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Reflexión Miguel

Tras leer el texto detenidamente, puedo sacar en claro que Bourdieu plantea una fórmula
para postularse a medio camino entre el objetivismo y el subjetivismo. Para ello utilizará la
práctica y para llegar a ella el Habitus del cual nos dirá que: ‘’es un sistema de disposiciones
duraderas y transferibles, estructuras estructuradas predispuestas para funcionar como
estructuras estructurantes’’.

Como recoge en La Distinción Bourdieu señalará que el habitus es fruto de la confluencia de


distintos tipos de capitales (cultural, económico y social entre otros) y serán adquiridos por
los individuos a lo largo del proceso de socialización y puestos en liza en unos determinados
campos, y esto conformará la práctica.

De vuelta al texto que nos ocupa, Bourdieu nos dirá que el habitus hace posible la
producción libre de pensamientos y acciones, siempre delimitados por el marco conceptual
que deriva de la simbiosis de sus capitales. La libertad será enclaustrada por la conciencia
colectiva. Es decir las pautas de comportamiento, el lenguaje, tanto verbal como no verbal,
los modos de conducirse incluso el propio concepto de sentido común o razón están
supervisadas y asistidas por el habitus.

Lo que sugiere que existen dos tipologías dentro del habitus, el habitus de clase y el
individual. El de clase seria el que recoge la interiorización común de determinados modos,
apreciaciones, formas de conducirse y de actuar comunes a un conjunto de individuos con
capitales similares que actúan por lo general en el mismo tipo de campos y que tendrán unas
experiencias comunes en muchas ocasiones derivadas de unas prácticas similares. Es decir
el habitus de clase aporta una visión colectiva del mundo. En cuanto al habitus individual,
Bourdieu lo entiende como una variación personal del habitus de clase.

Por último Bourdieu ve en la práctica un medio para fomentar y reproducir regularidades,


acaecidas del principio generador del habitus. Es decir la práctica ayuda a perpetuar a lo
largo de la historia los valores o preceptos propios del habitus, y de esta forma se
retroalimentan. Llegando a su término de ‘’reproducción social’’ y dándole sentido a la frase
de unos párrafos más arriba ‘’estructura estructurada predispuesta a funcionar como
estructura estructurante’’.

Dicho esto, y viendo como en el texto Bourdieu crítica y pone en duda entre otras cosas la
elección racional nos pareció interesante reflexionar sobre la importancia del habitus de
clase sobre el individual, y si este último puede llegar a modificar ciertos elementos y
disposiciones adquiridas a lo largo del proceso de socialización.

En primer lugar me parece muy acertado el análisis y la forma de estructurar que tiene
Bourdieu la categorización de las clases sociales, las practicas que son comunes a ellas, y
como todo eso influye a su vez en la estructura social que conforma la realidad social. Es
innegable que la dicotomía entre habitus y práctica en relación a la generación de
experiencias y disposiciones para construir objetos dentro de la realidad social. Y que eso
sirva para crear estructuras que soporten el sistema y lo reproduzcan en el tiempo. Es
realmente útil. Pero igualmente en el intento de ponerse en una posición de neutralidad
entre el objetivismo y el subjetivismo, en el momento que subyuga al habitus individual del
de clase está decantándose claramente por el objetivismo y reduciendo la capacidad
individual de los sujetos de poder reconducir el acceso a un determinado mundo practico u
otro.

Porque para Bourdieu, el mundo práctico estaría sujeto, guiado y determinado con opciones
muy marcadas fruto de la probabilidad en función al habitus de clase que se posea.
Reduciendo la libertad personal a elegir de entre esas opciones prefijadas por el habitus,
puesto que aquellas actividades que salgan de la lógica del conjunto de disposiciones
generadas por la simbiosis de los capitales comunes a una determinada clase social, las
alejará de la plausibilidad eliminándolas de la realidad social del individuo.

Mi argumento entonces es el siguiente. Hasta qué punto puede un individuo que sea
consciente de su habitus de clase, de forma individual incidir y poner los medios para
ampliar sus distintos capitales y paulatinamente modificar lo suficiente su concepción de la
realidad social. Para así acceder a un mundo practica con más opciones probables y reducir
la incidencia de la reproducción social, creando nuevas disposiciones o al menos
actualizando las existentes. Para así por medio de estos nuevos caminos del mundo practico
poder modificar el histórico de experiencias de ese individuo y ampliar su visión de la
realidad social.

Es evidente la potencia del modelo de reproducción social, no solo lo plantea Bourdieu,


podemos verlo en otros autores, como en la Moda de Simmel, como las clases sociales
tienden a adoptar conductas de la clase superior, las adquieren, las hacen propias y se
homogenizan, y estas clases sociales superiores buscan de nuevo distinguirse. En el propio
trabajo de Bourdieu podemos ver críticas a sistemas como el educativo en los cuales señala
que los valores, conocimientos y aptitudes, así como su puesta en práctica están elegidas
por una clase social en concreto, socializada de una forma que haga favorable a los niños
salidos de ese ámbito su adaptación y rendimiento.
Mientras que los niños que provienen de otros segmentos sociales tienen más problemas de
adaptación e integración y aquí es una de las fuentes de la reproducción social de la
desigualdad, y lugar de aprendizaje de las estructuras de desigualdad y estratificación
social que se verán posteriormente articuladas en el sistema social a que los niños saldrán
cuando se hagan adultos y comiencen su vida laboral.

No negando, la potencia de este modelo, particularmente creo que existe cierta resiliencia
del individuo a ser plena y totalmente arrastrado por su habitus de clase. Aunque no sea lo
normal, bajo mi punto de vista no se debe de ser tan dogmático como para delimitar la
libertad de acción a unas pocas opciones probabilísticas.

Para ello planteo la posibilidad de que el individuo, incida directamente en modificar o más
bien ampliar sus propios capitales, para así superar su habitus de clase inicial. Es decir, con
los medios disponibles a día de hoy, sería relativamente fácil para un individuo elevar su
capital cultural, algo que el propio Bourdieu reconoce, lo define como capital cultural
incorporado, pero el cual el mismo dice que es de aprendizaje y transmisión lenta. Pero esto
no quiere decir que no sea una forma de mejora del capital cultural.

En la medida que se amplíe, mejore o modifique el capital cultural incorporado, también se


abrirá el abanico de posibilidades a una ampliación del capital cultural objetivado, que no es
otra cosa que hacer acopio de bienes culturales en consonancia al nivel cultural que se
posee. La relación es evidente a mayor capital cultural incorporado mayor posibilidad de
obtener variedad en el capital cultural objetivado. Por último un individuo que mejore su
capital cultural incorporado puede llegar a conseguir un mejor capital cultural institucional
que a su vez pueda servir como medio para aspirar a un mejor capital económico.

El capital económico a diferencia del cultural, en principio no es algo que el individuo pueda
modificar drásticamente por sí mismo, pero si dicho anteriormente, hace un esfuerzo por
elevar su capital cultural es posible que, obtenga una oportunidad de mejora.

Sin entrar aún en el capital social, ya solo con la mejora del capital cultural, el habitus de
clase debería haberse visto ligeramente distorsionado y daría al individuo un mundo
práctico con más variables.

En cuanto al capital social, hoy en día con toda la parafernalia en torno a las redes sociales,
es relativamente más fácil ampliar el radio de acción del capital social de un individuo. Es
más fácil acceder a determinados grupos y a entablar relaciones sociales, con otros
individuos con un capital económico o cultural similar, sin tener que ser necesariamente de
una confluencia de clase similar. Si bien esos lazos puede que no sean igual de fuertes que
los existentes fruto de las relaciones sociales de la gente de tu entorno. Si pueden suponer
una experiencia lo suficientemente enriquecedora para que nuevamente exista un salto
cualitativo y cuantitativo del habitus del individuo. Equilibrando algo la balanza entre el
habitus de clase y el habitus individual. Dándole acceso a una realidad social diferente.

Ciertamente que esto puede conducir a la desclasación de estos individuos que busquen
superar su habitus de clase, pero nuevamente puede ser posible poner en entre dicho,
hasta cierta medida el concepto de habitus de Bourdieu. Si se acude a los extremos la
viabilidad del modelo es clara, ejemplos como el de que el rico puede elegir donde vivir y
nunca elegirá vivir debajo de un puente y sin embargo un individuo en un estado de pobreza
avanzada puede convertirse en su única opción es indiscutible. Pero cuando el modelo es
llevado a las zonas medias, no está tan clara la viabilidad. Si se aleja uno de los extremos es
posible problematizar el concepto de habitus y práctica y más a día de hoy con la cantidad
de elementos que buscan la transversalidad y difuminan determinadas barreras de clase. Es
cierto que determinados segmentos sociales, son comunes ciertos tipos de
comportamientos, usos del lenguaje, tanto verbal como no verbal, el concepto de sentido
común puede ser parecido.

Pero no veo tan clara esta homogeneización del habitus de clase, tan nítida y separadas
entre algunos grupos sociales. Gracias a los medios de comunicación de masas,
determinadas actitudes relacionadas con el consumo, tienen a englobar a sujetos de clases
sociales distintas y conducirles a prácticas similares. A esto hay que sumarle otro capital
que reconoce el mismo Bourdieu, el simbólico el cual está basado en el prestigio que te
conceden los demás a través del reconocimiento de elementos intangibles ligados al propio
individuo que escapan a la categorización de clase. Este prestigio adquirido a través del
reconocimiento y fruto de la acción de los otros capitales puede ser una fuente para actuar
y mejorar o acrecentar los otros capitales, elevando el habitus global del individuo. Esto
podría llevar a restar valor a la concepción clásica de Bourdieu de que el habitus de clase
prima sobre el individual y es el que rige las directrices y guía las elecciones en el mundo
práctico.

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