Las personas brillantes son aquellas que poseen ideas, conocimientos y talentos potenciales

para producir un valor inimaginable a las organizaciones con quienes trabajan y con los
recursos que éstas les brindan. Ambas partes (organizaciones y personas brillantes) se
complementan para lograr el crecimiento. Uno sólo no puede ser capaz de sobresalir por sí
mismo, claro que pueden haber ciertas excepciones, pero en la mayoría de los casos las
personas brillantes necesitan a la organización tanto como ésta las necesita a ellas ya que no
pueden funcionar eficazmente sin los recursos que les provee la organización. Así mismo todos
los recursos y sistemas del mundo son inútiles a menos que se cuente con gente brillante para
aprovecharlos al máximo.

Para trabajar con este tipo de personas es necesario entenderlas, saber que no les gusta ser
dirigidas, que desean un mayor grado de protección organizacional, y el reconocimiento de
que sus ideas son importantes. La gente brillante conoce su valor, También exigen libertad
para explorar y fallar.