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Solución

Homero fue un antiguo poeta y aedo griego, quien era reconocido por ser el autor
de las principales poesías épicas griegas la Ilíada y la Odisea. Nació y vivió en el
siglo VIII a. C y su vida fue una mezcla de leyenda y realidad. La tradición sostenía
que Homero era ciego y pudo haber nacido en cualquier localidad de la Antigua
Grecia: Esmirna, Colofón, Atenas, Quíos, Rodas, Argos, Ítaca Salamina o Pilos.
En palabras de Hegel, Homero significaba “el elemento en el que vive el mundo
griego como el hombre vive en el aire”. Admirado, imitado y citado por todos los
poetas, filósofos y artistas griegos que le siguieron, es el poeta por antonomasia
de la literatura clásica, a pesar de que la vida de Homero aparece rodeada del
más profundo misterio, hasta el punto de que su propia existencia histórica ha sido
puesta en tela de juicio.
Son varias las biografías de Homero donde en sus contenidos incluían la famosa
ceguera del poeta siendo legendario y novelesco. La más antigua, atribuida sin
fundamento a Heródoto, data del siglo V a.C., en ella, Homero era presentado
como el hijo de una huérfana seducida, de nombre Creteidas, que le dio a luz en
Esmirna. Conocido como Melesígenes, destacado por sus cualidades artísticas,
iniciando una vida bohemia. Una enfermedad lo dejó ciego, y desde entonces
pasó a llamarse Homero.

La iliada
Entiendo el ensayo como una forma académica de abordar un tema sin agotarlo.
Como tentativa siempre, como aproximación a un objeto de estudio; es más, como
hermenéutica, como un ejercicio personalísimo de interpretación que se sujeta,
necesariamente, a los límites y posibilidades de quien interpreta. Ensayo es, como
lo veo, "travesía y travesura" (Martínez, 2007);1 viaje, aventura del pensamiento,
como diría Arturo Souto (Cfr. Souto, 1973).

Desde esta óptica me aproximo a la Ilíada de Homero, el llamado "educador de la


Grecia antigua", para rescatar de ella algunos aspectos que, considero, le son
inherentes. Parto de una hipótesis muy sencilla: las experiencias del lector que se
enfrenta a este texto, sus prenociones, prejuicios, ideas, creencias y, sobre todo,
su formación disciplinaria sesgan la interpretación, la enmarcan y delinean. En
este sentido, al leer esta obra busco rescatar algunos aspectos referentes al mito y
sus características, a la educación y sus posibilidades, al tiempo que señaló
algunas temáticas, las cuales pueden ser abordadas con mayor profundidad.
Busco, entonces, señalar en alguna medida el valor histórico, literario, educativo,
moral y estético de este poema homérico, y mi empresa, más que histórica, es en
cierta medida pedagógica.
La odisea
El enigma de Homero y su obra ha sido uno de los que más ha intrigado a los
estudiosos occidentales de diversas especialidades a lo largo de los últimos
milenios. Homero es considerado de forma unánime como el padre de la literatura
europea, ya que su “Ilíada” y su “Odisea” son los escritos con forma literaria más
antiguos que hemos conservado de cuantos ha engendrado el viejo continente.
Con Homero empieza todo. Homero es, además, la fuente que ha servido de
inspiración para artistas de todo tipo, desde la Antigua Grecia, donde los versos
del ciclo homérico inspiraron la tragedia y la lírica, hasta la actualidad. El poeta al
que la tradición ha querido dibujar como ciego es uno de los pilares esenciales de
nuestra cultura, y poco o nada se entiende sin acudir a su obra.

Como muestra de la importancia de Homero en los casi tres milenios de historia


que tiene la literatura occidental, un grupo de expertos consultados por la BBC han
concluido que la “Odisea” es la obra que más ha influido en la literatura mundial a
lo largo de los siglos. Los elementos que han tenido en cuenta han sido la
cantidad de grandes autores que han plasmado en sus propias obras elementos
de la epopeya homérica. Pero la primacía de Homero y su “Odisea” van más
allá. El viaje de Odiseo tiene tantos niveles de lectura como los que nos
aventuramos en sus versos queramos darle. La “Odisea” puede ser leída como
una simple historia de aventuras en la que un héroe se enfrenta a monstruos para
regresar a su patria. Puede ser leída como una novela de amor y desamor entre
Odiseo y Penélope. Puede ser leída como un reflejo de la Edad Oscura de Grecia,
a medio camino entre la caída de los palacios micénicos y el surgimiento de las
polis arcaicas. O puede ser leída como un símbolo del viaje personal que todo ser
humano emprende con su nacimiento y concluye cuando llega a las costas de
Ítaca al final de su vida. Esta es precisamente la característica que convierte la
“Odisea” en un clásico: cada época, cada ser humano, puede encontrar en sus
versos un reflejo de sus propias vivencias personales. 

Por eso los versos de Homero no envejecen ni envejecerán mientras la


humanidad siga existiendo.
La competición para alzarse con el primer puesto fue muy reñida, ya que la
“Odisea” comparte lista con otras obras como “Don Quijote”, “Hamlet”, “Cien años
de soledad”, “Frankenstein” o “Las mil y una noches”. Curiosamente, en el décimo
lugar de la clasificación volvemos a encontrarnos a Homero con su “Ilíada”,
que al ser una novela esencialmente bélica, y más antigua además, se considera
que tiene menos profundidad que el viaje de Odiseo.

Cibergrafia: https://historia-biografia.com/homero/

https://portalclasico.com/la-odisea-de-homero-elegida-como-la-obra-mas-influyente-de-
toda-la-historia

http://web.uaemex.mx/plin/colmena/Colmena%2058/Aguijon/GIMG.html

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