El aislamiento de micobacterias a partir del cultivo de muestras clínicas continúa siendo
fundamental para el diagnóstico específico de las infecciones por estos microorganismos. El cultivo ha demostrado ser más sensible (101-102 bacterias viables/ml) que el examen microscópico. Además, el aislamiento del agente causal permite la identificación de la especie, los posteriores estudios de sensibilidad frente a los antimicrobianos, así como la monitorización del tratamiento y curación del paciente. Existen medios selectivos con diversos antibióticos para prevenir el crecimiento de la flora bacteriana o fúngica acompañante. Las micobacterias suelen ser bastante exigentes y requirieren medios ricos y frescos. Aunque los medios no selectivos no contienen antibióticos, poseen algunas sustancias inhibidoras para el control de bacterias contaminantes, como son los colorantes de anilina (verde de malaquita o cristal violeta). Su concentración suele ser crucial para mantener el equilibrio entre la recuperación micobacteriana deseada y la posible contaminación a partir de las muestras de territorios no estériles. Si la concentración es muy elevada puede llegar a afectar seriamente el crecimiento micobacteriano. En general, para el aislamiento primario a partir de muestras clínicas se prefieren medios no selectivos, líquidos y, a ser posible, la combinación de uno líquido y uno sólido. Principales medios de cultivo de las Mycobacterium tuberculosis Mycobacterium tuberculosis es una bacteria aerobia estricta patógena responsable de la mayor cantidad de casos de tuberculosis en el mundo. Los más comúnmente usados son los que utilizan como base huevo coagulado, como el Löwenstein-Jensen y el de Coletsos. Este último facilita el crecimiento de cepas disgónicas de M. tuberculosis. También se puede utilizar medios con base de agar (Middlebrook 7H10, 7H11). Si se dispone de estufas con atmósfera de 5-10% de CO 2, es conveniente mantener los tubos al menos 5-7 días (esto es importante en los medios con agar). Los tubos deben leerse, al menos una vez por semana, aunque es deseable realizar 2 lecturas semanales. Una ventaja de estos medios es que permiten apreciar la morfología colonial, por lo que se puede observar características de la colonia (rugosidad, pigmentación, etc.) que son ya datos orientativos para su posterior identificación10. En el medio de Löwenstein-Jensen las colonias de M. tuberculosis empiezan a observarse a las 2-3 semanas de incubación. La mayor desventaja de estos medios es la lentitud de crecimiento de las micobacterias, por lo que en los últimos años han tenido un gran desarrollo los medios líquidos. Una de las características importantes del medio de cultivo Lowenstein Jensen es que contiene verde de malaquita que inhibe gran parte de la flora acompañante. Löwenstein Jensen que se caracteriza por tener un color verde opaco y pálido, es especialmente práctico para el aislamiento, cultivo y diferenciación de micobacterias, pero no solo de las del complejo tuberculoso sino también de otras como: Mycobacterium avium, Mycobacterium gordonae y Mycobacterium bovis. También se utiliza el medio Ogawa. Para que el desarrollo de la bacteria sea visible macroscópicamente, sobre el medio de cultivo se requieren por lo menos 15 días, y hasta ocho semanas de incubación. Se debe incubar un promedio de 30 días. Sus colonias son de color blanco cremoso, esféricas, secas, rugosas, opacas, polimorfas y de dimensiones variables. Principales medios de cultivo de las Mycobacterium leprae Mycobacterium leprae aún no ha podido ser cultivada en medios sin células. Los medios de cultivo pueden ser sólidos o líquidos, dependiendo de su uso. Los medios sólidos pueden ser en base de agar o en base de huevos (Lowenstein-Jensen), siendo este último el más usado.