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La escuela y lo justo Ensayos acerca de la medida de lo posible Myriam Southwell y Antonio Romano (comps.) Luis E. Behares Eloisa Bordoli Laurence Corn Martin Legarralde Pablo Martinis Pedro Nufiez Sandino Nufiez Luis Pedernera Gustavo Pereira Dalton Rodriguez Acosta Limber Elbio Santos Graciela Sapriza Marcelo Ubal Nilia Viscardi UNIpe: sith | coussen PO? RE aa | SSEEEhcow La escuela y lo justo: ensayos acerca de la medida de lo posible / Luis Behares [et al.]; compilado por Myriam Southwell y Antonio Romano. - 1a ed. - Gonnet: UNIPE: Editorial Universitaria, 2013. 336 p. ; 19x13 cm. ISBN 978-987-27761 -0-7 1. Ensayo. |. Behares, Luis. Il. Southwell, Myriam, comp. Ill. Romano, Antonio, comp. CDD 864 UNIPE: UNIVERSIDAD PEDAGOGICA Adrian Cannellotto Rector Daniel Malcolm Vicerrector UNIPE: EDITORIAL UNTVERSITARIA Directora editorial Flavia Costa Equipo editorial Maria Teresa D’Meza, Mariana Liceaga, Julian Ménaco y Diego Rosemberg Disefio de coleccién Estudio ZkySky Fotografia de cublerta Julieta Ulanovsky Diagramacion de cubierta Horacio Wainhaus Correccién y maquetacion editsar, Lucila Schonfeld © De la presente edicién, UNIPE: Editorial Universitaria, 2013 Camino Centenario n° 2565 - (1897) Gonnet Provincia de Buenos Aires, Argentina www.unipe.edu.ar Impreso en Argentina - Printed in Argentina Todos los derechos reservados. Prohibida la reproduccion parcial o total, el almacenamiento, e] alquiler, la trans- mision 0 la transformacion de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electronico o mecanico, mediante fotocopias, digitalizacion u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infracciOn est4 penada por las leyes 11.723 y 25.446 Esta edicion, de 950 ejemplares, se terminé de imprimir en el mes de junio de 2013 en Artes Graficas Delsur, Almirante Solier 2450, Sarandi, Prov. de Buenos Aires ISBN 978-987-27761-0-7 indice INTRODUCCION Myriam Southwell y Antonio Romano a PRIMERA PARTE 11 REPENSANDO LA TENSION ENTRE PEDAGOGIA Y JUSTICIA Educacion y justicia Laurence Corntt Educacion y justicia. Una relacion en clave de «re» Dalton Rodriguez Acosta Justicia, comunidad y literatura Gustavo Pereira ..... 2 Destinos y salidas: escuelas medias frente ala desigualdad Myriam Southwell Nuevos desafios para la pedagogia: desigualdad y trayectorias de exclusion en la ensefianza media INGRIGUVAS CGT, casas canseasn aaans ciconansena ceca A mitad de camino entre los reclamos y las sanciones: juventud y sentimientos de injusticia en la escuela media Pedro Nijfiez .. = a . 19 29 39 57 85 115 8 LA ESCUELA Y LO JUSTO «Solos y amontonados.» Reflexiones y relaciones entre educaciOn, pedagogia, ética y justicia PAPILIO NOI ssc sosearnessatonseass- ssa stare gmc ceemttsegauans Aaa 143 Educar: un acto de justicia ANLONIO ROMANO occcsccccscsssesecncvne see grlee cee eer EE 159 SEGUNDA PARTE ETICA, DERECHOS Y ENSENANZA Revisitando la ensefianza y lo curricular. Apuntes para pensar la igualdad TS BOP eres ne cer esercescereteinceiconninemnancamnnnnncammmmmdosces 179 Las paradojas de los saberes contextualizados Dipper FLO SPOS: sess coeiocesncvetnoomensonaivisioninnenesiscnis 213 Subjetividad, politica y razon didactica: el ejemplo de las Meditaciones de Descartes SIO NUTROZ ccecsccecssaisesrsssisinsenrnsweereoiensge coe mauamneieeanasunne 225 Sobre las éticas de lo imposible y la ensenanza TAGE, RCAC OS scencisieopvvovinnsorteseeveesraneresesarecss sec leuginaceabealianest 245 Los peligros de la justificacion educativa en la determinacion de las sanciones a los adolescentes: «en el bien no hay excesos» Luts Pedernerd ccc sin an tsetse: peepmegmneomenntiemmicatrara 261 TERCERA PARTE HISTORIA, MEMORIAS Y JUSTICIA: EL PASADO QUE INTERPELA Por qué hay que pensar el pasado Graciel@ SOOT cece sperm gegen wwinens = sceamtanmiesnnnniiniion BIG INDICE 9 Encuentros y desencuentros entre pedagogia y justicia: algunas aproximaciones desde la historia de la educacién Martin Legarralde ... : seats a 299 ¢De qué hablamos cuando de la responsabilidad de educar se trata? Pablo Martinis ........... 321 SOBRE LOS AUTORES ..... si " _ anon S27 Educar: un acto de justicia Antonio Romano Mi deseo se parece al enamorado de la tradicion que quisiera liberarse del conservadurismo. JACQUES DERRIDA Al pensar un titulo para este trabajo, temi encontrarme con la misma sensacin de insatisfaccion que tuve luego de escribir el folleto de presentacién del seminario de Educacion y Justi- cia. Sin embargo, cuando le propuse a Graciela Frigerio‘ el proyecto, que incluia la publicacién de este libro con las po- nencias editadas, supe que teniamos entre manos algo grande. ¥ quiz la magnitud de cuestiones como la educacin, la jus- ticia y la pobreza que resulté de la presentacidn, fue lo que pro- dujo esa sensacién de insatisfaccién. Luego del trecho que hemos intentado realizar juntos des- cubro era légico sentir cierta insatisfaccion. Porque estabamos transitando caminos poco recorridos, 0 mejor dicho, caminos muy transitados pero con cruces pocas veces realizados. Habia que recorrer de nuevo el territorio y encontrar pistas que nos ayudaran a realizar los cruces. 1. Graciela Frigerio, doctora en Pedagogia, fue fundadora y directora durante muchos afos del Centro de Estudios Multidisciplinarios, en Buenos Aires, un espacio alternativo a las instituciones académicas donde se organizaron muchos y variados seminarios, cursos y reu- niones para pensar la pedagogia criticamente. 160 ANTONIO ROMANO Al explorar la educacién y la justicia desde lugares dife- rentes, tenia la opcién de hacer una sintesis, o bien elegir el lugar desde el cual yo queria hacer el cruce. Entonces, casi sin querer, se me impuso un titulo a modo de consigna, en el mismo sentido en que Adorno utiliza la expresin para titular su coleccién de ensayos como intervenciones del pensamiento: educar: un acto de justicia. Sentia que el titulo tenia fuerza y lograba traducir gran parte de las preocupaciones que para mi se expresaban co- mo parte de las intenciones del seminario. Tenia resuelta una parte importante del asunto; tenia el titulo, cosa que la mayo- ria de las veces a mi me surge al final. Es asi que me largué a escribir. Pero ahora el problema que aparecia era otro. Lo primero que escribi fue lo que sigue: Hay al menos dos formas de pensar la referencia a la educacién como acto de justicia desde un punto de vista pe- dagégico. Y estas dos formas tienen que ver con aquellos a quienes se hace justicia. Ser justo en educacién significa hacer justicia con dos sujetos diferentes: por un lado, todo acto educativo es un acto de justicia en la medida que quien ensefia en el acto de ensefiar, esta rindiendo un homenaje a sus maestros. La segunda tiene que ver con las nuevas ge- neraciones, con los nuevos como los llama Hannah Arendt, retomando la expresién de los griegos. Educar es un acto de Justicia, porque a través de la educacién se cumple un man- dato de las generaciones adultas de cubrir un déficit de na- turaleza: frente a la escasez de programas de accion, se vuelve imprescindible educar, es decir, proveer de planes de conducta al cachorro humano, como lo plantea Estanislao Antelo. Sin educacion, los nuevos no tienen chance de sobre- vivir. Por eso educar es un acto de justicia para con ellos. EDUCAR: UN ACTO DE JUSTICIA 161 Pero todavia no resultaba convincente. Dar a los nuevos lo que necesitan para sobrevivir no parece ser suficiente para ex- presar la potencia de lo que esta en juego. Por eso continué in- tentando desarrollar la idea. Sabia que algo de lo que estaba en juego en el cruce entre educacién y justicia tenia que ver con el cruce de generaciones. Y el centro en torno al cual se pro- ducia este nudo lo constitufa el maestro. La primera forma tiene que ver con la idea de hacer justi- cia con los muertos. Educar es traer a la memoria a aquellos que ya no estan y que, sin embargo, queremos que sigan es- tando presentes. Pero esto supone dos maneras diferentes de invocarlos: invocados en tanto experiencia de ensenante, e in- vocados en tanto transmisores de aquello que nos legaron. Pero ¢cse pueden separar efectivamente ambas dimensiones? En el acto de poner a disposicién de otros lo que nos fue dado, de alguin modo hacemos justicia con aquellos que nos lo ofrecieron a nosotros. Por eso el homenaje no es individual, puesto que aquello que nos ofrecieron fue recibido por ellos de otros; pero al mismo tiempo es individual, porque sino lo hu- biéramos recibido de ellos probablemente tampoco lo hubié- ramos recibido de nadie. Homenajear a nuestros maestros es homenajear a todos los maestros, pero no podemos home- najear a nuestros maestros en forma impersonal. Siempre es aun maestro a quien homenajeamos, a quien enseriamos, y nuestra forma de ser justos con ellos depende de la posibili- dad de respetar, cuando ensefiamos, aquello que ellos pensa- ron, Ser Justos con nuestros maestros significa tomarlos en serio, no permitirnos decir cualquier cosa sobre las cosas que ellos escribieron, pero sabiendo al mismo tiempo que no existe ninguna clave que nos permite interpretar correcta- mente lo que quisieron decir. Solo nuestro criterio y la con- fianza que nos transmitieron respecto a nuestras posibilida- des de aproximarnos a su pensamiento son la llave que nos permite ser Justos con su pensamiento. Ser justos es ofrecer una interpretacién ajustada, que se ajusta, pero sabiendo al mismo tiempo que esto no es posible. Porque uno no puede

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