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Newman School

Español y Literatura
Actividad: Tarea 1 Proyecto integrado de lenguas
Profesora: Diana Urrego Gutiérrez
Presentado por: Thomas Prada
Curso: 11a
Fecha: 4/5/2021

La incompasiva silla ha baqueteado la piedra angular de mi cuerpo, mis sollozos se han


transfigurado de llantos de una multitudinaria fila en la cafetería a llantos por mi aborrecible
conexión de internet. Me agobian la plétora de preguntas que rebosan mi cabeza. ¡Esto es
una total desgracia!, pensaba yo, ¿o acaso es una fortuna? Una pandemia desde la
perspectiva de un introvertido es sinónimo de fijeza: la música sigue siendo mi más fiel
acompañante, mi cuarto sigue siendo mi baluarte. Pero mi motivación ha enflaquecido, el
tiempo se escapa de mi mano mientras lo miro perplejo. Soy incapaz de mantener una
conversación con los segundos y minutos que se consumen, de la misma manera que no he
podido mantener una conversación con mis colegas. Los días se vuelven noches fuera de mi
ventana, el baile entre sol y luna parece ser más deprisa. Días buenos, días malos, días de
tareas, días de ociosidad, pero por alguna razón, todo se siente igual. Era yo un náufrago,
pero por mi suerte, no me encontraba en impetuosas aguas, sino más bien en un mar de
imperturbabilidad, o eso pensaba yo. Hasta que llegaste tú: fuiste una piedra que
estremeció el monótono flujo de la existencia, una piedra que se sumergió hasta lo más
profundo de mi ser. ¿No es eso intrínseco a la humanidad? ¿No buscamos compañía en
tiempos difíciles? ¿No era una pandemia mundial razón suficiente para refugiarme en la
presencia de familia, amigos o incluso en alguien más? Pero no fue así esta vez, no requería
de compañía. En palabras de Heráclito “No hay nada permanente excepto el cambio”, pero
tú fuiste constante en un tiempo de cambios imprevistos. Pero sobre todo, me enseñaste a
reconocer mis debilidades y a tener esperanza en tiempos difíciles.

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