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3
© Reyes Adorna Castro y Jaime Covarsí Carbonero, 2016
© EDITORIAL DESCLÉE DE BROUWER, S.A., 2016
Henao, 6 – 48009 Bilbao
www.edesclee.com
info@edesclee.com
EditorialDesclee
@EdDesclee
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra solo
puede ser realizada
realizada con la autorización
autorización de sus
s us titulares,
titulares, salvo excepción
excepc ión prevista
prevista por la ley.
ley.
Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos – www.cedro.org
www.cedro.org –), si necesita fotocopiar
fotoc opiar o
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ISNB:
ISNB: 978-84-330-3773-2
978-84-330- 3773-2
4
Para mis
mi s hijos,
hi jos, Lucía y Félix,
Féli x,
dos poetas libres que embellecen el mundo.
Reyes Adorna
A mis
mi s alumnos de Hornachos.
Jaime Covarsí
5
INTRODUCCIÓN
6
enseñará puertas, antes desapercibidas, que nos llevarán hacia una mayor plenitud
personal y una concienci
concienciaa más ampli
amplia.
7
1
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LA POESÍA COMO TERAPIA
Usar la escritura como terapia es un recurso para mejorar la calidad de vida. Es una
herramienta que siempre tenemos a mano, fácil, cómoda y barata, que puede servirnos
para distanci
distanciarnos
arnos de los problemas
problemas y verlos
verlos con más claridad,
claridad, desahogar
desahogar nuestras
emociones cuando nos desbordan, aclarar nuestras ideas, conocernos mejor a nosotros
mismos o reflexionar pausadamente sin el desorden y el caos de nuestro pensamiento.
Escribir tiene un poder terapéutico que funciona del siguiente modo: ayuda a que las
conexiones entre los dos hemisferios cerebrales se realicen con mayor eficacia, puesto
que actúan unidas la parte racional y la emocional y creativa. Estas conexiones hacen que
el cerebro esté más predispuesto a la resolución de problemas y que le sea más fácil
hacer frente al estrés. También nos ayudan a salirnos fuera y educar la mirada, observar
nuestros estados internos y gozar de más perspectiva y visión del mundo exterior.
La escritura nos enseña a mirar porque nos hace pararnos y centrarnos no solo en un
pensamiento,
pensamiento, en una sola
sola emoción,
emoción, en un solo
solo punto de nuestra existenci
existencia.
a. Escribi
Escribirr nos
amplía la mirada. Puede hacernos observar los problemas desde una posición más
amplia, situarnos desde arriba, posicionarnos en los ojos del otro, o mirar lo que nos
preocupa desde otra perspectiva,
perspectiva, para empezar a tomar el mando de lo que nos ocurre
dentro y aprender también a observar todo lo que ocurre fuera.
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Y, ¿qué dicen los expertos en neurociencia sobre esta técnica?
Según D. Siegel, escribir un diario activa la función narradora de la mente. Los
estudios indican que el simple hecho de anotar la descripción de una experiencia
difícil, puede reducir la reactividad fisiológica y aumentar la sensación de bienestar,
aunque lo que se haya escrito no lo enseñemos a nadie. Escribir acerca del trauma
mejora las funciones inmunitarias. Y R. Trivers dice: se necesita escribir
escribi r muy poco
ara que se detecten efectos inmunitarios medibles algunas semanas después. Una
reseña reciente de 150 estudios confirman que escribir las emociones experimentadas,
aunque sea en forma de escritos autobiográficos esporádicos, produce a menudo
efectos i nmunitarios positivos. Al respecto da algunas pautas, como por ejemplo, afirma
efectos inmunitarios
que si usamos más palabras que expresen emociones positivas nuestra salud mejora. Así
escribir “no estoy feliz”, es mejor que escribir “estoy triste”, quizá porque en el primer
caso el foco está puesto en la emoción positiva. También afirma que adoptar varias
erspectivas en un relato biográfico está relacionado con la mejora de la inmunidad y
que sacar fuera los traumas infantiles es positivo para la salud. Parece ser que mantener
secretos internos, nos hace ser más proclives a padecer enfermedades, tanto mentales
como físicas, por la ansiedad que provocan si no los liberamos. La escritura puede servir
para sacar fuera todo aquell
aquello que nos desborda, inclu
incluiido nuestros más profundos
secretos.
Y concretamente, el lenguaje de la poesía estimula áreas cerebrales. Nicola Molinaro,
investigador italiano, y sus colaboradores, analizaron cómo influyen en la actividad
cerebral diversas figuras retóricas. De todas las figuras utilizadas, el oxímoron –recurso
que consiste en unir dos conceptos que supuestamente tienen significados excluyentes o
contradictorios, como “nieve cálida”–, es la que mayor actividad generó, sobre todo en el
área frontal izquierda que se relaciona con el lenguaje y la creatividad. También se
registró una gran actividad cuando se mezclan dos palabras que de forma natural no
están relacionadas, que ellos llamaron “expresión incorrecta”, como “monstruo
geográfico”. Incluso se estudia la posibilidad de que la poesía pudiera servir para
10
estimular aquellas áreas que están dañadas. Experiencias como la de la clínica psiquiátrica
del hospital Cumberland de Brooklyn en Nueva York muestran que una terapia poética
bien
bien llevada
llevada puede mejorar el estado de ánimo y el estrés de los pacientes.
pacientes.
Por lo tanto, tenemos un recurso que puede acompañarnos toda la vida y solo nos hace
falta para ello un cuaderno y un bolígrafo o un ordenador. La escritura puede convertirse
en la mejor amiga que podemos tener, que no es más que uno mismo, o aquella parte
más sabia, más amorosa, que habita en nosotros, capaz de escucharnos, comprendernos
y de perdonarnos.
Unida a la parte más libre del código lingüístico, a la menos estructurada, a la más
uguetona y rompedora, la magia de la poesía nos trasciende, nos hipnotiza y nos eleva al
todo es posible. Digamos que la poesía tiene la facultad de estar por encima del lenguaje,
dándole alas para su propia realización. Lo grandioso es que su realización también es la
nuestra, tanto si somos meros lectores, como si nos acercamos a ella
ella siendo poetas.
No pocas veces se ha llegado
egado a la conclusi
conclusión
ón de que un buen escritor
escritor debe manejar el
lenguaje poético con maestría. Pero ella, quizás la más importante de las artes escritas, es
también la hija pobre de la literatura, aquella que menos vende, que menos se lee, que
más prejuicios sufre. ¿Por qué es la menos popular, la más olvidada? Destinada desde los
princi
principi
pios
os a acompañar al canto, lleva
lleva mucho tiempo
tiempo presa de rimas
rimas y medidas
medidas sil
silábicas
ábicas
concretas, cultas y a menudo complicadas. Y por supuesto, dependiendo de la etapa
histórica que nos encontremos, la poesía era privilegio de unos pocos, que veían en su
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quehacer algo extraordinario, exquisito y exclusivo. Y hacían todo lo posible para que así
fuera. No pocos poetas de nuestra historia han llenado versos con frases oscuras para la
mayoría para que solo una minoría culta pudiera entenderlos. Querían que su arte fuese
minoritario; en ello depositaban el valor de sus letras. Este concepto del poeta oscuro ha
hecho mucho daño en nuestra idea del poema y la mayoría se acerca a él con temor a no
entenderlo. Hasta que los movimientos literarios más flexibles y revolucionarios de
nuestra historia, que comienzan con el romanticismo, la sacaron de su jaula y le fueron
regalando cada vez más libertad, no empezó a despojarse de prejuicios, aunque
desafortunadamente todavía los arrastra.
En nuestro sistema educativo también ocurre un tanto de lo mismo. En clase, pocas
veces se lee poesía simplemente por el placer de leerla y mucho menos se escribe o se
habla de sus funciones. Normalmente se lee el poema que el libro de texto recoge y se
estudian a los poetas. Se les pide a los alumnos que midan los versos y que clasifiquen
las estrofas. Es como si vemos una película en el cine y a la vez se nos pide que
estudiemos su ficha técnica. Los alumnos tienen el concepto de que la poesía es una
suerte de laberinto casi matemático donde lo menos importante son las palabras o la
emoción que nos provocan. Tediosamente estudian la teoría, sin buscar el sentido
profundo al poema. Normalmente
Normalmente esta forma de acercarse a la poesía les corta las alas
alas a
los posibles futuros lectores o escritores de poemas.
Sin embargo, en la actualidad, la poesía tiene poco de oscura, al menos en su mayoría.
Es una poesía más directa que habla de inquietudes humanas, de expresiones cotidianas,
apta para que llegue el milagro de la identificación personal. La poesía no debe estar
cerrada por la forma al corazón ni al intelecto del hombre, debe estar abierta a aquellos
que comparten trozos de realidad emocional o mental con aquel que escribe. La sencillez
no está reñida con la profundidad, el intimismo, la inteligencia y mucho menos con la
bell
belleza. Si se escribe
escribe poesía solo para demostrar lo bien
bien que utili
utilizamos el vocabulario
vocabulario,, la
sintaxis o los recursos estilísticos, perdemos su objetivo más hondo, aquello para lo que
está diseñada desde el principio de los tiempos: para expresar el dolor, la dicha, el amor o
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el asombro. Según León Felipe, “ay” fue el primer verso que surgió desde las entrañas
del ser humano, un verso que es comprensible para todos y que su expresión enseguida
nos alivia.
El arte por el arte. En esta función, el escritor solo pretende captar la belleza,
simplemente como primer y fundamental objetivo. Recrearse en la palabra sin buscar
otro fin que el de hacer algo bello. Belleza pura, poema puro. Al poeta le basta jugar con
el lenguaje y con él transforma su visión del mundo. El arte lo embellece, lo redime de la
fealdad y la vulgaridad. Gracias a la poesía lo existente adquiere otra vida. La belleza es
el dios del poeta.
La evasión. El poeta quiere construir un mundo nuevo en la mansión de la palabra. Se
puede entender como huida,
huida, pero no tiene
tiene por qué. Muchos han usado la literatura
literatura para
crearse un mundo propio y no ver lo que le rodea, pero no tiene por qué ser solamente
13
este el objetivo. Puede ser la necesidad de crear un espacio lírico propio en el que
respirar de vez en cuando. El poeta puede querer construir una realidad paralela, ampliar
la que conoce, donde ambas se den la mano y se enriquezcan mutuamente. La realidad
de la poesía puede hacer mirar el mundo exterior con esa visión, y el mundo exterior, a
su vez, puede enriquecer el universo poético con experiencias, sensaciones, experiencias,
reflexiones, o sea, de todo lo poetizable. Puede servirnos de reconocimiento, de
aceptación de nuestra historia, y puede ser una búsqueda de una meta que pueda
motivarnos en el presente a actuar para alcanzar ese mundo posible.
Conocimiento. El poeta se convierte en un filósofo que penetra en los misterios. Esa
visión que otorga la poesía puede hacernos ver correspondencias, analogías, relaciones,
que pueden llevarnos a reflexionar, a descubrir o a sacar la sabiduría interior que todos
poseemos. Como dice
dice Agu
guiiar e Sil
Silva, el mundo es un poema gigantesco, vasta red de
eroglíficos y el poeta descifra este enigma, penetra en la realidad invisible y mediante
la palabra simbólica revela la facultad de las cosas. Según él, los que acaban
alumbrados por la poesía, piensan que el lenguaje poético se transforma en vehículo del
conocimiento absoluto o se torna incluso poseído por una fuerza mágica creando la
realidad . Él dice: a tenor de los tiempos, la literatura ha sido el más fecundo
instrumento de análisis y comprensión del hombre y de sus relaciones con el mundo. Y
la poesía, que combina los elementos de la razón y las emociones en un solo acto, aún
más.
La catarsis . Esta palabra, nacida del lenguaje médico desde los griegos, significa
purifi
purificación,
cación, limpi
limpieza
eza del espíritu,
espíritu, liberación.
beración. Se trataría de soltar
soltar en un papel lo que nos
desborda, lo más intenso, lo que nos inquieta, limpiar nuestros malestares,
desbloquearnos con los latidos de la palabra y bailar al ritmo del verso, descargando
nuestras luchas internas o nuestras más insistentes prisiones. Muchos escritores han
intuido este aspecto liberador de la escritura; realmente casi todos ellos escriben por
necesidad. Decía Aristóteles que la tragedia liberaba, que producía esa catarsis que en
realidad no es más que una limpieza, una depuración de nuestro universo mental y
14
emocional. También los románticos concebían la poesía como una vía casi mágica de
conocimiento personal. Nos sirve para exorcizar los malestares humanos psíquicos y a
veces, hasta físicos. Según Aguiar e Silva, desde hace muchos siglos se interpreta la
obra literaria como una forma de liberación y superación de elementos existenciales
adversos y dolorosos, como una búsqueda de paz y de armonía íntimas tanto en el
lano del escritor como en el del lector.
El compromiso. Hay quienes han usado la poesía como arma política o social para
abrir conciencias. Es tomar el medio poético como herramienta para abrir los ojos al
mundo, para educar, para emocionar, para enseñar a vivir y para denunciar situaciones.
Es la función más social de la poesía, que pretende transformar no solo el mundo interno
del que escribe, sino el del resto, donde el poeta se entrega a la sociedad y regala sus
versos para que penetren en lo más hondo de los demás también. El poeta necesita
cambiar el mundo para librarse también de su propia angustia. Esta última función puede
culminar o no el proceso terapéutico, pero no es obligatorio. Muchas veces con solo
escribir para uno mismo y exorcizar demonios personales se está contribuyendo a que
nuestras relaciones con el entorno también cambien, se contagien de nuestra calma y de
nuestra seguridad, y de todo aquello que nos ha aportado la poesía como proceso
terapéutico
terapé utico interior.
interior.
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El hombre se enfrenta al mundo como en un juego de espejos. Desde esta perspectiva,
el mundo es tal y como lo traducimos o interpretamos, por lo que en esta interpretación,
el exterior se funde con los ojos que lo miran y el ser humano se ve reflejado en él. Por
lo tanto, en este ejercicio queda aclarada su esencia. Hay algo de nosotros mismos en
cada composición poética que realizamos, en cada obra artística, y se desvelan nuestro
ser, nuestros anhelos, nuestras preocupaciones… Dicho de otro modo, mirando fuera nos
encontramos con nosotros mismos.
Para un poeta, una flor no es simplemente la unión de un tallo con sus hojas, etc.,
como le ocurriría a un botánico. Los ojos del poeta subliman y engrandecen lo que
miran, le dan un sentido, y con esa mirada, el poeta también se ve a sí mismo. De modo
que podemos afirmar que la poesía nos obliga a adoptar una nueva forma de estar en el
mundo, una disposición novedosa que va más allá del valor objetivo de los fenómenos
que nos rodean. En su Poética , Antonio Machado nos recuerda que las ideas del poeta
no son categorías formales, cápsulas lógicas, sino directas intuiciones del ser que
deviene, de su propio existir; son, pues, temporales ( ) Inquietud, angustia, temores,
temores,
resignación, esperanza, impaciencia que el poeta canta, son signos del tiempo y, al
ar, revelaciones del ser en la conciencia humana.
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oderse presentar decentes en la escena del mundo. Como podemos apreciar, para
nuestro poeta, la poesía no solo es la unión entre lo poético (“extravagantes hijos de mi
fantasía”) y el poema (esa vestimenta hecha de la palabra), sino que además tiene un
destino. El poema es una forma del acicalarse de lo poético “para poderse presentar
decentes en la escena del mundo”. Es decir, la poesía, una vez compuesta bajo los
ropajes del poema, puede estar destinada, como producto lingüístico que es, a su
comunicación. Cuando esto acurre, su cultivo nos pone en contacto con los demás, nos
abre al mundo, y este abrirse significa penetrar en la esfera de los hombres.
Pero, ¿qué es lo que el poeta comunica y comparte con los demás por medio del
poema? P recisamente,
recisamente, esa intimi
ntimidad
dad del hombre que constituye
constituye la mirada poética.
poética. El
poeta se encarga de desvelarla.
desvelarla. Todo su esfuerzo va diri
diriggido a hacerla comprensibl
comprensiblee para
sí mismo y para los demás. De este modo, lo íntimo e individual, se hace común. Es el
depositario, de este modo, de los anhelos que acucian al hombre, por eso podemos sentir
el valor terapéutico de la poesía simplemente como lectores.
Gong Bilan, en su preludio XVIII a Las veinticuatro
vei nticuatro categorías de la poesía de Si
Kongtu, observa, refiriéndose a la figura del poeta, que piensas
pie nsas que eres solo uno,
ascendiendo, con tu propio esfuerzo, sin nadie, sin nada más. Pero te mueves con el
mundo todo. Por eso te cuesta subir, llevas el peso abstracto del mundo. Eres como un
sol que no puede sustraerse a la vista de las cosas, un sol emergente
emergente de rayos
inequívocos, que por fin se expresa iluminando, irradiando belleza y plenitud .
En definitiva, lo que hagamos con el poema es cosa nuestra. Una vez creado, sabremos
si necesitamos mostrar nuestro acto de creación al mundo o saborearlo a solas. Ambas
opciones persiguen fines distintos, pero son igualmente terapéuticas.
17
2
18
EL MÉTODO
La tierra
ti erra es un lugar para vivir
vi vir
pero
pero los versos son la propia vi da.
Ángeles Mora
El objetivo es realizar un poema al día. Buscar un momento al día en que sepamos que
vamos a estar tranquilos, que gozamos de un rato para nosotros, y crear unos versos. El
tiempo que le dediquemos será variable dependiendo del poema que escribamos. Pueden
ser un par de minutos o quince o una hora. Habrá veces que el poema salga rápido y se
deslice en el papel con fluidez, y otras que necesite madurar para nacer. Pero debemos
procurar hacerlo cada día. Si nos ponemos las gafas del poema diari
diariamente,
amente, lo hacemos
hábito, y nos hará desarrollar los mecanismos necesarios en el cerebro para incorporarlo
en nuestra forma habitual de ver el mundo. Si durante unas tres semanas –lo que tarda
aproximadamente el cerebro en adquirir un hábito–, nos esforzamos en ponernos esas
lentes y buscar material poético fuera y dentro de nosotros, lo tendremos más fácil para
que la costumbre lo integre en nuestra forma de vivir y entender la realidad. Igual que un
músculo hay que entrenarlo casi a diario para que se haga más fuerte, la mirada poética
hay que ejercitarla para incorporarla a nuestra vida cotidiana. Buscar poemas hasta
debajo de las baldosas, como decía Benedetti, nos hace acostumbrarnos a una forma
especial de mirar. Como dice Luis García Montero:
Lo más importante para un artista es aprender
aprender a mirar.
mirar. La poesía nace de una
mirada porque los versos, las metáforas, los adjetivos precisos, las palabras
mágicas, los juegos y los cambios de sentido son una forma especial de ver el
mundo.
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Pero podemos caer en el error de quedarnos solo en el objetivo de educar la mirada
poética,
poética, sin
sin que surja el poema. Sin
Sin embargo, el desvelamiento
desvelamiento poético del ser va unido a
una materialización lingüística concreta. Como las dos caras de una moneda, lo que
descubrimos con la realización del poema nos ayudará también a mirar y a descubrir
otros. No podemos, sobre todo al principio, prescindir de él. Él será el maestro que nos
abra los ojos.
Hay que desprenderse de la idea de que un poema debe tener rima o medir un número
determinado de sílabas. Es más, podemos realizar si lo deseamos, poemas en prosa, sin
versos. El poema no debe encorsetarse en la jaula de la medida. De hecho la mayoría de
los poemas contemporáneos son de verso libre. En este método, escribir es lo
importante, que las ideas y las imágenes salgan y fluyan sobre el cuaderno sin
restricciones. No perdamos de vista que perseguimos un fin terapéutico, como es la
educación de la mirada, vivir más intensamente, reconciliarnos con nuestra historia o
mejorar nuestro autoconocimiento, entre otras cosas. Crear poemas ayuda a disponernos
poéticamente
poéticamente ante el mundo, independientemente
ndependientemente de que alcancemos
alcancemos una excelenci
excelenciaa
formal o no. Después, una vez que el poema haya nacido, podremos embellecerlo,
puli
pulirlo,
rlo, o dejarlo
dejarlo tal y como ha sali
salido. Dar bell
belleza al poema también
también es terapéutico.
terapéutico.
Descubrimos que la forma da más sentido al contenido, lo multiplica y le saca aspectos
que incluso estaban oscuros para nosotros. De forma natural, cada día iremos mejorando
nuestra técnica, depurando nuestro estilo. Y seguramente nos entre curiosidad por
investigar los recursos literarios e indagar en el lenguaje poético.
Estos recursos son naturales en el ser humano. Aliteración, anáfora, hipérbaton,
oxímoron, metáfora, alegoría..., son nombres que los seres humanos les hemos puesto a
aquellos juegos, giros, repeticiones, o imágenes que surgen espontáneamente cuando
escribimos sobre nuestra intimidad. Ellos aparecerán sin darnos cuenta sobre el papel. Al
princi
principi
pioo no hará falta
falta conocerlos.
conocerlos. Dejemos que fluyan,
fluyan, sin
sin buscarlos,
buscarlos, porque tienen
tienen su
función en el escrito. Aportan información, crean unas sensaciones especiales en el que
escribe y culminan el proceso de autodescubrimiento y sanación. Al transcender el
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lenguaje ordinario, se revelan otros aspectos desconocidos de la realidad misma y de
nosotros mismos y ampliamos lo que percibimos rutinariamente a través de los sentidos.
Material poetizable encontraremos en todos sitios, solo hay que buscar. Hasta en los
detalles más nimios y aparentemente insignificantes hay riqueza. Cuanto más nos
adentremos en el paisaje poético, mejor tendremos acostumbrados los ojos a percibir la
bell
belleza exterio
exterior,
r, más asombro nos provocará y más gozaremos de una multi
multipl
pliicación de
los sentidos en todos los niveles. Asimismo, también encontraremos material poético
dentro de nosotros. Si nos acostumbramos a observar nuestras emociones y reflexiones,
mejor podremos distanciarnos sanamente de ellas, ordenarlas y aliviarlas en un papel,
facilitándonos la tarea de conocernos, comprendernos y transformarlas en algo bello.
Como escribe Fran Muño en un poema:
Pero al principio no es fácil. Parece que escribir un poema al día es una tarea
imposible. ¿De qué escribo?, ¿cómo hacerlo?, ¿cómo empezar?, son algunas de las
preguntas
preguntas que nos haremos. La duda de si me saldrá
saldrá al
a lgo bello
bello o no, de si soy capaz, de
21
si voy a encontrar las imágenes... Debemos considerar estas dudas como “basura
mental”, puesto que no sirven para nada y encima, nos apartan de lo verdaderamente
importante, que es escribir. Lo demás debe considerarse secundario.
La primera dificultad es entrenar la mirada y empezar a “ver” temas, materiales para
construir el poema diario. Como aún no tenemos entrenados los ojos para eso, nos puede
ser muy útil tener a mano una batería de consignas, de comienzos, de citas o libros de
poemas de otros autores, que nos sugi
sugieran y nos facil
faciliten la labor.
abor. Este pequeño libro
está lleno de sugerencias o ejercicios para empezar el poema cuando no sepamos de qué
escribir o cómo empezar. No hace falta empezar por el primero, puede ser escogido al
azar, o después de leer unos pocos, elegir el que en ese momento más nos llame la
atención o creamos que necesitamos. Todos albergan infinitas posibilidades, pues hemos
comprobado que a menudo quienes los realizan, trascienden o transforman el objetivo
princi
principal
pal de la propuesta. Todos tienen
tienen su parte terapéutica,
terapéutica, pues persig
persiguen el desahogo,
el autoconocimiento, la capacidad de sublimarlo todo –hasta la propia sombra–, o la
capacidad de salirnos fuera y relativizar los problemas.
Cuando estemos más entrenados, no todos los días habrá que echar mano de estas
consignas, sino que empezaremos a percatarnos de forma natural, de material poético en
acontecimientos, reflexiones, emociones intensas, una sorpresa, un pequeño
descubrimiento, un hecho inesperado, interesante o agradable, un placer efímero, una
pregunta
pregunta sin
sin respuesta, un sueño, una pesadil
pesadilla, un recuerdo que nos haya asaltado,
asaltado, una
persona, un juego
juego de palabras, una imagen que nos haya llamado
llamado la atención...
atención...
Regalar belleza a lo más vulgar, intrascendente o insignificante de nuestras vidas, es
elevarla a lo extraordinario. La poesía hace posible esta proeza.
De acuerdo,
acuerdo, en el habla coloquial, que no sopesa cada palabra, todos vemos
expresiones como “un mundo corriente”, “una vida corriente”, “un hecho
corriente”... Sin embargo, en el lenguaje de la poesía, donde cada palabra se
cuida, nada es normal y nada es corriente. Ninguna piedra y ninguna nube sobre
22
ella. Ningún día y ninguna noche tras de él. Y por encima de todo, ni siquiera la
existencia de nadie en este mundo.
Wislawa Szymborska
23
3
24
194 EJERCICIOS
Uno
Uno
25
Dos
En el primer
pri mer recuerdo
recuerdo
de mi infancia
siempre aparecen limpias
limpi as las estrellas.
Alejandro López Andrada
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Tres
Abandona todo,
la tierra hueca, el árbol lejano,
la hierba que nace en las fotografías,
(...)
aférrate
aférrate (...)
(... )
A lo que tienes, a lo que eres,
eres, a este universo,
uni verso,
a este corazón que cabalga en tu pecho,
como animal enjaulado.
Manuel Moya
Piensa qué vas a abandonar hoy. Y a qué te puedes aferrar, en aquello que nadie
te puede arrebatar porque depende enteramente de ti. Haz un poema con esa idea,
con la misma estructura del anterior.
27
Cuatro
En este ejercicio jugaremos con las conexiones que la naturaleza teje entre nosotros y
ella misma. Habrá que componer un poema que dote a fenómenos o elementos
naturales de la capacidad de interactuar con nosotros. Por ejemplo:
28
Cinco
Realiza un poema con aquellas cosas importantes que hayas aprendido a lo largo
de la vida.
29
Seis
Escribe un poema en el que cada verso sirva para agradecer cualquier detalle,
cualquier cosa de la que goces, cualquier sensación. Busca en tu vida todo aquello
que a veces no valoras o que pasa desapercibido, pero que lamentarías perder.
30
Siete
Imagina qué podrías haber sido. Haz un poema con esa idea. Puedes escribir
comenzando por “pude haber sido”, o usar el condicional “podría haber sido”, o
utilizar el presente “puedo ser”.
ser”.
31
Ocho
A solas conmigo
conmi go misma
mi sma
me armo de nuevo
como un rompecabezas.
rompecabezas.
G. Belli
32
Nueve
La vida
vi da tiende
ti ende túneles que llevan a la infancia.
infanci a.
Antonio Lucas
Compón un poema con tus recuerdos, con aquello que te venga a la memoria en
este momento. Por ejemplo:
Recuerdo
Recuerdo una infancia
i nfancia de columpios,
columpi os,
un verano sin tiempo contemplando estrellas;
buscaba soledad comiendo
comi endo atardeceres,
atardeceres,
soñaba con volar por los tejados.
33
Diez
Utilizar el verbo ser para etiquetarnos o definirnos o usarlo con los demás, es una
tendencia de nuestras estructuras mentales, muy dadas a simplificar y ordenar el mundo.
Sin embargo, si lo pensamos y abrimos la mirada, veremos que nadie es, puesto que este
verbo encierra un matiz en su definición que nos da idea de inmutabilidad. Todo cambia,
nosotros también. La realidad es que estamos más cerca de nos comportamos, o nos
sentimos que de somos. Vamos a intentar cambiar estos diálogos que establecemos con
nosotros mismos o con los demás, para identificar las veces que etiquetamos, y para irlos
cambiando por expresiones más flexibles y realistas.
El ejercicio consiste en escribir dos estrofas. La primera comenzará con “A veces
me comporto...”, asegurándonos de que por cada comportamiento que aparezca,
habrá que buscar, antes de continuar, otro opuesto. La segunda estrofa comenzará
con “A veces me siento…”, y habrá que hacer lo mismo.
Por ejemplo:
34
Once
Algunas tribus africanas, tienen una tradición bastante interesante. Cada uno de sus
miembros adquiere al nacer una palabra-fuerza, secreta, que es pensada o pronunciada
cuando es necesaria, cuando necesitan una ayuda extra de su interior. Apoyados en ella,
se sienten más capaces de emprender sus objetivos o superar obstáculos.
Escoge una palabra-fuerza, hazla tuya. Haz con ella un poema. Recuérdala en
los momentos sombríos.
35
Doce
¿Qué crees que tienes que aceptar para llegar a la meta que te has marcado? Haz
un poema con ello.
36
Trece
¿Qué acontecimiento
acontecimiento dolor
dolo roso ha pasado ya? ¿Qué aprendí
aprendí de él? Haz con
co n estas
reflexiones un poema.
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Catorce
Escribe un poema donde pidas que se alejen los obstáculos que te impidan
cumplir algo que desees.
38
Quince
Lo delicado
deli cado y lo exuberante
infinitos son los brillos, las aguas fluyen,
densa y salvaje la primavera ocupa
si te retiras a la profundidad
profundidad del valle
es posible que aparezca la beldad
cargado está el árbol de melocotones esmeralda
y a la orilla
ori lla del agua todo es brisa,
bri sa, todo es sol
sombras de los sauces, recodos del camino
cami no
pájaros
pájaros que en bandadas se aproximan
persigue todo eso, adelántate
más allá del intelecto está lo genuino
acuérdate siempre porque entonces
con lo viejo, lo nuevo construirás.
Si Kongtu,
Las veinticuatro
vei nticuatro categorías de la poesía
Escribe un poema donde reflexiones sobre qué puedes construir (lo nuevo) a
partir de lo que ya tienes (lo viejo). Intenta destacar la continuidad que hay entre
el pasado y el futuro, busca sus conexiones.
39
Dieciséis
MAYO
MAYO
Jaime
Jaime Covarsí
Escribe un poema que lleve por título el nombre de un mes. Puedes asociarle
algunas características de la naturaleza. Inserta un deseo o un recuerdo. Puedes
probar a escribir uno por cada mes del año.
40
Diecisiete
41
Dieciocho
No mir
mi res atrás
y a orillas de otro
otro río
hazte un columpio.
Pon cuerdas nuevas.
Sé labradora
de tu trapecio.
Deja a la luna y su influjo
balancéate a tu antojo.
Escoge tú el río.
Cierra las puertas antiguas
y entra vacía
en tu fresca casa.
Tira trastos añejos al cuarto de atrás
ponle candados allí entre rejas
rejas y
42
sal al cir
ci rco nuevo
que te espera.
Julia Linares
Compón un poema que esté lleno de consejos para ti mismo o para alguien que
creas que puede necesitarlos.
43
Diecinueve
Acaso olvides
olvi des la lenta palmera
que oscila en la noche,
el crujido del hielo o el ojo del ciclón
(...)
Acaso olvides
olvi des todo.
No olvides,
olvi des, sin
si n embargo, que un día llegas,
que un día te marchas.
Manuel Moya
Realiza un poema con estos dos comienzos: “Acaso olvides...” y “No olvides, sin
embargo,
embargo, ...”.
44
Veinte
Haz un poema donde expliques qué colgarías “En la percha del tiempo”.
45
Veintiuno
46
Veintidós
Caminata
47
Veintitrés
¿Qué le pedirías a tu cuerpo que te regalara? Haz un poema que responda a esa
pregunta. Por ejemplo:
48
Veinticuatro
49
Veinticinco
—Escribir
—Escribi r un poema es intentar
i ntentar desatarse,
adivinar en qué mano está la moneda
–dije yo–. Tú mirabas
el sol igual que un fuego encima de la isla
y yo dije: –La poesía empieza
empi eza
cuando ya has olvidado qué es lo que te asustaba
pero
pero aún tienes
ti enes miedo.
mi edo.
Yo veía
las torres blancas. Tú dijiste: –Es raro,
nos gustaría huir
pero
pero nadie
nadi e nos sigue.
si gue.
Benjamín
Benjamín Prado
P rado
50
Veintiséis
En cualquier
cualqui er lugar,
lugar, en
e n cualquier
cualqui er momento
se vuelve a producir el mi lagro.
lagro.
La impacienci
i mpacienciaa vence al miedo
en esa batalla por conseguir un mérito
que nunca será arrebatado.
(...)
Siempre
en cualquier lugar, en cualquier momento
hay un niño que logra montar en bicicleta.
Fran Muño
51
Veintisiete
Escribe un poema donde imagines cómo son las galerías del alma y con quién
quisieras recorrerlas cogido de la mano.
52
Veintiocho
53
Veintinueve
Anuncios
Se traspasa afectividad
por cese de negocio.
Pecho reformado, mucha luz, calefacción central,
autoestima.
Negociable. Vacío…
Busco amor de segunda mano, todo terreno.
terreno.
No importan
i mportan kilómetr
ki lómetros
os psíquicos.
psíqui cos.
Sufro bien y al contado.
Belén Reyes
Redacta en forma de poema un anuncio original sobre cualquier cosa que creas
necesitar, con ese toque de ironía de Belén Reyes.
54
Treinta
A lo peor se te muere
la pena por la mitad.
No se la des al cuchillo.
cuchi llo.
Ponla en el viento
vi ento a volar.
volar.
Los pájaros
pájaros de la pena
necesitan liberta
li bertad.
d.
Rompe la jaula en tu pecho,
y no dejes de llorar.
llorar.
L. Álvarez Lencero
55
Treinta y uno
Haz un poema donde celebres ser capaz de sentir (aunque a veces pueda ser
doloroso). Escribe una celebración a las emociones.
56
Treinta y dos
57
Treinta y tres
58
Trein
re inta
ta y cuatro
c uatro
La vida
vi da un barco negro
negro que anochece
contra cuyo vaivén la muerte imprime
su obstinado
obsti nado revuelo de puñales.
Antonio Aparicio
Haz un poema donde describas qué es la vida para ti, asociándolo a un objeto,
como un barco.
59
Treinta y cin
c inco
co
Meditatio
Meditati o mortis
morti s
Sintióse luego el hombre con predisposición para
pronunciarse,
pronunciarse, aunque solo fuera interiormente.
i nteriormente. Y rogó, entonces, para sí:
“Oh, muerte, ven a mí. Susurra a mi oído mientras avanzo. Que el temor que
despiertas inunde mi inteligencia,
i nteligencia, mi corazón
corazón y mi brazo.
brazo. Al menos nos
despiertas, sí, los ojos como platos, avizor el espíritu,
que se aposta para rozar con sus manos de polvo y sus labios de cera la
tierra que piso, el sendero que abro.
En mi caminar,
caminar, brota de mis
mi s entrañas, sé tú vientr
vi entree fecundo, siega amable de
mis días, desbroza mis noches
de impurezas. Oh, muerte, ya llega. A ti yo me abandono, me entrego en
existencia. Requiescat in vita.
Así sea”.
Jaime
Jaime Covarsí
Escribe un poema en el que te dirijas a un ser superior o a una emoción que sea
recurrente.
60
Treinta y seis
Realiza un poema cuyos versos comiencen igual que los del poema anterior, “que
me disculpe...”, “que no se enoje...”, “perdonadme...”, etc.
61
Treinta y siet
s ietee
En la verdad
donde el camino se bifurca
para distintas
di stintas vidas
v idas de tus pasos,
vacila una amapola.
Ella, una llamita apenas,
te salvará.
No hay sol que la marchite.
José Luis Vidal Carreras
¿Qué te salvará?
62
Treinta y ocho
Acaso vivi
vi virr es empezar de cero.
A. J. Sánchez
Si necesitas empezar de cero, escribe un poema que refuerce esta idea y que
hable de cómo vas a hacerlo, de qué recursos personales dispones.
63
Trein
re inta
ta y nueve
64
Cuarenta
¿Hace falta que te quiten todo para vivir sin miedo? ¿Es el miedo a perder el
más grande de los miedos? ¿Qué harías si pudieras vivir sin tu más feroz temor, y
a costa de qué? Haz con esta última pregunta un poema.
65
Cuarenta y uno
66
Cuarenta y dos
El silencio
si lencio ese abismo
abi smo
ese mágico hueco
donde no pasa nada
y el pasado se anula.
Mario
Mario Benedetti
67
Cuarenta y tres
Debido al tiempo
ti empo se dobla mi espalda.
Debido a mí, todo trabajo carece de altura.
Decidió
Deci dió el alma partir
parti r y le dije: ¡no partas!
Dijo: ¿qué hago?: la casa se derrumba.
Omar Jayyam
68
Cuarenta y cuatro
Autobiografía
69
Cuarenta y cinco
Descanso iluminado,
i luminado, ni fiebre ni languidez, en cama o en el prado.
Amigo ni ardie
ardiente
nte ni débil. Amigo.
Amada ni torturadora ni torturada. Amada.
Aire y mundo de ningún
ni ngún modo buscados. Vi da.
—¿Era, pues, esto?
—Y el soñar refresca.
refresca.
Arthur Rimbaud
70
Cuarenta y seis
Deja hablar a la tristeza en este poema. ¿Qué tiene que decirte?, ¿qué le dirías tú
a ella?
71
Cuarenta y siete
El miedo,
mi edo,
decrépito,
decrépito, infantil,
peor que lo temido.
Carlos Barral
Ahora deja hablar al miedo. ¿Qué tiene que decirte?, ¿qué te contestaría?
72
Cuarenta y ocho
Así recuerda
recuerda el viento
vi ento
que caminas
tras una sola sombra
en el otoño.
Gonzalo Munilla
73
Cuarenta y nueve
Realiza un poema con todo aquello que te ha faltado hoy, y todo aquello que te
ha sobrado. Por ejemplo:
74
Cincuenta
Por miedo
mi edo a hogueras infernales
i nfernales o por codi cia de orgasmos celestiales,
deja de afirmar que el nacimiento de tu alma sucede en el futuro.
A. Jodorowski
75
Cincuenta y uno
76
Cincuenta y dos
¿Qué harías si la vida te dejara hacer? Escribe un poema sobre esta pregunta.
77
Cincuenta y tres
78
Cincuenta y cuatro
Revive escenas del pasado como si estuvieras ahora mismo allí, contándolo en
condicional. Por ejemplo:
79
Cincuenta y cinco
80
Cincuenta y seis
A medida
medi da que el tiempo te rodea
te vas acostumbrando a que te roben
digamos tu mejor melancolía
el frulete de tu curiosidad
tu borrador de amor correspondido.
Benedetti
81
Cincuenta y siete
82
Cincuenta y ocho
83
Cincuenta y nueve
84
Sesenta
85
Sesenta y uno
86
Sese
Ses e nta y dos
87
Sesen
Sese nta y tres
DA CAPO
Coge el agotado corazón como un guijarro
y arrójalo lejos.
Ya no queda nada.
Ya la última onda se extingue
en la maleza.
Al volver a casa, corta zanahorias, cebollas, apio.
api o.
Dóralos en aceite
acei te antes de añadir
lentejas, agua y hierbas.
Añade luego castañas asadas, un poco de pimienta,
pimi enta, sal.
Por último,
últi mo, queso de cabra y perejil.
perejil. Come.
Puedes hacerlo, créeme, es legítimo.
legíti mo.
Vuelve a empezar de nuevo la historia de tu vida.
Jane Hirshfield
Hirshfield
88
Sese
Ses e nta y cuatro
cuatro
89
Sese
Ses e nta y cinco
cinco
Escribe un poema que empiece por: “Me reconcilio con”, en el que pienses con
qué sensaciones, palabras, personas, deseos, insatisfacciones, o emociones, quieres
reconciliar
eco nciliarte
te hoy
ho y.
90
Seten
Sete nta y seis
Contesta con un poema a esta pregunta: ¿Qué quieres borrar del mundo? P or
ejemplo:
Borro
Borro del mundo
la sonrisa falsa
el oído ausente
las manos que rompen.
Reyes Adorna
91
Sesen
Sese nta y sie
sie te
Compón un poema de dos estrofas. La primera deberá empezar por “No sé”. La
segunda por “Sin embargo sé...”.
92
Sesenta y ocho
Escríbele a una persona a la que te apetezca escribir. ¿Para qué vas a escribirle?
Puedes comenzar como este poema: “Te escribo para...”.
93
Sese
Ses e nta y nue
nue ve
¿Qué vas a hacer en este momento con ese pensamiento inútil que te hace sentir
mal? Haz un poema con él. Por ejemplo:
A este pensamiento
pensami ento lo meteré despacio
en una maleta con candado firme,
lo llevaré al aeropuerto de ideas caídas,
creencias ancianas, basura mental.
Desde allí viajará
vi ajará a ese lugar
donde habita
habita lo inservible.
Reyes Adorna
94
Setenta
Realiza
Realiza un poema que co mience por “Uno
“Uno tiene deseos de...”.
95
Setenta y uno
96
Setenta y dos
Piso tesoros.
tesoros.
Jorge Guillén
Cada día pisamos tesoros allá por donde vamos, sin darnos cuenta. Realiza un poema
con esta idea. Otra idea para un poema puede ser escribir dos estrofas. Una, que
comience por “No quiero pisar”, y otra por “Quiero pisar”.
97
Seten
Sete nta y tres
Lo siento:
si ento: tengo prisa.
pri sa. Tengo
Tengo ganas de estar
e star libr
li bree de mi prisa, tengo prisa
pri sa
por acostarme y levantarme sin
si n decirme:
deci rme: adiós,
adi ós, tengo prisa.
Octavio Paz
98
Sete
Set e nta y cu
c uatro
¿Con qué tienes que aprender a vivir? ¿Sin qué tienes que aprender a vivir? En
un poema con dos estrofas, cada una para cada una de estas preguntas, escribe
sobre ello.
99
Sete
Set e nta y cinco
cinco
Realiza un poema que comience por: “Cada día me digo”, con aquellas
propuestas de cambio que resuenan en ti cada día.
100
Seten
Sete nta y seis
¿Dónde has
has encontrado
encontrado hoy un poema?
101
Setenta y siete
Olvidar.
Olvidar todo.
Abrir
al día las ventanas.
José Ángel Valente
Realiza un poema que empiece por “Olvidar”, con todas aquellas cosas que te
gustaría depositar en el olvido, pero con las que hay que aprender a vivir.
102
Setenta y ocho
103
Sete
Set e nta y nue
nue ve
Realiza un poema con aquellas cosas que en la vida hay que aprender a amar,
aunque no sean agradables.
104
Ochenta
Después de leer este poema, el profesor Keating, en la película El club de los poetas
muertos, preguntó:
preguntó:
—¿Cuál es tu verso?
Ahora te lo preguntamos a ti. Escribe un poema con ese verso que te pertenece y
que en este día te define.
105
Ochenta y uno
¿Qué vas a dejar hoy que te lleve? Escribe un poema con esa idea.
106
Ochenta y dos
Y ese es el milagro: aceptar que un hombre pasa por la tierra sin más
mercancía que su paso. Que lentamente va entendiendo la corteza de las
cosas, pero no siempre su adentro. Y aun así sobrevive. Y alcanza otra
mañana.
Antonio Lucas
107
Ochenta y tres
108
Ochenta y cuatro
Si pudiera elegir,
elegir, escribiría
escribi ría
sobre
sobre las alas lentas del verano.
Gonzalo
Gonzalo Escarpa
¿Qué harías, pensarías, sentirías... si pudieras elegir? Haz un poema con ello.
109
Ochenta y cinco
Imagina que estás sentado del mar y ves cómo las olas van limpiando la orilla.
Escribe un poema donde expliques qué te gustaría que fueran limpiando las olas
delante de ti.
110
Ochenta y seis
Si pudiera
iría de viaje
vi aje a la luna
montada en transatlántico.
Abrazaría a los niños
ni ños que tienen
ti enen
déficit de abrazos,
abrazos,
regalaría números a las letras
y letras a los números,
números,
descansaría de perseguir,
perseguir,
me comería una estrella.
Reyes Adorna
1111
11
Ochenta y siete
Me arrepiento
de haberme desecho
de mis antiguas gafas
(más o menos cuatro o cinco
si mal no recuerdo),
recuerdo),
pues ahora mismo
mi smo
me pondría frente
a un espejo
y me las colocaría
una tras otra.
Fran Muño
112
Ochenta y ocho
113
Ochenta y nueve
114
Noventa
Trato de comprender
por qué me siento libre en la jaula de un pájaro.
Lauren Mendinueta
Mendinueta
115
Noventa y uno
Mi vida
os la puedo resumir en dos palabras:
un patio
y un trocito de cielo
ci elo
por donde a veces pasa
una nube perdida
y algún pájaro huyendo de sus alas.
Marcos Ana
116
Noventa y dos
117
Noventa y tres
Imagina que viene la Tristeza o la Pena, como si fuera la Peste del poema
anterior. Intenta responder las preguntas del poeta ofreciendo soluciones para
superarlas.
118
Noventa y cuatro
119
Noventa y cinco
¿Qué te ha permitido hoy la vida? Haz con la respuesta un poema. Por ejemplo:
Hoy la vida
vi da me ha dejado
ganarle la batalla al hambre,
hambre,
poner mis
mi s pies
pi es en el suelo
que estático se ha mantenido firme.
Hoy la vida
vi da me ha dejado
leer palabras en un libro
y entenderlas,
hacer un poema
y celebrarlo,
recoger la mesa,
hacer mi cama.
Hoy la vida
vi da me ha dejado respirar,
respirar,
sentir mi cuerpo sin
si n que casi nada duela,
responder a una mirada,
gozar de un día más en el calendario.
calendari o.
Reyes Adorna
120
Noventa y seis
121
Noventa y siete
¿Qué gafas te has puesto hoy para mirar el mundo? Descríbelo en un poema.
122
Noventa y ocho
Escribe un poema con aquellas cosas que puedes hacer en soledad y que te hacen
sentir bien.
123
Noventa y nueve
¿Qué has aprendido del dolor? ¿Te ha enseñado algo? Escribe un poema donde
le des las gracias por todo lo que te ha enseñado y despidiéndolo amablemente.
124
Cien
125
Ciento uno
Espérame
cuando vistas tu soledad de gala
para celebrar lo que nunca vuelve.
Alejandro P edrejosa
126
Ciento dos
127
Cie
Cie nto tres
t res
128
Ciento cu
c uatro
Escribe un poema cuyos versos tengan esta estructura, en la que cuentes cómo el
amor transforma. Puedes también hacer cada verso usando otros sustantivos
abstractos con la amistad, la ternura, la delicadeza, la voluntad, etc.
129
Ciento cin
c inco
co
Alumbramiento
Alum bramiento
130
Cie
Cie nto seis
se is
131
Ciento siete
132
Ciento och
oc ho
Al ladrón
se le olvi dó
la luna en la ventana.
Ryô-Kan
Realiza un poema con todo aquello que nunca te podrán quitar pase lo que pase.
133
Ciento nue
nue ve
Me importa
i mporta un pito
pi to que las mujeres
mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una i mportancia i gual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! –y en esto soy irreductible– no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Oliverio Girondo
134
Ciento diez
Compón un poema
po ema que hable de ese tiempo.
tiempo.
135
Ciento once
La tristeza
tri steza no es una
maldición
es un río de luz
una nube, un sabor
un deseo.
M. Benedetti
¿Qué cara tiene la tristeza? ¿Cómo puedo consolarla? Escribe un poema que
consuele a tu tristeza.
136
Ciento doce
Escribe un poema que comience con una frase importante que le hayas dicho a
alguien en tu vida.
137
Cie
Cie nto trece
tre ce
138
Ciento catorce
Realiza un poema donde digas lo que vas a hacer cuando te sientas vacío.
139
Ciento quince
Ayer recorrí
recorrí el monte
que domina y amamanta
el pueblo donde ahora vivo.
Paco Cifuentes
140
Ciento dieciséis
Los enemigos
enemi gos tienen
ti enen de bueno
que nos machacan la cobardía
nos dan vergüenza en la vergüenza
y desconfianza
desconfi anza en la confianza.
M. Benedetti
Escribe un poema con aquello que te han enseñado tus enemigos. No tienen por
qué ser personas.
141
Cie
Cie nto diecisiete
iecisiet e
142
Ciento diecioch
iec iochoo
Realiza un poema que se titule: “Basura mental”, donde recojas todas esas cosas,
emociones, recuerdos, etcéteras, que quisieras dejar en la basura.
143
Ciento diecin
diec inu
ue ve
Haz un poema con aquello que has perdido y has ganado en el trayecto de tu
vida.
144
Ciento veinte
145
Ciento veintiuno
Haz un poema donde converses con diferentes objetos que estén a tu alrededor.
Explica qué representan para ti, de qué modo te definen.
146
Ciento vein
ve intidós
tidós
¿Qué evitas? ¿Qué prefieres? Haz un poema con estas dos preguntas.
147
Ciento veintitrés
148
Ciento vein
ve inticuatro
ticuatro
Para no ir
i r por la vida de puntillas
punti llas
escribo poemas.
Para comer tierra
ti erra de sueños
y noches si n paisajes,
pai sajes,
para tallar la esperanza lentamente
en el hueco de una incertidumbre,
para saciar
saci ar mi sed de abrazos,
e imposibles
i mposibles castillos,
castillos,
para conquistar
conqui star el caos
y la pereza,
para cobijarme
cobi jarme en su refugio,
escribo poemas.
Reyes Adorna
149
Ciento ve
v e inticin
inticinco
co
150
Ciento veintiséis
151
Cie
Cie nto veintisiet
veintisietee
Perdóname
Perdóname por oír
lo que no dices
en lo que dices.
Jodorowski
152
Ciento vein
ve intiocho
tiocho
¿Qué quedó de tu infancia? ¿Qué queda del niño que fuiste en ti? Haz un poema
que responda a estas preguntas.
153
Ciento vein
ve intinu
tinuee ve
154
Ciento treinta
¿Vivir sin memoria tiene sus ventajas? Si crees que sí, haz un poema con ello. Si
crees que no, también.
155
Ciento treinta y uno
156
Ciento treinta y dos
¿Cómo puedes agrandar tus prisiones? Haz un poema que responda a esta
pregunta.
157
Ciento treinta y tres
158
Ciento treinta y cuatro
159
Ciento treinta y cinco
Envejecer tiene
ti ene su gracia.
graci a.
Es igual
i gual que de joven
aprender a bailar, plegarse a un ritmo
más insistent
insi stentee que nuestra inexperiencia.
Y procura
procura también cierto i nstintivo
placer curioso,
curi oso,
una segunda naturaleza.
Gil de Biedma
160
Ciento treinta y seis
Escribe un poema donde reflexiones sobre un error del pasado. Explica cómo has
cambiado y qué diferencias hay entre tu persona actual y aquella que cometió el
error.
161
Ciento treinta y ocho
162
Ciento treinta y nueve
163
Ciento cuarenta
No pido
pi do mucho:
poder hablar sin
si n cambiar
cambi ar la voz;
caminar sin muletas;
hacer el amor sin tener que pedir permiso;
escribir en un papel sin rayas.
Miquel Martí i Pol
Haz un poema que comience por el mismo verso que este poema.
164
Ciento cuarenta y uno
165
Ciento cuarenta y dos
Siempre me he preguntado
por esa línea
que dice si es Tirreno
o ya Mediterráneo
el mar en que te bañas...
Gonzalo Munilla
166
Ciento cuarenta y tres
Soltar
la voz, el calendario
la noche inventada
que me ata.
Wislawa
Wislawa Szimborska
167
Ciento cuarenta y cu
c uatro
Escribe un poema donde enumeres las cosas que entrarían en tu casa sin llaves.
168
Ciento cuarenta y cin
c inco
co
De ti sé siempr
si empree
la respuesta. Procuro
ante el espejo
detenerme un instante
para buscarte adentro.
Ángel
Ángel Campos Pámpano
P ámpano
169
Ciento cuarenta y seis
La tierra
ti erra de los sueños
Por una senda extraña
frecuentada
frecuentada por ángeles perversos,
bajo el humor maligno de la luna,
más allá de las órbitas y el tiempo,
llego a la Thule humosa,
al tenebroso imperio,
donde un fantasma rígido, la Noche,
reina en un trono milenario y negro.
Luis Palés Matos
Haz un poema donde expliques qué puedes encontrarte al caminar por “una
senda extraña”. Puedes empezar por el mismo verso del poema. Debes describir
fuerzas o emociones adversas a las que tienes que sobrevivir.
170
Ciento cuarenta y siete
171
Ciento cuarenta y och
oc ho
En la destreza
del árbol cesa el vuelo,
se desmorona.
Un pájaro se mece
en la rama desnuda.
Ángel
Ángel Campos Pámpanos
P ámpanos
Imagina que eres ese pájaro que nos presenta el poeta. Haz un poema donde
describas qué siente meciéndose en la rama.
172
Ciento cuarenta y nue ve
¿Cómo ha empezado hoy el día? ¿Cómo ha terminado? Haz un poema con estas
preguntas.
173
Ciento cincuenta
cincuenta
Realiza un poema imaginando cómo quieres vivir o cómo te gustaría que fuese la
vida.
174
Ciento cincuenta y uno
Hijo, en tu busca
cruzo los mares:
las olas buenas
a ti me traen:
los aires frescos
limpian mis carnes
de los gusanos
de las ciudades;
pero
pero voy triste
tri ste
porque
porque en los mares
mares
por nadie
nadi e puedo
verter mi sangre.
José Martí
175
Ciento cincuenta y dos
Realiza un poema con la pregunta contraria: ¿Es algo más que el día lo que
renace esta mañana?
176
Ciento cincuenta y tres
Para mí el bordón
bordón solo.
A vosotros os dejo
la vara justiciera,
el caduceo,
el báculo
y el cetro.
cetro.
Para mí el bordón
bordón solo del romero
romero
Yo quiero el camino blanco y sin término.
León Felipe
Escribe un poema donde hagas una elección: debes desechar lo que no deseas
para ti y explicar lo que quieres.
177
Ciento cincuenta y cuatro
Haz un poema con aquello que más duele. Puedes empezar como empieza el
poema de Valente.
Valente.
178
Ciento cin
c incuenta
cuenta y cinco
cinco
LLorar a lágrima
lágri ma viva.
vi va.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
di gestión.
Oliverio Girondo
La anáfora es un recurso literario que consiste en comenzar cada verso con la misma o
las mismas palabras.
179
Ciento cincuenta y seis
Imaginé mi horror
horror por un momento
que Dios, el solo vivo, no existiera,
o que, existiendo,
existi endo, solo consistiera
consistiera
en tierra, en agua, en fuego, en sombra, en viento.
Blas de Otero
180
Ciento cincuenta y siete
Imagina que diferentes objetos o deseos pueden subir a tu alcoba. Haz un poema
enumerándolos.
181
Ciento cin
c incuenta
cuenta y ocho
182
Ciento cincue
cincue nta y nue
nue ve
183
Ciento sesenta
184
Ciento sesenta y uno
185
Cie
Cie nto sese
se sen
nta y dos
Y no comprender
comprender nada
y celebrarlo.
Gonzalo
Gonzalo Escarpa
186
Ciento sesenta y tres
Haz un poema que empiece por “Subo más alto” y te obligue a describir un
estado ideal.
187
Cie
Cie nto sese
se sen
nta y cu
c uatro
¿Qué buscas? ¿Dónde crees que se encuentra? Realiza un poema que responda a
esas dos preguntas.
188
Cie
Cie nto sese
se sen
nta y cin
c inco
co
Reflexiona con quién te gustaría hacer amistad hoy. Puede ser un elemento de la
naturaleza, un recuerdo, una emoción, una parte de tu cuerpo, una persona... Haz
un poema con esa idea .
189
Ciento sesenta y seis
190
Ciento sesenta y siete
Escribe un poema dedicado a la duda. Píntala con palabras. Para ello, puedes
asociarla a colores, objetos, paisajes diferentes , que te ayuden a comprender el
valor que tiene.
191
Cie
Cie nto sese
se sen
nta y ocho
192
Cie
Cie nto sese
se sen
nta y nue
nue ve
Haz un poema donde interpretes las sensaciones que te haya dejado un sueño.
193
Ciento setenta
Es poderosa,
una mota de polvo
en su aposento.
Tráeme un buen día,
amanecer saliente,
por si es el último.
últi mo.
Julia Linares
194
Ciento setenta y uno
195
Cie
Cie nto sete
se ten
nta y dos
Cuando no se te ocurra ningún poema que escribir, escribe de ello. Por ejemplo:
196
Ciento setenta y tres
Como ya no te reconozco
te conviertes en el árbol que da sombra.
Hermann Broch
Piensa en alguien que significó mucho para ti, y haz un poema donde se vea la
idea del poema anterior, donde ya no lo reconoces.
197
Cie
Cie nto sete
se ten
nta y cu
c uatro
¿De qué tienes llenos los ojos? Descúbrelo en un poema. Puedes atribuirles luego
un significado simbólico.
198
Cie
Cie nto sete
se ten
nta y cinco
cinco
Haz un poema que explique cómo quieres que sea tu verso. Puedes empezar
como el texto de García Baena. En él, puedes reflexionar sobre qué puedes
alcanzar escribiendo poemas.
199
Ciento setenta y seis
200
Ciento
Ciento setenta
set enta y siete
Escribe un poema donde denuncies las cosas que te asquean. Intenta seguir la
estructura del poema de Riechmann.
201
Cie
Cie nto sete
se ten
nta y ocho
Respondí a la tarde
de la primavera:
Tú has dicho el secreto
que en mi alma reza:
yo odio
odi o la alegría
por odio
odi o a la pena.
Mas antes que pi se
tu florida senda,
quisiera traerte
traerte
muerta mi alma vieja.
Antonio Machado
202
Cie
Cie nto sete
se ten
nta y nue
nue ve
Piensa en cuáles serían esas diez palabras. Haz un poema con ellas y con todo lo
que te sugieren o significan para ti.
203
Ciento ochenta
Escribe un poema donde expliques las cosas que hayas aportado a otras
personas.
204
Ciento ochenta y uno
Realiza un poema donde hables de tus trueques vitales, como cuenta Joaquín
Lara en sus versos.
205
Ciento ochenta y dos
Escribe una oda en la que describas la felicidad de la vida que eliges para ti.
206
Ciento ochenta y tres
207
Ciento ochenta y cuatro
208
Ciento ochenta y cinco
209
Ciento ochenta y seis
Piensa y escribe sobre lo que se ha salido hoy de la rutina, aunque sea algo a
simple vista insignificante.
210
Cie
Cie nto ochenta y siete
sie te
Desciendes
Descie ndes por el río.
La barca se abre
abre paso
entre los juncos.
El golpe en la orilla
ori lla
anuncia
anuncia el término del viaje.
Álvaro Mutis
211
Ciento ochenta y ocho
212
Ciento ochenta y nueve
Estar en la noche
esperando una visita,
o no esperando nada
y ver cómo el sillón
si llón lentamente
va avanzando hasta alejarse de la lámpara.
José Lezama Lima
213
Ciento noventa
214
Ciento noventa y uno
Escoge una parte de tu cuerpo, aquella que quizás te cause algún conflicto, como
dolor, o rechazo. Piensa qué te diría si pudiese hablar. Haz un poema con todo lo
que te confesaría. Dale voz.
215
Ciento noventa y tres
No lo olvidéis
olvi déis
a contra moda vivo
y a contra moda escribo
escri bo
desde que en este océano
eché los primeros dientes.
Pureza Canelo
216
Ciento noventa y cuatro
ORACIÓN
Dichoso
Dic hoso pueda caminar
cami nar..
Dichoso
Dic hoso con abundantes nubes negras pueda caminar
cami nar..
Dichoso
Dic hoso con abundantes lluvias
lluvi as pueda caminar
cami nar..
Dichoso
Dic hoso con abundantes plantas pueda caminar
c aminar..
Dichoso
Dic hoso por un sendero de polen pueda caminar,
caminar,
Dichoso
Dic hoso pueda caminar
cami nar..
Igual como fue en días lejanos ahora pueda caminar
cami nar..
Todo sea bello delante de mí.
Todo sea bello detrás de mí.
Todo sea bello debajo de mí.
Todo sea bello arriba de mí.
Todo sea bello alrededor de mí.
En belleza esto termina.
En belleza esto termina.
Indios navajos. Estados Unidos
217
218
BIBLIOGRAFÍA
K OHAN
OHAN, S. A., Escribir
Escribi r sobre uno mismo, Barcelona, Alba, 2002.
219
K OHAN
OHAN, S. A., Taller de escritura: el método, Barcelona, Alba, 2004.
K OHAN
OHAN, S. A., La escritura
escri tura como búsqueda, Barcelona, Alba, 2004.
R IMÉ
IMÉ, B., La compartición
compartic ión social de las emoci ones, Bilbao, Desclée De Brouwer, 2011.
R IVADENEIRA
IVADENEIRA , A., Escribir
Escribir poesía, Barcelona, Alba,
Alba, 2012.
VVAA, Escritura y psicoanálisi
psi coanálisiss, México, Siglo XXI, 1996.
220
ACERCA DE LOS AUTORES
221
Jaime Covarsí , nacido en Barcelona en 1975 pero afincado en Extremadura,
cursó sus estudios
estudios un
univers
iversitarios,
itarios, y posterior doctorado en Filología
Hispánica, en la Universidad de Sevilla, donde ha ejercido la docencia hasta
el año 2006. Actualmente es profesor de secundaria. Cuenta con numerosas
publicaciones, colaboraciones
colabor aciones y ponencias
ponencias en el campo
campo de la literatu
li teratura
ra
medieval y renacentista. Recientemente ha publicado su primera novela, El
bastón de avellano,
avell ano, en Tau editores (2015).
222
OTROS LIBROS
223
Practicando la escritura
escritura terapéutica
79 ejercicios
Reyes Adorna
ISBN:
ISBN: 978-84-330-2676-7
978-84-330- 2676-7
www.edesclee.com
Escribir posee una capacidad terapéutica que han intuido desde siempre los escritores de
todos los tiempos. Su parte racional, ligada al lenguaje, y su parte artística, creativa y
emocional, le confieren la propiedad única de aunar estas dos facetas del ser humano: la
facultad de pensar y la de expresar emociones. Gracias a la escritura, la persona es capaz
de estructurar su pensamiento, desahogar estas emociones cuando le desbordan, tomar
distancia sobre lo que le ocurre, descubrir sus recursos personales, y reflexionar sobre
sus deseos, sus relaciones o sus conductas.
Este libro es fundamentalmente práctico. Se compone de 79 ejercicios que utilizan la
escritura no solo como un medio para desarrollar la creatividad, sino como un método
para conocerse, aumentar la autoestima,
autoestima, resolver
resolver determinados
determinados problemas
problemas y mejorar la
calidad de nuestras relaciones. Se encuentra organizado en cuatro bloques, definidos por
su función terapéutica, y está dirigido tanto a personas que individualmente quieran
benefici
beneficiarse
arse de esta terapia,
terapia, poniendo
poniendo en práctica
práctica los
los ejerci
e jercici
cios
os que se proponen, como a
psicól
psicólog
ogos,
os, pedagog
pedagogos
os o docentes que deseen ampli
ampliar sus recursos en sus sesiones
sesiones o
clases.
224
225
El origen de la infelicidad
Reyes Ador na
na
ISBN:
ISBN: 978-84-330-2771-9
978-84-330- 2771-9
www.edesclee.com
acemos con unas herramientas instintivas, emocionales y mentales que han sido útiles -
y siguen siéndolo en su mayoría- para nuestra supervivencia. Sin embargo nadie nos
enseña para qué sirven ni cómo manejarlas en nuestra vida diaria. Al nacer sin un manual
de instrucciones, podemos llegar a hacer un mal uso de ellas, dando palos de ciego en
nuestro universo interior y sintiéndonos culpables al creer que muchos de nuestros
problemas
problemas provienen de nuestra personalidad
personalidad o torpeza.
Este libro pretende, apoyándose en los últimos avances neurocientíficos, mostrar las
raíces biológicas de nuestros malestares y sufrimientos. Tras un recorrido por los
orígenes de la infelicidad, se analizarán las características de nuestras emociones -sobre
todo las que llamamos negativas-, se mostrará para qué están diseñadas y cómo aprender
a manejarlas lo mejor posible. También se analizarán las estructuras y tendencias de
nuestro pensamiento, cómo nos enfrentamos a ellas los seres humanos y cómo a menudo
estrechan, interpretan y distorsionan la realidad.
Cada apartado está acompañado de ejercicios prácticos, más de 60 en total, que ayudan
a conseguir el objetivo principal de este libro: acercarnos al autoconocimiento como
especie y disminuir los obstáculos que ciegan una felicidad más humana y más acorde
con nuestra propia naturaleza.
226
227
El sentido de la vida es una
una vida con sentido
La resil
resiliencia
iencia
Rocío Ri
R ivero
ISBN:
ISBN: 978-84-330-2780-1
978-84-330- 2780-1
www.edesclee.com
La vida nos enseña que nada es para siempre, que nuestros sueños no siempre se
cumplen y que no podemos aferrarnos al pasado ni vivir suspirando por el futuro.
El sentido de la vida es una vida con sentido. La resiliencia, nos enseña a superar las
situaciones adversas, así como a salir fortalecidos de ellas. Se compromete a desarrollar y
mantener tu resiliencia a lo largo de la vida y a desarrollarla y mantenerla también en los
niños y niñas. Para conseguir su objetivo cuenta con el apoyo de numerosos ejercicios.
Capítulo a capítulo se explican los factores que influyen en ser resiliente, los beneficios
que aporta la resiliencia y con qué están relacionados estos beneficios, todo ello basado
en estudios psicológicos, con métodos concretos y experimentados.
Es la primera publicación que revela y explica el vínculo que existe entre la resiliencia y
saber vivir el momento presente, entre la creatividad y la resiliencia, entre la inteligencia
emocional y la resiliencia y entre esta y la felicidad, ayudándote a potenciar estas
habilidades.
228
229
Hazte experto en inteligencia emocional
Olga Cañizares - Car men
men García De
De Leaniz (Coordinadoras)
ISBN:
ISBN: 978-84-330-2784-9
978-84-330- 2784-9
www.edesclee.com
Es probable que mucho de lo que leas ya lo sepas, que ya lo estés viviendo. Nuestro
propósito
propósito es que a partir
partir de ahora lo vivas
vivas de una forma consciente,
consciente, dándote cuenta,
eligiendo en cada momento lo que te permita alcanzar tus Metas.
El lenguaje es sencillo porque queremos llegar a todos: educadores, personal sanitario,
responsables de departamentos de Recursos Humanos, profesionales del coaching,
psicól
psicólog
ogos,
os, terapeutas ocupacional
ocupacionales
es y también a ti, que te dedicas
dedicas sencill
sencillamente a vivi
vivir.
r.
Ahora te toca a ti, querido lector, sacarle partido y aprovechar todo lo útil que en él
encuentres para conocerte, gestionar tus emociones, motivarte y relacionarte de una
forma diferente y efectiva con los demás, con tu entorno.
Si conseguimos que hagas en tu vida algún cambio que te ayude a sentirte mejor contigo
mismo y con los demás, habremos alcanzado nuestro objetivo.
Escriben:
Olga Cañizares, Carmen García de Leaniz, Olga Castanyer, Iván Ballesteros y Elena
Mendoza
230
231
DIRECTORA : OLGA
LGA CASTANYER
232
46. El Buda que siente y padece. Psicología budista sobre
46. El sobre el carácter, la advers
adv ersidad
idad y la pasión.
pasión. David Brazier.
47. Hijos que no se van. La dif icultad de abandonar el hogar . Jorge Barraca.
47. Hijos
48. Palabras para una vida
48. Palabras v ida con sentido.
sentido. Mª. Ángeles Noblejas. (2ª ed.)
49. Cómo llevarnos bien con nuestros deseos. deseos. Philip Sheldrake.
50. Cómo no hacer el tonto por la vida. Puesta a punto práctica del altruismo. altruismo. Luis Cencillo. (2ª ed.)
51. Emociones: Una guía interna. Cuáles sigo y cuáles no.
51. Emociones: no. Leslie S. Greenberg. (6ª ed.)
52. Éxito y f racaso.
52. Éxito racaso. Cómo viv irlos con acierto.acierto. Amado Ramírez Villafáñez.
53. Desarrrollo de la armonía interior.
53. Desar interior. La construcción de una personalidad positiva positiv a. Juan Antonio Bernad.
54. Introducción
54. Intro ducción al R ole-Playing pedagógico.
pedagógico. Pablo Población Knappe y Elisa López Barberá. (2ª ed.)
55. Cartas a Pedro. Guía para un psicoterapeuta que empieza. empieza. Loretta Cornejo. (3ª ed.)
56. El guión de v ida.
56. El ida. José Luis Martorell. (2ª ed.)
57. Somos lo mejor que tenemos.tenemos. Isabel Agüera Espejo-Saavedra.
Espejo-Saavedra.
58. El niño que seguía la
58. El l a barca.
barca. Intervenciones
I ntervenciones sistémicas sobr sobree los juegos f amiliares
amiliares.. Giuliana Prata, Maria
Vignato y Susana Bullrich.
59. Amor y traición
59. Amor t raición.. John Amodeo.
60. El amor.
60. El amor. Una visión
v isión somática.
somática. Stanley Keleman. (2ª ed.)
61. A la búsqueda de nuestro
61. A nuestro genio interior:
i nterior: Cómo cultiv arlo y a dónde nos guía. guía. Kevin Flanagan. (2ª ed.)
62. A corazón
62. A corazón abierto. Confesiones de un psicoterapeuta.
psicoterapeuta. F. Jiménez Hernández-Pinzón.
63. En vísperas de morir.
63. En morir. Psicología, espiritualidad y crecimiento
crecimiento personal . Iosu Cabodevilla.
64. ¿Por qué no logro ser asertivo? Olga
asertivo? Olga Castanyer y Estela Ortega. (8ª ed.)
65. El diario íntimo: buceando hacia el yo prof
65. El profundo
undo.. José-Vicente Bonet, S.J. (3ª ed.)
66. Caminos sapienciales de Oriente. Oriente. Juan Masiá.
67. Superar la ansiedad y el miedo. Un programa paso a paso. paso . Pedro Moreno.
Moreno. (9ª ed.)
68. El matrimonio como desafío.
68. El desafí o. Destrezas
Destrezas para
para viv
v ivirlo
irlo en plenitud
plenit ud . Kathleen R. Fischer y Thomas N. Hart.
69. La posada de los
69. La l os peregrinos.
peregrinos. Una aproximación
aproximación al A rte de Vivir
Viv ir . Esperanza Borús.
70. Realizarse mediante la magia de las coincidencias. P ráctica de la sincronicidad
70. Realizarse sincronicidad mediante los cuentos. Jean-
Pascal Debailleul y Catherine Fourgeau.
71. Psicoanálisis para educar mejor . Fernando Jiméne
71. Psicoanálisis J iménezz Hernández-Pinzón.
Hernández-Pinzón.
72. Desde mi ventana.
72. Desde v entana. Pensamientos
P ensamientos de autoliberación.
autoliberación. Pedro Miguel Lamet.
73. En busca de la sonrisa perdida.
73. En perdida. La psicoterapia y la l a revelación
revelación del ser . Jean
J ean Sarkissoff.
Sarkissoff.
74. La pareja y la comunicación. La importancia del diálogo para la plenitud y la longev idad de la
74. La l a pareja.
pareja.
Casos y reflexiones.
reflexiones. Patrice Cudicio y Catherine Cudicio.
75. Ante la enf ermedad de Alzheimer.
75. Ante Alzheimer. Pistas para cuidadores
cuidadores y f amiliares
amiliares.. Marga Nieto Carrero. (2ª ed.)
76. Me comunico… Luego existo. Una historia de encuentros
76. Me encuentros y desencuentros
desencuentros.. Jesús De La Gándara Martín.
77. La nueva
77. La nuev a sofr
sof rología. Guía práctica para todos. todos. Claude Imbert.
78. Cuando el silencio habla.habla. Matilde De Torres Villagrá. (2ª ed.)
79. Atajos de sabiduría.
79. Atajos sabiduría. Carlos Díaz.
80. ¿Qué nos humaniza? ¿Qué nos deshumaniza? Ensayo de una ética desde la psicología. psicología. Ramón Rosal Cortés.
81. Más allá del indiv idualismo.
81. Más idualismo. Rafael Redondo.
82. La terapia centrada en la persona hoy.
82. La hoy. Nuevos avances
av ances en la teoría y en la práctica.
práctica. Dave Mearns y Brian
Thorne.
83. La técnica de los movimientos
83. La mov imientos oculares.
oculares. La promesa
promesa potencial de un nuevo avance psicoterapéutico.
psicoterapéutico. Fred
Friedberg. Introducción a la edición española por Ramiro J. Álvarez
84. No seas tu peor enemigo… ¡…Cuando
84. No ¡…Cuando puedes ser ser tu mejor amigo! Ann-M.
amigo! Ann-M. McMahon.
85. La memoria corporal. Bases
85. La B ases teóricas
teóricas de la diafr
diaf reoterapia.
eoterapia. Luz Casasnovas Susanna. (2ª ed.)
86. Atrapando la f elicidad con redes pequeñas
86. Atrapando pequeñas.. Ignacio Berciano Pérez. Con la colaboración de Itziar
Barrenengoa. (2ª ed.)
87. C.G. Jung. Vida, obra y psicoterapia.
psicoterapia. M. Pilar Quiroga Méndez.
88. Crecer en grupo. Una aproximación desde el enfoque centrado en la persona. persona . Tomeu Barceló. (2ª ed.)
89. Automanejo emocional. Pautas para la intervención cognitiva
89. Automanejo cognit iva con grupos.
grupos. Alejandro Bello Gómez, Antonio
Crego Díaz.
90. La magia de la metáfora.
90. La metáf ora. 77 relatos breves
breves para educadores,
educadores, f ormadores
ormadores y pensadores
pensadores.. Nick Owen.
91. Cómo volverse enfermo mental . José Luís Pio Abreu.
92. Psicoterapia y espiritualidad. La integración de la dimensión espiritual en la práctica terapéutica.
92. Psicoterapia terapéutica. Agneta
Schreurs.
93. Fluir en la advers
93. Fluir adv ersidad
idad . Amado Ramírez Villafáñez.
233
94. La psicología del soltero:
94. La soltero: Entr
E ntree el mito y la realidad . Juan Antonio Bernad.
95. Un corazón auténtico. Un camino de ocho tramos hacia un amor en la madurez. madurez. John Amodeo (2ª ed.).
96. Luz, más luz. Lecciones de filosof
96. Luz, f ilosofía
ía v ital de un psiquiatra.
psiquiatra. Benito Peral. (2ª ed.)
97. Tratado de la insoportabilidad, la envidia y otras “virtudes” humanas. humanas. Luis Raimundo Guerra. (2ª ed.)
98. Crecimiento
Crecimiento personal: A portaciones de Oriente y Occidente. Occidente. Mónica Rodríguez-Zafra (Ed.).
99. El f uturo
99. El uturo se decide antes de nacer.
nacer. La terapia de la v ida intrauterina.
intrauterina. Claude Imbert. (2ª ed.)
100. Cuando lo perfecto no es suficiente. Estrategias para hacer frente al perfeccionismo. perfeccionismo. Martin M. Antony -
Richard P. Swinson. (2ª ed.)
101. Los personajes
101. Los personajes en tu interior.
interior. Amigándote con tus emociones más profundas. profundas. Joy Cloug.
102. La conquista del propio
102. La propio respeto.
respeto. Manual de respons
responsabilidad
abilidad personal . Thom Rutledge.
103. El pico del Quetzal. Sencillas conversaciones para restablecer
103. El restablecer la esperanza
esperanza en el f uturouturo. Margaret J.
Wheatley.
104. Dominar las crisis de ansiedad. Una guía para pacientes.
104. Dominar pacientes. Pedro Moreno, Julio C. Martín. (13ª ed.)
105. El tiempo regalado.
105. El regalado. LaL a madurez
madurez como desafío.
desafío. Irene Estrada Ena.
106. Enseñar a convivi
106. Enseñar convi virr no es tan difícil.
dif ícil. Para quienes no saben qué hacer con sus hijos, o con sus alumnos. alumnos.
Manuel Segura Morales. (14ª ed.)
107. Encrucijada emocional. Miedo (ansiedad), tristeza (depresión),
107. Encrucijada (depresión), rabia (violencia),
(v iolencia), alegría (euf oria).
Karmelo Bizkarra. (4ª ed.)
108. Vencer la depresión. Técnicas psicológicas que te ayudarán. ayudarán. Marisa Bosqued.
109. Cuando me encuentro con el capitán Garfio… (no) me engancho. La práctica en psicoterapia gestalt .
Ángeles Martín y Carmen Vázquez.
110. La mente o la vida.
110. La vi da. Una aproximación
aproximación a la Terapia
Terapia de Aceptación
A ceptación y Compromiso
Compromiso.. Jorge Barraca Mairal. (2ª
ed.)
111. ¡Deja de controlarme! Qué hacer cuando la persona a la que queremos ejerce un dominio excesivo sobre
nosotros.
nosotros. Richard J. Stenack.
112. Responde a tu llamada. Una guía para la realización de nuestro
112. Responde nuestro objetiv o vitalv ital más prof
profundo
undo.. John P.
Schuster.
113. Terapia meditativa. Un proceso de curación desde nuestro interior . Michael L. Emmons, Ph.D. y Janet
Emmons,
Emmons, M.S.
114. El espíritu de organizars
114. El organizarse. e. Destrezas
Destrezas parapara encontrar el signif icado a sus tareastareas.. P. Kristan.
115. Adelgazar: el esf uerzo posible.
115. Adelgazar: posible. Un sistema gradual para superar superar la obesidad . A. Cózar.
116. Crecer en la crisis. Cómo recuperar el equilibrio perdido. perdido. Alejandro Rocamora. (3ª ed.)
117. Rabia sana. Cómo ayudar a niños y adolescentes
117. Rabia adolescentes a manejar su rabia.
rabia. Bernard Golden. (2ª ed.)
118. Manipuladores
118. Manipulador es cotidianos. Manual
M anual de superviv encia.
encia. Juan Carlos Vicente Casado.
119. Manejar y superar el estrés.
119. Manejar estrés. Cómo alcanzar una vida más equilibrada.
equilibrada. Ann Williamson.
120. La integración
120. La int egración de la terapia experiencial y la terapia breve. Un manual para terapeutas y consejeros consejeros. Bala
Jaison.
121. Este no es un libro de autoayuda. Tratado de la suerte,
121. Este suerte, el amor y lal a f elicidad . Luis Raimundo Guerra.
122. Psiquiatría para el no iniciado.
122. Psiquiatría iniciado. Rafa Euba. (2ª ed.)
123. El poder curativo del ayuno. Recuper
123. El R ecuperando
ando un camino olvidado
olv idado hacia la l a salud . Karmelo Bizkarra. (4ª ed.)
124. Vivir lo que somos. Cuatro actitudes y un camino. camino. Enrique Martínez Lozano. (4ª ed.)
125. La espiritualidad en el f inal de la v ida. Una inmersión en las f ronteras de la ciencia.
125. La ciencia. Iosu Cabodevilla
Eraso. (2ª ed.)
126. Regreso
126. Regr eso a la conciencia.
conciencia. Amado Ramírez.
127. Las constelaciones familiar
127. Las famil iares.
es. En
E n resonancia
resonancia con la v ida.
ida. Peter Bourquin. (13ª ed.)
128. El libro
128. El libro del éxito
éxit o para vagos.
v agos. Descubra lo que realmente
realmente quiere
quiere y cómo conseguirlo sin estrés. Thomas
Hohensee.
129. Yo no valgo menos. Sugerencias cognitivo- humanistas para afrontar la culpa y la vergüenza. vergüenza . Olga
Castanyer.
Castanyer. (4ª ed.)
130. Manual de Terapia
130. Manual Terapia Gestáltica aplicada
apl icada a los
l os adolescentes.
adolescentes. Loretta Cornejo. (5ª ed.)
131. ¿Para qué sirve el cerebro? Manual para principiantes.
principiantes. Javier Tirapu. (2ª ed.)
132. Esos seres
132. Esos seres inquietos. Clav es para combatir la ansiedad y las obsesiones obsesiones. Amado Ramírez Villafáñez.
133. Dominar las obsesiones.
133. Dominar obsesiones. Una guía guí a para pacientes.
pacientes. Pedro Moreno, Julio C. Martín, Juan García y Rosa
Viñas. (5ª ed.)
134. Cuidados musicales para cuidadores. Musicoterapia Autorrealizadora para el estrés asistencial. Conxa asistencial. Conxa
Trallero Flix y Jordi Oller Vallejo
234
135. Entre personas
135. Entre personas.. Una mirada cuántica a nuestras relaciones relaciones humanas.
humanas. Tomeu Barceló
136. Superar las heridas. Alternativas sanas a lo que los demás nos hacen o dejan de hacer . Windy Dryden
137. Manual de f ormación en trance prof
137. Manual profundo.
undo. Habilidades
Habili dades de hipnotización.
hipnotización. Igor Ledochowski
138. Todo lo que aprendí de la paranoia.
paranoia. Camille
139. Migraña. Una pesadilla cerebral
139. Migraña. cerebral . Arturo Goicoechea (4ª ed.)
140. Aprendiendo
140. Apr endiendo a morir . Ignacio Berciano Pérez
141. La estrategia del oso polar.
141. La polar. Cómo llevar adelante tu vida v ida pese a las
l as adversidades.
adversidades. Hubert Moritz
142. Mi salud mental: Un camino práctico.
142. Mi práctico. Emilio Garrido Landívar
143. Camino de liberación en los cuentos. En compañía de los animales. animales. Ana María Schlüter Rodés
144. ¡Estoy furioso! Aproveche la energía positiva de su ira. ira. Anita Timpe
145. Herramientas
145. Herr amientas de Coaching personal . FranciscFr anciscoo Yuste (3ª ed.)
146. Este libr
146. Este li broo es cosa de hombres.
hombres. Una guía psicológica para el hombre hombre de hoy.
hoy. Rafa Euba
147. Af ronta tu depresión
147. Af depresión con psicoterapia interpersonal.
interpersonal. Guía de autoayuda.
autoayuda. Juan García Sánchez y Pepa
Palazón Rodríguez (2ª ed.)
148. El consejero
148. El consejero pastoral. Manual
M anual de “r “ relación de ayuda” para sacerdotes
sacerdotes y agentes de pastoral . Enrique
Montalt Alcayde
149. Tristeza, miedo, cólera. Actuar sobre nuestras emociones. emociones. Dra. Stéphanie Hahusseau
150. Vida emocionalmente inteligente. Estrategias para incrementar el coeficiente emocional . Geetu Bharwaney
151. Cicatrices del corazón. Tras una pérdida significativa.
significativa. Rosa Mª Martínez González
152. Ojos que sí ven. “Soy bipolar” (Diez entrevistas). Ana
entrevistas). Ana González Isasi - Aníbal C. Malvar
153. Reconcíliate con tu inf ancia. Cómo curar antiguas heridas
153. Reconcíliate heridas.. Ulrike Dahm (2ª ed.)
154. Los trastornos de la alimentación. Guía práctica para cuidar de un ser querido
154. Los querido.. Janet Treasure - Gráinne
Smith - Anna Crane (2ª ed.)
155. Bullying entre
155. Bullying entre adultos. Agresor
Agresoreses y víctimas
v íctimas.. Peter Randall
156. Cómo ganarse a las personas. El arte de hacer contactos. contactos. Bernd Görner
157. Vencer a los enemigos del sueño. Guía práctica para conseguir dormir como siempre habíamos soñado. soñado.
Charles Morin
158. Ganar perdiendo. Los procesos de duelo y las experiencias de pérdida: Muerte - Divorcio - Migración. Migración.
Migdyrai Martín Reyes
159. El arte de la terapia. Ref
159. El R eflexiones
lexiones sobre
sobre la sanación para terapeutas principiantes
principiantes y v eteranos. Peter
Bourquin (2ª ed.)
160. El viaje
160. El viaj e al ahora. Una guía sencilla para llevar llev ar la atención plena a nuestro
nuestro día a día.
día. Jorge Barraca Mairal
161. Cómo envejecer con dignidad y aprovechamiento.
aprovechamiento. Ignacio Berciano
162. Cuando un ser querido es bipolar. Ayuda y apoyo para usted y su pareja. pareja. Cynthia G. Last
163. Todo lo que sucede importa. Cómo orientar en el laberinto de los sentimientos. sentimientos. Fernando Alberca de Castro
(2ª ed.)
164. De cuentos y aliados. El cuento terapéutico.
164. De terapéutico. Mariana Fiksler
165. Soluciones para una vida sexual sana. Maneras sencillas de abordar y resolver los problemas sexuales
cotidianos.
cotidianos. Dra. Janet Hall
166. Encontrar las mejores
166. Encontrar mejores soluciones mediante Focusing. A la escucha de lo sentido en el cuerpo. Bernadette
Lamboy
167. Estrésesee menos y v iva
167. Estréses iv a más. Cómo la l a terapia de aceptación y compromiso
compromiso puede ayudarle a viv v ivir
ir una v ida
productiva
productiva y equilibrada. Richard
equilibrada. Richard Blonna
168. Cómo superar el tabaco, el alcohol y las drogas. drogas. Miguel del Nogal Tomé
169. La comunicación humana: una ventana
169. La v entana abierta.
abierta. Carlos Alemany Briz
170. Aprender
170. Apr ender de la ansiedad. La sabiduria de las l as emociones.
emociones. Pedro Moreno (3ª ed.)
171. Comida para las emociones. Neuroalimentación para que el cerebro se sienta bien. bien. Sandi Krstinic
172. Cuidar al enfermo. Migajas de psicología.
psicología. Pedro Moreno
173. Yo te manejo, tú me manejas. El poder de las relaciones cotidianas. cotidianas. Pablo Población Knappe
174. Crisis, crecimiento y despertar. Claves y recursos para crecer en consciencia. consciencia. Enrique Martínez Lozano (4ª
ed.)
175. Cuaderno de trabajo para el tratamiento corpomental del trastrono del trastorno de estrés postraumático
(TEPT). Programa para curar en 10 semanas las secuelas del trauma. trauma. Stanley Block y Carolyn Bryant Block
176. El joven homosexual.
176. El homosexual. Cómo comprenderle
comprenderle y ayudarle.
ayudarle. José Ignacio Baile Ayensa
177. Sal de tu mente, entra en tu vida. La nueva Terapia de Aceptación y Compromiso. Compromiso. Steven Hayes
178. Palabras caballo. Fuerza vital
178. Palabras vit al para el día a día.día. Dr. Juan-Miguel Fernández-Balboa Balaguer (2ª ed.)
235
179. Fibromialgia,
179. Fibrom ialgia, el reto
reto se supera. EviE videncias,
dencias, experiencias y medios para el af rontamiento.
ontamiento. Bruno Moioli (2ª
ed.)
180. Diseña tu v ida. Atrévete
180. Diseña Atrév ete a cambiar . Diana Sánchez González y Mar Mejías Gómez (2ª ed.)
181. Aprender
181. Apr ender psicología desde el cine. cine. José Antonio Molina y Miguel del Nogal
182. Un día de terapia.
terapia. Rafael Romero Rico
183. No lo dejes para mañana. Guía para superar la postergación
183. No postergación.. Pamela S. Wiegartz, Ph.D. y Levin L. y
Gyoerkoe, Psy.D
184. Yo decido. La tecnología con alma. alma. José Luis Bimbela Pedrola (2ª ed.)
185. Aplicaciones de la
185. Aplicaciones l a asertividad . Olga Castanyer (3ª ed.)
186. Manual práctico para el tratamiento de la timidez y la ansiedad social. Técnicas demostradas para la
186. Manual
superación
superación gradual del miedo.miedo . M.M. Antony, PH .D y R.P. Swinson, MD.
187. A las alf ombras felices no les gusta volar
187. A v olar.. Un libro de (auto) ayuda… a los demás.
demás. Javier Vidal-Quadras.
188. Gastronomía para aprender a ser feliz. PsiCocina socioafectiva.
socioafectiva. A. Rodríguez Hernández
189. Guía clínica de comunicación en oncología. Estrategias para mantener una buena relación durante la
trayectoria de la enfermedad . Juan José Valverde, Mamen Gómez Colldefors y Agustín Navarrete Montoya
190. Ponga un psiquiatra en su vida.
190. Ponga v ida. Manual para mejorar la salud mental en tiempos t iempos de crisis.
crisis. José Carlos
Fuertes Rocañín
191. La magia de la PNL al descubierto
191. La descubierto.. Byron Lewis
192. Tunea tus emociones.
emociones. José Manuel Montero
193. La f uerza
193. La uerza que tú
t ú llev as dentro.
dentro. Diálogos
Di álogos clínicos.
clínicos. Antonio S. Gómez
194. El origen de la inf
194. El i nfelicidad
elicidad . Reyes Adorna Castro
195. El sentido de la vida
195. El vi da es una v ida con sentido. La resiliencia
resiliencia.. Rocío Rivero López
196. Focusing desde el corazón y hacia el corazón.
196. Focusing corazón. Una guía para la transformación personal
personal . Edgardo Riveros
Riveros
Aedos
197. Programa
197. Pro grama Somne. Terapia psicológica integral para el insomnio: guía para el terapeuta y el paciente. paciente. Ana
María González Pinto • Carlos Javier Egea • Sara Barbeito (Coords.)
198. Poesía terapéutica. 194 ejercicios
198. Poesía ejercicios para hacer un poema cada día. día. Reyes Adorna Castro y Jaime Covarsí
Carbonero
199. Abree tu consciencia.
199. Abr consciencia. José Antonio González Suárez y David González Pujana
200. Ya no tengo el alma en pena. pena. Rosse Macpherson
Macpherson
201. Ahora que he decidido luchar con esperanza.
201. Ahora esperanza. Guía para vencer el apetito.
apetito. José Luis López Morales y
Enrique Javier Garcés de los Fayos Ruiz
202. El juego de la vida Mediterránea.
202. El Mediterránea. Mauro García Toro
203. 16 Ideas para vivir de manera plena. Experiencias y reflexiones de un médico de familia. familia. Daniel Francisco
Serrano Collantes
SERIE MAIOR
1. Anatomía Emocional. La estructura de la experiencia
1. Anatomía experiencia somática.
somática. Luciano Sandrin (11ª ed.)
2. La experiencia somática. F ormación de un yo personal . Stanley Keleman (2ª ed.)
2. La
3. Psicoanálisis y análisis corporal de la relación.
3. Psicoanálisis elación. André Lapierre
4. Psicodrama. Teoría y práctica.
4. Psicodrama. práctica. José Agustín Ramírez (3ª ed.)
5. 14 Aprendizajes vitales.
vitales. Carlos Alemany (ed.) (13ª ed.)
6. Psique y Soma. Terapia bioenergética
6. Psique bioenergética.. José Agustín Ramírez
7. Crecer bebiendo del propio pozo. Taller de crecimiento personal . Carlos Rafael Cabarrús, S.J (12ª ed.)
8. Las voces
8. Las v oces del cuerpo. Respiración, sonido y movimiento
mov imiento en el proceso
proceso terapéutico.
terapéutico. Carolyn J. Braddock
9. Para ser uno mismo. De la opacidad a la transparencia
9. Para transparencia.. Juan Masiá Clavel
10. Vivencias desde el Enneagrama.
Enneagrama. Maite Melendo (3ª ed.)
11. Codependencia.
Codependencia. La dependencia controladora.
controladora. La dependencia sumisa.
sumisa. Dorothy May
12. Cuaderno de Bitácora, para acompañar caminantes. Guía psico-histórico-espiritual . Carlos Rafael Cabarrús
(5ª ed.)
13. Del ¡viva
13. Del ¡vi va los novios!
nov ios! al ¡ya no te aguanto! Para el comienzo de una relación en pareja y una conviv conv ivencia
encia
más inteligente.
inteligente. Eusebio López. (2ª ed.)
14. La v ida maestra. El
14. La E l cotidiano
cotidi ano como proceso
proceso de realización
realización personal
personal . José María Toro
Los
15. Los
15. registr
registros
os del deseo. Del afecto,
af ecto, el amor y otras pasiones.
pasiones . Carlos Domínguez Morano (2ª ed.)
236
16. Psicoterapia integradora humanista. Manual para el tratamiento de 33 problemas
16. Psicoterapia problemas psicosensor
psicosensoriales,
iales,
cognitivos y emocionales.
emocionales. Ana Gimeno-Bayón y Ramón Rosal
17. Deja que tu cuerpo interprete
17. Deja interprete tus sueños.
sueños. Eugene T. Gendlin (2ª ed.)
18. Cómo afrontar los desafíos de la vida. vida. Chris L. Kleinke
19. El valor terapéutico del humor . Ángel Rz. Idígoras (Ed.) (3ª ed.)
19. El
20. Aumenta tu creativ
20. Aumenta creatividad
idad mental en ocho días.
días. Ron Dalrymple, Ph.D., F.R.C.
21. El hombre,
21. El hombre, la razón y el instinto.
instinto. José Mª Porta Tovar
22. Guía práctica del trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Pistas para su liberación. liberación. Bruce M. Hyman y
Cherry Pedrick
23. La comunidad terapéutica
23. La t erapéutica y las adicciones. Teoría, modelo y método. método. George De Leon
24. El humor y el bienestar en las intervenciones clínicas.
24. El clínicas. Waleed A. Salameh y William F. Fry
25. El manejo de la agresividad.
25. El agresividad. Manual de tratamiento completo para profesionales.
profesionales. Howard Kassinove y
Raymond Chip Tafrate
26. Agujeros
26. Agujer os negros
negros de la mente. Claves
Clav es de salud psíquica.
psíquica. José L. Trechera
27. Cuerpo, cultura y educación.
educación. Jordi Planella Ribera
28. Reír y aprender
28. Reír aprender.. 95 técnicas para emplear el humor en la l a f ormación.
ormación. Doni Tamblyn
29. Manual práctico de psicoterapia gestalt . Ángeles Martín (11ª ed.)
29. Manual
30. Más magia de la metáf ora. Relatos
30. Más R elatos de sabiduría para aquellas personas que tengan a su cargo cargo la tarea
tarea de
Liderar,
Liderar, Influenciar
Inf luenciar y Motivar
Moti var . Nick Owen
31. Pensar bien - Sentirse bien. Manual práctico de terapia cognitiv o-conductual para niños y adolescentes. Paul
31. Pensar
Stallard
32. Ansiedad y sobreactivación.
32. Ansiedad sobreactivación. Guía práctica de entrenamiento
entrenamiento en control
control respiratorio
respiratorio.. Pablo Rodríguez Correa
33. Amor y v iolencia. La dimensión af ectiva del maltrato.
33. Amor maltrato. Pepa Horno Goicoechea (2ª ed.)
34. El pretendido
34. El pretendido Síndrome
Síndrome de Alienación
A lienación Par
P arental.
ental. Un instrumento que perpetúa el maltrato y la violencia
vi olencia Sonia
Sonia
Vaccaro - Consuelo Barea Payueta.
35. La v íctima no es culpable. Las
35. La L as estrategias de la v iolencia.
iolencia. Olga Castanyer (Coord.); Pepa Horno, Antonio
Escudero e Inés Monjas
36. El tratamiento de los problemas de drogas.
36. El drogas. Una guía para el terapeuta.
terapeuta. Miguel del Nogal (2ª ed.)
37. Los sueños en psicoterapia
37. Los psicoterapia gestalt. Teoría
Teoría y práctica.
práctica. Ángeles Martín (2ª ed.)
38. Medicina y terapia de la risa. Manual . Ramón Mora Ripoll
38. Medicina
39. La dependencia del alcohol. Un camino de crecimiento.
39. La crecimiento. Thomas Wallenhorst
40. El arte de saber alimentarte. Desde la ciencia de la nutrición al arte de la alimentación.
40. El alimentación. Karmelo Bizkarra
41. Vivir con plena atención. De la aceptación a la presencia.presencia. Vicente Simón (2ª ed.)
42. Empatía terapéutica. La compasión del sanador herido.
42. Empatía herido. José Carlos Bermejo
43. Más allá de la Empatía. Una Terapia
43. Más Terapia de Contacto-en-la-Relación.
Contacto-en-la-Relación. Richard G. Erskine - Janet P. Moursund -
Rebecca L. Trautmann
44. El oficio
44. El of icio que habitamos. Testimonios y refl reflexiones
exiones de terapeutas gestálticas. Ángeles Martín (Ed.)
45. El amor vanidoso. Cómo fracas
45. El f racasan
an las relaciones narcisistas
narcisistas.. Bärbel Wardetzki
46. Diccionario de técnicas mentales. Las
46. Diccionario L as mejores
mejores técnicas de la A a la Z . Claudia Bender - Michael Draksal
47. Humanizar la asistencia sanitaria. Apr
47. Humanizar A proximación
oximación al concepto.
concepto. José Carlos Bermejo (2ª ed.)
48. Herramientas
48. Herr amientas de coaching ejecutiv o. Francisc
Fr anciscoo Yuste
Yuste (2ª ed.)
ed. )
49. La v ocación y f ormación del psicólogo clínico.
49. La clínico. Aquilino Polaino-Lorente y Gema Pérez Rojo (Coords.)
50. Detrás de la pared.
50. Detrás pared. Una mirada multidisciplinar acerca acerca de los niños, niñas y adolescentes
adolescentes expuestos a la
violencia de género.
género. Sofía Czalbowski (Coord.)
51. Hazte experto en inteligencia emocional . Olga Cañizares; Carmen García de Leaniz; Olga Castanyer; Iván
51. Hazte
Ballesteros; Elena Mendoza (2ª ed.)
52. Counseling y cuidados paliativos.
paliativos. Esperanza Santos y José Carlos Bermejo
53. Eneagrama para terapeutas.
53. Eneagrama terapeutas. Carmela Ruiz de la Rosa
54. Habilidades esenciales del conunseling. Guía práctica y de aplicación.
54. Habilidades aplicación. Sandy Magnuson y Ken Norem
237
Índice
Portadilla 2
Créditos 4
Dedicatoria 5
Introducción 6
1. La poesía como terapia 8
2. El método 18
3. 194 ejercicios 24
Bibliografía 219
Acerca de los autores 221
Otros libros 223
P racticando la escritura terapéutica 224
El origen de la infelicidad 226
El sentido de la vida es una vida con sentido 228
Hazte experto en inteligencia emocional 230
Colección 232
238