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Hojas del diario

martes 17 de marzo : semi- cuarentena y coronavirus

Hace un mes o dos comenzó una epidemia en China. Una nueva cepa de virus de gripe. En los últimos 10
años han habido varias “epidemias” de estas, que nunca llegaron a ser muy graves pero movilizaron una
cantidad de cosas.

Pero nunca como ahora. Un virus poco dañino (mata solamente a personas que ya tienen condiciones de
debilidad importantes) pero al parecer extremadamente contagioso, puso a la tierra en jaque. En un mes
casi todos los países (creo que todos excepto los africanos) están en situación de emergencia sanitaria.
Cuarentenas, cierre de fronteras, toques de queda.

Acá en ROU empezó ayer. La mayoría de los lugares de trabajo “al cuete” (como el mío), definieron
trabajar a distancia. Solamente los servicios esenciales para que la rueda siga girando (abastecimiento de
comida y salud) siguen funcionando de manera casi normal.

No tengo muy claro cómo lo viven otros. El aislamiento tiene eso. Por más que tengamos redes sociales y
la gente publica y publica cosas sobre el mismo tema sin parar, es difícil saber en qué medida cada unx
está preocupadx.

No termino de sopesar la gravedad. Íntimamente creo que es todo una gran exageración. Si bien el virus
puede ser altamente contagioso, también es poco dañino, por lo que la mortalidad va a ser reducida si se
compara con otras causas de muerte (va a ser y es).

Sin embargo, el pánico ha ido ganando gradualmente a los sectores más resistentes (resistentes a la
propaganda mediática) y la gente exige desesperada cierre de fronteras y cierre de todo, sin medir
consecuencias.

Lo gracioso, es que esto puede traer consecuencias insospechadas.

No solamente la cantidad de desastres económico-financieros de los que seguramente nos enteremos en


un par de semanas. Muchos otros impactos que ahora es imposible evaluar, y que podrían ser “el tiro por
la culata” de los ideólogos de todo este montaje de pánico global.

Personalmente estoy encantada con quedarme en casa, aunque tengo claro que la situación no es así de
buena para gente que vive de otra forma.

A. está preocupado, solidario, socialmente activo, pero también presa del pánico. Insiste con que no
salga. Y la cuarentena nos sirve para facilitar la toma de distancia que necesitamos.

A la vuelta, veremos

19/03/20

No tengo mucho que decir del pseudo-aislamiento. Acá no estamos aisladas, estamos conviviendo. Y me
felicito silenciosamente por la armonía. Excepto un rato de barullo necesario que imponen Sofi y Magui al
caer la tarde, cuando ya su exceso de energía no tiene por dónde canalizarse, el resto del día transcurre
plácido y armonioso.

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Estoy triste porque compruebo la fragilidad mental de la especie. Con qué poco nos caemos!
Este virus casi inocuo (comparado con muchos otros, o con bacterias, o con el cáncer, o con desastres
que no tienen que ver con microorganismos ni con anomalías físicas, como los accidentes automovilísticos
o la violencia intrafamiliar), ha desatado el pánico, la ansiedad, los comportamientos anti-sociales, el
aislamiento. Somos ovejas. Ya lo decía mi gran amigo Marcelo Busch en primer año de liceo: somos
ovejas.
Qué tipo visionario! Es una pena que su cabeza haya derivado a lugares donde los normales no
accedemos.
Estoy triste porque A. también es oveja. Y casi toda la gente que conozco.
Estoy triste porque nos está engañando un puñado de reverendos hijos de puta, y nosotros les hacemos
los mandados, exigiendo a los gobiernos cerrar fronteras, decretar cuarentenas obligatorias y otra serie de
medidas que causan muchos daños.

Es mucho más probable que te mueras de un infarto o en un accidente de tránsito, que por el Corona
Virus.

Me pliego a la cuarentena porque el pueblo lo exige y creo en la voluntad colectiva Pero no por convicción.
Las probabilidades de morir por infarto, cáncer, accidente de tránsito e incluso violencia intrafamiliar, creo
que son mucho más altas para el 80% de nosotros, que las de morir por el virus. Entiendo la importancia
de cuidar a los más frágiles. Sin duda me preocupan mi madre y mi padre!! Pero me parece que el pánico
sembrado no tiene relación con la gravedad de la situación, y terminará siendo más dañino que el propio
virus. Me entristece comprobar lo fácil que es producir una debacle mundial. Eso me hace sentir
vulnerable y me recuerda el cuento de Sci-Fi en el que se apagaba el sol, y todos esperaban que "Alguien"
(el supuesto responsable de que el sol siguiera ahí) se hiciera cargo del problema, mientras caían en la
desesperación. Vi hace un rato que acá (en Uruguay) hicieron una app para mantener a la gente
informada "minuto a minuto". Y eso me hace preguntarme: ¿en qué contribuye?. Cambiamos algo
siguiendo el avance del virus cual si fueran resultados electorales o una final de fútbol? Esa información,
¿nos hará actuar de otra manera? O es solamente más consumo del tipo de noticia morbosa a la que
estamos acostumbrados? No estoy invitando a que salgan a la calle y empiecen a besar a la gente con la
que se encuentren, pero no puedo dejar de expresar mi sensación de que estamos siendo ovejas
irreflexivas, exigiendo o acatando medidas desproporcionadas basadas en el miedo. Cuando estudiamos
historia con las niñas (mis hijas), siempre surge la perplejidad ante las grandes burradas históricas de la
humanidad. ¿Como pudo haber habido un Hitler, mamá? La manipulación de la mentalidad colectiva es
más sencilla de lo que parece. Ojala no tenga la razón, y el tiempo me demuestre que todo esto valía la
pena y que estoy totalmente equivocada. Si eso pasa, no tendré problema alguno en disculparme por mi
ignorancia. Hoy siento esto que digo.

;;;

23M
No tengo miedo. Sí tengo algunos miedos, pero muy pocos, creo. Al menos cuando hablo con otras
personas, y escucho sus miedos, no logro conectar.
Supongo que tiene que ver con haber crecido en la certeza del amor de mis padres y demás personas de
mi vida. Aunque durante años tuve dudas sobre todo esto, creo que era solo la inseguridad adolescente,
que tal vez se prolongó un poco más de lo necesario.
A veces todavía dudo sobre el amor que los demás sienten por mí, pero no es algo que me preocupe por
mucho rato.
Pero sí tengo miedos. Por ejemplo, el miedo a perder la libertad. Ese es un drama en mi vida. Es algo
que me hace actuar a veces de maneras irreflexivas (incluso irresponsables según quién lo mire). Ese
miedo es mayor al miedo a la muerte. No suscribo – lo repito – el libertad o muerte de los 33, como
consigna colectiva. Pero en lo individual, sí.
No me atrevo a cuestionar a los que tienen miedo. Hoy saludé a Tere (la querida Tere, receptáculo
inocente de cuanto bolazo y virus informático hay en el mundo) por su cumpleaños. Y su respuesta
aterrada me hizo pensar: “Claro. Es Tere”. Y la entendí, y le dije que se cuidara mucho.

La seguridad tiene un precio altísimo. Que conjuga la pérdida de libertad en muchos aspectos (de
circulación, de opinión, de acción) con la pérdida de intimidad. La seguridad – falsa, porque hoy o mañana,
todos moriremos – hace que lleguemos a pedir que nos repriman.

Podría salir gritando “Despertad!” como dicen los testigos de jehová (o son los mormones?). “Despertad,
seres humanos! Estáis siendo engañados! Nadie os va a salvar. Ni dios ni el presidente. Y mucho menos
un ministro de salud o un jefe de policía. Despertad! Daos cuenta, queridos congéneres, de que no hay
salvación. Todos moriremos. De hecho, día a día, todos estamos muriendo”.
Si “seguridad” es cuestión de comprar unos días más en la tierra, entonces ya pasamos a un tema
económico. Pago ahora (el precio es la pérdida de libertad actual), para tener unos días, meses, o años
más de existencia (imposibles de garantizar, por mucho que uno pague).
Los contratos de seguridad son siempre engañosos. Uno puede pagar con mucha pérdida de libertad para
que lo protejan de asaltantes o de virus. Pero el que te protege no se compromete a evitar que te
atropelle un auto, o que otro virus (diferente, contra el cual no corría la garantía), te liquide en un rato.

Todavía no hay nada que nos garantice la vida eterna. Y en unos años, cuando exista esa opción, es
probable que la mayoría no podamos pagarla... salvo que seamos tan pero tan útiles y funcionales a un
sistema de organización determinado, que el sistema nos valore y decida darnos la eternidad (por ser tan
buenas ovejas).

No puedo salir a gritar “despertad” porque a pesar de mi convencimiento, me doy cuenta de que mi
postura es difícil de compartir. No digo desde la razón sino desde las entrañas. La mayoría de las
personas que conozco prefieren alargar su vida aun en malas condiciones, que morir siendo felices. Yo
no. Y no es cuestión de quién tiene razón. Es solamente un tema de necesidades.

No sé si es porque he tenido una vida muy buena, muy intensa, muy rica en experiencias, aprendizajes,
amor, que no me molesta pensar en que se acabe. Parece contradictorio. Si uno tiene una buena vida,
debería querer que fuera eterna, no? No. No es mi caso. Siento haber tenido la gracia de hacer todo lo
que quise (y eso sigue vigente hasta este momento), y no siento “tener pendientes” (lo de tener hijo-
escribir libro-plantar árbol ya lo hice repetidas veces). Me da lo mismo morir ahora, en diez años o en
treinta y cinco.
Me encanta mi vida. La disfruto, la agradezco todo el tiempo. Cada vez que trabajo – porque tengo un
trabajo entretenido y desafiante – cada vez que miro a mis hijas – porque son bellas por dentro y por fuera
– cada vez que hablo con mis padres – que son los mejores que alguien puede tener-. También cuando
camino por Montevideo, y me reconozco uruguaya, me siento afortunada. Y cuando cocino, cuando bailo,
cuando escucho música, cuando trasplanto un arbolito. Mi vida es una serie infinita de privilegios que me
hace sentir profundamente agradecida. Sería normal temer que se acabe.
Pero no. Y creo que es solamente por eso: porque no tengo pendientes. Cuando pienso qué quisiera
cambiar de mi vida, no se me ocurre nada. No quisiera tener menos ni más. No quisiera un título
universitario, ni mucho menos nobiliario. No necesito una casa más grande (bueno, un poquito sí, porque
Magui duerme en el living, pero si no hay esa casa más grande, estamos contentas igual, e incluso
aprendemos cosas). No necesito auto, ni ropa, ni joyas. No necesito hacer ni tener nada más que lo que
tengo. Por eso, morir ahora o morir después, no hace una gran diferencia. En cambio, entre vivir así
como vivo, o vivir en una situación represiva, de encierro obligado, de actividades prohibidas... sí hay una
gran diferencia. Eso sí me haría perder la alegría y el entusiasmo por la vida.

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25M

Hablé con mi papá, y fuera de su preocupación porque estuviéramos bien, lo encontré tranquilo y
contento. De inmediato lo entiendo. Para él, para Luis, para Nico. Supongo que también para Bea y
Marcos, aunque no estoy tan segura, esta es una situación ideal. Como para mí.
No tener que salir – por lo tanto, no tener que vestirse ni calzarse -, no tener que tratar con mucha gente, y
disponer del tiempo para hacer lo que quieras, es un sueño hecho realidad.
Siempre hay cosas para hacer, y no todas me aburren. En realidad, algunas sí, pero es fácil dejarlas de
lado. Y hacer las muchas que no me aburren. Por ahora he pasado trabajando intensamente, con los
catorce proyectos que quieren recibir apoyo. Pero en unos días eso se termina, y me voy a dedicar a la
huerta más que a Empretec.

Trabajo mucho. Me gusta trabajar mucho, porque me estimula tener la cabeza funcionando, me da placer
pensar.
No sé qué hacía la raza arborícola de la que pienso que provengo...
Vivir en los árboles requiere un esfuerzo físico cotidiano. Bajar y subir. Subir y bajar. Comerían solo
frutos? No. Seguramente también hojas, tallos, flores y raíces de diferentes plantas. Y probablemente
algunos animales. Monos? Creo que no. Era un clima templado a fresco. Algo húmedo, pero sin monos.
Pero si algunos roedores, y pájaros tal vez (espero que no comieran pájaros; nunca me gustó mucho el
pollo).
¿Tendrían tiempo para pensar? Será que esa mayor cercanía al sol y al cielo les desarrolló más rápido el
cerebro? ¿La necesidad los hizo inventores? ¿Por qué vivirían en los árboles? Habrá sido por opción o
por necesidad? Habría osos? Jabalíes? O qué animal peligroso para los humanos que no se suba a los
árboles? O quizás fue por opción. Estar lejos de la humedad del suelo, colgar sus alimentos para que no
se los comieran otros animales; mantenerse más lejos de las hormigas y otros bichos de la tierra, etc.
Convivir con la música de las hojas y los pájaros. Sentir el sol más cerca.

;;;,
26M

No diré esto en público, pero estoy encantada con la cuarentena. Llevo 14 dias sin salir de casa, y es el
paraíso.

Hay algo que tengo claro: voy a ser primitiva, todo lo que pueda. No vacuna con chip.

Por qué estoy encantada. Porque soy privilegiada. Me da un poco de vergüenza. Ya lo he dicho. Sé que
tengo todo y más. No tengo ninguna propiedad, ni ahorros. No tengo ropa linda, ni nada que sea valioso
económicamente. Pero fuera de eso, tengo todo. Espacio, verde, plantas, hijas.
No he sentido ni un segundo el encierro. ME siento feliz. Estoy conmigo misma. Con mis hijas. No tengo
que vestirme de ciudadana para salir a la calle. Paso de jogging y camiseta de segunda mano. No tengo
que tomar ómnibus, No tengo horarios.
Me gusta vivir así. En los 956 m2 de terreno.
Pero claro, soy rica. No todo el mundo lo es
¿cómo habrán pasado otras familias estos días? Habrán tenido peleas? Habrán lidiado con adolescentes
profundamente alterados por el aburrimiento? Habrán sufrido la abstinencia de no poder ir al shopping, o
de no poder reunirse a conversar con otras personas de cosas que le pasan a otras personas a las que no
conocen?
No tengo miedo. No tengo miedo a morir. Puedo morir cualquier día, por cualquier otro motivo. Llegará
ese momento cuando tenga que llegar.
Pero tengo miedo al miedo de la gente. Tengo miedo al odio.

Hoy cantan los sapos acá. Y la gata los molesta. Y las niñas empezaron a hacer los deberes por
aburrimiento, pero lo aprovechan. Y salen charlas interesantes. Y hay un montón de preguntas con
respuestas, y muchas sin respuesta, sobre la vida, la humanidad, y los procesos históricos.
No deja de ser interesante ser parte de esto.
El tema puede ser el desenlace. Tengo pocas esperanzas. Veo que es muy fácil manipular las
emociones. Demasiado fácil. Los que son capaces de ver que los nazis manipularon las mentes de
cientos de miles, no pueden reconocerse a sí mismos como manipulados hoy. Juli es brillante. Lo vengo
descubriendo. Con una lógica tajante, se instala en ideas que me parecen absolutamente sensatas, y muy
maduras. Es un poco egoísta, pero su inteligencia la hace buena.
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27M
Un día super tranquilo. Me sigue encantando esto. ME gustaría que siguiera así, pero no de forma
coercitiva, sino por opción
No tengo ningunas ganas de volver a trabajar en la oficina, ni de andar en ómnibus de acá para allá.
Apenas me gustaría salir a caminar un poco más, sin sentirme juzgada.
El futuro se presenta incierto en parte. En otra parte, es previsible lo que se viene: control absoluto de
los movimientos de cada uno. Injerencia total de las grandes empresas de tecnología en nuestra vida
cotidiana.
Para qué? Ya es difícil distinguir si se trata de “la pasta” - como me decía Patty – o en realidad
trasciende el dinero y es un asunto de poder. De necesidad de poder. Esa necesidad de las personas de
sentirse superiores, o al menos, de tener el control remoto.
Los autores de ciencia ficción han sido personas increíblemente visionarias. Las cuatro obras más
impactantes que leí (la del Sol que se apaga; la de las personas que se realizan intervenciones
quirurgicas arriesgadas solo por ser distintas; 1984 y Un Mundo Feliz), describen en conjunto y
mezcladas, el zeitgeist actual.
Las redes sociales tal vez no tenían intención de ser lo que son, pero el hecho es que se transformaron
en “el clamor popular”. Ellas, junto a la TV, son fuente de manija permanente. Ese repiqueteo
constante en los cerebros, termina por tener éxito.
Ahí vamos todos, como ovejas.
Otra vez, las ovejas del rebaño, yendo a la cueva del lobo porque “para ahí van todas”.

28.03
Tengo un conocido de la infancia que es un médico reconocido, director (dueño, creo) de un sanatorio
importante. Su madre y su padre eran médicos también. Su papá de dudosa ética. Su mamá, creo que
buena persona. Creció en el privilegio, en su cómoda casa de Punta Gorda, jugando al Atari cuando
ninguna persona que yo conociera accedía a ese tipo de lujo (y eso que yo también vivía en Punta
Gorda).
Era un chiquilín cariñoso pero malcriado. Solíamos tener muchas peleas en la cancha de fútbol mixto
de la cuadra (que era el fondo de su casa, o en su defecto, el patio del Santa Rita).
Una vez en su cumpleaños, jugando a la escondida por toda la cuadra, se cayó contra el murito de su
casa y le volaron todos los dientes de adelante. Fue un episodio inolvidable por lo traumático para
todos (en especial para él).
Era un chiquilín bueno, pero malcriado, como decía.
Hoy es médico y de derecha. Tiene una postura de condescendencia hacia los humanos en general, y
hacia sus pacientes en particular. Habla desde enormes alturas (de vértigo), y sus palabras son adoradas
por personas a las que tal vez les salvó la vida.
Y no sé. Me da como una tristeza.
Su padre un estafador, mal padre, ausente. Violento y mentiroso como pareja de su madre. Estricto y
autoritario con sus hijos.
Mi amigo podria haber sido un hombre sensible y sensato. Pero tenía un modelo a seguir, y a pesar de
su resentimiento oculto, se transformó en el modelo, pero más sensible. Por suerte!

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31 de marzo 2020

Sensaciones extrañas de cuarentena?


No creo que sea la cuarentena.
He vuelto a soñar mucho. Será porque descanso mejor, sin apuros, sin miedo al despertador?
Los perros están más inquietos. Natasha insoportable. Facundo después de un espisodio de vómitos,
está más alzado que nunca.
Hoy tuve algunos momentos de enojo. Tontos. Por nada. Por contrariedades pequeñas. También se
fueron rápido. Y momentos de canto. Intenso canto. O sea... en esto no hay nada raro. Es mi montaña
rusa habitual.
Y después está A. Que me extraña y tiene ganas de coger. Yo no lo extraño tanto. Un poco sí, claro. Tres
o cuatro veces en estos 15 días tuve ganas de verlo. Pero nada desesperante. Nada urgente. En
realidad, una parte de mí está más tranquila así, sintiendo la despreocupación.
Busco en mi interior el enamoramiento. Busco ponerme en aquella piel que no podía enfocarse en otra
cosa que no fuera él. En ese amor enloquecido que me duró años. Ese temblar por solo pensarlo. Esos
hilos de luz desde mi estómago hasta donde quiera que él estuviera.
Pienso en la revolución, y en el amor, y en lo que no fue.
Nadie se jugó por amor acá
Fuimos mediocres. Nos mató la mediocridad. Seguramente ganamos algo con eso. O mucho. Por algo la
mediocridad campea y la excepcionalidad no tanto. La mediocridad es más confortable y tiene éxito.

Sigo pensando en la manipulación.


El decálogo:
1 – Distracción: Generalmente se
realiza por medio de fomentar la sobrecarga de
información, o cuando dicha información contiene una fuerte carga emocional.

Por ejemplo cuando los noticieros dedican días enteros a reportar sucesos trágicos
y minimizan los momentos destinados a reportar acontecimientos políticos
problemáticos. Este tipo de distracción fomenta el desinterés por adquirir
conocimientos profundos y por discutir las repercusiones a largo plazo de las
decisiones políticas.

2. Crear los problemas y también las soluciones


El autor explica este método por medio de la fórmula: problema-reacción-solución,
y explica que una situación puede ser explicada con toda la intención de causar
una reacción específica a un público específico, de manera que este público
demande medidas y toma de decisiones que solucionen la situación.
3. Apelar a la gradualidad
Se refiere a aplicar los cambios que son importantes de manera gradual, para que
las reacciones públicas y políticas sean igualmente graduales y más fáciles de
contener.
(ejemplo: te recorto por ahora, pero queda para siempre; te vigilo por ahora, pero luego ya que estamos,
seguimos).

4. Infantilizar al interlocutor
Otra de las estrategias que se utilizan con mucha frecuencia es posicionar al
público como un conjunto de personas ingenuas o incapaces de hacerse
responsables de sí mismas, o de tomar decisiones críticas y responsables.

5. Apelar más a las emociones que a la reflexión


Se refiere a enviar mensajes que impacten directamente en el registro emocional y
sensible del público, de manera que a través del miedo, , la compasión, la
esperanza, la ilusión, entre otras emociones o sensaciones, sea más sencillo
implantar ideales de éxito, o normas de comportamiento y de cómo deben ser las
relaciones interpersonales.

7. Promover la complacencia en la mediocridad


Se trata de reforzar el sentimiento de éxito y de satisfacción por la situación en
la que nos encontramos, aunque sea una situación precaria o injusta, lo que
hace que no desarrollemos un pensamiento crítico sobre esa situación o que
incluso la justifiquemos.
10. Conocer a las personas mejor de lo que ellas mismas
se conocen
Timsit propone que los avances que ha tenido la ciencia en la comprensión de los
seres humanos, tanto en área de la psicología como la biología o la neurociencia,
han logrado un mayor conocimiento sobre nuestro funcionamiento; no obstante, no
han generado un proceso de autoconocimiento a nivel individual, con lo cual las
élites continúan como las poseedoras de la sabiduría y del control de los demás.

Fuera de esa lista, pero relevante:

CRISIS. Otra forma de distracción es creando una crisis de fuerza mayor. Pero las
crisis, ya sean políticas o económicas, no solo se crean para distraer la atención sobre
un problema ya existente, también se utilizan para introducir grandes cambios que
generalmente permanecen después que acaba la tormenta: los precios se quedan
altos, los derechos constitucionales permanecen confiscados o los beneficios de los
ciudadanos son eliminados para siempre.

Elegí solamente las que me parece aplican más a lo que pasa hoy.
Las dos primeras se aplican como siguiendo un manual.

Qué pasa con toda la gente inteligente que hay, y que me responde contándome que en España e Italia
colapsa la salud pública. ¿No logran ver otras alternativas cuidadosas y racionales? No podríamos haber
decidido guardar a los vulnerables y que los fuertes siguieran con el mundo girando? ¿Es necesario saber
minuto a minuto cuántos casos hay y cuántos muertos? ¿En qué se diferencia de la crónica roja del canal
4, de esto que hoy sus hiper-críticos aplauden?

Si fuéramos una tribu pequeña... Pongamos que somos 1000 personas en tribu, y hay un peligro de
enfermedad. ¿Nos encerraríamos todos en la choza a esperar morir de hambre mientras el peligro se
aleja? O elegiríamos a los más fuertes y a los que seguramente el peligro no va a aniquilar, para que
siguieran produciendo el sustento de todos, mientras los vulnerables se protegen? No seria ese un
comportamiento racional, que permitiría evitar el colapso económico y reducir las muertes?
El todo o nada es una estrategia habitual para fracturar el pensamiento complejo. Sin embargo, cuando
uno se encuentra inmerso en esa estrategia pero como víctima, no es capaz de distinguirla. Mi amigo
Borky, que da clases de pensamiento complejo, defiende la cuarentena obligatoria y defiende a muerte
al sionismo. Posturas de todo o nada. Cero complejidad.

Es la comodidad otra vez. El confort mental, físico y emocional. Si tengo una cuerda segura de la que
agarrarme – aunque sea una mala cuerda, que seguro va a mover una piedra que caerá más tarde sobre
mi cabeza – la elijo, En lugar de buscar algún hilo, que unido a otro hilo, pegado a una rama, trancada en
una piedra.... y encontrar un sostén que en apariencia menos sólido, no me condena a que la piedra me
caiga encima sí o sí. El todo o nada se ha impuesto como única opción, en esto y en tantas otras cosas.
5 de abril

Un mundo feliz.
Percibo que es cuestión de generaciones, y de cómo te lo tomes.
Juli me dice con total convicción que no le molesta nada que Google sepa lo que ella necesita, quiere o
desea. Al contrario, le gusta, porque le facilita comprar lo que precisa, o sea, acceder a la satisfacción de
sus deseos. No le parece un precio alto. Lo acepta de buen grado.

A mi, en cambio, me subleva. Odio sentirme vigilada, y que alguien (o algo) sepa más de mí que yo
misma. Me hace sentir amenazada, dependiente, fuera de control.

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10 de abril 2020
Va casi un mes (en Uruguay) de esta “Cuarentena”.

Hoy tuve una sensación repetida de impotencia, que no me entristece mucho, porque la acepto. Pero un
poco me entristece.
No sé si tiene sentido entristecerse. La charla de ayer con Juli se repitió hoy con Sofi. No les molesta que
las “conecten” al 5G. No tienen miedo de lo que les pase. Sienten (piensan?) que recibirían lo que
necesitan y estarían en un estado de confort superior.

Es posible. A mí me entristece pensar en cómo vamos a crear si eso es así. Música, arte en general,
inventos. Quién va a hacer eso, si todos estamos en estado de confort total? Qué inquietud, aburrimiento,
dolor, tristeza, angustia, enamoramiento, miedo, o éxtasis va a producir poesía, pinturas, danzas, músicas,
canciones, esculturas, o simples gritos? Nadie más va a enamorarse? Nadie más va a angustiarse por una
pérdida? Nadie va a sentir compasión o empatía?
Jajaja.. tanto buscar “la felicidad”, y cuando “la tenemos”, no me gusta!!! jajajjaja

Pero en este juego: ¿quiénes quedan fuera y quiénes dentro? Esta “baja poblacional” que supuestamente
producirá el CV19, será suficiente para hacer el “descarte”? ¿O simplemente a algunos se les (nos)
negará la conexión y perecerán (emos) de hambre generalizada? O habrá una segunda pandemia,
mucho peor que esta, que realmente “limpie” la tierra y nos deje en 3.000 millones de personas o algo
parecido, y entonces sí, todos podremos conectarnos al placer infinito?
Y si fuera así, quiénes quedarían? Los que están en sus bunkers, los que acceden a la mejor medicina (o
muchos de ellos, algunos igual morirían), y los más fuertes (aptos), a quienes los virus no derriban.
Y de los que queden, ¿todos querrán “vacunarse”? Seguro que no. Mucha gente que ha emprendido
hace rato un camino diferente, seguramente sobreviva, porque come sano y está en mejor estado de
salud. Y esa gente tal vez no quiera vacunarse/conectarse. Serán los salvajes de UMF? O directamente
los exterminarán de otra manera? Se crearán dos mundos paralelos como en UMF? Eso no sería malo del
todo siempre que fuera opcional (otra vez, la maldita libertad... por qué es tan importante? Es cultural o es
natural que asi sea? O ninguna de las dos cosas?).

Y si esto pasara rápido, ¿donde quedaría yo? Mis hijas querrían vacunarse (Juli y Sofi, Magui no sé). Y
mi madre. Mis hermanos... Marcos, seguramente. Luis, no creo. Bea, creo que no. Y Nico, seguro que
no. Pero en cualquier caso, de algunas personas queridas nos separaríamos. Qué haría A.?
Seguramente se vacunaría, para quedarse con sus hijos y la madre de sus hijos, y un montón grande de
sus amigos, que también se vacunarían. Todas las personas que tienen miedo a morir, se vacunarían.

Y yo? Aceptaría separarme de mis hijas para seguir una vida salvaje? Creo que sí. Incluso sabiendo que
me arriesgo a morir. Como leí ayer: “las mejores mamás, son las que se vuelven innecesarias”. Y creo
que estoy entre las mejores mamás (no lo dije yo, lo dijo ese artículo que leí), porque siempre he sentido
que mi objetivo como mamá era ser innecesaria ,y hace rato que percibo que casi lo soy (querida, pero
innecesaria).
¿Tendría temor por ellas? No. Mundo Feliz, es mundo feliz. No se sentirían mal. No estarían en peligro.
¿Tendrían temor ellas por mí? Tal vez un poco. Pero no mucho. Me han visto criarlas con solamente dos
brazos y un corazón para atenderlas a las tres. Me han visto plantar, cosechar, construir, reciclar, ordenar y
crear lo que haga falta para vivir. Por más que ya estoy grande, saben que tengo inventiva y paciencia
como para hacer una pirámide. Así que no tendrían miedo.

Seguramente nos extrañaríamos. Yo tal vez buscaria una ventanita entre los dos mundos.... Aunque no. Si
hiciera eso, las haría infelices. Es probable que en el mundo 5G no tuvieran muchos recuerdos.
Posiblemente sus recuerdos se irían borrando – porque los recuerdos son fuente de infelicidad en muchos
sentidos.

Y entonces, con quién estaría? Con otros “jipis”? Con quiénes? Sin hijas, sin madre... con algún hermano,
tal vez mi padre (aunque no sé si no moriría de cansancio ante esa situación) y algún amigo o amiga (Bea
Gilbert estaría ahí, Lu giudice, quizás Lu Fructos, y supongo que otras bellas personas.

Tendría que preguntarle a A. qué haría. Me interesa saberlo. Es un punto clave a futuro.
En UMF, podría construir todo lo que quisiera. Podría masturbarse con proyectos como si estuviera
cogiendo conmigo. Sin preocupaciones, sin pasado ni futuro. Su inteligencia le haría disfrutar de logros
inexistentes en lo material, pero sumamente potentes en lo ideal. Es un estado que le iría bien a su
carácter. Me parece.

Es muy interesante vivir este momento. Este punto de inflexión.


Es asombroso observar cómo se produce todo. Como cambia una época Cómo se dibuja la historia.
Es posible que no tenga más computadora dentro de un tiempo (si me quedo salvaje). Volveré al
cuaderno. Debería guardar muchos cuadernos (hoy vi que tengo más de 20, y más de 10 lapiceras y más
de 10 lápices, además de muchos colores). Mi deseo personal (egoísta, digamos), es poder permanecer
donde estoy, en este pedazo de la tierra, con esta casa, y sus pocas cosas. Con eso tendría más que
suficiente para vivir. Y si no lo tuviera, si se repartiera diferente el espacio, supongo que no faltará lugar.
Porque la vida UMF no requiere de grandes áreas dado que la movilidad es baja, y la producción de lo que
se necesita no requiere enormes extensiones.

Los salvajes iríamos al campo. A zonas periféricas cercadas por muros de por lo menos 30 metros de
altura. Los nuevos muros de berlín. Les llamarán muros sanitarios?

También puede ser que para que no molestemos (los salvajes), directamente nos eliminen rápido. Podría
ser que nos dijeran: ok, si no quieren vacunarse, está bien. Pero entonces quédense allí (en un lugar
donde luego fumigan y nos matan cual cucarachas).

Mientras tanto, haré lo que hago siempre. Porque sea cual sea el futuro próximo, tengo intención de morir
algún día. Y mientras tanto, quiero disfrutar del silencio, de la naturaleza, de mi inteligencia, de ver
burbujear a mis hijas.... no tengo grandes (ni pequeñas) aspiraciones, Estoy donde quiero estar, y si me
sacan de acá, ya veré. Nunca la vida se ha vuelto insostenible. Ni siquiera cuando intenté matarme (creo
que nunca lo intenté seriamente, pero no sé). Hasta la permanencia en el hospital psiquiátrico fue una
buena experiencia. No tengo miedo de casi nada, y con este mes de cuarentena, menos aún. Que la vida
me traiga lo que quiera. Ya sabré cómo tomarlo

Cuánto rato más nos dejarán encerrados? Acabo de darme cuenta de que ya no tengo muchas ganas de
salir. A veces extraño levemente algunas cosas, pero en general, me gusta esta vida. Sin embargo, este
cambio que ya se operó en mí (los 21 días!!) qué habrá operado en otra gente que la está pasando
pegada a una pantalla, consumiendo miedo? Se atreverían a salir aunque les dijeran que ya pasó todo?
Si esto se prolonga 15 días más o un mes, vamos a estar bien cebados para recibir la salvación de
cualquiera. Willy va a ofrecer una vacuna gratuita para toda la humanidad (o no gratuita, pero si es
gratuita lo hace más rápido), y la gente va a ir corriendo a vacunarse, y se va a sentir salvada y
agradecida. Y va a aceptar cualquier cosa que diga nuestro nuevo dios. Y viviremos felices para siempre.

Qué es la felicidad? El flujo.... Escribir, por ejemplo, es la felicidad. Saludar a las plantas. Ver la sonrisa
de Magui. O de Sofi. O de Juli. Escucharlas. Admirarlas. Leer también es felicidad. Y tocar la guitarra.
Dibujar. Escuchar el silencio. Escuchar música. Cantar. Hacer masajes, Cocinar.

Soy bastante feliz.

Y aunque por un lado me da tristeza lo que ocurre. Por otro lado, creo que ya es inevitable. El tema es
cómo poder seguir viviendo fuera de ese sistema si esa es una opción. Hay que enredarse con otros que
estén igual. Cultivar, aprender a sobrevivir con nuestra inteligencia y nuestras manos. Desarrollar otra red
paralela. Cortar Google, Facebook, Twitter. Dejar de usar whatsapp y todo eso. Comer sano y moverse
para estar saludables. Recuperar la comida de la tierra: todas las plantas que están por todas partes para
nutrirnos.
Tal vez el espacio ya no sea tan importante para el otro sistema? Sí, tienen que producir alimentos. Pero lo
pueden hacer en espacios cada vez más chicos. Fabricar cosas, lo mismo. Si se pasa a impresión 3D a
domicilio no hay necesidad de stocks.

Qué momento, amigo! Qué momento!


Escucho “Cambalache”, porque sí. Por escuchar algo que me haga reír.
Estamos en un punto de inflexión y me emociona. Sin embargo, no tengo la persistencia ni la energía
suficientes como para erigirme en líder de nada. Qué pena. Tendría potencial para eso. Pero soy
perezosa. O vergonzosa. O perfil bajo?
Qué falta de respeto.... etc, jajaja
Carmela y San Martín?
Jajaja, nunca había escuchado eso.
Se viene un cambio.
Yo creo que va a ser en la dirección de UMF, pero quizás hay otras alternativas.
En lo personal, confío en mi karma y en mi misma, Y sobre todo, confío en lo que he dado a mis hijas para
volverme una mamá innecesaria.
Y en lo global.... aquél libro tan impactante sobre los animales que leí hace años... “Sobreviviendo” se
llamaba? O “Sobrevivir” (el autor se llamaba Vitus Droescher), me dejó claro que el individuo es solamente
eso. Individuo. La especie es un poco más importante. Pero en definitiva, la regulación la impone Gaia (sí,
guacho, como dice en el libro que me regalaste).

17 de abril

Sigue la cuarentena. Yo disfrutando. No tengo ganas de nada que no sea lo que tengo. Como es hace
unos años, pero mejorado porque las cosas que no quería hacer, las dejé de hacer (ir a la CIU, por
ejemplo, que siempre me ha resultado un lugar inhóspito, lejano a mi naturaleza, incluso hostil).

No tengo ansiedad, porque no espero nada. Hace tiempo que no espero nada. Y eso es buenísimo
cuando los días se presentan tan raros como estos. Raros para mucha gente. Para mí son buenos.
Excepto cuando pienso en lo que realmente está pasando. Cuando veo qué fácil – qué increíblemente fácil
– resulta sembrar el miedo y generar comportamientos absurdos en millones de millones de personas.

Es tan ridículo y desesperante.


Algunas cosas que me llaman la atención poderosamente:
1) Gente que creía inteligente, e incluso muy inteligente cayó a la primera en la gran mentira.
2) La mayoría cree que los grandes medios y las organizaciones multinacionales “públicas” (Naciones
Unidas, bah), no mienten!! Si les dicen “Pepe murió de coronavirus”, no lo dudan.
3) El poder de la élite dominante es mayor de lo imaginable. No solamente dominan los canales
habituales (desde EL País de Madrid, hasta la BBC), sino que dominan muchos espacios que
podrían ser alternativos. Y además, tienen un ejército digital bajando videos, desmintiendo
verdades y aniquilando todo intento de comunicación fuera de su mensaje
4) Como la demencia de la élite desafía la razón, las personas racionales no encuentran motivo como
para creer que todo esto es una manipulación. (me dijo A: “me parece improbable que hagan todo
esto por plata, porque ya tienen suficiente”. Pero no es plata, es poder. El poder de controlar los
resultados. El sentir el control. Me hace acordar al ejercicio del taller sobre “poderoso” e
“impotente”. No hay un sentimiento malo en “poderoso”, excepto, tal vez, la excesiva
responsabilidad. En cambio, no hay ni un solo sentimiento bueno en “impotente”. Eso llevado al
extremo, es Willy, o los Soros, Rockefeller, etc. Viejos infelices que necesitan sentir el control para
no mirar su propia miseria.
5) Nadie ve el árbol en su ojo, aunque sí la paja en el ojo ajeno. Gente que tal vez condena
radicalmente a los alemanes que siguieron a Hitler, o a los estadounidenses que votaron a Bush,
reclama desde su balcón “cuarentena obligatoria”. Qué los impulsa? El miedo claro. Su razón
queda nublada.

Qué tendría que hacer?


Yo creo que lo que estoy haciendo. Preservar mi equilibrio, cuidar a mis hijas y preservar también su
equilibrio.
En casa el ambiente es de casi-normalidad. No hay pánico, no hay alcohol en gel ni tapabocas. Comemos
bien. Las niñas son muy sanas. Yo no soy tan sana porque fumo, pero hace años (muchos, incontables)
que no me siento lo suficientemente mal como para quedarme en cama. Así que no tomamos muchas
precauciones, sabiendo que si nos enfermamos, posiblemente no pase de una gripe más. Yo lo prefiero
así. Incluso si me muriera, prefiero que sea en un ambiente de feliz armonía, que después de dos meses
de angustia.

Qué importante es cómo vivís. Cuánto están padeciendo hoy quienes permanentemente necesitan
estímulos externos para sentirse vivos.

;;;

17 de abril
Estuve leyendo acá (en Raza Arborícola) este mes y poco de quarantine.
Sigo pensando lo mismo que el primer día. Lo bueno es que cada vez más gente lo piensa. Será que
podemos hacer el giro? Será que es posible detener esto y aguar la fiesta del genocidio masivo? Lo
dudo. Pero quizás vale hacer el esfuerzo.

Mañana es sábado. A pesar de que todos los días parecen iguales, me tomo el sábado libre de trabajo
“remunerado”, y lo dedico a mi casa y a mí misma. A dormir más, a hacer más actividad física, a no hacer
nada. Creo que está bueno mantener días diferentes, que son como pausas y por eso ayudan a realinear
el cuerpo y la mente.

Qué importante es, también, poder alinear el cuerpo. Qué suerte tengo de poder hacerlo. A pesar de que
hay algunas torceduras que ya se han instalado muy fuerte, una gran parte sigue siendo flexible y
responde a la alineación. Y cuando eso pasa, me siento en paz, fuerte y sana.
21 de abril
Magui cumplió 15 sin pena ni gloria. Yo también los cumplí así, a pesar de que no había coronavirus. E
igual tuve (tengo) una vida feliz. Así que lo superará.

Hoy me di cuenta de que estoy apretada. Bajo una capa de felicidad cotidiana, estoy enojada con A. y tan
endurecida que ni puedo llorar, ni puedo amar.

Por más que soy consciente de esto, no consigo desprenderme del enojo. Y cada día, con señales y
pelos, me hace sostenerlo. Me entristece que diga que me quiere pero solamente muestre interés cuando
hay sexo. Por qué está en linea y no me responde? Yo sé que a veces yo desaparezco, pero desaparezco
para todo el mundo, no lo dejo colgado mientras le respondo a otras personas, y después me voy.
Yo que sé. Soy muy demandante. Soy muy demandante. También soy muy dadivosa. Quizás una cosa
es el balance de la otra. No se puede dar mucho sin recibir porque la energía se agota. Es como sacar
todos los restos vegetales de un terreno cualquiera (llámese jardín, chacra, campo o selva). Si sacas todo
lo que crece y no aportás nada, la vida se agota. Si no dejás que las propias plantas que allí nacieron
nutran la tierra que les dio vida (si las quemás, o te las llevás a otro lado, las tirás a la basura), al final vas
a tener que agregar fertilizantes, o comprar tierra porque el terreno se agotó.
En el amor es lo mismo. No se sostiene una relación donde uno da y otro recibe. Porque el que da, se
agota. Ese agotamiento puede traducirse en muerte (lo extremo), cansancio, apatía o separación. Pero
nunca en algo que dé frutos.

;;;;

Y encima, yo no creo que todo esto sea una pandemia. No lo es. Ni tampoco causada por el daño al
ambiente (aunque sin duda, el daño a los humanos simultáneo al ambiente, es campo fértil para que estas
enfermedades que prosperan en sistemas defensivos débiles, se potencien. Nada es serio, nada es
confiable. Pero A está enfocado en la política del día después, sin advertir (creo) que este tema no es
nacional, es global. En fin...

Creo que si me aflojo un poquito podré llorar... y será bueno.


:::

Hoy tuve que ponerme una mascarilla por primera vez, y me sentí muy mal.
Odié hacerlo, y rápidamente me puse a pensar cómo hacer para no tener que ir a supermercado todos los
días, y así no tener que usar la mascarilla-
Odio esta situación porque me hace sentir idiota, dominada y torpe. Y porque me da miedo perder la
libertad. Prefiero contagiarme de tres mil virus, que verme restringida en mis movimientos.
Es una mierda, y no me siento acompañada. No sé cómo cuidar a mis hijas-No veo que tenga mucho
sentido despotricar contra esto: todo es banalizado, censurado, y hasta asesinado si es necesario.

..

Sun Tzu
1 – The moral law
2 – Heaven
3 – Earth
4 – Commander
5 – Method and discipline

No hay principio ni final. A. dice que esa es una postura “creacionista”, pero no sé por qué. Si no hay
principio, no hay un creador, y para mí es lo más coherente entre todas las posibilidades. Un principio
implica, en algún momento, la creación de algo a partir de nada. Eso me parece difícil. Creo que es
posible crear algo a partir de lo que “parece nada” (como un agujero negro), pero no a partir de nada. Por
tanto, me siento cómoda con la infinitud “hacia atrás” y hacia adelante. Si la existencia de partículas no va
a tener fin, ¿por qué tendría un inicio?. Y si tuviera fin, qué pasaría con todas ellas? Colapsarían en un
agujero negro? Pero eso no sería un fin, sería una transformación del nivel de energía de las partículas,
de sus fuerzas de atracción y repulsión (se volverían todas fuerzas de atracción y harían que la
concentración de partículas fuera tan densa como si no hubiera espacio vacío entre ellas).

::::

Mirar películas en blanco y negro me da ganas de dibujar rostros.


(miro La hora del lobo, de Ingmar Bergman). Las caras de Liv Ullman y de Max Von Sydow son buenas
para dibujar.

Domingo. Hace 3 horas que A. no se conecta al FB. Ahora sé que es porque pasa esas horas mirando
la serie de la bella heroína. Igual decido preguntarle en qué anda. “Mirándote en la serie esa”.
Mirándome? je. No sé si me da gracia o pena. El mundo se cae.
No me acuerdo si comenté la tristeza de ver a mis “amigos” David y Borky despotricando contra los
“conspiranoicos”. Hasta la palabra da vergueza, por su carga de desdén frente a lo que son
simplemente ideas alternativas. No queridos. Nadie ataca a la ciencia. Pero sí a los intereses
económicos y políticos de la ciencia mainstream.
Borky: dónde quedó el pensamiento complejo? En todo vale menos en lo que no estás de acuerdo? En
la ciencia no hay nacional y peñarol. En la ciencia hay científicos y también corporaciones.
Gigantescas y poderosas Y amigas de los poderosos. Bancadas económicamente por los poderosos.
Por qué sería tan raro que se manipularan datos, se alteraran resultados y hasta se dijeran mentiras
flagrantes para tener el control, vender cierto medicamento, etc.? Es tan raro? No! Es una práctica de
larga data... lo increíble es que dos personas tan inteligentes no logren distinguirlo.
El mundo se cae? no. El mundo se ME cae. Me quedo sin referentes. Me quedo sin personas para
admirar y seguir.
En realidad no. Hay algunas decenas de personas que me parecen realmente brillantes. En esas me
enfocare para no entristecer.

11/06
La pandemia ha sido dañina en muchos sentidos. Tal vez buena en otros.
Acá, en este país inusual, tan punto medio, tan mesurado en sus éxitos y fracasos, no pasó nada. NO
PASÓ NADA. No sé si en otros países realmente pasó algo o son puras mentiras de los medios, pero en
Uruguay no hay pandemia alguna.
Yo creo que no había (no hay) un virus realmente peligroso. Fue todo una pantomima. Y acá, la
inmunización cruzada que genera el mate (quisiera estudiar si los 6 grados de separación se aplican en
Uruguay... yo creo que se reducen por lo menos a cuatro... ) y la pereza (no solamente pereza de salir a
la calle, pereza de ir al médico, chequearse, hacerse un test), nos han mantenido sanos.
Los defectos pueden ser virtudes, según las circunstancias.
Acá campea esa pereza desde que Hernandarias dejó unas vacas sueltas que se reprodujeron como
locas. Ahí los españoles y criollos vieron lo fácil que era hacer comida, y se sentaron a mirar (tomando
mate) cómo se multiplicaba la carne... y después el trigo, el arroz, el maíz... Los uruguayos somos
gente de vida fácil. Privilegiada.
:::

Me parece mentira. ME PARECE MENTIRA. Esto de la pandemia de mierda! Me apena


tanto ver a la gente inteligente presa de esta enorme estupidez. Me parece increíble leer que la
gente se convenció de que hasta-que-no-llegue-la-vacuna-no-podemos-estar-en-paz. La
putaqueloparió! Qué eficaz es el lavado de cerebros y el miedo. Qué eficaces son!!
“Parece que vamos a tener que usar tapabocas hasta el 2022” publica David. Un científico. Un
tipo bastante brillante y formado.
“Prefiero por ahora no tener contacto” dice mi viejo. Otro tipo muy inteligente y formado,
científicamente educado.
Quedamos atrapados en esto. Yo tengo miedo de subir al ómnibus sin tapabocas, lo confieso.
No porque tema contagiarme de nada (mi tapabocas es una risa, anda tirado por ahí, es
descartable pero lo uso desde marzo, lo lavé una vez sola porque tenía olor, pero seguramente
está lleno de una gran variedad de virus), ni porque me sienta culpable ante la posibilidad de
contagiar a otros. Me da miedo la represión ciudadana, e incluso la violencia que puede
desatar en otros el sentirse amenazados por mi presencia.
Juli se rebela en calma. Le parece una estupidez y no lo usa. Y ya le han increpado varias
veces su irresponsabilidad.
Me parece mentira.
Gentes sensibles e inteligentes anuladas en el pensamiento crítico.
Tantas fotos de cadáveres apilados, tanta mentira absurda. ABSURDA! Y sin embargo, se
cumplen las reglas. Mentiras repetidas mil veces se transforman en verdades. Los disidentes
se transforman en terroristas. Los hijosdeputa se transforman en salvadores. In Bill we trust.
Me produce una tristeza infinita. Es como un punto de inflexión. Nunca pensé que iba a a
revivir la alemania de Hitler, o la Rusia de Stalin. Y no. Esto es peor. Es global y trasciende
ideologías. Los más izquierdosos y los más fascistas, todos alineados por el miedo. Y a un
nivel que no hay espacio para la discusión.
Hasta A. (por qué??!!!) me señala que Juli debería usar tapabocas en el ómnibus por
responsabilidad. Qué responsabilidad? La de ser oveja sin balar? Porque si es por contagiar
gente de gripe, siempre lo hemos hecho. Cada invierno se engripan miles y miles de personas.
O en los cambios de estación. Algunos, muy pocos, se mueren de gripe. ES lo habitual. La
gente muere. Muere de golpe atropellada por un auto, o muere lentamente atropellada por la
vida. La gente se enferma por miles de motivos, desde una mala alimentación hasta una mala
relación afectiva. La gente se muere todo el tiempo, sobre todo cuando es vieja. La gente de
más de 80 años se muere con más frecuencia también. Por ahora, la muerte es parte de la
vida, inevitable. Es una certeza del tamaño de una cordillera.
La diferencia es que te presenten la muerte como un bicho que te acecha. Como si de repente
te hubieras hecho inmortal, excepto que contraigas ese bicho. Como si de pronto todos los
problemas de tu vida fueran insignificantes, excepto mantenerte libre del bicho. Podrás morir
de aburrimiento, de pena o de hambre... ah! Pero sin bicho.
Estúpido pero eficaz. Maligno y eficaz.
Me da ganas de salir de la rueda. Por momentos, me dan ganas de dejar de hacer lo que hago
y cortar con la sociedad. Pero no me alcanza la energía ni la inteligencia (sobre todo la
energía) como para armar una vida paralela. No me alcanza la energía para combatir ese
miedo. No tengo credenciales como para que alguien me escuche. Es muy difícil que alguien
con miedo razone.
“Pobre Mundo”, dice Idea. Querida Idea.
Por qué no volará en cien mil pedazos
esta escoria volante este puñado
de tierra y de dolor
aire y basura
si no habrá nunca paz
si no habrá nunca
una puta jornada de alegría

Idea es un poquito (no mucho) más depresiva que yo.


También es tan sensible y emotiva. Enamoradiza. Amante de la vida. Sensual.
Me hubiera gustado ser su amiga. Hubiéramos compartido un diario (o muchos)
Nos hubiéramos escrito largas cartas.
Confesiones inconfesables.
Tristezas al unisono.
Hubiéramos descubierto el sexo en la poesía y viceversa.
Hubiéramos hablado con la misma voz, de mujeres inquietas,
incapaces de quietud o silencio,
siempre buscando y nunca encontrando del todo.
Preguntadoras de oficio,
con menos respuestas de lo necesario.

Sigo herida por la estupidez general. Sigo herida por ser parte de una humanidad que se
enceguece tan fácilmente, que desconecta su capacidad de pensar por sí misma y sigue pautas
absurdas, ridículas, aberrantes a veces, dañinas sin duda. Sigo triste porque a pesar de la
evolución que aparentemente ha tenido nuestro cerebro en 150.000 años, seguimos siendo
bichos a los que es muy fácil infundirles miedo.

23 de agosto
La pandemia me tiene abatida en otro nivel. No-lo-puedo-creer!
Hablé con Patty ayer también. Y la escuché en ese discurso mil veces oído: “no entiendo por
qué la gente no respeta lo del tapabocas, etc.”.
Por dió! Es increíble cómo nos hemos vuelto estúpidos tan fácilmente!
Pongo esto como recordatorio de la dictadura del pensamiento que nos ha cooptado. La gente
– la gente común, como vos y yo, gente buena, etc. - aclama esto. Seguro que muchas
personas denuncian. Hoy es 24 de agosto, la famosa noche de la nostalgia, y los bailes están
prohibidos. Porque sí. Por matar la alegría nomás. Porque el que tiene miedo de contagiarse
se puede quedar en su casa, y el que no, va a bailar. Igual que todos van a trabajar en el
ómnibus, y se juntan con sus compañeros de trabajo en la oficina sin preguntarles si se
hicieron un “hisopado”.
Me apena esto.
Y no sé qué más.
En estos días, muchas cosas me apenan.
Debo ser yo, que debo revisarme.

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