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ESPIRITU SANTO
Fidel Benito Orrala Tomalá alega que el día 26 de octubre de 1988 falleció
su padre y abuelo, su padre Gelacio Orrala González fue conyuge de María
Esperanza Tomalá Muñoz. Los conyuges procrearon varios hijos, entre ellos Luz
Petronila Orrala Tomalá y Segundo Jonás Orrala Tomalá, Fidel Benito Orrala
Tomalá textualmente alega “están queriendo quedarse con lo que dejó nuestro
padre y abuelo, atropellando ellos la ley y nuestros derechos”
Se manifiesta también que Gelacio Orrala González recibió como herencia
el lote B s/n, de la manzana 16 en el sector de Chipipe de la cuidad de Salinas
provincia de Santa Elena, en el cual se indica construyo una casa que fue vendida
por la viuda de Orrala a Luz Petronila Orrala Tomalá, se dice que la viuda de
Orrala era dueña con su abuela del 50% de la casa y solar, pero eso es nulo porque
dicho objeto no ha sido parte de la partición por un juez competente.
Lo importante es que se debe tener en consideración estos aspectos,
Gelacio Eleodoro Orrala González adquirió el terreno de Chipipe a título de
herencia, esto hace que el bien pase a su patrimonio personal y no se incluya en la
sociedad conyugal ergo en su muerte el bien adquirido por herencia no podría ser
transferido a su conyuge ni derecho alguno sobre el predio, por lo tanto al
momento de venderse el 50% de ese bien se vendió cosa ajena.
“Cuando hay venta de cosa ajena, la acción reivindicatoria del dueño tiene
vida propia e independiente; no está subordinada por relación alguna de
casualidad con una acción de nulidad previa. En consecuencia, el dueño puede
entablar de inmediato y directamente la acción reivindicatoria contra los actuales
poseedores de la cosa que le pertenece"
Análisis personal
Según lo visto en los antecedentes del caso, hay una cosa muy clara la
viuda de Orrala nunca fue dueña, solo dispuso de la cosa, fue una mera tenedora
ya que no obtuvo el derecho real de dominio, esto se justifica debido a que se
establece que cuando un bien ingresa en el patrimonio personal de una persona no
forma parte de la sociedad conyugal ergo la viuda no obtuvo el dominio nunca.
Aquí hay algo muy claro que es la figura de la acción reivindicatoria
contra el ex poseedor que enajenó al poseedor actual. La viuda de Orrala enajena
el bien a su hija pero como exprese antes ella solo era una poseedora así que tiene
total cabida la acción reivindicatoria porque se cumplen los requisitos, entonces
Fidel Benito Orrala Tomalá deberá demandar a su hermana Luz Petronila Orrala
Tomalá ya que es la actual poseedora y no a su madre ya que ya no posee la cosa.
En este caso yo veo mala fe por parte de ex poseedor pero yo aconsejaría que no
pida la reivindicación del dominio ya que no se la puede pedir a la viuda que le
devuelva el dominio porque ya no lo tiene, y como se presume que Luz Petronila
Orrala Tomalá la compro en buena fe y la posee, es más sencillo que se busque la
reivindicación del dinero y así se confirma el hecho de la enajenación, va a ser
más sencillo.
Análisis
ACCION DE REIVINDICACION
TERCERA INSTANCIA
Se observa: Los actores adquirieron, por el título de sucesión
hereditaria, como hijos y herederos de su finada madre Juana Zambrano, el
dominio de la huerta de cacao sobre que versa el juicio, sin que la parte
demandada hubiese negado que el cacaotal pertenecía a dicha sucesión, ni que
los expresados actores tienen la calidad de herederos: 2o. Para ejercitar la
acción de dominio o reivindicatoria no era menester que los demandantes
hubiesen obtenido previamente la posesión efectiva de la huerta, pues aquella,
como también las siguientes inscripciones,3o. La adjudicación de la referida
huerta, hecha en la partición de fs. 61 vuelta a favor de Juan de Dios Zuluaga,
y en la que consiste la única excepción del demandado, no es un título legal de
dominio, ni lo es, con mayor razón, el documento de fs. 120 en que consta que
dicho demandado se obligó a pagar a Zuluaga una cantidad debida a éste por la
testamentaría de la Zambrano. No lo primero, ya porque el divisor no tuvo
facultad legal para adjudicar la huerta a un acreedor en pago de la deuda, pago
para el cual pudo únicamente señalar el lote que debía venderse; ya porque la
partición misma es nula, tanto por no haberse obtenido previamente la
autorización judicial exigida por el artículo 1312 del citado Código, puesto que
habían menores entre los interesados, cuanto porque no ha sido aprobada en
conformidad con lo que, de acuerdo con el sentido del artículo 1332, ordenó al
auto cuya copia corre a fs. 17, después de aprobar el inventario y disponer que
el divisor nombrado por la testadora desempeñe su cargo.