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Electromagnetismo

El electromagnetismo es la rama de la física que estudia y unifica los


fenómenos eléctricos y magnéticos en una sola teoría, describiendo la interacción
de partículas cargadas con campos eléctricos y magnéticos. El electromagnetismo
abarca diversos fenómenos del mundo real, como por ejemplo la luz siendo esta
un campo electromagnético oscilante que se irradia desde partículas cargadas
aceleradas.
Los principios del electromagnetismo encuentran aplicaciones en diversas
disciplinas afines, tales como las microondas, antenas, máquinas eléctricas,
dispositivos electrónicos, comunicaciones satelitales, plasmas, investigación
nuclear, fibra óptica, la compatibilidad electromagnéticas, la conversión de energía
electromecánica, la meteorología por radar, y la observación remota.
Los fundamentos de la teoría electromagnética fueron presentados por Michael
Faraday y formulados por primera vez de modo completo por James Clerk
Maxwell en 1865. La formulación consiste en cuatro ecuaciones
diferenciales vectoriales que relacionan el campo eléctrico, el campo magnético y
sus respectivas fuentes materiales, siendo estas la corriente eléctrica, la
polarización eléctrica y la polarización magnética, conocidas como ecuaciones de
Maxwell. El estudio del electromagnetismo se puede dividir en electrostática, que
estudia las interacciones entre cargas en reposo, y la electrodinámica, que estudia
las interacciones entre cargas en movimiento y la radiación.
El electromagnetismo es una teoría de campos, las explicaciones y predicciones
que provee se basan en magnitudes físicas vectoriales o tensoriales dependientes
de la posición en el espacio y del tiempo. Describe los fenómenos físicos
macroscópicos en los cuales intervienen cargas eléctricas en reposo y en
movimiento, usando para ello campos eléctricos y magnéticos y sus efectos sobre
las sustancias sólidas, líquidas y gaseosas.
La historia del electromagnetismo, considerada como el conocimiento y el uso
registrado de las fuerzas electromagnéticas, data de hace más de dos mil años. En
la antigüedad ya estaban familiarizados con los efectos de la electricidad
atmosférica, en particular del rayo ya que las tormentas son comunes en las
latitudes más meridionales, ya que también se conocía el fuego de San Telmo. Sin
embargo, se comprendía poco la electricidad y no eran capaces de producir estos
fenómenos.
A principios del siglo XIX, Hans Christian Ørsted encontró evidencia empírica de
que los fenómenos magnéticos y eléctricos estaban relacionados. De ahí es que los
trabajos de físicos como André-Marie Ampère, William Sturgeon, Joseph
Henry, Georg Simon Ohm y Michael Faraday son unificados por James Clerk
Maxwell en 1861 con un conjunto de ecuaciones que describían ambos fenómenos
como uno solo, como un fenómeno electromagnético.
Las ahora llamadas ecuaciones de Maxwell demostraban que los campos eléctricos
y los campos magnéticos eran manifestaciones de un solo campo electromagnético.
Además, describía la naturaleza ondulatoria de la luz, mostrándola como una onda
electromagnética. El éxito predictivo de la teoría de Maxwell y la búsqueda de una
interpretación coherente de sus implicaciones fue lo que llevó a Albert Einstein a
formular su teoría de la relatividad, apoyándose en algunos resultados previos
de Hendrik Antoon Lorentz y Henri Poincaré.
En la primera mitad del siglo XX, con el advenimiento de la mecánica cuántica, el
electromagnetismo tuvo que mejorar su formulación para que fuera coherente con
la nueva teoría. Esto se logró en la década de 1940 cuando se completó una teoría
cuántica electromagnética conocida como electrodinámica cuántica.
Uno de los científicos que proporcionó de los trabajos más importantes para
comprender el electromagnetismo fue Michael Faraday, científico británico que
estudió el electromagnetismo y la electroquímica, cuyos principales
descubrimientos incluyen la inducción electromagnética, el diamagnetismo y
la electrólisis.
A pesar de la escasa educación formal recibida, Faraday es uno de los científicos
más influyentes de la historia. Mediante su estudio del campo magnético alrededor
de un conductor por el que circula corriente continua, fijó las bases para el
desarrollo del concepto de campo electromagnético. Descubrió asimismo el
principio de inducción electromagnética, el diamagnetismo, las leyes de la
electrólisis e inventó algo que él llamó dispositivos de rotación electromagnética,
que fueron los precursores del actual motor eléctrico.
En 1821, poco después del descubrimiento del fenómeno electromagnético por
parte del físico y químico danés Hans Christian Ørsted, Davy y el científico
británico William Hyde Wollaston intentaron, sin éxito, diseñar un motor eléctrico.
Faraday, habiendo discutido el problema con los dos hombres, persistió y logró
construir dos dispositivos que producían, lo que él denominó, "rotación
electromagnética". Uno de ellos, conocido ahora como motor homopolar, producía
un movimiento circular continuo ocasionado por la fuerza magnética circular en
torno a un alambre que se extendía hasta un recipiente con mercurio que tenía un
imán en su interior; el alambre rota alrededor del imán cuando se le suministra una
corriente eléctrica desde una batería química. Estos experimentos e inventos
conformaron las bases de la tecnología electromagnética moderna.
Desde su primer descubrimiento en 1821, Faraday continuó su trabajo de
laboratorio, explorando las propiedades electromagnéticas de distintos materiales y
desarrollando la experiencia requerida. En 1824, diseñó un circuito para estudiar si
el campo magnético podía regular el flujo eléctrico de un cable adyacente, pero no
encontró tal relación. Durante los siguientes siete años, Faraday ocupó la mayor
parte de su tiempo perfeccionando la fórmula de un cristal con cualidades ópticas,
el borosilicato de plomo, el cual utilizaría en sus posteriores experimentos que lo
llevarían a relacionar el fenómeno electromagnético con la luz.
El gran descubrimiento de Faraday surgió cuando enrolló dos solenoides de
alambre alrededor de un aro de hierro, y encontró que cuando hacía pasar corriente
por un solenoide, en el otro solenoide se inducia temporalmente otra corriente. Este
fenómeno se conoce como inducción mutua. En experimentos posteriores, observó
que si hacía pasar un imán por el interior de una espira de alambre conductor,
circularía una corriente eléctrica por este alambre. La corriente también fluía si la
espira se movía sobre el imán en reposo. Sus demostraciones establecieron que un
campo magnético variable generaba un campo eléctrico; esta relación fue modelada
matemáticamente por James Clerk Maxwell como la Ley de Faraday, que
posteriormente se convertiría en una de las cuatro ecuaciones de Maxwell, y que a
su vez evolucionarían a un modelo más general conocido como teoría de campos.
Faraday usaría después los principios que había descubierto para construir
la dínamo eléctrica, antecesor de los actuales generadores y motores eléctricos.
En 1832, realizó una serie de experimentos para estudiar la naturaleza fundamental
de la electricidad. Faraday utilizó estática, baterías y electricidad animal para
producir el fenómeno de atracción eléctrica, electrólisis, magnetismo, etc. Concluyó
que, al contrario de la opinión científica de la época, la división entre varios tipos de
electricidad era irreal. En vez de eso, propuso que solo existe un tipo de electricidad,
y que unos valores variables de cantidad e intensidad (corriente y voltaje)
producirían diferentes grupos de fenómenos.
El electromagnetismo es uno de los pilares fundamentales de la física que ha tenido
un impacto profundo en la forma en que entendemos y utilizamos la energía en el
mundo moderno, uniendo dos conceptos que antes no se podían relacionar, la
electricidad y el magnetismo.
Los experimentos y teorías de Faraday no solo contribuyeron al entendimiento
fundamental del electromagnetismo, sino que también abrieron el camino para una
revolución tecnológica.
El legado de Faraday perdura en la tecnología moderna, desde la electricidad que
alimenta nuestros hogares hasta la tecnología que utilizamos diariamente, como
teléfonos móviles, computadoras y dispositivos médicos. Sus contribuciones nos
recuerdan la importancia de la curiosidad científica y la dedicación en la búsqueda
del conocimiento.

Referencias Bibliográficas:
1. Bruno Kolbe, Francis ed Legge, Joseph Skellon, tr., «An Introduction to
Electricity». Kegan Paul, Trench, Trübner, 1908. 429 páginas. página 391.
(cf., «[...] high poles covered with copper plates and with gilded tops were
erected 'to break the stones coming from on high'. J. Dümichen,
Baugeschichte des Dendera-Tempels, Strassburg, 1877»)
2. Urbanitzky, A. v., & Wormell, R. (1886). Electricity in the service of man: a
popular and practical treatise on the applications of electricity in modern life.
3. López Valverde, Rafael. «Historia del Electromagnetismo».
4. C.N.R. Rao (2000). Understanding Chemistry. p. 281. Universities Press,
2000
5. Faraday's initial induction lab work occurred in late November 1825. His work
was heavily influenced by the ongoing research of fellow European scientists
Ampere, Arago, and Oersted as indicated by his diary entries.
Cantor’s Michael Faraday: Sandemanian and Scientist (1991) pp. 235-244.
6. Van Valkenburgh (1995). "Basic Electricity". p. 4-91. Cengage Learning,
1995.

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