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Integrantes:

● Erika Simbaqueva
● Jenny Lozano
● Mayra Bernate

Análisis

Es importante reconocer la ley 1618 y el decreto 366 si hablamos de discapacidad y de


personas en condición de discapacidad ya que en nuestro país se quiere plantear con esta ley
y este decreto. La no discriminación y las barreras mostradas desde un modelo social y por
ello como lo señalan Palacios y Bariti debe haber una inclusión social y con esta se logra una
mejor calidad de vida para dichas personas

Por otro lado se demarca en estos planteamientos la importancia del el apoyo pedagógico
adecuado y se habla de una no discriminación como un principio que va interactuando con
términos como la diversidad,igualdad y reconocimiento de sujetos de derecho.

Es importante enfatizar que el decreto 366 y la ley 1618 de 2013 ya que el primero tiene un
enfoque educativo puesto que habla de educación sin discriminación sin embargo, la ley es
planteada a una no discriminación por causa de la discapacidad esto muestra una Cosa muy
elemental y es el hecho de que se hable a nivel legislativo de esta persona es porque ya se
consideran sujetos y por ello no debe permitirse que se atente contra ellos por ser diferentes
o tener características particulares,la segunda es es papel que juega la autonomía en este
pensamiento legislativo puesto que no sólo tiene derechos sino que debe poder gozar de
ellos plenamente tanto en su ejercicio pero también en su cumplimiento hay que analizar
como Palacios y Bariti organizan de un forma muy particular y según ciertas características
los distintos artículos que conforman el decreto podría hablarse de la prioridad que le dan al
desarrollo social adecuado de las personas en condicion de discapacidad

Ahora bien en el decreto 366 se muestra de manera muy detallada aspectos en el sector
educativo pero ante todo toca un punto en el que se quisiera enfatizar y es el hecho de
formar docentes para la ínclusion en las aulas pero no sin antes sensibilizarlos y no solo a
ellos si no también a los que conforman el plantel educativo, se piensa que en Colombia
hay muchos inconvenientes por que por más que se quiere manejar la ínclusion social
cambiar la manera de pensar Acerca de la no discriminación y la aceptación de las personas
en condición de discapacidad como miembros no solo dignos si no potencialmente
independientes y con mucho aportar a la sociedad es muy difícil ya que es algo en lo que
cada persona tiene e una perspectiva diferente. Se piensa que desde este planteamiento se dio
el modelo social por que como se sabe la sociedad es quien pone los impedimentos para el
desarrollo pleno de las personas en condición de discapacidad.
Hay que tener en Cuenta que el desarrollo adecuado de in modelo social requiere
indispensablemente de los sujetos que conforman la sociedad, ya que si se habla de sujetos
se habla de personas que tienen derechos y que cumplen un Papel fundamental cada uno para
el desarrollo del otro

Para empezar podríamos enfatizar en la dignidad ese algo que ha sido históricamente
pisoteado y no solo hablando de las personas en de discapacidad sino y que también de
población vulnerable como la gente pobre tristemente la dignidad ha estado enlazada con el
poder esto significa a si se tiene poder se es digno de poseer y de que se cumplan todas sus
necesidades básicas en esta convención y en estas leyes y decretos muestra como la
dignidad va ligado a la autonomía por ello se empieza ha hablar del movimiento de vida
independiente.

Por un lado si se habla de dignidad se debe tocar la convención que puede relacionarse con
los anteriores textos mencionados, permitiendo llegar a esta pregunta si se habla de
autonomía para asumir derechos entonces, ¿Somos dignos porque somos capaces? Esta
pregunta nos permite enfatizar en la importancia que tanto la dignidad, la autonomía y la
independencia tienen, pues, van unidas y esta logra mostrar cómo se plantea en la convención
la participación de la persona con discapacidad en lo que tenga que ver con él, entonces es
aquí donde se reúnen todos los planteamientos de la ley, del decreto con la convención ya que
el objetivo es la participación en la sociedad de la persona con discapacidad, obteniendo una
igualdad a nivel educativo, laboral, personal y profesional, estableciendo en el una vida digna
e independiente. Se debe aclarar que al momento de hablar de igualdad se plantea el hecho
que en el ejercicio de esta tiene que brindarse los medios para que todos puedan ejercer sus
derechos lo cual generaría u n a desigualdad al momento de brindar el cumplimiento de los
mismos

Según la Constitución política de Colombia de 1991, y las leyes 115 de Educación de 1994,
361 de 1997, 1098 de 2006, el decreto 366 de 2009, la ley 1346 de 2009 y la recientemente
promulgada 1618, de 2013, los padres de nuestros niños, niñas y jóvenes con discapacidad no
tendrían por qué hacer este peregrinaje para conseguir cupo en las instituciones de educación,
ni públicas ni privadas.

Desafortunadamente, en nuestro país son pocos los colegios, tanto públicos como privados,
que hacen una apuesta por este tipo de educación. No se puede negar que muchas
instituciones reciben en sus aulas a niños con discapacidad, sin generar cambios
significativos en la estructura y el funcionamiento del proceso de aprendizaje y del quehacer
pedagógico. Los maestros también temen tener en sus aulas a niños con discapacidad
cognitiva, porque no cuentan con las herramientas necesarias para ayudarles en su proceso de
aprendizaje y creen que puedan interferir en el trabajo de los niños regulares.

Optar por un modelo de educación inclusiva exige realizar cambios, no sólo en las
instituciones educativas, sino también en el entorno sociocultural; contar con una sociedad
más inclusiva en la que las personas con discapacidad hagan parte integral de la vida diaria.
Nuevos retos se abren para Colombia al adoptar una política de inclusión y contar con un
mayor número de programas de formación para docentes en ese ámbito, con programas de
educación superior técnica y profesional a los que tengan acceso las personas con
discapacidad.

Históricamente, las personas con discapacidad cognitiva, mental, física, sensorial y múltiple
han sido segregadas, no sólo en el campo educativo, sino también en el social y el laboral. A
una persona nacida en 1940 con algún tipo de discapacidad le era imposible ingresar al
colegio o a una institución de enseñanza especializada. Lo más seguro era que terminara
recluida en su casa o en alguna institución, la mayoría de las veces de carácter clínico, pues,
su discapacidad era considerada una enfermedad. Por lo tanto, esa persona, se creía que era
incapaz de aprender.

En los años 60 y 70 la situación comenzaba a cambiar. Lo más probable era que esa persona
hubiera asistido a un centro de educación especial, en donde compartía su vida “escolar” con
otros niños con discapacidad. Tendría derecho a contar con una educación especializada, pero
seguiría siendo excluida del modelo educativo tradicional y de la vida social. Su educación,
seguramente, iría dirigida hacia su rehabilitación, antes que al desarrollo de sus habilidades y
potencialidades cognitivas. Los niños, a través de algunas pedagogías especiales, podían
aprender algo e interactuar con el medio dentro de un espacio escolar exclusivo y un
ambiente social protegido. Un mundo aparte.

En las décadas de los 80 y los 90, la educación para los niños con “necesidades educativas
especiales” dio un paso adelante. Se comenzó a hablar de “integración escolar”. Según este
modelo, los niños compartían la vida escolar con otros niños y jóvenes sin ningún tipo de
discapacidad, participando de la cotidianidad de la escuela. Sin embargo, los contenidos de
las materias, así como las metodologías, permanecían igual para todos, siendo los niños los
que se tenían que acomodar al modelo educativo tradicional, seguramente con algún tipo de
apoyo extracurricular. De esta forma, no era nada raro que al finalizar el proceso escolar no se
hubieran desarrollado todas las capacidades cognitivas y el alumno hubiera pasado de un
curso al otro sin cumplir siquiera con los requisitos mínimos. El estudiante debía ajustarse de
alguna manera a la institución educativa y responder a los retos planteados.

En los últimos años se ha empezado a hablar, cada vez con más fuerza, de la educación
inclusiva, un modelo que vincula a todos los niños y niñas al proceso de aprendizaje sin
discriminación alguna.

la inclusión educativa se ha definido como un proceso sistemático de mejora de las


instituciones educativas para tratar de eliminar las barreras de distinto tipo que limitan el
aprendizaje y la participación de los escolares en la vida académica y social de los centros
donde están escolarizados, con particular atención a aquellos estudiantes más vulnerables; en
este contexto, los alumnos con discapacidad o con necesidades educativas especiales son un
colectivo de marginación y riesgo de exclusión.
Desafortunadamente, en nuestro país son pocos los colegios, tanto públicos como privados,
que hacen una apuesta por este tipo de educación. No se puede negar que muchas
instituciones reciben en sus aulas a niños con discapacidad, sin generar cambios
significativos en la estructura y el funcionamiento del proceso de aprendizaje y del quehacer
pedagógico.

No sólo las instituciones sienten miedo al enfrentar la posibilidad de brindar una opción
educativa diferente. Los maestros también temen tener en sus aulas a niños con discapacidad,
porque no cuentan con las herramientas necesarias para ayudarles en su proceso de
aprendizaje y creen que puedan interferir en el trabajo de los niños regulares. Hugo Edilberto
Florián, rector del Colegio República Bolivariana de Venezuela, IED, dice que “los
profesores sienten miedo porque piensan que tienen que sacar algo que no tienen o no saben,
y lo que hace este modelo es potenciar y sacar lo que ya tenemos. La labor que se hace en un
aula regular no es muy diferente a la que se realiza en un aula inclusiva; lo único diferente
que hacemos es visibilizar a los niños”.

Así como las instituciones y los maestros sienten miedo al enfrentarse con un modelo de
educación inclusiva, también los padres de niños regulares manifiestan sus temores sobre las
desventajas académicas, sociales y culturales que puedan tener sus hijos al compartir con
niños con discapacidad, temores producto de los prejuicios y el desconocimiento que en
general hay sobre las diferentes discapacidades. Por ejemplo, que los niños con síndrome de
Down son agresivos, que los niños con autismo viven en su propio mundo, que los niños con
discapacidad presentan un despertar sexual temprano. Paradigmas como éstos hacen que
muchas veces los padres retiren a sus hijos de colegios con programas de inclusión.

De este análisis podrían concluir muchas cosas pero ante todo podemos decir que

Tanto la convención como las leyes y decretos van enlazados en la construcción de de un


modelo social real esto quiere decir un modelo que no solo se construya en lo escrito si no
que pueda darse de manera real pensamos que este es l principal fin de lo analizado puesto
que lo que buscan es analizar y construir legislativamente y socialmente un punto de inicio
partiendo del reconocimiento de sujetos dignos , independientes y funcionales
Aunque cada ley decreto y convención se da en diferentes contextos al unirse conforman la
relevancia que tiene la realidad y la vulnerabilidad en la que se han visto envueltas las
personas en condición de discapacidad por su falta de voz

Ante el todo el sujeto tiene su voz y debe permitirsele ser escuchado sobre todo si son temas
que lo afectan a él

La calidad de vida es inherente a las barreras sociales que se le pongan al sujeto, si la


sociedad pone barreras el sujeto no podrá desenvolverse de la misma manera lo cual quitará
su independencia y autonomía para vivir en sociedad

Universidades como la Pedagógica Nacional se ha eliminado la barrera del examen de


admisión para personas ciegas y sordas, en la Universidad Nacional de Colombia se han
realizado adaptaciones a los exámenes de admisión para estas personas, y otras universidades
del país están trabajando para abrir una oficina de atención a los estudiantes con discapacidad
y programas de adaptación curricular, las personas con discapacidad cognitiva todavía
encuentran barreras, tanto en las universidades como en los colegios y, sobre todo, en la
sociedad.

La inclusión educativa, un tema fundamental para el desarrollo del país, debe ser planeada y
ejecutada desde el Gobierno, los colegios y la sociedad en general.

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