La Organización Mundial de la Salud- OMS en el año 2020 decreta emergencia

sanitaria mundial, como medida de precaución para detener el incremento de afectados.

La economía, la socialización, la política, cultura, educación y salud a nivel mundial se
vio seriamente afectada, el pronóstico del crecimiento económico establecido por los
países durante el 2020 se calcula que en algunos llegarán a la mitad y otros solo
alcanzarán un 40%. En el caso de Perú su crecimiento económico durante los años
previos a la pandemia, estaba encima del triple del promedio de crecimiento económico
de américa latina, debido a que los ingresos están representados por la inversión
extranjera directa, exportaciones e importaciones, la concurrencia del número de turistas
y otros que representan el motor principal de la economía hasta ese entonces, sus inicios
se encontraban paralizado debido a la pandemia.
El 2020 fue un año donde la pandemia generada por el coronavirus expuso las
debilidades estructurales en el sector Salud. Pese a que Piura es la segunda región más
poblada del país, presenta serias deficiencias en infraestructura, equipamiento y recursos
humanos especializados.
La región Piura no cuenta con un hospital de nivel III, por lo que los pacientes tienen
que viajar a Chiclayo o Lima para determinado tipo de cirugías. Para garantizar una
adecuada atención, no solo se necesita de una infraestructura A1, sino del personal de
Salud asignado a su atención, los medicamentos, el laboratorio y el equipamiento
adecuado, pero no hay ni siquiera un oxímetro o un tensiómetro, y por último ni siquiera
hay un equipo de protección. Tenemos un sistema fragmentado, debido a que dicha
fragmentación y el centralismo, no permiten trabajar priorizando el sistema de salud.
En Piura el año 2020 fue una catástrofe sanitaria, debido a que se confirmó la primera
variante del coronavirus en el país, Barrena en su momento advierte a los medios de
dicha catástrofe sanitaria, además de no aplicarse un adecuado cerco epidemiológico, al
final todo sería un caos, y pues eso fue lo que pasó.
En Piura, en la localidad donde estoy se encuentra el Hospital Jorge Reátegui Delgado,
cuando se reportaron los primeros casos de las personas infectadas, la mayoría de la
población piurana entró en pánico, las primeras 24 horas, las personas infectadas y que
mostraban dichos síntomas, comenzaron a incrementar , habiendo un déficit y
generando escasez de camas UCI, generando también el incremento de que las personas
infectadas comenzaron a morir en sus casas, en las calles, o donde sea el lugar en el que
se encontraran, los especialistas en salud, no estaban preparados, nadie lo estaba,
comenzaron las restricciones, tanto para pacientes- familiares.
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