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¿Qué es la contaminación?

Hablamos de contaminación cuando en un entorno ingresan elementos o sustancias que


normalmente no deberían estar en él y que afectan el equilibrio del ecosistema.
Podemos hablar de contaminación cuando en un entorno ingresan elementos o
sustancias que normalmente no deberían estar en él y que afectan el equilibrio del
ecosistema.
Por ejemplo, en un vaso de agua que creemos que está limpia hay algunos
componentes que pueden están ahí naturalmente en concentraciones mínimas, como
sustancias radioactivas. Pero el problema de la contaminación comienza cuando los
niveles de estos materiales son muy altos.
Los agentes contaminantes pueden ser físicos, químicos o biológicos y perjudican
medios como el agua, el suelo o el aire cuando se presentan en concentraciones muy
elevadas. Estos compuestos alternan las condiciones de los organismos que habitan en
ellos, generando problemas de salud o de seguridad, malestar e incluso la muerte.
Esto ocurre con la contaminación atmosférica. El aire que respiramos está compuesto,
de manera natural, por nitrógeno, oxígeno y otros gases que producen el efecto
invernadero, como el dióxido de carbono CC0. Sin embargo, con la aparición de las
fábricas y de vehículos que funcionan con motores de combustión, se han aumentado
las emisiones de monóxido de carbono y los óxidos de azufre por la quema de energías
fósiles como la gasolina (que se deriva del petróleo), el gas o el carbón.
Estos componentes naturalmente no deberían estar en la atmósfera en tan elevadas
concentraciones y por eso se puede decir que el aire está contaminado, o que el efecto
invernadero se esté convirtiendo en un problema porque el planeta se está calentando
más de lo normal. De hecho, si por un tiempo prolongado un ser vivo respira aire con un
alto contenido de estas sustancias puede morir por envenenamiento.
Tipos de contaminación según el medio afectado:

Atmosférica O Ambiental

El humo sale de una gran planta siderúrgica en China. La Organización Mundial de la Salud estima que nueve
de cada 10 personas del mundo respiran aire contaminado.

FOTOGRAFÍA DE KEVIN FRAYER, GETTY IMAGES


La contaminación ambiental consiste en la liberación de sustancias químicas en la
atmósfera, las cuales alteran su composición y suponen un riesgo para la salud de las
personas y de los seres vivos.
Esta contaminación es producida por los humos de los tubos de escape de los coches y
de las chimeneas de las fábricas, de la quema de basura, de los polvos industriales
(cemento, yeso, concentrado de minerales…), de incendios forestales y erupciones
volcánicas. Cada uno de ellos, expulsan al aire gases contaminantes como el monóxido
de carbono o dióxido de azufre.
Por otro lado, esta contaminación puede tener un carácter local o global. Se habla del
primero cuando los efectos ligados al foco de emisión afectan sólo a las inmediaciones
del mismo.
Mientras que el segundo se refiere a cuando las características del contaminante afectan
al equilibrio del planeta y zonas muy distantes a los focos emisores, como por ejemplo la
lluvia ácida y el calentamiento global.
La contaminación atmosférica en la actualidad

Hoy en día, las personas viven


más de lo que lo hacían hace 70
años, cuando se emitía hollín
negro a la atmósfera. Costa
explica que esto podría explicar
en parte por qué los médicos
solo han empezado a observar
ahora las formas en que la
contaminación atmosférica
penetra en el cuerpo.

«No nos dimos cuenta de sutilezas que sí vemos ahora», añade.


Costa, que hasta hace poco trabajaba en la Agencia de Protección Medioambiental de
Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), afirma que se cree que las partículas en
suspensión, generadas por incendios forestales o la combustión de combustibles fósiles,
son el contaminante atmosférico más perjudicial para la salud. Pero determinar los
impactos de una sola partícula puede ser complicado porque las regiones con aire de
mala calidad suelen tener más de un tipo de contaminante.
En las dos últimas décadas, los datos de la EPA demuestran que los tres contaminantes
identificados en el estudio de Pekín han descendido en Estados Unidos. Sin embargo,
siguen presentes en regiones en vías de desarrollo con grandes centros urbanos
industriales.

Este año, la Organización Mundial de la Salud publicó un informe que determinaba que
nueve de cada 10 personas del mundo respiran aire de mala calidad. En Estados Unidos,
la American Lung Association sitúa esa cifra en cuatro de cada 10 personas.

«Estamos llegando al punto de lograr muchas victorias fáciles», afirma Samet. Las
centrales eléctricas a carbón y los generadores diésel siguen siendo una de las fuentes
de contaminación atmosférica más peligrosas.

Samet sospecha que para hacer frente a otras formas de contaminación atmosférica se
necesitará un cambio de mentalidad, mejorando el transporte público o la planificación
urbana.
Contaminación Hídrica O Del Agua

Compostaje Urbano

FOTOGRAFÍA DE KEVIN FRAYER, GETTY IMAGES


Contaminación de las aguas hídrica
La contaminación del agua existe con la presencia de desechos en el agua. Las
principales causas se deben al arrojo de residuos sólidos domésticos (residuos no
peligrosos) e industriales, los derrames de petróleo y la descarga de aceites usados.
La contaminación del agua es cualquier cambio químico, físico o biológico en la calidad
del agua que tiene un efecto dañino en cualquier cosa viva que consuma esa agua.
Cuando los seres humanos beben el agua contaminada tienen a menudo problemas de
salud. La contaminación del agua puede también puede hacer a esta inadecuada para el
uso deseado.
La contaminación en los mares, ríos y lagos se ha convertido en un foco de infecciones y
enfermedades para los seres humanos.
¿Cuáles son los mayores contaminantes del agua?
Hay varias clases de agentes contaminantes del agua. Los primeros son agentes
causantes de enfermedad. Éstos son bacterias, virus, protozoos y los gusanos parásitos
que se incorporan desde los sistemas de aguas residuales y las aguas residuales sin
tratar.
Una segunda categoría de agentes contaminantes del agua son los agentes
consumidores de oxígeno; residuos que se pueden descomponer por las bacterias
consumidoras de oxígeno. Cuando las poblaciones de bacterias son grandes la
descomposición de los residuos tiene lugar y se consume mucho oxígeno pudiendo
agotar el oxígeno disuelto en el agua. Esto puede ser causa de que otros organismos que
viven en el agua, tal como pescados, mueran.
Una tercera clase de agentes contaminantes del agua son los agentes contaminantes
inorgánicos solubles en agua, tales como ácidos, sales y metales tóxicos. Grandes
cantidades de estos compuestos harán el agua inapropiada para beber y pueden causar
la muerte de la vida acuática.
Otra clase de agentes contaminadores del agua son los nutrientes; loas nitratos y los
fosfatos solubles en agua que causan el crecimiento excesivo de las algas y de otras
plantas acuáticas, que agotan la fuente de oxígeno del agua. Esto mata a pescados y,
cuando esta se encuentra en agua potable, puede matar a niños infantiles.
El agua se puede también contaminar por un número de compuestos orgánicos tales
como aceite, plásticos y pesticidas, que son dañinos para los seres humanos y para las
plantas y animales acuáticos.
Una categoría muy peligrosa es el
sedimento suspendido, porque causa
una disminución en la absorción de la
luz por el agua y las partículas
separan compuestos peligrosos tales
como pesticidas a través del agua.
Finalmente, los compuestos
radiactivos solubles en el agua
pueden causar cáncer, defectos de
nacimiento y daño genético siendo por tanto agentes contaminantes muy peligrosos del
agua.
¿Por qué algunas veces el agua huele como los huevos putrefactos?
Cuando el agua se enriquece con nutrientes, las bacterias anaerobias, que no necesitan
oxígeno realizan sus funciones, llegando a ser eventual altamente activa. Estas bacterias
producen gases durante sus actividades. Uno de estos gases es sulfuro de hidrógeno.
Este produce olores como los huevos putrefactos. Cuando el agua huele como los
huevos putrefactos podemos concluir que hay presencia de hidrógeno, debido a una
escasez específica de oxígeno en el agua.

Contaminación del agua: causas del problema


En la actualidad, cerca de 5 millones de personas en el mundo mueren por beber agua
contaminada, una situación que se agudiza especialmente en aquellos contextos de
exclusión social, pobreza y marginamiento.
Para entender esta situación, quizá debamos remontarnos a las principales causas que
han provocado la contaminación del agua. Veamos cuáles son:
1) Desechos industriales
La industria es uno de los principales factores que provocan la contaminación del agua.
Desafortunadamente, miles de empresas aún desconocen el buen uso que se debe dar a
este recurso y vierten cantidades de productos contaminantes derivados de sus
procesos industriales. Los ríos y los canales son los más afectados por estas malas
prácticas.
2) Aumento de las temperaturas
Aunque no lo parezca, el calentamiento global también influye en la contaminación del
agua. ¿Cómo es posible? La explicación es sencilla: cuando un ecosistema sufre
temperaturas por encima de las habituales, las fuentes de agua disminuyen su cantidad
de oxígeno, lo cual hace que el agua altere su composición.
3) Uso de pesticidas en la agricultura
La gran mayoría de los procesos agrícolas de nuestro tiempo emplean fertilizantes y
productos químicos para el cultivo y la producción de los alimentos. Pues bien, estos
productos se filtran a través de canales subterráneos que, en la mayoría de los casos,
acaban en las redes de agua que utilizamos para nuestro consumo. Este agua
difícilmente será tratada para que vuelva a los canales aptos para el consumo.
Según el estudio Screening of pesticides and veterinary drugs in small streams in the
European Union by liquid chromatography high resolution mass spectrometry de David
Santillo, Jorge Casado, Kevin Brigden y Paul Johnston, publicado en junio de 2019 en la
revista Science, hay pesticidas y medicamentos animales en vías fluviales europeas.
4) Deforestación
La excesiva tala de árboles contribuye a que los ríos, los lagos y otras fuentes hídricas se
sequen. Además de esto, la tala de bosques no en todos los casos incluye la retirada de
las raíces de los árboles que están en las orillas de los ríos, lo cual provoca la aparición
de sedimentos y bacterias bajo el suelo y la consiguiente contaminación de este
preciado recurso.
5) Derrames de petróleo
Finalmente, no podemos olvidar una práctica que tradicionalmente ha provocado la
polución de aguas en diversos puntos del planeta: los vertidos de crudo y sus derivados.
Dichos vertidos se deben al transporte deficiente del petróleo y a la filtración de
productos como la gasolina, que generalmente es almacenada en tanques bajo tierra; en
muchos casos, los tanques tienen fugas y la sustancia se filtra a los cuerpos que están a
su alrededor, entre ellos las fuentes de agua aptas para el consumo humano.
Durante el período 1987 a 2013 se recogieron muestras de cuatro ríos. Los análisis
demuestran que el agua contiene bario, cloruro, cromo o plomo en niveles que están
por encima de los habituales.

Consecuencias del agua en mal estado sobre la salud del ser humano y el
planeta
Piensa: ¿cuántas de tus actividades diarias tienen como protagonista al agua? Muchas,
¿verdad? El agua limpia es sinónimo de salud, confort y desarrollo. Si te has planteado
alguna vez las consecuencias que genera la mala calidad de este medio natural, ¡lo que
sigue te interesa!
Enfermedades
El consumo de agua sucia o su uso para la higiene y el saneamiento está vinculado a
múltiples dolencias. La Organización Mundial de la Salud habla de diarrea, cólera,
hepatitis A, disentería, poliomielitis y fiebre tifoidea, entre otras.
La prevención, a través de la mejora de las infraestructuras de abastecimiento,
saneamiento e higiene, facilitaría el empleo de agua limpia para la alimentación y el
aseo familiar en detrimento de las aguas estancadas.
Mortalidad
Lamentablemente, el agua sucia tiene un riesgo asociado aún mayor. Según la OMS, las
enfermedades diarreicas provocan anualmente 1,5 millones de muertes. De ellas, más
de 840.000 tienen su causa en la falta de agua salubre junto a una higiene y un
saneamiento insuficientes.
Algo tan sencillo y cotidiano para tu familia como es lavarse las manos con agua y jabón
o beber un vaso de agua limpia puede frenar el contagio de enfermedades que pueden
ser mortales. ¿Lo sabías?
Sin agua, higiene y saneamiento se pone en riesgo la salud. Un 40% de muertes en
menores son producidas por el consumo de agua en mal estado o por carencia de
higiene en una situación de emergencia.
Desnutrición
En el informe Improving Nutrition Outcomes with Better Water, Sanitation and Higiene
elaborado por la OMS, UNICEF y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional (USAID), se indica que la desnutrición está relacionada con una dieta
insuficiente y las enfermedades infecciosas, ya que existe una correlación entre
alimentación, salud y cuidado.

De este modo, una dieta saludable cubrirá las necesidades nutricionales, pero también
es necesario un ambiente adecuado, con servicios de salud, saneamiento y unas
prácticas higiénicas apropiadas, y, para todo ello, es esencial disponer de agua segura.
Ecosistemas
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), en su informe
Towards a Pollution-Free Planet, alerta sobre los efectos del agua dulce en mal estado
sobre el medio ambiente, ya que impacta sobre los hábitats provocando la pérdida de la
biodiversidad acuática y facilita la floración de algas nocivas o la eutroficación.
Contaminación del Suelo

Un pastor pastorea su rebaño en Senegal muy cerca de un montón de basura.


FOTOGRAFÍA DE KEVIN FRAYER, GETTY IMAGES

La contaminación del suelo supone la alteración de la superficie terrestre con sustancias


químicas que resultan perjudiciales para la vida en distinta medida, poniendo en peligro
los ecosistemas y también nuestra salud.
Esta alteración de la calidad de la tierra puede obedecer a muy diferentes causas, y del
mismo modo sus consecuencias provocan serios problemas de salubridad que afectan
gravemente a la flora, fauna o a la salud humana a lo largo del tiempo.
Lo hacen, por ejemplo, a través de la agricultura o afectando al equilibrio del
ecosistema, polucionando el agua potable o el agua de riego, ya sea por entrar en
contacto con estos lugares o por el simple hecho de que proceda de ellos.
Lamentablemente, no siempre puede solucionarse el problema, y en ocasiones sólo se
recupera parcialmente, con la consiguientedegradación del área.
Causas de la contaminación
El contacto con el área
polucionada no siempre es directo.
Es lo que ocurre cuando se
entierran sustancias tóxicas bajo el
suelo y éstas acaba contaminando
aguas subterráneas que luego se
utilizan para regar, para beber o
acaban intoxicándonos a través de
la cadena alimentaria o trófica, al
comer pescado, aves o cualquier
otro animal contaminado.
El almacenamiento incorrecto de residuos, su vertido intencionado o accidental, la
acumulación de basuras en su superficie o el enterramiento de los mismos, así como
fugas en tanques superficiales o subterráneos por averías o infraestructuras deficientes
son algunas de sus principales causas.

Sin embargo, la lista es mucho más larga. Podemos citar otras causas no menos
importantes, como las fugas radiactivas, el uso intensivo de pesticidas o abonos
químicos, la minería, las actividades de la industria química, los metales pesados que
vomita el tubo de escape del tráfico rodado y las chimeneas de la industria, los
materiales de construcción, sobre todo por la escorrentía del agua que disemina los
productos nocivos, el alcantarillado antiguo en mal estado o, sin ir más lejos, la misma
lluvia ácida.
Contaminación residuos suelo

Ocurre cuando se introducen productos químicos como el petróleo y sus derivados, los
pesticidas, así como metales pesados frecuentes en las baterías.

Los vertederos y cinturones ecológicos, que sirven para enterrar las grandes cantidades
de basura que se generan en los campos, están comenzando a contribuir de forma
alarmante a la contaminación del suelo. Al igual que el resto, esta contaminación entra
en contacto directo con la persona.

Los 10 tipos de contaminación (y efectos en el ecosistema)

La naturaleza genera ecosistemas que pueden alterarse fácilmente mediante la


intervención humana.
Oscar Castillero Mimenza
La preocupación por el medio ambiente, si bien ha existido a lo largo de la historia, no
ha sido un fenómeno extendido hasta hace relativamente poco tiempo.
Pero hoy en día la sociedad
es consciente de la
necesidad de preservar el
medio ambiente, así como
de que la propia actividad
del ser humano puede
provocar diferentes tipos
de residuos (tanto en
forma de material como de
energía) que pueden tener
consecuencias y provocar
alteraciones tanto en el
medio ambiente (como por
ejemplo mediante la acidificación del suelo o del agua, o la aceleración del
calentamiento global) como en la diferentes especies de seres vivos incluyéndose el ser
humano (pérdida de hábitats, de ritmos biológicos como el sueño o alteraciones
conductuales, por ejemplo).

Asimismo, somos conscientes de la existencia de diversos tipos de contaminación. En


este artículo vamos a visualizar los principales.

Si bien como hemos dicho existen muy diferentes tipos, como concepto general que los
engloba entendemos contaminación como el hecho de introducir en el medio ambiente
cualquier tipo de elemento que realice un daño más o menos prolongado en el tiempo
(también puede ser permanente) de tal forma que se altere su funcionamiento habitual
de forma negativa.
Generalmente asociados el término contaminación al medio ambiente, pero también
puede considerarse como tal la que afecta de forma aversiva a una localidad, especie o
persona.

A
la

hora de clasificar la contaminación podemos tener en cuenta diferentes criterios. Sin


embargo, por norma general se emplea como principal manera de clasificar los tipos de
contaminación la observación del elemento contaminante o del que resulta
contaminado. En este sentido disponemos de los siguientes tipos de contaminación.
1. Contaminación atmosférica
La más conocida, es el tipo de contaminación que surge de la liberación de partículas de
sustancias químicas a la atmósfera. También conocida como polución, es el tipo de
contaminación que afecta a través del aire. Uno de los contaminantes más conocidos en
este sentido son el CO2, el metano y el humo proveniente de la combustión.
2. Contaminación hídrica
Se trata del efecto de la emisión y liberación en las aguas de sustancias contaminantes.
Se dificulta o altera la vida y el uso normativo, haciéndola no potable. Habitualmente
esta contaminación es de origen industrial. Incluye la contaminación marítima, la cual
haría referencia a la contaminación de los mares y océanos por la misma causa.
3. Contaminación del suelo y del subsuelo
Provocada por la filtración de sustancias en el suelo, genera alteraciones físicas y
químicas en éste que hacen que por ejemplo resulte inhabitable, se contaminen las
aguas subterráneas o se imposibilite el crecimiento de vida en el área.

4. Contaminación radiactiva
Se trata de uno de los tipos de contaminación más peligrosos y agresivos con la vida. Es
producida por la liberación de material radiactivo y tiene efecto en cualquier superficie.
Suele derivarse de la acción humana, como el vertido de residuos o desastres en plantas
de energía nuclear como el de Chernobyl.
Quizás te interese: "¿Qué es la Etología y cuál es su objeto de estudio?"
5. Contaminación térmica
Uno de los tipos de contaminación menos conocidos, es generado por el cambio de
temperatura en el entorno o en diferentes medios debido a la actividad humana.

6. Contaminación visual
A pesar de que en principio el concepto pueda asemejarse al de la contaminación
lumínica, en este caso se hace referencia a la alteración del medio en base a estímulos
visuales que no tienen que ver con la luminosidad. Por ejemplo, se refiere a los cambios
visuales que se producen en la naturaleza debido a la actividad humana.

7. Contaminación lumínica
Se trata de uno de los tipos de contaminación en la que el
elemento contaminante es visual. la contaminación
lumínica el elemento contaminante en sí es la emisión de
luz fuera de lo que sería natural, provocando problemas
como la pérdida de orientación o los cambios en los
biorritmos tanto de seres humanos como de otros
animales.

8. Contaminación acústica
Denominamos contaminación acústica a la emisión de
sonido en una proporción, frecuencia, tono, volumen y
ritmo excesivos que provocan una alteración en el
medio o en los seres que lo habitan. Este tipo de
contaminación es el que viven, por ejemplo, aquellas
personas que viven en barrios muy turísticos en los que
hay multitud de discotecas y establecimientos con
música.
9. Contaminación electromagnética
Aunque tal vez no es tan perceptible de manera
directa por los seres humanos, se refiere a la
contaminación derivada del uso de elementos
eléctricos o que generen fenómenos
electromagnéticos. Pueden generar desorientación y
posibles daños en diferentes animales, y los efectos sobre los seres humanos aún son
discutidos (vinculándose en ocasiones al cáncer, trastornos de la erección o algunos
problemas mentales y físicos).

10. Contaminación alimentaria


Se refiere a la presencia de diferentes sustancias en los
alimentos que provocan efectos de diferente envergadura
en quienes lo consumen. Por ejemplo, la contaminación del
pescado por el mercurio proveniente de la contaminación
hídrica o la provocada por la venta de alimentos en mal
estado o infectados de alguna enfermedad.

7 ideas para evitar la contaminación


Frenar la contaminación de todo
tipo está en manos de cada uno
de nosotros. Se trata de modificar
hábitos poco a poco para ayudar a
reducir lo que contaminamos. Te
proponemos algunas ideas:

Utiliza el transporte público.


Nos hemos acostumbrado a
utilizar el coche para todo, pero es
hora de pensar en el planeta y en
nuestro futuro y de usar medios
de transporte más sostenibles y
respetuosos con el
medioambiente. El transporte público es una buena solución, más barata y menos
contaminante que el coche.

Compra productos locales. Una de las cosas que más contamina son los vehículos. Si
compramos productos locales evitamos que lo que adquirimos en el supermercado se
transporte desde lugares lejanos, con el gasto de combustible y la contaminación que
esto supone.
Consume productos ecológicos. Para la producción de productos ecológicos se
evita el uso de elementos químicos que puedan perjudicar al medioambiente. No solo
los puedes encontrar en alimentación, también en
limpieza, moda o cosmética.

Recicla. Solemos tener claro dónde tirar los envases o el


vidrio, pero en muchos otros casos no sabemos dónde
tirar los residuos y la primera norma para reciclar es
separar. Por ejemplo, en el contenedor de residuos
orgánicos podemos tirar: comida, ceniza, papel sucio,
bastoncillos etc.

Reduce el consumo de plásticos. Utilizamos mucho


plástico y la mayoría es de un solo uso. Se estima que el
tiempo medio de uso de una bolsa de plástico es de 10 minutos y tarda unos 400 años
en degradarse. Como consecuencia de lo anterior, es fundamental evitar el consumo de
plástico y para lograrlo puedes hacer varias cosas:
Utiliza bolsas reciclables cuando vayas a comprar.
Evita los productos envasados en plástico y apuesta por aquellos que están envasados
en papel, cartón o vidrio.
Compra productos a granel como legumbres, frutos secos, jabones etc.

Disminuye el uso del agua y de la energía eléctrica. El agua es un recurso que se


puede agotar por lo que es fundamental cuidar su uso. Esto lo podemos lograr con
pequeños gestos como cerrar el grifo cuando te laves los dientes, ducharte en lugar de
bañarte, reciclar el agua. En el caso de la energía eléctrica es fundamental reducir el uso
optando por electrodomésticos de bajo consumo, utilizando bombillas tipo led,
apagando las luces de casa cuando no estemos o evitando los aparatos eléctricos en
stand by.

Elige energías renovables. Las energías renovables son aquellas que se obtienen de
fuentes naturales que producen energía de manera inagotable como pueden ser el sol,
el aire o el mar. Además de ser inagotables no tienen impacto en el medioambiente.
Para utilizarlas, puedes colocar paneles solares en tu casa, de forma que recibas energía
eléctrica para calentar el agua y tu vivienda, por ejemplo.
En definitiva, se trata de concienciarnos sobre la importancia de cuidar nuestro entorno
y de enseñar a los más pequeños de la casa para que también lo hagan de forma que
vivamos en entornos más seguros y libres de contaminación.

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