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Guia Supervivencia Zombi Con Tu Madre
Guia Supervivencia Zombi Con Tu Madre
Cómo sobrevivir al
apocalipsis zombi con tu madre
TE QUIERO.
(Vito Vázquez)
INTRODUCCIÓN:
LA LLEGADA DEL APOCALIPSIS
fácil que lo que tengas a mano en ese momento sean una botella
de anís del mono, un cuchillo jamonero, un sacacorchos o una
zapatilla (nunca subestimes el poder de una zapatilla... ¡nunca!).
Por eso, con este libro aprenderás a ver el salón, la cocina y hasta
el cuarto de baño de una manera distinta. Tu casa, y este es mi
primer consejo, es una mina armamentística. Solo tienes que sa-
ber cómo sacarle partido, y para eso está esta guía. Gracias a ella
te convertirás en el nuevo MacGyver Español (como mínimo).
Y tu madre... ¡ay, tu madre! Pues tu madre será tu mejor aliada.
Ella te dio la vida, y como buena madre que es, no piensa dejar
que nadie ni nada te la arrebaten. No sin dejarse la permanente y la
pedicura en el intento.
Así que, ¡espabila y ponte a leer ya! Esto no es una broma.
Ni tampoco un simulacro. El más mínimo detalle puede suponer
la diferencia entre la vida y la muerte.
Aquí comienza un manual real, que te cargará de ideas y te
preparará para las diferentes y más que probables situaciones ex-
tremas a las que tendrás que hacer frente pronto, muy pronto...
¡Suerte!
TIPOS DE MADRES:
PERSONALIDADES APOCALÍPTICAS
MADRES ESCURRIDIZAS
Expertas evitando problemas
Fortalezas: Por ti hará lo que sea necesario. Esto es una gran ven-
taja, ya que en situaciones extremas no se arrugará. Suelen sacar lo
mejor de sí mismas cuando consideran que estás en peligro. No de-
bes subestimarlas. Puede que nunca hayas visto a tu madre levantar-
le la mano ni la voz a nadie, pero como te veas rodeado por un grupo
de hambrientos zombis que te bloquean el paso y que están a punto
de devorarte o, lo que es peor, convertirte en uno de ellos, presen-
ciarás una escena que se quedará grabada en tu sesera de por vida.
MADRES ACUSADORAS
“Ya te lo había dicho yo”
Autoconvencidas de que todo lo que sucede es culpa de su hijo
MADRES ASUSTADIZAS
“¡Uuuuuuuuuuh!”
MADRES CORDIALES
Las amigas de la humanidad
MADRES MODERNAS
De las que te agregan al “feis bus” y cosas de esas que usan
los jóvenes
MADRES HÍBRIDAS
La combinación explosiva
sin latas de comida y sin nada de su interés. Así que, ¡sé creativo,
artemaníaco! Aquí te presento una la lista de opciones que podrías
usar en un caso como ése:
Vale. A ver cómo te cuento esto… Aunque está claro que esta
guía es infalible y que no deja ni un resquicio a la duda o al error,
ya que todo lo que está escrito en estas páginas es el fruto de una
intensa y exhaustiva investigación, a veces… y digo a veces, las
cosas no salen como uno lo tenía planeado.
Aunque sería lo ideal, no siempre vas a tener la oportunidad
de negociar de manera pacífica con aquel que tenga un problema
contigo. Incluso si logras que se paren a escucharte y consigues
que mantengan un diálogo cordial y fluido, puede que en dicho
proceso algo falle y se líe la marimorena.
¿Y entonces qué? ¿Qué haces si algo no va bien? ¿Te vas a liar
a tiros con los malos? ¡¡Joder, sí!! ¡Y espero que no lo dudes! O
disparas tu primero, o estaréis jodidos.
Ya sé que suena un poco cruel, pero, macho… te recuerdo que
el mundo se ha ido a la mierda. La única ley que existe ahora es
la del más fuerte. Y como tú no eres el más fuerte, tendrás que
atacar antes para poder obtener algún tipo de ventaja con respecto
al enemigo. Y no, eso no es juego sucio. Es ser listo. Puede que
no seas inteligente, pero te voy a enseñar a ser listo, que aunque
no es lo mismo, te resultará muchísimo más práctico dadas las
circunstancias. Solo para que quede claro; el inteligente hace la
paella, el listo se la come. ¿Lo pillas?
Además, estamos en el capítulo de ataques. Si quieres algo más
light, vete al de “huida”. Mi deber es enseñarte todas las posibili-
dades a tu alcance. Después, será trabajo de tu madre y tuyo
planear el cómo sortear a la muerte una vez más…
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 47
En esta lista, vamos a obviar las armas clásicas como bates de béis-
bol, hachas, martillos, cuchillos, motosierras y rastrillos... Es eviden-
te que estas las tenemos todos en casa. Al menos alguna de ellas.
Y sobra decir que tendrás que hacerte con todas las que puedas.
Pero como es posible que con el tiempo se rompan, se te pierdan o
simplemente no las tengas a mano, aquí van algunas ideas para ar-
marte hasta los dientes de manera fácil, sencilla y para toda la familia.
¡Comenzamos!
estar muy cerca del enemigo para poder usarlos con eficacia y,
por tanto, pierdes la distancia de seguridad y el factor sorpresa.
1.1 La sábana
Si, amigo o amiga, has leído bien. Una sábana, de las de toda la
vida, de esas que sólo tu madre sabe doblar sin arrugas, como si
tu cama se fuera a exhibir en una exposición de muebles del Ikea.
Es acojonante.
Pueden ser unas excelentes aliadas. Entre otras cosas te podrán
servir a modo de:
• Cuerda. Para descender por barrancos empinados o escapar
de la celda de la cárcel.
• Red. Para pescar.
• Vela. Si te fabricas una canoa o un barquito casero.
• Mochila. Para transportar objetos.
• Disfraz. Si te invitan a una fiesta de Halloween, ya tienes tu
disfraz de fantasma.
1.2 La sartén
Puede servir como ataque y como defensa, además de freír estu-
pendamente bien.
Fabricación:
No requiere de fabricación
previa.
1.3 El Lápiz
Un elemento imprescindible. Sus funciones básicas son conocidas
por todo el mundo, pero no solo sirve para escribir o para rascarse
debajo de la escayola… Bien afilado, resulta un elemento mortal
en las manos adecuadas. ¡OJO! Como arma debes usarlo solo en
caso de extrema necesidad. Puede que tu madre necesite el lápiz
más tarde para tachar las cosas que ya ha adquirido de la lista de
la compra. Incluso tú podrías usarlo como un palo para un pincho
moruno en una barbacoa.
58 Vito Vázquez
1.5 La Botella
No. No me refiero a ningún juego de esos de darse besitos.
Que ya tienes una edad, hombre. Me refiero a una botella nor-
mal y corriente. De las que contienen líquidos o notas de algún
náufrago desesperado. Preferiblemente de cristal. Todo el mundo
tiene en la cocina algún tipo de recipiente vidrioso, como el de
aceite de oliva virgen extra, ese otro que tu madre ha reciclado
y ahora utiliza para guardar el café o incluso cualquiera de las
botellas de vino de tu padre…
Se puede utilizar con varios fines. Aturdir, cortar, alumbrar,
quemar…
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 61
ASÍ NO
ASÍ SÍ
1.9 El Bolso
Es el Top 1 de armas mortales de cuerpo a cuerpo. Un elemento
imprescindible para la supervivencia de tu madre (con o sin
apocalipsis). Si ya era esencial cuando la tierra aún era un lugar
habitable, ahora su dependencia se ha multiplicado por infinito.
Nunca trates de saber lo que lleva dentro. Es completamente im-
previsible. Y, sobre todo, no pierdas tiempo JAMÁS intentando
encontrar algo en su interior, aunque ella te lo pida. (Ni Doraemon
lleva tantos objetos dentro). Hablaremos de ello más adelante.
(ver capítulo 14: “Equipaje de mano: Mamá, ¿qué llevas en el
bolso?”).
ARMAS ARROJADIZAS
Sé que estás pensando en granadas, estrellas ninja o canutos con
dardos envenenados, pero volvemos a lo mismo. No creo que
esos sean los objetos que tengas más a mano en un primer mo-
mento (con el tiempo, ya veremos). Así que me centraré en au-
mentar tu abanico de posibilidades.
Este tipo de objetos (arrojadizos), serán muy útiles para reali-
zar ataques desde lejos (obvio, ¿no?). Su gran ventaja es que te
permitirán mantener una distancia de seguridad con respecto a tu
objetivo e incluso aprovecharte del factor sorpresa. Ten en cuenta
que existe una altísima probabilidad de que te quedes sin ellos
para siempre una vez lanzados. Por eso también los denominare-
mos “de usar y tirar”.
Es muy recomendable entrenar la puntería continuamente.
No puedes bajar la guardia nunca. Mantente en forma (redondo
no cuenta como forma) y practica todo tipo de técnicas. Y por el
amor de Dios, ¡que practique tu madre! Si solo dispusierais de
cinco o seis pequeños objetos para lanzárselos a vuestros enemigos,
sabiendo que tu vida dependerá de que aciertes o yerres el tiro…
más te vale haberle enseñado a tu madre a lanzar y haber practicado
la puntería muy, pero que muy mucho. De lo contrario, habrá gas-
tado vuestra munición antes incluso de que te dé tiempo a agarrar
alguno de los objetos, con el peor resultado de daños que hayas
visto en tu vida. Vamos, que no dará una…
2.1 La Linterna
Espero que lleves una siempre contigo. Es la gran desconocida
para las madres (menos para la de Green Lantern). En general
ellas son más de cerillas y velitas aromáticas. Pero este objeto
resultará fundamental si quieres moverte con facilidad en la pe-
numbra. También te vale para lanzársela a tu enemigo, pero lo
cierto es que sería una cagada tener que desprenderte de ella.
Aunque siempre será mejor quedarse sin luz que sin vida ¿no?
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2.2 El Jarrón
Un elemento poco valorado por la sociedad. Solo se utiliza como
pieza decorativa y para almacenar pelusas en su interior. ¿Cuántas
veces has limpiado un jarrón por dentro? Pues eso.
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 71
2.3 La Zapatilla
El top 1 de las armas arrojadizas. También conocida como babu-
cha, zapato, bota, alpargata, chinela, pantufla, chancleta… cual-
quiera de ellas servirá. Todo el mundo tiene de esas a mano. Po-
drás encontrarlas en casi cualquier sitio: en el armario de tu casa,
en tiendas, incluso a veces te las encuentras por la calle, en alguna
cuneta, descampado o incluso colgadas de los cables de alta ten-
sión. Si miras a tus pies o a los de tu madre, posiblemente veas
un par abrigando tus extremidades inferiores en este momento.
Si no, ya estás calzándote unas: nunca se sabe cuándo llegará el
apocalipsis, y lo peor que puede pasarte es que lo empieces con
un resfriado o un nido de papilomas en el talón.
Modo de empleo: Agarra el calzado con una mano, por la parte del
empeine, de manera que la parte gorda de la suela, la correspondien-
te al tacón, quede mirando hacia arriba. Espera a que tu objetivo esté
a menos de dos metros de distancia y lánzasela con todas tus fuerzas
a la cabeza. A ser posible, en la región temporal, más concretamente
entre las suturas esfenoescamosa y esfenocigomática. O lo que es lo
mismo y para que nos entendamos: en toda la sien.
Si aciertas el golpe pero no ha sido impecable, tendrás al ene-
migo aturdido durante un par de segundos. Aprovecha para salir
por patas. Si realizas un lanzamiento perfecto, puede que le dejes
inconsciente. Y si yerras el tiro, seguirás a un par de metros de
tu enemigo, por lo que aún tendrás algo de tiempo para tratar de
esquivar su embestida.
Aunque mi consejo es que le dejes este arma a tu madre. En su
poder será mucho más poderosa.
3.3 El Lanzapatatas
Es cierto que éste chisme no lo tiene todo el mundo, pero recuerdo
que un vecino mío tenía uno en su casa y era la mar de divertido.
Con un poco de maña, podrás convertirlo en un arma peligrosa.
parte que pega mirando hacia arriba) y vas poniendo en fila las
parejas unidas en el paso anterior. Una al lado de la otra, bien
alineadas y perpendiculares a la tira de celo.
Posteriormente, pon la pajita que aún está entera sobre ellas, en
la misma dirección, y ve envolviéndola con los pares de pajitas
de forma que dichos pares queden alrededor de la pajita central
(ésta servirá para poder girar las otras seis a su alrededor, donde
colocarás los proyectiles).
Únelo todo con celo para que no se suelte (debería quedarte algo
parecido al tambor de un revólver).
Por último, pega la pajita más corta que te queda encima de uno
de los extremos de la pajita más larga y sujétala con celo. Por
ahí es por donde soplarás. Sé que parece un poco engorroso de
entender, pero si lo vas haciendo paso por paso, no tendrás nin-
gún problema. Échale un ojo al dibujo para entenderlo mejor.
Mientras tanto, os dejo con un briconsejo.
Para la fabricación de los proyectiles necesitarás la punta de unos
cordones, un poco de celo y agujas de coser o alfileres.
Corta los cordones un milímetro por detrás del herrete (oséase, la
parte dura de la punta del cordón). Pega con celo una aguja al trocito
que has cortado, siempre con la parte punzante mirando hacia fuera.
Los pelillos que quedan por la parte de atrás del proyectil ayudarán
a que este se estabilice al lanzarlo.
Introdúcelo en tu cerbatana, apunta y ¡¡dispara!! Si quieres que
tu cerbatana pase de lanzar picotazos molestos a ser mortal, te
recuerdo lo del veneno o los líquidos de debajo del fregadero.
Si no tienes tiempo ni ganas para montarte este artefacto tú mis-
mo o te parece un follón de narices y no has entendido nada de
nada, siempre puedes coger un boli Bic o similar, quitarle el
depósito de tinta y usarlo tal cual (cuanto más largo sea el tubo y
más fino el diámetro, más rápido saldrán los proyectiles).
5.1.1 El Escudo
No trates de hacerte uno a lo Capitán América creyendo que
lanzándolo podrás acabar con una horda de zombis. No eres
tu madre. Ni eres un superhéroe. Ni siquiera eres un héroe.
Aún no. Y aunque te hagas un escudo y lo pintes de azul y rojo
con una estrellita blanca en el centro, no será indestructible como
el suyo. Ni retornará a tus manos después de rebotar en cinco
o seis zombis. Haz la prueba. Trata de lanzar tu broquel con la
eficacia y la elegancia del Capi y a ver qué pasa. ¿Y ahora qué?
Rodeado y sin escudo. ¡Genio!
5.1.2 El Casco
Generalmente de un material muy resistente y de forma semies-
férica, que más o menos se ajusta a tu cabolo para evitar que te
golpees con las esquinas y que te salgan más chichones.
5.1.4 El Pañuelo
Pequeño complemento de tela que sirve para limpiarte los mocos,
darle un toque elegante a tu traje, secarte el sudor de la frente o
cubrirte la cabeza o la nariz para minimizar el riesgo de inhalar
tufos incómodos.
5.1.7 La Barricada
Es un parapeto improvisado para defenderte de algo. Sirve para
estorbar el paso del enemigo y suele ser más usado en revueltas
populares que en el arte militar. Su uso se remonta a 1588 en
París. Así que digo yo que si llevan tantos años usándola, algo
bueno tendrá.
Seguro que tú lo has usado en algún momento, cuando te perseguía
tu madre por la casa para echarte la bronca, tu hermano mayor para
darte una paliza por haberle vacilado de más o el matón del cole
por cualquier motivo que se te venga a la cabeza. Ibas corrien-
do, sintiendo el aliento del agresor pegado a tu nuca. Mientras
corrías, ibas lanzando objetos para interferir en la trayectoria
del perseguidor. Lo hacías inconscientemente y casi nunca fun-
cionaba como esperabas… Más tarde o más temprano, la paliza
acababa alcanzándote. Pero no sufras. Eso era porque aún no te
habías hecho con esta guía.
Fabricación: Será una tarea hercúlea. Tendrás que ser más rápi-
do que la luz y, por supuesto, deberás prepararla tú solo. Como tu
madre te vea amontonando trastos en medio del pasillo (o donde
sea) automáticamente comenzará a limpiar y despejar la zona,
reorganizando y reagrupando los objetos y devolviéndolos a “su
sitio” en contra de tu voluntad. No tendrás tiempo ni para expli-
carle que estás preparando una barricada. Antes de que empieces
la frase, no quedará ni rastro de lo que habías amontonado.
otra parte del planeta, de verdad que no hace falta ser tan exagerado.
Los zombis no tratarán de entrar en tu casa a no ser que oigan o
vean algo que les llame la atención, en cuyo caso, podrás lanzar
objetos por la ventana en la otra dirección, para distraerles con el
ruido que dicho objeto haga al caer y conseguir que se vayan por
el camino contrario.
Te recomiendo que intentes por todos los medios no llamar la
atención de estos inoportunos serecillos. Es aconsejable apagar
la alarma de casa (si dispones de ella). No servirá para nada bue-
no. Si comienza a sonar no creo que la policía acuda al rescate.
Solo logrará atraer a cientos de seres más raros que los que
puedas encontrarte en un festival de música alternativa a las
seis de la mañana.
Como ya sabrás, las cosas no siempre salen como uno las había
planeado. Aún eres un aprendiz, joven Padawan. Y es más que
probable que por mucho que le des una, dos y tres vueltas a tus
planes, por mucho que practiques las técnicas antes de ejecu-
tarlas y aun teniendo esta guía en tu poder, ciertas cosas jamás
te saldrán como las visualizaste en tu cabeza antes de hacerlas.
Pero es normal, tampoco te agobies. Trata de no morir y habrás
salido victorioso.
¡No huyas, cobarde! ¿Cuántas veces habremos oído esa frase?
Es verdad que la huida a menudo se relaciona con ser un gallina.
Pero eso no es del todo cierto. No siempre. Como se suele decir,
el cementerio está lleno de héroes. Huir, en ocasiones, es algo
necesario y muchas veces inclinará nuestra balanza hacia el lado
de la salvación.
Puede que los no muertos consigan asaltar tu guarida, puede
que esta se incendie por un despiste o una acción premeditada,
puede que necesites salir por patas porque has oído por la radio
que un equipo de extracción estará a una hora determinada en un
lugar concreto… Nunca se sabe. Por si acaso, mantente siempre
listo para salir por patas y escapar. Nunca descartes esta opción.
La huida se pude definir como el movimiento que uno realiza
de la manera más rápida posible para alejarse de un daño o un
peligro. Es un reflejo de supervivencia que todos llevamos inte-
riorizado de serie, como los animales. Las gacelas, por ejemplo,
huyen al detectar al león. Tu madre, al encontrarse una cucaracha
y tú al verla a ella con la zapatilla en alto. Ley de vida.
112 Vito Vázquez
Territorio Ligero
O territorio light. Cero calorías. Llamaremos así a los lugares en
los que podáis recuperar fácilmente la posición hacia la defensa.
O lo que es lo mismo: replegaros con rapidez. Serán explanadas
sin excesivos desniveles. Más bien llanos. Casi siempre tienen
poca vegetación, lo que dificultará tu ocultación. Lo bueno es que
podréis avanzar o retroceder con rapidez, casi sin quemar calo-
rías. Lo malo es que vuestro enemigo también. Por tanto, procura
ir siempre con un calzado adecuado. Uno que no se quede clava-
do en el fango y que retrase vuestra huida. Tu madre seguro que
sabe de lo que estoy hablando.
Territorio Clave
Es un lugar básico, como su propio nombre indica, clave.
Un punto estratégico que deberás tomar o tener bajo control para
lograr una gran ventaja sobre el enemigo. Por ejemplo, un puente.
Podréis acorralar a vuestros oponentes una vez se aventuren a cruzar.
Incluso puedes tratar de sorprenderles con la colocación de mi-
nas, trampas...
Será un lugar donde sin duda tengas ventaja sobre los demás.
Para tu madre, un territorio clave será, por ejemplo, aquel donde
no haya obstáculos que le impida tomar el sol o uno que esté reple-
to de tiendas. Pero no estáis hablando de lo mismo. Tú a lo tuyo.
Terreno de Comunicación
No, este tampoco es un lugar donde vaya a haber más cobertura
en tu móvil, y no, un locutorio tampoco cuenta… ¿Quieres dejar
ya el dichoso teléfono? Además, a estas alturas ya no habrá apenas
satélites operativos.
Tampoco estamos hablando de una zona donde sea fácil comunicar-
se a grito pelao. A ver si te centras un poco, que te veo descentrado.
Llamaremos así a las zonas a las que puedan acceder, de manera
sencilla, tanto tus aliados como tus enemigos. Por tanto, no es un
área segura. Es un área de conflicto.
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 117
Terreno Abierto
Tranquilo, no significa que haya boquetes en el suelo. ¿Por qué
siempre tienes que estar pensando en cosas tan raras? Significa
que te está viendo todo el mundo. Así que sácate el dedo de la
nariz, pero ya. Estáis totalmente expuestos. Es un lugar sin acci-
dentes geográficos y sin lugares donde poder ocultarse de manera
clara. Parecido al territorio ligero, pero de una extensión mucho
mayor. Evita este tipo de localizaciones. Si no puedes sortearlos,
salid de ahí cuanto antes. Estaréis expuestos visualmente a varios
cientos de metros de distancia. Si estás gordito, multiplica la dis-
tancia por dos. Mira que te lo ha dicho veces tu madre, ¿eh?…
Terreno Inundado
Efectivamente: agua. Agua por todas partes. Espero que sepas
nadar. Si no, ya te estás colocando un par de manguitos o un flo-
tador. Serán ridículos, pero lo es aun más morir ahogado.
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 119
Zonas Rojas
También llamadas zonas desérticas. A priori no es un buen plan
adentrarse en este tipo de terrenos. Por eso usamos el color rojo.
(Rojo significa peligro. No aprietes el botón rojo, no te saltes el
semáforo en rojo…) No solo tendrás que estar pendiente de los no
muertos, sino que además deberás prestar atención a la tempera-
tura ambiente. El sol puede matarte incluso antes que un muerto
viviente (ver capítulo 13 “Ropa: moda y camuflaje”). Cuidado
120 Vito Vázquez
con el terreno. Procura llevar algún tipo de mapa o GPS para evitar
perderte, malgastando energía andando en círculos durante días.
Zonas Blancas
Las llamaremos así no solo porque son las más seguras, sino por-
que, con toda probabilidad, estarán llenas de nieve. Lo alto de las
montañas son siempre los mejores sitios para refugiarse. Si pue-
des viajar a zonas árticas, mucho mejor. Los zombis llevan fatal
el frío. No tienen a una madre que les obligue a ponerse el anorak.
Sus articulaciones se acaban congelando impidiéndoles moverse
con normalidad. Insisto, si puedes, siempre huye a zonas frías.
TRANSPORTE:
TIERRA, MAR Y AIRE
TIERRA:
Quita, mamá, que conduzco yo.
Empecemos hablando de la tierra. No como planeta habitado
por seres humanos, animales, políticos y otros seres horripilan-
tes como los muertos vivientes, sino como lugar físico en el que
tienes apoyadas las plantas de los pies en este preciso instante.
También conocido como suelo o pavimento firme. Lo más
probable es que la catástrofe te pille con los pies en la tierra
(y la cabeza en Babia), literalmente (a no ser que justo en ese
preciso instante estés de viaje en un avión o en un crucero,
pero de eso ya hablaremos más adelante).
En la tierra hay muchísimos tipos de transporte que podréis
utilizar ambos y muchos otros que tu madre es preferible que
no maneje jamás. Los más comunes son los vehículos de cuatro
ruedas (carritos de golf, carritos de la compra, el tacataca, co-
ches, furgonetas, autobuses, camiones, buggys, quads, sillas de
oficina…). También los hay de tres ruedas (como los triciclos y
algunos tipos de motos), de dos ruedas (como las bicis, biciclos
o la mayoría de las motocicletas) e incluso de una rueda (como
los monociclos).
En un alto porcentaje hacen bastante ruido y necesitarás sumi-
nistros de gasolina para poder ponerlos en funcionamiento, pero
si tienes combustible en tu poder… ¿por qué gastar energía an-
dando cuando puedes ir cómodamente conduciendo?
¡Ojo!, recientes estudios americanos han demostrado que la
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 123
El de San Fernando
(Ya sabes, un ratito a pie, y el otro andando)
PATAM PSSSSS
(redoble de batería típico después de un chiste malo).
Pero pongámonos más serios, me juego una lata de atún con to-
mate (cuando lleves una semana sin comer, te apetecerá, no te
preocupes), a que no estás en forma. Todos queremos ponernos
buenorros y buenorras, empezamos a ir al gimnasio con mucha
ilusión cuando se acerca el verano, incluso comenzamos a salir a
correr y a hacer abdominales con regularidad… durante la prime-
ra semana. Luego comienzan a aparecer “recados” inesperados,
unas cervecitas con los colegas (con sus patatitas fritas y sus acei-
tunas), imprevistos… y entre pitos y flautas, a los diez días hemos
dejado de hacer deporte. Eso sí, el gimnasio lo sigues pagando.
No sea que vuelvas algún día.
Si no te sientes identificado con este grupo y realmente estás en
forma, enhorabuena. Entonces te costará mucho menos despla-
zarte y caminar largas distancias. Lo cual aumenta tus posibili-
dades de sobrevivir. Pero… ¿y tu madre? ¿Está ella en forma?
124 Vito Vázquez
El Coche
Un clásico. Posiblemente el vehículo más común del planeta.
El Monopatín o Longboard
Pros: Uno de los transportes más utilizados por los surferos
(o surfers) cuando no están surfeando. Si sabes usarlo, queda de
lo más molón. Es de un tamaño relativamente pequeño, por lo que
podrás guardarlo con facilidad en caso de que no lo estés usando.
No necesita gasolina y no hace prácticamente ruido.
Contras: No lo podréis usar tu madre y tú a la vez. Sería una
locura. Si en algún momento lo intentas, es que debesn de estar
en una situación realmente peliaguda…
Si nunca has montado en uno, ten cuidado, es peligroso.
Usa siempre protección, aunque creas que ya sepas montar.
Cuanto más confiado estés, mayor será el castañazo.
Necesitarás bastante práctica, lo que se traduce en tiempo.
Mucho tiempo.
128 Vito Vázquez
La Bicicleta
Pros: Uno de los transportes más utilizados por los holandeses.
Te ayudará a hacer deporte y no contaminas (más) el medio am-
biente. Es muy cómodo para realizar tanto largas distancias como
trayectos cortos de manera rápida y silenciosa. Y funciona bien
tanto en carretera como en campo a través.
Si es de esas modernas, con minimotor eléctrico incorporado,
mejor que mejor. Yo tengo una bicicleta (mountain bike) que po-
siblemente tenga más de quince años y nunca le he cambiado las
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 129
El Carrito De Golf
Pros: ¡Es divertido de narices! ¡No diga golf, diga carrito! Ven-
ga va, reconócelo… ¿Quién no ha querido, alguna vez, ir a un
campo de golf solo para conducir el carrito eléctrico? Imagína-
te poder ir repartiendo estopa a diestro y siniestro con tu hierro
nueve a zombis que voluntaria o involuntariamente se cruzan en
tu camino. ¡Mola! Y lo mejor de todo es que ¡no gasta gasolina
y casi no hace ruido! Porque en su gran mayoría son eléctricos.
Y eso puede ser bueno o malo, según como lo mires… En parte es
bueno porque no pagarías al aparcar en zona azul. Pero por otro
lado… ¿sigue habiendo suministro de electricidad? Respondién-
dote tú solo a esta pregunta, sabrás si hacerte con un carrito es o
no una buena opción.
El Carrito De La Compra
Espero que lleves un euro suelto… Apostaría la moneda
que tengo en el bolsillo en este momento a que te parece una
absoluta ridiculez y a que ahora mismo estás pensando: “A este
tío se le ha ido la pinza por completo… menuda chorrada”.
(Puede que lo lleves pensando desde que empezaste a leer esta
guía). Pues tú sigue pensando así, hombre… Con ésa mentalidad
tan negativa y tan poca imaginación, no durarás ni una semana.
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 131
La Moto
Pros: La mejor opción sin ningún tipo de duda. La moto de
campo, para ser exactos. Ya sé que una Harley queda como más
chula, pero la gran maniobrabilidad de la de campo y su capaci-
dad para meterse por sitios donde resultaría imposible acceder
con un coche, hacen que tus probabilidades de éxito en tu huida
o viaje aumenten sobremanera. A pesar del ruido que emiten, su
velocidad punta y su aceleración son bastante aceptables. Así
que yo no me preocuparía demasiado por eso. Para cuando quie-
ran alcanzarte, ya estarás a una distancia segura.
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 133
La Caravana
Pros: Uno de mis transportes favoritos. Es un “todo en uno”. Cocina,
baño, salón, habitación, picadero y coche. Lo malo es que no es
precisamente de los más rápidos, ni de los más maniobrables.
Pero si lo que buscas es comodidad, sin duda, este es tu vehículo. In-
cluso aunque esté estropeado y no arranque, será un albergue perfecto.
MAR:
Quita, mamá, que navego yo.
Cuando digo mar, realmente me refiero al agua en general.
Eso, por supuesto, incluye al mar, pero también ríos, pantanos,
134 Vito Vázquez
“Hay que ver Luisa, que morena estás hija, que barbaridad”
“Que va, si apenas he tomado el sol, ¿no ves que no tengo
tiempo? Si no paro, no paro…”
Otra de las cosas que debes tener en cuenta es que no puedes
vivir eternamente en el agua. Incluso si fuerais capaces de abas-
teceros del propio mar (siempre podréis pescar algo) y aunque
tuvierais una máquina desalinizadora de agua, tendréis que vol-
ver a tierra firme tarde o temprano. Y eso significa dejar el barco
o vuestra casa flotante desprovista de vigilancia. Pero si hay que
hacerlo, hay que hacerlo.
El Barco
Los hay de todos los tamaños y tipos que puedas imaginar: más
grandes, más pequeños, de lujo, de pesca, hinchables... Indepen-
dientemente de su aspecto, todos comparten una característica
común: te permitirán refugiarte de los zombis en un lugar seguro.
En el agua, lejos de la costa.
Lógicamente, cuanto más grande sea el barco, más os costará ins-
peccionarlo y registrar todos sus rincones. Imagínate un crucero.
Este tipo de embarcaciones están preparadas para albergar a más de
quinientas personas. ¿Y si ahora son zombis? Te estarías metiendo
en la boca del lobo. Espero que lleves munición de sobra… Sin em-
bargo, en caso de toparte con uno libre de tripulación indeseada de-
bido a, por ejemplo, una evacuación y un rescate previos (situación
posible, aunque improbable…), dispondríais de muchas facilida-
des y lujos que, en tiempos así, no tienen precio. ¡Enhorabuena!
Has encontrado otro sitio para ir de compras gratis con tu madre.
Prepárate para otra sesión de estilismo “made in your mother”.
Otra de las cosas buenas que encontrarás son retretes. Por fin
podrás hacer tus necesidades en un trono como Dios manda.
Puede que ahora, mientras estás leyendo esto, te parezca una
tontería (incluso puede que estés leyendo esto mientras estás
sentado en uno), pero, amigo o amiga, cuando tengas que jiñar en
medio del campo, pendiente de no apretar de más para evitar que
se te escape un sorpresivo pedo que llame la atención de algún
depredador (ver capítulo 19: “Como ir al baño sin morir en el in-
tento”), o cuando tengas que ducharte en lagos o charcas con agua
estancada y fría haciéndote el famoso “lavado del gato” (mojando
la puntita de una toalla y humedeciéndote únicamente las partes
vitales como sobaquetes y lo que está un poco más abajo) durante
meses… créeme, echarás de menos el baño. Y da gracias si aún
queda algo de papel higiénico. Si no, adiós calcetines.
La Canoa o Piragua
Pros: Es una embarcación muy manejable. Su reducido peso y
tamaño te permitirá sacarla del agua sin problemas y esconderla
con facilidad si fuera necesario. Una vez en el agua, es bastante
fácil de manejar.
Su dura carcasa te permitirá navegar por aguas bravas sin mucha
dificultad, aunque sufras algún que otro golpe contra las rocas.
El Submarino
Pros: No sabrás manejarlo, vale. Y será peligroso de narices me-
terse ahí dentro, te doy la razón. Pero si consigues limpiarlo de los
muertos vivientes que pudieran quedar, será un refugio cojonudo.
Puede que con el tiempo llegues a averiguar cómo narices se en-
cienden y apagan las luces y, casi seguro, podrás encontrar armas
en su interior. Normalmente, estos gigantescos aparatos son de uso
militar y, hasta donde yo sé, los militares tienen la buena costumbre
de ir armados hasta los dientes, así que todo es ponerse.
Contras: Para que esto sea posible, deberás encontrarte uno atra-
cado en el puerto o flotando en el mar. Estando debajo del agua
será absolutamente imposible acceder a él. No creo que sea nece-
sario explicarte por qué. Así que… que la suerte te acompañe. Ah,
y al buscar el interruptor de la luz, mucho cuidado con los botones
de color rojo. Sobre todo los que llevan la palabra “DANGER”
escrita. No queremos lanzar misiles nucleares sin querer... ¿O sí?
La Moto De Agua
Para ti, seguramente sea uno de los transportes acuáticos más di-
vertidos. Para tu madre, no tanto. De agua o de tierra… ¡sigue
siendo una maldita moto!
La Lancha Motorizada
Pros: Las hay de todas las formas y colores. Si no te convence
el color de la tuya, siempre puedes pintarlas de color negro o ca-
muflaje, lo cual te ayudará a pasar desapercibido si viajas por la
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 143
El Bodyboard
Ya sabes, la típica tabla de madera o plástico para surfear tumba-
do sobre ella. La que llevas usando desde que tenías cinco años
cuando ibas a la playa.
Pros: Muy útil si tienes que nadar largas distancias en aguas tran-
quilas. Te ayudará a mantenerte a flote y a no gastar excesivas
fuerzas. Además, te servirá para pasar un buen rato en la playa.
Recuerda que es necesario mantenerse ocupado y que el ocio es
absolutamente imprescindible para no volverse loco.
El Flotador
Olvídate ya de la vergüenza. No queda nadie que se pueda reír de ti.
Los Manguitos
¿Sigues con lo de la vergüenza? Lo tuyo no tiene solución…
AIRE:
Mamá, ¿qué leches haces? ¡Quita, que piloto yo!
Desde arriba se ven las cosas mucho más claras. Puedes ver un te-
rreno extenso de un plumazo sin que te detecten los zombis y con
la seguridad de estar a salvo de sus mandíbulas aunque lo hagan.
¿Pero cómo demonios vas a volar? Podría ser que te pique una
gallina mutada por la radiación de alguna bomba lanzada por el
ejército en un desesperado e inútil intento por acabar con la plaga
de los muertos andantes y te salgan plumas y alas, pero lo dudo
bastante… y aunque así fuera, las gallinas no vuelan (al menos,
largas distancias). Total, que volar mola, pero ojo, que todo lo
que sube, tiene que bajar. Así que veamos primero cómo puedes
“subir” y ya hablaremos luego sobre como “bajar”. Espero que no
tengas miedo a las alturas…
El Ala Delta
No confundir con las
Papa Delta.
El Parapente
Pros: Muy útil para planear de montaña en montaña. Te ahorrarás
las mortales curvas de la carretera al no tener que bajar el puerto.
Simplemente, vuela de una montaña a otra, evitando así posibles
colapsos en carreteras o zonas invadidas por los muertos vivientes.
Aún no se ha visto a ningún zombi montar en parapente, por lo
que, en principio, mientras te mantengas en el aire, estarás segu-
ro. Y además, es una actividad de lo más divertida y relajante.
Apto para la conducción con tu madre.
El Paracaídas
Una preciosa forma de jugarse la vida. No te recomiendo esta
práctica, a no ser que sea totalmente ineludible. Como, por ejem-
plo, si el avión en el que viajas está a punto de estrellarse. Ahí,
sí. Ojalá nunca se dé esa situación, pero si sucediera, espero que
debajo del asiento te encuentres con un paracaídas en vez de los
malditos chalecos inflables. No sé por qué demonios reparten
esas porquerías. Como si fueran a salvarte de una caída libre a
9000 metros de altura… ¡y encima tienes que inflarlo tú! Menu-
dos lumbreras los que pensaron en esa solución.
El Globo Aerostático
Igual que en la peli Up, te sentirás como un explorador intrépido!.
Espera, Eli, ¡allá vamos!
150 Vito Vázquez
El Helicóptero
Contras: Volvemos a lo de siempre. No tienes ni puñetera idea de
manejar un aparato de estos. Tiene más botones que el chaleco de
Darth Vader. Si no quieres morir, déjalo donde está. Como mucho,
hazte un selfie a su lado, que siempre queda bien, y lárgate de ahí.
Y ¡no! No pruebes todos los botones hasta dar con el de arranque.
Como mucho, conseguirás que se muevan un poco las hélices.
Pros: Si no me has hecho caso y has tocado todos los botones hasta
conseguir poner en funcionamiento las hélices, por lo menos ten-
drás un pedazo de ventilador para luchar contra las elevadas tem-
peraturas del verano. Un poquito ruidoso, sí. Pero cómo quita el
calor el jodío, ¿eh?
La Avioneta
O avión privado de pequeñas dimensiones. Otro aparato inútil.
¿Por qué te empeñas en querer pilotar dispositivos complejos?
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 151
9.1 COMUNICACIÓN:
Mamá, ¿me oyes?
El caso es que necesitarás estar en comunicación constante con
tu madre. Y el móvil es una muy buena opción. Pero hay ciertas
cosas que necesitas saber de antemano si no quieres que el móvil
de tu madre os lleve directamente hacia una muerte segura.
Lo primero que deberás tener en cuenta es que una madre jamás
coge el teléfono a la primera. Ni a la segunda. Necesitarás como
mínimo cuatro o cinco intentos hasta que te coja el dichoso apa-
rato. Bien sea porque no lo oyen, porque no lo encuentran dentro
del bolso (ver capítulo 14: “Equipaje de mano: Mamá ¿que llevas
en el bolso?”) o porque simplemente está enfadada contigo y no
le da la gana cogértelo. Sea como fuere, tendrás que insistir.
Otra manía bastante frecuente, común en todas las madres, es
que siempre tienen activado el maldito buzón de voz. Y este sal-
tará cada vez que la llames, al segundo o tercer tono. Para que no
te dé tiempo a colgar y joderte así un poco más.
Un consejo: Ármate de paciencia. Aunque te encuentres en una
situación crítica o una emergencia (que te hayas quedado atrapa-
do bajo unas rocas, protegiéndote dentro del carrito de la compra
rodeado de zombis o que necesites saber las coordenadas exactas
para localizar algún objeto que dejaste en un lugar concreto y que
misteriosamente ha desaparecido y solo ella conoce su paradero),
mantén la calma, respira hondo y vuelve a intentarlo hasta que des-
cuelgue el teléfono o te quedes sin saldo por culpa del puñetero con-
testador. (¿Aún sigues con tarjeta de prepago? Ya te vale. No me ex-
traña que, con un hijo así, la madre tampoco sea de las “modernas”).
Puede que no lo descuelgue hoy, ni mañana. Pero cuando me-
nos te lo esperes, cuando hayas perdido la fe y te quedes sin
156 Vito Vázquez
Conversación:
— Fíjate que blusa más mona. Pruébatela.
— Mamá, por favor, que esto es de chica.
— ¡Qué más da! Es gratis. Y si no te gusta, me la quedo yo.
Pues pruébatela tú.
— Que no me hables así, ¿eh? Oi, oi, oi…. Qué bañador y qué ca-
misa y qué vaqueros y qué zapatillas y qué bufandas y qué abrigo…
Toma, vete probándote todo esto, que yo te voy a mirar más cosas.
— ¿Abrigo? ¿En junio?
— Pues así lo tienes para invierno. Y deja de protestar.
PRIMEROS PLATOS
Ingredientes:
• ½ kilo de carne de cerdo (ciervo, gato, conejo… o lo que puedas cazar).
• ¼ de kilo de patatas (Este ingrediente también lo necesitarás
para el lanzapatatas. Aunque eso es otro tema)
• ¼ de kilo de zanahorias. (Son buenísimas para la vista. Y la
necesitarás a pleno rendimiento. Es un buen momento para comen-
tarte de nuevo que quizá deberías replantearte la opción de plantar
un huerto… te dará más alas que un Redbull).
• Una cebolla (no es momento de rimas tontas…)
• Una cucharada de tomate frito (puede ser de bote, o hacerlo tú mis-
mo a base de tomates de huerto. Un poco de kétchup también podría
servir. Aunque no es lo mismo, no nos vamos a poner quisquillosos).
• Dos dientes de ajo. (Para espantar a los vampiros).
• Como lujo añadido, también se le pueden incluir unos trozos de
chorizo para darle más sabor.
• Agua.
• Aceite o, en su defecto, grasa animal.
• Una olla, cazuela o recipiente metálico de tamaño suficiente
como para cocinar.
• Fuego. (Sé que sobra decirlo, pero acuérdate de apagarlo bien al
acabar de cocinar. Toda precaución será poca).
• Leña o madera para avivar el fuego. (Al ir a buscarla, no te
alejes mucho de tu madre).
Preparación:
En primer lugar, enciende el fuego de tal forma que puedas colo-
car la olla encima. Corta en trocitos la cebolla y los dientes de ajo
174 Vito Vázquez
Plato Combinado
Deditos de carne y patatas con ensalada de arroz
No quedan restaurantes de comida rápida y, a veces, las prisas
te obligarán a preparar algo ligerito y que no te quite demasiado
tiempo. Si estás en esa situación, este es tu plato.
Ingredientes:
• 300 gramos de salchichas (o tiras de carne de cualquier tipo
que puedas conseguir).
• 4 dientes de ajo.
• 3 o 4 patatas.
ASÍ NO
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 175
• 3 o 4 zanahorias.
• 2 tomates.
• 2 puñados de arroz.
• Un poco de aceite o grasa animal.
• Una lata de aceitunas.
• Y como ingrediente de lujo, mayonesa.
• Leña para encender la hoguera.
• Fuego.
• Una cazuela, sartén o recipiente metálico del tamaño suficiente
para cocinar.
Preparación:
En primer lugar empezaremos por la ensalada de arroz. Para ello,
primero hiérvelo durante una media hora y deja que se enfríe.
Una vez se haya enfriado, pela y corta las zanahorias en tiras fini-
tas, abre la lata de aceitunas y añádeselo todo al arroz. Remuévelo
y déjalo en un recipiente aparte.
Mientras se va enfriando el arroz, pela las patatas como si estu-
vieras en la mili, córtalas en trocitos pequeños y fríelas en la sar-
tén (o sucedáneo). Una vez fritas, ponlas en un recipiente aparte
donde las puedas mantener calientes. (O ponlas en el recipiente
donde has dejado el arroz, a su lado).
Para terminar, corta los dientes de ajo en trocitos y sofríelos hasta
que estén doraditos. A continuación, añade las salchichas trocea-
das (o la carne que hayas podido conseguir, cortada en tiras) y
los dos tomates partidos en pedacitos. Deja sofreír todo durante
unos 5 minutos. Una vez estén hechas las salchichas (o la carne),
júntalo todo en el mismo plato y ¡a comer!
Ingredientes:
• 4 huevos.
• 1 lata de atún.
• Como ingrediente de lujo, mayonesa. (Si no hay mayonesa,
valdría tomate frito o cualquier tipo de salsa que tengas a mano).
• Una cazuela (o similar).
• Leña para hacer la hoguera.
• Fuego.
Preparación:
En primer lugar, tendrás que hervir los huevos durante unos 20
minutos. Una vez hervidos (cerciórate bien dándole unos suaves
golpecitos), quítales la cáscara y pártelos por la mitad. Con cui-
dado, separa las yemas y rállalas (como seguramente no tengas
un rallador, tritúralas con la ayuda de un tenedor, navaja, cuchillo
o sucedáneo).
Para preparar el relleno, simplemente espachurra el atún con
un tenedor y mézclalo con la mayonesa (o la salsa que tengas a
mano) hasta que quede hecha una pasta. Finalmente, coloca la
salsa de atún en los huecos donde iba la yema del huevo y espol-
vorea por encima las yemas trituradas.
¡Voilá! Rápido, sencillo y para toda la familia. (Bueno… para tu
madre y para ti).
SEGUNDOS PLATOS
Ingredientes:
• Carne (a ser posible animal, aunque nunca digas nunca…).
• 4 o 5 patatas.
• 1 cebolla.
• 2 dientes de ajo.
• Agua (si es de río o charca, acuérdate de hervirla antes para
matar microbios y bacterias).
• Sal (un mineral esencial para la salud).
• Harina *.
• Levadura *.
• 2 huevos.
• Fuego.
• Leña para la hoguera.
• Una cazuela o similar.
* Tanto la harina como la levadura, podrás hacerlas de forma
casera. Al final del capítulo te enseño cómo hacerlo.
Preparación:
Comenzaremos por el estofado. Corta la carne en trocitos y haz
lo mismo con los ajos y la cebolla, para poder sofreírlos. Cuando
esté todo doradito, le añades medio litro de agua aproximada-
mente (estaría bien que tuvieras en tu poder una botella de plásti-
co de las típicas de agua mineral de litro y medio, para tener una
referencia en cuanto a las cantidades y medidas de los líquidos),
le ponemos la tapa (o algo similar) a la olla y lo dejamos al fuego
unos 30 o 40 min. (Dependiendo del fuego que hayas logrado
hacer, el tiempo puede variar. Estate al loro).
Mientras esperas a que se haga el estofado, vamos a por la tortita
salada. Para ello mezcla en un bol o un cuenco medio litro de
agua con la levadura, la harina y los dos huevos (batidos), y ve re-
moviendo hasta conseguir una masa consistente. Echa más harina
si la masa se queda demasiado líquida. Una vez has conseguido la
textura deseada, coge un poco y extiéndela sobre una piedra (lim-
178 Vito Vázquez
Plato Combinado
Huevo frito con patatas fritas y carne de hamburguesa
Una buena hamburguesa no puede faltar en ningún menú que se
precie. Y aunque estés en medio de un apocalipsis, no tienes por
qué privarte de tus caprichitos culinarios. ¡Suficiente tienes con
quitarte de los pastelillos! Puede que no sea tan rápido como un
McAuto, pero seguro que, con el hambre que tienes, te sabrá mu-
cho mejor. Y eso ya es algo.
Ingredientes:
• Carne picada (si no la tienes ya picada, tendrás que entrete-
nerte picándola). Si prefieres la hamburguesa con un filete direc-
tamente, sin picar, y dejarte de chuminadas, también es lícito.
• Dos huevos (o más, dependiendo del hambre que tengáis),
• Aceite o grasa animal,
• Patatas (o de huerto o de bolsa, de las fritas),
• Una lata grande de esas de melocotones en almíbar (por ejemplo),
vacía y abierta.
• Velas,
• Fuego,
Preparación:
Este plato es muy sencillo. Empezaremos por preparar la lata para
poder cocinar con ella. Lo que pretendemos es usarla a modo de
sartén, por lo que, cuanto más grande sea, mejor.
Evidentemente tiene que estar vacía.
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 179
Sardinas a la Plancha
Por si te encuentras en una zona costera. El mar siempre es un
buen aliado a la hora de conseguir alimento. El apocalipsis aún no
ha llegado al fondo marino (que sepamos). Pero no sólo del mar
vive el hombre. En ríos y pantanos también podrás pescar, con un
poco de maña y paciencia, algún que otro pescao o similar.
Esta receta es buena para las personas que sufren de estreñi-
miento. Como consejo, te diré que no congeles las sardinas. Es
pescado azul y, por tanto, contiene altas cantidades de grasa que
impedirán su adecuada congelación, lo que se traduciría en una
modificación de su textura y su sabor al descongelarlas. (Vamos,
que se te quedarían blandurrias y malas. Gatillazo de sardinas).
Ingredientes:
• 8 sardinas (o sucedáneo), 4 por persona.
• 2 dientes de ajo.
• Un poco de aceite.
• Un poco de vinagre. (Si tienes vino y se te ha picado, podría
servirte. No es lo mismo, pero, chico… ¡deja de quejarte!).
• Sal (la blanca y salada, no la del verbo salir).
• Y como ingrediente de lujo: un trozo de pan.
• Una plancha (o elemento metálico).
• Fuego.
• Leña para la hoguera.
Preparación:
Lo primero es conseguir el pescado. En capítulos anteriores has
aprendido cómo pescar con una cortina o una sábana, por si no
tuvieras una caña en condiciones.
Te voy a dar un voto de confianza, por lo que supondré que ya has
pescado las sardinas (o similares).
Pela los dientes de ajo, córtalos y utiliza algún tipo de cuenco
o contenedor para machacarlos. Luego añade un poco de aceite
hasta conseguir una salsa más o menos abundante. Sin quitarle
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 181
Revuelto de Setas
Lo primero que debes aprender (y aprovecho este momento para
contártelo) es a identificar las setas que son comestibles de las
que no lo son. No hay una regla general para diferenciarlas…
Pero sí te puedo decir que no te fíes nunca de su apariencia. Al-
gunas setas venenosas son incluso más atractivas que las comes-
tibles. Y no te preocupes por David el Gnomo, seguro que está de
viaje con el zorro (o la zorra).
Por norma general, los níscalos comestibles, al cortarlos, segre-
gan una especie de sustancia anaranjada. Aunque como he co-
mentado antes, no es una regla común para todas las especies. Si
no estás seguro, mejor déjalas.
Algunas setas nos dan pistas sobre su toxicidad con su apariencia,
como, por ejemplo, las que tienen la volva, láminas y anillo de
color blanco, amarillo o verdoso; las que tienen un tamaño de
unos 5 centímetros de diámetro o menos, con láminas blancas;
las que son muy pequeñas, de 1 centímetro de diámetro aproxi-
madamente y que crezcan en la madera o en las praderas; las que
tienen un sombrero con forma de cerebro, “cerebriforme”, o de
182 Vito Vázquez
Ingredientes:
• Setas comestibles no venenosas, ni mortales, ni que te den cagalera
(revisa el capítulo 19: “Cómo ir al baño sin morir en el intento”,
por si acaso…)
• 4 huevos.
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 183
• 1 patata.
• 2 ajos.
• Agua.
• Un poco de aceite.
• Sal.
• Fuego.
• Leña para la hoguera.
Preparación:
Primero echamos un poquito de aceite a la sartén o sucedáneo y
lo dejamos reposar hasta que esté bien caliente. Corta los ajos y
échalos para que queden dorados al gusto. Luego, parte con las
manos las setas (no con cuchillo) en trocitos más pequeños (tam-
poco te pases, que es un revuelto de setas, no puré) y échalas a la
sartén. A continuación, corta la patata en daditos pequeños y los
echas también a la sartén. Todo junto. Después bate bien los hue-
vos y los añades también a la sartén. Mézclalo todo. Remueve y
mezcla constantemente hasta que esté bien cocinado. Y ¡c’est fini!
Recuerda que no debes tener las setas mucho tiempo al fuego,
ya que sueltan agua y, como bien sabrás, agua y aceite no son
buena mezcla…
POSTRES
¿Siempre pensando en dulces, eh? ¡No aprendes! No te entreten-
gas preparando postres. Te valdrá cualquier pieza de fruta que
encuentres por el camino, una barrita energética, una lata de fruta
en almíbar, incluso un zumo o un yogur. Si puedes, planta en tu
huerto algún arbolito que dé frutas ricas, como las manzanas, las
peras, los higos, las cerezas… etc. Y por el amor de Dios, olvida
ya los bollos, ¡maldita sea!
Harina Casera
La harina también la puedes hacer tú mismo. Para ello necesitas
trigo, por lo que si decides tener tu propio huertecito, te reco-
miendo que también lo plantes. Es más, si vas a tener tu pro-
pio huerto, piensa bien lo que quieres plantar y dónde hacerlo.
Tu subsistencia puede depender de él y no queremos que se nos
jorobe el plan.
Ingredientes:
• Maíz seco.
• Agua.
• Un molinillo. Este puede ser casero (manual).
• Un tamiz de grano.
Preparación:
Coloca el maíz en el molinillo (en vez de eso, puedes usar una
piedra plana grande o un cuenco de piedra e ir moliendo ma-
nualmente por fricción con otras piedras; si te decantas por este
método, usa piedras que no se deshagan por el roce) y muélelo.
Cuando creas que esté bien molido, tamiza los polvos que has
obtenido para separar los granos más grandes. Vuelve a moler
estos hasta lograr unos polvos finos lo más parecidos posible a la
harina que conoces. Repite el proceso las veces que sean necesa-
rias, hasta lograr el resultado deseado.
Ingredientes:
• Harina de centeno.
• Una manzana.
• Agua.
• Un recipiente opaco de más de 1 litro de capacidad.
Preparación:
Para ello necesitas una manzana. Resulta que esta fruta tiene adhe-
rida a la piel pequeñas cantidades de levadura que, con el proceso
adecuado, se multiplican rápidamente. Además, la propia manzana
añade los azúcares necesarios y el ácido que consigue que durante el
proceso de fermentación no huela mal.
Corta la manzana en trocitos (con piel, semillas y todo) y mételos
con agua en un recipiente opaco (para que no le dé la luz). Te reco-
miendo que sea de más de un litro de capacidad, ya que, durante la
fermentación, la masa crecerá de manera considerable. Añade una
taza de harina de centeno y mezcla bien. Tapa el recipiente y déjalo
reposar durante 3 días. Recuerda que no debe darle la luz. Al cabo de
3 días, podrás comprobar cómo la mezcla ha fermentado y despren-
de ahora un olor alcohólico, parecido al vino. Eso es buena señal.
A continuación, prepara una mezcla idéntica a la primera y añádele
media taza de la mezcla ya fermentada. Deja reposar esta nueva
mezcla durante 24 horas.
Repite este proceso durante 3 o 4 días. Esto lo hacemos para refres-
car la mezcla y favorecer la fermentación.
A los 3 o 4 días, verás que la mezcla ha aumentado su volumen hasta
duplicar o triplicar el inicial. Será en ese momento cuando la leva-
dura madre haya cobrado suficiente fuerza como para ser usada.
186 Vito Vázquez
Ingredientes:
• Todo el fermento o levadura madre preparado anteriormente (ex-
cepto media taza que retirarás para preparar más fermento).
• 7 tazas de harina de trigo.
• 4 cucharaditas de sal (nótese el sufijo –itas. No te pases con la sal o
no habrá quien se lo coma).
• 2 cucharadas de aceite comestible.
• 3 tazas de agua (que tendrás que ir ajustando al amasar).
• Un horno. Si aún funciona el eléctrico, tema solucionado. Si no
funciona, deberás buscar otra alternativa, como, por ejemplo, usar
el de tu vecino, ese que tiene en el jardín hecho con ladrillos y barro.
También puedes tratar de ir a alguna panadería o pizzería cercana.
Con suerte, igual el horno sigue en pie y puedes usarlo.
Llevo contigo un tiempo y no creas que no me he fijado en que
eres un poco gafe… Así que voy a suponer que no has encontrado
ningún horno (por si a Murphy le da por hacer de las suyas, por
si sigues sentado y ni si quiera lo has intentado o, como diría tu
madre, por si acaso).
Por tanto… ¡adivina! ¡Sí! ¡Otra cosa más que deberás hacerte tú
mismo! Qué guay ¿eh? ¡Te vas a convertir en todo un manitas y un
cocinitas! Te quejarás… Lástima que esas cualidades no te vayan
a servir para ligar…
La fabricación de un horno con ladrillos, barro y todo ese rollo
en plan Ikea, suele resultar bastante pesado y complicado. Por lo
tanto, no voy a entrar a explicarte cómo elaborar uno. A cambio, sí
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 187
Preparación:
Ve mezclando los ingredientes a la vez que los amasas hasta lograr
una masa blanda y aún moldeable pero consistente. Cuando logres
la textura perfecta, déjala reposar un par de horas. Notarás que su
volumen ha aumentado. Ahora decide si quieres hacer un pan gran-
de con toda la masa o prefieres dividirlo en panes más pequeños.
Si os topáis con algún zombi dentro del bloque, lo mejor que podéis
hacer tras eliminarle, es tirar su cuerpo por la ventana. Pídele ayuda
a tu madre. Es mucho más práctico que dejarlo ahí dentro (huele
fatal), o que subirlo hasta la azotea para quemarlo (los riñones de
tu madre te lo agradecerán), y desde luego, es mucho más práctico
que quemarlo dentro del edificio (no queremos que se nos inunde el
chiringuito cuando salten los sistemas antiincendios). Recuerda, lo
mejor para sobrevivir es ser lo más práctico y eficaz posible, usando
siempre la ley del mínimo esfuerzo.
14.9 CÁRCELES
Normalmente no te acercarías a sitios así. Y tu madre tampoco
te dejaría. Porque ella es lista, no como tú. Si están encerrados,
por algo será, ¿no? Ahí estarán encarcelados los más despiada-
dos y sanguinarios asesinos, violadores, ladrones y mafiosos…
Vaya macedonia de personajes…
Pero piensa que ese tipo de edificaciones son unas auténticas forta-
lezas. Preparadas para que no entre ni salga nadie.
Tras una catástrofe como a la que te enfrentas, las cárceles
podrían estar dominadas por los propios presos, después de
204 Vito Vázquez
sino que además estará ocupada (con suerte) por gente bien entre-
nada en el arte de matar. Pero no como los de la cárcel, aquí habrá
gente buena. Militares. Eso implica armas, auténticos especialis-
tas que podrían instruirte en técnicas defensivas (aunque con este
manual no te harán falta).
Incluso, podrías abusar de su confianza y pedirles amablemente
que adiestren a tu madre en el manejo de armas de fuego, mejo-
rando así su puntería y efectividad de manera notable. Te digo
más, podrían (eso sí, con mucha paciencia) iniciarla en la con-
ducción de tanques. ¿Te imaginas? Le vendrá genial para ir de
compras, tienen mucho más espacio que el maletero de un coche,
y si le dan un golpecito, ni se enterará. Que tiemblen las farolas.
¿Y qué me dices de aprender a lanzar una granada sin salir por los
aires? Sin duda, aprenderás cosas bastante útiles en los tiempos
que corren.
Siempre que hay militares, hay cocineros cerca. Y eso es bueno.
Muy bueno.
No me preguntes por qué, pero el encargado de cocina suele ser
rechonchete. Tipo Chicote. Pero equipado con un delantal sucio
que le cubre el pecho y la parte frontal de la barriga en vez de una
bata de Agatha Ruiz de la Prada. Con un cuchillo semioxidado
colgando en el cinto a la altura de sus rellenas caderas y un piti en
la boca apoyado en el lateral de su labio inferior (a veces este es
sustituido por un palillo mondadientes), pero por norma general
es un salao y muy buena gente. Y encima cocina que se te va la
olla. Aunque con tu madre cerca, no tienes nada que envidiar.
Pero ella también tiene derecho a descansar y que le preparen la
comida de vez en cuando. Ahora es el momento.
Si los alimentos y la munición escasean, puede que no os dejen
pasar. Aunque es poco probable dada la situación. Todo ser hu-
mano no infectado será vital para la supervivencia de la especie.
Y si encima vienes con una madre a tu vera, casi seguro, te re-
cibirán con los brazos abiertos. Y si no, ya se encargará ella de
negociar por ti o de camelarse a algún militar. El piquito de oro
206 Vito Vázquez
Zonas Nevadas
Hace frío, así que hazle caso a tu madre y llévate un jersey por si
acaso. No te hagas el machote, aunque seas un hombretón nacido
en las frías tierras del norte. Los medicamentos escasean y no
queremos malgastarlos por un estúpido resfriado…
Como imagino que ya sabrás, en este tipo de paisajes, nevados en
su mayor parte, el blanco es el color predominante. Cualquier ele-
mento que no sea de ese color se verá a la legua. Evidentemente,
tenemos que protegernos del frío, pero también de otros seres que
nos puedan detectar a distancia, así que no te pongas ese abrigo
naranja cantoso o esa bufanda rosa fluorescente que tienes en el
armario. Debes aprender a combinar mejor los colores. En este
caso, el blanco con el blanco… No te compliques.
Pero ten cuidado, este color tan
puro se mancha con facilidad.
No mantengas un enfrentamiento
cuerpo a cuerpo contra un zombi
si no quieres acabar con un man-
churrote de sangre en el pecho de
tu anorak blanco. Te convertirías
en una diana andante.
Tampoco te veo lavando la ropa a
mano en la orilla del río o charca
más cercana. Con lo fría que debe
de estar el agua... y luego espera
sentado a que se seque.
Como hemos dicho, lleva siem-
pre ropa que te proteja del frío.
210 Vito Vázquez
Zonas Desérticas
Áreas extensas, kilométricas, con solo tierra y hierbajos secos,
rocas y bichos, sol y calor… mucho calor. Pero, ojo, por las
noches, frío, mucho frío…
El sentido común te dirá que lleves ropa fresquita, de manga cor-
ta, pantalones cortos y un pañuelo en la cabeza para evitar que
te dé el sol en la sesera. Pero la realidad es otra muy diferente…
Lo primero y lo más importante es protegerte los ojos. Los ne-
cesitas más que nunca, así que hazte con unas buenas gafas de
sol. En estas zonas el astro rey pega de lo lindo y la luz que emi-
te es excesivamente brillante. Y encima se refleja en la arena.
Te deslumbrará si no te proteges correctamente, incluso podrías
quedarte ciego si te expones sin protección de manera prolongada.
Así que no seas rancio y no te pongas gafas de los chinos… que
no tienes ni que pagar, hombre. Hazte con unas gafas buenas.
Para la cabeza, lo mejor es un sombrero de ala ancha. Te sentirás
212 Vito Vázquez
Zonas Boscosas
Cuando deambules por este tipo de zonas, podrás elegir entre va-
rios colores. Marrón, verde, gris, negro, incluso azules oscuros. No
son los que mejor combinan del planeta, ya lo sé. Pero sí que son
los que mejor te camuflarán entre los árboles y las ramas.
Evita colores que no se parezcan en nada a tu entorno, como ro-
jos, amarillos, naranjas… ¿Pero aun sigues con ese plumas cantoso
puesto? ¿Es que no me escuchas? ¡Y deja los pastelillos!
El observador, cuando sale de caza, buscará siluetas y formas que
le resulten familiares para identificar a su presa, como una cabeza
con un moño kilométrico o una figura humana voluminosa como
tú, que eres fácilmente reconocible en el horizonte. Puedes tratar
de “deformar” tu ya desproporcionada silueta, lograda concienzu-
damente por falta de ejercicio, ataviándote el cuerpo con ramas y
hojas pegadas o atadas con gomas (del pelo, de la cámara de una
rueda de bici…).
Pero cuidado con los saltamontes, los ciempiés y los gusanos,
son muy traicioneros y no queremos a tu madre corriendo, esta
vez por el bosque, chillando
“quitameloooo, quitameloooo,
que ascoooooo” porque le has
llenado el cuerpo de hojas con
bichos. A ver si te fijas más en
lo que coges del suelo.
Como ya sabrás, el vuelo re-
pentino de una bandada de pá-
jaros puede delatar tu presencia
y tu posición, así que procu-
ra andar sigilosamente y con
cuidado para no pisar la típica
rama seca y asustarlos con ése
“crac” que se oirá a kilómetros
a la redonda.
214 Vito Vázquez
Zonas de Agua
Unas aletas en los pies, un flotador con forma de patito alrede-
dor de la cintura, un bañador “fardahuevos”, por supuesto, y
unas gafas de bucear con su correspondiente tubo para respirar…
Y tu madre, con el pelo recogido en un enorme moño que alguna
despistada cigüeña podría confundir con su nido, con los manguitos
alrededor de los brazos, una burbuja rosa de poliestireno en la espal-
da atada a la altura de la cintura como una riñonera, sus aletas en los
pies y un bañador de pieza única. De los que llevaban las vigilantes
de la playa en los años 80. Y, por supuesto, el bolso. Que no falte.
(Las madres tienen bolsos para todas las situaciones. Es alucinante.
Bolsos para fiestas, bolsos para camuflaje, bolsos acuáticos…)
¡Vaya pintas!, estarás pensando. Pues efectivamente. Vas absoluta-
mente ridículo. Y tu madre también. ¿Y qué? Las pintas que llevéis
o dejéis de llevar deberían ser vuestra última preocupación. No me
imagino a un grupo de zombis descojonándose al descubriros con
esa grotesca y cómica apariencia.
Todos esos elementos de tu ridículo atuendo serán fundamentales.
Las aletas os ayudarán a impulsaros por el agua a mayor veloci-
dad, incluso en zonas con corrientes. Las gafas os permitirán di-
visar el fondo y ver si hay algún peligro cerca, como tiburones,
cocodrilos, zombis atrapados en el fondo, rocas afiladas, etc.
Los flotadores y los manguitos os ayudarán a ahorrar energías,
logrando manteneros a flote en todo momento y así tu madre no
se mojará el pelo (¿Qué les pasa a las madres con mojarse el pelo?
¿Serán como Sansón? ¿Que si les mojas el pelo pierden su fuerza?
¿O como los gremlins, qué se multiplican?). Y el bañador de pieza
única… bueno, mantendrá a raya esos michelines de más.
Zonas Urbanas
En este tipo de territorios es donde más peligro correrás. Son zonas
de máxima actividad, infestadas de muertos vivientes caminando
como Pedro por su casa. Estarán por todas partes: calles, casas,
parques, plazas… Incluso Pedro será ya uno de ellos.
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 215
El Perro
No podía faltar. Un clásico entre los clásicos. El mejor amigo del
hombre y de la mujer. Una compañía de lo más placentera. Y no lo
digo yo, lo dice la historia. Por algo será. Un animal noble, que sin
duda dará su vida por defenderte. Y da igual que sea un pitbull o
un chihuahua. Si te ven en peligro, lo harán sin dudarlo. (Otra cosa
es la efectividad que tenga cada cual…) También sueltan pelos,
pero son taaaaan monos… que se les perdona todo. Hasta las cacas.
Y es que los perretes no cagan, hacen caquitas. En serio, es que son
tan monos...
Pero, ¡ten cuidado!, hasta el mejor amigo del hombre y de la mujer
puede convertirse en el mayor peligro si no está bien adiestrado.
Aunque esa será tarea tuya. O la de tu madre (aunque juró que
no se encargaría nunca de él). Procura hablarle con frases cortas
para que te entienda mejor: “sienta”, “busca”, “para”, “ven”… y
al perro también.
Tu madre no entiende el significado de “frases cortas”… Y la prue-
ba está en ésa misma frase, que no la entiende, porque “frases cor-
tas” es una frase corta.
Total… que le contará su vida en verso al pobre perro, creyendo
fervientemente que este le entiende. Porque, claro... “mira qué
carita tiene, solo le falta hablar”. Aunque realmente pone esa cara
porque está pensando: “Que alguien me saque de aquí o me mate
234 Vito Vázquez
El Caballo
El caballo es un animal fantástico para casos como el que nos
atañe. No solo te da compañía, sino que es un medio de transporte
cojonudo. Puede alcanzar los 70 km/h, es silencioso y ecológico.
(Ahora está muy de moda ese término, “ecológico”. Vale que el
mundo se ha ido a la mierda, pero tampoco es plan de seguir fas-
tidiándolo, ¿no? ¡Todo el mundo a reciclar!).
Y hablando de mierdas: ese es precisamente uno de los problemas
de los equinos. Que cuando cagan, cagan de verdad. Van dejando
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 235
El Murciélago Pescador
Por extraño que te parezca, hay personas humanas que tienen a este
tipo de animales como compañeros. Desde luego, hay gente pa tó…
Dicen que la belleza está en el interior. Este ser es la excepción
que confirma la regla. Es feo por fuera y por dentro, por el costa-
do y por la espalda. Es feo lo mires por donde lo mires.
Vuela a una altura muy baja para poder pescar a ras del agua y
a una velocidad media de entre 5 y 8 metros por segundo. Es un
cazador muy eficaz. Lo cual es, sin duda, una ventaja. Te ahorras
el comprar una caña de pescar y perder el tiempo buscando gusa-
nitos o bichos para colocar en el anzuelo.
Lo único que tienes que hacer es capturar a una cría de esta espe-
cie en peligro de extinción, originaria de las profundidades de las
frondosas e inexploradas selvas de América Latina, y amaestrarla
durante tres o cuatro años sin que se te escape antes. Chupao.
Es de esas cosas que dices: a la larga, compensa fijo.
El hecho de que vuele tan bajo puede ser un inconveniente. Si
no estás en una zona con grandes superficies acuosas donde el
animal pueda volar de manera segura, es más que probable que
se pegue un piñazo contra una piedra, roca, matorral o cualquier
elemento que pueda sobresalir un poco del suelo. O puede ser que
le pises si querer. O queriendo… es que, en serio, es muy feo…
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 237
El Delfín Mular
¿Quién no ha querido tener un delfín alguna vez? ¿O ser adies-
trador de delfines? No, no me he vuelto loco. Puede ser de gran
ayuda si está amaestrado. Flipper lo estaba. Y mira que el niño
que le cuidaba, el coprotagonista de la serie era tonto. Si él pudo
amaestrar a un delfín, tú también podrás. Y si has elegido el mar
como zona para vivir, desde luego, este es tu animal. Por su so-
ciabilidad, esta especie es la que se suele encontrar en cautividad.
A veces también se les ve en mar abierto, pero con menos
frecuencia.
Estudios militares de diversos países han demostrado que es po-
sible enseñarles a realizar difíciles maniobras. Se les ha llegado
a instruir en la diferenciación de objetos, incluso a entender di-
versas órdenes, tanto verbales como gestuales e incluso sonoras.
Lo malo es que para cuando le necesites, a saber dónde lo has
aparcado. Como el mar es pequeño…
El Rebeco
Aunque también vive en zonas frías, no confundir con la rebeca
(esa que te pide tu madre que lleves incluso en agosto, por si
238 Vito Vázquez
La Serpiente
Estás de coña, ¿no? De pequeño tu madre te decía aquello de “no
cojas nada del suelo, caca”, ¿recuerdas? Pues, macho, blanco y
en botella, leche. Animal que vaya más pegado al suelo que este,
pocos. Por tanto, caca. No la toques.
El Licaón
Es un cánido salvaje con una vida social desarrollada. (Puedes se-
guirle en twitter: @ellicaon). Vive al sur del Sahara. También
conocido como perro salvaje africano o perro hiena. Personal-
mente, te recomiendo el perro de toda la vida antes que este,
básicamente porque es extremadamente difícil de domesticar.
Pero, como casi todos los animales que mencionamos en esta
sección, tiene grandes ventajas. Está considerado como el mejor
cazador del mundo, con un porcentaje de éxito de entre el 80% y
el 90%. Lo que significa que, de cada diez veces que le mandes a
cazar, cenarás entre ocho y nueve (eso si te ha dejado algo para ti).
Si no eres capaz de amaestrarlo, siempre puedes ir sigilosamente
detrás de él cuando salga a cazar y robarle la comida cuando la
consiga. Sé que te ha gustado la idea. Para qué le voy a domesti-
car si le puedo mangonear… Eres así de ruin.
Un punto en contra es que emiten sonidos característicamente
chillones y chirriantes, parecidos a los de un pájaro, lo cual vuel-
ve a ser un punto positivo. ¿Un perro que suena como un pájaro?
¡Mola! Despistarás a tus enemigos. Pero, ojo, una competición de
sonidos chirriantes entre tu madre y el licaón puede resultar del
todo insoportable.
El Guacamayo Jacinto
Mogollón de gente tiene guacamayos. Son muy, muy recurridos
como mascotas. Es el pájaro de moda. Y en este caso, se trata
del guacamayo de mayor envergadura (¡puede llegar a medir has-
ta un metro!, que se dice pronto).
No sé a quién se le ocurrió la idea de llamarles a todos Jacinto.
Menudo follón. Yo te recomendaría que al tuyo le cambiaras el
nombre. El Jacinto Elemento o Jacinto Cahuevos por ejemplo.
De esta manera, tu Jacinto podrá diferenciarse del resto. Aunque
este punto es opcional.
También es conocido vulgarmente como el guacamayo azul.
Se alimenta de una gran cantidad de frutos maduros, como man-
gos, nueces, semillas y hojas. Cada día realiza vuelos por la ma-
ñana y por la tarde para ir en busca de dichos alimentos. ¿No te
apetece ahora un trocito de mango fresquito o unos pistachos?
La Gacela Thompson
No me mires así. Igual te ha pillado el apocalipsis de safari por Áfri-
ca… Es un animal asustadizo, por lo que, al igual que sucede con
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 241
El Folívoro
Los folívoros son un suborden de mamíferos placentarios del
orden Pilosa, comúnmente conocidos como perezosos. Son ani-
males neotropicales, típicos de las selvas húmedas de Centroamé-
rica y Sudamérica. Así que, si estás viviendo por esa zona, en
el bosque los encontrarás (¡como a los ewoks!).
Las especies que existen actualmen-
te se pueden clasificar en
dos géneros: los
perezosos de tres
dedos y los perezo-
sos de dos dedos.
A mí personalmen-
te me gusta más el
de tres dedos, que
por lo menos puede
242 Vito Vázquez
El Armadillo
Hablando del rey de Roma... La primera vez que oí hablar de
este curioso animal pensé que podría salvarme la vida. Con ese
nombre, ¿qué puedes esperar? A mí me vino a la cabeza un ani-
mal temible. Un ser enorme, acorazado, repleto de armas y mu-
nición… Una especie de Iron Man animal. Pero nada de eso.
Como he dicho anteriormente, es un animal absolutamente inútil.
Una especie de rata que, cuando se asusta, se hace una bola dura.
Tan dura que no sirve ni para jugar al fútbol.
Aunque se dice que tiene muchas proteínas… yo no me lo come-
ría, no sea que se te haga una bola en el estómago.
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 243
El Escarabajo Pelotero
Un auténtico fetiche en el antiguo Egipto, junto con el escaraba-
jo verde. Y no, no es un animal que vaya echándole piropos a tu
madre para hacerle la pelota. Es un pequeño animal de mierda.
Literalmente. Esculpe y da forma redonda a zurullos que se en-
cuentra por la calle. Zurullos que ni si quiera son suyos. Haría bue-
na pareja con el caballo, pero ¿para qué querrías uno? Se me ocurre
que podrías tener un arsenal de escarabajos esbirros trabajando sin
descanso, que te provean de un arsenal de bolas de caca, para lan-
zárselas a tus enemigos con el lanzapatatas. Así, en vez de gastar
comida, les lanzas bolas de mierda. No será mortal, pero les joderá
mucho. Eso seguro. Lo dejo a tu elección.
1,72
CM
GORDO DE MIERDA
250 Vito Vázquez
¿Qué necesitas?
• Una rama de árbol fuerte donde poder agarrarte. Que resista
tu peso (o el de tu madre) y, evidentemente a la que puedas lle-
gar de un salto para colgarte de ella.
• Una línea en el suelo, siempre lo más recta posible y de unos
10 pasos de longitud (pasos largos, no hagas trampas). Puedes
hacerla dibujándola con el talón en la arena, con una tiza en as-
falto, con una cuerda, con conos o con cualquier otro elemento
que te sirva para señalizar.
• Un cajón, step o algo similar (piedras, troncos, lo que sea),
de aproximadamente 30 cm de alto.
• Un peso de unos 20 kg. Puedes usar cualquier elemento que
pese más o menos eso, incluido tu perro, el bolso de tu madre o
una piedra grande. (Sé que a pesar de mis consejos en capítulos
anteriores, sigues con tu perro).
Ejercicio 2: Evasión
Para este ejercicio necesitas señalizar tres puntos. El punto A, que
será el inicio del ejercicio, el punto B a unos 10 metros de A y
el punto C, que será la meta y que estará situado a una distancia
de unos 50 metros de B, en línea recta. Puedes señalizarlo como
te salga de los cataplines, lo importante es que cumplas con las
distancias.
Para comenzar, sitúate en el punto A, coloca las palmas de las
manos en el suelo y camina a cuatro patas durante 10 metros, has-
ta el punto B. Al llegar, levántate, salta todo lo que puedas, con
los brazos en alto y esprinta unos 50 metros hasta llegar al punto
C (tienes que hacer la secuencia completa sin pausas y tratando
de ser lo más rápido posible. Y cuando corras, baja los brazos,
joder. Que te lo tengo que aclarar todo).
Vuelve trotando (ni andando ni imaginando que vas sobre un ca-
ballo imaginario) al punto inicial y repite el ejercicio, pero esta
vez gateando hacia atrás.
Sigue repitiendo estas dos secuencias, alternando entre gateo de
frente y gateo hacia atrás, durante 10 minutos. Al acabar, descan-
sa 3 y luego pasa al siguiente ejercicio.
Tómate los ejercicios en serio. No estaré ahí para comprobar tus
progresos, pero los zombis sí que lo harán.
Ejercicio 3: Escape
Al igual que el ejercicio anterior, comienza en el punto A. El ejer-
cicio arranca con un sprint de 60 metros; cuando llegues al punto
C, salta hacia arriba todo lo que puedas. En cuanto toques el suelo,
sigue corriendo y a los pocos pasos vuelve a saltar. Repite la ope-
ración hasta completar 10 saltos.
Luego vuelve a trote hasta donde tengas colocada la caja (cajón,
step, maderas, piedras o lo que sea que utilices).
Impulsándote con ambos pies, salta hacia atrás y hacia delante,
diez veces (al finalizar el ejercicio deberías haber saltado 10 ve-
ces hacia delante y 10 hacia detrás), por encima de la caja (o suce-
252 Vito Vázquez
Ejercicio 4: Resistencia
Para este, tienes dos variantes:
La primera es correr manteniendo el ritmo durante 12 minutos.
Con el tiempo (y con tiempo me refiero a semanas o meses, no al
clima) te notarás más en forma y podrás ir aumentando el ritmo
según te vaya pidiendo el cuerpo.
Ejercicio 5: Equilibrio
Dibuja una línea de 3 metros en el suelo. Colócate en un extremo
de ella y agáchate hasta que los dedos de tus manos rocen el suelo
(en cuclillas). No uses los dedos para apoyarte.
En esta postura, camina sobre la línea sin salirte y sin rebotar (con
rebotar me refiero a levantarte y agacharte un poquito, no eres
una pelota. Procura no caer de bocas).
Cuando termines, párate unos segundos manteniendo la posición
y el equilibrio, levántate y vuelve a ponerte en cuclillas, cinco ve-
ces (lo que vienen siendo cinco sentadillas de las de toda la vida).
A continuación, salta hacia delante todo lo que puedas, aterrizan-
do siempre sobre los talones.
Repite este combo cinco veces. Sin descanso entre repeticiones.
Al acabar las 5 secuencias, descansa 3 minutos y pasa al siguiente
ejercicio.
Ejercicio 6: Rescate
Corre a sprint hacia la roca de 20 kilos (también vale tu perro
o el bolso de tu madre), ponte en cuclillas y levántala hasta la
254 Vito Vázquez
1,72
CM
Para ti, que eres un culo fino y solo jiñas cuando estás en casa.
Para ti, amigo, que sufres en silencio cuando te entra un apretón
en el trabajo, porque te ríes de los que sí que van, que les oyes
tirarse pedos y no quieres que hagan lo mismo contigo. Para ti,
que te estriñes cuando te vas de vacaciones y te tiras diez días sin
evacuar. Para ti, maniático del papel, que solo compras ese que le
resulta suavito a tu trasero. Para ti, que solo vas al baño cuando
estás solo porque te sigue dando vergüenza que tu pareja te oiga.
Para ti, que no te cortas un pelo a la hora de expulsar los gases
podridos y letales que llevas acumulados dentro y piensas que es
gracioso que, a tu edad, sigas tirándote esos cacho de pedos en
público (lo de tírame del dedo, ya no tiene gracia).
Para todos vosotros, un mensaje rápido: Estáis jodidos.
Realmente lo estarás si te lo tomas a guasa o si no piensas cam-
biar tus hábitos.
No estamos hablando de ir al baño ni en el trabajo ni en casa
de tu pareja. Este es un ambiente mucho más hostil (no, tampoco
me refiero a casa de tu suegra). Sabes que el desenlace de tu vida
depende de las decisiones que tomes en cada momento y de cómo
te comportes en cada ocasión. Ir a cagar puede ser la mayor caga-
da y lo último que hagas en tu vida, valga la redundancia. Es un
peligro real. No te lo tomes a cachondeo.
Este capítulo va especialmente dirigido a ti. Porque las madres
no cagan. Nunca se ha visto a una madre cagando. Haciendo pipí,
puede. Pero otras cosas más grandes, no. Hay estudios que ase-
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 257
Otros Supervivientes
Dentro de este grupo incluyo a los que por naturaleza son buena
gente. A los otros, los clasificaremos en grupos distintos.
Solo intentan sobrevivir, igual que tú. No deberían ser una ame-
naza, a no ser que ellos se sientan amenazados por ti o por tu
madre. Entonces te enseñarán los dientes, sacarán las uñas y se
prepararán para defender lo que es suyo. Su tesoro. No les culpo
.¿Acaso no harías tú lo mismo?
Si no los amenazas, amedrentas o intentas robarles sus pertenen-
cias, si vas con tu madre buenroller, puede que hagáis buenas
migas y podáis seguir la aventura juntos. Pero ojo, no siempre
tienen por qué ser de ayuda. Puede que en el grupo alguien, efec-
tivamente, os aporte valor y os sea de utilidad. Pero también pue-
de que las apariencias engañen y que el que parecía el más fuerte
y más valiente sea en realidad un cagao, un chivato o el típico
gilipollas que hay en todos los grupos. Suficiente tienes ya con
estar pendiente del entorno y de tu madre, como para tener que
cuidar de otros liantes…
Guerrilleros
Personas rudas, duras, machos alfa. (Si tu madre es de las madres
(con) coraje, ándate con ojo, no se vaya a enamorar de un pata
cabra de estos. Lo que te faltaba).
Suelen vivir en pequeñas aldeas. Son muy territoriales. Se carac-
terizan por sus vestimentas paramilitares, horondas tripas y looks
muy del rollo de los moteros americanos. Acojonan solo con las
pintas que llevan.
268 Vito Vázquez
La Vecina Del 5º
Señora de entre 55 y 65 años, con una vestimenta muy caracterís-
tica formada por unas zapatillas cutres de estar por casa, una bata
“de abrochar y desabrochar” (lo hacen constantemente) y un
peinado cutre, formado por unos rulos a juego con las zapatillas.
Tocada por la gracia divina, ha conseguido sobrevivir al apocalip-
sis de milagro y sin saber exactamente cómo. Hay gente que nace
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 269
Locos
“Tooooooooodos locos. ¡Que le corten la cabeza! No estoy loco…
estoy en salmuera”.
Si alguien se comporta de manera extraña (por ejemplo, ir andando
con aletas por el campo porque, según él, así puede nadar más rá-
pido entre las hojas) o dice frases sin sentido; si viste de una forma
extravagante hasta el punto de conseguir que se te descomponga
la cara, que sientas vergüenza ajena o incluso pena por él; o si le
pondrías sin dudarlo un gigantesco “Aaaaaarggg” en alguna que
otra revista del corazón… entonces, te encuentras ante un loco en
toda regla.
Este tipo de personajes, aunque carismáticos como ellos solos,
han sufrido algún tipo de trastorno que les hace vivir en un mun-
do paralelo absolutamente fantástico pero completamente irreal.
Puede que a causa de un traumatismo o una enfermedad degenera-
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 271
Vendedores
Gente bastante lista. Puede que antes tuvieran una tienda, un
puesto en un mercadillo o cualquier tipo de negocio (lícito o ilí-
cito). Ahora, como saben que el dinero no vale, se dedican al
trapicheo y al trueque. Suelen tener cosas de valor y utilidad. Pero
necesitarás algo para intercambiar, para poder negociar con ellos
(ver capítulo 3: “Negociación: siempre el primer paso”). El re-
gateo y la intimidación serán tus mejores bazas. Pero ándate con
ojo. Como ya he dicho antes, son bastante listos y suelen estar
curados de espanto de matones y tipos duros que intentan mango-
nearles. No se amedrentarán ante un chaval (la juventud se lleva
por dentro) y su madre.
Timadores
Son prácticamente iguales a los vendedores, con la diferencia del
alto precio de sus productos. Son muy hábiles con las palabras
y encontrarán la manera de engañarte para que entres al trapo.
No les des ni media oportunidad, y a la mínima que tu madre haga
una pregunta, cállala y salid corriendo. No os harán descuento,
os venderán humo y, para cuando te quieras dar cuenta, te habrán
colado gato por liebre. Rehúye de negociar con esta gente.
Militares
Podrían considerarse como
las fuerzas del bien. La po-
licía del caos. Tu pasaporte
hacia la salvación. Un pun-
to de luz en medio de la
oscuridad. Tu inicio de una
vida más segura y tranquila.
Te ha quedado claro, ¿ver-
dad? Que son buenos, vaya.
Búscales. Sin duda te ayu-
darán.
Los militares son gente de
sobra preparada para sobre-
vivir en situaciones extremas
como esta. Suelen ir arma-
Cómo sobrevivir al apocalipsis zombi con tu madre 273
dos hasta los dientes y son personas con honor y un sentido del
orden, el respeto y la nobleza muy desarrollados. Siempre tienen
un plan A y un plan B.
Sin duda vivir, entre militares será una gran opción. Te proporcio-
narán seguridad, alimentos, armas, puede que ofrezcan cursos de
entrenamiento y, con un poco de suerte, te regalen un uniforme de
camuflaje de esos tan chulos. Intenta que tu madre aprenda algo de
esta gente (puntería y uso de armas). Si encuentras un grupo de mi-
litares, ¡alístate! Pero ándate con ojo. Puede que en algún momento
hayan perdido el juicio y se vuelvan locos. Pueden haber perdido
la fe y la esperanza o, simplemente puede que sientan que ya no
tienen país o motivo alguno por el que luchar. En ése caso, la si-
tuación habrá dado un giro radical y ya no serán buenos aliados,
sino que se habrán convertido en los humanos más peligrosos del
planeta. Es poco probable, pero si sucediera, corre. Yo también te
preparo con un plan B, para que luego te quejes.
Otras Madres
En un principio, podría pensarse que si viajar con una madre ofre-
ce una gran cantidad de ventajas, el hecho de viajar con varias
madres, incluso con un ejército de ellas, podría hacerte indestruc-
tible. ¡El dueño del planeta! Es un razonamiento bastante lógico.
Sin embargo, está demostrado que la convivencia prolongada en
el tiempo de un grupo de madres de diferentes categorías podría
desencadenar algo peor que el apocalipsis, ¿O es que no has esta-
do en ninguna reunión del AMPA? Pues eso.
¿FIN?
AGRADECIMIENTOS