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Seguramente al terminar de leer este artículo, fácilmente podrá descubrir cuál de estos,
fue su caso en particular.
Cuando el tubo de vidrio es de mala calidad, se calienta mucho, el vidrio es delgado y los
componentes no tienen el refinamiento adecuado para soportar un uso prolongado. Esto
limita su vida útil; Pero nadie puede darse cuenta. Y lo peor, es que cuando el tubo de
mala calidad se daña prematuramente, casi siempre daña los componentes electrónicos
que están dentro del foco, causando uno que otro susto con el humo o ruido eléctrico del
corto circuito que ocurre.
¿Como prevenirlo?
Lamentablemente no hay una forma certera de descubrir si un foco ahorrador tiene una
espiral de vidrio de mala calidad. Pero podemos comparar el precio de otros que ofrezcan
la misma potencia y características. Típicamente será el más barato. También podemos
revisar el acabado y tamaño de su tubo de vidrio, en comparación con uno de otra marca
que ofrezca las mismas características. Si se percibe un vidrio más delgado, poroso u
opaco, y si sumamos un precio muy bajo comparado con otros de su mismo tipo y
potencia, seguro estamos ante un caso así. La experiencia nos hará expertos en
reconocerlos.
Ambos tienen las mismas características eléctricas. Pero el tamaño y calidad del tubo dan las primeras sospechas de que
el de la izquierda es un tubo de menos calidad y tiempo de vida útil.
Entonces: Si usamos este tipo de focos ahorradores en periodos cortos de tiempo como,
por ejemplo, al usarlo para iluminar el baño por unos minutos, y luego lo apagamos.
Causamos este desgaste. Repitan eso varias veces al día y acabaran con un foco donde
se puede notar una mancha negrizca interior, en los extremos de los tubos. Esta mancha
son en parte, los residuos de esos fragmentos que se desprenden cuando encendemos y
apagamos el foco ahorrador varias veces al día. Al final, uno o los dos filamentos se
dañarán y el foco no encenderá más.
Típicas manchas negrizcas internas en los extremos del tubo fluorescente. causadas por un constante encendido y
apagado varias veces al día, reduciendo su tiempo de vida varias en miles de horas.
¿Como evitar este problema?
Ningún foco ahorrador debe usarse en lugares de usos a corto plazo como los baños, los
closets, lámparas de cabecera o los pasillos, pues el constante prendido y pagado,
eliminará cientos de horas al día, de su vida útil. Úselos en lugares que requieren
iluminación por más de 3 horas como mínimo. Por ejemplo: la iluminación nocturna de
patios, uso en cocinas o salas de estar donde se requiera iluminación constante, cuartos
de estudio u oficinas.
Algunos fabricantes consientes de eso, hacen que sus focos enciendan de una manera
lenta, evitando este desgaste en los filamentos internos. ¡Y vaya que funciona! Pues este
tipo de focos, duran mucho más del doble que sus semejantes con características de
encendido instantáneo. Pero típicamente son más costos. Pueden identificarlos, porque
en sus empaques, garantizan más horas de vida útil que sus semejantes en potencia y
tiene la leyenda: “encendido retardado o lento”.
El calor producido por el mismo foco ahorrador, desgasta rápidamente sus componentes
electrónicos internos. Y más si se instalan en artefactos cerrados como lámparas de
lectura de noche, lámparas de ornamento con formas cónicas, quinqués, candelabros
cerrados y/o reflectores. Pues estos artefactos impiden el flujo de aire fresco que ventile el
foco ahorrador y hacen que se desgaste más rápido.
Circuito electrónico interno de un típico foco ahorrador, con señas de calentamiento excesivo y sus daños a los
componentes: el condensador (cilindro verde más grande) ya está inflado y la baquelita con signos de carbonización.
También, podría hacer algunos hoyos adicionales en la tapa del foco ahorrador, para
mejorar el escape del calor de su interior. Pero esto solo lo recomiendo si está dentro de
sus posibilidades y conocimientos técnicos, de lo contrario, no lo haga. Pues podría dañar
los componentes internos en el proceso, o causarse alguna cortada si el tubo de cristal se
estrella. y no buscamos nada de eso.
Igual que en el primer caso, supongo que esto lo hacen para abaratar costos, rompiendo
sus promesas de horas de vida útiles reales que ponen en sus empaques.
--¡¿Y para que?! Si técnicamente son desechables— Es lo que me imagino que piensan
los fabricantes de focos ahorradores. --Agregar algo así, elevan su costo, los hace más
fiables e incluso un poco más duraderos. ¬_¬!
Si estos focos reciben una tensión eléctrica más alta de la necesaria, se degradará y
sobre calentará sus componentes electrónicos y eléctricos, si hay una tensión eléctrica
más baja, causa el mismo efecto. También, Si hay picos de alta tensión por instantes
producidos por otros equipos como motores eléctricos, es muy probable que muera el
foco de manera instantánea.
Así que, si estaban culpando a su línea eléctrica, pensando que esta era la causante de la
muerte de sus focos ahorradores, ¡en hora buena! Estaban equivocados. Porque las
variaciones eléctricas han existido siempre, esto ha ocurrido y ocurrirá por los siglos de
los siglos y mientras usemos electricidad. Desde mi punto de vista, los fabricantes de
focos ahorradores deberían entender esto y asumir que es algo inevitable y poner
protecciones y reguladores, como muchos fabricantes de equipo electrónico de uso en el
hogar, que sí están conscientes de esto.
…Aún sigo sin comprender por qué ellos, no tienen este detalle.
Entonces: Las variaciones no deben ser culpadas, existían antes que los focos
ahorradores. si los fabricantes estarían dispuestos, agregarían algo sumamente bueno
para soportarlas. Pero no pasa.
Solo estar muy atento en apagar sus focos si se percibe una variación eléctrica constante.
Y si en su línea eléctrica esto es algo común, entonces evite usar este tipo de focos
ahorradores como su iluminación principal; o su bolsillo sufrirá. También evite conectarlos
en el mismo cable eléctrico que alimenten motores (refrigeradores, bombas de agua,
taladros) o maquinaria que requiera un fuerte consumo de inicio eléctrico como
calentadores de agua, pues causan justamente la variación que fulmina a estos amiguitos.
En conclusión:
El diseño de los focos ahorradores fluorescentes , es una muestra de mala e improvisada
tecnología que se ofreció en respuesta rápida a un ahorro de energía urgente. Pero que
entrega muy pocos beneficios reales. Sí se ahorra electricidad… Pero no dinero y menos
se obtiene un buen rendimiento en tiempo de vida. ¿A quién le beneficia eso?
Claro está, que hay focos ahorradores de muy buena calidad, donde sus fabricantes
invierten buena ingeniería, y componentes robustos. haciendo que duren muchísimo. Pero
el costo de los mismos es muy elevado. y el porcentaje de estos en el mercado es un mal
chiste. Resaltando otra vez, que el ahorro real es una quimera.
Teniendo en cuenta todo esto, yo recomiendo usar tubos fluorescentes largos de oficina
con balastros electrónicos de buena calidad, en lugar de focos ahorradores, en donde
haya posibilidad. Es un poco más costoso y laborioso de inicio, pero garantizo que
tendrán resultados mucho más satisfactorios, si buscan ahorrar en serio electricidad y
dinero a mediano plazo. así como obtener tiempos de vida útiles de años.
Y pese a muchos les gustaría escucharme decir que recomiendo la iluminación LED, debo
decirles que no. Pues hasta ahora, a resultado peor que la ya analizada.
Haré un artículo igual de detallado sobre esta otra quimera tecnológica llamada
"iluminación LED" más adelante. Pero puedo decirles que decepcionará a más de uno;
resulta más mercadotecnia, que solución de problemas y ahorro.
¡Sigan sonriendo!