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DOCE REGLAS PARA CRIAR HIJOS DELINCUENTES…

Publicado en 12. ene, 2010 por Teo Veras en Artículos

1. Empiece por darle desde muy temprano todo lo que le pida.

De esta manera crecerá pensando que la vida se lo debe todo a él.

2. Al decir sus primeras malas palabras, ríase y celébrelas.

Esto le hará pensar que es ingenioso, lo entusiasmará y motivará a utilizar frases mucho más
“celebres” en el futuro, cuando sea más grande.

3. Nunca le hable de Dios, de Jesucristo, de religión ni de La Iglesia.

Espere hasta que sea mayor de edad para que él decida por sí mismo.

4. Evite utilizar la palabra “mal hecho”. Podría afectarlo con sentimientos de culpa.

Esto lo condiciona a pensar más adelante, por ejemplo, cuando sea arrestado por tomar lo que no
es suyo, que la sociedad está en contra él y, por lo tanto, que está siendo perseguido
injustamente.

5. Recoja siempre todo lo que deja tirado: ropa, libros, juguetes, platos sucios, etc.

Haga siempre lo posible por evitarle asumir responsabilidades, de forma tal que aprenda a
“cargar” las responsabilidades de sus actos a otros.

6. Déjelo leer, escuchar, y jugar con todo cuanto llegue a sus manos.

Esterilice y limpie los cubiertos, platos y vasos; pero deje que su mente se rellene de todo tipo de
basura alienante, al fin que con algo se tiene que divertir.

7. Pelee con su esposo frecuentemente en presencia de sus hijos.

De esta manera no habrá ninguna sorpresa más adelante cuando su hogar sucumba.

8. Dele a su hijo todo lo que quiera, incluso dinero.

No permita nunca que se gane un peso por sí mismo. Después de todo

¿Por qué ha de ser tan difícil como le fue a usted?

9. Satisfaga siempre sus deseos en materia de comida, bebida y demás comodidades.

Asegúrese de que todos sus deseos materiales sea satisfechos.

Privarlo de ellos pudiera ocasionarle grandes traumas y frustraciones.


10. Ofrézcale apoyo incondicional cuando se trate de situaciones en contra de sus profesores,
familiares, vecinos y otras figuras de autoridad.

Ellos pueden estar en contra de su hijo, y usted debe defenderlo. Al fin y al cabo a quien tienen
que obedecer es a usted.

11. Cuando su hijo se meta en problemas serios, cometa un delito o una infracción grave: Pague
los daños, mándelo a pasear hasta que se enfríe la situación, y discúlpese diciendo: “Yo nunca
pude con él”.

12. Prepárese para una vida de dolor.

Usted lo preparó para la vida “a su medida” y obtendrá lo que justamente merece de ella; lo más
probable es que tanto su hijo como usted sean muy desdichados

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