La neurolingüística Estudia los mecanismos cerebrales que facilitan el conocimiento, la
comprensión y la adquisición del lenguaje, la actividad verbal y los cambios que surgen en los procesos lingüísticos como consecuencia de lesiones locales del cerebro ya sea hablado, escrito o con signos establecidos a partir de su experiencia o de su propia programación. Mucho trabajo en neurolingüística se basa en modelos psicolingüísticos y lingüística teórica por lo tanto, es un área de convergencia de la lingüística, la psicología y la neurología que centra en investigar cómo el cerebro puede implementar los procesos que la lingüística y la psicolingüística propone como necesarios a la hora de producir y comprender el lenguaje. La neurolingüística estudia los mecanismos fisiológicos por los que el cerebro procesa la información relacionada con el lenguaje y evalúa teorías lingüísticas y psicolingüísticas, usando la afasiología, la imagen cerebral, la electrofisiología y los modelos computacionales. AUTORES. Jean Baptiste Bouillard, médico francés, trabajando en el Hospital de La Charité en París, escribe entre 1839 y 1848 un artículo histórico que vale la pena mencionar. En el gran Diccionario Universal Larousse, en su edición de 1888, se afirma que el trabajo titulado "Sobre la localización del sentido del lenguaje articulado" le asigna a Bouillard el mérito de haber reconocido y delimitado -en alguna forma- dice el diccionario, la lesión anatómica que produce el trastorno del lenguaje y que se localizaría en una parte de las circunvoluciones cerebrales. Pero no fue este médico francés el que haría tal demostración. Las raíces de la neurolingüística se encuentran en el desarrollo de la afasiología en el siglo XIX, el estudio de los déficits lingüísticos que ocurren como resultado de un daño cerebral. Uno de los primeros en descubrir la conexión entre un área particular del cerebro y el procesamiento del lenguaje fue Paul Broca, un cirujano francés que un 18 de abril de 1861 presenta a la Sociedad de Antropología de París el primer cerebro con una lesión en la parte posterior del lóbulo frontal que daba cuenta de un severo trastorno del lenguaje verbal expresivo al que él llamó Afemia y que después fue bautizado como Afasia por Armand Trousseau en 1865. Este es el origen de la neuropsicología como disciplina científica. Más tarde, Carl Wernicke propuso que las diferentes áreas del cerebro estaban especializadas en diferentes tareas lingüísticas, con el área de Broca manejando la producción del habla y el área de Wernicke manejando la comprensión auditiva. El trabajo de Broca y de Wernicke estableció el campo de la afasiología y la idea de que el lenguaje se puede estudiar a través del examen de las características físicas del cerebro. La afasiología se benefició a principios del siglo XX del trabajo de Korbinian Brodmann que "cartografió" la superficie del cerebro, dividiéndolo en áreas numeradas basadas en cada una de las áreas de la estructura celular y sus funciones; estas áreas, conocidas como áreas de Brodmann, son ampliamente utilizadas en la neurociencia de hoy en día. Desde Francia, Alemania, Inglaterra y Austria se investigaban, se describía, se publicaban numerosos casos de alteraciones en el lenguaje verbal, tanto expresivo como comprensivo, así como en el lenguaje gráfico, a nivel de la lectura como de la escritura. Sigmund Freud participó en la discusión escribiendo un notable libro "Sobre la Afasia" en el que prevenía de los excesos localizacionistas y llamaba la atención sobre la difícil tarea de superponer el proceso verbal en las cartas anatómicas del cerebro enfermo. Este mismo clarinazo ya lo había anunciado desde Inglaterra Hugh Jackson cuando afirmó que no era lo mismo localizar una lesión que localizar una función. Los años finales del siglo XIX y los primeros 40 del XX han significado un enriquecimiento notable de la neuropsicología del lenguaje. Estos han sido los sólidos cimientos sobre los que se construiría el edificio que vendría a constituir más tarde la Neurolingüística. EL ESTUDIO DE LA NEUROLINGÜÍSTICA Los estudios de la Neurolingüística se centran en los hemisferios izquierdo y derecho. El hemisferio izquierdo, es la parte más compleja del cerebro, es el encargado de procesar las habilidades y uso del lenguaje que cada individuo posee. Además tiene otras funciones como capacidad de análisis, capacidad de hacer razonamientos lógicos, abstracciones, resolver problemas numéricos, aprender información teórica y hacer deducciones. El hemisferio derecho se encuentra la percepción, las emociones, la intuición, reconocimiento de rostros, voces, olores y melodías. Es en esta parte del cerebro donde pensamos y recordamos imágenes. Diversos estudios han demostrado que las personas en las que su hemisferio dominante es el derecho estudian, piensan, recuerdan y aprenden imágenes, como si se tratara de una película sin sonido. Estas personas son muy creativas y tienen muy desarrollada la imaginación Gran parte del trabajo en la neurolingüística implica estudiar y evaluar las teorías presentadas por los psicolingüistas y lingüistas teóricos. En general, los lingüistas teóricos proponen modelos para explicar la estructura del lenguaje y cómo la información de este es organizada, los psicolingüistas proponen modelos y algoritmos para explicar cómo se procesa la información del lenguaje en la mente y los neurolingüistas, por otra parte, analizan la actividad cerebral para inferir cómo las estructuras biológicas llevan a cabo esos algoritmos de procesamiento psicolingüístico. La investigación neurolingüística se lleva a cabo en todas las principales áreas de la lingüística. A continuación se indica cómo dicha investigación se dirige a las subdisciplinas más importantes de esta: Fonética: cómo el cerebro extrae los sonidos del habla de una señal acústica y cómo separa los sonidos del habla del ruido de fondo. Fonología: cómo se representa el sistema fonológico de una lengua en el cerebro. Morfología y lexicología: cómo el cerebro almacena y accede a las palabras que una persona conoce. Sintaxis y semántica: cómo el cerebro combina las palabras en constituyentes y oraciones; cómo se utiliza la información estructural y semántica en la comprensión de oraciones. La neurolingüística investiga también varios temas, entre ellos, dónde se procesa la información del lenguaje, cómo se desarrolla con el tiempo el procesamiento del lenguaje, cómo puede contribuir la neurofisiología a la patología del habla y el lenguaje, y cómo las estructuras cerebrales están relacionadas con la adquisición del lenguaje y el aprendizaje. Se ha establecido que en la adquisición de la lengua materna los niños de todos los entornos lingüísticos pasan por etapas similares (como el balbuceo). Algunas investigaciones neurolingüísticas van dirigidas a encontrar correlaciones entre las etapas del desarrollo del lenguaje y las etapas del desarrollo del cerebro, mientras que otras estudian los cambios físicos que el cerebro experimenta durante la adquisición de un segundo idioma en adultos. AFASIA Esta palabra afasia procede del griego, formada por el prefijo a- (ausencia) y phasia (palabra) Se podría decir que es la falta de la correcta utilización de las palabras, omiten o sustituyen unas por otras. La afasia se puede encontrar en el córtex cerebral y está produce un trastorno en personas que han sufrido lesiones cerebrales debido a un accidente cerebrovascular, un golpe en el cráneo o una infección en el cerebro, Las alteraciones en el lenguaje verbal tanto en lo expresivo como en lo comprensivo y en el lenguaje grafico como en la escritura y en la lectura se originan en personas que sufren de algún tipo de afasia. Después de la adquisición del lenguaje. LAS ALTERACIONES DEL LENGUAJE COMO CONSECUENCIAS DE LESIONES EN EL HEMISFERIO IZQUIERDO O DERECHO
En términos generales, las lesiones del hemisferio izquierdo podrían considerarse
y relacionarse con el reconocimiento y la organización fonológica del lenguaje, así como la secuencia de movimientos requeridos para el habla.
Las lesiones equivalentes en el hemisferio derecho alteran otros parámetros de la
información acústica, también incluidos en el lenguaje pero más específicamente en su reconocimiento y evocación de patrones auditivos no fácilmente codificables. AFASIOLOGIA. La afasiología intenta relacionar la estructura a la función mediante el análisis del efecto de las heridas cerebrales en el procesamiento del lenguaje. Aunque la afasiología es el corazón histórico de la neurolingüística, en estos últimos años este campo se ampliado considerablemente, gracias en parte a la aparición de nuevas tecnologías de imagen cerebral y técnicas electrofisiológicas urgentes, las cuales pueden resaltar patrones de activación cerebral mientras las personas se encuentran envueltas en varias tareas; las técnicas electrofisiológicas, en particular, surgieron como método viable de estudio del lenguaje en 1980 con el descubrimiento del N400, una respuesta cerebral con asuntos semánticos en la comprensión del lenguaje. Según su severidad a la afasia, se le determina una graduación que va de cero a cinco, donde cero corresponde a un estado grave -en donde el afásico no puede hablar ni comprender lo que se dice- y cinco a un estado en que el paciente tiene mínimos deterioros observables en el habla, pudiendo presentar dificultades subjetivas no evidentes para el interlocutor.