Está en la página 1de 4

ENSAYO SOBRE

SEGURIDAD
NACIONAL

Curso Complementario de
Ciudadanía y Defensa Nacional

Curso Complementario de Ciudadanía y Defensa


Nacional

Perteneciente a:

Delia Rosario Araoz Quiroz


SEGURIDAD NACIONAL

Introducción

La inseguridad generada por la presencia de la violencia y la delincuencia no es un


problema reciente en nuestro país. Durante la época del terrorismo en el Perú, conocida
por el Estado Peruano como Conflicto Armado Interno, ocurrido entre 1980 y 2000
durante la escala armada de grupos subversivos establecidos en el centro y sur del país
que buscaba derrocar al entonces gobierno peruano y establecer un gobierno bajo la
doctrina comunista. Perú sufrió los efectos de un fenómeno subversivo muy violento,
que dió como resultado de miles de víctimas y millones de dólares en pérdidas
materiales. No obstante, una vez disminuida la violencia política, el Perú tuvo que lidiar
con un fenómeno que venía desarrollándose desde años atrás: la violencia delincuencial.
Esto significó un nuevo desafío a la política de seguridad del país.

Los perjuicios que produce la delincuencia son muy elevados. Además, a diferencia de
lo que ocurrió con el terrorismo, esta vez no se tenía al frente un problema cuyas
características podían ser definidas claramente. La delincuencia es un fenómeno muy
complejo que no responde a criterios organizacionales ni a estrategias específicas. Pero,
el panorama de la inseguridad en Perú tiene otros aspectos importantes en su
constitución. El narcotráfico es parte de ellos. Actualmente las drogas están
destruyendo a los jóvenes que son parte fundamental en el futuro de nuestro país,
desmembrando familias, aumentado la inseguridad en todo el Perú y alternando la
economía mundial, ya que éstas son distribuidas de manera ilegal.

De este modo, la seguridad se ha convertido en un aspecto prioritario para el Estado


Peruano. La población se siente más vulnerable y amenazada que nunca por la
delincuencia. En ese sentido, el presente ensayo busca dar a conocer la realidad social,
el nivel de delincuencia e inseguridad en el Perú.
Análisis

En el Perú, como en varios países de Latinoamérica, el elevado grado de inseguridad


generado por la violencia y la delincuencia obstaculizan el crecimiento económico y la
reducción de la pobreza. Una de las preocupaciones más urgentes que la población
espera sea solucionada por el gobierno es la delincuencia, misma de la cual no se tiene
control puesto que existe gran dificultad en encontrar una metodología para medirla.
Nuestro país tiene un índice de criminalidad de 12,5 homicidios por cada 100.000
habitantes, menos que en Brasil que tiene entre 24 y 24.9 homicidios por cada 100.000,
que en México que tiene entre 20 y 20.9 homicidios por cada 100.000 habitantes y que
en Colombia que tiene el índice de criminalidad más alto del mundo, con 77 a 77.9
homicidios por cada 100.000 habitantes. La sensación de inseguridad que
experimentamos por el aumento del crimen y la delincuencia y por las dificultades de
las autoridades para prevenir y reprimir el delito, amenazan y vulneran el derecho
derechos a una calidad de vida personal y familiar.

Entre las causas de la inseguridad producto de la delincuencia, está el desempleo que


vive una gran cantidad de personas. Existen personas que atentan contra los bienes y la
integridad física de los ciudadanos lo, frecuentemente, por no tener un empleo estable
que les garantice ingresos suficientes para mantener a su familia. También, se identificó
a la pobreza como otra causa que puede generar agresividad y que causa, además, altos
índices de delincuencia que, generalmente, se ubican en las zonas marginales de la
ciudad. Otra causa es la falta de educación, que genera delincuencia, agresividad e
inseguridad en la población. Así mismo, la cultura tan pobre de nuestra población genera
altos índices delictivos y de agresividad contra las personas. Podría afirmarse que, la
falta de educación y cultura son grandes contribuyentes con delincuencia y el crimen.

Por otra parte, el terrorismo en el Perú continúa siendo una realidad incómoda dentro
del escenario nacional. Aunque el terrorismo en sí no representa una amenaza como lo
fue en los años 80 y 90, éste ha mutado, encontrando nuevas fuentes de financiamiento.
Es de esta forma que opera, principalmente en la región del Valle de los ríos Apurímac,
Ene y Mantaro, en adelante VRAEM, la cual se extiende sobre cinco departamentos:
Apurímac, Ayacucho, Cuzco, Huancavelica y Junín. El VRAEM es una región donde la
presencia del Estado es poca o nula, incapaz de imponer su imperio, por lo que los
terroristas se asociaron a los narcotraficantes o, en algunos casos, asumieron ese papel.
Por consiguiente, los terroristas son capaces de operar a sus anchas, llenando el vacío
dejado por el Estado. De esta forma, el narcotráfico y el terrorismo mantienen una
estrecha relación, podría decirse que es casi una simbiosis delictiva, en la que los más
afectados son los campesinos que se dedican al sembrío de la hoja de coca, dado que
no son beneficiados del crédito obtenido por el tráfico ilícito de drogas.

Es importante resaltar que tanto el narcotráfico como el terrorismo no surgen de la


nada, sino que tienen detrás, un contexto político, económico y social del cual emergen,
una relativa ausencia del Estado, arrastrada desde el virreinato y que continúa en la
época republicana, además de los pocos recursos destinados al despliegue de las fuerzas
armadas en la sierra central del Perú. Estos elementos, favorecen la aparición y
diseminación de grupos que operan fuera de la ley, que aprovechan el vacío dejado por
el Estado para imponer su voluntad sobre la población local.

Conclusiones

La inseguridad ciudadana incide negativamente en el desarrollo social, cultural,


económico y educativo de nuestro país. Es por ello que se tiene que encontrar, con
urgencia, medidas que solucionen esta problemática. La inseguridad ciudadana puede
ser superada si el Estado Peruano crea un sistema educativo que disminuya las cifras de
deserción escolar que inciden en la criminalidad, y que, además, ofrezca oportunidades
laborales a todos los sectores de la sociedad. La seguridad ciudadana es un derecho que
el Estado debe garantizar. Enfrentando la violencia y fomentando la seguridad.

Así mismo, la lucha contra el terrorismo es una gran tarea que el gobierno está obligado
a atender. Si bien es cierto que la captura, en 1992, de Abimael Guzmán, líder de
Sendero Luminoso, así como la Operación Chavín de Huántar llevada a cabo en 1997, le
restó fuerza al terrorismo, se debe comprender que éste todavía no ha muerto. Ahora
el propósito de su lucha cambió, debido a que encontraron nuevas formas de
financiamiento, siendo ésta la forma con la que ha mutado hasta convertirse en
narcoterrorismo.

También podría gustarte