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Esfuerzo y Valor
Esfuerzo y Valor
INTRODUCCION
Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota y allí le
crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio.
a. Y él, cargando su cruz: Según la costumbre romana Jesús llevó su cruz desde el lugar de la
sentencia hasta el lugar de la crucifixión, un lugar llamado de la Calavera. Los romanos, antes
de poner a un hombre en la cruz, ponían la cruz sobre el hombre, forzándolo a llevarla en una
procesión pública que tenía como objetivo atraer la atención hacia el condenado, su crimen, y
su destino.
Le crucificaron: Los persas inventaron la crucifixión, pero uno podría decir que los romanos la
perfeccionaron y la volvieron una institución. Era la forma de ejecución reservada para los
peores criminales y las clases más bajas. La crucifixión estaba diseñada para hacer que la
víctima muriera públicamente, lentamente y con gran dolor y humillación. Este era el tipo de
muerte que Dios le ordenó a Jesús morir, y la muerte a la que se sometió en la voluntad de
Dios.
i. La crucifixión era tan terrible y degradante que los romanos educados ni siquiera hablaban
de ella en público. El estadista romano Cicerón dijo de la crucifixión: “Es un crimen atar a un
ciudadano romano; azotarle es un acto de iniquidad; ejecutarlo es casi homicidio. ¿Qué puedo
decir de crucificarlo? En un acto tan abominable es imposible encontrar alguna palabra
adecuada para describirlo.” El historiador romano Tácito llamó a la crucifixión “Una tortura
apta solo para los esclavos.”
El mayor sufrimiento de Cristo fue interno y espiritual; incluso mayor que su sufrimiento
externo y físico.
I JOSUE
Toda batalla se libra desde 2 frentes. Esta frase representa los dos campos en los que el
hombre enfrenta todas sus batallas:
Veamos la batalla más grande jamás librada, la batalla que el mas grande, Jesucristo tuvo
que enfrentar. ¡La crucifixión!
Juan 19:17-18 “Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo,
Gólgota y allí le crucificaron…”
II Los 2 frentes:
Dios nos pide que hagamos nuestro esfuerzo para poder conquistar los propósitos que Él
nos ha dado, para todo tenemos que esforzarnos y esa es parte de nuestra naturaleza, si
queremos algo tenemos que esforzarnos.
Pero el ánimo para hacerlas no siempre está ahí, por eso Dios en el verso nueve le da a
Josué la respuesta para saber de dónde debe venir ese ánimo:
Josué 1:9 “9Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes,
porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
(NTV) Mi mandato es: “¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque
el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas”
Muchas veces nuestra fuente de ánimo son nuestras ganas que tenemos de hacer tal o
cual cosa, o el querer quedar bien con quien nos lo ha pedido, o el querer darles a
nuestros hijos cosas mejores, o tener mejores oportunidades, o mejores ingresos,
etc., pero todas esas fuentes, tarde o temprano, se escurren y nos dejan sin ánimo.
Cuando las cosas se ponen difíciles o se complican, nos desanimamos y eso es porque
que estamos usando la fuente equivocada para estar animados.
¿Qué pasa cuando el Señor está con nosotros? Todo sale bien 😉
¿Qué es esforzarnos? Esforzarse significa continuar hacia delante, es un paso más, la milla
extra que debemos caminar antes de la victoria final. La gente que triunfa nunca mira
atrás. La diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario es el esfuerzo extra. Los hombres
y mujeres de éxito son aquellos que hacen las cosas que la gente ordinaria no desea hacer.
¿Qué es valiente? Ser valiente no significa ausencia de temor, todos los hombres hemos
sentido miedo en algún momento. El valor es la capacidad para continuar a pesar de los
temores. Es mejor hacer las cosas con miedo que no hacerlas porque tememos. Dios no
nos ha dado el espíritu de cobardía, sino de poder, amor, y dominio propio.
La Palabra nos dice: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las
tribulaciones, por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen
los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los
montes a causa de su braveza.” Salmos 46:2
No le permitas al desánimo frustrar los grandes planes que Dios tiene contigo. El Señor ha
prometido estar contigo para librarte.
Los grandes propósitos con llevan a grandes batallas, Las grandes batallas terminan en
grandes victorias, La grandes victorias cimientan nuestra fe a mayor profundidad.
“El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los
muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a
Jehová tendrán nuevas fuerzas: levantarán alas como las águilas; correrán, y no se
cansarán; caminarán y no se fatigarán.” Isaías 40:29-31.
La primera vez que aparece la palabra santo en la Biblia es cuando Dios santificó el día de
reposo.
Génesis 2:3 “3Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra
que había hecho en la creación.”
Lo más santo que podemos hacer es descansar en él, que nuestro reposo sea nuestra
confianza en Él.
Génesis 6:8 “8Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.”
¿Te preguntarás que tiene de revelador esto? Que el nombre Noé proviene de la palabra
Hebrea Niham, que significa: Descanso, paz, reposo.
El reposo es lo más santo que podemos hacer y eso nos hará recibir toda la gracia de Dios y
llenarnos de su favor y sus bendiciones.
Así que hay que esforzarnos, dijimos al principio, pero esa es una batalla, la física, pero la
otra batalla, la más importante, la espiritual, ocurre en nuestro interior, en nuestro corazón y
en nuestra mente, y es ahí donde debemos permanecer en reposo si queremos ganar las dos
batallas:
Proverbios 21:31 “31 El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la
victoria.”
Listos para la batalla física del día a día, pero vivamos en su reposo en nuestro
interior, confiando en que Él ya lo hizo todo en la cruz, él ya nos dio todas las victorias.
Esta es la mejor metáfora que Dios nos enseña para definir nuestra relación con él: Nosotros
somos las ovejas y Él es el pastor, ¿Cierto?
(NVI) Hebreos 4:9-10 “9 Por consiguiente, queda todavía un reposo especial para el pueblo de
Dios; 10 porque el que entra en el reposo de Dios descansa también de sus obras, así como Dios
descansó de las suyas.”
Dios descansó el día séptimo no porque estuviera cansado, porque Dios no se cansa sino
porque había terminado su obra, y eso es lo que sucede cuando entramos en su reposo, que
podemos terminar la obra que Él nos ha dado como propósito de vida y aun generacional.
Enseñemos a nuestros hijos a vivir en su reposo y ellos también terminarán la obra que Dios
les ha encomendado.
Hebreos 4:11 “ 11 Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo, para que nadie caiga al seguir
aquel ejemplo de desobediencia.”
Efesios 1:19-23 “ 19y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que
creemos, según la operación del poder de su fuerza, 20la cual operó en Cristo, resucitándole de
los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, 21sobre todo principado y
autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino
también en el venidero; 22y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre
todas las cosas a la iglesia, 23la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en
todo.”
Efesios 2:6 “6y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jesús,”
Jesús está sentado, y todo lo demás está debajo de Él, muy por debajo de Él. Pero dice que a
nosotros nos hizo sentarnos a su lado. Sentarse es una manera de hacernos entrar en reposo.
El diablo te dirá que la obra no está terminada, que tú tienes que terminarla y por tanto
depende de ti, pero tú contéstale y siéntate y desde ahí dile que ya Cristo lo consumó todo,
que todo depende de Él y no de ti.
Hebreos 3:12 “ 12Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de
incredulidad para apartarse del Dios vivo;”
La Biblia nos advierte que no tengamos un corazón malo, la palabra malo aquí es la palabra
griega Poneros que tiene dos definiciones: 1) Lleno de labores, esfuerzos, molestias, fatigas,
presionado y acosado por las labores. Y la 2) malo, de naturaleza y condición mala.
Pero aquí dice que un corazón malo es un corazón incrédulo que no cree en el reposo de la
gracia de Dios y cree más en su esfuerzo, es como si dijera: “Yo puedo más que Dios” y eso no
es de fe, eso es malo.
Cuando la Biblia dice que no tengamos un corazón malo está diciendo que no tengamos un
corazón lleno de labores.
Como les pasa a muchas personas, por ejemplo, que se van de vacaciones a la playa, está la
familia disfrutando la playa, pero ellos “no están ahí”, su corazón no está en reposo, su
corazón está lleno de labores en el lugar donde dejó su oficina o su casa.
¡Wow!, esto nos pasa a todos en alguna o algunas áreas de nuestra vida, y hoy podemos
corregirlo.
Hay personas que hacen cosas buenas pero con el corazón equivocado, inclusive las
cosas espirituales que son buenas las hacen con un corazón cargado de maldad porque lo
han convertido en una labor y a veces en una pesada labor.
(RVC) Job 3:25-26 “25 Me ha sobrevenido un temor espantoso; lo que más temía, me ha
sucedido. 26 No encuentro paz ni reposo; vivo intranquilo y en constante turbación.”
Ustedes saben que a Job le sobrevino todo lo que temía, escuchen esto, el temía mucho
porque a sus hijos les pasara algo y por eso oraba todos los días por ellos.
Orar está bien pero no con un corazón temeroso o creyendo que es tu oración la que hace
que las cosas sucedan, las cosas suceden porque Jesús las consumó desde la cruz, por eso
Jesús dijo que no usáramos vanas repeticiones pues nuestro Padre ya sabe lo que
necesitamos aun antes de que se lo pidamos, dice el Apóstol Pablo: Sean conocidas tus
peticiones con acciones de gracias.
Ora una vez y pídele al Señor que se haga conforme a todo lo que ya consumó Él en la cruz y
después, cuando te acuerdes de eso dile: Señor, Gracias, porque sé que está en tus manos y
tú me lo darás en el tiempo perfecto. Yo descanso en ti.
Quítale el pie de encima, reposa en Él, confía que Jesús ya ganó todo lo que necesitas en esa
cruz y deja que sus bendiciones te alcancen y te sobreabunden.
Puede tardar, no será inmediato, pero será mucho más rápido si “no le echas una mano a
Dios”.
VIII MINISTRACIÓN
(RVC) Mateo 11:28 “28 Vengan a mí todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los
haré descansar.”
De todas las cosas que Jesús nos puede dar, la primera, la que es base de todo lo demás es
que Él nos quiere dar descanso, reposo.