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Sucre G. (1985, p.

233) va más allá y señala que para Vallejo se vive inútilmente;


también, entonces, se escribe inútilmente. Si después de tantas palabras no sobrevive la
palabra, dice Vallejo, obviamente aludiendo a la Palabra. A primera vista, el comentario
de Sucre respecto del valor que Vallejo confiere a la Palabra parece exagerado, llevado
casi al extremo del absurdo podría pensarse que si el peruano hubiese tenido la
convicción de la inutilidad de la palabra seguramente no habría escrito, o habría escrito
hasta el momento en que se le presentó tal convicción; sin embargo, me parece que
Sucre destaca algo importante en la poética de Vallejo y, específicamente, en el libro
que me ocupa: el lugar de la negatividad en su concepción de la voz poética. Por el
momento, considero, sin embrago, que cuando Vallejo alude a la palabra, en realidad,
apunta al lenguaje articulado, pero no a la voz, ni tampoco al silencio que acompaña a
esa voz y que hace que esa voz sea, precisamente, esa y no otra. El espectador mira:
cede la palabra a la evidencia; la evidencia es lo que lo hace guardar silencio puesto que
lo que se le presenta es una postración (Wittgenstein L., 2002) la mirada del espectador
se tiende sobre el espectáculo ante el que su palabra, pero no sus ojos, se silencia; se
silencia, pero ve.

La importancia del ojo en la poética de Vallejo ya ha sido puesta de relieve por Antenor
Orrego, quien dice que "la pupila de este poeta percibe el panorama humano.
Reconstruye lo que en nosotros se encontraba disperso" (Paoli R., 1974 p. 347). Roberto
Paoli alude a la relevancia de la vista, sin decirlo explícitamente, en la poética del
peruano: La nebulosa constituye el concepto fundamental de la poética vallejiana. De
aquí se deriva que la poesía de Vallejo, teniendo por objeto inmediato la tal nebulosa, se
funda como una profecía y mesianismo. No es poesía como acción, sino como vaticinio
y videncia (Paoli R., 1974 p. 347). Las palabras de Paoli se refieren antes al sentido
último del poemario de Vallejo que a la composición del mismo; sin embargo, no puedo
estar completamente de acuerdo con Paoli puesto que el sentido de videncia como él
dice de estos poemas, en realidad se fundamenta en una composición poética que nace
de la evidencia. Me explico: "videncia" significa ver más allá; es sinónimo de profecía,
predicción, presagio. La videncia anuncia un suceso favorable o contrario en un futuro;
la videncia se tiende sobre el futuro; pero hay algo más, porque para que esa videncia se
tienda sobre el futuro, en primer lugar, hay que otorgarle al futuro un extraño poder de
decisión o resolución; en segundo lugar, pensar que la decisión no depende del sujeto
sino del objeto o de ambos o de un tercero; y lo más razonable, pensar que no es tanto el
vidente quien acierta con la predicción del acontecimiento por venir, cuanto que es ese
tiempo futuro, precisamente, el que reivindica tal vaticinio.

Paráfrasis:

A simple vista, el comentario de Sucre respecto del costo que Vallejo confiere a el
término parece exagerado, llevado casi al extremo del ilógico podría pensarse que si el
peruano hubiese tenido la convicción de la inutilidad del vocablo seguramente no habría
escrito, o habría escrito hasta entonces en que se le presentó tal convicción; no obstante,
me parece que Sucre destaca algo fundamental en la poética de Vallejo y,
especialmente, en la obra que me ocupa: el sitio de la negatividad en su concepción de
la voz poética. Por el instante, considero, sin embrago, que una vez que Vallejo alude a
el término, realmente, muestra al lenguaje articulado, sin embargo no a la voz, ni
tampoco al silencio que sigue a dicha voz y que provoca que dicha voz sea, claramente,
dicha y no otra.

Los vocablos de Paoli se refieren anteriormente al sentido último del poemario de


Vallejo que a la estructura del mismo; no obstante, no puedo estar enteramente según
Paoli pues el sentido de videncia como él dice de dichos poemas, en verdad se apoya en
una estructura poética que nace de la prueba. La videncia anuncia un evento
conveniente o opuesto en un futuro; la videncia se tiende sobre el futuro; sin embargo
hay algo más, pues para que dicha videncia se tienda sobre el futuro, en primera
instancia, se debe darle al futuro un extraño poder de elección o resolución; en segundo
sitio, pensar que la elección no es dependiente del individuo sino del objeto o de los dos
o de un tercero; y lo más razonable, pensar que no es tanto el vidente quien acierta con
la predicción del evento por advenir, cuanto que es aquel tiempo futuro, claramente, el
que reivindica tal vaticinio.

Comentario:

La experiencia de Cesar Vallejo en la guerra civil española fue una lucha que la vivió
como si fuera suya por el hecho que en el Perú se vivía esa misma injusticia social por
parte de la elite gobernante y el poco interés de dar las oportunidades a todos por igual,
donde él es reconocido por su adhesión publica a la lucha por la milicia antifascista de
Cataluña donde desempeño un aporte informativo muy importante mediante sus
publicaciones por que el expresa el sentir y la realidad del pueblo en sus obras.
Sucre, G. (1985). "Una poesía escéptica de sí misma". En La máscara, la transparencia. Ensayos
sobre poesía hispanoamericana. FCE, México. http://ve.scielo.org/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0459-12832006000100001

Paoli, R. (1974). "España, aparta de mí este cáliz". En Julio Ortega (ed.). César Vallejo. Taurus,
Madrid. http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0459- 12832006000100001

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