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Historia y origen 

El Dogo del Tíbet (Do-Khyi), Dogo Tibetano o Mastín Tibetano (Tibetan Mastiff) es una raza canina que
surgió en la región del Tíbet. También es conocido popularmente en numerosas regiones del
continente asiático como «Drog-Khyi«, cuyo significado es «perro nómada«. Este apodo se debe a las
antiguas tribus nómadas que habitaban en el Himalaya. Los monjes tibetanos también los
denominaban «Tsang-Khyi» que significa «perro de Tsang».

Esta raza oriental es una de las más ancestrales que se conocen y se conservan hoy en día. Su origen es
un verdadero misterio y se remonta hacia el año 8000 a. C. aproximadamente. De ahí que sea conocida
por ser una de las razas de trabajo más antiguas. Su herencia genética se vincula al lobo gris, la cual se
sitúa hace más de 58 mil años. Las demás razas de perros evaluadas se sitúan alrededor de 42 mil años
de sus parientes silvestres.
El Dogo del Tíbet tiene una conexión desde la antigüedad con las regiones de la meseta de Qingzang
(meseta tibetana). Además de las regiones del Tíbet, Nepal, Himalaya, India y China. Las tribus
nómadas de esas zonas afirmaban que corrían velozmente y se podían poner de pie como un
burro. También decían que rugían ruidosamente como un león siendo hermosos y apuestos.

Se cree que de esta magnífica raza surgieron todos los mastines y perros de montaña de gran
envergadura que existen actualmente. Aunque no hay pruebas que lo demuestre, se considera el padre
de la mayoría de estas razas. Muchas razas grandes antiguas comparten en el ADN un linaje sanguíneo
con el Dogo del Tíbet. Como por ejemplo el Rottweiler, San Bernardo, perro pastor inglés antiguo.
Las referencias a la existencia del Mastín Tibetano, se remontan hasta
2.000 años antes de Cristo. Existen pinturas y bajo relieves que dan
cuenta de este magnífico animal, utilizado como perro de guerra y
guardián de prisioneros de guerra de los asirios; fue mencionado en las
Crónicas de Aristóteles, el filósofo griego, en los años 384-322 A.C.
Posteriormente, es admirado por Marco Polo, lo que refleja en sus
escrituras que narran su viaje al Asia en 1271, siendo una historia notoria, las incursiones en el campo de
batalla de este animal, acompañando a los ejércitos de Gengis Kan, de quien se dice que poseía 30.000
ejemplares, uno por cada soldado.

Los primeros registros de un perro enorme el cual pudo ser


su antepasado datan del 1100 a. C. en China. Es probable
que estos caninos acompañaran en las guerras a los ejércitos
griegos, romanos y persas. Se cree que después de las
guerras viajaron al Himalaya donde se asentaron y
permanecieron ocultos durante varios siglos.

El Dogo Tibetano estuvo al borde de la extinción cuando el Tíbet fue invadido por China. Esto ocurrió
por los años 50 del siglo XX, y prácticamente desaparecieron en su lugar de origen. Aunque,
afortunadamente, muchos ejemplares llegaron a Nepal y a la India, donde la raza siguió
desarrollándose. Más tarde se exportaron ejemplares a Gran Bretaña y a Estados Unidos. Allí fue donde
se dieron a conocer por primera vez fuera de su país de origen.

Expansión por Europa

El cómo llegó esta raza a Europa y su posterior evolución y crianza no está


del todo muy claro. Es probable que fueran algunos occidentales que
durante el siglo XIX hubieran visitado el Tíbet. Descubrieran esta
magnífica raza y simplemente los trajeran de regreso con ellos. Quizás
fueran lo asirios en sus desplazamientos, los que los introdujeron en
Europa Occidental. O incluso existe la teoría de que fuera el propio Gengis
Kan. Que una vez terminada la guerra, regalara algunos ejemplares que
llevaba como ejército a los gobernantes europeos.Numerosos cinólogos
europeos, fascinados por esta raza y su origen tibetano, lo han estudiado sin llegar a una conclusión
certera. Como por ejemplo Jean Pierre Mégnin (veterinario y entomólogo francés) y William Youatt
(cirujano veterinario inglés), entre otros. Muchos de estos cinólogos consideran que a partir de esta
raza surgieron el resto de mastines y razas de montaña de gran tamaño.
Se basan en la teoría de que fue a través de las conquistas romanas y su invasión por el continente
asiático. Esto pudo derivar a que el Mastín Tibetano se extendiera rápidamente por todo el
Mediterráneo. Y dependiendo de la zona, se desarrollara dando lugar diferentes mastines y razas de
montaña europeos. Como por ejemplo el Mastín Ingles, Mastín Napolitano, San Bernardo, etc.
No obstante, la primera camada de dogos tibetanos registrada en Europa fue en 1898, en el
zoológico de Berlín (Alemania).

Expansión por Gran Bretaña


El primero en importar un ejemplar en Inglaterra fue el Rey Jorge IV (1762-1830), cuyo reinado duró
desde 1820 a 1830. Más tarde, en 1847, Charles Hardinge (1858-1944) envió un ejemplar a la Reina
Victoria del Reino Unido (1819-1901). Hardinge fue un diplomático y político británico que sirvió como
virrey en la India durante 1910-1916.
En 1873, se formó el «Kennel Club de Inglaterra«. El Mastín Tibetano se inscribió de manera oficial en el
libro genealógico con el nombre de «Mastiff Tibetan«. A partir de ahí, dejó de conocerse por el nombre
de «perro grande del Tíbet».

En 1874 el Rey Eduardo VII del Reino Unido (1841-1910) se llevó a Inglaterra una
pareja de dogos tibetanos. Eduardo era hijo de la Reina Victoria y por aquella época
regentaba el título de príncipe de Gales. Estos dogos se exhibieron en 1875 en el
«Alexandra Palace Show».
El «Tibetan Breeds Association» se creó en Inglaterra en 1931 con el fin de
preservar, proteger y perfeccionar la raza. Es el primer club de la raza Mastín
Tibetano. En ese mismo año la AKC (American Kennel Club) estableció el estándar
de esta raza. También la FCI acogió esta raza y estableció su propio estándar.
Fue en Gran Bretaña donde se comenzó a criar y a desarrollar esta raza tal y como la conocemos hoy en
día. A partir de ahí, esta raza poco conocida en Europa, adquirió una gran popularidad. Se comenzó a
integrar en las exposiciones caninas. Con la Segunda Guerra Mundial, la cría de esta raza se paralizó
completamente. No fue hasta el año 1976 que los criadores ingleses comenzaron de nuevo a importar
estos perros.

Expansión por América

La expansión de esta raza por el continente americano fue muy parecida a la del continente europeo. A
finales de la década de 1950 le regalaron al presidente de los Estados Unidos dos ejemplares de mastines
tibetanos. Pero desaparecieron por completo y no se supo más de ellos tras haberlos llevado a una
granja.
Su expansión por el continente americano comenzó en los años 70 del siglo XX. Se importaron varios
ejemplares a Estados Unidos, los cuales se convirtieron en los perros de línea
de allí. En 1970 se fundó el «American Tibetan Mastiff Association«.
Fue la «Kennel Club» quien nombró a este perro enorme del Tíbet como
«Mastín Tibetano«.

Características del Dogo del Tíbet

Una de las principales características de esta raza es su enorme y colosal tamaño y siempre miden
más de un metro. Es un perro musculoso, corpulento, pesado y robusto. Posee un aspecto imponente,
poderoso, majestuoso e impresionante. Aunque tenga una apariencia en general solemne y bastante
seria es muy bondadoso.
Otra característica por la que destaca es su largo, blando y esponjoso pelaje, la cual le hace parecer
más grande. Esto, junto a su gran estructura maciza y buena osamenta, les da un aspecto bastante fiero
y temible. El Dogo del Tíbet combina fuerza y resistencia que le permite realizar todo tipo de trabajos
en cualquier condición climática.

Un rasgo muy valorado, peculiar y único de esta raza es su ladrido, que parece que ruge en vez de
ladrar. Por esta razón, además de su aspecto y su gran tamaño, hay quienes lo comparan con león o
incluso con un oso.
Posee un movimiento poderoso, siempre firme, ligero y elástico. Tiene un gran alcance con mucha
fuerza y proyección. Camina lento de forma vacilante, con energía y flexibilidad dando la impresión de
poder andar por cualquier terreno. Al aumentar la velocidad tiende a acercar los miembros a una línea
media.
Está clasificado de la siguiente manera:
 Clasificación General: Se clasifican como una raza de Perros Gigantes.
 AKC: Grupo 3: Como perros de trabajo.
 FCI: Grupo 2: Perros tipo Pinscher y Schnauzer, Molosoides, Perros de tipo montaña y Boyeros
suizos. Sección 2: Molosoides
Cabeza Cuerpo Cola Pelaje

La cabeza es ancha, El cuerpo es robusto, La cola es de longitud El pelaje del Dogo del Tíbet debe
pesada y fuerte. En los vigoroso, fuerte y sólido. Es medianamente larga y ser preferiblemente
ejemplares maduros ligeramente más largo que está alineada con la medianamente largo, denso y fino
pueden presentar una alto. El cuello es fuerte, espalda. Es de inserción pero recto. No obstante es más
arruga que va desde los musculoso y está alta y está cubierta de importante la calidad del
ojos hasta las comisuras ligeramente arqueado. Está flecos. Cuando el pelo que la cantidad. Los
de los labios. El cráneo es cubierto por una melena de ejemplar está activo o en ejemplares macho poseen
grande, macizo, pelo espeso y enmarañado. movimiento la lleva notablemente más pelo que las
ligeramente redondeado y La papada es muy suave. enroscada endeble hembras.
posee el occipucio mente hacia un lado
claramente palpable. El sobre la espalda. Cuando
stop (depresión naso- queda baja no debe
frontal) está bien definido. sobrepasar los
corvejones.
Los ojos son de un tamaño Los pies son grandes, El manto está formado por una
mediano, ovalados, fuertes, redondos y están doble capa de pelo que le permite
hundidos, están bien arqueados. Son protegerse de condiciones
ligeramente oblicuos y compactos y presenta climatológicas extremas. La capa
bien separados entre sí. bastante pelo entre los superior o externa es abundante,
Son de color pardo o dedos. Tienen la forma de áspera y gruesa. El pelo se
marrón y puede presentar «pies de gato«. encuentra pegado al cuerpo. Es
cualquier tonalidad rígido, duro y no muy largo de
siempre con acorde al longitud media. La capa inferior o
color del manto. Cuanto interna (sub-pelo) es bastante
más oscuros sean mejor. lanosa. Esta capa en climas fríos
Los párpados están bien es densa y gruesa y en climas
adheridos. Su mirada es calurosos es un poco más clara y
digna, majestuosa y muy dispersa.
expresiva.
El hocico es bastante Los miembros
amplio, bien lleno y anteriores son rectos y están
profundo. Tiene la misma bien angulados. Están
longitud que el cráneo cubiertos por pelo denso y
medido desde el stop fuerte. Los hombros son
hasta el occipucio. musculosos y están
Aunque puede ser inclinados y bien
ligeramente un poco más implantados. Los codos no
largo. Visto desde deben estar doblados ni
cualquier ángulo se hacia fuera ni hacia dentro.
presenta cuadrado. El antebrazo es fuerte y
La trufa es ancha, posee recto. Los metacarposson
una buena pigmentación y fuertes y están bien
es lo más oscura posible inclinados.
dependiendo de la
tonalidad del manto.
Los orificios nasales son
amplios y están bien
abiertos.

Las mandíbulas son fuertes y Los miembros posteriores


pueden tener forma de son poderosos, bastante
tenaza (o pinza) o de tijera. musculosos y poseen un
No obstante se prefiere una buen ángulo. Las patas,
mordida en tijera perfecta,
vistas desde atrás, son
regular y completa. Es decir,
el interior de los incisivos rectas y paralelas. El fémur
superiores debe estar en es bastante largo, fuerte y
contacto con el exterior de musculoso. No debe
los incisivos inferiores. Los sobresalir. Los talones son
dientes forman un ángulo fuertes y bajos. El corvejón
recto con la mandíbula y es fuerte y bien descendido.
deben encajar perfectamente Pueden aparecer espolones
para conservar la forma en los cuartos traseros y su
¿Cuánto mide y pesa un Dogo del Tíbet?
Un ejemplar macho tiene una alzada mínima de 66 cm. Aunque normalmente la altura a la cruz se
encuentra entre los 70 y 72 cm. Las hembras son un poco más pequeñas y tienen una altura entre 65 y
69 cm. No obstante suelen tener como mínimo 61 cm.
El peso de un ejemplar macho adulto oscila entre 50 y 80 kg. Algunos ejemplares pueden llegar a
alcanzar los 100 kilos de peso. Las hembras suelen pesar un poco menos. El estándar de la raza no
especifica el peso.

¿Cuántos años viven?


La esperanza de vida de un Mastín Tibetano es de 10 años aproximadamente. No obstante, en
condiciones óptimas y buenos cuidados, pueden llegar a vivir entre los 11 y 15 años. Para ser una raza de
perros gigantes poseen una longevidad poco usual.

Tipos de Mastín Tibetano


Dentro de la raza del Dogo del Tíbet o Mastín Tibetano se pueden clasificar en dos líneas o subtipos:
 Perros nómadas (Drog-Khyi): Es la conocida como «raza de trabajo«. Vivían en aldeas o
viajaban con los pastores nómadas. Son ejemplares que poseen una excelente condición física
para realizar trabajos que requieren un gran esfuerzo. Son bastante musculosos y están bien
estructurados. Se utilizaban para la protección del rebaño y el ganado entre otras funciones.
 Perros de Tsang (Tsang-Khyi): También es conocida como «perro de monasterio«. En
ocasiones se entregaban a lama series y servían como guardianes de los monjes budistas
tibetanos o lamas de allí. Son ejemplares mucho más grandes que los perros nómadas. Además
poseen el pelo más largo y más arrugas. Estas características les dificultaba realizar trabajos
exigentes y les complicaba sus tareas con el ganado. De ahí que los monjes tibetanos escogían a
estos ejemplares con esa morfología para la protección de sus monasterios.
Temperamento del Dogo del Tíbet

El Mastín Tibetano, a pesar de su aspecto, tiene un temperamento muy estable, equilibrado y


tranquilo. Se caracteriza por tener un carácter bondadoso, amable, digno y orgulloso.
Es una raza valiente, poderosa y sumamente protectora. Es muy difícil que algo o alguien consigan
asustarles o darles miedo. Aunque también destacan por ser perros muy sensibles, tiernos y cariñosos.
De ahí que se considere una raza capaz de combinar una fuerte presencia con una mirada tierna y
comprensiva.

Por lo general, no suelen acudir cuando los llamamos por su nombre. De hecho algunos piensan que los
dogos del Tíbet posee una personalidad más parecida a la de un gato. Por eso, siendo una de las razas
más feroces del mundo, es una de las más extrañas de perros domésticos.

Comportamiento del Dogo del Tíbet

Estos perros pueden llegar a ser muy leales y suelen estar fuertemente unidos a su familia, a pesar de ser
reservados e independientes.
Son muy territoriales y desconfiados y están constantemente en alerta. Dentro de su territorio se
encuentran muy seguros de sí mismos, además, su gran tamaño impone bastante respeto. Con su fuerte
aptitud por naturaleza, defenderán y protegerán a la familia y las propiedades. Fuera de sus dominios
no desplegará su sentido territorial.
Dentro de casa suelen comportarse de forma tranquila, pero fuera puede ser bastante activo en
algunas ocasiones. Les gusta estar con la gente y no les agrada pasar demasiado tiempo solo. Aunque
tampoco estará todo el día encima de su amo. Disfrutan mucho al aire libre y les encanta hacer huecos
en el jardín. Pueden llegar a tener una conducta algo destructiva sobre todo cuando son cachorros hasta
los 3 años. Ya que con la fuerza de sus mandíbulas, jugando pueden dañar cosas.
No se adaptan a vivir en una perrera ni tampoco permanecer mucho tiempo encerrado dentro de casa.
No suelen ladrar mucho y no suelen ladran innecesariamente. Si lo hacen es porque se sienten
amenazados o en peligro. La frecuencia de su ladrido es bastante alta.
Cuidados del Dogo del Tíbet

Como ya hemos comentado anteriormente, esta raza no se caracteriza por ser muy popular hoy en día
en occidente. Por eso, al ser prácticamente desconocida, resulta bastante raro verlos paseando por las
calles. En muchos países de Europa como por ejemplo en España hay muy pocos de estos ejemplares.
De hecho es difícil encontrarlos en protectoras de animales para adoptarlos.
En cambio en el continente asiático es una de las razas más populares, famosas y muy valoradas.
Son todo un símbolo de majestuosidad y quienes poseen un Mastín Tibetano se consideran de la alta
sociedad.

Si decidimos adoptar un ejemplar de esta magnífica raza, es importante saber qué requieren y qué
cuidados necesitan. No todo el mundo es apto ni puede permitirse tener un ejemplar de estas
características y dimensiones tan grandes.
Es necesario tener un alto nivel económico. Ya que el coste que conlleva esta raza es mucho más
elevado que el de una raza más pequeña. Demandan una mayor cantidad de comida y objetos
adecuados a su tamaño como la cama, comedero, juguetes, etc… La cama debe estar en una zona amplia
y cómoda dentro de casa sin presentar un obstáculo para nosotros.
También es conveniente para su buen desarrollo que tenga suficiente espacio tanto dentro como fuera
de casa. Por eso es importante tener un buen jardín o zonas amplias alrededor de casa. Son enormes
y necesitan moverse con total libertad sin limitaciones. Dentro de un piso o apartamento o en lugares
muy reducidos pueden sufrir problemas de ansiedad y estrés. Esto puede ocasionarles conductas
agresivas y destructivas.

Generalmente suelen adaptarse perfectamente a diferentes espacios y ambientes. Aunque en


climas templados o fríos se suelen adaptar mejor. Y por el contrario, en lugares muy húmedos y en
climas cálidos suelen mostrarse más incómodos.
Alimentación

El Dogo del Tíbet es una raza gigante y requiere una buena dieta diaria y grandes cantidades de comida.
Su alimentación debe ser principalmente rica en proteínas, vitaminas y minerales. Además debe
llevar los nutrientes necesarios para su buen desarrollo. Su dieta debe ser lo más equilibrada y
completa posible. Dependiendo de la calidad del pienso que le proporcionemos obtendremos un buen
desarrollo tanto físico como psicológico de nuestra mascota. Además afectará de forma directa a los
años de vida que puedan alcanzar.

¿Cómo alimentar a un Dogo del Tíbet cachorro?


Es importante alimentar bien a un cachorro Mastín tibetano ya que conseguiremos que crezca
perfectamente. Con una buena alimentación le ayudaremos a desarrollar una buena estructura ósea
y una magnífica musculatura. No obstante debemos prestar atención de no pasarnos de comida para
que no cojan sobre peso. Esto nos puede llevar a que padezcan diferentes enfermedades como la
obesidad, problemas digestivos, etc…
¿Qué come un cachorro?
Generalmente, alrededor de las 8 semanas de edad se produce el destete. Hasta que se produzca eso
nuestra pequeña mascota comerá la leche de su madre. Después comenzaremos poco a poco a
proporcionarle un pienso de alta calidad especial para cachorros. Si quisiéramos cambiar de pienso
es importante que no lo hagamos de golpe. Se recomienda que durante dos semanas, más o menos,
vayamos introduciendo las nuevas croquetas con las viejas de forma gradual. Cuando alcance el 90% de
su peso final deberemos cambiar el pienso por otro para adultos.
También podemos darles comida casera echa por nosotros. Lo ideal es que consista en 1/3 de carne (o
pescado), 1/3 de verduras y 1/3 de arroz. Una mezcla de las dos (croquetas y comida casera) también
puede ser una opción. Aunque nos puede resultar muy complicado equilibrar y racionar su dieta.
¿Cuántas veces hay que darles de comer? Desde los 2 hasta los 6 meses se recomienda distribuir su
dieta en 3 o 4 raciones al día. A partir de los 6 meses hasta el año de vida reduciremos sus raciones
diarias a 2 veces. Para evitar problemas estomacales podemos mantener esta ración durante toda su
vida.
¿Cómo alimentar a un Dogo del Tíbet adulto?
¿Qué come un Mastín Tibetano?
Lo más recomendable es darles de comer un pienso de alta gama. Debe ser especial para perros
adultos grandes. También podemos alimentarlos de forma casera, vigilando siempre qué tipos de
alimentos le damos, la calidad y la cantidad. Estos alimentos cocinados por nosotros puede estar
compuestos de carne, verduras, pescado, etc…

Cuánto come un Mastín Tibetano?


La cantidad de comida que deben comer a diario dependerá de la edad y peso del ejemplar. Si es pienso
industrializado se recomienda seguir las recomendaciones reflejadas en el etiquetado. Si es casera se
recomienda, dependiendo del ejercicio que realice y su peso, unos 50 kilos de comida al día
aproximadamente.
¿Cuántas veces hay que darles de comer?
Se recomienda darles de comer 2 veces al día para evitar problemas de estómago. No obstante podemos
darles una ración diaria.
Higiene

Mantener una buena higiene es fundamental para una buena convivencia con los demás miembros de
la familia. Un dato a tener en cuenta es que el manto del Dogo del Tíbet apenas produce olor. Ni
siquiera en los días de lluvia. Pero si no lo mantenemos en perfectas condiciones y lo más limpio
posible, puede complicarse la convivencia dentro del hogar.

Baño y secado
Para realizar el baño y el secado necesitaremos principalmente tiempo y mucha paciencia. Son perros
bastante grandes y requiere mucha destreza para llevar a cabo esta tarea. Para dejarlos en perfectas
condiciones es imprescindible tener dedicación y entrega.
¿Dónde bañar a un Dogo del Tíbet?
Para realizar el baño podemos utilizar una bañera acorde a su tamaño o en un patio o jardín. Si lo
hacemos dentro de casa en una bañera será un poco más enredoso y complicado que fuera en el
exterior.
¿Cada cuánto tiempo hay que bañarlo?
Se recomienda bañarlos aproximadamente cada 6 u 8 semanas. Durante la época de muda se
recomienda bañarlo con mayor frecuencia para que suelte el pelo muerto. De esta manera preparará la
piel para que salga en pelo nuevo y acelerará el proceso de muda.
¿Cómo bañarlo?
Para facilitar su acceso a la bañera, podemos utilizar algún juguete que le guste o mediante algún
premio. Si es en nuestro patio o jardín utilizaremos una manguera y el agua templada. Se recomienda
utilizar un champú especial para perros con un pH adecuado a su piel. Después enjuagaremos y
retiraremos todo resto de jabón completamente.
Una vez realizado el baño comenzaremos con el secado. Este lo podemos realizar con una toalla o con
un secador a una temperatura media.
Si no disponemos del tiempo ni medios suficientes para realizar estas tareas podemos acudir a un
centro de estética canina.
Cepillado
El Dogo del Tíbet posee un pelaje abundante y liso que hay que mantenerlo en perfectas condiciones.
Los profesionales de esta raza valoran muchísimo el brillo del pelo. Por eso en las competiciones deben
presentar un manto con una densidad, calidad y brillo perfecto de pelo.
Por eso es importante realizar cepillados regulares para evitar nudos y parásitos que pueda tener. El
mantenimiento de su pelaje requiere una especial atención y no hay que descuidarlo. Además en las
temporadas de muda no sólo pierden gran parte de su pelo, sino que pierden su brillo.
¿Cuántas veces hay que cepillarlos? En invierno y otoño el manto es muy espeso y no requiere de
grandes cuidados, de acuerdo con el estándar de la raza. Generalmente es suficiente con peinarlos una
vez al mes con un peine grueso. En primavera muda prácticamente todo el manto inferior y en esta
época es imprescindible cepillarlo diariamente.
Otros cuidados

Es importante prestar atención a los ojos y mantenerlos limpios para evitar la aparición de
enfermedades. También debemos observar con frecuencia los oídos y mantenerlos limpios de suciedad
y cera. Para ello podemos utilizar productos especiales para su limpieza.
El mantenimiento de las uñas y el corte de pelo se recomienda que lo realice un especialista canino.
Existen centros de belleza canina donde se encargarán de estos cuidados. De realizarlo nosotros,
debemos recortarles las uñas 1 o 2 veces al mes o según sea necesario. Si notamos al andar un clic en el
suelo es que requieren cortarse. Así mantendremos unos pies en perfectas condiciones y evitaremos que
nos destroce la alfombra o moqueta.

La higiene dental es otro punto importantísimo en el cuidado de nuestra mascota. Con un buen
cepillado dental periódico evitaremos la aparición del sarro y enfermedades bucales. Debemos
mantener la boca de nuestro perro limpia de bacterias para ayudarle a estar mucho más sano. Se
recomienda cepillarles los dientes 2 o 3 veces a la semana. Cuanto antes comencemos con este hábito
más fácil nos resultará realizarlo. Por eso se recomienda empezar desde que son cachorros. Además
también evitaremos enfermedades renales, hepáticas e incluso cardíacas.
Debemos seguir obligatoriamente el calendario de vacunación del perro. Su programa de vacunas
deber ser supervisada y administrada por un veterinario. Además también es necesario acudir al
veterinario ante cualquier problema que detectemos en nuestra mascota. No obstante se recomienda
llevarlo al menos una vez al año para comprobar su estado de salud.
Por último, debemos asegurarnos que estén bien desparasitados. Son perros muy grandes y poseen un
denso pelaje en el cual es fácil que cojan piojos, garrapatas, etc… Ante estos parásitos podemos
combatirlos utilizando pipetas o collares antiparásitos que nos recomiende el veterinario.

Ejercicio

El Mastín Tibetano necesita una cantidad de ejercicio normal. Aunque en casa es bastante tranquilo,
fuera requiere de una actividad moderada. Sobre todo para mantener su musculatura, evitar que
engorden demasiado y calmar todo el estrés que puedan acumular diariamente.
En nuestro jardín pueden quemar bastante energía pero se recomienda darles paseos largos y con
bastante frecuencia. Es importante ir cambiando la ruta diaria de sus paseos de vez en cuando. Ya que
pueden volverse territoriales y solamente querrán ir por esa ruta concreta.

De vez en cuando una salida por el campo o por el monte les vendrá muy bien. Les encanta y disfrutan
sintiéndose libres por la naturaleza, por su origen como perros pastores. Por eso debemos disponer del
tiempo suficiente para dedicarles a sus paseos y sus ejercicios cada día. Si no queman toda esa energía
pueden padecer de ansiedad y volverse agresivos y destructivos.
Es importante tener claro que estos perros no disfrutan haciendo trucos o recobrando objetos. También
debemos procurar que no fuercen los huesos, músculos y articulaciones especialmente durante su
desarrollo.
Educación
La educación es un aspecto muy importante y debemos comenzar desde que son cachorros. Hay que
tener en cuenta que estos perros alcanzarán casi un metro de altura en menos de un año. Por lo que
necesitarán una buena educación y dedicarles bastante tiempo para educarlos correctamente.
Es una raza muy territorial y apegada a la manada que la defenderá y protegerá a toda costa. Por eso
desde pequeños debemos educarlos a que traten y se acostumbren a la presencia de extraños sin
problemas. De esta manera evitaremos que puedan tener futuros comportamientos agresivos hacia ellos
cuando sean adultos.

Desde el primer día que llegue a casa debemos enseñarles lo que está bien y lo que no queremos que
haga. Como por ejemplo done tiene que descansar, donde hacer sus necesidades, a qué partes de la casa
puede acceder, etc… Debemos comenzar a enseñarles las normas básicas de obediencia del hogar desde
el primer momento y hacer que las respete.
Es importante evitar todas aquellas conductas que nos pueden suponer un problema en su etapa de
adulto. Como por ejemplo subirse a las personas. Por eso debemos aprender a mantenernos firmes y
decir «NO» sin dudar lo más mínimo. También debemos corregir desde temprana edad conductas
relacionadas con la mordida. Un perro bien educado nos facilitará la convivencia dentro y fuera del
hogar.

Socialización

Otro aspecto importante es que reciban una buena socialización desde pequeños. Durante sus primeros
paseos es fundamental que se socialicen y acepten con normalidad a las personas y demás animales. Por
eso es importante llevarlo por los parques y lugares con afluencia de otros perros para que se
acostumbren a ellos.
También es esencial que conozcan gente nueva. Debemos conseguir que los vean y se acerquen a ellos
con total normalidad sin que los consideren como una amenaza. Un Dogo del Tíbet adulto llama
mucho la atención y seguramente habrá mucha gente que quiera acercarse e incluso tocarles. No
obstante, debemos estar preparados para cualquier reacción inesperada que puedan tener ante esta
situación.
Si en casa tenemos otras mascotas es muy importante socializarlos con ellas lo antes posible. De no
hacerlo algunos ejemplares no tolerarán a otros perros del mismo sexo o a otros del sexo opuesto.
Con una buena socialización evitaremos muchos problemas futuros y los paseos serán más agradables y
llevaderos.
Adiestramiento del Dogo del Tíbet

Estos dogos deben criarse con firmeza y ecuanimidad. Es decir, que tengan un buen estado de
equilibrio y estabilidad emocional. Para mantener este estado de su mente es importante no exponerlo
a experiencias emocionales, dolor u otras situaciones similares. Son perros muy inteligentes e
independientes y requieren un adiestramiento desde que son cachorros.
El amo de un Mastín Tibetano debe ser firme, coherente y poseer una autoridad natural. Al mismo
tiempo debe ser amable, cariñoso, respetuoso y atento. Es fundamental mostrarnos con la suficiente
seguridad para que nos considere el líder de la manada. Son perros con un carácter muy fuerte y de esta
manera resultará más fácil que obedezcan nuestras órdenes. Además nos mostrarán respeto si los
sabemos dominar. Si no lo logramos asumirá el mando como líder y se volverá ingobernable.

En General son bastantes obedientes, pero no obedecen si las órdenes no las consideran muy
sensatas. No obstante son un poco tercos y cabezones con lo que hay que tener paciencia con ellos. En
muchas ocasiones tendremos que repetirles las órdenes varias veces. Recordar que no son perros de
circo y no podemos pretender que aprendan muchos trucos. Y tampoco que los repitan
inmediatamente cada vez que queramos. Por eso no es una raza idónea y apta para las competiciones
de obediencia y agilidad.
Con un adiestramiento muy estricto con demasiadas exigencias será inútil y en muchas ocasiones
contraproducente. Es bueno y eficaz un buen acercamiento para que aprenda órdenes nuevas. Y sobre
todo, un buen adiestramiento, debe llevarse a cabo a través del método del refuerzo positivo. Este se
basa en recompensas cada vez que realice la acción que deseamos. Ya sea a través de caricias, mimos,
buenas palabras, etc… o darles alguna golosina o juguete que le guste.

Recomendaciones

El Mastín Tibetano, por su poderío físico considerable y su fuerte personalidad, no es un perro apto
para cualquier persona. Por eso no se aconseja a dueños irresponsables, con poca experiencia o
primerizos o novatos. Esta raza es apropiada para dueños con conocimientos en educación canina y
tenencia de perros de gran tamaño. También es importante que sepan aportarle bienestar al animal.
Además deben tener una condición física suficiente para poder controlar, en caso de necesitarlo, un
perro de estas características. También deben tener experiencia en el adiestramiento canino avanzado.
De no reunir estas características es conveniente recurrir a un experto en adiestramiento canino incluso
antes de adoptarlo.
Si aun reuniendo estos requisitos no conseguimos un buen adiestramiento, también se recomienda la
ayuda de un experto canino. Corregirá las malas conductas de nuestra macota y nos dará las órdenes
necesarias para que no vuelva a ocurrir.
Estos perros son capaces de tomar decisiones por sí mismo, por eso debemos tenerlo siempre
controlado. Especialmente si vivimos en zonas urbanas con mucha gente por las calles y zonas de paseo
como parques. Se recomienda que durante el paseo por sitios con un gran tránsito de personas se utilice
un buen arnés y bozal.
El cachorro Dogo del Tíbet

Los cachorros de Mastín Tibetano poseen mucha energía y son muy activos. Debemos dejar que
quemen toda esa energía jugando con ellos y dejándoles que corran. Los mastines tibetanos jóvenes son
muy traviesos y juegan de forma desordenada y con movimientos descoordinados por toda la casa. No
obstante durante su época de crecimiento debemos vigilar su actividad. Si exceden demasiado pueden
ocasionarles daños en los huesos, articulaciones y ligamentos que van creciendo suavemente.
Otra característica de esta raza es que desde muy pequeños son bastante grandes, ya que crecen
rápidamente. El pelaje de un cachorro está preparado para soportar bien las temperaturas extremas y
les da un aspecto de leones.
¿Cuándo alcanzan la madurez? Esta raza de perros tarda bastante en madurar. Los ejemplares macho
tardan alrededor de 4 años alcanzar la madurez. En cambio, las hembras maduran un poco antes,
entre 2 y 3 años.
¿Cuándo tienen las hembras celo? El Dogo del Tíbet es una raza muy antigua y primitiva. A
diferencia de la mayoría del resto de las razas caninas, las hembras solo tienen un celo al año. Esta
característica es idéntica a las hembras lobas, que también tienen un único celo anual.
¿Cuántos cachorros pueden tener? Generalmente en una camada suelen nacer unos 5 cachorros
aproximadamente. Dentro de una misma camada pueden nacer cachorros de las dos líneas que se
separan cuando comienzan a crecer. Los más pequeños (perros nómadas) para tareas de trabajo y los
más grandes (perros Tsang) para utilizarlos como perros guardianes.

Adopción del Dogo del Tíbet

Actualmente resulta muy complicado adquirir un ejemplar de esta raza en cualquier lugar fuera de su
país. Incluso en perreras y lugares de adopción será difícil encontrar uno. Debemos buscar un criador
que esté especializado exclusivamente en esta raza. En Europa, por poner un ejemplo, únicamente
podemos encontrar unos pocos criadores de confianza en Inglaterra. Allí apenas podemos encontrar
unos 300 ejemplares de Mastín Tibetano.
Antes de adoptar un ejemplar Dogo del Tíbet debemos pensar si reunimos todo lo necesario para
tenerlo. Desde una casa grande con un jardín amplio y tiempo para dedicarle, hasta los gastos que
conllevará tener un ejemplar tan grande. Estos pueden ser comida, veterinario, una cama adecuada,
collares, bozales, etc…
Además debemos saber si en nuestro país están catalogados como perros potencialmente peligrosos. En
tal caso debemos tener un seguro de responsabilidad civil y conocer sus limitaciones de tenencia.

Precio del Dogo del Tíbet

Antiguamente, debido a que eran utilizados para trabajos y guerras, quizás no fueran muy caros. Pero
actualmente el Dogo del Tíbet o Mastín Tibetano es considerado como la raza más cara del
mundo. Se ha convertido en una mascota muy codiciada por numerosos personajes millonarios de
todo el mundo. Todos quieren tener uno por su estatus de ser bastante caros.
Se consideran todo un «lujo exclusivo» por todo el continente asiático. Han revolucionado en estos
últimos años el mundo de las mascotas principalmente por sus desorbitadas ventas.
¿Cuánto cuesta un cachorro Mastín Tibetano? El precio de un cachorro de estos dogos tibetanos
está entre los 900 y 1200 Euros. Los podemos encontrar en Inglaterra que al cambio cuestan entre los
800 y 1000 libras esterlinas.
¿Cuál es el perro más caro del mundo? El perro más caro del mundo es un Dogo del Tíbet. El record
es de un impresionante ejemplar llamado «Hong Dong«. Fue comprado en China en el 2014 por un
desconocido empresario chino. Este millonario, probablemente dedicado al mundo de la construcción,
pagó la friolera cantidad de 1,9 millones de euros. Se dice que pretendía dedicarse a la cría de esta
mística raza perruna.
Anteriormente, el registro de la venta más cara de un perro también la ostenta un Mastín Tibetano. Un
ejemplar de color rojizo llamado «Big Splash«. Fue comprado por un magnate del sector del carbón
chino por la cantidad de 1,6 millones de dólares. Se vendió en una exposición canina en marzo del año
2011 celebrada en China, concretamente en la provincia oriental de Zhejiangen.

Curiosidades

El registro más antiguo que se tienen de un Dogo del Tíbet data del 1121 a. C. y se llamaba «Ngaug«.
Este ejemplar lo ofrecieron como regalo al emperador «Wu Yi» (1147-112 a. C.) rey de China de la
dinastía Shang.
El peculiar aspecto de estos dogos les ha llevado a utilizarse en circos como si fueran auténticos leones.
Actualmente y por suerte esta práctica ya no sucede.
Antiguamente el Mastín Tibetano era bastante más grande que el que conocemos hoy en día. De ahí
que Marco Polo lo describió como «alto como un asno y voz potente como un león«.
La gran mayoría de las fotos de dogos tibetanos que podemos ver en internet son perros de monasterio.
Son perros colosales, imponentes y espectaculares. De hecho son catalogados por muchos como «el
perro guardián más poderosos de China«.
Los criadores de esta raza aseguran que, además de su inteligencia, poseen cualidades casi místicas.
Dicen que «tienen sangre de león y son la flor y nata de los machos reproductores en la familia
de los mastines«.
El capitán Samuel Turner (dibujante y topógrafo) dirigió una expedición en 1783 a Bhután y
posteriormente al Tíbet. En el año 1800, en sus memorias, menciona el uso de unos «perros enormes»
en un informe de una embajada ante el tribunal del Teshoo Lama en el Tíbet. Aunque no da ninguna
descripción de estos perros.

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