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FRANCISCANA
DE FORMACION
¿Qué es Formación?
La Metodología en la Formación
a) Entendimiento y Amor
Forma inherente del evangelizar es la de la persuasión interior, de la
educación del criterio, de la conversación ordinaria, y nunca la de una
coacción o avasallamiento de la persona; por lo que se ha de presentar solo
como una sugerencia, como una objeción o un llamado de atención
dirigido a la conciencia del interlocutor. Consecuentemente también el método
franciscano de formación es el de la persuasión y nunca el del juridicismo
impositivo y amedrentador.
a) Consideración y Retraimiento
Francisco tiene el sentido de que el otro tiene la última palabra de cara a Dios,
en su elección de qué habrá de hacer o cómo habrá de comportarse; por ello
evita toda actitud de dueño y Señor de su vida. Convenciéndose que no es él
quién ha de decidir en la conciencia de aquellos, y que más bien ha de dejar
que Dios sea Dios en sus voluntades y sobre sus existencias. Siendo
todavía ministro de toda la fraternidad y fundador escribe a un superior
contrariado por el camino equivocado que tomaban numerosos hermanos:
"ama a los que esto te hacen no en otra forma que como te son dados;
y no pretendas que sean mejores cristianos" (CtaM).
Esta gran libertad de iniciativa particular para el bien que postula Francisco es
el fundamento de lo que vamos diciendo acerca de la centralidad del método
de la persuasión más allá de cualquier imposición. San Buenaventura dice:
"Los superiores exhorten antes de mandar" (Ex.sup.Re 10,2); y agrega San
Bernardino de Sena: "Los hijos deben ser atraídos más por la persuasión
que doblegados por la vara" (Op.Omn. IV, p 35). Ello requiere cual fundamento sin
duda, el cultivo metodológico de la trasparencia en torno a las verdades,
motivaciones o principios que nos inspiran, de modo que nadie esté engañado
con nosotros. La metodología franciscana de formación no puede ser en
ningún caso enemiga del esclarecimiento intelectual de sus iniciados;
como si por conveniencia proselitista hubiese de franquearles el paso con el
hermetismo y ocultamiento de sus doctrinas más determinantes.
"Nada debe disgustar al siervo de Dios en los otros, fuera del pecado.
Incluso, si debido a ello sea cual fuere el pecado que una persona
cometa, el siervo de Dios se altera o se enoja, y no movido por la
caridad, atesora culpas. Vive en verdad sin nada propio el siervo que
no se enoja ni se turba por cosa alguna. Es dichoso el que no retiene
nada para sí, restituyendo 'al cesar lo que es del cesar, y a Dios lo que
es de Dios'" (Adm 11).
Solo el pecado puede disgustar al corazón verdaderamente sabio en la vida
de un hermano, y esto, en cuanto obstruye en él la expansión de la
caridad. Francisco y Clara poseen el entendimiento y la entereza para prever
y afrontar la imperfección y limitación natural que hay en el hombre, como
también para respetar su autodeterminación y libre albedrío. Ellos aman los
seres y personas procurándoles lo que Dios desea de sus vidas y destino. Y
actúan frente a ellos con los mismos métodos y actitudes con que actúa Dios.
La metodología franciscana se centra en dicho sentido en la persona del
formando que representa a Cristo encarnado, pero tiene también en cuenta
que Cristo mismo como Dios trasciende a todo hombre y constituye su
objetivo esencial y ejemplar:
Esto quiere decir que si bien nuestra metodología se dirige con veracidad a la
subjetividad y particularidad del formando, se orienta también por la verdad
objetiva del destino de todo hombre: el varón perfecto Cristo.
Es más importante tener una cabeza bien formada que una cabeza llena, pero
no hay cabeza bien formada que esté vacía, pues nuestra interioridad se
desenvuelve con lo que hemos introducido en nuestra cabeza. Sumamente
beneficioso es aquel conocimiento que imploraba a Dios Francisco, que
"ilumine las tinieblas de nuestra mente, nos de una fe recta, una sólida
esperanza y una caridad perfecta". Que oriente nuestra vida librándola del
error y la ambigüedad que la ofuscan y deparan por camino únicamente
barrizales insalvables.
b) Perfección de la Voluntad