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Contexto Nacional
Contexto Nacional
En el contexto mexicano el avance en el tema de los derechos humanos es algo que se puede
comprender de muchas maneras, una de ellas es si se analizan los documentos base de la
organización jurídica y política de la Nación, es decir, algunas de sus diversas constituciones
promulgadas a lo largo de la historia.
En este sentido se hace oportuno aportar una definición de lo que es una Constitución:
Una Constitución es la Ley fundamental de un Estado, con rango superior al resto de las leyes,
que define el régimen de los derechos y libertades de los ciudadanos y delimita los poderes e
instituciones de la organización política; según definición de la Real Academia Española de la
Lengua. En el caso de nuestra Carta Magna es precisamente el órgano rector del Estado, las
instituciones y las reglas de convivencia social pacífica entre los mexicanos (UDG, 2017).
Partiendo de esta definición básica, se analizan las aportaciones de las siguientes Constituciones:
• Constitución de 1857
Esta Constitución surge en las primeras décadas después de que México lograra su independencia;
el Congreso Constituyente fue convocado el 16 de octubre de 1855, iniciando sus trabajos el 14
de febrero de 1856 con el fin de “constituir a la Nación bajo la forma de República democrática,
representativa y popular”. Como resultado surgió la Constitución de 1857 que tuvo un peso
muy importante en la dirección y construcción de este nuevo Estado. Algunas de los aspectos
trascendentales de ésta constitución sobre todo en materia de derechos humanos, son las
siguientes:
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Construyó un sistema de defensa de la Constitución, para evitar el "caudillismo".
Las decisiones políticas fundamentales contenidas en ella que permanecen vigentes hasta el
día de hoy fueron: república, derechos “del hombre", democracia representativa, federalismo
y el concepto de la Constitución como norma suprema del orden político y social.
Reflejaba con claridad la filosofía política del liberalismo mexicano al reconocer los
derechos y las libertades públicas de los ciudadanos, recordando que en ese entonces las
mujeres no eran consideradas como tales.
Limitaba el ejercicio de los poderes públicos y reconocía la preeminencia del poder del
Estado como organización de los ciudadanos sobre cualquier otra corporación.
No logró incorporar los derechos sociales, sin embargo, fue el punto de referencia de la
Constitución vigente que sí logró la inclusión de estos derechos (UNAM, 2017).
• Constitución de 1917
Después de 6 años de guerra interna, que comenzó con las reivindicaciones de obreros, a la que
se sumaron las de los campesinos, y las de sectores de la población que buscaban fortalecer la
democracia incipiente ante un gobierno dictatorial en los hechos, el 19 de septiembre de 1916,
el presidente Venustiano Carranza lanzó la convocatoria para elegir a los diputados del Congreso
Constituyente, el cual se instaló en la ciudad de Querétaro el 10 de diciembre, en el Teatro Iturbide
(hoy Teatro de la República), con la participación de los representantes de 28 Estados y del Distrito
Federal, ya que Campeche, Quintana Roo y Baja California Sur, no eran entidades federativas, sino
territorios dependientes del Gobierno Federal. Sesionaron hasta el 31 de enero para redactar la
última de las Constituciones, que es la Carta Magna que nos rige actualmente y que vio la luz el 5
de febrero de 1917 (UDG, 2017).
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Esta Constitución se dio en el contexto posterior a la “Revolución Mexicana”. El país vivía una
situación de fuertes demandas sociales y desafíos que había dejado el movimiento armando,
por lo que uno de los principales logros de este documento fue haber plasmado derechos
económicos y sociales.
Esta Constitución aglutinó los principios políticos fundamentales de la constitución de 1857, que
correspondían al Estado Liberal de derecho:
Establece los derechos sociales, que es uno de los aspectos más notorios
y que hace a esta Constitución pionera en la materia: derecho a la
educación, el derecho a la protección de la salud, derecho a un medio
ambiente adecuado, derecho a viviendas dignas, derecho de las niñas y
niños a satisfacer sus necesidades básicas, las bases de la reforma agraria,
al desarrollo rural, derecho al trabajo digno.
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• Reforma constitucional de 1974
Asimismo, no se consideraba el ejercicio de derechos políticos por parte de las mujeres, por tal
razón en el año de 1937, el Presidente Lázaro Cárdenas promovió una reforma al artículo 34
Constitucional, con el fin de que la mujer ejerciera estos derechos y para que tuviera capacidad
para votar y ser votada; sin embargo, esta reforma no pudo ser concretada (Gastélum, 1990).
Años después, en 1947, el Presidente Miguel Alemán promulgó la reforma al artículo 115 en la
que se otorgó a las mujeres el derecho para votar y ser votadas, esto en el ámbito de las elecciones
municipales, por lo que no fue un derecho al voto completo. Fue hasta, en el año de 1953, cuando
el Presidente de la República en turno, Adolfo Ruiz Cortines, promulgó el Decreto que reformó
el artículo 34 Constitucional en el que se otorgó la ciudadanía mexicana tanto a mujeres como a
hombres (Gastélum, 1990).
A partir del año de 1974, se inició un amplio esfuerzo legislativo, que se ha extendido hasta la
actualidad, con el fin de adecuar los ordenamientos jurídicos a las necesidades que enfrenta la
mujer mexicana y los avances a nivel internacional que se iban teniendo respecto a los derechos
de las mujeres, tanto en el sistema de Naciones Unidas, como en el Sistema Interamericano.
• Artículo 123: reforma los apartados Ay B que permite ampliar a las mujeres el acceso al
trabajo, así como medidas en las condiciones laborales de las mujeres en el embarazo,
con el objetivo de proteger el producto de la concepción y establecer las condiciones de
un mejor desarrollo de la unidad familiar (Gastélum, 1990).
Desde su promulgación en 1917, hasta la actualidad, la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos ha sido reformada en múltiples ocasiones, lo que ha producido modificaciones en sus
136 artículos. En el 2011 el país dio un importante cambio al adecuar su principal documento
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jurídico a las exigencias y avances del derecho internacional de los derechos humanos; dicha
reforma es muy importante ya que implica transformaciones de fondo en la manera en que el
poder ejecutivo, legislativo y judicial deben llevar a cabo sus planes, programas y acciones de
gobierno.
Esta reforma sucede en dos contextos importantes, por un lado, los compromisos internacionales
en materia de derechos humanos que el Estado mexicano ha adquirido al ratificar tratados
internacionales y por el otro los señalamientos por violaciones a los derechos humanos que se
han suscitado en el país.
La reforma trajo consigo cambios importantes que se pueden sintetizar en los siguientes:
(Carbonell, 2017):
Modifica el concepto y título del capítulo de “garantías individuales”, por el “De los
derechos humanos y sus garantías”, adecuando el término y el concepto dentro del
contexto del derecho internacional de los derechos humanos.
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Se incorpora el principio que señala que, cuando existan distintas interpretaciones
posibles de una norma jurídica, se deberá elegir aquella que más proteja a la persona
(principio pro persona).
Se otorga rango constitucional al asilo para toda persona que sea perseguida por motivos
políticos y se reconoce de la misma forma el “derecho de refugio” para toda persona por
razones de carácter humanitario.
Se establece que el respeto a los derechos humanos es una de las bases sobre las que
se debe organizar el sistema penitenciario nacional, junto con el trabajo, la capacitación
para el mismo, la educación, la salud y el deporte.
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Asimismo, plantea una serie de modificaciones respecto a las facultades de la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos y la selección de su Titular.
Como se puede concluir, esta reforma constitucional en materia de derechos humanos, implica
una forma distinta de establecer relaciones entre el Estado y la sociedad así como una forma
distinta de visualizar, interpretar y aplicar los derechos humanos en México. Para las y los
servidores públicos, representa un compromiso de conocerla, comprender que el actuar en la
función pública debe de estar sustentando en los principios y obligaciones que emanan de ella,
poniendo en el centro de la actividad pública el ejercicio libre de los derechos de las personas y el
reconocimiento de su dignidad.
Conocer la historia de los derechos humanos, es conocer las luchas que la sociedad ha tenido a lo
largo del tiempo para lograr un pleno reconocimiento de sus derechos, es ver la historia como un
proceso dinámico, no estático; no hay una meta absoluta en el tema de derechos humanos, aún
queda mucho camino por recorrer: existen derechos de grupos específicos que no están siendo
atendidos o, peor aún, que están siendo atropellados.
Si bien, un paso importante de este módulo es analizar cómo los derechos fundamentales han
quedado plasmados en documentos internacionales que México ha adoptado e incorporado
a su Constitución, no debe perderse de vista que la vigencia y pleno reconocimiento de estos
derechos se da en el día a día: cuando se redacta una ley, cuando se elabora un programa de
política pública, cuando se brinda atención a un persona usuaria de los servicios en cualquier
dependencia.
Es ahí cuando los derechos humanos dejan de ser un escrito plasmado en leyes y tratados, para
convertirse en una realidad visible para todas las personas.
Fuentes de consulta
Gastélum, M. (1990). La mujer en la Reforma Legislativa. En Omnia (pp. 43-61). México: UNAM.
Pelayo, C. (2012). Las reformas constitucionales en materia de derechos humanos. México: CDHDF.
Universidad de Guadalajara. (s. f.). 5 de febrero de 2017. Consultado el 16 de julio de 2017 de http://
www.udg.mx/es/efemerides/2017/5-febrero