El replante de orquídeas es un tema muy debatido y a veces complejo entre los cultivadores aficionados. Muchos se desviven tratando de encontrar el sustrato más efectivo y duradero para todas sus orquídeas. Hay quien recomienda como único sustrato la fibra de helecho, que se extrae de unas plantas arbóreas de la familia de los helechos y que en muchas partes está en proceso de extinción y, mientras transcurren los años, es cada vez más difícil encontrarlo. Lo cierto es que este sustrato se ha utilizado desde el siglo XIX con éxito, pero debido a su dificultad de encontrarla, actualmente se están utilizando otros materiales que sustituyen con mucho éxito a dicha fibra. Materiales para sustrato. Materiales en la actualidad, para utilizarlos como sustrato, son muchos y se pueden dividir en dos categorías: orgánicos e inorgánicos. Entre los materiales orgánicos se cuentan: la corteza de abeto rojo, troncos y cortezas grises y rugosas de varios árboles tropicales, corcho, musgo sphagnum, fibra de coco, fibra de helecho (Cyatea sp.) llamado “xaxim” en Sudamérica y “maquique” en México, incluso hay quien utiliza el centro de la mazorca de maíz. Las cortezas de árbol rojas y la corteza de coco deben ser tratadas y lavadas varias veces antes de utilizarlas, ya que contienen taninos que las raíces no soportan. Entre los inorgánicos o inertes se mencionan la roca volcánica llamada “tezontle” en México, piedra pómez, poliestireno en pedazos de una pulgada (utilizado mucho para empaque de mercancías), carbón vegetal, pedacería de tejas de barro o macetas, ladrillo rojo, tepecil (un material volcánico blanco, poroso y ligero parecido a la piedra pómez utilizado para la fabricación de bloques ligeros para la construcción). Para fabricar un buen sustrato, se pueden mezclar dos o tres materiales de los anteriores mezclados a partes iguales y triturados a un grueso entre 1.0 y 1.5 cm. Una mezcla que me gusta es: corteza de árbol, roca volcánica y carbón vegetal a partes iguales. Para que no tengan tanta preocupación, les diré que el sustrato puede ser únicamente roca volcánica (tezontle) o tepecil. Esto tiene varias ventajas para los que comienzas a conocer las orquídeas, ya que al ser inorgánicos hay menos probabilidad de podredumbre de raíces, también es posible practicar la técnica de la semihidroponia, lo que supone menos riegos y menos cuidados por deshidratación. Las raíces. Como saben, las raíces de las orquídeas tienen la facultad de extraer la humedad del aire debido al recubrimiento blanco esponjoso (velamen) que las cubre. Cuando se mojan, deben estar aireadas para evitar ser atacadas por los hongos y bacterias, es por eso que se prefieren sustratos gruesos y aireados, de otra manera, si el sustrato fuera tierra con humus, las raíces se ahogarían sin poder respirar y se pudrirían sobreviniendo la deshidratación de la planta y su muerte. Preparación para el replante. Las plantas que serán replantadas deben tener ciertas condiciones: ▪ Por haber sido recién compradas, ya sea porque se compraron a raíz desnuda, o porque no se conoce el tiempo real que han estado en la maceta original. ▪ Por estar viejo o descompuesto el sustrato. ▪ Por estar la planta enferma por pudrición de raíces. ▪ Por ser la planta demasiado grande para la maceta. Se limpian bien las raíces del sustrato anterior, se desenredan, y se les cortan todas las que estén secas y en mal estado. Se corta cualquier hoja o pseudobulbo seco o marchito por enfermedad. Utilizar en todo momento herramientas esterilizadas al fuego o por medios químicos como el cloro. División de las plantas simpodiales Este es el momento en el que se decide si la planta se va a dividir. Cualquiera que sea el motivo para dividirla, se debe tener en cuenta que este es un proceso que debilita la planta y la estresa, pudiendo quedar imposibilitada para florecer en la siguiente temporada. Para evitar esto, se recomienda hacer divisiones con más de tres pseudobulbos. Un solo pseudobulbo podría generar una nueva planta, pero su floración se retardará dos o más años. Con una herramienta filosa y esterilizada corten el rizoma en su nacimiento procurando dejar más de tres pseudobulbos por delante. Saneamiento Se prepara en un balde una solución con fungicida. Seguir las instrucciones del paquete para prepararlo. Se sumerge completamente la planta o las divisiones, si se hicieron, en el baño fungici- da durante 10-20 minutos y se dejan secar. Preparación del sustrato Desde la noche anterior, se prepara una mezcla con dos o tres materiales a partes iguales de los antes descritos y se ponen a remojar toda la noche. Al día siguiente se coloca el sustrato en un colador de los que se utilizan para lavar verduras para enjuagarlo y escurrirlo bien. Preparación de la maceta y el tutor La maceta debe ser nueva o bien lavada y desinfectada, y su tamaño debe ser tal que deje crecer la planta durante dos años. Se hacen dos agujeros pequeños con un alambre al rojo, en la parte superior de la maceta, a una distancia de 4 mm uno al lado de otro. Se coloca, parado en el fondo de la maceta, y pegado a la pared, entre los orificios, un tutor de madera o bambú de 5 mm de diámetro de una altura suficiente para poder atar a él los pseudobulbos. Se pasa un alambre delgado por los agujeros abrazando el tutor y retorciéndolo para que este quede fijo. Se hace lo mismo en el extremo opuesto de la maceta, de esta manera se tendrán dos postes que servirán para sujetar la planta. Este proceso de entutoramiento no es necesario con las Phalaenopsis, ya que el tamaño y forma de la planta no lo exige. Plantado. Se coloca una pulgada de tezontle o tepecil grueso, o pedazos de poliestireno en el fon- do para formar el drenaje. Con una mano se posiciona la planta de manera que la parte trasera quede lo más pegada a la pared de la maceta, delante de la parte delantera, donde están creciendo los nuevos brotes, debe quedar espacio para que quepan otros dos o tres crecimientos más. La parte trasera deberá coincidir con uno de los tutores. Las raíces se deben esparcir (si es posible) cubriendo todo el espacio de la maceta. Las Phalaenopsis, y en general las monopodiales se colocan en el centro de la maceta. Se comienza a verter el sustrato dentro de la maceta procurando que se meta entre las raíces, ayudándose con un palito romo para acomodarlo mejor; golpear el costado de la maceta con la mano ayuda también a que el sustrato se acomode. Se llena la maceta hasta que el sustrato llega a la base del rizoma, donde nacen las raíces. El rizoma debe quedar por encima del sustrato. Se apisona bien. Para Phalaenopsis se cubre hasta 1 cm por debajo de la base de la primera hoja inferior. Hecho esto, la planta debe quedar en posición vertical sin que se sostenga con la mano. Yo recomiendo mucho utilizar un clip de alambre. Se coloca sobre el rizoma, entre los pseudobulbos y con firmeza. Si es necesario, se varía el ángulo para ejercer más presión. En Phalaenopsis y otras monopodiales no es necesario el clip. Sin embargo las monopodiales largas como las del género Vanda podrían necesitar tutor. Para inmovilizar la planta es necesario atarla entre los tutores; estas plantas, sobre todo las altas y delgadas, con el tiempo tienden a doblarse y es preciso ayudarlas a que no lo hagan, ya que pierden la estética y ocupan más espacio. Se puede utilizar alambre para jardinería o hilo de seda para inmovilizarla. Usando los postes como apoyo, se amarra la punta de un alambre o hilo en uno de ellos y se comienza a rodear cada pseudobulbo ajustando la tensión para que estos queden erectos. No se amarran los pseudobulbos porque les dejarán marcas, solo rodéenlos y regresen al poste donde harás un nudo, y así sucesivamente con los demás pseudobulbos hasta que la planta quede inmóvil y erecta. Ahora sólo toca esperar a que enraícen, lo que harán en uno o dos meses. Coloquen la planta en la sombra, pero iluminada, durante una semana. Las Phalaenopsis pueden replantarse incluso con flores, ya que las raíces por lo general son muy sueltas y no se dañan tan fácilmente como otras plantas; por lo tanto se restablecen en más o menos una semana. Rieguen cada 4 días. cada 3 o menos en tiempo de calor. No fertilicen por ahora. Cuando vean que las nuevas raíces penetran en la maceta colóquenlas donde tengan más luz. y comiencen a fertilizar cada 8 días. Las cattleyas soportan más luz que otras orquídeas, pero no dejen que les dé la luz directa del sol del mediodía. Pueden recibirla temprano por la mañana hasta las 10 AM, o por la tarde después de las 4:30 PM cuando ya no ca- lienta tanto el sol. Las cattleyas necesitan mucha luz para fortalecerse y florecer. Si usan malla-sombra procuren que sea calibre 60. Las Phalaenopsis no soportan la luz solar brillante, prefieren la sombra, pero bien iluminadas.Riegos. De acuerdo a las investigaciones que se han hecho, las plantas que tienen hojas coriáceas (con textura de cuero), son del tipo CAM, que abren Sus estomas por la noche para hacer su intercambio de gases, Oxígeno x Bióxido de Carbono y viceversa. Entonces es conveniente regarlas a fondo por la noche. Háganlo cada 4 días, o 3 si hace calor. A ve- ces es bueno regarlas por la mañana y por la tarde en los días de mucho calor. Cuidado. Las Phalaenopsis son originarias de climas tropicales, por lo tanto prefieren temperaturas por arriba de los 14° C. No permitan que las ataquen los vientos helados. Cuando florezcan esperen a que abran todos los capullos y entonces podrán meterlas en casa si no hay mucho calor, con la condición de que las saques por la noche para que sientan la diferencia de temperaturas. Esto es fundamental, si las tienes siempre dentro de casa se pondrán débiles, deben sentir la diferencia de temperaturas que proporciona la noche. En el caso de Phalaenopsis en climas fríos, es preferible tenerlas dentro de casa al lado de una ventana semiabierta donde puedan sentir la baja de temperatura por la noche.