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Horandy Isaac ID:1104559

Reporte de lectura.
Democracia y Discriminación.
En la Discriminación,Democracia, lenguaje y género se recopilan cuatro de
los ocho primeros títulos de la colección Cuadernos de la Igualdad,
editados originalmente por el Consejo Nacional para Prevenir la
Discriminación (Conapred). Se trata de una serie concebida para que las
personas interesadas en derechos humanos! y especialmente en el
derecho a la no discriminación! establezcan un diálogo con especialistas
en la materia. Cumple con una función de divulgación y de introducción a
los debates sobre la defensa de la inclusión social y la igualdad de
oportunidades para todas las personas.
Lamentablemente, las cosas son más complicadas y, como veremos, en la
historia real las democracias realmente existentes desde la antigüedad
grecolatina hasta nuestros días han coexistido con formas de
discriminación que niegan en la práctica la igualdad de todos los seres
humanos, e incluso se han sustentado en ellas. Más aún, la ambigüedad
propia de la definición etimológica de la democracia, como “gobierno del
pueblo por el pueblo”, o como “poder (kratos) del pueblo (demos)”, pero
también el principio democrático para la toma de decisiones colectivas, la
regla de la mayoría, han permitido y hasta justificado formas de exclusión,
discriminación e incluso exterminio que niegan flagrantemente el ideal de
la igualdad y fraternidad entre todos los seres humanos.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos,
y dotados como están de razón y de conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros”. Pero en los hechos, las dos
terceras partes de la humanidad están muy lejos de ver reconocida esa
dignidad, esos derechos, mientras que lo que parece predominar no es el
trato fraternal sino una creciente violencia e inseguridad.La situación nos
obliga a preguntarnos por las relaciones que existen y por las que
debieran existir entre democracia y discriminación. A primera vista,
parece obvio decir que son relaciones de incompatibilidad: que ahí donde
hay democracia no puede (o no debería) haber discriminación, y que
donde existe discriminación no puede haber propiamente nada que pueda
denominarse democracia.
Mi opinión.
Mi opinión con respecto al tema es que la democracia y la discriminacion
vive en nuestros días una situación asaz paradójica. Conoce una
extensión sin precedentes y, sin embargo, parece existir un difundido
malestar con la democracia. Un malestar generado por una
globalización capitalista anárquica, dominada por los poderes salvajes
de las finanzas y de los modernos medios de comunicación, que
obligan a los gobiernos a someterse a las demandas de esa entidad
metafísica denominada “los mercados”. Por ello, resulta pertinente tratar
de restablecer y precisar los principios y valores de la democracia en tanto
forma ideal de gobierno, para tomar en serio los derechos fundamentales
en tanto precondicionesesenciales para que las reglas del juego
democrático sean algo más que la fachada de sociedades injustas,
autoritarias y gobiernos básicamente autocráticos.

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