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Emponzoñamiento Ofídico.

Características Clínicas y
Epidemiológicas
En Venezuela sólo dos familias (Viperidae y Elapidae) comprenden serpientes venenosas, con 25
especies y subespecies. La familia Viperidae incluye a los géneros Bothrops (mapanare) y
Crothalus (cascabel), y la familia Elapidae sólo al género Micrurus (coral). Los venenos de
serpiente se clasifican en tres grupos: proteolíticos y coagulantes (Bothrops y Lachesis),
hemolíticos y neurotóxicos (Crotalus durisus terrifficus), neurotóxicos (Micruridae). Por lo tanto la
aparición de signos y síntomas después de la mordedura por una serpiente, varía tanto en la
gravedad del compromiso como en el tipo de manifestaciones, las cuales están relacionadas con la
cantidad de veneno inoculado y con la especie del ofidio (5).
 
Con el objeto de unificar criterios diagnósticos y terapéuticos, se han definido tres estadios de
envenenamiento según la gravedad del compromiso local y sistémico. En el envenenamiento leve
(estadio I), el paciente tiene escasos o nulos signos locales: compromiso de un solo segmento
corporal o aumento en el perímetro de la extremidad <4 cm (edema). No hay manifestaciones
sistémicas o se presentan mareos, diaforesis e hipotensión. Las pruebas de coagulación son
normales, no hay sangrado espontáneo. Si el accidente es crotálico o elapídico, no hay déficit
neurológico y el sedimento urinario es normal.

El emponzoñamiento ofídico moderado (estadio II) se caracteriza por lesiones locales más severas,
presentándose edema de más de un segmento corporal o aumento >4 cm en el perímetro de la
extremidad, con flictenas pero sin necrosis; las manifestaciones sistémicas son hipotensión,
hematuria, gingivorragia o equimosis en los sitios de punción. Se evidencia prolongación de tiempo
de protrombina (PT) y tiempo parcial de tromboplastina (PTT), fibrinógeno en 100-200 mg/dl,
hemoglobinuria y/o metahemoglobinuria. En el accidente crotálico y elapídico moderado, el
paciente presenta facies neurotóxica caracterizada por ptosis palpebral bilateral y sialorrea; puede
presentar parestesias en el sitio de la mordedura. (5)
 
La condición más avanzada es el estadío III. Las reacciones locales son muy severas, con
abundantes flictenas y necrosis en el sitio de la mordedura, edema importante y dolor intenso en el
miembro comprometido. Las manifestaciones sistémicas incluyen shock hipovolémico y sangrado
espontáneo (hematuria, gingivorragia, epistaxis); los exámenes de laboratorio muestran PT y PTT
prolongados, valores de fibrinógeno <100 mg/dl, aumento de los productos de degradación del
fibrinógeno (PDF) y trombocitopenia. Puede ocurrir insuficiencia renal aguda. El accidente grave
crotálico y elapídico se caracteriza por la presencia de disfagia, déficit de músculos oculomotores,
disartria y dificultad respiratoria en reposo.

En el año 2000 se describió la atención médica y quirúrgica a 17 niños que ingresaron al Hospital
Universitario de Caracas por emponzoñamiento ofídico. El 94,11% sufrieron el accidente cuando
realizaban o acompañaban a sus padres en labores agrícolas. 76,47% fueron emponzoñados por
serpientes del género Bothrops, 52,94% presentaron la mordedura en los pies. Todos fueron
tratados con suero antiofídico polivalente, penicilina cristalina e hidrocortisona. (7) En el Hospital
Regional San Rafael de Leticia, en Colombia, se revisaron 16 casos de emponzoñamiento ofídico,
que ocurrieron más frecuentemente en cercanías al domicilio (74%) en horas de la tarde (56%), en
menores de 15 años (50%), las zonas del cuerpo principalmente mordidas fueron el pie (44 %) y la
pierna (25%).

En un análisis retrospectivo de 42 historias clínicas de pacientes que ingresaron por


emponzoñamiento ofídico al Hospital de Tucacas, Estado Falcón, entre enero 1998 y enero 2001,
los resultados revelaron que el grupo de 2-14 años, el sexo masculino y los agricultores fueron los
más afectados, principalmente entre los meses de septiembre y noviembre. Fue producido en su
mayoría por el género Bothrops y afectó a extremidades inferiores (pie), apareciendo edema y
dolor local. Más del 50% recibieron atención médica en las primeras 12 horas posteriores al
suceso, suministrándoles suero antiofídico polivalente, antibióticos y toxoide tetánico. La 
prolongación de los tiempos de coagulación representó la complicación más frecuente

El tratamiento a utilizar es suero antiofídico polivalente para Bothrops y Crotalus y monovalente o


específico para género (Bothrops, Crotalus, Micrurus y Lachesis) a dosis de 5 frascos de 10 mg
diluidos en 250 mL y 100 mL de solución fisiológica en adultos y niños respectivamente. Hay que
repetirlo cuantas veces sea necesario para controlar el edema y la necrosis. Nunca es tarde para
aplicar el antiveneno cuando hay envenenamiento sistémico, así haya transcurrido una semana
después de la mordedura. Pueden ocurrir reacciones adversas tras la aplicación del suero
antiofídico, básicamente reacciones de hipersensibilidad inmediatas o tardías.

CUADRO N 1. ESTADISTICOS DESCRIPTIVOS DE LAS VARIABLES NUMÉRICAS.


 

           
*Seg: segundos. Fuente: Instrumento de recolección de datos
 
CUADRO N 2. DISTRIBUCION DE LOS PACIENTES ESTUDIADOS SEGÚN SEXO, NIVEL
SOCIOECONÓMICO Y OCUPACIÓN. Fuente: Instrumento de recolección de datos
 

 
CUADRO N 3. DISTRIBUCION DE LOS PACIENTES ESTUDIADOS SEGÚN PROCEDENCIA
POR ESTADOS Y DISTRITOS SANITARIOS DEL ESTADO CARABOBO. Fuente: Instrumento de
recolección de datos.
 

 
CUADRO N 4. DISTRIBUCION DE LOS PACIENTES ESTUDIADOS SEGÚN LAS
CARACTERÍSTICAS DEL EMPONZOÑAMIENTO OFÍDICO. Fuente: Instrumento de recolección
de datos.
 

 
CUADRO N 5. DISTRIBUCION DE LOS PACIENTES ESTUDIADOS SEGÚN LAS
MANIFESTACIONES CLÍNICAS PRESENTADAS. * Un paciente pudo tener más de una
manifestación clínica. Fuente: Instrumento de recolección de datos.
 

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