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Introducción
¿Por qué y para qué escribir sobre creencias o circunstancias que desembocan en
la actualidad, cuando hay miles de libros o folletos que se publican diariamente en
diferentes idiomas, por escritores especializados o por las redes sociales?
¿Vale la pena el esfuerzo?
¿Es adecuado a las circunstancias actuales y al momento en que vivimos?
¿Puede ser interesante para el lector y aportar algo para su vida?
¿Tengo algo que decir que valga la pena?
Múltiples interrogantes abruman mi mente, ante la extensión y complejidad de este
emprendimiento. Entonces hay que tomar decisiones y seguir con las preguntas.
¿Es un tratado sobre creencias? La respuesta es no.
¿Es un libro o un folleto con un enfoque científico apoyado en las ciencias?
También la respuesta es no.
¿Es un divague sin rumbo? No
Entonces ¿qué es?
Yo diría que es una reflexión entre amigos. Es decir escribir con algún sentido para
amigos.
¿Por qué para amigos? Porque el amigo es aquella persona a quien se pone en
evidencia sus más íntimos pensamientos con confianza. Teniendo en cuenta que va creer
la información sin reclamar la bibliografía consultada. Entendiendo de que es una visión
superficial donde se pierden los detalles eruditos y que también va a encarar la lectura de
un modo constructivo, aportando una solución adecuada y tolerante ante las
imperfecciones siempre involuntarias. Es evidente que estos pensamientos están
inspirado en muchos autores y que las coincidencias en los contenidos no se trata de un
plagio. Lo digo esto, tomando en cuenta un pensamiento que se atribuye a Pascal, pero
que también se le atribuye a Santo Tomás de Aquino: Lo que sé lo he adquirido subido a
los hombros de grandes hombres.
Tengo un temor. Para que me comprendan voy a contar una situación que me dio
vergüenza ajena.
Ocurrió en la época de estudiante, cuando concurría a los cursos del Instituto de
Profesores Artigas en Montevideo en un ómnibus de la empresa ONDA hoy inexistente.
En esta ocasión, me había sentado en uno de los asientos delanteros. Una de las
razones era que se fumaba habitualmente. El humo de los cigarrillos a medida que
transcurría el viaje se desplazaba hacia el fondo del ómnibus. El guarda recomendaba
que los pasajeros de pie se corrieran hacia el final del pasillo. Pronto se llenaba y
quedaba muy poco espacio en la parte delantera. Justamente en esta parte un pasajero
comienza a hablar. Era una persona de unos cincuenta años. Los compañeros de viaje
comenzaron a prestarle atención. Lo cual el señor se sintió motivado y empezó a hablar
con voz más alta. La gente lo empezó a mirar con mayor atención, con lo cual esta
persona se sintió más motivada para mostrar sus conocimientos. No paraba de hablar
mostrando sus creencia pensando que eran algo maravillosas y que todos compartían.
Los pasajeros que los escuchaban se miraban unos a otros, como diciendo, de qué está
hablando, de dónde sacó estas cosas que sonaban a disparates. Yo no podía entender
por qué no se callaba. Empezó siendo ridículo para ser insoportable, porque me pareció
que estaba haciendo un papelón y no se daba cuenta. Verdaderamente me dio vergüenza
por él.
Pasado un tiempo leí un librito que decía algo así como si uno permanece en
silencio, puede aparentar ser sabio y que si uno habla mucho se muestra todo lo
contrario.
Espero que con lo que escribo, no aparezca como sabio, pero tampoco hacer el
ridículo.
Cambiando de tema, me encuentro con otra dificultad. La misma dificultad que
cualquier persona tiene cuando intenta armar un rompecabezas o un puzle donde se
entregan las piezas sueltas sin saber como colocarlas.
Ante una tarea como esta San Francisco de Asís me muestra un camino: empieza a
hacer las cosas con lo que tienes y puedes, una por vez, despacio, con perseverancia y
terminaras haciendo lo que no creías o lo imposible.
De lo particular a lo general
Cuando pongo este título, me acuerdo de un paseo que realicé con mis hijos a
Piriápolis y al Cerro Pan de Azúcar. Recorrimos muchos caminos y descubrimos muchos
lugares de atracción. El recorrido nos tomó todo el día, hasta que al final paramos al pie
del Cerro y emprendimos una caminata hacia la cima por caminos naturales, sin
indicadores y con muchas dificultades. Lugares peligrosos con riesgo de resbalar al borde
de un precipicio, o sortear árboles caídos que eran casi imposible hacerlo. Maleza
espesa, caminos llanos que se recorrían con cuidado y suma advertencia por lo que nos
podíamos encontrar. Una verdadera aventura que culmina llegando a la cima y subiendo
por el interior de la cruz que intenta tocar las nubes muy bajas que en ese momento había
en el lugar.
Con mis hijos comentaba el recorrido del camino realizado, desde que salimos de
Punta del Este hasta llegar a destino; de todo lo que habíamos visto, de los muchos
detalles que se nos perdieron y que no recordábamos las conexiones entre ellos.
Desde la Cruz pudimos observar el horizonte y el paisaje en su conjunto, veíamos
los caminos recorridos y como algunos de ellos se encontraban; se puede decir que
teníamos un mapa del recorrido realizado. Pero perdimos los detalles y los
acontecimientos particulares, pero ganamos en tener una visión de la totalidad del
paisaje. Esto nos ubicó en el lugar donde estábamos.
El momento actual
¿Ante qué panorama nos encontramos?
Después de ver un poco de geografía local, tenemos que volver a nuestro lugar. El
regreso a casa. La satisfacción de descubrir como las cosas vistas desde otra altura,
ayudan a comprender mejor las cosas.
Es interesante olvidarse de las cosas que nos preocupan y centrarse en la belleza
que nos acompaña. Comprender la existencia de un mundo hermoso, con un orden
exquisito y que nos permite estudiarlo y comunicarlo. Un mundo que es el encuentro con
otros seres humanos con los cuales tenemos oportunidad de vivir, comprender y crecer
juntos o no.
Pasan los años y lo que me queda, son los mejores recuerdos que me permitió
disfrutar por el recorrido de la vida. Y los recuerdos más dolorosos fueron oportunidades
que tuve para adquirir experiencia y cambiar de vida, cuando hoy viendo a la distancia
encuentro que eran errores de creencias sin fundamento.
En otro recorrido, fuimos a Chile en una excursión que pasaba por la ciudad de
Mendosa. Atravesar la cordillera de los Andes me ubicó en otra geografía muy distinta de
la habitual. Las alturas, el deshielo de las montañas que al juntarse forman riachuelos que
alimentan los ríos y que pueden desembocar en el mar.
Me recordaron un relato de Lin Yutang (1895-1975) que se los conté a mis alumnos
más o menos de la siguiente manera después de observar el deshielo de las montañas y
a donde tenían que llegar:
Con el aumento de la temperatura el hielo se derrite y se empieza a formar
pequeños hilos de agua, que como una red se empiezan a juntar; el caudal aumenta para
formar riachuelos, arroyos y ríos que desembocan en el Mar. En el recorrido, el agua va
arrastrando piedras y arena. Las piedras ruedan y se van desgastando, suavizando las
aristas y las esquinas, hasta terminar en un río caudaloso, pero se mueve con aparente
lentitud. El cauce del río permanece, pero el agua sigue su curso arrastrando las piedras
que terminan formándose cantos rodados pulidos, sin aristas que llegan al mar.
La vida es semejante; los niños nacen, va creciendo en contacto con otros niños,
que se golpean o van junto, se hacen adolescentes y se desplazan con más rapidez y los
encuentros se hacen más profundos; llegan a moverse con decisión y madurez, las
dificultades y las contradicciones, los golpes que se sufren, las circunstancias que rodean
la vida del hombre, hacen que el carácter se haga más suave, dulce y maduro, hasta que
llega un momento que se desemboca en la eternidad ya pulidos por la vida.
Una nueva normalidad
En el momento que estoy escribiendo me encuentro, si se puede decir, ante un
cambio cultural, “una nueva normalidad“, nuevas circunstancias, que implica movimientos
ideológicos con las consiguientes mentalizaciones que cierran a las personas en un
circulo sin salida que dañan su inteligencia. Golpes de la vida que son aprovechados por
movimientos sociales que buscan conquistar la conciencia de las personas. Personas que
en ocasiones buscan con sinceridad la verdad o no hay interés de conocer la verdad. Es
ilustrativa la actitud de Poncio Pilatos. Él pregunta ¿Qué es la verdad? E inmediatamente
perdió todo interés.
Por otra parte, la movilidad, la manipulación y la actitud de las masas, el cambio
climático acompañado de la aparición de nuevas enfermedades a nivel global, como la
pandemia del Coronavirus, la posibilidad de propagación de otras pandemias, estudio y
experimentación de nuevas vacunas que permitan controlas las nuevas infecciones
virales, generan incertidumbre sobre las consecuencias que puedan tener. Las nuevas
vacunas y la falta de fe o confianza en los organismos que las suministran. Son
indicadores de un mundo convulsionado que presta más atención al descreimiento y al
caos que en la fe y el orden.
Hay más interés en satisfacer la curiosidad en lugares o acontecimientos que no
tienen respuestas, que generan mas insatisfacción y angustia que conseguir la paz
deseada. Se pierde mucho tiempo y dinero en diferentes estudios sobre el universo y la
creación que en el fondo buscan demostrar la inexistencia de Dios. Por otro lado, se la
quiere demostrar por medio de todo lo negativo que existe en el mundo apoyado en el
sufrimiento humano. Parece que la culpa del mal no la tiene la tendencia natural del
hombre hacia el poder, los deseos y los placeres desordenados o exagerados. Con este
criterio el hombre debería ser una evolución de otros animales que actúan por puro
instinto, sin conciencia y sin responsabilidad. Como las hormigas o un robot que va a
actuar según se le ocurra a un programador.
Por otro lado, en el laberinto de las redes sociales se puede constatar que existen
diferentes enfoque o noticias, que no siempre responden a la realidad de los hechos o
llenan nuestras expectativas.
El afán de notoriedad, intereses no bien definidos o el fin de lucro, generan una
confusión qué nos permite preguntarnos: qué se cree, en qué creer a quién creer.
Cualquiera y con razón me pueden decir que estoy planteando un problema de
conocimiento y es cierto, tendríamos que recurrir a la epistemología para ver qué nos
dice. Sin embargo, es un hecho primario de observación que las redes sociales han
acaparado la atención a través del uso de los celulares que dominan adictivamente la
atención. A esto se le agrega un conjunto de palabras técnicas y nuevas que generan un
lenguaje con manejo de símbolos o imágenes, que no hace mucho tiempo atrás eran
desconocidos.
Es evidente que el desarrollo científico y tecnológico están despegado y a gran
distancia de los logros obtenidos en años y siglos anteriores. El aporte de nuevos
conocimientos y la capacidad de asimilación de los mismos, está lejos de ser
comprendido totalmente por las personas tomadas individualmente, lo que dificulta una
posible solución al alcance de la humanidad. Estamos lejos de que un solo sabio,
abarque el conocimiento de toda una época, como los casos de Platón, Aristóteles,
Tomás de Aquino, Dante Alighieri, Leonardo Da Vinci o Goethe entre otros que
desconozco.
Este es un breve panorama que para muchas personas le generan incertidumbres
por el futuro, confusión, relativismo o falta de certezas sobre la información recibida.
Vías de comunicación
Durante siglos los imperios se han ingeniado para facilitar la comunicación, tanto
para el comercio como para ser utilizadas para la guerra o la conquista de otros pueblos.
En este último tiempo las vías de comunicación se han cambiado y extendido de
manera inimaginable por medio del mar, el aire, la tierra y el ciberespacio. Asimismo se
han abierto nuevas posibilidades para llegar hacia el espacio exterior, la luna y los
planetas.
La evolución de la ciencia y la tecnología daría lugar a un amplio comentario ya que
los nuevos descubrimientos en el terreno de la biología aventuran al hombre a creerse
Dios y manipular la vida.
Ante las luces y las sombras de nuestra civilización actual, que ha hecho morir a
Dios en el corazón del hombre. Se busca sustituirlo por la ciencia y convertirse en dueña y
señora de lo existente y manejar la realidad a voluntad, sin tener límites. Me recuerda un
acontecimiento bíblico: la Torre de Babel.
"Génesis, 11 1. (…)vamos a edificarnos una ciudad y una torre con la cúspide en los
cielos, y hagámonos famosos, (…) 6. y dijo Yahveh: «He aquí que todos son un solo
pueblo con un mismo lenguaje, y este es el comienzo de su obra. Ahora nada de cuanto
se propongan les será imposible. …
Nueva era y nuevos caminos
Hoy también estamos construyendo una nueva era y abriendo nuevos caminos que
nos abren puertas a algún lugar que desconocemos, donde muchos buscan hacerse
famosos y quedar en la historia.
Nuevos caminos: el de la guerra siempre presente o amenazante y por otro el del
entretenimiento. Este último nos introducen en el juego y las diversiones: casinos,
máquinas tragamonedas, juegos en computadoras, Internet, pornografía, drogas etc.
Reconozco que también hay otros entretenimientos verdaderamente buenos y
provechosos como los deportes o las excursiones. No abro juicio de valor, si todo esto es
bueno o malo para las personas, pero sí digo que las decisiones que se tomen en cada
caso, pueden tener consecuencias buenas o malas.
El mundo está entretenido, duerme, pierde la confianza, la fe y por otro lado compra,
vende, se esclaviza con el trabajo o alguna otra cosa; se preocupa por la pobreza material
y no ve la pobreza espiritual. Que no es el de las bienaventuranzas, sino que es la
ausencia de Dios en la vida de las personas.
Del mismo modo, se da la incomunicación por el uso abusivo de los celulares tanto
en el medio familiar, en la calle, como en los centros de estudio. Preocupantes y largas
conferencias, que terminan por aburrir al auditorio o donde los conferencistas se
preocupan por defender sus certezas contemporáneas: Dios existe o Dios no existe o es
innecesario. Estos últimos argumentan la maldad en el mundo, donde Dios se oculta y no
se interesa por el mundo.
Durante más de 2000 años ha sobrevivido la Iglesia Católica, que ha sido atacada
de muy diversas manera y sigue afirmando que Jesús es el camino la Verdad y la vida. Y
en las discusiones filosóficas es llamativo que Jesús no figura en estas disputas. Parece
que es necesario que el no intervenga, que no aparezca y descubra las reales intensiones
que hay en el corazón del hombre. Se busca la verdad de muchas maneras, pero son
personas excepcionales que afirman que la encontraron no en las ideas, ni en la
experiencias, ni en los nuevos paradigmas, sino en el interior del hombre, en lo más
profundo de su ser. San Agustín decía que él buscaba a Dios en lo exterior y que tarde lo
encontró, que lo buscaba lejos de él y lo encontró en su interior, podría decir que lo
encontró en el alma de su alma, en el Espíritu que habita en él.
Hay una máxima que dicen se encontraba en la entrada del oráculo de Delfos, pero
parece ser que es la misma que sostenía Sócrates: Conócete a ti mismo.
En estas circunstancias o contexto actuales donde las ideas se agitan y la tormenta
de la guerra amenaza con desatase, me recuerda una situación que sufrieron los
Apóstoles, cuando en medio de una tempestad, despertaron a Jesús rogándole: Maestro
¿no te importa que nos hundamos?
El se levantó, ordenó que el viento se calmaran. El viento amainó y sobrevino una
gran calma. Entonces les preguntó: ¿Porqué son tan cobardes? ¿Todavía no tienen fe?
En otra parte pregunta: ¿Hasta cuando tendré que estar con ustedes?
Un peligro a tener en cuenta
Sólo cabe pensar en la caída de internet y de la electricidad, para darnos cuenta de
la fragilidad que tenemos y la dependencia de la información que procede del exterior a
nosotros mismos y de la imposibilidad de resolver problemas sin estos recursos. En estos
casos, caeríamos en la más absoluta ignorancia, ya que la memoria y los conocimientos
más elementales actualmente los depositamos con confianza, en los medios electrónicos.
Hace algunos años leí un artículo sobre África y una situación muy particular: La
introducción del fútbol en diferentes tribus. Estas tribus habían sobrevivido durante siglos
conociendo la manera de hacerlo según la tradición de sus antepasados.
Los Jefes de tribu o las personas que influían en cada una de estas localidades,
tenían una sola preocupación: los jóvenes habían abandonado las tradiciones que le
permitían vivir cuando sucedían situaciones climáticas extremas o imprevistas
entretenidos con el fútbol.
Después, cambios en los gobierno, nuevos paradigmas; ruptura del ecosistema,
ayudas internacionales… etc.
Los cambios de paradigmas se han producido en todo el mundo. Y conjuntamente la
comparación entre países desarrollados y subdesarrollados.
Las nuevas generaciones se dejan llevar por las novedades, la moda, el baile o la
droga, por un lado y por otro una entrega casi absoluta a la informática que trae nuevos
conocimientos, nuevas tecnologías y datos en tiempo real y con verdadero riesgo de
perder la privacidad o los ahorros de toda una vida.
Nuevas tecnologías y nuevos recursos que entusiasman; se dedica tiempo y
esfuerzo para su actualización y su adquisición, pero surge una sorpresa: lo que costó
mucho esfuerzo en adquirir por parte de los particulares, queda obsoleto. El cambio es
más rápido de lo que permiten las actualizaciones. De manera que lo que realmente está
progresando es la dependencia y la ignorancia.
Por otro lado, se incrementa la producción y venta de libros, que generalmente ricos
en palabras y fáciles de leer, ocultan lo esencial. Abren un cambio cultural que llevan a
incomodar, atraer o crear un caos en los elementos más importantes de la cultura. En
resumen se queda con lo inmanente y excluye lo trascendente. Para bien o para mal no lo
se, pero dicho de otra manera, entiendo que crecen las creencias que quieren dar
explicación de todo, buscando el misterio y lo desconocido, excluyendo lo sobrenatural
que acerca a lo Divino.
Con tantas distracciones, hay una actitud manifiesta, olvidar la existencia de Dios, no
tener tiempo y hace perder el sentido de la existencia y eludir la conciencia.
¿Un retorno al paganismo?
Creo que es importante releer la Epístola los Romanos 11-18 ss:
… Los israelitas han sido separados de la alianza con Dios. Ellos han sido
arrancados por su incredulidad y tú estás en pie por la fe. Así que no te
enorgullezcas ni te descuides. Porque si Dios no perdonó a las ramas originales,
tampoco a ti te perdonará.
Considerad, pues, la bondad y la severidad de Dios: Severidad para los que han
caído; bondad para ti, siempre que tu conducta responda a esa bondad; de lo
contrario, tu también serás arrancado. En cuanto a ellos los israelitas, si no persisten
en la incredulidad, volverán a ser injertados…
En otra parte en el Apocalipsis 2- 1ss Juan escribe al ángel de la iglesia de Éfeso.
Después de un gran reconocimiento por sus obras, esfuerzo y perseverancia escribe:
…debo reprocharte que dejaste enfriar el primer amor. Recuerda, pues de donde
has caído; cambia de actitud y compórtate como antes. Si no lo haces, si no te
conviertes, vendré a verte y arrancaré tu candelabro de su puesto…