UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA DE OPTOMETRÍA

BAJA VISIÓN EN PACIENTES PEDIATRICOS

REVISION BIBLIOGRAFICA

AUTORES:
ESPINALES VELASQUEZ MARIA JOSE
PACHECO VERA GUIDO PAUL
ZAMORA ALCIVAR MARIA GABRIELA

DOCENTE:
LCDA. GEMA ZAMORA

NIVEL:
SEPTIMO

NOVIEMBRE 2020 - MARZO 2021

 Baja visión en pacientes pediátricos
Revisión bibliográfica

INTRODUCCIÓN

Al habla de baja visión nos referimos a la pérdida de visión que no es posible corregir con

tratamientos médicos y/o quirúrgicos, ni con corrección óptica. Pero hay muchas formas de

ayudar a que una persona con esta condición aprenda a adaptarse con su baja visión para que

sigan haciendo lo que es importante para ellos. Es decir, que vivir con baja visión no significa

renunciar a las actividades cotidiana, sino más bien que debe aprender a realizarlas de otra

manera.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona con baja visión presenta

disminución de la agudeza visual menor a 0,3 (20/60, 0,6 logMar) y/o campo visual menor a

20º desde el punto de fijación, en su mejor ojo, no susceptible de mejorar con corrección óptica

convencional ni con tratamiento médico y/o quirúrgico, pero que podría usar su visión

remanente para planificar o ejecutar tareas específicas.

La baja visión también afecta a los niños, ya que gran parte de las afecciones que son causantes

de esta condición son hereditarias. Hay niños que, aunque presentan visión normal durante sus

primeros años de vida, pueden ser portadores de información que indique al profesional de la

visión un alto riesgo de desarrollar una afección que resulte en baja visión. Los niños que

presentan baja visión tienen varias características en la socialización que influyen directamente

en la adquisición de las habilidades sociales necesarias para establecer relaciones

interpersonales con las personas que lo rodean.

En el mundo existen aproximadamente 246 millones de personas con baja visión; se estima

que el número de niños con esta condición es de aproximadamente 19 millones, de los cuales

12 millones la padecen debido a errores de refracción, y 1,4 millones de menores de 15 años

sufren ceguera irreversible. El objetivo que pretendo con esta exposición es proporcionar una

visión general de la baja visión en pacientes pediátricos.

 Baja visión en pacientes pediátricos
Revisión bibliográfica

MÉTODO

La búsqueda de datos de esta revisión bibliográfica se llevó a cabo mediante el análisis de

bibliografía específica del área de oftalmología y optometría, y de bases de datos como: Google

Scholar, Scielo, PubMed, Redalyc, y paginas oficiales de instituciones y organizaciones

oftalmológicas. Su contenido y relevancia incluían temas sobre baja visión, utilizando las

siguientes palabras claves: baja visión, rehabilitación visual, niños, ceguera, problemas

visuales, cuidados visuales, déficit visual.

Las fuentes fueron escogidas teniendo en cuenta la fecha de publicación, dando privilegios a

los publicados a partir del año 2010; se suprimieron los artículos con información sobre

patologías oculares ya que no hacían referencia específica a la baja visión en pacientes

pediátricos. De los artículos, monografías y tesis del área baja visión y rehabilitación visual

revisadas, al final se escogieron 15 fuentes, que fueron las que más información actualizada

nos aportó.

CONCLUSIONES

¿Qué es la baja visión?

La baja visión se refiere a una pérdida de visión que no se puede corregir con tratamientos

médicos o quirúrgicos ni con corrección óptica. Una persona con baja visión tiene que aprender

a adaptarse a su baja visión. Al referirnos a baja visión infantil hablamos de una limitación

visual en una persona menor de 21 años (1,2).

Baja visión en pacientes pediátricos

En la vida del ser humano, desde el momento de su nacimiento, la visión es el canal sensorial

más importante. Casi todas las nociones y estímulos son captados pos las vías visuales, aún
 Baja visión en pacientes pediátricos
Revisión bibliográfica

más que con los demás sentidos. La vista es el sentido que permite a las personas percibir la

realidad a través de los ojos y acceder a un sinnúmero de información que proporciona el

mundo que nos rodea. Las personas que no lo poseen deben superar varios obstáculos y acudir

a otros medios para superar los mismos (3).

Las dificultades visuales, tanto la baja visión como la ceguera, son muy comunes. Existe un

gran número de niños y niñas con baja visión suficientemente amplio, estos niños requieren

ayuda especializada que les de oportunidades para mejorar sus condiciones de vidas y su

desempeño social afectivo. Cuando el niño o niña tiene la agudeza visual disminuida, presenta

una visión borrosa, oscura y nublada, afectando de esta forma la percepción de los objetos en

la forma y color. Mientras tanto el campo visual, es la capacidad para percibir el espacio u

objetos que se encuentran fuera de la visión central (3).

Clasificación de la discapacidad visual

En correspondencia con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) la función visual

se subdivide en cuatro niveles: visión normal, discapacidad visual moderada, discapacidad

visual grave y ceguera. La moderada y la grave se reagrupan comúnmente bajo el término de

baja visión, que conjuntamente con la ceguera, representan el total de casos de discapacidad

visual. Los pacientes se clasifican según criterios de visión y de perimetría, considerando la

AV de lejos, en el mejor ojo con la mejor corrección óptica (4,5,6).

Existen otras formas de clasificar a la discapacidad visual, sin embrago, la forma más adecuada

de clasificarla en niños es aquella que tiene fines educativos y pedagógicos. Según este tipo de

clasificación podemos distinguir tres clases: (3,7)

Baja visión leve: Los niños pueden percibir los objetos pequeños, incluso con sus detalles y

color correcto. Pueden aprender a leer y escribir en tinta siempre y cuando se utilice ayudas
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ópticas adecuadas y adaptaciones al material con el que se trabaja. Los niños pueden realizar

actividades cotidianas sin inconveniente.

Baja visión moderada: Los niños son capaces de distinguir objetos a distancias cortas siempre

y cuando estos sean grandes y la luz sea favorecedora. La mayor dificultad que presentan los

niños con baja visión moderada es la percepción de los detalles y el color de los objetos. Es por

esta razón que algunos niños con este tipo de baja visión, necesitan de ayudas como lupas para

desempeñarse correctamente en la escuela; sin embargo, con la estimulación adecuada de la

visión, pueden llegar a leer y escribir en tinta sin mucha dificultad.

Baja visión severa: Los niños con baja visión severa pueden percibir la luz y sombras, pero

necesitan del braille para la lectura y la escritura, así como otras ayudas ópticas como

telescopios especiales para poder desenvolverse sin dificultad en la escuela. Estos niños

necesitan para movilizarse un correcto entrenamiento en desplazamiento con ayuda del bastón.

Ceguera total: Los niños con ceguera total, no poseen ninguna visión, es decir, no perciben

ningún objeto, ni la luz, así como se le imposibilita realizar tareas visuales como leer, escribir,

etc. Utilizan para la lectura y escritura el braille y para movilizarse requieren de bastón o de la

compañía de otra persona vidente en el caso de no haber recibido un entrenamiento adecuado

en orientación y movilidad. Estos niños necesitan de los sentidos restantes para desenvolverse.

Posibles síntomas de baja visión en niños

Para detectar si un niño tiene problemas de baja visión existe una serie de pautas normales de

visión. Cualquier comportamiento alejado de ellas puede ser un indicador de déficit visual. Por

ejemplo, los lactantes desde su primer mes de vida observan la cara de su madre y son capaces

de seguir un objeto o persona en movimiento con un ángulo mayor a medida que crecen.

Después son capaces de enfocar, de mirarse al espejo y de asomarse para ver mejor. A medida

que crecen e interactúan con el entorno se pueden ver síntomas como acercar o alejar sus
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juguetes. Una vez empiezan a leer y a escribir, puede tener dificultades para identificar bien las

letras, objetos o entrecerrar los ojos cuando leen o escriben (8).

Causas de la baja visión

La baja visión en niños y adolescentes puede ser el resultado de muchas afecciones diferentes.

Conocer las causas que originan este tipo de deficiencia, nos permite establecer medidas

preventivas que eviten el incremento de la incidencia mundial de la baja visión y ceguera. La

discapacidad visual puede presentarse por varias razones, entre las cuales se destacan aquellas

que afectan al globo ocular, como las siguientes: (3,7,9)

HEREDITARIAS CONGÉNITAS
 Albinismo.  Anoftalmia.
 Aniridia.  Atrofia del nervio óptico.
 Atrofia del nervio óptico.  Cataratas congénitas.
 Cataratas congénitas.  Microftalmia.
 Coloboma.  Rubéola.
 Glaucoma congénito.  Toxoplasmosis.
 Miopía degenerativa.
 Queratocono.
 Retinitis Pigmentaria.
ADQUIRIDAS/ACCIDENTALES VÍRICAS, TÓXICAS, TUMORALES
 Avitaminosis.  Histoplasmosis.
 Cataratas traumáticas.  Infecciones diversas del sistema
 Desprendimiento de retina. circulatorio.
 Diabetes  Meningitis.
 Éstasis papilar.  Neuritis óptica.
 Fibroplasia retrolental.  Rubéola.
 Glaucoma adulto.  Toxoplasmosis.
 Hidrocefalia.
 Infecciones diversas del sistema
circulatorio.
 Traumatismos en el lóbulo occipital.
Tabla 1. Causas de la baja visión.
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Rehabilitación visual en niños

La visión es una función sensorial, que en los niños resulta ser un proceso aprendido, y que

requiere la integridad del sistema nervioso central y del ojo. Además, constituye el medio

principal de aprendizaje de los niños, a través de ella es capaz de recibir la mayoría de la

información, que le permitirán desarrollar el resto de habilidades sensoriales, motoras,

perceptivas y cognitivas. Los pacientes pediátricos con baja visión conservan un porcentaje de

visión útil llamado resto visual, mediante la rehabilitación visual se intenta potenciar al máximo

este remanente de visión con la finalidad de recuperar, en la medida de lo posible, las diferentes

actividades de su vida cotidiana y fomentar su autonomía personal (10,11).

El aprovechamiento de la visión residual en un niño, va a depender de su desarrollo cognitivo

y de la actitud de los padres y familiares, en la aceptación o rechazo de la discapacidad visual

del niño y del proceso de estimulación y rehabilitación visual que se instaure, así como del

grado de motivación, apoyo emocional y financiero que le ofrezcan. Otros factores importantes

son la edad de inicio del niño, cuanto más pequeño, mejor aprovechará su resto visual, así como

también la presencia o asociación de otras discapacidades bien sean cognitivas, motoras y/o

auditivas (11). La rehabilitación visual incluye la presentación de tareas visuales de acuerdo

con la edad visual y cognitiva del niño y es importante que se procuren distintas experiencias

en condiciones variadas para aumentar la información visual a interpretar; de este modo se

facilita un desarrollo progresivo de las funciones visuales (12).

Ayudas ópticas en niños

En los pacientes pediátricos, la inclusión de ayudas visuales dentro del proceso de

rehabilitación visual, dependerá tanto del desarrollo psicomotor y cognitivo como de las

necesidades que va presentando a lo largo de su vida cada niño, especialmente a nivel escolar.
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Las ayudas en baja visión que frecuentemente se usan en niños, se agrupan en tres categorías:

ayudas ópticas, no ópticas y electrónicas (11,13).

 Las ayudas ópticas y electrónicas, tienen como objetivo usar en forma eficiente el resto

visual que tiene un individuo con baja visión, proporcionarle una mejor interpretación

de las imágenes y mejorar su calidad de vida.

 Las ayudas visuales no ópticas permiten mejorar el rendimiento visual, mediante el

empleo de herramientas o técnicas, que en ningún caso aumentan el tamaño de la

imagen retiniana, sino que mejoran la calidad de visión y proporcionan confort durante

el uso de las ayudas ópticas.

Prevención de la discapacidad visual en niños

En el mundo existen aproximadamente 246 millones de personas con baja visión; se estima

que alrededor de 19 millones en edades entre 5 y 15 años, de los cuales 12 millones la padecen

debido a errores de refracción no corregidos, y 1,4 millones de menores de 15 años sufren

ceguera irreversible. La prevención de la discapacidad visual comienza con la detección

temprana de los problemas visuales y refractivos en la edad pediátrica. Los problemas

visuocognitivos y de percepción visual pueden pasar desapercibidos, tanto por los padres como

por los maestros y pediatras, a menos que se tenga la plena conciencia de buscarlos y

detectarlos. Los niños con algún tipo de problema visual están disminuidos en sus posibilidades

de aprendizaje, situación que los limita para el conocimiento de su medio y los hace

dependientes de los demás. Esto conlleva una gran desventaja en el plano de las relaciones y

las actividades sociales. Así mismo, impide su total integración a la vida escolar y cultural (14).
 Baja visión en pacientes pediátricos
Revisión bibliográfica

BIBLIOGRAFÍA

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10. Marta , Ramírez S. Tablets en rehabilitación visual. Máster en Rehabilitación Visual.

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12. Rojas Juárez S, Adriana SC. Discapacidad visual. In Rojas Juárez S, Adriana SC.

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14. Bosch Canto V. Vision 2020: Baja Visión en Escolares. [Online].; 2014 [cited 2021

Marzo. Available from: https://vision2020la.wordpress.com/2014/01/09/baja-vision-en-

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