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Para poder pensar el proyecto escolar y su transformación educativa en el año pasado, marcado
por un aumento en las desigualdades sociales de todo tipo, hemos realizado entrevistas semi
estructuradas a dos docentes de diferentes niveles escolares. Qué tipo de mundo queremos
construir desde las escuelas, un diagnóstico actual y como pensar acciones a futuro que nos
permitan achicar las brechas existentes, son algunos de los tópicos que nos comunican y nos
ayudan a problematizar nuestra práctica de cara los nuevos desafíos de nueva normalidad, sin
duda, digital y virtual.
Partimos de establecer que los docentes y estudiantes dependen de los dispositivos tecnológicos y
de una buena conectividad para aprender y enseñar. La desigualdad en el acceso y el aumento de
la brecha digital se transforman en un tema central, preocupante 1. Clara, docente en la UMSA nos
explica el escenario inicial: “En primer lugar, apareció el año pasado, con la virtualización de las
clases presenciales y en el acceso a recursos digitales; una gran desigualdad, haciendo evidente
algo que siempre existió”. Cecilia, docente de primer ciclo escuela Normal La Plata: “Muchos
chicos no pudieron acceder, muchos no podían acceder a internet. Se intento de todo,
videollamadas en vivo, grabadas, que una familia con cuatro hijos y un celular haga malabares. La
verdad fue muy tediosa, demando mucho tiempo, sobre todo el seguimiento, muchos más sobre
todo la planificación alternativa para mantener la continuidad.”
Si bien las dos docentes se encuentran en los puntos opuestos de la formación, Cecilia en el primer
ciclo y Clara en formación superior, entendemos que a la hora de pensar cómo hacer propuestas
de enseñanza mediadas por tecnologías tienen un escenario no muy diferente en torno a la brecha
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Pagina 12. https://www.pagina12.com.ar/266370-educacion-la-brecha-digital-profundiza-las-
desigualdades-en-
que las condiciona en su práctica diaria. Cecilia: “más allá de que pudieran acceder entendieran
todo como recibir a través de las diferentes fuentes, después esa persona tenía un solo celular
para varios hijos y bueno la conectividad se dificultaba, a las familias les afecto mucho y a
nosotros como docentes también. Uno se siente frustrada, y aunque llames a veces no quieren
responder a veces se sienten avergonzados por los lugares donde viven y no quieren que los llames
y entonces uno se siente como sin herramientas. Se les acercaron algún cuadernillo a algunas
familias peor después no los podíamos supervisar vía
videollamada por lo menos”.
Consideramos que la tarea más difícil es convocar de manera amable a participar en plataformas
que ni nosotros mismos manejamos de manera adecuada, ya que no forma parte de una decisión
sino de una imposición por la circunstancia y que se tornó caótica. Nadie había buscado recursos
en esa dirección. El verdadero desafío será reconciliar cambiar la actitud para pensar acciones a
futuro que nos permitan achicar las brechas existentes.