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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO-

PUNO

ESCUELA PROFECIONAL DE CIENCIAS


SOCIALES FACULTAD DE TRABAJO
SOCIAL

AREA: METODOLOGIA DEL TRABAJO SOCIAL

DOCENTE: FERNANDEZ BACA BARRIO DE MENDOZA ILDAURA

TEMA: INTERVENCIÓN DEL TRABAJADO SOCIAL FRENTE AL


PROBLEMA DE LA PANDEMIA (COVID)

INTEGRANTES

MAMANI MAMANI, Willians Andi

SEMESTRE: V

AÑO:2020
1. EL PAPEL DEL PROFESIONAL EN TRABAJO SOCIAL DURANTE EL

COVID.19

Son múltiples las funciones que pueden desarrollar los profesionales de Trabajo Social debido

a la complejidad y dimensiones de la realidad que existen en la sociedad. Su actuación está

enfocada a la solución de problemas sociales y al cambio social, lo que constituye un ámbito de

intervención, preventivo y asistencial muy extenso.

Cuando un suceso desemboca en una situación de riesgo para una comunidad o un gran número

de personas, ya sea por una emergencia social, sanitaria o catástrofe que por su dimensión

desbordan los servicios públicos, es necesaria la implicación de profesionales especializados. Se

trata de nuevas situaciones conflictivas que exigen nuevas respuestas desde el Trabajo Social con

la finalidad de dar una asistencia integral.

Trabajar y resolver tales dilemas ha sido una característica fuerte de la respuesta global del

Trabajo Social a la crisis. La FITS ha podido mantener una visión general de cómo los

trabajadores y trabajadoras sociales en diferentes países han encontrado respuestas. Nuestras

redes han alentado el aprendizaje a través de las fronteras nacionales.

Ha habido fases claras en las luchas de los trabajadores y trabajadoras sociales:

1. Hacer que los gobiernos reconozcan que una respuesta social es imprescindible;

2. Abogar por que los servicios sociales permanezcan abiertos durante la cuarentena;

3. Adaptar los servicios sociales a un mundo nuevo: enfrentar dilemas éticos;

4. Integrar la práctica transformadora y conservar fluidez en el enfoque.


Lo que ha quedado claro es que este proceso transformador, aunque lejos de ser indoloro, ha

visto un nuevo surgimiento de la profesión.

2. LOS TRABAJADORES SOCIALES EN TIEMPOS DEL COVID-19

Actualmente, a nivel mundial, el coronavirus se ha alojado en nuestras sociedades y ensañado

con las personas; situación nunca antes vivida ni imaginada. La pandemia del coronavirus ha

mostrado una alta capacidad de transmisión, como también ha incrementado las urgencias en

atender las necesidades sociales de la población. Pero ¿qué papel ejercen los trabajadores

sociales en este contexto de emergencia?

Los profesionales de Trabajo Social tienen un papel fundamental como expertos de la atención y

la intervención social. Para ello, es necesario que conozcan las directrices de atención y las

medidas comunitarias ante una situación de catástrofe o de alerta social que garanticen a toda

persona, grupo o comunidad el acceso a recursos y el apoyo para cubrir sus necesidades,

principalmente de aquellos que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad o en un

entorno específico de desventaja social.

El Consejo General de Trabajo Social ha elaborado unas recomendaciones y propuestas dirigidas

a todos los trabajadores sociales ante la situación del COVID-19 que, a su vez, los Colegios

Oficiales de Trabajo Social paralelamente lo difunden a sus colegiados, instituciones y

organismos públicos.

En este conjunto de instrucciones, se aborda las medidas preventivas de contagio de los

trabajadores sociales, así como la forma de actuar ante la sospecha de la enfermedad y sus

síntomas. De igual forma, se relacionan diferentes recursos sociales, proporciona información


actualizada y marca propuestas de intervención orientadas a optimizar, aún más, el buen hacer

profesional que redunde e incremente el bienestar de la ciudadanía.

2.1. Medidas de protección para trabajadores sociales

En cuanto a las medidas de protección que los profesionales de Trabajo Social deben tomar en

su intervención profesional, el Consejo General de Trabajo Social (2020), ha presentado un

documento bajo el título “Recomendaciones del Consejo General del Trabajo Social dirigidas a

las/os profesionales del Trabajo Social ante la emergencia sanitaria del COVID-19”.

Asimismo, el Consejo General de Trabajo Social presenta diferentes propuestas y asesora en

los distintos niveles de intervención que se desarrollan los trabajadores sociales, como también

ámbitos específicos de acción entre los que se encuentran los Servicios Sociales, Tercer Sector,

salud, educación, justicia, penitenciarias. Además, determina actuaciones profesionales y

precisas con personas que deben ser atendidas a diario, como son, entre otras, personas mayores,

con dependencia, discapacidad o enfermedades crónicas.

Las aportaciones y la eficacia que el Trabajo Social ofrece a la sociedad, evidencian su

importante labor frente al reto de detectar las necesidades de cada época, resolver múltiples

realidades y adaptar su intervención a los problemas coyunturales, incluido un entorno de

emergencia o catástrofe. Es una mirada amplia que no sólo se centra en intervenir en situaciones

problemáticas, sino que también lo desarrolla en circunstancias sobrevenidas, de mayor

magnitud y gran impacto social, como es una pandemia universal.

3. LA VIOLENCIA DOMÉSTICA EN CONTEXTO DE PANDEMIA


Otro campo en que se evidencia los efectos de la pandemia, que requieren políticas de

abordaje social y no necesariamente sanitario, es el campo judicial y la problemática de la

violencia doméstica. No solo puede agudizarse sino también precipitarse en el contexto de

convivencia obligatoria. Las políticas a nivel sanitario no pueden responder a nuevos problemas

derivados de la interrupción casi total de los espacios de atención a personas que sufren este tipo

de violencia. Más allá de las líneas de atención telefónica, las políticas de emergencia están

sustentadas en una mirada fuertemente policial y judicial, como principales respuestas. Los

dispositivos que se encuentran funcionando, tienen como protagonistas policías o agentes de las

fuerzas de seguridad y del poder judicial. Aquí también se evidencia la insuficiente presencia de

profesionales de otras disciplinas capaces de realizar intervenciones psico-sociales ante la

emergencia.

Este retroceso lo podemos pagar caro. La disminución de denuncias en un contexto de

imposibilidad de salir del hogar, no da cuenta de la disminución de los casos. Por el contrario,

estadísticamente, el ámbito doméstico es el espacio en donde más se consulta y denuncian

situaciones de violencia por razón de género. Si la propia casa puede constituirse en el escenario

de mayor riesgo para sus integrantes, hay que tomar distancia de toda política sustentada en una

mirada familiarista y romántica del hogar, que lo construye como un lugar protector.

La paradoja en que se encuentran hoy las miles de víctimas que conviven con sus agresores,

reforzada por la consigna “quédate en casa” como premisa de cuidado individual y colectivo, es

generadora de múltiples problemas: la incertidumbre extraordinaria que viven las mujeres

víctimas de violencia se agudiza ante la presencia de un fenómeno epidemiológico en creciente

progresión, la posibilidad de anticiparse o contemplar estrategias para prevenir situaciones se ve


reducida; al igual que las posibilidad de proyectar estrategias para separarse/escapar del agresor

se ven dramáticamente obstaculizadas. Por lo tanto, a pesar de la dificultad que esto atañe para

los profesionales, resulta fundamental la generación de canales de expresión, elaboración de

nuevas estrategias de contacto y contención, contemplando las intervenciones oportunas en esta

situación de emergencias.

4. ASISTENCIA INTEGRAL EN CUARENTENA

La promoción de espacios de escucha y contención deben ir de la mano de la protección

judicial/policial sin duda, pero más que nunca también con la asistencia integral que pueda

requerir la persona damnificada (políticas habitacionales, atención a la salud, alimentación,

ingreso económico). Para cumplir con el rol protector y contenedor en estos casos, el Estado

debe fortalecer los dispositivos integrales de atención y asistencia, no solo los de denuncia.

Esto sin lugar a dudas que necesita la intervención de políticas públicas para cuidar a sus

trabajadores. Así como no enviarían a médicos o enfermeras sin la protección adecuada, las

intervenciones sociales también deben contar con el andamiaje y condiciones necesarias para

viabilizar la asistencia extraordinaria.

Las reflexiones en torno a las intervenciones sociales en la emergencia, tanto en el ámbito de la

salud, como en el ámbito judicial, pueden extenderse a cualquier otro campo social que no

advierta las nuevas vulnerabilidades y problemáticas que atravesemos como sociedad.

Comprender que las situaciones críticas alteran la vida de toda la comunidad, es comprender que

difícilmente se pueda restaurar un orden preexistente. Por lo tanto, es una oportunidad para

colaborar y enfrentar de manera colectiva los desafíos presentes, para que todos podamos superar

esta situación de manera equitativa


5. TRABAJO SOCIAL, UNA PROFESIÓN QUE TE HACE CRECER

María Inés tenía 28 años cuando le diagnosticaron cáncer de colón. Durante su tratamiento ha

sufrido varias veces por la quimioterapia, los procedimientos quirúrgicos; sin embargo, quien

siempre ha estado ahí con ella es su pareja, quien dejó su trabajo para enfrentar juntos el

padecimiento. Mayra Luna, trabajadora social del hospital Juárez, recuerda que esta joven pareja

le ha dejado muchas lecciones y el hecho madurar en varios aspectos de su vida.

Muchas son las experiencias que se llevan las trabajadoras sociales al estar en un hospital viendo

cómo los pacientes enfrentan diariamente enfermedades como el cáncer, un tumor cerebral,

diabetes o hasta hipertensión.

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