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LLUVIA DE IDEAS Y ORACIONES

LLUVIA DE IDEAS
Patria, honor, creencia, cuna, hogar, tiranía, infortunio, pasión, justicia, libertad,
espíritu,

ORACIONES
Es más fácil abjurar las creencias que sostenerlas; para lo primero, basta un
momento; para lo segundo, no siempre basta una vida colmada de infortunios. He
resuelto colocar mi cabeza en la picota del verdugo, antes que colocarla en la
picota de la infamia.

Dos cosas son de desear que se acrecienten en Bolivia, un gran odio y una gran
fuerza: el grande odio es contra las vías de hecho, contra las asonadas populares
y motines de cuartel que llamamos nuestras revoluciones, la grande fuerza es la
conciencia pública.

La libertad no consiste en simples declaraciones. Un acto eficaz vale más que


todas ellas.

No hay poder más grande que el poder moral: despierta la veneración, el amor y la
obediencia. Los otros poderes obligan, pero no seducen: la obediencia ante ellos
casi siempre oculta la callada hipocresía.

La aspiración es el núcleo racional de los deseos que agitan el espíritu: los deseos
son fuerzas sociales y fuerzas morales, fuerzas indómitas al despertar y aun
fatales en su desenfreno; pero son también fuerzas disciplinadas y eficaces
cuando la inteligencia tiene el hábito de gobernarlas.

No hay hombre de acción que no haya visto multiplicadas sus energías y que no
haya maravillado a sus contemporáneos.
La misión del hombre no es gozar, sino sublimar la porción de tarea que le ha
tocado por el pensamiento o por la nobleza de la conducta.

Mientras haya sociedades en la tierra, habrá la eterna controversia entre los que
sostienen la libertad y la plenitud luminosa de su pensamiento y los derrotistas
mortales que sólo incuban inquisiciones, logias, despotismos.

La tierra no es sólo el polvo que se huella, sino el aire que se respira y el círculo
físico en que se vive. La tierra tiene un genio propio que anima al árbol que
germina y al hombre que sobre ella genera.

Por respeto a la libertad, la ley permite que el pobre entable la lucha por la vida sin
más armas que su debilidad y su hambre.

Para realizar el mundo socialista no basta con la fe y el espíritu de sacrificio sino


que se necesita actividad, cultura, honradez, que no se crean con revoluciones
sino con el esfuerzo paciente de las generaciones.

Hay tantas justicias como Estados hay, sin contar con las concepciones
puramente doctrinarias de la justicia, es decir, con las no incorporadas a los
regímenes, válidos con las propias de tal o cual partido.

Cada día se yergue Bolivia por la primera vez. Por esto su marcha tiene toda la
vacilación de un tambaleante ambular infantil y esta misma razón explica el que
sus siempre primeros pasos terminen en una lamentable caída.

ORACIÓN PRINCIPAL
No hay poder más grande que el poder moral: despierta la veneración, el amor y la
obediencia. Los otros poderes obligan, pero no seducen: la obediencia ante ellos
casi siempre oculta la callada hipocresía.
ORACIONES ARGUMENTATIVAS
Es más fácil abjurar las creencias que sostenerlas; para lo primero, basta un
momento; para lo segundo, no siempre basta una vida colmada de infortunios. He
resuelto colocar mi cabeza en la picota del verdugo, antes que colocarla en la
picota de la infamia.
La aspiración es el núcleo racional de los deseos que agitan el espíritu: los deseos
son fuerzas sociales y fuerzas morales, fuerzas indómitas al despertar y aun
fatales en su desenfreno; pero son también fuerzas disciplinadas y eficaces
cuando la inteligencia tiene el hábito de gobernarlas.

No hay hombre de acción que no haya visto multiplicadas sus energías y que no
haya maravillado a sus contemporáneos.
Mientras haya sociedades en la tierra, habrá la eterna controversia entre los que
sostienen la libertad y la plenitud luminosa de su pensamiento y los derrotistas
mortales que sólo incuban inquisiciones, logias, despotismos.

La tierra no es sólo el polvo que se huella, sino el aire que se respira y el círculo
físico en que se vive. La tierra tiene un genio propio que anima al árbol que
germina y al hombre que sobre ella genera.
Hay tantas justicias como Estados hay, sin contar con las concepciones
puramente doctrinarias de la justicia, es decir, con las no incorporadas a los
regímenes, válidos con las propias de tal o cual partido.

ORACIÓN CONCLUSIVAS
Cada día se yergue Bolivia por la primera vez. Por esto su marcha tiene toda la
vacilación de un tambaleante ambular infantil y esta misma razón explica el que
sus siempre primeros pasos terminen en una lamentable caída.

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