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Michael Faraday

(Newington, Gran Bretaña, 1791 - Londres, 1867) Científico británico, uno


de los físicos más destacados del siglo XIX. Michael Faraday nació en el seno
de una familia humilde y recibió una educación básica. A temprana edad tuvo
que empezar a trabajar, primero como repartidor de periódicos, y a los
catorce años en una librería, donde tuvo la oportunidad de leer algunos
artículos científicos que lo impulsaron a realizar sus primeros experimentos.

Michael Faraday

Tras asistir a algunas conferencias sobre química impartidas por sir Humphry
Davy en la Royal Institution, Faraday le pidió que lo aceptara como asistente
en su laboratorio. Cuando uno de sus ayudantes dejó el puesto, Davy se lo
ofreció a Faraday. Pronto se destacó en el campo de la química, con
descubrimientos como el benceno y las primeras reacciones de sustitución
orgánica conocidas, en las que obtuvo compuestos clorados de cadena
carbonada a partir de etileno.
En esa época, el científico danés Hans Christian Oersted descubrió los campos
magnéticos generados por corrientes eléctricas. Basándose en estos
experimentos, Faraday logró desarrollar el primer motor eléctrico conocido.
En 1831 colaboró con Charles Wheatstone e investigó sobre fenómenos de
inducción electromagnética. Observó que un imán en movimiento a través
de una bobina induce en ella una corriente eléctrica, lo cual le permitió
describir matemáticamente la ley que rige la producción de electricidad por
un imán.

Realizó además varios experimentos electroquímicos que le permitieron


relacionar de forma directa materia con electricidad. Tras observar cómo se
depositan las sales presentes en una cuba electrolítica al pasar una corriente
eléctrica a su través, determinó que la cantidad de sustancia depositada es
directamente proporcional a la cantidad de corriente circulante, y que, para
una cantidad de corriente dada, los distintos pesos de sustancias depositadas
están relacionados con sus respectivos equivalentes químicos.

Los descubrimientos de Faraday fueron determinantes en el avance que


pronto iban a experimentar los estudios sobre el electromagnetismo.
Posteriores aportaciones que resultaron definitivas para el desarrollo de la
física, como es el caso de la teoría del campo electromagnético introducida
por James Clerk Maxwell, se fundamentaron en la labor pionera que había
llevado a cabo Michael Faraday.

Alessandro Volta
(Como, actual Italia, 1745 - id., 1827) Físico italiano que inventó la primera
pila eléctrica generadora de corriente continua. Desde joven mostró una gran
afición al estudio de los fenómenos naturales. Recibió su primera formación
en el colegio de jesuitas de su localidad natal, y, en oposición a sus padres,
quienes le querían abogado, y a los maestros, que pretendían llevarle al
estado religioso, abandonó los estudios regulares y emprendió por su cuenta
el cultivo de la física.
Alessandro Volta

A los dieciocho años mantenía ya correspondencia con los principales


electrólogos europeos. De 1765 a 1769, con la ayuda de su amigo Guilio
Cesare Gattoni, sacerdote, se dedicó particularmente al estudio de los
fenómenos eléctricos, que interpretó de manera muy personal. En 1767
escribió acerca de algunas observaciones e ideas sobre la electricidad a
Giovan Battista Beccaria, profesor de Turín, quien no las aprobó. Volta le
replicó entonces con su primer texto impreso, De vi attractiva ignis electrici ac
phaenomenis inde pendentibus, que cabe considerar el germen de toda la doctrina
eléctrica de Alessandro Volta.

En 1775, su interés por la electricidad le llevó a inventar un artefacto


conocido como electróforo, empleado para generar electricidad estática. Un
año antes había sido nombrado profesor de física del Colegio Real de Como.
En 1778 identificó y aisló el gas metano, y al año siguiente pasó a ocupar la
cátedra de física de la Universidad de Pavía.

En 1780, un amigo de Volta, Luigi Galvani, observó que el contacto de dos


metales diferentes con el músculo de una rana originaba la aparición de
corriente eléctrica. Volta llevó a cabo diversos experimentos acerca de los
fenómenos comprobados por Galvani, y tras su entusiasmo inicial, empezó a
dudar de ellos y a considerarlos efecto de una excitación provocada en los
nervios por la electricidad común. En 1794, Volta comenzó a experimentar
con metales únicamente, y llegó a la conclusión de que el tejido animal no
era necesario para producir corriente. Este hallazgo suscitó una fuerte
controversia entre los partidarios de la electricidad animal y los defensores
de la electricidad metálica.

Hacia 1796-97, con el empleo de sus electroscopios y de su condensador,


Alessandro Volta comprobó experimentalmente la existencia de un
desequilibrio eléctrico, que llamó "tensión", entre dos metales distintos
cualesquiera. Este descubrimiento fundamental le indujo a tratar de
conseguir la multiplicación de tales desequilibrios mediante oportunas
cadenas de conductores en contacto.

En el curso de las investigaciones que llevó a cabo por espacio de tres años
pudo comprobar una serie de propiedades que le permitieron la construcción
de la primera pila eléctrica. La demostración, realizada en 1800, del
funcionamiento de la primera pila eléctrica puso fin a las anteriores
controversias y certificó la victoria del bando favorable a las tesis de Volta;
un verdadero triunfo, que, sin embargo, no alteró la bondadosa serenidad
del ilustre científico.

Un año más tarde, Alessandro Volta efectuó ante Napoleón una nueva
demostración de su generador de corriente. Impresionado, el emperador
francés nombró a Volta conde y senador del reino de Lombardía. El
emperador de Austria, por su parte, lo designó director de la facultad de
filosofía de la Universidad de Padua en 1815. Descubierta la pila, toda la
actividad de Volta se orientó hacia el estudio de sus propiedades
estrictamente eléctricas, como la intensidad y la conductividad, campo en el
que realizó ya algunos importantes avances y anticipó otros.

Hombre excepcional por cultura, amplitud de juicio, vigor de ingenio, fuerza


dialéctica, habilidad experimental, rectitud moral y fe religiosa, el sabio
falleció admirado y llorado por todo el mundo de la ciencia, y legó a la
posteridad el claro ejemplo de su vida y el gran beneficio de su obra. La
unidad de fuerza electromotriz del Sistema Internacional lleva el nombre de
voltio en su honor desde el año 1881.

Nikola Tesla
(Smiljan, actual Croacia, 1856 - Nueva York, 1943) Físico estadounidense de
origen serbio. Estudió en las universidades de Graz (Austria) y Praga.
Después de haber trabajado en varias industrias eléctricas en París y en
Budapest, se trasladó a Estados Unidos (1884), donde trabajó a las órdenes
de Thomas A. Edison, entonces partidario de la corriente eléctrica continua.

Nikola Tesla

Las incesantes disputas con Edison forzaron su abandono de la compañía y


su asociación con George Westinghouse, quien compró las patentes de su motor
y de un transformador que facilitaba la distribución de este tipo de corriente
hacia los usuarios finales. Ambos ganaron la batalla de la distribución de la
energía, pues el transporte de corriente alterna es más barato y sencillo que
el de continua. En 1893 su sistema fue adoptado por la central hidroeléctrica
situada en las cataratas del Niágara.
Tesla fundó en Nueva York un laboratorio de investigaciones electrotécnicas,
donde descubrió el principio del campo magnético rotatorio y los sistemas
polifásicos de corriente alterna. Creó el primer motor eléctrico de inducción
de corriente alterna y otros muchos ingenios eléctricos como el llamado
montaje Tesla, un transformador de radiofrecuencia en el que primario y
secundario están sintonizados, de utilidad a la hora de preseleccionar la
entrada de un receptor radioeléctrico. Predijo la posibilidad de realizar
comunicaciones inalámbricas con antelación a los estudios llevados a cabo
por Marconi, y en su honor se denomina tesla a la unidad de medida de la
intensidad del flujo magnético en el sistema internacional.

Sus invenciones y patentes se sucedieron con cierta rapidez. En 1887, y


como consecuencia del descubrimiento llevado a cabo por John Hopkinson
en 1880, según el cual tres corrientes alternas y desfasadas entre sí pueden
ser trasladadas de manera más sencilla que una corriente alterna normal,
Tesla inventó el motor de inducción de corriente trifásica.

En ese motor las tres fases actúan sobre el inducido de forma que se logra
que éste gire al generarse un campo magnético rotatorio. No obstante, el
rotor se movía con un cierto retraso respecto a la frecuencia de la corriente.
Basándose en este invento, el sueco Ernst Danielson creó en 1902 el motor
sincrónico, en el que sustituyó el material del inducido, que no era magnético,
por un imán permanente o electroimán, lo que le permitió conseguir un motor
que rotaba con un número de revoluciones por minuto igual a las de la
frecuencia de la corriente.

En 1891 Tesla inventó la bobina que lleva su nombre, que consiste en un


trasformador que consta de un núcleo de aire y con espirales primaria y
secundaria en resonancia paralela. Con esta bobina fue capaz de crear un
campo de alta tensión y alta frecuencia. Dos años después descubrió el
fenómeno de carácter ondulatorio denominado "luz de Tesla" en las
corrientes alternas de alta tensión y alta frecuencia; mediante el estudio de
estas corrientes, observó que las lámparas de incandescencia de un único
polo emiten luz cuando se las aproxima a un conductor por el que pasa
corriente eléctrica, y que los tubos de vidrio vacíos brillan aunque carezcan
de electrodo si se les conecta por uno de sus extremos y se aproxima el otro
a un conductor por el que fluye corriente de alta frecuencia. También se
percató de que el cuerpo humano es capaz de conducir estas corrientes de
alta frecuencia sin experimentar daño alguno.

André-Marie Ampère
(Lyon, 1775 - Marsella, 1836) Físico francés. Fundador de la actual disciplina
de la física conocida como electromagnetismo, ya en su más pronta juventud
destacó como prodigio; a los doce años estaba familiarizado, de forma
autodidacta, con todas las matemáticas conocidas en su tiempo.
A. M. Ampère

En 1801 ejerció como profesor de física y química en Bourg-en-Bresse, y


posteriormente en París, en la École Centrale. Impresionado por su
talento, Napoleón lo promocionó al cargo de inspector general del nuevo
sistema universitario francés, puesto que desempeñó hasta el final de sus
días.
El talento de Ampère no residió tanto en su capacidad como experimentador
metódico como en sus brillantes momentos de inspiración: en 1820, el físico
danés Hans Christian Oersted experimentó las desviaciones en la orientación
que sufre una aguja imantada cercana a un conductor de corriente eléctrica,
hecho que de modo inmediato sugirió la interacción entre electricidad y
magnetismo; en sólo una semana, Ampère fue capaz de elaborar una amplia
base teórica para explicar este nuevo fenómeno.
Esta línea de trabajo le llevó a formular una ley empírica del
electromagnetismo, conocida como ley de Ampère (1825), que describe
matemáticamente la fuerza magnética existente entre dos corrientes
eléctricas. Algunas de sus investigaciones más importantes quedaron
recogidas en su Colección de observaciones sobre electrodinámica (1822) y su Teoría
de los fenómenos electromagnéticos (1826).

Su desarrollo matemático de la teoría electromagnética no sólo sirvió para


explicar hechos conocidos con anterioridad, sino también para predecir
nuevos fenómenos todavía no descritos en aquella época. No sólo teorizó
sobre los efectos macroscópicos del electromagnetismo, sino que además
intentó construir un modelo microscópico que explicara toda la
fenomenología electromagnética, basándose en la teoría de que el
magnetismo es debido al movimiento de cargas en la materia (adelantándose
mucho a la posterior teoría electrónica de la materia).

Ampère fue asimismo el primer científico que sugirió cómo medir la corriente:
mediante la determinación de la desviación sufrida por un imán al paso de
una corriente eléctrica (anticipándose de este modo al galvanómetro). Su
vida, influida por la ejecución de su padre en la guillotina el año 1793 y por
la muerte de su primera esposa en 1803, estuvo teñida de constantes
altibajos, con momentos de entusiasmo y períodos de desasosiego. En su
honor, la unidad de intensidad de corriente en el Sistema Internacional de
Unidades lleva su nombre.

Georg Simon Ohm


(Erlangen, actual Alemania, 1789 - Munich, 1854) Físico alemán. Georg Ohm
descubrió la ley de la electricidad que lleva su nombre, según la cual la
intensidad de una corriente a través de un conductor es directamente
proporcional a la diferencia de potencial entre los extremos del conductor e
inversamente proporcional a la resistencia que dicho conductor opone al paso
de la corriente.

Georg Simon Ohm


Hijo de un herrero, alternó en los años de adolescencia el trabajo con los
estudios, en los que demostró preferencia por los de carácter científico. En
1803 empezó a asistir a la Universidad de Erlangen, donde hizo rápidos
progresos. Primero enseñó como maestro en Bamberg; pero en 1817 fue
nombrado profesor de matemáticas y física en el Instituto de Colonia.

Dedicado desde el principio a los estudios de galvanoelectricidad, en 1827


publicó aspectos más detallados de su ley en un artículo titulado Die
galvanische Kette, mathematisch bearbeitet (El circuito galvánico investigado
matemáticamente), que, paradójicamente, recibió una acogida tan fría que lo
impulsó a presentar la renuncia a su cargo en el colegio jesuita. Finalmente,
en 1833 aceptó una plaza en la Escuela Politécnica de Nuremberg.

Posteriormente su labor comenzó a ser justamente valorada. En 1844,


Claude Pouillet resaltó la importancia de sus intuiciones y al año siguiente
Ohm recibía la medalla Copley de la Royal Society de Londres. En 1849 se le
confería la cátedra de Física de Munich, donde fue también asesor de la
administración de telégrafos. En honor a su labor, la unidad de resistencia
eléctrica del sistema internacional lleva su nombre (ohmio).

Heinrich Rudolf Hertz


(Hamburgo, 1857 - Bonn, 1894) Físico alemán que descubrió la propagación
de las ondas electromagnéticas en el espacio y estudió la naturaleza y
propiedades de las mismas, sentando las bases que llevarían a Marconi a una
invención destinada a revolucionar las comunicaciones: la radio.
Heinrich Hertz

En 1887, en un célebre experimento, Hertz logró transmitir ondas


electromagnéticas entre un oscilador (antena emisora) y un resonador
(antena receptora), confirmando experimentalmente las teorías del físico
inglés James C. Maxwell sobre la identidad de características entre las ondas
luminosas y electromagnéticas. En su honor se denominan ondas
hertzianas o hercianas a las ondas electromagnéticas producidas por la
oscilación de la electricidad en un conductor, que se emplean en la radio;
también deriva de su nombre el hercio, unidad de frecuencia que equivale a
un ciclo por segundo y que se representa por la abreviatura Hz (y sus
múltiplos: kilohercio, megahercio y gigahercio).
Hertz siguió después investigando otros temas científicos, hasta elaborar
unos Principios de mecánica (que aparecieron después de su muerte, en 1894)
en los que desarrollaba toda la mecánica a partir del principio de mínima
acción, prescindiendo del concepto de fuerza.
Biografía
Hijo de un senador, Heinrich Rudolf Hertz empezó los estudios de ingeniería,
pero luego se inclinó por la física, que estudió en Munich y Berlín. En esta
última ciudad se graduó en 1880 y fue auxiliar de Hermann von Helmholtz. En
1883 era profesor libre en Kiel, donde comenzó a interesarse por la teoría
electromagnética de Maxwell. En 1885 marchó a Karlsruhe como profesor de
física del Politécnico; permaneció allí hasta 1889, y durante aquellos cuatro
años llevó a cabo las investigaciones que le valdrían la celebridad.
Algún tiempo antes, Helmholtz había llamado su atención respecto a un
premio que, desde 1879, ofrecía la Academia de Ciencias de Berlín a quien
hallase una confirmación experimental de la relación entre las acciones
electromagnéticas y la polarización de un dieléctrico; se trataba de demostrar
la existencia de las "ondas electromagnéticas", previstas y casi adivinadas
ya desde el año 1870 por James Maxwell, por medio del cálculo matemático.
Heinrich Hertz no mostró interés en un principio hacia aquel galardón, por
cuanto creía imposible la demostración de cualquier analogía entre tales
acciones. Sin embargo, los tiempos eran ya bastante maduros para permitir
que hombres geniales pudieran dar validez experimental a una teoría que
había de constituir una de las bases de la unidad física, y en esos mismos
años Hendrik Lorentz, en Holanda, intentaba formular una teoría aplicable a
tal clase de fenómenos.

Emisor y receptor de Hertz (1887)

Pero en Karlsruhe, donde pudo contar con los instrumentos adecuados,


Heinrich Hertz logró demostrar en 1887 la propagación de la acción
electromagnética en el espacio. Para ello se sirvió únicamente de unos hilos
metálicos encorvados en forma de anillo entre cuyos extremos se dejaba una
interrupción de apenas una fracción de milímetro. Cuando una de estas
anillas, adecuadamente orientada en el espacio y usada como estación
receptora, era invadida por una oleada de ondas electromagnéticas, las
variaciones del campo magnético conexas con el paso de aquellas ondas
generaban en el pequeño anillo corrientes inducidas de altísima frecuencia,
y entre los extremos del mismo anillo saltaban pequeñas chispas; tales
chispas revelaban el paso de las ondas electromagnéticas.

Hertz divulgó los resultados en el artículo Oscilaciones eléctricas muy rápidas,


publicado en los Wiedemann Annalen (1887). Continuando sus investigaciones
experimentales en los dos años siguientes, Hertz consiguió medir la longitud
de onda y la velocidad de propagación de las ondas electromagnéticas, y
halló para su velocidad un valor muy aproximado al previsto por Maxwell (es
decir, la velocidad de la luz: 300.000 kilómetros por segundo). Mostró que
estas ondas son "transversales", como las de la luz, y descubrió asimismo
que en las ondas electromagnéticas se daban también los fenómenos de
reflexión, refracción y polarización.
Con todo ello la teoría electromagnética de Maxwell, formulada dieciséis años
antes, encontró una confirmación experimental, y fue posible establecer la
naturaleza electromagnética de la luz. Hertz hizo públicas estas
investigaciones en una memoria científica y en una conferencia pronunciada
en 1889 ante la sociedad alemana para el progreso de las ciencias naturales
y de la medicina, en Heidelberg. En Bonn, adonde había sido llamado ese
mismo año para suceder a Rudolf Clausius en la cátedra de física de la
Universidad, Hertz prosiguió sus experiencias, y se ocupó de las descargas
eléctricas en los gases.
El conjunto de los escritos de Heinrich Hertz se reunió en Gesammelte
Werke (1894-1895), obra que consta de tres volúmenes: Schriften vermischten
Inhalt, Untersuchung der elektrischen Kraft y Die Principien der Mechanik. Los Principios
de la mecánica, en los cuales intentó dar una nueva forma a las leyes
fundamentales de esta ciencia, fueron su última labor, por cuanto Hertz, tras
una larga y dolorosa enfermedad, falleció cuando contaba sólo treinta y siete
años.
Hacia la radio
Hay que señalar que los rudimentarios instrumentos que empleó Hertz en
sus experimentos no son en absoluto comparables a las perfectas estaciones
radioemisoras o receptoras de nuestros días. Pero ya en 1894, los trabajos
de Hertz llamaron la atención de Guglielmo Marconi, un joven físico italiano de
veinte años que comenzó a diseñar y construir, como en los experimentos
de Hertz, emisores de ondas y dispositivos para detectarlas.
Marconi perfeccionó pacientemente sus instrumentos, y la distancia de sus
transmisiones fue aumentando sin cesar: al principio la medía en
centímetros, luego en metros y después en kilómetros, hasta que en 1901
envió una señal en código Morse desde Inglaterra hasta Terranova, hito que
marca el nacimiento efectivo de la radiotelegrafía sin hilos. La verdadera
expansión de la radio como medio de comunicación, sin embargo, vendría de
manos del químico Reginald Fessenden, ayudante de Edison. En lugar de
pulsaciones de Morse, Fessenden tuvo la idea de enviar una señal continua,
modulándola según las ondas sonoras, y haciendo con ello posible la
transmisión de voz y música; en diciembre de 1906 emitió su primer
programa radiofónico.
James Prescott Joule
(Salford, Reino Unido, 1818 - Sale, id., 1889). Físico británico a quien se le
debe la teoría mecánica del calor, y en cuyo honor la unidad de la energía en
el sistema internacional recibe el nombre de Julio.

James Prescott Joule

James Prescott Joule nació en el seno de una familia dedicada a la fabricación


de cervezas. De carácter tímido y humilde, recibió clases particulares en su
propio de hogar de física y matemáticas, siendo su profesor el químico
británico John Dalton; compaginaba estas clases con su actividad profesional,
trabajando junto a su padre en la destilería, la cual llegó a dirigir. Dalton le
alentó hacia la investigación científica y realizó sus primeros experimentos
en un laboratorio cercano a la fábrica de cervezas, formándose a la vez en la
Universidad de Manchester.
Joule estudió aspectos relacionados con el magnetismo, especialmente los
relativos a la imantación del hierro por la acción de corrientes eléctricas, que
le llevaron a la invención del motor eléctrico. Descubrió también el fenómeno
de magnetostricción, que aparece en los materiales ferromagnéticos, en los
que su longitud depende de su estado de magnetización.

Pero el área de investigación más fructífera de Joule es la relativa a las


distintas formas de energía: con sus experimentos verificó que al fluir una
corriente eléctrica a través de un conductor, éste experimenta un incremento
de temperatura; a partir de ahí dedujo que si la fuente de energía eléctrica
es una pila electroquímica, la energía habría de proceder de la transformación
llevada a cabo por las reacciones químicas, que la convertirían en energía
eléctrica, la cual se transformaría en calor. Si en el circuito se introduce un
nuevo elemento, el motor eléctrico, se origina energía mecánica. Ello le llevó
a la enunciación del principio de conservación de la energía, y aunque hubo
otros físicos de renombre que contribuyeron al establecimiento de este
principio (como Julius von Mayer, William Thomson y Hermann von Helmholtz),
fue Joule quien le proporcionó una mayor solidez.
En 1840 Joule publicó Producción de calor por la electricidad voltaica, en la que
estableció la ley que lleva su nombre y que afirma que el calor originado en
un conductor por el paso de la corriente eléctrica es proporcional al producto
de la resistencia del conductor por el cuadrado de la intensidad de corriente.
En 1843, después de numerosos experimentos, obtuvo el valor numérico del
equivalente mecánico del calor, que concluyó que era de 0,424 igual a una
caloría, lo que permitía la conversión de las unidades mecánicas y térmicas;
este es un valor muy similar al considerado actualmente como de 0,427. De
ese modo quedaba firmemente establecida la relación entre calor y trabajo,
ya avanzada por Benjamin Thompson de Rumford, que sirvió de piedra angular
para el posterior desarrollo de la termodinámica estadística. En estos
trabajos Joule se basaba en la ley de conservación de la energía, descubierta
en 1842.
A pesar de que en 1848 ya había publicado un artículo referente a la teoría
cinética de los gases, donde por primera vez se estimaba la velocidad de las
moléculas gaseosas, abandonó su linea de investigación y prefirió convertirse
en ayudante de William Thomson (Lord Kelvin), y, como fruto de esta
colaboración, se llegó al descubrimiento del efecto Joule-Thomson, según el
cual es posible enfriar un gas en expansión si se lleva a cabo el trabajo
necesario para separar las moléculas del gas. Ello posibilitó posteriormente
la licuefacción de los gases y llevó a la ley de la energía interna de un gas
perfecto, según la cual la energía interna de un gas perfecto es independiente
de su volumen y dependiente de la temperatura.
Charles Coulomb
(Angulema, Francia, 1736 - París, 1806) Físico francés. Su celebridad se basa
sobre todo en que enunció la ley física que lleva su nombre (ley de Coulomb),
que establece que la fuerza existente entre dos cargas eléctricas es
proporcional al producto de las cargas eléctricas e inversamente proporcional
al cuadrado de la distancia que las separa. Las fuerzas de Coulomb son unas
de las más importantes que intervienen en las reacciones atómicas.

Charles Coulomb

Después de pasar nueve años en las Indias Occidentales como ingeniero


militar, regresó a Francia con la salud maltrecha. Tras el estallido de la
Revolución Francesa (1789) se retiró a su pequeña propiedad en la localidad de
Blois, donde se consagró a la investigación científica. En 1802 fue nombrado
inspector de la enseñanza pública.
Influido por los trabajos del inglés Joseph Priestley (ley de Priestley) sobre la
repulsión entre cargas eléctricas del mismo signo, desarrolló un aparato de
medición de las fuerzas eléctricas involucradas en la ley de Priestley, y
publicó sus resultados entre 1785 y 1789. Estableció que las fuerzas
generadas entre polos magnéticos iguales u opuestos son inversamente
proporcionales al cuadrado de la distancia entre ellos, lo cual sirvió de base
para que, posteriormente, Simon-Denis Poisson elaborara la teoría
matemática que explica las fuerzas de tipo magnético.

También realizó investigaciones sobre las fuerzas de rozamiento, y sobre


molinos de viento, así como acerca de la elasticidad de los metales y las
fibras de seda. La unidad de carga eléctrica del Sistema Internacional lleva
el nombre de culombio (simbolizado C) en honor de este ilustre físico.

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