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7 conductas que dañan la autoestima

de un menor
Crianza positiva

La seguridad no se adquiere por repetirse una y mil veces lo valiosa(o) y


buena(o) persona que eres. El poder amarse a sí mismo es un aspecto
psíquico que necesita ser sostenido por un largo tiempo, porque es
un sentimiento frágil, se construye según la imagen que los demás nos
devuelven. Por ello, la calidad de los vínculos es importante. Será el marco de
referencia de nuestras relaciones futuras, de nuestra identidad.
Por eso, si quieres que tu hijo o hija sea emocionalmente fuerte y un ser
exitoso, prepáralo desde ahora y evita dañar su autoestima. Di no a la violencia
o cualquier tipo de maltrato, y evita las siguientes conductas:
1. Etiquetar
¡Nunca lo etiquetes! Las palabras nuestras son ley para los niños. Si
constantemente los etiquetamos: ¡que mentiroso eres! ¡Eres un burro para las
matemáticas! ¡En ti no puedo confiar! Terminará por creérselo, se sentirá mal e
inseguro(a), ya que la persona que dice amarlo y a la que él/ella quiere no lo
valora ni le tiene confianza.
Estas frases van a condicionar su comportamiento y creerán
sentimientos de inseguridad, que lo llevará a no expresarse ni platicar las
cosas que le pasan porque de todas formas, no le creerán.
Lo mismo ocurre cuando asignas conductas según su género. Como si las
niñas/mujeres deben ser inestables emocionales, sumisas, frívolas y miedosas;
mientas que los niños/hombres deben ser estables emocionalmente, agresivos
y valientes. Déjalo crecer y ayúdalo a descubrir su personalidad.
2. Reprimir los sentimientos de los peques.
Los niños y las niñas son seres sensibles, deseosos de compartir, pero si tú los
reprimes, ignoras o descalificar sus comentarios o sueños, no creerás un
vínculo de comunicación donde se sientan seguros para abordar temas más
complejos como un abuso sexual o  bullying. Por ello, evita el “los niños no
lloran” y procura un dialogo constante con ellos para que expresen sus
emociones con palabras y no con llanto.
3. No creer en ellos y hacer predicciones negativas.
Si tu peque sienten que no crees en él o ella, seguramente su actitud hacia la
vida será pobre y poco decidida. Recuerda que para lograr los objetivos se
requiere intentarlo muchas veces, muchas; por eso, incítalo a intentarlo una y
otra vez. Celebra sus pequeños progresos y siempre demuéstralo cuanto lo
amas.
4. Chantajear o amenazar
Si estás cansado de que no te haga caso, chantajear a tu peque no hará la
diferencia y sólo le generas culpa. La culpa excesiva puede inhibir la adopción
de decisiones y comportamientos autónomos, por miedo a ofendernos.
“Vas a ver cuando le cuente a tu papá o mamá”. Es una frase que deja
como villano a uno de los padres, por la que aprenderá con quién sí
puede portarse mal y quién lo regaña por sus malas acciones.
De igual forma, amenazar a un niño o niña para realizar tal o cual conducta,
quizás te de resultados inmediatos, pero el costo, es generar en el menor
inseguridad y miedo del mundo. Si los amenazamos con abandonarlos,
posiblemente  fomentarás sentimientos de dependencia en sus relaciones
personales. Lo mejor es decirles: ¡Ven por favor, necesito hablar contigo!
5. Negar o condicionar el amor
El mundo acelerado nos hace estar ocupadas y conectadas las 24 horas del
día, pero eso, no le importa a nuestros hijos, por eso recuerda que si lo
rechazas, el niño comenzará a pensar que no merece ser amado y este
sentimiento lo hará tener problemas para entablar relaciones sociales de
cualquier índole.
Ellos necesitan saber que sus papás los aman para ser emocionalmente
fuertes y felices. Evita el ¡quítate! ¡Qué no ves que estoy ocupada(o)! Y
demuestra tu amor con abrazos, besos, sonrisas. ¡Date tiempo para compartir!
6. Humillar
Si quieres que un niño o una niña comprendan sus errores, no lo lograras
humillando. Evita decir cosas como: ¡qué tonto eres! La humillación hará que
se sienta torpe. Pero si además haces la humillación en público o en redes
sociales, lo que lograras es que sean retraídos e inseguros.
7. Comparar
Si además de humillar, comparas sea con su hermano o hermana o algún
compañero de la escuela, creas resentimiento y rivalidad, tanto si las
comparaciones son positivas como si son negativas.
Frases que lastiman: cuando
escuchar duele
Crianza positiva

Todos queremos tener hijos felices, pero ser padre, madre o educador no es
una tarea fácil, porque requiere habilidades, paciencia y un sin número de
virtudes, de ahí la necesidad de obtener herramientas para una crianza
positiva, donde se fomenten relaciones sanas, el manejo de las emociones no
sea un problema y consecuentemente, no se mine la autoestima de las niñas y
los niños. Dado que la violencia no es hereditaria, se aprende, y
desafortunadamente muchas veces es el hogar, por ello te compartimos frases
que lastiman para que las pienses antes de decirlas.
1. ¡Ya no te quiero!
Cuando los chicos o las chicas hacen algo mal, a veces decimos “Si sigues
haciendo eso te voy a dejar de querer” o “Ya no te quiero porque eres malo”.
Ellos y ellas no deben aprender que tu amor se condiciona, si quieres que
cumplan las reglas, existen otras formas de motivarlos o en su caso,
sancionarlos, pero el amor no debe estar involucrado. No le des esa lección del
amor, piensa que con esa conducta aprenderán que la violencia es permitida,
mejor ayúdalo-ayúdala a construir relaciones sanas.
 
2. ¡Jamás haces nada bien!
Los niños y las niñas aprenden todos los días, no puedes exigirles lo que no
está a su alcance, como padre y madre es tu responsabilidad guiarlos y
enseñarles, si algo no les sale bien y les dices que “jamás hace nada bien” sólo
destruyes su autoestima, es mejor que los alientes a intentarlo nuevamente, ten
paciencia, el aprendizaje requiere práctica y él o ella están creciendo.
 
3. ¡Deja de hacer preguntas tontas!
Ninguna pregunta es tonta, los niños y las niñas tienen una sed incansable de
conocer, tú eres una fuente de conocimiento para ellos, alienta su curiosidad,
no la enjaules. De hecho, si alimentas esa curiosidad puedes lograr cosas
increíbles como el interés por la ciencia.
 

4. ¡Deja de llorar que no es para tanto!


Reprimir los sentimientos y emociones de nuestros hijos es un acto que
frecuentemente hacemos, pero con ello sólo lograras que de adulto no sepa
expresar sus emociones o se sienta culpable al hacerlo. ¡Piénsalo! Quienes
somos nosotros para medir lo que está sintiendo el otro-otra y si es o no para
tanto, es posible que para él o para ella sea importante y la forma de expresarlo
sea llorando.
 
Obligar a suprimir sus emociones y necesidades, trae como
consecuencia la dificultad para identificar los sentimientos, y con ello, es
poco probable que puedan empatizar con otros-otras personas o causas
sociales, y en el caso de los niños se fortalece la homofobia, el sexismo y
el heterosexismo, además de enseñar que las demostración de las
emociones los vuelve inferiores, débiles, pasivos y/o afeminados.
 
5. Eres igual de estúpido (a) que tu padre (madre)
No debes expresarte mal del padre o madre de tus hijos delante de él, y mucho
menos compararlo de esa manera, si no tienes nada bueno que decir de la otra
persona es mejor que no lo digas, ustedes son sus figuras más representativas,
si las denigras, lo estás minimizando a él o ella.

6. Me tienes harto
Después de la llegada de un hijo/hija cambia la vida, los horarios, las rutinas,
los gastos y las preocupaciones, por lo que es necesario adaptarnos a la nueva
realidad de la familia, entenderlo parece es un proceso largo, pero desquitarte
con tus hijos no servirá de nada, es mejor explicarle a tus pequeños las cosas:
hablar siempre es la mejor opción; pero sobre todas las cosas, adapta tus
expectativas y te sentirás menos frustrada/frustrado. Tu hijo/hija crecerá, te lo
aseguro: es una etapa, una transición. Deja que disfrute su infancia, haz un
esfuerzo por entenderlo y te ahorraras peleas innecesarias, y sobre todo nunca
utilices la violencia como “disciplina” por ser tu derecho, porque no es un
derecho disciplinario la violencia, es maltrato.
 
7. Sabía que no debía tener hijos
A veces creemos que si los hacemos sentir mal, acataran las reglas y se
portaran mejor. ¡Grave error!, Si dices palabras hirientes crearás rebeldía y los
alejarás de tu lado. Las palabras que dirigimos a los niños/as y adolescentes
tienen “súper poderes”, así como pueden hacerlos construir un auto estima
elevada, una comunicación asertiva con los demás y una adecuada expresión
de sus sentimientos y pensamientos, puede llevarlos al extremo contrario.
 
Una palabra dicha con enojo, frustración y/o dolo destruye, lastima y
queda grabada en la mente de ellos/as aún mucho tiempo después,
nuestras palabras pueden dejarles marcas imborrables en su interior,
cicatrices que aunque no se ven, resultan tan dañinas como las que deja
un golpe. Porque siembran en ellos/as desconfianza, vulnerabilidad,
inseguridad y hasta rencor, que si no se resuelve y trabaja
adecuadamente puede llevarlos/as a convertirse en adultos
agresivos, intolerantes y frustrados.
Recomendamos leer: 7 conductas que dañan el autoestima de un menor

8. Siempre me avergüenzas
Si tu hijo o hija hace berrinches en casa o en público, jamás le digas que te
avergüenzas de él-ella, quizás está tratando de decir que necesita atención de
tu parte, sobre todo si no han trabajado en casa la mejor forma de digerir y
manejar las emociones, de ahí la importancia de no sólo no reprimirlas sino
desarrollarlos con actividades como las actividades artísticas, por ejemplo:
 
La dramatización de los juegos teatrales o teatro donde se ponen a prueba
el ensayo, el error y la transmisión de una idea, ayudan al reconocimiento de
conductas y reconocimiento propio en figuras llamadas personajes. Los juegos
teatrales ayudan a la exploración del mundo imaginario y las posibilidades, algo
así como un “ensayo de vida”. Los juegos teatrales ayudan al individuo a
concebirse en la convivencia ya que siempre se actúa en función de comunicar
algo al otro.
 
9. Deberías parecerte más a tu hermano
No puedes pedirle que se parezca a alguien y menos a su hermano, crearás
rencillas y rivalidades irracionales, todos somos personas únicas e irrepetibles,
debes alentar y respetar esa individualidad, así tendrás un niño-niña sana y
feliz consigo misma.

5 Herramientas de crianza positiva y


buen trato en la familia
Crianza positiva

Desarrollar el rol de padres y madres encierra una gran complejidad, sobre


todo el ejercicio positivo de la función parental, y a fin de evitar el mal trato y el
uso de la violencia con los hijos/hijas, te proporcionamos algunas herramientas
para la crianza positiva y el buen trato en la familia.
1. Proporcionar afecto y apoyo.
Todos necesitamos recibir atención, respeto, afecto y reconocimiento para
nuestro desarrollo personal. El no satisfacer esas necesidades básicas, da
lugar a la aparición de comportamientos conflictivos. Cuando los padres y las
madres proporcionan afecto y apoyo a sus hijos/hijas, los menores se sentirán
aceptados, valorados y especiales. A continuación te mostramos algunas
opciones para demostrar afecto y apoyo a los pequeños:

 Acariciarlos, sobre todo cuando son pequeños. 


 Juega e interaccionar con ellos.
 Escucha lo que tengan que decir, intenta comprender lo que quieren decir,
aunque no siempre se esté de acuerdo con ello. 
 Habla con tus hijos/hijas con frecuencia en un tono amable y respetuoso;
firme cuando haya que comentarles aspectos que no les guste oír.
 Pide que contribuyan a hacer algo que les gusta y que, a la vez, es positivo
para todos; y agradecer su ayuda y esfuerzo.
 Disfruta de su compañía y hacérselo notar.
 Transmite interés por lo que piensan, sienten y hacen.
 Transmite expectativas positivas sobre sus capacidades, habilidades y
potencialidades.
 Comparte con ellos sentimientos, ideas, planes, compromisos, tiempo y
actividades para que padres, madres e hijos se conozcan, apoyen y
protejan mutuamente.
 Ten comportamientos amables y respetuosos que los hijos puedan imitar. 

2. Dedicar tiempo para interaccionar con los hijos.


Las distintas responsabilidades que han de asumir cada día en la vida familiar,
laboral y social hacen que el tiempo se perciba escaso para conciliar y
responder adecuadamente a todas ellas. Esto lleva consigo contar con pocas
opciones para el descanso y el disfrute personal y familiar.
La percepción de la falta de tiempo lleva a los padres y las madres a
distribuirlo entre distintas tareas y rara vez se planifica  tiempo exclusiva
para interaccionar tranquilamente con los hijos/hijas. Esto puede
deberse a que los padres y madres entienden que están con ellos
mientras conviven en casa, que tienen lo que necesitan, que controlan lo
que hacen, y que el hecho de vivir bajo el mismo techo ya facilita su
desarrollo personal. Sin embargo, los padres y madres pueden tener
sentimientos de culpa por no poder interaccionar con sus hijos todo el
tiempo que desearían.
Algunas opciones pueden ser: charlar con tranquilidad, jugar, contar cuentos,
escuchar música, cantar, bailar, leer, ver televisión, escribir, dibujar, pintar,
manualidades o cocinar juntos. Salir juntos a pasear o a caminar, estar en
contacto con la naturaleza en el campo, la montaña, la playa, granjas,
zoológico, parques, etc. Visitar bibliotecas, a los amigos. En fin, hacer cosas
juntos.
 
3. Comprender las características evolutivas y de comportamiento de los
hijos a una determinada edad.
Con cierta frecuencia los padres y madres comentan que les cuesta entender el
comportamiento de sus hijos; esto se produce tanto si estos se encuentran en
la etapa infantil como en la adolescente, dado que el comportamiento de los
niños, como el de los adultos, no se mantiene siempre igual. Varía en función
de muchos aspectos, como puede ser el contexto y las personas con las que
uno se relacione en cada momento, el vínculo afectivo que tengamos con ellas,
la situación en que nos encontremos, el grado de ánimo o de cansancio que
uno tenga, etc. También varía en función de la edad que tengamos y de la
etapa de desarrollo en que nos encontremos.
El proceso de desarrollo de una persona se desenvuelve durante toda su
vida. Es continuo y ocurre en los diferentes ámbitos: biológico,
psicomotor, intelectual, afectivo, y social. Durante ese proceso los
menores van adquiriendo competencias personales según su edad y
ritmo de desarrollo; por ejemplo, dentro de un mismo intervalo de edad,
unos niños pueden aprender hablar o caminar antes que otros.
Van adquiriendo experiencias, habilidades, conocimientos, formas de pensar,
de sentir, de interpretar y de dar significado a la realidad y a las personas que
les rodean que pueden influir en el modo en que se relacionen y se comporten
con ellas. Ten la humildad de aprender junto con ellos y disfruta cada
etapa, no será permanente ninguna.
 
4. Comunicarse abiertamente con los hijos, escuchar y respetar sus
puntos de vista y promover su participación en la toma de decisiones y en
las dinámicas familiares.
La comunicación abierta y sincera entre padres y madres e hijos es
fundamental para promover un clima de convivencia adecuado en la familia.
Contribuye a la construcción del respeto mutuo y al desarrollo personal, de la
autoestima y afectivo de todos sus miembros.
Dado que en la infancia, los hijos aprenden a desarrollar comportamiento
a través de la observación e imitación de las conductas de sus padres y
madres, es conveniente allegarse de estrategias de comunicación. Te
recomendamos leer el artículo: 10 Conductas que dificultan la
comunicación en la familia y hacer una adecuada valoración de uno
mismo como adulto que contribuya a generar la asertividad y la
seguridad personal, necesarias para afrontar los diversos retos de la vida
familiar, personal, laboral y social.
5. Establecer límites y normas para orientar el adecuado comportamiento
de los hijos y generar expectativas de que cooperarán en su
cumplimiento.
Los niños y las niñas necesitan límites que les ayuden regular sus
comportamientos espontáneos, sobre todo cuando estos tienden a ser poco
adaptados o poco respetuosos con los demás, con los objetos o con el
ambiente y contexto que les rodea. Los hijos necesitan que sus padres y
madres les vayan orientando desde pequeños para que aprendan a respetar
las normas establecidas en el hogar, en los centros escolares y en la sociedad,
así podrán adaptarse progresivamente a las exigencias de convivencia.
Entre las estrategias que los padres y madres pueden utilizar para
ayudar a sus hijos a adquirir esa capacidad de autocontrol se encuentran
generar expectativas positivas hacia ellos de que cooperarán en el
cumplimiento de las normas y de las consecuencias asociadas a ellas.
Esto se facilitará si se producen, además, procesos de comunicación
asertiva en la familia a través de la escucha activa, la expresión de
sentimientos y la empatía.
Recuerda que para tener relaciones sanas en familia, aprende a reaccionar
ante sus comportamientos, aunque parezcan inadecuados o
desproporcionandos. Explícales las cosas, ten una buena comunicación y
evitando castigos violentos o desproporcionados. Es un niño o una niña que
esta creciendo.

6 actividades para reforzar la


autoestima del menor
Crianza positiva

La imagen que tenemos de nosotros mismos determina la manera en que nos


relacionamos con los demás, y esta estrechamente relacionada con
la autoestima. Por ello, es necesario prestar atención en la forma en que se
construye la autoestima de nuestros hijos o hijas, y que el concepto que tienen
de ellos, sea positivo. Hemos señalado que la seguridad no se adquiere por
repetirse una y mil veces lo valiosa(o) y buena(o) persona que eres. El poder
amarse a sí mismo es un aspecto psíquico que necesita ser sostenido por un
largo tiempo, porque es un sentimiento frágil, se construye según la imagen
que los demás nos devuelven. (Para leer las 7 conductas que dañan la
autoestima de un menor, haz clic aquí)
Y nuestras conductas en su crianza, pueden determinar que ellos se
perciban como seres incapaces si los sobre protegemos, con habilidades
y capacidades negativas tendrá en el futuro una baja autoestima y le
costara conseguir sus metas y enfrentarse a retos. Para leer los 4
errores más comunes de los padres sobreprotectores, haz clic aquí)
Por ello, te compartimos algunas actividades que podemos hacer con los
peques para reforzar la imagen que tienen de si y construir una autoestima
sana a través del juego:
1. AUTORETRATO
En esta actividad, pediremos a los niños y niñas que se dibujen y nos cuenten
como son, que les gusta o no les gusta de ellos mismos, lo bonito que vean en
ellos, sus cualidades. El niño o niña debe decir una cosa bonita o buena de sí
mismo, lo que hace bien.
El objetivo de la actividad es propiciar la construcción de la imagen
propia, estimular la identidad y sentimientos de aceptación y autoestima.

2. PRESENTACIÓN: YO SOY…
Para esta actividad, en primer lugar pediremos a los niños y niñas que anoten
en una hoja lo que quieran de sí mismos, por ejemplo: Me llamo Isabel, soy la
pequeña de 3 hermanos, me gusta el chocolate. Me gusta mucho patinar. Soy
simpática.
Los agruparemos en parejas y pediremos que hagan lo mismo con el
compañero/a que les ha tocado. Finalmente deben explicar lo que han puesto
ellos mismos y lo que han puesto de sus compañeros. Con esta actividad, los
niños y las niñas podrán ser conscientes de todas las cualidades que poseen;
podrán auto valorarse, reconocer sus características positivas y expresarlas de
forma adecuada.
 3. COLLAGE
Los niños y las niñas han de hacer un collage sobre si mismos, pueden incluir
lo que quieran: dibujos, palabras, fotos, etc. Para ello han de tomarse su tiempo
y elegir cada elemento que quieren poner en el collage. Luego deberán explicar
cada elemento del mismo.
Esta actividad es una buena manera de centrar la atención del niño o la
niña en aquellas características que lo hacen especial, en los aspectos
positivos de personalidad y sueños que tiene. Este será un recordatorio
positivo de todas las cosas que lo hacen único y las razones por las debe
sentirse bien consigo mismo.
4. LA ENTREVISTA
Les diremos a los niños y niñas que imagen que van a hacerse una entrevista a
sí mismos. Han de pensar que cosas se preguntarían, como se presentarían a
sí mismos, que cosas dirían.
5. CARTA A MI MISMO
Esta es otra actividad que puede ayudar a los niños y las niñas a ponerse más
en contacto con sus sentimientos acerca de sí mismos y de lo que son. Y todo
lo que necesitas es un lápiz y un papel. Nadie debería leer esta carta, excepto
el niño.
Esto es para asegurarte de que el niño sea lo más abierto y honesto
posible en la carta. La carta debe incluir experiencias felices que el niño
haya tenido en el último año, los descubrimientos que ha hecho de sí
mismo, y / o las cosas que le gustaría lograr o algún objetivo que tenga.
La carta se puede dejar a un lado y el niño puede leerla más adelante en
su vida como un recordatorio de quién era y cómo ha cambiado
6. JUEGO DE ELOGIOS
Con un grupo de dos o más niños, corta una hoja de papel en partes pequeñas
y da a cada niño el mismo número de papeletas como número de niños haya
en el grupo. En cada hoja de papel, cada niño deberá escribir el nombre de otro
niño y una lista sus características positivas. Ellos tienen que enfocarse en los
rasgos de personalidad y talentos, en lugar de los rasgos físicos. Cuando todas
las listas estén completas, lean las características de cada niño en voz alta.
Con una alta autoestima, los niños y las niñas se sienten seguros de sus
habilidades y continúan luchando por sus sueños. La autoconfianza es una
herramienta invaluable que llevarán durante toda su vida.

Los 4 errores más comunes de los


padres sobreprotectores
Crianza positiva

Todo padre o madre quiere proteger a sus hijos del dolor, el peligro, la
infelicidad, el rechazo, y las malas experiencias, pero el mundo es imperfecto y
si evitamos el contacto de los y las niñas con el mundo real, sólo
obstaculizaremos su sano desarrollo y estamos dándole el mensaje de: “No
eres capaz”,” no puedes hacerlo”, “no puedes confiar del todo en ti mismo.”
En un articulo anterior, hablamos de cómo hacer responsable a nuestros hijos e
hijas, por ello, ahora es muy importante, que nosotros, sus padres, entendamos
que para hacerlos responsables, no debemos ser sobreprotectores. Pues al
sobreprotegerlos le damos poder a los miedos. Los y las niñas sobreprotegidas
tienden a:

 Ser inseguros.
 Presentan dificultad para adaptarse a nuevas situaciones.
 No son serviciales ni tienen iniciativa.
 Se acostumbrado a que le hagan las cosas
 No son independientes, y por ello, sólo realizan las actividades si alguien
le ayuda
 No le gustas esforzarse y esto lo pone de mal humor.
 Son flojos, exigentes y demandantes: solicitan las cosas con mala
actitud, ya sea gritando, llorando, etc.

Una vez, que entendemos el por que, te compartimos los errores más comunes
de los padres sobreprotectores:
1. Limitar la toma de riesgo.
Los niños y las niñas necesitan enfrentar retos, es parte de crecer. Los padres
sobreprotectores desconfían en la capacidad de sus hijos, y ellos acaban
creyendo que no pueden por sí mismos.
Prohibirles realizar sus propios deseos por una percepción de daño
exagerado puede conllevar a una falta de conocimiento de sí mismos, así
como del mundo que les rodea, lo que tendrá un efecto de falta de
confianza, seguridad y autoestima.
Al igual que los adultos, los niños y las niñas desean sentir que sus opiniones y
deseos tienen importancia, y a menudo uno consigue que se enojen cuando se
les dice que no tienen razón sin explicar. El hecho de contradecir
inmediatamente la opinión de un menor se exagera y se convierte en un debate
sobre quién tiene la razón. En cambio, una pregunta específica relativa a la
situación podría motivar una discusión útil.
2. Solapar su frustración.
La frustración es el terreno fértil de la creatividad, pero cuando los padres la
resuelven por ellos, los niños desarrollan la noción de que el mundo está ahí
para proveer gratificación inmediata. Se vuelven intolerantes, caprichosos,
manipuladores y evasivos.
Los niños deben poder caerse para experimentar lo que supone
levantarse y sentirse orgullosos de sus propias capacidades y logros.
Ellos y ellas gritan, se enfadan. Necesitan poder sentir y ponerle palabras a lo
que sienten para entenderse y conocer sentimientos. Si les interrumpimos,
rechazamos y nos asustamos, no serán capaces de desarrollar una
autorregulación interna ni integrar sentimientos, la recomendación es,
ayudarles a poner en palabras sus emociones a través de juegos, dibujos,
lenguaje.
3. Evitar que tomen responsabilidad.
Estos padres hacen todo por ellos, quitándoles la oportunidad volverse
independientes, con ello, refuerzan y hacen creer que el mundo gira a su
alrededor, y conforme crecen, se vuelven cada vez más diestros en la evasión
de la responsabilidad.
Lo que realmente necesitan es lo opuesto: hacerlos sentir el peso de las
consecuencias de sus actos, tanto de lo que hacen como de lo que dejan
de hacer. Para aprender de los errores u olvidos, es conveniente que no
se impida que el hijo/a padezca las consecuencias naturales de sus
decisiones.
Muchos padres/madres responden a tal cuestión diciendo «es que yo lo hago
más rápido y con menos esfuerzo que él». Claro, el aprendizaje requiere
paciencia y tiempo pero el esfuerzo es una piedra básica para que podamos
aprender de nosotros y de cómo funciona nuestro entorno.
4. Ocultar información por miedo al sufrimiento o frustración.
Los niños y las niñas necesitan poder hacerse cargo de las situaciones.
Debemos enseñarles poco a poco a relacionarse con las limitaciones, las
dudas, las pequeñas frustraciones del día a día para que puedan
desarrollar recursos de afrontamiento, de lo contrario, los estamos
exponiendo sin herramientas propias para los momentos difíciles. 

La recomendación es pensar que fuiste niño/niña, y que tú historia personal de


vida no es la suya. Los hijos y las hijas son personas, con propios deseos,
miedos, fantasías… No son una prolongación de uno mismo.
Nuestros miedos no son los suyos, nuestras carencias no son las suyas,
nuestros deseos son diferentes. Si comprendemos eso y les damos
calidez en el trato, a la vez que les exigimos teniendo en cuenta sus
propias capacidades, estaremos favoreciendo un buen desarrollo físico y
psíquico de nuestros hijos.
5 maneras de fomentar la autoestima
en tus hijos/hijas
Crianza positiva

Ya hemos señalado que la imagen que tenemos de nosotros mismos determina


la manera en que nos relacionamos con los demás, y esta estrechamente
relacionada con la autoestima, la cual no se adquiere por repetirse una y mil
veces lo valiosa(o) y buena(o) persona que eres, pues el poder amarse a sí
mismo es un aspecto psíquico que necesita ser sostenido por un largo tiempo,
porque es un sentimiento frágil y se construye según la imagen que los
demás nos devuelven. Por ello, es importante no ser
padres/madres sobreprotectores, para que nuestros hijos/hijas no perciban
nuestros miedos e inseguridades, ya que los peques sobreprotegidas tienden
a:
Ser inseguros; presentan dificultad para adaptarse a nuevas situaciones;
no son serviciales ni tienen iniciativa; se acostumbrado a que le hagan
las cosas; no son independientes, y por ello, sólo realizan las actividades
si alguien le ayuda; no le gustas esforzarse y esto lo pone de mal humor;
y son flojos, exigentes y demandantes: solicitan las cosas con mala
actitud, ya sea gritando, llorando, etc.
Por ello, las recomendaciones para fomentar el autoestima de nuestros
hijos/hijas son:
 
1. Dale tiempo de manera exclusiva.
Sí, seguramente tienes mucho trabajo, cosas que hacer en casa, llamadas,
reportes, quehaceres domésticos y preocupaciones normales, pero los niños y
las niñas necesitan tiempo de calidad y sino se los dan, te lo exigirán en forma
de berrinche y “malas conductas”, no porque sean seres insensibles que
conspiren contra ti, sino por que es parte de su desarrollo cognitivo.
Si no le prestas atención y al no haber enseñado a digerir las emociones,
ellos tendrán un comportamiento de los que tú consideras “malos”, pero
no es otra cosa que una forma de llamar tu atención. Si aprenden que la
única forma de llamar tu atención es rompiendo cosas o rallando
paredes, lo seguirán haciendo. Así que deja el móvil, el periódico o la
televisión para mirarlos y prestarles atención, que crecerán muy pronto.
Una recomendación personal que yo tengo con mi hija es tomarnos un
día de chicas, por lo general son los viernes, después de clases nos
vamos a un café y platicamos, sí, descubrirás muchas cosas aunque
tenga 6 años (ahora tiene 10), y sabrá que es su momento especial con
mamá, donde además de disfrutar algo que le guste (en su caso, las
crepas), podrás estrechar los lazos aunque siempre tengas la agenda
llena.
 
2. Pon limites y educa sin castigos
Una vez que entiendes que a veces su comportamiento es por no saber digerir
una emoción, y que él o ella, perciben falta de atención, también es necesario
poner límites claros sin violencia, y hablar abiertamente de las necesidades de
la familia. La comunicación abierta y sincera entre padres y madres e hijos es
fundamental para promover un clima de convivencia adecuado en la familia.
Contribuye a la construcción del respeto mutuo y al desarrollo personal, de la
autoestima y afectivo de todos sus miembros.
 
La recomendación es hacer una reflexión sobre la forma que
se comunica la familia y tratar de que no existan conductas que
dificultan la comunicación como: mandar de forma autoritaria, insultar,
desaprobar, interpretar o ironizar.
3. Dale responsabilidades
Sí, es necesario aunque creas que es pequeño. Claro esta que las obligaciones
serán con relación a su edad y se debe incluir actividades para toda la familia,
papá, mamá e hijos, algunas opciones de responsabilidad pueden ser:

 Recoger la mesa después de los alimentos


 Tender la cama
 Sacar la basura
 Ayudar a preparar los alimentos
 Poner las cosas en su lugar después del súper.

 
Deje muy clara la responsabilidad de cada miembro de la familia, de ser
posible, escriba la responsabilidad de cada miembro en un mural o panel
de corcho. Cada uno debe saber qué tiene que hacer, cómo y cuándo
debe hacerlo para que se responsabilice, haya colaboración en las tareas
comunes de la familia y no se cargue de tarea a un miembro en
particular. La incoherencia o discrepancia entre lo que exigen o permiten
unos u otros miembros de la familia, favorecen el incumplimiento de las
tareas que se le encomiendan al menor, así como su justificación para no
hacerlas. Por ello, conviene reflexionar sobre el grado de responsabilidad
de los adultos, para no exigir lo que no podemos dar.
4. No les compares ni lo etiquetes
Todos somos diferentes y eso es maravilloso, por ello, no lo compares con sus
hermanos/hermanas, ni con sus amigos. Menos lo etiquetes ni de cariño, no es
bonito pensar que eres el tonto/tonta, el gordo/la gorda, la floja/el flojo. Las
etiquetas no ayudan a fomentar el autoestima, sino al contrario, minan la
seguridad y la infancia es un proceso de construcción del carácter.
Recuerde, la violencia inicia en el hogar y la calle, y después se replica
en las escuelas, y sucede en un ambiente de inequidad, exclusión social,
pobreza y falta de ejercicio de derechos. Cuando un niño o una niña son
educados con violencia, es más factible que sufra acoso escolar o una
agresión física.

5. Valida sus emociones.


Si el niño o la niña llora, es porque él o ella sienten dolor, angustia, o alguna
otra emoción, dale la importancia que tiene, evita decirle: ¡No pasa nada! Sí
pasa algo y le hace sentir mal. Ten una comunicación abierta, para fomentar
relaciones sanas.

Autoestima: 3 ejercicios para


fortalecerla
65 comentarios / Autoestima, Equilibrio Emocional / Por Paola
Fortalecer nuestra Autoestima:
Mimándonos un poco:
¡Hola! Hoy vamos a hablar de un tema que me gusta
especialmente: la autoestima. Os voy a proponer también algunos
ejercicios para trabajarla.
Como seguramente imaginaréis la autoestima es un pilar fundamental
en nuestro equilibrio emocional, y ha sido estudiada por muchas
corrientes de la psicología.
Antes de ponerme con la práctica de ejercicios os quiero aclarar
brevemente algunos aspectos sobre el concepto de autoestima:
La Autoestima es algo dinámico:

La vamos desarrollando a lo largo de nuestra


vida y no se trata de algo estático que “se tiene o no se tiene” sino
que puede variar según las circunstancias:
La autoestima comienza a formarse durante la infancia, de hecho este
suele ser un periodo crítico en su desarrollo y las experiencias
tempranas pueden condicionar esa manera de vernos a nosotros
mismos, las opiniones y valoraciones que recibimos a edad temprana
van creando nuestra autoimagen, poniendo “etiquetas” que más
adelante condicionará la forma en la que nos percibimos a nosotros
mismos. (Te recomiendo leer: Este artículo.)
Cuando pasamos por experiencias como un abandono, críticas
negativas destructivas, falta de afecto o reconocimiento,  rechazos, o
alguna experiencia de abuso emocional o físico, nuestra autoestima se
ve afectada.

La autoestima no es solamente “quererse a uno mismo” sino que


implica todos los sentimientos, opiniones, sensaciones y
actitudes respecto a nosotros mismos que hemos ido
acumulando a lo largo de nuestra vida.
Siempre habrá fluctuaciones en cómo nos percibimos a nosotros
mismos, es normal, el problema es cuando las fluctuaciones son
muy pronunciadas o cuando nos volvemos realmente muy
negativos respecto a nosotros mismos y esto nos bloquea de
cara a la acción.
Al no sentirnos competentes o merecedores de afecto no nos
movemos hacia nuestras metas, e incluso podemos entrar en una
espiral de pensamientos negativos y “profecías autocumplidas” (si
creo que no valgo o no confío en mí mismo, me comportaré de
acuerdo a esta creencia: alimentándola y creando una espiral negativa
de la que será difícil salir.)

Conceptos relacionados con la Autoestima:

Os voy a comentar algunos aspectos relacionados con la autoestima


(intentaré ser breve, jeje.)

La autoestima implica a varios “Auto”: Autoconocimiento,


Autoconcepto, Autoaceptación, Autorespeto, entre otros.

Es importante que revisemos cada tanto la visión que tenemos de


nosotros mismos y demos un repaso a todos estos “autos”.
El autoanalizarse, parar y reflexionar, y el autoconocimiento, han de
ser hábitos a implementar y acostumbrarnos a hacerlo periódicamente
( tal y como pasamos la ITV de los coches, hacer nuestra ITV
emocional cada tanto 😉 Ojalá lo eseñaran en el colegio, pero
lamentablemente hemos de aprenderlo por otros medios.
Estudia cómo te hablas a tí mismo:

La autoestima se manifiesta sobre todo en nuestro lenguaje interno,


en la manera en la que nos “hablamos a nosotros mismos.”
Suele suceder que en nuestro día a día damos más importancia a los
mensajes negativos, a la crítica, a la frustración que a lo positivo. Los
elogios y la motivación de superación y los mensajes de autoconfianza
quedan eclipsados ante las frustraciones o mensajes negativos..
es como si “lo malo” pesara más en nuestra balanza interna.
(Efectivamente así es, “lo malo” pesa más cognitivamente y es más
fácil de recordar que lo bueno)
También puede suceder que malas experiencias del pasado nos
hayan afectado, por ejemplo si hemos vivido algún tipo de abuso o
trauma, o puede que hayamos interiorizado “etiquetas” o valoraciones
negativas sobre nosotros mismos y las llevemos arrastrando desde la
infancia: analiza tus “etiquetas” y pregúntate de dónde vienen. 
 ¿De donde vienen las creencias o valoraciones negativas
que tengo de mí mismo? 
 ¿Cuando fue la primera vez que escuchaste o te dijiste eso?
 ¿Qué “me dice” mi autoestima? 
 ¿Qué inseguridades o miedos me crea?
Para trabajar el autoconocimiento os propongo algunos ejercicios
relacionados con la autoestima.

3 Ejercicios para trabajar


tu autoestima:
Os recomiendo realizar cada ejercicio durante un par de semanas al
menos, tomándoos vuestro tiempo para cada uno. Os recomiendo
trabajar por escrito e incluso anotar impresiones o vuestro “diálogo
interno”
Trabajando nuestra Autoestima:

1.    Listado de nuestras fortalezas:

Muchas
veces recordamos las críticas, las cosas que hacemos mal, las
ofensas.. pero nos olvidamos de recordar nuestros éxitos,
elogios, halagos. Para ello vamos a hacer una recopilación de los
mismos, es una forma de darles más peso:
Busca una libreta para trabajar (física o virtual 😉 y realiza tres listas:

 En una recopila los elogios que recuerdes que te hayan dicho


otras personas a lo largo de tu vida
 En otra enumera las capacidades y fortalezas que tú
consideras que posees.
 En un tercer listado enumera cosas que te hagan sentirte
orgulloso de ti mismo (logros, actitudes ante alguna situación,
etc.)
Te pongo un pequeño ejemplo:

Elogios Recibidos:

 “Eres muy divertido”


 “Se te dan bien los niños”
 “Dibujas muy bien”
..etc
Mis Fortalezas:

 Soy paciente.
 Sé escuchar a los demás.
 Soy respetuoso con las opiniones de otros.
 Soy generoso
..etc

Estoy orgulloso de:

 -Cómo afronté y superé una enfermedad grave que tuve.


 -Haber ayudado y apoyado a un amigo cuando pasó un mal
momento.
 – Haberme sacado el carnet de conducir a la primera
etc

Puede que en un principio te cueste recordar situaciones, elogios,


etc. Tómate tu tiempo.
Sería recomendable que dedicaras varios días a ésta tarea: te
aconsejo ir rellenándolo poco a poco durante al menos una
semana.
Una vez tengas el listado reflexiona:

 En los elogios recibidos

 ¿Cuánto te crees cada elogio? (enumera del 1 al 10: 1 no


me lo creo y 10 creerlo completamente) Si no has
puntuado todos los elogios recibidos con un 10 piensa:
 ¿Qué pasaría si los creyeras todos 100%? ¿Qué
cambiaría en tu actitud o en tu concepto de ti mismo?
 En cuanto a tus fortalezas:

 ¿Qué dicen de ti mismo?


 ¿Qué habilidades y recursos crees que hay detrás de
cada fortaleza?
 ¿Hay otras fortalezas, habilidades, o valores que te
gustaría fomentar? ¿Qué podrías hacer para ello?
 En cuanto a las cosas de las que estás orgulloso:

 ¿Qué dicen de ti mismo? ¿Qué valores y qué habilidades


hay detrás de cada una?
Haz un resumen de tus habilidades, recursos y valores y ponlo en
algún lugar en el que puedas verlo asiduamente.

2. El sorteo de autoregalos:

Este ejercicio tiene


como finalidad fomerntar el autocuidado, autorrespeto y el
“mimarnos” a nosotros mismos.
Para ello comenzaremos haciendo un listado de pequeñas cosas
agradables que podemos hacer por nosotros mismos en el día a
día.
Se trataría de cosas que impliquen “mimarte”, cuidarte y fomentar
actividades agradables o que te causen bienestar.
Dedícale tiempo e intenta hacer la lista lo más larga que puedas. No
se trata de poner grandes cosas sino temas cotidianos, si es
posible que impliquen acciones o experiencias (no regalos
materiales) por ejemplo: escuchar un disco que te gusta, ir al gimnasio
(o algo que tenga que ver con cuidar tu salud), probar un nuevo
peinado, pasear un rato por un parque, llamar a algún amigo para
charlar, preparar un plato que te gusta, leer un rato.. ¿qué se te
ocurre?.
Intenta que la lista sea bastante larga. Dedícale un día o dos sólo
a elaborarla.
Cuando tengas tu listado de “premios” crearemos el método para el
sorteo: has de poner cada una de éstas actividades en un papelito que
doblarás y pondrás en una cajita o frasco que te guste. Intenta
dedicarle tiempo y hacerlo bonito y creativo (papelitos de colores, una
cajita personalizada..etc)

Cuando lo tengas listo “empieza el sorteo”: Cada día por la mañana


debes sacar un papelito de la caja y darte el “premio” que te haya
tocado.. así dia a día hasta acabar todos los papelitos. Pero ¡No
los tires! porque luego puedes volver a empezar el “sorteo de premios
diarios” y añadir otras cosas que se te ocurran 😉
Otra variante (idea de una consultante) es hacer una lista numerada
de “autorregalos” e ir tirando dados.

3.    Hablar con el espejo:


Cada día frente al espejo debes mirarte a los ojos, y hablarte
adoptando un tono de voz amable, como cuando hablas con un
buen amigo.
En ese ejercicio lo más importante es el espejo, mirarte a los ojos,
reconocerte: y luego decirte qué vas a hacer hoy por tí, darte un
consejo, un halago o animos para el día.
Puede que al principio te resulte incómodo, artificial o ridículo..
pero has de superar esa sensación y hacerlo cada día durante al
menos 3 semanas, como un reto. ¿te atreves?
Los mensajes pueden ser siempre los mismos o diferentes: pueden
tener que ver con lo que vas a hacer, con tus cualidades, o mensajes
de ánimo y aprobación.

No se trata de mentirte o darte mensajes irreales, nada de “Todo va a


salir estupendo” o “eres la mejor persona del mundo” .. se trata de
conectar contigo, adoptar una postura erguida, calmada, y hablarte
con tono cariñoso.
 Hoy voy a hacer (tal cosa) por mí. (Ir al gimnasio , ir a tomar café
con mi amiga..) Puedes usar los “regalos” diarios aquí.
 Soy bueno/a  resolviendo (tal o cual cosa)
 Soy ( + cualidades positivas que tengas..)
 Hoy voy a terminar (tal o cual cosa)
 Doy gracias por ..(algo que agradezcas)
 Conectar contigo  y trabajar tu aceptación y comunicación
interna es el primer paso para una buena relación contigo mismo
😉
Recomendación extra:

Tal como comentamos, cuando nuestra autoestima se encuentra


“baja” tendemos a hablarnos peor a nosotros mismos, nuestras
críticas puede que sean más destructivas que constructivas por
ejemplo: así que fíjate en tu lenguaje interno y en cómo te hablas
 ¿Qué harías si un amigo  te hablara de esa manera?
Procura hablarte de manera asertiva ( te recomiendo éste artículo
sobre la asertividad y éste sobre la autoexigencia.)
También es útil que imagines qué cosas serían diferentes si
tuvieras un poco más de autoestima:
 ¿Qué harías o dejarías de hacer?
 ¿Cómo afrontarías tal o cuál problema?
 ¿Cómo te relacionarías con los demás?
.. Imagínate a tu “yo con buena autoestima” y pregúntate de vez en
cuando ¿Qué haría o hubiese hecho mi yo con buena autoestima en
esta situación? ¿Cómo lo habría hecho?

Recuerda que la autoconfianza se fomenta con la ACCIÓN


no te quedes en la parálisis del análisis y muévete, el
movimiento, el enfrentarte a las dificultades te irá dando
seguridad: como comento en el ejemplo de patinar en este
artículo: Cuando el miedo nos bloquea.

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