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Luis Gerardo Salas (https://www.forbes.com.mx/author/luis-salas/)
abril 20, 2017 @ 6:30 am

La comunicación en el siglo XXI


Esta dificultad para entender la nueva comunicación y nuestro papel en el juego, ha
destruido los marcos teóricos que alguna vez alimentaron el diseño de mensajes y
estrategias de comunicación.

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El mundo de la comunicación está cambiando a una velocidad abrumadora. Y es que 1,300 policías
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no sólo la interconexión que facilita el contacto nos acerca a través de cualquier gobierno-cdmx-festejos-
distancia y las posibilidades de evitar la lejanía física, sino también la intelectual, final-liga-mx-1300-
policias/)
social, cultural. La concepción misma de la comunicación ha cambiado generando
nuevos códigos que no terminan de definirse cuando se modifican una y otra vez
creando una metamorfosis permanente en donde no existen los limites convencionales
de signos, significados, significantes que establezcan reglas claras de cómo
entendernos, sino que, precisamente en la movilidad permanente de las ideas y
criterios inexistentes, radica la nueva estructura que aparentemente nos enlaza en el
entendimiento.

Novedades BLM

Se quitó el anuncio. Detalles

Esta revolución en constante transformación ha destruido totalmente las bases


creativas y conceptuales de la mass media, sobre todo por el afán arrogante de
pensarse paradigmas –
radio, tv, prensa escrita (https://www.forbes.com.mx/tres-reflexiones-sobre-las-
redes/)
– incuestionables, que sobrevivirían cualquier revolución inspirada en la imagen, el
audio y la letra impresa, como elementos inherentes del contenido mediático, sin
imaginarse que la versatilidad del lenguaje adaptable a nuevos ecosistemas iba a exigir
modificaciones esenciales a su propia naturaleza. La tecnología, al ofrecer nuevas
formas de difundir y transmitir ideas a través del lenguaje como lo conocíamos, liberó
la fantasía y la imaginación rompiendo las limitaciones costumbristas y reforzadas por
la media convencional, para crear un espacio super dinámico en donde la inercia del
cambio funcional del lenguaje a su vez provocó una liberación de la tecnología
adaptada a esa liberación, y así sucesivamente creando una retroalimentación
constructiva que se desborda diariamente de cualquier intento de control. Esa
dinámica de movimiento es la que nutre hoy en día el dialogo horizontal en donde
somos emisores/receptores, audiencia/líderes de opinión, oídos pasivos/voces
activas… cada papel en una sucesión rapidísima de papeles que imposibilita cualquier
intento de descripción, comprensión, o, incluso, estudio.

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Esta dificultad para entender la nueva comunicación y nuestro papel en el juego, ha


destruido totalmente los marcos conceptuales de teorías que alguna vez alimentaron el
diseño de mensajes y estrategias de comunicación política; destruyeron las referencias
metodológicas que enmarcaban los conceptos que daban origen a programas y
estaciones de radio, de televisión; confundieron totalmente la dinámica de
manipulación y control dirigido del establishment que, confundido, no encuentra la
manera de regresar a una ‘estandarización’ cómoda desde la cual pueda recuperar la
dominancia con la que proponía contenidos de bajo costo, sin ningún esfuerzo
intelectual, que por un lado ‘mantenían’ un status quo de información opaca, confusa,
destinada a facilitar las actividades ‘extraoficiales’ del desempeño público, y por el otro
tenía la capacidad de generar grandes utilidades al mantener los costos de producción
en un muy bajo nivel.

Ambas concepciones de comunicación, que inevitablemente viven en armonía en una


sociedad cerrada, de políticas sociales y culturales primitivas, y de controles
‘democráticos’ de inclinación demagógica, ahora se enfrentan con una realidad que ha
rebasado cualquier fantasía ‘democrática’ que nos imagináramos, en la que la digestión
agilizada de información, con un acceso prácticamente irrestricto a la misma, está
modificando agresivamente -en términos de conquista cognitiva, no de violencia
mediática- el acercamiento a la temática cotidiana con la que nos encontramos
diariamente flotando en el ambiente. En todos los ambientes, entendidos como los
centros de difusión e intercambio de información, como son las redes -privadas y
públicas-, medios convencionales, medios alternativos, word of mouth, periódicos,
revistas, centros de reunión lúdica, académica y laboral, etc. En este contexto, el
procesamiento de la información es sumamente complejo para los intereses de
contención de la media dominante pues el filtro de la crítica, la reflexión y la
incorporación de miles y miles de puntos de vista activos y con voz en el coro de la
discusión pública, vuelven a cada evento publicado por cualquier medio, un ente
independiente, autónomo, con vida propia y naturaleza incontrolable. Es aquí, en esta
incorporación al multiplicado dialogo contemporáneo, en donde las técnicas y

estrategias de comunicación y difusión políticas, de entretenimiento y de información,


se estrellan con su obsolescencia y pueden provocar daños irreparables a sus
promotores y manejadores, en detrimento obvio de sus protagonistas.

Uno de los ejemplos más claros de esta confusión es la actual política de comunicación
de los distintos niveles de gobierno en México. federal, estatal y municipal, niveles
todos acostumbrados al
oscurantismo informativo (https://www.forbes.com.mx/de-como-se-perdieron-radio-
y-television/#gs.zMe8IoE)
y a la selectividad de la difusión recibida por eventos y actores seleccionados, se han
visto rebasados en el entorno actual al recurrir a políticas de conservación by the book
que a lo largo de décadas dieron resultados. La compra de medios, de periodistas, de
informadores, ha sido rebasada por los enormes ríos de filtraciones que, muchas veces
hoy en día sin afán ideológico o interés político, son enviadas al ambiente por
personajes anónimos que antes formaron parte de la mass en
mass media (https://www.forbes.com.mx/entendiendo-la-transmedia-storytelling-
con-carlos-alberto-scolari/#gs.=_0nVwQ)
y que ahora han descubierto una nueva voz. Otro ejemplo de igual claridad es la
recurrente creación y producción de moldes de contenido en radio y televisión que, sin
atender a la evolución no solo de nuevos formatos, sino también de nuevas formas de
difusión, pretenden entretener, informar y ‘alienar’ al público con estructuras creadas
en el siglo pasado basadas en ritmos, tiempos, contratiempos y sincronías emocionales
con las que ya no se conecta naturalmente el sujeto que repentinamente se encuentra
liberado del atavismo torturante de la monopolización de la voz mandante -de Raúl
Velasco a Parodiando… de Sube Pelayo Sube a Master Chef-, y entonces reubica su
entretenimiento en la difusión de su perspectiva, humorística, critica, aguda, única y
personal.

Lo discursos políticos en campañas ‘apolilladas’ en sus cimientos, los eventos

presidenciales de estrados y públicos artificiales, los foquitos y lentejuelas de bailarines


sin sincronía y risas pregrabadas, los conductores de noticias parados, sentados, con
imágenes digitales a lo Tron en horarios estelares… se han convertido en material para
la creatividad ingeniosa de un público que está descubriendo todos los días su poder de
retroalimentación, perdiendo en cada momento al aire la certeza de su credibilidad, su
fortaleza mediática y -lo más importante para los estrategas de la comunicación,
política y de entretenimiento- su liderazgo de opinión.

Así,
la credibilidad que da certeza (https://www.forbes.com.mx/la-competencia-es-por-la-
credibilidad/)
, únicamente a través de la palabra, ha terminado. Solo la ejecución quirúrgica de la
acción que respalde cada palabra de un discurso que promete políticamente algo, o
entretenidamente algo, puede intentar competir por ese guiño de aceptación que el
dinámico entorno puede ofrecer como máxima recompensa. Así, un gobierno sin
claridad y concordancia en sus acciones y sus anuncios, o un medio convencional sin
convicción entre sus aparentes principios y sus reales contenidos, solo se hunden más
en cada intento de convencimiento vía la imposición de esos arcaicos modelos que
dependen de la neutralización del intercambio libre de ideas.

Estamos siendo testigos de la destrucción de un sistema, entrando al área en la que el


caos que significa la búsqueda de respuestas
será la oportunidad (https://www.forbes.com.mx/masividad-fragmentada/) para la
construcción de un nuevo sistema.

Contacto:

Correo: lgs@r101ck.mx

Twitter: @lgsrock101 (https://twitter.com/lgsrock101?lang=es)

Facebook: Rock101 (https://www.facebook.com/www.r101ck.mx/)

Página web: Rock101online.mx (http://www.r101ck.mx/)

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son


completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

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