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El ser humano es un ser muy social, esto da a paso a que sea

receptivo a su ambiente lo cual influye el desarrollo y


comportamiento del individuo; Este ambiente puede ser muy
variado, por ejemplo, la familia, los vecinos, los amigos, el barrio, el
clima y hasta nuestras propias creencias.
Todo esto hace que la persona cree su personalidad de acuerdo a
sus circunstancias, pero el ambiente no lo es todo y es que tenemos
este articulo llamado “El comportamiento con base genética” en el
cual nos habla sobre ciertas predisposiciones psicológicas. Por
ejemplo, se cree que tomamos elecciones en busca de un ambiente
que favorece nuestra predisposición a desenvolver estas aptitudes
que heredamos genéticamente. Un niño al que por genética se le
da bien leer probablemente empiece a ir a una biblioteca en busca
de más libros, allí se reunirá con gente que piensa similar a él y
puede que comience a relacionarse con ellos, o como un niño que
se le den bien los deportes tratara de entrar a este mundo y
explotar sus capacidades, ahí es donde el educador tiene la
responsabilidad de ofrecer un ambiente estimulante lo cual
siempre es positivo y beneficioso para el desarrollo infantil.
En conclusión, podemos ver que tanto el ambiente como la
genética entran a esta área en su propia medida.

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