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OLVERA BLANCO GILLIAM

REFLEXIONES
En 2019, se diferenció en la TEA entre los emprendedores independientes y aquellos que
compartían la propiedad del negocio con su empleador, denominando a este último grupo TEA
patrocinada. Un 28.9% de la población correspondió a emprendedores independientes, y el 7.3% a
emprendimientos patrocinados. Esta subdivisión facilita un mejor conocimiento del
emprendimiento en el país.

Iniciando el segundo semestre de 2020, ha modificado por completo el entorno y


consecuentemente los negocios. La paralización de la economía ha obligado al cierre de algunos
negocios, a la reducción de empleados, al cambio en modelos de negocios, entre otros efectos,
por lo tanto, ha impactado negativamente al emprendimiento, aun cuando ha traído
oportunidades para algunos emprendedores formales, informales y de la llamada gig economy .
Los resultados 2019 podrán utilizarse como referencia o línea de base para evaluar los efectos de
la pandemia en la actividad emprendedora temprana

La visión del entorno 2019-2020


Se evidenciaron fortalezas en infraestructura física, en las normas sociales y culturales, y en la
educación en emprendimiento en la educación superior. Las principales debilidades identificadas
fueron las políticas de gobierno relacionadas a impuestos y burocracia, el apoyo financiero, y la
transferencia de investigación y desarrollo. Al momento de aplicar la encuesta a expertos aún no
se discutía ni aprobaba la Ley de Emprendimiento, la cual de algún modo aborda las mayores
preocupaciones en cuanto a la creación y cierre de empresas y al financiamiento.

Muestran que el emprendimiento como opción válida de vida o carrera, y el alto estatus atribuido
a los emprendedores se mantiene. El 56% de la población veía oportunidades de negocio, el 55%
consideraba que era fácil hacerlo, el 78% consideraba que poseía las competencias para crear un
negocio, sin embargo, para un 35% de la población el temor al fracaso impediría iniciarlo. Se
observa entonces que también a nivel individual las percepciones y actitudes hacia el
emprendimiento se han mantenido favorables.

Motivaciones e impacto de los emprendedores


Sin embargo, en las motivaciones para emprender sí se observan nuevos patrones. Hasta 2018 se
identificaban como oportunidad y necesidad; ahora se han desagregado en: a) marcar una
diferencia en el mundo; (b) acumular gran riqueza o incrementar los ingresos personales; (c)
continuar una tradición familiar; y (d) ganarse la vida porque el empleo es escaso.

En este sentido se extraen algunos de los impactos de nuestros emprendedores y sus negocios,
asociados a sus niveles de educación y motivaciones:

Empleo.- Los emprendedores motivados por hacer la diferencia o acumular riqueza y no por
necesidad, en mayor proporción, esperan crear más de 5 puestos de trabajo en los próximos 5
años. Igualmente, los emprendedores patrocinados, esperan generar más empleos que los
independientes.
OLVERA BLANCO GILLIAM

Cobertura nacional.- Los emprendedores patrocinados cuentan con una mayor proporción de
negocios con alcance nacional. Similar situación se observa para los negocios cuyos
emprendedores estuvieron motivados por hacer la diferencia o acumular riqueza, y no por
necesidad; también por quienes poseen educación superior.

Innovación local.- Los emprendedores con educación superior, cuyos negocios están en sectores
tecnológicos, y motivados por hacer la diferencia o acumular riqueza y no por necesidad, muestran
mayores niveles de innovación localmente, tanto para productos como para servicios.

Implicaciones para Política Pública


Entre las debilidades se mantienen las vinculadas a la internacionalización e innovación, aspectos
que deberían ser el foco de políticas de apoyo. Sin embargo, es importante resaltar la mejora en el
networking que facilita el acceso de los emprendedores a todo tipo de recursos, y también las
mejoras en acceso a financiamiento especializado, aun cuando el acceso a financiamiento en
general para los emprendedores continuos pobre.

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