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MARYI CAMILA CHAMBO

COD: 20162155236

Nociones de Cultura Escolar en el escenario Colombiano

Los procesos de transformación y globalización en la sociedad generan nuevas


maneras de ser, entender y relacionarse; dentro de ello en el ámbito educativo el
aula de la clase es un escenario que da cuenta de esas transformaciones y que a su
vez configuran una cultura escolar. Sin embargo las cargas históricas añadidas a la
escuela (el código disciplinar y la gramática escolar) desdibujan los intentos de ser
algo más que una mediación para unos interés específicos y el verdadero quehacer
de la escuela y su función social queda relegado.

La cultura ha sido abarcada el campo de los estudios en Ciencias Humanas y las


Ciencias sociales , particularmente en las últimas décadas, propiciando una
ganancia renovada en el análisis de la relación de los sujetos sociales con su tiempo
histórico. A la vez, emerge en los investigadores la indagación acerca de los límites
de la intangibilidad construida por una categoría quizás algo fluida. En tanto hablar
de la cultura escolar, requiere mencionar que adquiere diferentes significaciones y
su origen está ligada al origen propio de la escuela como institución moderna, la
expresión, Cultura escolar ha sido introducida en el ámbito histórico-educativo en la
segunda mitad de los 90 por historiadores de la educación, en general europeos,
que trabajan en el campo de la historia cultural y del currículum o desde sus
enfoques y perspectivas.En un primer momento esta expresión fue tomada por
Dominique Julia en un trabajo, después ampliado, sobre “la cultura escolar como
objeto histórico” (Julia, 1995 y 1996). En él define la cultura escolar como “un
conjunto de normas que definen los saberes a enseñar y los comportamientos a
inculcar, y un conjunto de prácticas que permiten la transmisión y la asimilación de
dichos saberes y la incorporación de estos comportamientos” (Julia, 1995, p. 354).
Otra definición alude a que la cultura escolar son los patrones de significado
transmitidos históricamente y que incluyen las normas, los valores, las creencias, las
ceremonias, los rituales, las tradiciones, y los mitos comprendidos, quizás en distinto
grado, por las personas miembros de la comunidad escolar (Stolp, 1994). Las
definiciones de cultura escolar mencionados anteriormente refieren claramente a
una variedad de elementos culturales vigentes en la sociedad. “La sociedad pide a
la escuela que difunda una cultura determinada, pero la escuela, al llevar a cabo
esta tarea, crea sus propios procedimientos de enseñanza, y entrega un producto
cultural: las generaciones de antiguos alumnos”(Chervel, 1996, p. 182) .
Podría decirse que aunque la escuela tiene cierta autonomía, históricamente ha sido
instrumento de poder y control, que da respuesta a las demandas sociales
propuestas para una sociedad moderna, de manera que reproduce los valores y
tradiciones recogidos en una cultura. Dentro de los elementos relacionados a esta
cultura escolar la gramática escolar es propuesta desde la disciplina de la historia
de la educación norteamerica (Tyack y Tobin, 1994; Tyack y Cuban, 2001) y es
entendida como “estructuras, reglas y prácticas que organizan la labor de la
instrucción”. es decir que esta contribuye a configurar el ambiente por el cual se
rige la escuela “prácticas tan familiares como la graduación de los alumnos por
edades, la división del conocimiento por materias separadas y el aula autónoma con
un solo maestro” (Tyack y Cuban, 2001, 23).
Son muestra que hoy en día sigue vigente esta naturaleza, que resiste al cambio de
las prácticas y relaciones fundamentales dentro de la escuela. También convendría
decir que es necesario concebir los elementos de la escuela en su funcionamiento
interno para determinar el por qué las reformas educativas no trascienden más allá
del papel. “Estudiar y comprender las culturas escolares implica explorar otras
prácticas que se cruzan con las formas más deliberadas de educar a las futuras
generaciones. No es posible comprender las formas institucionales sin referencia a
las redes que vinculan a los sujetos involucrados en el proceso educativo con otros
dominios”(Rockwell,2018)

Procesos educativos que quisiera aterrizar al contexto Colombiano el cual ha sido


escenario cambios o procesos de larga duración en los siglos XVI, XVII y segunda
mitad XIX , alfabetización, escolarización, feminización docente, Así como fue el
tránsito desde el bachillerato o segunda enseñanza de élite a la educación
secundaria para todos acudiendo al principio de universalidad , o la implantación, en
la enseñanza primaria, del modelo organizativo de la escuela graduada. Cabe
mencionar que las reformas educativas, tales como, la creación de órganos
colegiados de participación de los profesores, padres y alumnos en la gestión y
dirección de los centros docentes ,los consejos escolares, o la introducción de un
nuevo modelo de dirección escolar colegiada y participativa al menos legal y
teóricamente. Reformas que tomaron como punto de referencia el modelo francés o
el anglosajón de guia profesional en los centros docentes públicos y sustrayendo a
los profesores y padres la posibilidad de intervenir de modo decisivo en su
designación.
Con respecto a las prácticas que trastocaron el ámbito interno de la escuela se
intentó hacia el siglo XX con movimientos o tendencias una innovación en relación
con la práctica de la enseñanza o un campo disciplinar determinado, generar
cambios los cuales respondian “al paidocentrismo la enseñanza centrada en el niño,
la educación para la vida en su doble versión profesionalizadora y antiacademicista,
el movimiento en favor de la evaluación en sus diversas manifestaciones de los
sistemas educativos, centros docentes y profesores, modos, usos y objetivos.
también llamados innovaciones, y no siempre distinguibles de los anteriores
generados a partir de las necesidades, cuestiones o problemas surgidos en la
práctica de la enseñanza, y elaborados a partir de la misma, que son el resultado de
la iniciativa individual o de determinadas instituciones educativas o pequeños grupos
de profesores y maestros.” (Viñao,2002).
Hoy en día los cambios adoptados y en su difusión (re)adaptados y transformados
por otros profesores y maestros individualmente o en grupo en diferentes ocasiones
han estado permeados por el apoyo de los poderes públicos, de corporaciones y
asociaciones privadas o de determinados movimientos pedagógicos de ámbito
internacional. Ejemplo de ello, las enseñanzas mutua o simultánea, las infant
schools, los jardines de la infancia de Froebel, el método Montessori, los centros de
interés de Decroly, las técnicas Freinet o las ideas y principios de la Escuela Nueva
o de la Institución Libre de Enseñanza son adaptados a lasinstituciones.
Sin embargo como se mencionó primeramente todos estos procesos como tal no
indican los verdaderos procesos internos de la escuela planteados que den cuenta
de una renovacion de la cultura escolar en contexto colombiano.La cultura escolar
está compuesta de reglas y tradiciones no escritas, normas y expectativas que
permea todo: la manera en que la gente actúa, cómo se visten, de qué hablan, si
buscan o no ayuda en sus colegas y cómo se sienten los docentes acerca de su
trabajo y de sus estudiantes (Deal & Peterson, 2009; citado en Elías, 2015, p. 287).
Y es allí donde debe fijar la mirada, y si se quisiera ser propositivo en aras de la
transformación de la escuela

Finalmente concuerdo con lo que menciona Viñao (2002) Las explicaciones más
usuales acerca del fracaso o relativo fracaso de las reformas y propuestas o intentos
de cambio y renovación en las instituciones educativas recurren en ocasiones a
argumentos tautológicos. Decir que la educación no cambia porque los profesores y
maestros enseñan como a ellos les enseñaron, o por su mentalidad conservadora,
tradicional, rutinaria, acomodaticia e incluso recalcitrantemente opuesta a los
cambios, no nos dice, caso de ser cierto, por qué enseñan como les enseñaron o
por qué poseen dicha mentalidad, de donde surge y por qué se genera. La
explicación de las resistencias a unos cambios concretos y no a otros es doble, pero
interrelacionada. Por un lado, como se vio, hay una explicación institucional y
sistémica: las instituciones y sistemas educativos generan, por el paso del tiempo y
por su propia dinámica y fuerza internas, unas culturas escolares a modo de
sedimentos institucionales y unos rasgos y tendencias que, en mayor o menor
grado, se imponen a los protagonistas o actores de la educación. Desconocerlas,
por parte de quienes desean introducir cambios en la enseñanza, sería un grave
error. Por otro, hay una explicación derivada de la misma naturaleza a la vez
corporativa profesional y contextual de la actividad docente”.

BIBLIOGRAFÍA
Elías, M. E. (2015). La cultura escolar: Aproximación a un concepto complejo.
Revista Electrónica Educare, 19(2), 285-301.

Julia, D. (Junio, 2001). A cultura escolar como objeto histórico [La cultura escolar
como objeto histórico]. Revista Brasileira de História da Educação, 1, 9-43.

TYACK, David y CUBAN, Larry. 2000. En busca de la utopía. Ciudad de México:


Fondo de Cultura Económica.

Rockwell, E. (2018). Temporalidad y cotidianeidad en las culturas escolares.


Cuadernos de antropología social, (47), 21-32

Villalta, M. A. & Saavedra, E. (2012). Cultura escolar, prácticas de enseñanza y


resiliencia en alumnos y profesores de contextos sociales vulnerables. Universitas
Psychologica, 11(1), 67-78

Viñao Frago, A. (2008). LA ESCUELA Y LA ESCOLARIDAD COMO OBJETOS


HISTÓRICOS. FACETAS Y PROBLEMAS DE LA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN.
Revista História da Educação, 12 (25), 9-54.

Viñao, A., & Frago, A. V. (2002). Sistemas educativos, culturas escolares y reformas:
continuidades y cambios (Vol. 10). Ediciones Morata.

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