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Universidad de Buenos Aires - Facultad de Filosofía y Letras

1er cuatrimestre 2021

PRINCIPIOS DE CATALOGACIÓN
CLASE TEÓRICO PRÁCTICA N.º 1

El registro catalográfico

En esta 1a parte de la clase trataremos de entender qué es un registro catalográfico como unidad de
todo catálogo, qué partes lo componen y en qué consiste la tarea del catalogador.

Como ya leyeron en la primera clase teórica, el catálogo de una biblioteca es una de las
herramientas más difundidas para el denominado control bibliográfico: a partir de un catálogo se
puede “controlar” la colección documental que posee una institución, y la suma de catálogos de las
diferentes bibliotecas permiten controlar en buena medida la totalidad de recursos que se posee de
una determinada disciplina, o los que hay en una localidad determinada, una región o provincia, un
país, etc.

Cada catálogo de biblioteca está compuesto de múltiples registros catalográficos; cada uno de esos
registros describe de manera detallada y precisa cada una de las manifestaciones que se posee de
las diferentes obras que integran la colección de esa biblioteca (manifestación y obra son conceptos
y términos del modelo FRBR, cuyos conceptos pueden ver en la bibliografía).

El catalogador debe leer técnicamente cada documento nuevo que ingresa a la colección, reconocer
en esa lectura técnica qué datos o atributos lo describen de manera adecuada, registrar dichos datos
y asignarle luego puntos de acceso para que ese registro pueda ser localizado dentro del catálogo
cuando el usuario realiza una búsqueda. Finalmente debe agregar en el registro una ubicación física
que permita conocer en qué parte de la biblioteca está almacenado ese recurso, de manera de
permitir el acceso físico.

En nuestra asignatura, por cuestiones de tiempo y disponibilidad de materiales, solo vamos a


enseñarles cómo catalogar libros, es decir, monografías impresas o publicadas. Con esa base bien
aprendida, será mucho más sencillo para ustedes poder generar registros catalográficos para otro
tipo de recursos, ya que la base es muy similar.

a) Lectura técnica

Vayamos por partes entonces: ¿en qué consiste la lectura técnica que el catalogador debe realizar?
sin duda sería una tarea por demás ardua leer todo el recurso para poder catalogarlo, imposible por
cierto. Entonces, la lectura técnica consiste en leer algunas partes del documento para tratar de
identificar los datos o atributos que permitan describirlo unívocamente, es decir, aquellos datos que
en conjunto le permitirán al usuario reconocer y diferenciar ese recurso de otros similares, con el
objetivo de que pueda elegirlo o seleccionarlo si lo considera de utilidad.

Por lo tanto, brindar una descripción detallada y adecuada para cada recurso de nuestra colección
facilitará la tarea de selección a los usuarios. Obviamente, luego de elegido el recurso en el catálogo
el usuario debe poder acceder "físicamente" al mismo.

¿Y qué partes debe leer un catalogador cuando de libros impresos se trata? Seguramente la mayoría
de ustedes están pensando en aquellas partes que brindan datos de autor, título y otros: la tapa que
se denomina técnicamente "cubierta", la portada, etc. Y están en lo cierto, pero no son esas las
únicas partes de un libro que el catalogador debe tener en cuenta.

Para que todos manejemos el mismo criterio, es necesario ponernos de acuerdo en cuáles son esas
partes de una monografía impresa que no deben pasarse por alto para una correcta lectura técnica
(nos referimos a dónde se encuentran dichas partes y cómo se denominan formalmente). Es
imprescindible que todos usemos la misma terminología especializada. El uso correcto de términos
técnicos de la disciplina es muy relevante, porque el conocimiento de conceptos precisos y el uso de
terminología adecuada es lo que nos distinguirá como profesionales, entre otras cuestiones.

Para que todos tengamos el mismo criterio y mencionemos de igual forma las diferentes partes que
componen un libro o monografía impresa, les pedimos que analicen detenidamente el siguiente
video que hemos preparado para este tema:
https://www.youtube.com/watch?v=L0fFLXC6XKA&t=11s

Ahora, sabiendo que tenemos que hacer una lectura técnica y conociendo qué partes de una
monografía debemos considerar para esa tarea, pasamos a las tareas siguientes:

b) Descripción

Describir una manifestación es efectuar un registro estandarizado de los diferentes atributos o


metadatos representativos de esa manifestación. Ya iremos viendo qué atributos describen a los
libros impresos o publicados, y cómo y dónde localizar esos atributos en cada manifestación.
También estudiaremos cómo registrar esos datos para generar un catálogo automatizado, de manera
de tener confeccionada la primera parte del registro.

Pero un registro catalográfico no sirve de nada si solamente consta de una descripción. Como
dijimos antes, el usuario debe poder encontrar esa descripción dentro del catálogo entre las miles de
descripciones de los otros recursos de nuestra colección. Y una vez que encontró esa descripción y
confirmó que ese documento le puede servir, necesita acceder físicamente a él.

Entonces, además de la descripción, todo registro catalográfico necesita incluir de modo obligatorio:

c) Puntos de acceso

Puntos de acceso son los datos normalizados a partir de los cuales un usuario puede localizar esa
descripción dentro del catálogo.

Destacamos el término “normalizados” porque la normalización es fundamental en los puntos de


acceso; es una de las características más relevantes del proceso catalográfico. Es fundamental
normalizar el procedimiento de registro y sobre todo normalizar los puntos de acceso, para que en
todo el catálogo se representen siempre de igual manera. Es decir, no importa como figuren dichos
datos en los diferentes recursos; cuando los convertimos en puntos de acceso debemos
normalizarlos y usarlos siempre de ese modo cuando sirven como puntos de acceso para los
diferentes recursos.

¿Qué datos son puntos de acceso habitualmente? Para el caso de las monografías impresas o
publicadas, podemos tener:

a.i) el nombre del creador o creadores de la obra, sean éstos personas, familias o entidades
corporativas. Técnicamente hablamos de creador/es de la obra y no de autor/es.
Dentro del grupo de entidades corporativas como creadoras de una obra se incluyen, además de
instituciones públicas y privadas, los gobiernos de un país, provincia o municipio, las entidades
intergubernamentales, los gobernantes de más alto rango que generan documentos en carácter
oficial (presidentes, gobernadores, primeros ministros, etc.). También se incluyen en el grupo de
entidades corporativas las reuniones o conferencias, etc.

Así, pueden ser creadores de una obra Gabriela Mistral, Akira Kurosawa, Beatriz Sarlo, Aristóteles,
Universidad Nacional de Cuyo, Banco Central de la República Argentina, Secretaría de Extensión
Universitaria de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Techint S.A.,
Laboratorios Bagó S.R.L., Organización Mundial de la Salud, Argentina (como gobierno del país
de igual nombre), San Pablo (como gobierno de ese estado brasileño), Raúl Ricardo Alfonsín (en
su carácter de presidente de Argentina entre 1983 y 1989), José Octavio Bordón (en su carácter de
gobernador de Mendoza, provincia argentina, en el período 1987-1991), la 20ª. Reunión Nacional
sobre Oleaginosas, el 5th. International Symposium on Medical Drugs, etc.

a.ii) el nombre de los realizadores de una expresión – esto es, los ilustradores, traductores,
prologuistas, etc. También puede ser punto de acceso el nombre de las entidades corporativas
productoras de la manifestación, es decir, en el caso de los libros impresos, la editorial o institución
responsable de su publicación;

a.iii) el título de la obra y el título de la manifestación (pueden coincidir en ocasiones y en otras ser
diferentes). Por ejemplo, el título de una de las más famosas obras de Cervantes es "Don Quijote”
(ya veremos más adelante que esto se denomina “título preferido de la obra”). En cambio, los títulos
de las distintas manifestaciones de esa obra, siempre en su expresión original (texto escrito, en
español) han sido muy diversos: "El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha”, “Las aventuras
de Don Quijote”, “Mi primer Quijote”, “Mi primer Quijote en comic”, etc. Y por supuesto,
también están los títulos de las manifestaciones de expresiones en otros idiomas (“Don Chischiotte
della Mancia”, “The history of Don Quixote”, etc.).
En síntesis, como dijimos al principio de este inciso, un usuario puede buscar dentro del catálogo
por a) el título preferido de la obra o b) el título de cualquier manifestación, que es el que figura en
la portada de cada edición.

a.iv) el título de la serie monográfica en la cual se publicó dicha manifestación (Colección


Anagrama; Publicaciones del CNRS. Serie X: Matemática; Cahiers de Architecture; Informe
Técnico; Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Letras, etc.)

a.v) los temas o materias de los que trata la obra. Como el modelo FRBR lo establece, los temas o
materias de una obra pueden ser:
un objeto (Televisores LED),
un concepto (Biología molecular),
un evento (Revolución Francesa),
un lugar (Cataratas del Niágara),
cualquiera de las entidades del grupo 1 y 2 de ese modelo conceptual (es decir, una obra, una
expresión, una manifestación o un ítem, una persona, una familia o una entidad corporativa también
pueden ser el tema o materia de una obra). Cualquier estudio crítico sobre la obra de Cervantes que
antes mencionamos, tiene como tema a la obra “Don Quijote”. Pero también puede existir un
estudio crítico sobre la traducción al italiano de esa obra (y en ese caso el tema de ese estudio
crítico sería la expresión en italiano de la obra “Don Quijote”). Y del mismo modo, el mismo
Miguel de Cervantes Saavedra es tema de estudio en muchas obras (o sea, en ese caso el tema es
una persona).
Por supuesto, en la mayoría de los casos, el tema o materia de una misma obra se determina
a través de 2 o más de estas entidades (es decir, dos o más conceptos, un lugar y varios conceptos,
una obra y uno o más conceptos, un ítem y un lugar, etc.)

a.vi) los nombres de las instituciones que son sede de las reuniones, congresos o conferencias (por
ejemplo, Academia Nacional de Medicina, Ministerio de Economía de la Provincia de San Luis,
etc.)

a.vii) los números de leyes o decretos; el nombre de un determinado código legal; el nombre por el
cual se conoce un tratado, etc. (Ley 22.433 de la Argentina, Decreto 447/2012 de la provincia de
Chubut, Constitución de la Nación Argentina, Tratado Internacional sobre los Derechos del Niño,
etc.).

En síntesis, todos estos datos anteriores pueden ser puntos de acceso para los registros
catalográficos. Como ya mencionamos, al registrarlos con esa función no tienen igual forma que en
la descripción (donde debemos respetar la forma que figura en el recurso) sino que debemos
normalizarlos en base al estándar de catalogación elegido. En nuestro caso usaremos como
estándar o código de catalogación el aprobado hace pocos años, denominado RDA: Recursos,
descripción y acceso. Dicho código indica cómo registrar cada dato de la descripción, cómo elegir
los puntos de acceso y cómo normalizar dichos puntos de acceso.

Para que este punto quede claro: necesitamos normalizar los puntos de acceso porque por ejemplo
el usuario no buscará en el catálogo "Gabriela Mistral", cuando desee conocer si la biblioteca posee
documentos donde esa persona intervino como creadora u otro rol, sino que buscará por la forma
"Mistral, Gabriela”. Esa es una forma de normalizar el nombre de una persona. Pero además, si
hubiera varias personas con igual nombre, habría que diferenciarlas, agregando otros atributos que
le permitan al usuario identificar claramente a una y otra persona. Y muy importante para todo
catálogo: una vez elegida una forma normalizada para el nombre de una persona, entidad
corporativa, materia, etc, basándonos siempre en lo que el estándar nos indica, deberá usarse
siempre esa forma cuando querramos que ese dato sea punto de acceso para los diferentes
registros, sin que importe cómo aparece o figura en los diferentes recursos.

Para mostrar esto con un ejemplo: si en una manifestación la editorial decidió que el nombre de esa
autora figure como Gabriela Mistral, en otro recurso solo figura G.Mistral y en una tercera
manifestación la portada dice Lucila Godoy Alcayaga (nombre real de la autora), como punto de
acceso para las descripciones de las tres manifestaciones usaremos siempre la forma normalizada
“Mistral, Gabriela”. Esto ayudará a que el usuario localice en el catálogo todos los recursos de la
misma autora con una sola búsqueda, aún desconociendo como cada editorial eligió representar el
nombre de esa persona en las diferentes publicaciones.

Cuando lleguemos al apartado de normalización de puntos de acceso dentro del programa


estudiaremos cómo se normalizan todos estos datos para que funcionen justamente como puntos de
acceso estandarizados. Los únicos datos que no se modifican cuando se usan como punto de acceso
son los títulos de las manifestaciones o de las obras: no se altera el orden de ese título, en todo caso
solo se indica al sistema que no tenga en cuenta los artículos iniciales.

d) Signatura topográfica

Una vez localizada una descripción dentro del catálogo, usando uno de los puntos de acceso
anteriormente indicados, el usuario evaluará si el conjunto de datos que constituyen la descripción
se corresponden con el recurso que está buscando. Y posteriormente a esa evaluación podrá
seleccionarlo. Como dijimos antes, una vez seleccionado un recurso, el usuario debe poder acceder
físicamente al mismo. Para eso es necesario la signatura topográfica, que como su nombre lo indica,
establece en qué lugar se encuentra físicamente almacenado el recurso dentro de la colección de la
biblioteca. Sin este dato no estaríamos en presencia de un registro catalográfico (o registro de un
catálogo de biblioteca) sino simplemente de una bibliografía (lista sistematizada de recursos que
describe los mismos pero que no indica dónde pueden hallarse físicamente esos recursos).

………...
En síntesis, para generar un registro catalográfico necesitamos:

1. Hacer una correcta lectura técnica de cada recurso, identificando los datos o atributos más
relevantes e incluso deduciendo o buscando fuera del documento otros datos necesarios,

2. Generar con esos datos una descripción o conjunto de atributos que permitan identificar de
manera unívoca cada recurso,

3. Asignar a cada descripción diferentes puntos de acceso que permitan encontrar ese registro
dentro del catálogo (puntos de acceso que mayoritariamente se generan a partir de los mismos datos
de la descripción, con excepción de los puntos de acceso de temas o materias),

4. Establecer para ese registro una signatura topográfica que permita conocer la ubicación física
del recurso, sea este tangible (por ej.un libro impreso, un CD-ROM, un planisferio, etc.) o virtual
con acceso remoto (como por ej. un sitio web, un documento en PDF localizable en una URL
determinada, etc.).

Por supuesto, tanto el registro de datos necesarios para la descripción, como la asignación de los
puntos de acceso, deben basarse en un estándar de uso internacional. Como ya indicamos, nosotros
usaremos el estándar RDA.

En nuestra asignatura, Principios de Catalogación, solamente vamos a estudiar y poner en práctica


dos de las 3 partes que componen el registro catalográfico: la descripción y la asignación de puntos
de acceso. No estudiaremos la asignación de puntos de acceso de temas o materias, los cuales,
junto con la signatura topográfica, se estudian en otra asignatura de la Carrera.
Ejemplo de registro catalográfico

Atributos de descripción y puntos de acceso registrados en campos de datos del formato MARC21

MARC21 es básicamente una estructura para la carga de datos, que permite que los mismos sean legibles en un
sistema automatizado; estudiaremos más adelante las características de dicho formato para que ustedes sepan
registrar la información en esa estructura.

Visualización para el usuario, del mismo registro, con etiquetado de datos (en este caso se denomina
etiqueta al encabezado que identifica a cada atributo: título, autor, editor, etc.)

1. Visualización abreviada
2. Visualización extendida (los datos en azul son hipervínculos que permiten al usuario seguir navegando dentro
del catálogo a partir de esa información)

Visualización para el usuario en formato ISBD (típica visualización de los catálogos tradicionales o en
fichas, que aún se mantiene en muchos catálogos disponibles en línea)

Signat.topográfica

Sede de Alcalá
12/909515
Fábula, sexo y poder: teatro argentino al final del siglo XX / selección, estudios
y bibliografía a cargo de George Woodyard.
Lawrence, Kansas : LATR Books, imp 2009.
Descripción 140 páginas : il. ; 23 cm.-- (Colección antología Frank Dauster ; n.1)

Bibliografía: p. 135-140
Contenido: Yepeto / Roberto Cossa – Volvió una noche / Eduardo Rovner --
Cocinando con Elisa / Lucía Laragione
ISBN 978-0-578-02201-7

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Dorso de ficha: Puntos de acceso
i. Woodyard, George
ii. Cossa, Roberto (1934- ). Yepeto
iii. Rovner, Eduardo (1940-2020). Volvió una noche
iv. Laragione, Lucía. Cocinando con Elisa
v. Título de la manifestación
En las próximas clases comenzaremos a estudiar qué datos son parte de la descripción y más
adelante veremos los puntos de acceso que complementarán a esa descripción. Pero como ya
anticipamos, tendremos que analizar toda esa información de acuerdo a dos códigos o normas de
uso internacional para la generación de catálogos:

a) el estándar RDA, que nos indicará qué datos se requieren para describir cada documento y cuáles
de esos servirán cómo puntos de acceso; también ese código establece cómo registrar cada uno de
esos datos.

b) el formato MARC21, que como ya dijimos, es el que permitirá que todo el conjunto de datos que
constituye un registro catalográfico sea legible en un entorno automatizado. En otras palabras,
permite que toda la información que se registra pueda ser interpretada por un sistema, lo que
facilitará luego hacer todo tipo de búsquedas y que el usuario pueda visualizar los resultados de esas
búsquedas de una o más formas, tal como mostramos en los ejemplos.

En síntesis: haciendo una correcta lectura técnica de cada recurso a catalogar, y basándonos en estos
dos estándares, tendremos el contenido del registro catalográfico (establecido por RDA) y el
continente o estructura soporte de toda esa información (definido por el formato MARC21, el
cual está constituido básicamente por campos y subcampos donde iremos registrando los datos).

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