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Rev. do Museu de Arqueologia e Etnologia, São Paulo, Suplemento 3: 103-118, 1999.

ARQUEOLOGÍA DEL CONTACTO EUROPEO-AMERICANO:


DISCUSIÓN TEÓRICA Y MODELOS
DE ANÁLISIS EN ÁREAS MARGINALES

María Ximena Senatore*

Introducción europeo-americano en el extremo sur de Sudamé-


rica entre los siglos XVI y XVIII.
La problemática del contacto no se limita tem­
poral ni espacialmente. Existen múltiples ejemplos
a lo largo de la historia de la humanidad en dis­ Arqueología Histórica
tintos puntos geográficos del globo. Estos encuen­ y contacto en Argentina
tros presentan ciertas regularidades que permiten
plantear comparaciones de alto grado de genera­ La problemática del contacto español-ame­
lización; así como ciertas particularidades que se ricano en la arqueología histórica argentina tra­
relacionan con los contextos históricos que los ge­ dicionalmente ha sido abordada desde un marco
neran. normativo-esencialista. Aunque cabe mencionar
Tradicionalmente las relaciones entre grupos aquí las excepciones (por ejemplo Borrero 1992,
culturalmente diversos se entendían a partir del Quiroga 1994, Zarankin 1995, Senatore 1995),1
concepto de “aculturación” (Famsworth 1992). Sin en términos generales las interpretaciones se han
embargo en los últimos años se han abierto nue­ apoyado en el concepto normativo de cultura. Esto
vos acercamientos teóricos que han enriquecido ha caracterizado también parte de las investigaciones
notablemente las perspectivas de estudio del tema en otros países de L atinoam érica (ver con­
( i.e . Fitzhugh 1985, Deagan 1988, Deetz 1991, sideraciones a este respecto en Funari 1996, Four-
Ramenofsky 1991a y b, 1995, Stannard 1991, Bor- nier García 1996, Andrade Lima 1997, entre otros).
rero 1992, Dyson 1992, Leonard 1993, Wilson y Este marco fue utilizado para entender la pre­
Roger 1993, Lightfoot 1995, entre otros). historia de las distintas regiones a partir de la iden­
Dentro de la arqueología del contacto, la ex­ tificación de culturas arqueológicas diferenciadas,
pansión europea en América se presenta como un sus áreas geográficas de influencia y sus marcos cro­
caso paradigmático. Consideramos que para eva­ nológicos. Arqueológicamente esto se ha visto
luar el cambio en las poblaciones involucradas en reflejado en la identificación de rasgos diagnós­
este proceso, es fundamental entender la diversidad ticos, que en general consisten en patrones de
de estrategias de contacto implementadas por gru­ asentamiento y/o estilos cerámicos.
pos europeos en los distintos espacios americanos.
Nuestro proyecto de investigación se orienta a
estudiar esta problemática en áreas que por la
(1) Cabe mencionar que la Arqueología Histórica del sur
ubicación geográfica y los recursos naturales que
de P atagon ia ha estad o en fo ca d a al estu d io de lo s
ofrecían, pueden ser consideradas marginales. En asentamientos españoles del Estrecho de Magallanes del
este trabajo se presentan los lincamientos generales siglo XVI (Ortiz Troncoso 1970, 1971a, 1971b, 1972,
a partir de los cuales entendemos el contacto 1992; Fernández 1983; Furioso 1983). El contacto europeo
americano en este extremo Sur de Sudamérica ha sido abor­
dado desde diversas perspectivas en distintos segmentos
temporales en Tierra del Fuego y Patagonia Meridional,
(*) Universidad de Buenos Aires - Instituto de Ciencias (Massone 1978, 1983; Lanata 1984; Borrero 1991, 1992;
Antropológicas - Sección Arqueología y PREP-CONICET. Piaña et al. 1992, entre otros.

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Este mapa de desarrollo cultural se sistematizo base de la identificación de m enor o m ayor


en periodizaciones regionales que abarcaron tem­ cantidad de rasgos esenciales españoles en los con­
poralmente desde los momentos más tempranos de juntos arqueológicos (ver como ejemplo Carrara y
poblamiento de un área geográfica, hasta la llegada De Grandis 1992).
de los españoles. Al final de estos esquemas los De esta manera, el concepto de aculturación
datos históricos se entrelazan con las culturas ar­ sirvió para explicar e interpretar el contacto entre
queológicas y éstas se transforman así en grupos poblaciones europeas y americanas desde una pers­
étnicos de los que se tiene información escrita. En pectiva modal. Dentro de esta lógica analítica, no hay
otras palabras, dentro de este marco, las culturas lugar para entender, registrar o simplemente identifi­
arqueológicas encuentran su continuidad temporal car la diversidad en las situaciones de contacto. Este
en los grupos étnicos identificados históricamente. es el resultado de la presencia de dos grupos cultu­
A pesar de que estos mapas de desarrollo cul­ ralmente diferentes, indígenas y españoles, en el mis­
tural regional contienen información sobre dife­ mo espacio. Este encuentro produce cambio y este
rentes grupos étnicos presentes a la llegada de los fue interpretado como mestizaje. No había lugar a
españoles, los marcos analíticos que se utilizan para preguntas como cuáles cosas cambiaron y cuáles no,
estudiar este encuentro tienden a dejarla de lado. El o por qué cambiaron.
contacto europeo-americano se explica a partir del Estos marcos interpretativos simplificaron la
concepto de aculturación, en consecuencia, tanto complejidad del proceso de ocupación europea y
los colonizadores como las poblaciones america­ no brindaron explicaciones a la variedad de si­
nas se consideran entidades culturales homogéneas tuaciones que éste involucró a lo largo de continen­
y el encuentro se produce entre la “cultura españo­ te americano. Por otra parte, al entender la interac­
la” y la “cultura indígena”. ción cultural en escalas temporales restringidas
La aculturación se entiende entonces como el (Ramenofsky 1991) se limita notablemente las
intercambio e incorporación de rasgos culturales posibilidades de evaluar el cambio o formular pre­
por parte de uno o los dos grupos como resultado guntas en escalas adecuadas. Con el objeto de con­
predecible e inevitable. En otras palabras, una tribuir al estudio de esta problemática se presenta
respuesta casi mecánica al encuentro entre grupos el marco teórico y las escalas analíticas con el que
culturalmente diversos. En estas interpretaciones, estamos trabajando en el extremo sur de Sudamé-
la escala temporal queda reducida a un intervalo rica.
de tiempo muy corto, casi igual a cero (ver Rame-
nosky 1991).
En la Arqueología Histórica Argentina hay Acercamientos teóricos, escalas de
numerosos ejemplos de estas interpretaciones a análisis y formulación de preguntas
partir del análisis de conjuntos artefactuales colo­
niales. Recurrentemente la base empírica se ge­ Es dentro del enfoque ecológico evolutivo que
nera mediante la elaboración de tipologías. El uni­ nos interesa abordar el estudio de las relaciones
verso material se ordena en los tipos indígena, entre poblaciones nativas y europeas durante los
hispano-indígena y español con sus respectivas siglos XVI a XVIII en el extremo sur de América
variantes (por ejemplo Cerruti 1983, Lagiglia 1983, (ver Senatore y Lanata 1997). Los principales ob­
Morresi 1971, 1983, Gramajo de Martínez 1976, jetivos de este marco son documentar la varia­
1979, 1983a, 1983b, Carrara y de Grandis 1992, bilidad y explicar los mecanismos de cambio. Por
Mujica 1996, Poujade 1996, entre otros). El tipo lo tanto se considera a la variabilidad empírica
hispano-indígena, a veces llamado mestizo refleja como tema de investigación.
la aculturación de los grupos indígenas en contacto. Pero dentro de este enfoque, las perspectivas
En las interpretaciones de la significación de este acerca del tiempo difieren y así proveen diferentes
tipo cerámico se confunden esquemas culturales, explicaciones y encaran diferentes cuestiones. El
sociales y biológicos. El rango de respuestas de tiempo evolutivo no puede ser juzgado por nuestras
los grupos indígenas es siempre considerado como experiencias en tiempo ecológico (Gamble 1994:
diferencias de grado en su aculturación. En 248). Esto permite conjugar distintas escalas
consecuencia se propone que hay grupos indíge­ temporales de análisis con preguntas adecuadas a la
nas menos o más aculturados que otros, sobre la perspectiva de tiempo que encaran.

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Por ejemplo si entendemos la expansión eu­ cia de este flujo, la diversidad artefactual se incre­
ropea en América en escalas amplias puede de­ mentó. Además de las nuevas variantes, europeos
cirse que se estableció un nuevo conjunto de con­ y americanos combinaron otras que fueron pro­
diciones en las que europeos, nativos y otras po­ ducto de historias evolutivas diferentes. Como está
blaciones involucradas cambiaron (Crosby 1991, demostrado matemáticamente, si la cantidad de
Ligthfoot 1995). Y si estamos hablando de cam­ variantes crece, también lo hace la tasa de cambio
bio, los enfoques evolutivos son los que se cen­ evolutivo (Ramenofsky 1995). De esta manera, la
tran fundamentalmente en él. Ramenofsky (1991a expansión del pool de variación incrementó la tasa
y b) y Leonard (1993) sugieren que la teoría evo­ de cambio evolutivo, por lo tanto aunque el perío­
lutiva es un marco apropiado para explicar las re­ do de postcontacto fue breve en tiempo, la tasa de
laciones del cambio durante el período de contacto cambio fue alta. En consecuencia cambios que, en
histórico. Su objetivo es explicar la persistencia otras circunstancias pudieron ocurrir a través de
diferencial de la variación y el registro del contacto varias generaciones, aquí ocurrieron en una sola o
es uno de los más recientes y dramáticos ejemplos en un número muy reducido. La diferencia en la
disponibles de este fenómeno (Ramenofsky 1990, tasa tiene obvias consecuencias para la transmi­
Dunnell 1991). Aunque desde un punto de vista sión de variantes dentro de generaciones y la per­
adaptativo hubo experimentos fallidos para las dis­ petuación de variantes entre generaciones (Rame­
tintas poblaciones, también hubo persistencia. Esta nofsky 1991, 1995).
persistencia es el reflejo de la flexibilidad de la adapta­ De acuerdo a esto, dado el incremento de la
bilidad humana que de alguna manera nos interesa diversidad y la tasa de cambio, no pueden hacerse
abordar aquí. generalizaciones simplistas que den cuenta de la
Dentro de este enfoque y pensando este proceso perpetuación y cambio en artefactos a través del pe­
en escalas temporales y espaciales amplias, el cam­ ríodo histórico. Considerar el cambio requiere una
bio en las poblaciones involucradas no comenzó con teoría y/o un sistema de conocimiento que dirija
el contacto cara a cara (Ramenofsky 1990), sino que preguntas del tipo de “por qué” determinadas cosas
fue un proceso que se dio en múltiples líneas (Borrero cambiaron y otras no (Dunnell 1980).
1992). En estas escalas, no alcanza con describir si Dentro de este marco teórico, consideramos a la
una estrategia falló en la ocupación de un espacio o ocupación española de América como un proceso no
tuvo éxito, en comprender porqué persistió o no. Si lineal, que se fue dando respondiendo a múltiples
bien este tema está mayormente desarrollado para la formas y estrategias. Ramenofsky sostiene que “como
persistencia diferencial de las poblaciones america­ resultado de este proceso, los artefactos europeos -
nas (i.e. Ramenofsky 1987, Dunnell 1991, Borrero materias primas, tecnologías o formas - pudieron ser
1992, Verano y Ubelaker 1992), no lo está para los adoptadas o rechazadas por las poblaciones nativas.
experimentos de las poblaciones europeas. Por otra Estos comportamientos y sus consecuencias cambia­
parte, en estas grandes escalas, es necesario aclarar ron el pool de variación sobre el que el proceso evo­
que el fracaso de una población no puede medirse lutivo actuó” (1995: 138 traducción mía). Desde
por el abandono de un lugar sino se debe comprender nuestra prespectiva entendemos que esta afirmación
que ciertos rasgos perdurarán y otros no. es válida también para entender los cambios en las
Teniendo en cuenta que nuestro objeto de poblaciones europeas, pero para conocer las varia­
estudio es el registro arqueológico, en base a lo ciones en el pool de variación deben conjugarse dis­
propuesto por Ramenofsky (1995) debemos con­ tintas escalas temporales.
siderar que el contacto entre europeos y las po­ De acuerdo a Gamble (1994: 247 traducción
blaciones nativas americanas resultó, en parte, en mía), “el tiempo y la dirección del cambio y diver­
un flujo de artefactos. Antes de los viajes de Colón, sidad puede entenderse pero no predecirse o pro­
la historia de los artefactos de ambas poblaciones nosticarse. La inevitabilidad del proceso no es
se desarrollaban en aislamiento. En consecuencia sustentable dado que el motor de la prehistoria ha
las formas, tecnologías y los productos de ellas sido el comportamiento, sin el gobierno de las leyes
eran diferentes. Ramenofsky (1995) sostiene que naturales aunque constreñido por las practicidades
después de 1492, europeos y nativos transmitieron de la existencia.”
conocimiento y productos cuyo resultado fue una Este trabajo está orientado a estudiar el con­
expansión del pool de variación. Como consecuen­ tacto como una estrategia de comportamiento que

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resulta en la generación de variantes, a partir de en la ocupación de un espacio que ya está habita­


las cuales el proceso evolutivo puede actuar. Los do por otros grupos humanos. En otras palabras, el
alcances específicos de los modelos planteados aquí contacto puede entenderse como un conjunto de
se restringen a escalas intermedias de tiempo y es­ decisiones que resultan en formas de interacción
pacio siguiendo preguntas adecuadas a ellas. entre sociedades diversas.
Los problemas que estamos trabajando en esca­ Dentro del proceso de ocupación europea de
las temporales amplias se orientan a comprender el América se implementaron una gama de estrategias
proceso de cambio de las poblaciones humanas en diversas de contacto dependiendo de múltiples
situaciones de contacto generadas durante la incor­ factores. Algunos de éstos se relacionan con
poración de áreas marginales. Para esto, en escalas estrategias económicas (por ejemplo Gullov 1985),
temporales intermedias nuestro interés se enfoca sociales (por ejemplo Wells 1992) y la cosmovi-
entonces a estudiar las estrategias de contacto como sión de los grupos en cuestión (por ejemplo Helms
parte de la generación de variación necesaria para el 1992). En muchos casos el repertorio de posibili­
cambio. Diferentes estrategias generan cantidades dades estuvo limitado a partir de planificaciones a
variables de variantes y esto se relaciona estrechamen­ priori apoyadas en los móviles de expansión y la
te con la tasa de cambio evolutivo (Ramenofsky 1995). información previa sobre diversos aspectos de los
En consecuencia puede esperarse que el cambio en grupos indígenas locales.2
las poblaciones involucradas en distintas estrategias Como parte de nuestro planteo, pensamos que
de contacto en América no se presente homogéneo las estrategias que se implementan en áreas mar­
en todas las áreas del continente ocupadas. ginales presentan ciertas particularidades. Sobre
De esta manera, trabajamos hipótesis sobre es­ la base del análisis sistemático de fuentes históri­
trategias de utilización del espacio y de contacto cas proponemos hipótesis específicas sobre los con­
implementadas por las poblaciones europeas en el juntos de decisiones de contacto y de utilización del
caso de Patagonia, con el objeto de contribuir a espacio que implementaron diferentes grupos de
generar información para evaluar si la magnitud europeos en la región patagónica entre los siglos
de cambio presenta cierta especificidad. La idea XVI y XVIII. Estos casos resultan particularmente
que trabajamos es que la ocupación de áreas interesantes porque, como se verá más adelante,
marginales para poblaciones nucleares presente están caracterizados por el fracaso de los empren-
ciertas regularidades en cuanto a la persistencia dimientos de poblamiento.
diferencial de variantes que resulten en un menor
grado de cambio.
En síntesis, la ecología evolutiva permite abor­ ¿Qué pasa en áreas marginales?
dar problemas en escalas amplias para explicar los Europeos en Patagonia. Defensa y explotación
cambios en la variabilidad empírica. En esta escala
pensamos que las áreas marginales pueden presentar El proceso de expansión europea en América
ciertas regularidades en el grado de cambio experi­ implicó la incorporación de espacios como parte
mentado por las poblaciones involucradas. Por otra de la dinámica de expansión de un sistema politico­
parte, escalas intermedias pueden ayudar a entender económico dado (Wallerstein 1974, 1979). Los
cómo se genera la variación sobre la que pueden propios móviles de esta expansión determinaron
actuar los procesos evolutivos. Este trabajo intenta una jerarquización de las tierras descubiertas, so­
identificar los mecanismos de generación de bre la base de sus características. La localización
variación. Para esto se proponen preguntas a trabajar y/o facilidad de acceso y la variedad y calidad de
en escalas intermedias comparando las estrategias de recursos que poseían estos espacios, jugaron un
contacto implementadas por europeos en el extremo papel determinante a la hora de diseñar la plani­
sur de Sudamérica entre los siglos XVI y XVHI. ficación de su control. Puede plantearse entonces

El contacto como estrategia


(2) Las exploraciones españolas al Estrecho de Magallanes
debían recolectar una serie de datos específicos sobre las
Desde nuestra perspectiva consideramos al poblaciones indígenas. Por ejem plo ver Oyarzún Iñara
contacto como una estrategia que se implementa (1976).

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que las estrategias económicas y de ocupación del sobrevivientes (ver declaraciones de uno de ellos
espacio condicionaron, entre otros factores, las re­ en Barros 1978).
laciones que se establecieron con las poblaciones Después de este intento fallido, la Corona
nativas. Española no presta atención a las tierras patagóni­
Por la ubicación geográfica y los recursos na­ cas hasta el siglo XVIII. Es así como a mediados
turales que ofrecía el extremo sur de Sudamérica de 1700 se conjuga la necesidad de defender la
y Patagonia en particular puede considerarse un costa patagónica de las incursiones británicas y
área marginal (ver localización en Figura 1). En tér­ eventualmente francesas, con la posibilidad de
minos generales, el interés europeo en ella se redu­ explotar los recursos marinos que ofrecen estas
ce en los primeros momentos a puntos con una regiones (Ramos Pérez 1952,1984). Para esto se pla­
localización estratégica (por ejemplo Estrecho de nifica el establecimiento de enclaves en puertos
Magallanes) y más tarde a la presencia de recursos naturales para que funcionen como fortificaciones
específicos (por ejemplo mamíferos marinos y sal). y en algunos casos como factorías o poblados de
Dentro de la gama de posibilidades económicas, apoyo a la actividad pesquera (De Paula 1974, Gorla
las distintas naciones europeas implementaron di­ 1984). En el siglo XVIII se efectúan asentamientos
versas estrategias en la región. Es así como pueden en Puerto San José, Carmen de Patagones en Río
diferenciarse históricamente las españolas de las Negro, Poblado de Floridablanca en el Puerto San
británicas y francesas. Julián, y en 1790 en Puerto Deseado (Bumcua 1974,
Básicamente, los proyectos españoles de in­ Entraigas 1974) (ver localización en la Figura 1).
corporación de Patagonia, se diseñaron para la Salvo el establecimiento de Río Negro, los demás
defensa de puntos geográficos que se considera­ deben ser abandonados en menos de diez años por
ban estratégicos o que estaban siendo amenaza­ órdenes de la Corona porque no pueden subsistir por
dos por otras naciones. En el siglo XVI se planificó sí mismos. Otra vez la historia del fracaso se repite
la ocupación del Estrecho de Magallanes median­ para los proyectos españoles en la costa Patagónica.
te la instalación de dos fortificaciones y núcleos Cabe destacar que las estrategias españolas se
de población: Nombre de Jesús y Rey Don Felipe caracterizaron por la planificación de ocupaciones
(Braun Menéndez 1982, Sarabia Viejo 1988, Pas- permanentes y se apoyan sobre la información re­
tells 1920) (ver localización en la Figura 1). Parten levada en viajes de exploración. En estos viajes se
alrededor de 3000 hombres de España, pero por ponía especial interés en registrar los recursos
los problemas suscitados en el viaje, llegan sólo naturales y las características de los grupos indíge­
300 al Estrecho. La información histórica refleja nas locales. En Patagônia, los grupos indígenas
el fracaso de este emprendimiento que resultó en eran móviles y basaban su subsistencia en la caza
la muerte de los pobladores, sólo se conocen dos y la recolección (esquema).

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Por otra parte y contemporáneamente a la pre­ blaciones indígenas (Senatore 1997). Las explo­
sencia española, los británicos y franceses incor­ raciones previas y la experiencia adquirida en el
poraron estas regiones australes como parte de su siglo XVI había generado información sobre las
dinámica de expansión. Sin embargo en este caso, características y las formas de organización de las
sus intereses se dirigieron a la explotación de re­ poblaciones nativas patagónicas.
cursos específicos de la costa como lobos marinos Teniendo en cuenta estos lincamientos gene­
por sus cueros, ballenas y las salinas cercanas.3 rales, planteamos también que las estrategias de
Por esta razón, las estrategias de uso del espacio contacto que implementan los españoles en estas
se restringieron al rango de acción de las especies áreas presentan variaciones a través del tiempo.
o recursos explotados y a las facilidades de acceso Estas consisten en un incremento en la intensidad
a la costa o puertos naturales. En términos genera­ de las relaciones con los grupos americanos. Pero
les estas visitas, mayormente estacionales cuya cabe destacar que este cambio no puede conside­
duración dependía de la productividad de los pun­ rarse gradual. Son emprendimientos independien­
tos explotados, no implicaron en ninguna medida tes en el tiempo en los que se planifican distintas
el asentamiento de poblaciones estables.4 estrategias de contacto. Como consecuencia de
éstas, pueden esperarse transformaciones en el ac­
ceso a la información sobre el medio y una amplia­
Utilización del espacio y contacto ción en la variedad de los recursos locales aprove­
chados.
En el extremo sur de Patagonia, durante los Es interesante destacar que el grado de pla­
siglos XVI y XVIII, el contacto y la interacción nificación de los proyectos españoles puede haber
entre poblaciones americanas y europeas estuvie­ determinado el repertorio de decisiones posibles en
ron relacionados, en cierta medida, con las formas relación a las indígenas. Se trata de campañas de
de control y explotación europea. A partir de diver­ poblamiento con una organización de carácter mi­
sas fuentes se propone que la planificación de los litar. Si bien los segmentos de población presentan
emprendimientos europeos implicaba un uso muy un alto porcentaje de civiles, éstos están subordina­
específico del ambiente restringido a la zona cos­ dos y sujetos a la cadena de mando y decisiones
tera, lo que circunscribía la competencia por el es­ establecida por la Corona. El proyecto determina
pacio con las poblaciones nativas a un área natu­ a priori la asignación de funciones a cada indivi­
ral bien definida. Por otra parte, la funcionalidad duo, las raciones de alimentos diarios, la planta de
de los asentamientos no establecía a priori la ne­ los asentamientos, el espacio de habitación públi­
cesidad de incorporar nativos a las actividades pla­ co y privado, entre otros aspectos de la vida coti­
nificadas. Por último, cabe mencionar en el caso diana. Esto contrasta mucho con lo que puede su­
específico de los enclaves permanentes de la Co­ ceder en otras regiones del continente americano,
rona Española, que los segmentos poblacionales en las que hay una mayor libertad de acción y de
que fueron trasladados incluían hombres, mujeres decisión por parte de los españoles (por ejemplo
y familias (Ramos 1952,1984, Porro 1995) lo que en río de la Plata, Senatore 1995).
también pudo influir en las relaciones con las po­ Por otra parte, el grado de aislamiento en re­
lación a la metrópoli u otras ciudades coloniales
es otro factor a tener en cuenta a la ahora de pensar
la dinámica de estos emprendimientos. Se planifi­
(3) Archivo General de Simancas (AG S) Secretaría de
ca una base de sustentación que les brinda autono­
Guerra. Legajo 7306. Expediente sobre el reconocimiento
de ingleses en la costa Patagónica, Isla de los Estados,
mía de subsistencia de acuerdo a las pautas de
Nueva Irlanda y Pepi, para la pesca de ballena. Años 1787- alimentación europeas (por ejemplo cultivos y cría
1792. de ganado). Esto se complementa con el aprovi­
(4) Estas estrategias están siendo estudiadas para el área sionamiento de pertrechos, bastimentos y víveres
antártica confluyendo con los objetivos planteados en este
por parte de la Corona de acuerdo a las necesidades
proyecto pero para principios del siglo XIX. Los avances
en las in v estig a cio n es de A rq u eología H istórica en
que vayan surgiendo. En otras palabras, el aisla­
Antártida han contribuido a profundizar el problema de la miento no está planificado y es posible que tenga
utilización del espacio en actividades extractivas de re­ un peso determinante a la hora de evaluar los fra­
cursos marinos y su correlato arqueológico. casos de los proyectos en el sur de Sudamérica.

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Españoles en Patagônia porádicos. En el siglo XVIII en la Costa Patagónica


el contacto es sistemático y consiste en el inter­
Como se explícito anteriormente, las ocupa­ cambio regular de información y bienes materiales.
ciones españolas en Patagônia se dividen tempo­ Desde el punto de vista material ambas estrategias
ralmente en las del siglo XVI y las del XVIII. Estas implicaron una planificación y esto se ve reflejado
estuvieron dirigidas a la defensa de estos territorios en dos categorías de artefactos europeos diferen­
y consistieron en la instalación de poblaciones es­ ciadas destinadas a estos encuentros.6
tables. Cabe aclarar que no se trata de un corrimien­ Pensamos que el contacto no sistemático se
to de fronteras sino de la instalación de asenta­ verá reflejado en la distribución de una categoría
mientos satélites. Sostenemos la idea de que la uti­ de artefactos que está destinada a ser entregada a
lización del espacio restringida a la costa se mantie­ los grupos indígenas en el momento de contacto.
ne a través del tiempo aunque tienden a una mayor Esta categoría está caracterizada por cierta homo­
flexibilización. Esta puede ser el resultado de la im- geneidad y recurrencia, está compuesta principal­
plementación de estrategias de contacto diferencia­ mente por cuentas de vidrio,7 sonajeros, cascabeles,
das. espejitos y forma parte de los bastimentos que se
En el esquema que sigue a continuación pre­ preparan para los emprendimientos8(ver ejemplos
sentamos las ideas generales que caracterizan la en Mitchem 1991). En los encuentros con los in­
presencia española en Patagônia. dígenas se dan estos artefactos sin esperar otros a
A partir del estudio de fuentes históricas, pro­ cambio. Cumplen la función de establecer el con­
ponemos que en el siglo XVI en el Estrecho de Ma­ tacto. A partir de esta entrega se establece el con­
gallanes se estableció un contacto no sistemático tacto y en ciertas ocasiones existe intercambio de
entre poblaciones españolas y americanas.5 Este información. A esta categoría la llamamos aquí ope­
consistió en una baja frecuencia de encuentros es­ rativamente artefactos de contacto.

(6) Esta propuesta se restringe a los emprendimientos eu­


ropeos que se mencionan en este trabajo y está específi­
camente orientado al sur de la Pcia. De Santa Cruz. El norte
de la región Patagónica puede responder a otra dinámica
de contacto cuya complejidad no es abordada aquí.
(7) Los estudios de Adam Hajduk (1987) para las cuentas
(5) Cabe mencionar que para el caso del Patagonia se han vitreas de los asentamientos españoles del Estrecho de Ma­
estudiado los efectos del contacto indirecto entre pobla­ gallanes son de gran utilidad a la hora de plantear expec­
ciones europeas y americanas y sus correlatos materiales tativas de su distribución en Patagonia.
(Borrero 1992). Si bien esta información es sumamente (8) Sarmiento de Gamboa relata los encuentros con gru­
importante a la hora de elaborar los paisajes arqueológi­ pos de indígenas del Estrecho de Magallanes y describe
cos, en este trabajo nos centraremos en los indicadores de estas situaciones y los artefactos que entrega a los nativos
contacto directo. (Sarmiento de Gamboa 1988, por ejemplo ver pág. 284).

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En el siglo XVIII se planifica un contacto sis­ de cambio, sino un grupo de artefactos-recursos


temático, es así como las poblaciones indígenas de uno de los grupos que genera interés o necesidad
funcionan como fuentes de información y recur­ en el otro.
sos. Los encuentros con los grupos indígenas son De acuerdo a nuestras hipótesis de partida,
frecuentes, regulares y tienen entre otros objeti­ proponemos que las estrategias de contacto im­
vos obtener información o recursos. Desde el punto plementadas por los grupos españoles en Patagônia
de vista material esto está contemplado en los lista­ cambiaron en el tiempo. Pensamos entonces que
dos de bastimentos. Se hacen pedidos específicos el correlato material de este cambio se reflejará en
de elementos que se destinan a ser intercambiados variaciones en la distribución de diferentes cate­
con los indios y en algunos casos se explicita cuáles gorías de artefactos europeos en el espacio pata­
se reciben a cambio,9 esto refleja la garantía de gónico. Para el siglo XVI se esperan distribuciones
continuidad en estas relaciones de intercambio. De de artefactos representados en la categoría de con­
esta manera en términos analíticos puede estable­ tacto, mientras que para el siglo XVIII en la cate­
cerse una categoría de artefactos que están desti­ goría de intercambio.
nados al intercambio. Si bien existe una continui­ Pensamos que dentro de la categoría de inter­
dad en algunos grupos de artefactos utilizados en cambio pueden incluirse recursos locales. De esta
el siglo XVI para establecer el contacto (por ejem­ manera consideramos que como parte de estos me­
plo cuentas de vidrio), esta categoría presenta mayor canismos las poblaciones indígenas entregan re­
variabilidad y lleva implícita información previa. cursos de diversos ambientes de la región. Esto
Son objetos o recursos de los que los distintos gru­ implica que el acceso a otros nichos por parte de los
pos tienen necesidad o interés y eso es lo que pro­ europeos pudo instrumentarse a través de estas
duce la transacción. O sea que la función relevan­ estrategias de contacto sistemático y no a partir de
te de estos artefactos-recursos es la que cumplen una explotación efectiva. Por esto proponemos
en el grupo receptor, o sea su valor de uso. A esta que, si bien la utilización del espacio por parte de
categoría la llamamos aquí artefactos de intercam­ los europeos se mantuvo restringida a la costa, la
bio. Cabe aclarar que no se trata de una transacción implementación de otras estrategias de contacto
comercial, en la que cada elemento tiene un valor permitió un mayor acceso a recursos de otros am­
bientes. Cabe mencionar que para el siglo XVIII
dentro de este grupo de recursos se incluyen
(9) Como ejemplo se transcribe un documento relaciona­ especies animales europeas que ya han coloniza­
do con las poblaciones españolas de la costa patagónica do espacios americanos. Los grupos indígenas
Archivo General Indias, Buenos Aires, 326. cumplen la función de abastecer de estas especies
“Relación de lo que se necesita en Buenos Aires y debe ir
cimarronas a los establecimientos europeos.
de España para regalar y contentar a los indios que se co­
munican con los nuevos establecimientos de la Costa Pa­ Desde el punto de vista de las poblaciones in­
tagónica, a fin de que facilitaren caballos y ganados.” Fir­ dígenas, las variantes que pueden ser generadas a
mada El Pardo, 31 de marzo de 1781 - Cumplida en 21 de partir de estas estrategias, responden a dinámicas
enero de 1782 - Pedro de la Torre. planificadas y pautadas. Para los grupos de espa­
Producto cantidad ñoles, es posible que las estrategias de contacto
identificadas ofrezcan diferencias significativas en
Barriles de aguardiente anisado 200
relación a las ventajas adaptativas que brindan. El
Barriles de vino de San Lucar 100 pool de variación va a aumentar de acuerdo a mayor
Otros de vino tinto catalán 100 sistematicidad en el contacto. Por lo tanto es espe-
Piezas de bayeta ordinaria surtida 50 rable que las estrategias del siglo XVIII presenten
ventajas en comparación con las del siglo XVI.
Cajones de cuentas encamadas de las
más chicas que llaman granates
4 Pero si se busca analizar con mayor precisión la
dinámica de generación y distribución de artefac­
Cajones de cuentas azules de la misma tos, es necesario evaluar los ejes espaciales y tem­
4
clase porales. En términos espaciales, la frecuencia e in­
tensidad del flujo de este tipo de artefactos puede
Otros de cuentas blancas de otra clase 4
considerarse puntual (costa y asentamientos) y
Otros de cascabeles surtidos 8
puntual en el tiempo (rangos de funcionamiento

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SENATORE, M.X. Arqueología dei contacto europeo-americano: discusión teórica y m odelos de análisis en áreas mar­
ginales. Rev. do Museu de Arqueologia e Etnologia, São Paulo, Suplemento 3: 103-118, 1999.

de los enclaves), de acuerdo a esto es esperable


una intensidad alta acotada en el tiempo.

Británicos en Patagônia

Contemporáneamente a la presencia española


en la costa patagónica documentos históricos hacen
referencia a incursiones británicas y francesas.
Estas son abordadas en forma independiente. Como
se mencionó anteriormente en los antecedentes his­
tóricos, estas ocupaciones fluctuaron desde el siglo
XVI al XIX (Martinic 1987) y estuvieron destina­
das a la explotación de recursos puntuales.
Estas estrategias no han sido explicitadas en
profundidad en investigaciones históricas especí­
ficas. El planteo de las hipótesis que manejamos se vista de las poblaciones indígenas, las variantes
apoya en el análisis de fuentes documentales iné­ que pueden ser generadas a partir de estas estra­
ditas conservadas principalmente en el Archivo tegias, responden a dinámicas oportunistas. Por
General de Simancas. Por otra parte, los estudios otra parte, en términos espaciales, la frecuencia e
que venimos desarrollando en Antártida y Shetland intensidad del flujo de este tipo de artefactos
del Sur (Zarankin y Senatore 1996, 1997) están puede considerarse dispersa en el espacio costero
estrechamente vinculados con estas estrategias de patagónico y constante a través del tiempo (es­
explotación de los recursos de la costa patagónica. pecialmente siglos XVII y XVIII), sin embargo,
Puede proponerse que forman parte de un mismo de baja intensidad.
proceso y se reproducen las estrategias de explo­
tación en ambos espacios. En términos generales
proponemos que la presencia británica en el sur Paisajes arqueológicos
de Patagônia estuvo restringida a la franja costera
y áreas de localización de los recursos explotados Desde nuestra perspectiva consideramos a la
{i.e. loberías, salinas). presencia europea en Sudamérica como parte de
Pensamos que el contacto que se establece con un proceso global de expansión que resultó en una
las poblaciones nativas americanas es no sistemá­ gama de estrategias diferenciadas de ocupación y
tico. En términos generales consideramos que son formas de contacto con las poblaciones nativas
encuentros eventuales en los que pueden o no re­ (Fitzhugh 1985, Ramenofsky 1991ayb,Dyson 1993).
sultar en intercambios de información o bienes En términos arqueológicos esto genera paisajes di­
materiales. Los artefactos que se entregan a las po­ versos.
blaciones indígenas no implican una planificación - La metodología de trabajo se basa en la elabo­
como en el caso español - sino que pueden estar ración de paisajes arqueológicos que den cuenta
caracterizados por el oportunismo. Esto significa de estas estrategias como una línea para la
que esta categoría de artefactos puede presentar contrastación arqueológica de las hipótesis
alta diversidad y baja frecuencia. En términos gene­ (Rossignol 1992).
rales se espera baja visibilidad de estas estrategias El interés particular de este trabajo es el con­
de contacto. tacto europeo-americano, sin embargo aquí se pre­
En el esquema que sigue se reflejan las ideas sentan los cuadros sintetizando todas las líneas
generales que caracterizan a la presencia británica mencionadas anteriormente como utilización del
en Patagônia. espacio y acceso a los recursos locales. Entonces
Es posible que el repertorio de estrategias de a continuación siguen las hipótesis generales del
contacto posibles no presente diferencias signifi­ trabajo, las expectativas y los esquemas de paisajes
cativas en relación a las ventajas adaptativas que arqueológicos desarrollando primero las ocupacio­
pueden brindar a los británicos. Desde el punto de nes españolas y luego las británicas y francesas.

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SENATORE, M.X. Arqueología dei contacto europeo-americano: discusión teórica y modelos de análisis en áreas mar­
ginales. Rev. do Museu de Arqueologia e Etnologia, São Paulo, Suplemento 3: 103-118, 1999.

Consideraciones finales ricanas en una escala temporal más amplia y des­


de una perspectiva comparativa.
A lo largo de este trabajo se ha hecho referen­ De acuerdo al planteo teórico general, esta
cia al contexto histórico y global dentro del que se investigación se orienta a comprender el proceso de
inserta esta investigación. Sin embargo, nuestro cambio de las poblaciones humanas en situaciones
proyecto contempla analizar este proceso de expan­ de contacto generadas durante la incorporación de
sión europea y contacto con las poblaciones ame­ áreas marginales. Nuestro interés se enfoca entonces

OCUPACIONES ESPAÑOLAS

Hipótesis generales

Segmento
siglo XVI
temporal vs
siglo XVI siglo x v i n
Estrategias siglo x v m

utilización del restringido a la circunscripto a la costa no cambia


espacio costa más flexible significativamente

no sistemático sistemático
contacto cambia
planificado planificado

aprovechamiento de de ambiente de mayor diversidad


cambia
recursos locales costero de ambientes

Expectativas arqueológicas

Segmento
siglo XVI
temporal
siglo XVI siglo x v m vs
Estrategias siglo x v m

en costa: en costa: en costa:


concentraciones concentraciones aumenta la
homogéneas heterogéneas de heterogeneidad de
discretas de alta alta variabilidad artefactos europeos
variabilidad artefactos europeus y americanos
artefactos europeus y americanos
contacto otros ambientes:
otros ambientes: otros ambientes: de amplias
amplias menores distribuciones de
distribuciones de distribuciones de baja variabilidad de
baja variabilidad de mayor variabilidad artefactos europeos a
artefactos (categoría de de artefactos (categoría de menores distribuciones
artefactos de contacto) artefactos de intercambio) de mayor variabilidad

baja variabilidad de
aprovechamiento de mayor variabilidad de aumenta la diversidad de
ambientes representados
recursos locales ambientes representados nichos representados
(sólo costa)

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SENATORE, M.X. Arqueología dei contacto europeo-americano: discusión teórica y m odelos de análisis en áreas mar­
ginales. Rev. do Museu de A rqueologia e Etnologia, São Paulo, Suplemento 3: 103-118, 1999.

Segmento
temporal
siglo XVI siglo XVIII referencias
Estrategias

o | mayor intensidad
utilización !? ffl de utilización
del espacio
menor intensidad
[___ de utilización

costa-interior costa-interior
categoría de artefactos
/ / /
+ + + europeos de contacto

+ + + + + categoría de artefactos
contacto + + + + europeos de intercambio
+ + + + s*8 concentración homogénea
* de alta variabilidad de
+ + artefactos europeos

O recursos de costa
+ O *
aprovechamiento de 0 0 0
0 0 0 *°o% + recursos de otros ambientes
recursos locales 0 0 0 + + 0
o o O (categoría de intercambio
- americano)

O C U P A C IO N E S B R IT Á N IC A S / F R A N C E S A S

Siglos XVI
a XVIII expectativas paisajes
hipótesis
arqueológicas arqueológicos
Estrategias

mayor intensidad de utili­


□ zación de costa
baja visibilidad
utilización restringido
© explotación de puntos es­
del espacio a la costa
pecíficos
en costa: concentraciones ©

muy baja frecuencia y va­ costa-interior


riabilidad de artefactos eu­
ropeos. Categorías relacio­
nadas con actividades ex­
tractivas
otros ambientes: sin visi­
bilidad

contacto no sistemático dispersión de alta diversi­


no planificado dad y baja frecuencia de
artefactos de contacto

específicos
aprovechamiento de restringido a los de valor muy baja variabilidad
recursos locales económico en mercado
europeo

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SENATORE, M.X. Arqueologia dei contacto europeo-americano: discusión teórica y modelos de análisis en áreas mar­
ginales. Rev. do Museu de Arqueologia e Etnologia, São Paulo, Suplemento 3: 103-118, 1999.

a estudiar las estrategias de contacto como parte de De esta manera, si se corroboran las hipótesis
la generación de variación necesaria para el cambio. propuestas sobre las estrategias de utilización del
Diferentes estrategias generan cantidades variables espacio y de contacto implementadas por las po­
de variantes y esto se relaciona estrechamente con la blaciones europeas en el caso de Patagônia, puede
tasa de cambio evolutivo (Ramenofsky 1995). De esta pensarse que la magnitud de cambio presente cierta
manera puede esperarse en consecuencia que el cam­ especificidad. Puede proponerse entonces que la
bio en las poblaciones involucradas en las situaciones ocupación de áreas marginales para poblaciones
de contacto generadas a partir de la ocupación europea nucleares presente ciertas regularidades en cuanto
de América no se presente homogéneo en todas las a la persistencia diferencial de variantes que resul­
áreas del continente ocupadas. ten en un menor grado de cambio.

Fig. 1 - Localización de los asentamientos españoles en la costa patagónica. Siglo XVI: (1) Nombre de
Jesús y Rey Don Felipe en el Estrecho de Magallanes. Siglo XVIII: (2) Río Negro, (3) Puerto San José,
(4) Puerto Deseado, (5) Floridablanca en San Julián.

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SENATORE, M.X. Arqueología del contacto europeo-americano: discusión teórica y m odelos de análisis en áreas mar­
ginales. Rev. do Museu de A rqueologia e Etnologia, São Paulo, Suplemento 3: 103-118, 1999.

La combinación de los enfoques que estamos Agradecimientos


utilizando, nos permitirá discutir desde un nuevo
marco, no sólo las situaciones de cambio en áreas En primer lugar expreso mi agradecimiento a
marginales de una población central, sino también los organizadores de este encuentro, Pedro Paulo
su repercusión y persistencia en las poblaciones Funari y Eduardo Góes Neves, por haber generado
nativas. En general y sobre la base de las ideas este espacio de discusión teórica e intercambio de
planteadas se podría esperar que el grado del cam­ ideas en Arqueología en América Latina y por la
bio en áreas marginales sea menor que en aquellas posibilidad de participar en el mismo. Les agradez­
zonas nucleares. co también la amabilidad con la que nos recibieron
Creemos que las hipótesis aquí propuestas son en Vitoria. Agradezco a Gustavo Politis sus certe­
útiles no solamente para nuestra región sino tam­ ras críticas y Marisa Lázari y Félix Acuto sus co­
bién para otras áreas marginales. Pensamos que la mentarios a la exposición oral de este trabajo. A
investigación que estamos llevando a cabo aportará José Luis Lanata por su orientación y la lectura de
información y datos relevantes tanto para situacio­ versiones del trabajo. A Juan Bautista Belardi por
nes de contacto en distintas poblaciones en Amé­ las discusiones en campaña que me ayudaron a
rica como en otras regiones del mundo; esto en for­ aclarar algunas ideas vertidas aquí. A Rotary In­
ma independiente del momento en que tuvieron ternacional por posibilitar mis estudios e investi­
lugar. Así podemos contribuir dentro del marco gaciones en España. Y a Andrés Zarankin por sus
de la Arqueología Histórica al conocimiento de opiniones, comentarios y suge-rencias en la lectura
distintos procesos de la evolución humana. del manuscrito.

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