n; en rituales fe.miliares, 288; y pérdida traumática, 409; efeeto
267 adoptiva, 316; terapenta como en el in reambio de regalos, 127- en los rapeutas, 426-428; dentro
el proceso de adopción, 246; de la agente de cambio, 298-299; tera­ 128, 369; en familias de alta ritua­ de la estru.ctura fam.iliBJ", 411-412
vida familiar, 57-58; diferencias se­ peuta como agente de viajes, 148- lización, .284; :rol del varón como 'lla)MpsoN, R. F., 44
xuales en, 69n; y pérdida, 106-109; 150 cazador, 69n; significado de los, 44; Tipología:
pa:ra marcar finales de aconteci­ ROLI..AND, John, 98 y rutinas estructurada.a, 266-267; de los rituales, 50, 432; y proceso
mientos, 110; en rituales de sepa­ RoosEVELT, Eleanor, 380 en el ritual, 36; zapatos, 69n; como te.rapéutieo, 67-68
ración y divorcio, 161; en terapia RosALOO, M. A, 378 unidad del ritual, 28-29 Títulos profesionales:
sexual, 313 Rótulos, 362 Sis ma deadvertencia muy tempra• y predominio del varón, 381
llituales de negociación de creencias, RUBIN, G., 377 na (SAMT), 358, 359, 362 TOMM, Karl, 62, llln, 210
76, 97-103, 111,124 Ruptura: SPANIER, G. B., 321 'Tortura, 410
en el proceso de adopción, 246 del ritual familiar, 267, 272-274, Subsunción: Tr8.dieiones:
Rituales de reparación, 403 334; véase también Interrupción del ritual por el abuso del a.kohol, en familias de segundas nupcias,
Rituales del ciclo vital, 58-61, 143 delritual 269,286 339-340; rituales de, 58; y ritual de
implicaciones del ba:r mitzvah, Rutinas Familiares estructuradaa, Sngestión hipnótica, 186 ejecución especifica, 69n; en fami­
237; en la separación y el divorcio, 266-267, 319-320 aspecto del ritual, 168; implícita, lias. adoptivas, 339-340
162; y transiciones, 207 Rutinas para irse a donn:ir: 184 Tradiciones familiares, 266
Rituales estacionales: ritual familiar, 266; ritual de cuen­ Supercision, 383 y deliberación, 318-319; en fami­
en la separación y el divorcio, 161 tos, 287 lias con nuevo matrimonio, 339-
Rituales fam.ilia:rea: 340; rituale11 de, 58-59; en familias
evaluación de los, 51-58, 265-294; TALEN, M. R., 246 adoptivas, 339-340
nivel de ritualización, 280-282; ce­ SANTANA, Edison, 70n Tarea: Transformación:
na del domingo, 167; tres grupos SATIR, Virginia, 380 comparada eon el ritual, 31, 33 en el bar mitzvah, 234; la boda en
de, 265-267 ScHWARTZ, Pepper, 378 Teoría cibernética de segundo orden, segundas nupcias, 326-330
Rituales normativos, 111 Seder, 58,397 313n; vfuse también Grupo de Mi- Transición:
su ausencia en la adopción, 245; en Self-Starvation: Frorn tlu lntrapsy­ lán y ritual, 37, 42, 210, 421-422; ri­
la terapia de parejas, 143-165; y chie to the Transpersonal Ap­ 'Thoría del ecosist.ema, 313n tual de infortunio, 41O; y rituales
opresión política., 408; en la sepa­ proach (Selvini Pala..zzoli), 25-2"­ véase tambifo Grupo de Milán rapéuticos, 206; en programas de
ración y el divorcio, 161 SELVINI PALAZZOLI, Mara, 25-26, 113, Terapeuta: formación, 438-440
Ritualizaeión: 188, 239n, 312, 313n, 388; véase su rol como agent.e de cambio, 298- Transiciones en la mediana edad,
nivel de, 280-284, 289 también Grnpo de Milán 299; posición del, 121; su rol como 190-191
Ritualización distorsionada, 50, 53- Separación: agen deviajes, 148-150; su tra­ Tratamiento psiquiátrico:
54,68 proceso ritua.i de, 210-419; y ritua­ bajo bajo opresión .sociopolftica ex­ uso del ritual para redocumenta.r
Ritualización rígida, 50, 52, 68,433 les, 159-165 trema, 426-427 la historia personal, 347-371
Ritmr.ls in Psychotherapy: '.n-ansition Sexo: Terapia: Trinchar la came:
and Continuity (van der Hart), 27 compBTado con el género, 372-373; como rito familiar de pasaje, 238n; simbolismo de, 69n
ROEERTS, Janine, 113, 129 definición, 305-306 proceso y ritual, 49-50, 350; eomo TUl.F.l'A, Tad, 69n
ROCKWELL, Norman, 445 Sexualidad: ritual, 62-67; tipología de los ritua­ TuRNEa, Víctor, 29
Rol del varón: y afecto, 307-308; y expectativas, les, 67-68
como cazador, 69n 295,297; y ejecución, 312; y poder, Terapia de ordalía. 183
383; ritual, 312 Terapia de parejas, 143-165

458 459
Vacaciones, 443 Visitantes:
como ritual fa.miliar, 272; como ri­ como ritual fa.miliar, 272
tual, 146--147
Vacaciones de verano, 266 WAEHBURN, P., 382
Validez: WAXLER, NE., 348, 368
del ritual, 171 WESTOFF, L. A, 329
Valores: WHinNG, Richard (Dick), 59, 63, lln,
e identidad familiar, 338-339 440,445
VAN DER liART, 0., 27-28, 113,114 Wu.soN, M., 41O
VAN GENNEP, A, 30,327,359,423 WJSE, Tom, 431
Vati<:ano n, 98 WOLF, Don na, 111 n
Vínculos masculinos: WOLIN, S. J., 50, 317-320,447
a través del baJ' mitzvah, 233
Violencia: Zap.atos:
dentro de la estructura familiar, simbolismo de los, 69n
411-412 Zll.BERGELD, B., 307

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