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T-MEC: en qué consiste el nuevo acuerdo comercial de América del Norte (y qué cambia para

México)

Redacción

BBC News Mundo

11 diciembre 2019

Los representantes de Canadá, México y Estados Unidos durante la firma del T-MEC.F de los
representantes de Canadá, México y Estados Unidos valoraron positivamente la firma del T-MEC.

Donald Trump ha dicho que será "el mejor y más importante acuerdo comercial hecho nunca por
Estados Unidos".

Se le conoce como T-MEC (Tratado México-Estados Unidos-Canadá) y cuando entre en vigor


-previsiblemente el año que viene- servirá para sustituir al viejo Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN), en cumplimiento desde 1994.

El nuevo acuerdo fue anunciado originalmente por estos tres gobiernos en octubre de 2018 pero
no fue hasta este martes cuando consiguió la luz verde por parte del Partido Demócrata de
Estados Unidos, lo que garantiza su aprobación en el Congreso de ese país.

3 diferencias entre el nuevo acuerdo comercial entre EE.UU., México y Canadá y el TLCAN (además
del cambio de nombre)Trump elimina los aranceles sobre el acero y aluminio de México y Canadá.

La presidenta del Legislativo estadounidense, la líder demócrata Nancy Pelosi, anunció su visto
bueno tras acordar con la Casa Blanca una serie de cambios y ajustes al pacto al que llegaron los
tres gobiernos el año pasado.

"No hay dudas, por supuesto, de que este acuerdo comercial es mucho mejor que el TLCAN, pero…
[ahora] es infinitamente mejor que lo que inicialmente había sido propuesto por el gobierno",
señaló Pelosi.

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discurso ante el Congreso de EE.UU.

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Los demócratas, que controlan la Cámara de Representantes, querían lograr modificaciones para
fortalecer las normas laborales y de protección ambiental, así como asegurar mayor flexibilidad en
las reglas que rigen el precio de los medicamentos.

Tras el anuncio de Pelosi, los representantes de los tres países se reunieron al mediodía de este
martes en México para estampar su firma sobre el acuerdo, que se espera que sea ratificado por
los tres parlamentos en cuestión de semanas.

Nancy Pelosi

Pelosi afirma que, tras los cambios recientes, el acuerdo es "inifinitamente mejor".

A la firma, realizada en el Palacio Nacional de México con el presidente de México, Andrés Manuel
López Obrador (AMLO), como testigo, acudieron la viceprimera ministra de Canadá, Chrystia
Freeland; el representante de Comercio Exterior de EE.UU., Robert Lighthizer; el asesor y yerno de
Trump, Jared Kushner; y el subsecretario mexicano para América del Norte, Jesús Seade.

AMLO dijo que el acuerdo traerá mayores inversiones para los tres países, al tiempo que respeta
sus soberanías.

Se espera que el Congreso de México, el único que había ratificado el acuerdo alcanzado en
octubre de 2018, vote en los próximos días sobre las modificaciones más recientes, mientras que
Estados Unidos y Canadá está previsto que lo hagan el año próximo.

El presidente del Senado de EE.UU., Mitch McConnell, dijo este martes que no cree que el TMEC
pueda ser votado antes del receso por las fiestas decembrinas, por lo que probablemente será
considerado por esa cámara en enero.

Canadá hasta ahora estaba a la espera de que EE.UU. avanzara con el proceso de ratificación
legislativa para hacerlo en paralelo.

Aún quedan por publicarse detalles de lo acordado, pero a continuación recogemos algunos datos
del pacto publicados hasta el momento y cómo puede afectar a México.

Industria automotriz

El cambio en las reglas comerciales en América del Norte fue una de las promesas de Trump
durante la campaña electoral de 2016, cuando el entonces candidato calificó el TLCAN como el
peor acuerdo comercial de la historia de Estados Unidos.
Tras su llegada a la Casa Blanca, sin embargo, se consideraba que las posibilidades de éxito en la
renegociación del acuerdo eran muy remotas, algo que recordó este martes durante la firma el
canciller de México, Marcelo Ebrard.

Entre los cambios destacados del nuevo acuerdo y ya anunciados en 2018, se incluye el
establecimiento de un cupo de 2,6 millones de vehículos exportados a Estados Unidos en el caso
de que Trump imponga aranceles de autos globales de un 25% por motivos de seguridad nacional.

La cuota permitiría un crecimiento significativo en las exportaciones de automóviles libres de


aranceles desde Canadá por encima de los niveles actuales de producción de alrededor de 2
millones de unidades, según Reuters.

Como contraparte, para ser exportado sin aranceles, se requerirá que el 75% del vehículo haya
sido producido en alguno de los tres países (el TLCAN exige el 62,5%). Se trata del único tratado a
nivel mundial que fija reglas de origen para vehículos, subraya la agencia EFE.

El acuerdo incluye varias normas que afectan la exportación de vehículos dentro de América del
Norte.

Además, el 40 % del costo del vehículo deberá provenir de plantas que paguen salarios de US$16
la hora, con lo que Estados Unidos busca evitar la deslocalización de fábricas a zonas de bajo coste
en México.

Está previsto que la vigencia del nuevo acuerdo, que se espera sustente un comercio anual de
US$1,2 billones, se extienda por 16 años, aunque con revisiones cada seis.

Derecho de los trabajadores

Otros destacados cambios llegaron con las negociaciones de última hora.

El liderazgo demócrata en Estados Unidos había insistido en hacer cambios al acuerdo logrado en
2018 con miras a fortalecer las normas laborales y ambientales.

A las empresas y a los sindicatos estadounidenses les preocupaba encontrarse en desventaja ante
la posibilidad de que en México se apliquen reglas más laxas en estos campos o que estas se
incumplan.

Por ello, las negociaciones recientes entre los legisladores demócratas, la Casa Blanca y México
derivaron en normas más estrictas sobre los derechos de los trabajadores, destinadas a reducir la
ventaja mexicana de bajos salarios, incluida la verificación del cumplimiento de normas en
fábricas.

En las discusiones recientes, Estados Unidos proponía que se realizaran inspecciones laborales en
las fábricas o negocios mexicanos, algo a lo que se opuso el gobierno de AMLO.

Para reducir estas preocupaciones, México aumentó recientemente el salario mínimo y aprobó
leyes que le dan más poder a los sindicatos y a los trabajadores.
En las discusiones recientes, Estados Unidos proponía que se realizaran inspecciones laborales en
las fábricas o negocios mexicanos, algo a lo que se opuso el gobierno de AMLO.

La solución de compromiso que se consiguió fue establecer mecanismos para forzar la aplicación
de las obligaciones laborales del acuerdo, junto con la verificación de su cumplimiento por parte
de expertos laborales independientes, según un informe publicado este martes por el Comité de
Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes.

No obstante, el subsecretario y negociador comercial de México para América del Norte, Jesús
Seade, subrayó en Twitter que no habrá "inspectores" laborales sino paneles, algo "normal en
acuerdos comerciales", defendió.

Los "agregados laborales" tendrán su sede en México y proporcionarán información "in situ"
acerca de las prácticas laborales de México, dice el documento de la Cámara de Representantes
citado por la agencia Reuters.

La principal federación sindical de Estados Unidos, AFL-CIO, calificó como una "vasta mejora" los
cambios introducidos sobre el acuerdo del año pasado.

"Por primera vez, habrá estándares laborales de cumplimiento realmente obligatorio", dijo
Richard Trumka, el presidente de esa organización.

Acero y biomedicinas

Otro cambio introducido a última hora por Estados Unidos significó el adoptar una definición más
estricta de acero y aluminio en las reglas de origen automotriz para evitar, por ejemplo, que
México incorpore como propias estas materias primas procedentes de China u otros países.

México aceptó el compromiso de aumentar el contenido regional de acero y aluminio pero fijando
una moratoria de 7 años y 10 años, respectivamente.

Las exigencias de los demócratas de EE.UU. también lograron la eliminación de una norma que
establecía un plazo de 10 años de exclusividad para la producción de biomedicinas, lo que
impediría el surgimiento de competidores de bajo coste.

Esta cláusula, que según sus críticos solamente beneficiaba a las grandes farmacéuticas, fue
eliminada.

Protesta contra el TLCAN.

Durante años, los sindicatos en Estados Unidos han visto con recelos el TLCAN.

El gobierno de México celebró esta decisión, pues la norma local actual establece ese periodo de
exclusividad por solamente 5 años, lo que permite una introducción más rápida de versiones
genéricas del mismo medicamento y, por tanto, el abaratamiento de los precios.

Al hacer un balance sobre lo alcanzado en las negociaciones, Jesús Seade destacó que con el T-
MEC se alcanzaron resultados "razonables", "buenos o muy buenos para México".
Sus contrapartes de Canadá y Estados Unidos también coincidieron en alabar los resultados de las
negociaciones.

Sin embargo, no todo el mundo está tan seguro de que el acuerdo vaya a resultar un gran éxito.

Will Grant, corresponsal de la BBC en México, señala que la prensa en ese país ha visto al T-MEC
como una suerte de TLCAN vestido con un lenguaje distinto.

"Muchos [en México] son indiferentes o no saben exactamente lo que el nuevo acuerdo significará
para ellos", afirma.

"Tendrán que esperar hasta que entre en vigor el próximo año para ver si tiene un impacto
significativo en sus trabajos, para bien o para mal", concluye.

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