4.

Suelos cohesivos
Limos y arcillas
GEOTECNIA I
 Generalidades
Suelos fundamentales
Cargas y acciones externas
Fracción fina de los suelos
Suelos cohesivos
Comportamiento
Presentan un comportamiento más
complejo que los suelos granulares Gravas y arenas Limos y arcillas

Rozamiento: Rozamiento
Movimiento y giro de +
partículas Cohesión
(Pequeño tamaño de las
partículas)
 Cohesión + rozamiento
Capacidad que presentan los suelos finos
(cohesivos) de soportar esfuerzos cortantes con
una presión de confinamiento efectiva nula.
Propiedad que, en limos y arcillas puedan
llevarse a cabo excavaciones con paredes casi
verticales sin necesidad de soporte y
sostenimiento inmediato y durante un tiempo,
lo cual no es posible en gravas y arenas.
⁂ la cohesión y el ángulo de rozamiento
interno en los suelos cohesivos son dos
mecanismos y parámetros independientes
fundamentales de resistencia.
Diferencias entre los suelos cohesivos y granulares

Los suelos gruesos (granulares) presentan exclusivamente una

respuesta prácticamente instantánea frente a la aplicación de
cargas y acciones externas cuando están saturados dada la rápida
(casi inmediata) expulsión de agua de sus huecos y la disipación de
los excesos de presión de poro.
Los suelos cohesivos saturados presentan una respuesta tanto
inmediata como diferida a lo largo del tiempo, dando lugar a
fenómenos como la consolidación y la fluencia.
Estos dos fenómenos no son instantáneos, sino que se desarrollan
(y pueden medirse y cuantificarse) a lo largo del tiempo, de ahí que
se consideren como diferidos
El hecho de que los suelos cohesivos saturados presenten una respuesta diferida frente a la aplicación de cargas
y acciones exteriores se debe a que, dado el pequeño tamaño de sus granos, sus poros son también muy
pequeños, lo cual hace que el agua en su interior no pueda circular con facilidad a través de estos (son suelos
de muy baja permeabilidad).
Dado que el agua no puede circular a través de estos suelos con facilidad (ni entrar ni salir), al aplicarse una
carga o acción exterior, está será absorbida en primer lugar por el agua que rellena los poros del suelo en la
zona de influencia de la carga.
Ello dará lugar a la generación de un exceso de presión de poro concentradas en la zona de afección de la carga.
Esta situación de generación de sobrepresiones, que no pueden disiparse inmediatamente (como en el caso de
los suelos granulares) ya que el agua no puede circular con facilidad a través de los suelos cohesivos, se
denomina situación de “corto plazo” y viene caracterizada por un comportamiento no drenado (puesto que el
agua no puede circular a través del suelo, es decir, el suelo no puede “drenar”).
En esta situación, el mecanismo resistente del suelo en la zona de influencia de la carga, donde se han
generado las sobrepresiones, será fundamentalmente por medio de la cohesión (fuerzas cohesivas) y no
por rozamiento.
Ello se debe a que las partículas del suelo, debido al incremento de la presión del agua, no pueden
moverse ni girar entre sí, por lo que no puede generarse rozamiento entre ellas.
⁂ en suelos cohesivos, la situación a “corto plazo” (de comportamiento no drenado),
viene caracterizada por una cohesión conocida como resistencia a corte sin drenaje
cuyo símbolo es c=cu (en unidades de presión) y un ángulo de rozamiento no drenado
f=0°.
 Situación de “corto plazo”,
comportamiento no drenado:
Se produce la respuesta instantánea de los suelos cohesivos saturados. Dicha respuesta
instantánea, es de tipo elástico (deformaciones recuperables si se retira la carga o acción externa) y
las deformaciones que se producen en el suelo son exclusivamente de DISTORSIÓN, pero SIN
CAMBIO DE VOLUMEN
El cambio de volumen no es posible en el caso de la situación a corto plazo (no drenada) puesto
que los poros del suelo, al no poder ser expulsada el agua de ellos rápidamente, no pueden reducir
su volumen.
 Con el tiempo, se producirá un flujo transitorio del agua en los poros
del suelo en la zona de influencia de aplicación de la carga.
Este flujo se producirá como consecuencia de las sobrepresiones
generadas, que suponen un aumento de la carga hidráulica (DH entre
dos puntos) en la zona de afección de la carga.
⁂ el flujo tendrá lugar hasta que se compense y equilibre la carga
hidráulica entre la zona de influencia de la carga y el suelo alrededor
(presión de poro u0 en la figura), mediante la disipación de las
sobrepresiones de poro (Du).

Expulsión de agua y disipación

de sobrepresiones
Una vez el agua ha sido expulsada de los huecos del suelo y se han disipado las sobrepresiones, recuperándose
la presión de poro original antes de la aplicación de la carga (u0) se produce una reducción del volumen de los
poros del suelo en la zona de influencia de la carga.
A esta situación se la conoce como situación de “largo plazo” o de comportamiento drenado (puesto que el
agua ha podido circular a través del suelo, es decir, el suelo ha “drenado” y se han disipado los excesos de
presión).
En esta situación, el mecanismo resistente del suelo saturado es tanto cohesivo como por rozamiento dado
que, al haberse expulsado el agua y disipado los excesos de presión de poro, los huecos han reducido su
volumen, permitiendo a las partículas del suelo moverse y girar entre sí y por lo tanto desarrollar fuerzas de
rozamiento entre ellas.
En suelos cohesivos, la situación a “largo plazo” (comportamiento drenado), viene caracterizada por una
cohesión conocida como cohesión efectiva cuyo símbolo es c = c’ (en unidades de presión) y un ángulo de
rozamiento efectivo f = f’ > 0°.
En esta situación de “largo plazo”, de comportamiento drenado, es en la que se produce la respuesta diferida
de los suelos cohesivos (a lo largo del tiempo).
Dicha respuesta diferida, es de tipo elastoplástico (deformaciones recuperables elásticas y no recuperables
plásticas si se retira la carga o solicitación externa) y las deformaciones que se producen en el suelo son tanto
de DISTORSIÓN y con CAMBIO DE VOLUMEN.
Esta distorsión y cambio de volumen se deben a la reducción del volumen de los poros del suelo provocado por
la expulsión del agua.
Aspectos fundamentales:
En suelos cohesivos saturados se presentan situaciones a “corto” o “largo” plazo, de
comportamiento no drenado o drenado (respectivamente) y de respuesta “instantánea” y
“diferida” (respectivamente).
Los suelos granulares saturados, a efectos prácticos, tienen una respuesta instantánea y un
comportamiento drenado, puesto que el agua es expulsada de los huecos y las sobrepresiones
en el poro se disipan de manera prácticamente inmediata.
En situaciones a corto plazo (no drenado)
Es el agua en el terreno la que absorbe inicialmente las cargas aplicadas, lo cual provoca los
excesos de presiones en la zona de influencia de la carga.
A medida que, con el tiempo, se va produciendo el flujo y se expulsa el agua de los huecos y se
disipan las sobrepresiones en la zona de afección de la carga, hay una “transferencia” de la carga
desde el agua hasta las partículas del suelo.
En situaciones a largo plazo (drenado)
En la situación a “largo plazo” (drenada) son las partículas del suelo las que absorben las cargas
y solicitaciones aplicadas, y no el agua.
Los conceptos de situación a “corto” y “largo” plazo, y de comportamiento no drenado o
drenado del suelo dependen además de:

La permeabilidad del terreno

La velocidad de aplicación de la carga. Si una carga se aplica rápidamente (instantáneamente) sobre un suelo
cohesivo, se producirán sobrepresiones puesto que el agua no puede fluir a través del suelo de manera
instantánea.
Si el ritmo de aplicación de la carga es lo suficientemente lento como permitir que se vaya expulsando el agua
y disipando los excesos de presión en el poro, entonces se produce una situación exclusivamente de “largo”
plazo de comportamiento drenado.
El concepto de “tiempo” o “velocidad” de aplicación de la carga hay que considerarlo y entenderlo en
términos relativos a los tiempos geotécnicos.
Por lo general, los suelos de grano fino (cohesivos) son menos estables que los suelos de grano
grueso (granulares), experimentando mayores variaciones de sus propiedades deformacionales y
resistentes por efecto del agua.

Los suelos cohesivos pueden ser especialmente problemáticos si están sueltos o son poco densos y blandos
y/o tienen significativa presencia de materia orgánica. Por el contrario, los suelos cohesivos densos y rígidos,
presentan un buen comportamiento ingenieril.
En un suelo cuya composición consta de una fracción gruesa mayoritaria (arenas o gravas) y una fracción fina
minoritaria (limos o arcillas), su respuesta y comportamiento vendrá determinado casi totalmente por las
características de la fracción fina.
De acuerdo al Sistema Unificado de Clasificación de Suelos (SUCS) los suelos cohesivos o suelos finos son
aquellos con partículas inferiores a los 0.075 mm.
Atendiendo a los criterios del SUCS, si más del 50% del peso de una muestra de suelo consiste en partículas
de tamaño inferior a 0.075 mm, el suelo es un suelo cohesivo o fino (limo o arcilla, dependiendo del tamaño
de las partículas)
4.1 Características de los Limos
Tipo de suelo fundamental con un tamaño medio de partículas entre los 0.060 y los 0.002 mm
de diámetro.
Los limos retienen mejor el agua que los dos tipos de suelos anteriores, al ser el tamaño de sus
huecos muy inferior.
Si se forma una pasta agua-limo y se coloca sobre la mano, al golpear con la mano se ve cómo el
agua se exuda con facilidad.
Los limos son el resultado fundamentalmente de la erosión física de las rocas y los granos de
arena (agua, viento y hielo), aunque también puede haber una componente significativa de
erosión química.
Suelen estar constituidos fundamentalmente por minerales de cuarzo y feldespatos.
Rango de tamaños según distintas clasificaciones
Los limos son fácilmente trasportados por el agua y
por el viento.
Pueden clasificarse entre los limos orgánicos y los
limos inorgánicos.
Los limos orgánicos se forman en suelos de
ecosistemas húmedos, con mezcla de residuos
vegetales, animales y minerales.
Los limos inorgánicos están formados exclusivamente
de partículas inorgánicas.
 Los limos son suelos particularmente sensibles a los cambios de contenido en agua (ciclos humectación-
desecación), que provocan el fenómeno de colapsabilidad de los suelos.

Tanto permanentemente secos como saturados, estos suelos pueden presentar una resistencia notable,
siempre que dispongan del confinamiento (presión) adecuado.
Dado que los limos son fácilmente transportables por el agua y/o el viento, una vez depositados y secos,
su estructura suele ser abierta y floja.
Inicialmente, su cohesión sea baja. Esta cohesión va aumentando a medida que se va amontonando
material y los huecos se van rellenando de partículas más finas y por débiles “cementos” yesíferos y
cabonáticos.
Estas partículas finas y “cementos” proporcionan la cohesión entre las partículas y la capacidad resistente.
Estos suelos se mantienen estables mientras estén secos (o moderadamente húmedos). Sin embargo,
en periodos de intensas lluvias, el agua disuelve y arrastra los “cementos” y partículas finas de los
poros, provocando una disminución significativa de la cohesión y de la capacidad resistente, pudiendo
dar lugar a fenómenos de colapso.
 4.2 Características de las Arcillas

Tipo de suelo fundamental (C) con el tamaño de

partículas más pequeño (fino) que se pueda
encontrar sobre la corteza terrestre.
Partículas minerales inferiores a los 0.002 mm de
diámetro
Para su formación, es indispensable la presencia de
erosión química (además de los procesos físicos y
biológicos)
 Generalidades
Formadas por minerales silicatados (caracterizados por su estructura en capas).
Constituidos por cadenas de elementos tetraédricos y octaédricos, unidas por
enlaces covalentes débiles, pudiendo entrar el agua entre las cadenas produciendo
en ocasiones, y en determinados minerales, aumentos de volumen considerables.
Por lo anterior, la capacidad de retención de agua de las arcillas es muy grande, dado
el pequeño tamaño de los poros y la gran superficie de absorción de las partículas,
permitiendo retener fácilmente el agua.
Esta capacidad de retención de agua genera un comportamiento más complejo y
problemático
 Tipos de minerales de arcilla:
Los principales minerales de arcilla son:
Caolinita: son las típicas arcillas para porcelana. Dentro de este grupo destacan
las haloysitas, variante típica de zonas tropicales.
Los minerales de arcilla se
Illita: Mineral predominante en las arcillas marinas.
diferencian en función del
Esmectita: Dentro de este grupo destacan las montmorillonitas (de número de capas
comportamiento expansivo al absorber agua) y las bentonitas (muy usadas en fundamentales de su
construcción). estructura.

Vermiculita: Es de estructura similar a la montmorillonita/esmectita.

Sus propiedades tenso deformacionales y su resistencia están estrechamente
relacionados con su contenido en agua y con su historial de tensiones.
Sus propiedades tenso deformacionales y su resistencia están estrechamente relacionados con su contenido en
agua y con su historial de tensiones.
El confinamiento al que está sometida la arcilla juega un papel fundamental en su densidad y rigidez.
Por lo general, en potentes estratos de arcillas, la rigidez y la resistencia aumentan con la profundidad, es
decir, con la presión de confinamiento.
Su rigidez también puede variar de manera notable según el nivel de deformaciones (en especial de corte) al
que está sometida.
 Las arcillas pueden clasificarse en dos grandes grupos:

Arcilla sobreconsolidada: Se dice que una arcilla esta sobreconsolidada cuando, en el momento de su
observación, esta sometida a una presión inferior a la presión máxima que ha experimentado a lo largo de
su historial tensional.
Un caso particular de esta situación son las arcillas glaciares, que originalmente soportaron el
peso de toneladas de hielo que finalmente acabo fundiéndose. Por tanto, la presión a la que
están sometidas actualmente es inferior a la presión máxima a la que estuvieron sometidas.
Arcilla normalmente consolidada: Se dice que una arcilla está normalmente consolidada cuando, en el
momento de su observación, está sometida a la mayor presión de su historial tensional.
Los términos sobreconsolidado y normalmente consolidado no son términos
absolutos y definitivos para una arcilla.

Es decir, una arcilla sobreconsolidada puede pasar a estar normalmente consolidada si se aumenta su
carga, por ejemplo, construyendo un terraplén encima y una arcilla normalmente consolidada puede
pasar a estar sobreconsolidada (si se disminuye la carga sobre ella, por ejemplo, con una excavación.
Por tanto, la clasificación como arcilla sobreconsolidada o normalmente consolidada dependerá de la
situación a la que está sometida la arcilla y del momento de observación.
 Para definir cuantitativamente el concepto de sobreconsolidación de una arcilla,
se emplean dos parámetros fundamentales:

Presión de sobreconsolidación o de preconsolidación (s’p): Es la presión efectiva vertical máxima

que se ha ejercido sobre una arcilla sobreconsolidada a lo largo de su historial tensional.
La razón o grado de sobreconsolidación (OCR, Overconsolidation Ratio): Es la relación entre la
presión de sobreconsolidación (preconsolidación, s’p) y la presión efectiva vertical actual (s’0) a la
que está sometida la arcilla, definido como:
𝑂𝐶𝑅 = 𝜎𝑝′/ 𝜎0 ′
A partir de esta expresión, puede deducirse que para las arcillas sobreconsolidadas OCR > 1.0 y para
las arcillas normalmente consolidadas OCR = 1.0.
 Plasticidad: Propiedad que distingue y es propia de las arcillas.

Los suelos granulares (arenas y gravas) ni los limos presentan esta propiedad.
Las arcillas pueden considerarse como suelos plásticos, mientras que los suelos granulares y los limos son
suelos no plásticos.
La plasticidad es la habilidad que presentan las arcillas, en un determinado rango de contenido en agua (rango
de humedades), para ser moldeadas y maleables pudiendo adquirir deformaciones plásticas irreversibles (sin
recuperación elástica) y sin fracturarse, resquebrajarse o desmenuzarse la muestra.
La propiedad de plasticidad en las arcillas se debe a las fuerzas electromecánicas existentes en las moléculas
de los minerales de arcilla.
 Plasticidad y cohesión
La plasticidad es la propiedad por la cual las arcillas, bajo ciertos rangos de humedades (contenido en agua)
pueden moldearse (deformarse) irreversiblemente sin fracturarse, debido a las fuerzas electromagnéticas de
los minerales de arcillas.
La cohesión es la capacidad de un suelo de ofrecer resistencia al corte sin necesidad de presión de
confinamiento (es decir, la propiedad que permite realizar un talud/corte casi vertical).
La cohesión se da como resultado del pequeño tamaño de las partículas.
Los limos únicamente presentan cohesión por el pequeño tamaño de sus partículas, pero no presentan
plasticidad porque carecen de las fuerzas electromecánicas que aportan dicha propiedad.

**Por lo tanto los suelos cohesivos y plásticos, son las arcillas, y los suelos cohesivos no plásticos, que son los limos.
Usos de las arcillas
Como material de construcción:
Producción de ladrillos.
Debido a su alta impermeabilidad, como bentonita se emplean también en la
construcción de muros pantallas para estabilizar la y en tuneladoras para
asegurar la estabilidad del frente del túnel.
 Problemáticas de las arcillas
Principalmente puede darse el fenómeno de expansividad.
La expansividad es una propiedad de determinadas arcillas, en concreto de las montmorillonitas.
Entre los factores que pueden provocar la absorción y aumento de volumen destacan:
Las variaciones climáticas (intensas lluvias).
La vegetación, que pueden cambiar localmente el contenido de humedad del terreno y dar lugar a los
cambios de volumen.
⁂ el fenómeno de expansividad requiere de dos elementos para producirse: La estructura de la arcilla que
permita la absorción de agua y el aporte de agua o de humedad.
En edificios construidos sobre arcillas expansivas, estos
pueden verse sometidos a levantamientos diferenciales
importantes al expandirse la arcilla que pueden provocar la
fisuración y agrietamiento de las paredes de forma
importante.
Así mismo, la expansividad de las arcillas puede provocar la
rotura de losas de carreteras, aumentar la presión sobre muros
pantalla y sostenimiento de túneles hasta provocar su colapso
y provocar e levantamiento de las cimentaciones de puentes y
viaductos, entre otros problemas.
 4.3 Estructura y propiedades de las arcillas
Unidades básicas de la estructura de las arcillas:
La estructura de las arcillas está constituida por dos tipos de capas unidas entre sí mediante enlaces covalentes
de oxígenos comunes:
El primer tipo de capa está formada por tetraedros. El centro de los tetraedros está ocupado generalmente por
silicio Si4+, aunque puede ser sustituido con relativa frecuencia por aluminio Al3+ y esporádicamente por
hierro Fe3+.
Este tipo de capa principal tiene un espesor de 3 Å (angstrom, unidad de longitud para expresar longitudes de
onda, distancias moleculares y atómicas. 1 Å = 1 x 10-10 m)

Símbolo de la capa tetraédrica de la arcilla

La segunda capa elemental está formada por octaedros, espesor es de 4 Å.
La unidad octaédrica está compuesta por un ion central de aluminio Al3+, magnesio Mg2+ o hierro Fe2+

Símbolo de la capa octaédrica de la arcilla

 Principales tipos de arcillas:
1) Caolinitas
Su nombre deriva del chino “kao ling”, lugar donde se extraían para la elaboración de porcelanas.
China es una de las regiones con mayor presencia de caolinitas.
Mineral más dominante en los depósitos de arcillas residuales.
Está formada por una capa tetraédrica (silicio Si4+) y una capa octaédrica de aluminio Al3+ (gibbsita), a estas
arcillas se las conoce como familia o grupo 1:1 (una capa tetraédrica y una octaédrica).

• Las capas están unidas por medio de fuertes enlaces (puentes) de

hidrógeno y fuerzas de Van der Waals.
• Se trata por tanto de un mineral de arcilla muy estable, con una
estructura muy fuerte.
• tengan muy poca capacidad de absorción de agua, por lo que
presentan un bajo potencial de hinchamiento y retracción con los
cambios de humedad
 2. Illitas
Formada por dos capas tetraédricas: Silicio Si4+ y Aluminio Al3+.
La illita es el mineral predominante en las arcillas marinas.
Debido a que la unidad elemental se compone de dos capas tetraédricas y una capa octaédrica, a estas
arcillas se las conoce como familia o grupo 2:1 (dos capas tetraédricas y una octaédrica).
Tienen mayor capacidad de absorción de agua que las caolinitas y tienen mayor potencial de expansividad y
retracción.
 3) Esmectitas (Montmorilonitas)
La montmorillonita es el mineral más abundante de este grupo siendo el componente principal de las bentonitas
que son arcillas ampliamente usadas en construcción (soporte temporal de las paredes de la excavación, entre
otras).
Compuesta por dos capas tetraédricas (una superior y otra inferior) con ion central de silicio Si4+ y una capa
octaédrica central con ion central de aluminio Al3+.
Suele ser el resultado de la alteración adicional de la illita.
Presentan un gran potencial de absorción de agua, expansividad y retracción
 4. Vermiculitas
Arcilla del grupo 2:1 como la illita y la esmectita (montmorillonita), su unidad elemental esta formada por una
capa superior e inferior tetraédrica y entre ambas, a modo de “sándwich”, se coloca una capa octaédrica
(brucita).
Los enlaces entre las distintas unidades elementales son a través de fuerzas de Van der Waals y iones
intercambiables de magnesio Mg y/o calcio Ca.
La vermiculita tiene propiedades expansivas (aumento de volumen con absorción de agua) pero su potencial
de expansividad es inferior al de la montmorillonita.
 Estructura de las arcillas:
Macroestructura:
Fisuras, pliegues, fallas, bolsas de limos y arcillas intercalados y todo tipo de discontinuidades en la estructura de la
arcilla.
Elemento a considerar en el estudio del comportamiento y resistencia de la arcilla.
Microestructura:
* En función del medio de deposición (agua dulce, salada) y el medio electromecánico de dicha deposición.
* Fuerzas fundamentales que actúan entre las partículas de arcilla:
-Atracción: Fuerzas de atracción entre las partículas por las fuerzas de Van der Waals (Pequeño tamaño de la
partículas).
-Repulsión: Se originan en la superficie (cara) debido a su naturaleza eléctrica negativa y en los bordes de las
partículas por la concentración de iones positivos (cationes), y por tanto carga eléctrica positiva.
Distribución de cargas eléctricas en
las partículas de arcillas y
combinaciones entre ellas.
Entornos de agua dulce
Entornos de agua salada
Cuando las partículas de arcillas se
encuentran inicialmente disueltas en
agua: la fuerza de repulsión es mayor a
la de atracción debido a la gran
distancia entre las partículas.
La arcilla formada por partículas en las
que predomina la fuerza de repulsión
tendrá una microestructura
denominada dispersa, en la que las
partículas tienden a orientarse de
forma paralela unas de otras (“cara a
cara”), característica de ambientes de
agua salada (marinos y lagos salobres).
 Si las partículas de arcilla, debido a su movimiento aleatorio en suspensión, se acercan lo
suficiente, las fuerzas de atracción superan a las de repulsión, pudiéndose formar entonces
agregados de partículas llamados flóculos.

Combinaciones de partículas en la estructura floculada Combinaciones de partículas en la estructura dispersa

Modificación de la microestructura de las arcillas debido a
cargas externas: Índice de poro
Elementos más importantes de las arcillas:

1. Superficie específica:
Una de las características más importantes de las arcillas es su forma laminar típica, entre más
pequeña y laminar sea una partícula de arcilla, más grande será su superficie específica (Ss).
Se denomina superficie específica (Ss) a la relación del área de la superficie de la partícula y la
masa (masa = volumen x densidad) de la partícula.

𝑆𝑠 = 𝐴𝑟𝑒𝑎 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡í𝑐𝑢𝑙𝑎 Área superficial de una partícula

por unidad de masa (m2/g)
𝑀𝑎𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡í𝑐𝑢𝑙a
Elementos más importantes de las arcillas:

1. Superficie específica:
Área superficial de una partícula
𝑆𝑠 = 𝐴𝑟𝑒𝑎 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡í𝑐𝑢𝑙𝑎 por unidad de masa (m2/g)
𝑀𝑎𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡í𝑐𝑢𝑙a

Ejemplo: Determinar la superficie especifica de una partícula de suelo cúbica de 1 cm por lado,
densidad de 2650 kg/m3:
𝑆𝑠 = (0.01 m)(0.01 m)(6) = 0.226 m2/kg = 2.26x10-4 m2/g
(0.01 m)(0.01 m)(0.01 m)(2650 kg/m3)

Determinar la Ss para una partícula de suelo cúbica de 1 μm, con la misma densidad.
1. Superficie específica:
𝑆𝑠 = 𝐴𝑟𝑒𝑎 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡í𝑐𝑢𝑙𝑎 Área superficial de una partícula
por unidad de masa (m2/g)
𝑀𝑎𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡í𝑐𝑢𝑙a

Ejemplo: Determinar la superficie especifica de una partícula de suelo cúbica de 1 cm por lado,
densidad de 2650 kg/m3:
𝑆𝑠 = (0.01 m)(0.01 m)(6) = 0.226 m2/kg = 2.26x10-4 m2/g
(0.01 m)(0.01 m)(0.01 m)(2650 kg/m3)

Determinar la Ss para una partícula de suelo cúbica de 1 μm, con la misma densidad.
𝑆𝑠 = (1x10-6 m)(1x10-6 m)(6) = 2 264 m2/kg = 2.26 m2/g
(1x10-6 m)(1x10-6 m)(1x10-6 m)(2650 kg/m3)

*Entre más pequeña y laminar sea una partícula de arcilla, más grande será su superficie específica (Ss).
 2. Superficie de carga y adsorción
La superficie (caras) de las partículas de arcillas tienen carga eléctrica neta negativa, por lo que para equilibrar
estas cargas negativas en su superficie, las partículas de arcilla atraen iones positivos.
Dado que la molécula de agua tiene la habilidad de formar fuertes enlaces tanto con la superficie de la
partícula de arcilla cargada negativamente (por medio de los átomos de hidrógeno) como con los cationes
(iones positivos) que están adheridos a su vez a la superficie.
A esta capa de agua fuertemente adherida a la superficie de la partícula de arcilla y/o a los iones positivos
sobre ella se le denomina agua adsorbida o capa adsorbida y está tan fuertemente enlazada a la partícula que
puede considerarse parte de la misma.
A medida que la distancia a la partícula de arcilla se incrementa, los enlaces con las moléculas de agua se
hacen más débiles, adquiriendo el agua mayor fluidez y asemejándose su comportamiento y propiedades a las
del agua libre.
 2. Superficie de carga y adsorción
A la combinación de la superficie de las partículas de arcilla (cargada negativamente), los cationes (iones
positivos) adheridos a ella y a la capa adsorbida se le denomina capa doble difusa.
Esta capa doble difusa es la que determina la interacción entre las partículas de arcillas y es la responsable de
que las arcillas presenten las propiedades de cohesión y plasticidad.
El grosor de la capa doble condiciona el comportamiento y la interacción de una partícula con las que le
rodean, en función del balance de fuerzas de atracción (Van Der Waals) y repulsión.
 3. Capacidad de intercambio básico
La carga superficial negativa total de los minerales de la arcilla se puede neutralizar de varias formas:
➢Por los cationes internos.
➢Por los enlaces de hidrogeno de la capa absorbida.
➢ Por los cationes del agua adsorbida

El remanente de carga superficial negativa no neutralizada es la capacidad de intercambio básico.

Ejemplo: Base de la mejora de suelos con cal (o cemento). La adición de cal a un suelo arcilloso provoca una sustitución de iones
monovalentes por los de la cal (de mayor valencia), provocando una floculación de las partículas de arcilla y una reducción de en el
espesor del agua adsorbida (favoreciendo a las fuerzas de atracción sobre las de repulsión).
De este modo se puede lograr:
➢Reducir la humedad natural del suelo.
➢Reducir el índice de plasticidad
➢Reducción del potencial de cambios volumétricos y aumento de la resistencia del suelo
4. Susceptibilidad
La susceptibilidad indica la pérdida de resistencia de la arcilla al sufrir remoldeo.
Se define como la relación entre la resistencia al corte sin drenaje de un suelo arcilloso en
estado inalterado y la resistencia al corte sin drenaje de ese mismo suelo arcilloso después de
ser remoldeado a contenido de humedad constante.

5. Tixotropía
Pérdida de resistencia al corte de una arcilla al remoldearla y su posterior recuperación con el
tiempo.