Está en la página 1de 8

Yom Kippur, Yeshua y Nosotros los Creyentes de Hoy

25 de septiembre de 2012 a las 22:33Público


Entre el mes de septiembre y octubre, marca el calendario hebreo-bíblico el septimo mes, conocido
como Tishri. El día 10 de Tishri, siguiendo el calendario bíblico de estableció el Dios de Abraham, Isaac
y Jacob, millones de personas al rededor del mundo celebran Yom kippur (Hebreo para Día de la
Expiación). La mayoría de ellos NO conocen al Mesías Yeshua (Jesús) como su Salvador. Muchos
creyentes nacidos de nuevo nos alejamos cada día de las celebraciones bíblicas y pensamos que eso solo
pertenecen al pueblo judío, sin darnos cuenta que cada una de ellas es una oportunidad para testificar de
Jesús. Los que conocen de Yom Kippur desconocen de Jesús, y los que conocen de Jesús desconocen de
Yom Kippur.

La palabra hebrea “Yom” o “Yovm” significa “día” y “kippur” significa “expiación”. Hoy en día
muchas congregaciones celebran un día de humillación en distintas épocas del año, donde interceden y
piden perdón a Dios no solo por los pecados personales, sino por los pecados de omisión y comisión de
la iglesia en general. También interceden por sus gobernantes y oran fervientemente por que Dios sane
nuestro pueblo de males sociales y pecados.
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y
se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su tierra.” ~2 Cro 7:14
Estos concurridos cultos de humillación son precisamente la esencia de lo que es Yom Kippur.

El día de Yom Kippur es considerado como el día más sagrado del calendario bíblico. Este es guardado
como un Shabbat de Shabbats, independientemente del día en que caiga.

Durante miles de años el pueblo de Dios celebró Yom Kippur, desde que la ley fue dada a Moshe
(Moisés). Luego del reinado de Salomón el Reino de Israel fué dividido en dos. El Reino de Yisrael (la
Casa de Efrain) fue como se llamó a las 10 tribus que se dividieron al norte, y el Reino de Judá (Yehuda)
permaneció al Sur. Una vez las tribus del norte fueron invadidas, sacadas de su tierra, y llevadas a
cautiverio éstas fueron dispersadas por toda la tierra mezclándose entre los pueblos gentiles y perdiendo
sus raices hebraicas. Olvidaron su Dios.
El pueblo judío (el Reino de Judá) continuaron siendo los guardianes de las Fiestas o Celebraciones del
Señor. La iglesia primitiva del primer siglo, formada de judíos, gentiles y muchos de las tribus
dispersadas que habían acudido al llamado del evangelio, continuaron celebrando las Festividades del
Señor, erroneamente llamadas hoy en día como festividades “judías”. Son las Fiestas de Dios, no las
fiestas de los judíos.

Más adelante en el tercer siglo, el espíritu antisemita que obscureció los corazones de la iglesia romana,
removió todo cuanto pudiera parecer “judío” de la doctrina de la iglesia. Este espíritu antisemita nos
persigue hasta el día de hoy, aun en la iglesia evangélica. Algo de lo cual debemos ser libres.
La Bíblia declara, en el Libro de Romanos capítulo 11, que así como las 10 tribus fueron arrancadas del
pueblo de Dios, las ramas de un olivo plantado fueron desgajadas del arbusto original, y fueron
transpalntadas las ramas de un olivo silvestre y puestas en su lugar. Nosotros somos parte de Israel.
Hemos sido encajados en el olivo original. Por fin Efraín y Judá hacen pacto nuevamente como fue
profetizado.
Cuando Dios le dió las Fiestas al Pueblo de Israel, como una cita divina en el tiempo, TODAS las 12
tribus estaban presentes, NO SOLO Yehuda (Judá). El pueblo judío es solo una tribu, no todo Israel.
Nosotros también somos parte de Israel. Por lo tanto, las Fiestas del Señor también son para nosotros los
que hemos sido encajados en el olivo por la sangre de Yeshua.

Cuarenta días antes de Yom Kippur el pueblo se praparaba haciendo ayunos, haciendo introspección,
arrepintiéndose de cualquier pecado cometido, fuera de su conocimiento o no. Pedían perdón a quien
hubieran ofendido y perdonando a quienes los hubieran ofendido. Cada día escuchaban el sonar del
shofar recordando que deben despertar y buscar en su interior si queda pecado oculto. Esto es los treinta
días del mes de Elul hasta el día de Yom Terua (día del Sonar del Shofar o Fiesta de las Trompetas), y
comenzado el mes de Tishri con Yom Teruah, diez días más hasta Yom Kippur donde se presentaban en
ayuno al Señor. Un total de cuarenta días de Teshuva o arrepentimiento. Un día por cada uno de los de
los años que el Pueblo de Israel anduvo en el desierto (tipo del tiempo en que nosotros andamos en
pecado y el mundo, sin conocimiento de Cristo). Esto todavía se continúa haciendo.

Ahora, algo se hizo durante miles de años desde que Dios instruyó a Moshe, que cambió radicalmente el
año en que Yeshua murió y resucitó.

Una vez al año, en Yom Kippur, el sumo sacerdote vestía sus ropas blancas de lino con las que haría
sacrificio para expiación de los pecados del pueblo. Dios pasaría juicio. El Gran Juicio en el Trono de
Dios ocurría en esta época cada año. El juzgaría a su pueblo desde su trono. Por eso el pueblo se
arrepentía y el sacerdote hacía un sacrificio que exoneraba el pecado del pueblo. Dos corderos se trairían
al templo. Un macho cabrío tomaría el lugar que nos correspondía a nosotros y moriría degollado, y su
sangre pagaría por nuestros pecados. El segundo macho cabrío cargaría todos nuestros pecados y se
dejaría ir al desierto para que allá muriera.

Ahora, esto es mucho más profundo de lo que parece. Lea detenidamente lo que ocurría este día y sea
usted mismo el juez si esto es una sombra de lo que nuestro Cristo(Mesías) ya hizo por nosotros, y un
acto profético de lo que sucederá en su segunda venida. Vea usted:

El sumo sacerdote se preparaba con sus ropas blancas de lino y se presentaba ante Dios para ser
purificado. Luego se traían al atrio dos corderos machos cabríos. Se hechaba suertes sobre ellos, uno
sería ofrenda a Elohim, el otro sería dado a perdición. Uno se degollaría y el otro se dejaría ir (Lo reto a
usted mismo a buscar que pasó en Mateo 27:15-16 y vea si hay alguna similitud).

El primer cordero era llevado al altar donde el Sumo Sacerdote lo degollaba y sus vestiduras blancas
quedaban manchadas en rojo completamente. El colocaba la sangre del cordero en 7 lugares del
propiciatorio. Luego presentaba sus vestiduras ensangrentadas a la multitud, para que fueran testigos del
sacrificio. Todo cuanto fuera contaminado con la sangre de un animal muerto era considerado inmundo.
Para poder volver a ser limpio, el Sumo Sacerdote era bañado con agua en el lavacro desde la cabeza
hasta la punta de sus pies por los otros sacerdotes. (¿Algún parecido con la profesía mesíanica de
Yeshayah'(Isaisas) 1:18: “Venid luego, dice YAHWEH, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren
como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser
como blanca lana”?) Luego de esto, ya limpio, el Sumo Sacerdote se paraba nuevamente en el altar y
cantaba el siguiente cántico a voz en cuello para que todo el pueblo lo escuchara: “Nadie me toque.
Estoy limpio (purificado), pero todavía no he ido al Padre. Así que nadie me toque.” (¿Algún parecido
con el evangelio de Juan (Yojanan) 20:15-17?) Entonces el Sumo Sacerdote entraba al Lugar Santísimo
e intercedía por los Pecados del Pueblo pidiendo que sus nombres fueran escritos en el Libro de la Vida
por un año más (Daniel 12:1, Rev 20:11-13 & 15, Rev 3:5).

El otro cordero permanecía en el atrio. El Sacerdote ponía las manos sobre su cabeza y sus cuernos, y
literalmente le pedía a Dios que echara sobre él todos nuestros pecados y todas las maldiciones que nos
correspondían. Se convertía en el “Chivo Expiatorio”, uno que cargaría con nuestros pecados en nuestro
lugar. Un cordero separado para Diós que nunca conoció algo impuro, sería hecho pecado y maldición
en nuestro lugar.(¿Algún parecido con 2da de Corintios 5:21?) Se abrían las puertas de la ciudad y era
sacado afuera. (Jesús también fue llevado afuera de la ciudad: Juan 19:17 y 20, hebreos 13:11-12).
Hacían que el cordero caminara hasta un despeñadero donde se supone que caería y moriría. Yeshua el
Mashiaj (Cristo) fue profetizado por Isaísas(Yeshayah') más de mil años antes tomando el lugar de
ambos corderos:
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz
fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como
ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas YAHWEH cargó en él el pecado de todos nosotros.
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja
delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.” ~ Isaías 53:5-7

Si al caer por el precipicio el cordero no moría, se dejaba ir al desierto donde, sin tener que comer ni
beber, en su estado de herida mortal seguro moriría. En este momento el pueblo de Israel esperaba el
veredicto de Dios. Dios abría su Tribunal Divino y el Pueblo era juzgado ante el Gran Trono de Dios.
Los libros eran abiertos en el Cielo y Dios decidiría si sus nombres estarían en el Libro de la Vida un año
más. Satanás se levantaría como acusador. Así que el pueblo de Dios tocaba el Shofar para que Satán,
atormentado por las alabanzas, no pudiera acusarlos frente a Dios. La sangre del cordero inmolado se
presentaría como ofrenda y el chivo expiatorio debía haber cargado los pecados. Quedaba ahora si Dios
aceptaba la ofrenda y el sacrifico, o no.

El Sumo Sacerdote amarraba una cinta roja al cuerno del chivo expiatorio y retenía un pedazo de esa
cinta roja y la amarraba en un lugar en el templo a la vista de todos. El Sacerdote lanzaba una moneda al
aire, si caía de un lado Significaba que Dios había aceptado el Sacrificio, si caía del lado opuesto
significaba que Dios NO había aceptado el Sacrificio. También los escritos históricos del pueblo
explican cómo de manera milagrosa y sobrenatural, cada vez que Dios perdonaba sus pecados y
aceptaba su ofrenda tanto el cinto que llevaba el chivo expiatorio como el pedazo que habían retenido en
el templo se tornaban BLANCOS. Los archivos históricos escritos cuentan como algunos años este cinto
permaneció rojo, como evidencia de que Dios NO perdonó sus pecados al pueblo, y otros años
sobrenaturalmete este cinto blaqueó como testimo de que sus pecados fueron expiados. Año tras año el
Talmud registra cuando el sacrificio fue aceptado por Dios y cuando NO. Registro histórico accesible
hoy día.

Lo más sorprendente es lo siguiente, registrado en el talmud y reconocido por los Rabinos Ortodoxos
Judíos: Exactamente el día de Yom Kippur del año en que murió y resucito nuestro Mesías Yeshua (seis
meses después de su muerte y resurrección), algo sobrenatural pasó. El Talmud registra que la moneda
arrojó que Dios NO había aceptado su sacrificio, y el cinto no se tornó blanco. Durante 39 años más (un
total de 40 años, contando el año en que Yeshua murió y resucitó), el pueblo judío siguió haciendo
sacrificios de expiación en Yom Kippur, hasta que el Templo fue destruido en su totalidad (en el año 70
E.C.) y los sacrificios cesaron. El Talmud registra que durante esos cuarenta años, año tras años la
moneda cayó del mismo lado y su sacrificio NO fue aceptado por Dios. El sacrificio ofrecido NO volvió
a causar que el cinto se tornara blanco. Permaneció rojo.

Cuarenta años lanzando una moneda y esta siempre cayó del mismo lado: Si usted lanza una moneda y
esta cae 5 veces consecutivas de un mismo lado , esto es una probabilidad de 3 en cada 100 casos. La
probabilidad de que esto pase cuarenta veces consecutivas es sobre 1 en 1,099,511,627,776 veces. Esto
es humanamente imposible, más aun cuando ellos QUERÍAN que sus pecados fueran perdonados, y NO
querían hacer trampa para que saliera lo contrario. El talmud declara que esto fue exactamente lo que
sucedió durante este primer siglo.

Luego del sacrificio expiatorio de Yeshua NINGÚN otro sacrificio fue aceptado por Dios en su lugar.
NO ERA NECESARIO otro cordero. El Sacrificio de Yeshua fue SUFICIENTE para TODA la
humanidad. Yeshua fue el ÚLTIMO sacrificio.

“En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Yeshua Ha'Mashiaj hecha
una vez para siempre. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo
muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Mashiaj,
habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la
diestra de Elohim, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado
de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.” ~Hebreos
10:10-14

Esta parte de Yom Kippur fue cumplida a cabalidad por el Mesías. Y es precisamente la parte del
sacrificio que al día de hoy el pueblo judío no ha podido volver a celebrar: los sacrificios de expiación.
Pero el pueblo judío y todos nosotros debemos continuar celebrando la otra parte de Yom kippur como
un ensayo de lo que ha de venir. En la Fiesta de Yom kippur el pueblo sigue recordando que Dios se
sentará en su trono a juzgar vivos y muertos. Y se abrirán los libros para que Dios juzgue a cada uno
según sus obras. Cada uno tendrá que comparecer ante el Tribunal del Mashiaj. Satán tratará de
acusarnos. Pero aquellos que nuestros nombres se encuentren escritos en el Libro de la Vida, porque
fuimos lavados por la Preciosa Sangre del Cordero y nuestros pecados rojos como el carmesí fueron
blanqueados por Yeshúa, seremos declarados JUSTOS ante el Padre Celestial.
Cada cual ahora en vida decide si en el Último Yom Kippur que está por venir enfrentará a Cristo Jesús
(Yeshua Ha'Mashiaj) como nuestro Juez o como nuestro Abogado Defensor, quien NUNCA ha perdido
un caso. Aceptando o rechazando a Yeshua como Señor y Salvador personal.

Creo que luego de leer esto cada creyente nacido de nuevo debe reconocer que definitivamente hay
mucho que celebrar en Yom Kippur:
Primero: Recordamos el sacrificio de Yeshua(Jesús) en la cruz del calvario por nosotros, y cómo
fuimos perdonados de nuestros pecados.
Segundo: Celebramos que nuestros nombres fueron escritos en El Libro de La Vida una vez y para
siempre, si permanecemos en Él, y Él en nosotros.
Tercero: Celebramos nuestra Fiesta como un ensayo profético de lo que pronto sucederá ante el Gran
Trono Blanco, cuando próximamente regrese Yeshua por su pueblo.

Yom Kippur es un exelente día para:


 Hacer un culto de ayuno congregacional,
 Llevar a cabo un día de humillación y oración,
 Hacer un culto evangelístico donde prediquemos sobre el Sacrificio de Yeshua y su Poder
Redentor,
 Hacer un estudio sobre como Yeshua cumple las Fiestas del Señor, y como las fiestas de otoño
son proféticas de su segunda venida, y
 Tener una Fiesta de Alabanza, Adoración y Celebración al Señor.
Este Yom Kippur pide a Dios que tu nombre esté en el Libro de la Vida, y únete al clamor de la
Novia: “¡Ven Señor Yeshua, NO tardes más!”

¡Que tengas un  ayuno llevadero en este Yom Kippur!

Shalom.

El Día del Perdón o el Yom Kippur es el  día más


sagrado e importante para el pueblo de Israel,
se celebra el día 10 del mes séptimo hebreo de
Tishrei.

Levítico 23:27
27  Ciertamente el día décimo de ese mes
séptimo será el día de la Expiación. Tendréis
una santa convocación y humillaréis vuestras
almas, y haréis acercar ofrenda ígnea ante
YHVH.
28  Ningún trabajo haréis en ese mismo día,
porque es un día de expiaciones, para hacer
expiación por vosotros en presencia de YHVH,
vuestro Dios.

En el día del Perdón los israelitas hacían resonar


el shofar, es un instrumento litúrgico judío
fabricado con el cuerno de un carnero, aún se
mantiene la tradición, es distinto a la Fiesta
Solemne de las Trompetas o Rosh
HaShanahde (Números 10:1-2) donde son
usadas dos trompetas de plata, es muy
importante saber la diferencia entre el
simbolismo de las trompetas de plata y el
shofar. Las trompetas de plata simbolizan
redención o salvación por ser de plata, la Fiesta
Solemne de las Trompetas está relacionada con
la redención de la iglesia de Cristo.
Generalmente los judíos usaban el shofar en el
Templo de Jerusalem, siempre era llevado a la
guerra para indicar con un sonido el momento
de comenzar la batalla. El shofar fue usado por
los israelitas cuando conquistaron la ciudad de
Jericó (Josué capítulo 6).
La Fiesta del Yom Kippur o del Perdón es la
sombra de una realidad que ocurrirá luego que
finalice la gran tribulación del Apocalipsis, esto
ocurrirá cuando el Señor Jesucristo venga por
segunda vez y se de a conocer a Su pueblo
Israel entonces los perdonará y establecerá su
Reino aquí en la tierra, en Jerusalem durante
mil años.

Joel 3:20-21
20 Pero Judá será habitada para siempre, Y
Jerusalem por todas las generaciones.
21 Limpiaré la sangre de los que no había
limpiado,(cumplimiento de la fiesta del
Perdón) Y YHVH habitará en Sión (cumplimiento
de la fiesta de los Tabernáculos, el Milenio).

Enlace Judío México e Israel – Hoy domingo 27 de septiembre, antes del


anochecer, iniciará Yom Kipur en el mundo judío, la jornada más sagrada y
solemne del calendario hebreo.

De ayuno y contrición, es la jornada durante la cual D-os termina de juzgar a


la humanidad y sella su dictamen para el resto del año en el Libro de la Vida.

El precepto más importante es la abstinencia de ingerir alimentos y bebidas,


la cual se extiende por unas 25 horas hasta la salida de las estrellas del día
siguiente, que es anunciado con el toque del Shofar.

La prohibición involucra a todo hombre y mujer judíos mayores de 13 y 12


años, respectivamente, que esté en condiciones físicas de cumplirla, y
también incluye el bañarse, mantener relaciones sexuales y usar calzado de
cuero, cosméticos y perfumes.
Los enfermos de cierta gravedad, las embarazadas y los niños están
exentos de ayunar, y en el caso de los dos primeros, están obligados a no
hacerlo.

A diferencia del resto de los días del año, en Yom Kipur se recitan cinco
plegarias: una al comenzar la jornada (Kol Nidrei, que pide borrar todas las
promesas incumplidas y debe ser recitada antes de la puesta del sol), dos
por la mañana (Shajarit y Musaf) y otras tantas antes del anochecer (Minjá y
Neilá).

En cada una de ellas se recita el Viduy (confesión) y se le implora al Creador


que absuelva a los pecadores de sus errores e incumplimientos.

Yom Kipur, también conocido como Shabat Shabatón (algo así como “el
gran Shabat” o “el Shabat de todos los Shabatot”) por ser el día más
sagrado del año, es el único ayuno permitido en el día de descanso semanal,
ya que la propia Torá establece que el mismo debe cumplirse exactamente
este día (Levítico 23:28), luego conocido como el 10 del mes de tishrei.

Por otra parte, antes de Yom Kipur es costumbre disculparse con el prójimo
por las faltas cometidas para con él.

Otras tradiciones previas a Yom Kipur son el comer y beber en abundancia


en la víspera, de modo de poder completar el ayuno, y las Kaparot, un ritual
para evitar un mal decreto divino que consiste en transferirle en forma
simbólica los pecados a un gallo (los hombres) o una gallina (las mujeres),
los cuales luego se faenan y se obsequian a los pobres como caridad.

Yom Kipur se conmemora ocho días después de Rosh Hashaná y, como Día
de la Expiación, es razón por la cual debe haber una aflicción personal, de
modo que el individuo pueda ser purificado de sus pecados.

Sus principales preceptos, prolongados servicios religiosos y el ayuno, son


observados incluso por muchos no religiosos y tienen un alto acatamiento
en Israel, quizá mayor que en la Diáspora.

También podría gustarte