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UNIVERSIDAD ANDRES BELLO

FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS


DEPARTAMENTO DE CIENCIAS BIOLÓGICAS

LABORATORIO DE BIOLOGÍA CELULAR

GUÍA N.º 3: COMPONENTES QUÍMICOS DE LA CÉLULA


INTRODUCCIÓN

Las células son estructuras increíblemente complejas y diversas, capaces de


autorreplicarse y de realizar una amplia variedad de funciones especializadas en
los organismos multicelulares.

En términos generales, las células se componen de agua, iones inorgánicos


(sales minerales) y moléculas orgánicas que contienen carbono. Tanto el agua
como las sales minerales son muy importantes en el funcionamiento celular, sin
embargo, son los compuestos orgánicos de la célula los que dan características
únicas.

Hidratos de carbono, proteínas, lípidos y ácidos nucleicos son los cuatro tipos
principales de moléculas orgánicas que se encuentran en la célula, y cumplen en
ella roles tanto estructurales como funcionales. Las células obedecen a las
mismas leyes físicas y químicas que determinan el comportamiento de los
sistemas no vivos y su química básica puede ser entendida en términos de las
estructuras y funciones de estas cuatro clases de moléculas orgánicas.

Objetivo General del laboratorio:

Reconocer la presencia de moléculas orgánicas e inorgánicas en diferentes


soluciones utilizando métodos específicos de detección.

GLÚCIDOS O HIDRATOS DE CARBONO: Están constituidos por carbono,


hidrógeno y oxígeno (a veces tienen N, S, o P). Su fórmula general suele ser
(CH2O)n , donde oxígeno e hidrógeno se encuentran en la misma proporción
que en el agua, de ahí su nombre clásico de hidratos de carbono. Son la forma
biológica primaria de almacenamiento y consumo de energía. Los glúcidos
tienen enlaces químicos difíciles de romper llamados covalentes, mismos que
poseen gran cantidad de energía, que es liberada al romperse estos enlaces. La
principal función de los glúcidos es aportar energía al organismo. De todos los
nutrientes que se puedan emplear para obtener energía, los glúcidos son los
que producen un metabolismo más limpio en nuestras células y dejan menos
residuos en el organismo.

De hecho, el cerebro y el sistema nervioso solamente utilizan glucosa para


obtener energía. De esta manera se evita la presencia de residuos tóxicos
(como el amoniaco, que resulta del metabolismo de proteínas) en contacto con
las células del tejido.

Los azúcares simples o monosacáridos: glucosa, fructosa y galactosa se


absorben en el intestino sin necesidad de digestión previa, por lo que son una
fuente muy rápida de energía. Los azúcares complejos deben ser transformados
en azúcares sencillos para ser asimilados.
Los glúcidos se dividen en monosacáridos, disacáridos, oligosacáridos y
polisacáridos, siendo los monosacáridos los glúcidos más simples, los
monosacáridos, están formados por una sola molécula; no pueden ser
hidrolizados a glúcidos más pequeños. La fórmula química general de un
monosacárido no modificado es (CH2O)n, donde n es cualquier número igual o
mayor a tres, su límite es de 7 carbonos. Los monosacáridos poseen siempre un
grupo carbonilo en uno de sus átomos de carbono y grupos hidroxilo en el resto,
por lo que pueden considerarse polialcoholes;

Figura 1: Estructura del monosacárido galactosa

Los disacáridos son glúcidos formados por dos moléculas de monosacáridos


y, por tanto, al hidrolizarse producen dos monosacáridos libres. Los dos
monosacáridos se unen mediante un enlace covalente conocido como enlace
glucosídico, tras una reacción de deshidratación que implica la pérdida de un
átomo de hidrógeno de un monosacárido y un grupo hidroxilo del otro
monosacárido.

Figura 2: Estructura del disacárido maltosa


Los oligosacáridos están compuestos por tres a diez moléculas de
monosacáridos que al hidrolizarse se liberan. No obstante, la definición de
cuan largo debe ser un glúcido para ser considerado oligo o polisacárido varía
según los autores, los oligosacáridos se encuentran con frecuencia unidos a
proteínas, formando las glucoproteínas, como una forma común de
modificación tras la síntesis proteica.

Figura 3: Estructura del oligosacárido inulina

Los polisacáridos. Son biomoléculas que se encuadran entre los glúcidos y


están formadas por la unión de una gran cantidad de monosacáridos y
cumplen funciones diversas, sobre todo de reservas energéticas y
estructurales. Los polisacáridos son cadenas, ramificadas o no, de más de
diez monosacáridos. Estos compuestos llegan a tener un peso molecular muy
elevado, que depende del número de residuos o unidades de monosacáridos
que participen en su estructura
Figura 4: Estructura del polisacárido glucógeno
IDENTIFICACION DE GLUCIDOS: De los tipos de carbohidratos que existen,
los monosacáridos son todos azúcares reductores. Por ejemplo, la glucosa, la
galactosa y la fructosa funcionan como agentes reductores. Los azúcares
reductores son biomoléculas que funcionan como agentes reductores; esto es,
que pueden donar electrones a otra molécula con la que reaccionan. En otras
palabras, un azúcar reductor es un carbohidrato que contiene un grupo carbonilo
(C=O) en su estructura. Este grupo carbonilo está formado por un átomo de
carbono unido a un átomo de oxígeno a través de un enlace doble. Este grupo
se puede encontrar en distintas posiciones en las moléculas de azúcares, dando
como resultado otros grupos funcionales como aldehídos y cetonas. Los
aldehídos y cetonas se encuentran en las moléculas de azúcares simples o
monosacáridos.

Para determinar la presencia de azúcares reductores en una muestra, esta se


disuelve en agua hirviendo, luego de esto, se agrega la solución de Fehling
agitando constantemente. La solución de Fehling también se prepara a partir de
otras dos soluciones (A y B). La solución A contiene sulfato de cobre (II)
pentahidratado disuelto en agua, y la solución B contiene tetrahidrato de tartrato
de potasio y sodio (sal de Rochelle) e hidróxido de sodio en agua. Las dos
soluciones se mezclan en partes iguales para hacer la solución de prueba final.

Si hay azúcares reductores presentes, la solución debería comenzar a cambiar


de color a medida que se forma un óxido o un precipitado de color rojo. Si no
hay azúcares reductores presentes, la solución permanecerá azul o verde.

Esta prueba sirve para determinar monosacáridos, específicamente aldosas y


cetosas. Estos se detectan cuando el aldehído se oxida a ácido y forma un óxido
cuproso (Cu2O).

Las pruebas de detección de azúcares reductores se han utilizado durante años


para diagnosticar pacientes con diabetes. Esto se puede hacer porque esta
enfermedad se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa en sangre,
con lo cual la determinación de estos se puede llevar a cabo por estos métodos
de oxidación.

Al medir la cantidad de agente oxidante reducido por la glucosa, es posible


determinar la concentración de glucosa en muestras de sangre o de orina.

Esto permite indicar al paciente la cantidad adecuada de insulina que debe


inyectarse para que los niveles de glucosa sanguínea vuelvan a estar dentro del
rango normal.

La prueba del yodo (Lugol) es una reacción química usada para determinar la
presencia o alteración de almidón u otros polisacáridos. Una solución de yodo -
diyodo disuelto en una solución acuosa de yoduro de potasio - donde los iones
I3- se sitúan dentro de la macromolécula de almidón produciendo un efecto
óptico de color azul (con solución de Lugol diluida) pasando por púrpura
profundo hasta llegar al negro en soluciones concentradas.

PROTEÍNAS. Son biomoléculas compuestas por carbono, oxígeno, hidrógeno y


nitrógeno; y además la mayoría contiene azufre y algunas, fósforo, hierro, zinc o
cobre. Se forman por monómeros llamados aminoácidos, que se unen entre sí
por medio del enlace peptídico dando origen a cadenas polipeptídicas de
largo variable. Este enlace covalente se forma entre el grupo ácido carboxílico
(-COOH) de un aminoácido y el grupo amino (-NH 2) del siguiente mediante la
eliminación de una molécula de agua. Las interacciones hidrofóbicas y
covalentes, como los puentes de azufre (S-S), que se establecen entre los
aminoácidos que forman la cadena polipeptídica de la proteína determinan
diferentes niveles de estructura, los cuales contribuyen al plegamiento y a que
adopten su conformación final característica. Por tanto, la pérdida de esta
conformación puede llevar a la pérdida de la función que una proteína realiza.

Figura 5: Modelo 3D de una proteína globular.

En la célula, las proteínas realizan importantes funciones; proveen rigidez


estructural (colágeno, queratina), controlan la permeabilidad de las membranas
(proteínas transmembranales), regulan las concentraciones de los metabolitos
(insulina, glucagón), reconocen y se unen a otras biomoléculas en forma
covalente (proteínas de reconocimiento), participan en el transporte y
movimiento celular (hemoglobina, miosina y actina), se encargan de la defensa
del organismo frente a patógenos (inmunoglobulinas), etc.

IDENTIFICACION DE PROTEINAS: El Biuret es un reactivo que se emplea


para la determinación de proteínas de cadena larga y de cadena corta. Es
especialmente utilizado en el área de química analítica y uroanálisis para
investigar la concentración de proteínas totales en suero, plasma y orina.

Los valores de proteínas pueden aumentarse o disminuirse en ciertas


patologías. suelen presentarse cuadros de hipoproteinemias en pacientes con
enfermedad renal, en desnutridos y en pacientes con infecciones crónicas. En
este sentido, el Biuret es de gran utilidad, pues permite cuantificar la presencia
de proteínas en suero, plasma, orina, entre muchas otras muestras.

El reactivo de Biuret está compuesto por hidróxido de potasio, sulfato cúprico y


tartrato de sodio y de potasio. El hidróxido de sodio se utiliza para alcalinizar el
medio, ya que esta condición es indispensable para que se dé la reacción.
Las sustancias que reaccionan con las proteínas es el sulfato cúprico, mientras
que el tartrato de sodio tiene como función no permitir la formación de hidróxido
de cobre, el cual tiende a precipitar e interfiere en la reacción
Si en la muestra se encuentran sustancias que posean enlaces peptídicos
(polipéptidos o proteínas) la prueba dará positiva. Una reacción se interpreta
como positiva cuando la solución se torna de color violeta. El color se produce
por la formación de un complejo entre al menos dos enlaces peptídicos que
poseen el grupo CO-NH y los cationes cúpricos.

El complejo violeta se puede formar de dos maneras: una es por la pérdida de


protones de los grupos amidas que se unen al metal (deprotonación), y la otra
por la unión de los electrones de oxígeno y nitrógeno que se encuentren libres y
se unen con el cobre. Esta reacción puede variar en intensidad y en el color
dependiendo del tipo de proteína.

LÍPIDOS. Es una categoría de moléculas que tienen en común su incapacidad


para mezclarse bien con el agua. Los lípidos tienden a ser hidrofóbicos, no
polares y están constituidos principalmente de cadenas de carbohidratos, aunque
existen ciertas variaciones que veremos más adelante. Los diferentes tipos de
lípidos pueden tener estructuras distintas y, por lo tanto, diversas funciones en
los organismos. Por ejemplo, las grasas almacenan energía, proporcionan
aislamiento térmico, conforman las membranas celulares, forman capas
impermeables en las hojas y constituyen las unidades estructurales de hormonas
como la testosterona.
Los componentes principales de la membrana plasmática son lípidos
especializados llamados fosfolípidos. Al igual que las grasas, normalmente se
componen de cadenas de ácidos grasos unidas a un esqueleto de glicerol. Sin
embargo, en lugar de tener tres colas de ácidos grasos, tienen solo dos y el
tercer carbono del esqueleto de glicerol está ocupado por un grupo fosfato
modificado. Los diferentes fosfolípidos tienen distintos modificadores en el grupo
fosfato; los ejemplos más comunes son la colina (un compuesto nitrogenado) y la
serina (un aminoácido). Los diferentes modificadores proporcionan a los
fosfolípidos diferentes características y funciones en las células.
Figura 6: Estructura de fosfolípidos de membrana

Los esteroides son otra clase de moléculas lipídicas, que se identifican por su
estructura de cuatro anillos fusionados. Aunque a nivel estructural no se
asemejan a otros lípidos, los esteroides se incluyen en esta categoría porque
también son hidrofóbicos e insolubles en agua.

Figura 7: Estructura de química de los esteroides colesterol y cortisol


IDENTIFICACION DE LIPIDOS: Una tinción comúnmente utilizada para detectar
lípidos es el reactivo Sudán III o Rojo Escarlata. Este reactivo se utiliza para
detectar específicamente las grasas, porque es insoluble en agua y en cambio
es soluble en las grasas. Al ser de color rojo, cuando se disuelve tiñe las grasas
de color rojo anaranjado

ENZIMAS: La bioquímica de las células se regula de tres maneras: utilizando


catalizadores proteicos llamados enzimas, acoplando reacciones exergónicas y
endergónicas y utilizando moléculas portadoras de energía que transfieren
energía dentro de las células. La energía de activación elevada hace lentas
muchas reacciones, incluso las exergónicas, a un ritmo imperceptible en
condiciones ambientales normales. Los catalizadores disminuyen la energía de
activación y así aceleran la velocidad de las reacciones químicas, sin sufrir ellos
mismos cambios permanentes. Los organismos sintetizan catalizadores
proteicos que catalizan reacciones específicas. Los reactivos se unen
temporalmente al sitio activo de la enzima y así permiten la formación de los
nuevos enlaces químicos que darán origen a los productos. La actividad de las
enzimas dependerá de factores como la temperatura, el pH, la concentración de
sustratos.

Figura 8: Modelo 3D de la enzima catalasa

IDENTIFICACION DE ENZIMAS: La catalasa es una enzima que se encuentra


en las células de los tejidos animales y vegetales. La función de esta enzima en
los tejidos es necesaria porque durante el metabolismo celular, se forma una
molécula tóxica llamada peróxido de hidrógeno (H2O2). Esta enzima
descompone el H2O2 en agua y oxígeno, luego la reacción positiva es la
presencia de un burbujeo.
SALES MINERALES. Son moléculas inorgánicas que se encuentran formando
parte de los seres vivos y, aunque se encuentran en pequeñas cantidades en
comparación a las biomoléculas, tienen funciones muy importantes en las
reacciones metabólicas, en la regulación de éstas o como constituyentes
celulares. Las sales más abundantes en los seres vivos son los cloruros, los
fosfatos y los carbonatos de calcio, sodio, potasio y magnesio. La función que
las sales minerales desempeñan en el organismo depende del estado físico en
que se encuentren, ya sea como sales precipitadas, donde forman parte de
endoesqueletos de vertebrados (fosfatos y carbonatos), de conchas de
moluscos y dientes (carbonatos) y de estructuras de sostén en plantas como las
gramíneas (sílice); o como sales disueltas, formando parte de todos los plasmas
intra e intercelulares, disociadas en forma de iones como los cloruros (Cl -),
fosfatos (PO4-3), etc.
Las sales disueltas tienen numerosas funciones, pero la más importante es la
función homeostática o el mantenimiento constante del medio celular interno.
También participan en la regulación de la presión osmótica determinando la
concentración de la disolución.

Figura 9: Cristales de oxalato de calcio bajo microscopio óptico en aumento de


40X.

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