LOS LÍMITES DE

LA RESILIENCIA
EN VENEZUELA
Dossier de opinión 2020
EFECTO COCUYO
 EFECTO COCUYO

Contenidos
4 2020 y nosotros, que nos estamos queriendo tanto
Por Luz Mely Reyes

10 Con un ojo abierto y el otro soñando

Por Nirma Hernández Ramos

14 Cochino salvaje y medusa sin barba

Por Ander de Tejada

19 ¿Resiliencia o resignación?
Por Marianela Tovar

22 Despiojando guacharacas
Por Carlos Gutiérrez

26 Herrera Campíns nos salvó del Covid-19

Por Oscar Doval

31 Dejar atrás el abismo

Por Kira Kariakin

34 Luces atenuadas en el estadio

Por Juan Pablo Romero

38 Buen día, Gran Sabana; buen día, bosque

Por Morelia Morillo

43 Necesitamos escapar de la lógica del “sálvese quien pueda”

Por Erick Mayora

46 Vivir en resiliencia
Por Ana Julia Niño

50 La resiliencia y el mito de la jirafa

Por Abel Saraiba

54 Las muchas Venezuelas que existen

Por Alberto Barrera Tyszka
 EFECTO COCUYO

Apenas
Como la matica
que está detrás
de mi cabeza

nos sostiene
un alambre dulce
muy fino.
Yolanda Pantin

Todas las fotografías utilizadas

a lo largo de este trabajo son
autoría de Iván Reyes
 EFECTO COCUYO

2020 Y NOSOTROS, QUE NOS

ESTAMOS QUERIENDO TANTO
POR LUZ ME LY RE YE S

H
ilaria murió en febrero de que me hizo cambiar de opinión
2019. Tenía 86 años. Su cuerpo sobre el ritual de velorios y entierros.
inerte esperó por la llegada
Ir al funeral de mi suegra fue una
de dos de sus hijas y uno de sus
experiencia transformadora. Si el
hijos para recibir cristiana sepultura.
motivo que nos reunía era triste, la
También vivió su última gran
razón que nos unía era la de celebrar
aventura. Yacería al lado del amor de
la existencia de esta humilde mujer y
su vida para siempre. Por momentos
el legado que forjó junto a su esposo,
temí que una falla eléctrica impidiera
un inmigrante de ascendencia
la conservación del cadáver. El calor
holandesa que llegó a los caños de
de Puerto Ordaz es implacable.
Delta Amacuro durante la posguerra.
Pero los días transcurrieron, la
familia se fue reuniendo y una Iniciar una nota sobre resiliencia
tarde, luego de dos semanas de con el recuerdo de un sepelio
su fallecimiento, la vida de esta podría ser una mala idea, pero
indígena warao y su esposo Franklin creo que nos vamos a entender.
—exhumado para ser enterrado
junto a ella— recibió un homenaje Hilaria tuvo seis hijos. Cuatro

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 EFECTO COCUYO

hembras y dos varones. Cada uno regresar el 30 de marzo, para volver

tuvo hijos e hijas, y a su vez ellos a salir y entrar. Tal vez a finales de
también tuvieron hijos y más hijas. este año me iba a tocar, sí o sí, estar
donde estoy. Fuera de Venezuela y
Uno de ellos es mi esposo, el ser
sin fecha aproximada de retorno.
humano que me ha acompañado
más que nunca en nuestras vidas Cuando fui en diciembre de 2019,
durante este demandante 2020. luego de 8 meses de viajes, tuve
sentimientos encontrados. En
Y así es que entiendo a Eugenio
tan poco tiempo para mí, que
Montejo:
para otros fue una eternidad
La tierra giró para acercarnos, por las carencias, la economía
giró sobre sí misma y en nosotros, se había “bodegonizado” y
hasta juntarnos por fin en este sueño, el dólar se hizo la moneda
como fue escrito en el Simposio. de transacciones cotidianas.
El motorizado, el taxista “pirata”,
la enfermera, la peluquera, la
En los últimos años he pasado
cocinera, la mesera, la manicurista:
más tiempo fuera de mi país que
los de “abajo” empezaron a
dentro. Cada boleto de avión de
manejar la divisa y para mí
salida, tenía su correspondiente
eso fue una buena noticia.
retorno. Este año ha sido distintoMi
más reciente viaje a Caracas fue en Aún recuerdo al funcionario
febrero de 2020. Seguía en ruta de Migración que me dio la
a Brasil, vía Panamá. El plan era bienvenida en Maiquetía. Me
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 EFECTO COCUYO

bienvenida en Maiquetía. Me desventajas del país que ha quedado.

dijo: “Este es el mejor diciembre
que he tenido en tres años”.
Pasaron noches, nieves y solsticios;
También visité aquella vez las
pasó el tiempo en minutos y milenios.
orillas iluminadas del río Guaire,
la cloaca abierta que divide a Una carreta que iba para Nínive
Caracas entre norte y sur. Era en llegó a Nebraska.
la zona de Las Mercedes. Allí tuve
otra sensación al ver foodtrucks al
lado de esos olores nauseabundos. Sin embargo, noto en muchos algo
que un ex alto cargo colombiano
Pero así ha sido la Venezuela de los
me dijo alguna vez: “Ustedes los
últimos tiempos: carencias y excesos;
venezolanos pueden tener muchas
desigualdades y un dolor por la vida
diferencias, pero cómo aman a su país”.
de miles que han sido asesinados; un
pesar por aquellos que tienen menos. A veces tengo dudas de si lo
que profesamos es amor o
Desde febrero de 2020 mi casa han
sentimentalismo, como algunos
sido algunas casas provisionales, y mi
que sólo son capaces de decir te
única propiedad ha sido una maleta
amo cuando están borrachos o
de 23 kilos cuyo contenido he ido
cuando la pareja les abandona.
vaciando en cada escala. Ver al país
desde afuera es un ejercicio exigente Pero prefiero creer, al juzgar por mi
pero a la vez te hace notar otros matices. condición, que sí hay un genuino afecto
hacia el país que nos ha dado mucho.
Como muchos que han debido salir, yo
no estoy allí, pero tampoco no estoy. ¿Pero cómo podemos expresar
ese querer que no suene a una
Donde quiera que hago escala
canción que ya perdió sentido?
me encuentro con paisanos que
viven en distintas circunstancias. Este dossier es una buena fuente
Unos adaptados al país que los para buscar espacios donde salir de
recibe, como Herick, un joven de la palabra y pasar a la acción. Los
Barquisimeto que es gerente de un límites de la resiliencia en Venezuela,
banco estadounidense; otros que coordinado por Freya León, ofrece
buscan aprender un idioma nuevo, distintas lecturas para seguir
como la decena de refugiados en explorando el país que permanece.
Río de Janeiro que recibían clases de No lo hace desde un optimismo
portugués en un aula de la universidad per se, ni tampoco se hunde en
estatal; u otros que piden limosnas el pesimismo. Rinde, eso sí, un
en el parque El Virrey en Bogotá. homenaje a los millones de personas
que viven en el territorio venezolano.
El país que se ha ido yendo también
lleva consigo las ventajas y las

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 EFECTO COCUYO

Son las voces de venezolanas y

venezolanos, en Venezuela, que un Un gallo cantó lejos del mundo,
día ven la conjunción de Júpiter
en la previda a menos mil de nuestros
y Saturno, como la poeta Kira
Kariakin para hablarte de cualidades padres.
redentoras de la belleza, en sentido
Dostoievski. Te dan la pala y el
rastrillo para sembrar iniciativas con Es probable que 2020 sea el año más
el humilde rol de jardinero, como duro que ha vivido la humanidad en
propone el profesor Carlos Gutiérrez. décadas. La pandemia del Covid-19
Te invitan a seguir soñando, pero nos confinó, sin importar el lugar
con los pies en la tierra, como la del planeta. Sin embargo, desde
comunicadora Nirma Hernández. mi perspectiva también ha sido el
Te cuentan qué los sostiene en pie, año en el que más hemos amado;
como el religioso Erick Mayora. tal vez sea el año en el que más
Te traen la historia inconclusa de hayamos leído poesía o apreciado
un vasco que migró a Colombia las cosas sencillas de la vida.
y recaló en Puerto Cabello, como Lo refleja muy bien Diego Fonseca en
hace Ander de Tejada. Te cuestionan Astronautas en nuestro propio planeta
el mismo concepto de resiliencia, con esta frase: “Gente queriendo gente
como hacen el economista Óscar del modo que puede”.
Doval y la historiadora Marianela
Tovar. Te exigen no romantizar la En Venezuela ese modo ha sido
miseria como lo desgrana la abogada distinto, ha sido desde aquel
Ana Julia Niño. Te sugieren no que exhibe con vergüenza su
apagar las luces, como el analista vulnerabilidad en las redes sociales
deportivo Juan Pablo Romero. con un “ahora me tocó a mí” para
pedir apoyo a través de un GoFundMe
Pero también te insisten desde la y recibe palabras de aliento y dinero
frontera sur, con Brasil, en lo que es de extraños; hasta los trabajadores
amarrarse a la profunda simpleza de humanitarios que acompañan
la tierra, como lo cuenta la periodista desde sus organizaciones a quienes
Morelia Morillo. Otros te retan a son violentados desde el poder.
pensar más allá de la adaptación a
las circunstancias, como el psicólogo En estos días de ausencia suelo
Abel Saraiba; y te emplazan a tener hablar con mi mamá, que ya a sus 75
distintas miradas, la del venezolano años superó hace mucho un cáncer
que emigra, como lo hace el cuyo pronóstico era de seis meses
escritor Alberto Barrera Tyszka. de vida; y en este 2020 también
se contagió de Covid-19. Ella, una
mujer cuyo oficio era de limpiadora
—que ahora sería una trabajadora
esencial— siempre me anima. Dice

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 EFECTO COCUYO

que todo estará bien, que me No sabemos cómo terminará

concentre en lo que tengo que nuestra historia, lo que sí sé es
hacer y en lo que amo hacer. que aún podemos decidir qué
hacer con ese don que se llama
Y esa entereza a mí me inspira. Como
vida y al cual nos aferramos
la entereza de millones de paisanos.
colectivamente durante el 2020.
Les recuerdo que inicié este texto
con la despedida de mi suegra.
El funeral más alegre del mundo. Luz Mely Reyes es periodista venezolana,
Donde la ternura bullía, sin importar directora general de Efecto Cocuyo. Se
las tensiones. En ese adiós reconocí define como “petareña, negra y feminista”.
el fruto de quien siembra sin
aspavientos, de quien vivió una
vida en una tierra de aguas; que
aprendió dos lenguas, además de
la indígena, que se enamoró de un
hombre que venía de otras tierras,
que cantaba, vendía pan y tortas,
leía la Biblia y me llamaba “belleza”.
A una semana de su entierro ocurrió
otro evento que también me marcó.
Elba, mi madre cumplía años. Nos
reunimos varios de mi familia en Boca
de Uchire para celebrarla. Mi esposo
asistió. Aunque el motivo que nos unía
era festivo, su tristeza era evidente.
Sin embargo, Denis nos acompañó y
entre las charlas y las comidas pude
ver cómo mi mamá y mi familia
consanguínea lo abrazaban con sus
gestos; mientras yo daba gracias por
esas redes de amor que hemos tejido.

La tierra giró musicalmente

llevándonos a bordo;
no cesó de girar un solo instante,
como si tanto amor, tanto milagro
sólo fuera un adagio hace mucho ya escrito
entre las partituras del Simposio.

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EFECTO COCUYO

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 EFECTO COCUYO
CON UN OJO ABIERTO
Y EL OTRO SOÑANDO
POR N IRMA H E RNÁ NDE Z R AMO S
Es la vida misma defendiéndose” Julio Cortázar
L
as ruinas son un lugar no
escogido, no deseado y en el
que nadie se quiere quedar. No
se anhela una sociedad en ruinas.
Pero desde las ruinas la humanidad
ha reflexionado, se ha fortalecido y
evolucionado. De levantarnos y volver
a empezar está hecha la historia de
los hombres.
Esta pausa mundial decretada por la
pandemia nos llevó hacia atrás, hacia
adentro y nos mantiene braceando
hacia adelante. Esta dura lección
de “un día a la vez”, nos impuso un
ritmo lento de acción y reflexión. Útil
y peligroso al mismo tiempo, pues el
abandono a los acontecimientos que
nos sobrepasan también ha afectado
nuestra capacidad de proyectarnos
hacia el futuro.
De tal manera que la primera acción
de resiliencia para encarar este 2021 es
sacudirnos la provisionalidad que se
nos ha instalado en los días, en las vidas
sin planes y en los rostros conformes.
Vamos de nuevo a apropiarnos de
la idea de que podemos construir
nuestro futuro, utilizando lo que
tenemos y lo que hemos aprendido.
Vivir con un ojo abierto y otro soñando
es una buena combinación para ir
hacia adelante. Porque la resiliencia no
es resignación. Ni la flexibilidad para
10
“La esperanza le pertenece a la vida.
enfrentar los cambios es vivir a la deriva.
Estoy de pie con la puerta abierta,
lista para dejar atrás este año. De este
2020, me voy con dos preguntas que
comparto con ustedes, esperando
poder aportar para, entre todos, seguir
escribiendo las respuestas.
1. ¿Cómo hacer para que la pobreza
material no se convierta en un
retroceso de todo aquello que nos
hace vivir con propósito y dignidad?
Una silenciosa recomposición de
la que fui testigo en este 2020, fue
la revalorización de ser vecinos.
Esas puertas, antes cerradas, que
empezaron a abrirse para preguntar
quién necesitaba ayuda, qué podíamos
hacer juntos, cómo construimos el
puente para sobrevivir todos. “Nadie
se salvará solo”, dijo el Papa Francisco
y tiene razón.
Así que la reconexión y la
recomposición de nuestra mirada
de conjunto es un activo valioso a
potenciar. Especialmente, porque
ha sido fraguado a un alto costo
de incertidumbre y de sufrimiento
impuesto por las circunstancias.
La solidaridad y la ayuda recíproca,
no sólo son actos de amor, de soporte
y supervivencia. También son un
espacio intangible de preservación
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 EFECTO COCUYO

de nuestra libertad y de nuestra de crisis pasadas es fundamental

propia determinación, pues en para crear las soluciones en la que
el servicio a los demás entramos todos los actores, nacionales e
por nuestra voluntad y decisión. internacionales, pueden ejecutar
estrategias de alcance proporcional
Pero, en toda Latinoamérica y
al daño que encaramos.
especialmente en Venezuela,
el empobrecimiento extendido Una lección nos viene de Bosnia.
amenaza la dignidad y puede Anderson, Bran and Jean, en el
desdibujar los límites de lo que las libro “Is Time to Listen: hearing
personas están dispuestas a hacer people on the receiving end at the
para sobrevivir. Un debilitamiento end of humanitarian aid”, señalan
ético, que puede mover a un “todos que después de la guerra, en 1995,
contra todos”, en los que los más las personas que permanecieron
vulnerables cargan, tristemente, con en el país, aunque valoraban las
la peor parte. ayudas de asistencia, identificaban
que la prioridad era reconstruir
Los riesgos de la explotación y
la economía. Escuchemos a la
la sumisión son reales hoy para
gente y cómo quiere ser ayudada.
quienes viven en pobreza en países
de renta media y baja y para los En medio de la catástrofe
nuevos pobres, que, de acuerdo económica venezolana, en barrios y
a las caracterizaciones del Banco urbanizaciones, hay un instinto de
Mundial, están constituidos por un sobrevivencia impulsando pequeños
perfil con mayores competencias emprendimientos. Como la madre
profesionales, residenciados en zonas con tres hijos que arranca a hacer
urbanas, que al menos en este bache cachapas en Caracas o aquel que
económico de la pandemia, tendrán comenzó a moverse haciendo delivery.
que aprender a vivir con menos.
Acompañar, con una estrategia
En este contexto, la resiliencia pasa habilitadora, este impulso de la gente
por fortalecer el instrumental de por superar la dependencia impuesta
valores, no desde el enunciado de lo tras años de recesión, es una manera
bueno que son los valores, sino desde de rehabilitar con y para la dignidad
la confrontación de los dilemas éticos la vida de miles de venezolanos.
y morales que están influyendo
Pero primero es necesario despojarse
en las decisiones de la gente.
de ese apego que nos está
El tiempo de reconstrucción también imponiendo desechar cualquier
nos convoca a encarar los rezagos de signo de esperanza, pues mascullar
inequidad, de la explotación, de la lo que ya no somos ni lo que no
discriminación y la convivencia con podemos alcanzar desalienta a todos
la violencia que siguen agazapados los que están empezando el camino.
en nuestras casas, en nuestros
¿Qué tenemos que decirle a una niña
negocios, en nuestros pensamientos
de 15? ¿Qué le decimos al jubilado, al
y chistes, en suma, en nuestros
panadero, al que producía insumos
marcos de conductas y creencias.
industriales o a la que genera
2. ¿Cómo conectar la carencia de empleos haciendo tequeños? ¿Que
recursos y convertirla en combustible nada de lo que hagan valdrá la
de empoderamiento y participación? pena porque ya no es como antes?

12 Revisar las lecciones de reconstrucción No somos un país rico ni en recursos,

 EFECTO COCUYO

ni en producción, ni en consumo. Y eso gente de oído atento como Ingrimar

es tan cierto como que esto no es el fin. y María Mercedes. Y en ellas yo creo.
Reconocer lo bueno de este tiempo, Estimulemos la capacidad de crear
a las personas y su capacidad de una realidad que supere lo que hay
inventiva para afrontar la adversidad, y convirtamos la creatividad en un
darle valor a ese conocimiento del activo de la reconstrucción de la vida.
ingenio popular, sistematizarlo,
Aprendamos de nuestros niños y
incentivarlo e integrarlo en circuitos
jóvenes a vivir con un ojo abierto y otro
económicos competitivos y justos,
soñando. Mantengamos el corazón
puede contribuir a dar los pasos para
despierto, sin evadirnos, tanto del
la vuelta de la independencia y la
sufrimiento como de la alegría,
recuperación del valor del trabajo.
porque de ese material intangible
Crear es un don que nos conecta está también hecha nuestra historia.
con lo que nos hace definitivamente
Vamos. Que la vida sigue, con su
humanos: imaginar lo que es
terca y maravillosa insistencia.
posible y trabajar para alcanzarlo.
La ambición, como impulso para
aspirar a lo mejor, es también un
Nirma Hernández Ramos es Consultora de
atributo que hace falta para superar
Comunicaciones, Incidencia, Comunicación
aquello que nos oprime y nos reduce
para el Desarrollo y Ayuda Humanitaria.
como personas y como nación. Así
lo recogen desde las comunidades,

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COCHINO‌ ‌S ALVAJE‌ ‌Y‌

‌M EDUSA‌ ‌S IN‌ ‌B ARBA‌ ‌
POR ANDER DE TEJADA

L
a soledad pandémica, ese El abuelo nació en Bilbao en marzo
encuentro contigo mismo en un de 1932. Fue separado de su tierra
callejón oscuro, permite hurgar debido a la guerra civil española. En
en el pasado ante la proyección su memoria siempre permaneció el
borrosa del futuro. Se deambula por sonido de las sirenas de los aviones
los correos recibidos, la amargura Junkers Ju 87, su tío Paco que lo
llevó en brazos hasta los túneles
bulle por los finales que no se pudieron
controlar, y uno tiende a preguntarse del ferrocarril de Bilbao y la carrera
cosas como ¿qué muerte merece un despavorida de la gente ante el
héroe contemporáneo? ¿Es mejor infame bombardeo en picada. Un
un tiro, un suicidio lleno de dignidad barco, en plena noche, lo llevó del
o el fallo natural de un cuerpo País Vasco hacia Francia, desde donde
cansado? El confinamiento genera partió a Cuba, desde donde partió a
una relación extraña con el tiempo. Colombia. Ahí creció con un mínimo
Cuando hay demasiado, cuando no de estabilidad entre Bogotá y el río
lo puedes aniquilar con una actividad Magdalena. Recuerda las cabalgatas
banal, ¿a qué recovecos del pasado a pelo, la experiencia de los primeros
puede llegar la cabeza? ¿Por qué amores, su primera vocación de
el afán de reparar lo irreparable? monaguillo, la imagen de un rebaño
de burros que se detuvo en seco
Son tantas las veces que he tratado de
a pesar de los golpes del pastor
contar su historia que creo que nunca
y que se echó al suelo segundos
voy a terminar de hacerlo. Lo intenté
antes de un terremoto, así como a
por primera vez en séptimo grado,
la gente armada tras el anuncio del
cuando un profesor nos pidió ejercitar
asesinato de Jorge Eliécer Gaitán: un
la pluma con una narración sobre
asomo del desastre y un exilio más.
algún ser querido. Mi abuelo acababa
de llegar del Amazonas y lo hizo Arribó a Venezuela en 1949, se
con un colmillo de diez centímetros incorporó a la Escuela de Mecánica de
amarrado a una cuerda de cuero. la Universidad Central de Venezuela
y le tocó estudiar los motores de los
—Es de váquiro —me dijo— es como
Junkers en la academia, veinte años
un cochino salvaje.
después de haberlos escuchado
Yo, vistiendo orgullosamente mi sobrevolar su cabeza. Tuvo hijos
nueva prenda en el pescuezo, escribí que son padres, que son mis padres,
un repaso corto, en forma de crónica, y se fue adentrando en una vida
sobre su vida, con la pasión de quien que ahora exhibe desde la oralidad
escribe sobre un tema universal. para mí, su nieto, después de pasar

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EFECTO COCUYO

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 EFECTO COCUYO

horas dedicadas a explicarme los ojazos. Después la mano emergió

infructíferamente la primera ley de de las profundidades del Caribe azul,
la termodinámica: años de amores, cubierta por una masa gelatinosa
de escenas sexuales hilarantes, de y blanquecina que levantó por
aventuras al mando de un velero y encima de su cuerpo como en una
de tardes de vuelo en un aeroclub señal de triunfo. La medusa estaba
de Valencia. Supuesta víctima de ahí, sostenida por su mano, erigida
atentados, dice que casi se desmadra bajo el sol. Hasta el día de hoy no
contra el abismo después de que sé si sus tentáculos no eran tóxicos
algún colega le alterara la dirección o si mi abuelo aguantó el dolor sin
del carro y que tuvo que enfrentarse inmutarse para vernos el asombro
con piratas en la costa de Oriente y el terror en los ojos. Después
con el uso de unas bengalas. Así echó el animal en un balde con
que voy, lo señalo, le toco alguna agua, se secó la mano y lo dejó ahí
cicatriz y él me explica: este dedo me para que lo lo diseccionáramos
lo moché en el velero, esta pierna y le hendiéramos un palo antes
casi me la quitan por una gangrena de liberarlo de nuevo en el mar.
y esto está así porque me caí de un
Había nacido el héroe, parido en
mástil y aterricé con los dos codos.
las aguas del Cantábrico y hecho
Una vez fuimos en su velero hasta marinero en la costa de San Esteban.
Isla Larga y nos encontramos con
Lo recuerdo riéndose. Lo recuerdo
las aguas infestadas de medusas.
regalándome una bibliografía
Después de anclar, metió la mano en
inacabable de libros de mecánica e
el mar como si se le hubiera perdido
ingeniería que yo jamás en mi vida
algo. Vi su brazo desaparecer desde
siquiera desempolvé, y me recuerdo
la cubierta. Su pelito ensortijado
a mí bostezando, enlodado en
salía de la parte de atrás de la gorra
lo mío, sin atender mucho a sus
y los lentes de aviador le escondían
recomendaciones pero diciendo

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 EFECTO COCUYO

siempre que sí. Mi abuelo cogió terreno nuevo no sirven de nada,

forma enredado entre la vida y la e igual la tristeza abruma ante la
muerte, como todos, quizás: Bilbao, despedida, lo importante es que por
Francia, Cuba, Colombia, Venezuela, ahí quizás te encuentras a un pimpollo
un cuerpo en cada costa, un hermano con un collar de váquiro que tiene
nuevo en cada puerto. Alguna vez ganas de sacar veinte en Castellano
nos dijo que nunca más iba a volver y Literatura y termina fascinado por
al País Vasco. Nunca explicó bien tu vida, inaugurando así el loop de la
sus razones: a veces eran políticas y historia oral. Vivir, sufrir, reír y morir,
otras veces las pronunciaba desde en cierto modo, para que un pendejo
la más plana sencillez: «no quiero lo cuente, y está bien, porque en
revivir malos recuerdos», que el mundo sobramos los pendejos.
dentro del trauma siguen siendo
Entonces uno mira el reloj, suspira
razones políticas. Después, en otras
y decide dejar de recordar por un
ocasiones, sin tener que ver con lo
momento: han pasado diez meses
anterior, explicaba que a pesar de
de pandemia. La casa sigue sola.
sus tumbos entre naciones siempre
En el cielo no brilla una estrella,
se sintió venezolano, cosa que podía
en el agua de Puerto Cabello hay
comprobarse en esa no-búsqueda del
más aceite que nunca y el mar de
pasado, en esa perfecta tranquilidad
Oriente sigue repleto de piratas.
que encontraba en Carabobo o en
aquella ensoñación de pasar sus
últimos días en Cumaná, en una casa
Ander De Tejada es tesista de la
sin baño, en la que por alguna razón
Escuela de Comunicación Social de
hubiera que defecar en los matorrales.
la Universidad Central de Venezuela
El sol se alza. Se mantiene firme en el
cielo a lo largo del día. Pero siempre
termina fundiéndose en el mar.
Aferrado a la juventud, descontento
quizás con las limitaciones de la
vejez, deseaba volver a tener el
cuerpo de antes. Para tirar, sobre
todo, decía a veces. Aunque yo
sospecho también que para vernos
crecer y para alegrarse si es que algún
día teníamos un logro en la vida.
No sé qué será entonces el acto de
resistir sino una cualidad humana
que a veces se puede llevar a cabo
y a veces no. No sé de qué servirán
las cosas malas en la vida así como
tampoco las buenas. Si es que al final
lo vivido y lo sufrido no sirven de
mucho; si la muerte de un ser querido,
la guerra, el exilio y el trabajo forzado
de construir la identidad sobre un

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 EFECTO COCUYO

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 EFECTO COCUYO

¿RESILIENCIA O
RESIGNACIÓN?
POR MA RI A NE LA TO VA R
1. f. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente
a un agente perturbador o un estado o situación adversos.
Diccionario de la Real Academia Española

E
n los últimos trece años, la
palabra resiliencia se ha ido
abriendo paso en nuestro país
para nombrar una cualidad que
aparentemente desconocíamos los
venezolanos, hasta que la doble
crisis actual —una pandemia
superpuesta a la situación nacional—
la puso en evidencia. Columnas de
opinión, informes y artículos en
distintas publicaciones, tienen como
tema central la resiliencia de los
venezolanos durante este periodo de
tiempo. Unos destacan la oportunidad
para el crecimiento individual o
colectivo, otros hablan de una forma
de sobrevivencia, mientras algunos
más la usan como muestra reciente
de nuestra inherente heroicidad.
Asimismo, en las redes sociales se
difunden memes que glorifican la
resiliencia de los venezolanos. De
alguna manera, parecen parafrasear
el conocido dicho de la siguiente
manera: “La crisis no nos mató,

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 EFECTO COCUYO

nos hizo más fuertes”. Hay cierta

vanidad en tener la capacidad
probada de sobrevivir una crisis
nacional de grandes magnitudes y,
por ende, en tener la preparación, a
diferencia de otros, de enfrentar el
desafío que significa la pandemia.
De tal manera que un vocablo acogido
a finales del siglo XX por las ciencias
sociales, ha servido, en nuestro país, para
denominar la aptitud de los venezolanos
para sobrellevar situaciones catastróficas.

En los últimos siete años, gran parte

de la población se ha ido adaptando
a vivir en extrema pobreza, a
largas horas de colas diarias, a la
especulación, a la desaparición de
la moneda nacional, a ser víctimas o
cómplices de la corrupción, al maltrato
policial, a la tutela de los militares, al
deterioro de los servicios públicos, a
la desinstitucionalización del Estado,
al menosprecio de normas y leyes, a
las maniobras políticas de los líderes
del gobierno y a la podredumbre de la
dirigencia de la oposición. Parece que
nos hemos adaptado tan bien que
hasta nos sentimos orgullosos de ello.
¿Ese orgullo no busca encubrir, más
bien, una vergüenza?: la vergüenza
de saber que nos hemos acomodado
a una realidad espantosa que no tiene
término y que no podemos cambiar.
No hay límites éticos cuando se
trata de la estrategia para sobrevivir,
pues a veces se llega a un punto en
el que estos no existen. Se trata de
subsistir a cualquier precio. No es
mera especulación, la historia de la
humanidad está llena de casos, los
más ilustrativos son los tipos que

20
 EFECTO COCUYO

surgieron a partir de las diversas Quizá es hora de dejar de idealizar

formas de supervivencia a la que “eso” en lo que nos hemos convertido,
recurrieron los presos en los campos de dudar de la retórica que presenta
de concentración nazis. El Muselmann la resiliencia como la desconocida
es uno de ellos; el término alemán virtud de los venezolanos. Es posible
fue utilizado por los cautivos de que no haya nada sobresaliente ni
los campos de concentración para meritorio en ser resiliente. Resilientes
referirse al prisionero que estaba han sido las mujeres domesticadas
próximo a la muerte por hambre, y violentadas por los patriarcados
agotamiento o desesperanza, en de todo tipo, resilientes fueron
otras palabras, aquel que tocó los negros esclavizados en el siglo
fondo. Esta silueta revela cómo se XVI, resilientes han sido muchas
puede llegar a un umbral donde la poblaciones indígenas desde la
sobrevivencia equivale a estar muerto. llegada de los europeos en 1492
hasta el presente, resilientes han
En todas las definiciones de resiliencia
sido los obreros que se han sometido
que circulan en diferentes textos, hay
al patrón, resiliente fue gran parte
algo que se desliza a la búsqueda de la
del pueblo español durante la
mejor forma de adaptación individual
dictadura de Franco y resilientes
ante una situación adversa. Producen
hemos sido los venezolanos.
la sensación de la imposibilidad de
cambiar la situación calamitosa, Tendríamos que preguntarnos si la
de una especie de imperativo a acepción venezolana de resiliencia
acomodarse lo mejor que se pueda ha dejado de significar la capacidad
para lograr la supervivencia. En este de superar situaciones funestas
sentido, no parece ser una cualidad para adquirir un nuevo sentido:
de la que debamos vanagloriarnos la conformidad a condiciones
y convertirnos en maestros, todo abyectas. En nuestro caso, habría
lo contrario, nos despoja de que pensar si la resiliencia está más
cualquier posibilidad de agencia. emparentada con una resignación
que deja por fuera la dignidad
Varios estudios provenientes de la
y la posibilidad de subversión.
psicología del desarrollo y de distintas
disciplinas de las ciencias sociales
resaltan el carácter positivo de la
Marianela Tovar es es profesora en la
resiliencia: la capacidad para superar
Escuela de Comunicación Social de la
la adversidad en casos de pobreza
UCV y Jefa del Laboratorio de Historia
extrema, situaciones traumáticas o
de la Ciencia y la Tecnología del Centro
dificultades de diverso orden; sin
de Estudios de la Ciencia del IVIC
embargo, su utilización para calificar
la actitud de los venezolanos ante
la doble crisis actual, tiene otras
implicaciones. Es motivo de sospecha
la insistencia en las bondades de la
versión venezolana de la resiliencia,
operación que nos deslumbra e impide
que nos miremos descarnadamente.

21
 EFECTO COCUYO
DESPIOJANDO
GUACHARACAS
POR C A RLO S G UT I É RRE Z
A
ntes, todo era color de rosas,
decimos. Y, aunque esto no
fuese exactamente así de cara
a esas rosas que son estúpidamente
optimistas, aunque la rosa nos saliera
eventualmente gris o negra, o chueca
pero con su color, todavía éramos,
aparentemente, los verdaderos
jardineros.
Poco a poco fuimos perdiendo los
instrumentos, los insumos, el sentido
de la rosa. Con el estómago pegado
al espinazo, pasamos a ser incapaces
de justificar un jardín dispuesto
para estúpidas rosas. Y, de jardín a
huerto, de jardineros a hortelanos,
nos entregamos a la yuca y el ñame.
22
Cuando, con el hambre a cuestas,
empezamos a obtener esos
tubérculos que, vistos sobre la mesa,
ya en el plato de sopa, resultan tan
atractivos, olvidamos que recién
cultivados son absolutamente
indiscernibles en su estética; que no
pegan con nuestra antigua mesa, la
de una belleza que era incluso capaz
de integrar coherentemente lo kitsch.
Y ya era demasiado tarde. El olvido y
la estética son los peores enemigos.
Si, en un acto, ponemos el plato de
sopa en nuestra cabeza y la rosa
en nuestra mesa, no entendemos
nada. Ni siquiera somos capaces
de entrar en ese estado onírico
 EFECTO COCUYO

que junta olímpicamente dos cada uno de nuestros pasos

cosas cuya concurrencia en la académicos se enfrenta a las
vigilia juzgamos, al menos, odd. mayores peripecias. Hemos llegado
al punto de no distinguir entre
Debimos haber muerto hace una
ruta y peripecia. Y ya no sabemos
década. Pero, decimos, resucitamos
qué relación hay entre ese giro
entre las cenizas. Y, sí, resucitamos
repentino de nuestra trama y la ruta
recurrentemente entre las cenizas.
original. Como buenos jardineros
Lo del ave Fénix es otro cuento.
perdidos en el hambre, lo único
Todos somos jardineros en que mantenemos en lo cuerdo
nuestras universidades públicas. son dos cosas: el precario estado
No importa cuánto esto se físico de nuestro cuerpo y el de ese
parece a esa excrecencia en el amasijo de concreto y hierro que
tumor llamada Chamba juvenil. llamamos campus. Cómo hemos
Porque también hemos sido eso. adornado esa torta es otra cosa.
Literalmente hemos desmalezado Porque la universidad venezolana
y hemos hecho surcos en la es una de las instituciones que
tierra. Seguramente, alguien se más se resiste al cambio. Porque
habrá topado con un huerto la universidad, a secas, es una
de ají frente a algún paraninfo. institución conservadora, y sólo
Quizás no. Pero a nadie, en este soporta aquellos cambios de los
país, eso le parecería inverosímil. que no logra enterarse. Porque
Otros, incluso, lo celebrarían. la universidad venezolana sólo
nota el cambio cuando se quiebra.
Desde hace más de una década,
23
 EFECTO COCUYO

Gracias a nuestro salario, hemos por la sobrevivencia universitaria.

pasado hambre. Y, si fuera por él,
Y llegó la pandemia.
la seguiremos pasando, porque
la brecha es infinita. Pero hemos Luego de recibir la noticia de que
entregado el cuerpo a uno que otro el intruso estaba en nuestras calles,
tigre para mantener nuestra estancia estuvimos como cuatro meses
en la universidad. Como Blanche, mascullando ideas sobre lo que
seguimos confiando en que la bondad debíamos hacer en la universidad.
de los desconocidos llenará nuestro Los estudiantes nos acusan, en el
buche (ella, de afectos; nosotros, mejor de los casos, de melindres,
de un bollo de pan). No importa pero, la verdad, estuvimos pensando
que, como en el capitalismo, todos concienzudamente el asunto. El
puedan llegar aunque no todos van a espíritu resiliente asaltaba a algunos
llegar. No importa que algunos hayan pidiendo la migración inmediata a la
preferido el suicidio, capturados en modalidad a distancia. Otros, presas
una instantánea de desesperación o de la función pública de la universidad
de dignidad. Esto no sólo es literal y y de lo que pretendió consagrar la
verosímil. Esto ha sido y es. Algunos, Constitución del 99, pensábamos
resilientes, seguimos matando tigres. que cualquier medida debía arropar
a todas las personas involucradas.
Nuestro presupuesto es un vertedero
Como siempre, debíamos actuar
en el que caen todos los proyectos.
ignorando y temiendo los poderes
Pero somos resilientes, ingeniosos,
aglutinantes de la saliva de loro que
e ideamos y ejecutamos proyectos
es la palabra del gobierno nacional.
como podemos, haciendo las más
disparatadas alianzas desde un ethos La educación a distancia, incluso en
de hortelano carente de toda belleza. su modalidad mixta, ponía sobre
Nuevamente ingeniosos y liberales, nuestros hombros nuevos retos que,
sentimos que el estatuto normativo seguramente, en nuestros asaltos
institucional es una verdadera camisa de perspicacia, íbamos a ser capaces
de fuerza. Sentimos que la universidad de lograr. Siempre fui pesimista al
pública no sólo está autorizada respecto. El contingente de excluidos
por ley (nuestra resiliente Ley de era inevitable. Y, de tanto nadar, ya
Universidades de 1970) a desarrollar se sabía, íbamos a morir en la orilla.
proyectos de autofinanciamiento; Al menos en lo que a mi espacio se
sino que la Extensión, consagrada refiere, la mitad de la comunidad
como una de nuestras funciones de quedó excluida en una decisión que
Estado y, por lo tanto, idealmente se pasó por el forro el Reglamento
prevista presupuestariamente, de Educación a Distancia, la Ley de
se ha vuelto casi que universidades y la Constitución.
exclusivamente autofinanciamiento. Pero abrimos, fuimos resilientes.
En este proceso, como en Jurassic Park, Indefectiblemente, en cada paso
con una spark de inteligencia en los hemos reafirmado que somos capaces
ojos, pensamos que si, materialmente, de pasar de jardineros a hortelanos.
algo se puede hacer (no importan Si nuestra función principal fue
las reglas), hay que hacerlo. Todo alguna vez la de ser jardineros que

24
 EFECTO COCUYO

pintan de rosa el mundo, eso se Carlos Gutiérrez es profesor de la

nos olvidó. Hicimos lo imposible Universidad Central de Venezuela, en
para que se nos olvidara. Hacer lo la Escuela de Comunicación Social.
imposible para sobrevivir rebotando
se hizo nuestro lema y ahí seguimos.
Pronto nos dará por despiojar
guacharacas y sentiremos que
no sólo sobrevivimos, sino que
mejoramos el emprendimiento.
¿Resiliencia? ¡Mis cojones!

25
 EFECTO COCUYO

HERRERA CAMPINS NOS

SALVÓ DEL COVID-19
P O R O SC A R DO VA L

M
is recuerdos políticos
navideños más remotos eran
de un arbolito de Navidad,
despeinado, plateado y a go-gó, al
lado de un televisor blanco y negro
transmitiendo a Leoni y Doña Menca,
dando un mensaje de feliz Navidad.
Más grande, recuerdo fuegos
artificiales y abrazos de fin de año,
con gritos por acá y por allá, que
clamaban ”¡el petróleo es nuestro!”.
Un Carlos Andrés Pérez (CAP), con
chaqueta sport a cuadros, nacionalizó
la industria petrolera y las empresas
básicas el primero de enero de 1976.
Tras la nacionalización, emerge una
Venezuela Saudita, con ingresos por
exportación petrolera, nunca antes
vistos. Una bonanza nacional, que
de una u otra forma, goteó a toda la
población. No obstante, siguió la gran
asimetría en la distribución de ingresos
y oportunidades de crecimiento
social, maldición ancestral –y
futura– de nuestra América Latina.
Lejos de aprovechar, ahorrar, y
engrosar las reservas internacionales,
los ingentes ingresos patrios,
eran gastados, dilapidados y
robados sin medida por nuestros
gobernantes; endeudándose más
y más, con el FMI, el Banco Mundial
y todo el que quisiera prestarnos
real. Los venezolanos, incluso los
de clase media baja, viajamos a
Miami y Curazao, a comprarnos
“las pintas”, y buscábamos tener un
“carro del año”, aunque fuera fiado.
Whiskey 18, champaña de lujo, caviar,
salmón y cualquier cosa importada
que "supiera a rico", llenaban nuestras
navidades.
¿Crisis? ¿Qué crisis?
“¡Crisis, crisis, crisis!”, con eso
madrugó a los venezolanos Luis
Herrera Campins, cuando decide
devaluar el bolívar de 4,30 a 6,
aquel nefasto Viernes Negro
de1983. Nuestra moneda que se
había mantenido estable desde
principios de los 60, se iba al traste.
Paradójicamente, con ingresos
petroleros todavía más importantes
que los de CAP, Herrera no pudo
contener la herencia de gobiernos
anteriores. Esas Navidades
fueron más apagadas que de
costumbre. Eso sí con Whiskey 12
años, pernil, hallaca, y ensalada
de gallina, aunque sin Curazao.

26
EFECTO COCUYO

27
 EFECTO COCUYO

Después del desastroso gobierno de ser un "mito histórico reciente".

Herrera, un Lusinchi sedado por el
alcohol, e innovando en politología con
la “barraganocracia” de Blanca Ibáñez, El mesías de Sabaneta, que no
simplemente siguió alimentando de Haendel
el desastre económico nacional.
Tras ganar sin aprietos las elecciones
Igual de mal, lo hizo un nuevo CAP, y sobreponerse a un salvaje golpe
esta vez más cínico, ilusionando a la de Estado y un prolongado paro
gente con la promesa regresar a la petrolero en 2002, Chávez, el
bonanza de su primer gobierno. Se muchacho insurgente del ejército,
agudiza la crisis financiera, lo que zambo, de Sabaneta, arrecia y apura
catalizó escenarios de explosión y su carrera ideológica y política.
masacre social como el Caracazo.
Asimismo, dos intentonas de golpe Con un blend kafkiano hecho con
de Estado por el debutante Chávez. retazos ideológicos de Trotsky,
Mao, Ho Chi Minh, y mucho
Tras cada uno de estos períodos, las pragmatismo de Fidel, Chávez
Navidades, se ponían poco a poco desintegra 750 mil millones de
más flaquitas. dólares que por concepto de
exportaciones petroleras ingresaron
Eso sí, nunca faltó la caña, la
al país durante su gestión, promueve
gozadera, y el “faltan 5 pa´ las doce”.
un ineficiente control estatal y
Ese espíritu venezolano tolerante
centralismo extremo de la actividad
hasta el infinito e inquebrantable que
económica. Todo lo anterior, termina
nos hace reírnos de las circunstancias
de destruir los sectores primarios y
y burlarnos de nosotros mismos
secundarios de la economía patria.
incluso en los momentos más aciagos.
Si bien, inicialmente Chávez sembró
programas sociales de indudable
Bipartidism-Out valía, como Barrio Adentro, al final
de la gestión, con su muerte en
Regresa Caldera. Ya el aparato
2013, los indicadores de desarrollo
productivo económico venezolano,
social y pobreza, se iban acercando
herido de muerte, con los precios
a los de cualquier país en quiebra.
del petróleo por el suelo, un gasto
público indetenible y una crisis de No obstante, las Navidades en ese
insolvencia nacional, hace que en tiempo, estaban llenas de barrio,
1994 quiebren 17 bancos, el 30% salsa, caña, gozadera e inclusión.
de la banca nacional. Mientras
Grincho bigotuo al poder
Caldera indultaba a Chávez, los
pobres y la pobreza florecían por Con un modelo económico
todos lados, y la Venezuela boyante, continuista, tras la muerte de
llena de oportunidades pasaba a Chavez, Nicolás Maduro, su heredero

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 EFECTO COCUYO

electoral, termina de hundir al los dirigentes de la IV y V República.

país en la peor crisis económica
Ahora... sin hallacas, sin pan de
que ha vivido Venezuela desde
jamón, sin ensalada de gallina y ni
la guerra de independencia.
soñar pernil; si se trata de celebrar
En 2017, las sanciones gringas las Navidades siempre estamos
terminan de ensuciar la economía dispuestos a echarnos un trago de
y colocan pobreza sobre pobreza. miche, así como a “echar un pie”. No
Para paliar el déficit fiscal, podemos dejar de sorprendernos
Maduro recurre al financiamiento sobre el buen ánimo de nosotros
monetario, provocando una crisis los venezolanos, que con pandemia
de hiperinflación que comenzó o sin pandemia, en cuarentena
en 2016 y dura hasta nuestros total o parcial, pelando mucho o
días. Cerramos este año 2020 con poco, seguimos echando bromas
un déficit fiscal histórico sobre el y sonriéndole a las adversidades.
30%, una contracción acumulada
Creo que los venezolanos, realmente
del PIB del 90% en los últimos 5
somos muy poco resilientes. Los
años, 4,5 millones de migrantes
pueblos resilientes, salen de las crisis
escapando de la pobreza del país
fortalecidos. Los venezolanos, con una
y, además, aislados del mundo.
paciencia infinita, vivimos, toleramos
El COVID-19, al igual que en todo y hasta celebramos una crisis que se
el mundo, vino a agravar más el ha vuelto crónica, hundiéndonos en
problema económico del país, pero una miseria cada vez más profunda.
cuando comenzó la pandemia a
Los venezolanos, en todo caso, somos
principios de año, ya Venezuela estaba
mártires de la tolerancia y pasividad
depauperada en todos los sentidos.
con la que “nos calamos” a nuestros
Curiosamente, los Venezolanos, dirigentes; esa misma que, por
tenemos una de las tasas de COVID-19 ahora, nos medio protege del COVID.
per cápita más bajas del mundo.
La explicación, a tan bajas tasas de
COVID, se la debemos al aislamiento Oscar Doval es Consultor Financiero Gerente
del mundo, con escasas llegadas General de MOORE Consulting para Venezuela
al país de personas contagiadas
procedentes del extranjero.
Gracias a la crisis económica, social
y humanitaria que mancilla nuestra
patria, tenemos al COVID bajo
control, aquella crisis que encontrara
su inicio contemporáneo en el
gobierno de Herrera Campins, y de
la que son responsables, casi todos

29
 EFECTO COCUYO

30
 EFECTO COCUYO

DEJAR ATRÁS EL ABISMO

PO R K I R A K A RI A K I N

E
l 21 de diciembre pude ver realidades difíciles y angustiantes.
la conjunción de Júpiter con
¿Es parte de un carácter resiliente
Saturno. Vi a Júpiter con sus
prestar atención a un suceso así? ¿O
lunas, dos arriba y dos abajo alineadas
a un suceso deportivo, de farándula,
perfectamente perpendiculares y a
o una elección presidencial foránea?
Saturno a un lado, hermoso con sus
anillos. Mi esposo que es astrónomo La resiliencia es una cualidad de la
aficionado procuró esta felicidad. que mucho se habla, se discute, pero
quienes usan el término puede que no
Dicen que esa conjunción es el
sepan bien qué significa. Según parte
principio de la Era de Acuario, dicen
de lo que he leído, es la capacidad
que constituyó un brillo particular en
de recuperarse de una situación
el cielo hace 2000 y pico de años y que
adversa y continuar con la vida más
pudo ser entendido como la estrella
fortalecidos, sin nuestra psique
de Belén. En todo caso, es un suceso
vulnerada. Es un “bounce back” o
que distrajo al mundo por un día, dos
rebote luego de vivir una adversidad.
o sólo quizás unas horas de algunos
de los agobios de esta otra era de

31
 EFECTO COCUYO

En torno a esta definición hay variaciones, porque lo que no se dice, es tácito: pero se
hay autores que distinguen la fortaleza y la sigue adelante, se resuelve a pesar del agobio
resistencia como cualidades asociadas a la y para solventarlo, se apela a la creatividad, a
resiliencia, así como el optimismo y el ver “otras maneras de”, y en el camino se aprende,
“el lado bueno” o “la oportunidad” en todo. se obtiene una experiencia que entraña algo
Hay autores (los menos y en discusión), que positivo. Sí, positivo, porque la resiliencia no es
hablan de una resiliencia negativa, donde lo adaptación, no es resistencia, no es fortaleza,
adverso se sobrelleva, pero queda un daño en todo caso, no solamente, sino que además
o consecuencia que se arrastra después. permite al sujeto realmente superar en todo
sentido lo vivido con un resultado positivo.
El término ha sido algo abusado por los
Esa es la clave de la resiliencia, al final, el
medios y las redes, los coach, terapeutas
avance, el rebote es (debe ser) positivo. ¿Es
y gurús de autoayuda. Sobre todo, por
positivo el nuestro ante tanta adversidad?
los políticos. Quizás sea un término cuyo
uso se haya resaltado más en tiempos En estos días leí al periodista Jefferson Díaz decir
recientes, pero no es una cualidad novedosa. que a la resiliencia no hay que romantizarla,
que vivir en adversidad todo el tiempo no
Todos somos resilientes en una u otra medida,
es bueno y que eso no es un estilo de vida.
porque todos nos hemos visto alguna vez
Estoy completamente de acuerdo con Díaz.
sobrepasados por algo negativo, doloroso o
La resiliencia no es una cualidad romántica,
traumático, nos hemos recuperado y asumido
la adversidad continua no es una cosa buena,
de nuevo la vida con el aprendizaje obtenido
y no es un estilo de vida. Es absolutamente
de esa experiencia y con espíritu positivo. La
deseable e ideal ser resiliente, pero no todos lo
necesidad social de resaltar la resiliencia tiene
son y no sabemos si el país socialmente lo es.
que ver justamente con el ejercerla. Así como es
La evidencia está en el aumento de suicidios,
una capacidad individual, lo es también social.
de criminalidad, de violencia doméstica, en
La pandemia que ha trastocado nuestra la rudeza del trato cotidiano y esa continua
cotidianidad y ha exacerbado los niveles de sensación de estar “de a toque”. Socialmente
estrés por su potencial amenaza de muerte, se manifiesta en una gran diáspora, en la
la hace destacar ante una humanidad falta de unidad política de la oposición, y
traumatizada como la cualidad de este milenio. en una completa inhabilidad del gobierno
de mantener una popularidad relevante.
En nuestro caso nacional, no es necesario
No ha habido un aprendizaje positivo para
enumerar los ejemplos bajo los cuales se ha
ningún sector, no se ha visto oportunidad
visto retada la resiliencia. La pandemia se ha
para crecimiento moral ni político. Hay un
ocupado una vez más de probarnos y aún
tercer gran lote de gente desencantada que
estamos sometidos a ese reto. Así vemos cómo
espera que alguien la aglutine y lidere. La
se han superado obstáculos para trabajar,
experiencia es dolorosa, angustiante, triste.
estudiar, mantener nuestras relaciones
románticas y familiares en armonía, asumir una No me cabe duda de que los venezolanos somos
nueva rutina aderezada por otros obstáculos resistentes, adaptables, sobrevivientes y, por
como fallas de Internet, electricidad, Direct TV, tanto, el país también es así. La humanidad
gasolina, gas, atención médica, suministro de ha probado una y otra vez su resiliencia. Su
medicinas, hiperinflación doble (en bolívares y rebote o “bounce back” de guerras terribles
dólares), etc. como la Segunda Guerra Mundial. Países
arruinados, traumatizados, tanto vencedores
La expresión popular es que la cosa no está como vencidos, se irguieron de nuevo con un
fácil. Y allí quizás está el espíritu de la resiliencia,

32
 EFECTO COCUYO

aprendizaje que los fortaleció como naciones y

sociedades. Por tanto, tengo fe en la resiliencia
del país, pero ¿estamos ya en la fase del
aprendizaje positivo, de la lección aprendida?
Yo espero que Venezuela supere este trance
y que su resiliencia le provea de capacidad a
futuro para no cometer los errores del pasado,
para superar los escollos que le impiden derrotar
y cambiar un gobierno que obviamente ha
entendido el poder político como una parcela
de uso arbitrario, totalitario y destructivo. De
capacidad para re-crear una república, canalizar
lo aprendido para establecer una ética moral que
nos permita construir, dentro de lo posible y el
sentido de lo razonable, con miras al bien común.
No sé si haber estado pendientes de la
conjunción planetaria de Saturno y Júpiter es
parte de nuestro espíritu de resiliencia. Si estar
atentos a un evento, como mínimo fascinante,
de nuestro universo sea parte de ejercer la
mirada positiva en medio de tanto oprobio. No
sé si se inicia la Era de Acuario, no sé si esta fue la
estrella de Belén hace 2000 y pico de años. Pero
ciertamente la fe, que es uno de los ingredientes
de la resiliencia que no he mencionado, es parte
de su configuración. La fe de que todo se supera,
de que la voluntad férrea nos sacará de lo que
nos somete. La fe en la belleza del mundo. La fe,
que es una certeza inmarcesible de que lo bueno
sobrepasa siempre a lo malo. Que nuestro rebote
será un florecer, parafraseando libremente al
poeta Cadenas, luego de haber vivido el abismo.
Aún falta en mi opinión, porque la
resiliencia es dejar atrás el abismo.

Kira Kariakin es poeta y editora

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 EFECTO COCUYO

LUCES ATENUADAS
EN EL ESTADIO
POR JUA N PA B LO R O ME R O

¿
Qué hay después del “apaga y Varsovia. Una bicicleta, un bolso y un
vámonos”? Así le escuchábamos tapabocas adornan al antaño mejor
decir a Ernesto Jerez en ESPN esgrimista del mundo, destinado a
cuando el legendario cerrador vivir los embates del Coronavirus en
panameño, Mariano Rivera, era el una cultura y profesión aún extrañas
encargado de terminar en el montículo para él. No obstante, su historia se
algún juego de béisbol. Pero hoy pierde (aunque haga más ruido)
parece ser también una frase que entre tantas otras notas atenuadas
define en buena medida al panorama del talento deportivo nacional que
general para el deporte venezolano. han sido embestidas por una crisis
nacional perpetuada y una pandemia
La salud de los proyectos a largo
completamente descontrolada.
plazo en Venezuela está peor
que deteriorada. La capacidad de Los pilares de las ruinas
planificación, los esfuerzos por
Entre los (ahora pocos) atletas
cambiar rumbos y la institucionalidad
nacionales que reciben subsidios por
de las organizaciones deportivas son
representar al país en competencias
ahora apenas fantasmas de un pasado
internacionales de distintos
que no tiene asomos de reeditarse. La
deportes, a una considerable mayoría
crisis política y general que vive el país
se les ha pasado por alto a la hora
desde hace años no hizo sino absorber
de asignarles recursos, y muchas
al deporte nacional y condenarlo a
veces esa “razón” corresponde a
paupérrimas condiciones generales,
la trascendencia del deporte que
símiles de un país arruinado.
practican, su categoría o, también
Cuando corría noviembre, me llamó a veces, su género. No obstante,
la atención leer un testimonio del las motivaciones políticas también
medallista de oro olímpico en esgrima, se pronuncian descaradamente en
Rubén Limardo, quien hoy hace vida este comportamiento indiferente
en Polonia. Rubén, una de las más y negligente de las instituciones
prominentes figuras deportivas de deportivas nacionales. Algunos
nuestra historia, parece arrastrar aún de estos atletas, de hecho, no
las precariedades de ser un atleta logran recibir ni $30 mensuales.
con la convicción de mostrar nuestro
Los grises se han ido oscureciendo
amarillo, azul y rojo ante el mundo.
con el paso de cada año, muy
El esgrimista mostraba una nueva a pesar de los espejismos que
faceta, esta vez como repartidor hemos podido celebrar en hitos
a domicilio en las cercanías de como el subcampeonato mundial

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EFECTO COCUYO

35
 EFECTO COCUYO

sub 20 de fútbol de nuestra Vinotinto La perpetuación de lo absurdo

juvenil en 2017, o de distinciones
Poder recurrir a innumerables
tan importantes como la de la gran
historias para dibujar el desolador
Yulimar Rojas como la atleta del
panorama del deporte nacional
año en 2020. Sí, espejismos que
desde años recientes es, por sí
se celebran y deben celebrarse,
solo, lamentable. Pero hace falta
pero jamás tratándose de reflejos
recurrir a algunas de esas historias
de gestiones integrales y con
para entender la profundidad
real ahínco en hacer de nuestro
del daño en una generación de
deporte una referencia global.
deportistas que sólo quieren
La respuesta casi siempre parece dejar en alto el nombre de su país.
apuntar hacia afuera de nuestras
Un ejemplo emblemático
tierras, y ni siquiera con eso parecen
para comprender el patrón de
haber garantías de éxito para
comportamiento de las instituciones
nuestros atletas. Con instituciones
en el país es la Federación Venezolana
corrompidas y desinteresadas de
de Fútbol (FVF). La Federación ha sido
cumplir con mínimas condiciones
una entidad mancillada y golpeada
para el adecuado ejercicio del
por escándalos y escenarios insólitos
deporte en el país, no es de extrañar
que contrastan, irónicamente, con un
que la primera reacción de cualquier
avance considerable de las selecciones
atleta sea apagar las luces y poner
nacionales de fútbol. Sin embargo, este
los pies fuera de Venezuela. A
segundo fenómeno se da bajo el marco
veces, incluso, sacrificando su
de un exhaustivo aprovechamiento
carrera por otras necesidades.
del talento disponible y por la
A veces estas historias se narran con resiliencia de quienes han querido
relatos desgarradores de travesías superar las adversidades que este país
a pie, familias dejadas atrás o ofrece desde hace cuantiosos años.
semblanzas de terribles momentos
No obstante, parece que ni estos
de dificultad, pero suelen dejar
éxitos, completamente aislados de
una nota positiva que evidencia la
la dirección que lleva la gestión de
capacidad de superación de jóvenes
la Federación en los últimos años,
y adultos que abandonan el país
han hecho corregir el rumbo a una
para cumplir con sus sueños. ¿Pero
institución que este año, incluso,
qué nos deja además? ¿Es necesario
ha tenido que ser “intervenida”
enarbolar la adversidad como nuestra
por la FIFA, organismo rector del
nueva bandera? ¿Por qué han de
fútbol mundial. Y, aun así, parecen
pasar estas cosas cuando en esto no
perpetuar los males de las gestiones
consiste la naturaleza del deporte?
pasadas, con prácticas desleales,
Todo esto: la supervivencia, el brillo nula transparencia y conductas
esporádico en medio del declive que han inquietado a sus partes
general, la naturalizada precariedad interesadas más trascendentales.
y la lucha contra la adversidad, son
Uno de estos casos a los cuales
síntomas de un mal que ya parece
hacer referencia es el de Richard
haber envenenado a Venezuela
Páez, entrenador de la selección
en una escala generacional.

36
 EFECTO COCUYO

de fútbol de Venezuela durante la en el deporte a desgastarnos con

primera década del siglo. Tras unos la adversidad, antes de tener un
pocos meses de gestión de una enfoque sostenible y promisorio,
nueva junta normalizadora de la FIFA, el daño se hará más profundo y
Páez señala que la Federación está nos desviaremos del principal
apegándose a los mismos hábitos y asunto en cuestión: progreso.
que concurre en decisiones polémicas
Podría considerarse oportuno, mas
por una evidente situación de quiebra
no prudente. Podría pensarse, pero
e insostenibilidad, sin una estrategia
quizá aún no habría fortaleza para
definida para cambiar el rumbo, y
decirlo. Pero si no hay un viraje
con una preocupante falta de mano
que corrija nuestro rumbo, cada
interventora por parte de la FIFA.
atleta venezolano no tendrá otra
Parte de lo señalado por el profesor opción más allá que apagar e irse.
Páez resume en cuestión el fenómeno
reinante del deporte nacional: la
perpetuación de lo absurdo y su Juan Pablo Romero es un entusiasta del
normalización en Venezuela. Si derecho deportivo y del marketing digital,
acostumbramos a nuestros atletas, dedicado a la difusión de opiniones
equipos y toda parte interesada sobre el acontecer del mundo del fútbol

37
 EFECTO COCUYO

BUEN DÍA, GRAN SABANA;

BUEN DÍA, BOSQUE
POR MORELIA MORILLO

E
l día 19 de marzo, el día en que bancaria, empleo o alguna fuente de
Brasil cerró su frontera con ingresos en Brasil, eran los tiempos
Venezuela, ante la urgencia de ganar en reales y gastar en bolívares,
contener la pandemia provocada por inscribimos los niños en las escuelas
la proliferación del COVID-19 y las brasileñas y gestionamos el Carnet SUS.
debilidades de su Sistema Único de
Así como los que venían de los
Salud (SUS), me quedé sin empleo, sin
estados orientales, de Anzoátegui,
la posibilidad de comprar la mercancía
Monagas y de las grandes urbes de
que vende mi marido, sin acceso al
Bolívar procuran llegar a Boa Vista,
supermercado, nuestras niñas (de 10
la capital del brasilero estado de
y 17 años) se quedaron sin escuela y,
Roraima fronterizo con Venezuela,
claro, los cuatro nos quedamos sin
por ser la ciudad al alcance de sus
el servicio médico brasilero del cual
bolsillos o de sus pies; los que ya
dependíamos como habitantes de
vivíamos en la frontera pulimos
esta frontera, es decir sin SUS-Brasil.
nuestro portugués, retomamos
Desde hace 15 años vivo en Santa nuestros contactos del otro lado de
Elena de Uairén, la última ciudad los hitos para conseguir ganarnos la
venezolana hacia el sureste, a 15 vida en moneda extranjera porque la
minutos de Brasil, la capital del propia perdió su valor y colocamos
municipio Gran Sabana, territorio nuestros chamos en las escuelas
ancestral del Pueblo Indígena Pemón. del lado brasilero porque nuestras
Pacaraima es la primera localidad escuelas se quedaban sin maestros.
brasileña al traspasar “La Línea”.
Unos y otros, los de afuera, los outsiders
A partir de 2015, quienes habitamos y los de aquí, los establecidos,
aquí presenciamos la salida masiva activamos las estrategias de
de venezolanos, por lo general los sobrevivencia a nuestro alcance. Mas
de menos recursos económicos, el 19 de marzo, el día en que Brasil se
procedentes de los estados orientales sumó a la declaratoria internacional
del país, buscando simplemente de la pandemia y cayó la barrera
atención médica, medicamentos amarilla que impide el paso libre,
y comida. Mientras que nosotros, esa dinámica, que considerábamos
los habitantes de frontera, nos común por lo cotidiana, cambió. Fue
ideamos otro tipo de estrategia un portazo en la cara.
de sobrevivencia: aceleramos la
Recuerdo con precisión ese día: al salir
gestión de los documentos que
del trabajo, me quedé a almorzar en
nos permitieran tener una cuenta
el Puesto de Triaje de la Organización

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EFECTO COCUYO

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 EFECTO COCUYO

de las Naciones Unidas (PTRIG), al

cual tenía acceso como voluntaria de
Cáritas Brasilera y al salir, a sabiendas
de que no habría vuelta atrás, la
frontera cerró a media mañana, me fui
al supermercado a hacer un compra
que, de acuerdo con mis cálculos, me
alcanzaría para un mes o cuarenta días..
Al salir del supermercado, como
ya no había taxis venezolanos
rodando por la ciudad, tuve que
pagar a un caletero para que me
llevara las bolsas hasta el otro lado.

“El chico de la lágrima”, blanco, lozano y

con una lágrima tatuada en el pómulo
izquierdo, cruzó conmigo el punto de
control de la Policía Federal Brasilera.
Me cobró 10 reales, el equivalente a 2
dólares, por llevar el mercado hasta la
Aduana Ecológica, aproximadamente
1,2 kilómetros de recorrido. Me dijo
que vivía en Pacaraima y que cruzaría
de vuelta por una pica distante.
Cuando pasé aquella barrera
humana de policías federales y
soldados brasileños, tuve la certeza
de que, al menos por esa vía, frente
al Monumento de las Banderas, no
volvería a pasar en mucho tiempo.
Subí al taxi con lo que me quedaba
de dinero en efectivo y volví a casa.
Al día siguiente, nos levantamos
y nos alistamos guiados por la
determinación familiar de pasar
la cuarentena en nuestra casa en
construcción en la montaña de Piedra
Kanaima, al sureste de Santa Elena, un
lugar rodeado de árboles, con una vista
amplia de la Gran Sabana. Hasta ese
día, nos veníamos los fines de semana,
desde entonces nos mudamos. Al
permanecer aquí, sembramos más,

40
 EFECTO COCUYO

regamos más, comenzamos Vivo en la Gran Sabana y, cada

a cosechar y nos integramos mañana, al abrir la puerta de mi
más a nuestro trabajo como casa, miro al Roraima y al Kukenán,
guardabosques voluntarios del a veces, despejados; a veces, apenas
Parque Municipal Piedra Kanaima, arropados entre las nubes; a veces,
1.800 hectáreas de bosque con ahogados entre nubarrones y
las cuales colinda nuestro sitio. entonces digo, como para recordar en
dónde estoy y la magnitud del regalo
El estar en el lugar que escogimos
que es mi vida tal como es: “Buen
para vivir nos permitió reconectar con
día, Gran Sabana; buen día, bosque “.
el sueño, con la vida que escogimos y
seguimos deseando, aunque el país
se encuentre como se encuentra;
Morelia Morillo Ramos es periodista,
el contacto con la tierra, con el
MC en Sociedad y Frontera,
bosque, con el agua de manantial
habitante de la Gran Sabana.
nos reconforta; no dependemos de lo
que cosechamos, pero cada ensalada,
cada pesto, cada jugo de parchita nos
sabe a gloria; nuestro trabajo como
Guardianes del Bosque nos ocupa,
nos enorgullece, a pesar de la falta
de gas y la tala. Como guardianes
mi marido hizo amigos que tenían
mercancía y necesitaban de un buen
vendedor y desde agosto comencé
a hacer trabajo etnográfico en
apoyo a una antropóloga holandesa
que investiga y analiza a partir de
aspectos que hacen parte de nuestro
día a día: crisis y sobrevivencia.
Hoy es domingo, 20 de diciembre,
llevamos nueve meses de cuarentena,
flexible, radical, relajada hasta enero,
descarto los adjetivos. La frontera
continúa cerrada.
No pretendo dar lecciones de
autoayuda. Pero creo que estamos
vivos, sanos, juntos y felices —a
pesar del país y la pandemia—
porque dejamos que el tiempo
hiciera su trabajo, nos agarramos
al sueño, a aquello que alguna vez
anhelamos. Claro, con la flexibilidad
para agradecer y celebrar el
regalo recibido, aunque no sea
exactamente el regalo solicitado.

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 EFECTO COCUYO

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 EFECTO COCUYO

NECESITAMOS ESCAPAR
DE LA LÓGICA DEL
“SÁLVESE QUIEN PUEDA”
PO R E RI C K MAYO R A

E
s un reto comenzar estas líneas que nos conectan con Dios: Mario
tal vez por la parte más difícil: Benedetti en su poema No te salves.
reafirmando una máxima
La propongo porque es una máxima
antiquísima guardada en las Sagradas
que invita a la libertad radical,
Escrituras que no pulula hoy en el
indispensable para que hombres y
ambiente, pero que desde el Medio
mujeres avancen auténticamente
Oriente fue proclamada a la gente
hacia el horizonte de vida digna
y se fue regando poco a poco por el
que anhela cada ser humano.
mundo desde hace casi dos mil años.
Atados a los propios esquemas y
“El que quiera salvar su vida, la
convicciones de manera dogmática,
perderá; quien la pierda por mí y por
luchando por la sobrevivencia propia
la Buena Noticia, la salvará”. La dijo
hasta pasar incluso por encima de
Jesús de Nazaret a sus discípulos en
los demás, y cerrados al diálogo y a la
una ocasión en que viajaba hacia
construcción con el otro, pretendiendo
la ciudad de Cesarea de Felipe. Y,
así “salvarnos” en un contexto de
salvando las distancias, la sugirió
progresivo deterioro, profundiza
de otro modo un ateo de esos
dicho deterioro. Ahí está la trampa.

43
 EFECTO COCUYO

La frase en cuestión es rica para muy bien, tanto dentro como fuera
un análisis que no haremos acá. del país. No vamos a ahondar en
Podríamos revisar detenidamente los ellos para no llover sobre mojado
términos “querer”, “vida”, “salvación”, y —por el contrario— para dedicar
“pérdida”, “por mí” o “Buena Noticia”. unas líneas a esos elementos de la
Pero, al no pretender una exégesis, realidad que oxigenan la esperanza
nos quedarnos con la invitación que de quienes seguimos creyendo
esta frase hace a vivir la liberalidad. que Venezuela es un país posible.
Estar dispuestos a perder la vida Solo diremos algo respecto de la
por otra persona, o por un proyecto pandemia en el plano nacional:
que busca vida digna para todos conocer la verdadera realidad es
—aunque sea un planteamiento prácticamente imposible, pues la
contracultural— no deja de ser una misma ha sido utilizada políticamente
invitación que coloca a la persona en y a conveniencia. Hoy los venezolanos
una dinámica de profunda libertad y sabemos que la información oficial
liberalidad; que la saca de su propio se queda corta en relación con el
interés y la mete en el mundo de vida de alcance real de la pandemia; que la
los otros, dando y ayudando desde lo aplicación de pruebas PCR y PDR, por
mejor de sí. Esto es perder para ganar. ejemplo, son un gran misterio; que
muchos fallecidos no han entrado en
Me valgo de esta frase bíblica porque,
las estadísticas oficiales y que muchos
en cierto modo, traduce lo que es
contagiados nunca fueron atendidos
experiencia cotidiana para muchos
médicamente, por decir lo menos.
venezolanos que permanecen en
Venezuela trabajando —a veces Pero a pesar de la pandemia, y del
inexplicablemente— por sobrellevar proceso de descomposición que
o cambiar la dura realidad que ya venía afectando a Venezuela,
nos golpea diariamente como existen en nuestra realidad
pueblo. No están pensando en elementos que permiten pensar
un “yo” sino en un “nosotros”. que es posible levantarse de “la
derrota”, como describe Luis Ugalde
La pandemia por el Covid-19
—ex rector de la Universidad
impactó negativamente la vida de la
Católica Andrés Bello (UCAB)—
humanidad. Más de 1 millón 600 mil
el momento actual venezolano.
fallecidos y más de 73 millones de
contagiados. Muerte, padecimiento, Durante la crisis sanitaria distintos
confinamiento,distanciamiento, actores sociales han buscado e
d e s c o n f i a n z a , f r u s t r a c i o n e s , invertido recursos —materiales e
desequilibrios. inmateriales— para abrir espacios de
vida digna para la gente; han apostado,
Pero en el caso venezolano la
saliendo de sí, e intentando construir
pandemia llegó en un contexto de
con los otros; no se han dejado
empobrecimiento progresivo y de
envolver por la trampa del “sálvese
quiebre en distintos ámbitos de la
quien pueda”, lógica muy presente
vida (político, económico, social,
en la realidad venezolana actual.
cultural, espiritual). Los detalles del
momento oscuro los conocemos

44
 EFECTO COCUYO

Donar alimentos, ropa y medicinas; agua potable, etc., participaron

fabricar y regalar tapabocas, guantes en todo el proceso formativo.
y combos de bioseguridad para
No es sencillo porque la gran mayoría
profesionales de la salud; abrir
está golpeada, pero la esperanza tiene
espacios virtuales formativos y
como aliados a profesionales que por
recreativos han sido solo algunos de
su propia cuenta siguen trabajando
los gestos de solidaridad encarnada
en y por Venezuela; a líderes locales
que se han evidenciado. Lo bueno que
que no se han dejado tragar por los
nos constituye está ahí, operando.
consejos comunales, instancias de
Pero esas acciones para afrontar participación local secuestradas por
la pandemia no surgieron de quienes tienen el poder en el país;
pronto. En Venezuela, miles de la esperanza tiene como aliados a
venezolanos hacen un gran esfuerzo, gente en la Iglesia católica y en otras
desde hace años, por levantar iglesias venezolanas, en las OSC, en
el cuello una y otra vez para no las universidades, en los gremios,
ahogarse en el mar de adversidades en las escuelas. Pero necesitamos
en el que estamos nadando. movernos mayoritariamente en
una ruta liberadora que trascienda
Entre 2017 y 2018 —periodo cuando el
nuestros propios egos e intereses
hambre nos gritó a todos en la cara—
personales; necesitamos escapar
la UCAB con el apoyo de decenas de
de la lógica del “sálvese quien
organizaciones venezolanas, llevó
pueda”, que nos ensimisma y
a cabo un programa llamado Reto
entrampa, y entrar en una dinámica
País en 11 estados venezolanos y
abierta, de construcción con los
en el Distrito Capital. En casi 120
otros, dando nuestro aporte sin
ejercicios prospectivos, centenares
pretender imponernos, posibilitando
de venezolanos participaron para
una realidad justa, fraterna,
construir un horizonte compartido
solidaria, productiva y fecunda.
de país y para definir acciones
que permitieran avanzar hacia ese
horizonte. Grosso modo dijeron
Erick Salomón Mayora es Comunicador
que querían un país que funcionara.
Social y religioso en formación.
Con hambre, se atrevieron a dibujar
un sueño y una ruta de acción.
Pero hay más. En plena pandemia,
más de 100 Organizaciones de la
Sociedad Civil (OSC) que hacen vida
en casi todos los estados del país
abrieron espacios virtuales como
parte del proyecto SCERE, para
formarse y fortalecer los diferentes
modos asociativos existentes entre
ellas. Con cortes del servicio eléctrico,
falta de gasolina, hiperinflación,
dolarización, falta de cobertura
telefónica, sin gas doméstico, sin

45
 EFECTO COCUYO

VIVIR
EN RESILIENCIA
POR A NA J ULI A NI ÑO

D
ecía Viktor Frankl que al
hombre se le puede arrebatar
todo salvo una cosa: la
elección de la actitud personal
que debe adoptar frente al destino
para decidir su propio camino. Lo
parafraseo tratando de digerir todo
su significado en el libro El hombre
en busca de sentido. Sencillamente
porque vivir el encierro durante
2020 ha impuesto sin concesiones
resetear nuestro sistema, la pandemia
provocada por el coronavirus vino a
sumarnos a un mundo del que muchos
nos sentíamos desconectados. En
Venezuela ya llevábamos ventaja,
en marzo de 2019 nos quedamos
atrapados en el maltrato: varios días
sin energía eléctrica, sin agua, sin
poder pagar alimentos y sin respuestas
del gobierno, esto supuso activar
diversos mantras para no quebrarse
desde el pecho aunque quedamos
todos rotos, como fragmentos
buscando encajar nuestros pedazos
para volver a ser parte de algo.
Con esa foto en mente, la pancarta
que se ve al fondo, casi en letras
intermitentes lleva inscrita la
convocatoria más actual: vivir en
resiliencia. Con lo que sea que eso
signifique, porque este momento
obedece a un patrón fractal, y la
manida expresión sirve para subir el
ánimo, para emprender acciones en

46
 EFECTO COCUYO
medio de la crisis, para castigarte
si quieres tirar la toalla, para medir
la asimilación de la adversidad,
para mostrar el coraje individual
y nuestra tendencia colectiva
y gregaria; pero también ha
servido de revelador del tentador
ánimo autoritario que pervive
en algunas democracias, y del
uso del terror a la muerte como
atizador de los controles a la
ciudadanía. Es todo un himno
con sus estrofas y su estribillo.
Resiliencia viene del latín resilio,
que significa volver atrás, volver a
una normalidad anterior, sería esa
la definición plana de un término
importado de la mecánica y de la
ingeniería de los materiales. Pero
aplicado a nuestro ámbito social, y
a la moda actual, los venezolanos
no somos resilientes porque
queremos volver invocando el tan
antipático “éramos felices y no lo
sabíamos”, una gran mayoría se
esfuerza sencillamente en vivir y no
puede juzgársele porque su aliento
sólo alcanza a lo mínimo, por
tanto no puede ser agente activo
y optimista de la transformación.
Entonces, lo primero es hacer
sonar las alarmas: la resistencia, la
adaptación y el acostumbrarnos
no puede traducirse en evasión,
lo malo que descubrió el
coronavirus, existe y de eso hay
que hablar, masticarlo y digerirlo
para transformarlo. La idea que
tengo es que el ser humano
instintivamente se aferra a la vida,
y en esa lucha de muchos que no
se parece a otros muchos en el
mundo, no se piensa en salir mejor,
se piensa en salir vivo. El crisol de
la vida también da para pensar que
esa supervivencia es premeditada
para crear y tener luego un mundo
mejor, un país mejor, una ciudad
47
 EFECTO COCUYO

vivible y ser mejores personas tragedias la vida encuentra sus anclas,

pero me permito dudar de que ese que algunas rendijas dejan colar la
ánimo tenga fuerzas en una familia fuerza para procurar la subsistencia,
que se va a dormir con hambre. pero no puede ser sano ni digno
vivir en constante resiliencia, con el
El guiño de la palabra nos pone
esclavizante refuerzo intermitente
exigentes, esperamos que el país se
de que mañana vamos a ser y a estar
faje a conservar la vida y en paralelo
mejor, al amparo de que la vida está
viva la demanda del proceso resiliente,
en las cosas sencillas, porque no
que se define como dinámico y
es sencillo abrir el grifo y aceptar
evolutivo, que implica ciertamente
que no salga agua y que el mayor
una adaptación personal y social a
emprendimiento sea buscarla en un
pesar de los riesgos, y que más que
túnel, en una alcantarilla o cavando
volver a una normalidad anterior es
hasta encontrar un manantial.
asimilar lo vivido para engendrar los
cambios significativos. Es lo deseable La tragedia es un torno que nos
pero no creo que con esa cobija deformó para siempre. Deformar
se pueda arropar un país entero. en su sentido etimológico significa
“hacer que pierda su forma”, y la
La oportunidad que nos da la moda
verdad es que sin apuros podemos
por la palabra reside en las alarmas
afirmar que lo deforme nos enfrenta
que activa. Sí, hay personas que
cada día desde hace varios lustros.
con denuedo se enfrentan al caos y
La administración que se ha hecho
emprenden, y luchan por conservar un
de la resiliencia abre caminos
su negocio y ayudar a sus empleados.
insospechados de inequidades, quien
Y al lado convive quien hizo de esta
no se anote en ella no podrá cobrar
crisis su mejor oportunidad y en ese
mañana, los que hoy padecen seguirán
afán se aprovecha de quien necesita
padeciendo porque no hay éxito para
llevar a casa el mísero sueldo. No falta
tanta gente. Lo otro es ponderar
quien pontifique que en momentos
si las nuevas formas no son más
como estos unos se dedican a llorar y
que epifanías para el desconcierto.
otros a vender pañuelos, obviamente
que en ese caso el aplauso es para el Creo haberle leído a Martha
vendedor. De modo que la falta de Nussbaum una cita que se atribuye
arrojo que exige la palabra se convierte a Adam Smith, en la que expone la
en guillotina para el ser prolijo que dificultad para la gente de sostener
trata de atravesar esta oscurana una preocupación por otros en la
con la piel pegada de los huesos. distancia. En este caso, el otro no
necesariamente está en un país
La campanada a la que me refiero
distinto, puede estar en la otra
intenta ser una llamada a no
habitación, en la otra acera y el
romantizar esta trágica situación,
dilema sería el mismo: concentrados
a curar la torticolis social que no
en la supervivencia, acaso queda
deja mover el cuello y mirar que
espacio para la empatía; cuántas
más allá de mi situación hay unas
veces nos disculpamos con nuestros
vidas que no pueden ser medidas
afectos por desatenderlos porque
en centímetros de actitud positiva.
hemos estado full trabajo, full
Ciertamente que en medio de las

48
 EFECTO COCUYO

buscar gas, agua, gasolina. Ahora suficiente. Porque al meterme bajo

ampliemos el compás y examinemos mis sábanas me asalta la fotografía
si ante la adversidad de muchos, de personas haciendo fila frente a
ante el infortunio es moralmente una iglesia para asegurarse algo de
demandable tener una actitud la dádiva de mañana. Entonces me
positiva, pensar detenidamente siento en esa acera fría a pensar que
en la transformación para ser las migajas del sistema nos hacen
mejores, para cultivar el hábito que mansos en este enorme redil. Y a
requiere la paciencia que el hambre eso también se le llama resiliencia.
y la enfermedad no permiten.
Particularmente me esfuerzo en no
Ana Julia Niño Gamboa es Abogada, prof. de
hacerme adicta al dolor y al maltrato,
Ética y Legislación en la ECS UCV. Investiga
a no acostumbrarme a que toda
y escribe para Medianálisis, el Observatorio
sonrisa deba ser sin dientes, como
Venezolano de Fake News y Cotejo.info.
una burla. Trato de procurarme el
aliciente ético de cuidar de otros, y
siempre ese otro son los míos, mis
cercanos afectos pero sé que no es

49
 EFECTO COCUYO
LA RESILIENCIA Y EL
MITO DE LA JIRAFA
PO R A B E L SA R A I B A
L
os venezolanos hemos tenido
que hacer frente en los últimos
años a grandes adversidades, lo
cual nos ha llevado a asumir cambios
radicales en nuestras vida: migrar,
dejar nuestros trabajos, formas
de comer, dormir, relacionarnos
entre otras cosas. En muchos casos
inclusive hacemos gala de nuestra
capacidad de sacrificio y adaptación,
y de hecho hemos encontrado una
palabra que le da marco a todo
esto y es el ser “resiliente”. ¿Pero
siempre adaptarnos es la respuesta?
Para contestar a esta interrogante
quisiera compartir con ustedes lo que
nos enseña la jirafa. Probablemente
se preguntarán qué tiene que ver el
destino de un animal africano con
nuestra realidad, y la verdad es que
mucho más de lo que imaginamos.
Resulta que la jirafa es un animal que extraer crecimiento es una forma de
evolucionó y se adaptó a uno de los
entornos más hostiles del planeta,
la sabana africana. Este animal es
herbívoro y conseguir plantas en
medio de un ambiente semidesértico
no es tarea sencilla, por esta razón fue
desarrollando progresivamente un
cuello largo, que le permitía acceder mucho más vulnerables. Adaptarnos a
a donde ningún otro mamífero
podría y tener una ventaja a la hora
de alimentarse; ya vemos que el
cuello no es sólo un tema de estilo.
Hasta ahora todo parece positivo, la
jirafa frente a un problema de escasez
desarrolló un recurso para adaptarse
50
y sobrevivir, nada diferente a lo que
haría un venezolano (aprendió a
manejarse con Cadivi, con las colas
para comprar alimento por el terminal
de la cédula, a sortear las trabas para
encontrar un pasaporte, comprar
combustible y pare usted de contar).
Sin embargo, la historia de la jirafa
tiene una pequeña trampa, porque se
especializó tanto para funcionar en un
ambiente hostil que también se hizo
extremadamente vulnerable frente a
los cambios de su realidad, porque,
si ese árbol específico del que come
desaparece; bien sea porque lo talen,
el calentamiento global le impida
su crecimiento o suceda alguna
plaga que agote su disponibilidad
la jirafa podría perecer al no tener
otra fuente de la cual alimentarse.
Adaptarse a las adversidades y
ser resiliente, pero, efectivamente
no conviene adaptarse a todo de
inmediato ni de cualquier forma,
puesto que en ocasiones podemos
terminar sobreadaptados a
contextos que lejos de permitirnos
desarrollarnos nos limitan o nos hacen
depender cada día más del Estado, de
programas de subsidios, de la gestión
de ciertas parcialidades políticas, del
bachaqueo o a funcionar con recursos
rudimentarios no necesariamente nos
prepara para el mundo del 2021, sino
que por el contrario, puede jugarnos
EFECTO COCUYO

51
 EFECTO COCUYO

una mala pasada si el contexto cambia. Es por ello que quiero invitarlos a
pensar cuántos de esos cambios
Uno podría pensar que la jirafa hizo
que hemos hecho para adaptarnos
todo lo que estuvo a su alcance para
nos abren nuevas posibilidades
sobrevivir, y probablemente estaría
o si más bien, para responder
en lo cierto, sin embargo, la capacidad
a los retos del día a día, hemos
de adaptación debe preservar un
terminado deformándonos y
elemento esencial: la flexibilidad.
haciéndonos dependientes
En la medida que nos ajustamos
de condiciones muy frágiles.
para responder a dinámicas de las
que luego no somos capaces de
zafarnos caemos en la trampa de
Abel Saraiba es Psicólogo - Psicoanalista
la jirafa. No obstante, nosotros los
Coordinador Adjunto de Cecodap y del
venezolanos también nos movemos
Servicio de Atención Psicológica de Cecodap
en un territorio hostil y necesitamos
sobrevivir ¿cómo se hace eso?
Efectivamente cada persona tiene
el desafío de ver cómo puede
responder a las demandas de su
entorno con los recursos que cuenta.
No elegimos el lugar donde nacemos
y algunas de nuestras condiciones de
arranque, pero sí podemos decidir
cómo jugamos con estas. En ese
sentido siempre es conveniente
evaluar si frente a los retos que nos
presenta la vida debemos reaccionar
sin pensarlo mucho o si más bien
necesitamos pensar cómo solventar
los desafíos del día a día sin que
en ello alteremos drásticamente
la esencia de lo que somos.
Cambiar es parte de la vida, adaptarse
también, no obstante, pienso que
estos procesos deben conducirnos a
resultados que nos den más opciones,
no a deformaciones que nos
obliguen a funcionar de forma muy
restringida. Sobrevivir es legítimo,
incluso necesario, aunque para
hacerlo minimizando las secuelas en
nuestras vidas debamos detenernos
a pensar cómo lo estamos haciendo
y a dónde nos conduce ese recorrido.

52
EFECTO COCUYO

53
 EFECTO COCUYO

LAS MUCHAS VENEZUELAS

QUE EXISTEN
POR AL BE R TO B A RRE R A T YSZ K A

H
asta hace muy poco, los
venezolanos que tenían
alguna relación cercana con
la migración eran una minoría. Por lo
general, se trataba de hijos o nietos
de gente que había huido de la
guerra en Europa o que escapaba de
países cercanos, buscando mejores
condiciones económicas. Mi segundo
apellido nunca dejó lugar a dudas. No
podía decir que venía de los Tyszkas
de Carache. Pero la experiencia
temprana con un abuelo que a veces
hablaba en un idioma incomprensible
y que añoraba algo que yo desconocía,
me mostró una dimensión distinta
de la identidad, una forma más
flexible y más diversa de los mapas.
Hasta hace muy poco, para la mayoría
de los venezolanos, los extranjeros
siempre eran otros. Nunca nosotros.
Dos décadas atrás, la palabra diáspora
no aparecía en nuestro vocabulario,
no tenía un lugar en las hipótesis de
nuestro futuro. Según ACNUR, si la
tendencia que llevamos se mantiene,
para el año 2021 podría haber más
de 6.2 millones de migrantes y
refugiados venezolanos en el mundo.
Esta experiencia de ser multitud en
movimiento es, sin duda, uno de
últimos cambios más fundamentales
en el ADN cultural del país. Representa
una configuración distinta de nuestra
propia naturaleza, de lo que creíamos,

54
 EFECTO COCUYO
sentíamos y pensábamos.
Hemos entrado en otra edad. La
condición colectiva de migrantes,
de comunidad a la intemperie,
sin tierra, sin seguridad, sin futuro
definido, supone una vivencia
inédita, una nueva conciencia
desde la pérdida. Para un país que
antes veía a los extranjeros desde
una estable seguridad, con simpatía
y generosidad pero también a
veces con desdén y con sorna, la
diáspora significa un salto al vacío,
un cataclismo en la identidad.
La migración, como viaje obligado,
exige de manera apresurada y
abrupta cambios inmediatos
que, irremediablemente, nos
confrontan con nuestro pasado.
Es un proceso que combina la
urgencia de la cotidianidad —la
angustia por conseguir papeles y
por tener trabajo— con el lento
tránsito interior que trata de
digerir lo que ocurre. De seguro,
ahora entendemos de otra forma
esa misma experiencia. Somos
los musiús, los portus, los turcos,
los gallegos, los colombiches o
colombianos, los cholos… los que
vienen de afuera, los que no saben o
no comprenden, los que no tienen
a dónde ir. Los pobres ajenos. Los
distintos. Los raros. Los peligrosos.
A diferencia de muchos países,
para nosotros es una novedad, un
proceso único y desconcertante.
Esto se hace evidente en las redes
sociales, cargadas de mensajes y
testimonios que construyen una de
épica de la migración. Es un genuino
ejercicio de catarsis melodramática
de una población que se siente
extraviada, que necesita contar
hasta sus más mínimos esfuerzos
por sobrevivir, que aún no sabe
cómo ser extranjero sin ser turista,
cómo existir siendo inmigrante.
55
 EFECTO COCUYO

Las imágenes de venezolanos país tratan de orientar y ayudar

peregrinando hacia otros países, a quienes van llegando, hasta
pasando trabajo, sufriendo, siendo redes de reporteros que realizan
rechazados o excluidos en diferentes investigaciones periodísticas para
sitios del mundo es una representación dar cuenta de lo que realmente
del país que desconocíamos, que ocurre. Es probable que todavía
nos sorprende y nos produce mucho falte mucho pero, con audacia y
dolor, impotencia. Hay que añadir solidaridad, en muchos lugares se
también las distintas reacciones intenta enfrentar el desafío enorme
del chavismo: todas indignantes. de construir un país fuera del país.
Primero negaron la realidad y,
La resiliencia supone firmeza pero
cuando finalmente la reconocieron,
también ingenio e imaginación.
solo intentaron usarla políticamente.
Y requiere tolerancia, entender y
Se han burlado de los migrantes.
respetar al otro en sus circunstancias
Los han extorsionado y utilizado.
y en su contexto. Es algo que vale
Los han humillado. La diáspora
también para la relación entre
también reafirma la definición de los
nosotros mismos, entre todos los
gobernantes: indolentes y crueles.
que —de distintas maneras— somos
Ninguna tragedia los conmueve. Para
víctimas de una pequeña casta que
el chavismo, los pobres y la pobreza
-anclada en la violencia institucional-
son un valor de mercado. Su negocio.
ha decidido robarse el país. Eso es lo
Fuera del país, hay demasiadas que nos define, lo que nos une. Adentro
historias que contar. Diferentes, y afuera, con condiciones siempre
de todo tipo y calidad, difíciles y distintas. Pero igualmente víctimas
maravillosas. Como en una guerra, del mismo proceso, del mismo poder.
cada quien tiene un relato cercano,
Recuerdo en una clase en bachillerato,
una muerte o una salvación, una
hace años, el profesor nos contó que,
caída o una proeza, muchas heridas
de niños, su diversión era ir a una
que mostrar. La migración puede
pequeña lavandería de chinos en una
ser vista como un inmenso espacio
esquina del centro de Caracas. El chiste
de aprendizajes, comenzando casi
consistía en asomarse en la puerta y
siempre por la difícil materia de ser
gritar “¡Chino, cochino, malico, ladlón!”.
nadie, de tener que empezar de
Y luego salir corriendo. Se rió mientras
nuevo. Migrar es transformarse en
echaba el cuento. Nos reímos todos
más de un sentido. Es un viaje radical,
cuando lo escuchamos.Quizás ahora
que no termina, que nos obliga a
esta anécdota sería distinta. Quizás
comprender mejor la diversidad, que
a nadie le daría risa. Tal vez todos
nos exige aprender también a ser otros.
pensaríamos en los compatriotas que
Hay también formas de resiliencia están afuera, en cualquier esquina
colectiva: extraordinarios esfuerzos de cualquier ciudad lejana, tratando
e iniciativas que animan y organizan de sobrevivir. Los extranjeros ya no
grupos de venezolanos: desde son otros. Los extranjeros somos
cadenas eficaces para la recolección nosotros. Y desde esa certeza, desde
de alimentos o medicinas, equipos el reconocimiento y la aceptación de
de apoyo, voluntarios que en cada los otros, debemos seguir resistiendo

56
 EFECTO COCUYO

y buscando que vuelvan a estar juntas Alberto Barrera Tyszka es escritor

las muchas Venezuelas que existen.

57
 Los límites de la resiliencia en Venezuela
Dossier de opinión 2020
Efecto Cocuyo
Fotografías: Iván Reyes
Diagramación: Miguel Rodríguez Drescher

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