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Rafael Andrés Hernández Roldán
Grado en Ingeniería del Software
Facultad de Informática
Universidad Complutense de Madrid
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN ......................................................................... 1
2. ACTIVIDAD REALIZADA .......................................................... 3
2.1. Primer cuatrimestre..........................................................................3
2.2. Segundo cuatrimestre ...................................................................... 6
3. CONCLUSIONES ......................................................................... 8
1. Introducción
Tras el primer año del proyecto en el curso 2017 / 2018, tanto los
mentores como los profesores de estas asignaturas concluyeron que las
mentorías habían fracasado debido a la baja (o incluso nula) asistencia por parte
de los alumnos. Por este motivo, durante el curso 2018 / 2019 las mentorías
siguen siendo un proyecto piloto, aún en prueba, que intenta mejorar sobre lo
aprendido el curso anterior y tiene en cuenta las opiniones de alumnos, mentores
y profesores. En consecuencia, este curso es determinante para el proyecto de
Mentorías Académicas, pues de su resultado depende que se mantengan un curso
más (dejando así de ser un proyecto piloto) o que sea abandonado.
Primer cuatrimestre
Segundo cuatrimestre
Por otra parte, las preguntas realizadas durante las sesiones de mentorías
fueron usualmente muy parecidas entre sí, pudiendo agruparse en tres bloques:
especificación formal, recursión, divide y vencerás y “cuestionarios”. Estos
bloques corresponden con temas de la asignatura, a falta del tema de algoritmos
iterativos y del tema de vuelta atrás. Esto se debe probablemente a que las
mentorías empezaron una vez se había finalizado el tema de algoritmos
iterativos y a que hubo un gran descenso de asistencia en las últimas sesiones (en
parte agravado por la cercanía de las vacaciones y “puentes” por días festivos),
correspondientes a las fechas en la que se vio en clase el tema de vuelta atrás.
El por qué ha fracasado está sujeto a debate. Sin embargo, tras preguntar
a alumnos, profesores y compañeros que han cursado EDA tanto con el proyecto
de mentorías como sin él, concluyo que el proyecto estaba condenado al fracaso
antes incluso de iniciarse. EDA goza (o padece) de una terrible reputación entre
los estudiantes de la Facultad de Informática. Tanto así, que esta se transmite a
los alumnos de primero que ni siquiera la han cursado. Esto, sumado al hecho de
que es una asignatura que requiere tiempo y esfuerzo para ser superada, provoca
un rechazo hacia la asignatura desde el primer momento por parte de los
alumnos. Indirectamente, esta fama salpica a los profesores que la imparten, ya
que al sentir que la asignatura es extremadamente difícil, los alumnos tienden a
culpar a los profesores de no ser suficientemente competentes en la materia que
explican. Como consecuencia, cualquier idea o proyecto en relación con la
asignatura es rechazado y desacreditado inmediatamente. Por ello, muchos
alumnos sí están dispuestos a asistir a academias que imparten la asignatura,
que, en definitiva, cumplen la misma función que las mentorías.
Además, he detectado que unir dos clases distintas en una misma sesión
genera otro problema más (este de menor envergadura), a pesar de que para este
proyecto tal y como está planteado era necesario. Dado que cada clase sigue su
propio ritmo y sus propias dinámicas, en ocasiones puede resultar complicado
unificar una sesión en la que se resuelvan dudas en común, ya que mientras que
los alumnos de un grupo llevan (por ejemplo) días dedicados a un tema y ya
están resolviendo problemas avanzados, los de otro grupo pueden acabar de
empezarlo y apenas entender los básicos. Además, que un grupo utilice técnicas
de gamificación mientras que otros no, también provoca que los alumnos de
cada grupo puedan interesarse por preguntas completamente distintas en
momentos determinados (como, de hecho, me ha ocurrido cuando se acercaban
los cuestionarios Kahoot!).
Como dato adicional, algunos alumnos han propuesto que este proyecto
mejoraría si el mentor se encontrase en las horas lectivas de la asignatura en los
laboratorios, siendo así un tipo de “profesor auxiliar”. De este modo no habría
problemas por incompatibilidad de horarios. Aunque podría ser complicado de
llevar a cabo, esta propuesta podría surtir efecto y ser aún más enriquecedora
para todos, dado que los mentores se verían envueltos en el ambiente de una
clase universitaria en sí misma.