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La personalidad total, según la concebía Freud, está integrada por tres sistemas principales: el ello,
el yo y el superyó. El Id es la parte inconsciente que está presente desde el nacimiento incluye los
comportamientos primitivos e instintivos, se encarga de la descarga de cantidades de excitación
(energía o • tensión) el YO es el componente de la personalidad que se encarga de tratar con la
realidad, el YO se forma a través del ello, es el componente que se encarga de tratar con la
realidad, se asegura de que los impulsos del “ello” sean aceptados en el mundo real, el “Super YO”
contiene todos los estándares morales en cuanto a la sociedad. En la persona mentalmente sana
esos tres sistemas forman una organización unificada y armónica.
Algunas personas reaccionan de manera positiva mientras que otras lo hacen de manera negativa
utilizando diferentes mecanismos de defensa, reiteradamente Freud dijo que los mecanismos de
defensa eran una piedra angular de la teoría psicoanalítica.
Así que nuestra mente busca protegerse ya que busca un equilibrio entre nuestros deseos y
nuestra moral para ello se vale de diferentes defensas para mantenerse a flote y no llegar al
colapso, la definición de mecanismos de defensa que propone la lectura es la siguiente.
Represión
la represión es indispensable.
Los deseos incestuosos son un buen ejemplo. Dado que pocos de nosotros estamos dispuestos a
violar los tabúes y afrontar las consecuencias, sería doloroso, frustrante y nos provocaría culpa ser
conscientes de esos impulsos.
La Negación
La formación reactiva
Desplazamiento
Consiste en dirigir un impulso o un deseo mayoritariamente agresivo hacia una persona u objeto.
Se idéntica con el poder o influencia que ejerce ante él o ella, la identificación con el agresor
distorsiona la percepción de mi propio poderío como si hubiera aumentado, por medio de la
introyección de algún aspecto de la persona peligrosa. En esa defensa también puedo utilizar la
proyección. Proyecto mis intenciones agresivas hacia la otra persona para protegerme de la
angustia del superyó, es decir, para protegerme de la culpa. Un ejemplo claro es lo que sucede con
el síndrome de Estocolmo. La identificación es lo que conforma la identidad y es un mecanismo de
defensa. La identificación es algo que admiramos o nos gusta de alguien.
Implica dirigir hacia uno mismo aquellas emociones que van dirigidas hacia otros.
La culpa
Los pecados de omisión pueden provocar culpa al igual que los de comisión, los sentimientos de
aprensión que sobrevienen al haber transgredido una norma o ley, esto es lo que conocemos
como una culpa consiente, esta culpa viene como consecuencia de haber roto una ley en un acto
consciente y deliberado, también existe la culpa callada. Pero hay otra culpa que es la culpa
inconsciente y es lo que trabaja el psicoanálisis, La culpa callada no se manifiesta como culpa,
como sí lo hace la culpa ruidosa. La culpa neurótica y sin fin es aquella en la que no se puede
definir el porqué de la culpa y no se identifica el origen.