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Nicolás López Quiñones

Ciencias de la mente

¿Buenos o malos por naturaleza?


Se habla que el ser humano es un animal político, hay que tener en cuenta que, nosotros somos,
eso primario, animales, que lo único que nos llega a diferenciar de demás especies, es la
capacidad de discernir, de tener un lenguaje estructurado y más que nada, de poder tener
conexiones neuronales complejas que nos proveen con diferentes capacidades cognitivas. Por
estas situaciones es que, si bien, somos una especie de mamífero, nos denominamos y de cierta
forma somos, el ápex predator; no obstante, y a pesar de nuestra posibilidad de tener todo lo
anteriormente mencionado y más, seguimos siendo lo que muchas personas les disgusta y buscan
sofocar, aún conservamos una naturaleza animal.

El autor, aprovechando su profesión como psicólogo, relata y habla las percepciones de las
ciencias sociales y como estas responden a las cuestiones sociales de la evolución y aprendizaje
humano, llevando la reflexión a un ámbito que se disputa entre lo social y lo académico, sin dejar
de lado cuestiones históricas. No obstante, si bien podríamos ponernos a desenmarañar un poco
más la situación que Pinker nos plantea en el texto, nos centraremos en tres cuestiones primarias
que el enuncia y desarrolla, esto para poder entender mucho mejor la naturaleza humana;
tomaremos como centro la siguiente pregunta ¿en qué consisten los mitos del buen salvaje, el
fantasma en la máquina y la tabla rasa?

Si bien el autor nos responde estas mismas preguntas en el texto, también cabe resaltar que las
cuestiones sociales y psicológicas relacionadas de estas tienen mucho campo que abordar, no
obstante, por el momento responderemos esta pregunta. La tabla rasa es tomada como la idea de
que la mente humana carece de una estructura inherente y que la sociedad y nosotros mismos
podemos escribir en ella a voluntad1; por otro lado, el Buen Salvaje, que es la creencia de que los
seres humanos, en su estado natural, son desinteresados, pacíficos y tranquilos, y que males
como la codicia, la ansiedad y la violencia son producto de la civilización 2; finalmente tenemos
el mito del fantasma en la máquina, como la creencia generalizada de un alma inmortal, hecha de
alguna sustancia no física, que se puede separar del cuerpo de la dicotomía entre mente y
cuerpo3. Esto conjunto a poder entender y de cierta forma poder solucionar la lucha teórica que si
el hombre es cruel por naturaleza y la sociedad lo obliga a comportarse o si por el contrario el
hombre es bueno por naturaleza, pero la sociedad lo corrompe, dos visiones distintas traídas
desde Maquiavelo y Rousseau.
1
Steven Pinker. La tabla rasa: La negación moderna de la naturaleza humana. (Barcelona: Paidos,
2003) p. 23
2
Ibid. p. 27
3
Ibid. p. 31-32
Dos ideas que como ya lo mencioné, manejan una dicotomía en temas de abordar la sociedad
humana, esto y el comportamiento de la sociedad, intentando de cierta forma cerrarnos a una
posibilidad de que seamos malos porque afloran las cuestiones primarias y primitivas del ser
humano y solo por estar dentro de la sociedad nos obligan y obligamos a contener nuestros
deseos primarios como animales para poder convivir en armonía. En este entendido entran a
jugar las tres teorías de las que Pinker se apoya para centrar el debate sobre el desarrollo
humano, donde se puede ver que esta centrando la discusión en el ideal de Rousseau sobre el
hombre bueno por naturaleza, ligando de esto el termino de tabla rasa de Locke y el fantasma en
la máquina, donde no solo somos entes biológicos, sino también espirituales y mentales, lo que
nos permite tener la libertad para poder guiarnos plenamente para tomar nuestras propias
decisiones, valores, o tomar nuestro propio camino sin que nadie este decidiendo por nosotros.

Pero queda una pregunta central de la conversación que, a final de cuentas, es las que nos trae
aquí ¿cómo se expresan (la tabla rasa, el buen salvaje y el fantasma en la máquina) en el
planteamiento de las ciencias humanas? Si bien esta pregunta tiene ciertos rasgos interesantes y
con los que no estoy del todo de acuerdo, podríamos intentar explicarla y darle una base teórica
al desarrollo de las ciencias sociales desde este punto.

Como ya lo mencioné anteriormente, la pugna entre la cuestión si el hombre es bueno o malo por
naturaleza, puede generar una dicotomía, que el autor zanja con la introducción en la
conversación de los tres términos anteriormente definidos, la realidad es que obvia de cierta
forma el carácter social primitivo del ser humano, como lo dije al principio, el ser humano es un
animal político, somos, a fin de cuentas, animales y nos comportamos como tales, la
aproximación del autor de cierta forma pretende sacar la conversación de que llegásemos a ser
animales, sino, seres desde un principio racionales.

Situación con la que no estoy muy de acuerdo, puesto que para mi pensamiento muy personal,
concuerdo con el ideal de Maquiavelo, con que el hombre es malo por naturaleza pero que la
sociedad lo obliga a convertirse en una persona “buena”, pero no malo entendido en la maldad de
los seres que disfrutan ver sufrir al otro, sino malo entendido en que nuestros instintos primarios
de supervivencia nos controlan en una primer momento, nuestras necesidades fisiológicas
guiadas con la edad son las que nos vuelve “malos”.

En este entendido no seriamos, del todo, una tabla limpia que se va llenando con las
experiencias, que si bien pesan al momento del desarrollo humano, de cierta forma siempre
vamos a tener una disputa, más que nada, en los momentos en que nuestros instintos básicos,
como la alimentación, la reproducción, las necesidades fisiológicas o la protección personal, van
a volvernos en “salvajes”, por diferentes cuestiones, pero más que nada, porque en momentos
como esos, el pensamiento critico se nubla y nuestro sentir animal aflora en esos momentos.

Ahora bien, respondiendo la segunda pregunta, sobre ¿Cómo estas teorías afectan al
planteamiento de las ciencias sociales? Creería que la forma primaria en que las afecta es en la
variabilidad de nuestro campo de estudio, al llegar a ser seres tan complejos, nuestras ciencias
están en constante movimiento y constante interconexión con demás ciencias, para la muestra un
botón, en términos de identidad de género, si bien en términos biológicos hay una separación de
dos sexos, incluso tres según la visión, en términos de identidad de género, que pesa según el
contexto social, pues podría llegar a ser tan variado incluso como humanos que habitan el
planeta, siendo una forma directa en la cual la experiencia, las cosas que nos haya gustado hacer
y, si bien puede que nos hayan dejado o puede que no, pues nos afecta y nos guía a actuar de
cierta forma determinada.

Personalmente, siento que estos postulados, sobre todo dos, el buen salvaje y el fantasma en la
máquina, podrían llegar a ser perjudiciales para el planteamiento de las ciencias sociales, en este
caso, si bien Pinker habla y critica el modelo estándar de las ciencias sociales, dejando en claro
que hay que dejar de lado esa mala practica de la cultura como el centro, y comenzar a poner a
ciencia como el centro, la verdad es que, a mi parecer le quita un poco a las ciencias sociales.

Desde la perspectiva de él, que se puede ver a lo largo de los capítulos, da a entender la
necesidad de separa el cuerpo del espíritu, de no tener algo preestablecido, apoyándose en Locke,
sino algo de lo que comenzamos en cero y, a lo largo de la vida vamos moldeando y formando,
por esto es que para él estas teorías (el buen salvaje, la tabla rasa y el fantasma en la máquina)
son centrales, porque esto daría a entender que, las ciencias sociales se están alejando de la
ciencia, se están alejando de los centros de pensamiento y volviendo al tema de conocimientos
preestablecidos. Si bien Locke critica esta situación en el carácter político de la sociedad, Pinker
lo extrapola y lo poner como, también en el carácter sociocultural y aún más, en el académico.

A lo que va mi critica con esta situación es que comenzar a ponernos en la neutralidad absoluta
que proponía Ranke para la historia, es prácticamente imposible y el planteamiento de Pinker,
desde mi punto de vista, es precisamente eso, sacar lo social de las ciencias sociales, sacar los
contextos culturales, las cuestiones preestablecidas en términos genéticos y lo preconcebido de,
tanto la academia, como de la formación de las personas; quitarnos nuestra identidad social
animal, es quitarnos una parte importante de la sociedad. Si bien concuerdo con Locke, que
nosotros nos vamos formando por experiencias y estas son las que nos moldean completamente,
no creo que seamos un lienzo en blanco al nacer, siento que, como animales, tenemos instintos
primarios que aprendemos a controlarlos según va avanzando el tiempo.
Sacar lo social de las ciencias sociales o lo político de la política son cosas de las que no estoy
del todo de acuerdo, porque, desde mi punto de vista es una forma de obviar el carácter
fluctuante de la sociedad y del ser humano; es una forma de intentar quitar nuestra capacidad
mínima e interna para moldearnos estrictamente a los que las ciencias quisieran que es tener un
método completamente científico para todo.

Para finalizar me gustaría poner un ejemplo, en mi caso, mi énfasis en el estudio es la historia


política y desde primeros semestres, he querido y he enfocado mi saber, no a la academia, sino a
la sociedad, aportar desde lo que pueda llegar a saber, para que la sociedad tenga una mayor
conectividad sociocultural como un motor para el desarrollo, no creo que centrar la cuestión en la
ciencia pueda colaborar con la unión y cohesión social que tanto se necesita, sino que por el
contrario puede ayudar a resquebrajar, por la falta de conocimiento y entendimiento de la
sociedad.

Para concluir quisiera responder rápidamente, ¿Cómo se expresan? Como una forma de sacar lo
social de las ciencias sociales; ¿se debería permitir? No, porque es una situación que
desconocería muchas situaciones que no son del todo aprendidas y son innatas en nosotros como
animales que somos. En las ciencias sociales no podemos perder el enfoque de que nuestro
centro de estudio es la sociedad como tal y los fenómenos que en esta puedan suceder y esta, no
es una cosa estática que cambia en mucho tiempo, sino que el cambio, podría ser, incluso, de un
año para el otro siendo muy variable e inestable para las ciencias “exactas”.

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