Ficha de Historia: “Oposición al Régimen Terrista”, 6to Derecho Prof.

Fernando de los Ángeles

La muerte de Baltasar Brum
“… La gente llenaba las calles pero mantenida lejos por los soldados…
Luego le dio un beso a su madre y le dijo: “Siempre le dije en mis duelos que iba a volver, hoy no puedo decirle lo mismo”; luego
se despidió de Blanca y le dijo “Blanca lo que voy hacer sino lo hiciera, la primera que me despreciaría sería Ud.”.
Serían más o menos las 4 menos 10.
Blanca me dijo que ni por un momento me hablo de muerte o suicidio pero al verlo bajar tuvo una corazonada y pensó “Y si
Baltasar se matase”. Corrió entonces escaleras abajo, abrió angustiada la puerta de calle junto a la cual estaba papá y llegó junto
a él en el preciso momento en que gritó: “Viva Batlle” y poniendo el revolver entre los dedos de la mano izquierda que tenía sobre
el pecho, apretó el gatillo.
Tío José fue quien adivinando el gesto corrió junto a él en el momento que se desplomaba. Luego llegaron Blanca y mamá, casi
juntas y papá.
Blanca me dijo que antes Baltasar había arengado al público pero que ella no lo oyó.
También bajo volando mi abuela, de pronto Blanca gritó: “Asesinos de Brum” y luego le pidió al Dr. Eduardo Blanco Acevedo que
estaba junto al cuerpo “que no sufra”. El Dr. E. Blanco Acevedo que era uno de los íntimos que iba todas las mañanas a las 8,
quiso darle una inyección pero estaba tan nervioso que la aguja cayó al suelo, él la recogió y se la dio igual, luego mirando a papá
le dijo “Perdona la falta de higiene pero nuestro querido amigo ya no es de este mundo.”
Relato del suicidio realizado por su sobrina Lilí Delgado Brum de Cardozo citado en
Caetano G, Rilla, J. -Historia contemporánea del Uruguay

La oposición a la dictadura

El diplomático norteamericano J. Butter Wright describía así el entierro de Baltasar Brum:

“El anuncio necrológico que apareció en el diario rigurosamente censurado de su
partido, en la edición del día siguiente, ¡tenía solo cuatro líneas! Su funeral tuvo lugar en la
tarde del 1° de abril y no asistió ningún alto funcionario del gobierno ni ningún miembro del
cuerpo diplomático. Concurriendo más de cinco mil personas al entierro y las oraciones
fúnebres pronunciadas por varios líderes menores del partido se considera que fueron
altamente enardecedoras, llegando al punto de pedir la muerte del Presidente en venganza, y
acompañados por la repetida entonación de la estrofa del Himno Nacional que dice “tiranos
temblad”. La policía evidentemente tenía órdenes de tolerar estos discursos y no se registraron
disturbios mayores, salvo algunos incidentes menores en que la policía dispersó grupos de
simpatizantes exaltados fuera del cementerio”.
(Citado en Reyes Abadie W, Melono Tabaré –Crónica General del Uruguay)

El líder del gurpo batllista “Avanzar” opuesto a Terra, Julio César Grauert fue detenido por un grupo de policías
cuando regresaba de un acto político en Minas; tras un breve tiroteo fue herido. Trasladado a Montevideo murió de gangrena a
consecuencia de la herida recibida. Tenía solo 31 años.

Emilio Frugoni en “La revolución del machete” describe así el entierro de Grauert:
“Una muchedumbre que se calcula en más de diez mil personas acompañó hasta la última morada sus restos. En camiones se
propuso llegar hasta la plaza Libertad, al pie de cuya estatua se quería depositar por un momento el atáud como el rito de una
ofrenda simbólica. Se produjo un choque entre pueblo y policía del que resultaron numerosos heridos. La exaltación de los ánimos
era realmente amenazadora. Las mujeres increpaban y abofeteaban a los oficiales. Flotaba en el aire una nube de terrible
exasperación popular de la que parecía pronta a estallar la tormenta justiciera (…)”

Julio César Grauet

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